XIII JORNADAS DE LA SOCIEDAD
CANARIA DE HISTORIA DE LA MEDICINA
Durante el pasado día 12 de diciembre, prestigiosos
profesionales de la Enfermería y la Medicina impartieron diferentes
intervenciones orientadas a retratar cual es la imagen de las actividades que
en el campo del tratamiento, diagnóstico y los cuidados que se desarrollaron en
tiempos pretéritos tanto en las Islas como en el resto del territorio español.
Santa Cruz de
Tenerife, 12 de diciembre de 2015. Cerca de 50 profesionales de las
ciencias de la salud se dieron cita en la XIII Jornadas de la Sociedad Canaria
de Historia de la Medicina, celebradas en el Colegio Oficial de Médico de la
provincia. Dichas Jornadas, organizadas por la citada Sociedad tienen como
objetivo de abordar y dar a conocer todas aquel “saber” ya olvidado que es
custodiado en los numerosos archivos que están diseminados por la geografía
nacional, y que están relacionados con disciplinas tales como la Medicina o la
Enfermería.
FOTO 1 Grabado de la Expedición de D. Francisco de
Balmis a las Américas. Corbeta María Pita
Al acto inaugural asistieron, además del
vicepresidente del Colegio de Médico, Pedro
J. Rodríguez Hernández, el presidente de la Sociedad Canaria de Historia de
la Medicina, el Prof. Justo Hernández.
El encuentro se vertebró a partir de tres espléndidas intervenciones que
abordaron la Historia de las Vacunas desde sus orígenes hasta la actualidad: “La
introducción en Canarias del suero antidiftérico” de la mano del
nefrólogo, el Dr. Víctor García Nieto;
“El
legado de Louis Pasteur. La vacunación” expuesta por el Prof. Dr. Justo Hernández González; y clausurando
el evento, “Papel de la enfermera Isabel Zendala en la Real Expedición Filantrópica
de la Vacuna”, impartida por el enfermero e historiador, Prof. Dr. Francisco Javier Castro Molina.
FOTO 2 Profesor Dr. Francisco Javier Castro Molina
impartiendo su conferencia sobre la enfermera Isabel Zendala Gómez.
Esta última, procuró abordar el trascendental papel
que jugó, la desconocida hasta ahora enfermera Isabel, en la conocida Expedición Balmis, nombre que adquiere
de su promotor, el médico español Francisco Javier Balmis y que se desarrolló
entre 1803 y 1814. La finalidad de esta expedición de carácter filantrópico,
fue en principio, el acercamiento de la vacuna de la viruela a cada uno de los
rincones del declive Imperio Español, en el que esta enfermedad se cebaba de
manera reiterada ocasionando una elevadísima mortandad sobre todo en la
población infantil. Carlos IV, ante esta situación, sufragó con fondos de la
Corona la iniciativa del médico de la corte ante la sensibilidad ocasionada por
este problema tras la infectación sufrida por la infanta María Luisa.
Como elemento fundamental de la misión, se agregó a
sus filas a la enfermera Isabel con la mera labor de cuidar de los 22 niños
que llevaron la vacuna de la viruela desde La Coruña hasta México y de los 26
que viajaron desde Acapulco a Filipinas fue responsabilidad directa de Isabel
Cendala (Zendal o Zendala) Gómez, la rectora
de la coruñesa Casa de Expósitos, cuya existencia —personal y laboral—
ha flotado en un limbo de especulaciones, entre las que se incluye la de llevar
a un niño llamado Benito, fruto de su vientre.
FOTO 3 Óleo
titulado Vacunación
de brazo a brazo (Constant Desbordes,
1820)
Las travesías en barco desde La Coruña hasta
Veracruz y desde Acapulco a Manila no eran plazas cómodas para encerrarse con
expósitos, que eran novillos bravos, de natural desafecto a las normas. De
esta lidia, la gallega Isabel Zendal Gómez saldrá a hombros de Francisco
Xabier Balmis, el director de la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna,
como escribe: La rectora, con el excesivo trabajo y rigor de los diferentes
climas que hemos recorrido, perdió enteramente su salud; infatigable noche y
día, ha derramado todas las ternuras de la más sensible Madre sobre los 26
angelitos que tiene a su cuidado, del mismo modo que lo hizo desde La Coruña y
en todos los viajes y los ha asistido enteramente en sus continuadas
enfermedades.
FOTO 4 Escultura de Acisclo
Manzano (2003), que rememora la Expedición
Balmis.
Tal ha sido el
reconocimiento de su labor en el Nuevo Mundo, que la Organización Mundial de la
Salud la ha considerado la “primera enfermera de la historia en misión
internacional” en 1950. Posteriormente, el gobierno mejicano ha creado un
premio anual, “Cendala Gómez” en 1974, que procura reconocer la labor nacional
de las enfermeras en ese país. Y como no, la ciudad que la vio partir en su
misión, le ha concedido su nombre a una calle, además de erigir una escultura
en 2003, obra de Acisclo Manzano, que procura dar recuerdo a su valentía y
tesón.
Otro Trabajo:
Isabel Cendala y Gómez. Primera
Enfermera de Salud Pública de México. Publicado el domingo día 16 de mayo de
2010
Manuel Solórzano Sánchez
Diplomado en Enfermería. Servicio
de Traumatología. Hospital Universitario Donostia de San Sebastián. OSI-
Donostialdea. Osakidetza- Servicio Vasco de Salud
Insignia de Oro de la Sociedad
Española de Enfermería Oftalmológica 2010. SEEOF
Miembro de Enfermería Avanza
Miembro de Eusko Ikaskuntza /
Sociedad de Estudios Vascos
Miembro de la Red Iberoamericana
de Historia de la Enfermería
Miembro de la Red Cubana de
Historia de la Enfermería
Miembro Consultivo de la
Asociación Histórico Filosófica del Cuidado y la Enfermería en México AHFICEN,
A.C.
Miembro no numerario de la Real
Sociedad Vascongada de Amigos del País. (RSBAP)
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