miércoles, 22 de junio de 2022

1922 ELVIRA LÓPEZ MOURÍN ENFERMERA GALLEGA

 

San Martín de Río (Lugo) 3 de septiembre de 1893 - Madrid 21 de julio de 1961

 

Foto 1 Retrato de la enfermera militar gallega Elvira López Mourín

 

LA ENFERMERA GALLEGA QUE PARTICIPÓ EN EL PRIMER VUELO DE LA AVIACIÓN SANITARIA ESPAÑOLA

 

La enfermera militar Elvira López Mourín formó parte del equipo médico que atendió a los soldados heridos en la guerra de Marruecos. Se subió a un avión pese a que, en aquella época, en España las mujeres tenían prohibido viajar en aeronaves bélicas.

 

Este año se cumple el centenario de un hito histórico y de aquella heroica hazaña

 

El desastre de Annual en el año 1921 desencadenó una reacción decidida por parte del Gobierno español para acabar con este conflicto armado, que estaba suponiendo una gran pérdida de vidas humanas y recursos para el país.

 

Esta reacción se materializó con un aumento de los efectivos militares, adquisición de nuevo material y, en el ámbito sanitario, una mayor implicación de la Cruz Roja Española en la atención y traslado de los soldados heridos.

 

Durante la tarde del día 1 de noviembre de 1922 una columna de tropas españolas sufre un ataque inesperado ataque en la posición de Tizzi Azza, en la zona este del Protectorado. Este cruento combate produce 366 soldados heridos que son trasladados al cercano campamento de Dar Drius (1).

 

Durante aquellos días, en este campamento había una falta de personal sanitario que propició que el Estado Mayor del general Ricardo Burguete ordenase despegar inmediatamente a dos aviones de este campamento con destino a Melilla para trasladar un equipo quirúrgico. Los aviones llegaron al aeródromo de Nador en Melilla, a las 22:00 horas e inmediatamente se preparó un tercer avión para poder transportar el equipo quirúrgico junto con todo su material. Esta iba a ser la primera vez que se iban a utilizar aviones en España para un transporte sanitario.

 

El equipo quirúrgico alertado en Melilla fue el del comandante médico Dr. Víctor Manuel Nogueras. Gracias a la presencia de la Duquesa de la Victoria (Carmen Angoloti) se realizaron los preparativos rápidamente y se cargaron los tres aviones. Los tres eran bombarderos De Havilland DH-4 en los que se había preparado el puesto del observador-ametrallador para el transporte.

 

En el primer avión se dispuso el Dr. Víctor Manuel Nogueras con el médico anestesista Dr. Manuel Crespo. En el segundo, el auxiliar sanitario Quintanilla Navarro con gran cantidad de material quirúrgico y sanitario. Y en la tercera aeronave se decidió que volase la enfermera militar Elvira López Mourín. En ese momento se percataron de que el reglamento militar vigente prohibía a las mujeres montar en aviones de guerra, por lo que se lo impidieron (1).

 

Foto 2 Retrato de la señorita Elvira López Mourín, en homenaje al acto heroico que ha realizado. La señorita López, enfermera del equipo quirúrgico del doctor Víctor Noguera, voló por primera vez en avión desde Melilla el día 1 de noviembre de 1922, para ir en socorro de los soldados heridos de Tizzi – Azza; hermoso rasgo patriótico que le ha valido la felicitación de S. M. la Reina Victoria Eugenia

 

Pero Elvira insistió múltiples veces hasta que, subrayando la necesidad urgente de ir a atender a los heridos y prestándose voluntaria, logró convencer a los mandos para que le permitieran volar en esa misión.

 

El vuelo de los tres aviones transcurrió sin problemas, aterrizando en Dar Drius 30 minutos más tarde sobre un campo señalado con cuatro bidones de gasolina con leña ardiendo en su interior. Operaron durante toda la noche y a la mañana siguiente fueron relevados por el refuerzo sanitario que llegó desde Melilla en camión traído por la Duquesa de la Victoria (1).

 

La mayoría de los medios de comunicación se hicieron eco de la noticia de la primera utilización de un avión en España para una misión sanitaria. Esta noticia fue mucho más destacada por el gesto de valor y de entrega a los demás protagonizado por la enfermera militar Elvira López Mourín que, más allá de su obligación, se prestó voluntaria en una misión muy peligrosa. Por estos motivos los medios de comunicación la calificaron de “heroína de Guerra”.

 

La repercusión de la hazaña acabó siendo un éxito y pasó a la historia, hizo que el equipo quirúrgico fuera felicitado por todos sus mandos militares y civiles, quienes fueron reclamados para presentarse en Madrid para ser felicitados, por el presidente del Consejo de Ministros, José Sánchez Guerra, que los recibió el 7 de noviembre de 1922 en una audiencia y le ofreció “una alta recompensa honorífica”. Unos días después, el 11 de noviembre; la Reina Victoria Eugenia dio una recepción a Elvira López, a la que ya había enviado previamente un telegrama felicitándola. El rey Alfonso XIII también le concedió una audiencia, que tuvo lugar el día 20 de noviembre de ese mismo año en el Palacio Real (1 y 6).

 

Siempre se destacó el gesto heroico de la enfermera militar lucense y ella fue la protagonista del equipo quirúrgico en todos los actos.

 

Una humilde heroína

 

Elvira López Mourín, nació en el pequeño pueblo de San Martín de Río en la provincia de Lugo, el 3 de septiembre de 1893. Era hija natural de Manuel López Mourín. Se sabe que se trasladó a Madrid sin saber leer ni escribir y que más tarde, el 2 de agosto de 1918, consiguió ingresar, ya con 27 años de edad, en la Primera Promoción de Enfermeras Profesionales del Hospital de la Cruz Roja de San José y Santa Adela.

 

Cursó sus estudios y las prácticas junto a cuatro compañeras más, teniendo como Profesor y Director del Hospital al comandante médico Dr. Víctor Manuel Nogueras con el que, al cabo del tiempo, realizaría el famoso vuelo. Al terminar sus estudios se presentó a la oposición para ser enfermera militar con destino en Melilla, aprobando en el año 1921. A finales de 1922 se incorporó a su destino en el equipo quirúrgico del Dr. Víctor Nogueras.

 

A partir de su participación en el vuelo se la destina de nuevo a Madrid, donde aprobó la oposición que se había demorado en convocar para la obtención del título de Enfermera Profesional de la Cruz Roja Española en su primera promoción.

 

En esos años Elvira López Mourín, fue protagonista del comienzo de dos campos profesionales sanitarios; por un lado, el de la enfermería profesional española, al pertenecer a la primera promoción formada según el nuevo programa académico de 1915 para las enfermeras profesionales y por otro, del novísimo campo del transporte aéreo sanitario español.

 

En los siguientes años residió en Madrid trabajando. A partir de ese momento ya no hay más datos sobre ella, aunque, por los testimonios de sus vecinos, sabemos que volvió y visitó su pueblo natal en múltiples ocasiones. Falleció en Madrid el 21 de julio de 1961, siendo enterrada en el cementerio de la Almudena con el título que más le gustaba: “Enfermera militar” (1).

 

Foto 3 Revista Nuevo Mundo, 17 de noviembre de 1922 página 13

 

PÁGINA DEL HEROISMO

 

Entraban los heridos en Bahafora tendidos en las camillas, cara al cielo indeciso de color al morir el día.

 

La evacuación a Dar - Drius se hizo rápidamente. Por la pista, imposible, avanzaban las ambulancias de la Cruz Roja, protegidas por camiones blindados.

 

Como el accidente no estaba previsto, el material quirúrgico de campaña estaba en Melilla.

 

Los diagnósticos eran pesimistas. La presencia del Dr. Víctor Nogueras, necesaria…

 

Los aviadores recibieron orden de marchar a la plaza y regresar con el experto cirujano. El Dr. Nogueras estimó necesario llevar con él un ayudante y una enfermera… (2)

 

¿Pero se atrevería a ir una mujer?

La conciencia del riesgo pesaba sobre todos.

Eran de los primeros vuelos nocturnos que realizaban nuestros aviadores.

El campo de aterrizaje en Dar – Drius ofrecía no pocos inconvenientes.

Todo esto hubo que decírselo a la enfermera señorita Elvira López

Ella no pudo pensar en tales riesgos… (2)

 

No había volado nunca, y tampoco nunca de noche: pero ¡qué importaba! Su deber era no dudar, porque la duda eran minutos que se perdían, y en uno de esos minutos podía escaparse una vida. Y la señorita Elvira López, montó por primera vez en un aeroplano, que se perdió en la noche (2).

 

A las diez de la noche volaban los tres aparatos sobre Dar- Drius… Los pilotos militares pusieron toda su pericia en el aterrizaje; y se posaron en tierra con una majestad de águilas reales. En uno de los aeroplanos, quietecita, con un gesto mezcla de asombro y de regocijo ante la aventura, estaba “la enfermera” con el material quirúrgico necesario para atender a los soldados heridos… (2).

 

El piloto le ayudó a salir del aeroplano. Parecía como si saliese de una litera. El aviador, con una reverencia de minué, le ofrecía al mismo tiempo una muñequita que llevaba en al aparato como mascota…

 

Y nada más, sencillamente, sin que la cosa tuviera nada de extraordinario, la muchacha se dirigió al hospital…

 

Reconocía el Dr. Noguera, y ella, en el quirófano, preparaba los instrumentos y las gasas; los paquetes de algodón los iba abriendo, extendiéndolos en mantas…

 

En ellas habría de envolver, después de la intervención quirúrgica, los miembros doloridos, poniendo en la obra ese mimo, ese tacto especial que ponen las enfermeras, como las madres en fajar a sus hijos… (2)

 

Y por eso, porque era su deber, esta mujercita pequeñina de cara simpática y con un mohín dulce de galleguita, montó por primera vez en un aparato, que fue por un momento un astro más, a cuyo paso la luna, asomada a una nube, hizo un gesto asombroso…

Melilla, 1922

V. Gutiérrez de Miguel.

 

Foto 4 Retratos de la enfermera gallega Elvira López Mourín

 

Parte Oficial de anoche

 

Para mejor atender a los soldados heridos que tuvimos en los combates de ayer, salieron en avión, el comandante médico y una enfermera de la Cruz Roja, que se prestaron espontáneamente a la humanitaria labor de asistir y cuidar a los soldados heridos (3).

 

Un ataque de los moros a Tizzi – Azza

 

Para mejor atender a los heridos, llegaron a Dar Drius, haciendo el viaje por avión, el comandante médico especialista señor Nogueras y Elvira una enfermera de la Cruz Roja que con gran espíritu y abnegación se prestó voluntaria a ello (4).

 

LA ENFERMERA MILITAR

 

ELVIRA LÓPEZ MOURÍN 1893 - 1961

 

Enfermera militar que participó en el Primer Vuelo de la Aviación Sanitaria Española

 

Se conoce poco de los orígenes de Elvira López Mourín; se sabe que nació en la parroquia de San Martiño de Río, perteneciente al municipio de Láncara, en la provincia de Lugo, en 1893.

 

Elvira era hija de madre soltera y vivía en un pueblo pequeño. Por su condición social no tuvo oportunidad de aprender a leer ni escribir hasta casi los dieciocho años. En su casa no había libros, y ella no tendría forma de acceder a ninguno en su aldea. Estas limitaciones no impidieron a Elvira hacer todo lo posible para que su destino cambiará. Siendo muy joven decidió que su vida podía ser otra y se trasladó a Madrid. Allí, con gran empeño y esfuerzo, logró seguir los estudios que no pudo cursar en su infancia. Su deseo de progresar la llevó a titularse como enfermera profesional (5).

 

Alumna de la Primera Promoción de Enfermeras Profesionales de la Cruz Roja Española

 

En 1915 se publicó en España el primer programa oficial de estudios de enfermera profesional, y en 1918 el Hospital de la Cruz Roja de San José y Santa Adela, en Madrid, abrió sus puertas como centro de formación oficial para las enfermeras. La primera promoción estuvo conformada por sólo cinco alumnas: Elvira López y cuatro compañeras más: Josefina Soria, Adoración González, Nila Zapatero y Aurora Fernández. Según consta en el libro de registro de las enfermeras profesionales, Elvira empezó el 2 de agosto de 1918 la carrera de enfermera y terminó su formación en el Hospital de San José y Santa Adela el 15 de febrero de 1921, tres años después.

 

En esta época, Elvira conoció a la enfermera que ocupaba el interesante puesto de Dama de la Reina, y que pertenecía a la aristocracia española, Carmen Angoloti y Mesa, Duquesa de la Victoria y Condesa de Luchana. Carmen era la persona de confianza de la Reina Victoria Eugenia, esposa de Alfonso XIII y fue la principal responsable de la actividad de las enfermeras de la Cruz Roja española durante la Guerra del Rif en Marruecos (5).

 

Guerra del Rif. 1911 a 1927

 

La guerra del Rif o segunda Guerra de Marruecos fue el conflicto bélico que enfrentó en tierras del norte de Marruecos a las tropas españolas y francesas, estas últimas desde 1925 a 1926, con los sublevados rifeños, tras la insurrección militar de las tribus del Rif contra la administración colonial española y francesa. Esta larga contienda se vio, de alguna manera, ralentizada por la Primera Guerra Mundial de 1914 a 1918, pero cuando Elvira empezó sus estudios de enfermera, el conflicto cobro nuevos bríos (5).

 

De estudiante de Enfermería a Enfermera Militar en una Guerra de Superheroínas olvidadas

 

En febrero de 1921, se presentó a una convocatoria de empleo en la que se ofertaban ocho plazas de enfermera para un Hospital Militar de Urgencia. Superó el examen, algo digno de ser tenido en cuenta en una mujer como ella, que tardó tantos años en poder acceder a una educación básica, y se convirtió en enfermera militar, (enfermera interina de primera clase). Ese mismo año se desplazó a los territorios en conflicto. A finales de 1922 se incorporó al Hospital de la Cruz Roja de Melilla, en el Protectorado de Marruecos, y se unió al equipo de enfermeras que estaba capitaneado por Carmen Angoloti. En las mismas fechas también entró a formar parte del equipo sanitario del Hospital, el comandante médico cirujano militar Víctor Manuel Nogueras (5).

 

Foto 5 Las cinco primeras Enfermeras Profesionales de la Cruz Roja Española. Elvira López Mourín aparece sentada a la izquierda junto a sus compañeras de la Primera Promoción de Enfermeras Profesionales de la Cruz Roja Española. Foto documentación de la Cruz Roja

 

La noche del 1 de noviembre de 1922, las tropas españolas posicionadas en Tizzi Azza, en Melilla, sufrieron un trágico ataque. La llegada de los soldados heridos al campamento militar de Dar Drius era constante, y se hizo imprescindible reforzar los servicios sanitarios que se veían desbordados. Resulta muy difícil evacuar a los soldados heridos desde esta plaza, por lo que el General Ricardo Burguete, allí destacado, dio la orden de que partiese un aeroplano desde Dar Drius hasta Nador para recoger un equipo quirúrgico de refresco que pudiera atender a los soldados en la misma plaza. Se escogió el aerotransporte por su capacidad y rapidez, pese a ser peligroso e incierto. El avión llegó a Nador, se informó de la angustiosa situación y, al momento, se organizó la misión.

 

Primera Enfermera Española que se ofreció voluntaria para volar en un avión de guerra

 

El Dr. Víctor Nogueras, que iría en la expedición de urgencia, estimó que debía llevar con él a una enfermera, además de otro ayudante sanitario. Sin embargo, a las mujeres del cuerpo de enfermeras no se les podía dar órdenes en este sentido, y menos aún obligarlas a asumir un cometido que nunca se había llevado a cabo en el ejército español.

 

El traslado se preparó en pocas horas, un aspecto que cuestionado después; se trataba de un vuelo nocturno sobre territorios enemigos, y el aterrizaje, además, no se presumía ni fácil ni seguro. Las complicaciones eran muchas. El cariz de la extraordinaria misión para atender a los cientos de soldados heridos de Dar Drius llegó a los oídos de las enfermeras.

 

Foto 6 Ilustración de Irene Bofill del libro Enfermeras Invisibles. Inventoras, invencibles, increíbles. Olga Navarro y Vanessa Ibañez

 

Elvira no tuvo en cuenta los riesgos y se presentó voluntaria, de tal forma que nadie tuvo que darle ninguna orden. Las fuentes indican que «pensó que su deber no era dudar, porque con la duda se perdían minutos y en uno de ellos podría escaparse una vida». La necesitaban y decidió que su obligación era ir a ayudar y a cuidar a esos soldados heridos. Se dice que aquella noche pronunció lo siguiente frase: Hemos venido a salvar vidas. Si no actuamos ahora, ¿cuándo íbamos a hacerlo? (5).

 

Elvira López Mourín, 1 de noviembre de 1922, aquella noche en la que se realizó el primer vuelo sanitario en España.

 

Un peligroso viaje convertido en un acontecimiento histórico: Primer Transporte Sanitario Español de personas y Primer Vuelo de una Mujer Sanitaria

 

A bordo de dos aviones De Havilland DH4, biplanos bombarderos, fabricados con madera y lona, sin puertas ni asientos, acompañados por un tercero, el mismo que voló desde Dar Drius buscando ayuda, partió el equipo quirúrgico dirigido por el comandante Nogueras y con Elvira López como enfermera militar. Volaron desde el aeródromo de Nador, en Melilla, hasta el campamento de Dar Drius para atender a 366 soldados heridos resultantes de los combates de Tizzi Azza (5).

 

Foto 7 Avión De Havilland Rolls DH4 como los destacados en Melilla en los que volaron el equipo quirúrgico del Dr. Víctor Nogueras y Elvira López Mourín en la noche del 1 de noviembre de 1922

 

La misión fue un éxito y el equipo pudo atender a todos los soldados heridos. Esa noche se realizó el primer vuelo sanitario de España y se trasladó por primera vez a un equipo quirúrgico completo en tres aviones de guerra. Hasta entonces no se habían utilizado los aviones españoles para trasladar equipos sanitarios. Fue un hito en la historia de la Sanidad Militar, con el añadido del riesgo y los peligros que debieron sortear para culminarlo de manera satisfactoria Elvira López Mourín formó parte de esta aventura como enfermera; dejó su huella en la historia de España por ser la primera mujer sanitaria que participó en el primer vuelo nocturno de la aviación española (5).

 

Foto 8 Carmen Angolotti (Duquesa de la Victoria) y su equipo de enfermeras en el Hospital de Cala Bonita, 1926 (Archivo General de la Administración, Alcalá de Henares)

 

Acto heroico reconocido por el Rey Alfonso XIII y la Reina Victoria Eugenia, pero muy pronto olvidado…

 

Este acontecimiento sin precedentes fue noticia en todos los periódicos de la época y tuvo como protagonista a la decidida Elvira López Mourín, que fue considerada “heroína de guerra” y felicitada en distintas audiencias por el Rey Alfonso XIII, la Reina Victoria Eugenia, el Presidente del Gobierno, el Ministro de la Guerra y el Comisario regio de la Cruz Roja. Por esta misma misión se le concedió la Cruz Roja del Mérito Militar y la Medalla de Tercera Clase de la Cruz Roja (5).

 

A partir de su participación en el vuelo se la destina de nuevo a Madrid, donde aprobó la oposición que se había demorado en convocar para la obtención del título de Enfermera Profesional de la Cruz Roja Española en su primera promoción y finalmente, el 17 de febrero de 1923, Elvira López se presentó al examen en el Hospital de la Cruz Roja de San José y Santa Adela de Madrid y obtuvo una nota de ocho puntos en el examen. También recibió un premio en metálico en la cartilla de la Caja Postal de Ahorros de Madrid de 1.070 pesetas (5).

 

Elvira no tardó en hacerse invisible y caer en el olvido. No hay apenas referencias de ella tras esos hechos, sólo aparece una nota en la que se indica que en 1936 se encontraba en el Hotel Palace de Madrid cuando trasladaron allí el Hospital de Carabanchel (5).

 

Foto 9 Sello de correos de Elvira López Mourín homenajeando a las enfermeras y matronas en el Año Internacional 2020

 

Correos Homenajeado a la Enfermera en el año 2020, año Internacional de la Enfermera y la Matrona

 

Con la finalidad de homenajear a la Profesión Enfermera, que ha celebrado en 2020 su año internacional, el 5 de junio de 2020 la Sociedad Estatal de Correos y Telégrafos de España, emitió una tirada de 1.200.000 sellos que tiene como protagonista a una heroína injustamente olvidada: Elvira López Mourín.

 

Aparece en el sello vestida con el uniforme militar de enfermera, con el escudo de la Sanidad Militar en la cofia y la insignia de enfermera profesional de la Cruz Roja Española en el pecho. En el sello también se muestran tres aviones como los utilizados en el legendario viaje, y logotipo del Año Internacional de las Enfermeras y las Matronas y la imagen de una enfermera con un bebé en brazos (5 y 6).

 

Como curiosidad nos preguntamos sabías que el acceso a las mujeres a educación no siempre fue muy sencillo

 

A lo largo de la historia, mujeres y hombres no han tenido las mismas oportunidades educativas. En España, con la ley de Instrucción Pública de 1857, se reconoció por primera vez el derecho dos mujeres a la instrucción primaria. También fue tardía incorporación de las mujeres a los estudios de bachillerato, que no se produjo hasta 1874.

 

Hoy día nos parece natural la existencia de bibliotecas públicas en pueblos y ciudades, pero hasta principios del siglo XIX las bibliotecas que había en España eran privadas o de uso restringido, y las mujeres tenían vetada la entrada las mismas. Tanto era así que a las mujeres no se les permitió pisar la Biblioteca Nacional de España hasta 1837.

 

En el curso académico 1900 - 1901, sólo 44 mujeres accedieron a la enseñanza secundaria, y de los 17.287 matriculados en la universidad ese año solo uno era mujer. Treinta años después había 11.515 mujeres en los institutos y 2.246 mujeres en las universidades.

 

Tras la Guerra Civil, España sufrió una involución educativa después de un periodo educativo moderno y cosmopolita. Este retroceso educativo perjudicó especialmente a las mujeres (5).

 

JOAQUÍN LORIGA TABOADA EN MARRUECOS

 

Fue el primer de los aviones sanitarios para la operación del desembarco de Alhucemas

 

El mítico Joaquín Loriga Taboada, nacido en Lalín, Ourense, también tuvo una participación destacada en la guerra de Marruecos como uno de los primeros aviadores de la naciente Aeronáutica Militar Española.

 

También fue el primer piloto del autogiro de la Cierva que realizó un vuelo entre dos poblaciones, con lo que inauguraba una nueva era las aeronaves de ala rotatoria. Y fue también el primer aviador que aterrizó en Galicia, en su querido pueblo natal de Lalín en el monte do Todo (1).

 

Pero una parte olvidada de su biografía es el nombramiento en el año 1925 como el primer jefe de los aviones sanitarios para la operación del desembarco de Alhucemas. Después del Desastre de Annual se planeó realizar una gran operación que culminase con la pacificación de la zona del Rif. Se decidió realizar, junto con Francia, una operación de desembarco en la zona de Alhucemas con la participación de las fuerzas terrestres, navales y aéreas. Esta operación sería la primera en la historia en la que intervendrían fuerzas de los tres ejércitos y con un carácter internacional.

 

Debido a la complejidad y dificultad de la operación, y ante la previsión de múltiples bajas, la Cruz Roja Española organizó un servicio de evacuación sanitaria aérea rápida. Para la realización de este servicio unieron sus esfuerzos tres instituciones: la Corona, la Cruz Roja española y la Aeronáutica militar.

 

Este esfuerzo se concretó en diferentes acciones: la compra de dos aviones Junkers F13 por parte de la Corona y la asunción por parte de la Cruz Roja española de los gastos de operación, en tanto que la Aeronáutica Militar realizaría el mantenimiento y dotaría del personal adecuado. La organización de este servicio aéreo sanitario sería encomendada al capitán Loriga.

 

Foto 10 Joaquín Loriga. Periódico FARO DE VIGO del domingo 5 de junio de 2022

 

Era la primera vez que se organizaba un sistema de evacuación aérea sanitaria en una operación de esta envergadura. Joaquín Loriga entregaría el mando prematuramente al capitán Rafael Llorente debido a que tenía que prepararse para su célebre viaje a Filipinas.

 

Es conocida la historia de que el general Eisenhower estudió detenidamente la operación de Alhucemas para la realización del famoso desembarco de Normandía unos 20 años más tarde.

 

En ambos desembarcos se utilizaron fuerzas de los tres ejércitos. Todo parece indicar, así pues, que el sistema de evacuación Alhucemas aérea también pudo ser copiado en este histórico episodio de la Segunda Guerra Mundial (1).

 

ENFERMERAS CIVILES

 

Ocho plazas de enfermeras en la Sección de Sanidad Militar, para el Hospital Militar de Urgencia (Madrid), fueron ofertadas en 1920, cinco años después de ser creado el título de Enfermera en España. Se debían cubrir por oposición. (7).

 

No tenían consideración o asimilación militar, y las faltas que pudieran cometer eran sancionadas, según la importancia, con amonestación, multas en metálico o pérdida de colocación temporal o definitiva.

 

De este primer grupo, doña Elvira López Mourín participó en los primeros servicios sanitarios de la aviación española en Marruecos.

 

Foto 11 Aviación de Sanidad. Primera referencia a la Aviación Sanitaria aparecida en un diario general “El Heraldo Deportivo” de Madrid, del 25 de noviembre de 1922, haciendo referencia a Elvira López Mourín, portando el escudo de Enfermera Militar. Foto de ABC

 

En los combates para tomar la posición de Tizzi Assa, a finales de octubre de 1922, se realizaron transportes de personal sanitario y equipos quirúrgicos al frente; médicos y enfermeras para que atendiesen a los heridos. La noche del 2 de noviembre de 1922 se realizó el que Gudín (2008) considera el primer servicio sanitario de la aviación en Marruecos. Desde el aeródromo de Tauima al de Dar-Drius (7).

 

Había numerosos soldados heridos como consecuencia de los combates que eran evacuados a Dar Drius, donde pronto la capacidad asistencial se mostró insuficiente. Por ello se optó por trasladar por vía aérea al equipo médico y material quirúrgico considerado como necesario. Se decidió por el equipo quirúrgico número dos (EQ-2), cuyo jefe era el comandante médico don Víctor Manuel Noguera. El EQ-2 se había constituido en septiembre de 1921 y su estructura era de; jefe, ayudante de manos, anestesista y sanitario. El sanitario era don Luis de la Flor García, de la primera comandancia de tropas de Sanidad Militar. El EQ-2 fue reorganizado en noviembre de 1921, incorporándose la enfermera doña Elvira López Mourín.

 

El jefe del equipo médico estimó preciso llevar inicialmente con él, en aquel traslado por vía aérea, a un ayudante y a una enfermera; doña Elvira López Mourín (7).

 

INICIOS DE LA ENFERMERÍA MILITAR EN LA AVIACIÓN MILITAR ESPAÑOLA

 

En la Historia de la Enfermería, en la transición hacia la profesionalización, se destacan como algunos de los factores determinantes, la actuación y las enseñanzas sanitarias derivadas de diferentes conflictos bélicos; Guerra de Crimea (1853) y Florence Nightingale; Batalla de Solferino (1859) y Henri Dunant; Guerra de Secesión (1861) y Dorotea Lynde Dix (Siles, 1999).

 

Foto 12 Inauguración del aeródromo de Cuatro Viento 1911. Cuerpo de Sanidad Militar

 

La utilización de medios humanos y materiales en la atención sanitaria a los combatientes siempre ha sido necesaria, pero ha evolucionado al igual que los conflictos. Se ha considerado 1911 como el año de inicio de la Aviación Militar Española, al inaugurarse ese año el aeródromo militar de Cuatro Vientos (Madrid) y tener lugar el primer curso de pilotos militares.

 

La creación del actual Ejército del Aire data de octubre de 1939. El personal destinado al servicio de la aviación militar, necesitaba la atención sanitaria, como cualquiera de los otros miembros de los ejércitos, pero además, el personal de vuelo se veía afectado por los cambios fisiológicos provocados por las condiciones de vuelo, como el mal de altura o soroche, exposición a temperaturas extremas, o por lesiones, que si no nuevas si fueron más frecuentes como los traumatismos y quemaduras, originadas por las características del nuevo material empleado y su medio de utilización.

 

Objetivo

Presentar los primeros profesionales de enfermería militar con dedicación al personal de la aviación militar española.

 

Antecedentes

En el siglo XVIII se denominaban Practicantes Militares a los alumnos de una Escuela de Cirugía que se incorporaban al Ejército durante una campaña, ayudando a los cirujanos en los batallones o en las tareas del hospital (Massons, 1994). Reinando en España Isabel II de Borbón, se promulgó en septiembre de 1857 la Ley de Instrucción Pública, que dispuso la creación del título de Practicante (Ortego Maté, 2002). Los conocimientos prácticos y teóricos que se habían de exigir a los que aspirasen al título de Practicante quedaron reglamentados legalmente en junio de 1860 (Normativa 1), y noviembre de 1861 (Normativa 2), destacando cuatro áreas específicas; arte de vendaje y apósitos; curas por aplicación de sustancias blandas, líquidas y gaseosas; sobre el arte de practicar sangrías generales y locales, vacunación, perforación de orejas, escarificación y ventosas y de aplicar al cutis tópicos irritantes y cauterios; sobre el arte del dentista y la pedicura.

 

El Reglamento del Cuerpo de Sanidad Militar de abril de 1855 organizó su Escala Facultativa (Normativa 3). Dicho Cuerpo debía estar constituido de un personal facultativo, compuesto de doctores licenciados en Medicina y Cirugía y en Farmacia, además de una brigada sanitaria, que prestaría el servicio de hospitales en todo tiempo y serviría de cuadro en el de guerra para establecer la brigada de socorro, que habría de seguir todos los movimientos y operaciones de las tropas en campaña. Con la fundación de las brigadas de Sanidad Militar, al practicante militar se le deja de atribuir una situación provisional (la meta es llegar a médico), para designar una profesión para toda la vida (Massons, 1994) (7).

 

En este reglamento se indicaba que a los Practicantes que fueran bachilleres en la Facultad, tendrían la consideración de subtenientes y los restantes, la de sargento primero. La guerra en Marruecos se inicia en octubre de 1859 y en marzo de 1860 se organizó una compañía de Sanidad, como base de las brigadas previstas, su plantilla fue: un médico mayor; un primer ayudante médico; dos segundos ayudantes médicos; un sargento primero practicante mayor; dos sargentos segundos y 13 de tropa, todos ellos Practicantes aparatistas y cabos de sala; 34 practicantes de medicina y farmacia, y 70 sanitarios para la asistencia inmediata de enfermos y servicio de botica (Massons, 1994) (7).

 

En 1891 la brigada sanitaria estaba compuesta de dieciséis compañías y tres secciones sueltas. Cada compañía formada por una sección de practicantes y una de enfermeros En abril de 1901, por Orden Circular (Normativa 4) se dispuso que en cada batallón o regimiento, se designara, además de los cabos o sargentos Practicantes que tuvieran, un individuo por compañía, escuadrón o batería perteneciente al reemplazo más próximo a licenciarse para que adquiriese la suficiente instrucción y pudiera en caso preciso desempeñar el cometido propio de practicante o enfermero.

 

Foto 13 Cuerpo de Sanidad Militar y escudo (7)

 

Se hace indispensable la adopción de un emblema o signo externo que sirviera para diferenciar las condiciones de cada agrupación del Cuerpo Militar de Sanidad, así en abril de 1908 se determinó que las clases e individuos de tropa llevarían el emblema de la sección de medicina, en metal; dos ramas de olivo entrelazadas, y entre ellas la cruz de Malta; además en el brazo izquierdo un distintivo, consistente en dos ramas de olivo cruzadas, bordadas en estambre de color amarillo o blanco, según fueran practicantes de medicina o enfermeros (Normativa 5).

 

Período comprendido entre 1911 - 1938

Cuando el 8 de febrero de 1911 un pequeño destacamento, compuesto por un sargento y seis soldados pertenecientes al Cuerpo de Ingenieros, se hizo cargo de la guarnición de un terreno en Cuatro Vientos, futuro aeródromo (Aguilar, 1993), la plantilla de sanitarios enfermeros o practicantes de la brigada de tropas de Sanidad Militar en la primera región, era de 9 de primera y de 167 de segunda (Normativa 6).

 

El primer accidente grave ocurre en diciembre de 1911; el capitán Arrillaga quedó trastornado mentalmente, con intervalos de lucidez, para el resto de sus días, a causa de una conmoción cerebral (Salas, Warleta, & Pérezo, 1986). El primer fallecido por accidente en la aviación militar fue el capitán Bayo en junio de 1912, por meningitis, dos días después de sufrir un accidente con resultado de fracturas abiertas de ambos fémures en sus tercios inferiores y conmoción cerebral (Borobia, 1988), al precipitarse con su aeronave desde una altura de veinticinco metros. Cuando en mayo de 1913 se publicó la plantilla del servicio de la aeronáutica militar, no contemplaba personal sanitario (Normativa 7). A partir de 1913 la aviación militar española participa activamente en la guerra de Marruecos, empeño en el que concentrará sin interrupción sus principales esfuerzos hasta 1927 (7).

 

En noviembre de 1914 se sufre en las personas del capitán Barreiros y del teniente Ríos, los primeros heridos en combate de la Aviación Española (Marimón, 1976). Tres personas tenían hasta hace poco tiempo un papel perfectamente marcado por su nombre en la asistencia a enfermos; el médico, el Practicante y el enfermero. Con respecto al enfermero se entendía como tal al sirviente masculino o femenino, que en la clínica oficial o particular desempeñaba cerca de los enfermos funciones puramente mecánicas (Alonso, 1945).

 

Foto 14 Elvira López Martín, participó en los primeros servicios sanitarios de la aviación en Marruecos

 

En mayo de 1915 (Normativa 8), se estableció el programa de los conocimientos necesarios para ejercer la profesión de enfermeras, las aspirantes aprobadas en los exámenes correspondientes, ante un tribunal análogo al que funcionaba para la reválida de practicantes, obtendrían una certificación expedida por el Decano de la Facultad de Medicina. El concepto de la palabra enfermera, cambia. Ya no es la sirviente de referencia. Sus servicios no son ya sólo mecánicos, sino técnicos (7).

 

En 1920, cinco años después de ser creado el título de Enfermera en España, en la sección de Sanidad Militar son creadas ocho plazas de enfermeras para el Hospital Militar de Urgencia, dos de primera clase y seis de segunda con el haber diario de seis y cinco pesetas, respectivamente.

 

Se aprobó el reglamento para ingreso, ascenso y servicio, y los programas de oposición para las mismas, convocándose oposiciones para cubrir las mencionadas plazas (Normativa 9). De este primer grupo, Dña. Elvira López Martín, participó en los primeros servicios sanitarios de la aviación en Marruecos (7).

 

Foto 15 Elvira López Mourín (flecha roja) con sus compañeras Enfermeras de la Cruz Roja Española

 

En los combates para tomar la posición de Tizzi Assa, a finales de octubre de 1922, se realizaron transportes de personal sanitario y equipos quirúrgicos al frente: médicos y enfermeras para que atendiesen a los soldados heridos. La noche del 1 de noviembre de 1922 se realizó el primer vuelo sanitario de la aviación militar española, desde el aeródromo de Tauima al de Dar Drius. Habiendo soldados heridos en los combates, que eran evacuados a Dar Drius, donde no había medios suficientes, se optó por ir a buscar en avión al equipo médico y material quirúrgico necesario. El jefe del equipo médico estimó necesario llevar con él un ayudante y una enfermera; Dña. Elvira López. Es la primera actuación de la enfermería española en la aviación militar en su vertiente logística operativa (7).

 

Los 100 practicantes de Sanidad Militar

Las guerras han sido foco de evolución en la asistencia a heridos y han influido poderosamente en la profesionalización de la enfermería (Siles, 1999). El desastre de Annual en julio de 1921, en la guerra del Rif (Marruecos), en el que las fuerzas españolas tuvieron más de diez mil bajas, así como el gran número de heridos sin posibilidad de atender adecuadamente, provoca, entre otras respuestas, la creación de un cuerpo específico de Practicantes Militares. En septiembre de 1921, con el fin de atender debidamente las necesidades sanitarias de las tropas, especialmente las del ejército de operaciones y mientras no se organizase definitivamente el Cuerpo subalterno de Sanidad Militar, se crearon 100 plazas de Practicantes Profesionales del Ejército, auxiliares del Cuerpo de Sanidad Militar, con el objeto de ser destinados a prestar servicio en las unidades del Ejército en África, constituyendo la base del Cuerpo auxiliar. Para ello se convocó un concurso - oposición al objeto de asignar la mitad de las mismas a practicantes con título, y la otra mitad a las clases o individuos de tropa que, sin tenerlo, fueran o hubieran sido practicantes sanitarios de las Comandancias de tropas de Sanidad (Normativa 10) (7).

 

Foto 16 Terminadas las curas de los soldados heridos, las Damas Enfermeras de la Cruz Roja, escriben las cartas de los soldados analfabetos a sus familias y novias, y les leen libros a los soldados heridos en el jardín del hospital. Melilla 1922. Archivo Vidal

 

Se pidió la edad mínima de veintiún años y máxima de treinta y cinco, los derechos de examen fueron de diez pesetas para los opositores paisanos. La selección de los Practicantes con título se llevó a cabo mediante oposición compuesta de dos ejercicios, uno teórico y otro práctico de los programas que se adjuntaban. Para las plazas que se adjudicaron a los Practicantes sin título de la comandancia de tropas, se substituyó el ejercicio teórico por el estudio de los antecedentes personales, méritos que constaran en las filiaciones e informes detallados que de los aspirantes dieron sus jefes respectivos al cursar las instancias. Dicho personal no tuvo asimilación a categoría militar alguna, pero fue subordinado a la jurisdicción de Guerra, comprendiéndole los preceptos de las Reales Ordenanzas y del código de Justicia Militar (7).

 

En cuanto al uniforme, se usó el mismo que los jefes y oficiales del Cuerpo de Sanidad Militar, sin divisa alguna, llevando por emblema en el cuello de la guerrera y en la gorra, dos ramos de olivo entrelazados y en el centro las iniciales P. M., todo ello bordado en oro (7).

 

Su sueldo inicial fue de 3.000 pesetas anuales. Como resultado del concurso-oposición, en noviembre de 1921, fueron nombrados los cien practicantes militares con derecho a plaza, quedando otros sesenta en expectativa de vacante. El número uno de aquel concurso-oposición fue D. José Selles Ral, Practicante con título, sargento de la compañía mixta de Sanidad Militar de Larache (Normativa 11).

 

Foto 17 Grupo de señoritas enfermeras de la Cruz Roja que postularon durante la fiesta de la Bandera celebrada en Muro de Alcoy (Alicante) en 1922 para los soldados españoles en África

 

El 16 de diciembre se dispuso que los nombrados Practicantes solicitasen con toda urgencia, la plaza de las citadas en cuya demarcación desearan prestar servicio con preferencia (Normativa 12). El 31 de diciembre de 1921 pasaron destinados a las órdenes de los jefes de Sanidad Militar de Melilla, Ceuta-Tetuán y Larache, para ser distribuidos según las necesidades del servicio en los cuerpos, establecimientos, centros y dependencias del territorio (Normativa 13). Habían pasado apenas tres meses desde la convocatoria. Las circunstancias por las que atravesaba España, la guerra en África, habían hecho que precipitadamente se creara, llenando con ello una necesidad hace tiempo sentida, el Cuerpo de Practicantes de Sanidad Militar (7).

 

Foto 18 Carmen Angoloti y Mesa, Duquesa de la Victoria y Condesa de Luchana

 

En julio de 1926 se aprueba el Reglamento orgánico de la aeronáutica militar (aerostación y aviación) con sus plantillas correspondientes (Normativa14). En las correspondientes al personal sanitario, seguía sin contemplarse las de Practicantes. Hay personal sanitario, médicos, en estas fechas en los campos de vuelo, y muy especialmente en los centros de reconocimiento del personal destinado a prestar servicios en aviación. En Italia, de la cual se tomaban algunas referencias, se había establecido y regulado el servicio sanitario de Aeronáutica en 1925, creando enfermerías y puestos de socorro en los campos de aviación (Normativa 15).

 

El Ejército seguía formando al personal de reemplazo, a los reclutas afectos al Cuerpo de Sanidad Militar, denominándolos «soldado sanitario». Así en marzo de 1927 se especificaba la instrucción facultativa que debía recibir dicho personal, dividiéndola en dos grados, uno elemental para los sanitarios, conductores y enfermeros y otro superior para los sanitarios Practicantes (Normativa 16). El elemental consistía en unas ligeras nociones de cirugía menor y auxilio a los soldados heridos, transporte a brazo y recogida, así como la aplicación del paquete de cura individual. El superior consistía en enseñanzas teóricas y prácticas de cirugía menor, las obligaciones de los distintos cometidos en los servicios de hospitales fijos, de campaña y ambulancias, de cabos de clínica, de Practicantes de libretistas, topiqueros, en las farmacias, en los servicios de desinfección y de higiene, nomenclatura y manejo de material sanitario de dotación de las distintas unidades (7).

 

Foto 19 Las Damas Enfermeras de la Cruz Roja Española, preparan vendas y limpian los instrumentos de cirugía en el Hospital de la Cruz Roja de Melilla. 1921 – 1922. Foto Efe/Lázaro/Vidal

 

Se contemplaba que las tropas destinadas a Aviación, debían tener ligeras nociones de aviones sanitarios y carga y descarga de camillas con heridos en ellas, siendo éste el personal auxiliar sanitario en aviación, preparado para realizar principalmente tareas de evacuación (Borobia, 1989).

 

En enero de 1928, durante la dictadura del general Primo de Rivera, finaliza la campaña en África, y se produce una nueva organización de las fuerzas militares de Marruecos. En la Sanidad Militar, al reducirse el número de enfermos y hospitales en las plazas del protectorado de España en África, se dispuso que se pasara de cien a sesenta el número de los Practicantes destinados en África (Normativa17).

 

En esta reorganización, en febrero y marzo, pasan a prestar sus servicios en los aeródromos de Tetuán y Nador, los Practicantes Militares D. Honorato Lozano Martínez y don Francisco Hernández Sánchez.

 

Foto 20 Las Damas Enfermeras de la Cruz Roja Española, realizando la cura a un soldado herido en el Hospital de la Cruz Roja de Melilla. 1922. Foto Efe/Lázaro/Vidal

 

Son los primeros Practicantes que hemos podido documentar, al servicio de la aviación militar española. Don Honorato Lozano Martínez, 1894 Arias, Cuenca había ingresado como soldado voluntario en la Brigada de Tropas de Sanidad Militar en 1914; Don Francisco Hernández Sánchez, 1894 Villanueva del Rio, Sevilla, como soldado en la Compañía Mixta de Sanidad Militar en Melilla en 1915.

 

Cuando en noviembre de 1931, ya con el gobierno de la segunda República, se adapta la organización de la Aviación Militar a las nuevas normas orgánicas, en la plantilla del Servicio de Aviación aparecen por primera vez puestos de Practicantes, en total 14 (7).

 

Agradecimientos

Angel Alfredo Martinez Ques

Miguel Ángel González Canomanuel

Olga Navarro

Vanessa Ibañez

Irene Bofill

Jaime E. Saumell Bonet

 

Foto 21 Pintura del 'Desembarco de los heridos', de Álvarez Dumont, situado en el salón de plenos del Ayuntamiento de Málaga

 

Bibliografía

1.- Periódico FARO DE VIGO del domingo 5 de junio de 2022. Páginas 6 y 7. Miguel Ángel González Canomanuel. Médico adjunto del Hospital Universitario de Toledo

magycm10@yahoo.es

 

https://www.farodevigo.es/estela/2022/06/05/gallega-primer-vuelo-sanitario-espanol-66887281.html

 

Nota del autor: Coincidiendo con la celebración en la ciudad de Vigo del XXXII Congreso Nacional de Medicina de Urgencias y Emergencias, los próximos días 8, 9 y 10 de junio, es de justicia recordar a Elvira López y Joaquín Loriga, dos gallegos destacados en los primeros años del comienzo del transporte aéreo sanitario español (1).

 

2.- Revista Nuevo Mundo, 17 de noviembre de 1922 página 13

 

2.- Del Diario La Voz

 

3.- La Voz de Guipúzcoa. Diario Republicano. Año XXXVIII. Número 13.572. Página 1. San Sebastián a 3 de noviembre de 1922

 

4.- La Constancia. Diario Integrista. Año XXV. Número 8.074. Página 2. San Sebastián a 3 de noviembre de 1922

 

Foto 22 Enfermeras de la Cruz Roja en Alba de Tormes, Salamanca. 1921

 

5.- Enfermeras Invisibles. Inventoras, invencibles, increíbles. Olga Navarro y Vanessa Ibañez. Ilustraciones de Irene Bofill. ISNB: 978-84-18051-30-2. Depósito Legal: B-2.743-2021. Barcelona

 

6.- Divertimento Enfermero

http://divertimentoenfermero.blogspot.com/2020/06/la-enfermera-elvira-lopez-mourin-en.html

 

7.-Inicios de la Enfermería Militar en la Aviación Militar Española.

Autores: Jaime E. Saumell Bonet (1), Susana Rodríguez González (2), Francisco Velo Serrano (1), Manuel Davó Devesa (3), Héctor Bernabé Jiménez (1).

Institución: (1) Enfermero Escuadrón de Vigilancia Aérea nº 5 (Alicante). (2) Enfermera. Base Aérea de Albacete. (3) Enfermero EVA 5. Logística aérea.

 

7.- Cultura de los Cuidados. (Edición digital)

http://dx.doi.org/10.7184/cuid.2012.33.04

 

Manuel Solórzano Sánchez

Graduado en Enfermería. Enfermero Jubilado

Insignia de Oro de la Sociedad Española de Enfermería Oftalmológica 2010. SEEOF

Miembro de Enfermería Avanza

Miembro de Eusko Ikaskuntza / Sociedad de Estudios Vascos

Miembro de la Red Iberoamericana de Historia de la Enfermería

Miembro de la Red Cubana de Historia de la Enfermería

Miembro Consultivo de la Asociación Histórico Filosófica del Cuidado y la Enfermería en México AHFICEN, A.C.

Miembro no numerario de la Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País. (RSBAP)

Académico de número de la Academia de Ciencias de Enfermería de Bizkaia – Bizkaiko Erizaintza Zientzien Akademia. ACEB – BEZA

Insignia de Oro del Colegio Oficial de Enfermería de Gipuzkoa 2019

Sello de Correos de Ficción. 21 de julio de 2020

masolorzano@telefonica.net