San Cristóbal de La Laguna, Tenerife el 26 de noviembre de 2015
Cerca de un centenar de
profesionales de las Ciencias de la Salud se dieron cita en la II Foro Canario
de Historia de las Ciencias de la Salud que este año llevó por lema: “Aunando esfuerzos por conocer nuestro
pasado”.
FOTO 1 Francisco Javier Castro
Molina, Manuel Solórzano Sánchez, María Teresa Miralles Sangro y Jerónimo
González Yáñez
Durante el pasado jueves 26, prestigiosos historiadores y expertos en las
Ciencias de la Salud impartieron diferentes conferencias orientadas a retratar
la historia de la asistencia sanitaria, de sus hospitales y de los
profesionales que desarrollaron su actividad cuidadora tanto en el territorio
intra como extra-insular.
Dicho Foro,
desarrollado en el espléndido marco del Exconvento de Santo Domingo en la
ciudad de los Adelantados, ha sido organizada por la Asociación Canaria de
Historia de la Profesión Enfermera y la Sociedad Canaria de Historia de la
Medicina, con el objetivo de abordar y dar a conocer la historia de las
diferentes disciplinas que conforman las Ciencias de la Salud. Profesionales
como médicos, enfermeros, farmacéuticos e historiadores, entre otros, aúnan
fuerzas para desarrollar un camino que engrandezca la Historia de las Ciencias
de la Salud y que favorezcan el aprendizaje mutuo.
También hay que
resaltar que este gran acontecimiento no habría sido posible sin la
organización, el cariño y la ilusión que presenta nuestro compañero Francisco Javier Castro Molina, sin él,
este evento no existiría, con él se va engrandeciendo día a día. También hay
que resaltar el gran apoyo del Presidente del Colegio de Enfermería de Santa
Cruz de Tenerife José Ángel Rodríguez
Gómez y del Presidente de la Asociación Canaria de Historia de la Medicina Justo Hernández González.
FOTO 2 Justo
Hernández González y Francisco Javier Castro Molina
Al acto inaugural asistieron,
además del concejal de Cultura del Ayuntamiento de La Laguna, Yeray Rodríguez Hernández, el
presidente de la Asociación Canaria de Historia de la Profesión Enfermera Francisco Javier Castro Molina, el Profesor
y presidente de la Sociedad Canaria de Historia de la Medicina, el Profesor Justo Hernández González. Dentro de las
diferentes intervenciones realizadas, destacaron las efectuadas por un plantel
variopinto de expertos en la materia, tanto nacionales como regionales, que
manifestaron la importancia de conocer los orígenes y los hechos acaecidos en
torno a disciplinas como la Enfermería, la Medicina, la Farmacia, la Psicología
y la Historia, entre otras, profesiones que con el devenir de la historia se
han ido consolidando paulatinamente hasta llegar a lo que hoy conocemos.
La Conferencia Inaugural la
realizó María Teresa Miralles Sangro.
Universidad de Alcalá de Henares (Madrid). Directora de la Fundación Mª Teresa
Teresa Miralles Sangro. Le presentó el Profesor Jesús Manuel Quintero Febles. Redactor Jefe de la Revista EGLE.
Universidad de La Laguna.
María Teresa
Miralles Sangro, ofreció una
magnífica conferencia titulada “Reconocimiento Social a la Enfermería a
través de la filatelia”, con la que hizo un recorrido por la atención
prestada por los profesionales a lo largo de cien años, con las imágenes de los
sellos de correos. Impartió una excelente conferencia sobre la presencia de la
enfermería en la filatelia.
FOTO 3 Jesús
Manuel Quintero Febles y María Teresa Miralles Sangro
María Teresa Miralles posee unas de las
mejores colecciones filatélicas de la Historia de la Enfermería y publicó en el
año 2000 el Libro “La Enfermería a través de los sellos”. Ha conseguido varias medallas
de oro en las diferentes exposiciones nacionales e internacionales
donde ha presentado su gran obra, y esperamos que siga cosechando multitud de
premios. En el año 2014 obtuvo su Grado de Doctora con la Tesis titulada “La
imagen enfermera a través de los documentos filatélicos desde 1840 hasta el
2000. Una contribución a la historia de la Enfermería”.
Una vez
finalizada la conferencia impartida por María Teresa Miralles, los asistentes al
II Foro degustaron un suculento desayuno.
Presentó el siguiente panel la
moderadora María Jesús Bello Hernández
con el título “Ciencia y Salud: Memorias”.
La primera ponencia, titulada “Una aproximación a la anatomía de Vesalio”,
vino de la mano del Dr. Justo Hernández
González, Profesor de la Universidad de La Laguna y Presidente de la
Sociedad Canaria de Historia de la Medicina.
Disertó sobre los años 1514 a 1564. Comenzó
haciendo una magnífica introducción. El 31 de diciembre de 1514 nació en
Bruselas, Andrés Vesalio. Su familia
era de origen alemán (Wessel:
comadreja) y durante cuatro generaciones habían sido servidores del rey, sobre
todo como médicos. Su padre sólo llegó a ser boticario de Carlos V porque era
bastardo. Este hecho, aunque su padre fue legitimado por el Emperador, dejo un
trauma psíquico en Andrés, que puede percibirse en su deseo de autoafirmación
personal, en su narcisismo, en su individualismo y, quizá, también, en su
visión autodidacta de la anatomía (aquí se da un paralelismo con Paracelso cuyo
padre, aunque noble, también era bastardo).
FOTO 4 Justo Hernández González
Exaltación de su figura. No cabe
duda de que Andrés Vesalio ha sido idealizado. Se ha dicho que sus
investigaciones anatómicas son comparables a los estudios astronómicos de
Copérnico (De revolutionibus orbium
coelestium) (falso), que ha sido el reformador de la anatomía como Lutero
lo fue de la religión (falso), que ha sido el gran impugnador de Galeno
(falso), etc.
El quinto centenario de su
nacimiento, que estamos celebrando ahora, debe servirnos también para hacer una
revisión “en frío”, sin apasionamientos, de su obra anatómica. En primer lugar
y como premisa general, debe señalarse que las disecciones humanas no estaban prohibidas.
Basta con leer a los grandes cirujanos medievales para ver que hacían
disecciones humanas (Guy de Chauliac, por ejemplo). Además, desde principios de
siglo XIII se hacía en Bolonia disecciones anatómicas de cadáveres para la
formación de los cirujanos y, por emulación, esta práctica se extendió por
todas las facultades de medicina europeas.
Las luces del firmamento vesaliano
Pero, ¿cuáles son los aspectos
más sobresalientes de Vesalio?
1) Excelente formación humanista
(Colegio Trilingüe de Lovaina) y anatómica (La Sorbona). Hizo siempre,
incluso como estudiante, muchas disecciones, sobre todo privadas, de cadáveres
humanos. Después de su formación en París, acudió a la Universidad de Padua
para formarse mejor todavía en las disciplinas anatómicas. Italia era el reino
de la nueva anatomía. En Padua fue nombrado profesor de cirugía. También hizo
alguna disección pública en Bolonia. Podemos decir que ha sido el mejor
disector anatómico de toda la historia junto con Galeno. En realidad, la
renovación anatómica de Andrés Vesalio se funda en la consideración del hombre
como culmen de la Creación
y por tanto el hombre debe ser bien estudiado; por otra parte, la disección del
cadáver se hará como la haría Galeno. Vesalio quiere volver pero con cadáveres
humanos, no con monos.
FOTO 5 Francisco Javier Castro
Molina, Manuel Solórzano Sánchez, Mª Teresa Miralles Sangro y Justo Hernández
González
2) Hacer como Galeno, es decir,
hacer él mismo y solo toda la disección. No son necesarios ni el profesor ni el
cirujano-barbero ni el monstrator.
Vesalio encarna a estos tres personajes a la vez.
3) Es el renovador del método
anatómico. El verdadero libro de anatomía es el cadáver humano.
4) La idea edificativa que él
propugna (fabrica, edificio), aunque no es nueva, le sirve para que los oyentes
y los lectores adquieran una visión descriptiva de la anatomía.
5) Como Galeno, Vesalio considera
la mano como la parte anatómica más importante del hombre, expresión de la
inteligencia.
6) El médico debe utilizar la mano
para explorar a sus pacientes, para componer los medicamentos y para hacer
anatomía y cirugía. La anatomía es la reina de todas las ciencias y si el
médico utiliza la mano en la anatomía ¿cómo no la utilizara en la exploración y
en la farmacología?
7) Utiliza la perspectiva (tres
dimensiones), convirtiendo la anatomía en una de las bellas artes como se ve
claramente en su Fabrica.
8) Vesalio es uno de los grandes
pedagogos de la anatomía. Editó sus Tabulae anatomicae pour les étudiants. Todo
el mundo frecuenta sus disecciones: Vesalio globaliza la anatomía humana.
9) Creó el impulso necesario para
el desarrollo ulterior de las cátedras de anatomía.
FOTO 6 Justo Hernández González
Las sombras de Vesalio
Y ¿cuáles son los aspectos
negativos?
1) Nos ha engañado varias veces:
ha dicho siempre que es necesario hacer sólo disecciones humanas, pero el
continuó haciendo disecciones animales, de manera que mezcló en sus dibujos
anatómicos formaciones anatómicas animales (cuadrúpedos) con las humanas. Esos errores
se pueden advertir con facilidad si uno no está hechizado por la belleza de las
láminas.
2) Su galenismo le impidió darse
cuenta de que la sangre no podía pasar por el tabique interventricular ya que
éste era demasiado grueso y espeso, y además, carecía de agujeros, orificios o
poros.
Un experimento moderno
Pero quizá, la gran aportación de
Vesalio no sea puramente o estrictamente anatómica. Hizo un experimento
moderno: la primera ventilación mecánica de la historia. Al final de la Fabrica
escribe: la vida puede restaurarse en un
animal, haciendo un agujero en la tráquea, colocando un tubo de caña, e
insuflando para que los pulmones se hinchen de nuevo y tomen aire (p. 658).
Hay que tener en cuenta que el experimento clásico observa la naturaleza pero
el moderno la transforma.
FOTO 7 Manuel Solórzano Sánchez y
María Jesús Bello Hernández
La siguiente ponencia corrió a
cargo del enfermero Manuel Solórzano
Sánchez del Hospital Universitario Donostia de San Sebastián y Miembro de
la Red Iberoamericana de Historia, titulada “La Historia de la Enfermería en Imágenes”. Estuve acompañado en
todo momento por María Jesús Bello
Hernández.
Nos habló de los comienzos de la
Enfermería: Civilización antigua, Grecia, Época cristiana, enfermeras
monásticas, el desarrollo científico de la cultura árabe, Edad Media, Órdenes
militares, mendicantes y religiosas. Los barberos y sus remedios, el mal de San
Antón, la bacía y la peste de 1549, vestimentas y otros artilugios del curar,
las bateleras, formación de batallones y sus practicantes o sangradores,
Florence, San Juan de Dios, la creación de la Cruz Roja, Alexis Soyer, Mary
Seacole, Rosa Baar. Guerra de Secesión americana 1861 – 1865. Hijas de la
Caridad. Presentación de multitud de trajes de enfermería de los siglos XIX y
XX. Enfermeras a domicilio. La Formación Regia de las enfermeras españolas. La
mujer enfermera y canaria. Enfermeras conductoras de ambulancia, enfermeras
pilotos, las enfermeras en las guerras: Primera Guerra Mundial, Guerra Civil
Española y Segunda Guerra Mundial. Las Siervas de María y la creación de los
100 años del título de la enfermera profesional en España, años 1915 – 2015.
Casas reales y aristocracia, formadas como enfermeras. Margaritas y enfermeras
de falange. Los practicantes de la Marina de Guerra Auxiliar de Euzkadi. E
historia de la Enfermería militar para terminar con magníficas fotografías de
la época de su colección privada.
La siguiente ponencia titulada “Las
representaciones protectoras de la salud de los canarios en la plástica del
Archipiélago” impartida por la Doctora y Profesora Ana María Díaz Pérez. Catedrática de Historia IES. Académica
correspondiente de la Real Academia de Medicina de Santa Cruz de Tenerife.
Excelente exposición en su conferencia.
A lo largo de los siglos el
Archipiélago Canario hubo de soportar distintas calamidades, tales como plagas
de langosta, sequías, con las consecuentes hambrunas, y erupciones volcánicas,
pero en esta ocasión nos centraremos en las enfermedades epidémicas, sin
olvidar las carentes de epidemicidad, siendo los puertos los puntos receptivos
de las primeras. Las islas más afectadas fueron las de mayor tráfico comercial,
Tenerife y Gran Canarias, seguidas de La Palma, Fuerteventura y Lanzarote.
FOTO 8 Ana María Díaz Pérez
Es por ello, que partiremos del
ámbito de la medicina en el que se produjeron estas temibles patologías
contagiosas, sirvan de ejemplo las que irrumpieron con más frecuencia y
diezmaron la población: en primer lugar, la peste bubónica o peste de landres
(siglos XV-XVII), en las dos centurias siguientes (XVIII-XIX) la viruela y la
fiebre amarilla, y, por último, a finales del Ochocientos, el cólera
morbo-asiático.
Pero la ciencia médica estaba
estancada y no ofrecía los remedios curativos deseados, por consiguiente, a los
isleños no les quedaba otra alternativa que la de recurrir a la religión,
contexto del que arranca la proliferación de obras de arte que representan a
distintos taumaturgos protectores de las aterradoras dolencias, con el fin de
que protegiesen a los canarios, en general, y sanasen a los afectados, en
particular, de ese modo, se multiplican las pinturas y esculturas de San
Sebastián, San Roque y San Lázaro, éste último bienaventurado es a la vez
abogado de los lazarinos o leprosos, además, en el caso de esas patologías no
contagiosas, tales como las que dañaban los ojos, senos, garganta y huesos, el
Archipiélago cuenta con figuraciones de Santa Lucia, Santa Águeda, San Blas y
San Amaro, respectivamente.
Todo este conjunto de
representaciones de defensores de los diferentes males configuran un rico
patrimonio plástico que, partiendo de la
historia de la medicina, nos introduce en las iglesias, ermitas, etc… de
nuestro territorio insular, para concluir con las descripciones iconográficas y
las explicaciones iconológicas de varios modelos de estos
santos sanadores.
La siguiente conferencia titulada
“Primeros Frutos del Seminario Canario
Permanente de Historia de la Enfermería” y presentada por Laura Rodríguez Frías, corrió a cargo
de José Antonio Martínez Fuentes y Noelia Ruiz Flores, Miembros del
Seminario Canario Permanente de Historia de la Enfermería titulada “Cuidados
y cuidadores en la Baja Edad Media”. Magnífica exposición.
FOTO 9 Laura Rodríguez Frías,
José Antonio Martínez Fuentes y María Jesús Bello Hernández
Hemos tratado de identificar,
integrar y relacionar el concepto de salud, enfermedad, cuidados y cuidadores
desde una perspectiva histórica, para que de algún modo nos ayude a comprender
la evolución del cuidado de la Enfermería en esta época.
La Baja
Edad Media abarca el período correspondiente entre los siglos XI y XV. La
enfermería vivió la influencia del resurgir del fervor religioso y el aumento
de las peregrinaciones a Tierra Santa. Las condiciones de hacinamiento en las
que se vivía y el aumento de la propagación de las enfermedades crearon la
necesidad de establecer nuevos tipos de órdenes para el cuidado de los enfermos.
Volvió la enfermería que salía de las instituciones y que regresaba de nuevo a
los domicilios. Las personas atraídas por la enfermería seguían procediendo de
niveles intelectuales y sociales elevados.
Concepto
de Salud y Enfermedad
En la
Edad Media, debido a hechos históricos como las cruzadas, la dominación
religiosa y la enseñanza escolástica, se
revalorizaron las concepciones místicas de la salud y la enfermedad. La salud
era considerada por muchos una gracia (regalo) de Dios que se concedía a través
de la fe y buenas obras del creyente. De la misma forma, la enfermedad era
entendida como un castigo divino cuya causa primera era un mal espiritual. Se
consideraba que la enfermedad era un reflejo en el cuerpo de un mal espiritual
y, por tanto, sólo Dios podía curar si el creyente demostraba su fe y virtud.
En definitiva, para sanar el cuerpo era necesario sanar antes el espíritu. La
curación en estos casos estará encomendada a los sacerdotes primero y a los
religiosos y religiosas después que mediante la “imposición de manos” y las
“oraciones”, serán los que intercedan ante Dios para conseguir la salvación,
tanto del cuerpo como del alma. Hay un descenso de enfermedades a partir del
siglo IX hasta el XIII coincidiendo con un crecimiento de la población y la
ausencia de guerras. Es en el siglo XIV cuando comienzan a resurgir epidemias
de peste debido a la falta de higiene.
FOTO 10 Barbero - sangrador
Los barberos
Otra
notable figura atendiendo a la salud era la de los barberos. Con sus
mulas o asnos cargados con los bártulos y herramientas quirúrgicas, recorrían
los caminos polvorientos buscando clientes, o bien abrían talleres donde poder
atenderles. El taller del barbero formaba parte del paisaje cotidiano
indispensable de villas y ciudades, y era uno de los lugares de sociabilidad
masculina. Era rápidamente identificable por el uso de una cortina especial y
de una publicidad que consistía en la presentación de botellas llenas de sangre
en las ventanas. Era común encontrar entre el mobiliario y los instrumentos
habituales las sillas especiales de barbería, bacines para el agua, toallas,
navajas de afeitar, peines, tijeras y espejos, así como el delantal (mandil)
del barbero, libros de cirugía y medicina, además de juegos y otros elementos
destinados a la distracción de los clientes que esperaban su turno. Se
encontraba en los bajos de la casa en cuyo primer piso habitaba la familia e
incluso en muchas ocasiones también los aprendices.
Colocaban
emplastos y curas, también practicaban sangrías o flebotomías, ya que se creía
que la mayoría de las enfermedades humanas eran el resultado de exceso del
líquido en el cuerpo (llamado humor). La curación quitaba exceso de líquido
sacando grandes cantidades de sangre del cuerpo o la derivaba de un órgano a
otro. Las indicaciones de la flebotomía eran muy complicadas, pues incluían no
solo el sitio y la técnica sino también condiciones astrológicas favorables
(mes, día y hora), número de sangrados y cantidad de sangre obtenida en cada
operación, que a su vez dependían del temperamento y la edad del paciente, la
estación del año, la localización geográfica, etc. Uno de los métodos
principales de la sangría era el uso de sanguijuelas y otro, por medio de un
corte en el brazo o “venesección”. El maestro sangrador supervisaba el
trabajo del barbero y aplicaba ventosas, daba masajes, reducía dislocaciones.
La Mesa Redonda titulada “Rol de las féminas en la Historia de las
Ciencias de la Salud”, siendo moderadora la Dra. y Profesora Amparo Gómez Rodríguez, comenzó con la
ponencia titulada “Madame Curie, Copérnico del universo atómico” impartida por el
Dr. y Profesor Francisco Toledo Trujillo
de la Universidad de La Laguna. Académico Numerario de la Real de Medicina de
Santa Cruz de Tenerife.
Realizó una magnífica exposición
sobre la vida de Madame Curie, desde su nacimiento hasta su muerte, hacemos un
pequeño resumen de su semblanza. Antes de estallar la guerra, más de un tercio
de la población de Varsovia era judía, aunque apenas queden rastros de esta
herencia en la actualidad, ya que al final de la guerra la próspera comunidad
judía había sido casi exterminada.
En abril de 1894 Marie, como ya
se hacía llamar, conoció a Pierre Curie, era el hijo de un médico humanista y
librepensador. Pierre había estudiado física en la Sorbona. Pierre fue nombrado
jefe de laboratorio de la Sorbona, institución en la que seguía trabajando
cuando conoció a Marie. Finalmente se casaron.
Luego el viaje de novios, consistió
en un viaje en bicicleta por la
campiña francesa y que duró casi un mes.
Tras el nacimiento de su primera
hija, Marie Curie se propuso realizar una tesis doctoral, hecho insólito por aquel
entonces tratándose de una mujer. El descubrimiento por Roentgen de los rayos X
en 1895 y la observación realizada en 1896 por Henri Becquerel de que las sales
de uranio, aun protegidas de la luz, emitían rayos que, como los rayos X,
penetraban la materia, la decidieron a investigar en su tesis la procedencia de
aquella energía del compuesto de uranio.
Marie extendió sus investigaciones a la pecblenda
encontrándose con que eran más activas que el uranio.
FOTO 11 Francisco Javier Castro,
Francisco Toledo, José Delgado, Ana María Díaz, Manuel Toledo, Manuel Solórzano
y Moisés Soler
De ello dedujo la existencia en
esos minerales de otra sustancia nueva, responsable de esa mayor actividad. Con
la ayuda de su marido, Marie Curie procedió a tratar químicamente la pecblenda
hasta obtener un producto que resultó trescientas
treinta veces más activo que el uranio: el matrimonio comunicó sus
resultados a la Academia de las Ciencias. Reporta el descubrimiento de un nuevo
elemento radioactivo que llama polonio, en honor al país de origen. Utiliza por
vez primera el término «radiactivo» para describir el comportamiento de
sustancias como el uranio. Pero las investigaciones subsiguientes les hicieron
pensar en la existencia todavía de otro elemento nuevo en la pecblenda; la existencia del elemento que llamaron “radio”.
El 5 de noviembre de 1906 dio su
clase inaugural en la Sorbona: por primera vez en la historia de la vieja
institución una mujer ocupaba la tribuna. El anfiteatro estaba repleto y la
audiencia incluía no sólo estudiantes sino también periodistas, profesores,
artistas y políticos, y hasta público en general. Marie dio su clase, continuando
justo en el punto donde Pierre había lo dejado y sin mencionar la tragedia.
¿Sabes lo que me dolió de verdad?
Cuando en 1910 solicité el ingreso en la Academia Francesa de Ciencias, a la
que perteneció tu padre, y me fue denegado por un voto. Más tarde supe que en
las votaciones se dijo: Las mujeres no pueden entrar en la academia. Después en
1910, Madame Curie recibe el premio Nobel de Química y publica el Tratado
sobre la radiactividad.
FOTO 12 Manuel Toledo Trujillo,
Amparo Gómez Rodríguez y Francisco Toledo Trujillo
La Gran Guerra 1914
En 1914 estalló la Primera Guerra
Mundial. Este enfrentamiento se desató con extrema ferocidad y sorprendió a la
sanidad militar francesa sin una sección de radiología. Trabajó como enfermera
voluntaria. Curie conocía bien la técnica e impulsa la instalación en los hospitales militares de
salas de Rayos X pero cree que es necesario acercar esos equipos
al frente y así nació la idea de las que serían conocidas como “petite curies”. Se
convirtió en el director del Servicio de radiología de la Cruz Roja y María
instala doscientas veinte salas de radiología. La cifra de heridos examinados
pasa del millón. Adiestra a cientos de operarios para manejar las numerosas
unidades radiológicas que instaló en pleno frente de combate.
Comienza el triste desfile. El
cirujano se encierra con la señora Curie en la sala. Unas tras otras, van llegando
las camillas con los heridos. El paciente es colocado en la mesa de radiología.
Los huesos y los órganos muestran sus siluetas precisas, y entre ellos aparece
un fragmento opaco: la bala o el trocito de obús. A veces la operación se hace
inmediatamente “bajo los rayos” mismos, y se puede seguir, sobre la pantalla
radioscópica, la imagen de sus pinzas avanzando en la herida y contorneando los
obstáculos del esqueleto para obtener el trozo de la metralla.
Con fondos de la Unión de Mujeres
de Francia, equipó también “vehículos radiológicos” que consistían en
automóviles comunes equipados con un aparato de rayos y una dínamo que, con el motor del coche, proveía de la corriente
eléctrica necesaria. Estos coches, conocidos en la zona de guerra con el
nombre de “pequeños Curie”. De los
veinte coches que pone en circulación, se queda con uno para su uso personal.
Es un Renault chato, con la carrocería de un camión de reparto.
FOTO 13 Ambulancias y “Petites
Curies”. Fotos Francisco Toledo
¿No está disponible el chófer?
María monta en el coche y lo conduce ella misma por las lamentables carreteras
de entonces. Come no importa cómo, y duerme no importa dónde; en una pequeña
habitación de enfermera, ya, al aire libre, bajo una tienda de campaña. Se ha
convertido, ahora, en un soldado de la Gran Guerra. Los rayos X no tuvieron
más que una utilización limitada hasta la época de la guerra.
Le siguió el Dr. y Profesor de la
Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) Francisco Javier Castro Molina, su ponencia titulada “La
Enfermera y la Gran Guerra”. Como siempre excelente su exposición, da
gusto oírlo.
Nos decía que entre 1914 y 1918
se desarrolló en Europa la mayor conflagración hasta entonces conocida. Esta
contienda bélica, la «Gran Guerra», fue motivado por conflictos imperialistas
entre las potencias europeas e implicó a la población tanto de los estados
contendientes como a sus colonias. Es en este momento cuando la mujer,
considerada hasta la fecha como ciudadana de segunda clase, comienza a experimentar
cambios en su posición social motivados por el desarrollo de la guerra. Esta se
materializó en el reconocimiento de su derecho a votar y a la posesión de
propiedades.
Las calamidades lograron que la vida fuera
insoportable en cualquier lugar del territorio europeo, a las que las mujeres
se enfrentaron con un asombroso coraje heroico. Mientras los hombres luchaban
en el frente, las féminas comenzaron a trabajar en la retaguardia, no solo
labrando la tierra o fabricando armas, sino cuidando a los numerosos heridos
producto de la sinrazón humana.
FOTO 14 Francisco Javier Castro
Molina
La mujer, cuidadora informal desde los
orígenes de los tiempos, formalizó esta actividad en los centros sanitarios que
ya desde mediados del siglo XIX la británica Florence Nightingale había
profesionalizado. Muchos fueron los nombres de las enfermeras que dignificaron
la profesión de las cuidadoras, pero de ellas destacó la inglesa Edith Cavell
quien desempeñó su función de caridad con humanidad en Bélgica forjando así la
identidad de las cuidadoras profesionales. Magnífica como todas las
conferencias a que nos tiene acostumbrado. Enhorabuena.
Le siguió con su ponencia
titulada “Mujer y medicina: una injusticia secular” impartida por el Dr.
y Profesor Manuel Toledo Trujillo de
la Universidad de La Laguna. Académico Numerario de la Real de Medicina de
Santa Cruz de Tenerife. Como todos los ponentes anteriores, magnífica su
exposición y su oratoria.
Nos contaba que a través de la
evolución de la humanidad y en desarrollo de las ciencias, la mujer ha sido injustamente excluida de la práctica científica
y, en particular, de cualquier actividad médica al margen de los partos y
algunos aspectos ginecológicos por necesidades incontestables.
Esta es una sinrazón difícil de
entender ya que al estudiar el hecho con mayor detenimiento, llama
poderosamente la atención su participación notoria y fundamental, en cualquiera
que sea el campo de desarrollo de la cultura. Ello nos empuja a intentar una justa
recuperación de la memoria auténtica en lo que se refiere al concepto mujer y medicina, intentando escribir una nueva historia, que ponga de relieve
que, no sólo fueron los hombres los poseedores del conocimiento ni los
privilegiados que fundaron la razón y la tekhne.
FOTO 15 Ana María Díaz, Francisco
Toledo y Manuel Solórzano
Queremos hallar razones que hagan evidentes las causas
que excluyeron al género femenino de toda vida social, cultural, política, y
académica a través de la evolución de la civilización y que haya catalogado al
hombre como sujeto impar, pensante y racional cuando, en realidad y más por el
contrario, destaque que han sido sus irracionales y milenarias determinaciones
avaladas por una sociedad humana misógina y sexista, en que kratos dependió invariablemente de la
masculinidad.
En lo que a la Medicina se
refiere, la ocultación o desconsideración de la aportación de la mujer al
tratamiento de las enfermedades humanas, desde la concepción mágico-religiosa
del arte de curar, hasta su constitución como ciencia, se presenta como un deshonroso
ejemplo de sinrazón y de lucha injusta.
No parece fácil rebuscar en un
pasado que se ha procurado inexistente, pero cuando estudiamos con
detenimiento, y a la distancia apropiada, el universo de la historia, los casos
de talentos femeninos que fueron despreciados o dados de lado, surgen como
estrellas fugaces cuyas trayectorias, cruzan los mismos cielos que ocupan, por
masculinidad, los astros de los hombres.
Las mujeres y la profesión médica en la actualidad
En las últimas décadas estamos
asistiendo a una explosiva participación femenina en la carrera médica. Hay
carreras universitarias donde la proporción de estudiantes mujeres es muy alta.
En enfermería, son más del 95 %; en obstetricia, constituyen el 100 %; en
farmacia, más del 90 %; en odontología, más del 60 %.
En cuanto a los estudios de medicina en el
cambio ha sido radical. Cuando termine mis estudios de medicina en Madrid en
1961 el alumnado femenino se encontraba en franca minoría pues sólo lo
componían cinco bellas condiscípulas entre mil varones. Desde aquella mínima
representación femenina de mis años de estudiante se ha pasado a una cifra de
más del 86 % del alumnado femenino en nuestras Facultades de Medicina.
Un dato definitivo: en la pirámide de población de los médicos
menores de 30 años el porcentaje de mujeres duplica al de hombres. Estamos,
afortunadamente, en sus manos (las dos terceras partes de los sobresalientes en
las Facultades de Medicina de España en el conjunto de las asignaturas lo
acaparan ellas). Este reparto actual en la carrera médica a su favor, se
produce -con lo que el mérito aumenta- a pesar de la penalización que supone la
maternidad, teniendo en cuenta sobre todo que la mujer médico no frena su
carrera por causa de esta, en todo caso es la maternidad la que frena su
carrera. El ejercicio de la medicina cada vez más tiene rostro femenino. “'Seguro
que pronto habrá más mujeres al frente de los colegios y otros altos cargos. Ya
hemos tenido varias ministras colegas”.
FOTO 16
Francisco Javier Castro Molina, María José Castañeda Cruz José Ángel Rodríguez
Gómez
En la clausura del encuentro
estuvieron presentes la concejala de Turismo del Ayuntamiento de La Laguna, María José Castañeda Cruz, el
Presidente del Colegio Oficial de Enfermeros de esta provincia, Profesor y Dr. José Ángel Rodríguez Gómez, y el Profesor
y Dr. Francisco Javier Castro Molina,
Presidente de este II Foro.
CONCLUSIONES:
Dos son las
ideas fundamentales con las que se concluye el Foro: el necesario apoyo que
desde las autoridades debe prestarse a la investigación en esta materia para
lograr un desarrollo en profundidad, y la rampante fragmentación de la historia
de las Ciencias de la Salud que se escribe, carente de una continuidad que
facilite a todo aquel que se acerca un mensaje consolidado y conexo sobre la
historia sanitaria.
Agradecer a todos y todas las
personas por su aportación y organización para que todo resultase perfectamente
bien. Y dar las gracias al Comité
Organizador por este II Foro Canario de Historia de las Ciencias de la
Salud. Son: Francisco Javier Castro
Molina; Montserrat González Luis;
María Jesús Bello Hernández; Natalia Rodríguez Novo; José Antonio Martínez Fuentes; Noelia Ruiz Flores; Jesús Manuel Quintero Febles y Sara Darias Curvo. Entre los asistentes
estaban compañeros de otras jornadas como Olga
Perera Pérez y Jerónimo González
Yañez.
BIBLIOGRAFÍA
La ciudad de los Adelantados acogió el II Foro Canario de Historia de las Ciencias de la Salud
La Laguna acogió el II Foro Canario de Historia de las Ciencias de la Salud
AUTOR:
Manuel Solórzano Sánchez
Diplomado en Enfermería. Servicio
de Traumatología. Hospital Universitario Donostia de San Sebastián. OSI-
Donostialdea. Osakidetza- Servicio Vasco de Salud
Insignia de Oro de la Sociedad
Española de Enfermería Oftalmológica 2010. SEEOF
Miembro de Enfermería Avanza
Miembro de Eusko Ikaskuntza /
Sociedad de Estudios Vascos
Miembro de la Red Iberoamericana
de Historia de la Enfermería
Miembro de la Red Cubana de
Historia de la Enfermería
Miembro Consultivo de la
Asociación Histórico Filosófica del Cuidado y la Enfermería en México AHFICEN,
A.C.
Miembro no numerario de la Real
Sociedad Vascongada de Amigos del País. (RSBAP)
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