El motivo ocasional de
esta fundación en la bella ciudad de San Sebastián, surgió por la petición de
una Señora de Tolosa que visitó a una enferma, atendida por una Sierva de María
en Pamplona. Se llevó a efecto la Fundación el día 27 de Julio de 1880. Las Hermanas se dedican al cuidado de los
enfermos en asistencia domiciliaria, particulares en establecimientos y
dispensarios. Su eslogan reza: “Siervas de María, Ministras de los enfermos” (1)
Encontramos en el “DIARIO
DE SAN SEBASTIÁN” Segunda Época. Consagrado a los Intereses de la
Provincia. San Sebastián.- Martes 6 de Julio de 1880
FOTO 001 Sede de la Congregación de las Siervas de María en San Sebastián
Congregación de las Siervas
de María
Muy pronto se planteará esta interesante institución
en nuestra Ciudad, según las noticias que hemos adquirido. He aquí cuáles son
los servicios, que prestan estas ministras de los enfermos, que ostentan como
lema “Salus Infirmorun” (1).
La Congregación de las Siervas de María Ministras de
los enfermos, tiene por objeto principal asistir a domicilio, gratuita y
esmeradamente, a los enfermos de ambos sexos en toda clase de enfermedades,
vivan en una choza como el pordiosero, o en un palacio como el potentado;
asistiendo a todos igualmente, y no viendo en ellos mas que la representación
de Jesucristo. Desde su fundación viene desempeñando su caritativa misión a
satisfacción del vecindario de la Corte (1).
La Sierva de María se acomoda en casa del enfermo a
las horas y clase de alimentos de la familia, y descansa cuatro horas de las
veinticuatro del día, en sitio retirado y tiempo más conveniente a la familia
del enfermo. Cuando este es un pobre que no puede proporcionar a la Hermana
sustento y descanso, esta lleva su alimento de la Casa de la Comunidad, a la
que viene a descansar si la distancia lo permite; de otra suerte, conviene con
la familia para prestar su asistencia de día o de noche (1).
La sierva de María presta al enfermo de su sexo todos
los servicios que necesita no saliéndose del plan facultativo; y al de
diferente sexo, todos los que no repugnen el decoro. Es cargo suyo asear la
habitación del enfermo, prepararle los cocimientos, suministrarle los alimentos
y medicinas, aplicarle las sanguijuelas y demás, salvo siempre el decoro y
honestidad (1).
FOTO 002 Entrada de la Congregación de las Siervas de María en San
Sebastián
La Sierva de María viene a la casa de la Comunidad los
sábados por la tarde, y vuelve el domingo a la del enfermo, no estando este en
mucho peligro, pues entonces continúa la Hermana hasta que le releve la
Superiora. La Sierva de María se retira de la asistencia al tercer día que se
ha levantado el enfermo en convalecencia, y si muere, a las dos horas después
de expirar; en ambos casos, si alguna circunstancia extraordinaria exige la
continuación de la Hermana, esta podrá seguir con el permiso de la Superiora.
Es voluntario a las Siervas amortajar los cadáveres de su mismo sexo (1).
Esta Congregación no está circunscrita a la Corte,
desempeña también su caritativa misión en varias poblaciones principales de la
Península y en la Isla de Cuba, está dispuesta a prestar sus servicios a
domicilio y en hospitales, do quiera se desee su instalación, contando con la
cooperación de las Autoridades, corporaciones y pueblo que quiera aceptar sus
caritativos servicios (1).
Así como esta Congregación presta sus servicios
gratuita y esmeradamente, sin poder estipular el menor precio estimable por su
trabajo, también tiene que sostenerse de toda clase de limosnas que los
bienhechores den al establecimiento, y de una suscripción voluntaria, en la que
cada uno figura por la cantidad que quiere, teniendo estos la garantía de ser
preferidos, en igualdad de circunstancias, para servicio de las Siervas, y a
participar de los bienes espirituales procedentes de los ejercicios y oraciones
de la Comunidad (1).
La Casa Diocesana en esta Ciudad se halla en la calle
San Gerónimo, número 22, principal. 6 de Julio de 1880 (1).
LAS SIERVAS DE MARÍA EN AZPEITIA (Gipuzkoa)
El día 4 de Octubre de
1899 las Siervas de María, se establecen en Azpeitia (Guipúzcoa) para ofrecer
su ayuda a cuantos las necesiten tanto en sus domicilios como en el
dispensario. Siete fueron las fundadoras. Esta casa fue Noviciado por muchos
años. En la actualidad es centro de espiritualidad y casa de formación donde
las Hermanas se preparan para la emisión de los Votos Perpetuos. Las Hermanas
se dedican a la asistencia domiciliaria y atención a los enfermos y necesitados
en el dispensario (2).
LAS SIERVAS DE MARÍA EN PAMPLONA (Navarra)
El Obispo de Pamplona José Oliver y Hurtado, conocedor de los servicios
prestados por las Siervas de María en la atención a su madre, quiso traerlas a
los hogares navarros. La respuesta de su fundadora no se hizo esperar y llegó
acompañada de cinco Hermanas el 4 de octubre de 1878. Fundaron la primera Casa
en la calle Curia, después pasarían a la calle Salsipuedes y finalmente se
trasladaron a la plaza de San José, donde permanecen en la actualidad (3).
En el año 1880 el doctor Nicasio Landa, médico navarro y fundador de la
Cruz Roja, escribió en el periódico “El Eco de Navarra” un artículo sobre estas
religiosas. De esta forma dio a conocer su trabajo enfermero y la trascendencia
de sus servicios (3).
“Desde hace dos años, tiene Pamplona la fortuna de abrigar en su seno a esa
piadosa Institución de las Siervas de María. ¡Cuántas veces la habíamos echado
de menos! ¡Cuántas la habíamos deseado, al saber que existía en otras ciudades!
Landa, por su profesión médica, había sido testigo del desamparo de los
enfermos que no podían ser atendidos. Conocía la realidad de la lavandera que
no dejaba de ir al río, aunque tuviese a sus hijos enfermos, porque debía ganar
el sustento. También había visto la necesidad de personas acomodadas que se
encontraban sin familia y no tenían a nadie para cuidarles, o el caso de las
personas viudas sin hijos. A todas estas circunstancias se unía el cansancio
que suponía para una familia el cuidado ante una larga enfermedad (3).
Según el propio médico, la solución ante esta problemática social se
encontraba en la labor que ofrecían las Siervas de María. Reconocía su trabajo
y su formación (3).
“Es providencial fortuna tener a la cabecera de su lecho una santa mujer, a
una Religiosa, dispuesta a velar por él, de noche y de día; habituada a cuidar
enfermos, instruida en el modo de administrar los medicamentos y aplicar los
remedios que la ciencia ordene” (3).
Si el cuidado diario era necesario, en los casos de enfermedades
infecciosas era imprencindible. Las Siervas ante las epidemias de viruela y
cólera permanecieron al lado de la persona enferma, sin preocuparles el
contagio (3).
Cuidado gratuito
Estas religiosas no hacían distinción de barrios ni clases sociales,
acudían a dónde se precisase su servicio. No cobraban nada, ni siquiera pedían
comida. Si no les ofrecían cena, la llevaban preparada. Únicamente contaban con
las limosnas y la recogida de una suscripción mensual de algunas familias
benefactoras (3).
Debido al aumento de solicitudes requiriendo sus servicios, el número de
Siervas había aumentado a doce. El local de la calle Salsipuedes estaba
inhabitable y no podían pagar el alquiler de la casa. El doctor Landa advirtió
de su pobreza y propuso en el periódico citado ayudarles. “Debiéramos, pues,
ofrecerles una casa, como lo ha hecho la ciudad de Santander.
… pero si no podemos llegar a tanto, elevemos siquiera desde ahora el
producto de la suscripción mensual a la suma necesaria no sólo para que puedan
comer las Siervas, sino para que puedan pagar la casa”.
Sugirió a los suscriptores convencer
de entre sus relaciones a otra persona para que se suscribiera, y a los
lectores a contribuir con la causa con una peseta mensual. El periódico donde
escribía valía cuatro pesetas al mes, pedía sólo el esfuerzo de pagar una
peseta más (39.
“Que todo el que lea estas líneas piense si puede contribuir a tan santa
obra con una peseta, y si puede, que lo haga” (3).
También denunció el forzoso abandono de los hijos de las lavanderas, en
octubre de 1884. Citó lamentables desgracias ocurridas y propuso habilitar dos
salas con camas, una en la Rochapea y otra en la Magdalena, para recogerlos
durante las horas de trabajo de sus madres. Nuevamente fueron las Siervas de
María quienes se encargaron de ello. A los quince días de abrirse este
servicio, se acogía a medio centenar (3).
La Profesión Enfermera
Ante los problemas que se presentaron en la mente del Párroco de Chamberí
ante la situación de ¿quién cuidaba a los pacientes en su domicilio?, ya que
las necesidades asistenciales no las podía cubrir todas ellas la Beneficencia
Pública. Para dar esa respuesta aparecen las Religiosas Siervas de María
Ministras de los enfermos (4).
Para Cuidar a los enfermos tanto de día como de noche, tenían que
prepararse todas las religiosas y de ahí surge la preparación del “Primer
Programa para la adquisición del título oficial de Enfermeras en España” (4).
Fue presentado a petición de las Religiosas Siervas de María Ministras de
los Enfermos. Y por los doctores Simonena, Jiménez, Mariscal
y Barajas en Marzo de 1915
Y aprobado por la Real Orden por el Ministerio de Instrucción Publica en
Junio de 1915
El “Programa de Enfermeras” aprobado por Real Orden, comenzaba así: Viva
Jesús. Programa aprobado de Real Orden por el Ministerio de Instrucción Pública
y Bellas Artes para el Cuerpo de Enfermeras. Empezaba con la lección primera
“Esqueleto”. Partes de que se compone y modo de unirse ó articularse estas.
Llegando hasta la septuagésima lección titulada: “Concepto general de los enfermos mentales y nerviosos”.
Apreciaciones sintomáticas que debe observar cuidadosamente la enfermera.
Condiciones especiales para este cargo (morales, físicas, personales de
carácter intelectual). Vigilancia (4).
FOTO 003 Primer Programa para el título oficial de Enfermera 1915 (12)
Aparecen las Primeras Escuelas de Enfermeras
Aparecen en España las primeras Escuelas de Enfermeras, pero el título
todavía no era oficial. En 1896 aparece la Escuela de “Santa Isabel de Hungría”
en Madrid de la mano del Doctor Federico Rubio y Gali. La Escuela de enfermeras
laicas de Joaquín Pi y Arsuaga.
En San Sebastián en 1909 y de la mano del Dr. Charles Vic se crea una
pequeña Escuela en un local en la Plaza Easo esquina con el número 27 de la calle
Larramendi. Se creo para la formación de las Enfermeras para el Dispensario
gratuito para los necesitados. Siempre contó con la valiosa colaboración de las
Madres Dominicas, cuya superiora era la Madre Mauricia, que
prestó toda clase de ayudas, pudiendo contar con todo el material médico y
quirúrgico. El programa era el que daban las alumnas de Enfermeras de la Cruz
Roja Francesa. Durante varios meses, se impartieron cursos de mañana y tarde
(5).
Ya desde el
1922 se quería crear una escuela de enfermeros en el Hospital,
para que los puestos vacantes fueran ocupados por estos cuando acabasen. Del
1931 hacia delante es reconocida la labor de las enfermeras y enfermeros y se
les reconoce algunos derechos, como por ejemplo el descanso semanal y se
establecen jornadas más llevaderas. En 1936 se crea la Escuela de Enfermeras de
San Antonio Abad (6).
FOTO 004 Charles Vic crea una pequeña Escuela de Enfermeras 1909
Hasta que el
8 de Enero de 1937 fue llevada a la práctica el proyecto de
creación del Título
de Enfermera Diplomada del Hospital San Antonio Abad de San Sebastián (6).
LA
FORMACIÓN DE LAS SIERVAS DE MARÍA
Para formarse como
enfermeras, las Siervas de María realizaban sus estudios y se titulaban en
Roma. En la Escuela de Enfermeras del
Vaticano.
Bajo la promoción del
Papa Pío X. Estas enfermeras Siervas
de María formadas en Roma con el título de “Infirmiera”, buscarían la forma de poder conseguir que reconocieran
en España la titulación oficial. Se plantearon pedirlo por escrito ante el
Ministerio de Instrucción Pública (7).
Esta solicitud la
formularon en el año 1915, para que pudiesen ser autorizadas para el ejercicio
de su profesión para lo que ellas se habían formado. Todo esto dio origen al
Real Decreto de 7 de Mayo de 1915, en el que se crea la Carrera de Enfermeras,
que autorizaba a poder ejercer como “Enfermera” religiosa o laica en cualquier
lugar de España. Ya estaba considerada como una rama sanitaria distinta de los
practicantes y matronas (7).
En 1911 a mediados del mes de
julio, le llega a la Madre Superiora General una invitación del Vaticano para
que asista con una acompañante, a la audiencia especial que les concederá el
Pontífice Pío X. Éste, que preside
personalmente dicho acto, con ocasión de la entrega de los nuevos títulos a las
nuevas enfermeras, quiere hablar con todas las responsables que se dedican al
cuidado de los enfermos (8).
En la audiencia que la
forman un nutrido grupo de alumnas de enfermeras y las Madres Superiores
correspondientes a varias Congregaciones les dice. “Me alegra que hayáis atendido
mi deseo, que no es otro que vosotras forméis unas buenas enfermeras con los
mejores conocimientos tanto teóricos como prácticos, que a su deber les
corresponde”. “Porque según se presenten las cosas, llegará un día en que os
expulsarán de vuestros puestos de trabajo, alegando, que las Religiosas no son
buenas para cuidar enfermos, ya que no tienen estudios como las Enfermeras
laicas” (8).
FOTO 005 Manual práctico
de Asistencia a Enfermos 1920
Para realizar la Carrera
de Enfermera para la obtención del título correspondiente había que realizar
estudios teórico-prácticos de un año de duración, con un programa de setenta
temas o lecciones, unido todo ello a la realización de las prácticas en
Dispensarios, Clínicas y Hospitales. Pasado el año en la realización del curso,
se tenía que acreditar los conocimientos propios de la profesión que se
hubiesen adquirido en ese año, tanto teóricos como prácticos ante un tribunal
en las Facultades de Medicina, que expedían el correspondiente “Título de
Enfermera” (7).
Los únicos aspectos que
faltaban eran los relacionados con el embarazo y el parto, ligados estos
estudios con la carrera de comadrona. En cambio si se explicaban los cuidados
de enfermería necesarios para el recién nacido.
Por último, se explicaba
cómo debía ser la vigilancia ante los “enfermos mentales y nerviosos” y las
apreciaciones que se debían observar y considerar (3).
Ya que ellas habían
formulado la petición crearon su propia Escuela de Enfermeras en Chamberí.
Además tuvieron tres noviciados el de la Casa Madre en Chamberí, Madrid; en
Azpeitia y en Pamplona. En esta Escuela se formaron durante muchos años
enfermeras religiosas y en menor medida enfermeras seglares o laicas (7).
FOTO 006 Hojas
interiores del manual
La nueva Carrera
precisaba de unos estudios y de unos libros para poderlo hacer. Así con el gran
interés que ponía esta congregación en la preparación de sus enfermeras
realizaron una publicación de sus propios manuales que recogían todas las
materias estudiadas, creando en 1920 el “Manual
práctico de Asistencia a Enfermos”, impreso en la imprenta de Julio Cosano
en Madrid. En 1928 se vuelve a realizar el mismo “Manual práctico de Asistencia a Enfermos”, impreso por Editorial
Ibérica, Alburquerque nº 12, Madrid. Y en 1950 publicaron el “Compendio de las asignaturas comprendidas
en el estudio de A.T.S.” Propiedad de las Siervas de María, ha sido
edictado en la imprenta IESUM, calle Mayor nº 45, Burlada, Pamplona. El prólogo
del Dr. Tomás Belzunegui, Jefe de Sala “Pulmón y Corazón” del Hospital
Provincial de Pamplona. Consta de 560 páginas.
ORIGEN DE
LA ESCUELA DE AYUDANTES TÉCNICOS SANITARIOS DE LA CONGREGACIÓN DE LAS SIERVAS
DE MARÍA
MINISTRAS
DE LOS ENFERMOS
La Congregación de
Siervas de María, Ministras de los Enfermos, tenía en la capital de España
(Madrid), una Escuela de Enfermeras que funcionaba desde el año 1912, con el
fin de atender a la formación profesional de los miembros del propio Instituto
Religioso, dedicado a la asistencia de los enfermos en sus domicilios, clínicas
y hospitales (8).
Esta Escuela que venía
funcionando conforme a la legislación anterior hasta el año 1952, al cabo de
los años se puso en estado ruinoso, haciéndose necesaria la reconstrucción de
la misma (8).
FOTO 007 Manual práctico
de Asistencia a Enfermos 1928
Comenzaron las obras en
diciembre de 1952, terminándose felizmente en abril de 1954, quedando la
Escuela ampliada notablemente y muy mejorada, tanto en lo que se refiere al
local como al material escolar, lo que la hace muy aceptable para el fin que se
pretende. Consta de un aula, llena de luz, con abundantes láminas de gran valor
didáctico, una amplia sala de prácticas de Medicina, otra igual de Cirugía
propia para intervenciones con todos los servicios sanitarios; una tercera
idéntica como laboratorio con abundante material, y aparato de Rayos X, y por
fin un laboratorio para el revelado de radiografías (8).
En septiembre de este
año 1954 se presentó al Ministerio de Educación nacional, el expediente para
que dicha Escuela fuera reconocida oficialmente de acuerdo con las nuevas leyes
vigentes, y ha sido reconocida y autorizada por dicho Ministerio en Decreto del
7 de junio de 1955 (8).
Ha sido visitada por
distintas personalidades, entre ellas el Ilustrísimo Señor Ministro de
Educación Nacional Don Jesús Rubio; el Ilustrísimo Señor Decano de la facultad
de Medicina de Madrid, Don Jesús García Orcoyen y ha merecido muy particular
elogio del Reverendísimo Padre Arcadio Larraona, Secretario de la Sagrada
Congregación de Religiosos (8).
La Escuela que en un
principio tuvo por fin la preparación profesional de las Religiosas del propio
Instituto solamente, hoy admite Religiosas de todas las Congregaciones que lo
soliciten, y en el mes de julio de 1955 se examinaron de primer año de
Ayudantes Técnicos Sanitarios, las primeras alumnas, un grupo de veinte
Religiosas y todas obtuvieron brillantes notas. Se dignó presidir el Tribunal
de dicho examen el Ilustrísimo Señor Decano de la Facultad de Medicina de
Madrid (8).
FOTO 008 Compendio de
las asignaturas comprendidas en el estudio de A. T. S. 1950
MANUAL
PRÁCTICO DE ASISTENCIA A ENFERMOS 1920
Este auge por la nueva
titulación de “Enfermera” va a continuar durante los siguientes años con la
creación de nuevas Escuelas de Enfermería y con la publicación de diferentes
manuales.
Para la obtención del
título era necesario estudiar durante un año los setenta temas o lecciones,
asistiendo a las clases teóricas y las prácticas habiéndolas realizado en un
dispensario, clínica u Hospital. Posteriormente pasaría el examen que
consistiría en teoría y práctica ante un tribunal parecido al que funcionaba
con los Practicantes en la Facultad de Medicina y nombrado por el Decano. Las
que superaban dicho examen obtendrían el título de Enfermera que les habilitaba
para su trabajo y profesión.
Proemio
Este tomito, en el
que se hallan reunidas las breves nociones que, de las diversas materias que
abarca el programa para la enseñanza de la profesión de enfermera, se ha creído
conveniente que éstas posean, es, si así podemos decir, el último acto o la
página postrera de la obra social que, relacionada con la creación de dicha
carrera, ha venido haciendo la benéfica, humanitaria y caritativa
Congregación de Siervas de María.
En efecto, y como oficialmente se
declaró por el Sr. Ministro de Instrucción Pública y Bellas
Artes que refrendó la Real Orden
por la que se creaba aquella profesión en España, y en la
que se exponía el programa detallado «de los conocimientos necesarios para
habilitar de enfermeras a las que lo soliciten, pertenecientes o no a
Comunidades religiosas", de la Congregación de Siervas de María, Ministras de
los enfermos, partió la idea de que, dado el progreso de los tiempos y lo
complicadas que van siendo, por tanto conocimiento nuevo como cada día se adquiere,
la Patología
y la Terapéutica, no bastaba la buena voluntad de esas santas
mujeres para llenar a la perfección su cometido a la cabecera de los enfermos.
Así
lo debió de entender también aquel Santo Pontífice, de inolvidable memoria, el
sencillo, recto y bondadosísimo Papa
Pío X, el cual llamó expresamente a las Superioras de todas las Comunidades
religiosas residentes en Roma y que se dedicaban a la
asistencia de los enfermos a domicilio y las
animó, con razones y palabras tan afectuosas como convincentes, a que
siguieran los estudios que habían de otorgarles el diploma de “infirmiera”,
como así hicieron estas beneméritas mujeres, entre las cuales figuraban
nuestras Siervas de María, obteniendo éstas al muy poco, no obstante tener que
luchar con prevenciones arraigadas, con la dificultad de una lengua extraña, y
ser estudios nuevos para ellas y complicados los que iban a emprender, casi sin
preparación alguna; obteniendo éstas al muy poco, decíamos, en públicos
exámenes, el título tan honroso de enfermeras habilitadas para ejercer la
profesión en todo el reino de Italia.
Tituladas ya muchas
de las religiosas, pensaron, muy lógicamente, que por qué eso que hacían en la
ciudad de los Papas no habían de poder efectuarlo también en la capital de su
amada Patria, y como en esta Congregación se tiene por principio que lo que
pueda hacerse hoy no se debe dejar para mañana, pusieron mano a la obra en
seguida, consultaron con algunos médicos, entre los cuales tuvimos el honor de
contarnos, y a pesar de las dificultades de diverso género con que toda idea
nueva tropieza siempre en nuestro mundo oficial y de la inestabilidad de los
Ministros en sus poltronas, pues fueron varios a los que hubo que exponer el
asunto, no transcurrían muchos meses cuando aparecía en la Gaceta de Madrid la Real orden antes dicha, y se
convocaba a los primeros exámenes, en los cuales obtuvieron las veintitantas
siervas que se presentaron las más brillantes calificaciones.
La preparación fué
encomendada a los dignos profesores de esta corte Sres. Simonena, Jiménez (D. Ramón) y Barajas, que
desgraciadamente, ya no forma parte del número de los vivos, y al que tiene la
satisfacción de redactar estos renglones, todos los cuales, y es elogio este al
que no tengo inconveniente en sumarme, han puesto de su parte cuanto les ha
sido dado para que aquélla sea lo más completa posible, dentro de lo
elementalmente que deberán ser tratadas la mayor parte de las complejas
materias contenidas en el programa.
Pero de nada habrían
servido los nobles y generosos esfuerzos de tan competentes médicos si no
hubiesen hallado una masa excelente en las religiosas discípulas, apta para ser
modelada como y cuanto ha sido preciso al recibir las austeras enseñanzas que
dicho programa abarca, algunas de las cuales se creería -a no haberlo visto-
punto menos que imposible el que unas sencillas mujeres, sin más principios que
la instrucción elemental que recibe en todas las esferas la mujer española,
hubieran podido entenderlas y asimilárselas. Cuanto se diga, pues, de la
aplicación, del entusiasmo y de la constancia con que emprenden y continúan los
estudios las ya numerosas promociones que se vienen sucediendo desde 1915, y de
lo bien que secundan al profesorado masculino las religiosas que, por haber
obtenido el título en Italia o en los primeros cursos en España, forman, si así
podemos decir, excelente profesorado femenino para el internado de las alumnas,
sería pálido ante la realidad, no daría cabal idea de ello.
FOTO 009 Prólogo
del Dr. Belzunegui. Religiosa Sierva de María
Y ya solamente dos palabras para concluir. El que
hojee, aunque sólo sea a la ligera, el presente volumen, comprenderá al
instante que se trata de apuntes tomados a vuela, pluma, por las mismas
discípulas, de las explicaciones de sus profesores. No se ha querido cambiar su
carácter, dándoles un tono más dogmático y más perfección en el estilo, porque
hemos supuesto que con las nociones cogidas al oído y en este volumen insertas
tienen lo suficiente para convertirse en auxiliares inteligentes del médico
junto al lecho de los enfermos, y que ese estilo aforístico y sencillo era el
más a propósito para que se fueran iniciando en tan abstrusas materias aquellas
jóvenes alumnas que no hubieran saludado nunca ni la Anatomía ni la Patología.
Obligación del profesor es el ampliar de viva voz toda enseñanza que no esté en
el libro más que someramente esbozáda, valiéndose de casos y ejemplos que
tengan la virtud de grabar mejor en el cerebro de las discípulas el
conocimiento de difícil asimilación. En lo que a nosotros respecta, así lo
procuramos hacer, teniendo como lema de nuestras explicaciones el Miscuit
utile dulci, lectorem delectando, etc.,
que tantos siglos ha formulara en inmortal epístola el preceptor, de los hijos
de Pisón.
Aunque
breve y compendiado, pues, contiene este tomito todo lo que una inteligente
enfermera deberá llevar de bagaje científico para poder ser colaboradora
valiosísima del médico en la abnegada asistencia de los enfermos
que de ellas reciben inefables consuelos de orden físico y moral, al ejercitar
esa sublime faena, tan cristiana y hasta
patriótica, que forma la noble misión, la pesada carga que, por amor a Dios y al prójimo,
echan sobre sus hombros cuando pronuncian los votos que las separan del mundo,
sin apartarlas de sus semejantes, y consagran
su heroico sacrificio.
Dr. Nlcasio Mariscal.
Madrid, 10 de
febrero de 1920
RECONOCIMIENTO
DE LA ENFERMERÍA GUIPUZCOANA A LAS SIERVAS DE MARÍA, MINISTRAS DE LOS ENFERMOS
2010
EL COLEGIO DE ENFERMERÍA
DE GIPUZKOA PREMIA A LAS SIERVAS DE MARÍA
PREMIO A LA TRAYECTORIA PROFESIONAL 2010
El mismo se ha concedido a las Siervas de María,
Ministras de los enfermos, en reconocimiento a la larga trayectoria profesional
de las monjas enfermeras en su mayoría que llevan mas de 150 años cuidando a
los enfermos tanto en sus domicilio, como en clínicas, sanatorios etc.,
realizando dicho trabajo de manera altruista, atendiendo a los más necesitados.
Como religiosas que son, han declinado acudir a esta cena, por lo que ayer, se les entrego
en un sencillo, pero emotivo acto, de cuyo testimonio queremos haceros
participes.
Al
no poder ir a la cena en el Hotel de Londres e Inglaterra donde se celebraba
dicho acto, la hoy ya ex -presidenta del Colegio de Enfermería de Gipuzkoa,
Doña María Jesús Zapiraín Mancisidor fue al Convento de las religiosas y en un
acto íntimo estando todas ellas presentes les entregó el premio en manos de su
Madre Superiora, diciéndoles:
SIERVAS DE MARIA, MINISTRAS DE LOS ENFERMOS
Estimada
Madre Superiora:
La Junta de Gobierno del COEGI ha estimado sustituir
este año el Premio Algodón que ha venido otorgando durante los últimos 12 años,
por los PREMIOS COEGI 2010.
El objetivo de esta nueva convocatoria, es tratar que
pueda llegar más directamente a los profesionales de Gipuzkoa, y se han
convocado 2 modalidades:
PREMIO A
LA TRAYECTORIA PROFESIONAL Y PREMIO A LA DIFUSIÓN Y COMUNICACIÓN ENFERMERA.:
Es una gran satisfacción comunicarle que la Junta de
Gobierno de este Colegio de Enfermería de Gipuzkoa, en su reunión de 09 de
Diciembre y tras la valoración de las
propuestas recibidas , ha acordado conceder a la Congregación de Siervas de
María en Gipuzkoa el “PREMIO A LA TRAYECTORIA
PROFESIONAL” en reconocimiento a la
encomiable labor en el cuidado de los enfermos de menos recursos, tanto a nivel
domiciliario, como en el botiquín del propio convento y sobre todo con ese
carisma de gratuidad que caracteriza a esta Congregación.
FOTO 010 Entrega del
Premio a la Trayectoria Profesional 2010
La
entrega del premio tendrá lugar el próximo día 17 de diciembre en el
marco de la cena-encuentro de la enfermería guipuzcoana, que tendrá
lugar en el Hotel de Londres e Inglaterra de San Sebastián a las 20:45
horas. Sabiendo que en el caso de
ustedes no pueden asistir a la cena, pasaremos el próximo jueves por la mañana
por el Convento, a hacerles entrega del premio y a grabar un pequeño video
recordatorio.
En la
confianza que será del agrado de su Congregación este pequeño reconocimiento de
las enfermeras guipuzcoanas, reciba un cordial saludo (11).
En Donostia-San Sebastián a 10 de Diciembre de 2.010
Fdo. Mª Jesús Zapirain
Presidenta del COEGI
PREMIO A
LA DIFUSIÓN Y COMUNICACIÓN ENFERMERA 2010
En el Hotel de Londres e
Inglaterra se ha celebrado la XIX Cena de Navidad del Colegio de Enfermería de
Gipuzkoa, el viernes día 17 de Diciembre de 2010.
La Presidenta del
Colegio de Enfermería de Gipuzkoa Mª
Jesús Zapirain Mancisidor, empezó: Como decíamos este premio es nuevo, es el
Primer año que se convoca.
Se le ha concedido a Manuel Solórzano Sánchez, conocido de
la mayoría de los presentes, por eso casi no haría falta presentarle, pero diré
que: éste enfermero trabaja en el Servicio de Traumatología del Hospital
Universitario Donostia. Es miembro de Red Iberoamericana de Historia de la
Enfermería. Es miembro de Eusko Ikaskuntza. Miembro no numerario de la Real
Sociedad Bascongada de los Amigos del País (RSBAP). Insignia de Oro de la
Sociedad Española de la Enfermería Oftalmológica, concedida recientemente.
Tiene además numerosos premios por su participación, en Certámenes y Congresos
de Enfermería. Ha publicado artículos en Revistas de Enfermería y participado
en el Libro del Centenario del Colegio.
Pero……….lo que le distingue a Manolo es que es
un gran divulgador, a través de correos electrónicos, de todo aquello que pasa
por sus manos haciéndolo llegar a muchos compañeros de todo el mundo.
FOTO 011 Entrega del
Premio a la Difusión y Comunicación Enfermera 2010
Lleva tiempo así mismo recopilando historias de vida de enfermeros
y enfermeras, dando a conocer
trayectorias profesionales desconocidas para mucha gente.
En este sentido, al
presentarnos su candidatura para el Premio, nos informaban que si en GOOGLE se realiza una búsqueda en la que se
indique su nombre y se añada “enfermería”, aparecen 63.800 entradas.
Esta razón
entre otras, son las que te hacen merecedor de este premio a la DIFUSIÓN y
COMUNICACIÓN (11).
LAS MONJAS TITULADAS DE SAN MARTÍN
Las Siervas de María llevan en San Sebastián 131 años al cuidado de los
enfermos
Quién no ha pasado por la calle San Martín, a la altura del hotel Orly, y
no se ha fijado en el cartel colocado junto a la iglesia de las Siervas de
María donde reza: Ministras de los enfermos. En este viejo edificio levantado
con piedras de la cantera de Igueldo residen catorce monjas de la congregación
de las Siervas de María.
La falta de vocaciones ha reducido notablemente el número de monjas, ya que
hace no muchos años, este convento en pleno centro de San Sebastián, congregaba
a 55 religiosas que cada día cumplen su misión de trabajar al servicio de los
enfermos.
La hermana María Luisa nos recuerda unos cuantos datos de su presencia en
San Sebastián. Fue un 27 de julio de
1880 cuando llegaron a la ciudad las Siervas de María por mediación de una
señora que conoció a las Hermanas en Pamplona y quedó encantada de los cuidados
prodigados por una Hermana a una amiga suya en esa ciudad.
Esta señora, una dama tolosarra, llamada Epifania Irazusta, compadecida del
estado de abandono en que se encontraba una familia suya y conmovida del estado
de uno de sus familiares, enfermo, escribió a la Madre Dolores Serrano,
Superiora de Pamplona solicitando una fundación en San Sebastián.
Realizados los trámites pertinentes, llegaron las cinco Hermanas fundadoras
a San Sebastián acompañadas de Madre Soledad Torres Acosta, fundadora de las
Siervas de María, y se hospedaron en una casa de la calle San Jerónimo, donde
pagaban dos pesetas diarias de alquiler.
Poco a poco se fueron dando a conocer a los donostiarras quienes de
inmediato apreciaron la misión de las Siervas y las apoyaron y las siguen
ayudando generosamente hasta el día de hoy.
Unos años después, el 17 de julio de 1885, se trasladaron a otra casa
ubicada entre la calle San Martín 44 y Urbieta 7. Abajo en el almacén se estableció
la capilla, que con el tiempo -cuentan- llegaría a ser el origen de la capilla
del Buen Pastor.
Después de varios cambios de domicilio las Siervas de María deciden buscar
una sede de la que fueran las únicas ocupantes. Surgió así la oportunidad de comprar
en 1887 los terrenos de la calle San Martín en los que se sitúan desde
entonces. Varios particulares donostiarras realizaron aportaciones económicas
para cubrir la compra del solar y la construcción del edificio.
Desde su llegada a San Sebastián su misión siempre ha sido la de la
atención al enfermo. Todas las Siervas de María han realizado sus
correspondientes de Enfermería y todas tienen el título de enfermera o de
auxiliar de enfermería. Los donostiarras les llamaban, y les siguen llamando,
para acudir a las clínicas, hospitales, centros de salud o domicilios
particulares para cuidar durante la noche a las personas enfermas cuyas
familias han requerido sus servicios.
Las Siervas crearon la primera escuela de enfermería que se fundó en Madrid
y muchas monjas allí recibieron sus conocimientos. Y las que no pasaron por
esta escuela lo hicieron en las facultades universitarias de Madrid, Palencia y
Salamanca.
Las Siervas de María que residen en el convento de la calle San Martín son
solo catorce, siendo varias de ellas de edades avanzadas con 90 años, y solo
cinco hermanas, las más jóvenes, la menor con 42 años, se dedican por las
noches al cuidado de los enfermos.
Durante muchos años las Siervas de María estuvieron atendiendo por la noche
el servicio de atención a los enfermos residentes en el hospital San Juan de
Dios, hasta que se cerró. También han ofrecido sus servicios en una residencia
de mayores en la calle Iparraguirre en el barrio de Gros.
No hace muchos años era frecuente ver salir del convento en la calle San
Martín, a últimas horas de la tarde, a varias decenas de monjas con hábitos
blancos camino de los domicilios donde les esperaban los enfermos. Esa imagen
ya ha pasado a la historia. La falta de vocaciones y el paso de los años ha motivado
que ahora, al atardecer, solo veamos partir del convento de la calle San Martín
a cinco hermanas camino del domicilio de los enfermos.
A pesar a estos avatares de la vida, todos los días, por las mañanas y a
las tardes, mantienen en la portería de la casa un servicio de atención
sanitaria a las personas que se acercan a diario, o bien a tomarse la tensión,
a realizarse unas curas o para que les pongan una inyección. La atención, por
su puesto, es gratuita.
FOTO 012 La Medicina y la Religión. Artículo publicado en Madrid julio 1915
Su labor a lo largo de los años ayudando a los enfermos ha sido reconocido
por el Colegio de Enfermería de Gipuzkoa les ha concedido a las Monjas el
premio COEGI a la Trayectoria Profesional. La presidenta del Colegio de Enfermería,
María Jesús Zapirain se trasladó hasta el convento a entregar el galardón a las
monjas que acto seguido colgaron en una de las paredes de una de las salas de
la casa. Y unos años antes, el Ayuntamiento, coincidiendo con el 125
aniversario de la llegada de las Siervas de María a San Sebastián, le concedió
la Medalla al Mérito Ciudadano.
MEDALLA AL MÉRITO CIUDADANO 2006
Las Siervas de María
Ministras de los Enfermos llevan ejerciendo su labor en la ciudad desde hace
125 años. La Madre Superiora, Ignacia Pérez, agradeció el premio y explicó que
su trabajo consiste en «asistir a los enfermos en sus domicilios y en los
centros hospitalarios, sin pedir nada a cambio». «El mejor galardón es el
aprecio que nos han demostrado todos los donostiarras» (10).
Siervas de María, otros artículos:
Autobiografía de una
Enfermera en África. SOR ÁNGELA EGAÑA
BALENCIAGA. Enfermera Y Religiosa de las Siervas de María. Ministras de los
Enfermos. Publicado el domingo día 15 de enero de 2012
Todo es un Regalo
La Monja Heroína
Cena Anual de las Enfermeras Guipuzcoanas
Diario Vasco, 21 de
diciembre de 2010
AGRADECIMIENTOS
Sor Ángela Egaña Balenciaga
Siervas de María. Ministras de los enfermos
Carlos Álvarez Nebreda
Raúl Expósito González
Ana Urmeneta
Juan Ignacio Valle Racero
Aletxu Peña
Diario Vasco
Colegio de Enfermería de Gipuzkoa
Colegio de Enfermería de Madrid
BIBLIOGRAFÍA
1.- Diario de San Sebastián. Segunda Época. Consagrado
a los Intereses de la Provincia. San Sebastián. Martes 6 de Julio de 1880
2.- Siervas de María, Ministras de los enfermos. Casas de la
Provincia
3.- La llegada de las Siervas de María a Pamplona (1878) y el cuidado de
enfermos a domicilio. Ana Urmeneta Marín.
Enfermera y Licenciada en Historia. Revista Pulso, Diciembre 2002
4.- Texto sacado del Manual Práctico de Asistencia a Enfermos. Programa de
Enfermeras de las Siervas de María, Madrid 1920
5.- “Dispensario Médico de Santa Isabel”. Gratuito para los pobres de San Sebastián. Depósito Legal:
SS-921/02. Manuel Solórzano Sánchez. Publicado por el Hospital Donostia en
Julio de 2002
6.- “Hospital Civil de San Antonio Abad” 50
años de la desaparición del Primer Hospital de San Sebastián. Manuel Solórzano
Sánchez. Diciembre de 2011
7.- Juan Ignacio Valle Racero. Manual práctico de
asistencia a enfermos. Revista Híades número 5, 1998. Alcalá de Guadaira,
Sevilla. Páginas (47 – 51)
8.- Archivo
Siervas de María de San Sebastián, 1956
9.-. Las Monjas tituladas de San Martín. Las Siervas de María llevan en San Sebastián 131 años al cuidado de los
enfermos. Aletxu Peña. Periodista. Artículo del Diario Vasco publicado
el 18 de febrero de 2011
10.- Medalla al Mérito Ciudadano 2006. Artículo Diario Vasco.
11.- Ilustre Colegio de Enfermería de Gipuzkoa, 2010.
12.- Carlos Álvarez Nebreda. Colegio de Enfermería de Madrid.
AUTOR:
Manuel
Solórzano Sánchez
Enfermero. Hospital
Universitario Donostia de San Sebastián. Osakidetza /SVS
Colegiado 1.372. Ilustre
Colegio de Enfermería de Gipuzkoa
Miembro de Enfermería
Avanza
Miembro de Eusko
Ikaskuntza / Sociedad de Estudios Vascos
Miembro de la Red
Iberoamericana de Historia de la Enfermería
Miembro de la Red Cubana
de Historia de la Enfermería
Miembro Consultivo de la
Asociación Histórico Filosófica del Cuidado y la Enfermería en México AHFICEN,
A.C.
Miembro no numerario de
la Real Sociedad Vascongada de Amigos del País. (RSBAP)
1 comentario:
Enhorabuena, Manuel, por este trabajo sobre los cuidados enfermeros de las Siervas de María, vigente en la actualidad.
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