Presidente de la Academia Médico Quirúrgica
Cirujano de la clínica «Villa San Ignacio»
Perfil biográfico
Está modesta publicación regional engrandece su condición médica, dedicando entusiasta homenaje al Presidente de la Academia Médico Quirúrgica de Guipúzcoa, el doctor don Luis Urrutia Guerezta, una de las figuras más sorprendentes de la Medicina de nuestros tiempos. Fue elegido por absoluta unanimidad, con aclamación sincera, para ese elevado cargo, que dignifica gloriosamente, marcando una etapa científica, análoga a las de nuestras primeras corporaciones. Con sólo la exposición de alguna de sus grandes intervenciones intra-abdominales se coloca a la altura de dos grandes maestros, y lo es poco lo que le secundan la pléyade de compañeros ilustradísimos, que forman esta simpática Institución (1).
Nadie más acreedor que Luis Urrutia a ocupar ese sitio científico, por sus grandes merecimientos, por su labor profesional verdaderamente extraordinaria. Tenemos estrechos límites y demasiada sencillez en la pluma, para bosquejar los dos grandes aspectos de aquella en la que hay algo especial, que se ve muy pocas veces en la vida médica por larga que ésta sea. Y es que en nuestro querido y admirado compañero, además de un talento de orden superior, existe una voluntad gigantesca para el estudio, para todo lo que sea conquista científica, para cuanto signifique adelanto, de modo tal, que ha llegado a poseer una amplísima cultura, una convicción profunda, un tesoro de conocimientos tan maravillosamente adaptados a las finalidades prácticas, que, si durante los años que ejerció la Medicina General llegó a la cima de la reputación, en los que lleva practicando su especialidad de aparato digestivo, que son los mismos, y se le considera justísimamente como uno de los mejores especialistas conocidos (1).
Bien sabemos que cuando Luis Urrutia lea estas líneas ha de sentir el estremecimiento de su natural modestia; pero alguna vez hemos de ensalzar a los de casa, cuando sus méritos invitar a ello, cuando no solo “Guipúzcoa Médica”, sino Guipúzcoa entera se siente honradísima con uno de sus más preclaros hijos, orgullosa de saber que de los más apartados sitios de España, vienen a consultar con especialista de San Sebastián, satisfecha de que las revistas científicas de más fuste en los Estados Unidos, Francia, Inglaterra, etcétera, solicitan el concurso de nuestro ilustre compañero, traducen en sus artículos, y su nombre suena al lado de los más célebres Profesores (1).
Es de una textura científica singular, privilegiada, que no se alcanza con sólo el estudio, y que le ha permitido una ponderación profesional lo mismo en Medicina que en Cirugía, que es admiración de todos. Podemos afirmar, sin temor de acercarnos a la exageración, que es “especialista del aparato digestivo” más completo, y el que en la actualidad cultiva tan importantísima especialidad en sus partes médicas y quirúrgicas, con una brillantez demostrada en sus estadísticas operatorias, reveladoras de una pericia como pocas.
Posee cualidades excepcionales y un dominio tan absoluto de la medicina y cirugía de vías digestivas, que sus diagnósticos son siempre una precisión clínica, admirable, contrastados con lo que podríamos llamar autopsia abdominal del vivo, que da la sensación suprema a sus apreciaciones. Y con un diagnóstico exacto y seguro, guía luminosa de su bisturí, maneja éste con una tranquilidad extraordinaria, como actuando sobre seguro, sin temor a los grandes riesgos de esas importantísimos intervenciones, de vías biliares, cabeza de páncreas, etcétera, que tiene siempre a raya, y que sólo un perfecto conocimiento de tan difíciles regiones, permite abordarlas con soltura (1).
Cuando llegó a la perfección diagnóstica, repetidas veces demostrada en operaciones indicadas por nuestro gran especialista, ejecutadas por otros Profesores, después de muchos años de estudio incesante, sabiendo a conciencia cuanto se publicaba de su especialidad, a los ya bastantes años de ser un médico eminente se apartó de la práctica médica general dedicando todas sus actividades a aquella, acometiendo la parte quirúrgica de la misma con éxito tan notoriamente creciente, que su prestigio ha traspasado la frontera, figurando en primera línea, al lado de los grandes hombres de la cirugía gástrica de los doctores Mayo, Robson, Hasfmann, etc.. Para ello tenía una base de formación quirúrgica con sus años de internado al servicio del Profesor Rivera, quien practicó por primera vez en España la gastrectomía, siendo su discípulo predilecto uno de los que actualmente alcanza mayor número de gastrectomizados con menor mortandad (1).
Todos los modernos métodos de exploración son manejados por el doctor Luis Urrutia con una competencia insuperable, y la palpación abdominal superficial y profunda, llama la atención a cuantos compañeros tienen ocasión de verle practicar, descubriendo síntomas de gran significación para el diagnóstico, ejecutándola con una maestría singular, con un algo que no es lo corriente, delimitando contornos, apreciando forma y consistencias con justeza admirable, como si las vísceras del vientre se colocaran a flor de piel y al contacto de su mano peritísima.
Hace pocos días presenciamos un caso en el que se dio plena comprobación a cuanto exponemos, y cuya historia clínica se publicará oportunamente, no sin anticipar a nuestros lectores que se trataba de un tuberculoma e íleo-ceco-cólico con úlcera profunda del ciego, amenazante de perforación, otra que abarcaba todo el colon ascendente, y una tercera en el transverso, y final del íleon, con induraciones, estrecheces, alteraciones profundas de la mucosa etcétera, que obligaron en el curso operatorio a extirpar 35 centímetros de íleon y 31 de ciego, colon ascendente y transverso, por un procedimiento nuevo, completamente aséptico, propuesto por los doctores Mayo, y realizado por el doctor Luis Urrutia con éxito completo. No se sabe qué ensalzar más si la finura del diagnóstico o lo atrevido y correcto de la intervención (1).
Es indudable que entre los especializados en asuntos gastro-hepáticos, es uno de los que más han contribuido a orientar clínicamente la indicación de las operaciones de urgencia, seleccionando también los síntomas, e interpretando tan acertadamente su valor, que merced a ello se practican modernas intervenciones, verdaderamente salvadoras, que libran a los enfermos de una muerte cierta e inmediata.
Podemos citar varios casos de perforación gástrica; pero son tan conocidos por sus ilustrados compañeros, que no necesidad de repetirlos. Aparte de que historiadores quedan, del modo magistral que lo hace el doctor Luis Urrutia, y que siempre servirán de enseñanza práctica.
Y llegamos al final de estos «desuturados» trazos biográficos del competentísimo especialista, rindiendo tributo de justicia a su labor científica como publicista, tan celebrada entre los profesionales, que es siempre uno de los elegidos para tratar los grandes procesos gastro-intestinales, con una autoridad tanto mayor cuantos más años pasan. No es de los que se duermen sobre laureles conquistados, no, es hijo amante de la Ciencia, a la que honra con sus trabajos, a la que dedica sus ratos de descanso, recopilando y escribiendo cuánto hay de interesante en los muchos enfermos que ve, y dejando indeleble algo de su gran espíritu clínico (1).
Los compañeros le distinguimos siempre con un concepto elevado de su valer, y nosotros, especialmente, siendo nuestro consultor supremo al que rendimos admiración y afecto.
Dr. Mariano Echauz
LUIS URRUTIA Y GUEREZTA
Presidente de la Academia Médico Quirúrgica entre 1917 y 1918
Segundo Presidente, tras el doctor Modesto Huici.
Médico vasco que nace en San Sebastián el 3 de marzo de 1876 y muere en Madrid, con 54 años el 21 de junio de 1930. Dio muestras de sus dotes intelectuales en los primeros estudios; miembro de familia modesta, curso enseñanza media con una beca del Ayuntamiento donostiarra y también como becario inicia la carrera de medicina, en Barcelona, en 1892, trasladándose al año siguiente a Madrid donde se licencia en 1899. La preparación científica la completa con buen dominio de los idiomas francés y alemán. En el curso 1895 - 1896 conoce al doctor Juan Madinaveitia Ortiz de Zárate en San Sebastián (Oñate, 1861 - Madrid, 1938), Luis Urrutia le acompaña y ayuda en sus visitas y consultas (2).
Alumno interno del Hospital de San Carlos de Madrid desde el curso 1896 y 1897, Luis Urrutia fue adscrito al servicio de Patología quirúrgica del doctor Rivera y Sans; esta vinculación y la asistencia a la Clínica de Juan Madinaveitia hacen presagiar el futuro gastropatólogo quirúrgico. Durante los estudios de doctorado se mantiene unido a la Clínica Hospitalaria de Juan Madinaveitia y con el doctor Luis Simarro Lacabra lleva a cabo estudios químicos, microscópicos y bacteriológicos. El título de Doctor lo obtiene en 1900 con el trabajo “Paraplejias fláccidas por compresión de la porción cérvico-dorsal de la médula espinal”.
La vida profesional la inicia, en el primer año del siglo, en San Sebastián; asiste a las salas del Hospital Civil San Antonio Abad y en 1901 obtiene plaza de médico titular que mantuvo hasta 1912. Ya en esta última fecha el doctor Luis Urrutia poseía bien ganada fama como gastroenterólogo y mantenía la labor divulgadora de su quehacer clínico, iniciada en 1905 con un artículo publicado en la revista “Guipúzcoa Médica”. Su preparación como especialista en la que sigue estando presente la orientación del doctor Juan Madinaveitia, la confirma Luis Urrutia con reiterados viajes a servicios hospitalarios europeos; en París y Berlín, en Helle y Viena fueron maestros suyos especialistas de renombre indiscutido como los doctores Mathieu, Boas, Edwalt y Kuttner, Achmidt y Nothnagel (2).
Luis Urrutia pasó a ser uno de los profesionales que dieron prestigio a la “Clínica San Ignacio” fundada en 1906 (3, 4,5 y 6). No conforme con los resultados que el doctor Leopoldo Ramoneda (7) obtenía en las intervenciones quirúrgicas sugeridas por el doctor Luis Urrutia, decidió realizarlas personalmente, lo que supone, valorando históricamente el hecho, el inicio de la “gastroenterología médico quirúrgica”; Luis Urrutia, durante los años 1913 y 1914, practica la cirugía gástrica en París y en mayo de 1914 obtiene el diploma que le acredita como cirujano especializado (2).
En San Sebastián el doctor Leopoldo Ramoneda (7) dimite del puesto que ocupaba en la Clínica San Ignacio y le sustituye el doctor Luis Urrutia. Cuando ya estaba reconocida su pericia quirúrgica Luis Urrutia realiza nuevas estancias en Clínicas del extranjero, trabaja en Londres con los doctores Moyniham, Bolton, y Lane y en Viena con Eiselberg, Haberer y Finsterer (2).
En 1919 asiste al Primer Congreso Nacional de Medicina, celebrado en Madrid, donde defiende el tratamiento quirúrgico de la úlcera gástrica, la técnica de resección amplia frente a la gastroenterostomía. En 1920 se traslada a la Clínica Norteamericana de los Hermanos Mayo, en Rochester, y en ella desarrolla un ciclo de conferencias. Sus publicaciones estos años reflejan los resultados de su actuación cómo cirujano especialista. En Canadá asiste al décimo Congreso del “American College of Surgeons”, aquella experiencia la refleja en un artículo publicado en los Archivos de Medicina y Cirugía y Especialidades en 1921 (2).
En San Sebastián, ya en la década de los años veinte, la Clínica San Ignacio mantiene, acrecentado, su prestigio, basado sobre todo en la labor de los que ahora son sus directores, Benigno Oreja y Luis Urrutia. La importancia de su quehacer clínico queda atestiguada por las muchas publicaciones que aparecen en las más difundidas revistas médicas; en 1918 fue Luis Urrutia uno de los fundadores del que iba a ser portavoz de la especialidad, los Archivos Españoles del Aparato Digestivo y de la Nutrición (2).
Si el doctor Juan Madinaveitia hizo historia de la gastroenterología con la publicación en 1910 de su obra “enfermedades del esófago y del estómago”, Luis Urrutia marca el inicio de una nueva etapa con su libro “Cuestiones gastreenterológicas” que publicó en 1920, obra a la que seguirán otros textos igualmente decisivos en la constitución de la especialidad, contándose entre ellos su colaboración en el Tratado de Medicina que dirigieron Teófilo Hernando y Gregorio Marañón. Su firma aparece en revistas europeas y norteamericanas (2).
En 1924 Luis Urrutia cede a las muchas sugerencias que le habían hecho y abandona San Sebastián para establecerse en Madrid donde con otros discípulos del doctor Juan Madinaveitia, entre ellos los médicos Enrique Carrasco Cadenas y Heliodoro González Mogena, funda el “Instituto Madinaveitia”, primera institución privada española consagrada al estudio y enseñanza de disciplinas aún no diferenciadas en los planes de estudios universitarios como la Gastroenterología, la Endocrinología y las enfermedades de la nutrición (2).
Entre 1925 y 1934 el “Instituto Madinaveitia”, publica los “Anales”, revista que da testimonio de la gran labor, tanto clínica como de formación de especialidades, llevaba a cabo por el Instituto.
La lucha profesional y las inevitables rivalidades, oscurecieron la etapa final de la vida de Luis Urrutia; la enfermedad que le ocasionaría la muerte dio los primeros síntomas en 1929; Urrutia quiso ocultar su dolencia, pero hubo de renunciar a un viaje ya preparado que le llevaría a Uruguay y Argentina; dos crisis en su padecimiento, ya iniciado el año 1930, antecedieron a su fallecimiento (2).
Bibliografía
1.- Guipúzcoa Médica Año III. Número 24. Páginas 62 a 64 de abril de 1918
2.- Don Luis Urrutia y Guerezta. Libro Cien Años de Medicina en Guipúzcoa 1899 – 1999. José María Urkia Etxabe. Depósito Legal: SS-473/1999. Páginas 110 y 111
3.- Clínica San Ignacio. Ategorrieta. San Sebastián. Manuel Solórzano Sánchez. Publicado el lunes día 3 de abril de 2017
http://enfeps.blogspot.com.es/2017/04/clinica-san-ignacio-ategorrieta-san.html
4.- Clínica San Ignacio. San Sebastián. 1999. Maite Tapia Herrero, Eneka Torres Sastre y Cristina Villar López. Publicado el martes día 13 de junio de 2017
http://enfeps.blogspot.com.es/2017/06/clinica-san-ignacio-san-sebastian_60.html
5.- Clínica San Ignacio en la Revista Vértice, 1937. Manuel Solórzano Sánchez. Publicado el martes día 25 de agosto de 2020
https://enfeps.blogspot.com/2020/08/clinica-san-ignacio-en-la-revista.html
6.- Nueva Clínica Operatoria San Ignacio, 1906. Manuel Solórzano Sánchez. Publicado el martes día 30 de noviembre de 2021
https://enfeps.blogspot.com/2021/11/nueva-clinica-operatoria-san-ignacio.html
7.- Clínica Operatoria del Doctor Ramoneda 1916. Manuel Solórzano Sánchez. Publicado el martes día 5 de octubre de 2021
https://enfeps.blogspot.com/2021/10/clinica-operatoria-del-doctor-ramoneda.html
Enciclopedia Wikipedia
Manuel Solórzano Sánchez. Grado en Enfermería
Manuel Solórzano Sánchez - Wikipedia, la enciclopedia libre
https://es.wikipedia.org/wiki/Manuel_Sol%C3%B3rzano_S%C3%A1nchez
Día 20 de octubre de 2022, jueves
Entziklopedia en Euskera
https://eu.wikipedia.org/wiki/Manuel_Sol%C3%B3rzano_S%C3%A1nchez#Ibilbidea
Día 27 de octubre de 2022, jueves
Manuel Solórzano Sánchez
Graduado en Enfermería. Enfermero Jubilado
Insignia de Oro de la Sociedad Española de Enfermería Oftalmológica 2010. SEEOF
Miembro de Enfermería Avanza
Miembro de Eusko Ikaskuntza / Sociedad de Estudios Vascos
Miembro de la Red Iberoamericana de Historia de la Enfermería
Miembro de la Red Cubana de Historia de la Enfermería
Miembro Consultivo de la Asociación Histórico Filosófica del Cuidado y la Enfermería en México AHFICEN, A.C.
Miembro no numerario de la Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País. (RSBAP)
Académico de número de la Academia de Ciencias de Enfermería de Bizkaia – Bizkaiko Erizaintza Zientzien Akademia. ACEB – BEZA
Insignia de Oro del Colegio Oficial de Enfermería de Gipuzkoa. Años 2019 y 2022
Sello de Correos de Ficción. 21 de julio de 2020
