martes, 20 de diciembre de 2022

HISTORIA DE LA ENFERMERÍA Y EL ARTE DEL CUIDAR A TRAVÉS DE LOS TIEMPOS

 

Decir que la enfermería surgió un en el siglo XIX con Florence Nightingale es simplificar, quizás mucho, el desarrollo de una práctica que se daba ya en tiempos prehistóricos. Así, las manifestaciones artísticas lo demuestran en numerosos cuadros y esculturas que desde los tiempos primitivos muestra a la enfermería como un arte que, con el paso de los años, ha llegado a alcanzar, también, el estatus de ciencia (1).

 

Foto 1 Grabado en madera del siglo XVI de una Sala del Hôtel-Dieu en París

 

Los legados que conforman la Historia de la Enfermería son incalculables, pues muestran una práctica, en su mayoría fue ejercida por mujeres, que siendo amas de su hogar desempeñaban todo tipo de tareas, bien fuesen domésticas o curativas.

 

Las pinturas y las esculturas constatan que es una profesión larga, milenaria, donde los primeros pobladores la ejercían como medio para subsanar sus propias heridas de lucha. Tras años de adaptación y supervivencia con el medio natural que les rodeaba, comenzaron a desarrollarla para solventar las numerosas enfermedades que la propia naturaleza les traía.

 

En busca de una solución rápida, comenzaron a invocarse a dioses y figuras mágicas que remediasen sus problemas, enfermedades y los posibles advenimientos que les ocurriese, para pasar, posteriormente, en la época egipcia, griega y romana, a ser ejercida por un grupo de mujeres dedicadas al cuidado de los enfermos. Así lo muestran las constantes pinturas que delatan a un tipo de comadronas, parteras y, en términos generales, enfermeras primitivas, que aunaban sus esfuerzos para ayudar a su gente, y a sus pueblos.

 

Con el desarrollo de la civilización y la aparición del mundo cristiano, los pueblos comenzaron a adquirir el concepto de la vida como algo espiritual, no terrenal. De esta forma, se desarrolló una práctica enfermera, primero, a través de las clases altas y acomodadas y, con el tiempo, por medio de religiosas que eran las que en sus hospicios cuidaban a los peregrinos enfermos y moribundos. En este periodo son clave los cuadros pintados al óleo a numerosas religiosas, que a su muerte eran considerabas santas por la Iglesia, en los que se muestra a una mujer trabajadora que vive por los demás, sin pretensiones, ni lujos (1).

 

Foto 2 Hospital Bellevue es el más antiguo de Nueva York y ubicado en el lado este de la ciudad, 1736

 

Tras varios años de decadencia y de poco entusiasmo por la enfermería, llegaron los tiempos de revoluciones tanto industriales como humanas. La gente tenía otras pretensiones en sus vidas, comienzan a preocuparse por sus derechos y deberes y con ello surge una mujer trabajadora reconocida.

 

Es el momento de Florence Nightingale que desarrolla la labor enfermera en toda su envergadura. Son años de guerras, de conquistas y de luchas por tener mayor poder económico. Comienza la enfermería a tomar su sentido más práctico, las Escuelas, formaciones, gente profesional que se dedican de pleno, como una nueva forma de vida.

 

Como muestra de ello, estas primeras enfermeras de guerra, y cadetes americanas que se formaban en el ejército para aprender a desarrollar su labor al mismo tiempo que se encontraban en el frente.

 

Ya han pasado muchos años desde el nacimiento de la profesión enfermera y, por eso, desde la Revista Metas de Enfermería, hemos querido recordar que “Historia” y “Arte” se unen en la Enfermería para relatar el crecimiento de una de las profesiones más humanas y, en ocasiones, ocultas de todos los tiempos (1).

 

Foto 3 Sala de un sanatorio de pacientes tuberculosos. Nuevo Mundo 19 de septiembre de 1895

 

Es importante ser capaz de pintar un cuadro o esculpir una estatua, y así conferir belleza a unos pocos objetos. Pero mucho más glorioso es esculpir y pintar la atmósfera en la que trabajan todas las enfermeras, a fin de mejorar la calidad del día: esta es la más sublime de las artes (2). Henry David Tboreau (2).

 

Durante mucho tiempo se ha definido la Enfermería como una disciplina mitad arte y mitad ciencia. Sin embargo, se ha puesto mayor énfasis en sus aspectos científicos, sin tener apenas en cuenta su condición de arte. La Enfermería es una de las bellas artes, “la más bella de las bellas artes” según la enfermera Florence Nightingale. No es meramente una técnica, sino un proceso que incorpora los elementos del alma, la mente y la imaginación. Su verdadera esencia reside en la imaginación creativa, el espíritu sensible y la compresión inteligente, que constituyen el fundamento real de los Cuidados de Enfermería Eficaces (2).

 

Foto 4 Religiosa enfermera española, Hija de la Caridad de San Vicente de Paúl, en la guerra de Cuba. Nuevo Mundo 10 de agosto de 1898

 

Son innumerables los documentos y obras de arte que han captado estos cuidados en toda su magnitud y que pueden realzar considerablemente el estudio de la Historia de la Enfermería por medio de la representación visual. En todas las galerías de arte podemos admirar santos protectores, madres amamantando, curaciones milagrosas, enfermos encamados... Muchas de las más bellas pinturas y esculturas sobre temas de Enfermería son obra de los grandes maestros y de artistas contemporáneos. Todas ellas ayudan a comprender el arte del cuidar de la enfermera (2).

 

LOS ORÍGENES DE LA ENFERMERÍA

 

La Enfermería es una de las profesiones más antiguas de la historia y, como tal, son muchos los pintores, escultores y artistas que han querido plasmar la historia de esta profesión en sus cuadros y en los diferentes soportes artísticos. Ya desde los pueblos primitivos existían legados históricos de la realización de prácticas enfermeras, sin embargo, muchos han seguido manteniendo la creencia de que la Enfermería es una profesión relativamente moderna (1).

 

Foto 5 Grabado antiguo de enfermeras victorianas cuidando a un moribundo de tuberculosis

 

La enfermería tiene su origen en el cuidado materno de los niños indefensos y tiene que haber coexistido con este tipo de cuidado desde los tiempos más remotos. La palabra inglesa nursery deriva del vocablo latino nutrire, “nutrir”. El término inglés nurse también tiene sus raíces en el latín, en el nombre nutrix, que significa “madre que cría”. A menudo hacía referencia a una mujer que amamanta a a un niño que no era hijo suyo, o sea una ama de cría. Con el tiempo, el término nutrix se utilizó para identificar a una mujer que criaba, lo que suponía una definición más amplia, aunque todavía relacionada con la idea de engendrar (2).

 

Con el paso del tiempo se puso de manifiesto que el amor y la dedicación no bastaban por sí mismos para fomentar la salud o vencer la enfermedad. El desarrollo de la Enfermería dependía de otros dos ingredientes esenciales: habilidad/experiencia y conocimientos. La destreza manual en la ejecución de procedimientos específicos, una realidad incluso entre las tribus primitivas, siguió perfeccionándose a través de la experiencia. A medida que se dispuso de mayor información acerca de los males y enfermedades, fue surgiendo una actitud que se recalcaba la necesidad de mayores conocimientos. El conocimiento de los hechos y principios proporcionaría el impulso para que la enfermería se convirtiese tanto en un arte como en una ciencia (2).

 

Foto 6 Escuela de Enfermeras St. Vincent Medical Center, Portland, Oregón, USA. 1897

 

LA ENFERMERÍA: SEMILLA DE LOS PRIMEROS SERVICIOS COMUNITARIOS

 

En los Albores de su historia la Enfermería puede considerarse como una forma embrionaria de servicio la comunidad. En origen, este servicio se relacionó con un fuerte instinto de conservación y protección de la tribu y de sus miembros. El amor y el interés por la familia y la tribu se extendieron a los vecinos y a los desconocidos. En su forma rudimentaria, este esfuerzo de servicio se concretó en el cuidado de los individuos que enfermaban. A medida que fueron apareciendo civilizaciones más sofisticadas, el cuidado de los enfermos se extendió por incorporar la preocupación por otras situaciones humanas. Los métodos para hacer frente a problemas tales como la pobreza, la prevención de la enfermedad y cualquier tipo de incapacidad añadieron una dimensión social a la actividad de la enfermería (2).

 

Durante periodos concretos este sentido de comunidad se ha visto influido por oleadas de concienciación religiosa, ideales caballerescos, patriotismo y democracia, esfuerzos sociales y humanitarios… En tales situaciones la Enfermería se ha combinado con otras formas de ayuda caritativa y humanitaria. Sin embargo, la influencia religiosa probablemente ha sido la más poderosa. Durante largos periodos la Enfermería fue considerada como una llamada a la que podían acudir únicamente aquellos capaces de renunciar al mundo.

 

Foto 7 Enfermeras en el Krankenschwestern am Hospital General in Montreal, Canadá. 1894

 

La preocupación por la salud pública o de la comunidad fue un hecho patente en la antigüedad y siguió siéndolo con el desarrollo de las civilizaciones. Casi todas las tribus primitivas adoptaron algún tipo de práctica saludable con el fin de preservar su entorno. Estas prácticas elementales se hicieron más sofisticadas gracias a los avances tecnológicos, que dieron lugar a mejoras tales como los sistemas de desagüe. Con el tiempo, la preocupación se amplió para abarcar la enfermedad y su transmisión y empezó a concederse importancia al concepto global de salud (2).

 

LOS PUEBLOS PRIMITIVOS

 

Con el fin de eludir los estragos naturales y las enfermedades, el hombre primitivo tuvo que aprender a protegerse y a encontrar las posibles fórmulas de tratamiento y curación. Así pues, con el devenir de los años y viendo que no podían encontrar solución para todas las enfermedades a través del proceso de la experimentación, comenzaron a incorporar la creencia en espíritus y dioses, buenos y malos, que influirían de forma decisiva en el desarrollo de sus prácticas y remedios (1).

 

De estado época hacen referencia las cerámicas y las esculturas de los años 300 a 1200 antes de Cristo, en las que se observan constantes escenas de maternidad y de alumbramiento, como la formada por la comadrona y la mujer embarazada de final del periodo preclásico (1).

 

Foto 8 En las religiones periféricas de México occidental se conservaron grandes esculturas que describían las funciones que tenían las mujeres en esta época. En este caso, el grupo escultórico pertenece al San Louis Art Museum y en él se puede observar la expresión del arte relacionada con las actividades y creencias rutinarias. Son figuras de cerámica gris pulida, femeninas, antropomorfas, en las que, como regla general, destacan las pigmentaciones en color rojo y las bicromías

 

Con el fin de eludir los estragos de los males y las enfermedades, el hombre primitivo tuvo que aprender a protegerse a sí mismo y encontrar medios de tratamiento y curación. Durante este periodo de la historia, el hombre estaba mucho más cerca de la naturaleza y se movía por el reino animal sin apenas temor. Observaba ávidamente y aprendía de las prácticas de los animales ante sus dolencias. Incluso los animales intentan aliviar el dolor y eliminar las causas de infección. Se lamen las heridas para limpiarlas; comen hierbas, hojas y otras especies vegetales que actúan como eméticos y purgantes; sumergen sus heridas inflamadas en el agua, y realizan otras prácticas que tienen efectos significativos sobre su bienestar (2).

 

Pero el hombre primitivo no pudo encontrar tratamiento para todas las enfermedades a través del proceso de observación. Igualmente, dicho sistema sólo le permitió identificar las circunstancias naturales más evidentes que producían enfermedad. Sin embargo, consciente por instinto de que existían otros factores causantes de enfermedad, el hombre se volcó en la búsqueda de nuevas respuestas. Su estrecha intimidad con la naturaleza le permitió profundizar en las infinitas formas de vida sobre las que no poseía ningún tipo de conocimiento científico (2).

 

La incorporación de la creencia en espíritus, buenos y malos, influyó decisivamente en el desarrollo de las prácticas relacionadas con los tratamientos y remedios.

 

Las ideas de una naturaleza oculta, las supersticiones, se vincularon fuertemente a la etiología de las enfermedades, ya que el hombre primitivo aceptaba el origen sobrenatural de la mayoría de acontecimientos, incluyendo la enfermedad. Puesto que el hombre habitaba dos mundos, el visible y el invisible, apareció una combinación de prácticas ocultas y empíricas que creó el clima adecuado para el uso de la magia. El mundo sobrenatural podía afectar, y de hecho afectó, al hombre primitivo (2).

 

Foto 9 Isis amamantando a Horus. El Museo Vaticano de Roma posee una de las figuras más enigmáticas de Egipto, “Isis”, “La Diosa de la Curación”, que proporcionaba su ayuda a los enfermos, generalmente, a través de los sueños. De su madre, Horus, aprendió la medicina y el don de la profecía y de su Padre, Osiris, conoció el significado de la vida y de la muerte. Se construyeron numerosos templos en Egipto para la adoración a los dioses, especialmente a la diosa Isis, que con el tiempo se convirtieron en centros de vida comunitaria; en ellos se ejercía la medicina, a través de los sacerdotes - médicos, siempre invocando a su diosa

 

EGIPTO, TIERRA DE DIOSES

 

Una de las primeras civilizaciones que surgieron tras la prehistoria fue la egipcia, que a lo largo y ancho del Nilo conformaba sus límites. Los pueblos comenzaron a establecerse en este territorio, fruto de los cuales se erigió una civilización que superó con creces a sus contemporáneos. Dicha población basaba su premisa fundamental en un mundo espiritual habitado por dioses, donde las mujeres tenían una posición más elevada que en otros países orientales (1).

 

En General, las mujeres disfrutaban de una libertad y una dignidad bastante considerable para la época, teniendo en el interior del hogar una autoridad e importancia, en algunos casos, mayor que la del hombre.

 

Sus funciones principales eran: los cuidados en las propias casas; la labor de parteras, pues los médicos no practicaban la obstetricia, y las de amas de cría, que eran contratadas para amamantar a los recién nacidos durante seis meses aproximadamente. De esta manera y gracias al interés que suscitaba la ciencia surgió un pueblo adelantado en campos como la medicina, la enfermería, la farmacia y la higiene.

 

En este país surgió el primer médico conocido de la historia. En algún momento de la tercera dinastía, aproximadamente hacían año 2900-2800 antes de Cristo; se reconoce a Imhotep, como sacerdote médico más grande de Egipto. Su talla como personaje histórico fue creciendo en consonancia con sus proezas. Era reputado como cirujano y arquitecto de uno de los faraones, como sacerdote del templo, escriba ilustrado y mago famoso, y sacerdote médico. Imhotep destacó por su gran sabiduría y erudición en los campos de la salud, la magia y la religión. Tal era su éxito curando a los enfermos que se erigieron estatuas y templos en su honor. Tras la muerte de Imhotep, el pueblo egipcio lo elevó al rango de Dios de la medicina o de la curación (2).

 

GRECIA, LA BELLEZA POR LO ESTÉTICO

 

Los documentos históricos de Grecia comienzan en la “era de los dioses”. A través de la mitología se discutía sobre la salud, la enfermedad y la práctica cuidadora. Tenían sus propios dioses de la curación, como las serpientes, los topos y Apolo, el dios del sol, el de la salud y la medicina (1).

 

De hecho, la literatura griega hace numerosas referencias a las enfermeras que eran principalmente cuidadoras de niños, amas de cría y parteras, pues eran las que brindaban la mayor parte de los cuidados, mientras que los médicos colaboraban en los partos más complicados.

 

Aunque se hace referencia constante a la ayuda de la mujer en la medicina, aún quedan sin explicación quiénes eran las que elaboraban el resto de labores enfermeras, pues las actividades de las mujeres griegas, en gran parte de las ocasiones, se limitaban al hogar, a no ser que fuesen sacerdotisas, esclavas o prostitutas (1).

 

Foto 10 Como se ha observado a lo largo de la historia, la mujer griega también compartía el trabajo de la preservación de la salud. De hecho, una de las seis hijas del dios Esculapio y Epígona, fue “Higea”, que era considerada “la diosa de la salud” y fue representada a lo largo de las generaciones siguientes como una mujer robusta, sabia y cuidadora de personas y animales. Uno de los conocedores de las virtudes de la diosa fue el pintor barroco flamenco Peter Paul Rubens, que en diversos óleos la retrata como una mujer hábil en el manejo de las artes médicas, mostrándola en esta ocasión, con una serpiente enroscada en el brazo, como uno de los símbolos griegos de la salud

 

Toda la “familia de Esculapio” tiene una significación para las artes médicas y de enfermería, ya, qué si sus miembros fueron únicamente símbolos, debieron ser utilizados para describir aquellas tal como existían en ese tiempo, y si fueron seres reales, combinaron en sus carreras todas las líneas principales de especialización que consideramos modernas. Stewart y Austin 1962 (2).

 

Mientras los altares de Esculapio continuaban ofreciendo la curación por medios religiosos, los médicos laicos acumulaban conocimientos objetivos sobre las enfermedades comunes y su tratamiento. Estos hombres, que se desplazaban de una población a otra como artesanos, obtenían gran parte de su conocimiento junto al lecho de los enfermos.

 

Practicaban tanto la medicina general como la cirugía; finalmente la experiencia de algunos de ellos se recopiló en una colección de escritos atribuidos a Hipócrates.

 

Aunque probablemente existió un médico con este nombre, no fue él quien escribió todos estos trabajos; dado que su nombre se volvió legendario, se aplicó a toda la colección. Este fue el primer texto general de medicina considerado durante largo tiempo como una especie de Biblia de la profesión médica. Sbryock 1959 (2).

 

ROMA CULTO AL CUERPO Y A LA HIGIENE

 

Antes del dominio de Grecia, la medicina romana estaba caracterizada por la combinación de las prácticas populares, la magia y la religión, pero una vez que empezaron con la conquista, los médicos griegos pasaron a ser esclavos y comenzaron a realizar sus prácticas por todas las regiones que componían el Imperio Romano (1).

 

Los romanos constituyeron establecimientos de baños públicos y privados que con el tiempo adoptaron un carácter de centros sociales o de clubs.

 

Las ciudades eran más limpias que los de cualquier otra civilización antigua; la medicina militar era una de las cuestiones más adelantadas, brindándose los primeros auxilios en los mismos campos de batalla y apareciendo las primeras ambulancias de campaña.

 

La mujer era muy independiente y se dedicaba a numerosos quehaceres fuera del hogar; de hecho, algunas de estas mujeres se dedicaban a llevar a cabo las labores enfermeras, como era el cuidado de los niños y la ayuda de alumbramiento de los mismos, es decir, parteras.

 

Sin embargo, por otro lado, existía un grupo de mujeres y hombres que se dedicaban al cuidado de los enfermos, que eran básicamente los esclavos de las casas (1).

 

Foto 11 Las termas y baños romanos fueron fuente de inspiración del pintor holandés Lorenzo Alma-Tadema, quien representaba de forma sencilla y realista la vida de la Roma antigua. Sus pinturas estaban sin temas complicados, sin lecciones morales, motivo por el cual fueron criticadas durante muchos años. En este cuadro se puede observar las largas tardes que pasaban los romanos en los baños, de donde surgían las mejores comunicaciones y amistades, además de los cuidados que ofrecían los esclavos a sus señores, los amos

 

Los romanos no tuvieron religión, sistemas médicos ni arte propios, sino que los tomaron prestados en sus conquistas de otros pueblos. De Grecia, que hacia el año 146 antes de Cristo ya estaba bajo el poder romano, adoptaron objetos tangibles, como el dinero, los tejidos y los barcos de vela. Finalmente acabaron por asimilar las ideas griegas, su arte y su religión. El alfabeto griego fue adaptado a la lengua latina (2).

 

Los primeros romanos poseían dioses cuyas funciones eran en gran medida prácticas. Júpiter cuidaba del bienestar de la ciudad, Juno era la patrona de las mujeres, Marte era el dios de la guerra y Jano era el dios de las aperturas o principios. La prosperidad surgía cuando se complacía a los diose; el fracaso era la consecuencia de las iras divinas.

 

Foto 12 Visita al templo de Esculapio, lienzo de John Wiliam Webster

 

Durante este periodo inicial hubo dioses específicos de la curación. Sin embargo, en una etapa posterior se tomaron prestados los dioses de los griegos y prevaleció el politeísmo. Entre estos dioses figuraban Higea y Esculapio. También parecía existir un dios o diosa para casi todos los funciones fisiológicas o procesos patológicos, por ejemplo: Scapies, Angeronia, Fluonia, Uterina y Febris. Febris adquirió particular relevancia en Roma por el poder que tenía de bajar las fiebres asociadas a la malaria. Sin embargo, los antiguos romanos no tenían la superstición de que los enfermos y los locos estaban poseídos por los demonios (2)

 

Los romanos estaban muy adelantados en cuestiones de medicina y enfermería militar y cuidaban excelentemente a sus soldados.

 

Se brindaban primeros auxilios en el mismo campo de batalla y se creó un servicio de ambulancias de campaña. En un principio los soldados heridos eran trasladados a casas privadas; más tarde fueron cuidados en tiendas de campaña o en edificios separados, por ancianos, tanto hombres como mujeres, de buena disposición. Con el tiempo se edificó un gran número de hospitales militares llamados “valetudinaria”, algunos de los cuales tenían cabida para 200 enfermos o soldados heridos (2).

 

Foto 13 Enfermeras cuidando a un bebé

 

DEL MUNDO CRISTIANO A LA TRANSICIÓN ENFERMERA

 

Durante muchos siglos, la Historia la Enfermería ha constituido fuente de inspiración de artistas y escritores que, en busca de plasmar las prácticas enfermeras que se realizaban, han interpretado en sus lienzos a diosas, mujeres y hombres que veían en la medicina una forma de vida. Este periodo histórico, quizás bastante amplio, sufrió constantes transformaciones, cambios de papeles de mujeres a hombres y viceversa, aunque, sin embargo, una época de esplendor para el desarrollo de la profesión enfermera.

 

EL AUGE ARTÍSTICO DEL CRISTIANISMO

 

La historia la enfermería se convierte en una constante con el advenimiento del cristianismo.Las referencias a esta disciplina son continuas y se relacionan permanentemente con el servicio desinteresado a la humanidad, la dedicación a los demás sin esperar recompensa alguna (2).

 

Foto 14 Con el desarrollo de la Enfermería como profesión y forma de vida, surgieron las primeras matronas, descendientes de las romanas es que se dedicaban al cuidado de los enfermos y otras labores caritativas. Una de las más famosas fue Fabiola, que como muestra el pintor del siglo XIX, Jean Jacques Henner en su cuadro, tuvo junto con Marcela y Paula una especial influencia en el proceso ininterrumpido de la Enfermería

 

De esta forma, comenzaría la “Enfermería organizada”, consecuencia directa de estas enseñanzas y de la práctica diaria de las primeras diaconisas. Aunque, si bien es cierto que la herencia de la Enfermería, a partir de las enseñanzas cristianas son evidentes, existen su vez aspectos negativos, frutos de los obstáculos que propiciaron el propio pensamiento cristiano, como, por ejemplo, aquella premisa que decía que los que se dedicaran al cuidado de los enfermos debían ser humildes y pasivos, llegando en algunos casos a exigirles el desprecio total a ellos mismo (2).

 

Con un carácter fuerte, pero siendo la mayor parte de su vida penitente, Fabiola fue la más mundana de todas, aunque renunció a los placeres terrenales y se dedicó a los enfermos y a los pobres. Destaca, entre otras cosas, por tener una habilidad especial en el vendaje de las heridas y por crear un hospicio para pacientes convalecientes (1).

 

La incorporación de la mujer a la enfermería después del año 300 después de Cristo estuvo influida por tres factores como mínimo: “En primer lugar, la mejora posición social de la mujer romana; en segundo lugar, la doctrina cristiana de la igualdad de los hombres y las mujeres ante Dios, y por tanto en la tarea de Dios y por último el llamamiento cristiano de llevar a cabo su labor en nombre de todos aquellos que estaban afligidos”.

 

La posición de las mujeres fue un factor ciertamente importante. Fue el elemento esencial de aquel cristianismo que amplió enormemente las oportunidades para la mujer en el campo de servicio social útil, al abrirle la puerta a dedicaciones honorables y activas especialmente en el caso de las mujeres solteras.

 

Además, las enseñanzas de Cristo tendían a poner al hombre y a la mujer en un plano de igualdad, lo cual permitió la incorporación de las mujeres a puestos de liderazgo en relación con las tareas caritativas y sociales.

 

Finalmente, la libertad de asumir esfuerzos de tipo humanitario llevó a muchos hombres al campo de la enfermería.

 

Las actividades del cuidado eran compartidas por hombres y mujeres y a veces incluían los residuos de la magia y los remedios empíricos y caseros de los primeros periodos de historia (2).

 

EDAD MEDIA, MIL AÑOS DE CAMBIO

 

La época medieval constituyó un cambio fuerte en la Historia de la Enfermería. Dividido en dos periodos, Alta y Baja Edad Media, las prácticas enfermeras se encaminaron a diferentes terrenos.

 

Por un lado, se encuentra la Alta Edad Media, donde la actividad de la Enfermería, como tal, se ennobleció al dedicarse a ellas numerosas personas de la realeza y de la nobleza, siendo considerada como una actividad de penitencia que se utilizaba como medio de purgación (1).

 

Por otro lado, la Baja Edad Media, la situación y la sociedad cambió. A partir de ese momento se caracterizó por tener grandes movimientos migratorios de la población, motivo por el cual se propagaron más enfermedades y vieron la necesidad de crear nuevos tipos de órdenes para el cuidado de los enfermos.

 

El crecimiento de las ciudades influyó considerablemente en que la Enfermería saliera de las instituciones y volviera de nuevo a los domicilios (1).

 

Foto 15. Prudencia, Arrepentimiento, Fuerza y Justicia. En la época oscura surgieron los primeros hospitales, en los que se realizaban diversos trabajos caritativos, aparte de los propios de Enfermería, pues estaban diseñados para acoger a peregrinos, pobres, huérfanos, locos, etcétera. Sus primeras enfermeras fueron mujeres laicas, penitentes y viudas. Aunque con el tiempo los hombres, que eran los sirvientes, comenzaron a ayudar en el trabajo a las Enfermeras. Un retrato de esta época es el dibujo en miniatura del “Pabellón de enfermos del Hôtel Dieu” del siglo XV de París

 

LA ENFERMERÍA EN EL RENACIMIENTO

 

El renacimiento fue uno de los grandes movimientos que sufrió la civilización. Fue el resultado de un espíritu de cambio y de búsqueda del hombre por nuevos conocimientos y por la estética.

 

De esta manera comenzó el declive de la Iglesia y la preocupación por lo mundano, lo terrenal. Esta renovación hizo que cambiase el interés por las artes y las ciencias, dando una influencia muy positiva a la medicina.

 

No obstante, esta sabiduría hizo que surgiesen tendencias materialistas, securalistas e individualistas en la población.

 

Foto 16 Durante el Renacimiento se comenzaron a dar importancia a las nodrizas, que eran mujeres al servicio de los intelectuales y de la clase alta, que se dedicaban en exclusiva al cuidado de los niños. Como se puede observar en el cuadro de madera de Joost Van Geel, con un gran realismo el autor pretende destacar la calidad humana de las cuidadoras, a su vez que describe situaciones de la vida cotidiana.

 

REVOLUCIÓN Y DECADENCIA DE LA ENFERMERÍA

 

Comenzaron las revoluciones políticas, económicas e intelectuales y, con ellas, los hombres y mujeres de la época solicitaban un cambio rápido y efectivo. Así pues, la Medicina sufrió una transformación galopante, empezaron a basarse en el método científico para la investigación, es decir en experimentación (1).

 

Foto 17 “Mrs. Gamp, on the Art of Nursing”. Fred Barnard 1870s. Laicismo en la sanidad y Protestantismo: Corriente religiosa cristiana que tuvo su origen en las ideas del alemán Martín Lutero en el siglo XVI; y se caracteriza por creer que la salvación no depende de las obras sino de la fe y por considerar la Biblia como la única fuente de todas sus enseñanzas; defiende la igualdad esencial de todos los miembros de la Iglesia y solo tiene dos sacramentos, el bautismo y la eucaristía. “Las cuatro tradiciones principales del protestantismo que emergieron tras la Reforma fueron la luterana, la calvinista, la anabaptista y la anglicana”. … en Gran Bretaña en el siglo XIX, las enfermeras eran alcohólicas, sucias, promiscuas, sin ninguna formación

 

Sin embargo, la Enfermería dividió su peor momento, sin duda, el “Periodo Oscuro de la Enfermería”, sobre todo en los países protestantes, en el que los asistentes o enfermeros laicos eran ignorantes, rudos y desconsiderados.

 

Las enfermeras eran reclutadas de entre antiguas pacientes, presas o de los estratos más bajos de la sociedad. La práctica enfermera estaba desorganizada y carecía de posición social, de ahí que fuesen caricaturizadas (1).

 

LA ENFERMERÍA DESDE FLORENCE NIGHTINGALE

 

Tras la época de revoluciones, Florence Nightingale creó su nueva Enfermeria; era una forma diferente de concebir la ayuda a los demás, de prestar subsidio y paliar sus dolencias. Así pues, se puede definir a Nightingale como una de las precursoras de la Enfermería científica, donde las labores enfermeras que llevaba a cabo se iban acercando cada vez más a las que hoy en día se practican.

 

Lo que principalmente caracterizó a Nightingale es que era una enfermera de los pies a la cabeza. Fue una persona muy significativa dentro de Historia de la Enfermería Moderna y una reformadora de los hospitales. Sus logros a lo largo de su vida fueron impresionantes, si se tienen en cuenta el contexto en el que se encontraba, pero unos de los más admirados fue su reforma en el sistema de cuidados de salud militar en Gran Bretaña y la aportación de un programa de formación de la Enfermería basado fundamentalmente en la profesionalización de aquellos que estaban dedicados al cuidado de los enfermos (1).

 

Foto 18 Grabado de Florence Nightingale atendiendo a los soldados heridos en el Hospital de Scutari. 1854

 

Comenzó su aportación militar, en la guerra de Turquía en la que fue nombrada superintendente del Female Nursing Establishment of the English General Hospitals de Turquía y en la que acompañada por treinta y ocho enfermeras diseñó un hospital nuevo y una forma de cuidar a los enfermos especializada, a pesar de que se veía obstaculizada constantemente por las autoridades masculinas militares, que se resistían a cambio y al hecho de que ella fuese una mujer.

 

La llegada al Hospital de Scutari, fue el cuatro de noviembre de 1854. El Sr. y la Sra. Bracebridge acompañaron a la Srta. Nightingale, así como un clérigo y un guía. El sábado veintiuno de octubre 1854, justo una semana después de que Florence hubo hecho su generoso ofrecimiento, el grupo de enfermeras a su cargo estaba ya constituido: por 10 Hermanas Católicas de la Misericordia, (Hijas de la Caridad), 8 de la orden fundada por la Srta. Sellon, 6 del Hogar de San Juan, 3 seleccionadas por la mujer que inició el proyecto y 11 seleccionadas entre las demás solicitantes. Total 38 (3).

 

Foto 19 En el cuadro de Jerry Barratt encontramos, al fondo, a Florence Nightingale recibiendo a los soldados heridos de Scutari. Muchos de ellos se murieron, por eso, les prometió que iba a dedicarse en cuerpo y alma a salvar vidas a través de las prácticas enfermeras que, al principio, iba desarrollando y que, posteriormente, enseñaría a formarse a las futuras enfermeras. Perteneciente al National Portrait Gallery, la tela relata con toda claridad la labor que ejercía en aquellos años

 

Sobreponiéndose a los obstáculos del principio, consiguió que los hospitales se convirtiesen en un refugio donde los enfermos se pudiesen recuperar realmente. Así pues, tras la guerra de Turquía, en Crimea, etcétera; Florence hizo la promesa a los soldados muertos de seguir luchando por la causa y comenzó a realizar una investigación formal de los cuidados de salud en el ámbito militar.

 

El segundo equipo de enfermeras, llegó el 2 de diciembre de 1854, cuarenta y siete en total. Llegaron 2 del Hogar de San Juan, 10 enfermeras protestantes, 20 enfermeras selectas del Hospital, protestantes y 15 Hermanas de la Caridad, católicas. En Total 47.

 

Recuento total del primer y segundo grupo de enfermeras que llegó al Hospital de Scutari fueron: 85, de las cuales 60 eran Protestantes y 25 Católicas Romanas (3).

 

Por otro lado, una de las aportaciones más significativas hacia la Enfermería fue la creación de un programa organizado de formación para enfermeras, Nightingale Training School for Nurses, cuyo objetivo primordial era el de preparar a las enfermeras de los hospitales, enfermeras de distrito para los enfermos pobres y enfermeras capacitadas para formar a otras. De tal manera que así los estudiantes iban tanto a los hospitales como a los domicilios para cuidar a los pacientes y a sus familias y enseñarles cómo debían preservar la salud.

 

Florence Nightingale y su Escuela sirvieron de ejemplo por otras muchas Escuelas que surgieron en todo el mundo, y consiguió que la Enfermería pasase de la oscuridad a la luz de las profesiones respetables y reconocidas (1 y 2).

 

Foto 20 Lavinia Lloyd Dock fue una de las grandes líderes de la Enfermería. Estuvo comprometida activamente con la protesta social y participó en la marcha con las mujeres y en contra de la guerra, a pesar de que se consideraba que las enfermeras o las damas no debían involucrarse en estos temas. En este retrato, perteneciente a la Universidad de Columbia en el estado de Nueva York, a pesar de encontrarse en una edad bastante avanzada, se puede observar el tesón y la fuerza interior que la caracterizó toda su vida (3 y 4)

 

CON EL CAMBIO DE SIGLO LLEGÓ UNA NUEVA ENFERMERÍA

 

El siglo XX ha sido la consecuencia de los esfuerzos sociales realizados durante el siglo XIX, por eso, es denominado por los historiadores como el “siglo de la conciencia social”. La Enfermería comienza a concebirse como una actividad científica, y las Escuelas e Instituciones empiezan a formar e investigar de manera organizada.

 

Termina el periodo de prueba, tanto las Escuelas de formación como las enfermeras graduadas empiezan a organizarse y a ser aceptadas en los hospitales. La Enfermería, unida a los avances que se llevan a cabo en el terreno de la salud y de la tecnología, comienza a mejorar al mismo tiempo que los países más desarrollados. Los estudiantes de Enfermería mejoran el servicio a los enfermos y reducen el gasto en los hospitales, al mismo tiempo que dichos centros empiezan a crear sus propias Escuelas y las mujeres son consideradas como las grandes pioneras de este movimiento (1).

 

Foto 21 Foto en el retrato de Lillian Wald se puede observar que fue una de las jóvenes adineradas de la época, que tras terminar sus estudios en New York Hospital School of Nursing y realizar en la Facultad de Medicina de Nueva York unas prácticas con madres inmigrantes, decidió dedicarse a la Enfermería del sector público. Viendo que los servicios sanitarios del sur de Nueva York eran bastante escasos y que la población estaba amontonada en las aceras, decidió con una compañera de estudios irse a vivir a la calle Henry en la que llevaba a cabo cualquier tarea enfermera o labor social que se les presentase. De esta manera, surgió la “Casa de la calle Henry”, que se convirtió en el servicio de enfermeras visitadoras más popular de la ciudad de Nueva York. Henry Street Visiting Nurse Service, una enfermera revisando los oídos a un bebé chino, Museum of the City of New York.1940 (3 y 5)

 

En consecuencia, las líderes de Enfermería decidieron unirse para controlar sus propios niveles de formación y mejorar cada vez más la práctica. Así como fruto de esta revolución femenina surgieron mujeres célebres como Lillian Wald y Lavinia Lloyd Dock (1).

 

Foto 22 Las enfermeras que partieron para atender a los soldados heridos en la Primera Guerra Mundial. Las enfermeras formadas en el patio del palacio de Buckingham. 1914

 

LAS ENFERMERAS EN GUERRA

 

Primera Guerra Mundial

 

La Primera Guerra Mundial creó una gran demanda de enfermeras y exigió un enorme esfuerzo por parte de los profesionales sanitarios, ya que a medida que se iba desarrollando el conflicto bélico las carencias de personal eran cada vez mayores. Así surgieron, con la entrada de Estados Unidos en la guerra, las primeras enfermeras pertenecientes a la Escuela de Enfermeras del Ejército, que tenían su acción en los hospitales militares (1).

 

Posteriormente, cuando la guerra estaba más encarnizada, surgió la idea por parte de Estados Unidos de realizar un programa acelerado y ampliado de formación para estudiantes de Enfermería, que estaba subvencionado con fondos federales, y era en el que pertenecerían al Cuerpo de Enfermeras Cadetes de los Estados Unidos de América, de tal forma que dichas cadetes se comprometerían a servir donde fueran requeridas, tanto en las organizaciones civiles como en las militares, durante el tiempo que durase la guerra.

 

Fue tal el apogeo de este programa, que hubo una enorme avalancha de estudiantes que pidieron el ingreso y, de esta manera, se consiguió cubrir todas las necesidades principales que propiciaba la guerra (1).

 

Foto 23 Enfermeras francesas leyendo y tocando el arpa para los soldados heridos franceses en la Primera Guerra Mundial en el Hospital Militar de París, 1915

 

Segunda Guerra Mundial

 

Durante la segunda guerra mundial, sólo Estados Unidos convocó a más de 59.000 enfermeras pertenecientes a la cadena de evacuación del Departamento Médico del Ejército. Su labor estaba fundamentalmente en los hospitales de campo y de evacuación, en los trenes, barcos y aviones (1).

 

Pero a medida que se iba desarrollando la guerra los suministros médicos y alimenticios eran cada vez más escasos, con lo que desembocó en que la mayor parte de las tropas sanitarias padecieran malnutrición, con las inminentes consecuencias que con ello contraían, como la malaria, la disentería, el beriberi y el dengue.

 

Debido a la situación en la que se encontraban los países aliados del conflicto, decidieron evacuarlas rápidamente a Australia y formar allí a las estudiantes de Enfermería en técnicas militares para que pudieran sustituirlas. No obstante, a pesar de que habían recibido una educación militar adecuada, cincuenta y cinco enfermeras fueron tomadas como prisioneras y obligadas a curar a los soldados heridos enemigos (1).

 

Foto 24 Cuerpo de Enfermeras del Ejercito inglés en la II Guerra Mundial. La enfermera Jefe, lleva la Cruz de Malta sobre el delantal blanco, 1940

 

Guerra Civil Española

 

Cuando en julio de 1936, España se rompió en dos mitades y comenzó su propia guerra civil, las enfermeras eran unas de las mujeres más solicitadas e instruidas del conflicto.

 

Los constantes carteles y posters “Respeta a la Enfermera. Por cuidarte dejó a los suyos”, que aparecían en las ciudades españolas y evocaban a unas mujeres luchadoras y tenaces, cuya función exclusiva era la de cuidar a los enfermos y a los soldados heridos.

 

Asistían a todo, tanto a los hospitales de las grandes ciudades como a los hospitales de campaña, e incluso, en algunas ocasiones en el propio frente. Los documentos resaltan que estas enfermeras tenían la misma consideración que cualquier capitán, teniente o sargento en cuanto a la formación y especialización, y cualquier lugar era bueno para enseñar a las aprendices (1).

 

Foto 25 Damas de Sanidad Militar y Damas de la Cruz Roja en las escaleras del Hospital Militar General Mola de San Sebastián

 

Guerra de Corea

 

Cuando el 25 de junio de 1950 estalló la Guerra de Corea, las enfermeras de los tres ejércitos fueron llamadas a filas para servir en las zonas de combate. Pero ante el miedo de que les aconteciese lo ocurrido en la pasada guerra, el Comité Conjunto de Enfermería para la Seguridad Nacional, junto con seis organizaciones, solicitó que se reclutara a todos los estudiantes de Enfermería del momento y que se formasen auxiliares de Enfermería por las posibles bajas que se sucediesen (1).

 

Además, se creó el primer hospital móvil del ejército y un Cuerpo de Enfermeras de las Fuerzas Aéreas que se dedicó al cuidado de los soldados heridos y pacientes transportados mediante esta vía.

 

Durante la Segunda Guerra Mundial el ejército americano había experimentado y demostrado la necesidad de contar con un nuevo tipo de hospital que pudiera estar situado tan cerca del frente como resultara razonablemente seguro, entre quince y treinta kilómetros de primera línea (2).

 

La Primera unidad de este tipo apareció finales de noviembre de 1942 y se probó bajo condiciones de fuego real en la Guerra de Corea. El Hospital Quirúrgico Móvil del Ejército (MASH), podía desplazarse con gran rapidez. Era básicamente una unidad de 60 camas con flexibilidad para ampliarse a cinco o seis veces su capacidad habitual. En un lapso de pocas horas podía admitir y tratarse a varios cientos de personas. El hospital normalmente estaba compuesto por diez médicos, doce enfermeras de ellas dos anestesistas y noventa hombres del cuerpo sanitario. Podía instalarse en cualquier lugar disponible que estuviese libre como, un establo, una iglesia, una escuela o en las tiendas que llevaba consigo el ejército americano. Un destacamento de helicópteros estaba al servicio de cada unidad MASH para permitir una evacuación inmediata de los enfermos graves. Estas unidades que eran las más cercanas al primer hospital al que se enviaban a los soldados heridos; fue un factor primordial para mantener alta la moral de los soldados.

 

Foto 26 La Academia de Enfermería de las Fuerzas Armadas de Corea, el 6 de enero de 1951, creó el primer plan de estudios del país para enfermeras en un momento en que las enfermeras estaban en escasez absoluta. La primera generación de graduadas fue asignada tenientes del ejército y sirvieron para atender a los soldados heridos. La foto muestra a una enfermera que cuida a los heridos en un tren. Foto: Academia de Enfermería de las Fuerzas Armadas de Corea

 

El recién estrenado Cuerpo de Enfermeras de las Fuerzas Aéreas Americanas se enfrentó a su primera gran prueba durante esta guerra. La responsabilidad primordial de sus miembros era el cuidado de los pacientes transportados por vía aérea. El volumen de soldados heridos era impresionante. En un solo día, el 5 de diciembre de 1950, se evacuó por vía aéreomédica a 3.925 soldados heridos. El cuerpo había movilizado todos sus recursos y acelerado los programas de formación de enfermeras. Al final de la guerra serían evacuados a más de 350.000 soldados heridos mediante aviones de carga a hélice.

 

Las enfermeras sirvieron en toda la península de Corea. Una vez más, estas enfermeras habían hecho una enorme contribución al progreso en los cuidados de enfermería a los soldados heridos (2).

 

Guerra de Vietnam

 

La guerra del Vietnam fue una de las más polémicas de la historia de los Estados Unidos, pues las manifestaciones de protesta fueron continuas y la negación por parte del gobierno norteamericano a abandonar el conflicto era rotunda. Así pues, como en otras guerras, las enfermeras se vieron implicadas en las campañas de Vietnam (1).

 

Foto 27 La historia de una enfermera en Vietnam. Serie televisiva norteamericana, “Playa de China”, que comenzó su andadura en 1988. Ambientada en la retaguardia de la Guerra de Vietnam, su protagonista era una carismática enfermera, la teniente Colleen McMurphy (interpretada por Dana Delany), que alternaba valentía, ternura y sacrificio en el desempeño de sus funciones. La serie estaba basada en el libro “Home Before Morning: The Story of an Army Nurse in Vietnam”, escrito por Lynda Van Devanter, que sirvió como enfermera durante un año en un hospital de evacuación en Vietnam. Su difícil experiencia la llevó a estudiar Psicología para poder comprender mejor el trastorno por estrés postraumático que sufrió al regresar a Estados Unidos y decidió apoyar la integración de las mujeres en la Asociación de Veteranos de Guerra. Los profesionales de Enfermería siempre están abriendo caminos donde haga falta.

 

Hubo muchas bajas, aunque la única que murió por un bombardeo directo fue la teniente primera Sharon A. Lane, de Ohio. Dentro de las desavenencias que trae consigo la propia guerra, una de las aportaciones que trajo a la Enfermería fue la inclusión de los hombres dentro del sector, llegándose a formar unidades de enfermeros varones exclusivamente, que fueron disueltos en poco tiempo por la importancia que había adquirido ya la mujer en la Enfermería.

 

La participación en la guerra de Vietnam de las enfermeras militares estadounidenses no comenzó hasta marzo de 1962 (2).

 

El primer contingente que llegó a la República de Vietnam lo componían diez enfermeras del Ejército asignadas al VIII Hospital de Campaña de Nha Trang. En febrero de 1966 ya estaba sirviendo 300 enfermeras del Ejército, la Marina y las Fuerzas Aéreas. Más de 200 enfermeras eran miembros del Ejército, 37 sin contar a las enfermeras de vuelo asignadas a los aviones de evacuación médica, eran de las Fuerzas Aéreas y 39 de la Marina, incluidas las 29 que servían a bordo del buque hospital “Repose”. Más tarde a este buque lo acompañaría el Sanctuary. Ambos estaban equipados para proporcionar servicios médicos y de enfermería óptimos a los soldados heridos. Entre marzo de 1962 y marzo de 1973 más de 5.000 enfermeras americanas sirvieron en Vietnam.

 

Foto 28 El buque hospital USS Repose, anclado en el puerto de Yokosuka, Japón, el 19 de enero de 1952

 

La incorporación de los enfermeros varones a las fuerzas regulares del Ejército, la Marina y las Fuerzas Aéreas Americanas se convirtió en realidad gracias a un proyecto de ley del Congreso en 1966.

 

En abril de 1975, con el final de la guerra, se produjo un éxodo masivo de refugiados vietnamitas. Las enfermeras militares trabajaron con diligencia para proporcionar los cuidados de enfermería a estas gentes en los campos de refugiados y durante la evacuación aérea a los Estados Unidos. También contribuyeron a la enseñanza de las enfermeras y médicos vietnamitas (2).

 

LOS HOMBRES EN LA ENFERMERÍA

 

En una profesión en la que mayoritariamente son mujeres, los hombres han tenido que esforzarse, a lo largo de la historia, para hacerse un pequeño hueco en este sector y llevar a cabo las prácticas enfermeras. Así pues, a pesar de que durante años han estado a la sombra de sus compañeras, las enfermeras, hoy en día han logrado equiparar sus puestos y han contribuido, junto a éstas, a la creación de una nueva enfermería (1).

 

La verdadera inclusión de los hombres en la enfermería se llevó a cabo en la época de las cruzadas, donde aparecerán numerosas órdenes militares cuyo destino final era el cuidado de los enfermos.

 

Aunque las primeras aportaciones de los hombres datan de la Edad Media, ya en el Imperio Romano aparecieron organizaciones de varones, que formaron una hermandad conocida bajo el nombre de “parabolani” y basaba, principalmente, en el cuidado de los demás, en periodos en los que la peste negra asoló el área mediterránea.

 

No obstante, la verdadera inclusión de los hombres en la Enfermería se llevó a cabo en la época de las Cruzadas, donde comenzaron a aparecer numerosas órdenes, tanto militares como religiosas, cuyo destino final era el cuidado de los enfermos.

 

Las órdenes Militares de Enfermería eran un tipo especial que surgieron en el seno de hermandades militares y cuya base teórica era la combinación de los atributos de la religión, la caballería y la caridad al servicio del prójimo. De esta forma, construyeron y equiparon grandes hospitales y destinaron sus esfuerzos en la cura de los enfermos.

 

Por otro lado, se formaron otras grandes órdenes designadas con el nombre de hospitalarios, cuyos miembros eran de tres tipos de clase: caballeros, sacerdotes y Hermanos sirvientes.

 

Los primeros eran hombres de cura patricia que llevaban armas, protegían a los peregrinos y luchaban en las Cruzadas, aunque cuando no estaban en la guerra ofrecían sus servicios a la cura de los enfermos. De este tipo de órdenes la más destacada fue la de los Caballeros Hospitalarios de San Juan de Jerusalén, que estaban bajo la protección de San Juan el Limosnero y Santa María Magdalena.

 

También, estaban los Caballeros Teutónicos de la orden germánica de los Caballeros Hospitalarios, que provenían de familias nobles en las que tomaban los tres votos habituales de pobreza, castidad y obediencia, además de la obligación absoluta de la cura de los enfermos y de la defensa de la fe (1).

 

Foto 29 Orden de los Caballeros Hospitalarios de San Juan de Jerusalén

 

Y, por último, los Caballeros de San Lázaro, que fueron la orden más antigua de todas las consideradas hospitalarias y que, la constituían los guerreros qué habiendo participado en la guerra de las Cruzadas, habían padecido el azote de la lepra, un problema social bastante importante en aquella época.

 

Así, durante el periodo que conforma la Edad Media, los hombres comenzaron a participar en la labor enfermera del momento, pero años más tarde cuando llegó la época de revoluciones políticas, sociales y económicas, empezaron a perder protagonismo y poder y las mujeres volvieron a hacerse con las riendas de los hospitales y centros destinados al cuidado de los enfermos.

 

Foto 30 Enfermeros y sanitarios en el puesto de primeros auxilios. Impresión de Lucien Jonas. Colección Library of Congress, Washington, D. C. 1927

 

Tuvieron que pasar bastantes décadas hasta que los hombres volvieron a participar de las prácticas enfermeras; comenzaron a aparecer enfermeras ilustres que dedicaban todo su empeño a la enseñanza de otros estudiantes que querían seguir sus pasos.

 

Posteriormente, llegó el periodo de entreguerras, la Primera y Segunda Guerra Mundial, en el que se produjo la incorporación de enfermeros varones a las tres fuerzas del Ejército de tierra mar y aire gracias a una ley establecida en enero de 1965 en la que se les incluía paulatinamente en los servicios enfermeros.

 

Aunque han ido haciéndose en pequeña medida un hueco en la Enfermería del siglo XX y del siglo XXI, todavía a día de hoy se puede decir que son más las mujeres que se dedican a esta profesión que los hombres, aunque quizás, dentro muchos años esta situación se equipare ya que, últimamente, ha aumentado considerablemente el número de estudiantes varones en enfermería.

 

Bibliografía

1.- Metas de Enfermería. Suplemento del número 38 de septiembre, 1999

 

2.- Historia de la Enfermería. M. Patricia Donahue. Profesora del College of Nursing. Universidad de Iowa. Estados Unidos. 1985

 

3.- Blog de Historia de la Enfermería. “Enfermería Avanza”. 2007

http://enfeps.blogspot.com/

 

4.- La Enfermera Sufragista. Lavinia Lloyd Dock. Manuel Solórzano Sánchez. Publicado el domingo día 14 de junio de 2015

http://enfeps.blogspot.com.es/2015/06/la-enfermera-sufragista-lavinia-lloyd.html

 

5.- Lillian d. Wald. Fundadora de la Enfermería de Salud Pública o Enfermería Comunitaria. Manuel Solórzano Sánchez. Publicado el viernes día 11 de septiembre de 2015

http://enfeps.blogspot.com.es/2015/09/lillian-d-wald.html

 

Foto 31 Enfermeros y sanitarios en la repatriación de los heridos de las guerras de Ultramar. 125 años de la Cruz Roja

 

Enciclopedia Wikipedia

Manuel Solórzano Sánchez. Grado en Enfermería

Manuel Solórzano Sánchez - Wikipedia, la enciclopedia libre

https://es.wikipedia.org/wiki/Manuel_Sol%C3%B3rzano_S%C3%A1nchez

Día 20 de octubre de 2022, jueves

 

Entziklopedia en Euskera

https://eu.wikipedia.org/wiki/Manuel_Sol%C3%B3rzano_S%C3%A1nchez#Ibilbidea

Día 27 de octubre de 2022, jueves

 

Foto 32 Manuel Solórzano Sánchez. Graduado en Enfermería. Enfermero

 

Manuel Solórzano Sánchez

Graduado en Enfermería. Enfermero Jubilado

Insignia de Oro de la Sociedad Española de Enfermería Oftalmológica 2010. SEEOF

Miembro de Enfermería Avanza

Miembro de Eusko Ikaskuntza / Sociedad de Estudios Vascos

Miembro de la Red Iberoamericana de Historia de la Enfermería

Miembro de la Red Cubana de Historia de la Enfermería

Miembro Consultivo de la Asociación Histórico Filosófica del Cuidado y la Enfermería en México AHFICEN, A.C.

Miembro no numerario de la Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País. (RSBAP)

Académico de número de la Academia de Ciencias de Enfermería de Bizkaia – Bizkaiko Erizaintza Zientzien Akademia. ACEB – BEZA

Insignia de Oro del Colegio Oficial de Enfermería de Gipuzkoa. Años 2019 y 2022

Sello de Correos de Ficción. 21 de julio de 2020

masolorzano@telefonica.net

 


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