HOSPITALES – ASILOS –
CENTROS SANITARIOS – CUARTOS SOCORRO
El
domingo 12 de febrero de 1905, se inauguró en Madrid en la calle López Hoyos
número 7, el Sanatorio Inglés “Villa Gloria”, gran establecimiento instalado
con el mejor gusto en un magnífico palacete y constituido con arreglo a la ley
de Sanidad vigente, con objeto de atender al tratamiento de diversas dolencias
médico – quirúrgicas (con excepción de las contagiosas y mentales) (1).
FOTO
1 Fachada principal del Sanatorio Inglés “Villa Gloria”. Dr. Naranjo y Rute,
Director técnico y Jesús Arenas, secretario administrador del Sanatorio
El
nuevo Sanatorio Inglés, modelo de su clase, está emplazado en uno de los edificios
más elevados y reconocidamente higiénicos de esta corte, entre la Castellana y
el barrio de la Prosperidad, en la prolongación del barrio de Salamanca (1).
El
conjunto del edificio está constituido por tres pisos y las habitaciones
destinadas a los enfermos ocupan en su mayor número la parte de la fachada
Mediodía, siendo el mobiliario de aquellas, dentro de lo que la asepsia
aconseja, confortable y de excelente gusto y calidad (1).
Tiene
el Sanatorio Inglés catorce habitaciones de esta especie, independientes en
absoluto unas de otras, para acomodar a igual número de pacientes.
Igualmente
hay habitaciones para las personas que deseen acompañar a los enfermos durante
su permanencia en el Sanatorio (1).
FOTO
2 Comedor particular. Enfermera en la sala de esterilización e instrumental
La
sala de operaciones y de desinfección y la de baño están admirablemente
instaladas, y el instrumental es todo excelente.
Para
la estancia de los enfermos en el nuevo establecimiento se han establecido tres
clases de pensión: la primera clase abonarán 20 pesetas diarias; los de segunda
15 y los de tercera 10.
Al
acto de la inauguración concurrieron varios eminentes médicos de esta corte, y
los representantes de los principales periódicos; todos los cuales fueron espléndidamente
obsequiados con un “lunch” servido por Lhardy.
La
propietaria del Sanatorio Inglés doña Josefa
Mathews, merece plácemes por su esplendidez, y el director – médico Dr.
Naranjo y Rute y el secretario – administrador señor Jesús Arenas, por el
acierto con que han hecho la instalación del nuevo establecimiento (1).
Las
enfermeras llevaban las instrucciones y formación de la Escuela de Florence Nightingale (1).
FOTO 3 Vestíbulo y sala de recibo del
Sanatorio Inglés “Villa Gloria” de Madrid 1905
Don
Lorenzo Barrio y Morayta. Abogado,
director de “El Foro Español” y consultor del Sanatorio Inglés, que ha
contribuido a su fundación (1).
La formación
de las enfermeras
Las Escuelas
de enfermeras agrupaban a numerosas mujeres competentes y moralmente
intachables (2).
La formación
constaba de tres meses y aprendían estas mujeres a cuidar a los enfermos pobres
en sus propios hogares y en los establecimientos que se crearon para ello.
En los
hospitales, algunos habían empezado ya a protestar ruidosamente contra las nuevas enfermeras.
En 1856, John Flint South, cirujano en el hospital St. Thomas de Londres,
declaró que en su opinión “una enfermera no necesitaba más formación
que una criada”. A pesar de todo, Florence y el Fondo Nightingale
comenzaron a negociar en 1859 la creación de un centro de formación de
enfermeras en el hospital St. Thomas. La oposición de ciertos sectores de la
profesión médica era inevitable (2).
Le parecía también evidente que los
mejores profesores eran los que practicaban realmente su oficio:
La autora de estas líneas, que conoce tal
vez mejor que ninguna otra persona en Europa lo que podríamos llamar el trabajo
de enfermera de hospital, es decir, la labor práctica de la enfermera, cree sinceramente
que es algo imposible de aprender en los libros y que sólo se puede aprender a
fondo en las salas de un hospital; también cree que para aprender a administrar
cuidados médicos en cirugía, la mejor escuela de Europa es observar a una “monja”
de cualquier hospital de Londres (Nightingale, 1860).
Aunque Florence Nightingale consideraba que los libros de texto eran
inapropiados para enseñar en qué consistía el “quehacer” de la enfermera,
admitía que los libros podían ser útiles para familiarizarse con el entorno
administrativo o sanitario de la labor de la enfermera. Su insistencia en que,
para facilitar el estudio y la reflexión, cada alumna enfermera debía tener su
propia habitación en el Hogar Nightingale muestra que no sólo le preocupaba el
aspecto práctico de la formación (2).
FOTO 4 Sala de operaciones. Enfermeras de la
Escuela de Florence Nightingale en el Sanatorio Inglés “Villa Gloria” de Madrid
1905
En sus primeros años, la Escuela Nightingale tenía las
siguientes características:
La escuela era independiente, pero estaba
vinculada a un hospital;
las alumnas dependían únicamente de la
enfermera jefe;
la escuela proporcionaba un hogar a las
alumnas;
la instrucción de las alumnas corría a
cargo de los miembros del hospital (monjas y médicos);
la evaluación de las alumnas corría a
cargo de las monjas y de la enfermera jefe;
las alumnas recibían un salario mínimo
durante su formación;
el contrato de alumna enfermera estipulaba
que ésta debía aceptar, tras su formación, un puesto en algún hospital elegido
por el Fondo Nightingale, cuya política consistía en enviar grupos de
enfermeras para difundir el sistema Nightingale de formación en otros
hospitales (2).
La nueva labor de Florence Nightingale
entrañaba no pocas dificultades. El sistema dependía de monjas que carecían de
formación; los médicos, como era de prever, no entendían que las enfermeras
necesitaran una formación específica; la enfermera jefe, Sarah Wardroper, responsable de las enfermeras en el hospital,
utilizaba a las alumnas como personal suplementario. En definitiva, no
resultaba fácil encontrar alumnas con las cualidades requeridas (2).
Las primeras
emigraciones de “enfermeras Nightingale” a Australia, Canadá, India, Finlandia,
Alemania, Suecia y Estados Unidos permitieron la creación de una red
internacional de escuelas que aplicaban el sistema Nightingale. A medida que el
oficio de enfermera se convertía en todo el mundo en una ocupación digna para
la mujer, la “lámpara” de Florence Nightingale pasó a ser el emblema de la
profesión, simbolizando, por un lado, la esperanza transmitida a los heridos en
Crimea y, por otro, la cultura y el estudio. Cuando, en 1934, se creó la
Florence Nightingale International Foundation con el objeto de perpetuar
dignamente el legado educativo de Florence Nightingale, su emblema fue,
naturalmente, una “lámpara” (2).
HOSPITAL INGLÉS “VILLA GLORIA” MADRID 1904
Con el deseo
de alcanzar a la clase media-alta e incluso a la aristocracia, doña Julia
Jones sufragó los gastos de un “Hospital Evangélico Inglés” en
Madrid. A cada enfermo se le regalaba un Nuevo Testamento y literatura
evangélica de calidad. Fue inaugurado en 1904 en presencia del cuerpo médico,
la prensa y destacadas personalidades y del embajador británico en persona (3).
En la
revista “Gleanings from Spain” se
anunciaba de la siguiente manera (traducido del inglés):
“Visitantes
de Madrid: para el beneficio de su salud podrían encontrar todo lo que
necesitan en este Sanatorio (el único de su clase). Está hermosamente situado
en un terreno elevado y amueblado con todos los adelantos modernos. Aspecto
soleado, con gran jardín con sombras. Asistencia médica y enfermería inglesa
(3).
Contacto:
Miss Mathews, Columela, 17, Madrid.”
Pablo Enrique Lemore en un artículo en la revista
“Edificación Cristiana” (año 1981) comenta: “Los cuantiosos gastos de
mantenimiento y la falta de personal adecuado no permitieron que ambos
servicios (Hospital y salón de té) fuesen llevados a cabo durante muchos años.
Quedan como testimonio de un inteligente esfuerzo para evangelizar a todas las capas de la sociedad
española” (3).
FOTO 5 “Sanatorio”
anunciado al borde del parque del Buen Retiro en el año 1905. La calle sigue
existiendo, aunque no con espacio, aire y vistas hoy en día. Archivo
Histórico de las AA. HH. Madrid (3)
ASISTENCIA SANITARIA EN MADRID EN 1909
HOSPITALES
Hospital del Buen Suceso. Calle de la
Princesa número 39 y 41 (barrio de Pozas) Madrid.
El objeto del
establecimiento sigue siendo el mismo que cuando lo fundaron los Reyes
Católicos para los servidores de la Real Casa.
Cuenta con todo
lo necesario al uso a que está destinado, y además sostiene tres consultas
públicas, divididas en la forma siguiente;
Consulta pública
general.
Consulta pública
de Medicina y Cirugía.
Consulta
especial de Oftalmología.
Puede visitarse
con permiso de su Director (4).
Hospital Provincial. Calle Santa
Isabel número 54, Madrid. Aunque su situación topográfica no es la más
adecuada, reúne buenas condiciones higiénicas.
Hay en el
establecimiento 40 salas, todas ellas embaldosadas y con un zócalo de
baldosines desde el suelo a la altura de dos metros próximamente.
Estas salas
están destinadas a enfermedades distintas; hay también un departamento de
dementes y una sala llamada de distinguidos, en la que, mediante el pago de una
módica cantidad, se presta a los enfermos una esmerada asistencia.
En el piso bajo
se halla instalado el balneario y un gabinete de inhalaciones.
En el piso
principal existe un gabinete electroterápico, montado con arreglo a los últimos
adelantos. En el piso segundo hay una sala para presos enfermos.
Hospital Provincial de San Roque, para
epidémicos.
Calle Hilarion
Eslava número 13, Madrid.
Hospital Homeopático de San José. Calle Eloy
Gonzalo, antes Habana número 3, Madrid. Entrada los domingos, de nueve a cinco.
Hospital de los Italianos. Calle Princesa
número 19, Madrid. Fue fundado en el reinado de Felipe II. Tiene por objeto la
asistencia de italianos enfermos pobres.
Los enfermos que
no van al hospital son visitados en sus domicilios y socorridos con medicinas y
dinero durante su enfermedad.
Hospital de Jesús Nazareno. Calle Amaniel
número 11, Madrid. Está destinado a albergar pobres impedidas e incurables.
Se ingresa por
turno riguroso de antigüedad en las concesiones, justificando la pobreza,
cuando se trata de plazas gratuitas.
Puede visitarse
los domingos, de nueve a once de la mañana y de tres a cinco de la tarde.
Hospital de la Caridad. Calle Travesía
del Fúcar número 24, Madrid.
Hospital Militar. Carabanchel Bajo, Madrid.
Recientemente
construido, honra a los ingenieros que han dirigido las obras y merece ser
visitado, por los adelantos adoptados, pues según la opinión de eminencias
profesionales de todos los países, es uno de los mejores, si no el mejor
edificio del mundo en su género.
Ocupa una
extensión de 84.123 metros cuadrados, y está construido sobre la falda del
cerro Almodóvar, a una altura de 680 metros sobre el nivel del Mediterráneo.
Veinticuatro
edificios o pabellones aislados constituyen el hospital; cuatro, de dos pisos
cada uno, se destina a enfermedades comunes internas de Medicina; dos, de un
solo piso, con comunicación por una galería de hierro y Cristales, con el de
operaciones quirúrgicas, a las de Cirugía; otros dos, también de un solo piso,
para aislar los enfermos sujetos a procedimientos judiciales y para los
dementes en observación; uno, de planta baja y principal, para jefes y
oficiales enfermos, y tres, uno de dos pisos y dos de uno solo, para
enfermedades infecciosas.
En todos los
demás se han dispuesto los servicios médicos y administrativos; Instituto anatomo-patológico,
cuarteles para los sanitarios y para las caballerizas y cocheras, capilla,
balneario general, depósito de hielo para las aplicaciones terapéuticas,
dependencias especiales para las barracas de epidemias, depósito de cadáveres y
habitaciones para el personal cuyo cometido es de constante permanencia en el
establecimiento.
FOTO
6 Hospital de La Princesa. Hospital del Rey. Real Sanatorio Victoria Eugenia de
Valdelatas, comedores. Madrid
Hospital de Inválidos. Calle Cruzada
número 3, Madrid. Entrada todos los días mediante el permiso consiguiente del
Director.
Hospital Clínico de San Carlos. Calle Atocha
número 106, Madrid. Entrada todos los domingos, de tres a cinco de la tarde.
Hospital de Nuestra Señora del Carmen para Hombres
incurables.
Calle Atocha número 117 y 119, Madrid. Puede verse todos los jueves y domingos,
de tres a cinco de la tarde.
Hospital del Niño Jesús. Calle Ronda de
Vallecas, Madrid. Entrada los domingos.
Hospital de San Fermín. Calle Cisne
número 26, Madrid.
Hospital de San Luis de los Franceses. Calle Claudio
Coello número 78, Madrid. Entrada los jueves y domingos, de tres a cuatro.
Hospital de la Princesa. Calle Alberto
Aguilera número 1, Madrid. Entrada todos los domingos. Hay distinguidos.
Hospital de San Pedro
para Sacerdotes. Calle San Bernardo número 101, Madrid.
Puede verse todos los días, de diez a doce y de cuatro a seis en verano, y de
tres a cinco en invierno, por la tarde.
Hospital de San Juan de Dios. En septiembre
de 1897 fueron trasladados los enfermos del antiguo Hospital de San Juan de
Dios, situado en la calle de Atocha, y derribado por ruinoso, al nuevo edificio
levantado en las inmediaciones de la Plaza de Toros.
Forman el
hospital, todo el construido por el sistema Tollet, ocho pabellones capaces
para 560 enfermos, seis de dos pisos con cabida de 80 cada uno y dos de un piso
para 40. Cinco pabellones para enfermos contagiosos, capaces para veinte
enfermos cada uno. En total pueden albergarse en este hospital 660 enfermos.
Hoy sólo está
habilitado para 300, siendo el número que de ellos existe el de 270 a 280 por
término medio. La clase de enfermos que en él se admiten son exclusivamente
venéreos y sifilíticos y de afecciones cutáneas.
Hospital de San Rafael, para niños.
Paseo de las Acacias número 6 duplicado, Madrid.
Hospital de la
Venerable Orden Tercera de San Francisco. Calle San Bernabé
número 13, Madrid. Cuenta con 80 camas, distribuidas en ocho espaciosas salas,
y sostiene dos consultas públicas, una general para toda clase de enfermedades
y otra especial para las de la vista, a las que acuden diariamente centenares
de pacientes.
Puede visitarse
los jueves y domingos, de nueve a once de la mañana.
Hospital e
Instituto Quirúrgico del Dr. Federico Rubio. Moncloa.
Este establecimiento, inaugurado el año 1900, es un modelo en su género, que
debe ser visitado por todos los amantes de la ciencia. Está dedicado a la terapéutica
operatoria.
Hospital de Epilépticos del Marqués de Vallejo. El año 1901
fue inaugurado este soberbio monumento erigido a la caridad por el ilustre
Marqués de Vallejo, en Carabanchel, Madrid.
Instituto Oftálmico.
La Reina Doña María Victoria fundó un consultorio para enfermedades de la
vista, que se estableció en el Colegio de Nuestra Señora de Loreto,
trasladándose después a la Calle de Santa Isabel número 3, y después a la de
Santa Bárbara número 2 de Madrid.
Don Francisco de las Herrerías y del Arco
dejo un legado de 971.000 pesetas para la construcción del Instituto, y gracias
a la buena administración de su testamentario don Nicolás de Acha y Cerrajería, que duplicó dicha cantidad; ha podido
construirse el soberbio edificio, dirigido por el arquitecto don José Urioste en las calles del General
Arrando y Zurbano, ocupando una extensión de 42.723 pies. El aspecto exterior
es majestuoso y el interior reúne cuantos detalles exigen la comodidad y la
higiene: amplios y ventilados dormitorios, salas de espera y consulta pública,
de profesores y de operaciones, comedores, lavabos, cuartos de baño, capilla,
con una magnífica Virgen de Domínguez, almacén de ropas, lavaderos, etc. etc.,
teniendo la debida separación todos los servicios por pabellones de hombres y
mujeres, y otro para enfermos infecciosos.
Cedido el
edificio al Estado, se aceptó la cesión, encargando la administración del mismo
a una Junta de patronos de real nombramiento. La Reina madre ha dado 5.000 pesetas
para material quirúrgico y también han hecho donativos los demás individuos de
la Familia Real (4).
FOTO
7 Alfonso XII visitando el hospital de coléricos de Aranjuez, 1885
ASILOS
Asilo de las Hermanitas
de los Pobres. Calle Almagro número 1, Madrid. Su
objeto es recoger ancianos pobres de uno y otro sexo, inútiles para el trabajo.
Vive exclusivamente de la caridad pública, implorada por las mismas Hermanitas.
Los ancianos en
él acogidos, pueden ser visitados por sus parientes los domingos y jueves, de
dos a cuatro de la tarde, pudiéndose visitar el establecimiento a todas las
horas del día. Hay otro de la misma especie en la calle de López de Hoyos
número 10 de Madrid.
Asilo de San Bernardino. Fue creado en
1834 y depende del Ayuntamiento de Madrid. Sostiene unos 400 acogidos entre
niños y ancianos.
El
establecimiento esta higiénicamente acondicionado y tiene, en distintos
pabellones, talleres de sastrería, zapatería, cerrajería y otros; clases de
primera enseñanza y de adorno, y una Academia de música, donde se instruye y
perfecciona una numerosa banda.
Asilo o Casa de Caridad para Huérfanas y Sirvientas
sin ocupación.
Plaza de San Francisco número 2, Madrid. Recoge huérfanas y las educa para el
servicio doméstico; da alojamiento a las criadas desacomodadas, y tiene otra
sección para colegialas, que pagan una peseta diaria.
Asilo de Huérfanos del Sagrado Corazón de Jesús. Calle Claudio
Coello número 82, Madrid. E l objeto de este asilo es dar educación cristiana a
los huérfanos desvalidos, instruyéndoles en primera enseñanza, con gran
amplitud. Recibida esta se les enseña un oficio, y cuando se hallan en
disposición de trabajar en él, parte del producto de su trabajo se deposita en
la Caja de Ahorros, para que al salir del asilo tenga un capitalito para
establecerse. E l número de asilados es de 210.
Asilo de Inválidos del Trabajo. Calle Vista
Alegre, Madrid. Se fundó en 1887 para albergar a los obreros solteros o viudos
que por un accidente desgraciado hayan quedado absolutamente inválidos para el
trabajo. El número de asilados es el de 60. Los gastos para el sostenimiento
del asilo se consignan en los presupuestos del estado.
Asilo de Nuestra Señora de la Asunción. Calle Arango
número 1, Madrid. Para educar niños pobres de ambos sexos, hijos de albañiles y
demás artesanos inutilizados en el trabajo, siempre que aquellos no pasen de
catorce años.
Asilo de Nuestra Señora de las Mercedes. Calle Nuñez de
Balboa, Madrid. Lo fundó y sostiene la Diputación provincial de Madrid, y se
acordó acoger en el a las huérfanas albergadas en el Hospicio.
La educación de
las asiladas está a cargo de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul.
Hay además en el establecimiento un profesor de dibujo, otro de música y una
profesora de gimnasia.
Asilo de El Pardo.
Sirve para albergar personas necesitadas de cualquier condición o edad. Existen
en el establecimiento talleres, en los que se confeccionan prendas de vestir y
todo lo necesario para satisfacer las necesidades de los asilados. El número de
estos oscila entre 500 y 600.
Asilo de la Santísima Trinidad. Calle Marqués
de Urquijo número 16, Madrid. El fin de este Instituto es el de recoger a las
jóvenes extraviadas, habiendo en la actualidad 220 acogidas, de las cuales 120
proceden del Hospital de San Juan de Dios.
Asilo de Párvulos de María Cristina. Carretera de
Extremadura número 34, Madrid. Debe su fundación a la iniciativa de la Reina
Doña María Cristina, a cuyas expensas vive.
El fin de esta
institución es prevenir los efectos del abandono de los niños y aliviar a los
padres de los gastos de educación de sus hijos, cuando no tienen medios para
pagarla.
Asilo de San José para impedidos. Calle del
Olmo, Madrid. Vive de la caridad pública, y su objeto es acoger a los pobres de
uno y otro sexo impedidos para el trabajo.
Asilo de Santa Cristina. Calle Moncloa,
Madrid. A la caridad inagotable del pueblo de Madrid se debe la construcción de
este asilo, cuyo objeto es recoger los mendigos que pululan por la corte.
Asilo de Santa Lucía. Calle de la
Ruda número 12, Madrid. Lo fundó el Dr. Albitos, explicándose todos los años en
él un curso libre de oftalmología. El objeto de este asilo es la curación de
los enfermos que padecen de los ojos.
Asilo de Niños de Lavanderas. Calle Glorieta
de San Vicente, Madrid. Se fundó a expensas de la Reina Doña María Victoria, y
tiene por objeto recoger a los hijos de las lavanderas durante las horas que
dedican al trabajo.
Albergue del Patronato de la trata de blancas. Calle del
Marqués de Monteagudo.
Asilo para ancianos de
ambos sexos. (Patronato Rojas). Calle de Breton de
los Herreros, Madrid.
Asilo del Apostolado
del Corazón de Jesús y San Ignacio de Loyola. Camino Alto de
San Isidro número 4, Madrid.
Asilo de Jóvenes Sirvientas. Calle
Fuencarral número 113, Madrid.
Asilo del Buen Consejo. Calle Pacifico
número 55, Madrid.
Asilo de Gratitud para Niñas. Calle General
Pardinas número 20, Madrid.
Asilo de Huérfanas de San Vicente de Paul. Calle Bravo
Murillo número 98, Madrid.
La Inclusa. Calle Embajadores número 41, Madrid.
Asilo de Maternidad. Calle Mesón de
Paredes número 72, Madrid.
Asilo de Santa Susana. Plaza de
España, Madrid.
Asilo de las Hermanas de la Caridad del Sagrado
Corazón de Jesús.
Calle Tutor número 34, Madrid.
Asilo de San José para impedidos. Calle Ayala
número 37, Madrid.
Casa de Salud de Santa Cristina. Calle de
O’Donnell, Madrid.
Casa de Salud de Nuestra Señora del Rosario. Calle Príncipe
de Vergara, Madrid. Está regida por las Hermanas de Santa Ana, y está dispuesto
para que en el puedan practicar los médicos de Madrid operaciones quirúrgicas.
También presta asistencia a los pobres cuando salen convalecientes de los
hospitales.
Colegio de Huérfanas de la Unión. Vista Alegre,
Madrid. Su objeto es dar asistencia y educación a las huérfanas de militares
muertos en campaña o de resultas de heridas recibidas en ella.
FOTO 8 La visita de la madre al hospital, de
Enrique Paternina García Cid. 1892. Museo del Prado
Colegio de La Paz. La Excelentísima señora doña
Ana Fernández de Córdoba, duquesa de Feria, fundó este colegio en el año 1679,
con el fin de que fueran trasladadas a él las niñas de la Inclusa y para que en
el establecimiento completaran su educación, enseñándoseles todas las labores
propias de su sexo.
Colegio de Ciegos de Santa Catalina de los Donados. Vista Alegre,
Madrid. Está sostenido por el Estado, y su fin es educar e instruir a jóvenes
ciegos en la primera enseñanza y en la de música.
Colegio - Asilo.
Fundado por los marqueses de Vallejo para niñas huérfanas, al cuidado de las
Hermanas de la Caridad. Paseo del Cisne número 6 de Madrid. Inaugurado en 1906.
La Cruz Roja.
Oficinas centrales calle Huertas número 11, bajo, Madrid. Depósito de material,
hotel de Bellas Vistas (provisional y en arreglo). Sanatorio, Hospital de
Valle-Hermoso.
La Cruz Roja
Española, además del socorro a los heridos y enfermos en los campos de batalla,
en los hospitales y pontones marítimos, acude con los elementos de que dispone
al auxilio de las desgracias ocasionadas por calamidades y siniestros, que por
la importancia del daño revisten el carácter de públicos.
Cuna de Jesús. Plaza de la Cebada número 12, Madrid.
Esta Sociedad caritativa fue fundada por el marqués de Aledo en 1894. Tiene por
objeto fundar, sostener e inspeccionar los asilos dedicados a acoger y cuidar
durante el día a niños pobres en lactancia.
Hospicio de San Fernando y Colegio de Desamparados. Calle
Fuencarral número 84, Madrid. Depende de la Diputación provincial, y su objeto
es dar albergue a cuantos pobres varones lo soliciten, siempre que sean hijos
de Madrid y su provincia, o bien si llevan de residencia en la misma cinco
años.
Inclusa, Colegio de la Paz, Casa de Maternidad y
Asilo de niños de Cigarreras. La Inclusa en la calle Embajadores
número 45, Madrid. Fue fundada en 1572 con el fin de evitar infanticidios. En
el mismo edificio está la Casa de Maternidad, instituida en 1859 por el
presbítero don José M. Tenorio, donde se admiten jóvenes que se hallen encinta,
y el departamento de los niños de cigarreras, donde están recogidos durante las
horas del trabajo en la fábrica.
Instituto de Religiosas
Adoratrices y Colegio de Desamparadas. Calle Duque de Osuna
número 5, Madrid. Su objeto es acoger, educar e instruir a las jóvenes
extraviadas. Las acogidas pueden permanecer en los colegios tres o más años,
hasta que obtengan colocación adecuada.
Real Casa e Iglesia de San Andrés de los Flamencos. Calle Claudio
Coello número 105, Madrid. Tienen derecho a recibir alojamiento en ella durante
'tres días todos los pobres de la nación flamenca.
Santa Real Hermandad del Refugio y Piedad. Calle
Corredera de San Pablo número 16, Madrid. Las obras de su instituto son: religiosas, mediante las que rinde
culto a San Antonio; caritativas,
que ejerce concediendo socorros a las parturientas pobres; abonando pensiones
para la lactancia de sus hijos; auxiliando a los que viven en una pública
mendicidad; prestando valiosa ayuda a los que, por su adversa suerte, se vieron
en la necesidad de abandonar sus estudios o trabajos; sosteniendo hospederías
en los balnearios de Archena y de Trillo, a los que envía y atiende bajo sus
expensas 700 pobres.
Sociedad Protectora de los Niños. Calle Amaniel
número 11, Madrid. El objeto de esta humanitaria Sociedad es procurar por todos
los medios posibles la conservación de la vida de los niños desde su
nacimiento, libertándolos de los riesgos y peligros a que los expone su
debilidad; protegerlos, cualquiera que sea su clase y condición, contra el
abandono, la miseria, los malos tratamientos y los ejemplos de inmoralidad.
Sostiene un
Sanatorio para niños en los baños de Trillo y dos Escuelas en la calle de Bravo
Murillo número 42, Madrid; y ofrece gratuitamente una consulta de Derecho y
otra de Medicina, trabajando para que se cumplan las leyes protectoras de la
infancia.
Comedores gratuitos de
Nuestra Señora de Lourdes. En la calle del Mesón de Paredes,
residencia de las Hermanas Francesas de San Vicente de Paul. Socorren con
comida y cena a las madres pobres.
CASAS
DE SOCORRO
Las Casas de
Socorro tienen por objeto auxiliar toda clase de accidentes ocurridos dentro o
fuera del distrito; para esto se hallan dotadas de un botiquín, camas, apósitos
y vendajes, así como de personal facultativo suficiente de guardia con el
auxiliar necesario.
Sean ricos o
pobres los pacientes, se les presta servicio, tanto de día como de noche, en la
calle o en la Casa de Socorro. Consulta todos los días, de doce a una, para los
enfermos pobres del distrito a que pertenezca la Casa (4).
FOTO 9 Hospital
Obrero de San Francisco de Paula. Sanatorio de Tablada. Hospital de
Epilépticos. Madrid
Bibliografía
1.-
Revista Nuevo Mundo del 23 de febrero de 1905, páginas 20 y 21
2.- Attewell,
Alex. Florence Nightingale 1820 – 1910. Temperamentum 2010, 11
Este texto se publicó originalmente en:
Perspectivas: revista trimestral de educación comparada (París. UNESCO: Oficina
Internacional de Educación), vol. XXVIII, n° 1, marzo 1998, págs. 173 - 189.
3.- En la
revista “Gleanings from Spain” se
anunciaba de la siguiente manera. Archivo Histórico de las AA. HH. Madrid
4.-
Noticiero Guía de Madrid. Año XIII
de publicación. Dirigido por Vicente Castro Les. 1909
Fotos
Fotos
6 y 9. Fotos Hospitales Madrid
Foto
10 Hospital General de Atocha 1900
FOTO
10 Hospital General de Atocha 1900
AUTOR:
Manuel Solórzano Sánchez
Graduado en
Enfermería. Servicio de Traumatología. Hospital Universitario Donostia de San
Sebastián. OSI- Donostialdea. Osakidetza- Servicio Vasco de Salud
Insignia de Oro
de la Sociedad Española de Enfermería Oftalmológica 2010. SEEOF
Miembro de
Enfermería Avanza
Miembro de Eusko
Ikaskuntza / Sociedad de Estudios Vascos
Miembro de la
Red Iberoamericana de Historia de la Enfermería
Miembro de la
Red Cubana de Historia de la Enfermería
Miembro
Consultivo de la Asociación Histórico Filosófica del Cuidado y la Enfermería en
México AHFICEN, A.C.
Miembro no
numerario de la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País. (RSBAP)
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