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1 Niños en el Orfelinato de los Ogijares de Granada
ALEGRÍA,
LUZ Y SOL EN LA CASA DE LOS NIÑOS
A
dos kilómetros de Granada, se alzan las magníficas edificaciones que encierran
el gran Orfelinato de los Ogijares. Categóricamente podemos afirmar que, aún en
aquella capital andaluza, desconocen la importancia de este Centro, donde una
gran contingente de la infancia, a la que faltó el abrigo familiar, vive
rodeada de las más variadas atracciones.
El
Orfelinato se halla instalado en varios de los edificios construidos un día
para leprosería regional, que no llegó a funcionar.
Todo
es en aquellos lugares, ambiente de alegría, de sol, de luz… entre las
múltiples edificaciones, jardines, fuentes y entre estos cientos de chiquillos
que participan del bienestar que allí, con desinterés, se les brinda.
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2 Bajo el sol de Granada, los niños del orfelinato muestran su alegría
Hay
pabellones dedicados a niños de destete; otros para los que ya pasan de dos
años y así, por grupos, separados los niños de las niñas. El orden y esmero
presiden todas las actividades y a ello colaboran las perfectas instalaciones
de agua corriente por todas partes, servicio de duchas y cuanto puede exigir
una higiene moderna. En el pabellón de lactantes, un grupo de nodrizas y
enfermeras atiende las necesidades de algunos niños.
Para
los restantes hay formado un grupo de doce jóvenes que, con abnegación, dedican
todo el cuidado moral y material de los pequeños.
Entre
el enjambre de cabecitas rubias y morenas que por todos lados nos sigue, no
hubiera sido posible hacer un cálculo de cuantos niños había allí, pero se nos
afirma por el jefe del Centro, que pasan de quinientos, entre los dos sexos.
Desde que sólo tienen dos años, hacen vida por separado, incluso en juegos, los
niños y las niñas.
A
la capilla, dispuesta especialmente para estos seres que comienzan su carrera
por la vida, los mayores, acuden a diario. Y allí se está formando una centuria
de <> que, sin duda, será la única integrada en España
sólo por niños de menos de cuatro años. Cómo es lógico, esta centuria, con
mandos propios, dispone de instructor dependiente de la Organización Juvenil de
Granada.
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3 Para hacer sus construcciones, los niños recogen chinas del suelo
El
régimen de vida, para cuantos viven las horas del Orfelinato, se emplean, casi
por completo, a robustecer el cuerpo con aire y sol. En los paseos y jardines,
entre los espacios de las casas, disponen de muñecos, otros juguetes y materiales
para construcción. Tanto cariño ponen en estos trabajos, que grupos de niños
diseminados en varios lugares, se obstinan en la tarea de recoger chinas y
transportarlas hasta el lugar de la <>. Otros realizan juegos
formando cercos, <> humanos y otras mil monerías de diverso
género.
Entre
los quinientos niños hay un cuadro artístico. Lo forman pequeños de menos de
tres años que nos ofrecen el fruto de largo trabajo de sus instructoras. Unos
bailan, otros cantan y el conjunto nos parece algo admirable, conseguir cosas
como éstas, que ejecutan al primer ruego de las jóvenes que los atienden.
Niños
y niñas visten trajes blancos, que armonizan con sus caras en las que
resplandece el contento y la salud mezclados. Las niñas lucen sobre sus cabezas
lazos negros. Los zapatos de todos también son de este último color. Del
régimen allí establecido hablan bien claro las estadísticas, que apenas conocen
enfermedades, tan corrientes en niños de tan corta edad.
Los
niños, tienen en su mayoría un régimen lácteo; pero ellos no han conocido aún
carestía de leche y mensualmente se sirve para su consumo un total de cinco mil
doscientos litros. Los gastos de alimentación se calculan en más de veinticinco
mil pesetas anuales sin contar los extraordinarios. Cada niño, según su edad tiene
cuna o cama individual. De la parte superior de los servicios en el Orfelinato
están encargadas además de un administrador, enfermeras y religiosas.
Las
clases, de iniciación a las diversas materias, la reciben los escolares en
escuelas de párvulos que funcionan fuera de los edificios. Para llegar a ellas,
salvo la resistencia natural de algunos pequeños, que en el momento propicio
rompen en llanto, marchan formados en filas. Nada más encantador que este
cuadro que nos ofrecen los pequeños, caminando entre canciones, guardando con
sus vacilantes pasos la formación.
LA
VIDA DE LOS HUÉRFANOS SE FORMARÁ HACIA EL TRABAJO
El
medio millar de niños, unos antes y otros después, llegarán a la edad en que
tendrán que inclinarse por una profesión u oficio. Todo entonces estará
preparado porque en otros edificios, que los pequeños no ocupan, encontrarán
talleres de distintas actividades y salones de costura las mujeres.
Quizás
en pocos orfelinatos se hayan previsto cuantos detalles dejamos apuntados al
reseñar la vida en éste, en donde hemos empleado un día entero para recorrerlo
y admirar la labor que se lleva a cabo con tantos niños, que pertenecen a la
orfandad a la que esta España, con tantas pruebas de cariño trata a través de
múltiples obras.
Con
ser hermoso el lugar, dónde se levantan los edificios del Orfelinato, se
dispone de un pabellón en la costa del Sur, a donde la mayoría de ellos, en
distintos períodos de tiempo, se trasladan para participar de los beneficios
del agua y brisas marinas.
Como
puede comprenderse, el traslado no obedece a una necesidad para la salud de los
niños. Más bien constituye la colonia marítima, una variedad en los factores
que influyen en el mejor desarrollo de la infancia y también, ¿por qué
negarlo?, en acentuar el dorado de los cabellos y los rostros, que se muestran
con expresión que la inocencia de estos seres encierra, expresión de alegría de
la que son las más atrayentes depositarios.
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4 Cinco mozalbetes de rostro curtido por el sol y llenos de salud. Enfermera
con niña en brazos, rebosando salud, alegría y bienestar
Todos
los gastos de este orfelinato los sufraga la Diputación de Granada, con el
interés y celo que sobre el centro ejerce la delegación provincial de Auxilio
Social de aquella capital. R. Antiñolo
Revista comprada en
Salamanca
Mundus
Libri. Ana Fortes
Calle
Compañía nº 43
Salamanca
Fotografías
Fotógrafo
R. Antiñolo y Arenas
Reporter:
A. Alonso
Bibliografía
Semanario
gráfico nacionalsindicalista. Año III, número 145. 9 de diciembre de 1939
Dirección
y Redacción: Avenida nº 2. Teléfono 11.821. Administración: Elcano nº 7.
Teléfono 12.308. San Sebastián
AUTOR:
Manuel Solórzano
Sánchez
Graduado
en Enfermería. Servicio de Traumatología. Hospital Universitario Donostia de
San Sebastián. OSI- Donostialdea. Osakidetza- Servicio Vasco de Salud
Insignia
de Oro de la Sociedad Española de Enfermería Oftalmológica 2010. SEEOF
Miembro
de Enfermería Avanza
Miembro
de Eusko Ikaskuntza / Sociedad de Estudios Vascos
Miembro
de la Red Iberoamericana de Historia de la Enfermería
Miembro
de la Red Cubana de Historia de la Enfermería
Miembro
Consultivo de la Asociación Histórico Filosófica del Cuidado y la Enfermería en
México AHFICEN, A.C.
Miembro
no numerario de la Real Sociedad Vascongada de Amigos del País. (RSBAP)
1 comentario:
Yo estuve en ese orfanato estábamos numeradas tenía el número 15 me gustaría ponerme en contacto co gente mi mejor amiga se llamaba carmen cita compartíamos la comida un saludo
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