martes, 20 de junio de 2017

La Memoria del Hospital San Antonio Abad de San Sebastián 1907

Nuestro distinguido amigo el médico de guardia del Hospital Civil u Hospital San Antonio Abad, don Luis Alzua ha tenido la atención, que le agradecemos, de enviarnos un ejemplar de la Memoria anual que presenta á la junta de patronato de la Casa de Misericordia y Hospital Civil de San Antonio Abad.

Es un documento tan curioso como erudito y sentimos que la falta de espacio nos impida ocuparnos de él con la atención que se merece, máxime teniendo en cuenta que por la reforma introducida en algunos artículos del reglamento cesa el señor Luis Alzua en la redacción de esa Memoria.

FOTO 1 La Voz de Guipúzcoa. Jueves 21 de Febrero de 1907. Grupo de médicos en el Hospital San Antonio Abad, 1932. Foto Pascual Marín. Kutxa Fototeka

El año 1906, ya finado, dice el señor Luis Alzúa, ha sido excelente bajo el punto de vista sanitario, pues excepción hecha del sarampión que originó un respetable número de entradas allá por los meses de Enero y Febrero, ninguna otra enfermedad ha sobresalido en el nivel habitual de nuestras Estadísticas, y este sello especial de benignidad, tiene su apéndice en la marcha clínica de las enfermedades del aparato respiratorio que ha dado un contingente la mitad menor que los años anteriores.

Ocupándose luego de los enfermos tuberculosos, dice que se sigue empleando con éxito la tuberculina Marechal y el Fhosote y sus resultados han sido mejores aún si cabe, que el año anterior, pues en dos enfermos, de los muchos en que se han empleado, han llegado á ganar de 10 á 12 kilos en tres meses de tratamiento, siendo negativo el resultado del análisis bacilar hecho á la salida de los enfermos como positivo fué á la entrada de los mismos.

Las salas de cirujía rebosan, como siempre, mayor actividad, siendo su causa muy sencilla de explicar.

Así como los médicos, dice el señor Luis Alzua, ante muchísimos casos clínicos no podemos salir de una esfera limitada de medios terapéuticos más allá de los cuales nada nos es posible intentar, puede en cambio el cirujano dar un carácter agudo á un caso crónico y así se ve, por ejemplo, que en una úlcera crónica ó un linfoma tuberculoso no estará el cirujano con las manos quietas esperando la cicatrización lenta de la primera ó la resolución más ó menos tardía del segundo, si no que cogiendo el bisturí y la tijera escoge de la piel sana un trozo para cubrir la úlcera ó estirpa el ganglio enfermo evitando al paciente una supuración siempre larga y que consume sus debilitadas fuerzas.

FOTO 2 Grupo de médicos en el Hospital San Antonio Abad. El 4º es el Dr. Dámaso Sánchez. 1947. Foto Paco Marí. Kutxa Fototeka

A continuación vuelve á insistir el autor de la Memoria que reseñamos, en la necesidad de un sanatorio marítimo para niños é indica como sitio apropiado el antiguo departamento de Maternidad del hospital que tiene dos pisos, bajo y principal, con comedor y cuarto de labor, más dos salas espaciosas donde pueden albergarse buen número de niños de tuberculosis no pulmonar, pues en éstos, excepción hecha de la forma tórpida, la cura marina está contraindicada.

Como la situación de la sala antedicha está próxima al mar, allá pueden ir niños y niñas bajo la dirección del guardián respectivo los días de verano é invierno en que la estancia á orillas del mar es una verdadera delicia.

Terminado el relato de lo más importante de los hechos transcurridos durante el año, pasa á ocuparse el señor Luis Alzúa de la posibilidad de convertir en asilo ó sanatorio de tuberculosos el actual edificio de Uba.

FOTO 3 Sala de mujeres, Hija de la Caridad, enfermeras y enfermas del Hospital San Antonio Abad de San Sebastián. Archivo fotográfico: Manuel Solórzano

Con gran elocuencia y profusión de datos explica el señor Luis Alzúa lo que se hace en el extranjero para proporcionar al obrero punto donde recobrar su salud perdida y aboga porque se imite aquí el ejemplo de Alemania creando una caja provincial ó municipal al estilo de aquel adelantado país con un personal inteligente á quien el obrero y el patrono mandarían su modesto óbolo para socorros en caso de necesidad, tanto del cabeza de familia imposibilitado por dolencia aguda ó crónica, como su familia.

Analiza las condiciones del asilo de Uba y dice que son buenas para el objeto á que se destinaría, porque tiene un aire puro, está resguardado del viento, expuesto todo el día al sol, teniendo pro vecindad un magnífico bosque de robles y pinos que pudiera comprarse con poco dinero.

Además, en Uba no hay polvo, pues tiene una hermosa arboleda delante de su principal entrada y un camino vecinal donde hay muy poco movimiento, está á la distancia de suficiente número de metros, y por si esto no basta, hay un río por medio, que es el Urumea, desde cuya margen izquierda empieza la subida directa al asilo actual.

Al final de la Memoria aparecen curiosas estadísticas, que completan el luminoso trabajo del señor Luis Alzúa.

Existían en fin de Diciembre de 1905, 154 enfermos y durante 1906 ingresaron 1.011.

Salieron 874, fallecieron 135 y quedaron 156.

Se practicaron por el doctor Hilario Gaiztarro 211 operaciones quirúrgicas y 5 cataratas por el doctor Miguel Vidaur.

Terminamos estas notas, que sentimos no poder ampliar, felicitando al señor Luis Alzúa por su excelente trabajo y sus nobles propósitos en pró de la humanidad doliente y crea que su idea del sanatorio merece todo nuestro aplauso y protección, porque es tan humanitaria como útil y redentora.

Agradecimiento:
Ion Urrestarazu Parada. Documentalista

FUENTE
La Voz de Guipúzcoa. Jueves 21 de Febrero de 1907. Págs. 1 y 2.

Manuel Solórzano Sánchez
Graduado en Enfermería. Servicio de Traumatología. Hospital Universitario Donostia de San Sebastián. OSI- Donostialdea. Osakidetza- Servicio Vasco de Salud
Insignia de Oro de la Sociedad Española de Enfermería Oftalmológica 2010. SEEOF
Miembro de Enfermería Avanza
Miembro de Eusko Ikaskuntza / Sociedad de Estudios Vascos
Miembro de la Red Iberoamericana de Historia de la Enfermería
Miembro de la Red Cubana de Historia de la Enfermería
Miembro Consultivo de la Asociación Histórico Filosófica del Cuidado y la Enfermería en México AHFICEN, A.C.
Miembro no numerario de la Real Sociedad Vascongada de Amigos del País. (RSBAP)



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