FOTO 1 Idoia Martín Ugalde. Portada de su
trabajo de fin de grado
AUTORA: Idoia Martín Ugalde.
Trabajo de fin de grado.
Azafata y
promotora: Convecciones en el BEC y diferentes eventos. Auxiliar de Enfermería: Consultas: ginecología, cardiología,
cirugía cardiovascular, oftalmología, otorrinolaringología del 2005 al 2010.
Septiembre 2011 a Junio 2015 en
Osakidetza, Vizcaya
Estudiante de Enfermería: Traumatología (Hospital
San Eloy); Maternidad (Hospital Universitario de Cruces); Quirófano, Urgencias,
Respiratorio (Hospital Universitario de Galdakano); Atención Primaria (Kalero-
San Miguel de Basauri) y Socio-Sanitario (Birjinetxe IFAS).
2003-2005 Instituto de Formación Profesional
Cruz Roja en Bilbao, Vizcaya. Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería
2009-2011
Instituto de Formación Profesional Cruz Roja en Bilbao, Vizcaya. Técnico
Superior de Laboratorio en Diagnóstico Clínico
2011-2015 Universidad Pública Vasca (EHU/UPV) en
Leioa, Vizcaya. Escuela Universitaria de Enfermería de Leioa. Graduado de Enfermería.
RESUMEN:
La labor cuidadora es conocida desde la
antigüedad y así lo demuestran los estudios realizados. En el transcurso de la
historia ha existido una evolución en el concepto de la salud-enfermedad. Y a
su vez la enfermería ha sufrido trasformaciones importantes, situándose hoy en
día en la posición en la que se la conoce. Diferentes acontecimientos
favorecieron ésta evolución, como los conflictos bélicos.
Por ello se realiza un estudio durante la Guerra
Civil Española (1936-1939), para conocer la situación de la enfermería en la
época, los cuidados que ofrecieron las/los enfermeras/os, la importancia de la
colaboración social para la realización de estos cuidados y el consecuente
beneficio de todo ello. Dedicando una sección al País vasco.
Se realiza una revisión bibliográfica
recurriendo principalmente a fuentes primarias para la obtención de
documentación. Dando como resultado, un estudio histórico de carácter
analítico-sintético.
Se obtiene como resultado una visión global de
la labor cuidadora de enfermeras/os, del voluntariado y de la ayuda
internacional en el transcurso del conflicto. Destaca la importancia de la
formación, la disciplina, los reglamentos y guías. Resulta imprescindible
señalar el importante papel que desarrolló la Cruz Roja durante todo el
conflicto.
El conocimiento sobre el importante papel de la
enfermería y los cuidados aplicados durante la guerra, contribuye a una
reflexión personal de la importancia que éstas tuvieron, y demuestra la
necesidad de una indagación más profunda y amplia.
Palabras
Clave (MeSH):
Guerra Civil Española, enfermería, enfermeras, historia, enfermería militar,
cuidados, Euskadi, País Vasco.
Tabla 1.
Definición de palabras clave MeSh en PudMed
“Military Nursing” (enfermería militar): la
práctica de la enfermería en entornos militares
“Nursing” (enfermería): el campo de atención de
enfermería referido a la promoción, mantenimiento y restauración de la salud
“Care” (cuidados): la definición de elección es
¨nursing care¨, atención a los pacientes por parte del personal del servicio de
enfermería
ABSTRACT:
The
job of care provider is known since ancient times, and so it is proved by
different studies. The concept of health-sickness has underwent an evolution
through history. And nursing has evolved just the same to what it is today.
Different turning points pressed this evolution, such as war times.
And
that is why during Spanish Civil War (1936-1939), a study was carried out to
clarify the situation of nursing at the time, the care services provided by
nurses, the importance of social assistance for the purpose of this services
and the benefit provided by it all. One of the chapters in this study paid
special attention to Basque country.
Due
to the lack of information, the documents were obtained from many different
sources, resulting in a general study that does not meet all that was expected,
just a global vision of the assistance provided by nurses, voluntaries and
international help during the conflict. The study highlights the formation,
discipline, rules and guides.
The
knowledge of the important role of nursing and the cares applied during the war
invite to a personal reflection on what they meant, and prove the necessity of
a further and more ample investigation on this subject.
Keywords: Spanish Civil
War, nursing, nurses, history, military nursing, cares and Basque country.
Table 1. Definition MeSH keywords in PudMed
“Nursing”:
The field of nursing care concerned with the promotion, maintenance, and
restoration of health.
“Nursing
care”: Care given to patients by nursing
service personnel.
“Military
Nursing”: The practice of nursing in military environments.
FOTO 2 Tabla 1. Enfermeras y heridos San Sebastián
1937
AGRADECIMIENTOS:
Para la elaboración de la presente Revisión
Bibliográfica no sólo se ha dedicado un gran esfuerzo y dedicación personal,
sino que también de manera directa e indirecta varías personas han contribuido
a la elaboración de éste, por ello la realización de éste apartado.
En primer lugar, agradecer a mi familia, amigos
y en especial a mi pareja Iñaki Del Tío,
su paciencia y apoyo moral en el transcurso de éste proceso.
En segundo lugar, a los enfermeros Manuel Solórzano y Vanessa Estéfano, el primero por la información facilitada para el
estudio y debido a la accesibilidad que ha demostrado siempre, y el segundo por
la ayuda brindada, su disponibilidad y
amistad. Del mismo modo a Begoña
Madarieta por la atención mostrada y por la documentación aportada.
Y por último y no menos importante a mi tutora Maite Feito, ya que me ha orientado y
asesorado durante todo el proceso, y ha demostrado siempre una gran paciencia y
disponibilidad.
ÍNDICE:
1. INTRODUCCIÓN
2. OBJETIVOS
2.1 General
2.2 Específicos
3. METODOLOGÍA
3.1 Criterios de inclusión y exclusión
3.2 Limitaciones del estudio
4. RESULTADOS
4.1 Estado Español
4.1.1 Situación de la enfermería antes de la guerra
civil española
4.1.2 Guerra civil española y el papel de la
enfermería en ambos bandos
4.1.3 Formación de la enfermería durante el
conflicto bélico
4.1.4 Profesionales sanitarios y no sanitarios
dedicados a las labores del cuidado
4.1.4.1 Brigadas Internacionales
4.1.5 Heridas de guerra y patologías frecuentes
4.1.5.1 Cuidados de enfermería al herido y enfermo
4.1.5.2 Semejanza de los cuidados descritos por
Florence Nightingale con los cuidados en la guerra civil española
4.2 País Vasco
4.2.1 Formación de enfermería
4.2.2 Cuidados de enfermería en los diferentes
lugares de actuación
4.2.3 Peculiaridades
5. DISCUSIÓN
6. CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFÍA
ANEXOS
1. INTRODUCCIÓN
Es conocido que el arte de cuidar procede de
tiempos en los que todavía no existía la escritura (1), pero gracias a los
estudios ejecutados en el campo de la paleopatología (ciencia que estudia el
desarrollo de la enfermedad durante la historia y cómo las poblaciones se iban
adecuando a las variaciones que surgían en su ámbito), podemos reforzar la idea
de que las enfermedades ya eran conocidas en periodos anteriores a la
prehistoria, y por lo tanto se puede deducir que la labor de cuidar procede de
tiempos remotos (2).
En el inicio de la historia han existido
creencias de que tanto la salud como la enfermedad, se encontraban
estrechamente relacionadas con lo sobrenatural, con lo divino, etc. Es en el
mundo grecolatino cuando comienzan a realizarse unos cuidados basados en un
concepto de enfermedad racional (2).
Con la presencia del cristianismo el desarrollo
de la labor de cuidar, pasa a considerarse un deber sagrado y adquiriere un
enfoque humanitario, surgiendo así los hospitales, las órdenes militares
hospitalarias, etc.(2).
El Renacimiento caracterizado por una incesante
actividad intelectual y racional ideó espectaculares avances científicos, que
influyeron en los cuidados. No será hasta el siglo XIX, debido a los cambios
producidos en la sociedad y a un mayor conocimiento de la ciencia médica,
cuando haya una sensibilización de la asistencia sanitaria. Es en esta etapa
también donde comienza la profesionalización de los cuidados, gracias
entre otros a Florence Nightingale (2ª) y al matrimonio Fliedner (2b).
Florence Nightingale, enfermera británica, de familia acomodada.
Fue pionera en la profesionalización de la enfermería. Creo una disciplina
propia y escribió sobre ella, organizó las enseñanzas, precursora de
investigación en enfermería, estructuró militarmente el cuerpo de enfermeras,
inició la utilización de la estadística, epidemiologia e higiene (2a).
Matrimonio Fliedner, en un principio
se dedicaron al cuidado de presos y posteriormente al cuidado de enfermos.
Creando un hospital que disponía de una escuela de formación para enfermeras,
enfocado a las diaconisas (diaconisas de Kaiserwerth), ésta sirvió de modelo
para las siguientes escuelas del siglo XX (2b).
FOTO 3 Matrimonio
Fliedner. Diaconisas de Kaiserswerth.
Florence Nightingale
La investigación de este trabajo se centra en el
estudio de la labor cuidadora de la enfermera en la Guerra Civil Española
(1936-1939), así como de las personas (profesionales sanitarios y no
sanitarios) que dedicaron su vida a los cuidados.
El estudio se realiza en un principio de una
manera generalizada en el territorio español y posteriormente se dedica un
apartado a los cuidados de enfermería en el País Vasco, concretamente en las
provincias de Vizcaya y Guipúzcoa.
Estos cuidados, ya fueron introducidos por las
órdenes militares hospitalarias con las siguientes pautas: el valor de los uniformes, la necesidad de un sistema
organizado y jerarquizado de la enfermería, reglas para implantar y ofrecer los
cuidados y el traslado de los heridos (2).
La contienda bélica en España fue una etapa
oscura de su historia y como consecuencia de ello nos encontramos ante una
dispersión documental a la hora de establecer un estudio en cualquier campo de
investigación, esto ha dificultado en parte la realización de esta revisión
bibliográfica.
La profesión de la enfermería en España antes de
la Guerra Civil Española no gozaba de un reconocimiento por parte de la
sociedad, quedando ésta profesión desplazada a un segundo plano, frente a las
de practicante y matrona. El conflicto bélico trajo consigo cambios en esta
situación debido a la gran demanda de enfermeras necesarias para satisfacer las
necesidades de los enfermos y heridos (3).
Al finalizar la guerra adquirió una mayor
relevancia el papel de las enfermeras elevándose así su estatus en la sociedad.
Muchas de ellas fueron condecoradas por su gran labor durante el conflicto. De
esta manera comenzaría un desarrollo de la profesión, mejorando y aumentando
los conocimientos enfermeros (3).
Por todo ello destaca la importancia de la
realización de este estudio, al ser un tema relativamente poco explorado y dada
la gran repercusión que ha tenido en la profesión.
En el año 1952, acontece uno de los hechos más
importantes para nuestra historia, la unificación de los estudios de matrona,
practicante y enfermera, en una sola titulación: como Ayudante Técnico
Sanitario (ATS). Gracias a esta nueva acreditación, la profesión enfermera
consigue una elevación del nivel profesional y un aumento de la formación con
las especializaciones (2).
En 1977, se produjo otro de los grandes y
ventajosos sucesos para la enfermería, la integración de los estudios de
enfermería en las universidades, esta titulación tendría como nombre, Diplomado
Universitario en Enfermería (DUE); que cualificó a los profesionales hacia una
atención más integrada dirigida a los cuidados, con una representación más
definida y significativa dentro de un equipo multidisciplinar, con una
preparación enfocada tanto a la atención hospitalaria como al ámbito
comunitario y unos estudios orientados hacia una perspectiva científica (2).
Actualmente, con la integración de la enfermería
en el Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), los profesionales obtienen
el título de grado, pudiendo optar al finalizar los estudios a un master y
doctorado (2).
Como consecuencia de lo anteriormente narrado,
se puede observar cómo la profesión de enfermería poco a poco ha ido
evolucionando a lo largo de los años, dando como resultado un amplio abanico de
posibilidades formativas. Consiguiendo así un reconocimiento de la misma,
consagrándose como una disciplina propia y teniendo una repercusión positiva en
la calidad asistencial.
2.-
OBJETIVOS:
Surge la hipótesis: influencia positiva del
conocimiento histórico para la profesionalización de enfermería, basándose en
el papel de ésta y la aplicación de los cuidados durante la Guerra Civil
Española. Para ello se plantean los siguientes objetivos.
2.1 General:
Evidenciar la importancia de la enfermería y los
cuidados aplicados en la Guerra Civil Española en la sociedad.
2.2 Específicos:
Conocer
la situación de la enfermería así como las personas que participaron en los
cuidados durante la Guerra Civil Española.
Mostrar
los cuidados de enfermería prestados en la Guerra Civil Española en el
territorio español y País Vasco (Vizcaya y Guipúzcoa).
3. Metodología:
El estudio de la revisión bibliográfica comienza
el 31 de octubre del 2014 y finaliza el 14 de mayo de 2015. Con toda la
información obtenida de diferentes fuentes, se efectúa un estudio histórico de
carácter analítico-sintético, realizando una selección de toda la información a
través de la lectura de manuscritos, de artículos derivados de fuentes orales,
publicaciones, documentación personal confidencial, biografía y una tesis
doctoral.
FOTO 4 Tabla 2 y tabla 3
En primer lugar, se realiza una lectura crítica
de tres manuscritos, con la finalidad de adquirir los conocimientos necesarios
de la historia y poder fijar los objetivos, dos de ellos se encuentran
referenciados en la bibliografía.
Posteriormente, se procede a comprobar la
evidencia entre las tres fuentes, por lo que se realizan dos tipos de críticas,
una externa y otra interna (Tabla 2 en
anexos) (1), concluyendo que son fiables.
Finalmente, se seleccionan dos de los tres
manuscritos descartando uno de ellos por ser el menos actual y reflejarse los
mismos datos en los otros dos libros, siendo éstos más recientes.
Gracias al estudio se observa una gran labor de
la enfermería en los conflictos bélicos donde tiene una representación
significativa. Por lo que se fijan los objetivos comentados en el apartado anterior.
Al marcar los objetivos se realiza una búsqueda
utilizando las siguientes palabras clave (definición MeSH), en las bases de
datos: Guerra Civil Española, enfermería, enfermeras, cuidados, historia,
history, nursing, care, spanish civil war, military, Euskadi, País Vasco. Estas
palabras fueron combinadas con los operadores boléanos ¨and¨ y ¨or¨. Se realiza
una búsqueda de forma general de la documentación examinando los resúmenes de
distintas fuentes. Se consultaron
diferentes bases de datos (Tabla 3),
obteniéndose escasos resultados y se seleccionaron los artículos que se
ajustaban a los objetivos marcados, con un total de 30 artículos escogidos para
el estudio.
Otras bases de datos consultadas en las que no
se han encontrado resultados: Biblioteca Crohane Plus y Cuidatge.
Se realizaron búsquedas en diferentes páginas
web y también se incluyó una biografía (Tabla 4), obteniéndose un total de
47 resultados para el estudio.
Otras: Se consulta el Ministerio de Educación,
Cultura y Deporte y el Archivo Municipal de Bilbao, sin éxito.
Para la
recopilación de más información se acude a los siguientes lugares:
Hospital de Basurto (Bilbao): se solicita
información de la labor de enfermería en
la contienda bélica, por ser uno de los hospitales de la época que atendieron a
los heridos. Dicha información no está disponible puesto que en la reforma que
tuvo el hospital, la documentación fue enviada a la Biblioteca del Gobierno
Vasco en Vitoria.
Casa de la
Misericordia
(Bilbao) y Centro de formación profesional de Cruz Roja (Bilbao): sin
resultados.
Biblioteca
del Gobierno Vasco
(Vitoria): vía email se contacta con la
persona encargada del archivo de la biblioteca y se solicita dicha
información. Envía un email con los archivos de interés de los que se escogen
11 documentos (carpetas) de 28. Para poder acceder a esos documentos hay que
rellenar un formulario justificando el estudio de éstos y registrarse como
investigador, puesto que es información confidencial.
Se acude a Vitoria y se realiza el estudio, cada
documento tiene a su vez distintos escritos, registros, cartas personales,
documentos legislativos, etc. Debido al poco tiempo disponible y al no poder
utilizar ninguna tecnología por la confidencialidad de la información, se
realiza una búsqueda rápida seleccionándose 6 documentos (carpetas) y se
solicita fotocopia de ellos para ser estudiados posteriormente con más
detenimiento. Finalmente, tras el estudio exhaustivo de la documentación se
seleccionan (2).
Se consulta con Begoña Madarieta (Museo UPV), para el asesoramiento del trabajo y
aporta 3 documentos al estudio, de los que se escogen 2 (BOPV/Base de datos),
uno de ellos de gran interés al aportar información relevante.
Se contacta con Manuel Solórzano (enfermero implicado en la historia de la
enfermería y trabajador del Hospital Donostia), el cual facilita una gran
cantidad de información de trabajos personales publicados en el “Blog
Enfermería Avanza”, y como se
ha indicado en la tabla 2 de esos trabajos se escogen 41.
Asociación
Sancho Beuko:
tras la solicitud de la información a estudiar, facilitan 3 documentos de los
que no se escoge ninguno puesto que ya se han obtenido de otras fuentes.
Una vez recopilada toda la información de
interés se estipulan los criterios de inclusión y exclusión, para realizar la
elección final de los artículos (Tabla
5). Con un total de 30 documentos, se procede a la realización de los
resultados de la revisión bibliográfica.
3.1 Criterios de inclusión y exclusión:
Inclusión: acorde a los objetivos
marcados. Documentación de años anteriores a 2005 que aporte información que no
haya sido aportada por otros documentos más actuales.
Exclusión: en principio anterior
a 2010, al obtenerse escasos resultados se amplía el límite entre los años
2005-2010.
3.2 Limitaciones del estudio:
En
ocasiones no se ha podido acceder a los artículos. A esto se le añade que se
han tenido dificultades en la obtención de la documentación en el propio
territorio (País Vasco). También ha habido problemas en la búsqueda de la
información en las bases de datos, como escasez de artículos o al no ajustarse
a los objetivos. Además, la información
se encontraba muy dispersa y esto dificultaba la recopilación y estructuración
de ésta. Añadiendo a lo anteriormente comentado, en muchos de los artículos no
había resúmenes por lo que se procedió a la lectura de todo el texto para saber
si la información tenía valor para el estudio. Del mismo modo que no se
obtuvieron muchos artículos superiores o iguales
a 5 años y los que lo eran en muchas ocasiones no se ajustaban a los objetivos,
por lo que hubo que ampliar el periodo de la búsqueda.
4. RESULTADOS:
4. 1
Estado Español
4. 1. 1 Situación de la
Enfermería antes de la Guerra Civil Española:
Es
importante el conocimiento previo de la situación en la que se encontraba la
enfermería en España antes de la contienda bélica, para así comprender mejor su
situación a lo largo del estudio.
Situación legal de la
enfermería:
en los años comprendidos entre 1857-1953, las titulaciones de matrona,
practicante y enfermera convivieron a la vez.
FOTO
5 Casino de Madrid habilitado como Hospital de Sangre en la Guerra Civil
La
de practicante, fue legislada en la ¨Ley
de Instrucción Pública el 8 de septiembre de 1857¨. Posteriormente, hubo una nueva legislación en referencia a
los practicantes y las matronas, recogida en noviembre de 1861 donde dicha
aprobación legal permitió el ejercicio de las dos profesiones. Pero no fue
hasta 1915, cuando se encuentran menciones legislativas referentes a la
profesión de enfermería, en la ¨Real
Orden del 7 de mayo¨. Ésta legislación se logró gracias a las continuas
reclamaciones que efectuaron las Hermanas de La Caridad para la regulación de
la profesión, de esta manera todas las mujeres pudieron acceder a la formación
(3).
Primera
escuela de enfermería: fue fundada por el Dr. Federico Rubio y Gali
(1827-1902) éste creo el “Instituto
Quirúrgico y de terapéutica Operatoria” con el nombre de “La Escuela de Santa Isabel de Hungría
(Madrid, 1896)”. El modelo que se escogía como ejemplo en esa época era
el británico y dicha escuela continúo
esa línea. Fue la primera escuela laica en España y se creó antes de la
regulación de la profesión en 1915 (4).
Las alumnas podían encontrarse en régimen
interno o externo y el reglamento disponía de pequeñas diferencias dependiendo
de si estaban en un régimen u otro, pero ambas recibían la misma formación, dos
años. Se las exigía cumplir una serie de requisitos y aprendían conocimientos (tabla 6) (4).
Los pasos de esta
escuela fueron seguidos por otras escuelas (tabla
7). Las matronas se formaban en sus correspondientes escuelas que se
encontraban vinculadas a los hospitales de maternidad. El centro Santa Isabel
de Hungría fue destruido en la guerra civil española (4).
Situación de la enfermería en la II república
(1931-1939):
supuso el primer estado íntegramente democrático español, hasta el año 1939
cuando el bando sublevado entra al poder. El gobierno republicano realizó una
gran cantidad de reformas, pero la más destacable en nuestro ámbito es la
sanitaria (5). Se intentó propulsar un sistema de sanidad público, para las
personas con pocos recursos económicos y en cuanto a la enfermería existía una
pretensión para el cambio (6). En ésa época, hubo una importante progresión de
la mujer (7) y se cree que coexistió una relación entre el progreso en materia
de sanidad y los intentos de las mujeres por transformar su situación social y
ser productivas (5).
Éstas a través de la
enfermería vieron la oportunidad para demostrar todas éstas cualidades (7). Por
lo que entre los años 1915-1936, la profesión de enfermería estuvo repleta de
transformaciones y se instauraron escuelas de enfermería por todo el país,
mencionadas anteriormente. Los estudios se componían de dos o tres años y los
médicos eran los encargados de impartir la docencia, pero ésta se realizaba de
una manera desorganizada, además las prácticas realizadas no eran supervisadas
y se encontraban condicionadas al ámbito quirúrgico. No en todos los casos fue
así, por ejemplo en la Escuela de Enfermeras
de la Casa de Salud de Valdecilla, tenían
profesoras bien formadas. Se cree que esto fue debido a no disponer de
profesionales que tuvieran claros los conceptos en los que se tenía que basar
una escuela de enfermería, como consecuencia la formación fue insuficiente (5).
En los colegios, se instauró un juramento parecido al de los médicos en las
escuelas de medicina, el “Juramento
Nightingale”. Se entendía que las mujeres eran las personas más idóneas
para desarrollar el papel de enfermería dentro de los hospitales y fuera de
ellos las enfermeras visitadoras. Normalmente, los hombres no se encontraban
dentro del hospital, se dedicaban a tareas más independientes y técnicas, a
excepción de los practicantes que se dedicaban al cuidado, esta situación difería
de la del resto de Europa, siendo una peculiaridad propia de este país (6).
Enfermeras Visitadoras
Sanitarias:
durante el siglo XX, se crearon escuelas con unas características auxiliares
sanitarias y docentes como la “Escuela
Nacional de Puericultura (1923)”, del
reglamento de ésta en 1925 surgió la “Escuela
Nacional de Sanidad” y en 1932 se creó el proyecto de la “Escuela Nacional de Enfermeras Visitadoras
Sanitarias” (5). La primera
promoción de “Visitadoras Puericultoras”¨ fue en el año 1926 de la “Escuela Nacional de Sanidad”. Para el
acceso a esta institución se las exigía como requisitos tener el bachillerato,
ser maestras o acceder mediante un examen. La “Escuela de Sanidad”, tuvo una reforma en 1932, efectuando así tres
funciones, la primera como “Escuela
Técnica”, la segunda como “Instituto
de Higiene” y el último como “Centro
de Investigación”.
De esta manera entre los
años 1930-1935, se formaron a enfermeras como “Enfermeras Visitadoras”, se especializaron, se comprometieron a
modernizar la Sanidad Pública Española,
colaboraron en gran medida en el proyecto de creación de la “Escuela Nacional de Enfermeras Visitadoras
Sanitarias” y se
estructuraron en la “Asociación
profesional de Visitadoras Sanitarias”
en 1934, creada y fundada
por Mercedes Milá (7a), que creó también la revista “La Visitadora Sanitaria”. En ella se recoge la intención de
promover las acciones dirigidas al progreso de la salud pública a acrecentar el
conocimiento de las enfermeras, y a colaborar con las autoridades públicas para
el avance en la profesionalización (7).
Mercedes Milá Molla, propulsó, inspeccionó y
organizo la enfermería. Lucho por sacar de la difusión y del estancamiento a la
profesión (10). Fue presidenta de las “Visitadoras Sanitarias” (7) y durante la
guerra fue nombrada “Inspectora General de Servicios Femeninos Hospitalarios” (1937) de la zona nacional (10)
(7a).
FOTO 6 Mercedes Milá Molla
En 1932, surge el
proyecto de Escuela Nacional de Visitadoras Sanitarias (5), cuya apertura
estaba prevista para diciembre de 1935. Para la enseñanza de las futuras “Visitadoras Sanitarias” era necesario
disponer de profesoras competentes, puesto que un estudio realizado en 1931,
por F. Elisabeth Crowell en los diferentes centros de formación en España,
concluyó que la profesionalización de la enfermería era muy deficiente. Por
éste motivo las enfermeras tuvieron que irse a formar al extranjero y esto se
pudo llevar a cabo gracias a un convenio firmado entre la Escuela Nacional de
Sanidad con la Fundación Rockefeller, ésta ofertó a 14 enfermeras una beca para
formarse como profesoras en Estados Unidos (7).
Pero el proyecto de la “Escuela Nacional de Enfermeras Visitadoras
Sanitarias”, se vio truncado por el estallido de la guerra civil española,
además en el año 1938, se dictó una Real Orden de inhabilitación para ejercer
la profesión de enfermería fuera de los centros asistenciales (7). Las
“Enfermeras Visitadoras” fueron
determinantes y en la república se encontraron en su momento más culminante
(6).
4. 1. 2. Guerra Civil Española y el papel de la Enfermería
en ambos bandos:
Como
consecuencia del estallido de la guerra civil española (1936-1939), todo el personal sanitario fue militarizado, aun así,
debido a la gran necesidad de personal se procedió a la militarización de los
civiles, en su gran mayoría mujeres, a las que se las formó a través de unos
cursillos intensivos, aunque a veces insuficientes(8).
Enfermería en cada una
de las zonas:
se distinguieron dos áreas geográficas, cada una organizaba sus servicios sanitarios
y tenían sus propios ministerios (3).
Región
considerada nacional: en este bando las mujeres se encontraban más encaminadas a
las labores del cuidado (9), por lo que muchas de ellas se formaron como
enfermeras (Tabla 8) (3). Es
destacable el hecho de que la iglesia formase parte de la ideología
nacionalista, ya que estos cedieron sus conventos (hospitales de sangre) y
ayudaron a que la asistencia sanitaria estuviera realizada por enfermeras
religiosas cualificadas, además, gran cantidad de mujeres se ofrecieron a las
autoridades para colaborar en lo necesario, muchas cooperaron con las Hermanas
de la Caridad. Gran cantidad de órdenes religiosas, (Hijas de la Caridad de San
Vicente de Paúl, Hermanas de San José, etc.), colaboraron realizando importantes
labores asistenciales, la mayoría tenía una gran experiencia en ello, aunque
algunas no tenían ningún tipo de formación ni práctica anterior, pero pronto la
adquirieron (10).
Como consecuencia de la gran demanda de
enfermeras para atender a las necesidades, el Inspector General de Sanidad
Militar estableció que cualquier mujer voluntaria (con o sin titulación) podía
dedicarse a las labores propias de la enfermería. Esto trajo graves
consecuencias en los cuidados, debido a la falta de cualificación. Así
en la “Orden 2 de noviembre de 1936”, se estableció que ninguna persona que no estuviera
en posesión del título correspondiente o en su defecto de un certificado de la
Cruz Roja, Facultad de Medicina o Casa Salud de Valdecilla podría ejercer como
enfermera. Por lo que estas mujeres pasaron a realizar labores
no-profesionales. El “BOE publicado el 24 de abril de 1937” creo la titulación de las “Damas Enfermeras”,
a través de cursillos realizados por la “Falange
Española Tradicionalista” (FET) y las “Juntas
de Ofensiva Nacional-Sindicalista” (JONS), capacitándolas para colaborar en
las tareas del cuidado como auxiliares de las enfermeras con titulación, este
título perdería su validez al finalizar la guerra (3).
En 1937, surge la “Inspección General de Servicios Femeninos Hospitalarios”,
unificando a todos los profesionales femeninos y se proclama a Mercedes Milá
Nolla, encargada de todas éstas mujeres (enfermeras tituladas, auxiliares y
voluntariado) que prestaban asistencia en los hospitales. El jefe de Sanidad
Militar y las autoridades militares la posibilitaron todo lo necesario para que
pudiese llevar a cabo su cometido (10).
Región
Republicana:
en el comienzo de la guerra civil, hubo
una gran demanda de enfermeras, pero había una gran escasez de éstas, ya que
eran las religiosas las que estaban cualificadas en su mayor parte, pero éstas
se unieron al bando nacional, bien por pertenecer a esa ideología, por temor o
porque huyeron. Se formaron a gran cantidad de voluntarias y enfermeras, (Tabla 8) (3) pero en muchas ocasiones
dada la mala organización, el resultado no fue muy satisfactorio (10). Las
enfermeras milicianas y las voluntarias, realizaron labores de salud pública,
asistencia social, prevención a través de la higiene y asistencia a los heridos y enfermos (3).
Este bando contó con gran ayuda de “Las
Brigadas Internacionales” que disponían de sus propias enfermeras
cualificadas y de servicios sanitarios (10).
Organización: Era indispensable una
buena organización sanitaria para el correcto funcionamiento del equipo
compuesto por médicos, practicantes, personal de enfermería y camilleros (11).
Tanto en un bando como en el otro era muy parecida (8). Acorde al
procedimiento de evacuación (Tabla 9) (12) los camilleros recogían al herido
desde la primera línea del fuego, seguidamente se le trasladaba al puesto de
socorro para realizarle la primera cura (11) en varias ocasiones éste estaba
dotado de muy poco material (8), además de encontrarse muy cerca de la línea de
fuego a unos 500 m-1.000m (11). Cuando finalizaban el transporte tenían la
obligación de volver inmediatamente al campo de batalla (10). En el
puesto de socorro los médicos y los practicantes, realizaban una clasificación
y lo derivaban, dependiendo de la situación en la que se encontrase. Al herido
se le trasladaba bien a los hospitales de vanguardia o a los de retaguardia
(convalecencia), éstos últimos se situaban bastante lejos del frente y en ellos
se atendían a los heridos que tenían las lesiones más complicadas o grandes
lesiones, para su recuperación (11).
FOTO
7 Aspirantes a Damas Enfermeras de la Cruz Roja durante la Guerra Civil
Española. Fotografía del ABC
Una tarea muy dificultosa para los
médicos y practicantes era determinar en qué condiciones se encontraba el
soldado y en base a ello asignar a los enfermos a un lugar u a otro o
devolverlos al frente (10). Esto suponía para el soldado volver al horror,
especialmente si tenían, familia, mujer o hijos. Por el contrario existían
varones que insistían en continuar con la lucha por sus convicciones políticas
o espirituales (12). Los puestos de socorro se encontraban señalados con el
logotipo de la Cruz Roja, ésta indicación quería decir que el puesto se
encontraba protegido por el Convenio de Ginebra (10), por lo que no podían ser
bombardeados, aunque en ocasiones no se cumplía (11).
4.1.3 Formación de la enfermería
durante el conflicto bélico:
Se realizaron cursillos
clandestinos en los dos bandos, muchos de ellos impartidos por médicos, sobre
vendajes y curas (13). Se consideraba que la formación de enfermería y la
práctica debían de adquirirse a la vez (14). Muchas organizaciones participaron
en la formación de las enfermeras tanto en un bando como en el otro, pero
posiblemente una de las más destacables era la formación de la Cruz Roja,
puesto que ésta formó a enfermeras del bando republicano y del sublevado,
además tuvo un papel destacable durante toda la contienda bélica.
Cruz Roja: fue creada por Henri
Dunat, tras la observación del sufrimiento que padecían los soldados en la
guerra de Solferino (Italia), observó la necesidad de asistir a los soldados
lesionados o malheridos y de hacerlo de una manera estructurada. Es una
organización internacional, con los principios de “neutralidad, humanidad,
voluntariado, independencia, unidad y universalidad” (15).
En España la Primera Escuela de “Damas
Enfermeras de Cruz Roja”
fue creada en San Sebastián, de la mano de la reina Victoria Eugenia y María
Cristina. La reina Victoria Eugenia trajo consigo de Inglaterra la filosofía
Nightingale que pronto se extendió por todo el territorio (10), gracias a ella
el “Cuerpo de Damas Enfermeras”
quedó oficializado en España en el año 1917, con un
programa de estudios muy concreto. Durante la guerra, el cuerpo de enfermeras
tuvo diferentes nombres, “Damas Auxiliares Voluntarias y Damas Enfermeras”, pero estas diferentes
denominaciones no afectaban al programa de estudios ni a su itinerario. El
objetivo principal de las enfermeras era prestar sus servicios a los médicos
como “Auxiliares de la Sanidad del Ejército y de la Armada” y no se las remuneraba
económicamente. Para poder ingresar en la Cruz Roja tenían que cumplir una
serie de requisitos (Tabla 10) (15).
Victoria Eugenia y María Cristina, reinas que
gracias a su colaboración económica y su interés por el avance de la profesión,
fundaron la Primera Escuela para Enfermeras de la Cruz Roja. Como consecuencia
de los viajes de la reina Victoria Eugenia por Inglaterra, la reina trajo
consigo el pensamiento Nightingale, aplicándose posteriormente por toda España
(10).
Docencia (Cruz Roja): la
formación en ambos bandos era parecida a excepción de algunos detalles:
Bando
republicano: se guiaban según el “Reglamento de 1933”, éste programa se anunció en el año
1917 y en él año 1928 fue actualizado. De 1934 en adelante pudieron cursar los
estudios en escuelas que pertenecían al “Cuerpo de Enfermeras Profesionales”. Los cursos duraban diez meses que
eran repartidos en dos años, de cinco meses cada uno. Los exámenes, las clases
teóricas y prácticas se realizaban en los servicios sanitarios de la Cruz Roja
o en su defecto los centros afiliados para ellos. La formación constaba de 35
lecciones, en las que estudiaban “fisiología, anatomía, salud pública,
lecciones clínicas y de procedimientos clínicos”. Las prácticas se encontraban enlazadas con la materia que
habían dado, como colocar vendajes que lo ensayaban poniéndoselo a un muñeco,
inyecciones, etc. Las alumnas que superaban el primer año de estudios se les
daban una titulación realizada por el “Comité Central” y un brazalete con el distintivo de
la Cruz Roja. Cuando realizaban el segundo año se las dotaba con la titulación
de ¨Dama Enfermera¨ y un medallón (15).
Bando
nacionalista:
continuaban con el mismo planteamiento y ordenación que la anteriormente comentada,
sin embargo, en el año 1938 el bando franquista procedió a una modificación
(reglamentación de 1938), en que la duración de los estudios continuaba siendo
de dos años, ampliándose a ocho meses cada curso, prosiguiendo con el programa
oficial. También hubo una ampliación en cuanto a la formación de 46 asignaturas
frente a las 35 anteriores.
Estaban obligadas a acudir a las clases
teóricas, no pudiéndose presentar al examen si las ausencias no estaban
justificadas. El primer trimestre se estimaba un periodo de prueba para las
alumnas, después alcanzaban la categoría de “Alumnas Oficiales”. El tribunal se organizaba parecido
en los dos bandos. Cuando obtenían el título de Damas Enfermeras, éstas
adquirían la responsabilidad moral de prestar los servicios sanitarios que se
las asignase y prestar asistencia en caso de guerra o desastre. Según el “Reglamento
de 1938” sólo
podían negarse a ir a la guerra en caso de que estuviera justificado, de no ser
así, quedaría reflejado en su historia profesional (15).
FOTO 8 Tablas 4, 5, 6, 7, 8 y 9
Las Enfermeras “Margaritas” también recibieron formación de
ésta organización en Pamplona (1936), aunque posteriormente en 1937 se formaron
a través de los cursillos impartidos por la “Junta Nacional Carlista”, que destacó por su alto nivel de
enseñanza (13).
4.1.4 Profesionales sanitarios y no sanitarios
dedicados a las labores del cuidado:
Una gran cantidad de personas prestaron su ayuda
y colaboraron en los cuidados independientemente de ser sanitarios o no. Esto permitió
que muchas vidas fuesen salvadas gracias a toda la colaboración ciudadana.
Enfermeras
y Voluntarias:
conforme a lo mencionado en apartados anteriores muchas enfermeras y mujeres
voluntarias (labores auxiliares) colaboraron en el conflicto bélico (16). Otras
mujeres jóvenes colaboraron también en comedores, de esta manera obtenían el
llamado “Servicio Social” (17).
Cabe destacar que tras la contienda muy pocas voluntarias quisieron continuar
con la labor cuidadora, lo que hace pensar que estas labores las realizaban
como consecuencia de las necesidades del momento y debido a sus creencias
religiosas (16).
Practicantes
y Voluntarios:
en cuanto a los practicantes titulados, realizaban las labores de asistencia a
los médicos en las visitas, curas, inyecciones, lavados gástricos, etc. Éstos
tras su trabajo diario, se dedicaban al cuidado de los enfermos en los
hospitales (16). Un ejemplo de reglamento para los practicantes en los
hospitales es el encontrado en el Hospital de Basurto (Tabla 11) (18). En el frente intentaron
sustituir a las enfermeras para apartarlas a éstas de allí, aunque en muchas
ocasiones debido a la necesidad no fue posible (11).
También se encontraban los voluntarios y
seminaristas, éstos se dedicaron al saneamiento, ventilación de las estancias,
higiene de los heridos, colaboración con los practicantes, etc. (16). Cabe
destacar que también hubo jóvenes voluntarios, así nos lo revela una entrevista
realizada a “Antonio Osorio Santos”,
un muchacho de dieciséis años, que decidió prestar ayuda como voluntario
sanitario durante la contienda. Trabajó en un quirófano, esterilizando
material, gasas, etc. En ocasiones ayudaba a los cirujanos en las
intervenciones, sujetando las piernas que iban a ser amputadas, daba consuelo a
los soldados que habían perdido alguna extremidad, etc. También trabajó en un
botiquín, donde ayudaba al médico en el reconocimiento de los soldados,
realizando curas, etc. Evidentemente, adquirió grandes conocimientos y aprendió
a ser más humano (19).
Otros: En los hospitales también se podía
encontrar personal subalterno, como los camilleros, auxiliares tanto de
farmacia como de enfermería, masajistas etc. Y los que se dedicaban a otro tipo
de oficios, como personal de limpieza, cocina, porteros, administrativos, etc. (11).
Los ciudadanos de los pueblos en ocasiones ayudaban a los soldados, les cosían
los calcetines rotos, lavaban las ropas que se encontraba infestadas de piojos,
etc. Además éstos hacían sentir a los soldados como de su propia familia (17).
4.1.4.1
Brigadas Internacionales:
La ayuda internacional fue muy importante sobre
todo en el bando republicano, donde ayudó asistiendo a los heridos, debido a la
escasez de profesionales. El 24 de septiembre de 1938, las brigadas
internaciones recibieron órdenes de abandonar el frente y de dejar España (20).
A continuación se expondrán tres casos de
enfermeras extranjeras, que prestaron asistencia durante la contienda, dos del
bando republicano y uno del bando sublevado. Seguidamente, se mostrarán dos
ejemplos más de ayuda internacional.
Patience
Darton:
enfermera y matrona británica de 25 años, de familia acomodada, trabajó para
pagarse los estudios de enfermería en la “University College Hospital” de Londres. Ella y gran
cantidad de enfermeras británicas se pusieron en contacto con el “Comité de
Ayuda Médica a España” para
trabajar como enfermeras. Les daban el pasaporte, el visado y los uniformes (no
se las daba ni ropa interior, ni zapatos, etc.). En un principio no cobraban
nada, por lo que se ayudaban entre sus compañeras, hasta que más adelante
cobraron como soldados. Soportaron situaciones muy complicadas, en Teruel por
ejemplo llegó a soportar hasta 20 grados bajo cero, por lo que gran cantidad de
heridos morían y la asistencia para las enfermeras era muy dificultosa.
Asistieron en edificios viejos o en cuevas, en condiciones infrahumanas, sin
electricidad, con corrientes de aire e ingeniándoselas para evitar que los
pacientes se congelasen. Tanto los médicos como las enfermeras tenían que hacer
grandes esfuerzos para tener suficientes energías y poder afrontar la situación
(20).
Agnes
Hodgson:
voluntaria australiana descendiente de familia acomodada y culta que viajó
desde Sindey a Barcelona para ejercer como enfermera voluntaria en España.
Coincidiendo ésta con más mujeres de su lugar de origen que habían sido
seleccionadas por un Comité Australiano de Auxilio a España para colaborar en
la asistencia sanitaria, también trabajó en hospitales que se encontraban en
penosas circunstancias (21).
FOTO 9 Patience Darton.
Agnes Hodgson y Priscilla Scott-Ellis
Priscilla
Scott-Ellis:
perteneciente a una familia noble y adinerada, con estudios en Reino Unido,
dominando varios idiomas. Ejerció como enfermera en la guerra civil española, a
pesar de no tener titulación ni experiencia cuando llegó a España en el año
1937. Pero debido a lo publicado en el “Boletín Oficial del Estado del 2 de
noviembre de 1936”,
era necesario una titulación para poder prestar los cuidados en el bando
nacional, por lo que se tuvo que formar a través de cursillos intensivos y se
tituló para poder ejercer durante la guerra. Asistió en el frente y en la
retaguardia, realizando curas, higiene, vendajes, alimentando a los heridos,
cambiando las ropas de cama, auxiliando en las intervenciones quirúrgicas,
transfusiones de sangre, inyecciones, inoculación de suero antitetánico, toma
de constantes, etc.; siguiendo un plan de cuidados de manera individual.
También tuvo que prestar asistencia en lugares inadecuados, continuamente
bombardeados y soportando temperaturas extremas (Teruel), además de turnos
interminables de más de 24 horas. Es de entender, por tanto, que todo el
personal sanitario trabajaba bajo gran presión y que ésto podía en ocasiones
influir en los cuidados (22).
Hospital
Sueco-Noruego de Alcoy: el Hospital Sueco-Noruego de Alcoy fue creado por Suecia y
Noruega que se unieron para proporcionar ayuda a la república Española.
Mandaban desde allí alimentos, material sanitario, equipo quirúrgico,
ambulancias, etc. Para poder financiarlo éstos países realizaron fiestas
solidarias, conferencias, felicitaciones de navidad, etc. La dirección del
hospital la formaban los médicos y enfermeras de estos países, se podría
considerar que ésta fue una de las primeras formas de ONG (23). Muchas mujeres enfermeras
llegaron de diferentes países al estado español para prestar sus servicios en
los centros médicos de la república, no solo asistieron como enfermeras sino
que también se ocuparon de los niños huérfanos, comedores y de los exiliados
(20).
FOTO 10 Primera dotación
de personal con la que contó el Hospital Sueco Noruego de Alcoy. Foto tomada en la mesa
de operaciones del Hospital Sueco Noruego de Alcoy: Los Doctores Hagtvedt y
Nystrom, ambos de Suecia. Los primeros heridos que atendió el hospital, llegaron
por ferrocarril a Alcoi procedentes de los frentes de Córdoba y Madrid.
Ayuda a
los exiliados:
durante la conquista de Barcelona, gran cantidad de niños, ancianos, soldados y
mujeres tuvieron que ser exiliados hacia la frontera Francesa, éstos no se
encontraban preparados para ello, por lo que en un principio no tuvieron medios
para poderles atender. Como consecuencia de la mala reputación que tenían éstos
para los franceses, se crearon varios campos de concentración, éstos eran
insoportables en especial los campos de Barcarés. Donde no tenían agua, eran
maltratados, tenían que enterrar a los niños y enfermos en la arena para para
que estuvieran calientes, no tenían alimentos, etc.
Durante la guerra civil llegó desde los países
bajos a España, la “Asociación de
Ayuda a los niños en la guerra”,
que se instauró en Burjassot (Valencia), con voluntariado noruego,
suizo, holandés y sueco, que también prestaban su ayuda en los campos de
concentración. Crearon comedores, distribuyeron alimentos, evacuaron a los
niños y el primer sistema de apadrinamiento. La asistencia social francesa creó
el Palacete de Bardou en Elna (Perpiñán), para la asistencia a niños y
puérperas nombrando a Elisabeth
Eidenbenz cómo encargada de la dirección del centro, realizando una labor
intachable basándose en los principios de: “Alimentación, higiene,
recuperación psicológica, atención sanitaria profesional, atención
personalizada, respeto a todas las creencias e ideologías y ayuda a la
reintegración social”. También
contaron con la ayuda de una matrona,
tres enfermeras enviadas por la escuela suiza de enfermería, un pediatra y
otros médicos. Los nazis clausuraron el centro de Elna en abril del año 1944.
Este centro supuso la salvación para gran cantidad de exiliados españoles (24).
4.1.5 Heridas de guerra y
patologías frecuentes:
Los soldados tenían múltiples heridas de
etiología muy diferente, normalmente producidas por las armas de fuego, por
ejemplo: ametralladora, fusiles, fragmentos de proyectiles de cañón, bombas de
mano, etc. (12). Sufrían congelaciones, aplastamientos, quemaduras, heridas en
la cabeza y en el cuello debido a estar ubicados en las trincheras, etc. (8).
La gran mayoría tenían heridas de metralla en la
cabeza y en el abdomen, se les realizaba la intervención lo antes posible y se
les trasladaba inmediatamente (21). Se atendían a amputados traumáticos,
diversas hemorragias, traumatismos en el vientre, fracturas abiertas, se
encontraban con gran cantidad de destrucción de tejidos, laceraciones profundas
en el pecho, con fracturas en el cráneo, etc. (11).
También se encontraban enfermedades como tifus
(por las aguas), paludismo, artritis, piojos, sarna, etc. Evidentemente el
agotamiento extremo influía en estas patologías, como también el hambre y la
sed que padecían. Las circunstancias ambientales eran un factor importante a
considerar, ya que favorecían la aparición de enfermedades, por ejemplo en la
batalla de Teruel, los soldados soportaron temperaturas de menos de veinte
grados, por lo que padecían reumatismos, pie de trinchera, neumonías y en mayor
medida gangrenas secas. Por otro lado en Brunete, el Ebro y Levante, soportaban
un calor insoportable a cuarenta grados y sin apenas agua, los soldados
padecían deshidrataciones violentas, fatiga, pulsos filiformes, disnea,
hipotensión e incluso algunos perdían el conocimiento (12). Además, los
soldados que caían prisioneros debían de soportar en ocasiones condiciones
infrahumanas (como por ejemplo los encontrados en el Fuerte de San
Cristóbal, considerada una de las cárceles más duras de España) donde vivían
hacinados, con humedad, hambruna, etc. (16).
4.1.5.1 Cuidados de enfermería
al herido y enfermo:
Las enfermeras se enfrentaban a
gran diversidad de enfermedades como el paludismo que provocaba fiebres muy elevadas
o la sarna que se encontraba en abundancia y se contagiaba con bastante
frecuencia, cuyo tratamiento era la limpieza de las erosiones con un cepillo,
posteriormente le colocaban una pomada y en la etapa final de las enfermedades
eran los propios enfermos los que se trataban sus erosiones. En cuanto a los
procedimientos farmacológicos la mayoría consistían en inyecciones, éstas
prevenían la producción de gangrena, también se utilizaba para la desinfección
el agua oxigenada, ungüento y alcohol. Es curioso que para el tratamiento de la
neumonía se aplicaban cataplasmas impregnadas de mostaza, éstas provocaban al
enfermo en un principio muchísimo calor, se encontraban peor, aunque
posteriormente se recuperaban gracias a ello (17).
El sanitario que realizaba la primera cura en el
puesto de socorro hacía una profilaxis, ocluyendo la herida con una compresa
estéril, después realizaba un recubrimiento de algodón, para finalmente
realizar un vendaje. Para la utilización aséptica de las gasas, si se disponía
de algún instrumental como pinzas esterilizadas en alcohol, se cogía la gasa
con éstas y en su defecto con los dos dedos por la parte superior de la gasa.
El recipiente de las gasas debía de permanecer cerrado. Para el borde de las
heridas se utilizaba alcohol o bencina, pero nunca se vertía el contenido de
éstas sobre las heridas, tampoco se las echaba agua oxigenada o yodo. Si se
tenía tiempo suficiente, que en muchas ocasiones no era posible, a los
pacientes con traumatismo craneoencefálicos se les rasuraba la cabeza
precediendo al vendaje. En este tipo de traumatismos con pérdida de materia en
esa zona, se le colocaba un apósito y se vendaba de una manera holgada, sin
oprimir. No se retiraban los cuerpos extraños que eran extremadamente pequeños,
no existía tiempo para ello, solo se quitaban los que eran más superficiales
por ser accesibles y de fácil extracción con unas pinzas.
FOTO 11 Enfermeras República
española, en San Sebastián
A los heridos que tenían las vísceras fuera se
les cubría de la manera más asépticamente posible y no se les permitía ingerir
ningún tipo de líquido. Los traumatismos torácicos, también eran tapados para
que no pudiese entrar aire. A los demás heridos se les proporcionaba alguna
bebida alcohólica, de esa manera entraban en calor. Los enfermeros inyectaban
morfina según la pauta médica y a los más graves (traumatismos abdominales,
exteriorización de vísceras, etc.) se les administraba a demanda. Después de
una hemostasia en la cual habían tenido pérdida importante de sangre se les
suministraba Alcanfor y Cafeína, en caso de ser necesario se les inyectaba
intravenosamente o subcutáneamente suero. Para que no se produjeran
infecciones, sobre todo en las heridas causadas por proyectiles, se les
inyectaba suero antitetánico y anti gangrenoso a la vez (11).
En los hospitales de sangre (vanguardia), se
ingresaban a soldados con grandes traumatismos, a veces en estado de shock o
con grandes hemorragias, se realizaban las inmovilizaciones, se detenían las
hemorragias, se estabilizaba al paciente hasta poder ser trasladado a los
grandes hospitales en la retaguardia, donde disponían de más recursos y
material (11).
En ocasiones eran los practicantes o las
enfermeras las que suministraban la anestesia bajo supervisión médica (8). Las
enfermeras tenían que tener el instrumental quirúrgico preparado para la
cirugía, como pinzas, material ocular (agujas muy pequeñas), equipo de
transfusión para el suero y la sangre, inyectables, anestésicos (cloroformo),
desinfectantes (alcohol), gasas, guantes, vendajes, tablas para inmovilizar
extremidades, etc. (22). En muchas ocasiones no había más remedio que realizar
las transfusiones sanguíneas de una persona a la otra (20).
En los hospitales de la retaguardia o
convalecencia, se encontraban los heridos que requerían de más tiempo para su
total recuperación (11). Las enfermeras hacían que la estancia en el hospital
fuera lo más confortable posible. Para ello, dependiendo del hospital,
adornaban las estancias con flores y lo limpiaban. No solo se encargaban de la
asistencia técnica, se ocupaban de la correspondencia a los familiares, elegían
lecturas para los soldados, juegos, guardaban pertenencias personales de los
enfermos, escribían cartas a los familiares, etc. (13).
Por otro lado, los soldados ingresados pasaban
su tiempo jugando a las cartas, compartiendo sus vivencias e inquietudes,
hablando sobre la guerra, mirando las esquelas, escribiendo cartas a los
familiares o a amigos desaparecidos, etc. Era un punto de encuentro entre el
frente y la retaguardia, por lo que los heridos aprovechaban para enviar
paquetes, mensajes o cartas a sus allegados. El hospital se convertía para
ellos en lo más parecido a un hogar, alejados del sufrimiento, del hambre, de
los piojos, con sabanas limpias, alimentos, etc. En todo esto las enfermeras
tuvieron un papel protagonista apoyando a los heridos (12). Ellas podían estar
trabajando en los hospitales, en los puestos sanitarios, realizando uniformes,
talleres de ropas, comedores, en los orfanatos, con presos, etc. (13).
Según los testimonios de algunos soldados, la
labor de las enfermeras era excepcional. Destacaban las cualidades humanitarias
de éstas, la delicadeza, la alegría y dulzura. Las describían como ángeles que
parecían no descansar nunca, sin embargo nunca tenían un aspecto cansado. En
cuanto a las monjas, dicen que eran como almas con piedad y buenas personas
(10).
Es destacable que durante la contienda bélica
tanto en un bando como en el otro fallecieron enfermeras y practicantes.
Enfermeras como las tres de Astorga pertenecientes al bando sublevado,
fusiladas en Somiedo (Asturias) por los republicanos, a éstas se las otorgo la
posición de mártires. Del mismo modo que los 23 cadáveres hallados en una fosa
encontrada en 2003, pertenecientes a enfermeras republicanas fusiladas por el
bando sublevado en el año 1937 (9).
Curas en Ambiente Húmedo: la cura húmeda impidió
la infección y posterior amputación de muchos miembros, e incluso la muerte del
soldado. Contrariamente a lo que se cree, esta cura no es actual y sus raíces
surgieron en España durante la guerra civil española, por lo que era denominada
el “método español”. Durante
la guerra gran cantidad de facultativos utilizaron ésta técnica, pero los
pioneros de ello fueron los médicos Dr. Bastos. Dr. W. Orr y el Dr. Trueta.
Dicha técnica mana del conjunto de la observación, de la experiencia y por
último de las intervenciones realizadas por diferentes médicos (23).
El Dr. Bastos Ansart publicó la obra “Algunos
aspectos clínicos de las heridas por arma de fuego” (1936), ésta obra se utilizó como protocolo en la
guerra. Consistía en la recopilación de las vivencias en diferentes guerras
donde él había servido y explicaba en qué consistía la cura húmeda y oclusiva (Tabla
12), ésta no se tocaba en dos meses, a no ser que presentase un olor muy
desagradable, en cuyo caso se levantaba antes. Para la realización de la cura
el paciente tenía que encontrase en perfecto estado y la herida no estar
infectada.
El Dr. Trueta realizó un experimento basándose
en el método que estaba utilizando el norteamericano Dr. W. Orr, y que lo
aplicó a lesiones recientes (Tabla 13). Según el Dr. Rodolfo Matas, el
cual ejerció durante la guerra civil en los hospitales de Cataluña utilizando
el “método español”,
destacó que en la última fase del proceso de curación, las vendas presentaban
un olor repugnante, pero que después de realizar la limpieza con agua estéril,
la herida tenía un aspecto sorprendentemente bueno, y sus bordes se encontraban
en perfecto estado de granulación. (Este método se utilizó en Vietnam y se
utiliza en heridas producidas por las minas antipersona) (23).
FOTO 12 El cirujano ortopédico Manuel Bastos
Ansart, primero de la izquierda con bata blanca. Hospital Militar de
Carabanchel en Madrid, 1 de diciembre de 1922 (Foto familia Bastos)
4.1.5.2 Semejanza de los
cuidados descritos por Florence Nightingale con los cuidados en la guerra civil
española:
La misión del practicante y de la
enfermera era la de ayudar en todo al médico, y su labor era de suma
importancia. Las enfermeras poseían una dotación especial en cuanto a las
capacidades manuales, pulcritud, orden, etc. Las hacían irremplazables en la
labor cuidadora. La enfermería (1937) tenía una preparación adecuada para poder
ejercer la profesión, con una extensa cultura en cuanto a las órdenes médicas y
conocimientos generales, por lo que era la persona más adecuada para asistir en
la colaboración médica.
La “Guía de enfermeras” escrita por el Dr. Mario Oliveras
Devesa en 1937, (Tabla 14) (14), es un ejemplo de cómo debían de
prestarse los cuidados de enfermería. En ella se puede observar como existe una
relación entre ésta guía de enfermería y cuatro de los cinco puntos importantes
que destacaba Florence Nightingale en el cuidado del enfermo: “Aire puro,
Agua pura, Desagües eficaces, Limpieza y Luz”. Así lo demuestra también un estudio comparativo realizado
sobre la asistencia sanitaria en España y los principios de Florence
Nightingale aplicados en la guerra de Crimea, con el título “Florence
Nightingale y su influencia en los cuidados de enfermería al herido durante la
guerra civil española” (25).
4.2 País Vasco:
La guerra civil fraccionó al País Vasco, en
función de la vinculación al gobierno de la república o al bando sublevado. El
1 de octubre de 1936, se aprobó el Estatuto de Autonomía en las cortes
republicanas, y poco después surgió el primer Gobierno Vasco siendo el
primer lehendakari el nacionalista José Antonio Aguirre. Éste creo el ejército
“Euzko Gudarostea”
(ejército vasco), incorporando a la “Marina de Guerra Auxiliar de Euzkadi”, también creo la “Cruz Roja de
Euzkadi”, servicios
sociales, etc. (26). Al comienzo de la guerra se publica un decreto (Tabla
15), donde queda militarizado todo el personal sanitario (27).
4.2.1 Formación de enfermería:
Antes de la guerra muchas
enfermeras no estaban formadas, puesto que se dedicaban a otras profesiones
(peluqueras, cocineras, etc.). Pero como en el resto de España durante la
contienda se crearon cursillos para ellas y para los practicantes (11). A pesar
de que las mujeres vascas eran muy tradicionales, las nacionalistas se
estructuraron para crear diferentes instituciones implicadas en la atención a
enfermos, marginados, etc. Como por ejemplo “Osakolea edo Aurtzaintokiak” (casas de salud o guarderías).
Además fundaron la imagen de “Gexozañak” (enfermeras), que tuvieron un papel
activo en la guerra civil española atendiendo a los soldados malheridos.
FOTO 13 Enfermeras vascas. Gexozañak
En el “Reglamento del Hospital
de 1933” del Hospital
Civil de Basurto, ya se consideraba la instauración de una escuela de
enfermeras. En la calle Bidebarrieta de Bilbao, unos médicos crearon una
Escuela para Enfermeras y así formar a éstas en la teoría y las prácticas, que
las realizaban en el hospital bajo el mando de las Hermanas de la Caridad, pero
la escuela duro poco tiempo, surgiendo sólo dos promociones, se podría
considerar uno de los primeros intentos en la creación de una escuela de
enfermería en Bilbao. En octubre de 1937 el consejero de justicia firmó una
orden, creándose así la escuela de enfermería vinculada a la facultad de
medicina, como auxiliares de éstos (26).
Según el “Diario Oficial del
país Vasco del 22 de febrero de 1937”,
se exponía la reglamentación (Tabla 15) para que las aspirantes pudieran
cursar los estudios de enfermería en las facultades de medicina (28). Se cree
que el primer curso no llegó a realizarse, puesto que no existe más información
sobre esta escuela, lo que hace suponer que con la entrada de los nacionales en
Bilbao se destruyó gran cantidad de archivos e información (26). Los documentos
estudiados del Santo Hospital Civil (Tabla 11), aportan información
respecto a la normativa para enfermeras y alumnas en el año 1935, poco antes de
la guerra civil (18).
4.2.2 Cuidados de enfermería en
los diferentes lugares de actuación:
La guerra civil sorprendió a toda la población,
y como consecuencia hubo una gran movilización ciudadana y los hospitales
empezaron a funcionar e inmediatamente se habilitaron edificios para la
atención sanitaria. Se recurrió a la militarización civil dada la escasez de
sanitarios en el bando republicano. Muchas veces se demandaban a los
estudiantes de medicina y practicantes, “tirando” de ellos hasta el fin del
conflicto bélico. La Comisaría General de Defensa de Vizcaya instauró una
Delegación de Sanidad instalada en el Palacio de la Diputación de Bilbao de
esta manera se podrían atender las necesidades que surgieran del conflicto
bélico.
Se pidió colaboración del personal sanitario, de
los centros de asistencia y aportación de materiales. Para poder regular la
asistencia sanitaria durante el comienzo del conflicto se creó el “Euzko-Gexozain-bazpatza” (asociación vasca de cuidados de
enfermos), que asociaba varias profesiones para poder cubrir las necesidades.
Se realizó un llamamiento para solicitar la cooperación de diferentes
instituciones y como resultado se cedieron varios edificios donde se instalaron
los hospitales de sangre. La creación del primer gobierno autonómico (1936),
trajo consigo la instauración de la “Sanidad Militar en Euskadi”. Durante el conflicto se planifico
una red asistencial, desde el primer nivel hasta los hospitales colocados en la
retaguardia. En el reglamento de los hospitales militares se estipulaba cual
era la misión del personal auxiliar facultativo (Tabla 15) (11).
Organización: la organización era
parecida al resto de España. En primer lugar se encontraba el puesto de
socorro del batallón, cerca el hospital de vanguardia y después dependiendo del
estado del paciente se encontraban los grandes hospitales, los centrales y los
de convalecencia.
En el puesto de socorro se encontraba el equipo
sanitario, compuesto por un médico, cinco sanitarios, cuatro practicantes y
camilleros. El médico realizaba la exploración del enfermo y la ficha de vanguardia
(Tabla 16) para ser trasladado por el camillero al hospital más próximo.
El facultativo era el encargado del material sanitario y de la clasificación de
los heridos según su gravedad. También conocía las operaciones que se iban a
realizar, para poder organizar los sistemas de recogida y trasporte de heridos
(11).
Los hospitales de vanguardia, tenían a su vez
centros a los que derivar a los pacientes con traumatismos (grandes
hospitales), aunque en muchas ocasiones no tenían camas suficientes. Se habilitaron
como hospitales, los conventos, colegios, etc. Y muchas religiosas colaboraron
en la asistencia sanitaria. A los soldados que precisaban una atención más
especializada se les derivaba a los Hospitales Centrales de Bilbao, para ello
se habilitaron centros como la Plaza de toros de Bilbao, lugares de sociedad
cultural como El Sitio, Club Deportivo, Santo Hospital Civil (Basurto), Cruz
Roja (la Cruz Roja colaboró desde el principio de la contienda) etc. (11). El
Santo Hospital Civil, contaba con la colaboración de las muchas religiosas de
la orden Hijas de la Caridad, así como, practicantes, sirvientes y sirvientas,
subdirector de la Escuela de enfermería y profesor de anatomía. Disponían de
servicios de laboratorio, farmacia, esterilización y desinfección, anatomía
patológica, fisioterapia, fotografía, etc. (29).
FOTO 14 Tablas 10 y 11.
Hospital catalán en la Guerra Civil
En San Sebastián, hubo muchos hospitales que
prestaron sus servicios como el Hospital Militar General Mola, Hospital Nuestra
Señora de las Mercedes, San Antonio de Abad, (8) etc. Y hoteles, como el
Hotel Londres y el Hotel Príncipe (11).
Los Hospitales de la Retaguardia (convalecencia)
se encontraban a los límites de la ría de Bilbao, y mayoritariamente eran casas
de verano que habían sido donadas o confiscadas. Todos los soldados tenían que
ser vacunados de la antivariólica y antitífica (11).
Los practicantes eran distribuidos en los
batallones y hospitales de vanguardia; las enfermeras en cambio fueron
retiradas del frente, aunque esta norma no siempre se cumplió debido a la gran
demanda de cuidados (11).
Cuidados
en el Hospital:
En cuanto a las curas y la asistencia a los
heridos fue parecida al resto de España. Los pacientes seguían unos horarios y
una dieta (Tabla 17) estipulada por el médico y la enfermera se
encargaba de su cumplimiento (11).
Acorde a la información del Santo Hospital Civil
de Bilbao (Basurto), se realizaba un parte semanal que se entregaba a la
dirección todos los sábados, en él se reflejaba “número de enfermos
asistidos, defunciones, altas, historias clínicas ultimadas, peticiones
realizadas, observaciones, etc.”. Éste
parte era firmado por el jefe o el ayudante (18). El Cuerpo del ejército vasco
fue uno de los mejor dotados en cuanto a personal sanitario (11).
La marina: “La Marina de la Guerra
auxiliar de Euzkadi” que
participó en la guerra civil española, ha sido muy desconocida, así como la
asistencia sanitaria que ejercían y el papel de los practicantes en los buques.
En octubre de 1936 se estructura la sección de la marina, para instaurar
la “fuerza naval auxiliar de la armada republicana”. Los buques en la marina vasca eran
los de Guipúzcoa, Navarra y Vizcaya en los que se encontraban practicantes que
realizaron sus estudios en el Hospital de Basurto. Ellos asistían las
necesidades que surgiesen en relación con la enfermería, realizaban curas,
asistían en las enfermedades, ponían inyecciones para la fiebre amarilla,
tifus, viruela, etc. Determinaban que soldados estaban bien para ejercer su
labor y cuáles no. Realizaban charlas sobre higiene y enfermedades los sábados
por la mañana dos horas y cada dos semanas un reconocimiento a todos los
tripulantes. La batalla de Matxitxako fue una de las más duras, por el fuerte
temporal y el fuego enemigo. En ella falleció un practicante y hubo varios
muertos y heridos, que fueron trasladados a los hospitales de Bilbao (30).
FOTO 15 Los Practicantes de la Marina de Guerra
Auxiliar de Euzkadi
4.2.3 Peculiaridades:
La guerra en el norte tenía ciertas
características propias de la zona, como las condiciones meteorológicas
adversas, al territorio montañoso y a que el frente era ampliamente prologado.
Para trasladar a los heridos, los camilleros utilizaban artolas dada la
geografía montañosa en la que se encontraban, se amoldaban a lomos de los
caballos, había dos tipos, las “artolas sencillas” para los heridos con lesiones leves
y las “artolas literas”
para los de mayor gravedad.
Los materiales para el traslado eran ligeros y
se encontraban camuflados. Las casas de veraneo que se utilizaban como
hospitales de convalecencia, tenían los
nombres de sus dueños, como Echevarrieta, Ampuero, etc. (11).
Es importante mencionar que en el Cuerpo de
Ejército Vasco se encontraban “Dispensarios de Higiene (1936)”, se colocaron nueve dispensarios en
los frentes para la prevención venérea, donde más soldados había. Las
enfermedades que atendían más frecuentemente eran la sarna, las infecciones de
trasmisión sexual y enfermedades dermatológicas. Se trataban con baños
terapéuticos en piscinas deportivas, por ejemplo en el Club Deportivo de
Bilbao, se utilizaban las piscinas para tratar los piojos, diferentes
enfermedades y patologías dermatológicas. En este mismo centro se instauró el “Instituto
de Higiene Militar para las enfermedades venéreas” (11).
Es de destacar que durante la guerra el Hospital
Militar General Mola, fue pionero en intubación endotraqueal y cirugía
plástica. La situación en las trincheras provocaba heridas en el rostro y
cuello, con grandes desfiguraciones. Pero gracias al trabajo en equipo de
diferentes médicos españoles y extranjeros solucionaron en la medida de lo
posible éste problema. De ésta manera se dignificó la vida de muchas personas
(8).
5. DISCUSIÓN:
En cuanto al objetivo general del estudio, los
resultados responden claramente al mismo. Éstos aportan información sobre los
cuidados que se ofrecieron en la guerra civil española, así como su importancia
y toda la colaboración ciudadana e internacional que cooperó en el conflicto
bélico. En los resultados se observa cómo se responde al objetivo en relación
al País Vasco, contribuyendo a los conocimientos de la función de enfermería en
esta región y de las singularidades propias de la zona.
Es de destacar que gracias a la Orden de 1915
cualquier mujer podía acceder a los estudios de enfermería, independientemente
de que perteneciese a una orden religiosa o no, situación que había estado
siendo habitual hasta el momento (3).
Del mismo modo es de resaltar que la Primera
Escuela en España (Santa Isabel de Hungría), fuera laica y fundada antes de la
ordenación de la profesión (4).
Es importante mencionar que durante
la II república tanto los practicantes como las enfermeras y matronas, fueron
fundamentales para el cambio en la sociedad, así como la intención de progresar
en la salud pública y en la profesionalización de la enfermería (5, 6, 7).
Todos los estudios seleccionados coinciden que
durante los años 1936 - 1939, como consecuencia de las circunstancias del
momento, las mujeres tuvieron acceso a la formación independientemente de su
estatus social (3,8,9,10,11,13,14,15,16,18,26,28).
Es de subrayar la colaboración de todas las
personas sanitarias y no sanitarias que participaron en la ayuda al herido y al
enfermo (8,9,10,11,12,13,14,16,17,19,20,21,22,23,24). Además de la espléndida
labor de ayuda internacional, creando hospitales para la asistencia a los
soldados con fondos obtenidos de sus propios países y el papel de las
enfermeras extranjeras, cultas, cualificadas y descendientes de familias
acomodadas, que dejaron todo lo que tenían allí, para prestar sus cuidados a
los heridos de guerra soportando condiciones extremas (20,21,22,23). Además de
las asociaciones creadas para la atención a exiliados (24).
Es destacable el conocimiento del origen de las
curas en ambiente húmedo como “método español”, esto supone un descubrimiento significativo (23).
Resulta importante mencionar que en varios
resultados se encuentra la presencia de Florence Nightingale, en la primera
escuela de enfermería en España con el modelo británico (4), el “Juramento
Nightingale” instaurado en
los colegios (6), la Reina Victoria Eugenia creando la escuela de Cruz Roja con
la filosofía Nightingale (10). Además según un estudio comparativo, quedan
reflejadas las coincidencias entre los cuidados aplicados por Nightingale en la
guerra de Crimea y los cuidados que se aplicaron en la guerra civil española
(25).
En el País Vasco, destaca significativamente los
dispensarios de higiene, el uso de artolas para la evacuación de heridos (11),
la docencia impartida por los practicantes en la marina (30) y el avance
en plena guerra de la cirugía plástica
en heridos de trincheras y la intubación endotraqueal en la anestesia (8).
FOTO 16 Enfermeras de San Sebastián 1937
A lo largo de la revisión
bibliográfica se encuentran coincidencias significativas en los resultados;
gran cantidad de los artículos coinciden en la gran importancia que tuvo la
formación y educación para la enfermería antes de la guerra civil española
(3,4,5,6,7,26) y sobre todo durante el conflicto bélico, para una adecuada
atención a los heridos y enfermos (3,8,9,10,11,13,14,15,16,28). Este hecho no
solo es significativo en España, puesto que las enfermeras extranjeras que
ejercieron durante el conflicto, estaban muy formadas (20,21,22). También se
encuentran coincidencias respecto a la importancia del papel de la Cruz Roja
durante toda la contienda (3,10,11,13,15,17).
Varios estudios destacan la
importancia de una correcta organización sanitaria, para la evacuación de los
heridos y asignación a los hospitales más adecuados dependiendo de cada caso
(8,10,11,12).
Los estudios analizados coinciden
en que tanto en el País Vasco como en el resto de España no existieron
diferencias significativas en relación con el cuidado, la enfermería y la
organización (8,10,11,12,13,14,16,17,18,20,21,22,30). Sin embargo, uno de los
estudios resalta que el Cuerpo del Ejercito Vasco fuera uno de los mejor
dotados de España (11). También se encuentran diferencias en cuanto a las
enfermedades dependiendo de la zona geográfica, agravadas por las
circunstancias meteorológicas y ambientales (11,12,20,21,22).
En España las religiosas prestaban sus cuidados
en el bando nacionalista (3,9,10,12,13,15), como contradicción en el País Vasco
prestaban sus servicios a la región republicana (10,11,29).
FOTO 17
Aspirantes a Damas Enfermeras de la Cruz Roja durante la Guerra Civil Española.
Fotografía del ABC
Se puede confirmar la hipótesis planteada en un
primer momento, puesto que la información histórica aportada por la revisión
bibliográfica es fundamental para el conocimiento de la profesionalización de
la enfermería. La realización del estudio ha sido dificultosa, teniendo que
acudir a diferentes lugares de la provincia para solicitar información y
pidiendo ayuda a expertos en el tema. Dando como resultado un proceso largo y
duro, pero a la vez satisfactorio, puesto que la información finalmente
estudiada era desconocida para el investigador y resultó apasionante.
Por todo ello resulta imprescindible mencionar
que como consecuencia de la dispersión documental sería importante la necesidad
de nuevas investigaciones en éste campo para poder ampliar los conocimientos.
6. CONCLUSIONES:
1.- Queda evidenciada la importancia que
tuvieron los cuidados de enfermería y el papel de las enfermeras en la sociedad
durante la guerra, así como que éstos cuidados estuvieran basados en una
formación adecuada.
2.- La colaboración del voluntariado, ayuda
internacional y las enfermeras extranjeras fue de suma importancia para la
asistencia a los heridos y enfermos.
3.- La labor de las enfermeras españolas y
extranjeras, resulto dificultosa, pero a pesar de ello demostraron una gran
fortaleza, exponiéndose a enfermedades, hambre, turnos interminables, cansancio
extremo, presión, estrés e incluso en muchas ocasiones a la muerte. No
influyendo todo esto en los cuidados aplicados y realizándolos de la mejor
manera posible, así se demostró tanto en un bando como en el otro, donde ambos
tenían un objetivo común, prestar los cuidados adecuados al herido, al enfermo
y a los colectivos más vulnerables.
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Manuel
Solórzano Sánchez
Diplomado en Enfermería. Servicio de
Traumatología. Hospital Universitario Donostia de San Sebastián. OSI-
Donostialdea. Osakidetza- Servicio Vasco de Salud
Insignia de Oro de la Sociedad Española de
Enfermería Oftalmológica 2010. SEEOF
Miembro de Enfermería Avanza
Miembro de Eusko Ikaskuntza / Sociedad de
Estudios Vascos
Miembro de la Red Iberoamericana de Historia de
la Enfermería
Miembro de la Red Cubana de Historia de la
Enfermería
Miembro Consultivo de la Asociación Histórico
Filosófica del Cuidado y la Enfermería en México AHFICEN, A.C.
Miembro no numerario de la Real Sociedad
Vascongada de Amigos del País. (RSBAP)
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