En Hernani provincia Gipuzkoa
La
salud estaba en manos de los médicos, que se auxiliaban del “barbero-cirujano-dentista-sangrador”,
popularmente conocidos como “cirujanos”. El cirujano se encargaba
de hacer pequeñas intervenciones o curas, de sacar las muelas y, por
prescripción del “médico titular
asalariado”, de aplicar al paciente sanguijuelas para hacer las
recurridísimas sangrías. En este oficio se iniciaban los mozos pasando un
período de entre tres y cinco años como aprendices con un
“barbero-cirujano-dentista-sangrador”.
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1 Barbero, cirujano, dentista, sangrador
Ya
en el siglo XVI tenía Hernani su propio cirujano asalariado. Así se desprende
del acuerdo del 9 de noviembre de 1549, contenido en el libro de actas
municipal del Ayuntamiento de Hernani:
“...platicaron como esta villa avia falta de
un barbero y que hera menester que en alguna parte de esta provincia se
buscare. Todos los quales fueron de conformidad que el Regimiento tubiese especial
cuydado y procurase de traer oficial barbero dándole algun justo partido”.
Joan Martín de Sasoeta firma
su ingreso como cirujano de Hernani el día de Todos los Santos de 1595. Cinco
años después, le vemos ocupando el cargo de regidor de la villa. El mismo
apellido comparte el cirujano de 1624, Sebastián
de Sassoeta, quien toma como aprendiz a Martín de Sassoeta (con toda probabilidad un sobrino o pariente
próximo) para que en el plazo de tres años pueda aprender el oficio de sangrar
y afeitar. A cambio, el maestro recibe 6 ducados y una carga de trigo, y se le
prometen otros 6 ducados al expirar el contrato. Pero si el morroi abandona antes de cumplirse el
plazo, el maestro cirujano tomará otro oficial para que le sustituya cuyo
sueldo pagará el padre de Martín.
El
mismo Sebastián adquiere en 1636
a don José de
Percaiztegui, clérigo y beneficiado de la iglesia, la casa llamada Ayçarna con su correspondiente tumba en
la parroquia.
Un
contrato de 1739 con el cirujano Antonio
de Bengoechea establece la obligatoriedad de atender a los vecinos tanto de
día como de noche, de forma que si por cualquier razón tuviese que ausentarse
del pueblo nombraría un sustituto. Queda así claramente señalado el peso de
este oficio en la sociedad tradicional.
Ayer
tanto o más que hoy, existía una prístina escala de jerarquías entre los
oficios entreverada con supuestas hidalguías que por estos pagos casi todo el
mundo reivindicaba para sí. Esto se evidencia en lo acaecido a la pobre María Manuela de Huici, natural de
Urnieta y residente en Hernani, a quien el “mancebo
cirujano” Joseph de Arizcun dejó
embarazada. En un principio el varón se comprometió por escrito a desposarla,
pero a la hora de subir al altar se echó atrás argumentando que firmó engañado
por el maestro de escuela cuando sólo tenía 15 años; dice además que es hidalgo
notorio, mientras María Manuela es hija de carnicero, oficio vil donde los
haya. En su réplica, la muchacha aclara que no eran 15 sino 19 los años que
tenía Arizcun, a quien recuerda sus antecedentes arrieros, al contrario que los
suyos provenientes de Goizueta donde todos los naturales gozan de hidalguía. La
sentencia del año 1760, condenará finalmente al cirujano auxiliar a pasar por
la vicaria del brazo de María Manuela.
Francisco de Zaragüeta y
Linzuain —apellido de largas y cultas resonancias en nuestra villa—,
tenía en la tercera década del XVIII su taller de sangrador en la casa de Pepe
Toledo de la calle Mayor, con Gregorio
Sorbet como ayudante.
Francisco
Zaragüeta y Linzuain (Practicante de Hernani Gipuzkoa). 1796 – 1880
Francisco
Zaragüeta y Linzuain (Practicante de Hernani Gipuzkoa). 1796 – 1880. Artículo
publicado nº 298 con fecha 29 - 04 al 06 - 05/2005
Ya
para 1876 Hernani tiene su propio practicante, oficio que hereda los
conocimientos del antiguo sangrador-cirujano-barbero
y que coexistirá todavía con el barbero-sacamuelas
hasta que éste cuelgue las tenazas y
se dedique sólo a las tijeras (eso sucede al entrar nuestro siglo) (1).
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2 Desengaño del abuso de la sangría y purga.
Lorenzo Romeo. 1623
En Getaria provincia de
Gipuzkoa
De
igual forma, el gremio de pescadores disponía de un cirujano a su servicio, que
desde el 12 de junio de 1840 era el vecino de Elgeta José de Garay. Los términos del acuerdo se concretan en cinco
puntos:
1º.
Se establece la obligación de cuidar de los pescadores y navegantes, sus
familias, viudas y huérfanos.
2º.
Tendrá obligación de asistir a los partos.
3º.
Cobrará una soldada por la pesca que se haga a la rastra o gran red barredera,
media soldada por cada lancha de la pesca de “besugo, sardina en raba, majuas y
atonages”, y dos partes por cada cincuenta de capturas de “merluza con anzuelo
y redes, gitos, driva, congrio y fletes”.
4º.
En caso de enfermar, Garay tendrá que poner un cirujano sustituto a su costa.
5º.
Igual que en el contrato del médico, se establece la conciliación directa entre
el médico y su cliente en caso de disputa.
Debieron
quedar contentos los arrantzales con
los servicios de Garay, pues ocho años después se le renueva para otros tantos
(2).
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3 Sutura de una herida menor en una barbería. Gerrit Ludens, (1622-1683)
En Aia provincia de Gipuzkoa
Cirujanos
“Cirujano”
era nombre abreviado del oficio del “barbero-cirujano-dentista-sangrador”.
Las pequeñas intervenciones o curas, el sacar las muelas y, por prescripción
del “médico titular asalariado”, aplicar al paciente sanguijuelas para hacer
las socorridas sangrías eran funciones propias de este oficio, en el que se
iniciaban los mozos tras pasar un período de entre tres y cinco años como
aprendices con un barbero-cirujano-dentista-sangrador.
Ramón Ignacio de Varela es
contratado por el concejo el 16 de mayo de 1811. Como cirujano en Aia, y se
compromete a:
1º.
Acudir cuando se le requiera los caseríos del pueblo a cambio de 2 reales la
visita, y 1 real si es en el casco.
2º.
Está obligado a rasurar a los vecinos gratis cada seis meses. Al objeto, debía
mantener abierta la barbería los domingos a la mañana con un mozo como
ayudante, y dos mozos atendiendo si él se ausentaba.
3º.
Cobrará por derechos de parto entre 16 y 20 reales.
4º.
Por las heridas cobrará a discreción en función de su trabajo.
5º.
Los vecinos le darán 50 fanegas de trigo al año que recogerá él mismo o alguien
en su nombre de las casas del vecindario. Si hubiera algún moroso, dará cuenta
a la justicia para que cobre en su nombre.
6º.
El concejo le pagará 20 ducados como salario anual.
Al
llegar a 1832, el concejo se ve en la necesidad de contratar a un segundo
cirujano (recordemos que aún no había médico municipal, por lo que el barbero
se vería muy requerido). Se llamaba Joaquín
de Urcelai y era de Segura. Se dividen el pueblo en dos: el nuevo cirujano
atenderá a las casas situadas en “Urdaneta, Elcano, Laurgain, Arrutieguia,
Olascoagaeguia” y la mitad del casco, y al veterano se le asignan los barrios de
“Curpidea, Echetavalla, Alzola, Iruretaeguia, Andatza, Aya (sic)” y la otra
mitad de la calle. Entre 1840 y 1854 servirá el donostiarra José Antonio de Vidaurre, y a su
renuncia al puesto le reemplaza Joaquín
de Illumbe, natural de Elgeta.
El
9 de enero de 1843 ingresa en Aia el maestro cirujano Roque de Añorga que se ocuparía de la misma zona que antaño
correspondía al cirujano más veterano y en las mismas condiciones. Al dejar el
cargo Roque le sustituye en 1852 Juan
María de Alcorta (3).
En Lasarte – Oria, provincia de
Gipuzkoa
El
cirujano-barbero-sangrador, popularmente conocido como cirujano, es el antecedente del enfermero o practicante: hacía
curas y pequeñas intervenciones, sacaba las muelas y, por prescripción del
médico, aplicaba sanguijuelas a los pacientes para provocarles sangrías.
Hernani tuvo su propio cirujano asalariado desde el siglo XVI.
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4 Constituciones, y Institutos del Hospital General, Passion, y sus agregados
de esta Imperial Villa de Madrid. 1705
En
el contrato firmado en noviembre de 1775 entre la villa de Urnieta y Manuel Joseph de Vicuña, maestro
cirujano, natural y vecino de la misma, se especificaba claramente que tenía
obligación de tratar a los enfermos de Lasarte igual que a los demás de
Urnieta, aplicándoles sanguijuelas y afeitándoles las barbas cada ocho días “en
la casa habitación del Maestro Cirujano” (la casa llamada Escolazarra, sita en la plaza pública), pagándole por ello cada
vecino un cuartal de buen trigo “según la costumbre” (unos 7 kilos de trigo).
En caso de que diese ese servicio a domicilio, cliente y cirujano ajustarían
amistosamente el precio.
Otro
nombre vinculado al oficio es el de Francisco
de Zaragüeta (emparentado con el filósofo oriotarra del siglo XX) que en la
tercera década del XVIII operaba desde la casa de Pepe Toledo de la calle Mayor
de Hernani, con Gregorio Sorbet como
ayudante.
Para
1876 Hernani tiene su propio practicante, oficio que hereda los conocimientos
del antiguo sangrador-cirujano-barbero y que coexistirá todavía con el barbero-sacamuelas
hasta que éste cuelgue las tenazas y se dedique sólo a las tijeras (4).
REALES ÓRDENES
Real
Orden de 20 de abril de 1799, para la reunión de la Medicina con la Cirugía,
que deben regir provisionalmente hasta que se forme una Ordenanza que abrace
todas las reglas precisas para el gobierno de esta Facultad reunida. En el
artículo 3º hace referencia a Sangradores y Matronas o Parteras.
Real
Cédula de S.M. De 6 de mayo de 1804, por la que se aprueban y mandan observar
las Ordenanzas generales formadas para el régimen escolástico y económico de
los Reales Colegios de Cirugía, y gobierno de esta Facultad en todo el reino.
En el Capítulo XVI hace referencia a “Exámenes de revalida para los licenciados
en Cirugía, para los Cirujanos, Sangradores y Parteras”. En el Capítulo XVIII
hace referencia a “Penas de los que exerzan la Cirugía sin título,
prerogativas, facultades y exenciones de los Cirujanos aprobados, y de los
Sangradores y Parteras”.
Real
Orden de 30 de abril de 1806, relativa al ejercicio privado de los Sangradores
aprobados.
Real
Resolución de 25 de noviembre de 1806, por la que se determina que en el
Hospital San Carlos de Madrid, se imparta clase de 11,30 a 12,30 de la mañana
para que los Practicantes del Hospital General, puedan asistir a ella.
Real
Orden de 9 de marzo de 1807, por la que se modifica el Capítulo XVI del párrafo
16, de la Real Cédula de S.M. de 6 de mayo de 1804, en la siguiente línea: “Esta
mandado que los que hubieren estrado alguna vez a exámenes de Cirujanos, salgan
o no reprobados, no sea admitidos a examen separado de Sangradores, sin que se
verifique que hubieran sido reprobados tres veces en cualquiera de los exámenes
teórico o prácticos, con lo cual quedan excluidos para siempre de exercer la
Cirugía y, para ser admitidos al examen de Sangradores, ha de hacer depósito de
2.000 reales de vellón”.
Real
Orden de 4 de febrero de 1816, por la que se modifica el Capítulo XVI, párrafo
3º de la Real Cédula de S.M. de 6 de mayo de 1804. Hace referencia a los
exámenes de revalida para los Licenciados en Cirugía, para los Cirujanos,
Sangradores y Parteras, debiendo además, tener cumplidos 22 años.
Real
Orden de 19 de septiembre de 1816, por la que se modifica el Capítulo XVI,
párrafo 8º, de la Real Cédula de S.M. de 6 de mayo de 1804, en la siguiente
línea: “Sin embargo de lo previsto en este artículo, sírvase para examinar del
arte de Flebotomía la práctica de el que los pretendientes tuvieren o hiciesen
con sangradores aprobados”.
Real
Decreto de 16 de junio de 1827, por el que se establece el Reglamento para el
régimen científico, económico, e interior de los reales Colegios de Medicina y
Cirugía, y para el gobierno de los profesores que ejerzan estas partes de la
ciencia de curar en todo el Reino. En el Capítulo XXIV hace referencia a “De
los Cirujanos-Sangradores, y de las Matronas o Parteras”. En el Capítulo XXV se
hace referencia a “Título para los Cirujanos-Sangradores” (Art. 5º) y “Título
de Matrona o Partera” (Art. 6).
Real
Cédula de S.M. Y Señores del Consejo de 10 de diciembre de 1828, por la cual se
manda observar en todo el Reino el nuevo Reglamento que ha tenido a bien
aprobar para el régimen y gobierno de los Colegios de Medicina y Cirugía, y se
los profesores que ejerzan estas facultades. En el Capítulo XXIV hace
referencia a “De los Cirujanos-Sangradores, y de las Matronas o Parteras y al
juramento de los Cirujanos-Sangradores”.
Reglamento
de 2 de junio de 1829, para el gobierno y régimen facultativo del cuerpo de
Médico-Cirujanos del Ejercito. Hace referencia a los Practicantes en el
Capítulo IX: De los Hospitales; en el Capítulo X: Servicios en campaña y en el
Capítulo XI; del Médico-Cirujano de Ejército en campaña.
Real
Decreto de 8 de enero de 1840, por el que se aprueba el reglamento del Cuerpo
de Médicos Cirujanos de la Armada. Hace referencia en el Capítulo XIII a los
Practicantes de cirugía para el servicio de buques.
Real
Orden de 1 de mayo de 1847, designando las circunstancias que deben concurrir
en los que aspiren al título de sangradores.
Circular
de 10 de abril de 1856, por la que se señala el abono que debe hacerse a los
Practicantes del Hospital Militar de Torrelaguna.
Real
Orden de 6 de octubre de 1856, disponiendo que los Practicantes de la Armada y
de Hospitales Militares que hubieran tocado la suerte de soldados, sigan en los
mismos puestos durante el tiempo que deban servir como soldados.
Real
Orden de 3 de septiembre de 1859, señalando los sueldos que han de disfrutar
los Practicantes de Cirugía de Marina. Los de 1ª clase con destino en
hospitales o arsenales, 3.600 reales; a los mismos embarcados, 7.200 y a los de
2ª clase, destinados en tierra, 2.060 reales.
Real
Orden de 21 de noviembre de 1861, por el que se aprueba el Reglamento para la
enseñanza de Practicantes y Matronas.
Real
Orden de 27 de julio de 1865, disponiendo que las clases de médicos y cirujanos
pasen para contribuir al subsidio industrial a formar parte de la tarifa de
profesiones en la forma que se expresa. Hace referencia a Cirujanos
romancistas, Comadronas y Sangradores.
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5 Barbería
Fotografías
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1.- Barbero sangrador
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2 y 4.- Catálogo bibliográfico de publicaciones enfermeras 1541 – 1978. Carlos Álvarez
Nebreda.
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3.- Sutura de una herida menor en una barbería. Gerrit Ludens, (1622-1683)
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5.- Historia de la barbería
1.-
Hernani y los Hernaniarras: Retazos de siglos. Fundación Kutxa. San Sebastián.
1998
2.- Getaria,
entre el mar, el cielo y la montaña. Ayuntamiento de Getaria. 2000
3.-
Aia, memoria de mil años. Aiako Udala. 2002
4.-
Lasarte – Oria: Veinte años y varios siglos. Ayuntamiento de Lasarte-Oria. 2003
Barberos y cirujanos en las provincias de Gipuzkoa,
Navarra y Almería. Publicado
el domingo día 13 de noviembre de 2011
http://enfeps.blogspot.com/2011/11/barberos-y-cirujanos.html
La
Bacía. Publicado el domingo día 22 de enero de 2012
AGRADECIMIENTOS
Antxon
Aguirre Sorondo
Carlos
Álvarez Nebreda
Manuel Solórzano Sánchez
Diplomado
en Enfermería. Servicio de Traumatología. Hospital Universitario Donostia de
San Sebastián. Osakidetza- Servicio Vasco de Salud
Insignia
de Oro de la Sociedad Española de Enfermería Oftalmológica 2010. SEEOF
Miembro
de Enfermería Avanza
Miembro
de Eusko Ikaskuntza / Sociedad de Estudios Vascos
Miembro
de la Red Iberoamericana de Historia de la Enfermería
Miembro
de la Red Cubana de Historia de la Enfermería
Miembro
Consultivo de la Asociación Histórico Filosófica del Cuidado y la Enfermería en
México AHFICEN, A.C.
Miembro
no numerario de la Real Sociedad Vascongada de Amigos del País. (RSBAP)
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