ES UNA ACTUALIDAD TRISTE QUE PREOCUPA A TODO MADRID 1900
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1 Sala del Torno de la Inclusa de Madrid
La
denuncia formulada ante la Diputación por su delegado José Peláez, ha causado
honda sensación. El señor Peláez, que ejerce el cargo de visitador general de
la Inclusa, no ha podido contemplar sin conmoverse las amarguras que los
pobrecitos niños expósitos sufren, y ha solicitado de la excelentísima
Corporación de Madrid, que se adopten inmediatas y eficaces medidas para atajar
el daño.
Adolfo
Rodrigo, con pluma valiente, ha secundado en las columnas populares del Heraldo
la campaña iniciada por el digno diputado provincial, y hoy toda la prensa
madrileña dedica atención preferente a tan grave cuestión de humanidad el
relato hecho en tonos vigorosos por el activo periodista dando cuenta de lo que
sucede en la Inclusa, ha levantado generales protestas de indignación. En las
Cámaras han repercutido aquéllas y el doctor Amalio Gimeno ha pronunciado un
notable discurso examinando la horrorosa mortalidad de niños en la Inclusa.
El
Ministro de la Gobernación ha prometido que se hará una investigación en dicho
asilo y poco a poco se corregirá el mal denunciado.
El
ilustrado doctor Pinilla, que hace muchos años se ocupó en este asunto, opina
que es difícil evitar la mortalidad de niños, ni aun pagando los atrasos a las
“amas de cría”.
“El
mal escribe, no tiene remedio sólo con eso, porque los achaques de la Inclusa
son más graves de lo que parece, y si había de continuar lactando a dos niños a
la vez una nodriza, aunque fuera remunerada, la mortalidad seguirá siendo
horrenda, porque ninguna nodriza “pero sobre todo las que gasta la Inclusa”
puede lactar dos niños a la vez.
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2 Sala del biberón. Sala de aseo para los niños. El comedor de las niñas del
Colegio La Paz
“Ese
mal se remedia con dos cosas, o por lo menos una de ellas: una ley semejante a
la vigente en Francia desde 1875 (la ley Rousel, de Protección de los niños
lactantes) o la institución de un laboratorio de leche estilo de los de Boston,
New-York, Hepdelberg, etc., en donde pueda hacerse leche maternizada ad hoc para el biberón de los niños”.
Nuevo
Mundo ofrece a sus lectores una información gráfica, completa, del benéfico
asilo y del Colegio de la Paz, anexo al mismo respondiendo a la justificada
ansiedad del público.
Alzase
el edificio que reproducimos en esta plana en la calle de Embajadores de
Madrid, y ocupa un solar inmenso que llega hasta la del Mesón de Paredes.
La
institución de la casa de niños expósitos data del siglo XVI, y se debe su
fundación a la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad. Dicha Asociación
cristiana instaló el primer torno en una casa de la Puerta del Sol, y después
de muchas vicisitudes fue trasladado a la galera vieja.
En
los comienzos siglo XIX pasó la Inclusa al edificio que hoy ocupa, el cual ha
sido reformado distintas veces, la última hace pocos años, siendo ya director
de ella el señor Andrés Domarco, que continúa desempeñando dicho cargo.
Este
señor se lamenta, como todo el mundo, de las notorias deficiencias que se
observan en la casa, y cree que mientras no se pongan al día los pagos a las
“Amas de cría”, es imposible que
mejore la situación de los niños. Las láminas del Ayuntamiento no son moneda
corriente, y de ahí proviene la desconfianza de las nodrizas y la especulación
a que se hallan sometidas en manos de agentes que las entregan una parte mínima
de su salario.
Sin
los esfuerzos y desembolsos hechos por las respetables señoras que forman la
Junta de Damas de honor y mérito, habría sido preciso cerrar la Inclusa. Dicha Junta, con las Hermanas de la Caridad,
sostiene el establecimiento, pero no puede mejorar su administración a cargo de
la Diputación.
La
Junta fue creada en 1803, y según el reglamento de 4 de junio de 1888, tiene la
facultad de conceder licencia a los expósitos para casarse, de intervenir en
los trámites para devolverlos a sus padres, si los reclaman y otras varias.
En
la actualidad, la constituyen las señoras siguientes:
Presidenta,
señora marquesa viuda de Trives.
Vicepresidenta:
duquesa de Bailén y señora viuda de Secades.
Tesorera:
marquesa de Perales.
Secretarias:
marquesa viuda de Martorell y condesa de Peña Ramiro.
Curadoras
de la Inclusa: marquesa de Perales, señora de Silvela y duquesa de Bailén.
Colegio
de la Paz: marquesa de Trives, duquesa de Ahumada y señora de Padilla.
Casa
de Maternidad: marquesas de Villamejor y de Amposta y señora de Bayo.
Vocales:
condesa de Torre-Arias, marquesa de Montalvo, baronesa de la Joyosa, condesa
viuda de Vega-Mar, condesa de Llobregat, marquesa de Peñaflorida, marquesa de
Fuentefiel, condesa viuda de Torrejón, condesa de Vilches, marquesa de
Salamanca, duquesa de Granada, duquesa de Mandas, condesa de Moriana, marquesa
de Bogaraya, señora de Hinestrosa, marquesa viuda del Pazo de la Merced,
marquesa de Hoyos, marquesa viuda de Valduera, marquesa de Somosancho, marquesa
de la Romana y marquesa de Mondéjar.
La
visita a la Inclusa, apena el ánimo y sugiere dolorosas reflexiones. Al
penetrar en la sala del torno, se nos representa el acto de la entrada de la
infeliz criatura separada del calor maternal, cuando más lo necesita…
Una
Hermana de la Caridad recoge al pobre ser abandonado, y lo asea cuidadosamente
en el lavabo que hay en el centro; le coloca al cuello la medalla que es
símbolo de su desventura, y, después de inventariar los efectos que lleva
encima, lo deposita en una de las blancas camitas que hay dispuestas en la
habitación.
Al
día siguiente, si hay nodriza disponible, comienza la lactancia del niño, en el
establecimiento; sí por desgracia suya todos los puestos están ocupados y no
hay posibilidad de enviarlo afuera, pasa a la “Sala del biberón”, donde le aguarda una muerte lenta... a pesar de
los esfuerzos del personal que cuida a los desheredados.
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3 Nodrizas en la Sala-Cunas principal
La
“Sala de Cunas” instalada en el piso
principal es muy agradable. Hay en ella ochenta cunas, y allí las nodrizas
atienden con solicitud a los pequeños huéspedes, que son los afortunados que
pueden absorber leche sana, aunque no en la abundancia que fuera necesario para
su desarrollo.
En
el mismo piso está la habitación de aseo, con una larga fila de lavabos, que
reciben agua templada y fría por dos cañerías preparadas al efecto. En esta
sala, las nodrizas limpian dos, o más veces al día a los pequeñuelos,
rociándolos con polvos de arroz y agua de colonia.
En
el segundo piso se encuentran la Enfermería general y diferentes gabinetes para
los asilados que padecen de la vista o dolencias contagiosas. Reina en todas
las dependencias el mayor orden y la ventilación es excelente.
También
se halla en este cuerpo del edificio la fatídica “sala del biberón”, donde los pobres niños fallecen a centenares, no
obstante los cuidados de las mujeres encargadas del servicio y de emplear en la
lactancia leche pasteurizada.
En
nuestra visita vimos a cuatro chiquitines encanijados, de rostro pálido, que
chupaban trabajosamente en el aparato destinado a su nutrición.
¡Infelices hijos de la desgracia!
Bajamos
al comedor, donde trescientas veinte niñas del Colegio de la Paz se hallaban
reunidas. LA comida, servida por las Hermanas de la Caridad, presenta buen
aspecto y su olor era grato; pero observamos que el local, bajo de techo y
escaso de luces, no tiene las mejores condiciones para albergar, siquiera sea
por una hora, a tan numeroso contingente de personas.
Después
nos acompañó Sor Francisca, superiora de la casa, a una sección del Colegio de
la Paz. El espectáculo que se ofreció a nuestra vista era sugestivo. Cincuenta
niñas de tres a seis años sentadas en una gradería, fijando su asombrada mirada
en la máquina fotográfica y con la sonrisa en los labios. La salita, bien
surtida de mensaje instructivo, recibe torrentes de aire y de sol por ocho
grandes ventanas “cuatro de cada lado” y el conjunto resulta alegre.
AL
encender mi compañero, el empleado de Compañy, la luz de magnesio, las
parvulitas se alborozaron, pidiendo ¡otro fogonazo!
En
el piso principal vimos un salón muy vasto en el cual había estudiando unas
doscientas acogidas de más edad que las retratadas en esta plana. Recorrimos
también, las oficinas, que son malas, y necesitan alumbrado artificial durante
gran parte del día, y observamos en toda la casa una limpieza extraordinaria,
así en los dormitorios, enfermería, escuelas y lavabos, como en los corredores,
antesalas y escaleras.
La
causa, pues, de la terrible desaparición de los expósitos, no consiste en la
falta de higiene dentro de la Inclusa, sino que nace del abuso de hacer criar a
una ama dos o tres niños; de no vigilar a los que son llevados a los pueblos, y
principalmente de la menguada nutrición que reciben los infelices abandonados
que son recluidos en la “sala del biberón”.
Después
de conocer la Inclusa por dentro y de adquirir el convencimiento de que no es
posible evitar el daño por la opinión deplorado sin la concurrencia de “amas de cría” bien retribuidas, hemos
pensado en que la Diputación puede hacer mucho si quiere, reformando la
administración vigente en el asilo. ¿Necesita un modelo que imitar? Pues sin
salir de España lo encontrará, estudiando el régimen adoptado en las Provincias
Vascongadas.
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4 Niñas del Colegio La Paz
El
que escribe estas líneas ha visto en Vizcaya un ejemplo nobilísimo en la Casa
de Expósitos, y puede asegurar que no es difícil implantarlo en Madrid. El
Presidente de la Diputación vizcaína Enrique de Aresti, podría facilitar al
señor De Blas cuantos antecedentes, reglamentos y noticias fueran precisos y
pronto se tocarían las ventajas si se reformaba el sistema actual.
Allí,
las Nodrizas de los pueblos acuden en gran número a recoger los niños expósitos
y su mensualidad la reciben sin merma de ninguna clase. La Corporación
provincial tiene un antiguo empleado, de probidad acrisolada, que recorre las
aldeas a fin de cada mes, y entrega puntual y religiosamente su paga a las Nodrizas
sin descuento.
¿No
podría hacerse lo mismo en esta provincia destinando dos o tres empleados
dignos a prestar tan racional servicio? ¿Cabe duda de que las amas de cría
solicitarían los niños abrigando la seguridad de que su remuneración sería
abonada sin trabas ni corretajes en la fecha convenida?
En
las informaciones publicadas sobre los agentes cobradores, intermediarios entre
las nodrizas y la Diputación, se ha evidenciado que aquellas son objeto de una
explotación censurable que no puede subsistir.
Siendo,
pues, verdaderamente escandalosa la incuria que se ha demostrado en la materia,
urge la adopción de medidas radicales para que la caridad produzca su influjo
bienhechor en la Inclusa, librando a los niños sin padres de los tormentos que
hoy padecen, haciendo más angustiosa su situación. Periodista de Nuevo Mundo Florentino Llorente (Nuevo Mundo del 10
de enero de 1900, páginas 9, 10 y 11) (1).
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5 Fachada principal de la Inclusa de Madrid
UNA VISITA A LA INCLUSA 1905
Una
de las tareas que el actual gobernador de Madrid ha venido llevando a cabo, ha
sido la de visitar los establecimientos provinciales de beneficencia y
comprobar si funcionan en las debidas condiciones (2).
Una
de estas visitas es la que hizo en 1905 a la Inclusa.
La
casa de Maternidad se halla hoy en el mejor estado posible, y el gobernador
pudo apreciarlo por sí mismo.
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6 Amas ce cría de la Inclusa de Madrid
Tiene
la Inclusa bajo su tutela a cerca de siete mil criaturas, distribuidas para su
lactancia la mayor parte en los pueblecillos inmediatos a esta corte.
Parece
que ha disminuido la aterradora cifra de mortalidad a que se elevaba la
registrada entre estos tiernos niños confiados a manos mercenarias, que no
siempre los cuidan con cariño y solicitud.
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7 Salón lavabo. Una nodriza. Dormitorio de la Inclusa de Madrid
Terminada
la lactancia, los niños son nuevamente recogidos por la Inclusa, que se encarga
de continuar su crianza, hasta que cumplen la edad en que ingresan en el Hospicio,
donde se les da instrucción para que, al llegar a hombres, puedan ganarse la
vida.
CLÍNICA DE GINECOLOGÍA
EN LA INCLUSA
La
tarde que el gobernador visitó la Inclusa, celebróse la inauguración de la
Clínica de Ginecología provincial de Madrid, establecida en la Casa de
Maternidad.
Débese
ésta beneficiosa Clínica a la Junta de Damas, al presidente de la Diputación
señor Bernard y a los delegados de la misma, señores Agero y Mediano.
Es
director de la Clínica Ginecológica el ilustrado Dr. Isla, y la instalación ha
sido montada con todos los adelantos modernos, para la cual no se ha reparado
en gastos.
Asisten
a las enfermas, las Hermanas de la Caridad y las enfermeras, además de los
médicos de guardia, a los que dirige, como ya lo hemos dicho antes el Dr. Isla.
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8 Sala de la Clínica de Ginecología inaugurada en la Inclusa de Madrid. El
doctor Isla practicando una operación en la Clínica Ginecológica
Es
verdaderamente consolador que al fin y al cabo vaya atendiéndose más en Madrid,
ya que no resolviéndose del todo, el problema de la maternidad y el de la
infancia, ambos de capital interés (2).
UNA VISITA A LA INCLUSA 1907
EL FUTURO PRÍNCIPE DE ASTURIAS
LA CONFECCIÓN DE LA CANASTILLA
De la actividad
que ha puesto en juego en los talleres la confección de la canastilla del
futuro príncipe de Asturias, pueden dar idea las dos fotografías que, por vía
de ejemplo, publicamos en esta página. La primera representa una gran sala de
labores de la Inclusa de Madrid, donde todas las recogidas por la caridad ponen
manos a la obra (3).
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9 Amas de cría de la Inclusa de Madrid
La segunda es el
taller de una importante casa de confecciones de Madrid. En ésta se han
encargado por orden de Palacio, un faldón y una capa bordada con ricas incrustaciones
de Irlanda, otra bella capa de muselina, un riquísimo velo de bautismo, todo de
encaje, y además todos los artículos de punto, como zapatitos, calcetines, etc.
(3).
LA BENEFICENCIA MUNICIPAL EN MADRID
No todo es
alegría en este Madrid que también sabe divertirse, cuando quiere y paga a
buenos precios sus diversiones (3).
Bajo el ruido y
la algazara superficiales hay muchos dolores hondos, y hay también, por suerte,
almas caritativas que prodigan consuelos a los que lloran y sufren.
La Consulta
especial de Ginecología instalada en la Casa de Socorro del distrito de la
Inclusa de Madrid, es un hermoso ejemplo de verdadera caridad que enaltece
mucho a las personas que diariamente la practican.
Está dedicada
dicha Consulta a la curación de las enfermedades propias de la mujer, y
constituye un centro clínico que honra al Ayuntamiento de Madrid y del que
legítimamente puede enorgullecerse el Cuerpo facultativo y sanitario de
Beneficencia.
Durante el año
pasado de 1906, han disfrutado de la asistencia sanitaria 548 enfermas, y se
han practicado, entre otras operaciones menos graves, diecisiete laparotomías,
dos ovariotomías, tres histerectomías abdominales, y una anexiotomía por
embarazo extrauterino.
Por estos
trabajos, que han hecho sin remuneración alguna, son acreedores de justos
elogios, el doctor Lizcano jefe de la Consulta y los doctores señores Cáses,
Arrojo, P. Martínez, S. Rico y Carrascosa.
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10 Aspecto de uno de los talleres de la Inclusa de Madrid durante la confección
de la canastilla
Bibliografía
1.-
Nuevo Mundo del 10 de enero de 1900, páginas 9, 10 y 11
2.-
Nuevo Mundo del 22 de junio de 1905, páginas 1, 10 y 11
3.- Mundo Nuevo
del 17 de enero de 1907, página 21
Nodrizas.
Publicado el jueves día 14 de junio de 2012
Fotografías
Revista
Nuevo Mundo, 1900
Revista
Nuevo Mundo, 1905
Revista
Nuevo Mundo, 1907
FOTO
11 Instrumental de la Consulta Especial de Ginecología de la Casa de Socorro y
Sala de operaciones de la Inclusa de Madrid. El Dr. Lizcano rodeado de personal
de la consulta
AUTOR:
Manuel Solórzano Sánchez
Graduado en
Enfermería. Servicio de Traumatología. Hospital Universitario Donostia de San Sebastián. OSI- Donostialdea. Osakidetza-
Servicio Vasco de Salud
Insignia de Oro
de la Sociedad Española de Enfermería Oftalmológica 2010. SEEOF
Miembro de
Enfermería Avanza
Miembro de Eusko
Ikaskuntza / Sociedad de Estudios Vascos
Miembro de la
Red Iberoamericana de Historia de la Enfermería
Miembro de la
Red Cubana de Historia de la Enfermería
Miembro
Consultivo de la Asociación Histórico Filosófica del Cuidado y la Enfermería en
México AHFICEN, A.C.
Miembro no
numerario de la Real Sociedad Vascongada de Amigos del País. (RSBAP)
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