La medicina y la
cirujía
La medicina y la
cirujía se hallan en el apogeo de su progreso. No pretendemos sentar con esto
que médicos y cirujanos realicen curas definitivas en mayor número que años
atrás. Sería absurdo, puesto que hoy acaba uno por morir igual que antes.
La diferencia
está en que se trata a los enfermos con distintos procedimientos, hay numerosas
enfermedades y hay muchos nombres raros para denominarlas.
La cirujía viene
practicando, en número siempre creciente, operaciones dificilísimas nunca oídas
(1).
FOTO 1 El nuevo
Ayuntamiento de San Sebastián. Revista Novedades del 4 de julio de 1909, página
16
Sin embargo,
estábamos acostumbrados a saber que una persona había sido operada; que su
nariz había desaparecido y que para restaurarla de los propios habíase procurado
el ingerto humano siendo el resultado satisfactorio; pero nunca jamás oímos
decir hasta el presente que una pierna amputada había sido repuesta con otra de
carne y hueso y menos, substituida una víscera por otra víscera.
Esta clase de
operaciones y las más difíciles que se puedan imaginar se realizan... en
América, en los Estados Unidos, en Chicago (1).
El doctor
Delbet, miembro de la Academia de Medicina, ha hecho la historia de los curiosos
experimentos llevados a cabo por M. Carrel. La cosa pues, parece seria, tanto
más, cuanto M. Carrel ha ingertado en un perro el riñón de otro perro.
La operación
resultó, y aún, cuando el perro murió, al cabo de dos meses, a causa de un
accidente, no hubo por qué censurar al doctor.
Hay que hacer
notar que no fue una transplantación, puesto que ese riñón hacía ya algunos
días se hallaba en conservación en un líquido que permite conservar los órganos
sin alterarlos (1).
FOTO 2 Jurado
del Concurso de fotografía del Pueblo Vasco. Revista Novedades del 19 de
septiembre de 1909, página 21
En otra ocasión,
el doctor Carrel extrajo a un perro una arteria aplicándole otra de conserva,
sin que la vida del can se viera ni por un momento comprometida; y en un tercer
perro ingertó a maravilla una pata posterior.
Pero el clon de las operaciones fue el
reemplazar los dos riñones de un gato, por otros dos que se conservaban en un
bocal, sin que se hubiera notado la secreción renal.
El doctor Debel,
por su parte, ante los maravillosos resultados obtenidos, prevee que la cirujía
podrá reemplazar todos los miembros y órganos amputados, por otros, aún cuando
no sean del todo nuevos, y para esto será suficiente almacenar
convenientemente, arterias, riñones, piernas, brazos, estómagos, intestinos, y
¿quién sabe si no llegaremos a ver corazones y cabezas? (1)
Así, por
ejemplo, una persona que crea tener algo averiado su cuerpo, puede pasar visita
de inspección por uno de estos almacenes y elegir en la colección la arteria,
el corazón ó el riñón que le convenga, a ciencia cierta de que existirán
diversos precios, según calidad y tamaño.
Pero, en medio
de todo, somos desgraciados. Todas estas aplicaciones y operaciones
maravillosas se realizan allende los mares (1).
FOTO 3
Distinguidas señoras de San Sebastián, asistentes a la inauguración del nuevo
Asilo de Caridad, sirviendo a los mendicantes. Revista Novedades del 24 de
octubre de 1909, página 15. Fotógrafo: Urcabe
No sabemos, ni
nos dicen cómo se las arreglan para obtener todos esos elementos; aquí no
podrían realizarse tamañas operaciones ni aplicaciones, pues las autopsias no
se verifican hasta que el cadáver haya pasado, cuando menos veinticuatro horas
como tal. En este tiempo la descomposición hace su obra, quedando, por tanto,
inútiles para un ingerto.
En estas
condiciones será conveniente procurarse un catálogo y tarifas de precios para,
en caso necesario, hacer un pedido.
Hemos visto una
operación notable en un gato: nos referimos a la de los riñones reemplazados.
Este gato se encontraba bien, muy bien; pero hé aquí que fenece al cabo de 72
días. Que, ¿a qué era debido? Pues, sencillamente, a que el gato ingertado era
joven y el ingerto algo más viejo, por todo lo cual, el operado murió de vejez
prematura.
Mundo Alegre
(1).
NOTAS DE UN DOCTOR de
Octubre de 1909
Ya hemos dicho
que se acerca el invierno, y con él las noches frías, que aunque serenas,
exigen más precauciones que las húmedas. Las 11uvías no dejan de ser
frecuentes, y esto trae en pos de si todos los estados catarrales que
tantos perjuicios acarrean a los individuos débiles y linfáticos. Las mujeres, los
niños, los ancianos, sufren con más frecuencia en esta época la influencia de
las dolencias propias de la estación.
Las primeras
deben cuidar muy mucho que el abrigo interior sea todo lo mejor posible, principalmente
en las anémicas, y predispuestas á trastornos funcionales, que aún, cuando no
molestan mucho físicamente, preocupan moralmente al sexo femenino y tienen su
especial importancia.
En los niños son
frecuentes las erupciones, especialmente la escarlatina y la difteria, no siendo
raro hallar ambas unidas en ciertos casos, y debiendo cuidar mucho las
convalecencias (2).
FOTO 4
Respetables Damas Donostiarras, asistentes a la inauguración del nuevo Asilo de
Caridad, sirviendo a los mendicantes. Revista Novedades del 24 de octubre de
1909, página 15. Fotógrafo: Urcabe
Los viejos y los
que padecen enfermedades crónicas, especialmente los tuberculosos, experimentan
rudos golpes con los cambios de temperatura, siendo ya de un uso vulgar y corriente
la predicción de la muerte de algunos de dichos individuos a la caída de las
hojas (2).
Por esta causa
será medida oportuna modificar su vida, darles alimentos de fácil digestión, no
permitirles la salida más que en el centro de los días templados, evitar
cuidadosamente que paseen durante los crepúsculos, y anticipar en lo posible
las precauciones que se adoptan con ellos durante el invierno.
También por esto,
los sitios templados como los puertos del Mediterráneo son de verdadera importancia,
debiendo tener en cuenta el origen del enfermo antes de enviarle a uno u otro
punto.
Así, por
ejemplo, la estación de Pau, que acoge muchos ingleses y alemanes, será fría
para un individuo nacido en Andalucía. Este es un dato que no siempre se tiene
en cuenta por los enfermos, a causa de que se escuchan más los mandatos de la
voluble moda que los sanos consejos del médico. Dr. Ibaeta (2).
FOTO 5 El
veraneo en San Sebastián. Revista Novedades del 8 de agosto de 1909, página 14
Higiene Infantil
Ahora que vamos camino
del invierno no estará demás que las madres pasen un momento su atención en
estas observaciones (3).
Las enfermedades
agudas de las vías respiratorias, son de las más graves en la infancia; ellas
solas hacen quizá más víctimas que todas las otras que pueden sufrir los niños,
si se exceptúan los trastornos digestivos y accidentes del periodo de la
dentición; así, pues, es conveniente llamar la atención de las madres sobre
algunas reglas que importa tengan presentes, para prevenir los catarros,
pulmonías y demás fluxiones de pecho de sus hijos.
Durante los días
húmedos y los fríos, debe abrigarse a los niños y ponerles camisas y
pantalocitos hechos de telas que conserven el calor.
Es laudable
costumbre la de guardar en casa la cuarentena, tanto la madre como el niño; y
nunca conviene sacar éste al aire libre, en los días fríos, antes de haber
cumplido los tres meses de nacido (3).
No es oportuno
desembarazar a las criaturas de sus vestidos para cambiarlos por otros, sin
antes precaverse de las corrientes de aire, pues estos tiernos organismos son
muy sensibles a ellas.
FOTO 6 Niños
ingresados en la gruta de la Virgen de Lourdes del Hospital San Antonio Abad de
San Sebastián
Cuando los niños
acaban de despertar, es necesario proceder poco a poco para trasladarlos a otra
atmósfera y evitar la exposición rápida a un medio más frío que aquel en que
dormían.
Cómo los paseos
en cochecitos exponen a enfriamientos, no convienen en los días fríos o
húmedos.
Cuando los niños
“babean”, es inútil el uso de los baberos impermeables, a fin de evitar la humedad
constante y el enfriamiento de la pared toráxica.
Es malsano dejar
a los niños en los paños mojados o en las ropas humedecidas, en la creencia de
que su orina no les es perjudicial; lo es tanto como cualquiera otra causa de
enfriamiento que obre sobre ellos.
Los trajecitos
escotados con que visten a las criaturas, no tienen razón de ser; si su uso
perjudica a los adultos, con muchísima más razón a los niños.
Cuando tienen
tos, debe retenérseles en casa: si sobreviene fiebre, recogerlo en seguida y
avisar al médico es lo más discreto; cuando no hay fiebre, es prudente tenerlos
bajo una temperatura moderada, pero siempre igual.
Durante la
noche, es una imprudencia tener a las criaturas expuestas a la acción del
relente bajo la influencia de la atmósfera, por lo general húmeda en aquellas
horas. Doctor Ibaeta. (3).
FOTO 7 Comparsa
de iñudes que acostumbra a salir el día de San Sebastián el 20 de enero.
Revista Novedades del 16 de enero de 1910, página 11
Higiene del mes de
Noviembre de 1909
Las costumbres
populares indican que son indispensables los cambios en la alimentación, a fin
de sobreponerse a las influencias del frío que comienza a sentirse con variable
intensidad. Las lluvias frecuentes dan origen a estados catarrales,
generalmente febriles, que son dignos de toda atención en los seres débiles,
como ancianos y niños (4).
La difteria
suele presentarse con extraordinaria frecuencia, siendo las estadísticas desconsoladoras
en la actualidad, lo mismo en España que en Francia; por esta razón no podemos
por menos de recordar los preceptos que hemos dado en otras ocasiones para las
madres, que son quienes pueden acudir con rapidez en los primeros momentos a
remediar el mal así como uno de los tratamientos que han dado algún resultado.
Convendrá no
olvidar, respecto de esto, que los ácidos son preferibles a los alcalinos pues
en su seno no se producen los seres vegetales parasitarios que se suponen los
productores de la enfermedad (4).
Las bronquitis y
demás afecciones del aparato respiratorio también son frecuentes.
La alimentación
y el vestido sufren algunas modificaciones de interés. Prefiérense las
substancias hidro carbonadas, llamadas alimentos respiratorios y la ropa de
invierno no se abandona.
FOTO 8 Las
sardineras de San Sebastián. Cuadro de Ignacio Ugarte. Revista Novedades del 30
de enero de 1910, página 14
Lo importante es
mantener a una temperatura constante el cuerpo, por lo cual es muy conveniente
un abrigo interior o sea una almilla fuerte, en vez de sacrificarlo todo a los
abrigos y capas. Es mal acuerdo, pues, ponerse sobre la ropa de verano los
gabanes de riguroso invierno, pues es fácil que se adquieran estados catarrales
con gran rapidez.
En la casa, al
propio tiempo que el estero, se trata de resolver el problema de la calefacción,
y aquí también conviene no olvidar que las habitaciones todas, y sobre todo en
las que se permanece todo el día, conviene que estén esteradas, sacrificando el
lujo al bienestar, y tratando que los focos caloríficos no produzcan tufos de
ningún género, ni excesivos aumentos de temperatura que contrasten con la
restante frialdad de la casa (4).
Bibliografía
1.- Revista Novedades
del 12 de septiembre de 1909, páginas 23 y 24
2.- Revista Novedades del 3 de octubre de1909, página
24
3.- Revista Novedades del 10 de octubre de 1909,
página 24
4.- Revista Novedades
del 31 de octubre de 1909, página 5
Manuel Solórzano
Sánchez
Graduado
en Enfermería. Servicio de Traumatología. Hospital Universitario Donostia de
San Sebastián. OSI- Donostialdea. Osakidetza- Servicio Vasco de Salud
Insignia
de Oro de la Sociedad Española de Enfermería Oftalmológica 2010. SEEOF
Miembro
de Enfermería Avanza
Miembro
de Eusko Ikaskuntza / Sociedad de Estudios Vascos
Miembro
de la Red Iberoamericana de Historia de la Enfermería
Miembro
de la Red Cubana de Historia de la Enfermería
Miembro
Consultivo de la Asociación Histórico Filosófica del Cuidado y la Enfermería en
México AHFICEN, A.C.
Miembro
no numerario de la Real Sociedad Vascongada de Amigos del País. (RSBAP)
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