Las Hermanas Mercedarias su creación
La
primera semilla brotó en un gran corazón sacerdotal, persona distinguida,
hombre de gobierno, que conocía el escaño canonical y el despacho de la Vicaría
General, absorbido siempre por un maremagnum de expedientes y dificultosos
asuntos.
El
celo apostólico de aquel hombre, Ilustrísimo Señor Don Juan Nepomuceno Zegrí y Moreno, le hacía ejercitar la caridad dando
su abrigo al desnudo, su pan al hambriento, su techo al desguarecido, su
aliento y consuelo al infortunado y su amor a todos.
FOTO
001 Escudo de la Congregación Hermanas Mercedarias de la Caridad
Aquella
primera semilla germinó un 16 de marzo de 1878 en la bella ciudad de Málaga. El
fuego de la caridad comenzó a prender en corazones femeninos y surgió el “Instituto de Hermanas de la Caridad de
Nuestra Señora de las Mercedes”.
Vinieron
las contradicciones, que acompañan siempre a toda obra de Dios. Aquel primer
germen hubo de trasladarse bien pronto a Granada y allí el incensario se
encendió tan vivamente que empezaron a saltar chispas de fuego, que prendían
nuevas llamas de caridad: Córdoba, Montilla, Alhama, Loja, Linares, Valencia,
etc.
Y
abrasadas ya las tierras andaluzas, se encendió el norte de España: Zumárraga,
Mondragón, Escoriaza, Bilbao, San Sebastián, Vitoria, Zaragoza, Barcelona,
Santiago de Compostela, etc. Y cuando ya el mapa de España estaba todo él
brillante de luminarias de caridad, las chispas saltaron el océano y prendieron
en Ciudad Trujillo, Puerto Rico, Santo Cerro de la Vega, Río de Janeiro, etc.
Se
creo una magnífica organización con la Casa Generalicia en Madrid y sus cuatro
Provincias, que van rigiendo el activo desenvolvimiento de innumerables casas
en las que una legión de Hermanas hacen realidad el lema del Fundador: “Todo
para bien de la humanidad en Dios, por Dios y para Dios”.
FOTO
002 El Padre Fundador. Imagen de Nuestra Santa Madre, Casa General
Veremos
cómo los nombres de las primeras fundadoras desaparecen para ceder el lugar a
otros nuevos, que también se esconden para dejar el paso a otros…, pero siempre
hay algo que permanece: el mismo espíritu de caridad, que sigue abrigando al
desnudo, cobijando al desguarecido, dando de comer al hambriento, enseñanza al
ignorante y amor a todos, sin distinción de clases, y todo ello bajo el signo
del amor de Dios y la protección maternal de Nuestra Señora de las Mercedes.
Ciertamente,
la Memoria reseña tan sólo el acaecer externo. Nada dice de los infinitos y
ocultos sacrificios de obediencia, pobreza, castidad y entrega amorosa de las
Religiosas al Señor. Los cuidados amorosamente prodigados al anciano, al niño,
al tullido, al enfermo, etc. Las horas de trabajo, de silencio y de oración.
(1) Así nos lo relataba José María, Obispo de Vitoria, el día 24 de septiembre
de 1953, Festividad de Nuestra Señora de las Mercedes.
En
1878 se les concede el permiso y las más amplias facultades para que esta
caritativa Congregación establezca en todo nuestro Obispado de Málaga casas de
arrepentidas, de recogidas, de preservación de la inocencia, de huérfanas, de
maternidad, de viudas y a cuanto se extienda la caridad cristiana.
De
igual modo autorizamos y damos nuestro permiso para la creación de clases o
Colegios de instrucción, asistencia a los enfermos a domicilio, en los
hospitales, en los sanatorios, en las cárceles y atiendan a cuantas necesidades
sean provechosas y para bien de la humanidad.
Comenzaron
la andadura seis jóvenes que serían las primeras religiosas que vistieran la
blanca librea Mercedaria y observaran las Reglas y Constituciones que había
escrito el padre Fundador. María
Mercedes Santillana (nombrada Superiora), María Aparicio, Francisca Liñán, Josefa Gómez, Antonia Aragón
y María Concepción, serían las
primeras Hermanas Mercedarias de esta gloriosa Fundación. Granadinas y
feligresas de la parroquia de la Virgen de las Mercedes. A ellas se unió otra
religiosa que ex profeso venía de una Comunidad de clausura para ser Maestra y
Madre de aquel simpático grupo de las primogénitas Mercedarias, a quien impuso
el Santo Hábito y el nombre de Sor Guadalupe.
A los dos meses de fundarse el Instituto, el 17 de mayo de 1878, llegan de
Granada otras dos novicias, Sor Consuelo
Rojas, que salió de un Beaterio para unirse a estas primeras Mercedarias, y
Sor Josefina Moreno, joven de
diecinueve años.
1881
Citamos los nombres de las primeras hermanas navarras que mandó Don
Niceto, párroco de Sangüesa: Jovita
Gorráiz Quintana, natural de Liédena; Marta
Landa López, de Nazar; María
Joaquina Ilarregui Urteaga, de Auza y Juana
Sanz Haro, de Oteiza.
El 7 de Julio de 1881, festividad de San Fermín, tomaron el Santo
Hábito de la Merced.
La Congregación de Hermanas Religiosas de Nuestra Señora de las
Mercedes, consagradas a practicar la Caridad cristiana bajo todas sus fases y
facilitar los medios de que hoy muchas poblaciones carecen, para atender a sus
enfermos, cuidar a sus pobres e instruir a la juventud. Sirviéndoles en los
Hospitales, Hospicios, Casas de recogidas, Huérfanos, Inclusas y Escuelas.
En 1880, le llaman al fundador desde el Ayuntamiento de Estepona
(Málaga), para que se hagan cargo del Asilo-Hospital de Estepona, era la
primera vez que se hacían cargo de un hospital donde cuidaban a los enfermos y
a los ancianos.
El cólera que asoló España en el año 1885, se llamó el cólera morbo
asiático. El cólera entró en España cuando en otras naciones, este mal
había asolado a los pueblos; por eso sus efectos ya eran conocidos y el pánico
entre las gentes terriblemente espantoso.
La primera figura en esta segunda etapa de la Obra, será
indiscutiblemente, La Reverendísima Madre Genoveva Unzueta Elósegui
(Primera Superiora General). Nació en Vergara (Guipúzcoa) en el año 1860,
ingresó en la congregación en los primeros meses del año 1886, donde tomó el
Santo Hábito el 5 de Julio del mismo año y profesó el 16 de Octubre de 1887.
FOTO 003 Madre Genoveva Unzueta. Primera
Superiora General
1887 La epidemia de la Viruela azotó cruelmente y de una
manera aterradora a la capital de España, pero principalmente los alrededores.
Una de las Hermanas Mercedarias, en Vallecas Sor Carlota Zorrilla Monzón, natural de Cubillor de Losa (Burgos),
asistiendo a un virulento hasta su muerte, contrajo la viruela falleciendo por
ella.
Las Hermanas Mercedarias en Gipuzkoa
El 16 de Mayo de 1892, en la villa de Mondragón (Guipúzcoa), asistía a
la fundación de una Casa Hospital - Asilo y Colegio. Además de atender las
Hermanas el Asilo Hospital y Colegio, también atienden el Servicio
Antituberculoso Industrial, instalado en el mismo edificio, donde han sido
reconocidos más de 2.000 obreros y tratados en él muchos de ellos.
En 1904 toman a su cuidado el Hospital de Eibar, en contra de todos
los ciudadanos que no ven con buenos ojos a las Hermanas. La Madre Genoveva y su fiel secretaria Madre Florencia, acompañaron a la
pequeña Comunidad de Hermanas a establecerse en él. El Hospital estaba como lo
habían dejado los albañiles, había en él 23 enfermos mal atendidos, requería
urgentemente la mano de los caritativos eibarreses y ésta se prodigó de un modo
sublime. A su lado se levanta una iglesia, y un gran Sanatorio Antituberculoso,
con dos amplios pabellones. Desde el año 1904 hasta 1915, el noviciado estaba
en Granada, hasta la inauguración de la Casa Noviciado de Zumárraga. Antes de
morir la Madre Genoveva dijo: “Dulce morir para quien es dulce vivir en las
asperezas de la cruz”. Dio su último suspiro el día 17 de Mayo de 1906.
FOTO 004 Madre Filomena Gorraiz.
Madre Florencia Sáenz
Las Hermanas Mercedarias y la Fundación del
Hospital-Asilo de Zumárraga
A doscientos pasos al sur del casco de la población, un viejo caserón,
grande y desvencijado, recogía media docena de asilados del pueblo y cuantos
mendigos y transeúntes caían de paso por aquellas carreteras, para quienes los
destartalados sótanos de la vieja casa era un perfecto confort. A su servicio
estaban un par de mujeres piadosas que no contaban más que con su buena
voluntad.
Vivía en su casa solariega Don Silverio
Garmendia Munduate, con su esposa doña Luisa
Elósegui, quien por muchos años había ejercido su carrera de médico titular
en Segura (Guipúzcoa), habiéndose retirado a su casa natal, en uno de cuyos
pisos vivía una hermana suya, doña Carmen
Garmendia.
Contando con su modesto patrimonio y por aportaciones y la cooperación
de la Beneficencia consiguió poner al frente de aquel Asilo-Hospital a una
pequeña Comunidad de Hermanas Mercedarias, cuya entrada y la bendición de la
Casa y de la capilla tuvo lugar el 31 de Enero de 1910. Siendo la Superiora la
Reverenda Madre Providencia Navarro.
FOTO 005 Noviciado de Zumarraga, Gipuzkoa
La nueva Superiora General
Sor María Aspe,
Reverendísima Madre General de las Religiosas Mercedarias de la Caridad en 1939.
El Gobierno Español le concedió la medalla la Gran Cruz de Beneficencia con
distintivo blanco con fecha 14 de marzo de 1948.
El ayuntamiento de Zumárraga se personó el día 1 de octubre de 1949
para comunicarle el acuerdo y el 17 le rindió su homenaje en un artístico
pergamino que dice así:
“La Corporación Municipal de
Zumárraga, recogiendo el unánime sentir popular, y en atención a los méritos
contraídos para con la villa por la Reverendísima Madre General del Instituto
de Hermanas Mercedarias de la Caridad, SOR MARIA
ASPE ELOSEGUI, acordó por unanimidad nombrarle hija adoptiva de esta villa
en sesión extraordinaria celebrada por el Ayuntamiento el 27 de septiembre del
año actual”. Zumárraga, a 16 de Octubre de 1949. El Alcalde, Juan Unánue.
El Secretario, Francisco Aracama.
También el Ayuntamiento de Vergara, su pueblo natal le rinde homenaje,
trasladándose su Alcalde don Manuel
Martínez Zumalabe, a Zumárraga, donde le hicieron entrega del título de
hija predilecta a Sor María Aspe
Elósegui, Reverendísima Madre General del Instituto de Hermanas Mercedarias
de la Caridad.
FOTO 006 Madre Araceli Royo. Madre María
Aspe
Las Hermanas Mercedarias y la Fundación del
Asilo-Hospital de Escoriaza
El 1 de Diciembre de 1912, atendía la Reverenda Madre Florencia el Asilo Hospital de Escoriaza (Guipúzcoa), uno de
sus departamentos se dedicaba al cuidado de niñas huérfanas, que para
reeducarlas les envía la Junta de Protección de Menores de la Provincia. Y en
el año 1945, al ausentarse la Comunidad de Madres Mercedarias de clausura,
fueron requeridas por el señor Obispo de la Diócesis las Hermanas Mercedarias
de la Caridad.
Las Hermanas
Mercedarias piden en San Sebastián una Fundación
La propuesta de una fundación en San Sebastián no le parecía mal, y la
aceptó, aunque las condiciones no eran del todo halagüeñas y plenamente
ventajosas.
Una Clínica que los doctores Modesto
Huici y Luis Egaña Monasterio
montan en una villa, próxima a la Villa Sacramento, y a su cuidado entra una
pequeña Comunidad de Hermanas Mercedarias el mes de enero de 1915.
A la muerte del Dr. Modesto Huici, que fue a los pocos años, el Dr. Luis
Egaña construyó una Clínica, al frente de la cual quiso estuviesen las mismas
Hermanas Mercedarias. La prudentísima Madre
Florencia no creyendo las condiciones aceptables, retiró a las Hermanas.
Cuando aquellos mismo días, el Dr. Luis Ayestarán, otro gran médico, abría una Clínica en la Villa
Aránzazu, cuya dirección les encomendó a estas mismas Hermanas, y donde
estuvieron hasta el cierre de la Clínica, realizando su gran obra de caridad.
Las Hermanas Mercedarias y el Hospital y
Colegio de Oyarzun
Con fecha 1 de Octubre de 1930, el instituto de las Hermanas
Mercedarias de la Caridad se encargó de la dirección del Hospital de Oyarzun,
al que siguió la apertura de un Colegio de primera enseñanza y clases
particulares de labores y de cultura general.
Se celebra la conmemoración del 50 aniversario de la fundación del
Santo Instituto de Nuestra Señora de las Mercedes, en los días 14,15 y 16.
(1878 - 1928).
Las Hermanas Mercedarias y el Sanatorio de
Andazarrate (Asteasu)
El 6 de Abril de 1933 llevó a efecto la Reverendísima Madre Araceli Royo la fundación del Sanatorio Antituberculoso de Andazarrate en
Asteasu (Gipuzkoa).
FOTO 007 Sanatorio de
Andazarrate, en Asteasu, Gipuzkoa
Reglamento para la Enfermería de Andazarrate (Sanatorio)
De la Madre Superiora y Hermanas
Mercedarias
Artículo 5.- Las hermanas adscritas al
servicio de Andazarrate observarán las disposiciones del presente reglamento y
singularmente con cuanto se halla estipulado entre la Superiora y la Junta en
el contrato existente.
Artículo 6.- Las Hermanas Mercedarias en el
desempeño de su peculiar cometido dependerán de la Junta, la cual directamente
o por mediación del Director transmitirán las órdenes oportunas por conducto de
la Madre Superiora la que a todos los objetos ostentará única y exclusivamente
la representación de la Comunidad.
La Junta velará con el objeto de que todo el
personal dependiente de la misma en su relación con las Hermanas las traten y
respeten con el decoro correspondiente a su estado.
Artículo 7.- Las omisiones o deficiencias que
en el servicio de las Hermanas pudieran notarse por el Director, serán llevados
a conocimiento de la Madre Superiora, a quien corresponden adoptar las
resoluciones procedentes.
Artículo 8.- Las Hermanas Mercedarias
cuidarán de la cocina, despensa, comedores, lavado y planchado de ropa,
portería, teléfono, etc. y en todos estos empleos serán ayudadas por el
personal de enfermeros y subalternos.
Artículo 9.- Será obligación de las Hermanas
la vigilancia de los dormitorios y demás dependencias similares, procurando que
los enfermos cumplan estrictamente lo ordenado por los médicos.
Artículo 10.- El ropero general y la costura
de la ropa de las distintas secciones será peculiar de las Hermanas lo mismo
que la ropa de cama, mesa, etc.
Artículo 11.- El personal de Andazarrate
respetará las horas o actos de Comunidad, que la Madre Superiora procurará sean
compatibles con el buen servicio del establecimiento y fuera de casos graves y
urgentes no se les interrumpirá en dichas horas, para lo cual siempre quedará
de guardia dos de ellas cuando menos.
Artículo 12.- La Madre Superiora procurará
amoldar las horas de servicio a las fijadas en el horario del régimen interior
del establecimiento.
En el artículo del periódico La Voz de Guipúzcoa del 2 de Junio de 1933, escribían sobre este
Sanatorio lo siguiente:
“Cuando
penetramos en el establecimiento salió a nuestro encuentro la Madre Superiora
de la Comunidad de las Mercedarias, quien nos presentó al joven doctor Pablo Recondo, que con el doctor San Emeterio comparte la labor técnica
del establecimiento y la dirección en tanto no sea nombrado el director
propietario. El doctor Recondo con los practicantes Abilio Vázquez e Isaac Alzúa
preparaban y realizaban el tratamiento, preparando la tuberculina para las
reacciones e inmunidad del personal primero y luego de todos los habitantes de
las cercanías del Sanatorio. Y el doctor con una sencillez encantadora, fue
explicándonos lo que es el edificio.
Inmediatamente
del vestíbulo, amplio y simpático, se encuentra el cuarto de curas, en el que,
entre otros aparatos, vimos el de la aplicación del neumotórax. Los
dormitorios, para cuatro y tres enfermos, con otras tantas salidas a la
galería, que esta orientada al Sudeste. En los pasillos los guardarropas de los
enfermos, los lavabos y el cuarto de baño. La otra ala del edificio es gemela,
lo mismo que las correspondientes al piso segundo. En este piso están
instalados algunos servicios de técnica médica: una mesa de operaciones, la
silla Rodaelli, modificada con gran acierto por el doctor Emiliano Eizaguirre; aparatos de esterilización, vitrinas con
instrumental quirúrgico moderno, todo ello bañado en luz que penetra por
amplias ventanas y una soberbia claraboya.
En el
cuerpo central el laboratorio con toda clase de aparatos y reactivos; la
oficina gabinete radioscópico con soberbio aparato y cámara oscura contigua.
Almacén de cirugía e instrumental, una gran terraza y los criaderos de cobayos
para experimentos. En el piso segundo esta instalada, en la parte posterior del
cuerpo central, una preciosa, simpática y amplia capilla, bancos y sillas.
También están instaladas allí las habitaciones del personal, la cocina y
servicios anejos. Los comedores están instalados en el piso primero.
Esto es a
grandes rasgos el Sanatorio de Andazárrate: pulcro, sobrio en su construcción,
realizado según los planos del arquitecto provincial Ramón Cortázar, parco en la decoración y en el moblaje. Todo es
sencillo, todo higiénico, como corresponde con gran cantidad de ventanas”.
FOTO 008 Dr. José Labayen. Practicante Esteban
San Emeterio. Dr. Salvador Bravo y la Madre Araceli Royo
Para el servicio del Sanatorio se cuenta con
el siguiente personal:
Un médico Director que ha de ser nombrado por
el Estado; dos médicos y dos
practicantes internos (Abilio Vázquez e Isaac Alzúa); dos practicantes externos (Esteban San Emeterio), catorce monjas enfermeras, diez mujeres de servidumbre y el
capellán José Goya.
Para el sostenimiento del establecimiento
contribuyen el Estado, la Provincia y los Municipios en partes proporcionales.
Hasta ahora se han habilitado ochenta plazas, pero se ampliará el número hasta
ciento veinte. En la parte posterior está instalado el lavadero mecánico, y en
edificio separado la casita destinada a los dos médicos internos.
Las Hermanas Mercedarias y el Hogar de la
Santa Cruz de Legazpia
El hombre bueno y bienhechor, don Patricio
Echevarría, el cual ha transformado un pueblo con la creación de una
importante industria. Ha levantado y sostiene en la población de Legazpia un
magnífico y confortable edificio, rodeado de floridos jardines y espaciosa
huerta, con carácter de Asilo-Hospital, cuya dirección y gobierno quedó
encomendada a las Hermanas Mercedarias de la Caridad y fue inaugurado el 23 de
enero de 1937.
En sus principios, atendiendo a la más urgente necesidad de aquella
época de cruel guerra civil, esta fundación estuvo dedicada a Hospital
Militar, a cargo también de las Hermanas Mercedarias. Don Patricio Echevarría,
con la cooperación de la Familia Elorza,
se hizo cargo del sostenimiento del Hospital Militar, atendiendo a los heridos
y enfermos, no sólo con generosidad, sino hasta con delicadeza y regalos.
Las Hermanas
Mercedarias en la Prisión Central de mujeres en Saturrarán
Se les llamó por la Dirección General de Prisiones, al frente estaba
el señor General del Ejército don Máximo Cuervo. Se estableció en el edificio
del Seminario Menor de la Diócesis de Vitoria, en la playa de Saturrarán. Se
hicieron cargo el 3 de enero de 1938.
Las Hermanas Mercedarias y el Sanatorio
Antituberculoso de Nuestra Señora de las Mercedes en San Sebastián
El 7 de febrero de 1942, quedaron las Mercedarias al cargo del
Sanatorio Antituberculoso de Nuestra Señora de las Mercedes, de San Sebastián.
Precioso edificio que se levanta a cuatro kilómetros de la ciudad, en un lugar
delicioso por sus bellísimos contornos, por la dilatada, perspectiva que desde
él se divisa, por lo soleado de su situación, por los aires balsámicos que en él
se respiran y la quietud y soledad en que está envuelto. Es uno de los
sanatorios en que más fervorosa vida cristiana se vive.
FOTO 009 Beata Sor Isabel Lete Landa
Tienen en su Congregación a la Beata Sor Isabel Lete Landa (1913 – 1941).
Nació en Osintxu, barrio de Vergara (Gipuzkoa). Trabajó como enfermera en el
Hospital de Eibar de tuberculosos.
LAS HERMANAS MERCEDARIAS Y EL HOSPITAL DEL
TÓRAX
Hoy llamado
Edificio “Amara” del Hospital Universitario Donostia
Antiguo Sanatorio Antituberculoso
de las Enfermedades del Tórax “Amara”
El Hospital
de Amara comenzó su actividad en el verano de 1952, aunque su inauguración oficial se celebró el 12 de agosto de 1953. El
proyecto, aprobado en 1947 con un presupuesto de 12 millones de pesetas y
capacidad para 300 enfermos, partió de la estructura ya edificada por
Diputación en los años 30, que cedió el solar al Patronato Nacional
Antituberculoso (PNA) que tenía la intención de acoger en un único centro los
sanatorios antituberculosos existentes en Gipuzkoa. (Costeado por Diputación y
Ayuntamiento de San Sebastián.19 de Junio de 1935. Contratista: Antonio Mendizabal y Arquitectos: Francisco Urcola y Domingo Aguirrebengoa.
FOTO 010 Postal del Grupo Sanatorial Amara.
Dr. Martínez de Salinas 1956
De esta manera, se trasladaron al nuevo
hospital las pacientes del sanatorio de mujeres de Nuestra Señora de las Mercedes en UBA y los niños del pabellón
infantil Doker del Hospital San Antonio
Abad de Gros. En 1955 se procedió al ingreso de los pacientes del sanatorio
de hombres de Andazarrate.
La
fusión de estos centros especializados en la atención de enfermos con
tuberculosis motivó también el traslado de sus profesionales al nuevo edificio,
que tenía espacios diferenciados para mujeres, niños y hombres. Además, se
estableció una doble dirección médica con el Dr. José Luis Martínez de Salinas y Salcedo (Andazarrate) y el Dr. Rafael Bartolomé Martínez De La Pera
(Nuestra Señora de las Mercedes). El primer administrador fue Jorge Muñiz Díaz y la primera madre
superiora de la orden de las Hermanas Mercedarias, que se hicieron cargo del
hospital, Sor Esperanza Goenaga.
FOTO
011 Sor Elena Gauba Lete, Sor Francisca Mateos Zapata y el médico Casto
González Velasco
Como el entonces sanatorio incluía la
asistencia a menores, el centro contó desde su creación con una maestra: Angelita Becerril. El hospital amplió
pronto sus servicios, especialmente en el área de cirugía torácica y realizó,
por primera vez en Gipuzkoa, una intervención quirúrgica de corazón en
colaboración del equipo de hemodinamia del Dispensario Central de San
Sebastián. Su Director era el Dr. Salvador Bravo Olalla.
Del año 64 al 72, el Hospital de Amara llevó
a cabo la campaña de erradicación de la tuberculosis en Gipuzkoa, en
colaboración con los dispensarios de toda la provincia.
En 1.970 se celebró en San Sebastián el 3º
congreso nacional de la Sociedad Española de patología torácica (SEPAR), cuya
organización recayó fundamentalmente en el equipo médico del hospital. Ese
mismo año se incluyó en el Plan Nacional M.I.R., con docencia en neumología.
FOTO
012 Sor Esperanza Uranga, Dr. Manuel Juanes González y los niños ingresados el
día del Domund
En 1.974 pasó a llamarse Hospital de
enfermedades del Tórax-Amara-San Sebastián.
En 1979 la AINS cedió el pabellón norte a la
Universidad del País Vasco, reduciéndose el número de camas disponibles que
quedó en 200. En 1981, el centro se transfirió al Gobierno Vasco, y en 1.984 el
personal del Dispensario de Enfermedades del Tórax de la calle Prim se incorpora
al Hospital, que ese mismo año entró a formar parte de la red de Osakidetza. Luis María Landa Mendía, ejerció en
estos años como capellán del Tórax, realizando en los años 80 su carrera de
A.T.S. En 1985 dicho establecimiento recibió el nombre de Hospital de Amara.
En 1.988 se trasladó al personal del Servicio
de Alergia del ambulatorio de Gros. En 1.991 se convirtió en un centro de larga
y media estancia. En 1.998 el Hospital de Amara se integra en el recién creado
Complejo Hospitalario Donostia.
En los últimos años, la evolución en el
tratamiento de la tuberculosis ha provocado una importante disminución de esta
enfermedad y, por tanto, de las necesidades en esta área, lo que ha conllevado
una transformación del horizonte asistencial que se ha dirigido más a la
atención de patologías crónicas cardio-respiratorias.
FOTO 013 Congregación Hermanas Mercedarias de
la Caridad, años 80 - 90
De esta manera, el centro, que ha acometido
en los últimos años importantes obras de acondicionamiento para mejorar sus
instalaciones, se ha orientado hacia un hospital de media y larga estancia,
atendiéndose fundamentalmente a enfermos crónicos en las especialidades de
Neumología, Cardiología y Medicina Interna. Desde 1.995, se potencia el
Servicio de Rehabilitación, con una planta de 47 camas y un gimnasio totalmente
renovado.
Hoy en día su denominación es “Edificio
Amara” del Hospital
Universitario Donostia.
Las Hermanas Mercedarias y sus nombres en
el Hospital del Tórax
Las Hermanas Mercedarias durante
todos estos años han sido un foco de espiritualidad y apostolado sanitario.
Tuvieron que enfrentarse como los demás profesionales a las siguientes
enfermedades: anemia, tuberculosis,
clorosis, hipertiroidismo, escrofulosis y raquitismo. Posteriormente se
integraron en los nuevos servicios que se crearon como: Neumología,
Cardiología, Medicina Interna y el Servicio de Rehabilitación.
Las Hermanas Mercedarias
celebran su Patrona el día 24 de septiembre, día de la Merced, y en el Hospital
del Tórax hasta el año 1995 que se crea el Día del Hospital y se realiza por
primera vez el 26 de febrero.
FOTO 014 Enfermos en el comedor
del segundo piso 1955
Sor Elena Gauba Lete.
Madre Superiora 1953 y sep 1980 hasta 1986.
Sor Esperanza Goenaga. Madre Superiora.
Sor Francisca Mateos
Zapata.
Sor Isabel de Miguel,
trabajó en la unidad infantil del Sanatorio.
Sor María Jesús
Ridaura, natural de Madrid.
Sor Isabel Villanueva
Erviti. A.T.S. Especializada.
Sor Gregoria Uranga
Azcarreta. A.T.S. Especializada.
Sor Teresa Urteaga Iriberri. A.T.S.
Especializada.
Sor Dolores Cortés
Lasierra, natural de Egea de los Caballeros. A.T.S. Básico (Sor Teodora).
Quirófano, trabajó también en cirugía torácica.
Sor Josefa Fernández Pérez. A.T.S. Básico.
Sor Ana Francisca Peña Alberdi. A.T.S.
Básico.
Sor Amparo Atucha Urtizberea, natural de
Irún. A.T.S. Básico. (Sor Teresa. Organista).
Sor Emilia Monzón,
natural de Tarancón, trabajó en la unidad infantil del Sanatorio.
Sor María Eugenia
Albisu Ayerbe, natural de Ataún. Auxiliar de Clínica.
Sor Vitoria Elorza
Guridi, natural de Oñate Auxiliar de Clínica.
Sor Marisol Pagalday.
Auxiliar de Clínica. Madre Superiora 1976 – 1980.
Sor Pilar del Amo.
Enfermera
Sor Araceli Pérez del
Burgo, natural de Tarancón. Auxiliar de Clínica en farmacia.
Sor Modesta Zugaire. Auxiliar de Clínica.
Sor Isabel Toribio. Enfermera,
trabajó en planta y en el laboratorio.
Sor Inés Uría. Enfermera.
Sor Nati Igarza. (Sor
Natividad). Auxiliar de Clínica.
Sor Asunción Sarobe,
natural de Zumárraga. Trabajó en ECG y en Exploración Funcional. Madre
Superiora en 1986.
Sor Maria Luisa Etxeberria. Enfermera.
Sor Concepción Imaz.
Enfermería y ropero.
Sor Francisca
Paternaire. Enfermería.
Sor María Teresa
Sagaste. Enfermera, trabajó con el Dr. Luis Marco.
Sor Ane Zabarte. Enfermera.
Laboratorio.
Sor Ana Armendariz. Auxiliar de Clínica.
Sor Dolores Peña.
Sor Esperanza Uranga,
natural de Oñate, trabajó en cirugía torácica.
Sor Adela Ruiz de
Infante, vitoriana. Trabajó
en Farmacia y Laboratorio.
Sor Soledad Sáez de
Ocariz. Cocinera. Madre Superiora.
Sor Ana María
Arejolaleiba. Cocina. Ecónoma.
Sor María Erviti.
Auxiliar de Clínica.
Sor Mari Luz Argote,
natural de Vitoria.
Sor Trinidad. Enfermería.
Sor Cristina Iriondo.
Enfermería.
Sor Rafaela. Enfermería.
FOTO 015 Congregación Hermanas Mercedarias de la Caridad,
años 80 - 90
Maestra. María Ángela
Becerril Orozco. Natural de Palenzuela, Palencia. (Angelita).
Boticario:
Iñigo Aguirre Zubía.
Microbiólogo:
Javier Barrenetxea Maiztegi.
Capellanes del
Hospital del Tórax
Don Aquilino Ayerdi
Goicoechea (Ataun, Gipuzkoa)
Don Marcial Iraola
Cristóbal (Vera de Bidasoa, Navarra). Andazarrate
Don Luis Mari Landa
Mendía (Aratz-Matxinbenta, Gipuzkoa)
Don Clemente Zelaia Eguia (Albiztur)
Don Felipe
Don Juantxo
Aguirrezabala Zubiarrain (Pasajes Antxo)
FOTO 016 Sor Soledad Sáez de Ocariz, Sor Ana María
Arejolaleiba y la cocinera Paula Fernández
DIRECTORA DE ENFERMERÍA
LEONOR MUNARRIZ DESOJO
Nace en El Busto (Navarra) el día 21 de
Noviembre de 1955. Estudia la carrera de A.T.S. en la Escuela de la Diputación
Foral de Navarra de 1972 a
1974. El 1 de julio de 1974 es nombrada funcionaria del Hospital de Navarra,
trabajando en el servicio de O.R.L. y pasando a ser Supervisora del mismo desde
el 1 de Junio de 1976 hasta el 15 de Agosto de 1977, fecha en la que es nombrada
adjunta a la Jefatura del Departamento de Enfermería. Desde el 1 de Julio de
1978 hasta el 31 de Diciembre de 1981 asume el cargo de Jefa del Departamento
de Enfermería.
Por Concurso abierto del Gobierno Vasco en
Noviembre de 1981, saca la plaza de Jefa de Enfermería del Hospital de
Enfermedades del Tórax AMARA, tomando posesión de dicha plaza el día 2 de Enero
de 1982.
Su liderazgo y gestión del
equipo humano de este centro sirvió para transformar un centro basado en
cánones antiguos en un hospital moderno. Su tarea no fue nada fácil. Cuando
tomó posesión de su cargo el sanatorio era un centro en franco declive, en el
que el reducido grupo de monjas, enfermeras, auxiliares de clínica, cuidadoras
sin titulación oficial y camilleros prestaban los cuidados que mejor podían con
una organización precaria. En primer lugar tuvo que garantizar la formación
necesaria del personal para prestar unos cuidados seguros y de calidad.
Organizar los turnos de todo personal de enfermería, enfermeras y auxiliares de
clínica, que no existían porque la organización estaba basada en torno a las
prácticas religiosas de las monjas. Organizó y puso en funcionamiento la
categoría de los celadores, que tampoco existía como tal en el Hospital.
Modernizó todos los registros de enfermería, pasando de los antiguos libros de
turno a registros personales para la historia clínica de cada paciente, Comenzó
a instaurar planes de cuidados estandarizados, a medir la calidad de los
cuidados, a establecer planes de formación para todo el personal y a presentar
comunicaciones en jornadas y congresos.
FOTO 017 Leonor Munarriz Desojo.
Directora de Enfermería
El tiempo aporta la perspectiva
necesaria para poder apreciar el excelente trabajo realizado por Leonor Munarriz como Jefa de Enfermería,
que permitió la transformación de un centro en decadencia en un centro
sanitario moderno y puntero para cuidados de media y larga estancia, referente
indispensable del sistema sanitario vasco de esa época.
AGRADECIMIENTO
ESPECIAL:
A
Sor Elena Gauba Lete. Madre
Superiora. Sin su mente prodigiosa, no habría podido conseguir ni la mitad de
los nombres de las Hermanas que trabajaron en el Sanatorio Antituberculoso. Hoy
en día jubilada y descansando a una vida de trabajo intenso.
Jesús Rubio Pilarte
AGRADECIMIENTOS:
Miguel
Ángel Villameriel Meneses. Teresa Arizmendi Unzueta. Pili Martín Castellanos.
Pili García. Eduardo Clavé. Ana Mujika. Ana Redondo. Ana Urresti Orayen. Luis
Mari Landa Mendía. Mª Jesús Errandonea. Mª Lourdes Martínez Fernández. Mª
Esther Urquía Artal. Marijose.
Obispado de San Sebastián. Fátima Martínez Madrid y Rosa Besné Oliva.
FOTO 018 Sor Elena Gauba Lete y Hermanas
Mercedarias de la Caridad
BIBLIOGRAFÍA
Vida,
espíritu y hechos de la Congregación Religiosa de las Hermanas Mercedarias de
la Caridad. Reverendo Antonio Amundarain. 1954
Entrevistas
a Sor Elena Gauba Lete. 31 de Diciembre
2013. 7 de Enero, 4 de Febrero y 13 de Marzo 2014
Historia y antecedentes del
Hospital de Amara. Manuel Solórzano
Sánchez. 5 de marzo de 1999
Manuel Solórzano Sánchez
Enfermero.
Hospital Universitario Donostia de San Sebastián. Osakidetza /SVS
Colegiado
1.372. Ilustre Colegio de Enfermería de Gipuzkoa
Miembro
de Enfermería Avanza
Miembro de Eusko Ikaskuntza / Sociedad de Estudios Vascos
Miembro de la Red Iberoamericana de Historia de la
Enfermería
Miembro de la Red Cubana de Historia de la Enfermería
Miembro Consultivo de la Asociación Histórico Filosófica del
Cuidado y la Enfermería en México AHFICEN, A.C.
Miembro no numerario de la Real Sociedad Vascongada de
Amigos del País. (RSBAP)
2 comentarios:
Gracias por tu incansable trabajo en pro de la historia de la enfermería iberoamericana.
Muy bueno el comentario. Sólo quería preguntarle si usted sabía que hay ya una historia actualizada de la Congregación. Gracias
Publicar un comentario