miércoles, 4 de septiembre de 2013

LA ESCUELA DE ENFERMERAS MISS MARY O´DONNELL DEL HOSPITAL NUESTRA SEÑORA DE LAS MERCEDES. CUBA



Si no se conoce el pasado es imposible comprender el presente

Resumen:
Para la confección de este trabajo buscamos en los diferentes Archivos y Bibliotecas donde se encuentra la documentación referente a la fundación de esta Escuela, y su posterior desarrollo en la formación de enfermeras en la época republicano burguesa y después del triunfo revolucionario hasta su cierre en 2001, también realizamos varias entrevistas a personalidades que estudiaron en esta prestigiosa Escuela, las que nos aportaron datos muy valiosos y que fueron sus experiencias como estudiantes y posteriormente trabajadoras de este Hospital que fue cuna en la formación de brillantes profesionales de la salud. Según lo referido esta Escuela era considerada en su época como una de las mejores y más prestigiosas instituciones de Enfermería. Con la documentación encontrada realizamos un análisis de los datos más sobresalientes y se los exponemos para su entera consideración.

Palabras clave: Profesionalidad, Prestigio, Calidad Científica, Escuela y Enfermería.

FOTO 001 Portada y contraportada del libro “Historia de la Enfermería en Cuba”

AUTORA: Licenciada Eduarda Ancheta Niebla
Eduarda Ancheta, a sus 78 años es una veterana enfermera que sigue ejerciendo su profesión y dedicada a la Historia de la Enfermería. Ha sido nombrada Coordinadora de la nueva Red de Historia de la Enfermería Cubana. Profesor Auxiliar, Master en Enfermería. Miembro Titular de la SOCUENF. Miembro de la Sociedad Historia de la Medicina. Miembro de la Asociación Médica Caribeña. Miembro de la sección de historiadores de la SOCUENF. Miembro del Consejo Editor de la “Revista Temperamentum. Granada, España”. Miembro del Comité Científico Internacional de la “Revista Uruguaya de Enfermería”. Miembro del Comité Científico Internacional de la “Revista El ser enfermero” Buenos Aires Argentina. Profesora Principal de Historia de la Enfermería Universidad de Ciencias Médicas de la Habana. Profesora de Historia de la Enfermería Facultad “Enrique Cabrera”. Candidata a Dra. en Ciencias de enfermería. Universidad de Ciencias Medicas de La Habana. Facultad Dr. Enrique Cabrera Cosio.

Introducción
Primeras Enfermeras Norteamericanas
Al comenzar la intervención militar norteamericana, las religiosas que trabajaban en los hospitales y asilos de ancianos fueron llamadas por sus superiores; solo quedaron algunas. El resto se fue del país o volvieron a los conventos. Producto de la injusta e inhumana reconcentración dictada por el tristemente celebre Gobernador General de la isla Valeriano Weyler y Nicolau agregado también del bloque naval dictado por los Estados Unidos, las condiciones higiénico sanitaria de la Isla el hambre y la pobreza no podían ser peores, en los hospitales las condiciones de abandono eran claras, no había alimentos ni medicinas así como ropas, por lo que la atención a los enfermos no podía ser peor, esto ocurría en toda la Isla pero muy en especial en La Habana.

Al disminuir las personas encargadas del cuidado de los enfermos el gobierno interventor se vio en la necesidad de enviar junto con las tropas de ocupación, un competente cuerpo de enfermeras profesionales. La mayor parte de los hospitales estaban bien situados y las enfermeras norteamericanas prestaron admirables servicios para reformarlos. El número de las que tomaron parte de esta empresa, llegó a cerca de setenta y cinco.

Primeras Escuelas preparatorias de Enfermería
En 1899, el doctor Raimundo García Menocal fundó una Escuela para Enfermeras en su clínica particular “La Habana”, a la que asistieron veintidós alumnas bajo la dirección del doctor Vidal Sotolongo; sin embargo, solo existió cinco meses, pues la clínica se clausuró en mayo y la escuela se cerró; pero el doctor persistió en sus propósitos con la esperanza de establecer escuelas permanentes.

Las Escuelas de Enfermeras se crearon en Cuba a instancias del doctor C. L. Furbush, noblemente secundado por los doctores Emiliano Núñez de Villavicencio y Raimundo García Menocal y la ayuda de la enfermera norteamericana miss Mary Agnes O´Donnell.

El objetivo de estas escuelas fue en primer lugar, hacer todo lo posible por mejorar los intereses de las enfermeras, para enaltecer y fomentar la profesión por medio de un sistema general de instrucción que se establecería y sostendría para proporcionarles el medio de adquirir conocimientos teórico prácticos en la asistencia de enfermos y otorgarles un título o certificado de graduadas que les garantizara el ejercicio de la profesión y les proporcionara la manera de obtener trabajo. Las escuelas de enfermeras fueron instituciones del Estado, anexas a los hospitales, pero bajo la inspección de la Junta de Sanidad y Beneficencia; el director del hospital actuaría como representante de la Junta en la escuela y el tesorero del hospital lo sería también de esta. El presupuesto de la escuela lo firmarían por separado el director y el tesorero del hospital (1).
 
FOTO 002 Miss Mary Agnes O´Donnell

Desarrollo
Inicio de la Enfermería Profesional
El Hospital “Nuestra Señora de las Mercedes” era considerado el mejor de la Isla, por eso se le escogió para fundar la primera Escuela preparatoria de Enfermería, y así consta en el libro de Actas del Hospital, correspondiente al 23 de agosto de1899, donde se menciona que se abrió una escuela de enfermeras, bajo la dirección de la enfermera norteamericana miss O´Donnell, graduada en la Escuela de Enfermeras de Bellevue, que había llegado a Cuba sirviendo en el ejército como enfermera; su contrato fue anulado para que pudiera hacerse cargo de su nuevo puesto. De esta manera miss O ´Donnell pasó a ocupar el importante cargo de Decana de las Escuelas preparatorias de Enfermeras de Cuba (Foto 002).

La beneficencia pública fue completamente organizada a principios de 1900 y el mayor E. S. St. John Greble fue el primer director del Departamento de Beneficencia. Este se colocó bajo la dirección general del Departamento de Estado y Gobernación y se establecieron escuelas para enfermeras por el siguiente orden:

En marzo de 1900 se fundó una Escuela en el Hospital de Cienfuegos, en septiembre la del Hospital “Numero Uno”; en octubre en el Hospital “Santa Isabel” en Matanzas; en noviembre la del Hospital de Puerto Príncipe, y en enero de 1901 la del Hospital de Santiago de Cuba.

Aunque no se menciona en esta lista oficial la Escuela de Enfermeras del Hospital de Dementes que fue fundada en 1900 y era de ambos sexos; en la Oficina del Historiador de la Salud Pública existe un documento sobre la biografía de Isolina Fontanills Ugarte donde dice que se matriculó en esa escuela en diciembre de 1900. También encontramos que Rafael Yánez y Oliva se graduó el 7 de julio de 1903 en el Hospital para Enajenados (2).

Primeras Superintendentes de las Escuelas de Enfermería
Miss O´Donnell fue la primera superintendente (nombre que se les daba a las enfermeras que ocupaban la jefatura de enfermería de los hospitales, que a su vez eran responsables de su Escuela) de la Escuela de Enfermeras del Hospital “Nuestra Señora de las Mercedes”. En el Hospital de Cienfuegos estaba miss Jeanette Byers, graduada del “Woman´s Hospital” en Filadelfia; el cargo del Hospital “Numero Uno” recayó sobre miss Gertrudis Moore graduada en Bellevue, la cual fue sustituida tres meses después por miss Holmes; en el Hospital de “Santa Isabel” en Matanzas estaba miss Eugenie Hibbard, graduada del “Santa Catalina”; en Puerto Príncipe estaba miss Mitchel graduada del “San Lucas” de New York, y en Santiago de Cuba, miss Moore que fue trasladada de La Habana; el cargo de superintendente del Hospital de Dementes lo ocupó miss Helen Henry (3).

Redacción del Primer Plan de Estudios y su Reglamento
El doctor Manuel Delfín inició una lucida discusión ante la Junta, sobre la conveniencia de dedicar preferente atención a las Escuelas de Enfermeras y el 11 de junio de 1901 expuso la necesidad de iniciar el uso de un reglamento que rigiera en todas las escuelas del país y al mismo tiempo adoptar un Plan de estudios que respondiera a las exigencias de tan importante institución (al comienzo, cada escuela tenía su reglamento y plan de estudios propios).

Se sugirió la preparación de un manual que aunque simple y compendario fuera redactado en lenguaje sencillo al alcance fácil de las alumnas. El presidente de la Junta, comandante Kean manifestó su aprobación y nombró una comisión para redactar los documentos lo antes posible. Se eligió en esta comisión a miss Quintard que había sido nombrada en el cargo de Inspectora General de Enfermería; a miss E. Hibbard que era Superintendente de la Escuela de Matanzas, al doctor M. Delfín y a los doctores Emiliano Núñez de Villavicencio y E. Diago directores de los Hospitales “Mercedes” y “Numero Uno” respectivamente; al finalizar el año ya estaban redactados los dos documentos.

Las conferencias de la asignatura Práctica Quirúrgica de primero y segundo año las confeccionó el doctor Carlos E. Finlay y miss Mary O´Donnell realizó las ordenanzas para las enfermeras de las salas.

El plan de estudio que se aplicó fue el siguiente:
Primer año:
Disciplina profesional.
Anatomía.
Nociones de Fisiología.
Práctica quirúrgica y materia médica.
Higiene y Bacteriología.
Servicio de niños.

Segundo año:
Anatomía y Fisiología.
Higiene y Bacteriología.
Materia médica.
Práctica quirúrgica y materia médica.

Tercer año:
Ginecología y Obstetricia.
Práctica médica y quirúrgica.
Anatomía.
Garganta, nariz, oídos, piel y ojos.
Práctica de masaje.

FOTO 003 Enfermeras y alumnas de la Escuela del Hospital Cienfuegos 1929

Se observa que en este plan de estudios no está comprendida la Enseñanza teórica y práctica de enfermería como una asignatura aparte. Dentro del reglamento en el Artículo 36 aparece que la superintendente dará una clase semanal de materia para el cuidado de los pacientes pero no como una asignatura. Esta indicación nos hace pensar que en cada Escuela se impartía cualquier técnica sin un orden escogido y que claro esta sería a elección de la superintendente y alguna necesidad de las estudiantes.

Algunos artículos del reglamento fueron los siguientes:
Art.15: Para el ingreso a las Escuelas de Enfermería, las alumnas presentarán la solicitud al director del Hospital que aquella está adscrito, acompañada de una carta de persona conocida que informe de su moralidad y antecedentes y presentará un certificado médico de buena salud. Si es menor de edad acompañará el permiso de su padre o tutor. Aceptada por el director la pasará con el Vto. bueno a la Superintendente que la admitirá definitivamente después de un mes de prueba, durante el cual la Escuela solo tiene la obligación de mantenerla y darle lavado de la ropa. De este ingreso se dará cuenta a la Junta de Beneficencia.
Art.16: La edad de ingreso será de los 18 a los 30 años. Podrá aceptarse a las aspirantes aunque no hubiesen cumplido los 18 años si les falta pocos meses para cumplirlos, en caso de tener robusta constitución, es condición indispensable tener mediana instrucción, a cuyo efecto sufrirá un examen que hará la Superintendente cuando lo estime conveniente.
Art. 36: Una vez a la semana la Superintendente dará una conferencia a las alumnas, referente a los conocimientos prácticos que esta debe tener en el desempeño de la profesión enfermera (4).

Graduación de las Primeras Enfermeras Profesionales Cubanas
La fecha exacta de la graduación de las Primeras Estudiantes de Enfermería no consta en ningún documento; al revisar el Boletín de la Junta de Beneficencia y sanidad, encontré que el 22 de septiembre de 1902 a las 4 de la tarde se realizó el examen teórico y estuvieron presentes en el tribunal el doctor Juan Guiteras como presidente; los doctores Emilio Martínez como secretario y Enrique Núñez como vocal. El día 23 a las 4 de la tarde se realizó el examen práctico. Si eran siete alumnas que se tenían que examinar no pudieron graduarse al salir del examen ya que el tribunal tenía que deliberar las notas y también seleccionar a la alumna ganadora de la medalla de oro. El 26 de octubre de 1902 se seleccionó a la alumna ganadora de la medalla de oro, con la presencia de los doctores Carlos E. Finlay, Emilio Martínez, Enrique Núñez y miss Mary O´Donnell; no hay datos que justifiquen que se graduaron el 25 de septiembre. En el Boletín del mes de noviembre se encuentra la reseña de la graduación sin que se mencione la fecha exacta en que se produjo, sin embargo, aparece el discurso pronunciado por el doctor Carlos E. Finlay.

Así que en 1902 se graduaron las primeras enfermeras cubanas, en este acto solemne estuvo presente el Presidente de la República Tomás Estrada Palma, con la asistencia del doctor Emiliano Núñez de Villavicencio, director del Hospital, el claustro de profesores, así como personalidades científicas y de la sociedad; el doctor Carlos E. Finlay pronunció el discurso de graduación. En este acto se les entregó el diploma de graduadas por la Universidad de la Habana. Con este hecho Cuba se convertía en el primer país en otorgar título universitario a sus enfermeras. Esto se estableció hasta 1961. A partir de esta fecha será la Dirección de Docencia y Perfeccionamiento la encargada de expedir estos títulos. Las siete enfermeras que se graduaron fueron: Trinidad Cantero Cantero que resultó ganadora de la medalla de oro y pronunció el discurso en nombre de sus compañeras. Las otras fueron Rosa Gallardo y García, Martina Guevara y Molina, Adelaida Rendós Alarcia, Rosa Seiglie y Comesañas, Antonia Tejedor y Herrera y Bienvenida Cantón Pérez (5).
 
FOTO 004 Graduación de las primeras siete Enfermeras Profesionales Cubanas. En el centro miss Mary Agnes O´Donnell, superintendente de la Escuela del Hospital Nuestra Señora de las Mercedes. 1902

Estudiantes de Enfermería en 1902. Escuela del Hospital “Nuestra Señora de las Mercedes”
Primer año:
Blanca Ferrera Álvarez, Consuelo Brito Castro, Generosa Calvo Fuentes, Caridad Basolo Aguilera, Tomasa Fascenda Fascenda, María L. Núñez Núñez y María Mirelles Collaso.
Segundo año:
Edelmira Fernández Más, Celia Fernández Más, María Seiglie y Comesañas, Margarita Núñez Núñez.
(Tuve la oportunidad de entrevistarme con Bertha Finlay Seiglie, hija de María Seiglie y Comesañas y del doctor Carlos E. Finlay y con las hijas de Edelmira Fernández Más, Aída y Gladys Fernández Fernández.

Nombramiento de las graduadas en 1902
En 1903 se nombraron en los hospitales las enfermeras que se habían graduado en el año anterior:
Hospital “Número Uno”: Rosa Seiglie y Comesañas y Trinidad Cantero Cantero.
Hospital “Mercedes”: Martina Guevara y Molina.
Hospital “Cienfuegos”: Rosa Gallardo García.
Hospital “Santiago de Cuba”: Bienvenida Cantón Herrera.
Antonia Tejedor Pérez fue situada en el Hospital “Número Uno” en 1904. (6).

Comentario sobre las Enfermeras Norteamericanas
La labor de las enfermeras norteamericanas en nuestra patria se destacó sobre todo por el grupo que se dedicó a la enseñanza en las Escuelas de Enfermería, en las que fueron verdaderas maestras que enseñaron a las alumnas los principios nigthingalianos en los cuales se basa nuestra profesión hasta hoy día. También ayudaron a que las graduadas fueran y estuvieran preparadas como las mejores cada día.

Con verdadero tesón y ternura guiaron a las estudiantes en una profesión desconocida hasta entonces en nuestro país. Muchas de ellas no se marcharon de Cuba después de terminada la segunda intervención norteamericana (1906- 1909) y permanecieron en nuestra Patria hasta sentirse ya mayores y cansadas de trabajar, en que decidieron regresar a su país; nuestra gratitud hacia ellas será eterna (7).

Cambios en la Dirección de las Escuelas
En 1902, se produjeron cambios en las direcciones de las escuelas, por lo que miss E. Hibbard pasó a sustituir a miss Louise Brakemier (que había sustituido meses antes a miss Holmes en el Hospital “Número Uno”). Sustituyó a miss Hibbard en Matanzas, miss Mary Mc. Cloud; en Cienfuegos, miss Genoveve Russell cambió por miss Henry que había sustituido a miss Jeanette Byers; en Puerto Príncipe, miss Mary E. Pearson por miss Mitchell; en Santiago de Cuba, miss M. A. Robertson sustituyó a miss Moore, posteriormente sustituiría a esta miss Louise Brakemier, la única que permaneció en su cargo fue miss Mary O´Donnell.

Estos cambios se producían porque muchas de estas enfermeras terminaban su contrato de trabajo y marchaban a su país o iban a ocupar otras responsabilidades ya fuera en Cuba o en otros países donde las enviaba su propio Gobierno (8).

Datos importantes sobre esta Escuela de Enfermería
La Escuela de Enfermeras estaba ubicada en la segunda planta del edificio del Hospital, en la parte posterior tenia los tres dormitorios uno para cada curso, el dormitorio de la Superintendente y la Ecónoma, (ama de llaves) otros dormitorios para varias enfermeras que ya estaban muy mayores de edad y no tenían donde vivir, también tenia las aulas de dar las clases, el laboratorio de enfermería y el comedor, así estaría hasta 1958, en que el hospital es demolido y trasladado para Zapata y 29 estando ubicada la Escuela en el séptimo piso, muy confortable y amplia.

Serian Superintendentes de esta escuela desde 1899 hasta 1960, por este orden: Miss Mary O´Donnell, Martina Guevara Molina, Teresa Llerena Bello y Esperanza Navarro Leiva, esta última se mantiene hasta 1960.

En 1961 sería superintendente Dolores Roa, la sustituiría en 1963 Juana Hurtado Manzanares. En 1966 la Escuela pasaría del séptimo piso del Hospital a una Casa amplia que estaba situada en el 25 y B permaneciendo hasta 1978 en que se reacondiciona la estación de Policía que existe frente al hospital, en este lugar estuvo hasta 1986 en que vuelve a una Casa en el 29 y B, pasando luego de una reestructuración que hubo de la Carrera de Enfermería a la Casona de Carlos III donde estaría en la condición de filial de enfermería hasta su cierre total en 2001.

Al fundarse la Escuela del Hospital “Nuestra Señora de las Mercedes” en 1899 había en plantilla diecinueve Hermanas de la Caridad con un salario mensual de $10 oro cada una y cinco enfermeros con un salario de $180 al año.

Las Escuelas de Enfermeras estaban bajo la total dependencia de la Junta y todo lo concerniente a la institución, régimen de vida, así como ingresos y bajas debían ser consultados a través de la superintendente, que lo comunicaría al director del Hospital. El presupuesto de la escuela era aprobado por la Junta, aunque era el director y el tesorero quienes lo administraban. Muebles, ropa de cama, libros, útiles escolares debían ser solicitados a la Junta, incluso la medalla de oro que se le otorgaba a las alumnas destacadas; todo ello debía solicitarse con antelación a la fecha de graduación.

FOTO 005 Estudiantes de Enfermería de los tres años con la superintendente en la Escuela del Hospital Nuestra Señora de las Mercedes

La superintendente de la escuela recibía un salario de $100, las jefas de salas $50 y las alumnas en primer año $8, en segundo $12 y en tercero $25, aunque estas últimas tenían sus variaciones.

Las alumnas de tercer año podían atender casos particulares cobrando $3, pero ese dinero lo guardaba la superintendente para darlo de regalo a la estudiante premiada con la medalla de oro. También se podía ir a trabajar a otros hospitales, si lo solicitaban a la Escuela; en el libro de Actas del Hospital “Nuestra Señora de las Mercedes” consta que en 1902, miss Mary O´Donnell solicitó dinero a la dirección para comprarle uniformes a las alumnas que irían a trabajar al Hospital de Aldecoa y aunque primero la solicitud fue denegada aduciendo que el Hospital que solicitaba el servicio debía pagar los uniformes, posteriormente accedieron a la solicitud.

El 1 de septiembre de 1902 se fusionaron las Escuelas de los Hospitales “Número Uno” y “Nuestra Señora de las Mercedes” en esta última, y se comisionó para esta actividad a los doctores Julio San Martín como vocal y Juan M. Plá como jefe de la Sección Médica de la Junta, no hay constancia del motivo de la unión ni cuándo se produjo la separación.

Cuando el doctor Eduardo Moore eminente médico chileno, estaba de delegado en el Congreso Médico que se celebró en Washington en 1902, pidió a Cuba, a través del doctor Carlos E. Finlay, 40 ejemplares de cada uno de los libros o folletos que se empleaban en las Escuelas de Enfermeras de Cuba, para llevarlos a su país (Chile) y que sirvieran de texto en la Escuela que organizó en el Hospital “San Francisco de Borja” de Chile. A cambio él ofrecería dos ejemplares de un Tratado de Cirugía original de su autoría. El Comité accedió a la petición, porque consideró altamente honroso para el profesorado cubano que en el extranjero se tuviera en tan alta estima sus obras.

Miss W. Quintard terminó su contrato de trabajo y se marchó a su país, la sustituyó como Inspectora General de Enfermeras miss Mary O´ Donnell, el 13 de agosto de 1903, por ser la más antigua de las que ejercían la profesión en Cuba; este cargo lo ocupó avalado por la circular # 26 de ese año, ella seguiría de Superintendente de la Escuela haciendo las dos funciones. Miss Mary O´Donnell hizo un informe de la situación que estaba atravesando la Escuela de Enfermeras de Santiago de Cuba que por las “influencias malsanas de una política local”, la Escuela estuvo a punto de cerrar, también informó que en ese Hospital se abriría una sala para la atención de las meretrices; la Junta le contestó que esperara un tiempo y posteriormente negó esa petición (9).

Acontecimientos importantes donde participan las graduadas de esta Escuela
Finalizada la segunda intervención norteamericana se creó la Secretaría de Sanidad y Beneficencia; hecho importante para la Salud Publica cubana, ya que con este hecho Cuba se convertía en el primer país del mundo en contar con una Secretaria de Sanidad y Beneficencia, este hecho se produjo el 28 de enero de 1909, ese año sucedieron una serie de acontecimientos donde intervendrían las enfermeras de manera muy especial.

Cargos que ocuparon las Enfermeras Cubanas
La Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana en una ceremonia realmente conmovedora celebró un acto de demostración pública en favor de las enfermeras cubanas para reparar la injusta opinión de muchos sobre la mujer que tan resueltamente se entregaba a la práctica de la caridad organizada y científica. Se presentaba la ocasión favorable para esta reparación y al mismo tiempo llevar a cabo varios nombramientos y traslados a un grupo de ellas. La Secretaría de Sanidad y Beneficencia haría la entrega de estos cargos, para lo cual se nombró una comisión de damas distinguidas de la sociedad presididas por la señora América Arias de Gómez. Se hizo una amplia invitación a los miembros de la Academia y autoridades, miembros de sociedades científicas y de la sociedad habanera, también estuvieron presentes enfermeras y alumnas de las distintas escuelas.

El Presidente de la República acogió con calor la idea y concurrió a la festividad. El salón de actos de la Academia resultó pequeño para tan distinguida concurrencia. La actividad fue presidida por el doctor Juan Santos Fernández presidente de la Academia, además estaban presentes el Jefe de Estado Mayor general José Miguel Gómez, el secretario de Sanidad doctor Matías Duque Perdomo, los doctores Juan Guiteras Gener y Juan Plá, así como el senador doctor Antonio Sánchez de Bustamante, el presidente de la Cámara de Representantes doctor Orestes Ferrara Marino y el secretario de Instrucción Pública doctor Ramón Meza y Suárez Inclán.

Las enfermeras que serían promovidas fueron las señoritas Margarita Núñez Núñez que era Superintendente del Hospital “Número Uno” que ascendió al cargo de Inspectora General de Enfermería; Trinidad Cantero Cantero que era Superintendente de la Escuela de Enfermeras de Cienfuegos pasó a sustituir a Margarita Núñez; Martina Guevara y Molina fue nombrada Superintendente en la escuela del Hospital “Nuestra Señora de las Mercedes” sustituyendo a miss Mary O´Donnell; Rosa Gallardo y García fue nombrada Superintendente en la Escuela de Cienfuegos sustituyendo a Trinidad Cantero Cantero; Victoria Brú Sánchez fue nombrada Superintendente de la Escuela de Santiago de Cuba, poco tiempo después la sustituyó Hortensia Pérez Llerena pasando Victoria Brú, a la Escuela de Camagüey, (en este año por Decreto Presidencial se le había cambiado el nombre de Puerto Príncipe a esta ciudad), sustituyendo a miss Mary E. Pearson, y al poco tiempo pasó a la Escuela de Cienfuegos donde sustituyó a Rosa Gallardo García que pasaba a La Habana; no consta en ningún documento quién la sustituyó en Camagüey o si cerró esa Escuela al ir ella para esta ciudad.

FOTO 006 Estudiantes de Enfermería de la Escuela del Hospital de Puerto Príncipe

Permaneció en el cargo de Superintendente Rosa Seiglie y Comesañas que había sido nombrada en esa dirección en 1906. Mercedes Monteagudo fue nombrada como Jefa del Hospital de “Emergencias”. Al intervenir en el acto, el doctor Matías Duque Perdomo pronunció un discurso elocuente y erudito; puso en alto el valor de las enfermeras, haciendo Historia de las enfermeras en otros países y comparándolas con Cuba, colocó a digna altura a las que eran merecedoras de tal homenaje cuando dijo: “La primera enfermera cubana fue aquella que curó al primer herido en nuestros campos de batallas”, recordemos que el sirvió a las órdenes del Generalísimo Máximo Gómez Báez. El Presidente de la República les entregó los nombramientos para sus cargos, y fueron agasajadas con preciosos abanicos. Si analizamos este grupo vemos que cinco de ellas fueron graduadas de esta Escuela (10).

FOTO 007 Primeras tres Enfermeras graduadas en el Hospital Número Uno. 1903

Fundación de la Asociación Nacional de Enfermeras
El 19 de marzo de 1909 se fundó la Asociación Nacional de Enfermeras, fue elegida como presidenta Margarita Núñez Núñez; Mercedes Monteagudo como vice presidenta; Adelaida Jiménez para secretaria y Trinidad Cantero Cantero como tesorera, mientras que para el cargo de vocal fueron elegidas Martina Guevara y Molina, Isabel Pereira y Ana M. García; su primera socia de honor fue la señora América Arias de Gómez. Observemos que aparecen nuevamente los nombres de graduadas de esta escuela.

Organización del Primer Curso Posbásico
Los patriotas cubanos emprendieron una obra de profilaxis social y miss Eugenie Hibbard fue designada para organizar un cuerpo de Enfermeras Sanitarias Visitadoras, junto con las señoritas Mary O´Donnell, Mary E. Pearson y Jeanette Byers. Miss E. Hibbard redactó el plan de estudios y el reglamento que capacitaría como “Enfermeras graduadas oficial de primera clase” y se registró el curso en el Negociado correspondiente. El curso tuvo una duración de tres meses y se impartieron clases dos veces a la semana, de teoría y práctica; a este curso asistieron tres enfermeras cubanas, las señoritas Adelaida Jiménez, Rosa L. Ortiz Rojas, y Emma Deulofeu Merillo una enfermera graduada en esta escuela en 1905.

Primer Servicio de Urgencia en una Catástrofe Nacional
Las enfermeras cubanas prestaron su primer servicio de urgencia en una desgracia nacional: “Ocurrió una gran explosión de dinamita en Pinar del Río a seis horas de La Habana, el presidente envía al Secretario del Gobernador para la conservación del orden, al Secretario de Obras Públicas con personal para extraer los heridos y los muertos de los escombros y al Secretario de Sanidad con 10 médicos y 18 enfermeras para la asistencia de los heridos, las enfermeras estaban bajo las órdenes de Margarita Núñez Núñez, Inspectora General de Enfermería y Martina Guevara Molina, Superintendente de la Escuela del Hospital Mercedes, trabajaron incesantemente”. “Esta es la primera vez que las enfermeras cubanas han tenido que prestar auxilio en una desgracia nacional y estoy satisfecho de ellas”. Solo se oían elogios por su trabajo y la perseverancia de que habían dado prueba. El gobernador de la provincia les envió una medalla a cada una de las enfermeras que trabajaron en esta labor.

Asistencia a un congreso del Consejo Internacional de Enfermeras
La demostración más evidente de la magnitud del contraste entre el régimen antiguo (enfermeras sin título) y el moderno y los nobles resultados obtenidos en una década (1899-1909) de enseñanza, se demostró cuando dos jóvenes enfermeras cubanas asistieron al III Congreso Internacional de Enfermeras en Londres representando a Cuba.

Tan feliz acontecimiento tuvo efecto por los buenos oficios de miss Hibbard y la liberal actitud del doctor Matías Duque Perdomo en pro de las enfermeras quien las recomendó por la obra que ellas llevaban a cabo. Sus ideas eran que fueran oficialmente por el Gobierno, pero la naturaleza no oficial del Congreso, lo hizo imposible; asistieron como delegadas del Departamento de Sanidad y Beneficencia, Margarita Núñez Núñez, presidenta de la Asociación Nacional de Enfermeras y Mercedes Monteagudo, vicepresidenta, acompañadas por miss Euginie Hibbard.

Llevaban las recomendaciones del doctor Matías Duque Perdomo, interesado en el progreso de las enfermeras y animado de los mayores deseos de que las jóvenes figuraran en las reuniones internacionales que tenían efecto, por cuyos logros fue felicitado. La Asociación Nacional de Enfermeras envió una preciosa mantilla y una medalla a miss Florence Nightingale que muy viejita y enferma, pero lúcida todavía, atendió a las enfermeras cubanas que conversaron con ella y le demostraron que habían sido formadas en los principios nightingaleanos de unir la teoría con la práctica transmitidos por las enfermeras norteamericanas, que tuvieron a su cargo la dirección de las primeras Escuelas de Enfermeras en Cuba. Florence Nightingale murió en 1910 a la edad de 90 años. Este Congreso sirvió también para que las enfermeras cubanas tuvieran su primer encuentro con esta organización internacional (11).

FOTO 008 Panteón de la Asociación Nacional de Enfermeras y Alumnas de la República de Cuba

Construcción de la Caseta para Enfermeras tuberculosas y el Panteón de las Enfermeras
En una reunión celebrada por la Junta de Asociadas en 1910, se pidió a la Asociación la construcción de una casa club para enfermeras sin familia, pero no fue posible tan grande obra, por lo que se sustituyó por la propuesta de la fabricación de una caseta para enfermeras tuberculosas en el sanatorio “La Esperanza”. El 17 de abril de 1912 se inauguró, tenía capacidad para seis camas y su costo fue de $2.000, gastos que sufragaron la Asociación y colectas que realizaron las enfermeras; miss Mary O´Donnell contribuyó con su entusiasmo y su dinero; la caseta llevó el nombre de Martina Guevara Molina por ser una de las que con más tesón apoyó esta obra; en ese tiempo ella era tesorera de la Asociación. Las asociadas estaban muy preocupadas por no tener un panteón donde reposaran las enfermeras que morían, por lo que en 1912 se construyó en el Cementerio de Colón un panteón a un costo de $1.716 (12).

Organización de la Especialidad de Higiene Infantil
El doctor Enrique Núñez organizó la especialidad de Higiene Infantil en 1914, cuya responsabilidad entregó a Martina Guevara y Molina (hasta 1921); ella también fue comisionada por la Secretaría de Sanidad y Beneficencia para que organizara dicho servicio en algunas ciudades del interior del país como Matanzas, Cárdenas, Cienfuegos y Santa Clara. En 1915, se organizó el consultorio central de Higiene Infantil; su jefa fue la señorita Zoila Borrero y como enfermeras Noemí Pons, Nieves Montes, Juana Flaque, Dolores González Orta y la señora Antonia Prieto Rodríguez de Calvo. En 1929, se encontraban al frente del departamento de Higiene Infantil en la Secretaría de Sanidad y Beneficencia, Lucía Olmedo, que se había graduado en el Hospital “Nuestra Señora de las Mercedes” en 1918 y había realizado un curso posbásico en 1921 de Asistencia de Enfermería (13).

Muerte de Enfermeras Cubanas
Victoria Brú Sánchez, una mártir de su profesión
Se había graduado en 1906 en la Escuela de Enfermeras del Hospital Nuestra Señora de las Mercedes y trabajado durante un año es ese hospital. Esta enfermera cubana murió el 7 de diciembre de 1918 a la edad de 42 años a consecuencias de la Influenza, en la ciudad de Cienfuegos, es considerada una Mártir de la Enfermería cubana pues muere en el cumplimiento del deber. El Estado cubano, el 3 de junio de 1957 editó un sello postal para recordar su altruista labor.

Rosa Seiglie y Comesañas
Fue una de las primeras siete enfermeras graduadas en 1902 en la escuela del Hospital Nuestra Señora de las Mercedes. Fue Superintendente de la Escuela de Enfermeras del Hospital de “Santa Isabel” en Matanzas en 1906, cargo que ocupó por seis años. Estaba casada con el doctor Oscar Forest eminente médico matancero. Falleció en esta ciudad en agosto de 1920 víctima de la fiebre tifoidea, estuvo trabajando hasta el momento de su muerte.

Margarita Núñez Núñez
Estudio y se graduó en 1903 en la Escuela de Enfermeras del Hospital Nuestra Señora de las Mercedes, fue fundadora y primera presidenta de la Asociación Nacional de Enfermeras de Cuba, cargo que ocupó hasta 1918. Fue nombrada Superintendente de la Escuela de Enfermeras del Hospital “Número Uno”. Poco tiempo después pasó a ocupar el cargo de Inspector General de Enfermería en 1909 y en ese mismo año asistió al III Congreso Internacional de Enfermeras que se celebró en Londres.

Contribuyó eficazmente en la construcción de la “Caseta para las Enfermeras Tuberculosas”. Falleció el 11 de noviembre de 1923, recibió sepultura en el Panteón de las Enfermeras (lugar que ayudó a construir) en el Cementerio de Colón. Al cumplirse un año de su muerte se acordó rendirle homenaje y se celebró un acto en la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana, donde el doctor Federico Torralbas, director del hospital “General Calixto García” hizo el panegírico de tan importante figura de la enfermería cubana. También usó de la palabra el doctor Manuel Varona Suárez, senador de la República. Estas tres enfermeras habían estudiado en esta escuela en distintas fechas (14).

Cursos Posbásicos
En 1921, las señoritas Pelegrina Sardá Sardá y Lucía Olmedo realizan un curso de Asistencia de Enfermería. El tribunal de examen estuvo constituido por el doctor Carlos E. Finlay, el director del Hospital y dos enfermeras norteamericanas que vinieron expresamente para este acontecimiento La señorita Martina Guevara y Molina fue seleccionada para realizar un curso en el Hospital Presbiteriano, adscrito a la Universidad de Columbia en Estados Unidos, donde realizó la preparación para instructora de prácticas de enfermería y recibió además clases de Pedagogía adaptada a la enseñanza de enfermería; su profesora fue miss Young, que era Superintendente de dicho hospital. A su regreso fue nombrada instructora de enseñanza de enfermería de las escuelas de los hospitales: “General Calixto García”, “Nuestra Señora de las Mercedes” y de “Dementes”. Cuando la señorita Guevara regresó de Estados Unidos organizó cursos para preparar a las enfermeras cubanas en la docencia, aunque no consta cuántos se impartieron, se sabe que María Regla García Arencibia se graduó en uno de ellos. A partir de 1928 aparecen los nombres de las que se habían matriculado ese año y que se graduaron en el siguiente: Crispina Moran, María Borges, Margarita Andino, Evangelina García Arencibia, Amalia Guardia, María L. Fernández–Flores y Felicia Castañer (15).
FOTO 009 Rosa Gallardo (1), Martina Guevara (2), miss Mary Eugene Hibbard (3), miss Jeannette Dyers (4), Margarita Nuñez (5), Trinidad Cantero (6), Pelegrina Sardá (7) y Lucía Olmedo (8). Enfermeras

Congresos a los que asistieron las Enfermeras Cubanas
En 1921 se organizó la Federación Nacional Femenina de Cuba, que estaba constituida por cinco sociedades entre las que se encontraba la Asociación Nacional de Enfermeras. Al año siguiente esta Federación celebró su primer congreso al que asistieron como delegadas las enfermeras Pelegrina Sardá Sardá y Antonia Prieto de Calvo. En 1926, se celebró el Congreso Panamericano en la ciudad de Lima en Perú, al que asistió Pelegrina Sardá Sardá. En 1928, Martina Guevara Molina asistió a la Convención de Enfermeras que tuvo lugar en Louis Ville, Kentucky en Estados Unidos. En 1929, se celebró el VI Congreso Internacional de Enfermeras en Montreal en Canadá, al que asistieron Martina Guevara Molina, Hortensia Pérez Llerena y Rosa Gallardo García, en representación de las enfermeras que trabajaban en privado. A este congreso Cuba llevó dos trabajos “La enfermera sanitaria y su labor social” de Emma Deulofeu, defendido por Martina Guevara y “La legislación en relación a las escuelas de enfermeras” de E. M. Mussou de Inglaterra y que fue discutido por Hortensia Pérez Llerena.

Durante este congreso miss Hibbard fue la anfitriona de las delegadas cubanas. Miss Young, que había sido profesora de Martina Guevara cuando realizó su curso posbásico las invitó al Hospital Presbiteriano de New York, donde ella era Superintendente. En 1929, la señorita Caridad Coello asistió al V Congreso Panamericano del Niño donde leyó y discutió el trabajo “Fundación de las escuelas niñeras y su reglamento” (16).

Homenajes y condecoraciones
En 1928, se les entregó a miss Mary O´Donnell y a miss Eugenie Hibbard una medalla por tener más de 25 años de trabajo enfermero en la Isla de Cuba. La Cruz Roja Cubana entregó la medalla de Mérito y la Constancia a: Hortensia Pérez Llerena, Rosa L. Ortiz Rojas, Teresa Llerena Bello y Delfina Vázquez Rey; el acto fue publicado en el periódico “Excelsior” el 30 de mayo de 1929, donde se reseñaba que el secretario de Sanidad y Beneficencia, doctor Francisco M. Fernández, impuso las condecoraciones a las enfermeras y el doctor Ángel López Méndez al clausurar el acto destacó la significación de su obra, abnegación y sacrificio, así como su amor a la profesión. También en ese año la Cruz Roja condecoró a Martina Guevara Molina, Basilia Santana, María Mirelles Collazo, Ana M. García y miss Elizabeth Walker, por llevar más de 25 años de trabajo enfermero, así como a Lucía Olmedo y Pelegrina Sardá (17).

Pabellón Margarita Núñez
Desde hacía varios años, la Asociación Nacional de Enfermeras había solicitado la construcción de un Pabellón Hospitalario donde se atendieran tanto a las estudiantes como a las enfermeras cuando enfermaran y necesitaran ingresar. Martina Guevara Molina, fue una de las más entusiastas colaboradoras para que esta obra quedara construida y miss Mary O´Donnell aportó el dinero para que llegara a feliz término este pabellón. La obra quedó concluida el 26 de agosto de 1928. El Pabellón se fabricó en el Hospital “General Calixto García”, aledaño al pabellón “Emilio Martínez”, un médico que estuvo siempre abogando por la mejor preparación de las enfermeras. Se le impuso el nombre de “Margarita Núñez”, para recordar a la primera presidenta que tuvo la Asociación.

Instituto del Cáncer
En 1928 se inauguró oficialmente el Instituto del Cáncer en el Hospital “General Calixto García” en un pabellón que se construyó especialmente para esta especialidad (este pabellón es hoy día la biblioteca). El director de este instituto era el doctor Emilio Martínez Martínez y el subdirector el doctor Gonzalo Arostegui. En este primer Instituto trabajaron un grupo de enfermeras, siendo su jefa Carmen Vincens, y como jefa del salón de operaciones Edelmira Fernández Más, estudio en la Escuela de enfermeras del Hospital Nuestra Señora de las Mercedes quien estuvo vinculada al cuidado de los pacientes con cáncer hasta 1954 cuando se retiró de la vida laboral a la edad de 72 años (18).
 

FOTO 010 Enfermeras cubanas que asistieron al Congreso Internacional de Enfermeras en Londres 1909. Médicos que les ayudaron a ir al Congreso: Matías Duque y Juan Guiteras

Modificaciones en el Plan de Estudios
Nos cuenta Olivia Amor Medina: A partir de 1944 empezaron los “Cursillos de Aspirantes” previos al ingreso a la Escuela. También en esta etapa comenzaron los exámenes de ingreso que tenían un carácter secreto y consistían en la presentación de los documentos exigidos (chequeo médico, carta de moralidad, solicitud de ingreso, certificación de escolaridad) y concurrir al examen citado; si resultaba aprobada, se escogían de acuerdo con un escalafón la cantidad de estudiantes que tenía asignada cada escuela para comenzar este cursillo; las aspirantes seleccionadas comenzaban y se les impartían clases teórico prácticas de enfermería durante tres meses, rotando por diferentes salas para adquirir habilidades y hábitos; una vez concluido este cursillo se citaba a un nuevo examen donde estaban presentes: la Superintendente de la Escuela, la profesora de enfermería y un profesor designado por el claustro de profesores. Si el alumno resultaba aprobado se escogía por orden de escalafón el número de plazas que la escuela tenía asignado y se conformaba el grupo de estudiantes que comenzaba la carrera. Se graduaban tres años después de su fecha de ingreso. Se fijaba el mes de julio como comienzo del curso escolar, pero todo comenzaba en el mes de septiembre del año anterior a la fecha de ingreso. El examen de grado era realizado en la Escuela de Medicina de la Universidad de La Habana, que expedía el título; todo este proceso se estuvo efectuando hasta 1961, en que se produjeron una serie de cambios en la enseñanza de enfermería (19).

Curso Posbásico
Después de 1932 no se volvieron a realizar más cursos de instructoras y ya algunas de ellas se estaban retirando, por lo que los enfermeros solicitaron que se volviera a impartir, así que en 1946, la jefa del Negociado de Enfermería Hortensia Pérez Llerena, convocó a este curso en el que se matricularon: Elvira Guin-Achao Sandoval, Aurora Sánchez Pérez, Ester Alfonso Castellanos, Andrea Nardo y los enfermeros Hidalgo y Laudeiro de quienes tenemos solamente sus apellidos y carecemos de información sobre si trabajaron después en alguna Escuela de Enfermeros o no. Este curso no volvió a impartirse hasta el triunfo de la Revolución.

Otro grupo de enfermeras que se graduaron en esta Escuela fueron María L Aguirre Areantes graduada en 1905 y que fue la primera enfermera cubana en ir a trabajar como profesora en la Escuela de Enfermeras de Panamá en 1909; Emma Deulofeu Merillo graduada en 1905 y que realizaría el primer curso posbásico de Enfermera Sanitaria Visitadora en 1909; Maria L Fernández Flores graduada en 1917, y que en 1929 se graduaría de Profesora de Enfermería y trabajaría en esta escuela; Pura Beiries Cribe graduada en 1938, que fue Jefa de la sala San Felipe; Concepción Hermida Páez graduada en 1930 y que por muchos años fue jefa de la sala San Ramón para enfermos con cáncer; Zoila Chijin Saura graduada en 1942, que fue supervisora del hospital por muchos años; Juana Hurtado Manzanares que se graduó en 1944 y que trabajo muchos años en el Hospital de supervisora y luego fue directora de la Escuela de Enfermeras Miss Mary O´Donnell; Melchora Santos Ibáñez graduada en 1944 y que fue jefa de la sala Manuel de la Cruz hasta 1962 en que se retiro.

Flora Hilda Franquiz Martín Carrera graduada en 1946 y que fue jefa de la sala San Joaquín hasta su retiro; Gregoria Margarita Martínez Coto que fue asistente de la Superintendente desde 1950 hasta su retiro en 1960 se había graduado en esta Escuela en 1946; Clara Nieves de la Fuente Acosta graduada en 1947 que fue Jefa de la sala Santa Margarita hasta su retiro; Ildeliza Leza López graduada en 1948 y que trabajo muchos años de supervisora del Hospital; Dinora Fajardo Socarras graduada en 1950 y que sería supervisora del Hospital durante muchos años; Eva González Infante graduada en 1952 y que trabajo durante muchos años en la central de esterilización (20).

La Escuela Miss Mary O´Donnell después de 1959
Inicio de los cursos para auxiliares de enfermería
El 23 de agosto de 1961, el Ministerio de Salud Pública, por medio de la Dirección de Docencia y Perfeccionamiento, inició un curso para auxiliares de enfermería, del que se graduaron las primeras 466 alumnas, el 27 de marzo de 1962. Por decreto ministerial # 4 del 13 de septiembre de 1961, se establecieron las normas para el funcionamiento del trabajo de las auxiliares de enfermería. Los primeros cursos de auxiliares eran de seis meses, posteriormente de nueve y más tarde de un año.

En estos cursos se impartían asignaturas teórico prácticas que les permitían a las alumnas adquirir conocimientos, habilidades y hábitos fundamentales, para una vez graduados poder brindar atención a las necesidades básicas del paciente y estar bajo el control y supervisión de la enfermera graduada. En la Escuela de Enfermeras miss Mary O´Donnell, se comenzó esta enseñanza en 1961 y su primera profesora fue Dolores Soler.
 
FOTO 011 Enfermeras cubanas

El primer curso tuvo alumnas de todo el país, pero los siguientes cursos se impartieron en cada Escuela con un carácter nacional. Un curso se impartió en el Hospital de Victoria de las Tunas, sus profesoras fueron las enfermeras Elsa Soto Casanovas y Lucía Quintana Alfonso. Ambas habían estudiado su carrera de enfermera en la Escuela de Enfermeras miss Mary O´Donnell (21).

Servicio Médico Social Rural
Por el decreto ministerial # 10, Ley 723 del 22 de enero de 1960 quedó establecido el servicio médico social rural. Por primera vez, los enfermeros junto con los médicos fueron a los lugares más apartados del país, para llevar la asistencia médica donde nunca antes había ido ningún personal de la salud, ya que hasta ese momento la atención solo era brindada en las capitales provinciales, los centros privados y sobre todo, en la capital del país; este servicio fue disminuyendo en la medida que en esos lugares se capacitaron enfermeras para atender los pacientes. Las graduadas del curso 1960 de esta Escuela fueron en gran número y las graduadas de 1961 de esta Escuela salvo por muy justificadas causas fueron a realizar este Servicio Social por un año, ocuparían cargos importantes en los Hospitales donde fueron ubicadas Jefas del Departamento de Enfermería, jefas de salas, jefas de salón de operaciones y algunas de ellas se quedaron más tiempo del programado y otras lo hicieron definitivamente (22).

En 1961 se gradúa el último grupo de estudiantes del Hospital Nuestra Señora de las Mercedes entre las que estaban Alicia De Roux Serrano que en 1963 hizo el curso de Instructora de Enfermería junto con Basilia Lahens Espinosa, haría el curso de doctorado en farmacia. Ofelia Cancio Bello y Eduarda Ancheta Niebla estas últimas harían el curso de Docencia en Enfermeria y posteriormente el curso de Licenciatura en Enfermería. Migdalina Herrera Prieto que posteriormente haría el curso de Instructora y Licenciatura en Enfermería; Clara Fernández Domínguez, Maria Josefa Pedroso Companioni que falleció en 1976 y Celia Alicia de Armas Fernández ya fallecida, Andrea Pérez García, Francisca Benítez Díaz, Lucia Quintana Alfonso que fue profesora del primer curso de Auxiliares de Enfermería junto a Elsa Soto Casanovas que se impartió el curso en Victoria de las Tunas.

Iraida Friera Domínguez, Caridad Ricardo Abreu que hizo el curso de Instructora de Enfermería y posteriormente el de Licenciatura en Enfermería; Dulce María Cabrera Gort, Mirta Álvarez Lorenzo, Caridad García Valera, María del Carmen Calera que realizó el curso de Licenciada en Enfermería; Ramona L. Rodríguez Castellón, Evelia Ruiz Fernández, este fue el último grupo al que se expidió el titulo por la Universidad de la Habana (23).

“La más noble de las ocupaciones, y quien sabe la más grata es la de Enfermero”. José Martí Pérez

Consideraciones finales
La Escuela de Enfermeras Miss Mary O´Donnell desde su fundación en 1899 hasta el año 2001, fue un centro de Formación de Enfermeras con un prestigio inmenso y una preparación científico técnica muy Avanzada, por lo que la mayor parte de sus graduadas han ocupado un lugar cimero en la Enfermería Nacional.

Referencias Bibliográficas
1.- Ancheta Niebla E. Historia de la Enfermería en Cuba Editorial de Ciencias Médicas, 2da edición 2006: 65
2.- Ob. Cit. en 1: 66
3.- Ob. Cit. en 1: 67
4.- Ob. Cit. en 1: 67-70
5.- Ob. Cit. en 1: 70-72
6.- Ob. Cit. en 1: 72-76
7.- Ob. Cit. en 1: 77
8.-  Ob. Cit. en 1: 78
9.- Ob. Cit. en 1: 78-80
10.- Ob. Cit. en 1: 82-83
11.- Ob. Cit. en 1: 84-89
12.- Ob. Cit. en 1: 91
13.- Ob. Cit. en 1: 91 y 102
14.- Ob. Cit. en 1: 93-94
15.- Ob. Cit. en 1: 94-95
16.- Ob. Cit. en 1: 97
17.- Ob. Cit. en 1: 98-99
18.- Ob. Cit. en 1: 99-101
19.- Entrevista Olivia Amor Medina. Ciudad La Habana. 2000
20.- Libro Registro de títulos Archivo de Salud Publica Avenida Salvador Allende
21.- Ob. Cit. en 1: 121
22.- Ob. Cit. en 1: 118
23.- Libro Registro de títulos Archivo de Salud Publica Avenida Salvador Allende

Manuel Solórzano Sánchez
Enfermero. Hospital Universitario Donostia de San Sebastián. Osakidetza /SVS
Colegiado 1.372. Ilustre Colegio de Enfermería de Gipuzkoa
Miembro de Enfermería Avanza
Miembro de Eusko Ikaskuntza / Sociedad de Estudios Vascos
Miembro de la Red Iberoamericana de Historia de la Enfermería
Miembro de la Red Cubana de Historia de la Enfermería
Miembro Consultivo de la Asociación Histórico Filosófica del Cuidado y la Enfermería en México AHFICEN, A.C.
Miembro no numerario de la Real Sociedad Vascongada de Amigos del País. (RSBAP)

1 comentario:

Ana Luisa Velandia-M. dijo...

Gracias a nuestros historiadores Manuel Solórzano de España y Eduarda Ancheta de Cuba, por su incesante trabajo en pro de un mejor conocimiento de la historia de nuestra profesión.