Si no se conoce el
pasado es imposible comprender el presente
Resumen:
Para la confección de este trabajo buscamos en los diferentes
Archivos y Bibliotecas donde se encuentra la documentación referente a la
fundación de esta Escuela, y su posterior desarrollo en la formación de
enfermeras en la época republicano burguesa y después del triunfo
revolucionario hasta su cierre en 2001, también realizamos varias entrevistas a
personalidades que estudiaron en esta prestigiosa Escuela, las que nos
aportaron datos muy valiosos y que fueron sus experiencias como estudiantes y
posteriormente trabajadoras de este Hospital que fue cuna en la formación de
brillantes profesionales de la salud. Según lo referido esta Escuela era
considerada en su época como una de las mejores y más prestigiosas
instituciones de Enfermería. Con la documentación encontrada realizamos un
análisis de los datos más sobresalientes y se los exponemos para su entera
consideración.
Palabras clave: Profesionalidad, Prestigio, Calidad Científica, Escuela y
Enfermería.
FOTO 001 Portada y contraportada del libro “Historia de la
Enfermería en Cuba”
AUTORA: Licenciada Eduarda
Ancheta Niebla
Eduarda Ancheta, a sus 78 años es una veterana enfermera que sigue ejerciendo su
profesión y dedicada a la Historia de la Enfermería. Ha sido nombrada
Coordinadora de la nueva Red de Historia de la Enfermería Cubana. Profesor
Auxiliar, Master en Enfermería. Miembro Titular de la SOCUENF. Miembro de la Sociedad Historia
de la Medicina. Miembro de la Asociación Médica Caribeña. Miembro de la sección
de historiadores de la SOCUENF. Miembro del Consejo Editor de la “Revista
Temperamentum. Granada, España”. Miembro del Comité Científico Internacional de
la “Revista Uruguaya de Enfermería”. Miembro del Comité Científico
Internacional de la “Revista El ser enfermero” Buenos Aires Argentina.
Profesora Principal de Historia de la Enfermería Universidad
de Ciencias Médicas de la Habana. Profesora de Historia de la Enfermería Facultad
“Enrique Cabrera”. Candidata a Dra. en Ciencias de enfermería. Universidad de
Ciencias Medicas de La Habana. Facultad Dr. Enrique Cabrera Cosio.
Introducción
Primeras
Enfermeras Norteamericanas
Al comenzar
la intervención militar norteamericana, las religiosas que trabajaban en los
hospitales y asilos de ancianos fueron llamadas por sus superiores; solo
quedaron algunas. El resto se fue del país o volvieron a los conventos.
Producto de la injusta e inhumana reconcentración dictada por el tristemente
celebre Gobernador General de la isla Valeriano
Weyler y Nicolau agregado también del bloque naval dictado por los Estados
Unidos, las condiciones higiénico sanitaria de la Isla el hambre y la pobreza
no podían ser peores, en los hospitales las condiciones de abandono eran
claras, no había alimentos ni medicinas así como ropas, por lo que la atención
a los enfermos no podía ser peor, esto ocurría en toda la Isla pero muy en especial en
La Habana.
Al disminuir
las personas encargadas del cuidado de los enfermos el gobierno interventor se
vio en la necesidad de enviar junto con las tropas de ocupación, un competente
cuerpo de enfermeras profesionales. La mayor parte de los hospitales estaban
bien situados y las enfermeras norteamericanas prestaron admirables servicios
para reformarlos. El número de las que tomaron parte de esta empresa, llegó a
cerca de setenta y cinco.
Primeras
Escuelas preparatorias de Enfermería
En 1899, el
doctor Raimundo García Menocal fundó
una Escuela para Enfermeras en su clínica particular “La Habana”, a la que
asistieron veintidós alumnas bajo la dirección del doctor Vidal Sotolongo; sin embargo, solo existió cinco meses, pues la
clínica se clausuró en mayo y la escuela se cerró; pero el doctor persistió en
sus propósitos con la esperanza de establecer escuelas permanentes.
Las Escuelas
de Enfermeras se crearon en Cuba a instancias del doctor C. L. Furbush, noblemente secundado por los doctores Emiliano Núñez de Villavicencio y Raimundo García Menocal y la ayuda de
la enfermera norteamericana miss Mary
Agnes O´Donnell.
El objetivo
de estas escuelas fue en primer lugar, hacer todo lo posible por mejorar los
intereses de las enfermeras, para enaltecer y fomentar la profesión por medio
de un sistema general de instrucción que se establecería y sostendría para
proporcionarles el medio de adquirir conocimientos teórico prácticos en la
asistencia de enfermos y otorgarles un título o certificado de graduadas que
les garantizara el ejercicio de la profesión y les proporcionara la manera de
obtener trabajo. Las escuelas de enfermeras fueron instituciones del Estado,
anexas a los hospitales, pero bajo la inspección de la Junta de Sanidad y
Beneficencia; el director del hospital actuaría como representante de la Junta en la escuela y el
tesorero del hospital lo sería también de esta. El presupuesto de la escuela lo
firmarían por separado el director y el tesorero del hospital (1).
FOTO 002 Miss Mary Agnes O´Donnell
Desarrollo
Inicio de la Enfermería Profesional
El Hospital
“Nuestra Señora de las Mercedes” era
considerado el mejor de la Isla,
por eso se le escogió para fundar la primera Escuela preparatoria de
Enfermería, y así consta en el libro de Actas del Hospital, correspondiente al
23 de agosto de1899, donde se menciona que se abrió una escuela de enfermeras,
bajo la dirección de la enfermera norteamericana miss O´Donnell, graduada en la Escuela de Enfermeras de Bellevue,
que había llegado a Cuba sirviendo en el ejército como enfermera; su contrato
fue anulado para que pudiera hacerse cargo de su nuevo puesto. De esta manera miss O ´Donnell pasó a ocupar el
importante cargo de Decana de las Escuelas preparatorias de Enfermeras de Cuba
(Foto 002).
La
beneficencia pública fue completamente organizada a principios de 1900 y el
mayor E. S. St. John Greble fue el
primer director del Departamento de Beneficencia. Este se colocó bajo la
dirección general del Departamento de Estado y Gobernación y se establecieron
escuelas para enfermeras por el siguiente orden:
En marzo de
1900 se fundó una Escuela en el Hospital de Cienfuegos, en septiembre la del
Hospital “Numero Uno”; en octubre en el Hospital “Santa Isabel” en Matanzas; en
noviembre la del Hospital de Puerto Príncipe, y en enero de 1901 la del Hospital
de Santiago de Cuba.
Aunque no se
menciona en esta lista oficial la Escuela de Enfermeras del Hospital de
Dementes que fue fundada en 1900 y era de ambos sexos; en la Oficina del Historiador de
la Salud Pública
existe un documento sobre la biografía de Isolina
Fontanills Ugarte donde dice que se matriculó en esa escuela en diciembre
de 1900. También encontramos que Rafael
Yánez y Oliva se graduó el 7 de julio de 1903 en el Hospital para
Enajenados (2).
Primeras
Superintendentes de las Escuelas de Enfermería
Miss O´Donnell fue la
primera superintendente (nombre que se les daba a las enfermeras que ocupaban
la jefatura de enfermería de los hospitales, que a su vez eran responsables de
su Escuela) de la Escuela de Enfermeras del Hospital “Nuestra Señora de las
Mercedes”. En el Hospital de Cienfuegos estaba miss Jeanette Byers, graduada del “Woman´s Hospital” en Filadelfia; el cargo del Hospital “Numero Uno”
recayó sobre miss Gertrudis Moore
graduada en Bellevue, la cual fue sustituida tres meses después por miss Holmes; en el Hospital de “Santa
Isabel” en Matanzas estaba miss Eugenie
Hibbard, graduada del “Santa Catalina”;
en Puerto Príncipe estaba miss Mitchel
graduada del “San Lucas” de New York,
y en Santiago de Cuba, miss Moore
que fue trasladada de La Habana; el cargo de superintendente del Hospital de
Dementes lo ocupó miss Helen Henry
(3).
Redacción
del Primer Plan de Estudios y su Reglamento
El doctor Manuel Delfín inició una lucida
discusión ante la Junta,
sobre la conveniencia de dedicar preferente atención a las Escuelas de
Enfermeras y el 11 de junio de 1901 expuso la necesidad de iniciar el uso de un
reglamento que rigiera en todas las escuelas del país y al mismo tiempo adoptar
un Plan de estudios que respondiera a las exigencias de tan importante
institución (al comienzo, cada escuela tenía su reglamento y plan de estudios
propios).
Se sugirió
la preparación de un manual que aunque simple y compendario fuera redactado en
lenguaje sencillo al alcance fácil de las alumnas. El presidente de la Junta, comandante Kean manifestó su aprobación y nombró
una comisión para redactar los documentos lo antes posible. Se eligió en esta
comisión a miss Quintard que había
sido nombrada en el cargo de Inspectora General de Enfermería; a miss E. Hibbard que era
Superintendente de la Escuela de Matanzas, al doctor M. Delfín y a los doctores Emiliano
Núñez de Villavicencio y E. Diago directores de los Hospitales “Mercedes” y
“Numero Uno” respectivamente; al finalizar el año ya estaban redactados los dos
documentos.
Las
conferencias de la asignatura Práctica Quirúrgica de primero y segundo año las
confeccionó el doctor Carlos E. Finlay y miss Mary O´Donnell realizó las
ordenanzas para las enfermeras de las salas.
El plan de
estudio que se aplicó fue el siguiente:
Primer año:
Disciplina
profesional.
Anatomía.
Nociones de
Fisiología.
Práctica
quirúrgica y materia médica.
Higiene y
Bacteriología.
Servicio de
niños.
Segundo año:
Anatomía y
Fisiología.
Higiene y
Bacteriología.
Materia
médica.
Práctica
quirúrgica y materia médica.
Tercer año:
Ginecología
y Obstetricia.
Práctica
médica y quirúrgica.
Anatomía.
Garganta,
nariz, oídos, piel y ojos.
Práctica de
masaje.
FOTO 003 Enfermeras
y alumnas de la Escuela del Hospital Cienfuegos 1929
Se observa
que en este plan de estudios no está comprendida la Enseñanza teórica y
práctica de enfermería como una asignatura aparte. Dentro del reglamento en el
Artículo 36 aparece que la superintendente dará una clase semanal de materia
para el cuidado de los pacientes pero no como una asignatura. Esta indicación
nos hace pensar que en cada Escuela se impartía cualquier técnica sin un orden
escogido y que claro esta sería a elección de la superintendente y alguna
necesidad de las estudiantes.
Algunos
artículos del reglamento fueron los siguientes:
Art.15: Para el
ingreso a las Escuelas de Enfermería, las alumnas presentarán la solicitud al
director del Hospital que aquella está adscrito, acompañada de una carta de
persona conocida que informe de su moralidad y antecedentes y presentará un
certificado médico de buena salud. Si es menor de edad acompañará el permiso de
su padre o tutor. Aceptada por el director la pasará con el Vto. bueno a la
Superintendente que la admitirá definitivamente después de un mes de prueba,
durante el cual la Escuela solo tiene la obligación de mantenerla y darle
lavado de la ropa. De este ingreso se dará cuenta a la Junta de Beneficencia.
Art.16: La edad de
ingreso será de los 18 a
los 30 años. Podrá aceptarse a las aspirantes aunque no hubiesen cumplido los 18
años si les falta pocos meses para cumplirlos, en caso de tener robusta
constitución, es condición indispensable tener mediana instrucción, a cuyo
efecto sufrirá un examen que hará la Superintendente cuando lo estime
conveniente.
Art. 36: Una vez a la
semana la Superintendente dará una conferencia a las alumnas, referente a los
conocimientos prácticos que esta debe tener en el desempeño de la profesión
enfermera (4).
Graduación
de las Primeras Enfermeras Profesionales Cubanas
La fecha
exacta de la graduación de las Primeras Estudiantes de Enfermería no consta en
ningún documento; al revisar el Boletín de la Junta de Beneficencia y sanidad, encontré que el 22 de septiembre de 1902 a las 4 de la tarde se realizó el examen teórico y
estuvieron presentes en el tribunal el doctor Juan Guiteras como
presidente; los doctores Emilio Martínez
como secretario y Enrique Núñez como
vocal. El día 23 a
las 4 de la tarde se realizó el examen práctico. Si eran siete alumnas que se
tenían que examinar no pudieron graduarse al salir del examen ya que el
tribunal tenía que deliberar las notas y también seleccionar a la alumna
ganadora de la medalla de oro. El 26 de octubre de 1902 se seleccionó a la
alumna ganadora de la medalla de oro, con la presencia de los doctores Carlos E. Finlay, Emilio Martínez, Enrique
Núñez y miss Mary O´Donnell; no
hay datos que justifiquen que se graduaron el 25 de septiembre. En el Boletín
del mes de noviembre se encuentra la reseña de la graduación sin que se
mencione la fecha exacta en que se produjo, sin embargo, aparece el discurso
pronunciado por el doctor Carlos E. Finlay.
Así que en
1902 se graduaron las primeras enfermeras cubanas, en este acto solemne estuvo
presente el Presidente de la
República Tomás
Estrada Palma, con la asistencia del doctor Emiliano Núñez de Villavicencio, director del Hospital, el claustro
de profesores, así como personalidades científicas y de la sociedad; el doctor
Carlos E. Finlay pronunció el discurso de graduación. En este acto se les
entregó el diploma de graduadas por la Universidad de la Habana. Con este hecho
Cuba se convertía en el primer país en otorgar título universitario a sus
enfermeras. Esto se estableció hasta 1961. A partir de esta fecha será la Dirección de Docencia y
Perfeccionamiento la encargada de expedir estos títulos. Las siete enfermeras
que se graduaron fueron: Trinidad
Cantero Cantero que resultó ganadora de la medalla de oro y pronunció el
discurso en nombre de sus compañeras. Las otras fueron Rosa Gallardo y García, Martina
Guevara y Molina, Adelaida Rendós
Alarcia, Rosa Seiglie y Comesañas,
Antonia Tejedor y Herrera y Bienvenida Cantón Pérez (5).
FOTO 004
Graduación de las primeras siete Enfermeras Profesionales Cubanas. En el centro
miss Mary Agnes O´Donnell, superintendente de la Escuela del Hospital Nuestra
Señora de las Mercedes. 1902
Estudiantes
de Enfermería en 1902. Escuela del Hospital “Nuestra Señora de las Mercedes”
Primer año:
Blanca
Ferrera Álvarez, Consuelo Brito Castro, Generosa Calvo Fuentes, Caridad Basolo
Aguilera, Tomasa Fascenda Fascenda, María L. Núñez Núñez y María Mirelles
Collaso.
Segundo año:
Edelmira
Fernández Más, Celia Fernández Más, María Seiglie y Comesañas, Margarita Núñez
Núñez.
(Tuve la
oportunidad de entrevistarme con Bertha
Finlay Seiglie, hija de María Seiglie y Comesañas y del doctor Carlos E.
Finlay y con las hijas de Edelmira Fernández Más, Aída y Gladys Fernández
Fernández.
Nombramiento
de las graduadas en 1902
En 1903 se
nombraron en los hospitales las enfermeras que se habían graduado en el año anterior:
Hospital
“Número Uno”: Rosa Seiglie y Comesañas y Trinidad Cantero Cantero.
Hospital
“Mercedes”: Martina Guevara y Molina.
Hospital
“Cienfuegos”: Rosa Gallardo García.
Hospital
“Santiago de Cuba”: Bienvenida Cantón Herrera.
Antonia
Tejedor Pérez fue situada en el Hospital “Número Uno” en 1904. (6).
Comentario
sobre las Enfermeras Norteamericanas
La labor de
las enfermeras norteamericanas en nuestra patria se destacó sobre todo por el
grupo que se dedicó a la enseñanza en las Escuelas de Enfermería, en las que
fueron verdaderas maestras que enseñaron a las alumnas los principios
nigthingalianos en los cuales se basa nuestra profesión hasta hoy día. También
ayudaron a que las graduadas fueran y estuvieran preparadas como las mejores
cada día.
Con verdadero
tesón y ternura guiaron a las estudiantes en una profesión desconocida hasta
entonces en nuestro país. Muchas de ellas no se marcharon de Cuba después de
terminada la segunda intervención norteamericana (1906- 1909) y permanecieron
en nuestra Patria hasta sentirse ya mayores y cansadas de trabajar, en que
decidieron regresar a su país; nuestra gratitud hacia ellas será eterna (7).
Cambios en la Dirección de las Escuelas
En 1902, se
produjeron cambios en las direcciones de las escuelas, por lo que miss E. Hibbard pasó a sustituir a miss Louise Brakemier (que había sustituido
meses antes a miss Holmes en el
Hospital “Número Uno”). Sustituyó a miss Hibbard
en Matanzas, miss Mary Mc. Cloud; en
Cienfuegos, miss Genoveve Russell
cambió por miss Henry que había
sustituido a miss Jeanette Byers; en
Puerto Príncipe, miss Mary E. Pearson
por miss Mitchell; en Santiago de
Cuba, miss M. A. Robertson sustituyó
a miss Moore, posteriormente
sustituiría a esta miss Louise Brakemier,
la única que permaneció en su cargo fue miss Mary O´Donnell.
Estos
cambios se producían porque muchas de estas enfermeras terminaban su contrato
de trabajo y marchaban a su país o iban a ocupar otras responsabilidades ya
fuera en Cuba o en otros países donde las enviaba su propio Gobierno (8).
Datos importantes sobre esta Escuela de Enfermería
La Escuela
de Enfermeras estaba ubicada en la segunda planta del edificio del Hospital, en
la parte posterior tenia los tres dormitorios uno para cada curso, el
dormitorio de la Superintendente y la Ecónoma, (ama de llaves) otros dormitorios para
varias enfermeras que ya estaban muy mayores de edad y no tenían donde vivir,
también tenia las aulas de dar las clases, el laboratorio de enfermería y el
comedor, así estaría hasta 1958, en que el hospital es demolido y trasladado
para Zapata y 29 estando ubicada la Escuela en el séptimo piso, muy confortable
y amplia.
Serian
Superintendentes de esta escuela desde 1899 hasta 1960, por este orden: Miss Mary O´Donnell, Martina Guevara Molina, Teresa
Llerena Bello y Esperanza Navarro
Leiva, esta última se mantiene hasta 1960.
En 1961
sería superintendente Dolores Roa,
la sustituiría en 1963 Juana Hurtado
Manzanares. En 1966 la Escuela pasaría del séptimo piso del Hospital a una
Casa amplia que estaba situada en el 25 y B permaneciendo hasta 1978 en que se
reacondiciona la estación de Policía que existe frente al hospital, en este
lugar estuvo hasta 1986 en que vuelve a una Casa en el 29 y B, pasando luego de
una reestructuración que hubo de la
Carrera de Enfermería a la Casona de Carlos III donde estaría
en la condición de filial de enfermería hasta su cierre total en 2001.
Al fundarse
la Escuela del Hospital “Nuestra Señora de las Mercedes” en 1899 había en
plantilla diecinueve Hermanas de la Caridad con un salario
mensual de $10 oro cada una y cinco enfermeros con un salario de $180 al año.
Las Escuelas
de Enfermeras estaban bajo la total dependencia de la Junta y todo lo concerniente
a la institución, régimen de vida, así como ingresos y bajas debían ser consultados
a través de la superintendente, que lo comunicaría al director del Hospital. El
presupuesto de la escuela era aprobado por la Junta, aunque era el director y el tesorero
quienes lo administraban. Muebles, ropa de cama, libros, útiles escolares debían
ser solicitados a la Junta,
incluso la medalla de oro que se le otorgaba a las alumnas destacadas; todo
ello debía solicitarse con antelación a la fecha de graduación.
FOTO 005
Estudiantes de Enfermería de los tres años con la superintendente en la Escuela
del Hospital Nuestra Señora de las Mercedes
La
superintendente de la escuela recibía un salario de $100, las jefas de salas
$50 y las alumnas en primer año $8, en segundo $12 y en tercero $25, aunque
estas últimas tenían sus variaciones.
Las alumnas
de tercer año podían atender casos particulares cobrando $3, pero ese dinero lo
guardaba la superintendente para darlo de regalo a la estudiante premiada con
la medalla de oro. También se podía ir a trabajar a otros hospitales, si lo
solicitaban a la Escuela; en el libro de Actas del Hospital “Nuestra
Señora de las Mercedes” consta que en 1902, miss Mary O´Donnell solicitó dinero a la dirección para comprarle
uniformes a las alumnas que irían a trabajar al Hospital de Aldecoa y aunque
primero la solicitud fue denegada aduciendo que el Hospital que solicitaba el
servicio debía pagar los uniformes, posteriormente accedieron a la solicitud.
El 1 de
septiembre de 1902 se fusionaron las Escuelas de los Hospitales “Número Uno” y
“Nuestra Señora de las Mercedes” en esta última, y se comisionó para esta
actividad a los doctores Julio San
Martín como vocal y Juan M. Plá
como jefe de la Sección
Médica de la
Junta, no hay constancia del motivo de la unión ni cuándo se
produjo la separación.
Cuando el
doctor Eduardo Moore eminente médico
chileno, estaba de delegado en el Congreso Médico que se celebró en Washington
en 1902, pidió a Cuba, a través del doctor Carlos E. Finlay, 40 ejemplares de
cada uno de los libros o folletos que se empleaban en las Escuelas de Enfermeras
de Cuba, para llevarlos a su país (Chile) y que sirvieran de texto en la
Escuela que organizó en el Hospital “San Francisco de Borja” de Chile. A cambio
él ofrecería dos ejemplares de un Tratado de Cirugía original de su autoría. El
Comité accedió a la petición, porque consideró altamente honroso para el
profesorado cubano que en el extranjero se tuviera en tan alta estima sus
obras.
Miss W. Quintard terminó su contrato de
trabajo y se marchó a su país, la sustituyó como Inspectora General de Enfermeras
miss Mary O´ Donnell, el 13 de
agosto de 1903, por ser la más antigua de las que ejercían la profesión en
Cuba; este cargo lo ocupó avalado por la circular # 26 de ese año, ella
seguiría de Superintendente de la
Escuela haciendo las dos funciones. Miss Mary O´Donnell hizo un informe de la situación que estaba
atravesando la Escuela de Enfermeras de Santiago de Cuba que por las “influencias malsanas de una política local”,
la Escuela estuvo a punto de cerrar, también informó que en ese Hospital se
abriría una sala para la atención de las meretrices; la Junta le contestó que
esperara un tiempo y posteriormente negó esa petición (9).
Acontecimientos importantes donde participan las
graduadas de esta Escuela
Finalizada
la segunda intervención norteamericana se creó la Secretaría de Sanidad y
Beneficencia; hecho importante para la Salud Publica cubana, ya que con este hecho Cuba
se convertía en el primer país del mundo
en contar con una Secretaria de Sanidad y Beneficencia, este hecho se produjo
el 28 de enero de 1909, ese año sucedieron una serie de acontecimientos donde
intervendrían las enfermeras de manera muy especial.
Cargos
que ocuparon las Enfermeras Cubanas
La Academia
de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana en una ceremonia
realmente conmovedora celebró un acto de demostración pública en favor de las enfermeras cubanas para reparar la
injusta opinión de muchos sobre la mujer que tan resueltamente se entregaba a
la práctica de la caridad organizada y científica. Se presentaba la ocasión
favorable para esta reparación y al mismo tiempo llevar a cabo varios
nombramientos y traslados a un grupo de ellas. La Secretaría de Sanidad
y Beneficencia haría la entrega de estos cargos, para lo cual se nombró una
comisión de damas distinguidas de la sociedad presididas por la señora América Arias de Gómez. Se hizo una
amplia invitación a los miembros de la Academia y autoridades, miembros de sociedades
científicas y de la sociedad habanera, también estuvieron presentes enfermeras
y alumnas de las distintas escuelas.
El
Presidente de la República
acogió con calor la idea y concurrió a la festividad. El salón de actos de la Academia resultó pequeño
para tan distinguida concurrencia. La actividad fue presidida por el doctor Juan Santos Fernández presidente de la Academia, además estaban
presentes el Jefe de Estado Mayor general José
Miguel Gómez, el secretario de Sanidad doctor Matías Duque Perdomo, los doctores Juan Guiteras Gener y Juan
Plá, así como el senador doctor Antonio
Sánchez de Bustamante, el presidente de la Cámara de Representantes
doctor Orestes Ferrara Marino y el
secretario de Instrucción Pública doctor Ramón
Meza y Suárez Inclán.
Las
enfermeras que serían promovidas fueron las señoritas Margarita Núñez Núñez que era Superintendente del Hospital “Número
Uno” que ascendió al cargo de Inspectora General de Enfermería; Trinidad
Cantero Cantero que era Superintendente de la Escuela de Enfermeras de
Cienfuegos pasó a sustituir a Margarita
Núñez; Martina Guevara y Molina fue
nombrada Superintendente en la escuela del Hospital “Nuestra Señora de las
Mercedes” sustituyendo a miss Mary
O´Donnell; Rosa Gallardo y García
fue nombrada Superintendente en la Escuela de Cienfuegos sustituyendo a
Trinidad Cantero Cantero; Victoria Brú
Sánchez fue nombrada Superintendente de la Escuela de Santiago de Cuba,
poco tiempo después la sustituyó Hortensia
Pérez Llerena pasando Victoria Brú, a la Escuela de Camagüey, (en este año
por Decreto Presidencial se le había cambiado el nombre de Puerto Príncipe a
esta ciudad), sustituyendo a miss Mary
E. Pearson, y al poco tiempo pasó a la Escuela de Cienfuegos donde
sustituyó a Rosa Gallardo García que
pasaba a La Habana; no consta en ningún documento quién la sustituyó en
Camagüey o si cerró esa Escuela al ir ella para esta ciudad.
FOTO 006
Estudiantes de Enfermería de la Escuela del Hospital de Puerto Príncipe
Permaneció
en el cargo de Superintendente Rosa
Seiglie y Comesañas que había sido nombrada en esa dirección en 1906. Mercedes Monteagudo fue nombrada como
Jefa del Hospital de “Emergencias”. Al intervenir en el acto, el doctor Matías Duque Perdomo pronunció un
discurso elocuente y erudito; puso en alto el valor de las enfermeras, haciendo
Historia de las enfermeras en otros países y comparándolas con Cuba, colocó a
digna altura a las que eran merecedoras de tal homenaje cuando dijo: “La primera enfermera cubana fue aquella que
curó al primer herido en nuestros campos de batallas”, recordemos que el
sirvió a las órdenes del Generalísimo Máximo
Gómez Báez. El Presidente de la República les entregó los nombramientos para sus
cargos, y fueron agasajadas con preciosos abanicos. Si analizamos este grupo
vemos que cinco de ellas fueron graduadas de esta Escuela (10).
FOTO 007
Primeras tres Enfermeras graduadas en el Hospital Número Uno. 1903
Fundación
de la Asociación
Nacional de Enfermeras
El 19 de
marzo de 1909 se fundó la Asociación Nacional
de Enfermeras, fue elegida como presidenta Margarita
Núñez Núñez; Mercedes Monteagudo
como vice presidenta; Adelaida Jiménez
para secretaria y Trinidad Cantero
Cantero como tesorera, mientras que para el cargo de vocal fueron elegidas Martina Guevara y Molina, Isabel Pereira y Ana M. García; su primera socia de honor fue la señora América Arias de Gómez. Observemos que
aparecen nuevamente los nombres de graduadas de esta escuela.
Organización
del Primer Curso Posbásico
Los
patriotas cubanos emprendieron una obra de profilaxis social y miss Eugenie Hibbard fue designada para
organizar un cuerpo de Enfermeras Sanitarias Visitadoras,
junto con las señoritas Mary O´Donnell, Mary E. Pearson
y Jeanette Byers. Miss E. Hibbard
redactó el plan de estudios y el reglamento que capacitaría como “Enfermeras
graduadas oficial de primera clase” y se registró el curso en el
Negociado correspondiente. El curso tuvo una duración de tres meses y se
impartieron clases dos veces a la semana, de teoría y práctica; a este curso
asistieron tres enfermeras cubanas, las señoritas Adelaida Jiménez, Rosa L.
Ortiz Rojas, y Emma Deulofeu Merillo
una enfermera graduada en esta escuela en 1905.
Primer
Servicio de Urgencia en una Catástrofe Nacional
Las
enfermeras cubanas prestaron su primer servicio de urgencia en una desgracia
nacional: “Ocurrió una gran explosión de dinamita en Pinar del Río a seis horas
de La Habana, el presidente envía al Secretario del Gobernador para la
conservación del orden, al Secretario de Obras Públicas con personal para
extraer los heridos y los muertos de los escombros y al Secretario de Sanidad
con 10 médicos y 18 enfermeras para la asistencia de los heridos, las
enfermeras estaban bajo las órdenes de Margarita
Núñez Núñez, Inspectora General de Enfermería y Martina Guevara Molina, Superintendente de la Escuela del Hospital
Mercedes, trabajaron incesantemente”. “Esta
es la primera vez que las enfermeras cubanas han tenido que prestar auxilio en
una desgracia nacional y estoy satisfecho de ellas”. Solo se oían elogios
por su trabajo y la perseverancia de que habían dado prueba. El gobernador de
la provincia les envió una medalla a cada una de las enfermeras que trabajaron
en esta labor.
Asistencia
a un congreso del Consejo Internacional de Enfermeras
La
demostración más evidente de la magnitud del contraste entre el régimen antiguo
(enfermeras sin título) y el moderno y los nobles resultados obtenidos en una
década (1899-1909) de enseñanza, se demostró cuando dos jóvenes enfermeras
cubanas asistieron al III Congreso Internacional de Enfermeras en Londres
representando a Cuba.
Tan feliz
acontecimiento tuvo efecto por los buenos oficios de miss Hibbard y la liberal actitud del doctor Matías Duque Perdomo en pro de las enfermeras quien las recomendó
por la obra que ellas llevaban a cabo. Sus ideas eran que fueran oficialmente
por el Gobierno, pero la naturaleza no oficial del Congreso, lo hizo imposible;
asistieron como delegadas del Departamento de Sanidad y Beneficencia, Margarita Núñez Núñez, presidenta de la Asociación Nacional
de Enfermeras y Mercedes Monteagudo,
vicepresidenta, acompañadas por miss Euginie
Hibbard.
Llevaban las
recomendaciones del doctor Matías Duque
Perdomo, interesado en el progreso de las enfermeras y animado de los
mayores deseos de que las jóvenes figuraran en las reuniones internacionales
que tenían efecto, por cuyos logros fue felicitado. La Asociación Nacional de
Enfermeras envió una preciosa mantilla y una medalla a miss Florence Nightingale que muy viejita y
enferma, pero lúcida todavía, atendió a las enfermeras cubanas que conversaron
con ella y le demostraron que habían sido formadas en los principios nightingaleanos
de unir la teoría con la práctica transmitidos por las enfermeras
norteamericanas, que tuvieron a su cargo la dirección de las primeras Escuelas
de Enfermeras en Cuba. Florence Nightingale murió en 1910 a la edad de 90 años.
Este Congreso sirvió también para que las enfermeras cubanas tuvieran su primer
encuentro con esta organización internacional (11).
FOTO 008 Panteón de la Asociación Nacional
de Enfermeras y Alumnas de la República de Cuba
Construcción
de la Caseta
para Enfermeras tuberculosas y el Panteón de las Enfermeras
En una
reunión celebrada por la Junta
de Asociadas en 1910, se pidió a la Asociación la construcción de una casa club para
enfermeras sin familia, pero no fue posible tan grande obra, por lo que se
sustituyó por la propuesta de la fabricación de una caseta para enfermeras
tuberculosas en el sanatorio “La
Esperanza”. El 17 de abril de 1912 se inauguró, tenía
capacidad para seis camas y su costo fue de $2.000, gastos que sufragaron la Asociación y colectas
que realizaron las enfermeras; miss Mary
O´Donnell contribuyó con su entusiasmo y su dinero; la caseta llevó el
nombre de Martina Guevara Molina por
ser una de las que con más tesón apoyó esta obra; en ese tiempo ella era
tesorera de la Asociación. Las asociadas estaban muy preocupadas por no tener
un panteón donde reposaran las enfermeras que morían, por lo que en 1912 se
construyó en el Cementerio de Colón un panteón a un costo de $1.716 (12).
Organización
de la Especialidad de Higiene Infantil
El doctor Enrique Núñez organizó la especialidad
de Higiene Infantil en 1914, cuya responsabilidad entregó a Martina Guevara y Molina (hasta 1921);
ella también fue comisionada por la Secretaría de Sanidad y Beneficencia para que
organizara dicho servicio en algunas ciudades del interior del país como
Matanzas, Cárdenas, Cienfuegos y Santa Clara. En 1915, se organizó el
consultorio central de Higiene Infantil; su jefa fue la señorita Zoila Borrero y como enfermeras Noemí Pons, Nieves Montes, Juana Flaque,
Dolores González Orta y la señora Antonia Prieto Rodríguez de Calvo. En
1929, se encontraban al frente del departamento de Higiene Infantil en la Secretaría de Sanidad y
Beneficencia, Lucía Olmedo, que se
había graduado en el Hospital “Nuestra Señora de las Mercedes” en 1918 y había realizado
un curso posbásico en 1921 de Asistencia de Enfermería (13).
Muerte de Enfermeras Cubanas
Victoria
Brú Sánchez, una mártir de su profesión
Se había
graduado en 1906 en la Escuela de Enfermeras del Hospital Nuestra Señora de las
Mercedes y trabajado durante un año es ese hospital. Esta enfermera cubana
murió el 7 de diciembre de 1918
a la edad de 42 años a consecuencias de la Influenza, en la ciudad
de Cienfuegos, es considerada una Mártir de la Enfermería cubana pues muere en
el cumplimiento del deber. El Estado cubano, el 3 de junio de 1957 editó un
sello postal para recordar su altruista labor.
Rosa
Seiglie y Comesañas
Fue una de
las primeras siete enfermeras graduadas en 1902 en la escuela del Hospital
Nuestra Señora de las Mercedes. Fue Superintendente de la Escuela de Enfermeras
del Hospital de “Santa Isabel” en Matanzas en 1906, cargo que ocupó por seis
años. Estaba casada con el doctor Oscar
Forest eminente médico matancero. Falleció en esta ciudad en agosto de 1920
víctima de la fiebre tifoidea, estuvo trabajando hasta el momento de su muerte.
Margarita
Núñez Núñez
Estudio y se
graduó en 1903 en la Escuela de Enfermeras del Hospital Nuestra Señora de las
Mercedes, fue fundadora y primera presidenta de la Asociación Nacional
de Enfermeras de Cuba, cargo que ocupó hasta 1918. Fue nombrada Superintendente
de la Escuela de Enfermeras del Hospital “Número Uno”. Poco tiempo después pasó
a ocupar el cargo de Inspector General de Enfermería en 1909 y en ese mismo año
asistió al III Congreso Internacional de Enfermeras que se celebró en Londres.
Contribuyó
eficazmente en la construcción de la “Caseta para las Enfermeras Tuberculosas”.
Falleció el 11 de noviembre de 1923, recibió sepultura en el Panteón de las
Enfermeras (lugar que ayudó a construir) en el Cementerio de Colón. Al
cumplirse un año de su muerte se acordó rendirle homenaje y se celebró un acto
en la Academia
de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana, donde el doctor Federico Torralbas, director del
hospital “General Calixto García” hizo el panegírico de tan importante figura
de la enfermería cubana. También usó de la palabra el doctor Manuel Varona Suárez, senador de la República. Estas
tres enfermeras habían estudiado en esta escuela en distintas fechas (14).
Cursos
Posbásicos
En 1921, las
señoritas Pelegrina Sardá Sardá y Lucía Olmedo realizan un curso de
Asistencia de Enfermería. El tribunal de examen estuvo constituido por el
doctor Carlos E. Finlay, el director del Hospital y dos enfermeras
norteamericanas que vinieron expresamente para este acontecimiento La señorita Martina Guevara y Molina fue seleccionada para realizar un curso
en el Hospital Presbiteriano, adscrito a la Universidad de
Columbia en Estados Unidos, donde realizó la preparación para instructora de
prácticas de enfermería y recibió además clases de Pedagogía adaptada a la
enseñanza de enfermería; su profesora fue miss Young, que era Superintendente de dicho hospital. A su regreso fue
nombrada instructora de enseñanza de enfermería de las escuelas de los hospitales:
“General Calixto García”, “Nuestra Señora de las Mercedes” y de “Dementes”.
Cuando la señorita Guevara regresó de Estados Unidos organizó cursos para
preparar a las enfermeras cubanas en la docencia, aunque no consta cuántos se
impartieron, se sabe que María Regla
García Arencibia se graduó en uno de ellos. A partir de 1928 aparecen los
nombres de las que se habían matriculado ese año y que se graduaron en el
siguiente: Crispina Moran, María Borges, Margarita Andino, Evangelina
García Arencibia, Amalia Guardia,
María L. Fernández–Flores y Felicia Castañer (15).
FOTO 009
Rosa Gallardo (1), Martina Guevara (2), miss Mary Eugene Hibbard (3), miss
Jeannette Dyers (4), Margarita Nuñez (5), Trinidad Cantero (6), Pelegrina Sardá
(7) y Lucía Olmedo (8). Enfermeras
Congresos
a los que asistieron las Enfermeras Cubanas
En 1921 se
organizó la
Federación Nacional Femenina de Cuba, que estaba constituida
por cinco sociedades entre las que se encontraba la Asociación Nacional
de Enfermeras. Al año siguiente esta Federación celebró su primer congreso al
que asistieron como delegadas las enfermeras Pelegrina Sardá Sardá y Antonia
Prieto de Calvo. En 1926, se celebró el Congreso Panamericano en la ciudad
de Lima en Perú, al que asistió Pelegrina Sardá Sardá. En 1928, Martina Guevara Molina asistió a la Convención de
Enfermeras que tuvo lugar en Louis Ville, Kentucky en Estados Unidos. En 1929,
se celebró el VI Congreso Internacional de Enfermeras en Montreal en Canadá, al
que asistieron Martina Guevara Molina,
Hortensia Pérez Llerena y Rosa Gallardo García, en representación
de las enfermeras que trabajaban en privado. A este congreso Cuba llevó dos
trabajos “La enfermera sanitaria y su
labor social” de Emma Deulofeu, defendido por Martina Guevara y “La legislación en relación a las escuelas de
enfermeras” de E. M. Mussou de Inglaterra y que fue discutido por Hortensia
Pérez Llerena.
Durante este
congreso miss Hibbard fue la
anfitriona de las delegadas cubanas. Miss Young,
que había sido profesora de Martina Guevara cuando realizó su curso posbásico
las invitó al Hospital Presbiteriano de New York, donde ella era
Superintendente. En 1929, la señorita Caridad
Coello asistió al V Congreso Panamericano del Niño donde leyó y discutió el
trabajo “Fundación de las escuelas
niñeras y su reglamento” (16).
Homenajes
y condecoraciones
En 1928, se
les entregó a miss Mary O´Donnell y
a miss Eugenie Hibbard una medalla
por tener más de 25 años de trabajo enfermero en la Isla de Cuba. La Cruz Roja
Cubana entregó la medalla de Mérito y la Constancia a: Hortensia Pérez Llerena, Rosa
L. Ortiz Rojas, Teresa Llerena Bello
y Delfina Vázquez Rey; el acto fue
publicado en el periódico “Excelsior”
el 30 de mayo de 1929, donde se reseñaba que el secretario de Sanidad y
Beneficencia, doctor Francisco M.
Fernández, impuso las condecoraciones a las enfermeras y el doctor Ángel López Méndez al clausurar el acto
destacó la significación de su obra, abnegación y sacrificio, así como su amor
a la profesión. También en ese año la Cruz Roja condecoró a Martina Guevara Molina, Basilia
Santana, María Mirelles Collazo,
Ana M. García y miss Elizabeth Walker, por llevar más de 25
años de trabajo enfermero, así como a Lucía
Olmedo y Pelegrina Sardá (17).
Pabellón
Margarita Núñez
Desde hacía
varios años, la Asociación
Nacional de Enfermeras había solicitado la construcción de un
Pabellón Hospitalario donde se atendieran tanto a las estudiantes como a las
enfermeras cuando enfermaran y necesitaran ingresar. Martina Guevara Molina, fue una de las más entusiastas
colaboradoras para que esta obra quedara construida y miss Mary O´Donnell aportó el dinero para que llegara a feliz término
este pabellón. La obra quedó concluida el 26 de agosto de 1928. El Pabellón se
fabricó en el Hospital “General Calixto García”, aledaño al pabellón “Emilio
Martínez”, un médico que estuvo siempre abogando por la mejor preparación de
las enfermeras. Se le impuso el nombre de “Margarita
Núñez”, para recordar a la primera presidenta que tuvo la Asociación.
Instituto
del Cáncer
En 1928 se
inauguró oficialmente el Instituto del Cáncer en el Hospital “General Calixto
García” en un pabellón que se construyó especialmente para esta especialidad
(este pabellón es hoy día la biblioteca). El director de este instituto era el
doctor Emilio Martínez Martínez y el
subdirector el doctor Gonzalo Arostegui.
En este primer Instituto trabajaron un grupo de enfermeras, siendo su jefa Carmen Vincens, y como jefa del salón
de operaciones Edelmira Fernández Más,
estudio en la Escuela
de enfermeras del Hospital Nuestra Señora de las Mercedes quien estuvo
vinculada al cuidado de los pacientes con cáncer hasta 1954 cuando se retiró de
la vida laboral a la edad de 72 años (18).
FOTO 010
Enfermeras cubanas que asistieron al Congreso Internacional de Enfermeras en
Londres 1909. Médicos que les ayudaron a ir al Congreso: Matías Duque y Juan
Guiteras
Modificaciones
en el Plan de Estudios
Nos cuenta Olivia Amor Medina: A partir de 1944
empezaron los “Cursillos de Aspirantes” previos al ingreso a la Escuela. También
en esta etapa comenzaron los exámenes de ingreso que tenían un carácter secreto
y consistían en la presentación de los documentos exigidos (chequeo médico,
carta de moralidad, solicitud de ingreso, certificación de escolaridad) y
concurrir al examen citado; si resultaba aprobada, se escogían de acuerdo con
un escalafón la cantidad de estudiantes que tenía asignada cada escuela para
comenzar este cursillo; las aspirantes seleccionadas comenzaban y se les
impartían clases teórico prácticas de enfermería durante tres meses, rotando
por diferentes salas para adquirir habilidades y hábitos; una vez concluido
este cursillo se citaba a un nuevo examen donde estaban presentes: la
Superintendente de la Escuela, la profesora de enfermería y un profesor
designado por el claustro de profesores. Si el alumno resultaba aprobado se
escogía por orden de escalafón el número de plazas que la escuela tenía
asignado y se conformaba el grupo de estudiantes que comenzaba la carrera. Se
graduaban tres años después de su fecha de ingreso. Se fijaba el mes de julio
como comienzo del curso escolar, pero todo comenzaba en el mes de septiembre
del año anterior a la fecha de ingreso. El examen de grado era realizado en la Escuela de Medicina de la Universidad de La
Habana, que expedía el título; todo este proceso se estuvo efectuando hasta
1961, en que se produjeron una serie de cambios en la enseñanza de enfermería
(19).
Curso Posbásico
Después de
1932 no se volvieron a realizar más cursos de instructoras y ya algunas de
ellas se estaban retirando, por lo que los enfermeros solicitaron que se
volviera a impartir, así que en 1946, la jefa del Negociado de Enfermería Hortensia Pérez Llerena, convocó a este
curso en el que se matricularon: Elvira
Guin-Achao Sandoval, Aurora Sánchez
Pérez, Ester Alfonso Castellanos, Andrea Nardo y los enfermeros Hidalgo
y Laudeiro de quienes tenemos
solamente sus apellidos y carecemos de información sobre si trabajaron después
en alguna Escuela de Enfermeros o no. Este curso no volvió a impartirse hasta
el triunfo de la Revolución.
Otro grupo
de enfermeras que se graduaron en esta Escuela fueron María L Aguirre Areantes graduada en 1905 y que fue la primera
enfermera cubana en ir a trabajar como profesora en la Escuela de Enfermeras de
Panamá en 1909; Emma Deulofeu Merillo
graduada en 1905 y que realizaría el primer curso posbásico de Enfermera
Sanitaria Visitadora en 1909; Maria L
Fernández Flores graduada en 1917, y que en 1929 se graduaría de Profesora
de Enfermería y trabajaría en esta escuela; Pura Beiries Cribe graduada en 1938, que fue Jefa de la sala San
Felipe; Concepción Hermida Páez
graduada en 1930 y que por muchos años fue jefa de la sala San Ramón para
enfermos con cáncer; Zoila Chijin Saura
graduada en 1942, que fue supervisora del hospital por muchos años; Juana Hurtado Manzanares que se graduó
en 1944 y que trabajo muchos años en el Hospital de supervisora y luego fue
directora de la Escuela
de Enfermeras Miss Mary O´Donnell; Melchora
Santos Ibáñez graduada en 1944 y que fue jefa de la sala Manuel de la Cruz hasta 1962 en que se
retiro.
Flora Hilda Franquiz Martín Carrera graduada en 1946 y que fue jefa de la sala San Joaquín hasta su
retiro; Gregoria Margarita Martínez Coto
que fue asistente de la Superintendente desde 1950 hasta su retiro en 1960 se
había graduado en esta Escuela en 1946; Clara
Nieves de la Fuente Acosta graduada en 1947 que fue Jefa de la sala Santa
Margarita hasta su retiro; Ildeliza Leza
López graduada en 1948 y que trabajo muchos años de supervisora del
Hospital; Dinora Fajardo Socarras graduada
en 1950 y que sería supervisora del Hospital durante muchos años; Eva González Infante graduada en 1952 y
que trabajo durante muchos años en la central de esterilización (20).
La Escuela Miss Mary
O´Donnell después de 1959
Inicio de
los cursos para auxiliares de enfermería
El 23 de
agosto de 1961, el Ministerio de Salud Pública, por medio de la Dirección de Docencia y
Perfeccionamiento, inició un curso para auxiliares de enfermería, del que se
graduaron las primeras 466 alumnas, el 27 de marzo de 1962. Por decreto
ministerial # 4 del 13 de septiembre de 1961, se establecieron las normas para
el funcionamiento del trabajo de las auxiliares de enfermería. Los primeros
cursos de auxiliares eran de seis meses, posteriormente de nueve y más tarde de
un año.
En estos
cursos se impartían asignaturas teórico prácticas que les permitían a las
alumnas adquirir conocimientos, habilidades y hábitos fundamentales, para una
vez graduados poder brindar atención a las necesidades básicas del paciente y
estar bajo el control y supervisión de la enfermera graduada. En la Escuela de Enfermeras miss
Mary O´Donnell, se comenzó esta
enseñanza en 1961 y su primera profesora fue Dolores Soler.
FOTO 011
Enfermeras cubanas
El primer
curso tuvo alumnas de todo el país, pero los siguientes cursos se impartieron
en cada Escuela con un carácter nacional. Un curso se impartió en el Hospital
de Victoria de las Tunas, sus profesoras fueron las enfermeras Elsa Soto Casanovas y Lucía Quintana Alfonso. Ambas habían estudiado
su carrera de enfermera en la Escuela de Enfermeras miss Mary O´Donnell (21).
Servicio
Médico Social Rural
Por el
decreto ministerial # 10, Ley 723 del 22 de enero de 1960 quedó establecido el
servicio médico social rural. Por primera vez, los enfermeros junto con los
médicos fueron a los lugares más apartados del país, para llevar la asistencia
médica donde nunca antes había ido ningún personal de la salud, ya que hasta
ese momento la atención solo era brindada en las capitales provinciales, los
centros privados y sobre todo, en la capital del país; este servicio fue
disminuyendo en la medida que en esos lugares se capacitaron enfermeras para
atender los pacientes. Las graduadas del curso 1960 de esta Escuela fueron en
gran número y las graduadas de 1961 de esta Escuela salvo por muy justificadas
causas fueron a realizar este Servicio Social por un año, ocuparían cargos
importantes en los Hospitales donde fueron ubicadas Jefas del Departamento de
Enfermería, jefas de salas, jefas de salón de operaciones y algunas de ellas se
quedaron más tiempo del programado y otras lo hicieron definitivamente (22).
En 1961 se
gradúa el último grupo de estudiantes del Hospital Nuestra Señora de las
Mercedes entre las que estaban Alicia De
Roux Serrano que en 1963 hizo el curso de Instructora de Enfermería junto
con Basilia Lahens Espinosa, haría
el curso de doctorado en farmacia. Ofelia
Cancio Bello y Eduarda Ancheta
Niebla estas últimas harían el curso de Docencia en Enfermeria y
posteriormente el curso de Licenciatura en Enfermería. Migdalina Herrera Prieto que posteriormente haría el curso de
Instructora y Licenciatura en Enfermería; Clara
Fernández Domínguez, Maria Josefa
Pedroso Companioni que falleció en 1976 y Celia Alicia de Armas Fernández ya fallecida, Andrea Pérez García, Francisca
Benítez Díaz, Lucia Quintana Alfonso
que fue profesora del primer curso de Auxiliares de Enfermería junto a Elsa Soto Casanovas que se impartió el
curso en Victoria de las Tunas.
Iraida Friera Domínguez, Caridad Ricardo Abreu
que hizo el curso de Instructora de Enfermería y posteriormente el de
Licenciatura en Enfermería; Dulce María
Cabrera Gort, Mirta Álvarez Lorenzo,
Caridad García Valera, María del Carmen Calera que realizó el
curso de Licenciada en Enfermería; Ramona
L. Rodríguez Castellón, Evelia Ruiz
Fernández, este fue el último grupo al que se expidió el titulo por la Universidad de la
Habana (23).
“La más noble de las ocupaciones, y quien sabe la más grata
es la de Enfermero”. José Martí Pérez
Consideraciones
finales
La Escuela de Enfermeras Miss Mary O´Donnell
desde su fundación en 1899 hasta el año 2001, fue un centro de Formación de
Enfermeras con un prestigio inmenso y una preparación científico técnica muy
Avanzada, por lo que la mayor parte de sus graduadas han ocupado un lugar
cimero en la Enfermería Nacional.
Referencias
Bibliográficas
1.- Ancheta Niebla E. Historia de la Enfermería en Cuba
Editorial de Ciencias Médicas, 2da edición 2006: 65
2.- Ob. Cit. en 1: 66
3.- Ob. Cit. en 1: 67
4.- Ob. Cit. en 1: 67-70
5.- Ob. Cit. en 1: 70-72
6.- Ob. Cit. en 1: 72-76
7.- Ob. Cit. en 1: 77
8.- Ob.
Cit. en 1: 78
9.- Ob. Cit. en 1: 78-80
10.- Ob. Cit. en 1: 82-83
11.- Ob. Cit. en 1: 84-89
12.- Ob. Cit. en 1: 91
13.- Ob. Cit. en 1: 91 y 102
14.- Ob. Cit. en 1: 93-94
15.- Ob. Cit. en 1: 94-95
16.- Ob. Cit. en 1: 97
17.- Ob. Cit. en 1: 98-99
18.- Ob. Cit. en 1: 99-101
19.- Entrevista Olivia Amor Medina. Ciudad La
Habana. 2000
20.- Libro Registro de títulos Archivo de
Salud Publica Avenida Salvador Allende
21.- Ob. Cit. en 1: 121
22.- Ob. Cit. en 1: 118
23.- Libro Registro de títulos Archivo de Salud
Publica Avenida Salvador Allende
Manuel Solórzano Sánchez
Enfermero. Hospital Universitario Donostia
de San Sebastián. Osakidetza /SVS
Colegiado 1.372. Ilustre Colegio de Enfermería de Gipuzkoa
Miembro de Enfermería Avanza
Miembro de Eusko Ikaskuntza / Sociedad de Estudios Vascos
Miembro de la Red Iberoamericana de Historia de la Enfermería
Miembro de la Red Cubana de Historia de la Enfermería
Miembro Consultivo de la Asociación Histórico Filosófica del
Cuidado y la Enfermería en México AHFICEN, A.C.
Miembro no numerario de la Real Sociedad Vascongada de Amigos del
País. (RSBAP)
1 comentario:
Gracias a nuestros historiadores Manuel Solórzano de España y Eduarda Ancheta de Cuba, por su incesante trabajo en pro de un mejor conocimiento de la historia de nuestra profesión.
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