En: Jordi Vigué y Melisa Ricketts en La Medicina en la pintura. El arte médico. Ars Medica. Barcelona
2008. Pág.90.
FOTO
001 Cuadro de Adam Elsheimer (1578 – 1610). 1597. Óleo sobre cobre 28 x 20 cm. Wellcome Institute of
the History of Medicine. Londres.
Esta
obra muestra a la princesa Isabel
como una enfermera más cuidando de los enfermos de un asilo, Isabel, nacida en
1207 e hija del rey húngaro Andrés II,
se había distinguido por su vocación cristiana desde su niñez, pues, según su
hagiografía, desde los 5 años, ya rezaba con increíble devoción. A los 14 años,
se casó con el futuro landgrave de Turingia, Luis IV. En 1226, fundó su primer asilo de necesitados, donde daba
compañía, asistencia y sustento. A los 20 años, ya era viuda, y, llevada por su
deseo de servir a los más desfavorecidos, renunció sorprendentemente a una
nueva oferta de matrimonio, a sus títulos e incluso a sus hijos. Abandonó
entonces el palacio de Wartburg, dejando atrás la vida de privilegios, y se
trasladó a Marburgo, donde fundó un asilo. Allí llevó al extremo su entrega a
los enfermos, especialmente con los leprosos. Se cuenta que les besaba los
pies, e incluso que permitía que durmieran en su cama.
En
esta obra de Elsheimer, aparece un leproso en primer plano con la pierna
vendada para cubrir las úlceras. Esta vida de sacrificio la llevó a morir con
sólo 24 años, el 17 de noviembre de 1231. Su cadáver olía a perfume. Pronto
nació una especial devoción a Santa
Isabel y sus milagros se sucedieron. Alivió los dolores de un monje enfermo
al que se apareció en sueños, resucitó a un ahogado y levantó de su tumba a un
ahorcado.
FOTO
002 Cuadro de Adam Elsheimer (1578 – 1610). 1597. Óleo sobre cobre 28 x 20 cm. Wellcome Institute of
the History of Medicine. Londres.
Esta
pintura muestra este asilo de Marburgo tal y como lo imaginaba Adam
Elsheimer, quien lo pintó hacia 1597. Hay dos salas separadas para
hombres y mujeres, apareciendo Santa
Isabel, distinguida con un halo de santidad, dando de comer a un enfermo,
mientras otras dos damas vestidas de manera elegante, en contraste con la
sencillez de la santa, le sirven de asistentes. La habitación principal está
ampliamente iluminada y bien ventilada, tal y como era la costumbre en la arquitectura
de los hospitales en el Renacimiento. La oscuridad de la sala del fondo se
resuelve con una lámpara sostenida por una cuerda que sirve para regular su
altura.
Especial
atención merece el enfermo al que atiende la santa. La mirada fija, la lengua
fuera y la tensión de los músculos parecen indicar una enfermedad nerviosa,
quizá epilepsia. Con gran esfuerzo, quizá inspirado por la presencia de la
propia Isabel, ha conseguido juntar las manos para rezar antes de recibir el
alimento. Éste era el principal cometido de los asilos, donde la ayuda médica
apenas se reducía a los preparados a base de plantas y a la visita esporádica
de los médicos universitarios, que bien poco podían hacer
con sus tratamientos basados en el equilibrio de los humores y en el análisis
de la orina recogida en los orinales. La última esperanza, tal y como parece
indicar la presencia de esculturas y pinturas religiosas, era la fe en la
curación, si no en la tierra, en el cielo.
AGRADECIMIENTO
Jordi Vigué. Estudió medicina en la Universidad
de Barcelona. Historiador del Arte por La Sorbona. Paris.
Melisa Ricketts. Licenciada en historia
del Arte por la Universidad de Zaragoza. España.
BIBLIOGRAFÍA
La Medicina en la pintura. El arte médico. Jordi Vigué y Melisa Ricketts. Ars Medica.
Depósito Legal: M.40.757-2007. Página 90.
Manuel Solórzano Sánchez
Enfermero. Hospital Universitario Donostia
de San Sebastián. Osakidetza /SVS
Colegiado 1.372. Ilustre Colegio de
Enfermería de Gipuzkoa
Miembro
de Enfermería Avanza
Miembro
Comité de Redacción de la
Revista Ética de los Cuidados
Miembro
de Eusko Ikaskuntza / Sociedad de Estudios Vascos
Miembro
de la Red Iberoamericana de Historia de la Enfermería
Miembro
de la Red Cubana de Historia de la Enfermería
Miembro
Consultivo de la Asociación Histórico Filosófica del Cuidado y la Enfermería en
México AHFICEN, A.C.
Miembro
no numerario de la Real Sociedad Vascongada de Amigos del País. (RSBAP)
1 comentario:
Un cuadro precioso. Me encanta
Publicar un comentario