AUTORA:
Catalina Fajardo Flores. Diplomada Universitaria en Enfermería. Escuela Universitaria de
Enfermería Antonio Coello Cuadrado,
Logroño, La Rioja. Universidad
de La Rioja. Colegiada
Nº 2.368. Especialista en Enfermería
Obstétrico Ginecológica (Matrona). Complejo Hospitalario San
Millán- San Pedro, de Logroño. Formación EIR. Licenciada en Humanidades. Universidad de La Rioja. Cursos de Doctorado de la Licenciatura de
Humanidades. 2001/02 y 2002/03. Su correo: catidue@hotmail.com
FOTO 001 La autora Catalina
Fajardo y el número 32 de la Revista del Colegio de Enfermería de La Rioja
Comunicaciones, trabajos,
estudios, premios. Es co-autora de
los siguientes trabajos: “Un punto de
vista diferente” (Premio a la mejor comunicación oral). Póster: “Diversidad Cultural”. “Informatización en el área de partos:
resultados de nuestra experiencia”. Publicada en el Libro de Ponencias de
INFORENF 2007 (ISBN: 978- 84- 690- 3811- 6). “Programa de apoyo educativo en el puerperio hospitalario”. “Programa de apoyo educativo en el puerperio
hospitalario”. Miembro del equipo de trabajo que elaboró los: Procedimiento de Parto de Mínima
Intervención (Riojasalud); Procedimiento
de Asistencia a un Recién Nacido sano en el postparto inmediato (Riojasalud).
1º Premio de la XXIª Convocatoria “Enfermería Riojana”, Edición 2009, al
trabajo “Optimización del Trabajo de la
Matrona en el Hospital San Pedro de Logroño”. El trabajo está publicado en
la revista Crónicas de Enfermería
(Colegio Oficial de Enfermería de La Rioja), nº 31, junio 2011, pág. 5-9.
(Dep. Legal: LO-150-1984. ISSN: 1136-2316). Póster: “Programa de extracción de
sangre de cordón umbilical (SCU) en La Rioja. Análisis de actividad”. “La figura de la Matrona en los textos
sagrados. Una visión historiográfica”; “El ama de parir o la partera en España
en la Edad Media”.
Este trabajo que se presenta hoy
en “Enfermería Avanza” se realizó con la participación de la autora: Catalina
Fajardo en la Mesa Redonda “Historia de
la Enfermería”, organizada por el Colegio Oficial de Enfermería de La
Rioja, el 17 de Mayo de 2012, con la ponencia “Historia de las Matronas”. El contenido está publicado en la
revista Crónicas de Enfermería (Colegio
Oficial de Enfermería de La Rioja), nº 32, Febrero 2013, pág.9-17. (Dep.
Legal: LO-150-1984. ISSN: 1136-2316).
Agradecer
al Excelentísimo Colegio Oficial de
Enfermería de La Rioja y en especial a su magnífico presidente Don Pedro Vidal Hernández, por su estimada
y valorada ayuda y su gran colaboración en conseguir este trabajo y el de la propia
autora para su publicación en “Enfermería
Avanza”.
INTRODUCCIÓN
Las
profesiones experimentan transformaciones constantes a lo largo de los siglos,
resultado de la evolución de la sociedad misma y de la actitud de sus
profesionales. La profesión de matrona participa plenamente de estas
afirmaciones, de ahí que la investigación y difusión de su historia nos permita
comprender muchas de las circunstancias que han coadyuvado a conformar la
profesión como hoy la conocemos y a tomar conciencia de que el destino de ella
depende no sólo de las circunstancias externas a la profesión, sino muy
especialmente del coraje y empuje de las propias matronas.2- 3- 7- 15
La figura de la partera siempre ha existido, pero con
diferentes nombres. La Historia de la profesión de Matrona es la Historia de la Civilización misma y
de la Obstetricia,
pues ésta, toma su nombre de obstetrix que así es como
se llamaba en Roma a las parteras. Etimológicamente es una palabra latina que
deriva del verbo obstare, que se traduce como “estar al lado”, o
“delante de”. En cuyo caso significaría, dándole sentido lógico, que la partera
acompaña a la parturienta. Los eruditos, dieron a la palabra obstetrix, el
significado de “mujer que está al lado de la parturienta y le ayuda”.9- 12
La palabra COMADRONA proviene de CO-
MADRE, en el mismo nivel que la madre, mientras que la connotación de la
palabra MATRONA está rodeada de un
halo de autoridad, ya que era la mujer que transmitía los valores de la
sociedad en la antigua Roma. 9- 12
Y en la actualidad contamos con
una definición propia: “Una
matrona es una persona que, habiendo sido admitida para seguir un programa
educativo de partería, debidamente reconocido por el Estado, ha terminado con
éxito el ciclo de estudios señalados en partería y ha obtenido las
calificaciones necesarias que le permitan inscribirse en los centros oficiales
y/o ejercer legalmente la práctica de la partería. La matrona está reconocida
como un profesional responsable y que rinde cuentas y que trabaja en asociación
con las mujeres para proporcionar el necesario apoyo, cuidados y consejos
durante el embarazo, parto y el puerperio; dirigir los nacimientos en la propia
responsabilidad de la matrona y proporcionar cuidados al neonato y al lactante.
Este cuidado incluye las medidas preventivas, la promoción de nacimiento
normal, la detección de complicaciones en la madre y el niño, el acceso al
cuidado médico u otra asistencia adecuada y la ejecución de medidas de
emergencia. La matrona tiene una tarea importante en el asesoramiento y la
educación para la salud, no sólo para la mujer, sino también en el seno de sus
familias y de la comunidad. Este trabajo debe incluir la educación prenatal y
preparación para la maternidad y puede extenderse a la salud de mujeres, la
salud sexual o reproductiva, y el cuidado de los niños. Una matrona puede
ejercer en cualquier emplazamiento, incluyendo la casa, la comunidad, los
hospitales, las clínicas o las unidades de salud”. (Consejo de la Confederación
Internacional de Matronas, en Brisbane,
Australia, 19 de julio de 2005). 8
Además en el BOE 28 Mayo 2009 (nº 129) Programa formativo de la especialidad de
Enfermería Obstétrico-Ginecológica (Matrona).
También se hace referencia a esta definición, haciendo hincapié en que la
Matrona es un profesional reconocido que ha adquirido las competencias
necesarias para atender a la mujer a lo largo de todo su ciclo vital, y no sólo
a ésta, sino también a la familia y a la comunidad, y que puede desarrollar sus
funciones en cualquier ámbito.8.
DESARROLLO
A
través de este breve recorrido por la Historia, primero del Oficio, y después
de la Profesión de Matrona, me he marcado los objetivos de dar a conocer
aspectos curiosos relacionados con la profesión de Matrona; reconocer la dedicación
de nuestros antepasados, profesionalmente hablando, haciéndoles con esto un
homenaje, y dar mayor valor a nuestra profesión, a través del conocimiento de
nuestro pasado en el entorno occidental.
PREHISTORIA 1- 3- 4- 6- 10- 11-
12- 14- 15
El
inicio de las Matronas parece ser que fue paralelo a Lucy, esa primera homínida bípeda de la que tenemos constancia,
aparecida sobre la faz de la tierra hace 3,2 millones de años. En Lucy hubo
unas modificaciones óseas que permitían la bipedestación y hacían la pelvis más
estrecha, con lo que también se dificultaba el parto. Por lo tanto, desde la
bipedestación, la mujer necesitaba ayuda para parir, pues el parto se hacía más
laborioso, tal y como Juan Luis Arsuaga
recoge en su obra, La Especie Elegida:
“la morfología del isquion y el pubis de
Lucy me llevan a pensar que la vagina se abría hacia adelante, y no hacia
atrás, con lo que el parto tendría en ellas las características que tiene entre
los humanos modernos, con rotación incluida del bebé y trayectoria curva”.
1
A
partir de símbolos de fertilidad, parece que las mujeres eran de proporciones
generosas, lo que sugiere que tenían pelvis ginecoides adecuadas para el parto.
En las pinturas rupestres queda reflejado que en el parto las mujeres estaban
acompañadas. Por lo tanto, el origen de las matronas es paralelo a la
Civilización, ya que la primera matrona surgiría con aquella
primera mujer que acompañó y ayudó a parir a otra.
En
una sociedad nómada de cazadores- recolectores sólo las mujeres capaces de
tener un parto natural normal podían dar a luz y sobrevivir. Parece probable
que la mujer diera a luz en cuclillas o con las nalgas o las rodillas sobre
piedras de gran tamaño, se separarían del recién nacido cortando el cordón
umbilical con una piedra afilada o con los dientes, e instintivamente lo
amamantarían. También es probable que encontrara el modo de sujetar al recién
nacido a su cuerpo con pieles de animales para darle calor y confortarlo y
llevárselo a recolectar alimentos. Para la supervivencia de los bebés era
necesaria una lactancia prolongada, lo que también contribuía al control de la
natalidad. Al cambiar el estilo de vida con la aparición de los asentamientos y
el desarrollo de la agricultura y la ganadería, la observación de los ciclos
vegetales y de los efectos de las plantas en los animales hizo que poco a poco
las mujeres fueran conociendo las propiedades “medicinales” de las plantas y
las aprovecharan en los cuidados.
Además,
con la aparición de la organización social, mujeres ancianas, primero de la
familia y luego de la tribu o comunidad, eran las que ayudaban en el parto.
Esas mujeres experimentadas pasaron a desempeñar el papel de comadrona,
excluyendo de esta esfera a los hombres durante los 10.000 años siguientes.
En
estas sociedades sin escritura, el conocimiento era empírico y se transmitía de
forma oral, y la destreza práctica se adquiría por la observación y la
experiencia, y en algunos casos, con una aptitud instintiva inherente.
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002 Lucy (homínida bípeda)
LA BIBLIA
Una
vez que apareció la escritura, hemos de esperar a la redacción de La Biblia17 para conocer a la primera matrona registrada en la historia, a la que se sitúa en
Palestina. Se llamaba DEBORA, fue la nodriza de Rebeca, y le ayudó en sus partos y a lo largo
de toda su vida. 7
En
la Biblia7- 17 hay numerosas referencias a comadronas hebreas,
mujeres con consideración distinguida y prestigio social. Eran comadronas
discretas, valiosas y profesionales. En el Primer Libro del Antiguo Testamento
(1800 aC),
se describe el parto complicado de
Raquel, mujer de Jacob, que fallece en el parto y el nacimiento de
Benjamín. Esta sería la primera muerte materna registrada de la Historia.
También se describe como la comadrona, con un tacto vaginal descubre el sexo
del bebé pues se trataba de una presentación de nalgas. (Génesis, 35, 16- 18).
En
torno al 1700 aC,
en la Biblia,
se recoge el nacimiento de los gemelos de
Tamar, nuera de Judá, y se describen las maniobras que la partera hace en
este parto, ya que estaba presente, activa y era consciente del embarazo
gemelar, además de ser capaz de enfrentarse a una presentación complicada. La
supervivencia de los dos recién nacidos indica la competencia de la comadrona.
(Génesis, 38, 28-30)
En
torno al 1600 aC,
también en la Biblia,
se recoge la forma de parir de las hebreas sobre 2 piedras, y que las
comadronas eran mujeres en edad reproductiva. Incluso se cita el nombre de 2
parteras: Sifrá y Púa, y el empleo de la silla de partos.
(Éxodo, 1, 15-21). En el Libro del Éxodo (Cap. XVIII) se alude a las comadronas
diciendo que “ellas asistirán a la
parturienta y remontarán su moral”. En el Evangelio Apócrifo, o
Protoevangelio de Santiago (Santiago el Menor), se recoge como las parteras
hebreas Salomé y Zelomí, son requeridas por José para que
atendiesen a María en el momento del parto, y se describe un tacto vaginal.
(Protoevangelio de Santiago, Cap. 17- 22). El Protoevangelio de Santiago
también recoge el nacimiento de María, y cómo esta fue amamantada después de
transcurrido el tiempo marcado por la Ley. (Protoevangelio de Santiago, 11, 5-
2).
En EGIPTO 3- 4- 9- 12- 15, la
palabra (egipcia) msi’ (dar a luz),
iba seguida de un jeroglífico de una mujer en cuclillas pariendo o agachada
sobre 2 ladrillos o piedras, y a través de los papiros, se conoce la
importancia del cuidado de las mujeres embarazadas y la asistencia al parto. En
el Papiro de Ebers (1900- 1550 aC), hay 5 columnas
que tratan de Ginecología y Obstetricia. Sus prescripciones se refieren a la
aceleración del parto cuando hay problemas y al pronóstico del recién nacido en
función del llanto o de la forma de sujetar la cabeza. En el Papiro de Westcar (1700 aC), se describe cómo
se calcula la fecha probable de parto- FPP- y los instrumentos y utensilios que
facilitan el parto, sillas, recipientes, fórceps, ventosas, etc.
Los
bajorrelieves de las cámaras de los nacimientos reales de Luxor y otros
templos, muestran que las comadronas atendían nacimientos normales, incluidos
los de la realeza. Hay representaciones de una reina de parto en una silla de
partos con 4 comadronas atendiéndola. Las comadronas facilitaban el parto,
conocían y usaban drogas y fármacos (potentes anodinos contra el dolor),
recibían al niño, recitaban fórmulas mágicas protectoras y cortaban el cordón
umbilical y aseaban al niño. Con las representaciones que hay en las paredes de
lo que fueron casas para el parto o en los pabellones de nacimientos, se
verifica que nunca se incluye a médicos masculinos, si bien aparecen numerosas
figuras de Isis, que era reconocida como diosa del nacimiento.
En
el Papiro de Westcar se cuenta una
historia, en la que RA envió a cuatro deidades para asistir el parto de la
mujer de un sacerdote:
ISIS:
diosa de la fertilidad: es el símbolo de la fertilidad, protege la fecundidad,
cuida el embarazo, cuida de los niños antes y durante el parto y es protectora
de la lactancia. (Competencias, todas ellas, de una matrona).
TUERIS:
patrona del embarazo, el parto y el nacimiento; relacionada con la rotura de la
bolsa; alejaba genios malignos de niños y mujeres y era protectora de la leche
materna.
HEKET:
diosa comadrona o del nacimiento: asiste al parto, ahuyenta los peligros y es
ayudada por la diosa Meskhent.
MESKHENT:
diosa del ladrillo de parto y del nacimiento. Presidía los partos.
Curiosamente
también aparece la figura de BES, una deidad masculina, que
asistía el parto protegiendo de espíritus malignos y junto con Tueris,
celebraba el nacimiento del recién nacido con un baile.
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003 Isis, Tueris, Heket y Meskhent
En GRECIA 3- 4- 9- 12- 15, los
principios básicos de la medicina y de la atención al parto derivan del cuerpo
de conocimientos egipcio.
Hipócrates y Aristóteles escribieron
sobre el embarazo, su duración, y sobre los modos de pronosticar el sexo del
bebé aún no nacido.
Hipócrates creía que si el feto era
varón, el ojo derecho de la madre era más brillante y la mama derecha era más
grande, ocurriendo lo mismo, pero en el lado izquierdo, si era hembra.
Aconsejaba reducir las presentaciones anómalas del feto hasta lograr una natural,
y consideraba que la presentación de pies era contranatural y peligrosa.
Pensaba que el feto luchaba para salir del útero rompiendo las membranas en el
intento, y por tanto el parto difícil se debía a la incapacidad del niño para
abrirse paso. Todo esto eran hipótesis especulativas sin base científica.
En
Grecia, en el Siglo V aC las parteras alcanzaron gran fama, prestigio y
reconocimiento social, además de ser honradas por el pueblo. La Ley Ateniense
les exigía ser madres y no estar ya en edad de procrear para ejercer el oficio.
Hubo dos tipos de comadronas: Las que asistían el parto normal y las más
hábiles, que asistían partos complicados.
Sócrates era hijo de la comadrona PHAINARETÉ, y él mismo utilizó el arte
de los partos, la mayeútica, para alumbrar nuevos conocimientos. [El término
griego «mayéutica» (maieutiké),
significa, partera, perteneciente al parto]. Además, Sócrates decía que una
buena matrona debía: “Conocer mejor que
nadie si una mujer está encinta o no. Saber acelerar el parto y mitigar los
dolores, administrar convenientes brebajes, provocar el parto y facilitar el
aborto”.
En
el Siglo III aC, los hombres eran los encargados de asistir los partos, y esto
supuso la pérdida del estatus profesional de las parteras, como demuestra el
juicio al que sometieron a AGNODIKÉ,
comadrona de Atenas, que en rebeldía, atendía los partos disfrazada de hombre y
la denunciaron porque disminuían las ganancias de los médicos. AGNODIKÉ fue
sometida a juicio por practicar con atribuciones falsas. Actuaba siguiendo las
enseñanzas de Serófilo (médico y anatomista ateniense). La denunciaron como “el profesional que corrompe a las esposas
de los ciudadanos”, por practicar ilegalmente la asistencia al parto, y por
realizar abortos. Las mujeres atenienses solicitaron clemencia para ella. Ella
además decía haber practicado cesáreas con éxito. AGNODIKÉ ganó el juicio, y
desde entonces se decretó que en Atenas debía haber tres mujeres que asistieran
el parto: “tres del mismo sexo debían practicar este Arte en Atenas”.
En
el Panteón griego, las deidades que protegían el parto, entre otras, eran:
ARTEMISA,
diosa de los nacimientos.
HERA
(JUNO, la romana LUCINA), esposa de Zeus, diosa de los nacimientos y
símbolo de la matrona romana. Posteriormente, en el mundo romano, las
parturientas recitaban la siguiente invocación: JUNO LUCINA, SER OPEM (Juno, ayúdame en el trabajo de parto). Su
imagen sujetaba al recién nacido con una mano. Actualmente es la figura de la
insignia del escudo que aparece en el sombrero de las comadronas inglesas.
ILITIA,
que preside los nacimientos. Se le representa arrodillada, que es la postura en
que ayudaba al parto. “No puede nacer
niño alguno a menos que estén presentes. Ninguna madre puede hallar alivio sin
ellas”.
En ROMA 3- 4- 9- 12- 15 sigue
habiendo diosas que ayudaban a la mujer en el parto, a las que se profesaba
culto:
EGERIA:
la que da ánimos.
JUNO
LUCINIA: la que trae los niños a la luz.
Pero
son más importantes las OBSTETRIX.
Las que se encargaban de la asistencia al parto y era el Senado quien dictaba
quienes debían ser las parteras, “mujeres
aprobadas en su arte”. Al ser “aprobadas en su oficio”, además de la ley de
la costumbre que asociaba el arte de atender los partos al mundo de las mujeres
(porque el parto y aspectos relacionados con el mundo de la reproducción se
asociaban a la esfera de lo privado o femenino, fuera del dominio público o
masculino), estas tenían una formación específica.
El
médico y escritor de Obstetricia y Ginecología, Sorano de Éfeso (Siglo II dC), también llamado “padre de la
obstetricia”, escribió el primer libro de texto para comadronas: DE
MORBIS MULLIERUM. Este Gynaecia fue fuente de inspiración para
autores medievales y renacentistas:
Indica
que saber leer y escribir es muy importante para ser comadrona y poder conjugar
conocimientos prácticos y teóricos.
Aquí
señala las funciones de las comadronas, la importancia de haber sido madre al
menos una vez y no ser demasiado joven.
También
declara cuáles deben ser las cualidades de una buena matrona: buena memoria,
paciente, moral para inspirar confianza, constitución fuerte y mente sana. Se
debe transmitir confianza y seguridad en situaciones de peligro. Se deben
dominar algunas ramas de la
Medicina: farmacología, quirúrgica, conocimientos sobre
plantas medicinales que han de prescribir (Dioscórides).
Sus
características, como tener dedos largos y delicados y uñas cortas.
En
el capítulo de Anatomía femenina se describe ésta con exactitud por las
disecciones post- mortem.
Las
comadronas atendían tanto el parto normal como el complicado.
Describió
al menos 10 posiciones del feto in utero
(muchas imposibles a término).
Daba
instrucciones sobre el cuidado normal del niño, describe como anudar el cordón
umbilical y el cuidado posterior del muñón.
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004 Artemisa y Hera
A Sorano de Éfeso, también le debemos el libro ARTE OBSTETRICO, con el
que se pretendía elevar los conocimientos de médicos y comadronas.
Artemido, dice de las
Obstetrix, que estas eran las expertas en la atención a la embarazada “La obstetrice, con su especial visión,
predice a las gestantes, cuando enfermarán”.
Pero el honor de haber escrito
el primer tratado de partos para comadronas romanas, corresponde a Moschión,
discípulo de Sorano, quien tradujo del griego al latín y recopiló en el Siglo
II, las enseñanzas de su maestro, recomendando la versión podálica y sus
ventajas.
En
el mundo romano destacaron muchas Obstetrix:
Secunda.
Sallustia Imerita.
Hygia.
Constanza Calenda.
Antonia Thallasa.
Rebeca Guarda.
Iulia Peris (“Nulli gravis”: “a nadie
hizo mal”).
Pero
sobre todas ellas destacó TROTULA (Trótula de Salerno, Siglo XI dC), que
fue considerada matrona magistral y mujer sabia. “Matrona magistral et mullier sapiens”.
Escribió
el libro DE MULLIERUM PASSIONABUS ARTE
ANTE, IN ET POSTPARTUM, basado en los escritos de Sorano, y en el que trata
materias relacionadas con la obstetricia, como:
Protección
del periné.
Sutura
con hilos de seda.
Dietética
en el embarazo.
Frío
en la contracción uterina.
Causas
del inicio de parto.
Medios
para acelerar el parto.
Métodos
para expulsar fetos muertos.
Método
para expulsar la placenta.
Alivio
del dolor.
Infertilidad
también masculina. (Tema por el que se ganó la antipatía de sus coetáneos).
Los
conocimientos pasaron de los Griegos a los Romanos, y la forma de asistencia al
parto también se heredó. Al llegar la era cristiana la profesión de comadrona
estaba bien establecida.
Ya
en España, desde la EDAD MEDIA 3- 4- 12- 15 seguía
habiendo conocimiento popular de temas relacionados con el parto y el
conocimiento también se seguía transmitiendo de forma oral, habitualmente por
tradición familiar o por relaciones de proximidad. Los cuidados de la
embarazada, parturienta, recién nacido, métodos anticonceptivos y abortivos se
transmitían de madres a hijas y a éstos se sumaba su propia experiencia.
En
el Siglo XV 2- 3- 4- 12- 15, el de partera era un
oficio de importancia y estaba reconocido a través de la legislación:
En
1434 las Cortes de Zamora, y en 1448 las Ordenanzas de Madrigal, daban cartas
para el ejercicio de la matronería a aquellas que demostraban conocimientos y
experiencia probada, aunque esto no era general.
En
1477 las Leyes del Real Tribunal del Protomedicato establecen las condiciones
del ejercicio de profesionales sanitarios, pero quedan fuera de estas las
comadronas, por considerar la obstetricia un tema menor, natural, y poco
importante, además de haber en el trasfondo una cuestión de género.
En
1498 los Reyes Católicos promulgaron
una Pragmática sobre el arte u oficio de partear. Pese a este reconocimiento
legal, era una profesión mal remunerada, y hay reclamaciones, como la de Francina
de Arano, que solicitaba un
sueldo, alegando “ser pobre y ser su
oficio necesario”. Se le reconoció un sueldo de 14 ducados al año.
Pero
también hubo una fuerte asociación entre magia - brujería y asistencia al parto
y a la embarazada. La Iglesia
persiguió la brujería y la superstición que estaba presente en embarazadas y
parteras. La Inquisición
distinguía entre brujas blancas,
comadronas sabias que practicaban sin maldad, y brujas negras o comadronas malvadas, que practicaban el mal.
Hubo
matronas condenadas a morir en la hoguera, como:
Epifania de Domeño
Euphanie Macalyane
Además,
el Fuero de Teruel recoge que “cualquier mujer que aborte adrede, sean
alcahuetas o herbolarias, debe ser quemada en la hoguera o probar su inocencia
a hierro caliente”.
Ya la literatura medieval
recogía testimonios de mujeres que ejercían el arte de partear junto con
prácticas condenadas por la Iglesia:
«Así era tu madre, que Dios haya, la prima de nuestro oficio, y por tal
era de todo el mundo conocida y querida, así de caballeros como de clérigos,
casados, viejos, mozos y niños. ¿Pues mozas y doncellas? Así rogaban a Dios por
su vida como de sus mismos padres. Con todos tenía que hacer, con todos
hablaba. Si salíamos por la calle, cuantos topábamos eran sus ahijados. Que fue
su principal oficio partera diez y seis años». (Fernando de Rojas, La
Celestina)5.
«Toma vieja que tenga oficio de herbolera, que va de casa en casa
sirviendo de partera, con polvos, con afeites y con su alcoholera, mal de ojo
hará a la moza, causará ceguera». (Arcipreste de Hita, Libro de Buen Amor)13.
Desde
fines de la Edad
Media ya se les reconocían a las parteras cuatro funciones bien definidas, que
se mantuvieron en los Siglos sucesivos2- 3- 4- 7- 9- 12- 15
Función
religiosa
Una de las funciones que han
caído en el olvido en nuestro tiempo ha sido la religiosa. No obstante, hay
testimonios escritos en diversos manuales para la formación de matronas hasta
bien avanzado el siglo XX en los que se recoge esta función. Consistía en
administrar el denominado baptismo sub
conditione –bautismo condicionado o bautismo de urgencia– en aquellos casos
de niños asfícticos o deprimidos, tras un parto difícil, o cuando se preveía la
muerte del feto intraútero. Este bautismo condicionado debía ser confirmado
posteriormente por el cura de la localidad en caso de que el niño sobreviviese.
El siguiente texto es de San Vicente Ferrer (Dominico, 1350- 1419), quien
alude, precisamente, a la importancia de administrar el bautismo de urgencia
por la partera (madrina) o sacerdote (prevere): «Sexto, cuando alguna descuidada partera o sacerdote no bautizan a la
criatura como deben, pues deben decir: “Yo te bautizo en nombre del Padre y del
Hijo y del Espíritu Santo, amén”, y no que dicen: “Yo te bautizo en el nombre
del Padre y de la Virgen
María y de San Nicolás, etc.”, y así no reciben el bautismo y
van al infierno, la criatura y los ministros». También han llegado a la
actualidad testimonios escritos del siglo XVII y posteriores en los que el
sacerdote reprende a la matrona por no administrar correctamente este
sacramento, encargando al cura de la localidad que le enseñase la forma
correcta de hacerlo.
Función
asistencial a la gestante en el parto, al recién nacido y a la puérpera (es la
función básica)
Al igual que sucede en la
actualidad, era la más ampliamente desarrollada. Las más frecuentes eran:
Asistencia a la embarazada,
parto y puerperio.
Cuidados al niño recién nacido
(baño, alimentación...).
Asistencia a enfermedades
propias de la mujer (hemorragias uterinas, prolapso uterino...).
Consejos sobre medidas
anticonceptivos (cocimientos de hierbas, preparados medicinales variados,
etc.).
FOTO 005 Doña Leonor de Vivero quemada en la hoguera
Como resultado de sus
conocimientos, podían ser solicitadas para prácticas abortivas. Ello le traería
serios enfrentamientos con la
Iglesia.
Realización de la operación
cesárea para la extracción del feto. Esta última, la práctica de la operación cesárea,
pasaría a manos de los profesionales de la medicina, los cirujanos comadrones,
a partir del siglo XVI. Los siglos XVI y XVII serían claves para la
consolidación del trabajo de la matrona, pues, a partir de entonces, la matrona
se encargaría de realizar los partos eutócicos, sin complicaciones, y los
médicos-cirujanos los que requerían atención quirúrgica. Los tratados de
obstetricia medievales, escritos todos ellos por médicos, recogen la actividad
asistencial de la partera o matrona. Uno de ellos, titulado Lilio de Medicina, escrito por Bernardo de Gordonio, dedica un
capítulo a las “enfermedades propias de la mujer”, donde aparecen referencias
al trabajo de la matrona, señalando algunas características que debía poseer
ésta («dedos largos»...). De este tratado son las dos siguientes citas:
1.
Capítulo
XIII. «Del descendimiento de la matriz. [...] al principio provoquen su vómito
y tenga dieta caliente y seca [...]. Después, unte la partera su mano con
aceite de almáciga y si la matriz aparece por fuera, póngala en su lugar
[...]».
2.
Capítulo
XVI. «Cuando se acerca el parto debe bañarse la mujer en tina en que haya
malvas, malvavisco, violetas, manzanilla y corona de rey [...]. Escojan una
partera que tenga las manos delgadas, los dedos largos para que dilaten la boca
de la matriz suavemente y cuando rompe aguas hiéndanla suavemente con las uñas
y metan este pesario que hace ligero el parto sin peligro de aborto»
Función educativa: Conocimiento
de remedios para tratar determinados problemas ginecológicos, remedios para
abortar, consejos para conseguir embarazos, …
El aprendizaje del oficio se
hacía directamente junto a una partera experta y veterana. El oficio de partera
se ejercía habitualmente por tradición familiar o por relaciones de proximidad.
Es frecuente encontrar a varias generaciones de parteras (madre, hija y nieta),
o a parientes próximos (sobrinas) que aprenden el oficio desde jóvenes junto a
sus familiares ya veteranas, y que comienzan a sustituirlas paulatinamente,
conforme van adquiriendo formación y destreza, hasta independizarse por
completo. Desde la
Antigüedad, se ha transmitido esta forma de aprendizaje
maestra- alumna. La aprendiz adquiría la práctica acompañando a su maestra en
los partos, realizando la función de ayudante o auxiliar. Según la época, la
partera debía o no ser examinada por el Protomedicato. Recordemos que hasta el
siglo XVIII, en nuestro país, los estudios de matrona no tenían vinculación
alguna con las facultades de medicina.
Función jurídico- legal: actuaban
como perito ante el juez en casos de infidelidad conyugal, servían como
testigos del parto, daban fe, ……
La partera, en estos siglos,
actuaba con capacidad pericial y su palabra era válida ante la Ley con carácter testificial.
Diversos testimonios escritos, de carácter legal, dan fe del testimonio de la
partera en el momento del parto. Ello era especialmente importante a la hora de
resolver pleitos en los que estaban en juego herencias, derechos de
primogenitura, etc. El siguiente texto de Alfonso
X el Sabio incide en este punto, prohibiendo la presencia de mujeres
preñadas en la sala de partos: «Otrosí
dezimos, que sintiendo la muger en sí misma tales señales, porque entendiesse
que era cerca el parto, déuelo aun fazer saber a los parientes otra vez, que la
embien a catar, e guardar, si quisieren. E cuando fuere cuytada por razón del
parto, non deue estar en aquella casa, do ella está, ome ninguno; mas pueden
estar y fasta diez mugeres buenas, que sean libres, e fasta seys siruientas,
que non sea ninguna dellas preñadas, e de dos otras mugeres sabidoras, que sean
usadas de ayudar a la mujer» (Alfonso X el Sabio. Las Siete Partidas. Tercera Partida, Ley XVII).
Esa labor pericial de la
partera, actuando como testigo en los juicios, sería refrendada posteriormente
en el siglo XVI por el monarca Carlos V en su Constitutio Criminalis Carolina (1533). En ella se establece que: «La opinión de médicos, cirujanos y
comadronas tenga un valor decisivo en las cuestiones referentes a sus
respectivas profesiones, siempre que fueran llamadas a declarar ante los
tribunales de justicia».
El Siglo
XV, 2- 3- 4- 9- 12- 15 en España, supuso la
recuperación del estatus y prestigio social de las matronas, y algunas eran
llamadas a asistir partos de Reinas:
María Oto, 1427, fue llamada por
Alfonso V el Magnánimo para atender a María de Castilla.
La Herradera, matrona sevillana, atendió a
Isabel la Católica.
Doña Quirce de Toledo, matrona que
atendió a Isabel de Portugal.
En
el Siglo
XVI (1576) Felipe II, prohibió al Tribunal del Protomedicato
examinar a parteras, lo cual sitúo a la matrona en posición de desprestigio y
subordinación (aunque siguieron ejerciendo libremente hasta 1750), sobre todo
porque el Protomedicato sí que continuaba formando y consolidando a los
cirujanos en Obstetricia.
Esta
poca consideración llama la atención, teniendo en cuenta que al bautizo de
Felipe II asistió, ocupando un lugar destacado doña Quirce de Toledo, comadrona
que había asistido a su parto: “Llevó a cristianar al Príncipe Felipe, el
Duque de Frías, a su derecha caminaba la comadrona que asistió el parto, y a su
izquierda, el Gran duque de Alba”.
En
esta época, y posteriormente, se publican, entre otros, libros como:
“Libro
del arte de las comadres o madrinas y del Regimiento de las Preñadas y paridas
y de los niños”. Damián Carbón. Mallorca. 1541.
Aporta
conocimientos básicos, tareas y funciones de la matrona y cuidados a dispensar
a la mujer y al RN. La 1ª parte, con 56 capítulos, está dedicada al embarazo,
parto y puerperio y al trabajo y cualidades de la buena matrona. La 2ª parte,
con 14 capítulos, trata sobre el problema de la esterilidad, sus causas y
tratamiento, y cuidados del RN.
“La
Comadrona o la Partera”.
Venecia, 1595.
Se recomienda la palpación
abdominal para el diagnóstico de la presentación fetal.
“El
libro del regimiento de la salud y de la esterilidad de los hombres y las
mugeres”.Luis de Lobera de Ávila. (Formó parte del equipo médico de
Carlos I). 1551.
En
el libro hay un apartado sobre el “Regimiento de las mugeres preñadas”.
“Los
diez privilegios para mugeres preñadas”. José Antonio y de los Reyes de
Fontecha. Alcalá de Henares. 1606.
Trata
de cuidados dirigidos a la mujer embarazada.
“El
libro del parto humano, en el qual se contienen remedios muy útiles y usuales para el parto dificultoso de las
mugeres, con otros muchos secretos a ello pertenecientes, y a las enfermedades
de los niños”. Francisco Núñez. Zaragoza. 1638.
En
11 capítulos describe cómo ha de ser el trabajo de la partera en el embarazo,
parto y puerperio, describe los tipos de parto, los cuidados al RN. Destaca la
función educadora a la embarazada y a la madre.
Entre
los Siglos
XVI y XIX 2- 3- 4- 9- 12- 15 una serie de
comadronas francesas supieron distinguirse y perfeccionar sus conocimientos en
el arte de la partería:
Luisa Burgeis (1563-1632)
practicó y divulgó la versión podálica. Asistió a la reina de Francia, María de
Médicis en el parto de Luis XIII.
Margarita Tertre, publicó
en 1677 un libro para la formación de comadronas a modo de preguntas y
respuestas, entre una matrona joven y una experta.
Madame de la Chapelle, la más
famosa de todas, fue directora de la Maternidad de París. Practicó la versión podálica
e introdujo en el fórceps la maniobra que lleva su nombre.
Ana Voivin, publicó en
1832 el libro Memorial del arte de los
partos.
En
el Siglo
XVII, 2- 3- 4- 9- 12- 15 en España, aparecen
conflictos entre cirujanos, comadrones y matronas por las injerencias de estos
sin que se mejorara la atención a la embarazada. Por eso, en 1653 y en los años
siguientes, matronas sevillanas como Juana de la Chica,
Mariana de la Fuente o Marta
Rodríguez, solicitaron autorizaciones que les sirvieran de titulación o
acreditación para ejercer la partería.
El Siglo
XVIII 2- 3- 4- 9- 12- 15 supuso la
consagración de la profesión de matrona como actividad quirúrgica en España
(algo ya habitual en Europa 50 años antes).
En
1713, el cirujano francés Julio Clement asistió a la reina Mª Luisa de Sajonia,
primera esposa de Felipe V, lo que supuso el fin de la exclusividad de las
matronas en la asistencia a partos, y esta se convirtió en un acto quirúrgico,
en el que se modificó la postura del parto para mayor comodidad del asistente,
lo cual se puso de moda entre la alta sociedad.
Las
mujeres se sentían más cómodas con las comadronas, por cuestiones de pudor,
pero creían que si las mujeres de la alta sociedad eran atendidas por varones
que poseían instrumental para resolver partos complicados, sería más seguro que
el parto fuera atendido por cirujanos.
FOTO
006 Portada del libro del arte de las comadres o madrinas y del Regimiento de
las Preñadas y paridas y de los niños y dibujo de mujer de parto
La
supremacía de la comadrona en la asistencia obstétrica se empezó a desmoronar y
quedó relegada a la población urbana y rural de escasos recursos.
Se
restringieron las competencias de las comadronas para encomendarlas a cirujanos
varones, lo que agudizó la distinción profesional por razones de sexo.
En
esta época se escribieron, entre otros, libros como:
“La
Cartilla nueva, útil y necesaria para instruirse las Matronas, que vulgarmente
se llaman Comadres, en el arte de partear”.
“Cartilla
del arte de partear” Antonio Medina. Madrid. 1750.
Expone
los conocimientos básicos de una matrona para superar el examen que por Ley
debía hacerse ante el Real Tribunal del Protomedicato a mediados del Siglo
XVIII. Está estructurado en 4 capítulos y 77 preguntas con sus respuestas. Es
un texto para la formación de las matronas referente a embarazo, parto,
puerperio y RN.
“Nuevo
y natural medio de auxiliar a las mujeres en los lances peligrosos de los
partos sin operación de manos ni instrumentos”. Babil de Gárate. 1756.
Es
un manual del arte obstétrico. (“Por los
gritos de la parturienta se puede decidir si puede empezar el esfuerzo
expulsivo”).
“Elementos
del arte de partear”.Juan de Navas (Catedrático de partos). 1795. Está
considerado el mejor tratado de Obstetricia del S XVIII.
Estos
textos se usaron para la formación de Matronas, ya que a partir de 1750 el
Tribunal del Protomedicato comenzó a examinar de nuevo a parteras.
EDAD CONTEMPORÁNEA
Desde
el Siglo XIX hasta la actualidad se han ido sucediendo Leyes, Reales cédulas,
Órdenes, Pragmáticas, etc., hasta configurar el marco legal de la Profesión de
Matrona como lo conocemos hoy en día. 2- 3- 4- 8- 9- 12- 15- 16
Siglo XIX:
Real
Cédula de Carlos IV el 6 de mayo de 1804 sobre el “Funcionamiento de los Reales
Colegios de Cirugía y enseñanza de profesiones sanitarias como Médicos,
cirujanos y sus ramas subalternas, entre las que está la de Matrona o Partera”,
en la que se regula la situación académico legal de la matrona. Había que hacer
un examen en los Reales Colegios de Cirugía. En el artículo 7 de esta real
Cédula se afirma que “el pudor es causa de que muchas parturientas rehúsen el
socorro del cirujano en el lance de sus partos, lo que hace precisa la
asistencia de matronas o parteras”.
Desde
Siglos precedentes existía regulación jurídica para que las matronas asistieran
partos naturales o eutócicos y los médicos- cirujanos los distócicos, que
requerían utilización de instrumental quirúrgico, debiendo avisar aquellas a
estos cuando se presentaran problemas.
Real
Orden de 25 de octubre de 1845, por la que se convalidan los títulos de Matrona
expedidos por el Protomedicato de Navarra antes de 1844.
Ley General
de Instrucción Pública del 9 de septiembre de 1857, siendo Ministro Claudio
Moyano Samaniego. Creación del Título de
Matrona. Define a la partera como “la mujer práctica en el arte de partos o que
ejerce en virtud del título”. El artículo 41 recoge las condiciones para
obtener el título de matrona o partera.
Real
Orden de 21 de noviembre de 1861. Reglamento Provisional para las Enseñanzas de
Parteras y Practicantes.
16
de noviembre de 1888. Otro Reglamento sustituye al anterior. Las condiciones
para presentarse al examen de comadrona: haber cumplido 20 años, ser viuda o
casada con permiso del esposo, tener justificación de buena vida y costumbres
avalada por el párroco y haber cursado la Primera Enseñanza
Elemental completa. El Título de Matrona autorizaba a asistir “partos y
sobrepartos naturales”, pero debía avisar al facultativo en caso de
complicaciones. Como auxiliar del facultativo podía seguir atendiendo a
embarazadas, parturientas o paridas. Las enseñanzas se impartían en Casas de
Maternidad o en Hospitales donde hubiera Sala de Partos.
Siglo XX:
Real
Decreto 12 agosto 1904, que Reorganiza los estudios de Matrona: 2 cursos
académicos cursados en Centros Oficiales (Facultades de Medicina) y NO
Oficiales.
La
primera Escuela de Matronas con referencia legal es La Casa de Salud de Santa Cristina de Madrid,
que aprobó su reglamento en 1916, y desde 1924 forma matronas. Por Orden del 1
marzo de 1940 se constituyó como Escuela Oficial para la obtención del Título
de Matrona. Por Decreto del 23 de octubre de 1931, se adscribe a la Facultad de Medicina de
Madrid. En la 1ª Promoción (1924/25) se graduaron 12 Matronas. La formación fue
dirigida por el Tocólogo Dr. Gálvez Ginachero y por la Matrona Carmen Palazón.
Real
Decreto- Ley de 9 febrero de 1925 del servicio Municipal de Matronas para la
asistencia gratuita a las embarazadas.
Mayo
1926, se establece la licencia fiscal.
19 y
20 de Mayo de 1929, se
celebró en Madrid el I Congreso
Nacional de Matronas, bajo el auspicio de la Reina Victoria Eugenia.
Septiembre
de 1929, I Congreso Internacional de Matronas en Barcelona.
1 de
mayo de 1930, se hace obligatoria la colegiación de las matronas.
Orden
de 13 diciembre de 1934 por la que se exige tres años de bachiller más reválida
para poder comenzar los estudios de matrona.
Ley
de Sanidad Nacional de 25 de noviembre de 1944 por la que se establece la
unificación de las profesiones auxiliares sanitarias. En cada provincia debe
haber un Colegio Oficial de Auxiliares Sanitarios que acoja a practicantes,
comadronas y enfermeras. Estar colegiado pasa a ser obligatorio. En la Junta del Consejo Nacional
debía haber 2 vocales de Matrona.
Orden
de 25 de junio de 1951, en la que se aprueban los Estatutos y Reglamentos del
Consejo General y de los Colegios Oficiales de Matrona.
La
matrona se mantiene como estudio independiente hasta 1953, que es cuando se
unifican los estudios de Practicante, Enfermera y Matrona en un proyecto y
título único: ATS (Ayudante técnico Sanitario), por Real Decreto de 4 de
diciembre de 1953. Entonces se establece la posibilidad de especialización para
los ATS. El Decreto establece que los estudios de ATS masculinos y femeninos se
cursarán por separado. Requisitos: tener 17 años cumplidos, título de
Bachiller, Maestro o Graduado Escolar.
Examen de ingreso y 3 años de enseñanza oficial con examen final y
consecución del título.
Orden
de 29 de marzo de 1954, por la que se aprueban los Estatutos del Colegio
Oficial de ATS y de sus Colegios Provinciales, divididos en tres secciones
autónomas: Practicantes, Enfermeras y Matronas.
En
1957 se creó la
Especialidad de Asistencia Obstétrico- Matrona para las ATS,
por Decreto de 18 de enero de 1957. Para cursarla se requería estar en posesión
del Título de ATS y tener menos de 45 años. Las enseñanzas de Matrona eran en
régimen de internado, y eran de 1 año de duración.
Decreto
de 28 de febrero de 1963, en el que se recoge que el título de Enfermera
habilita para cursar las enseñanzas de especialización en Asistencia Obstétrica
(Matrona).
1972, la Confederación Internacional de
Matronas, redacta la "Definición de ICM de la Matrona".
En 1973, el
Estatuto del Personal Sanitario no Facultativo reconoce en los art. 66 y 67, a las comadronas como
auxiliares o ayudantes del médico y que han de actuar siguiendo sus instrucciones.
1977,
integración de ATS en la universidad como Escuelas Universitarias de
Enfermería, pasando a denominarse Diplomados Universitarios en Enfermería
(DUE).
Directiva
del consejo de 21 de enero de 1980 sobre reconocimientos recíprocos de diplomas,
certificados y otros títulos. (80
L 154 CEE).
Real
Decreto de 26 de septiembre de 1980, en el que se suprime la limitación de
género a los estudios de matrona, por lo que los ATS y DUE masculinos podrán
optar a los estudios de matrona. También se derogó el régimen de internado.
1986:
Cierre de las escuelas de matronas por no adaptar sus programas a la normativa
comunitaria europea.
Real
Decreto 992 del 3 de julio de 1987, que regula las especialidades de enfermería
en España, y se crea la especialidad de Enfermería obstétrico- Ginecológica o
Matrona en su artículo 2. En el artículo 3 especifica que los programas de
formación han de ajustarse a las directrices de la Comunidad Económica
Europea. A partir de julio de 1987 queda derogado el anterior plan de estudios
de matrona y cesa la formación en España.
11
de octubre de 1989, el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas
presentó un recurso contra el reino de España por no haberse ajustado a las
directrices de acceso a las actividades de la Matrona.
Real
Decreto 1017/91 del 28 de junio de 1991, por el que se regula el reconocimiento
de Diplomas, Certificados y otros títulos de Matrona o asistente obstétrico de
los estados miembros de la CEE.
(BOE 155, 29/6/91).
Desde
1986 (cierre de las escuelas de formación de Matronas), hasta 1994 hay
interrupción en la formación de Matronas.
En
1992, Orden de 1 de junio, tras 5 años de interrupción en la formación, se
aprueba de forma provisional, el programa de formación y se establecen
los requisitos mínimos de las Unidades Docentes y el sistema de acceso para la
obtención del título de Enfermera Especialista en Enfermería obstétrico
Ginecológica (Matrona). (BOE 2 junio 1992).
En 1994 inició la formación la Primera Promoción
de Especialistas en Enfermería Obstétrico Ginecológica (Matrona) por el sistema
EIR. Orden de 22 de octubre de 1993.
Orden
de 24 de junio de 1998, por la que se desarrolla el RD 992/ 1987, sobre la
obtención del Título de Enfermero Especialista.
Real
Decreto 2170/ 1998, de 9 de octubre, por el que se extiende a las naciones
signatarias del Acuerdo sobre el Espacio Económico Europeo el ámbito de
aplicación de los Reales Decretos reguladores del reconocimiento de diplomas,
certificados y otros títulos de Enfermero responsable de Cuidados generales, Odontólogo,
Veterinario, Enfermero Especialista en Enfermería Obstétrico- Ginecológica
(Matrona) y Farmacéutico de los Estados de la Unión Europea.
Siglo XXI:
En el año 2003
inicia su andadura la Unidad Docente de Matronas de La Rioja, que desde su
fundación hasta la actualidad continúa formando Enfermeras Especialistas en
Obstetricia y Ginecología (Matrona), por el sistema EIR.
Ley 44/ 2003, de
ordenación de las profesiones sanitarias, LOPS. En su artículo 7 dice: “corresponde a los Diplomados sanitarios (…)
la prestación personal de los cuidados o los servicios propios de su
competencia profesional”.
Real Decreto 55/ 2005, de 21 de
enero, por el que se establece la estructura de las enseñanzas universitarias y
se regulan los estudios de universitarios oficiales de Grado.
Real Decreto 56/ 2005, de 21 de
enero, por el que se regulan los estudios oficiales de Postgrado.
Real Decreto 450/2005, de 22 de abril,
sobre especialidades de Enfermería (B.O.E. del 6 de mayo), aparecen las nuevas
especialidades de enfermería. Un total de 7, de las que sólo están reguladas,
en el año de la publicación del RD, la de Enfermería en Salud Mental y la de
Enfermería Obstétrico- Ginecológica (Matrona), por el sistema EIR.
19 julio de 2005
la Reunión
del Consejo de la Confederación Internacional de
Matronas, en Brisbane, Australia, Reemplaza la "Definición de
ICM de la Matrona"
1972 y sus enmiendas de 1990, con la DEFINICIÓN DE MATRONA.
Directiva 2005/36/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 7 de
septiembre de 2005, relativa al reconocimiento de cualificaciones
profesionales. Trata sobre: el reconocimiento de cualificaciones profesionales
de las matronas, entre otros; la libre circulación de profesionales; la
formación de matrona; el ejercicio de las actividades profesionales de matrona
y los derechos adquiridos específicos de las matronas.
Real Decreto 183/2008, de 8 de febrero, por el que se determinan y
clasifican las especialidades en Ciencias de la Salud y se desarrollan
determinados aspectos del sistema de formación sanitaria especializada.
FOTO 007 Catalina Fajardo en una Jornada de Matronas
Real Decreto 1837/2008, de 8 de noviembre, por el que se incorporan al
ordenamiento jurídico español la
Directiva 2005/36/CE, del Parlamento Europeo y del Consejo,
de 7 de septiembre de 2005, y la
Directiva 2006/100/CE, del Consejo, de 20 de noviembre de
2006, relativas al reconocimiento de cualificaciones profesionales, así como a
determinados aspectos del ejercicio de la profesión de abogado.
Orden SAS/1349/2009, de 6 de mayo, por la que se aprueba y publica el
programa formativo de la especialidad de Enfermería Obstétrico-Ginecológica
(Matrona).
CONCLUSIÓN
¿El
futuro?….. ¿Hacia dónde vamos?....
Nos
enfrentamos a nuevos retos por los que luchar para el reconocimiento y
prestigio de nuestra profesión, para conseguir la plena aplicación de nuestras
competencias, y continuar definiendo el perfil de esta especialidad de la
Enfermería.
Por
eso, me gustaría finalizar recordando una cita de Don Camilo José Cela, en la
que dice que “hay dos clases de hombres,
quienes hacen la Historia, y quienes la padecen”. Así que desde aquí, y
tomando como germen estas palabras, invito a todos los profesionales que han
llegado hasta aquí, a que continuemos escribiendo nuestra Historia en primera
persona, la Historia de la Enfermería y la de sus Especialidades.
BIBLIOGRAFÍA
1.-
Arsuaga, J. L., La especie elegida,
Ed. Temas de Hoy, Madrid, 2006.
2.- Cabré, M., y Ortiz, T., Sanadoras,
matronas y medicas en Europa .Siglos XII-XX, Ed. Icaria, Barcelona, 2001.
3.-
Cruz y Hermida, J., Las Matronas en la
historia desde la mitología a nuestros días, Plaza Ed., Madrid, 2007.
4.-
De la Fuente,
P., Imágenes con Historia: Gestación,
parto y lactancia, Ed. Lab. FERRING, Madrid, 2007.
5.-
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Madrid, 2011.
6.-
Fernández del Castillo, I., La revolución
del nacimiento, Ed. Granica (5ª Ed.), Barcelona, 2008.
7.-
García, M. y García, A. C. Las funciones
de la matrona en el mundo antiguo y medieval. Una mirada desde la historia.
Revista Matronas Profesión. 2005. 6
(1): 11- 18.
8.- Legislación:
Real
Decreto 992 del 3 de julio de 1987.
Real
Decreto 1017/91 del 28 de junio de 1991. (BOE 155, 29/6/91).
Orden
de 1 de junio de 1992. (BOE 2 junio 1992).
Orden
de 24 de junio de 1998, por la que se desarrolla el RD 992/ 1987, sobre la
obtención del Título de Enfermero Especialista.
Real
Decreto 2170/ 1998, de 9 de octubre.
Real Decreto 55/ 2005, de 21 de
enero.
Real Decreto 56/ 2005, de 21 de
enero.
Real Decreto 450/2005, de 22 de abril,
sobre especialidades de Enfermería (B.O.E. del 6 de mayo).
19 julio de 2005
la Reunión
del Consejo de la Confederación Internacional de
Matronas, en Brisbane, Australia, Reemplaza la "Definición de
ICM de la Matrona"
1972 y sus enmiendas de 1990, con la DEFINICIÓN DE MATRONA.
Directiva 2005/36/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 7 de
septiembre de 2005.
Real Decreto 183/2008, de 8 de febrero.
Real Decreto 1837/2008, de 8 de noviembre.
Orden SAS/1349/2009, de 6 de mayo.
9.-
Macias Seda, J., Gómez Salgado, J., Fundamentos
de la Enfermería Obstétrico-
Ginecológica, Ed. FUDEN, Madrid, 2007.
10.-
Nylander, G., Maternidad y lactancia
(Desde el nacimiento hasta los seis meses), Ed. Granica, Barcelona, 2005.
11.-
Odent, M., El bebé es un mamífero, Mandalaediciones, Madrid, 1990.
12.-
Rodríguez Rozalén, M. A., Manual práctico para Matronas, Ed, Arán, Madrid,
1999.
13.-
Ruiz, J., (Arcipreste de Hita), Libro del
Buen Amor, Anaya, Madrid, 2003.
14.- Smulders, B., Croon, M., Parto seguro, Ed. Medici,
Barcelona, 2002.
15.-
Towler, J., Bramall, J., Comadronas en la
historia y en la sociedad, Ed. Masson, Barcelona, 1997.
17.- Textos Sagrados:
La Santa Biblia; Antiguo Testamento (Génesis
y Éxodo).
Protoevangelio de Santiago.
Protoevangelio Pseudo Mateo
FOTO
008 Pedro Vidal y Manuel Solórzano en la Exposición “Ayer y Hoy de la
Enfermería en la Rioja” 2012
FOTOGRAFÍAS
Foto
1 Foto de la autora Catalina Fajardo y portada de la Revista de Enfermería
Foto 2 Lucy
(homínida bípeda). http://www.crystalinks.com/lucy.html
Foto 3 Isis,
Tueris, Heket y Meskhent.
Foto 4 Artemisa y Hera
Foto
5 Doña Leonor de Vivero quemada en la hoguera.
Foto
6 Portada del libro del arte de las comadres o madrinas y del Regimiento de las
Preñadas y paridas y de los niños y dibujo de mujer de parto.
Foto 7 Catalina Fajardo. Jornada de
Matronas
Foto
8 Manuel Solórzano. Ayer y Hoy de la Enfermería en La Rioja. Mayo 2012
AGRADECIMIENTO
ESPECIAL
Colegio Oficial de Enfermería de La Rioja
Pedro Vidal Hernández
AYER Y HOY DE LA ENFERMERÍA EN LA RIOJA.2012
COLABORADORES:
Raúl Expósito González
Enfermero.
Servicio de Salud de Castilla – La Mancha. Ciudad Real. Experto en Barberos, Ministrantes y Sangradores
Jesús Rubio Pilarte
Enfermero
y sociólogo. Profesor de la E.
U. de Enfermería de Donostia. EHU/UPV
Miembro no numerario de La RSBAP
Manuel Solórzano Sánchez
Enfermero
Hospital Universitario Donostia de San Sebastián. Osakidetza /SVS
M. Red Iberoamericana de Historia de la Enfermería
Miembro no numerario de La RSBAP
2 comentarios:
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Tomás Urien
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