sábado, 26 de junio de 2010

IV JORNADAS NAVARRAS DE ENFERMERÍA OFTALMOLÓGICA

TRATAMIENTO ACTUAL DE LA RETINOPATÍA DIABÉTICA

Celebradas el día 18 de junio de 2010 en Pamplona, en la sede del Colegio Oficial de Enfermería de Navarra, en la calle Pintor Maeztu nº 4 bajo.
Las directoras del curso fueron las enfermeras del Servicio de Oftalmología del Hospital Reina Sofía de Tudela (Navarra). Son veteranas organizando congresos y jornadas, a cada cual más espléndida. Son Julia Sánchez Jarauta y Mª Cruz Imaz Prim. En todo momento estuvieron apoyadas por la secretaría técnica de la jornada Ana María Molina Sanz del Hospital Reina Sofía de Tudela (Navarra).

A las jornadas acudieron 50 enfermeras, aforo máximo del salón del Colegio para ese evento. Eran de las provincias colindantes como Gipuzkoa, Álava, Logroño, Zaragoza y Huesca. A las nueve se inauguró la jornada por las directoras del curso y por el Presidente del Colegio Oficial de Enfermería de Navarra Pablo J. de Miguel, que nos dio una cálida bienvenida.
Foto 001 Presidente del Colegio Oficial de Enfermería de Navarra Pablo J. de Miguel

Nos presentaron a las dos ponentes que iban a estar toda la mañana con nosotros impartiendo sus enseñanzas y su saber. Inmaculada Pérez Soto y Marisa Parrado Villalibre, enfermeras del Instituto de Oftalmología Aplicada (IOBA) de Valladolid. Especialistas en enfermería oftalmológica. Como siempre magníficas en su disertación y dotes didácticas, igual que sus compañeras del Hospital Reina Sofía de Tudela y directoras del evento.

Se entregó la documentación a la entrada de la jornada con el resumen de todas las ponencias, y así dio paso al empiece del curso con el tema “Definición y descripción de la Retinopatía Diabética”, fue impartida por Marisa y resumiendo: Se empezó hablando de la definición de la Diabetes mellitus, que es una enfermedad metabólica crónica, que cursa con niveles altos de glucosa y tiene una fuente importante de complicaciones. Tiene una gran importancia socio-sanitaria, con una elevada prevalencia, con afectación en diferentes órganos y con un alto coste social y económico. Habló de los tipos de diabetes que hay, su etiopatogenia y los factores que influyen como son genéticos, ambientales, geográficos y variaciones estacionales. Hay que inculcar a los pacientes “un cambio de estilo de vida” como son la dieta y el ejercicio diario.

Siguió Marisa con el tema “Complicaciones Oculares en la diabetes”. Es la responsable del 20 al 30 % del total de las cegueras, con una probabilidad de quedarse ciego entre un 20 a un 40 % superior a otras patologías, también es responsable de numerosas manifestaciones clínicas que además pueden afectar a distintas estructuras oculares y que alteran la agudeza visual.

Dividió la charla en anejos y superficie ocular, córnea, glaucoma, iris, cristalino, vítreo, retina, patologías neuro-oftálmicas, alteraciones funcionales e infecciones. Sobre las cataratas en estos pacientes hay que decir que la aparición es más precoz, con una progresión rápida en el tiempo. La catarata senil es la principal causa de la disminución de la agudeza visual en diabéticos adultos. Es mayor la prevalencia en estos pacientes que en la población en general y además en mujeres. En cambio en la catarata metabólica o juvenil, se caracteriza por la aparición de cambios subcapsulares y opacidades policromáticas “en copos de nieve”.
Foto 002 Poentes y Presidente del Colegio de Enfermería
La retinopatía diabética es una complicación ocular de la diabetes mellitus que está causada por el deterioro de los vasos sanguíneos de pequeño calibre que irrigan la retina, es decir es una microangiopatía. Es la complicación ocular más importante de la diabetes, pudiendo dejar ciegos a un 80 % de la población que la padece. Hay diferentes tipos de diabetes, y de tratamientos, grado de control metabólico, tiempo de evolución, hipertensión, tabaquismo, nefropatías, neuropatías, sobrepeso y embarazo que pueden influir en la enfermedad.

El mantener cifras altas de glucosa, se traduce en unas alteraciones y lesiones en el fondo del ojo y es importante e imprescindible conocer las lesiones y signos de la retinopatía diabética para interpretar su gravedad e iniciar el tratamiento correspondiente. Clínicamente hay dos tipos de manifestación: las asociadas, con un aumento de la permeabilidad vascular: como los microaneurismas, hemorragias intrarretinianas y por otra parte las asociadas a fenómenos vasculares obstructivos, como son los depósitos algodonosos, anomalías vasculares y neovascularización. Y para terminar nos habló de la Escala Internacional de severidad de la retinopatía diabética.

Sobre el edema macular nos habló que es un engrosamiento de la retina en el área macular y puede estar acompañado o no de exudados duros. Es una causa muy importante de pérdida de visión en la diabetes mellitus tipo II, no tanto así en la diabetes mellitus tipo I. Hay un aumento de la prevalencia relacionada con la duración de la enfermedad y hay un 4 % de los afectados que tiene la lesión en la zona central. Los factores de riesgo son el tiempo de evolución, los niveles altos de la hemoglobina glicosilada, la proteinuria, la hipertensión y los lípidos. Se divide en ausente y presente. En el edema macular ausente no hay engrosamiento retiniano, ni exudados en el polo posterior. En el presente hay un engrosamiento y/o exudados en el polo posterior.

Inmaculada nos habló del “glaucoma neovascular” descripción anatómica, definición: es un tipo especial de glaucoma secundario que se produce como consecuencia de la formación de nuevos vasos sanguíneos en el iris (rubeosis iridis). Estos nuevos vasos acaban por provocar una obstrucción en la circulación del humor acuoso por la cámara anterior del ojo, lo cual desencadena una hipertensión ocular. Se produce como consecuencia de una falta de oxígeno crónica y mantenida de la retina. En respuesta a la misma el organismo produce una serie de sustancias que estimulan la formación de nuevos vasos sanguíneos, este fenómeno se llama neovascularización.

Los síntomas son congestión ocular, cursa con mucho dolor, cefalalgias, disminución de la agudeza visual y amaurosis. Los signos son inyección ciliar y conjuntival, quemosis, miosis relativa por defecto pupilar aferente relativo, en algunos casos se observa midriasis. Dilatación y tortuosidad de los vasos de iris, neovascularización del iris (rubeosis) y del ángulo, sinequias anteriores y posteriores. Como conclusiones hay que destacar la detección precoz, el adecuado manejo de la retinopatía diabética y el tratamiento sintomático.

Con el tema “neuroftalmopatía diabética", incidió sobre todo en la parálisis del III par craneal, VI par craneal y IV par craneal. De todos ellos habló de las causas, diagnóstico diferencial y tratamiento, todo ello expuesto con magníficos vídeos de los diferentes pares craneales. Como conclusiones decir que es difícil su detección, que hay que observar siempre al paciente y hay que educar muy bien en su control metabólico. Todos los pares fueron expuestos con magníficas imágenes y vídeos.

Con el tema “Exploración en el paciente diabético” además de la exploración del polo anterior y del polo posterior, tenemos las técnicas de imagen como son la retinografía, la angiografía, la ecografía y la OCT. Habló también del biomicroscopio, su utilización, exploración del fondo del ojo, la oftalmoscopia indirecta. En este tipo de pacientes siempre hay que dilatarlos, para poderles ver bien el polo posterior. También nos enseñó la utilización de las diferentes lentes que nos van ayudar a ver mejor el ojo.
Foto 003 Salón de la Jornada de Oftalmología
Un capítulo aparte le llevó a recordarnos como realizar bien una angiografía, nos habló de los tipos de retinografía a realizar: a 50º, a 35º, retinografías estereoscópicas de 20º, con luz aneritra (que elimina el rojo), con autofluorescencia, AGF, y si es necesario ICG. Es muy importante los tiempos de realización de la AGF, ya que las lesiones diabéticas aparecen enseguida del comienzo de la prueba. Y tener siempre mucho cuidado con las alergias y las reacciones adversas que pueden ser leves, moderadas y severas. Posteriormente siguió enseñando las diferentes pruebas como la OCT.

Casi al mediodía se paró media hora para compartir un café y un suculento almuerzo donde había toda clase de viandas. Para los buenos comedores, estaba extraordinario.

Siguió la jornada con Marisa que nos habló de la “Telemedicina” y de las campañas de Prevención de la OMS de la ceguera por la retinopatía diabética cuyo objetivo fundamental es reducir en al menos una tercera parte los casos nuevos de ceguera por diabetes.

Y para terminar la jornada Maku nos dio los últimos temas entre ellos el “Tratamiento de la retinopatía diabética”, donde nos decía los diferentes tratamientos que hay, resaltando que con un tratamiento a tiempo, el 90 % de las pérdidas severas de visión podrían evitarse. Nos habló de la fotocoagulación de los tipos de láser que hay, de la potencia y duración del impacto y de la repetición del intervalo entre los disparos de láser. También nos habló del tratamiento del edema macular, de los antiinflamatorios y de los antiangiogénicos, de los nuevos proyectos que se están estudiando, de la angiogénesis, de las inyecciones intravítreas.

También tuvo un capítulo aparte la vitrectomía, con excelentes vídeos, como se realiza y porqué se realiza, los gases intraoculares y el aceite de silicona, y las complicaciones que se puedan derivar de este tratamiento.

Para ir terminando nos habló sobre “el control metabólico y los factores de riesgo”, la declaración de Sant Vincent (1989), las recomendaciones de evitar el sobrepeso, el sedentarismo, la hiperglucemia, la hipertensión, la hipercolesterolemia y el tabaquismo, en conclusión realizar un cambio de estilo de vida, que incluya el abandono del tabaco, una dieta personalizada (educación diabetológica), un aumento de la actividad física y una modificación de conducta. Como conclusión decir: que la mayoría de los pacientes diabéticos no tienen un buen control glucémico ni de otros factores de riesgo. La relación que el profesional de enfermería tiene con los pacientes, hace que sea el candidato ideal para desarrollar programas de Educación en Diabetes.
Para terminar con el capítulo “Recomendaciones en el seguimiento de un diabético” y “Cirugía de cataratas en personas con diabetes”. Nos hablaron de las recomendaciones y problemas que puede presentar un paciente diabético en la operación de cataratas y el estudio que ha realizado el IOBA.
Foto 004 Ponenetes y Organizadoras

Es un orgullo para la enfermería española poder contar con tan excelentes enfermeras como con Inmaculada Pérez Soto y Marisa Parrado Villalibre, por sus enseñanzas y buenas dotes didácticas, (por algo será que estas enfermeras del IOBA es el cuarto año que van a Pamplona a impartir su saber); Y con Julia Sánchez Jarauta y Mª Cruz Imaz Prim, en la organización de las jornadas, a las que por medio de estas líneas quiero animarles a organizar las V Jornadas Navarras con tanto cariño y buena organización como éstas que hoy han terminado.

Manuel Solórzano Sánchez
Enfermero Servicio de Oftalmología
Hospital Donostia de San Sebastián.
Director de la Revista y vocal del País Vasco de la SEEOF
Miembro de Eusko Ikaskuntza
Miembro de la Sociedad Vasca de Cuidados Paliativos
Miembro del Comité de Redacción de la Revista Ética de los Cuidados
Miembro de la Red Iberoamericana de Historia de la Enfermería
masolorzano@telefonica.net

domingo, 20 de junio de 2010

AMBROSIO PARÉ, UN APRENDIZ DE BARBERO

Ambrosio Paré (1510-1590) nació en Bourg-Heret en Laval, en la región francesa del Maine hijo de un artesano y una prostituta. Debido a su origen humilde no tuvo una formación académica, por lo que desconocía el griego y el latín, y utilizó el francés para redactar sus obras. El hecho de utilizar la lengua vernácula permitió una amplia difusión de sus tratados entre los profesionales de la medicina y el público en general.
Foto 001 Ambrosio Paré
Siendo muy joven, se fue a Paris para emplearse como aprendiz de barbero o cirujano barbero, nombre por el que se conocía a una clase inferior de cirujanos. Estos últimos estaban por debajo de los llamados cirujanos de bata larga, que estudiaban en la Escuela de San Cosme (patrón de los médicos) y conocían las lenguas clásicas y los escritos de Galeno. Los cirujanos barberos eran considerados como trabajadores manuales que, además de tratar heridas, cortaban el pelo, afeitaban y realizaban sangrías.

A los 17 años logra entrar como enfermero en el gran hospital de París fundado en el siglo VII, el Hòtel de Dieu, en el cual trabajaría entre 1533 y 1536. Las condiciones en este hospital eran bastante deficientes debido a las condiciones higiénicas y a que los enfermos se encontraban hacinados sin distinción de sexos. Además las operaciones se realizaban en los pasillos, no en salas de operaciones específicas. Debido a esta precariedad el nivel de mortalidad era muy alto, razón por la que la cirugía en aquella época tenía tan poco prestigio.

Durante los tres años que trabajó en el Hòtel de Dieu, aprendió y realizó las prácticas sobre cirugía militar y así le siguió al ejército francés en su marcha a Italia. En 1536 es contratado por un oficial del ejército para servirle como cirujano militar de las tropas francesas en las campañas de Italia, práctica habitual en la época. Su primera misión se presentó en la guerra del Piamonte durante el asalto de Francisco I a Turín (1537). El amanecer que siguió a aquella noche sangrienta en el sur de los Alpes trajo consigo un nuevo capítulo en la historia de la cirugía, pues desde aquel momento Paré emprendió con paso firme el camino hacia la reforma quirúrgica. No obstante jamás se negó a auxiliar a nadie. Paré no hacía distinciones: protestantes o católicos, españoles, franceses, alemanes, flamencos o italianos recibirían su atención.
Foto 002 Ambrosio Paré
En 1541 se convirtió en maestro barbero-cirujano y trabajó como cirujano del ejército. En aquella época las armas de fuego eran disparadas a distancias muy cortas debido a su corto alcance. Este hecho hacía que las heridas estuvieran rodeadas de pólvora. Además no estaba contemplado el tratamiento de las mismas en los escritos de Galeno. La opinión generalizada era que la pólvora envenenaba la herida y para tratarla se utilizaba aceite de saúco.

Durante la batalla de Vilaine, hizo su primer gran descubrimiento. Debido a la falta de aceite, creó su propio remedio "contra el dolor producido por armas de fuego". Este consistía en una yema de huevo, aceite de rosas y trementina. Al día siguiente de usar esta aplicación emoliente comprobó su efecto benéfico. Posteriormente, en la batalla de Dauvilliers aplicaría por primera vez la técnica de la ligadura de las arterias a los muñones de las amputaciones. Aunque la ligadura de vasos ya era conocida, ésta no se aplicaba a las amputaciones. Los muñones se cauterizaban con hierro al rojo vivo, técnica que resultaba poco efectiva. Para atar los vasos utilizaría fórceps y puntos de sutura. El éxito de Paré con esta técnica significó un gran avance para la cirugía.
Foto 003 Ambrosio Paré
Pasó casi toda su larga vida en campaña, participando en numerosas batallas y en asaltos y sitios de ciudades y fortalezas, en una de cuyas ocasiones cayó prisionero de los imperiales.

Su tarea principal era el cuidado de los heridos, sin otra recompensa, según contó, que la amistad de muchos soldados valientes. Cuando la casualidad le llevó a la sitiada Metz, lo pasearon los soldados en hombros por la ciudad. Sin embargo, su categoría llegó a ser muy elevada, pues sirvió como cirujano nada menos que a cuatro reyes franceses.

En 1545 publicó un tratado sobre el tratamiento de heridas por arma de fuego, "Méthode de traiter les plaies faites par les arquebuts et autres bastons à feu, et celles qui sont faites par la poudre à canon" (Método de tratar las heridas causadas por arcabuces y otros bastones de fuego y aquellas que son hechas por pólvora de cañón) considerado uno de los hitos del arte quirúrgico. En 1553 publica la segunda edición de esa misma obra. En 1561 dio a la imprenta su Anatomie universelle du corps humain. Publicó también otros tratados acerca del tratamiento de heridas y enfermedades.

En 1559, en la toma de Calais por los franceses, asistió al Duque de Guisa de una herida mortal. Los demás médicos del duque desistieron alegando que el duque no tenía remedio y su orgullo les impedía aceptar que un cirujano no académico como Paré pudiera hacer algo que ellos no podían. No sin muchos impedimentos consiguió Paré salvar al duque, el cual a partir de entonces llevó el sobrenombre del "acuchillado" por la tremenda cicatriz que le quedó en la cara.
Foto 004 Instrumentos de Ambrosio Paré
Tuvo también un papel destacado en el desarrollo de la obstetricia, mostrando que era posible dar la vuelta al niño antes del parto cuando se presentaban complicaciones debidas a su posición (versión interna cuando el feto viene de nalgas). Otras de sus aportaciones fueron la técnica más adecuada para la extracción de proyectiles y la utilización de tubos para drenar abscesos, bragueros para hernias y prótesis de miembros amputados.

Reformas quirúrgicas
Paré trato minuciosamente todos los aspectos de la cirugía de aquellos tiempos. El mundo futuro “decía él con firmeza” sólo podrá aportar mejoras de poca importancia, ya que los fundamentos están bien desarrollados. Una afirmación atrevida que, no obstante, se confirmó durante los dos siglos siguientes sin que nadie se diese cuenta de ello.

Las amputaciones imperfectas por lesiones del esqueleto debidas al empleo de armas de fuego complicaron la labor de los cirujanos. En la técnica de la amputación de aquellos tiempos se consideraba básico para contener la hemorragia cauterizar con hierros candentes la lesión producida por la amputación. El procedimiento causaba enorme dolor a los operados y a la vez provocaba lesiones de difícil curación y que casi imposibilitaban la aplicación de la prótesis.

Paré mismo aplicó este método durante mucho tiempo, pero en 1552 contenía ya las hemorragias cogiendo con pinzas las venas grandes y ligándolas con un hilo. Al principio, temió el fracaso de este método, y en toda amputación tenía preparados los hierros candentes. Para defenderse contra las críticas de su atrevido método, se refería Paré a un escrito de Galeno, en el que se recomendaba ya la ligadura de las venas.

En muchos otros sectores de la cirugía, llegó a aplicar nuevos procedimientos y atendía todos los casos con el máximo cuidado y rechazando toda rutina esquemática. Sacó así el máximo provecho de los conocimientos de la cirugía y de la anatomía y consideró a Andrés Vesalio “un hombre extraordinario y el mejor del siglo dentro de este ramo de la Medicina”.
Foto 005 Barbero y cirujano, obra del siglo XVII
Conservó Paré durante veintisiete años un cadáver, al que fue disecando todos los músculos del lado derecho. Y es que antes de intervenir casos nuevos ensayaba el cirujano con cadáveres y siempre se interesó por los hallazgos en las autopsias de los pacientes que anteriormente había tratado.

En 1564, publicó una monumental obra de cirugía, los "Dix Livres de la Chirurgie". La primera parte contenía anatomía y fisiología y la segunda, cirugía. En ésta se describían muchas técnicas quirúrgicas, siendo una de las más significativas el uso de ligaduras de grandes vasos en las amputaciones. También usaba un torniquete en sus amputaciones, para mantener los músculos retraídos con la piel, evitar la pérdida de sangre y embotar la sensibilidad. Definió los objetivos de la Cirugía anatómica del siglo XVI: "La cirugía tiene cinco funciones: eliminar lo superfluo, restaurar lo que se ha dislocado, separar lo que se ha unido, reunir lo que se ha dividido y reparar los defectos de la naturaleza." Las aportaciones de Paré a la Traumatología y Ortopedia son importantes. En primer lugar describe un nuevo método para el tratamiento de las heridas por arma de fuego, el lavado, que difiere del método clásico (cauterización con aceite hirviendo): "no puedo decir por qué razón, pero creo que uno de los principales medios para curar las heridas es conservarlas bien limpias". También fue el primero en describir la fractura de cuello femoral y los desprendimientos epifisarios en niños. Además describió un nuevo método para la reducción de la luxación glenohumeral.

Paré fue el primero en describir una fractura abierta tratada con éxito sin amputación. De hecho, fue el propio Paré el paciente, sufriendo una fractura abierta de tibia y peroné tras recibir una coz de su caballo. En palabras de Paré, citado por Colton: el caballo le coceó, fracturándole ambos huesos; al intentar dar un paso atrás "caí súbitamente al suelo, y los huesos fracturados saltaron hacia fuera, desgarrando la carne, la media y la bota". Por otra parte, diseñó una gran variedad de fórceps, instrumentos y férulas de todas clases. Con la ayuda de fabricantes de armaduras, diseñó miembros artificiales de hierro, perfeccionó el banco hipocrático para la reducción de luxaciones y diseñó un corsé para escoliosis y una bota para pies zambos. Además, en su obra "Monstruos y Prodigios" se recogen de forma pionera imágenes de patología ortopédica.
Foto 006 Explicaciones de Ambrosio Paré
La cirugía del Renacimiento se caracteriza en toda Europa por la división entre cirujanos y barberos; los primeros, con instrucción teórica, conocimientos de anatomía y de medicina; los segundos, poco más que curanderos ambulantes. Sin embargo, tanto unos como otros vieron amenazada su profesión por los médicos, cuya mejor posición social y preparación les proporcionaba una mayor clientela. Durante el medievo, esta intromisión fue evitada por el poderío de los gremios de cirujanos. Sin embargo, al debilitarse éstos, fue necesario el apoyo de las instituciones para la supervivencia de la profesión.

En España, el Protomedicato, fundado por los Reyes Católicos en 1477, era el responsable de la formación y protección de los cirujanos. En la misma época, en Francia se regularon los estudios de los cirujanos barberos (de toga corta) y los cirujanos de toga larga, que dependía de la Facultad de Medicina.

En España, las influencias de la cirugía renacentista llegaron con retraso. Aparecieron muchos autores que se ocuparon de las heridas de guerra. Antonio Pérez, de origen portugués, fue cirujano mayor de la Armada Invencible, y publicó en 1568 su obra "Summa y Examen de Chirurgia", dirigido hacia la docencia de los cirujanos romancistas. Luis Mercado (1525-1606) escribió "Institutiones Chirurgicae", para el aprendizaje de los cirujanos latinos. Otros autores publicaron obras quirúrgicas siguiendo el índice expositivo medieval, incluyendo capítulos sobre fracturas y luxaciones. Entre estos destacan: Juan Fragoso (1530-1597), Francisco Díaz (1525-1590) y Dionisio Daza Chacón (1513-1596). Por sus aportaciones, merece ser destacado Bartolomé Hidalgo de Agüero (1530-1597), profesor de Cirugía de Sevilla, que recomendaba no convertir una fractura cerrada en abierta.

Superstición
Paré
admitió también varias de las opiniones supersticiosas de su tiempo, y en una de las obras se puede encontrar una ingenua descripción de distintos animales fabulosos acuáticos y terrestres, ilustrada con fantásticos dibujos. Todo ello recordaba a la Edad Media y lo mismo ocurría en sus recetas.
Foto 007 Libro de Ambrosio Paré
Muy ingenuamente describió una magnífica pomada, el oleum cuticiorum, que había aprendido al cabo de dos años de un compañero, bajo la promesa de secreto absoluto: “Me rogó que me proporcionase un par de cachorros de perro recién nacidos, una libra de lombrices de tierra, seis onzas de trementina veneciana y una onza de aguardiente. Hirvió en mi presencia el aceite con los dos cachorros vivos hasta que la carne se desprendió de los huesos. Las lombrices las había matado antes en vino blanco para limpiarlas, y luego las hirvió en el aceite hasta que quedaron completamente secas, lo pasó todo por un lienzo con moderada presión y, terminado de colar, añadió la trementina y, finalmente, el aguardiente”.

No obstante, Paré se opuso a creencias todavía más supersticiosas en la terapéutica de entonces. Hacia mediados del siglo XVI se admitía generalmente que la carne seca de las momias tenía el don de evitar la coagulación de la mucosidad en los vasos, y por consiguiente, también el proceso patológico más peligroso y corriente. Las momias egipcias llegaron a ser un gran artículo comercial, y cuando el auténtico faltó, lo sustituían en extenso por falsificaciones. Un médico francés visitó Alejandría en 1564, donde conoció a un judío que trataba en momias que, en realidad, eran los cadáveres embalsamados de unos pobres, de los que el comerciante tenía almacenados como treinta. También en Francia se hacía un preparado falsificado, consistente en carne seca de bandidos ahorcados. Así, paré dijo que la carne de momia era una droga mala, que sólo producía dolores de estómago, vómitos y mal olor de boca.

Ambrosio Paré murió en 1590, a los ochenta años. Expertos de la Historia de la Medicina dicen que fue tan amado por los buenos como odiado por los malos, que en Paris eran la mayoría. Para usar sus propias palabras se puede decir que su obra parecía una luz encendida que no se perdía brillo al encender otras luces. Subrayó siempre ante sus discípulos que el alma de la verdadera ciencia se halla en la experiencia propia.
Foto 008 Alegoría de barberos y cirujanos de 1755
Y es que el gran progreso que trajo consigo el siglo XVI en la Medicina fue el hecho de que se atribuía mayor importancia a las observaciones que a los escritos. Se había aprendido a observar independientemente en el cadáver humano para observar y explicar los hallazgos. Sin embargo la respuesta a todas las preguntas referentes a la función de los órganos se redujo a explicaciones infantiles sobre lo que se consideraba la finalidad que Dios había dado a cada miembro de su creación. Se había considerado imprudente que el hombre hubiese intentado, mediante ensayos propios, comprender las leyes de los fenómenos vitales. El progreso de la ciencia fisiológica experimental empezó a principios del XVII. También en este aspecto hizo Italia grandes progresos, aunque el mayor desarrollo se observó en zonas nuevas, mucho más al norte de las fronteras de la cultura clásica.

Cuando terminó las campañas, debido a sus aportaciones y éxitos se convirtió en Cirujano Real y Médico de Cámara y consejero real asistiendo a cuatro reyes: Enrique II, Francisco II, Carlos IX y Enrique III. Se dice que estuvo con Vesalio en la corte cuando ocurrió el fatal accidente en un torneo del rey Enrique II. No pudo hacer nada por salvar la vida del monarca. Tampoco pudo salvar al rey Francisco II de su prematura muerte a los 16 años. Se le acusó de pertenecer a la religión reformada a pesar de que se casó por los ritos católicos y sus hijos estaban bautizados. Aun así en la fatídica Matanza de San Bartolomé tuvo que ser protegido por la corte (paradójicamente en esa corte estaban el rey Carlos IX y la reina madre Catalina de Médicis que eran los instigadores de la matanza).

Finalmente, la Escuela de Medicina de la Universidad de París acabaría por concederle en 1584 el bonete de doctor en Medicina debido a sus logros. Y es considerado como el padre de la cirugía moderna.
Foto 009 Ambrosio paré
Murió Paris el 20 de diciembre de 1590, a los 80 años de edad. Una recopilación de sus obras se publicó en París en 1575, y se reimprimió después en varias ocasiones. Aparecieron también varias ediciones en inglés, alemán y neerlandés.

Fotografías
Las fotografías están escaneadas de Internet

Bibliografía
Anécdotas y curiosidades a través de la Historia de la Medicina. 1994

Manuel Solórzano Sánchez
Enfermero Servicio de Oftalmología
Hospital Donostia de San Sebastián. Osakidetza /SVS
Director de la Revista de la Sociedad Española de Enfermería Oftalmológica
Vocal del País Vasco de la Sociedad Española de Enfermería Oftalmológica
Miembro de Eusko Ikaskuntza
Miembro de la Sociedad Vasca de Cuidados Paliativos
Miembro del Comité de Redacción de la Revista Ética de los Cuidados
Miembro de la Red Iberoamericana de Historia de la Enfermería
masolorzano@telefonica.net

sábado, 12 de junio de 2010

CONGRESO IBEROAMERICANO DE HISTORIA DE LA ENFERMERIA

III ENCUENTRO NACIONAL DE HISTORIA DE LA ENFERMERÍA

Cali (Colombia), Mayo 27 y 28 de 2010

Esta Reseña del Congreso la ha realizado Ana Luisa Velandia Mora, es enfermera Licenciada por la Facultad de Enfermería de la Universidad Nacional de Colombia, ha escrito numerosos artículos y libros sobre la Historia de la Enfermería en Colombia. Es Profesora Emérita Universidad Nacional de Colombia; miembro del Grupo de Investigación en Historia de la Enfermería de la Universidad Nacional de Colombia y Coordinadora de las Redes de Historia de la Enfermería, Colombiana e Iberoamericana.

En el año 2006 el Grupo de Historia de la Enfermería de la Universidad Nacional de Colombia, estando clasificado en Categoría A en Colciencias, decidió organizar lo que llamó en ese momento un Encuentro de Pares académicos en Enseñanza e Investigación en Historia de la Enfermería, que tuvo lugar en Bogotá en Agosto de ese año. En esa oportunidad, el Grupo de Historia de la Enfermería de la Universidad Nacional de Colombia aprovechó la ocasión para crear la Red Colombiana de Historia de la Enfermería.
Foto 001 Universidad Santiago de Cali. Colombia

En Diciembre del mismo año valiéndose de la presencia de varias enfermeras historiadoras de América Latina, en el Coloquio Panamericano de Enfermería, celebrado a comienzos del mes de Diciembre en Buenos Aires, un grupo de asistentes al evento, decidió crear la Red Iberoamericana de Historia de la Enfermería.

Dentro del primer encuentro realizado en Bogotá, se estableció la realización periódica de estos encuentros y en tal sentido, en Septiembre de 2008 se celebró en Medellín, organizado por la Universidad de Antioquia, el 2º Encuentro Nacional de Historia de la Enfermería, organizado en conjunto con un evento sobre el Desarrollo del Conocimiento de Enfermería. En esta oportunidad se aprovechó para realizar una reunión conjunta de las Redes Colombiana e Iberoamericana de Historia de la Enfermería y se aprobó que todos los ponentes nacionales pudieran ser miembros de la Red Colombiana y los ponentes extranjeros, de la Red Iberoamericana. Y el 3º Encuentro tuvo lugar durante los días 27 y el 28 de Mayo en la ciudad de Cali. Aquí la organización fue posible a la Universidad de Santiago de Cali, se propusieron hacer un Congreso Iberoamericano de Historia de la Enfermería, paralelo al encuentro nacional.
Foto 002 Inauguración III Encuentro Nacional de Historia de la Enfermería

La convocatoria a este evento fue muy amplia y se logró una alta participación, con más de 350 inscritos, de los cuales un número considerable eran estudiantes de los programas de enfermería de cuatro universidades del Departamento del Valle que cuentan con las respectivas unidades académicas.

Las conferencistas centrales invitadas por los organizadores del evento fueron: Isabel Antón Solanas, enfermera española con Doctorado en Historia de la Enfermería por la Universidad de Manchester, Reino Unido, quien presentó la ponencia: Historia de la Enfermería en España; la Hermana María Cecilia Gaitán, enfermera colombiana con Máster en Historia de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, quien presentó el trabajo: El Cuidado de Enfermería, Caso de la Congregación de las Hermanas de la Presentación; Ana Luisa Velandia Mora, enfermera colombiana con Ph. D. en Ciencias Médicas con énfasis en Salud Pública del Instituto de Medicina Sanitaria de San Petersburgo (Rusia), quien presentó una conferencia sobre: Historia Comparada en Educación de Enfermería; y Miriam S. Borenstein, enfermera brasilera con Maestría en Enfermería de la Universidad Federal de Santa Catarina (Brasil), quien presentó el estudio: Historia de la Enfermería en Brasil e Impacto de la Universidad Federal de Santa Catarina en América Latina.
Foto 003 Mesa Redonda de conferenciantes

Uno de los temas libres: Tres Escuelas una historia, fue presentado en sesión general por Consuelo Gómez Serrano, Magister en Salud Pública, Profesora de la Universidad Nacional de Colombia. Los demás temas libres fueron organizados en 4 sesiones alternas, dos de ellas sobre Enseñanza de la Historia de la Enfermería y otras dos sobre el tema Investigación sobre Historia de la Enfermería.

Dentro de la temática: Enseñanza de la Historia de la Enfermería, se incluyeron en una sala los siguientes trabajos: La iniciativa del Boletín Histórico de Enfermería, por Salvador Santa Bárbara, de España; Construcción histórica de las carreras de enfermería en Chile, por Edith Rivas Riveros; la historia del hombre en enfermería, por Juan Felipe Castaño; Experiencias en la enseñanza de la historia de la enfermería en la Universidad Central del Valle, por Paula Andrea Fontal; y las Tecnologías de Educación y Conciliación: un hecho histórico en la formación de postgrado en la Escuela de Enfermería de la Universidad del Valle, por Luz Ángela Argote; y en la segunda sala sobre el mismo tema, se programaron los siguientes trabajos: Construcción histórica de la carrera de enfermería en la Universidad de la Frontera Temuco – Chile, por Edith Rivas; la Cátedra de historia y filosofía de la enfermería en la Universidad del Tolima, por Magdalena Olivella; los Postgrados en la Escuela de Enfermería de la Universidad del Valle, por María Clara Tovar; la Visita Turística como recurso docente para la historia de los cuidados, por el enfermero español Isidoro Jiménez; y la Influencia de teorías y modelos de enfermería en el Hospital Universitario del Valle, por Carmen del Pilar Thorp.
Foto 004 De izquierda a derecha: Isidoro Jiménez, ponente, Isabel Antón, ponente, y Salvador Santa Bárbara

Dentro de la temática: Investigación de la Historia de la Enfermería, se escucharon en la Sala 1, los siguientes trabajos: Avances de la evolución histórica y curricular de la Facultad de Enfermería de la Fundación Universitaria de Ciencias de la Salud en Bogotá, por Lilia Quintero; Influencia de la Alianza para el Progreso en el desarrollo del sector salud en América Latina, por Lina Salgado; la Sangría a través del refranero español, por Isidoro Jiménez; Estrategia proyectiva desde una perspectiva histórica para investigar y desarrollar el Arte, por Francia Esther Herrera; y Recuperando la historia de las prácticas del programa de enfermería de la Universidad Santiago de Cali, por Gisela Belalcázar.

En la Sala 2, se hicieron las siguientes exposiciones: Creación de Grupos de Investigación en el Programa de Enfermería de la Universidad Santiago de Cali, por Zayder Triviño; el Cuidado realizado por Cuidadores informales a personas con diabetes mellitus tipo 2, un enfoque histórico y transcultural, por Lina Marcela Vera; Quiénes eran los estudiantes de la Escuela de Comadronas y Enfermeras de la Universidad Nacional de Colombia 1020 - 1937, por Gloria Stella Urbano; Recorrido histórico del programa de Enfermería de la Universidad del Tolima, por Elizabeth Fajardo; y Tesis de Estudiantes de la Escuela Nacional de Enfermeras de la Universidad Nacional de Colombia 1937 – 1944, por Elizabeth Vargas Rosero.
Foto 005 Diferentes momentos del Encuentro

La mañana del segundo día, se dedicó a un panel sobre la Enseñanza de la Historia de la Enfermería. Participaron en este Panel las Universidades del Valle del Cauca, a través de las siguientes colegas: la Magister Claudia Santamaría por la Universidad del Valle, la Magister Adiela Fernández por la Universidad Central del Valle, la Magister Leonor Cuellar por la Universidad Libre y la Dra. Olga Osorio, por la Universidad Santiago de Cali. Luego de la intervención de las tres invitadas, hubo una sesión de debate bajo la Moderación de la Hermana María Cecilia Gaitán, quien nos ahorró trabajo con el resumen de las intervenciones de las panelistas que presentó al final de la sesión, el cual organizó en fortalezas, debilidades y perspectivas, y nosotros aprovechamos su esquema.
Foto 006 Ponentes y en medio Isabel Antón y Ana Luisa Velandia

Fortalezas: los equipos de trabajo en los cuales a veces participa un historiador, la metodología utilizada que suele ser novedosa, que en algunas universidades ya se hacen trabajos de grado sobre el tema, los eventos sobre historia de la enfermería, la construcción de la identidad de enfermería a través del estudio de su historia como una aproximación al deber ser de la profesión y los modelos a seguir.

Debilidades: en ocasiones la historia de la enfermería no se estudia en un curso independiente, el número de estudiantes y su interés en “el aquí y el ahora”, el hecho de que los estudiantes no siempre están identificados plenamente con la profesión, la bibliografía todavía escasa y la falta de formación de los docentes en historia.

Perspectivas: la proyección de la enseñanza de la historia por ser parte de los contenidos mínimos en los planes de estudio de las Escuelas y Facultades de Enfermería; que la historia permee todo el currículo como un eje curricular, la metodología novedosa que se está utilizando adentrándose en la cultura del estudiante; la creciente aparición de grupos de investigación; tener dos asignaturas una para la historia de la profesión y otra para la evolución de la disciplina.
Foto 007 Estudiantes de tercer año y ponentes españoles

La sesión final se dedicó a las Redes de Historia de la Enfermería. Se hizo una introducción al tema con una charla de Ana Luisa Velandia M., sobre Redes Virtuales Académicas y a continuación se celebró una reunión conjunta de las dos Redes de Historia de la Enfermería, la Colombiana y la Iberoamericana. Dentro de las decisiones de la reunión se eligió la Unidad Académica encargada de organizar en el año 2012 el III Encuentro Nacional de Historia de la Enfermería; la acreedora a esta designación por el desarrollo mostrado del área de historia de la enfermería y la voluntad de continuar en su progreso, fue la Facultad de Enfermería de la Universidad del Tolima. El Acta de esta reunión se puede consultar como archivo adjunto en las páginas web de las dos redes.

Foto 008 Estudiantes de Enfermería de la Escuela Rosa Nury

Pero no todo fue trabajo académico, los organizadores del evento nos presentaron una interesante Visita Virtual por el Museo Florence Nightingale en Londres; al final de la tarde del primer día de labores, hubo una reunión social con dos grupos de músicos que pusieron a bailar a los asistentes, incluido los colegas españoles. Y, naturalmente, no faltó la buena comida en diferentes momentos del evento.

Desde aquí dar la enhorabuena a los organizadores de este magnífico evento y sobre todo a Isabel Antón y Ana Luisa Velandia por su trayectoria académica y por ser difusoras y promotoras de la Historia de la Enfermería, y sobre todo a todos los asistentes, Escuelas y Universidades de Enfermería ya que sin ellos no se podrían celebrar estos encuentros de Enfermería.

GRACIAS A TODOS LOS PARTICIPANTES, ESCUELAS DE ENFERMERÍA Y FACULTADES DE ENFERMERÍA

Manuel Solórzano Sánchez
Enfermero Servicio de Oftalmología
Hospital Donostia de San Sebastián. Osakidetza /SVS
Director de la Revista de la Sociedad Española de Enfermería Oftalmológica
Vocal del País Vasco de la Sociedad Española de Enfermería Oftalmológica
Miembro de Eusko Ikaskuntza
Miembro de la Sociedad Vasca de Cuidados Paliativos
Miembro del Comité de Redacción de la Revista Ética de los Cuidados
Miembro de la Red Iberoamericana de Historia de la Enfermería
masolorzano@telefonica.net






domingo, 6 de junio de 2010

LA PESTE EN LOS REINOS PENINSULARES

Según Documentación del Archivo Vaticano (1348-1460)

Vamos a transcribir del libro “La Peste en los Reinos Peninsulares, según documentación del Archivo Vaticano (1348-1460)”, este libro lo ha realizado el sacerdote franciscano alavés del Vaticano Saturnino Ruiz de Loizaga, prologado y presentado por Antón Erkoreka, director de la Fundación Museo Vasco de Historia de la Medicina y de la Ciencia “José Luis Goti”.
FOTO 001 Juan Pablo II y Saturnino Ruiz de Loizaga

El libro está patrocinado y editado por el Museo Vasco de Historia de la Medicina y de la Ciencia “José Luis Goti”, por la Diputación Foral de Bizkaia, por el BBK y por la Universidad del País Vasco / Euskal Herrico Unibertsitatea.

El libro consta de 125 páginas divididas en la presentación, introducción, parte primera La Gran Epidemia, parte segunda La Peste en los distintos Reinos, uno en el Reino de Navarra, dos en el Reino de Castilla (Calahorra, Palencia, Valladolid, Zamora, Madrid, Asturias, Galicia y Andalucía). En la tercera parte los detalles significativos que afloran en la documentación sobre la peste. En la cuarta parte Documentos, quinta parte cronología de los documentos, sexta bibliografía y los dos últimos el índice de personas y lugares.

Como nos cuenta Antón Erkoreka en su presentación, los cambios climáticos tienen una gran influencia sobre la aparición y desaparición de algunas enfermedades infecciosas. En el siglo XIV se inicia la llamada “pequeña edad de hielo” que modifica el clima del hemisferio norte, provocando ciclos de lluvias intensas seguidas de malas cosechas, hambrunas y periodos de gran inestabilidad como el que ocurrió tras, el que los documentos de la época denominan “diluvio universal”, de 1315 que duró hasta 1322 o los posteriores de 1324-1329 ó 1343-1362.
FOTO 002 Portada del libro

La pandemia de “peste negra” que se inicia en 1348 hay que situarla en ese contexto ya que su aparición repentina ese año y su desaparición del continente europeo, en 1720, sigue siendo un gran misterio. Se han planteado diferentes hipótesis para intentar explicar su brusca aparición y desaparición al hilo del triangulo que forman la rata, la pulga y el hombre.

Posiblemente la responsable del brote de la “peste negra” fue la propagación por Europa de la rata negra (Mus rattus) que se enseñoreó en nuestro continente durante tres siglos, provocando alrededor de una veintena de epidemias de peste, hasta que fue sustituida por la rata negra (Mus norvegicus) que no vehicula la pulga transmisora de la peste, la Xenopsylla cheopis, distinta de la pulga común (Pulex irritans).

La picadura de la pulga transmite a las personas el microorganismo responsable de la enfermedad, la Pasteurella pestis, y provoca en el paciente una reacción inflamatoria caracterizada por el aumento de volumen de los ganglios inguinales y axilares formando unas tumoraciones o bultos que recibían el nombre de “bubones” (de ahí el nombre de “peste bubónica”).
FOTO 003 Traje que tenían que llevar los médicos para no infectarse

Estos enfermos, a su vez, transmiten el germen por vía aérea, provocando en los nuevos infectados una neumonía gravísima, uno de cuyos signos es la cianosis u oscurecimiento de la piel que ha dado lugar al nombre de “peste negra”.

Pestis Justinianea
La Antiquité Tardive está plagada de calamidades en la Península Ibérica: las invasiones bárbaras, las guerras, las plagas de langosta como las de los años 578 y 579, las sequías seguidas de malas cosechas y hambrunas como las de los años 625 ó 707-709, en vísperas de la invasión musulmana y, por supuesto, las grandes epidemias como la denominada en la época “inguinalis plaga” o epidemia de peste bubónica que asoló el mundo mediterráneo en tiempos del emperador bizantino Justiniano (527-565).

Según el historiador Procopio de Cesaréa la epidemia estalló el año 540 en Etiopía, apareció en Egipto en otoño del 541 y desde el delta del Nilo, se extendió rápidamente por vía marítima y terrestre por toda la cuenca mediterránea y el Próximo Oriente.

En la Hispania visigoda apareció el mismo año 542 provocando “calamitates el miseriae”. No podemos evaluar la mortalidad que produjo, pero fue parecida a la de Constantinopla (300.000 muertes). Los rebrotes están documentados en Toledo (573), carbona (584, las costas mediterráneas (588) y una tardía aparición, “inmisericorditer”, en la última década del siglo VII en la Galia Narbonense (693-694) y en otras comarcas.
FOTO 004 La Peste Negra en Italia en 1348. Ilustración Marcello

La Peste Negra (1348)
A partir del año 1000 Europa experimentó un notable crecimiento demográfico que se vio truncado por los cambios climáticos del siglo XIV y, sobre todo, por la pandemia de peste procedente de Asia hizo su aparición en el cerco de Caffa, a orillas del Mar Negro, el año 1346. Las naves genovesas llevaron la enfermedad a Constantinopla en 1347 y desde allí a Europa Occidental a principios del año 1348. La mayoría de los investigadores sostienen que la pandemia provocó la muerte de la tercera parte de la población europea que, en aquella época, ascendía a 75 millones de personas.

A finales de la primavera de 1348 la epidemia entró por Francia a Navarra, siguiendo el camino de Santiago. La rapidez con la que se extendió y la enorme mortalidad que produjo son escalofriantes. Berthe habla de “hecatombe” en Navarra por “l´impacable association, au tours de l´epidemie, de la faim et de la peste”, afirmando que “le bilan este très lourd. Tout près de 40 % de feux anéantis et probablement des pertes globales de l´ordre de 50 %, si l´on ajoute aux membres des familles entièrement détruites, ls victimes enlevées aux foyers rescapés de la peste.

Monteano habla del 50 %, “Navarra vio desaparecer a más de la mitad de su población, aunque esta pérdida fue variable según las comarcas, así en Anue desaparecieron ocho de cada diez familias mientras que en la Sakana la pérdida fue de alrededor de un tercio de sus habitantes”. “En cuanto a los grupos sociales, la peste ha actuado como verdadera igualadora social, sin distinguir hombres y mujeres, entre ricos y pobres, entre artesanos y campesinos”. Esta cifra del 50 % de fallecidos es aplicable a la población de Euskal Herria como lo reflejan la cifra de aldeas abandonadas o “mortuorios” de Álava o el despoblamiento de la principal población de Bizkaia en esa época.
FOTO 005 Dibujos bíblicos

Durante estos 300 años las epidemias que brotaban y desaparecían sin orden ni concierto, provocaron una gran mortandad y múltiples problemas que se intentaron paliar, entre otras medidas, por medio de la intersección a santos como San Roque cuyas ermitas se multiplicaron sobre todo en el siglo XVII.

La Historia de las enfermedades
El Museo Vasco de Historia de la Medicina a lo largo de sus más de 25 años de historia ha prestado una atención especial al estudio de las pandemias y epidemias. Este libro sobre la peste viene a sumarse a otros libros y artículos que han publicado sobre el tema como la edición latina y castellana de “De Morbo Pustulato” 1584 de López de Corella. Trata de la enfermedad pustulada o lenticular, que los nuestros en Bilbao llamaban “tabardillo”. En este libro nos proporciona una de las primeras descripciones del tifus exantemático antes de la era microbiana.

Sobre esa misma enfermedad en la Guerra de la Convención han publicado otro libro que se centra en el ejército “Epidemias, hospitales y guerra en Guipúzcoa y Navarra a finales del siglo XVIII (1793-1795)”. Y un artículo sobre su incidencia en la población civil en Gipuzkoa, “Epidemia en Guipúzcoa durante la Guerra contra la Convención (1793-1795)”, escrito por Granjel, L.S.

El autor del libro
Saturnino Ruiz de Loizaga
es un sacerdote franciscano alavés, nacido en 1939, doctor en teología por la Pontificia Università Antonianum (Roma 1990) y licenciado en la Scuola Vaicana de Paleografia, Diplomatica e Archivistica (Cità del Vaticano, 1985). Vive en Roma, es especialista en temas medievales y un gran conocedor del Archivo Segreto Vaticano donde acude semanalmente.
FOTO 006 Franciscanos en el Vaticano. Saturnino el último de la derecha

A través del estudio directo de las fuentes, códices, registros y cartularios, Saturnino Ruiz de Loizaga nos ha dado todo un corpus relacionado con la historia medieval referente al País Vasco y Norte de Castilla difícil ya de superar y, que hace de este alavés, uno de los más prolíferos historiadores de la Edad Media en sus más variadas vertientes.

En plena madurez, cuenta ya con una producción científica y editorial ciertamente notable, no sólo por lo que se refiere al número de sus publicaciones y ediciones, sino también, y principalmente, en razón a la reconocida calidad de las mismas.

El acervo del material cultural producido por el autor en el período que va desde el año 1973 hasta el 2009 es considerable: más de quince libros y más de un centenar de artículos. Algunas de sus obras están agotadas y rebuscadas.
FOTO 007 Grabado de la peste negra

La Peste
La peste es una enfermedad infectocontagiosa que afecta tanto a animales como a humanos, y es causada por la bacteria Yersinia pestis. Se considera una de las zoonosis más reconocidas, más antiguas y de las más agresivas y potencialmente letales enfermedades bacterianas.

Peste negra
La peste negra fue una devastadora pandemia que asoló Europa en el siglo XIV y que causó la muerte de un 30 a un 60% de la población del continente europeo, reduciendo la población mundial estimada desde 450 millones hasta 350 ó 375 millones en el año 1400. La mayor parte de los científicos cree que la peste negra fue un brote de peste bubónica, una terrible enfermedad que se ha extendido en forma de epidemia varias veces a lo largo de la historia. La peste es causada por la bacteria Yersinia pestis que se contagia por las pulgas con la ayuda de la rata negra (Rattus rattus), que hoy conocemos como rata de campo.

El tabardillo en la Península Ibérica
En la Península Ibérica, el término tabardillo se detecta por primera vez en el texto de Juan de Aviñón, editado por Monardes en 1545, en el que se afirma que durante los años de 1393 y 1394, la ciudad de Sevilla sufrió repetidas epidemias de tabardillo.

Entrando en la Edad Moderna, la historiografía, basándose en los textos de Luis de Toro y del P. Luis de Mariana, afirma que hubo una primera epidemia en torno a 1489-1490, durante las guerras civiles de Granada previas a la conquista de la ciudad por los Reyes Católicos. Sin embargo, una atenta lectura de ambas fuentes permite comprobar que Toro se refiere a la segunda guerra de Granada (1568-1570) y que el texto del P. Mariana no es lo suficientemente explícito como para poder identificar la «peste» por él citada.
FOTO 008 Grabado de la peste negra

Más fiables parecen los testimonios posteriores. Luis Mercado, en su monografía sobre esta fiebre (1574), dice que «en los tiempos modernos, en el año de 1532, en diferentes tiempos y lugares, consta que se perdieron muchas vidas, en parte por la ignorancia de los médicos, pero en parte por su fiereza y maligna naturaleza». En 1553 debió de existir en Sevilla una epidemia de tabardillo, a la cual se refiere Francisco Bravo en su obra sobre la enfermedad, publicada en México en 1570.

Mejor documentadas están las epidemias sufridas en la Península durante los años siguientes, como las «pestes» citadas por Carreras a partir de 1555, que Pérez Moreda interpreta más bien como «tabardillos». «En la España interior, la coincidencia de la morbilidad y la crisis generalizada de subsistencias a raíz de las condiciones adversas de un invierno intempestivo hacen pensar en la posible extensión epidémica del tifus». Efectivamente, la asociación de hambre y frío sugieren más bien tifus que peste. Lo mismo decía Toro: «Puesto que hemos observado, no sólo en esta tempestad nuestra, sino antes (esto es en el año 1557, cuando fue vista por primera vez entre nosotros), que la fiebre se transmitía fácilmente de uno a otro, y con cierta miserable devastación, infectaba familias enteras». De ella se hace eco Juan Méndez Nieto, en sus Discursos Medicinales, al recordar la epidemia que arrasó Castilla en torno a 1557, dejando perplejos a los médicos por su alta mortandad13. Y el propio López de Corella recuerda que en 1558 hubo una epidemia que asoló España.

Por otro lado, Pérez Moreda incluye algunas referencias locales en Talavera de la Reina y Extremadura que apoyan esta tesis. En Cáceres la epidemia fue grave entre 1556 y 1558, pero especialmente en 1557. También Bernard Vincent cita un brote de tifus en 1557, aunque reconoce que está mal estudiado. En cualquier caso, estos testimonios dan fe de que hubo epidemias durante la segunda mitad de los años cincuenta, brotes que debieron tener menos peso que el aparecido a finales de la sexta década del siglo XVI.
FOTO 009 Expansión de la peste negra. 1347 - 1350

AGRADECIMIENTOS
Antón Erkoreka Barrena
Begoña Madarieta Revilla
Museo Vasco de Historia de la Medicina y de la Ciencia “José Luis Goti”

Fotografías
Las fotografías están escaneadas del propio libro y de Internet

Bibliografía
La peste en los Reinos Peninsulares. Según documentación del archivo vaticano (1348-1460) Saturnino Ruiz de Loizaga

De Morbo Pustulato 1584 de López de Corella
http://www.bizkaia.ehu.es/p209-shmhmco/es/contenidos/informacion/mhm_publicaciones/es_publi/adjuntos/De_morbo_pustulato_1584.Alonso_Lopez_de_Corella.pdf
FOTO 010 Begoña Madarieta y Manuel Solórzano

Manuel Solórzano Sánchez
Enfermero Servicio de Oftalmología
Hospital Donostia de San Sebastián. Osakidetza /SVS
Director de la Revista de la Sociedad Española de Enfermería Oftalmológica
Vocal del País Vasco de la Sociedad Española de Enfermería Oftalmológica
Miembro de Eusko Ikaskuntza
Miembro de la Sociedad Vasca de Cuidados Paliativos
Miembro del Comité de Redacción de la Revista Ética de los Cuidados
Miembro de la Red Iberoamericana de Historia de la Enfermería
masolorzano@telefonica.net

sábado, 5 de junio de 2010

ANGIOGRAFÍA FLUORESCEÍNICA

Introducción
La angiografía fluoresceínica (AGF) es una prueba diagnóstica que se emplea en oftalmología para ayudar a la interpretación de la patología retiniana. Se emplea fundamentalmente en la retinopatía diabética y la degeneración macular asociada a la edad (DMAE).

La AGF no es una prueba estática, sino todo lo contrario. Exige la observación de toda la serie angiográfica y no de un fotograma aislado, para poder hacer un juicio exacto de la prueba realizada, pues, a lo largo de la AGF, el aspecto va cambiando, por lo que siempre debe ser considerada como una exploración dinámica.

La angiografía, valora la circulación retiniana y el estado de la integridad del epitelio pigmentario.

La AGF se basa en el fenómeno físico de la fluorescencia que poseen determinadas sustancias.

Este examen no precisa hospitalización pero es necesario dilatar las pupilas por lo que se recomienda venir siempre acompañado. El paciente vendrá de su casa desayunado, y así tolerará mejor la prueba.

Para la realización de la angiografía fluoresceína, lo primero es preguntar al paciente si ha sido sometido a alguna otra angiografía o prueba de contraste, indagando así mismo sobre posibles antecedentes alérgicos y reacciones adversas.

La AGF consiste en la inyección intravenosa de un colorante, la fluoresceína sódica, que es transportado en la sangre tanto de forma libre como unido a la albúmina. Las soluciones diluidas absorben la luz con una máxima longitud de onda de 480 nm (azul) y la emiten con una longitud de onda máxima de 530 nm (amarillo-verde). Utilizándose filtros adecuados, la luz excitadora puede separarse de la luz emitida, siendo este fenómeno la base de la AGF.

Se inyectan 5 ml de solución de fluoresceína al 10-20 % vía intravenosa a través de un catéter. Tras un periodo de 15-20 seg. el colorante aparece en el ojo y se observa el tránsito a través de las arterias coroideas y retinianas, fotografiándose para su posterior estudio. Se trata de un estudio dinámico que demuestra la anatomía vascular y sus variaciones, así como sus cambios patológicos. Son puntos de especial interés el retraso o la falta de llenado de los vasos sanguíneos y las áreas de hipo o hiperfluorescencia.

Indicaciones
Se utiliza en las siguientes enfermedades: Degeneración macular senil (DMAE), Retinopatía diabética, hipertensión arterial, patología vascular de la coroides, retinopatías isquémicas periféricas, telangiectasias retinianas, neovascularización coroidea, oclusión de los vasos de la retina, miopías degenerativas, pliegues coriorretinianos, agujero macular, distrofias hereditarias, inflamaciones del epitelio pigmentario, enfermedades inflamatorias de la retina y la coroides, patología de papila y tumores de la retina y de la coroides.

Sala de Angiografía


El papel de la enfermera implica: reforzar la información proporcionada antes por el médico, explicando en que consiste la prueba y obtener el consentimiento informado para la realización de la AGF. Después de darle el consentimiento informado y explicado en que consiste la prueba, se le da a firmar al paciente (a un acompañante o familiar si el paciente no ve), y se mete en la historia del paciente.

Material necesario para venopunción


Consentimiento informado. Compresor. Gasas (no tienen porque ser estériles. Povidona Yodada. Guantes (no tienen porque ser estériles), pueden ser de látex o de vinilo. Catéter Vasocan de Braün 22 G1 (0,9 x 25). Tapón u obturador (puede ser amarillo o azul). Esparadrapo. Colirios (Tropicamida, Fenilefrina, Ciclopléjico). Ampollas de fluoresceína de 5cc. Endovenosa. 2 jeringas de 5 cc., una para la inyección de fluoresceína y otra para llenarla con 5 cc. de suero fisiológico (para pasar posteriormente a la inyección de fluoresceína, para que no queden cristales del producto anterior. No tiene ninguna base científica, pero el paciente lo agradece).
Tener siempre a mano o Urbason 40 mgr. E.V. o Fortecortin 40 mgr. E.V.

Es necesario informar al paciente de que la piel y la orina serán coloreadas durante unas horas hasta que se elimine todo el colorante, en el caso de la AGF.


Empieza la prueba
Se empieza dilatando ambos ojos e intentando tranquilizar al enfermo. Normalmente se dilata con colirio Tropicamida y Fenilefrina, a los 10 minutos se le vuelve a echar un par de gotas en ambos ojos, se les hace salir a sala de espera y se les dice que cierren ambos ojos un par de minutos para ayudar a que dilate antes.


Inserta un catéter intravenoso y administra la inyección del colorante fluoresceínico; observando en el paciente los efectos secundarios en todo el transcurso del procedimiento hasta terminar la prueba. Retira el catéter y despide al paciente con instrucciones verbales sobre posibles efectos secundarios e informándole de cómo manejarlos.


Se le mete el colorante despacio, y a los 19 segundos llega a la retina. El paciente puede presentar náuseas (No vómitos) que se le pasan a los varios segundos. En caso de tener náuseas, se le sienta en el sillón y se le hace aspirar en una gasa con alcohol), pasa rápidamente.





Tener siempre a mano o Urbason 40 mgr. E.V. o Fortecortin 40 mgr. E.V.

Se inyectan 5 ml. de solución de fluoresceína al 10 % vía intravenosa a través de un catéter. Tras un periodo de 12-20 seg. el colorante aparece en el ojo y se observa el tránsito a través de las arterias coroideas y retinianas, fotografiándose para su posterior estudio. Se trata de un estudio dinámico que demuestra la anatomía vascular y sus variaciones, así como sus cambios patológicos. Son puntos de especial interés el retraso o la falta de llenado de los vasos sanguíneos y las áreas de hipo o hiperfluorescencia.

Consiste en la inyección intravenosa de un colorante, la fluoresceína sódica, que es transportado en la sangre tanto de forma libre como unido a la albúmina. Las soluciones diluidas absorben la luz con una máxima longitud de onda de 480 nm (azul) y la emiten con una longitud de onda máxima de 530 nm (amarillo-verde). Utilizándose filtros adecuados, la luz excitadora puede separarse de la luz emitida, siendo este fenómeno la base de la AGF.

Se realiza la prueba


El 92 % de los pacientes toleran muy bien la prueba. El 8 % restante presentan náuseas (No vómitos).

Los efectos secundarios a la prueba angiográfica son dos. Los pacientes salen con la piel de color amarillo que desaparece en las horas siguientes. La primera micción es amarilla fosforita como el colorante que se les inyecta y pueden estar 48 horas orinando de color oscuro (como el kas naranja). Se le puede aconsejar al paciente el que beba abundantes líquidos para acelerar su eliminación.


Cuando se termina la prueba y se les retira el catéter que se les ha colocado, les digo que se aprieten cinco minutos en la zona de punción sentados en la sala de espera y luego que vayan a pedir cita para la consulta del médico, para láser o se les da el resultado con las fotografías para que se lo lleven al médico a su centro de salud o a su especialista. Además se despide al paciente con instrucciones verbales sobre posibles efectos secundarios e informándole de cómo manejarlos.

LOS CUIDADOS DE ENFERMERÍA SIRVEN PARA REBAJAR EL NIVEL DE ANSIEDAD QUE SUFREN ESTOS PACIENTES.

Complicaciones:
Dolor en zona de punción si extravasación del colorante.
Nauseas, vómitos y mareo, incluso pérdida de conocimiento.
Reacciones graves poco frecuentes, hay riesgo si es:
Alérgico
Enfermedad cardiaca.
Enfermedad respiratoria.
Fármacos para HTA y corazón.
Excepcionalmente shock grave o mortal durante examen o poco después.
Aconsejable esperar en la sala 10 minutos tras la prueba.


Complicaciones locales
Extravasación
Infección área punción
Tromboflebitis

¿Qué hacer ante una extravasación?
Suspender la inyección de Fluoresceína
Retirar el catéter
Administrar 1cc de mepivacaína sc
Hielo

Complicaciones sistémicas leves
Nauseas y /o vómitos
Urticaria
Síndrome vagal
Edema perioral y/o periorbitario
Boca reseca o aumento de la salivación
Sabor metálico
Sensación de mareo o desvanecimiento
Estornudos

NAUSEAS
El 92 % de los pacientes toleran muy bien la prueba. El 8 % restante presentan náuseas (No vómitos).

Es el efecto adverso que se produce con mayor frecuencia (5% de los casos).


Urticaria, es de carácter leve
Antihistamínico y corticoide

¿Qué hacer ante un síndrome vagal?
Aflojar la ropa
Administrar oxígeno
Toma de constantes
Glucemia
Administración medicación

Actuación ante una complicación sistémica grave
Suspender la administración de fluoresceína
Pedir ayuda
Acostar al paciente
Mantener venoclisis
Mantener vía aérea libre
Instaurar oxigenoterapia
Toma constantes vitales

CONTRAINDICACIONES
Contraindicaciones absolutas
Insuficiencia renal severa
HTA grave
Insuficiencia hepática grave
Asma bronquial


Contraindicaciones Relativas
Mujeres embarazadas
Mujeres en periodo de lactancia

Podemos afirmar que la técnica de diagnóstico oftalmológico de la Angiografía Fluoresceínica (A.G.F.) produce ansiedad en los pacientes con una significación muy superior a otras pruebas. (p<0,001)>
Cuando NO se le puede coger una vía al paciente

Hay una variedad de angiografía oral que consiste en ingerir una cápsula de 500 mgr. por cada 15 kgr. de peso, en zumo de naranja y se deja transcurrir de 30 a 45 y 60 minutos para realizar la serie angiográfica. Esta técnica no permite fotografiar los tiempos vasculares, pero es de utilidad en aquellos pacientes con venas inaccesibles, niños con bajo grado de colaboración o en los casos en que no sean de valor los tiempos vasculares.


Diálisis
Paciente que tiene posterior a la AGF, diálisis, hay que avisar siempre a la enfermera que se le ha efectuado la prueba, ya que el paciente va acudir amarillo, y habrá que cambiar todos los filtros al aparato de diálisis.

No se puede realizar
Hay pacientes neoplásicos que son portadores de reservorio venoso subcutáneo. En pacientes portadores de reservorio, no se puede realizar la prueba de la Angiografía. Habría que estar 48 horas limpiando el reservorio con suero fisiológico.


ANGIOGRAFÍA CON VERDE DE INDOCIANINA

I C G
Introducción
La Angiografía con Verde de Indocianina (ICG), es una técnica que es útil para el diagnóstico y manejo terapéutico de pacientes afectos de degeneración macular asociada a la edad para el tratamiento de las formas exudativas de la DMAE donde la membrana neovascular (NVSR) permanece oculta tras la realización de una angiografía fluoresceínica (AGF) convencional. Hay que tener en cuenta que la fotocoagulación con láser de la NVSR es en la actualidad el único tratamiento efectivo demostrado en la DMAE húmeda. La eficacia del tratamiento depende en gran parte de la exactitud con que se determine la localización y la extensión de la membrana.


Se disuelven los 10 cc. De agua de inyección con el polvo de la ampolla de ICG, se agita suavemente para que no se haga espuma y se sacan 2,5 cc de mezcla, para inyectársela al paciente. (Con una ampolla diluida vale para cuatro pacientes). Al terminar la prueba si sobra se tira a la basura. Se le pasa luego una jeringa con suero fisiológico para limpiar la vía.
Según los médicos que hagan la prueba, unos prefieren hacer la ICG primero y acto seguido la AGF y otros al revés. Primero la AGF y luego la ICG.


Como la ICG es una prueba que puede durar 30 o 40 minutos, hay veces que a los pacientes que se les realiza la prueba se les hace salir con la vía puesta a la sala de espera, entra otro paciente para realizarle la siguiente prueba, y luego vuelven a entrar para finalizar la prueba.

Se les retira el catéter, y se les dice que se aprieten la zona de punción durante cinco minutos.

Luego se pueden ir. No tiene efectos secundarios.

(No pueden realizar la prueba, los pacientes alérgicos al yodo o al marisco).

Bibliografía
Angiografía Fluoresceínica y Láser
. LXIV. Universidad de Santiago de Compostela. Sociedad Español de Oftalmología. Francisco J. Gómez-Ulla de Irazazabal; Borja Corcóstegui Guraya. Ponencia de la Sociedad Española de Oftalmología. Palma de Mallorca, 1988

Actitud del paciente frente a las pruebas cutáneas. Servicio de Alergología del Hospital de Amara de San Sebastián. Manuel Solórzano. XXI Congreso Nacional de la Sociedad Española de Alergia e Inmunología clínica. 1998

Terapia Fotodinámica. Importancia de la actuación enfermera. Servicio de Oftalmología del Hospital Universitario “Reina Sofía”. Feliciano Santos. Enfermero.

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Manuel Solórzano Sánchez
Enfermero Servicio de Oftalmología
Hospital Donostia de San Sebastián. Osakidetza /SVS
Director de la Revista de la Sociedad Española de Enfermería Oftalmológica
Vocal del País Vasco de la Sociedad Española de Enfermería Oftalmológica
Miembro de Eusko Ikaskuntza
Miembro de la Sociedad Vasca de Cuidados Paliativos
Miembro del Comité de Redacción de la Revista Ética de los Cuidados
Miembro de la Red Iberoamericana de Historia de la Enfermería
masolorzano@telefonica.net