jueves, 8 de mayo de 2008

LA VISIÓN DE LOS CIUDADANOS DEL SISTEMA SANITARIO
En Madrid se han presentado los resultados del estudio prospectivo Delphi "El futuro del SNS: la visión de los ciudadanos", el segundo informe de la trilogía sobre el desarrollo de la sanidad pública en los próximos 15 años según políticos, pacientes y profesionales sanitarios que realiza la Fundación Salud, Innovación y Sociedad.

El estudio –de ámbito estatal– fue llevado a cabo movilizando a 30 expertos en política sanitaria, que contribuyeron al diseño del cuestionario, y 151 líderes del asociacionismo cívico y de los usuarios y pacientes del sistema público de salud, y ha sido promovido por la Fundación Salud, Innovación y Sociedad, el Foro Español de Pacientes, la Universidad de los Pacientes y la Confederación Española de Organizaciones de Mayores (CEOMA), contando con el respaldo de Novartis.

Su principal objetivo fue analizar la percepción de los ciudadanos y pacientes sobre el futuro del SNS. La selección de los escenarios objeto de la consulta tuvo en mente la macroestructura del gobierno del SNS, los problemas emergentes de gestión, salud pública y servicios asistenciales, las modalidades de participación ciudadana, la corresponsabilidad con los profesionales y la implicación en la mejora de la calidad y diseño de la investigación biomédica.

El informe contribuye al consenso acerca de que el estado no puede influenciar las acciones de los ciudadanos sin su cooperación.

Trátese del cambio climático, de riesgos de salud pública, de peligros asociados al terrorismo internacional o en el impulso de comportamiento socialmente responsables, sólo se puede esperar algún progreso si los ciudadanos disponen de espacio y poder propio para ejercer -sin manipulación– su autonomía y control. Y para que eso ocurra, la participación ciudadana debe constituir el centro y no una dimensión subalterna del proceso de decisión.

Enfocado en la Sanidad, como servicio público, el informe proporciona información útil para el desarrollo estratégico y organizativo del asociacionismo de usuarios y paciente, permitiendo a la clase política entender y responder de manera más sensible a las reivindicaciones de corresponsabilización de la sociedad civil. También facilita la aprobación de líneas innovadoras para las administraciones públicas con la finalidad de facilitar la participación e implicación de la ciudadanía en los procesos de toma de decisiones y de representación en los niveles relevantes de gobernabilidad y gestión del sistema público.

El estudio avala cuatro grandes tendencias: la necesidad de democratizar la sanidad, el compromiso con la calidad, la importancia del asociacionismo representativo y el rechazo a que se establezcan fórmulas de co-pago de las prestaciones asistenciales sanitarias.

Democratización de la sanidad
La petición de una democratización formal del sistema sanitario enlaza con la petición de transparencia en la provisión de información sobre las condiciones de acceso, el proceso asistencial y los resultados obtenidos; una mayor capacidad de elección informada, el establecimiento de mecanismos y estructuras formales de representación en el gobierno de la sanidad y un mayor reconocimiento en los derechos y deberes de los pacientes.

Calidad y responsabilidad
Una segunda tendencia expresada en el estudio es el compromiso de las personas consultadas con la calidad y la sostenibilidad del SNS, destacando la introducción de las tecnologías de la información y la comunicación para evitar ineficiencias, la derivación de problemas de salud desde la atención especializada hacia una atención primaria más resolutiva y los servicios ambulatorios, la implicación de los profesionales de la enfermería en el seguimiento y el control del paciente, el establecimiento de indicadores de evaluación de la calidad y la implicación del propio paciente en el cuidado de su enfermedad.

Estas dos primeras tendencias: democratización y compromiso con la calidad tienen su punto de encuentro en el deseo de una mayor rendición de cuentas o accountability por parte de instituciones y profesionales.

Los consultados también manifiestan la necesidad de disminuir la asimetría de información y conocimiento en su relación con los médicos. Además, expresan el deseo de que los médicos estén mejor formados en habilidades de comunicación y relación con los pacientes.
Finalmente, cabe destacar que el mayor consenso del estudio se alcanza en el rechazo a las agresiones a profesionales.

Unidad de acción asociativa
Una tercera dirección de avance se asocia con el papel emergente de las asociaciones de ciudadanos y de pacientes, que actualmente aún se perciben atomizadas y fragmentadas.

Sin embargo, a pesar de reconocer la existencia de dificultades, los consultados pronostican el desarrollo de grandes asociaciones y confederaciones, gestionadas de forma profesional, con influencia real en la política sanitaria y que defiendan de forma unitaria la centralidad no retórica del paciente en el SNS.

Rechazo al copago
Y otra tendencia expresada en el estudio es la negativa, ya visualizada en otros estudios realizados en España, a aceptar el copago para las prestaciones que comprenden el acto médico o el ingreso hospitalario.

Curiosamente, este posicionamiento presenta un alto consenso, a pesar de que admiten de manera igualmente uniforme, posibles dificultades para mantener una cartera amplia de servicios de calidad con acceso universal y gratuito.

Además de las cuatro tendencias citadas, los participantes manifiestan la necesidad de que se mejora en las garantías de confidencialidad y privacidad, así como en la implantación de un consentimiento informado que garantice una explicación apropiada de los beneficios y riesgos de las intervenciones prescritas.
Fuente: jano.es

1 comentario:

XMMeijome dijo...

Un resultado interesante el de este estudio; lo triste es que sigan apareciendo constantes que ya se marcaban en el "informe abril" y que hacen que nos preguntemos ¿que se ha echo todo este tiempo?.

La enfermería debe hacer valer su papel de columna del sistema no solo por el número de profesionales sino por su presencia en todos los campos acompañando a los pacientes en todos los pasos de su proceso asistencial y en la atención preventiva y rehabilitadora sin olvidar el gran papel que tiene en la educación sanitaria en todos los ámbitos.