Foto 1 120 años Construyendo los Cuidados de Enfermería de Gipuzkoa. Manuel Solórzano
MÁS DE UN SIGLO PARA LA ENFERMERÍA GUIPUZCOANA
UN COLEGIO CON SU PROPIA HISTORIA
Se inaugura el Colegio de Practicantes de Gipuzkoa en el verano de 1904
Hablar de barberos de pueblo, de flebotomianos, de maestros de llagas, de herbolarios, de algebrista, de bizmadores, de batidores de cataratas, de hernistas, de sacamuelas, de ministrantes, de sangradores o de petriquillos nos lleva a otros tiempos de la profesión sanitaria de la Enfermería.
Ya que las primeras citas sobre el Colegio de Practicantes de Gipuzkoa datan del siglo XIX según revistas y documentos que obran en nuestro poder; crisis y momentos de auge se han sucedido, así como frecuentes cambios de situación.
A continuación, cuando surgieron el Colegio Oficial de Ayudantes Sanitarios, el Colegio de Ayudantes Técnicos Sanitarios y el Colegio de Enfermeras, aparecieron dificultades y cambios de ubicación y, de alguna manera, esta asociación guipuzcoana se unió a otras del estado con idea de defender sus derechos profesionales.
Desde sus orígenes, el concepto de enfermedad o defecto físico tenía un componente mágico, derivado del sistema de mitos, creencias y supersticiones que el hombre antiguo inventa, a modo de control ideológico para reducir el temor, para explicar los fenómenos de la naturaleza que no puede explicar. En ese contexto, la enfermedad es interpretada como un mal producido por los espíritus o un castigo de los dioses. Cada enfermedad iba unida a la superstición, el enfermo era atendido por familiares y estos recurrían a la figura del brujo, curandero o chamán.
En Hispania con la Monarquía Goda, reinando los visigodos, entre el siglo V y el VIII, aparece el “Fuero Juzgo o Libro de los Jueces”, en este libro ya aparece el nombre de nuestros antepasados los “sangradores”. En el siglo XIII en el Reino de Castilla y según el Código de “Las siete partidas” del Rey Alfonso X el Sabio, figuran con el nombre de alfajemes, también llamados vulgarmente barberos; debían de afeitar y sangrar en lugares apartados y no en las plazas y calles.
Ya nuestros antepasados empiezan a formar gremios y cofradías con un importante crecimiento de profesionales liberales como la nuestra.
Foto 2 Litografía de San Sebastián, 1800
Está escrito que en el siglo XIV se fundan las primeras Cofradías de Barberos y Cirujanos bajo la advocación de los Santos Patronos San Cosme y San Damián. Estas cofradías eran instituciones de carácter religioso - benéfico aunque en sus estatutos se dictaron normas sobre el ejercicio profesional, ya que para poder ejercer de cirujanos-barberos debían de ser examinados por dos cirujanos de la cofradía.
Ya vemos que cada Grupo, Gremio, Asociación, etc. Se van dando cuenta que no solamente es “cuidar”, sino que empiezan a mirar que hay que saber cuidar, y por eso se organizan en grupos y como decíamos antes para pertenecer a una cofradía tenía que pasar un examen y ser examinados. Se dan cuenta que hay que estudiar y que no sólo vale saber.
Gipuzkoa no fue ajena a cuanto ocurría en otros lugares más o menos cercanos, siendo la historia de los cuidados similar a la del mundo al que pertenecía. De la enfermería intuitiva se pasó a la recibida oralmente por los mayores de cada familia o comunidad, siendo entre los siglos X y XV cuando comienzan a identificarse a las personas que, primero por nobleza, caridad y cariño y, más tarde, por un salario, se dedicarán a atender las necesidades básicas de los afectados por la enfermedad.
En Gipuzkoa, desde 1485 hasta 1900, el número de centros hospitalarios o de socorro era muy escaso, tan sólo ocho centros. Hay datos de 1485 del Hospital de San Lázaro en el barrio de San Martín extramuros en San Sebastián. De 1535 hasta 1719 se conoce la existencia del Hospital de San Antonio Abad en el arrabal de Santa. Catalina. Posteriormente, en 1787, dicho hospital pasó a la calle 31 de agosto y en 1888 se traslada a la avenida de Navarra en Manteo. El Hospital de Tolosa se inaugura en 1860.
Foto 3 El curandero de Franz Anton Maulbertsch muestra a cirujanos, barberos y sangradores trabajando, 1785
En 1756 José Domingo de Ugarte sangrador de Idiazabal y trabajador en el Hospital de Cádiz le escribe al párroco de Idiazabal Xavier de Arrese, quejándose que no sabe nada de su mujer e hijos y al no saber nada de ellos, él se embarca a bordo de la nao San Sebastián.
Como consecuencia de las ya citadas leyes de los años 1855 y 1857, comenzaron a crearse las primeras asociaciones profesionales de la historia de la enfermería en el País Vasco y cuando los Practicantes salieron a la luz se integraron en los Colegios de Sangradores, diferenciándose de ellos tan solo en la titulación, hasta que en 1867 se prohibió ejercer la actividad si no se disponía del visto bueno otorgado por las facultades de medicina tras dos años de estudios y prácticas hospitalarias.
Durante la segunda guerra carlista en todos los batallones había un cirujano sangrador que, normalmente, era el Practicante que en cada pueblo estaba contratado por el Ayuntamiento. El largo periodo de las distintas guerras carlistas hace que sea en el Ministerio de la Guerra donde más documentación exista sobre el particular, dado que se encargaba de nombrar a los cirujanos sangradores de cada batallón.
En 1826 el Ayuntamiento de Hernani convoca la plaza de Cirujano - Sangrador. El Ayuntamiento de Hernani pide a los candidatos que presenten sus memoriales antes del día 1 de septiembre de 1826, y entre otras condiciones indica la necesidad de tener mancebo sangrador, y poseer la lengua vascongada.
Francisco Zaragüeta y Linzuain nace en Burguete el 28 de junio de 1796 en el municipio navarro de Espinal. Cursó estudios de Cirugía en el Colegio de Cirujanos de Navarra y obtiene el título de cirujano por la Universidad de Zaragoza, con fecha del 24 de agosto de 1821. Consigue la plaza convocada en el Ayuntamiento de Hernani.
http://www.euskonews.com/0298zbk/gaia29804es.html
Foto 4 Batallón de voluntarios “La Libertad” Liberales. Tuvo un eficaz apoyo sanitario, la brigada la componían 10 individuos al mando del médico Víctor Acha y Briones, portaban un brazalete con las letras SM (servicio médico), seis auxiliares y los tres practicantes: Julián Ezama (Sargento 2º), José Machicote (Cabo 1º) y Manuel Iturriaga (Cabo 2º). Documento Ayuntamiento San Sebastián. Autor: Otero. Fotos cedidas: Museo San Telmo
El 20 de diciembre de 1870 se crea en el municipio de San Sebastián el servicio sanitario del Batallón de voluntarios de La Libertad, un servicio integrado por tres practicantes, Julián Ezama, José Machicote y Manuel Iturriaga. Son ellos, junto con el practicante cirujano del Tercer Batallón Pascual Múgica, los primeros sanitarios que se conocen en la provincia de Gipuzkoa.
Si acudimos a las fuentes escritas de la época, los datos más antiguos sobre practicantes asociados y en defensa de sus intereses profesionales nos llegan de 1881, cuando el entonces Cuarto de Socorro reunía de forma periódica a un grupo de sanitarios presididos por Blas Benegas. En esa misma época, en 1883, las referencias de un sacerdote guipuzcoano, el Padre Oraian, al mundo de las prácticas sanitarias nos hablan de la primera partera de San Sebastián, Juana Mª Martínez. En esta misma época se suscribieron los primeros Estatutos y colegiación obligatoria, recogidos en el Real Decreto de 12 de abril de 1898.
Con estas primeras referencias históricas, logradas tras una ardua tarea de investigación en archivos, bibliotecas y hemerotecas provinciales y nacionales, ya hay quien piensa en la posibilidad de escribir la historia del Colegio guipuzcoano. Hasta el momento, sólo Sevilla ha recopilado y publicado los datos y documentación existente en su poder sobre la evolución de estos colectivos profesionales.
La larga historia transcurrida desde la aparición de los primeros profesionales de la Enfermería allá por la Edad Media, por llamarles de alguna manera, ha ido creando paso a paso, con leyes, decretos o, simplemente a través de sus actividades un colectivo altamente profesional que hoy integra el actual Colegio de Enfermería de Gipuzkoa.
Foto 5 Autoridades junto a un grupo de Damas Enfermeras Voluntarias de la Cruz Roja, en el Palacio de Miramar habilitado como hospital durante la guerra de África. Foto: Ricardo Martín, 1 de febrero de 1922
La historia del Colegio guipuzcoano en las diferentes ramas de las “Ciencias del Curar”, y desde la aparición en 1855 de la Ley General de Sanidad, por la que se establecen las bases para la creación de estas instituciones profesionales, atraviesa dos etapas de crisis fundamentales: el primero desde 1915 a 1920 y el segundo durante el período de la Guerra Civil Española, donde hay escasez de fuentes y la pérdida de numerosa documentación en este período.
En 1904 se reguló las carreras de Practicantes y Enfermeras y, dos años después, la venida a España de la reina Victoria Eugenia fue de gran importancia para nuestra profesión, puesto que ella trajo la filosofía de Nightingale y pronto la Sección de Hombres de la Cruz Roja se complementó con la Sección de Señoras, fundada por la reina. Y además se realizó en esta fecha la Constitución del Colegio de Practicantes de Guipúzcoa.
Entre los años 1915 y 1920 y según documentos pertenecientes al Colegio de Practicantes de Sevilla, en San Sebastián los problemas económicos hacen peligrar la permanencia del colectivo que, según parece, desaparece durante unos años.
Foto 6 Carlos de Uhagon, Alcalde de San Sebastián y Presidente de la Caja de Ahorros Municipal de San Sebastián. Autoridades, Médicos, Practicantes, Enfermeras e Hijas de la Caridad en el patio del Hospital Civil de San Antonio Abad, Foto: Ricardo Martín, 1915
En 1915 se publica el “Boletín de Practicantes” y el reconocimiento legal y profesional de las enfermeras religiosas de la Siervas de María, las enfermeras del Doctor Federico Rubio en la Escuela de Enfermeras de Santa Isabel de Hungría y las enfermeras laicas.
Cabe destacar la ilusión y la buena preparación que recibieron también los Practicantes y las Enfermeras guipuzcoanas superando con creces a los estudios que departían en otras provincias. Es verdad que en San Sebastián contábamos con la Reina María Cristina, que tuvo una especial predilección por la Cruz Roja de Gipuzkoa convirtiéndose en su Fundadora, Bienhechora y Presidenta. En el verano de 1917 se produce el primer Curso de Damas de la Cruz Roja y los exámenes para las enfermeras del Dispensario de Santa Isabel. Dichas enfermeras fueron instruidas por los Doctores Carlos Vic, Luis González Ayani y Mariano Echauz. Anteriormente dichos profesionales cursaban estudios con los programas de la Cruz Roja Francesa.
En su nueva andadura a partir de 1919, y gracias al Colegio de Médicos de Gipuzkoa que prestó su local y su revista, el Colegio de Practicantes vuelve a funcionar con fuerza, hasta la llegada de su segunda época de profunda crisis, en el período de la Guerra Civil. En reconocimiento a su inestimable colaboración, será nombrado Presidente Honorario el entonces presidente del Colegio de Médicos de Gipuzkoa, el Doctor Francisco Pérez Cuadrado.
Foto 7 Practicantes de San Sebastián. Foto cedida Familia Ayestarán, 1900
En ese mismo año, 1919, se crea paralelamente la Unión de Clases Sanitarias para médicos, veterinarios, farmacéuticos y practicantes, con 178 delegaciones y 1.370 colegiados en 48 colegios profesionales. Juan Ramón Aldasoro y Joaquín Núñez acuden en representación del Colegio guipuzcoano, a la Asamblea Vasca de Practicantes con el lema de “la unión representa la fuerza y en contra del intrusismo”. Además, un año antes también Gipuzkoa está presente en el intento de creación de una Unión de Practicantes del Norte, así como en el proyecto para la puesta en marcha de la Federación de Practicantes Vasco-Navarra.
En 1928 el entonces presidente Francisco Losada presenta algunas denuncias que nos llevan a comprobar el resurgir de la institución. Las matronas se suman a los Colegios de Practicantes, que a partir de entonces tendrán dos secciones, mientras surge la figura de la enfermera oficial como servicio social, un cargo para el que ya era necesario haber aprobado 4º de Bachiller. En esta época, entre los años 1928 a 1935, los Practicantes y Matronas se reúnen en el Colegio de Médicos de Gipuzkoa y en el Ateneo Guipuzcoano de San Sebastián.
En 1930 un Boletín Oficial Extraordinario de 21 de marzo ubica el Colegio de Practicantes en el número 6 de la Plaza de la Constitución, en su entresuelo derecha; un espacio de dos habitaciones situado encima de la actual Arkubide, en el que se agrupan 80 socios en pro de la “defensa de clase”. Las referencias recogidas en los documentos de la época hablan de otras ubicaciones para el colectivo de practicantes de la provincia - la Calle Mayor número 1º - 2º y la Calle Embeltrán número 11 - 1º-. Aunque es muy posible que otras ubicaciones además de éstas.
Foto 8 Hijas de la Caridad, con las Damas de Sanidad Militar y soldados en las escaleras del Hospital Militar General Mola, 1940
En 1933 se habla de un segundo piso en el número 4 de la calle Legazpi como nueva sede del colectivo de practicantes sanitarios, No hay demasiados datos para confirmarlo, ya, qué durante el período de la Guerra Civil, y en años posteriores, desaparecen un gran número de documentos, incluidas las Actas del colectivo.
Los acontecimientos de la guerra civil de 1936 encontraron al país carente de una estructura médico-sanitaria capaz de hacer frente a las muchas necesidades que a diario se presentaban. Fue necesario improvisar hospitales y dotar a los existentes de un mínimo de personal dispuesto a atender a enfermos y heridos. Algunos conventos fueron convertidos en hospitales militares, siendo numerosas las órdenes religiosas que se prestaron a tal fin: Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, Hijas de la Caridad de Santa Ana, Hermanas de San José, Carmelitas de la Caridad, Madres de la Enseñanza, Hermanas Mercedarias de la Caridad, Hermanas de la Consolación, Madres del Sagrado Corazón, Madres Irlandesas, Siervas de María, Siervas de María de Anglet, Siervas de Jesús, Madres Clarisas, Hermanitas de la Cruz, Hermanitas de los Pobres, además de los Practicantes, Matronas y Enfermeras, además de las Damas Enfermeras de la Cruz Roja y las Damas de Sanidad Militar.
En 1937 -el 8 de enero- se reanuda la actividad del Colegio con su presidente Román Elorz –ahora reelegido- a la cabeza y tras la apertura de un nuevo Libro de Actas. Se envía en esta fecha una comisión guipuzcoana a Burgos para actuar en pro de la defensa de Clase ante la Dirección General de Sanidad.
Pero los problemas económicos regresan y en 1938 el Colegio, al que desde 1933 -por orden de la Segunda República- están obligados a inscribirse todos los sanitarios en activo, se reúne en la Unión Artesana (Calle Soraluce, número 1), bajo la presidencia de Feliciano Galparsoro. Eso sí, parece que unos meses más tarde regresaron a la calle Legazpi.
En 1939, la empresa de la “Compañía del Tranvía” de San Sebastián, cuenta en su haber en su plantilla de un Médico y un Practicante, para atender a sus trabajadores.
Foto 9 Consulta del médico y el Practicante de la Compañía del Tranvía de San Sebastián. Pascual Marín, 1939
En 1940 las empresas “Michelín” y “Cementos Rezola” fueron de las primeras en Guipúzcoa en contar con un Practicante en su plantilla. En 1942 se crea el Seguro Obligatorio de Enfermedad.
Por esas fechas, las autoridades sanitarias estatales programan toda una serie de cambios en sus estructuras que llevan a la creación en 1944 de los Colegios Oficiales de Auxiliares Sanitarios con secciones independientes para Practicantes, Enfermeras y Matronas, con sede en la calle Pedro Egaña de San Sebastián. Las enfermeras ya aparecen así representadas en los organismos profesionales, en una época de la que, por desgracia, Manuel Solórzano, quien con ahínco continúa su labor recopilatoria, no ha encontrado datos significativos sobre el Colegio guipuzcoano de Enfermeras.
En 1951 el Practicante Joaquín Zufiaurre Esnal, puso la primera inyección de penicilina a un paciente en San Sebastián.
En 1953, Practicantes, Enfermeras y Matronas se unifican en una única carrera, la de Ayudantes Técnicos Sanitarios. Para entonces, el Colegio de San Sebastián se había ya trasladado, en 1948, al número 2 de la calle Pedro Egaña, un local de dos habitaciones y un sótano por el que pagaban 500 pesetas al mes. En este mismo local se sitúa, desde 1955, fecha en que se constituye, el Colegio de Matronas, mientras el Colegio de Enfermeras tuvo como sedes, por unos años, la delegación de Sanidad de la Avenida de Navarra, primero, y después, un pequeño ático en la calle Carlos I, número 9 de Amara.
Foto 10 Practicantes del Colegio de Practicantes de Guipúzcoa, asistentes al acto homenaje tributado a don Rafael Fernández Carril el día 12 de octubre de 1946, con motivo de su conferencia en esta ciudad de San Sebastián
En 1958 y por Orden de 13 de enero. Se dispone a los Ayudantes Técnicos Sanitarios la colegiación obligatoria, debiendo colegiarse en la Sección de Practicantes los A.T.S. masculinos; en la Sección de Enfermeras, los A.T.S. femeninos y en la Sección de Matronas, los A.T.S. femeninos especializados en asistencia obstétrica. En 1977 el 1 de abril se unifican los Colegios de Practicantes, Enfermeras y Matronas. En 1978 el 10 de octubre, se publican los Estatutos de la Organización Colegial de Ayudantes Técnicos Sanitarios, por el Real Decreto 1856/1978 de 29 de junio.
En la calle Pedro Egaña permanecerá el colectivo 35 años -hasta su traslado a la calle Manterola en junio de 1983- y será aquí donde se unificarán, el 1 de abril de 1977, las 3 Juntas de los Colegios correspondientes de Practicantes, Enfermeras y Matronas en una provisional que creará los nuevos Estatutos del Colegio de Ayudantes Técnicos Sanitarios y Diplomados en Enfermería de Gipuzkoa.
Para 1978, la nueva Junta Directiva del Colegio, presidida por Lourdes Altuna, cuenta ya con la presencia como tesorera de la que fue presidenta, Mª Jesús Zapirain. Bajo su mandato el Colegio ha experimentado su más reciente, y tal vez más notoria, transformación con el traslado a las nuevas instalaciones.
Foto 11 Presidentes de los Colegios de Practicantes, Matronas, A.T.S. y Diplomados en Enfermería de Gipuzkoa, hasta María Jesús Zapirain
El 13 de enero de 1997 se abren las nuevas instalaciones del Colegio de Enfermería de Gipuzkoa en la calle Maestro Santesteban que se inauguró el 8 de enero de 1998.
Ya en 1978 se celebran las primeras elecciones democráticas con el Colegio unificado, y en1983 se publica el Mapa Sanitario de la Comunidad Autónoma del País Vasco, y ordenación sanitaria territorial del País Vasco.
En 1979 y por Real Decreto, por el que se aprueba la conversión de la Escuela de Ayudantes Técnicos Sanitarios (A.T.S.), en Escuela Universitaria de Enfermería.
1997. 21 de noviembre. La unidad docente de enfermería de Donostia se transforma en la actual Escuela de Diplomados de Enfermería de San Sebastián- Euskal Herriko Unibertsitatea -Universidad del País Vasco. Posteriormente
Foto 12 Apuntes históricos de Gipuzkoa. Practicantes, Matronas y Enfermeras. 1904 - 2004
En el año 2007, el 2 de febrero tuvo lugar en el Salón del Trono de la Diputación Foral de Gipuzkoa la presentación del libro “Apuntes históricos de Gipuzkoa. Practicantes, Matronas y Enfermeras. 1904 - 2004” que, coincidiendo con la reciente celebración de su centenario, ha editado el Colegio Oficial de Enfermería de Gipuzkoa, en lo que constituye todo un hito para la entidad colegial ya que recoge y recopila parte de la historia de la profesión en Gipuzkoa a lo largo del último siglo.
El 4 de enero de 2016 se crea Facultad de Medicina y Enfermería de la UPV, que surge de la reorganización de la Facultad de Medicina y Odontología, la Escuela Universitaria de Enfermería de Leioa (inaugurada en febrero de 1978) y la Escuela Universitaria de Enfermería de Donostia-San Sebastián (constituida en 1997).
Existieron también practicantes de farmacia, ministrantes, enfermeros, barberos, practicante de cirugía menor, enfermero del pabellón de contagiosos, etc.
Sin duda, el Colegio está cambiando. La modernidad, funcionalidad y calidad de los servicios disponibles en su nuevo emplazamiento dan prueba de ello.
Foto 13 El 13 de enero de 1997 se abren las nuevas instalaciones del Colegio de Enfermería de Gipuzkoa en la calle Maestro Santesteban de San Sebastián
En el 2013 hay un cambio en la Presidencia del Colegio de Enfermería de Gipuzkoa, jubilándose la Presidenta saliente María Jesús Zapirain e incorporándose como nueva Presidenta María Pilar Lecuona Ancisar.
En estos momentos el Colegio de Enfermería de Gipuzkoa, se encuentra en obras para engrandecer y modernizar el edificio y mejorar las instalaciones para el buen desarrollo profesional de los colegiados guipuzcoanos y su formación.
Hoy en día la Junta de Gobierno del Colegio Oficial de Enfermería de Gipuzkoa, está formado por su Presidenta María Pilar Lecuona Ancisar; Vicepresidenta Gemma Estevez Martínez; Secretaria Ione Labaka Arteaga; Tesorera Toñi López García; Vocal I Ana Isabel Atienza Templado; Vocal II Mikel Rojo Salaverri; Vocal III Anunciación Jiménez Marcos; Vocal IV Borja Gil Fernández y Vocal V Oihana Echabe Ecenarro.
El Colegio está formado por las Comisiones siguientes: de Matronas, Salud Laboral, Enfermería Integrativa, Cooperación y Desarrollo, Salud Mental, Deontología, Vacunación, Pericial, Enfermeros Jóvenes, Geriatría, Pediatría y Salud Escolar; Familiar y Comunitaria y Primaria, Enfermeras Jubiladas (Guzar), Seguridad del Paciente e Historia de la Enfermería.
Información institucional
El Colegio Oficial de Enfermería de Gipuzkoa es una corporación de derecho público, amparada por la Ley y reconocida por el Estado, con personalidad jurídica propia y plena capacidad para el cumplimiento de sus fines.
Foto 14 Junta de Gobierno del Colegio Oficial de Enfermería de Gipuzkoa COEGI
Misión
Los fines esenciales de COEGI son:
Representar y velar por la defensa y desarrollo de la profesión y de sus profesionales, promoviendo la buena práctica y la dignidad profesional
Promover la visibilización y el reconocimiento social
Dar respuesta a las demandas y/o necesidades del colegiado en el marco de la actuación colegial
Colaborar en el desarrollo del sistema de salud y de la atención socio-sanitaria
Velar por la atención y la seguridad de las personas desde una práctica profesional ética y competente
Valores
Transparencia en la gestión.
Abierto al cambio en la participación.
Orientado al Servicio al colegiado.
Desde un comportamiento ético y responsable.
Comprometido con la mejora continua.
Con el fomento del trabajo en equipo.
Retos estratégicos
La participación e implicación de las colegiadas.
El desarrollo de la colegiada a través de la formación y la investigación.
La defensa de la profesión y participación con poder en ámbitos de decisión.
La promoción del prestigio y reconocimiento de la profesión.
La colaboración con agentes sociales, otras profesionales del sector y otras profesiones.
La gestión interna de calidad para garantizar la eficacia y eficiencia de la actividad.
Foto 15 Sello personalizado conmemorativo del Centenario de Florence Nightingale. Diseñado por la Comisión de Historia de la Enfermería del Colegio Oficial de Enfermería de Gipuzkoa / Gipuzkoako Erizaintza Elkargo Ofiziala y aprobado por Correos el 29 de mayo de 2021
https://www.coegi.org/college/commission_detail/15
¿Qué es la enfermería según el Consejo Internacional de Enfermeras CIE?
Para el CIE "La enfermería abarca el cuidado autónomo y colaborativo de individuos de todas las edades, familias, grupos y comunidades, enfermos o no, en todas sus configuraciones. Enfermería incluye promoción de salud, prevención de enfermedades y la atención a enfermos, discapacitados y al morir.
¿Qué importancia tiene el código de ética del CIE para las enfermeras?
La tradición ética de la enfermería es autorreflexiva, duradera y distintiva. Un código de ética para la enfermería hace explícitos las principales obligaciones, valores e ideales de la profesión. De hecho, informa cada aspecto de la vida del enfermero.
¿Cuáles son los 4 elementos del CIE?
El Código deontológico del CIE para la profesión de enfermería tiene cuatro elementos que constituyen el marco de las normas de conducta: la enfermera y las personas, la enfermera y la práctica, la enfermera y la profesión y la enfermera y sus compañeros de trabajo.
Consejo Internacional de Enfermeras CIE
El Consejo internacional de enfermeras (CIE) es una federación de más de 130 Asociaciones Nacionales de Enfermeras (ANE). Fundado en 1899, el CIE es la primera y más amplia organización internacional de profesionales de salud de todo el mundo. Dirigido por enfermeras y al frente de las enfermeras en el plano internacional, el CIE trabaja para conseguir unos cuidados de enfermería de calidad para todos, unas políticas de salud acertadas en todo el mundo, el avance de los conocimientos de enfermería y la presencia mundial de una profesión de enfermería respetada y de unos recursos humanos de enfermería competentes y satisfactorios. El sitio presenta información para los profesionales enfermeros, haciendo énfasis en los cuidados de enfermería de calidad y los recursos humanos de enfermería. Además, expone programas, proyectos, publicaciones, redes de enfermería, noticias y eventos.
Manuel Solórzano Sánchez
Graduado en Enfermería. Enfermero Jubilado
Insignia de Oro de la Sociedad Española de Enfermería Oftalmológica 2010. SEEOF
Premio a la Difusión y Comunicación Enfermera del Colegio de Enfermería de Gipuzkoa 2010
Miembro de Enfermería Avanza
Miembro de Eusko Ikaskuntza / Sociedad de Estudios Vascos
Miembro de la Red Iberoamericana de Historia de la Enfermería
Miembro de la Red Cubana de Historia de la Enfermería
Miembro Consultivo de la Asociación Histórico Filosófica del Cuidado y la Enfermería en México AHFICEN, A.C.
Miembro no numerario de la Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País. (RSBAP)
Académico de número de la Academia de Ciencias de Enfermería de Bizkaia – Bizkaiko Erizaintza Zientzien Akademia. ACEB – BEZA
Comisión de Historia de la Enfermería del Colegio Oficial de Enfermería de Gipuzkoa / Gipuzkoako Erizaintza Elkargo Ofiziala
Insignia de Oro del Colegio Oficial de Enfermería de Gipuzkoa. Años 2019 y 2022
Sello de Correos de Ficción. 21 de julio de 2020
Sello de Correos. 31 de diciembre de 2022
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