martes, 4 de abril de 2023

MODESTO HUICI ZALACAÍN IN MEMORIAM. CLÍNICA NUESTRA SEÑORA DE LAS MERCEDES. SAN SEBASTIÁN

 

 

Foto 1 Doctor Modesto Huici Zalacaín. Falleció el 13 de enero de 1919

 

CLÍNICA NUESTRA SEÑORA DE LAS MERCEDES. SAN SEBASTIÁN (4)

 

Bajo la dirección de los doctores Modesto Huici (2) y Luis Egaña (3)

 

Justicia a su memoria

 

Agradezco en alto grado la invitación que se me hace para contribuir a honrar la memoria del malogrado e inolvidable doctor Modesto Huici Zalacaín que trabajó en la Clínica Nuestra Señora de las Mercedes (4), y conmovido emito mi voto, homenaje, reclamando para éste, por primera vez en mi vida, por única vez en mi vida, la condición de calidad. Nadie en efecto, más calificado para juzgar a un hombre que sus maestros; porque el padre puede ser influido por la pasión, el amigo por el afecto de la fraternidad, el cliente por la gratitud, el coterráneo por la convivencia, el compañero por la colaboración y el favor mutuos; pero el maestro, por la altura en que se halla, por la actitud para discurrir las dotes intelectuales y morales, por lo temporal de su relaciones y por lo distinto y lo distante de las respectivas esferas de actividad; exento de favores que agradecer, de agravios que vengar y de competencias que temer, es, lo repito, el que puede dar un juicio sincero y acertado, sin temor de que se le tache de mandar, de apasionado ni de servil (1).

 

Foto 2 Villa Ferminatxo. Clínica de las Mercedes

 

Yo conocí a Modesto Huici, en mi cátedra de la Facultad de Medicina. Nadie se interesó por él, ni me lo recomendaron. Fue él, sólo él quién, a pesar de su carácter retraído, de su laconismo y su modestia, destacóse poco a poco y llamó mi atención progresivamente, primero por su puntual asiduidad, después por sus bien concertadas respuestas, más tarde por su curiosidad científica en la Clínica, últimamente por su reflexivos y certeros juicios, y siempre por tan correcto comportamiento en todo y con todos, que en más de una ocasión hube de ponerle como ejemplo y modelo.

 

En aquellos tres años de comunicación espiritual, mis relaciones con él pasaron también por tres grados; el primero de atención; el segundo de admiración; ¡el tercero de veneración!

 

Después de Licenciado vino a hacerme una visita de despedida, única que de él recibí durante su vida escolar. No quiero recordar sus palabras para mí, porque halagaron mi vanidad, tanto por su sentido como por el acento profundamente sincero con que fueron pronunciadas; pero sí recuerdo las mías.

 

¡Adiós, Huici! Son tantas y tan punzantes las espinas que tiene nuestra profesión, qué al recorrer sus senderos, usted como todos, la sentirá hundirse en carnes; pero usted, saldrá seguramente de entre los abrojos y alcanzará las alturas de la notoriedad y del respeto, porque caminará usted hacía el cumplimiento del deber y logrará el acierto con el bagaje del caballero y del cristiano y con las antorchas del talento y del estudio!

 

¿Acerté?

Los que han compartido con él las amarguras de la profesión, los que han seguido poco a poco su labor clínica, podrán decirlo con más conocimiento de causa que yo; porque desde aquella fecha sólo un día pude abrazarle, un día qué a pesar de su brevísima estancia en Madrid, fue a San Carlos a hacerme otra visita y estuvo a mi lado largo rato viéndome examinar (1).

 

Foto 3 El doctor Modesto Huici, operando a un enfermo

 

Entonces me enteré de que se había entregado a la práctica quirúrgica y no pude menos de decirle lo que me apenaba su resolución.

 

¡Tiene usted demasiada sensibilidad en el corazón, y demasiada exquisitez en el alma para que las emociones quirúrgicas no le abrevien la vida!

 

Vuelvo otra vez a preguntar ¿Acerté?

¿De dónde le ha venido al pobre Huici esa angina de pecho que le arrebató la existencia, según me dicen? No era viejo; no era fumador; no era avariósico; no era meioprágico. Rebuscando en la etiología de aquella enfermedad, ninguno de los factores que la integran puede creerse en acción contra Huici, y sin embargo, según referencias Huici ha muerto de una angina de pecho. Pues si no se me demuestra otra causa, déjame que vuelva a mi anticipaba persuasión:

¡Tenía Huici demasiada sensibilidad en el corazón y demasiada exquisitez en el alma para que las emociones quirúrgicas no le quitaran la vida!…

 

Con lágrimas en los ojos y sin lograr concluir una oración por su eterno descanso, por creer que no lo necesita, pues los hombres como él deben encontrar abiertas de par en par las puertas del Cielo, permitidme un arranque de vanidad: ¡Tengo a mucho honor haber contribuido a formar la personalidad científica de Modesto Huici!

¡Envidiadme! ¡Fui su Maestro! (1).

Arturo de Redondo

Catedrático de la Facultad de Medicina de Madrid

Madrid, febrero de 1919

 

También se despiden de él los siguientes Catedráticos:

Dr. R. Lozano. Catedrático de la Facultad de Medicina de Zaragoza

Dr. Isidoro de la Villa. Catedrático de la Facultad de Medicina de Valladolid

Dr. Gregorio Marañón. Médico del Hospital General de Madrid

Dr. J. Pérez Agote. Vicepresidente del Colegio Médico de Alava

César Sebastián. Inspector Provincial de Sanidad de Guipúzcoa

Ignacio Arteche Aramburu. Motrico

Dr. Manuel Bago

Dr. Luis Ayestarán Gabaraín

Saturnino Tellería. Legazpia

Dr. Ángel Calles. Farmacéutico del Hospital Civil

Dr. Raimundo Bueno. Doctor Raymond

Dr. Francisco Pérez Cuadrado (1).

 

1923 LA CLÍNICA DEL DOCTOR EGAÑA

 

CLÍNICA NUESTRA SEÑORA DE LAS MERCEDES

 

Para pagar una deuda de gratitud contraída con este querido compañero, escribo las presentes líneas, después de una visita hecha a la Clínica de Nuestra Señora de las Mercedes, situada en el aristocrático barrio de Ategorrieta.

 

Tiene el doctor Luis Egaña Monasterio (3), una personalidad propia que caracteriza a todos sus actos. Hombre culto, entusiasta por la profesión que estudia, trabaja, viaja mucho y ha visitado los principales centros quirúrgicos de España y del extranjero, era de esperar que al fundar una Clínica de nueva construcción, tuviese en cuenta todos los adelantos de la cirugía moderna, las últimas reglas de la higiene y el confort y buen gusto de estos centros del dolor, ya familiarizados con el público y que han sufrido una evolución que los aproxima al chalet cómodo y confortable, propio para el descanso y recreo, desapareciendo el antiguo olor a iodoformo y ácido fénico que los denunciaba como residencia de enfermos y hoy son sustituidos por el grato aroma de las flores campestres, del aire puro y oxigenado de las montañas (5).

 

Foto 4 Clínica Nuestra Señora de las Mercedes con jardines, en 1923

 

Y esta es la primera impresión de la Clínica del doctor Egaña, con su amplia fachada de estilo vasco, sencilla, elegante que responde al tradicional gusto de arquitectura del país. Su orientación al mediodía es la preferida por toda clase de edificios y el estar resguardado por la falda del Monte Ulía lo hace lugar alejado de los fríos y vientos, así como por el espléndido arbolado que tiene a su alrededor y lo convierte en sitio de tranquilidad donde el pobre enfermo no se ve atormentado por el continuo rodar de automóviles, camiones, tranvías y carruajes que continuamente pasan por la próxima carretera a Francia.

 

Toda su construcción es de cemento armado, previsión digna de tenerse en cuenta ante posibles incendios y fijando en los más pequeños detalles, vemos que los tabiques son dobles, muchas ventanas y balcones también con dobles vidrieras, las paredes interiores, todas sin ángulos fácilmente lavables por ser esmaltadas y los suelos también fáciles de limpiar por estar revestidos de «cork carpet» que es una sustancia inglesa, blanda, silenciosa, uniforme y de larga duración.

 

Este sistema de construcción tiene la ventaja de que al exterior no se ven tuberías de ninguna clase; las paredes de pasillos y habitaciones se encuentran limpias, blancas, brillantes y sin embargo entre las mismas pasan las instalaciones de luz, timbres, teléfonos, agua, calefacción, etc., que existen en abundancia y hasta con lujo en todos los cuartos y dependencias (5).

 

Foto 5 Clínica Nuestra Señora de las Mercedes en 1923

 

La clínica consta de cuatro plantas. En la planta baja están las cocinas, lavaderos, cuartos de plancha, calefacción del edificio, etc., y la parte técnica correspondiente a la Sala de radiografías, diatermia, electro-terapia y laboratorios.

 

En la planta principal a la que se llega desde el exterior por una corta y ancha escalera nos encontramos con un precioso vestíbulo de estilo andaluz, alegre y animado como la tierra de las flores y la poesía y que da acceso al amplio pasillo que comunica con las salas de espera, de consulta, de curas y de operaciones y con dos habitaciones destinadas a los enfermos que por su extremada gravedad, haya que practicar una operación inmediata o que por su estado obligan a un aislamiento del resto de la enfermería.

 

Como médico es natural que lo que más llamase mi atención fuera la sala de operaciones, grande, limpia, bien ventilada con luz zenital para las operaciones de día, con potentes focos eléctricos para las intervenciones de noche; su material quirúrgico es de lo más moderno y la mesa para operaciones, sistema gran modelo Scheazer dotada de toda clase de movimientos, fuerte, niquelada, sencilla y a la vez bonita.

 

El piso segundo es el destinado a la enfermería; todas las habitaciones son parecidas; en su mobiliario ha dominado la sencillez, limpieza y comodidad y todos los enfermos disponen de servicios de timbre, teléfono, luz, cuarto de aseo, retretes, baños y cuanto es necesario para una agradable estancia y fácil comunicación con las distintas dependencias y hasta poder hablar sin molestarse desde la cama, con sus familias y amistades (5).

 

Foto 6 La Reina María Cristina visitando la Clínica Nuestra Señora de las Mercedes en San Sebastián junto a su personal en el quirófano y con el doctor Luis Egaña Monasterio, propietario de la Clínica Nuestra Señora de las Mercedes en la Avenida de Navarra de San Sebastián. 1923

 

En el último piso está situada la capilla, donde diariamente se celebra la santa misa; las habitaciones de las Hermanas de la Caridad, los almacenes de útiles y aparatos y la habitación para el médico de guardia. Las Hijas de la Caridad se fueron a la Clínica del doctor Leandro Martín Santos, el Sanatorio Quirúrgico del doctor Martín Santos. En 1936 se cambian las Hijas de la Caridad, por las Hermanas de la Providencia, comunidad francesa con Casa Madre en Lectoure, próximo a Toulouse, Francia.

 

En San Sebastián y Gipuzkoa, qué durante varios meses, el sol se presta tan poco generoso, no pueden faltar en estos edificios las terrazas y la Clínica del doctor Egaña la tiene amplia y hermosa y además grandes galerías, donde cuando los refulgentes rayos del sol aparecen en el horizonte, puede practicarse la Helioterapia en todos aquellos casos de tuberculosis quirúrgica que se encuentra indicada y en la cicatrización de muchas clases de heridas.

 

Tal es a grandes rasgos la Clínica propiedad de este querido compañero; la humanidad debe estarle agradecida por tener un nuevo centro quirúrgico que puede servir de modelo para los que en lo sucesivo se construyan y el doctor Egaña, a quien doy mi más entusiasta enhorabuena, puede sentirse satisfecho de su obra que honra a esta Ciudad de San Sebastián y a la clase médica a la que pertenece (5).

Doctor Francisco Pérez Cuadrado (6)

 

Foto 7 Clínica Nuestra Señora de las Mercedes en la Avenida de Navarra de San Sebastián, por delante la carretera

 

Bibliografía

1.- Guipúzcoa Médica Año IV. Número 34. Páginas 24 a 26 de febrero de 1919

 

2.- Doctor Modesto Huici Zalacaín. Manuel Solórzano Sánchez. Publicado el miércoles día 30 de noviembre de 2022

https://enfeps.blogspot.com/2022/11/doctor-modesto-huici-zalacain.html

 

3.- Doctor Luis Egaña Monasterio. Manuel Solórzano Sánchez. Publicado el miércoles día m8 de marzo de 2023

https://enfeps.blogspot.com/2023/03/doctor-luis-egana-monasterio.html

 

4.- Clínica Nuestra Señora de las Mercedes. San Sebastián. Nueva Clínica Operatoria del Doctor Egaña. Ategorrieta. San Sebastián. Posteriormente en la Avenida de Navarra. Manuel Solórzano Sánchez. Publicado el día 15 de noviembre de 2021

https://enfeps.blogspot.com/2021/11/clinica-nuestra-senora-de-las-mercedes.html

 

4.- Clínica Nuestra Señora de las Mercedes. Nueva Clínica Operatoria del Doctor Egaña. Manuel Solórzano Sánchez. Julio 2014. Puedes leer el libro en pdf en el siguiente enlace:

http://euskadi.satse.es/comunicacion/noticias/libro-clinica-nuestra-senora-de-las-mercedes

 

5.- Guipúzcoa Médica. Año VIII. Número 83. Páginas 83, 84 y 85. San Sebastián, marzo de 1923

 

6 Francisco Pérez Cuadrado. Presidente Honorario del Colegio de Practicantes de Guipúzcoa. Manuel Solórzano Sánchez. Publicado el domingo día 15 de noviembre de 2015

http://enfeps.blogspot.com.es/2015/11/presidente-honorario-del-colegio-de.html

 

Enciclopedia Wikipedia

Manuel Solórzano Sánchez. Grado en Enfermería

Manuel Solórzano Sánchez - Wikipedia, la enciclopedia libre

https://es.wikipedia.org/wiki/Manuel_Sol%C3%B3rzano_S%C3%A1nchez

Jueves, día 20 de octubre de 2022

 

Entziklopedia en Euskera

https://eu.wikipedia.org/wiki/Manuel_Sol%C3%B3rzano_S%C3%A1nchez#Ibilbidea

Jueves, día 27 de octubre de 2022

 

Manuel Solórzano Sánchez

Graduado en Enfermería. Enfermero Jubilado

Insignia de Oro de la Sociedad Española de Enfermería Oftalmológica 2010. SEEOF

Premio a la Difusión y Comunicación Enfermera del Colegio de Enfermería de Gipuzkoa 2010

Miembro de Enfermería Avanza

Miembro de Eusko Ikaskuntza / Sociedad de Estudios Vascos

Miembro de la Red Iberoamericana de Historia de la Enfermería

Miembro de la Red Cubana de Historia de la Enfermería

Miembro Consultivo de la Asociación Histórico Filosófica del Cuidado y la Enfermería en México AHFICEN, A.C.

Miembro no numerario de la Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País. (RSBAP)

Académico de número de la Academia de Ciencias de Enfermería de Bizkaia – Bizkaiko Erizaintza Zientzien Akademia. ACEB – BEZA

Insignia de Oro del Colegio Oficial de Enfermería de Gipuzkoa. Años 2019 y 2022

Sello de Correos de Ficción. 21 de julio de 2020

Sello de Correos. 31 de diciembre de 2022

masolorzano@telefonica.net

 

 

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