domingo, 29 de septiembre de 2019

MANUALES DEL DR. USANDIZAGA PARA LA FORMACIÓN DE ENFERMERAS. UN ESTUDIO GADAMERIANO



FOTO 1 Dra. María Teresa Miralles Sangro y María Jésica Martín Llorente. 18 de julio de 2018

Resumen de la Tesis Doctoral
Desde 1915, fecha de establecimiento oficial de los estudios de Enfermería, hasta 1977, fecha en la que los estudios se incluyeron en la universidad con la obtención del título de Diplomado Universitario en Enfermería, fueron muchos los autores que redactaron manuales para la formación de enfermeras. De entre un total de los 65 textos editados por 17 autores, que hemos identificado en España durante este período, destaca el Dr. Usandizaga por ser autor de nueve manuales desde el año 1934, fecha de su primera publicación con el “Manual de la Enfermera” hasta 1970, fecha de su última y novena edición con el “Manual de la Enfermera y del Practicante (Ayudante Técnico Sanitario)”.

El primer objetivo de nuestra investigación fue identificar el total de publicaciones en España para a continuación analizar el contenido de cada una de las ediciones de la obra del Dr. Usandizaga para la formación enfermera, utilizando como metodología la hermenéutica gadameriana.

Tras los resultados obtenidos, hemos concluido que la obra del Dr. Usandizaga se mantuvo en concordancia con los distintos períodos socio políticos por los que atravesó (Monarquía, República, Guerra Civil y Dictadura), así mismo, se constata que dicha obra estaba dirigida a mujeres, representadas en un total de 120 imágenes a lo largo de las nueve ediciones y observando cómo se modifica su vestuario en función de los diferentes períodos por los que atraviesan. Todos los manuales de M. Usandizaga tienen como autor a un médico, quien enfoca toda la formación enfermera a la persona enferma. La obra se puede dividir en dos bloques; el primero lo conforman las seis primeras ediciones, “Manual de la Enfermera” sin variación del título; el segundo  está formado por las tres últimas ediciones, tituladas “Manual de la Enfermera y el Practicante (Ayudantes Técnicos Sanitarios).

A través del análisis gadameriano con el que hemos realizado esta investigación, se pone de manifiesto que la formación enfermera durante los dos primeros tercios del siglo XX estuvo bajo el influjo biomédico, así como socio-cultural y religioso de la época.

FOTO 2 Portada de la Tesis Doctoral. Autora: María Jésica Martín Llorente

Curriculum
María Jésica Martín Llorente. Es Diplomada en Enfermería por la Universidad de Valladolid, Grado en Enfermería por la Universidad de León, Máster en Urgencias, Emergencias y Transporte Sanitario y Doctora en Ciencias de la Salud por la Universidad de Alcalá. Técnico Superior en Salud Ambiental y en Administración y Finanzas. Actualmente trabaja en el Hospital de Guadalajara. Su correo electrónico: jessica_m_ll72@hotmail.com

Las funciones de la enfermería abarcan desde la gestión, asistencia e investigación, así como, la docencia. Dentro del campo de la gestión cabe destacar que poseo el título de Técnico Superior en Administración y Finanzas; con respecto al ámbito asistencial, debo señalar que este es el que más he desarrollado, prestando servicios asistenciales en diferentes contextos que abarcan desde la cirugía, donde he desarrollado gran parte de mi actividad durante al menos 8 años, las urgencias en centros de atención primaria, hospitalaria y extrahospitalaria llevando a cabo traslados interhospitalarios con UVI móvil, así como en numerosos servicios a nivel tanto hospitalario como primario (geriatría, radiología, urología...etc.).

FOTO 3 Acto de investidura de doctores. Rector de la UAH y Catedrático de la UAH Dr. José Vicente Saz; Dra. María Jésica Martín Llorente y la Dra. María Teresa Miralles Sangro. 15 de octubre de 2018

Con respecto al campo de la investigación, debido a que mi trabajo se ha basado a la práctica asistencial, he podido realizar algún estudio de investigación que posteriormente he presentado en diferentes congresos, todos ellos enfocados a mi quehacer cotidiano, es decir, al campo de la cirugía y las urgencias (servicios a los que he estado vinculada durante largos períodos de mi carrera profesional). Así mismo, he realizado numerosos cursos de formación continuada. A pesar de que mi práctica habitual se ha fundamentado en el ámbito asistencial, durante estos años he adquirido gran inquietud por diferentes cuestiones, como es el caso de la historia de mi profesión, la cual se encuentra enmarcada en el ámbito de las Ciencias de la Salud, y que pude desarrollar con la elaboración de mi Tesis Doctoral bajo la dirección del Dr. Antonio Martin Duce y la Dra. María Teresa Miralles Sangro en la Universidad de Alcalá. Para completar las cuatro funciones que conforman la profesión enfermera, he participado como docente en diversos talleres y ciclos formativos y para alcanzar este objetivo dentro del campo de la docencia, actualmente estoy cursando el Máster en Formación del Profesorado de Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato, FP y Enseñanza de Idiomas por la Universidad Nebrija, pendiente de la defensa del Trabajo Fin de Máster.

FOTO 4 Defensa de la Tesis Doctoral. Dra. Carmen González Canalejo; Dr. Antonio Martin Duce; Dra. María Jésica Martín Llorente; Dra. María Teresa Miralles Sangro; Dr. Fernando Noguerales Fraguas; y Dr. Francisco Glicerio Conde Mora. 18 de julio de 2018

INTERPRETACIÓN DOCTRINAL COMPARATIVA DE LA OBRA DE MANUEL USANDIZAGA PARA LA FORMACIÓN DE ENFERMERAS: UN ESTUDIO GADAMERIANO

Programa de Doctorado en Ciencias de la Salud. Departamento de Biología de Sistemas

TESIS DOCTORAL

Introducción
En nuestro interés por recoger la máxima información sobre el Dr. Usandizaga y su obra dedicada a la formación de enfermeras, nos hemos puesto en contacto con dos de los hijos del Dr. Usandizaga.

Del mismo modo, hemos realizado una visita a la Finca del Marques de Valdecilla, habilitada como museo en la actualidad, así como al Hospital Universitario Marqués de Valdecilla donde hemos visitado la biblioteca Marquesa de Pelayo, pudiendo extraer información de primera mano sobre la antigua Casa de Salud Valdecilla.

Así mismo, se ha realizado una búsqueda sistemática en bases de datos electrónicas en castellano, con orientación jurídica e histórico-educativa. Con dicha búsqueda hemos localizado y recuperado artículos originales relacionados, directa e indirectamente, con los objetivos e hipótesis de nuestra investigación o que contenían algún aspecto que aclaraba y ampliaba los diversos temas de la estructura formal de la Tesis Doctoral.

FOTO 5 Juan Carlos Cano; Dr. José María Usandizaga Pombo; Dra. María Jésica Martin y Doña Carmen Camats. Entregándole una obra de la Tesis de Manuel Usandizaga, su padre. 12 de septiembre de 2019

Hipótesis
1.- La obra del Dr. Usandizaga, dirigida a la formación de enfermeras, está adscrita al paradigma biomédico, así como a las nuevas técnicas derivadas de los avances científicos y se inscribe a su vez, en el seno de los axiomas morales religioso-católicos en España durante los dos primeros tercios del siglo XX.

2.- Existen determinadas similitudes y disimilitudes entre la obra del Dr. Usandizaga para la formación de enfermera y otras publicaciones relativas de igual finalidad en España durante los dos primeros tercios del siglo XX.

Objetivos
1.- Identificar las diferentes publicaciones, que con el fin de la formación de enfermeras, se editaron en España en el periodo a estudio, dos primeros tercios del siglo XX.

2.- Analizar el contenido de las diferentes ediciones de la obra del Dr. Usandizaga para la formación enfermera, estableciendo las singularidades diferenciadoras si las hubiere de cada una de ellas.

3.- Interpretar el contenido de las distintas ediciones de la obra del Dr. Usandizaga para la formación enfermera, estableciendo una relación comparativa entre ellas, a la luz del Giro de Gadamer.

FOTO 6 Dr. José María Usandizaga Pombo y Dra. María Jésica Martin Llorente entregándole la Tesis Doctoral sobre su padre. Foto de Dr. Manuel Usandizaga Soraluce con su hijo Dr. José María Usandizaga Pombo. 12 de septiembre de 2019

Metodología
Para desvelar la concepción que existe en los Manuales, objeto de estudio de esta Tesis Doctoral, y hacer de ella “conciencia histórica”, el planteamiento metodológico que hemos seguido se basa en los diseños de la hermenéutica de lo fáctico.

De este modo hemos considerado la “Palabrea” como fenómenos que sometemos a interpretación. Para ello, hemos relacionado concepto y palabra y por ende, explicado pensamiento y lenguaje para, de este modo, establecer las relaciones conceptuales como espacios significativos de explicación. La hermenéutica gadameriana nos permite interpretar y comprender la obra de Manuel Usandizaga.

Resultados y análisis

MANUAL DE LA ENFERMERA. 1ª Edición. 1934

1.- Aspectos formales del Volumen
En la parte externa de este primer manual, se observa una encuadernación en tapa dura de color verde, cuyas medidas son 21,5 cm x 14,5. Tanto la cubierta como la contracubierta están sin texto.

En la parte superior del lomo se halla una estampación en oro con el título: “Manual de la Enfermera” y debajo de esta, el autor: “Usandizaga”. En la parte inferior, igualmente grabado en oro, se encuentra un monograma como sello de la Casa Salud Valdecilla.

En cuanto a su estructura interna, la primera hoja con la que nos encontramos es la guarda (esta también se sitúa al final del volumen) y la segunda es la hoja de cortesía; la tercera página es la anteportada o portadilla con el título: “Manual de la Enfermera” al que le sigue la portada donde figura el título, autor y colaboradores, edición, lugar de edición y el año; la quinta página está compuesta, en el recto, de un epígrafe de agradecimiento a la Marquesa de Pelayo, y en el verso por los derechos reservados. Finalmente, en la sexta página se ubica el prólogo redactado por el Dr. Usandizaga, al que le sigue el índice.

FOTO 7 Estampación en oro con el título: “Manual de la Enfermera” y debajo de esta el autor: “M. Usandizaga”. En la parte inferior, se encuentra un monograma como sello de la Casa Salud Valdecilla

Todo el manual está impreso en blanco y negro, compuesto por 692 páginas sin contar con el prólogo ni con el índice, a su vez fue ilustrado con un total de 290 figuras extraídas de los libros clásicos de Anatomía, sin embargo, los capítulos referentes a la parte técnica de enfermería fueron ilustrados con fotografías originales, como indica el autor en el prólogo.

El tipo de letra impresa en este manual se asemeja a una tipografía romana con uso de serifa80 similar al tipo Garamond, aplicando estilo en negrita para los títulos de las asignaturas, capítulos y apartados y estilo cursiva o itálica para dar énfasis a distintas partes del texto. El texto muestra una forma simétrica a lo largo de todo el desarrollo, por lo que podemos decir que los párrafos tienen una alineación justificada.

Existe una interacción entre el lenguaje escrito y las imágenes, sirviendo estas como apoyo al texto. Sin embargo, el lenguaje utilizado por el autor incluye palabras técnicas y complejas para el nivel de formación que se exigía a las alumnas que iniciaban su formación como enfermeras, a quienes solo se les pedía como requisito de acceso: tener buena conducta, aspecto, modales y saber leer y escribir, no teniendo que poseer ningún estudio. Como indica Carmen González “la mayoría de las enfermeras procedían de una clase media rural y urbana.

FOTO 8 El índice va de la siguiente manera, páginas 62 y 63 de la Tesis Doctoral

2.- Aspectos metodológicos del Volumen
Como metodología didáctica dentro de esta edición podemos resaltar que se trata de un libro de texto cuya finalidad es educativa y es la obra en sí una herramienta que se ofrece al alumno para su aprendizaje.

El manual ofrece de forma ordenada y sistemática todo su contenido, mostrando en el índice la separación clara entre asignaturas, capítulos y apartados. El autor se ayuda de ejemplos, esquemas, fotografías y figuras o dibujos para complementar la teoría referente a la práctica.

3.- Autores
El autor de este manual (1ª edición 1934), es el Dr. Manuel Usandizaga Soraluce. Usandizaga, nació en 1898 en San Sebastián y cursó sus estudios de Medicina en Madrid donde se licenció en 1921, posteriormente permaneció como alumno interno en el Hospital Bilbaíno de Basurto donde se especializó en Obstetricia y Ginecología. Obtuvo una beca para completar su formación en Berlín con los profesores Franz y Stoeckel. Tras su estancia posterior en Viena, recaló nuevamente en San Sebastián donde ganó por oposición plaza en la Casa de Socorro Municipal, ejerciendo tocología en el ámbito privado.

En 1927 obtuvo el Grado de Doctor con la tesis “El hemograma de Schilling: sus modificaciones durante el embarazo, parto y puerperio”. Posteriormente se presentó y obtuvo una plaza en la Maternidad provincial de Santander.

FOTO 9 Imágenes de la página 80 de la Tesis Doctoral

Por entonces, la Casa de Salud Valdecilla se encontraba en proceso de creación, y desde su dirección se le ofreció al Dr. Usandizaga, el cargo de jefe del Servicio de Ginecología, Obstetricia y Embarazo, así como la dirección de la Escuela de Enfermería de la institución, cargos que él aceptó. En los meses siguientes a su nombramiento, el Dr. Usandizaga visitó diversos centros hospitalarios de Norteamérica y Alemania donde recabó información sobre la organización llevada a cabo en otras escuelas de enfermería.

El 10 de Noviembre de 1929 se aprobaron los Estatutos fundacionales de la Casa de Salud Valdecilla y en ellos se contemplaba la creación de la Escuela de Enfermería, siendo ésta, la quinta escuela creada para la formación enfermera en España en aquel primer tercio del siglo XX, recordemos que la primera fue la Escuela de Enfermeras de las Siervas de María, en segundo lugar, la Escuela de Enfermeras de Santa Madrona, en tercer lugar, la de la Mancomunitat de Catalunya y en cuarto lugar la de la Cruz Roja Española.

El Dr. Usandizaga, siendo director de la Escuela de Enfermeras de la Casa de Salud Valdecilla, redactó su primer “Manual de la Enfermera” en 1934 y para ello contó con la aportación del Dr. Guillermo Arce.

El Dr. Arce se licenció en medicina, especializándose en Pediatría y Puericultura, se doctoró en Madrid en el año 1928. Fue puericultor jefe del Instituto Provincial de Sanidad y de la Escuela Provincial de Sanidad, además, fundó el Jardín de la Infancia de Santander, con los fondos aportados por la sobrina del Marqués de Valdecilla, María Luisa Pelayo y fue director de la Escuela de Puericultura. Fue catedrático de pediatría de la Universidad de Santiago de Compostela en 1934. En el año 1929 creó el Servicio de Puericultura de la Casa de Salud Valdecilla tras ganar por oposición la plaza de la Jefatura del Servicio, hoy Hospital Universitario Marqués de Valdecilla. El Dr. Guillermo Arce fue el encargado de elaborar la asignatura de Puericultura del manual de esta primera edición.

FOTO 10 Autores del Manual de la Enfermera de Manuel Usandizaga, 1ª Edición 1934

Un segundo colaborador del Dr. Usandizaga en la elaboración de su primer manual fue el Dr. José Antonio Lamelas, licenciado en Medicina, quien fue nombrado en 1929 jefe del servicio de Endocrinología, Nutrición y Corazón en la Casa de Salud Valdecilla. El Dr. Lamelas elaboró la asignatura de Dietética de esta primera edición.

Un tercer colaborador del Dr. Usandizaga, fue el Dr. José Puyal Gil, quien estuvo al cargo como jefe de los Laboratorios de Química en la Casa de Salud Valdecilla y quien se encargó de las asignaturas de Química y Farmacología de esta edición.

Por último, también participó en la redacción del primer manual del Dr. Usandizaga, el Dr. Heliodoro Téllez Plasencia a quien el Dr. Gregorio Marañón había propuesto para el servicio de Fisioterapia en la Casa de Salud Valdecilla. El Dr. Téllez Plasencia, se encargó de redactar la asignatura de Fisioterapia de esta primera edición.

4.- Análisis Gadameriano del Manual de la Enfermera de 1934
El análisis gadameriano nos permite, a través del texto de cada manual, comprender los aspectos socioculturales y religiosos en que se circunscribe. De este modo y siguiendo el mismo diseño que se utiliza en el índice de la obra, utilizaremos el siguiente esquema.

FOTO 11 Técnica para ponerse y quitarse la blusa

La Enfermera
Con esta primera asignatura: La enfermera, el Dr. Usandizaga hace una introducción de este manual, dirigido a la formación de las enfermeras, entendiendo que esta es una profesión enfocada exclusivamente a mujeres. El título oficial de enfermera fue reconocido y aprobado por Real Orden, el 7 de mayo de 1915 y publicado en la Gaceta oficial de Madrid el 21 de mayo de 1915.

En el capítulo I Actividades de la enfermera, el Dr. Usandizaga indica cual es la misión de la enfermera: consistente en el cuidado y la asistencia de los enfermos. Desde nuestro análisis, la práctica del cuidado realizado por las enfermeras, es llevada a cabo por las mujeres desde los orígenes de la humanidad.

Durante miles y miles de años, este cuidar de la vida no fue propio de ningún oficio ni profesión, es a partir de finales del siglo XIX y principios del siglo XX cuando el cuidado de la vida y de los enfermos comenzó a verse enormemente influenciado por la iglesia, por lo religioso, explicando su carácter vocacional, de caridad, tan necesario para alcanzar la vida eterna. Todo esto, el Dr. Usandizaga, lo aprovechó para describir las cualidades que debían conformar una buena enfermera, a pesar de tratarse desde 1915, de una profesión y por tanto con posibilidad de remuneración.

FOTO 12 Páginas 201 y 202 de la Tesis Doctoral

Otro capítulo que aborda el Dr. Usandizaga son las cualidades físicas y morales que debe tener la enfermera. Como cualidades físicas de la enfermera describe, a una mujer con resistencia física, excelente estado de salud y buena presencia, estas características se corresponden con el modelo de mujer española de los años veinte. Durante estos años, se impulsó en nuestro país el culto al cuerpo sano y armónico, vestido con cuidado y bien alimentado. Como actividad física más aceptada para que practicasen las mujeres se encontraba el baile y la gimnasia rítmica. El desempeño de las tareas del hogar, realizado por mujeres de clase media o baja, estaba considerado como una actividad física de alta intensidad para este colectivo.

Ejemplo de todo esto fueron los requisitos previos exigidos para el ingreso de la primera promoción de enfermeras de la Casa de Salud Valdecilla, en 1929, que consistían en: tener buen aspecto, buena conducta (acreditada por un sacerdote) y buenos modales (saber utilizar los cubiertos, llamar a la puerta antes de entrar, no gritar, no correr), además de saber leer y escribir.

De igual modo, como cualidades morales en esta obra, el Dr. Usandizaga resalta la sinceridad, bondad, paciencia, obediencia, sentido del deber y de la responsabilidad, economía y amor a la limpieza, todas ellas dirigidas a la mujer ideal de esta época, ensalzada tanto por la clase política como por la jerarquía eclesiástica.

Desde el punto de vista social, en España, tras la finalización del primer bienio republicano (1931 - 1933), surgió la necesidad de reeducar, reconducir a la mujer nuevamente en la moral, la cual debía volver a sus hábitos anteriores, sumisión, vida doméstica, servilismo y acatamiento de la jerarquía.

En esta obra, El Dr. Usandizaga marca las pautas de actuación y comportamiento de las enfermeras en distintas situaciones, no dejando nada al azar. Así, indica cuales son los deberes que se deben cumplir en el cuidado de los enfermos. En primer lugar, hace referencia al secreto profesional, entendiendo que éste solo se romperá ante los tribunales y el médico. En segundo lugar, destaca el trato respetuoso a los enfermos, evitando coqueteos, confianzas, insinuaciones, flirteos, y relaciones fuera de lo estrictamente profesional y para finalizar, el respeto a su religión sea esta cual sea.

Este último punto tiene su origen en el artículo 3º de la Constitución de 1931, en el que se declaraba a España como un Estado aconfesional “El estado español no tiene religión oficial”.

FOTO 13 Páginas 203 y 204 de la Tesis Doctoral

Otro deber que tiene la enfermera, según indica el Dr. Usandizaga es “el cumplimiento exacto de las órdenes médicas”, la obediencia ciega, sin pensar ni razonar. Este aspecto tuvo un gran auge en la sociedad donde la mujer debía obedecer al hombre y en este caso, al médico en todas sus indicaciones, ciñéndose a su función auxiliar, sin tomar ninguna decisión, evitando así cometer una ilegalidad. La enfermera debía reconocer en el médico la autoridad profesional a la cual debía sumisión. La coquetería en este ámbito de la enfermera era una falta gravísima. En este punto del manual se observa la imagen de perversión que se tenía de la mujer durante este período.

A pesar de las mejoras sociales conseguidas durante este primer bienio de la Segunda República (1931 - 1933), tales como la obtención del derecho al voto establecido en el artículo 36 de la Constitución de 1931, la ley de divorcio aprobada el 2 de marzo de 1932, en noviembre de 1933, con la llegada al poder de los partidos de derechas se produjo nuevamente un retroceso de la mujer, impulsándola de nuevo al punto de partida, tanto por parte de la clase política, como de la iglesia.

FOTO 14 Práctica s de la asistencia a los enfermos 7ª edición, páginas 211 y 212

Por tanto, durante el segundo bienio de la Segunda República (1933 - 1935) se mantuvo el patriarcado en el que el hombre era el eje, la máxima autoridad, quien tomaba las decisiones, por el contrario, la mujer debía ser sumisa, se consideraba inferior al hombre, tanto física como mentalmente, y la mayoría de las mujeres eran analfabetas, pues la escolaridad era muy limitada en las niñas, teniendo que abandonarla a una edad muy temprana.

Por otro lado, el Dr. Usandizaga trata en este manual, los deberes de la enfermera para con las Instituciones, para con sus compañeras y para consigo misma, sin olvidar para con los tribunales, asegurando una buena convivencia de la enfermera en todas sus relaciones, evitando conflictos, asegurando una actitud respetuosa afianzando el ejercicio de sus obligaciones.

El Dr. Usandizaga, no olvida otro aspecto importante como es el cuidado de la salud personal, entendiendo que la enfermera debe mantener, referente a las cualidades físicas, cuidar su salud y mantener una correcta higiene, manos limpias, pelo corto, uñas cortadas así como una estética austera, sin joyas ni pendientes.

Como punto final de esta asignatura, el Dr. Usandizaga incluye el capítulo La enfermera modelo en el que transcribe íntegramente el texto del libro “Morale profesionalle de l´infirmiere” editado en Paris en 1926 y a través del cual nos habla de cómo debe ser la enfermera como ideal femenino.

Este texto fue escrito por Leonie Chaptal (Mlle. Chaptal), enfermera francesa nombrada presidenta del Consejo Internacional de Enfermería en 1927.

FOTO 15 Puericultura, 6ª edición y Puericultura e higiene de la infancia, 7ª edición

Como podemos ver, siguiendo las líneas de su texto, el estereotipo de la mujer en Francia se hace coincidir con el de la mujer en España en la misma época, discreta, inspiradora de confianza, complaciente, atenta, abnegada, tolerante, respetuosa y en búsqueda constante de una perfección inalcanzable.

En cualquier caso el Dr. Usandizaga insiste en la importancia que tiene la formación, el interés por las nuevas técnicas y el gusto por mejorar sus destrezas manteniendo el apego a su labor durante todo el ejercicio profesional.

Y así sigue con las demás asignaturas en su Tesis Doctoral

Conclusiones
Los resultados obtenidos tras el análisis gadameriano llevado a cabo sobre la obra del Dr. Manuel Usandizaga para la formación de enfermeras, nos han permitido obtener las siguientes conclusiones:

FOTO 16 Colección completa de manuales del Dr. Usandizaga. Las 9 ediciones que publicó. Biblioteca personal de la Dra. María Jésica Martin Llorente

1.- A la luz de las fuentes consultadas podemos determinar que, entre los años 1930 y 1970, se editaron en España un total de 65 textos para la formación de enfermeras, dictados en su totalidad por 17 diferentes autores. Con esto, hemos alcanzado nuestro primer objetivo.

2.- De entre los 17 diferentes autores que redactaron textos para la formación de enfermeras entre 1930 y 1970, destaca el Dr. Manuel Usandizaga, autor de 9 ediciones diferentes con arraigo desde el año 1934 hasta 1970, perdurando un total de 36 años en el ámbito educativo de los 62 años que conforman el período total desde que se oficializaron los estudios de Enfermería en 1915 hasta su inclusión en la Universidad como Diplomatura en 1977.

3.- De este modo, el Dr. Usandizaga, mantuvo al día su texto en las nueve ediciones publicadas, conservando así su influencia sobre los valores supuestos a la Enfermería española (humildad, paciencia, sumisión, entrega, respeto, altruismo) de forma general, durante periodos socio/políticos tan diferentes como la República, la Guerra Civil, la Posguerra y la Dictadura.

4.- En la investigación gadamieriana de las nueve ediciones escritas por el Dr. Usandizaga se han identificado un total de 120 figuras (fotografías con imagen) de enfermeras que entendemos, conforman el fondo fotográfico de la obra.

5.- Del total de figuras que conforman las distintas ediciones, el 30 % - 35 % están representadas por enfermeras, dedicando más del 60 % a imágenes de apoyo a contenidos biomédicos (anatomía, patología, material y equipamiento).

FOTO 17 Conclusiones de la 2 a la 5, páginas 304 y 305 de la Tesis Doctoral

6.- En las figuras (imágenes / fotos) que componen el fondo fotográfico de los nueve manuales pertenecientes al Dr. Usandizaga se comprueba que las enfermeras a las que se refiere y para las que él escribe son siempre mujeres jóvenes de entre 20 y 40 años aproximadamente.

7.- A través de los testimonios gráficos con los que hemos trabajado, en las fuentes se evidencia que, el vestuario de las enfermeras se encuentra dentro de los parámetros de la moda del momento y se va adaptando a cada etapa. En todas las imágenes aparecen ataviadas con batas largas por debajo de las rodillas, delantal, medias blancas y cofia o toca, forzando rigurosamente algunos aspectos, tales como, no solamente cubrir la cabeza, sino tapar completamente el pelo, así como no solo vestir decorosamente, sino con el cuello completamente cerrado. Todo el vestuario es de color blanco, símbolo de limpieza y de la importancia que empiezan a cobrar las corrientes higiénicas. Otro aspecto destacado son las mangas hasta la muñeca, aunque en las imágenes que se ilustran en el manual siempre las llevan dobladas por encima del codo al igual que las manos desprovistas de joyas, como señal de higiene.

8.- Los Manuales “Manual de la Enfermera” (1ª a 6ª edición) y “Manual de la Enfermera y el Practicante” (7ª a 9ª edición), dictados por el Dr. Usandizaga, tienen como autor a un médico, que, si bien es cierto que pertenece al ámbito sanitario, es ajeno a la enfermería (también a la del momento: enfermería religiosa), de donde se deriva una fuerte dimensión tecnológica instrumental, en la que la razón de ser de la práctica enfermera es la persona enferma (no la persona sana), pero en calidad de portador de la enfermedad, ya que el objeto de trabajo de la enfermera es la enfermedad, y a su alrededor se seleccionan y elaboran los conocimientos necesarios para poder ejercer su labor.

FOTO 18 Vestuario de las enfermeras a lo largo de las nueve ediciones. Conclusión número 8 de la Tesis Doctoral

9.- La investigación pone de manifiesto, a través del análisis gadameriano sobre los contenidos de las nueve ediciones dictadas por el Dr. Usandizaga, que se primaron, a lo largo de las seis primeras ediciones (1934 - 1954) del “Manual de la Enfermera”, actitudes como la subordinación, la obediencia, y el esfuerzo para el cuidado a los enfermos, así como las prácticas necesarias para su realización. El Dr. Usandizaga evidenciando el influjo sociocultural del momento, incluye aspectos significativos sobre la religión, economía y cohesión del grupo en los textos de las seis primeras ediciones:

Espíritu vocacional. Página 3 (1ª edición. 1934)
Firme vocación de caridad. Página 3 (1ª edición. 1934)
Enfermeras por vocación. Página 3 (1ª edición. 1934)
Cualidades morales: sinceridad, bondad, paciencia, obediencia, sentido del deber y responsabilidad, economía y amor a la limpieza. Páginas 4, 5 y 6. (1ª edición. 1934)
Alegar ignorancia para evitar preguntas indiscretas. Página 7 ((1ª edición. 1934)
Respeto a los enfermos y austera dignidad. Página 7 (1ª edición. 1934)
Obediencia a los médicos. Páginas 8 y 9 (1ª edición. 1934)
Vida higiénica (dormir, comer, evitar contagio de enfermedades). Páginas 10 y 11 (1ª edición. 1934)
Inspira confianza, será siempre discreta. Página 12 (1ª edición. 1934)
Abnegación, tolerancia, respeto. Página 13 (1ª edición. 1934)

10.- Así mismo, se constata que en la 7ª, 8ª y 9ª edición del Dr. Usandizaga, ahora denominada “Manual de la Enfermera y el Practicante” la nueva denominación decretada en 1952, que cambia el título de “Enfermera” por el de “Ayudante Técnico Sanitario (A.T.S)”, implicó que en estas últimas ediciones tuvieran más peso los conocimientos biomédicos y la realización de técnicas, cada vez más complejas, que fueron desplazando la actividad de los cuidados básicos de los pacientes. Esto supuso cambios como la eliminación de la asignatura “La enfermera” dedicada a definir las actividades (misión, profesión y vocación), cualidades físicas y morales, así como los deberes de las enfermeras.

FOTO 19 Entregando la Tesis Doctoral a Don Mario Corral García, director de la Biblioteca Marquesa de Pelayo y Dra. María Jésica Martín Llorente con el busto del Marques de Valdecilla en el Salón Noble. Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, Santander. 13 de septiembre de 2019

11.- Tras la interpretación de las fuentes consultadas, y ciñéndonos a las nueve ediciones redactadas por el Dr. Usandizaga para la formación de enfermeras, se advierte la existencia de un gran salto entre la edición de 1952 y la de 1958, en lo que se refiere al texto o contenido de las mismas, siendo la 7ª edición en la que más cambios se contrastan, incorporando casi un 40 % de los contenidos nuevos.

12.- Los cambios que se producen en las diferentes ediciones durante los 36 años que perdura la obra del Dr. Usandizaga, coinciden con las transformaciones a nivel legislativo-educativo que se originan en dicho periodo, y una vez adoptadas por el Dr. Usandizaga, van transformando el texto correspondiente.

13.- Por medio de las anteriores conclusiones, podemos verificar que hemos alcanzado nuestros objetivos: el primero con la número 1 y 2, el segundo con la número 3, 4, 5, 6 7 y el tercer y último objetivo con la conclusión 9, 10, 11 y 12.

14.- Finalmente, del análisis de las fuentes se desprende que las nueve ediciones, aún con diferente título: “Manual de la Enfermera” y “Manual de la Enfermera y el Practicante (Ayudante Técnico Sanitario)”, tienen como finalidad la formación de enfermeras, entendido dicho término como “aquellas profesionales encargadas de cumplir las tareas asignadas por el médico y así completar la atención proporcionada a los enfermos”, por tanto, podemos concluir que la formación enfermera queda adscrita por el Dr. Usandizaga, al marco socio político, cultural, religioso y al paradigma biomédico, incluyendo los avances científico-tecnológicos de su momento, confirmando de esta forma nuestra hipótesis.

Otra Bibliografía
MANUEL USANDIZAGA SORALUCE LA OBRA DE UN ILUSTRE MÉDICO DONOSTIARRA. Publicado el domingo día 18 de agosto de 2019

Manuel Solórzano Sánchez
Osakidetza, Hospital Universitario Donostia, Donostia, Gipuzkoa.
Graduado en Enfermería
Insignia de Oro de la Sociedad Española de Enfermería Oftalmológica 2010. SEEOF
Miembro de Enfermería Avanza
Miembro de Eusko Ikaskuntza / Sociedad de Estudios Vascos
Miembro de la Red Iberoamericana de Historia de la Enfermería
Miembro de la Red Cubana de Historia de la Enfermería
Miembro Consultivo de la Asociación Histórico Filosófica del Cuidado y la Enfermería en México AHFICEN, A.C.
Miembro no numerario de la Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País. (RSBAP)
Académico de número de la Academia de Ciencias de Enfermería de Bizkaia – Bizkaiko Erizaintza Zientzien Akademia. ACEB – BEZA
Insignia de Oro del Colegio Oficial de Enfermería de Gipuzkoa 2019

1 comentario:

Denil Wolter dijo...

The main purpose of education is to help students gain the knowledge and skills so that they will be able to function in society. Students need to be provided with the necessary skills so that they can learn to become productive citizens. There are many advantages that are associated with receiving an education. Students will be able to contribute to their community and help make it a better place to live. Education basically helps shape society because it helps students learn to become more sociable and helps them develop relationships with their peers. Students will be more qualified for different job positions if they have a good solid education. Education is vital to each student’s life, therefore, by working hard to provide the best instruction possible will help train students to become future leaders and will lead to a better life.
Education is essential to every student’s life as well as their future. Students can have a prosperous life by receiving a good quality education. My thoughts are that students need to learn from the books along with other various materials just as I did while growing up. The classroom curriculum should be decided by their teacher and the teacher should set clear goals as to what is expected from the students. Students should work hard to achieve their goals because it will certainly be worth it in the end. According to essentialism, ‘Schools should not radically try to reshape society but schools should transmit traditional moral values and intellectual knowledge that students need to become model citizens’. Read about education help at School Uniforms benefits . The school should stress the importance of values because some children are not taught these at home. Teaching children good values helps build their character and helps them become respectable people. In regards to education, I think society is important because this is a place where we all live so we should work to make it a better place.