FOTO
1 Dra. María Teresa Miralles Sangro y María Jésica Martín Llorente. 18 de julio
de 2018
Resumen de la Tesis
Doctoral
Desde
1915, fecha de establecimiento oficial de los estudios de Enfermería, hasta
1977, fecha en la que los estudios se incluyeron en la universidad con la
obtención del título de Diplomado Universitario en Enfermería, fueron muchos
los autores que redactaron manuales para la formación de enfermeras. De entre
un total de los 65 textos editados por 17 autores, que hemos identificado en
España durante este período, destaca el Dr. Usandizaga por ser autor de nueve
manuales desde el año 1934, fecha de su primera publicación con el “Manual de
la Enfermera” hasta 1970, fecha de su última y novena edición con el “Manual de
la Enfermera y del Practicante (Ayudante Técnico Sanitario)”.
El
primer objetivo de nuestra investigación fue identificar el total de
publicaciones en España para a continuación analizar el contenido de cada una
de las ediciones de la obra del Dr. Usandizaga para la formación enfermera,
utilizando como metodología la hermenéutica gadameriana.
Tras
los resultados obtenidos, hemos concluido que la obra del Dr. Usandizaga se
mantuvo en concordancia con los distintos períodos socio políticos por los que
atravesó (Monarquía, República, Guerra Civil y Dictadura), así mismo, se
constata que dicha obra estaba dirigida a mujeres, representadas en un total de
120 imágenes a lo largo de las nueve ediciones y observando cómo se modifica su
vestuario en función de los diferentes períodos por los que atraviesan. Todos
los manuales de M. Usandizaga tienen como autor a un médico, quien enfoca toda
la formación enfermera a la persona enferma. La obra se puede dividir en dos
bloques; el primero lo conforman las seis primeras ediciones, “Manual de la
Enfermera” sin variación del título; el segundo
está formado por las tres últimas ediciones, tituladas “Manual de la
Enfermera y el Practicante (Ayudantes Técnicos Sanitarios).
A
través del análisis gadameriano con el que hemos realizado esta investigación,
se pone de manifiesto que la formación enfermera durante los dos primeros
tercios del siglo XX estuvo bajo el influjo biomédico, así como socio-cultural
y religioso de la época.
FOTO
2 Portada de la Tesis Doctoral. Autora: María Jésica Martín Llorente
Curriculum
María Jésica Martín
Llorente. Es Diplomada en Enfermería por la Universidad de
Valladolid, Grado en Enfermería por la Universidad de León, Máster en
Urgencias, Emergencias y Transporte Sanitario y Doctora en Ciencias de la Salud
por la Universidad de Alcalá. Técnico Superior en Salud Ambiental y en
Administración y Finanzas. Actualmente trabaja en el Hospital de Guadalajara.
Su correo electrónico: jessica_m_ll72@hotmail.com
Las
funciones de la enfermería abarcan desde la gestión, asistencia e
investigación, así como, la docencia. Dentro del campo de la gestión cabe
destacar que poseo el título de Técnico Superior en Administración y Finanzas;
con respecto al ámbito asistencial, debo señalar que este es el que más he
desarrollado, prestando servicios asistenciales en diferentes contextos que
abarcan desde la cirugía, donde he desarrollado gran parte de mi actividad
durante al menos 8 años, las urgencias en centros de atención primaria, hospitalaria
y extrahospitalaria llevando a cabo traslados interhospitalarios con UVI móvil,
así como en numerosos servicios a nivel tanto hospitalario como primario (geriatría,
radiología, urología...etc.).
FOTO
3 Acto de investidura de doctores. Rector de la UAH y Catedrático de la UAH Dr.
José Vicente Saz; Dra. María Jésica Martín Llorente y la Dra. María Teresa Miralles
Sangro. 15 de octubre de 2018
Con
respecto al campo de la investigación, debido a que mi trabajo se ha basado a
la práctica asistencial, he podido realizar algún estudio de investigación que
posteriormente he presentado en diferentes congresos, todos ellos enfocados a
mi quehacer cotidiano, es decir, al campo de la cirugía y las urgencias
(servicios a los que he estado vinculada durante largos períodos de mi carrera
profesional). Así mismo, he realizado numerosos cursos de formación continuada.
A pesar de que mi práctica habitual se ha fundamentado en el ámbito asistencial,
durante estos años he adquirido gran inquietud por diferentes cuestiones, como
es el caso de la historia de mi profesión, la cual se encuentra enmarcada en el
ámbito de las Ciencias de la Salud, y que pude desarrollar con la elaboración
de mi Tesis Doctoral bajo la dirección del Dr. Antonio Martin Duce y la Dra.
María Teresa Miralles Sangro en la Universidad de Alcalá. Para completar las
cuatro funciones que conforman la profesión enfermera, he participado como
docente en diversos talleres y ciclos formativos y para alcanzar este objetivo
dentro del campo de la docencia, actualmente estoy cursando el Máster en
Formación del Profesorado de Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato,
FP y Enseñanza de Idiomas por la Universidad Nebrija, pendiente de la defensa del
Trabajo Fin de Máster.
FOTO
4 Defensa de la Tesis Doctoral. Dra. Carmen González Canalejo; Dr. Antonio
Martin Duce; Dra. María Jésica Martín Llorente; Dra. María Teresa Miralles
Sangro; Dr. Fernando Noguerales Fraguas; y Dr. Francisco Glicerio Conde Mora.
18 de julio de 2018
INTERPRETACIÓN
DOCTRINAL COMPARATIVA DE LA OBRA DE MANUEL USANDIZAGA PARA LA FORMACIÓN DE
ENFERMERAS: UN ESTUDIO GADAMERIANO
Programa
de Doctorado en Ciencias de la Salud. Departamento de Biología de Sistemas
TESIS DOCTORAL
Introducción
En nuestro
interés por recoger la máxima información sobre el Dr. Usandizaga y su obra
dedicada a la formación de enfermeras, nos hemos puesto en contacto con dos de
los hijos del Dr. Usandizaga.
Del mismo modo,
hemos realizado una visita a la Finca del Marques de Valdecilla, habilitada
como museo en la actualidad, así como al Hospital Universitario Marqués de
Valdecilla donde hemos visitado la biblioteca Marquesa de Pelayo, pudiendo
extraer información de primera mano sobre la antigua Casa de Salud Valdecilla.
Así mismo, se ha
realizado una búsqueda sistemática en bases de datos electrónicas en
castellano, con orientación jurídica e histórico-educativa. Con dicha búsqueda
hemos localizado y recuperado artículos originales relacionados, directa e
indirectamente, con los objetivos e hipótesis de nuestra investigación o que
contenían algún aspecto que aclaraba y ampliaba los diversos temas de la
estructura formal de la Tesis Doctoral.
FOTO
5 Juan Carlos Cano; Dr. José María Usandizaga Pombo; Dra. María Jésica Martin y
Doña Carmen Camats. Entregándole una obra de la Tesis de Manuel Usandizaga, su
padre. 12 de septiembre de 2019
Hipótesis
1.-
La obra del Dr. Usandizaga, dirigida a la formación de enfermeras, está adscrita
al paradigma biomédico, así como a las nuevas técnicas derivadas de los avances
científicos y se inscribe a su vez, en el seno de los axiomas morales
religioso-católicos en España durante los dos primeros tercios del siglo XX.
2.- Existen
determinadas similitudes y disimilitudes entre la obra del Dr. Usandizaga para
la formación de enfermera y otras publicaciones relativas de igual finalidad en
España durante los dos primeros tercios del siglo XX.
Objetivos
1.- Identificar
las diferentes publicaciones, que con el fin de la formación de enfermeras, se
editaron en España en el periodo a estudio, dos primeros tercios del siglo XX.
2.- Analizar el
contenido de las diferentes ediciones de la obra del Dr. Usandizaga para la
formación enfermera, estableciendo las singularidades diferenciadoras si las
hubiere de cada una de ellas.
3.- Interpretar
el contenido de las distintas ediciones de la obra del Dr. Usandizaga para la
formación enfermera, estableciendo una relación comparativa entre ellas, a la
luz del Giro de Gadamer.
FOTO
6 Dr. José María Usandizaga Pombo y Dra. María Jésica Martin Llorente
entregándole la Tesis Doctoral sobre su padre. Foto de Dr. Manuel Usandizaga
Soraluce con su hijo Dr. José María Usandizaga Pombo. 12 de septiembre de 2019
Metodología
Para desvelar la
concepción que existe en los Manuales, objeto de estudio de esta Tesis
Doctoral, y hacer de ella “conciencia histórica”, el planteamiento metodológico
que hemos seguido se basa en los diseños de la hermenéutica de lo fáctico.
De este modo
hemos considerado la “Palabrea” como fenómenos que sometemos a interpretación.
Para ello, hemos relacionado concepto y palabra y por ende, explicado
pensamiento y lenguaje para, de este modo, establecer las relaciones
conceptuales como espacios significativos de explicación. La hermenéutica
gadameriana nos permite interpretar y comprender la obra de Manuel Usandizaga.
Resultados y análisis
MANUAL DE LA ENFERMERA. 1ª Edición. 1934
1.- Aspectos formales del Volumen
En la parte
externa de este primer manual, se observa una encuadernación en tapa dura de
color verde, cuyas medidas son 21,5 cm x 14,5. Tanto la cubierta como la
contracubierta están sin texto.
En la parte
superior del lomo se halla una estampación en oro con el título: “Manual de la
Enfermera” y debajo de esta, el autor: “Usandizaga”. En la parte inferior,
igualmente grabado en oro, se encuentra un monograma como sello de la Casa
Salud Valdecilla.
En cuanto a su
estructura interna, la primera hoja con la que nos encontramos es la guarda
(esta también se sitúa al final del volumen) y la segunda es la hoja de
cortesía; la tercera página es la anteportada o portadilla con el título:
“Manual de la Enfermera” al que le sigue la portada donde figura el título,
autor y colaboradores, edición, lugar de edición y el año; la quinta página está
compuesta, en el recto, de un epígrafe de agradecimiento a la Marquesa de
Pelayo, y en el verso por los derechos reservados. Finalmente, en la sexta página
se ubica el prólogo redactado por el Dr. Usandizaga, al que le sigue el índice.
FOTO
7 Estampación en oro con el título: “Manual de la Enfermera” y debajo de esta
el autor: “M. Usandizaga”. En la parte inferior, se encuentra un monograma como
sello de la Casa Salud Valdecilla
Todo el manual
está impreso en blanco y negro, compuesto por 692 páginas sin contar con el
prólogo ni con el índice, a su vez fue ilustrado con un total de 290 figuras
extraídas de los libros clásicos de Anatomía, sin embargo, los capítulos
referentes a la parte técnica de enfermería fueron ilustrados con fotografías
originales, como indica el autor en el prólogo.
El tipo de letra
impresa en este manual se asemeja a una tipografía romana con uso de serifa80
similar al tipo Garamond, aplicando estilo en negrita para los títulos de las
asignaturas, capítulos y apartados y estilo cursiva o itálica para dar énfasis
a distintas partes del texto. El texto muestra una forma simétrica a lo largo
de todo el desarrollo, por lo que podemos decir que los párrafos tienen una
alineación justificada.
Existe una
interacción entre el lenguaje escrito y las imágenes, sirviendo estas como
apoyo al texto. Sin embargo, el lenguaje utilizado por el autor incluye palabras
técnicas y complejas para el nivel de formación que se exigía a las alumnas que
iniciaban su formación como enfermeras, a quienes solo se les pedía como
requisito de acceso: tener buena conducta, aspecto, modales y saber leer y
escribir, no teniendo que poseer ningún estudio. Como indica Carmen González
“la mayoría de las enfermeras procedían de una clase media rural y urbana.
FOTO
8 El índice va de la siguiente manera, páginas 62 y 63 de la Tesis Doctoral
2.- Aspectos metodológicos del Volumen
Como metodología
didáctica dentro de esta edición podemos resaltar que se trata de un libro de
texto cuya finalidad es educativa y es la obra en sí una herramienta que se
ofrece al alumno para su aprendizaje.
El manual ofrece
de forma ordenada y sistemática todo su contenido, mostrando en el índice la separación
clara entre asignaturas, capítulos y apartados. El autor se ayuda de ejemplos,
esquemas, fotografías y figuras o dibujos para complementar la teoría referente
a la práctica.
3.- Autores
El autor de este
manual (1ª edición 1934), es el Dr. Manuel Usandizaga Soraluce. Usandizaga,
nació en 1898 en San Sebastián y cursó sus estudios de Medicina en Madrid donde
se licenció en 1921, posteriormente permaneció como alumno interno en el
Hospital Bilbaíno de Basurto donde se especializó en Obstetricia y Ginecología.
Obtuvo una beca para completar su formación en Berlín con los profesores Franz
y Stoeckel. Tras su estancia posterior en Viena, recaló nuevamente en San
Sebastián donde ganó por oposición plaza en la Casa de Socorro Municipal,
ejerciendo tocología en el ámbito privado.
En 1927 obtuvo
el Grado de Doctor con la tesis “El hemograma de Schilling: sus modificaciones
durante el embarazo, parto y puerperio”. Posteriormente se presentó y obtuvo una
plaza en la Maternidad provincial de Santander.
FOTO
9 Imágenes de la página 80 de la Tesis Doctoral
Por entonces, la
Casa de Salud Valdecilla se encontraba en proceso de creación, y desde su
dirección se le ofreció al Dr. Usandizaga, el cargo de jefe del Servicio de
Ginecología, Obstetricia y Embarazo, así como la dirección de la Escuela de Enfermería de la institución, cargos que
él aceptó. En los meses siguientes a su nombramiento, el Dr. Usandizaga visitó
diversos centros hospitalarios de Norteamérica y Alemania donde recabó
información sobre la organización llevada a cabo en otras escuelas de
enfermería.
El 10 de
Noviembre de 1929 se aprobaron los Estatutos fundacionales de la Casa de Salud
Valdecilla y en ellos se contemplaba la creación de la Escuela de Enfermería, siendo ésta, la quinta escuela creada para
la formación enfermera en España en aquel primer tercio del siglo XX,
recordemos que la primera fue la Escuela de Enfermeras de las Siervas de María,
en segundo lugar, la Escuela de Enfermeras de Santa Madrona, en tercer lugar,
la de la Mancomunitat de Catalunya y en cuarto lugar la de la Cruz Roja
Española.
El Dr.
Usandizaga, siendo director de la Escuela de Enfermeras de la Casa de Salud
Valdecilla, redactó su primer “Manual de la Enfermera” en 1934 y para ello
contó con la aportación del Dr. Guillermo Arce.
El Dr. Arce se
licenció en medicina, especializándose en Pediatría y Puericultura, se doctoró
en Madrid en el año 1928. Fue puericultor jefe del Instituto Provincial de
Sanidad y de la Escuela Provincial de Sanidad, además, fundó el Jardín de la
Infancia de Santander, con los fondos aportados por la sobrina del Marqués de
Valdecilla, María Luisa Pelayo y fue director de la Escuela de Puericultura.
Fue catedrático de pediatría de la Universidad de Santiago de Compostela en
1934. En el año 1929 creó el Servicio de Puericultura de la Casa de Salud
Valdecilla tras ganar por oposición la plaza de la Jefatura del Servicio, hoy
Hospital Universitario Marqués de Valdecilla. El Dr. Guillermo Arce fue el
encargado de elaborar la asignatura de Puericultura del manual de esta primera
edición.
FOTO
10 Autores del Manual de la Enfermera de Manuel Usandizaga, 1ª Edición 1934
Un segundo
colaborador del Dr. Usandizaga en la elaboración de su primer manual fue el Dr.
José Antonio Lamelas, licenciado en Medicina, quien fue nombrado en 1929 jefe
del servicio de Endocrinología, Nutrición y Corazón en la Casa de Salud
Valdecilla. El Dr. Lamelas elaboró la asignatura de Dietética de esta primera
edición.
Un tercer
colaborador del Dr. Usandizaga, fue el Dr. José Puyal Gil, quien estuvo al
cargo como jefe de los Laboratorios de Química en la Casa de Salud Valdecilla y
quien se encargó de las asignaturas de Química y Farmacología de esta edición.
Por último,
también participó en la redacción del primer manual del Dr. Usandizaga, el Dr.
Heliodoro Téllez Plasencia a quien el Dr. Gregorio Marañón había propuesto para
el servicio de Fisioterapia en la Casa de Salud Valdecilla. El Dr. Téllez
Plasencia, se encargó de redactar la asignatura de Fisioterapia de esta primera
edición.
4.- Análisis Gadameriano del Manual de la Enfermera
de 1934
El análisis
gadameriano nos permite, a través del texto de cada manual, comprender los
aspectos socioculturales y religiosos en que se circunscribe. De este modo y
siguiendo el mismo diseño que se utiliza en el índice de la obra, utilizaremos
el siguiente esquema.
FOTO
11 Técnica para ponerse y quitarse la blusa
La Enfermera
Con esta primera
asignatura: La enfermera, el Dr. Usandizaga hace una introducción de este
manual, dirigido a la formación de las enfermeras, entendiendo que esta es una
profesión enfocada exclusivamente a mujeres. El título oficial de enfermera fue
reconocido y aprobado por Real Orden, el 7 de mayo de 1915 y publicado en la
Gaceta oficial de Madrid el 21 de mayo de 1915.
En el capítulo I
Actividades de la enfermera, el Dr. Usandizaga indica cual es la misión de la
enfermera: consistente en el cuidado y la asistencia de los enfermos. Desde nuestro
análisis, la práctica del cuidado realizado por las enfermeras, es llevada a
cabo por las mujeres desde los orígenes de la humanidad.
Durante miles y
miles de años, este cuidar de la vida no fue propio de ningún oficio ni
profesión, es a partir de finales del siglo XIX y principios del siglo XX
cuando el cuidado de la vida y de los enfermos comenzó a verse enormemente
influenciado por la iglesia, por lo religioso, explicando su carácter vocacional,
de caridad, tan necesario para alcanzar la vida eterna. Todo esto, el Dr.
Usandizaga, lo aprovechó para describir las cualidades que debían conformar una
buena enfermera, a pesar de tratarse desde 1915, de una profesión y por tanto
con posibilidad de remuneración.
FOTO
12 Páginas 201 y 202 de la Tesis Doctoral
Otro capítulo
que aborda el Dr. Usandizaga son las cualidades físicas y morales que debe
tener la enfermera. Como cualidades físicas de la enfermera describe, a una
mujer con resistencia física, excelente estado de salud y buena presencia, estas
características se corresponden con el modelo de mujer española de los años veinte.
Durante estos años, se impulsó en nuestro país el culto al cuerpo sano y armónico,
vestido con cuidado y bien alimentado. Como actividad física más aceptada para
que practicasen las mujeres se encontraba el baile y la gimnasia rítmica. El
desempeño de las tareas del hogar, realizado por mujeres de clase media o baja,
estaba considerado como una actividad física de alta intensidad para este
colectivo.
Ejemplo de todo
esto fueron los requisitos previos exigidos para el ingreso de la primera
promoción de enfermeras de la Casa de Salud Valdecilla, en 1929, que consistían
en: tener buen aspecto, buena conducta (acreditada por un sacerdote) y buenos
modales (saber utilizar los cubiertos, llamar a la puerta antes de entrar, no
gritar, no correr), además de saber leer y escribir.
De igual modo,
como cualidades morales en esta obra, el Dr. Usandizaga resalta la sinceridad,
bondad, paciencia, obediencia, sentido del deber y de la responsabilidad,
economía y amor a la limpieza, todas ellas dirigidas a la mujer ideal de esta
época, ensalzada tanto por la clase política como por la jerarquía eclesiástica.
Desde el punto
de vista social, en España, tras la finalización del primer bienio republicano
(1931 - 1933), surgió la necesidad de reeducar, reconducir a la mujer
nuevamente en la moral, la cual debía volver a sus hábitos anteriores, sumisión,
vida doméstica, servilismo y acatamiento de la jerarquía.
En esta obra, El
Dr. Usandizaga marca las pautas de actuación y comportamiento de las enfermeras
en distintas situaciones, no dejando nada al azar. Así, indica cuales son los
deberes que se deben cumplir en el cuidado de los enfermos. En primer lugar,
hace referencia al secreto profesional, entendiendo que éste solo se romperá
ante los tribunales y el médico. En segundo lugar, destaca el trato respetuoso
a los enfermos, evitando coqueteos, confianzas, insinuaciones, flirteos, y
relaciones fuera de lo estrictamente profesional y para finalizar, el respeto a
su religión sea esta cual sea.
Este último
punto tiene su origen en el artículo 3º de la Constitución de 1931, en el que
se declaraba a España como un Estado aconfesional “El estado español no tiene
religión oficial”.
FOTO
13 Páginas 203 y 204 de la Tesis Doctoral
Otro deber que
tiene la enfermera, según indica el Dr. Usandizaga es “el cumplimiento exacto
de las órdenes médicas”, la obediencia ciega, sin pensar ni razonar. Este
aspecto tuvo un gran auge en la sociedad donde la mujer debía obedecer al
hombre y en este caso, al médico en todas sus indicaciones, ciñéndose a su
función auxiliar, sin tomar ninguna decisión, evitando así cometer una
ilegalidad. La enfermera debía reconocer en el médico la autoridad profesional
a la cual debía sumisión. La coquetería en este ámbito de la enfermera era una
falta gravísima. En este punto del manual se observa la imagen de perversión
que se tenía de la mujer durante este período.
A pesar de las
mejoras sociales conseguidas durante este primer bienio de la Segunda República
(1931 - 1933), tales como la obtención del derecho al voto establecido en el
artículo 36 de la Constitución de 1931, la ley de divorcio aprobada el 2 de
marzo de 1932, en noviembre de 1933, con la llegada al poder de los partidos de
derechas se produjo nuevamente un retroceso de la mujer, impulsándola de nuevo
al punto de partida, tanto por parte de la clase política, como de la iglesia.
FOTO 14 Práctica
s de la asistencia a los enfermos 7ª edición, páginas 211 y 212
Por tanto,
durante el segundo bienio de la Segunda República (1933 - 1935) se mantuvo el
patriarcado en el que el hombre era el eje, la máxima autoridad, quien tomaba
las decisiones, por el contrario, la mujer debía ser sumisa, se consideraba
inferior al hombre, tanto física como mentalmente, y la mayoría de las mujeres
eran analfabetas, pues la escolaridad era muy limitada en las niñas, teniendo
que abandonarla a una edad muy temprana.
Por otro lado,
el Dr. Usandizaga trata en este manual, los deberes de la enfermera para con
las Instituciones, para con sus compañeras y para consigo misma, sin olvidar
para con los tribunales, asegurando una buena convivencia de la enfermera en
todas sus relaciones, evitando conflictos, asegurando una actitud respetuosa
afianzando el ejercicio de sus obligaciones.
El Dr.
Usandizaga, no olvida otro aspecto importante como es el cuidado de la salud
personal, entendiendo que la enfermera debe mantener, referente a las
cualidades físicas, cuidar su salud y mantener una correcta higiene, manos limpias,
pelo corto, uñas cortadas así como una estética austera, sin joyas ni pendientes.
Como punto final
de esta asignatura, el Dr. Usandizaga incluye el capítulo La enfermera modelo
en el que transcribe íntegramente el texto del libro “Morale profesionalle de
l´infirmiere” editado en Paris en 1926 y a través del cual nos habla de cómo
debe ser la enfermera como ideal femenino.
Este texto fue
escrito por Leonie Chaptal (Mlle. Chaptal), enfermera francesa nombrada
presidenta del Consejo Internacional de Enfermería en 1927.
FOTO
15 Puericultura, 6ª edición y Puericultura e higiene de la infancia, 7ª edición
Como podemos
ver, siguiendo las líneas de su texto, el estereotipo de la mujer en Francia se
hace coincidir con el de la mujer en España en la misma época, discreta,
inspiradora de confianza, complaciente, atenta, abnegada, tolerante, respetuosa
y en búsqueda constante de una perfección inalcanzable.
En cualquier
caso el Dr. Usandizaga insiste en la importancia que tiene la formación, el
interés por las nuevas técnicas y el gusto por mejorar sus destrezas manteniendo
el apego a su labor durante todo el ejercicio profesional.
Y
así sigue con las demás asignaturas en su Tesis Doctoral
Conclusiones
Los resultados
obtenidos tras el análisis gadameriano llevado a cabo sobre la obra del Dr. Manuel
Usandizaga para la formación de enfermeras, nos han permitido obtener las
siguientes conclusiones:
FOTO 16
Colección completa de manuales del Dr. Usandizaga. Las 9 ediciones que publicó.
Biblioteca personal de la Dra. María Jésica Martin Llorente
1.- A la luz de
las fuentes consultadas podemos determinar que, entre los años 1930 y 1970, se
editaron en España un total de 65 textos para la formación de enfermeras,
dictados en su totalidad por 17 diferentes autores. Con esto, hemos alcanzado
nuestro primer objetivo.
2.- De entre los
17 diferentes autores que redactaron textos para la formación de enfermeras
entre 1930 y 1970, destaca el Dr. Manuel Usandizaga, autor de 9 ediciones
diferentes con arraigo desde el año 1934 hasta 1970, perdurando un total de 36
años en el ámbito educativo de los 62 años que conforman el período total desde
que se oficializaron los estudios de Enfermería en 1915 hasta su inclusión en
la Universidad como Diplomatura en 1977.
3.- De este
modo, el Dr. Usandizaga, mantuvo al día su texto en las nueve ediciones
publicadas, conservando así su influencia sobre los valores supuestos a la
Enfermería española (humildad, paciencia, sumisión, entrega, respeto,
altruismo) de forma general, durante periodos socio/políticos tan diferentes
como la República, la Guerra Civil, la Posguerra y la Dictadura.
4.- En la
investigación gadamieriana de las nueve ediciones escritas por el Dr. Usandizaga
se han identificado un total de 120 figuras (fotografías con imagen) de
enfermeras que entendemos, conforman el fondo fotográfico de la obra.
5.- Del total de
figuras que conforman las distintas ediciones, el 30 % - 35 % están representadas
por enfermeras, dedicando más del 60 % a imágenes de apoyo a contenidos
biomédicos (anatomía, patología, material y equipamiento).
FOTO
17 Conclusiones de la 2 a la 5, páginas 304 y 305 de la Tesis Doctoral
6.- En las
figuras (imágenes / fotos) que componen el fondo fotográfico de los nueve
manuales pertenecientes al Dr. Usandizaga se comprueba que las enfermeras a las
que se refiere y para las que él escribe son siempre mujeres jóvenes de entre
20 y 40 años aproximadamente.
7.- A través de
los testimonios gráficos con los que hemos trabajado, en las fuentes se
evidencia que, el vestuario de las enfermeras se encuentra dentro de los
parámetros de la moda del momento y se va adaptando a cada etapa. En todas las
imágenes aparecen ataviadas con batas largas por debajo de las rodillas,
delantal, medias blancas y cofia o toca, forzando rigurosamente algunos
aspectos, tales como, no solamente cubrir la cabeza, sino tapar completamente
el pelo, así como no solo vestir decorosamente, sino con el cuello
completamente cerrado. Todo el vestuario es de color blanco, símbolo de
limpieza y de la importancia que empiezan a cobrar las corrientes higiénicas.
Otro aspecto destacado son las mangas hasta la muñeca, aunque en las imágenes
que se ilustran en el manual siempre las llevan dobladas por encima del codo al
igual que las manos desprovistas de joyas, como señal de higiene.
8.- Los Manuales
“Manual
de la Enfermera” (1ª a 6ª edición) y “Manual de la Enfermera y el
Practicante” (7ª a 9ª edición), dictados por el Dr. Usandizaga, tienen
como autor a un médico, que, si bien es cierto que pertenece al ámbito sanitario,
es ajeno a la enfermería (también a la del momento: enfermería religiosa), de
donde se deriva una fuerte dimensión tecnológica instrumental, en la que la
razón de ser de la práctica enfermera es la persona enferma (no la persona
sana), pero en calidad de portador de la enfermedad, ya que el objeto de
trabajo de la enfermera es la enfermedad, y a su alrededor se seleccionan y
elaboran los conocimientos necesarios para poder ejercer su labor.
FOTO
18 Vestuario de las enfermeras a lo largo de las nueve ediciones. Conclusión
número 8 de la Tesis Doctoral
9.- La
investigación pone de manifiesto, a través del análisis gadameriano sobre los
contenidos de las nueve ediciones dictadas por el Dr. Usandizaga, que se
primaron, a lo largo de las seis primeras ediciones (1934 - 1954) del “Manual
de la Enfermera”, actitudes como la subordinación, la obediencia, y el esfuerzo
para el cuidado a los enfermos, así como las prácticas necesarias para su
realización. El Dr. Usandizaga evidenciando el influjo sociocultural del
momento, incluye aspectos significativos sobre la religión, economía y cohesión
del grupo en los textos de las seis primeras ediciones:
Espíritu
vocacional. Página 3 (1ª edición. 1934)
Firme vocación
de caridad. Página 3 (1ª edición. 1934)
Enfermeras por
vocación. Página 3 (1ª edición. 1934)
Cualidades
morales: sinceridad, bondad, paciencia, obediencia, sentido del deber y
responsabilidad, economía y amor a la limpieza. Páginas 4, 5 y 6. (1ª edición.
1934)
Alegar ignorancia
para evitar preguntas indiscretas. Página 7 ((1ª edición. 1934)
Respeto a los
enfermos y austera dignidad. Página 7 (1ª edición. 1934)
Obediencia a los
médicos. Páginas 8 y 9 (1ª edición. 1934)
Vida higiénica
(dormir, comer, evitar contagio de enfermedades). Páginas 10 y 11 (1ª edición.
1934)
Inspira
confianza, será siempre discreta. Página 12 (1ª edición. 1934)
Abnegación,
tolerancia, respeto. Página 13 (1ª edición. 1934)
10.- Así mismo,
se constata que en la 7ª, 8ª y 9ª edición del Dr. Usandizaga, ahora denominada
“Manual de la Enfermera y el Practicante” la nueva denominación decretada en
1952, que cambia el título de “Enfermera” por el de “Ayudante Técnico Sanitario
(A.T.S)”, implicó que en estas últimas ediciones tuvieran más peso los
conocimientos biomédicos y la realización de técnicas, cada vez más complejas,
que fueron desplazando la actividad de los cuidados básicos de los pacientes.
Esto supuso cambios como la eliminación de la asignatura “La enfermera”
dedicada a definir las actividades (misión, profesión y vocación), cualidades
físicas y morales, así como los deberes de las enfermeras.
FOTO
19 Entregando la Tesis Doctoral a Don Mario Corral García, director de la
Biblioteca Marquesa de Pelayo y Dra. María Jésica Martín Llorente con el busto
del Marques de Valdecilla en el Salón Noble. Hospital Universitario Marqués de Valdecilla,
Santander. 13 de septiembre de 2019
11.- Tras la
interpretación de las fuentes consultadas, y ciñéndonos a las nueve ediciones
redactadas por el Dr. Usandizaga para la formación de enfermeras, se advierte
la existencia de un gran salto entre la edición de 1952 y la de 1958, en lo que
se refiere al texto o contenido de las mismas, siendo la 7ª edición en la que
más cambios se contrastan, incorporando casi un 40 % de los contenidos nuevos.
12.- Los cambios
que se producen en las diferentes ediciones durante los 36 años que perdura la
obra del Dr. Usandizaga, coinciden con las transformaciones a nivel
legislativo-educativo que se originan en dicho periodo, y una vez adoptadas por
el Dr. Usandizaga, van transformando el texto correspondiente.
13.- Por medio
de las anteriores conclusiones, podemos verificar que hemos alcanzado nuestros
objetivos: el primero con la número 1 y 2, el segundo con la número 3, 4, 5, 6
7 y el tercer y último objetivo con la conclusión 9, 10, 11 y 12.
14.- Finalmente,
del análisis de las fuentes se desprende que las nueve ediciones, aún con
diferente título: “Manual de la Enfermera” y “Manual de la Enfermera y el
Practicante (Ayudante Técnico Sanitario)”, tienen como finalidad la formación
de enfermeras, entendido dicho término como “aquellas profesionales encargadas
de cumplir las tareas asignadas por el médico y así completar la atención
proporcionada a los enfermos”, por tanto, podemos concluir que la formación
enfermera queda adscrita por el Dr. Usandizaga, al marco socio político,
cultural, religioso y al paradigma biomédico, incluyendo los avances científico-tecnológicos
de su momento, confirmando de esta forma nuestra hipótesis.
Otra Bibliografía
MANUEL USANDIZAGA
SORALUCE LA OBRA DE UN ILUSTRE MÉDICO DONOSTIARRA. Publicado el domingo día 18
de agosto de 2019
Manuel Solórzano Sánchez
Osakidetza,
Hospital Universitario Donostia, Donostia, Gipuzkoa.
Graduado en
Enfermería
Insignia
de Oro de la Sociedad Española de Enfermería Oftalmológica 2010. SEEOF
Miembro de
Enfermería Avanza
Miembro de Eusko
Ikaskuntza / Sociedad de Estudios Vascos
Miembro de la
Red Iberoamericana de Historia de la Enfermería
Miembro de la
Red Cubana de Historia de la Enfermería
Miembro
Consultivo de la Asociación Histórico Filosófica del Cuidado y la Enfermería en
México AHFICEN, A.C.
Miembro no
numerario de la Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País. (RSBAP)
Académico
de número de la Academia de Ciencias de Enfermería de Bizkaia –
Bizkaiko Erizaintza Zientzien Akademia. ACEB – BEZA
Insignia
de Oro del Colegio Oficial de Enfermería de Gipuzkoa 2019