domingo, 7 de julio de 2019

LAS BATALLAS SILENCIADAS


Nieves Muñoz rescata la profesionalización de la enfermería en la I Guerra Mundial en su novela ‘Las batallas silenciadas’


FOTO 1 Portada del libro de Nieves Muñoz de Lucas “Las Batallas Silenciadas”

AUTORA: Nieves Muñoz de Lucas nace en Valladolid en 1976, en pleno otoño castellano, rodeada de vientos que anunciaban un invierno blanco que aún no había llegado y del que tomó el nombre. Vinculada siempre a las letras, bien como escritora de historias o como lectora, eligió sin embargo un camino diferente para su formación: la enfermería. Tras muchos años trabajando como sanitaria en Castilla y León, actualmente es enfermera en la UCI pediátrica y neonatal de su ciudad.

Graduado en Enfermería. Veintiún años trabajando de enfermera; lleva diez prestando sus servicios en la unidad de cuidados intensivos pediátricos y neonatales del hospital Clínico Universitario de Valladolid. Consultora de lactancia en la asociación Lactancia en positivo desde el año 2007. Miembro de las comisiones de lactancia del área sanitaria este y oeste de Valladolid. Formadora de la IHAN (Iniciativa para la Humanización de la Asistencia al Nacimiento y la Lactancia) desde el 2017.

FOTO 2 Las Batallas Silenciadas. Autora: Nieves Muñoz de Lucas

Para ella, escribir es una forma de vida. Tras formarse en técnicas literarias, ha colaborado en varias antologías de relatos como: Un cuatro de febrero, antología de relatos solidarios a favor de FEDER. Atrasis, cuentos de nueva fantasía, (editorial Triskel). Relatos de brujería de Castilla y León o Relatos satánicos de Castilla y León (editorial Apache). Tres pulgas de biblioteca y el tesoro de la tierra muerta, (editorial Mr momo). También ha participa como articulista para blogs de narrativa y en la revista literaria El taller de la factoría. Ahora, con Las batallas silenciadas, al fin se ha atrevido a dar el paso y nos ofrece una maravillosa novela histórica con la que ha conseguido aunar sus dos grandes pasiones. Publicado por Edhasa. Barcelona 2019

Las batallas silenciadas es la primera novela de la escritora vallisoletana Nieves Muñoz. El libro trata sobre el trabajo de las abnegadas enfermeras en el marco de la batalla de Verdún en 1916. En dicha batalla se perdieron muchas vidas, pero también muchas almas quedaron en suspense...

Verdún, 1916. La más larga y cruenta batalla de la Primera Guerra Mundial. A orillas del río Mosa, las trincheras y fortines cambian de manos entre alambradas, duelos de artillería y ataques de una incipiente aviación militar. Vivos y muertos habitan un escenario de pesadilla.

Allí, entre el barro y las balas, entre el miedo, Irene Curie se incorpora al hospital de campaña francés de Barleduc para enseñar a los cirujanos del ejército a usar la máquina de rayos X adaptada por su madre, Marie Curie, convencida de que ayudará a salvar muchas vidas. Pero, una vez allí, deberá enfrentarse no sólo al menosprecio y la ignorancia de los curtidos militares, sino también a la vida al borde de la muerte.

FOTO 3 Herido en las trincheras con los sanitarios

Junto a sus compañeras, las enfermeras de guerra Berthe y Shirley, afrontará el mayor reto posible: sobrevivir. No serán las únicas, y no siempre estarán solas. El hospital, los pueblos cercanos y las trincheras están llenos de almas solitarias. Nadie dijo que sería fácil..., pero el amor y la amistad, en tiempos de odio, pueden significar la salvación.

Con una prosa vibrante y enérgica, llena además de sensibilidad y feminidad, Nieves Muñoz nos narra la batalla de Verdún como nunca antes la habíamos visto: desde las trincheras, en los pueblos y en los campos, en el aire y en las almas... Porque, como en toda guerra, hubo vencedores y vencidos, pero todos tuvieron alma, y en ésta su primera novela Nieves Muñoz nos abre la suya y la de sus personajes para darnos un bien eterno: la esperanza (1).

La batalla de Verdún es sin lugar a dudas la de mayor importancia, duración y crudeza de cuantas tuvieron lugar durante la Primera Guerra Mundial

La batalla de Verdún es sin lugar a dudas la de mayor importancia, duración y crudeza de cuantas tuvieron lugar durante la Primera Guerra Mundial. Una contienda de trincheras, en la que en los métodos de la prácticas bélicas se empezaba a atisbar en el horizonte el empleo de la aviación, lo que daría lugar a una auténtica revolución armamentística y un giro radical en la manera de abordar las batallas (2).

Allí, lo más cerca que podía estar del frente en el que las bajas eran constantes, es donde decide desempeñar su labor de enfermera Irene Marie Curie, convencida de que el invento desarrollado por su madre iba a poder salvar muchas vidas en la trastienda del enfrentamiento.

FOTO 4 Hospital en Sidcup, Londres

Si ya la propia Marie Curie ha pasado a la Historia por logros como ser la primera mujer en obtener dos premios Nobel en diferentes disciplinas, o ser la primera mujer profesora en la universidad de París, su hija y las compañeras en esta aventura tendrán que vivir en sus propias carnes tanto el desprecio por su condición femenina como la minusvaloración de la nueva forma de abordar la medicina y la enfermería, derivadas de los primeros usos del descubrimiento de su madre.

Nieves Muñoz (Valladolid, 1976) en esta su primera novela también nos hablará de sentimientos, de lo que supuso para estas jóvenes ver como día a día los hombres caían heridos, y como muchos perdieron la vida a lo largo de los diez meses que duró esta cruel batalla. Vamos a poder percibir el olor de la tierra húmeda de las trincheras, vamos a sentir sobre nuestras cabezas los vuelos de la incipiente aviación militar, vamos a ser capaces casi de notar ese olor dulzón a muerte propio del campo de batalla, al que habría que añadir un plus de pesadumbre porque las bajas en el frente se producen sin poder despedirse de los que uno más quiere.

Una obra sensible pero que huye de la ñoñería, un libro que nos ayuda a tener más conciencia de lo que ocurrió en aquella época, a actualizar y remediar ciertas injusticias, pero sobre todo a albergar siempre en nuestro interior la esperanza Tanto por el género humano, como por un futuro mejor (2).

FOTO 5 Agatha Christie y Vera Brittain. Enfermeras Voluntarias de la Cruz Roja

El Instituto Castellano y Leonés de la Lengua

El Instituto Castellano y Leonés de la Lengua presentó el viernes, 17 de mayo, a las 19.30 horas, en el Palacio de la Isla de Burgos, el libro ‘Las batallas silenciadas’ (Edhasa), de la enfermera y escritora vallisoletana Nieves Muñoz de Lucas. Esta novela histórica, debut en el género de la autora, se adentra en la I Guerra Mundial, y recrea la batalla de Verdún desde una nueva perspectiva. La protagonista del relato es Irene Curie, hija de la investigadora de origen polaco y francesa de adopción Marie Curie, premio Nobel de Química en 1911 por sus investigaciones sobre la energía nuclear (3).

Cuando estalla la Gran Guerra, Irene Curie toma la decisión de estar lo más cerca posible del frente. Convencida de que pude ayudar a salvar muchas vidas, gastará hasta su último aliento en enseñar radiología a los cirujanos en los hospitales de campaña a través de los aparatos portátiles de uso militar diseñados por su madre, a la que ayuda en su manejo. Su estancia en el hospital de Barleduc se convertirá en una lucha para ganarse el respeto de los curtidos militares y de sus compañeras.

Nieves Muñoz narra la batalla de Verdún como nunca antes se había visto; ante los ojos del lector aparecen las vidas de todos aquellos que participaron, de una forma u otra: desde las trincheras, en los pueblos, en el aire, en los hospitales de campaña... Porque como en toda guerra, hubo vencedores y vencidos, pero todos tuvieron alma, y en esta novela Nieves Muñoz nos abre la suya y la de sus personajes para ofrecer un bien eterno: la esperanza (3).

FOTO 6 Mary e Irene Curie, enfermeras voluntarias en la Primera Guerra Mundial

Nieves Muñoz rescata la profesionalización de la enfermería en la I Guerra Mundial en su novela ‘Las batallas silenciadas’

La joven escritora vallisoletana Nieves Muñoz ha irrumpido con fuerza en el género de la novela, con la publicación de un relato histórico lleno de matices, en el que se dan cita un puñado de personajes memorables, especialmente los femeninos. La autora se adentra de lleno en la Primera Guerra Mundial y como hilo conductor echa mano de un episodio conocido como fue la presencia de Irene Curie hija de la investigadora Marie Curie, en la batalla de Verdún, en primera línea del frente.

Nieves Muñoz, que presentó el viernes 17 de mayo en el Instituto Castellano y Leonés de la Lengua su libro ‘Las batallas silenciadas’ (Edhasa), su debut en la novela histórica, recordó ante el público el carácter romántico que tuvo la I Guerra Mundial, época que coincide con los inicios de la enfermería y en la que por primera vez se profesionalizó el trabajo de este colectivo sanitario. “Encontré que había un vacío que cubrir ya que ese papel que tenían las mujeres no había sido contado anteriormente”, apuntó la autora, que reconoció su pasión por este momento histórico, que seguramente le sirva de inspiración para futuros trabajos.

FOTO 7 Postales francesas de enfermeras de la Primera Guerra Mundial

La utilización de los aparatos portátiles de rayos x portátiles diseñados por la investigadora polaca para emplear en vehículos militares, contribuyendo a salvar vidas humanas y ayudando al cirujano es el episodio histórico al que ha recurrido esta escritora, enfermera de profesión, para tejer una historia humana en la que la guerra, sus consecuencias y las circunstancias últimas de las miles de personas que viven en primera persona sus efectos casi siempre trágicos, están muy presentes en su narración.

La decisión personal de Irene Curie de implicarse personalmente y acudir a un hospital a enseñar al personal médico la utilización de esta tecnología será la razón última que impulse sus decisiones. Consciente de que sus conocimientos en radiología pueden ser cruciales a la hora de salvar vidas y con la bendición de su estricta madre, que conoce bien sus capacidades. Irene Curie tomará decisiones arriesgadas y se enfrentará de frente a las consecuencias de la guerra en toda su extensión y crudeza. La incomprensión del estamento militar y, también, la de sus compañeros, marcará su estancia en el hospital de Barleduc, convertida en una lucha diaria para ganarse el respeto de los curtidos militares y de sus compañeras.

En este relato, Nieves Muñoz aproxima al lector a la batalla de Verdún de forma singular, facilitando una aproximación a las vidas de todos aquellos que participaron, de una forma u otra: desde las trincheras, en los pueblos, en el aire, en los hospitales de campaña e incluso en los burdeles. La escritora, que reconoce que escribir supone para ella una forma de vida, se ha atrevido a dar el paso que le ha llevado a irrumpir con fuerza en el género de la novela histórica con una historia llena de crudeza, pasión y realidad. La novela, publicada en mayo, se ha presentado también en Valladolid, y próximamente se presentará en otras ciudades (4).

FOTO 8 Estos camiones con unidades de Rayos X se denominaron “Petit Curie” y, sin duda, miles de vidas se salvaron gracias a ellos

LAS BATALLAS SILENCIADAS. EL LIBRO

El libro consta de 538 páginas distribuidas de la siguiente manera: Prólogo.
Primera Parte: Antes de la tormenta (Barleduc). Capítulo I: Las tranquilas aguas del Ornain. Capítulo II: Los colores de la guerra: dorado. Capítulo III: Cuestión de perspectiva. Capítulo IV: Los colores de la guerra: ocre. Capítulo V: Bajo las mismas estrellas. Capítulo VI: Los colores de la guerra: dorado y rojo. Capítulo VII: Ratas. Capítulo VIII: Los colores de la guerra: ocre y gris. Capítulo IX: Mares muertos. Capítulo X: Los colores de la guerra: dorado, rojo, púrpura. Capítulo XI: Versos encadenados. Capítulo XII: Los colores de la guerra: ocre, gris, negro.

Segunda Parte: La Tormenta (Verdún). Capítulo XIII: El cielo lo sabe. Capítulo XIV: Doce horas. Capítulo XV: Trommelfeuer. Capítulo XVI: Sin mirar atrás. Capítulo XVII: Supervivientes. Capítulo XVIII: No pasarán. Capítulo XIX: La herida más dolorosa. Capítulo XX: Promesas. Capítulo XXI: Fuego y hielo. Capítulo XXII: Contra reloj. Capítulo XXIII: Prisioneros. Capítulo XXIV: La decisión. Capítulo XXV: Lágrimas que saben a sangre. Capítulo XXVI: Fragmentos. Epílogo: Vestigios de la tormenta. Nota histórica. Agradecimientos.

Libro excepcional, narrado por una enfermera con una visión de la profesión del cuidado enfermero en tiempos de guerra, resaltando el trabajo realizado por todas las enfermeras en las guerras, su entrega, sin horarios hasta la última fuerza de sus cuerpos para atender a tantos heridos y darles un pequeño consuelo.


FOTO 9 “Las enfermeras cuando se enfrentan a la gran batalla, llevan el cariño y confort conjugado con los auxílios que la ciencia moderna recomienda para el tratamiento de los heridos y enfermos de guerra” Diário de Notícias: 12-Nov-1917

LAS BATALLAS SILENCIADAS

En 1914 estalló una guerra que supuso un antes y un después no sólo en los conflictos armados, sino en la configuración de Europa y en la historia mundial. Cuatro años duraron las contiendas, que poco tuvieron que ver con la forma de luchar de la humanidad hasta entonces (5).

Las trincheras, la guerra de desgaste y los ataques con armas químicas son solo tres ejemplos de la barbarie que comenzó un 28 de julio con el asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria en Sarajevo, aunque las cuerdas de las diferentes potencias enfrentadas llevaban tensándose mucho tiempo antes. La Gran Guerra, pese a no ser tan mencionada habitualmente como su secuela, la Segunda Guerra Mundial, fue tanto o más importante, y por ello siempre ha ejercido una atracción especial en mí.

Hace ya unos años, cuando solo me atrevía a escribir relatos cortos, quise crear un homenaje a los inicios de mi profesión, la enfermería.

El relato, de cinco o seis páginas de extensión, tenía una documentación mínima. Se lo dejé leer a una compañera y se entusiasmó por la idea, pero me dijo que era demasiado corto y que esa historia se merecía ser contada de otro modo. Tenía razón. Y entonces lo supe. Podía aunar mi pasión por la enfermería con la fascinación que siento por la Primera Guerra Mundial. Pero no era fácil. Iba a tener no solo que conocer los entresijos del estallido bélico desde el comienzo, sino que debía colocarme bajo la piel de sus protagonistas.

FOTO 10 Enfermeras Damas de la Cruz Roja Francesa, médico y practicante, 1916. Bibliothèque Nationale de France

Y estos eran los hombres y mujeres anónimos cuyos nombres nunca aparecen en los libros de historia. La documentación es esencial, pero también lo es la empatía para contar lo que otros vivieron. Me embarqué entonces en un viaje al pasado que me iba a suponer tres años de trabajo y dedicación documental, además de sentir y reproducir la rabia, el dolor, la decepción y el miedo que se sufrieron hace cien años.

Tras la invasión de la neutral Bélgica y de Luxemburgo, Alemania traspasó la frontera occidental de Francia en su camino hacia la conquista de París, pero las fuerzas aliadas frenaron ese avance a los pocos kilómetros. El frente se situó en esa zona, a lo largo de una línea de trincheras que fueron el epicentro de las más cruentas batallas.

La guerra que se había vaticinado y publicitado como breve y justa se estancó. El espíritu romántico y orgulloso de los que luchaban desapareció al poco tiempo bajo el barro de las trincheras. La Gran Guerra, iniciada como si fuera un juego de ajedrez entre caballeros, se convirtió en una refriega sucia y despiadada. Cada avance mínimo en las posiciones suponía desangrar a las tropas y los muertos se iban acumulando en las orillas.

FOTO 11 Enfermeras con sus pacientes en un Hospital de campaña. Foto:

¿Qué momento histórico de esos cuatro años era el más propicio para contar mi historia? Buscaba uno que fuera representativo de las emociones que dicha guerra Mundial me genera, de lo que necesitaba transmitir.

La batalla de Verdún: diez meses de bombardeos y combates, veintitrés millones de proyectiles, setecientas mil bajas entre un bando y otro, más de doscientos mil muertos amontonándose en las colinas o en el fondo de los cráteres producidos por los morteros.

La importancia de mantener Verdún en manos francesas se convirtió en una cuestión de fe y moral, pero supuso enviar a los soldados a un verdadero infierno. Fue, sin duda, una de las batallas más angustiosas y despiadadas. Lo es, de hecho, hasta hoy en día. Y, sin embargo, los datos no nos dicen absolutamente nada sobre los hombres que lo sufrieron. ¿Qué podía pensar un soldado que vivía entre las ratas y el fango dentro de una trinchera? ¿Cómo sobrevivir a las amputaciones de miembros; a los cuerpos de sus hermanos pudriéndose sobre la tierra helada un día, y otro… y otro más? ¿Cómo serían los lazos creados entre compañeros de trinchera? ¿Cuál podría ser el grado de desesperación, angustia, desconsuelo y miedo?

La Gran Guerra tuvo muchos frentes y la lucha no fue exclusiva de los soldados. El papel de la mujer en el conflicto se ha dejado de lado en los libros de historia, relegado en muchas ocasiones a meras sombras secundarias, cuando en realidad fueron un engranaje esencial de la maquinaria política, económica y social. Quise sacar a la superficie, desde las profundidades más silenciosas del río que me encontraba vadeando, las voces de aquellas mujeres que sufrieron, lucharon, amaron, trabajaron y batallaron en la guerra. Recogieron las cosechas para que sus familias no murieran de hambre, acudieron a las trincheras y cambiaron la falda por el uniforme, condujeron ambulancias y se dejaron la piel en los hospitales de campaña.

FOTO 12 Mari e Irene Curie. Enfermeras voluntarias. Vera Brittain. Enfermera voluntaria.

Mis personajes son mujeres representativas de las auténticas que vivieron esa guerra: campesinas, enfermeras, voluntarias sin formación sanitaria, prostitutas, etc. Y como punto de partida de la historia, la hija de Marie Curie, Irene, quien con dieciséis años deja sus estudios de física en la Sorbona para hacer un curso de enfermería y ayudar a su madre a llevar la radiología portátil al frente de batalla, instruyendo a los cirujanos en las trincheras.

Como en toda novela histórica, existe una parte documentada y otra en la que ficción es el sustento. Personajes que existieron en realidad, como la doctora Nicole Girard-Mangin, o Georges Duhamel, médico y escritor que plasmó por escrito sus vivencias en los hospitales de campaña. Shirley StJohn, uno de mis personajes, bebe de los escritos de Vera Brittain, una enfermera voluntaria inglesa que retrató la cara olvidada de estas mujeres en una biografía: Canción de juventud.

Mi querida enfermera Berthe Hinault es la representante de una profesión, la mía, que tuvo que afianzarse en las condiciones más duras posibles. Las enfermeras lucharon contrarreloj para salvar vidas y cuidar del cuerpo y el alma de los soldados heridos, al tiempo que reclamaban sus derechos y el reconocimiento a su labor.

FOTO 13 Camión radiológico Primera Guerra Mundial llamado: “Petit Curie”

Sobre las enfermeras es una fuente de conocimiento increíble el título Veiled Warriors: Allied Nurses of the First World War, de Christine Harrell. La medicina y los cuidados de enfermería avanzaron a paso de bayoneta y metralla. La cirugía y el control de las infecciones dieron un giro de 180º debido al tratamiento de las heridas, fracturas y amputaciones. Se comenzó a utilizar la solución de Dakin para la antisepsia de las heridas, los conservantes para almacenar sangre donada, la inmovilización de las fracturas, etc.

El hacinamiento de los soldados tuvo como consecuencia un estudio más exhaustivo de las enfermedades contagiosas. La ingeniería creo nuevos artefactos que resultaron necesarios, ofensivos y defensivos: máscaras antigás, vacunas, aviones más rápidos y seguros…, y un largo etcétera. Las primeras descripciones de los síntomas por estrés postraumático se dieron en los hospitales de campaña.

La distribución de la asistencia sanitaria, de los hospitales y ambulancias en la zona de Verdún me creó verdaderos quebraderos de cabeza por la falta de información y, en ocasiones, por datos contradictorios. El documento que más me convenció fue Le Service de Santé durant la Bataille de Verdun, de Jean-Jacques Ferrandis (en Histoire des sciences mèdicales, tomo XXXVI, número 2, 2002), y del que recreé los mapas que aparecen en esta novela. Las técnicas médicas y quirúrgicas utilizadas, así como el material mencionado en la novela, están documentados mediante artículos sobre medicina de finales del siglo XIX y principios del siglo XX, sobre todo de la Revista de Medicina y Cirugía prácticas, desde el año 1882. Los avances técnicos sanitarios no llegaron al mismo tiempo a todos los lugares y la falta de material quirúrgico en zonas de guerra era un hecho, así que recreé el tratamiento de las heridas y enfermedades sin estos recursos. Asumí que se debían utilizarse remedios conocidos anteriormente además de introducir los métodos novedosos.

FOTO 14 Sanitarios en el camión radiológico Primera Guerra Mundial llamado: “Petit Curie”

Y en el centro de esta revolución sanitaria, la enfermería. Y las mujeres que la componían. Pues la Primera Guerra Mundial inició el cambio social que se llevaba reclamando mucho tiempo antes.

Sin embargo, toda la aventura de Irene y sus compañeras en Verdún es ficticia, así como la recreación de sus personalidades, pensamientos, las relaciones entre ellas y el resto de personajes, sus motivaciones y anhelos, sus decisiones y acciones. He intentado darles vida y he narrado su historia desde el interior del río: mojándome en el proceso, sintiendo el frío y la angustia, nadando a contracorriente, como hicieron las mujeres en aquella época.

Todos mis personajes tienen un poco de mí, de lo bueno y de lo malo que puedo ofrecer. De mis propias experiencias como enfermera y de lo que mis compañeras me han contado a lo largo de estos años de profesión. Al fin y al cabo, solo han pasado cien años desde entonces y la humanidad no ha evolucionado tanto como hubiera sido deseable (5).

¡Espero que os guste mi novela!

FOTO 15 Militares y enfermeras, 1917. Bibliothèque Nationale de France

Bibliografía
1.- Todo Literatura
2.- El imparcial. Por Jorge Pato García
3.- El Instituto Castellano y Leonés de la Lengua
4.- Nieves Muñoz
5.- Resumen realizado por la propia autora: Nieves Muñoz de Lucas

FOTO 16 Enfermeras Damas de la Cruz Roja Francesa, con los soldados heridos, 1916. Bibliothèque Nationale de France

Otra Bibliografía sobre el tema

6.- Las Enfermeras Australianas en la Guerra Civil Española. Publicado el domingo día 20 de marzo de 2011
7.- Las Enfermeras que Lucharon por la Libertad. Publicado el sábado día 16 de abril de 2011
8.- Para nosotros era el cielo. Angela Jackson. Publicado el sábado día 16 de febrero de 2013
9.- Mari Curie. Mujer Inmortal. Manuel Solórzano. Publicado el domingo día 2 de noviembre de 2014
10.- Enfermeras de Guerra. Manuel Solórzano. Publicado el miércoles día 1 de julio de 2015
11.- Las Enfermeras, su trabajo en la guerra y la fatiga de combate. Manuel Solórzano. Publicado el domingo día 8 de mayo de 2016.

12.- La enfermería en la Gran Guerra: las novedades del frente. Javier Castro.

Manuel Solórzano Sánchez
Osakidetza, Hospital Universitario Donostia, Donostia, Gipuzkoa.
Graduado en Enfermería
Insignia de Oro de la Sociedad Española de Enfermería Oftalmológica 2010. SEEOF
Miembro de Enfermería Avanza
Miembro de Eusko Ikaskuntza / Sociedad de Estudios Vascos
Miembro de la Red Iberoamericana de Historia de la Enfermería
Miembro de la Red Cubana de Historia de la Enfermería
Miembro Consultivo de la Asociación Histórico Filosófica del Cuidado y la Enfermería en México AHFICEN, A.C.
Miembro no numerario de la Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País. (RSBAP)
Académico de número de la Academia de Ciencias de Enfermería de Bizkaia – Bizkaiko Erizaintza Zientzien Akademia. ACEB – BEZA
Insignia de Oro del Colegio Oficial de Enfermería de Gipuzkoa 2019


2 comentarios:

cbs dijo...

Felicito a la autora. Buscaré el libro para leerlo con gran interés.
Concha Brun Sandiumenge

Facey Nancy dijo...

Quiero alabar todopoderosamente al Dr. Oso que me ayudó con su cura para el vih, por favor ayúdame a darle gracias, es un gran hombre que Dios envió desde el cielo para salvar la vida de las personas, este hombre también salvó la vida de mi amigo. que tiene diabetes, por favor agradézcame a este hombre, también si tiene algún tipo de problema también puede contactarlo para que lo ayude, es un hombre maravilloso, el correo electrónico es drosohaberhome@gmail.com
O número de Whatsapp celular +2348162084839 gracias

También puede contactarme para obtener más información sobre el Dr. Oso faceynancy1@gmail.com