7 de Marzo de 1937
Delegación Sanitaria del Requeté de Guipúzcoa
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1 Policlínica del Requeté en San Sebastián
Inauguración
de la Policlínica del Requeté y del Sanatorio Quirúrgico de Nuestra Señora de
los Dolores
El
domingo próximo, día 7, a las diez de la mañana, tendrá lugar en esta capital
la inauguración de dos Centros Sanitarios instalados por el Requeté de
Guipúzcoa: la Policlínica del Requeté,
sita en la calle Ramón María Lilí, número 1, en el entresuelo y primer piso, y
el Sanatorio Quirúrgico de Nuestra
Señora de los Dolores, establecido en Errondo.
Ambos
Centros, que han sido montados magníficamente, con arreglo a todos los
requisitos que la ciencia médica y quirúrgica moderna exigen, puede decirse,
sin exageración, que son instalaciones modelos en su respectiva especialidad,
cosa en la que no será preciso insistir citando tan sólo que la organización de
servicios, sabía y perfectamente realizada, se debe a la acreditada dirección
del reputado y benemérito doctor Benigno
Oreja Elósegui.
Al
acto de la inauguración de estos establecimientos asistirán las autoridades,
Junta Carlista de Guerra, oficiales del Requeté, etc., y a la bendición de los
locales precederá una Misa que tendrá lugar en el Sanatorio Quirúrgico (1).
Delegación
Sanitaria del Requeté de Guipúzcoa
Hoy domingo día 7 de
marzo de 1937 se inaugura la Policlínica del Requeté y el Sanatorio Quirúrgico
de Nuestra Señora de los Dolores
Conforme
ayer anunciamos, hoy domingo, se celebrará la solemne inauguración de la
Policlínica del Requeté y del Sanatorio Quirúrgico de Nuestra Señora de los
Dolores, centros que, bajo los auspicios de la Delegación Sanitaria del Requeté
de Guipúzcoa, han sido instalados tan magníficamente, cómo ayer decíamos, en
nuestra capital.
El
acto de inauguración será a las diez de esta mañana y asistirán las
autoridades, la Junta Carlista de Guerra, representaciones del Requeté, etc.
(2).
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2 Sanatorio de Nuestra Señora de los Dolores en el Paseo de Errondo de San
Sebastián. La Voz de España del martes 9 de marzo de 1937, página 8
INAUGURACIÓN DE DOS CENTROS SANITARIOS
El Requeté al servicio de España
El
domingo día 7 de marzo tuvo lugar la inauguración de la Policlínica del Requeté
y del Sanatorio de Nuestra Señora de los Dolores, centros sanitarios que han
sido montados por la Delegación de Sanidad de la Junta Carlista de Guerra de
Guipúzcoa, de acuerdo con los más notables adelantos.
A
los actos asistieron las autoridades y numerosos invitados. Recordamos entre
otros, al Teniente Coronel Barrios, con su ayudante Gómez Bea, el Comandante
Díaz Moreu, en representación del Gobernador Civil, el señor Olazábal en
representación del Alcalde de San Sebastián, el señor Gaytán por la Diputación,
a los miembros de la Junta Carlista de Guerra señores Arrúe, Valdespina, Benigno
Oreja y Eceizabarrena, a los señores Eraul, Caravaca y García Ortiz por
Falange, al doctor Kutz de la Cruz Roja, al señor Gaiztarro de la Junta
Nacional Carlista, etc., etc.
A
las diez de la mañana el capellán del Requeté Auxiliar de Guipúzcoa bendijo los
locales de la Policlínica, sitos en la letra D (hoy portal número 1) del Paseo
de Ramón María Lilí; acto seguido, autoridades e invitados, se trasladaron al
Sanatorio de Nuestra Señora de los Dolores, situado en Errondo, donde se
celebró una Misa y la bendición del establecimiento. Luego se sirvió un
“lunch”, terminado el cual el señor Barrios, Comisario Carlista de Guerra, dirigió
unas palabras de homenaje a la labor, callada y positiva del doctor Benigno
Oreja “alma mater” de estos establecimientos que se acaban de inaugurar.
Terminó vitoreando a Cristo Rey y a España.
La
Policlínica del Requeté ocupa el
entresuelo y primer piso de la letra D del Paseo de Ramón María Lilí (hoy
portal número 1), estando montado con un gusto y una técnica que habla mucho de
quien ha dirigido estos trabajos. Más de treinta camas se hallan montadas en
esta Policlínica, siendo atendidas por religiosas
de la Esperanza y señoritas enfermeras.
El
Sanatorio de Nuestra Señora de los
Dolores, en Errondo y por su situación verdaderamente envidiable, dominando
el valle del Urumea y llegándose con la vista a una gran parte de la costa
cantábrica, lo moderno y elegante de su construcción, y sus detalles perfectos
y su técnica, escapa a todo elogio. Baste decir que es obra en la que ha
puesto, decidido, su inteligencia y actividad, persona de dotes poco corrientes
como el doctor Benigno Oreja.
Con
estos dos centros, que constituyen el conjunto armónico, se trata de satisfacer
las necesidades sanitarias de la retaguardia de los Requetés. La Policlínica ha
sido destinada a la consulta diaria y al internamiento de los que sufren de
padecimientos incluidos la Patología médica. El Sanatorio de Nuestra Señora de
las Dolores está destinado a los heridos de guerra o afectos de enfermedades
incluidas dentro de la Patología quirúrgica.
Tanto
uno como otro centro se hallan regentados por médicos de reconocida solvencia,
que se dedican a la medicina general y a las diversas ramas de la cirugía y
medicina. Como el cuadro de doctores adectos a la Delegación de Sanidad
Carlista es numeroso, todos los enfermos son asistidos por los especialistas de
sus enfermedades. También prestan su colaboración en los centros un plantel de
encantadoras señoritas donostiarras en calidad de enfermeras.
Con
estos centros sanitarios pueden disponer los Requetés de 140 camas, con las que
usar, altamente simpática, que la Junta Carlista de Guipúzcoa pone a
disposición del Ejército y milicias armadas, estos establecimientos para los
casos que sean precisos.
También
cuentan estos centros con una magnífica farmacia, formada gracias a los
desvelos y trabajos, verdaderamente heroicos de los doctores Tapia y Urte.
Entre
los donativos que para montar estos establecimientos se han recibido, figura uno
del Príncipe Francisco Javier.
La
Comunión Tradicionalista, que mantiene en los frentes de batalla a millares de
requetés, realiza en la retaguardia una labor digna de todo encomio,
inaugurando centros como este que hoy nos ocupa, que bastan y sobran para
acreditar el talento y la capacidad organizadora de sus dirigentes (3).
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3 Enfermeras del Hospital Nuestra
Señora de los Dolores. Fototeka Kutxa
LA
OBRA DE LA JUNTA CARLISTA DE GUERRA
Inauguración de la Policlínica del Requeté y el Sanatorio de
Nuestra Señora de los Dolores
El
domingo día 7 de marzo de 1937, tuvo lugar la inauguración de Policlínica del
Requeté y el Sanatorio de Nuestra Señora de los Dolores, centros sanitarios que
han sido montados por la Delegación de Sanidad de la Junta Carlista de Guerra
de Guipúzcoa, de acuerdo con los más notables adelantos.
A
los actos asistieron las autoridades y numerosos invitados. Recordamos, entre
otros, al Teniente Coronel, Comisario Carlista de Guerra señor Barrios con su
ayudante Gómez Bea; al Comandante Díaz Moreu en representación del Gobernador
Militar; al señor Olazábal en representación del Alcalde de San Sebastián; el
señor Gaytán de Ayala en representación de la Diputación; a los miembros de la
Junta Carlista señores Arrúe, Valdespina, Oreja y Eceizabarrena; a los señores
Caravaca, Eraul y García Ortíz por Falange; al doctor Kutz de la Cruz Roja,
etc.
A
las diez de la mañana el capellán del Requeté Auxiliar de San Sebastián bendijo
los locales de la Policlínica, sito en la letra D del Paseo de Ramón María
Lilí, trasladándose, acto seguido, autoridades e invitados al Sanatorio de
Nuestra Señora de los Dolores, situado en Errondo, donde se celebró una misa y
la bendición del establecimiento.
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4 Hospital de Nuestra Señora de los Dolores en el Paseo de Errondo de San Sebastián,
el día de la inauguración 7 de marzo de 1937. Fototeka Kutxa
Luego
se sirvió un “lunch”, terminado el cual el señor Barrios dirigió unas palabras
en homenaje a la labor, callada y positiva del doctor Benigno Oreja. Terminó
vitoreando a Cristo Rey, a España y al Rey.
Con
estos dos centros, que constituyen un conjunto armónico, se trata de satisfacer
las necesidades sanitarias de la retaguardia de los Requetés. La Policlínica ha
sido destinada a la consulta diaria y al internamiento de los que sufren de
padecimientos incluidos en la patología médica.
El
Sanatorio de Nuestra Señora de los Dolores está destinado a los heridos de
guerra o afectos de enfermedades incluidas dentro de la patología quirúrgica.
Tanto
uno como otro centro se hallan regentados por médicos de reconocida
competencia, que se dedican a la medicina general y a las diversas ramas de la
cirugía y medicina. Como el cuadro de doctores adscritos a la Delegación de
Sanidad del Requeté es numeroso, todos los enfermos son asistidos por los especialistas
de sus enfermedades. También prestan su colaboración en estos centros un
plantel de encantadoras señoritas donostiarras en calidad de enfermeras.
Con
esos centros sanitarios pueden disponer los Requetés de 140 camas, con la nota
altamente simpática, que la Junta Carlista de Guerra de Guipúzcoa pone a
disposición del ejército y milicias armadas estos establecimientos para los
casos que sean precisos.
También
cuentan estos establecimientos con una magnífica farmacia, formada gracias a
los desvelos y trabajos de los doctores Urte y Tapia. Entre los donativos que
para montar estos establecimientos se han recibido, figura uno del Príncipe
Francisco Javier (4).
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5 Las autoridades, enfermeras e invitados en el Parque de la Clínica de Nuestra
Señora de los Dolores, en el acto de inauguración de esta magnífica obra
benéfica y patriótica. Foto Marín. Diario Vasco del 9 de marzo de 1937, página
1 (5)
BENIGNO
OREJA ELÓSEGUI
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6 Coronel de Sanidad de los Requetés de Guipúzcoa. Dr. Benigno Oreja Elósegui
Máxima
autoridad sanitaria militar de la Junta Carlista de Guerra y de los Requetés en
la provincia de Guipúzcoa. Coronel de Sanidad de los Requetés de Guipúzcoa.
Fue
Presidente del Colegio de Médicos de Guipúzcoa en dos mandatos de los años 1920
a 1924 y de 1940 a 1946.
Nace
en Ibarranguelua (Vizcaya), el 13 de febrero de 1880. Su padre y su abuelo
también eran médicos. Sus primeros estudios los curso en Cestona y Azpeitia. El
Bachillerato en el Instituto de Enseñanza Media de San Sebastián de 1889 a
1895.
Estudiante
muy aplicado y serio. Cursa la carrera de Medicina en la Universidad de
Valladolid en la Facultad de Medicina, de 1895 a 1902, con brillantez. Premio
Extraordinario. De 1902 a 1905 realiza la especialidad de urología en el
Hospital Necker de París, con Félix Guyón y Albarrán. Trabaja también en el
Hospital Tenon (6 y 7).
En
1905 abre su consulta en San Sebastián, como especialista en vías
génito-urinarias, siendo el primer urólogo en Guipúzcoa. En 1908 presenta su
Tesis Doctoral en la Facultad de Medicina de San Carlos de Madrid con el título
“Prostáticos sin próstata”. El 23 de septiembre de 1906, junto con sus
compañeros de ejercicio los doctores Mariano Antín, Miguel Vidaur, Ramón
Castañeda Otermin e Hilario Gaiztarro Eceiza, fundando en San Sebastián la
pionera Clínica de San Ignacio en Ategorrieta, fue el primer centro
médico-quirúrgico privado de Guipúzcoa (8 y 9).
En
1919, Benigno Oreja y Luis Urrutia son los propietarios de la Clínica hasta 1924,
año en que el Dr. Urrutia se marcha a Madrid. La gran actividad desarrollada es
recogida y publicada en los “Anales de la Clínica de San Ignacio”.
Benigno
Oreja es uno de los primeros urólogos españoles, pionero e impulsor de la
uretrostomía perineal, con técnica personal, y la prostatectomía vía perineal
en dos tiempos; y pionero en el empleo de la transfusión de sangre en
Guipúzcoa.
Hasta
1936, todos los años realiza sus viajes de estudios a las mejores Clínicas
europeas, tanto en París, cómo en Berlín al Hospital urológico de St.
Hewigskrankenhaus del Dr. Lichtemberg, y en repetidas ocasiones a Viena.
Realiza
diversas publicaciones en “Guipúzcoa Médica” referentes a su especialidad.
También
pronunció conferencias, asistencia a Congresos Nacionales e Internacionales y
en la Academia Médico Quirúrgica de San Sebastián de la cual fue Presidente en
los años 1924 y 1925.
Fue
Presidente del Colegio de Médicos de Guipúzcoa en dos etapas: de 1920 a 1924,
realizando gran labor a favor de los Médicos Titulares, proponiendo la Unión
Médica y creando la Cartilla Médica, defendiendo siempre a la clase médica
local contra la actuación de los médicos extranjeros que trabajaban en la
ciudad.
La
segunda etapa comprende de 1940 a 1946, siendo el primer Presidente del Colegio
de la postguerra, sucediéndole el médico militar Dr. Leandro Martín Santos
Domínguez.
Desarrolló
su carrera profesional activamente durante 47 años, ya que trabajó hasta sus 77
años. Murió en San Sebastián el 26 de diciembre de 1962, a los 82 años (6 y 7).
LAS MARGARITAS EN SAN SEBASTIÁN
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7 Cuadro de la Virgen Nuestra Señora de los Dolores. Portal de la calle Ramón
María Lili nº 1. Autor de la fotografía: Javier
Garayalde Velaz
El
Hospital del Partido Carlista en San Sebastián, estaba en la esquina de lo que
es hoy Ramón María Lili y la Avenida de la Zurriola, enfrente del Kursaal. Se
llamaba Policlínica del Requeté,
inaugurada el domingo 7 de marzo de 1937. (Carlistas).
En
el portal nº 1 de la calle Ramón María Lili, todavía se conserva hoy un cuadro
muy grande de la “Virgen de los Dolores”
que preside y presidía la entrada por donde todos los días llevaban a los
heridos para su ingreso en el hospital. El portal y el cuadro siguen igual que
aquel 1937 cuando se creó dicha Policlínica. Dicho hospital ocupaba todo el
entresuelo y el primer piso, y estaba dividido en dos salas para enfermos,
quirófano, despacho médico y botiquín (10 y 11).
Siendo
el director de los establecimientos a los que nos referimos el Coronel de
Sanidad de los Requetés el doctor don Benigno Oreja Elósegui, y contaba en
la plantilla con los médicos, amigos y compañeros de la Clínica San Ignacio.
Como
Presidenta de las Margaritas de Gipuzkoa en 1936, fue Doña Inés Egoscozabal
Brunet. Y los Requetés celebraban
el día de su Patrona y el día de Artillería, en el Cuartel de los
Requetés que estuvo ubicado en el antiguo
edificio del Kursaal. Allí acudían las Margaritas concentrándose en el
Hotel Kursaal dos veces al día, de 10 de la mañana a la una del mediodía y a la
tarde desde las 3,30 hasta las 7 de la tarde, debiendo atender al combatiente
en sus descansos en la retaguardia y actuando como punta de lanza en las
movilizaciones sociales en beneficio del soldado, tales como limpieza de los
locales utilizados por la tropa; provisión de comida y alojamiento o las
prendas de abrigo necesarias.
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8 Enfermeras del Hospital Nuestra
Señora de los Dolores. Fototeka Kutxa
Las
enfermeras acudían en sus turnos a trabajar en la Policlínica del Requeté, que
estaba enfrente del edificio, pudiendo así colaborar en los trabajos propios de
la mujer en el Kursaal y los de enfermera en particular en el Hospital del
Requeté. También acudían al Hospital
Nuestra Señora de los Dolores en el Paseo de Errondo.
El
aumento de la actividad en retaguardia, desplaza de la Sede de las Margaritas
desde el Gran Kursaal al Hotel México, donde se instala la
Intendencia del Requeté, punto clave para la movilización y el encuadramiento.
Allí
se instala un taller confección para todo tipo de prendas invernales: jerseys,
capotes, mantas, trajes, etc. La publicidad de estas labores, enfatiza el
trabajo cualitativo de la
Margarita de evidente significación ideológica para el
carlismo, destacando su apostolado social. Su militancia en retaguardia se
refrenda con la boina roja y la cruz aspada del Requeté, reunión simbólica y
síntesis de los principios religiosos y sociales carlistas, ejemplo de su labor
guerrera y apostólica en la sociedad nacionalista, ofrecida con locura y amor a las tres veces Santa
Causa.
Su
papel de agente social adquiere valía por momentos en los primeros meses de
guerra, sobre todo con la dilatación de un conflicto que se preveía corto. Sus
labores de consuelo a los veteranos pobres, el soporte económico de las
familias leales, atención a los heridos y muertos por la Causa, demuestra que sus
cometidos no tienen fin.
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9 Enfermeras del Hospital Nuestra
Señora de los Dolores. Fototeka Kutxa
A
mediados de septiembre de 1937, en San Sebastián son frecuentes los
llamamientos y convocatorias en pro de los trabajos de las Margaritas para el
esfuerzo de guerra, con creciente importancia al prolongarse el conflicto. Este
es el caso del llamamiento a todas las
que posean el título de enfermeras, para que acudan a los hospitales, en el
frente o en la retaguardia.
La
atención al herido es para la “Margarita”
el compromiso de la mujer carlista con la sociedad. En los primeros momentos la
organización carlista crea hospitales de sangre como el Alfonso Carlos de
Pamplona, modelo de organización sanitaria tradicionalista, extensión de una
amplia gama de estos centros destinados a los combatientes. Para cubrir las
necesidades del hospital se organizan colectas, siendo el tope 150 pesetas por
persona. Con este dinero en efectivo se compra mantas, todo tipo de ropa
blanca, colchones, almohadas, etc.
En
San Sebastián se crean dos
nuevos establecimientos en marzo de 1937, de la mano de los Requetés de
Guipúzcoa: la Policlínica del Requeté
y el Sanatorio Quirúrgico Nuestra Señora
de los Dolores, instalado en el Paseo Errondo. Ambos son montados con los
últimos adelantos médicos y quirúrgicos. El acto de inauguración, el 7 de marzo
de 1937, cuenta con las máximas autoridades de la Junta de Guerra de
Guipúzcoa, oficiales del Requeté y la bendición de los locales, con misa
celebrada en el Sanatorio.
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10 Enfermeras del Hospital Nuestra
Señora de los Dolores. Fototeka Kutxa
La
presencia de las Margaritas se da por descontado, máxime cuando las actividades
bélicas del frente norte se reanudan con la ofensiva sobre la cornisa
cantábrica. La propaganda carlista realiza una descripción de los centros así
como de sus funciones, comprendiendo la Policlínica consulta diaria y hospitalización de
pacientes con tratamiento largo. El Sanatorio está destinado a los heridos en
combate y/o enfermedades que requieran tratamiento quirúrgico. En la
descripción del personal de ambos centros, se pone el acento en su pertenencia
a la Delegación de Sanidad Carlista, junto al plantel de señoritas donostiarras
que prestan servicios en calidad de enfermeras (10 y 11).
Se
hace saber a la opinión pública donostiarra que: “La
Comunión
Tradicionalista, que
mantiene en los frentes de batalla a millares de requetés, realiza en la
retaguardia una labor digna de todo encomio, inaugurando centros como este que
hoy nos ocupa, que bastan y sobran para acreditar el talento y capacidad
organizadora de sus dirigentes”.
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11 Enfermeras a pie de cama en la Policlínica del Requeté, Julio 1937. Foto
cedida: Elena Labayen
En
abril de 1937 la Junta Nacional
Carlista de Guerra inaugura un curso de
enfermeras, integrado por trescientas señoras y señoritas, con una duración
de dos meses y con un nivel alto de enseñanza teórico y práctico, impartido por
profesionales adscritos al Requeté y con un examen final para obtener el
diploma de enfermeras. En el acto inaugural se dijo de la importancia del envío
de miles de hombres al frente y la importancia de la creación de múltiples
organizaciones sanitarias para que no queden desatendidos. Recuerda a las
futuras enfermeras, el recato y el porte que deben presentar y que se reflejará
en la blancura de su uniforme,
especie de hábito que representa a la Caridad,
el Sacrificio, la Lealtad,
la Prudencia y la Vigilancia,
todas ellas virtudes que deben adornar a la enfermera en su cometido diario.
Considerada como auxiliar del médico en el trabajo del hospital, tiene como
misión principal curar y aliviar al enfermo en su dolor físico y espiritual,
sustituyendo a la madre, guiando su conducta y el pensamiento de Dios y Patria.
En diciembre de 1936 llega a Pamplona, Sevilla y San Sebastián una importante
cantidad de lana con destino a la confección de calcetines destinados a las
milicias y tropas regulares (10 y 11).
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12 Enfermeras en la terraza de la Policlínica del Requeté, Abril 1937. Foto
cedida: Elena Labayen
Conferencia dada por
Juan Olazábal y Ramery a las Margaritas de Tolosa, en el Círculo
Tradicionalista, el día 29 de enero de 1933, conmemorando el 40 aniversario de
la muerte de la reina Doña Margarita de Borbón y editado por la editorial
Itxaropena de Zarauz (1933 Signatura: S.M. 1 – A. Nª 42).
El manuscrito tiene una dedicatoria en la parte posterior de la hoja que dice:
A Don Serapio de Múgica en testimonio de nuestra antigua y buena amistad. Juan
de Olazábal. Mundain 20 – 2 – 33 (12).
Al
levantarse el Sr. Olazábal es
largamente aplaudido.
AL
hacerse el silencio, comienza diciendo, que a pesar de su veteranía, se
levantaba a hablar con verdadero miedo (grandes risas). Si; miedo, aunque no lo
creáis, por la magnificencia del recuerdo de aquella egregia señora, todo
abnegación y sacrificio, que hoy hace cuarenta años entregó su alma a Dios, y
se llamó en vida Doña Margarita de
Borbón; y cuyos ejemplos base fundamental de la organización de las “Margaritas”, a quienes dedico la
conferencia, dan margen inacabable, a consideraciones tales y tan hermosas, que
realmente me encuentro empequeñecido. Unid a esto el que tengo que hablar
después de haber oído el elocuente discurso de vuestro dignísimo presidente Sr.
Barrenechea, el precioso y
notabilísimo pronunciado por la señorita Baleztena,
y el de altos vuelos del Sr. Alberdi,
Presidente de la Juventud, y comprenderéis, que mi temor degenere en pavor (más
risas) (12).
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13 Conferencia dada por Juan Olazábal y Ramery a las Margaritas de Tolosa, en
el Círculo Tradicionalista, el día 29 de enero de 1933
El
Reglamento de las enfermeras
María Isabel Baleztena
realizó la redacción del reglamento específico que potenciara y delimitara el
papel de las enfermeras Margaritas dentro del Hospital Alfonso Carlos. El
reglamento era uniforme para todas las salas y en él se fijaban los horarios y
cometidos del cuerpo de enfermeras. Constaba de dos partes diferenciadas: una
referida a las enfermeras auxiliares o sin titulación, a las que se denominaban
simplemente “enfermeras”, y otra
para las enfermeras tituladas, que ostentaban el cargo de “Jefas de Sala”. Para las primeras, el reglamento fijaba dos turnos
diferentes de media jornada de 8
a 14 y de 14
a 20 horas, sin incluir las guardias nocturnas. Estos
turnos eran alternos, primero una jornada de tarde y al día siguiente de
mañana, con objeto de que la enfermera no perdiera contacto con el paciente.
Entre dos y tres enfermeras por turno cubrían el servicio de cada sala, en
función del número de camas. Durante el cambio de turno se dedicaban unos
minutos a comunicar las incidencias.
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14 Enfermeras y Religiosa de la Esperanza de la Policlínica del Requeté, Abril
1937. Foto cedida: Elena Labayen
La
“Jefa de Sala” que debía poseer como
requisito indispensable la titulación oficial de enfermería, considerando como
tales los de Enfermera del Estado, de Sanidad Militar o de las Damas Enfermeras
de la Cruz Roja.
Su jornada era completa, de mañana y tarde, y estaba al mando y cargaba con
toda la responsabilidad de la sala, teniendo a su cargo a las enfermeras,
enfermeros y religiosas de sala. Su trabajo incluía todo lo referente a
enfermería, organización, supervisión de la visita médica diaria, la formación
del personal femenino.
El
reglamento introducía cambios sustanciales con otros hospitales de España, por
ejemplo la participación en la realización de las curas por parte de las
enfermeras, la realización de la historia clínica, tareas que se consideraban
propias de los médicos y practicantes, además de la supeditación de las monjas
de sala a la enfermera jefe. Tras el Reglamento, se le dio mucha categoría a la
enfermera, habiendo una gran transformación en su figura pública.
Con
este nuevo reglamento entraba en juego la Formación de las nuevas Enfermeras, ya que en
cada una de las Salas debía haber una Enfermera Jefe con titulación oficial al
frente. Empezaba a complicarse la ampliación del Hospital y de sus Salas con el
uso del nuevo Reglamento debido a la escasez de enfermeras tituladas entre las
Margaritas Navarras.
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15 Enfermeras de la Policlínica del Requeté, mayo 1937. Foto cedida: Elena
Labayen
El
22 de abril de 1937 se abre el plazo de inscripción para formar parte del “Nuevo Cuerpo de Enfermeras del Requeté”.
En él tendrán preferencia para ocupar los puestos de cabecera aquellas
margaritas que poseyeran titulación oficial de enfermería o que hubiesen
prestado servicio en hospitales de campaña. Para ello según informaba “El
Pensamiento Navarro” el 22 de abril de 1937, decía las aspirantes
debían enviar un certificado de su pertenencia a las margaritas cursado por la
presidenta de su asociación local y otro que demostrar la posesión de algún
título de enfermería, considerando como tales los expedidos por las Facultades
de medicina, Sanidad Militar y Cruz Roja.
El
28 de abril de 1937 se inauguraba uno de los proyectos más ambiciosos y con
mayor trascendencia de la historia del Hospital Alfonso Carlos, “El Curso de Enfermeras” dirigido por
los médicos pamploneses Agustín Madoz
y Emilio Huarte Mendicoa y con 155
margaritas apuntadas. Las clases tendrían lugar en el aula de enseñanza del
hospital en dos turnos diferentes: a las 8 de la noche para las enfermeras con
servicio de tarde, y a las siete para el resto, incluyendo a las margaritas
integradas en otros hospitales. Este curso duró alrededor de cuatro meses,
mejorando considerablemente la formación de su cuerpo de enfermeras, obteniendo
para todas ellas la titulación de diploma de “Enfermera del Requeté”, este título no llegó nunca a tener validez
oficial. La Facultad
de Medicina de Zaragoza ofertó un curso para oficializar con un examen teórico
y práctico el titulo anteriormente expedido por los carlistas, consiguiéndolo
algunas enfermeras que se presentaron.
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16 Enfermeras y soldados convalecientes
en el jardín del Hospital Nuestra Señora de los Dolores. Foto cedida:
Elena Labayen
La
organización de cursos para nuevas enfermeras fue un fenómeno relativamente
frecuente en la retaguardia de ambos bandos durante la guerra civil. En total,
se reconocieron durante este periodo 12.307 titulaciones entre auxiliares y
enfermeras diplomadas.
Los
meses comprendidos entre abril de 1936 y junio de 1939 constituyeron en
definitiva el periodo de mayor intensidad formativa en el campo sanitario que
la mujer Navarra y seguramente la de toda España. Había conocido hasta aquel
momento. Por primera vez muchas mujeres jóvenes tanto de las ciudades como del
ámbito rural y que no pertenecían exclusivamente a familias acomodadas,
pudieron por fin acceder a una rápida formación y ejercicio de la enfermería,
marcada por las trágicas circunstancias de la guerra.
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17 Enfermeras del Hospital Nuestra
Señora de los Dolores, julio 1937. Foto cedida: Elena Labayen
El
semanario diocesano pamplonés “La Verdad”, en un artículo titulado
“La Enfermera” publicado en
diciembre de 1938, se hacía eco del profundo y acelerado cambio que estaba
sufriendo la composición social de la Enfermería en España:
La
toca blanca es hoy un símbolo y una realidad. Hasta que advino el Movimiento,
ser enfermera era una cosa de postín, el uniforme resultaba vistoso y era
espejo de sacrificio bien recibido en los medios aristocráticos. Conocíamos las
enfermeras por las fotografías que aparecían en los periódicos al final de sus
cursos entre títulos de abolengo y figuras de sangre azul. Pero llegó el
momento de demostrar que todo aquel aparato exterior servía para mucho. La
aristocracia y el Palatinado, la señorita y la joven de clase humilde se unieron
en un solo afán: ser enfermeras verdad con los heridos de España. Y lo cumplen
de maravilla.
Las
“Margaritas” fueron para los
Requetés, el ser más querido y respetado de la Tierra. En ellas están
incluidas sus Madres, Hermanas, hijas y Enfermeras, y cuando no, sus novias,
promesa de un futuro venturoso en el cual se prolongue, gracias a ellas, el
linaje fecundo de los Carlistas.
Mira, cuando vas al campo
no pises las “Margaritas”
que es la flor más estimada
que tenemos los Carlistas.
Si vas al monte Oriamendi
no pises las “Margaritas”
que están regadas con sangre
de los Requetés Carlistas.
Que guapa eres
que bien está
la boina blanca
la colorá.
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18 Enfermeras en el Paseo de los Fueros de San Sebastián. 1938. Fototeka Kutxa
Agradecimientos
Ion Urrestarazu Parada
Esteban Duran León
Anna Arregui Barahona
Javier Garayalde Velaz
Juan Ignacio Valle
Racero
Elena Labayen Berdonces
Pablo Larraz Andía
José María Urkia Etxabe
Fototeka Kutxa
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19 Personal sanitario realizando las camas en la Policlínica del Requeté, 1937.
Foto cedida: Elena Labayen
Bibliografía
1.-
La Voz de España del 6 de marzo de 1937, página 2
2.-
La Voz de España del 7 de marzo de 1937, página 2
3.- La
Voz de España del 9 de marzo de 1937, página 6
4.-
Diario Vasco del 9 de marzo de 1937, página 1 y 4
5.-
Diario Vasco del 9 de marzo de 1937, página 1
6.-
Vida y Obra del Dr. Benigno Oreja. Juan José Aurteneche Goiriena. Tesis
Doctoral. Universidad de Salamanca, 1984
7.- José María Urkia Etxabe. Cien Años
de Medicina en Gipuzkoa 1899 – 1999. Fundación Kutxa 1999
8.-
Clínica San Ignacio. Ategorrieta. San Sebastián. Publicado el lunes día 3 de
abril de 2017
9.-
Clínica San Ignacio de San Sebastián, 1999. Trabajo de: Maite Tapia Herrero,
Eneka Torres Sastre y Cristina Villar López. Publicado el martes día 13 de
junio de 2017
11.-
Circulo Carlista San Mateo. Las Margaritas. Publicado 30 de enero de 2010
12.-
Biblioteca del Doctor Camino, calle 31 de agosto en la Parte Vieja donostiarra.
Obra Social de Kutxa
FOTO
20 Enfermeras en la calle Reina Regente de San Sebastián, 1938. Fototeka Kutxa
Autor:
Manuel Solórzano Sánchez
Osakidetza,
Hospital Universitario Donostia, Servicio de Traumatología, Donostia, Gipuzkoa.
Graduado en
Enfermería
Insignia de Oro
de la Sociedad Española de Enfermería Oftalmológica 2010. SEEOF
Miembro de
Enfermería Avanza
Miembro de Eusko
Ikaskuntza / Sociedad de Estudios Vascos
Miembro de la
Red Iberoamericana de Historia de la Enfermería
Miembro de la
Red Cubana de Historia de la Enfermería
Miembro
Consultivo de la Asociación Histórico Filosófica del Cuidado y la Enfermería en
México AHFICEN, A.C.
Miembro no
numerario de la Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País. (RSBAP)
Académico de
número de la Academia de Ciencias de Enfermería de Bizkaia – Bizkaiko
Erizaintza Zientzien Akademia. ACEB – BEZA
Insignia de Oro
del Colegio Oficial de Enfermería de Gipuzkoa 2019
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