Autor:
Jerónimo F. Naranjo García. Teniente
de transmisiones en la reserva. Licenciado en Historia.
Correo
electrónico del autor: jnargar@gmail.com
Artículo publicado en
Sanidad Militar, Revista de Sanidad de las Fuerzas
Armadas de España. Historia y Humanidades. Volumen 70, número 3. Julio –
Septiembre 2014. Páginas: 215 - 217
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1 Emblema del Cuerpo de Sanidad Militar
Introducción:
Los actuales oficiales Enfermeros que nacieron con la ley 39/2007
son los herederos de unos profesionales sanitarios de la milicia que, aunque
tan antiguos como la propia guerra, comenzaron su andadura militar en 1945
fruto de un gran legado histórico y desarrollaron hasta el año 1989 un trabajo
callado dentro del Cuerpo de Suboficiales del Ejército. Cambiaron de nombre
pero no de trabajo, siempre auxiliares de los cuadros médicos de las Unidades y
de los Hospitales Militares. Esta es su pequeña Historia.
Método:
Historiográfico. Fuentes: Principalmente legislativas y
asentadas sobre una bibliografía básica (tesis y monografías).
Conclusiones:
Se
observa como los avances en materia educativa de la profesión civil ha influido
en el resultado final de la Escala Militar.
PALABRAS
CLAVE: Practicante, Enfermero, Ayudante Técnico Sanitario, Militar.
Practitioners
non-commissioned officer and technical assistants in the Army Military Health
Introduction:
The modern day officers of the Nurse Corp were born of the 39/2007 law, making
them the heirs of militia sanitary professionals. While as old as war itself,
they only began consolidating their military career in 1945; fruit of a great historical
legacy which then continued to develop their behind the scenes role in the NCOs
Corp up until 1989. While their name may have changed, their job has not; that
of auxiliary medical personnel attached to units and military hospitals. This
is their small story.
Method: historiography.
Sources: Primarily legislative and settled on a basic literature (theses
and monographs).
Conclusions:
It
is seen as progress in education civil profession has influenced the outcome of
the military range.
KEY WORDS: Practitioner, Nurse, Sanitary
technician, Military.
ORIGEN Y
DENOMINACIÓN
Nuestra Historia
empieza en 1945, cuando el Ejército creó el Cuerpo Auxiliar de Practicantes de
Sanidad Militar (1).
(1).- Durante la
Guerra Civil, había personal femenino entre los practicantes de Medicina
Militar pero el Ejército no contempló la posibilidad de su integración en el
nuevo Cuerpo.
Pero los entrañables
practicantes ya venían de antiguo en el Ejército aunque no fue hasta la
finalización de la Guarra Civil cuando se les comenzó a considerar militares,
con los mismos derechos que el resto.
A través de la
Historia, los que hoy se denominan diplomados universitarios en enfermería
(DUE), han sido conocidos de diferentes maneras, dependiendo de las costumbres
o de los estudios académicos exigidos. Conforme se suceden importantes avances
en los conocimientos sanitarios, comienzan a dibujarse en el s. XIX nuevos
campos y especializaciones clínicas en las que aparece la figura del ministrante, término que no gusta a la
clase médica, que prefiere la denominación de practicante, sinónimo de estudiante de medicina en prácticas, para
definir a los que realizaban cirugía menor (2).
(2).- En aquella
época, el Cuerpo de Suboficiales del Ejército estaba compuesto por los empleos
de sargento y brigada.
Los practicantes
componían un grupo intermedio entre los médicos y los enfermeros, cuyo solo
nombre sugería provisionalidad, transitoriedad en su preparación. Se sanciona
con la publicación de la ley de Instrucción Pública de 1857, en la que se regula
la carrera de practicante, desapareciendo la cirugía menor y los ministrantes (3).
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2 Origen de la Sanidad Militar.
Exposición Sanidad Militar
(3).- La
Academia de Sanidad Militar se creó por real orden de 20 de mayo de 1877. Colección
Legislativa del Ejército (CLE) nº 189. Tomó el nombre de Academia de Sanidad
Militar por real orden circular 14 de noviembre de 1918. CLE nº 307. Por último
se creó la actual Escuela Militar de Sanidad por real decreto 46 de 24 de
enero1992. BOE nº 30.
El
correspondiente reglamento, que se publicó en 1861, establecía un periodo de
formación de cuatro semestres en hospitales públicos, debiendo superar
previamente un examen de acceso en el que tenían que demostrar conocimientos
elementales de medicina, anatomía y curas (4).
Por ello la
segunda mitad del s. XIX fue trascendental para los practicantes que ejercían
su profesión en la vida civil, al exigirles una formación ya reglada.
¿Pero qué pasaba
con los practicantes de la Sanidad Militar?
En el Ejército
no se comenzó a contemplar la posibilidad de que los practicantes fueran
titulados, a diferencia de la Armada que desde 1860 así lo obligaba, hasta la
publicación del reglamento de reclutamiento de 1925 en el que se preveía que
los mozos con la titulación de practicantes realizarían el servicio militar precisamente
en unidades de Sanidad Militar (5).
RECLUTAMIENTO
El origen del
personal componente del Cuerpo Auxiliar de Practicantes de Sanidad Militar a
partir de 1945 era:
Primero, el
personal del extinto Cuerpo de Practicantes de Medicina de Sanidad Militar, que
no se integraron en el Cuerpo Auxiliar de Subalternos del Ejército (CASE).
Ninguno de los dos Cuerpos estaba compuesto por personal militar.
Segundo, los
practicantes del CASE que voluntariamente lo solicitaran, y que pertenecían a
la cuarta Subsección de la Segunda Sección.
Tercero, el
personal masculino con el título de practicante en medicina y cirugía, que se
encontrara prestando servicio de cualquier clase en el Ejército y Guardia Civil
(1).
Cuarto, el
personal civil, en posesión del título correspondiente, que prestaba servicio
en cualquier dependencia del Ejército.
El personal de
los dos últimos puntos debía someterse a un concurso-oposición. Una vez agotado
el personal de los puntos arriba señalado, el reclutamiento se realizaba entre
el personal militar y civil con la titulación de practicante en medicina y
cirugía.
Por tanto, dos
características sobresalían en el reclutamiento de la Escala Auxiliar de
Practicantes:
En primer lugar,
y la más importante, la exigencia del título sanitario correspondiente.
En segundo
lugar, la modalidad de oposición para el ingreso tanto entre militares como
civiles.
Recordamos que
estas condiciones únicamente se aplicaban en el Ejército al personal de los
Cuerpos más especializados: jurídicos, médicos, veterinarios y farmacéuticos y
a los suboficiales miembros del Cuerpo Auxiliar de Practicantes de Farmacia
reglados casi al mismo tiempo (6).
En 1947 se
publicó la primera convocatoria para la oposición de los grupos de tropa y
personal civil contemplándose la obligatoriedad de la posesión del título oficial de practicante (7).
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3 Academia de Sanidad Militar. Promoción de brigadas Practicantes. Diciembre
1954
Las pruebas, de
gran dureza, pero acorde con las exigidas para las demás oposiciones del Estado
que se realizaban en la época, tenían cuatro partes:
Reconocimiento
médico.
Desarrollo oral
de un tema de anatomía, fisiología e higiene; otro de material médico y
medicaciones y, por último, un tercero sobre materia quirúrgica, disponiendo de
un máximo de diez minutos para cada uno.
Desarrollo de un
tema de los expuestos en el programa de la oposición, con un tiempo de dos
horas.
Por último,
desarrollo práctico de uno de los temas del programa, con un tiempo de diez
minutos.
Los temas
elegidos lo serían por sorteo. La primera prueba era calificada como “apto” o
“no apto”, el resto mediante notas numéricas. Todas las pruebas eran
eliminatorias siendo obligatorio sacar al menos un cinco en cada una de ellas
estableciéndose coeficientes de ponderación para hallar la nota final de cada opositor.
Las pruebas de
acceso se realizaron siempre en la Academia de Sanidad que, por imperativos
académicos, cambió su denominación en 1972, sin que se modificaran las
modalidades de reclutamiento (8).
FOTO 4 Emblema
de la Brigada de Sanidad
FORMACIÓN
Los que obtenían
plaza en las pruebas de acceso, ingresaban en la Academia de Sanidad Militar
con el título de practicantes alumnos,
para realizar un curso de capacitación profesional y de conocimientos militares
de una duración de cuatro meses, en régimen de internado, que era el método
estándar utilizado en la época para la formación de los militares.
Los que lo
superaran, eran promovidos a la categoría de practicantes de segunda, asimilados a brigadas. El ascenso a practicantes de primera, lo harían por
antigüedad (2).
La Academia de
Sanidad Militar se creó en 1877 y se cerró en 1880. Se volvió a inaugurar en
1895 con el nombre de Academia Médico-Militar y en 1918 tomó su antiguo nombre (3).
En cuanto a su
ubicación pasó por diversas zonas de la capital: calles Rosales, Altamirano y
Quinta, cuartel del Conde-Duque y Chamartín de la Rosa. Actualmente se
encuentra en Carabanchel Bajo, junto al Hospital Militar Central “Gómez Ulla” (9).
En 1988 cambió su
denominación por la de Academia de Asistencia Sanitaria y en 1992 por la de Escuela Militar de Sanidad.
En 1975 se
fusionaron la Escuela de Aplicación de Sanidad Militar, creada en 1959, y la
Academia de Sanidad Militar, como había sucedido con el resto de las Escuelas
de Aplicación y Tiro de las armas y cuerpos del Ejército (10).
Los métodos y el
lugar de formación cambiaron drásticamente cuando en 1976 se convocó la
oposición para cubrir las plazas de la XXIII promoción (11). En la orden de los
que aprobaron la oposición se especificó que los alumnos debían efectuar su
presentación en la Academia General Básica de Suboficiales (AGBS) en Tremp
(Lérida) para desarrollar el periodo de formación de las materias comunes y
militares.
FOTO 5 Emblema
Escuela Militar de Sanidad
La primera fase
del curso tenía una duración aproximada de tres meses orientado a la
preparación integral, con cuatro áreas de formación:
Capacitación
militar.- Instrucción de combate y táctica.
Preparación
científico-técnica.- Topografía.
Humanística.-
Reales Ordenanzas, ética, justicia militar y escritos militares.
Educación
física.- Una hora diaria de gimnasia.
La primera parte
de la formación iba dirigida a que tuvieran conciencia de su condición de
suboficiales, de los fines de la Defensa Nacional y a la ética específicamente
militar. La segunda, mucho más definida para su titulación, se realizaba en la
Academia de Sanidad Militar, con una duración de tres meses más.
El año 1977 fue decisivo
para la Historia de los ATS en general y para los militares en particular ya
que las Escuelas de Ayudantes Técnicos Sanitarios que existían en las
Facultades de Medicina se convirtieron en Escuelas Universitarias de
Enfermería, integradas en la Universidad, es decir, que los estudios de ATS se
convirtieron en carrera universitaria (12). Por tanto nuestros ATSM eran
universitarios, los primeros suboficiales con título universitario.
Por la AGBS
pasaron catorce promociones (desde la XXIII a la XXXVI) que lucieron las
cadeteras blancas sobre sus uniformes y con la denominación de caballeros
alumnos (13). Un hito importante tanto para los ATSM como para la AGBS fue que,
por primera vez en la Historia, la mujer hacía acto de presencia como militar
con todos los derechos y fue en 1988 con la XXXV promoción en la que nueve
diplomadas ingresaron por primera vez en una academia militar, y alcanzaron un
empleo militar en 1989 (14).
MODELO DE
CARRERA
Superado el plan
de estudios alcanzaban un estatus profesional idéntico al que disfrutaba el
resto del personal de las armas y cuerpos del Ejército, es decir, uniforme e
insignias correspondientes a su empleo, gratificaciones, condecoraciones,
premios de permanencia, las mismas situaciones militares y demás beneficios de
toda índole.
Los empleos
durante el tiempo que pervivió la ley de 1945 eran:
Practicantes de
primera, con asimilación de teniente.
Practicantes de
segunda, con asimilación de brigada.
Los ascensos se
producían por antigüedad y con ocasión de vacante sin que fuera necesario
superar ningún curso. En 1960 se crearon dos nuevos empleos en el Cuerpo de
Suboficiales:
Sargento primero
y subteniente (15).
Fue aplicado al
Cuerpo de practicantes en 1965 y sólo le afectó uno de ellos, el de subteniente
(16).
Para el ascenso
a subteniente era necesario tener al menos diez años de antigüedad en el empleo
de brigada, lo que sin duda perjudicó de manera ostensible las perspectivas de
mejora social y económica de los practicantes. Pero para el ascenso a practicantes
de primera, se eximió del plazo de mínima permanencia en el empleo de
subteniente.
Con la ley de
reorganización de 1972 se ampliaron a cuatro los empleos militares de los ATSM,
aunque para los suboficiales solo supuso un cambio en la categoría, bajando de
segunda a tercera:
ATSM mayor,
asimilado a comandante.
ATSM de primera,
asimilado a capitán.
ATSM de segunda,
asimilado a teniente.
ATSM de tercera,
asimilado a brigada o subteniente, dependiendo de la antigüedad en el Servicio.
Las vacantes de los
ATSM de tercera y segunda serían cubiertas indistintamente, lo que suponía que
cuando ascendieran no perderían el destino (17).
En relación con
las edades de retiro forzoso, la ley de 1972 respetó lo dispuesto en 1945 que
las había fijado en los sesenta años de edad, a excepción de los procedentes
del CASE y del Cuerpo de Practicantes de Medicina y Cirugía que conservaban los
derechos adquiridos en sus respectivas escalas de origen, así como las
asimilaciones, consideraciones, sueldos, quinquenios, etc.
La ley
reguladora del régimen del personal militar profesional de 1989 significó un
punto de inflexión para todos los militares, y muy especialmente para los ATSM.
Nuestros practicantes dejaron de pertenecer a la categoría de suboficiales y
pasaron a engrosar las filas de los oficiales de la Escala Media, desde el
empleo de alférez, como titulados universitarios que eran. Por ello dejaron de
asistir al curso que se había impartido en la AGBS desde 1976 al mismo tiempo
que perdieron la exclusividad de su pertenencia al Ejército, al unificarse en
una única escala todos los ATSM del Ministerio de Defensa, en los denominados
Cuerpos Comunes (18).
FOTO 6 Emblema
de las Damas Auxiliares de Sanidad Militar
Pero eso ya es
otra Historia. Aquella ley puso punto y final a 54 años de convivencia de los
practicantes y ATS entre los suboficiales del Ejército. Durante aquel periodo
de tiempo alcanzaron grandes cotas de profesionalidad. Estuvieron presentes en
los cuarteles, paliando el dolor de los soldados, mandos y sus familias,
auxiliaron a los médicos en su trabajo diario, en maniobras y ejercicios y
compartiendo las fatigas con el resto de los compañeros.
Participaron en
tres expediciones como Misión Sanitaria Española a Vietnam del Sur durante el
conflicto en aquella parte del mundo. En el conflicto del Sáhara fueron justos
protagonistas.
Y resultaron
imprescindibles desde las primeras misiones humanitarias en las que participó
el Ejército fuera de nuestras fronteras.
Sirvan estas
líneas como homenaje de reconocimiento a aquellos suboficiales por su labor
brillante y callada.
BIBLIOGRAFÍA
1. Ley de 17 de
marzo de 1945, creando el Cuerpo Auxiliar de Practicantes de Sanidad Militar.
BOE nº 78.
2. Jiménez
Rodríguez, I. Las titulaciones quirúrgico-médicas a mediados del siglo XIX: los
ministrantes, Cultura de los Cuidados. Revista de Enfermería y Humanidades nº
19, Universidad de Alicante 2006: 1-21.
3. Ley de 9 de
septiembre de 1857, de instrucción pública. Gaceta de Madrid (GM) nº 1710.
4. Reglamento de
21 de noviembre de1861, para la enseñanza de Practicantes y Matronas. GM nº
332.
5. Real decreto
de 27 de febrero de 1925, desarrollo del real decreto ley de bases de 29 de
marzo de 1924, relativa al reclutamiento y reemplazos del Ejército. GM nº 65. Artículo
356.
6. Ley de 17 de
julio de 1945, por la que se crea el Cuerpo Auxiliar de Practicantes de
Farmacia Militar. BOD nº 202.
7. Orden de 16
de julio de 1947, por la que se convoca oposición para el ingreso en el Cuerpo
Auxiliar de Practicantes de Sanidad Militar. Diario Oficial del Ejército (DOE)
nº 162.
8. Ley de 19 de
10 de mayo de 1972, por la que se reorganiza el Cuerpo Auxiliar de Practicantes
de Sanidad Militar. BOD nº 113. A partir de aquella ley el Cuerpo pasó a
denominarse Auxiliar de Ayudantes Técnicos de Sanidad Militar, ATSM.
9. Fernández
Maldonado, E. Retazos de una Historia. Tremp, 1999: 139.
10. Decreto
1647, de 23 de septiembre de 1959, por el que se crea la Escuela de Aplicación
de Sanidad Militar. BOE nº 231. Orden de 28 de noviembre de 1975, por la que se
fusionan en Madrid la Escuela de Aplicación de Sanidad Militar y la Academia de
Sanidad Militar. DOE nº 271.
11. Orden de 23
de abril de 1976, por la que se convoca el concurso-oposición para cubrir
plazas del Cuerpo Auxiliar de Sanidad Militar. DOE nº 106.
12. Real decreto
2128, de 23 de julio de 1977, sobre integración en la Universidad de las
Escuelas de Ayudantes Técnicos Sanitarios como Escuelas Universitarias de
Enfermería. BOE nº 200.
13. Un total de
278 alumnos y alumnas de los que 274 finalizaron con éxito el curso.
14. Real
decreto-ley 1, de 22 de febrero de 1988, por el que se regula la incorporación de
la mujer a las Fuerzas Armadas. La XXXV promoción de ATSM fueron nombrados
alumnos por resolución 432/38786/88. BOD nº 159 y fueron ascendidos a Ayudantes
Técnicos de Sanidad Militar de Tercera, asimilados a brigada, por resolución
562/04597/89. BOD nº 51.
15. Ley 46, de
21 de julio de 1960, por la que se crean dos nuevas categorías en el Cuerpo de
Suboficiales del Ejército. BOE nº 176.
16. Orden de 14
de mayo de 1965, por el que se aplica al Cuerpos de Auxiliares de sanidad
Militar las categorías militares de la ley 46 de 21 de julio de 1960. DOE nº
112.
17. Orden de 30
de junio de 1972, de desarrollo de la ley 19/1972 por la que se reorganiza el
Cuerpo de Auxiliar de Practicantes de Sanidad Militar. BOE nº 166.
18. Ley 17, de
19 de julio de 1989, Reguladora del Régimen del Personal Militar Profesional.
BOE nº 172. Punto 2, artículo 29.
Historia
de los Barberos, Cirujanos y Practicantes de la Armada. Publicado el lunes día
2 de junio de 2014
Manuel Solórzano Sánchez
Osakidetza,
Hospital Universitario Donostia, Servicio de Traumatología, Donostia, Gipuzkoa.
Graduado en
Enfermería
Insignia
de Oro de la Sociedad Española de Enfermería Oftalmológica 2010. SEEOF
Miembro de
Enfermería Avanza
Miembro de Eusko
Ikaskuntza / Sociedad de Estudios Vascos
Miembro de la
Red Iberoamericana de Historia de la Enfermería
Miembro de la
Red Cubana de Historia de la Enfermería
Miembro
Consultivo de la Asociación Histórico Filosófica del Cuidado y la Enfermería en
México AHFICEN, A.C.
Miembro no
numerario de la Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País. (RSBAP)
Académico
de número de la Academia de Ciencias de Enfermería de Bizkaia –
Bizkaiko Erizaintza Zientzien Akademia. ACEB – BEZA
Insignia
de Oro del Colegio Oficial de Enfermería de Gipuzkoa 2019