viernes, 15 de marzo de 2019

LAS HIJAS DE LA CARIDAD: SAN VICENTE DE PAÚL Y SANTA LUISA DE MARILLAC, AYER, HOY Y MAÑANA


Autora: Dra. María del Mar De Torres Alé. Profesora de secundaria. Colegio Huerta de la Cruz de las Hijas de la Caridad en Algeciras, Cádiz.

Hablar de las Hijas de la Caridad, es hablar de casi 400 años de historia. Resumir esta historia es complejo, pero no imposible.

FOTO 1 Presentación de la Conferencia

La palabra “servicio”, sobre todo a los más necesitados, ha sido y es una constante en ellas. No hay espacio en el mundo, podríamos decir, donde exista una necesidad y ellas no estén presentes. Podemos hablar que esta labor se repite desde su fundación allá por el siglo XVII. Calles, hospitales, escuelas, cárceles, parroquias, casas de acogidas, están entre la multitud de espacios donde acogen y acompañan a aquellas personas que presentan alguna carencia, sea del tipo que sea.

Hemos dicho que su origen está en el siglo XVII, en las necesidades de aquellos momentos que, a veces, salvando las distancias, tan solo hay que actualizarla al día de hoy, pero, por desgracia, los pobres siguen existiendo en nuestro mundo.

Para que nos hagamos una idea vamos a observar un cuadro en el que se contemplan algunos de los espacios donde realizaban su labor en dicho momento.

FOTO 2 Donde están trabajando las Hermanas Hijas de la Caridad

Los inicios podemos situarlos en Francia, este espacio geográfico será la cuna de las primeras acciones, uniéndose a este lugar un reducto fuera de Francia, concretamente en Polonia (Varsovia y Cracovia), donde se expanden en un principio.

Si seguimos la trayectoria hasta nuestros días podemos decir que no se quedaron en esta parte de Europa sino que forman parte del mundo y están repartidas por los cinco continentes.

Para entender su labor hay que tener presente que forman parte de un carisma que ha cumplido más de 400 años, el de San Vicente de Paúl, donde la atención a los más necesitado es el eje vertebrador de su misión.

Las Hijas de la Caridad forman parte de la gran familia vicenciana, siendo uno de sus brazos más importantes y destacados desde la perspectiva femenina.

Fundación de las Hijas de la Caridad
Para hablar de su fundación nos debemos remontar a la primera mitad del siglo XVII. Con esto empezamos a ver parte de ese ayer que nombrábamos en el título de esta conferencia.

Bien como hemos dicho tenemos que situarnos en la Cofradías de la Caridad, fundadas por San Vicente de Paúl en el año 1617. Para explicarlas de una manera sencilla y rápida podríamos decir que San Vicente busca una organización correcta y adecuada de la caridad, a través de un grupo de mujeres organizadas. Se centran en atender las necesidades y la dignidad de la persona de manera personal.

El paso de los años hará que San Vicente cuestione el trabajo de estos grupos y decida implicar a una persona de aquel momento, Luisa de Marillac, cree necesario que una mujer le dé un giro a esta organización. La idea es que exista una organización femenina, dirigida por ella para atender a los más necesitados. De aquí el surgimiento de las Hijas de la Caridad, fundadas el 29 de noviembre de 1633. Luisa visita las primeras casas en las zonas rurales y empieza a revisar dicha organización.

FOTO 3 Fundación de la Compañía de las Hijas de la Caridad. 29 de noviembre de 1633

Acoge en su casa a las muchachas y se encarga de corregir, ordenar, poner a punto la reglamentación, crear escuelas, etc., con una finalidad reunirlas y formarlas para que desempeñen una correcta misión hacia los pobres.

Todo esto suponía un nuevo estilo de vida dentro de la Iglesia. Una nueva forma de vida consagrada. Unir lo que debe ser la perfección evangélica y el servicio a los pobres, pero sin la existencia de un monasterio. No están consideradas como “monjas” en el sentido canónico. En aquellos momentos estos esquemas chocaron contra todos los poderes de la época, aunque poco a poco se fueron adaptando a la vida religiosa.

Por ello contemplarán una identidad y un trabajo dentro de la Iglesia. La idea es de llevar a cabo en aquel momento en Francia nuevos modos de vida consagrada, pero chocaban con la legislación canónica existente y, sobre todo no eran capaces de contemplar una vida religiosa fuera de los muros de los conventos. La idea es formar una familia seglar.

Su campo de trabajo fue, y es muy amplio. Podemos verlas en todos los espacios donde existe pobreza. Las casas, las calles, las escuelas, las cárceles, las casas de acogida, los hospitales, etc… San Vicente, con sus palabras define esta realidad de manera muy clara.

“Tendrán por monasterio las casas de los enfermos…, por claustro las calles de la ciudad… etc.”(S.V.P).

FOTO 4 Primeras Escuelas Rurales de las Hijas de la Caridad, 1641

El proceso de aprobación fue accidentado. Desde el 29 de noviembre de 1633 que comienza su andadura se encuentra con numerosos inconvenientes. El 20 de noviembre de 1646 será aprobado por el arzobispo de París. En el año 1647 la reina Ana de Austria envía una petición al Papa para que estas queden bajo la dirección de Vicente de Paúl y sus sucesores, pero desaparecen los documentos aprobados en 1646. El 18 de enero de 1655 el arzobispo de París vuelve a aprobar la cofradía de las Hijas de la Caridad y su reglamento. En 1659 se envían los documentos a Roma para que la Santa Sede apruebe la Compañía, pero esta no se producirá hasta el 8 de junio de 1668.

Luisa de Marillac da nombre a estas con el tratamiento de Hermanas o de Hijas de la Caridad. Luisa, además, va a estar muy volcada en la formación humana, profesional y espiritual. A la vez que les propone los ejes de la vocación: entrega y servicio abnegado y disponible a los pobres. Todo esto conlleva el surgimiento de escuelas, servicio a los enfermos en sus casas, hospitales, hogares para niños, asilos de ancianos, casas para dementes, galeotes y todo tipo de pobres. Aspectos que va a desarrollar Luisa a lo largo de toda su vida.

Nos explica como en los primeros documentos se habla que Gobillon, en la primera biografía, habla de fundadora y primera superiora de la Compañía de las Hijas de la Caridad; con el tiempo se ve sustituido por el de cofundadora.

La Compañía de las Hijas de la Caridad cuenta hoy con más de 18.000 Hermanas, de las que más de 700 están en periodo de formación. Las Hermanas están presentes en más de 90 países, distribuidas en 71 Provincias canónicas y en 1 región, con más 2.100 casas.

FOTO 5 San Vicente de Paúl

San Vicente y Santa Luisa
Hablar de las Hijas de la Caridad y de su herencia no sería entendida sino hablamos de sus fundadores. Pero para situaros un poco, sería necesario que conocieseis brevemente algunos datos históricos de la Francia que les tocó vivir.

Una situación histórica curiosa a la que se tuvo que enfrentar para que su trabajo fuese llevado a cabo. En estos momentos recuerdo el título de un libro de sor Elisabeht CharpyContra viento y marea”, palabras que esta mujer pone en nuestras manos cuando habla de Santa Luisa, y que seguro que afectarán a San Vicente.

Hablar del siglo XVII es hablar de CRISIS en muchos aspectos, de esta palabra se va a salvar todo lo relacionado con las manifestaciones artísticas, que serán prolíferas. Esta palabra también afecta al espacio donde surge la labor de San Vicente y de Santa Luisa.

Podemos hablar de enfrentamiento entre CATOLICISMO Y PROTESTANTISMO.

Una fuerte AGLOMERACIÓN DE POBLACIÓN en París. Provocando diferencias sociales en donde una pequeña parte de la población pertenecía a la nobleza y una parte mayoritaria, pertenecía a las clases populares.

FOTO 6 Escuela que visitaba Santa Luisa de Marillac

Las GUERRAS van a estar también muy presentes, dando lugar a derivados de las mismas como son las epidemias, el hambre y la muerte. Guerra de religión y Guerra de los 30 años.

Hay que destacar que era una ciudad con una verdadera actividad económica, una de las ciudades más importantes de Europa por aquel entonces.

Una sociedad donde los MATRIMONIOS se convertían en verdaderos recursos económicos, la importancia de casarse con quién verdaderamente interesaba y no por amor.

Temas como el GALICANISMO, EL NEPOTISMO, van a estar muy presentes en la historia de este país en aquellos momentos. La necesidad de una RENOVACIÓN DEL CLERO, que llevará a la figura de San Vicente a intervenir en la misma.

FOTO 7 Expulsión de la Hijas de la Caridad en París, 1789

Época de dos monarcas que no pasaron indiferentes por la historia: LUIS XIII Y LUIS XIV. Personalidades tan relevantes como el CARDENAL RICHELIEU, tan unido al gobierno de Luis XIII. Familia Marillac muy cercana a la monarquía en la persona de Miguel de Marillac (tío de Luisa), unido a la reina, pero que será destituido.

Personas coetáneos de su época el Greco, Cervantes, Shakespeare, Galileo, San Francisco de Sales, Rubens, Descartes, Velazquez, Rembrans, eyc.

Pero para entender esta realidad nos debemos ir al AYER, donde están sus orígenes. Conocer la vida de sus fundadores, es fundamental para dar sentido a lo que hoy contemplamos y, de esta manera entenderemos la perspectiva de futuro que existe.

Hablar de San Vicente y Santa Luisa, o de Santa Luisa y San Vicente nos pueden dar para varias sesiones, pero a mí me compete solo y exclusivamente dedicar un ratito de esta tarde con ustedes y compartir algo de la labor de los dos. Podemos hablar de dos vidas y un mismo proyecto.

Nacimiento
Fecha de San Vicente puede ser 1580, aunque en su casa parece 1581. Conoce a sus padres, y Santa Luisa 1591, conoce tan solo a su padre. La partida de bautismo de ella está perdida pero en su contrato de matrimonio habla que es hija de Luis de Marillac. Esto la hace pertenecer a una familia noble del momento; a veces muy relacionada con la monarquía.

FOTO 8 Hijas de la Caridad, óleos y pinturas

Lugar de Nacimiento
Lugar rural, San Vicente aunque ayudaba a su padre en las labores del campo, su destino era no quedarse allí. Lo mandan a estudiar a un lugar del sur de Francia, en Dax, donde estudia con los franciscanos.

Santa Luisa nace en un núcleo urbano, del cual hemos hablado antes, importante en aquella época de París, con todo lo que ello llevaba. Un concepto social diferente al de Vicente. Aunque estuvo muy relacionado con las familias pudientes del momento, como son los Gondi. Educo a sus hijos y ellos le ayudaron económicamente a su obra.

Sociedad
San Vicente base social rural, el campo será sus inicios, aunque él se incorpora a la vida de Francia en el siglo XVII, contempla la vida de un pueblo, al sur de Francia.

Santa Luisa vive desde niña en un ambiente urbano. Perteneciendo a la nobleza y rodeada, desde su nacimiento, de gente de elite de la sociedad francesa. Ya hemos hablado algo anteriormente. Santa Luisa entrará en un convento que estará dirigido por un miembro de esta familia, los Gondi.

Estudios
Ambos valen para estudiar, uno va para sacerdote, y la otra, aunque quería ser religiosa, su futuro está en el matrimonio.
Santa Luisa con 3 años es metida en un convento donde la forman de una manera impresionante. Saldrá a los 13 años a un pensionado y de ahí para casarse.

Aspectos interesantes de sus vidas
San Vicente es ordenado sacerdote en 1600.

Santa Luisa, su interés personal era ser religiosa, pero el destino la conduce a ser una mujer casada. Su marido es Antonio Le Grass, perteneciente a una familia adinerada del momento. Nacimiento de su hijo Miguel Antonio.

FOTO 9 Ciencia y Caridad. Pablo Picasso. Museo Picasso, Barcelona

Año de encuentro en 1625
Fallece el marido de Santa Luisa y dedica su vida a Dios algo que había soñado desde siempre y se ve viuda con un hijo al que educar en un momento difícil. Este chico es difícil en cuanto a los estudios. Ella quería que fuese sacerdote, pero éste no quiere. San Vicente le ayuda a reconducir al muchacho. Le costaba estudiar, pero su madre estuvo muy pendiente e incluso lo alentaba. Esto se puede ver en su correspondencia.

A qué se dedicaban
Labores administrativas y las escuelas

FOTO 10 Canonización de los dos santos: San Vicente y Santa Luisa

Fallecimiento
Los dos fallecen en el mismo año, la última correspondencia que se escriben es en febrero en el que San Vicente no puede ir a visitar a Santa Luisa porque estaba enfermo.

Hay un dato entrañable en el momento de su fallecimiento, ella estará rodeada de sus seres más queridos, las hermanas, su hijo, su nuera y su nieta Renata. Las palabras de su hijo a Renata son muy entrañables, viene a recordar a Luisa como una madre más en el cielo, además de la Virgen.

Labor Educativa
En esta última parte me voy a centrar en uno de los aspectos que conozco mejor de uno de los dos: La Educación.

Hablar de escuelas y de espacios educativos es una de las tareas que nacieron en el pasado, siguen en nuestros días y considero que tienen una perspectiva de futuro apasionante. Las escuelas de las Hijas de la Caridad. Lugares donde la preocupación por las personas que la forman es un aspecto que merece la pena tener en cuenta.

El Profesorado
Luisa ya pensaba en la formación de las personas que estaban a su cargo destinadas en los diferentes espacios que abarcaban. La necesidad de una formación continua estaba ya presente en la época de Luisa y sigue estando presente en los centros educativos vicencianos. Podemos decir que es la pionera de las escuelas de magisterio que aún no existían en la época.

En las últimas décadas del siglo XVI, el pensamiento educativo occidental empieza a sufrir cambios importantes. La educación en este siglo está considerada como un proceso social de suma importancia. Tanto católicos como protestantes buscan en ella el instrumento para salvaguardar sus convicciones religiosas. Esto se prolonga durante todo el siglo XVII. No solo trata de quedarse en este objetivo, sino que va más allá.

FOTO 11 Patronos, San Vicente y Santa Luisa

La educación busca otros fines complementarios, como pueden ser la preocupación por hacer de ella un instrumento que ayude a seleccionar programas tanto religiosos como políticos, poder establecer una crítica de la fe práctica y, hacer de ella, el modelo ideal para llegar a un mundo mejor. (Bowen, J. Historia de la educación occidental siglo XVII al XX. Tomo III. Barcelona, Herder, 1985).

La búsqueda de una alfabetización general hace que la idea de escribir y leer esté en manos de los clérigos, por eso el mayor número de escuelas están creadas por ellos. El desarrollo de las mismas se une a dos ideas muy generales: la iniciativa protestante en Inglaterra Francia y Alemania, así como, a la respuesta católica que queda limitada a Francia y a la parte sur de Europa. Pero en Francia el problema radicaba en la coexistencia de católicos y protestantes, estos vieron en las escuelas el elemento crucial para el mantenimiento de sus respectivas obediencias.

En el siglo XVII, podemos hablar del Realismo pedagógico, donde la figura más destacada es Juan Amós Comenio, su pensamiento está centrado en la idea de que el poder de la educación es necesario para mejorar al hombre y a la sociedad. Propone la elaboración de una sabiduría universal capaz de abarcar toda clase de conocimiento. Todos deben acceder a la instrucción, que los capacita para su perfección y para su felicidad.

El protestantismo busca la afirmación del principio de instrucción universal, la formación de escuelas populares destinadas a clases pobres, el control total de la instrucción por las autoridades laicas. Lutero suprime las órdenes religiosas. La Contrarreforma luchó en contra de las ideas protestantes. Los jesuitas se encargaron de la educación secundaria y superior. Tomaron el modelo de los gimnasios protestantes.

Tener presente a la mujer en este siglo es difícil. Se conoce bastante de lo que los hombres piensan de ellas, pero es difícil conocerlas desde su propia voz, tan solo esto lo podemos apreciar en las grandes mujeres del momento, como pudieron ser féminas importantes de la sociedad. La relación de estas con la educación nos muestra la vertiente más social, frente a la intelectual, que en la mayoría de los ámbitos se destinaba al hombre.

Cuando aparecía la figura de la mujer relacionada con el espacio educativo siempre estaba centrada en mejorar los niveles de alfabetización, en potenciar la escritura y la lectura, preocupada por la escolarización y,  sobre todo, la necesidad de buscar en las instituciones docentes la educación de colectivos diferenciados por sus privilegios, por su pobreza y, por su género.

En la Edad Moderna el aprendizaje es sinónimo de escuela. En este espacio la mujer tiene un papel relevante y muy rico. Se sabe que en dicha época el papel de la mujer estaba relegado a hija servicial, esposa obediente y madre amorosa. Pero si a esto le unimos instrucciones, estas labores van a ser realizadas de una manera más completa. Las parroquias se convertían en los centros que proporcionaban estas instrucciones, normalmente a los hijos y a las hijas de los feligreses, siendo las órdenes religiosas femeninas las que asuman esta tarea creando las escuelas de primeras letras.

También podemos hablar de las escuelas de amigas, las cuales estaban situadas en grupos de señoras de confianza y de cierto prestigio social que se agrupaban en torno a un grupo de niñas, a las que les enseñaban doctrina cristiana y costura, y raramente a leer y a escribir. Las señoras de las casas enseñaban a sus criadas, pero con todo y con eso, la ignorancia en la época estaba presente. Con estas palabras queremos mostrar algunos espacios donde la educación del Antiguo Régimen podía situar a la mujer.

La necesidad de parar el avance del protestantismo va a dar lugar a que la Iglesia católica se centre en fomentar entre sus fieles la necesidad de un verdadero aprendizaje centrado en la lectura y la escritura. La proliferación de escuelas asociadas a los diferentes lugares donde el catolicismo tenía sus espacios. Lugares donde se potenciaba la existencia de una escuela que en momentos anteriores no se había establecido.

De esta manera encontramos escuelas anexas a catedrales, iglesias, hospitales y monasterios. El fomento de la gratuidad en la enseñanza para los pobres, ya que esta era una parte amplia de la población y requería ser atendida tanto espiritualmente como personalmente. Y sobre todo, los métodos de enseñanzas estaban basados en la lección, la explicación, la repetición y la composición.

Entre las instituciones para niños podemos destacar: Las Pequeñas Escuelas de Port Royal, encargadas de potenciar la formación de la inteligencia y del carácter. Estas escuelas contaban con pocos alumnos, lo que le facilita experimentar con la innovación pedagógica significativa.

FOTO 12 Hijas de la Caridad atendiendo a los heridos de Marruecos en San Sebastián, 1927

Las Escuelas de caridad de Lyon, el sacerdote que llevaba estas escuelas se había formado de la mano de Vicente de Paúl. Este presbítero, Carlos Démia visitó las iglesias de esta región y descubrió la miseria de los niños de los pueblos, aspecto que le motivo a dedicarse a organizar las escuelas y a enseñar en las mismas. También se preocupó bastante por la formación de los maestros.

Los Hermanos de las Escuelas Cristianas, considerado un Instituto formado por San Juan Bautista de la Salle, estos se caracterizaban por dos aspectos: su carácter urbano y la extensión de su currículo, que llegaba hasta la enseñanza técnica profesional.

Las Instituciones para niñas eran las siguientes, según Florido son aquellas más relacionadas con Vicente de Paúl: Las Ursulinas fundadas por Ángela de Mérici. Recibían dos tipos de alumnas: pensionistas y externas. Las primeras recibían una enseñanza superior; lo que pretendían eran formar a futuras esposas, pero nada pedantes. Las externas recibían su formación en las pequeñas escuelas, de esta manera elevaban el nivel cultural de clases pobres. La ratio de las aulas era más numerosa en las externas que en las pensionistas.

Las Hermanas de la Congregación de Notre Dame estas fueron fundadas por Pedro Fourier. El método utilizado era el de la enseñanza simultánea. Admitían niñas desde los cinco años hasta los dieciocho. Muy parecidas a las Ursulinas, de sus centros salían maestras laicas para las “pequeñas escuelas”.

Las Visitandinas muy conocidas por Vicente de Paúl ya que su fundador había sido San Francisco de Sales. Nacieron para visitar a los pobres y enfermos, pero se les obligó a la clausura por lo que se dedicaron a la enseñanza de alumnas pensionistas.

En 1618 San Francisco de Sales se encargará de reunir a las Hijas de Santa María, bajo el patronazgo de Nuestra Señora de la Visitación. Realizaban una doble misión: la contemplación practicada en casa y servicio a los pobres practicado fuera de casa. Se van a convertir en una orden bajo la regla de San Agustín. Luisa llegará a tener contacto directo con San Francisco e incluso leerá obras suyas. En ellas se contempla un modo de vida muy metódico y espiritual. San Vicente de Paúl estará muy cerca de esta amistad. Y será la persona que cogerá el mando espiritual en la vida de Luisa de Marillac.

Correspondencia
Escritos: Reglas, Instrucciones y Manuales.
Una Herencia para nuestros días: Las Escuelas que fundaron.

Estan presentes en casi todos los rincones del planeta. Concretamente en España, las escuelas están desde finales del siglo XVIII (1790), donde las hermanas españolas van a formarse a París. La primera escuela se fundará en la localidad oscense de Barbastro (1792), existiendo todavía. Se difundirán por Madrid, Segovia, Navarra, etc.

Distribuidas en provincias.
Los docentes que formamos parte de estas escuelas somos conscientes de que tenemos en nuestras manos una herencia que debemos de cuidar ya que esta tiene muchos siglos de existencia.

Los tiempos y los grandes cambios en el ámbito educativo han sabido adaptarse. Tareas tan interesantes como trabajar un proyecto común para todos los centros, compartir con las hermanas la experiencia y el trabajo, así como con otros compañeros, formarnos ante los posibles cambios que requiere nuestra labor educativa, tener como pieza clave de nuestro trabajo al alumno, al que podemos ayudar ya que puede sufrir las pobrezas clásicas de nuestro siglo, potencia la actitud de servicio en nuestra comunidad educativa, incluyendo a alumnos, familias, profesores.

APRENDIZAJE SERVICIO, buscar una educación integral, no solo es importante el conocimiento sino la formación de la persona.

Aportar nuestras riquezas para que entre todos llevar una escuela mejor, la presencia de laicos y hermanas, tan importante en nuestros centros. Fomentar el TRABAJO EN EQUIPO, Motivación, creatividad,… ilusión por la enseñanza.

FOTO 13 Conclusión

Conclusión
Las Hijas de la Caridad, hace muchos siglos, nos encargaron una herencia muy bien conservada y esta la tenemos que mantener porque nuestra sociedad la necesita. Nuestras pobrezas pueden ser igualmente atendidas como en los principios lo hizo San Vicente de Paúl y Santa Luisa de Marillac, ante la adversidad de los tiempos, y que debemos seguir cuidando y transmitiendo a nuestros futuros sucesores.

Bibliografía
Conferencia de la Dra. María del Mar De Torres Alé. Profesora de secundaria. Colegio Huerta de la Cruz de las Hijas de la Caridad en Algeciras, Cádiz. El viernes día 8 de junio de 2018 a las 19,30 en el Ateneo Literario, Artístico y Científico de Cádiz. Presentado por el Dr. Francisco Glicerio Conde Mora.

FOTO 14 Conferencia 8 de junio en el Ateneo Literario, Artístico y Científico de Cádiz

Manuel Solórzano Sánchez
Graduado en Enfermería. Servicio de Traumatología. Hospital Universitario Donostia de San Sebastián. OSI- Donostialdea. Osakidetza- Servicio Vasco de Salud
Insignia de Oro de la Sociedad Española de Enfermería Oftalmológica 2010. SEEOF
Miembro de Enfermería Avanza
Miembro de Eusko Ikaskuntza / Sociedad de Estudios Vascos
Miembro de la Red Iberoamericana de Historia de la Enfermería
Miembro de la Red Cubana de Historia de la Enfermería
Miembro Consultivo de la Asociación Histórico Filosófica del Cuidado y la Enfermería en México AHFICEN, A.C.
Miembro no numerario de la Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País. (RSBAP)
Académico de número de la Academia de Ciencias de Enfermería de Bizkaia – Bizkaiko Erizaintza Zientzien Akademia. ACEB - BEZA

1 comentario:

Unknown dijo...

Buen día, es un artículo bellísimo, documentado e ilustrado, que agradezco el placer que me dio su lectura, al revitalizar mis recuerdos de estudio y cercanía con las escuelas de enfermería católicas.