SE IMPONE LA MEDALLA DE
BENEFICENCIA AL DR. LUIS ALZÚA
A las cuatro de
la tarde tuvo ayer lugar en el Asilo Reina Victoria el acto de la imposición de
la medalla de Beneficencia al doctor don Luis
Alzúa Orbegozo.
FOTO 1 Foto de La
Voz de Guipúzcoa. Diario Republicano. Domingo 1 de enero de 1928. Página 8
Asistieron al
mismo, el alcalde, señor Beguiristain; los concejales señores Pérez Egea, Lizasoain
e Ibáñez y señoritas Carmen Resines y Josefina Olóriz (6); señor Luzunáriz,
presidente de la Diputación y de la Real Asociación Guipuzcoana Antituberculosa;
diputados señores Lizasoain, Azpiazu y Lataillade; doctores señores Maíz,
Beguiristain, Ayestarán, Alzua, Córdoba, Zuriarrain, Kutz, Maeso, Aramburu y
otros cuyos nombres lamentamos no recordar (1).
Igualmente
asistieron el presidente del Colegio de Médicos de Guipúzcoa don Jacinto Ezcurdia;
el director del Asilo Reina Victoria, don Timoteo Irania; don Emilio Soraluce;
el señor Sáenz de Parayuelo; el profesor de Música, don Leonardo Santa Isabel,
y la superiora de las Hermanas de la Caridad del Asilo.
Concurrieron
también gran número de los caballeros de la Orden de Beneficencia, entre los
que recordamos a la señorita Carmen Resines, y señores Ibáñez, Pérez Egea y el
teniente coronel señor Vila, en representación del primer regimiento de
ingenieros, que posee igualmente la benemérita condecoración (1).
Tuvo lugar la
ceremonia en el salón de actos del Asilo, siendo ocupada la mesa presidencial por
el alcalde, señor Beguiristain, concejal señor Pérez Egea, teniente coronel señor
Vila, presidente de la Diputación, señor Luzunáriz, señoritas de Olóriz y
Resines, director del Asilo, don Timoteo Iraola, superiora del Asilo y otras
personalidades.
El alcalde,
señor Beguiristain, en un breve discurso, saludó a los concurrentes al acto y
mostró su gran satisfacción al ofrecer al doctor Luis Alzúa la benemérita
condecoración en nombre de los asilados, no solo como premio a su labor, sino
como galardón a la noble emulación que su conducta ha despertado (1).
FOTO 2 Hijas de
la Caridad en el Asilo Reina Victoria. Foto: Paco Marí. Fototeka Kutxa
Hizo un elogio
de la Cruz de Beneficencia, que representa la excelsa caridad, no sólo de un
momento, sino de toda una vida de sacrificios como la del doctor Alzúa, en bien
de los pobres. Heroísmo lento que se cuenta a diario durante una vida de cuarenta
años, entre enfermos y necesitados.
Declaró que los
asilados, ofreciendo sus economías para dedicar a su médico las insignias de la
condecoración, han signado los méritos contraídos por el señor Alzúa.
Terminó dando
las gracias a los concurrentes al homenaje en nombre de la Junta del Patronato
y del alcalde de San Sebastián.
Acto seguido, el
alcalde, en medio de estruendosos aplausos, colocó en el pecho del doctor Luis
Alzúa la placa de la cruz de Beneficencia que le ha sido otorgada, en tanto que
la “banda de música Iruchulo”, instalada en el local, ejecutaba la “Marcha de
San Sebastián”.
Inmediatamente, el
señor Alzúa saludó a los caballeros de la Cruz de Beneficencia allí presentes y
testimonió al Ayuntamiento su grande agradecimiento, dedicando a la par al
finado ex alcalde, señor Elósegui, un cariñoso recuerdo (1).
Se congratuló de
la condecoración concedida por el acicate que ello pudiera ser para sus
compañeros en Medicina, que aun sin ello tendrán siempre la inmensa
satisfacción de haber cumplido con su deber y con la obra de misericordia que
manda al cristiano curar al enfermo y consolar al triste.
Habló a
continuación el director del Asilo don Timoteo Iraola, quien elogió la labor
del doctor Alzúa, cuya bondad se pone de manifiesto al serle dedicadas las
insignias entre los pobres, que no han consentido que nadie más que ellos tomen
parte en la suscripción.
FOTO 3 Enfermeras
e Hijas de la Caridad en el Asilo Reina Victoria. Foto: Paco Marí. Fototeka
Kutxa
Después, el
alcalde leyó algunos telegramas de adhesión al acto y a continuación desfilaron
ante el señor Alzúa todos los asilados, tanto niños como niñas, ancianos como ancianas,
resultando un acto verdaderamente conmovedor.
A continuación
los concurrentes a la ceremonia fueron obsequiados con un selecto “lunch".
Tanto la banda
de tamborileros del Asilo, que recibió a los invitados, como la banda de música
Iruchulo, que amenizó el acto, merecieron unánimes elogios.
El
acto resultó sumamente simpático (1).
LUIS ALZÚA ORBEGOZO
Nace
en San Sebastián en 1856 y muere en la capital guipuzcoana en fecha que no se
ha podido determinar. Cursó los estudios de Medicina en Madrid y se establece
en San Sebastián donde ya participa en la epidemia de Cólera de 1885,
recorriendo en misión sanitaria la costa guipuzcoana y vizcaína con los médicos
Oroquieta y Sabino Ucelayeta. Bajo la dirección de Julián Usandizaga ejerce la
inspección de ferrocarriles. Su experiencia como médico rural la vive en Lezo
(2).
FOTO
4 Dr. Luis Alzúa. Presidente de la Academia Médico Quirúrgica. Médico Inspector
del Asilo Reina Victoria. Libro 100 años del Colegio de Médicos de Gipuzkoa
En
1894 fue nombrado médico de puerta del Hospital Civil de San Sebastián, siendo
el primer médico de guardia que tuvo aquel centro asistencial; entre sus
obligaciones figuraba la de redactar las “memorias” anuales del Hospital; en él
llegó a ocupar el puesto de director, pasando luego con idéntico cargo al Asilo
Reina Victoria (2).
Con
el ejercicio de la medicina general Luis Alzúa se especializó en enfermedades
del tórax tras una estancia en clínicas de Francia, Inglaterra y Alemania.
Alcanzó el título de tisiólogo siendo fundador del Sanatorio Nuestra Señora de
las Mercedes (1912).
La Academia
Médico-Quirúrgica de Gipuzkoa
Siempre
estuvo unida al Colegio Médico y dependía directamente de él. Su actividad,
iniciada en 1916, sufrió los inevitables altibajos de toda Institución, siendo
su etapa más brillante la comprendida entre sus comienzos y la última guerra
civil (3).
La
vida de la Academia se puede seguir leyendo en la Revista “Guipúzcoa Médica).
Sus
estatutos fueron aprobados en Junta General Extraordinaria del Colegio, de
fecha 24 de mayo de 1916. La inauguración oficial se celebró el 28 de octubre
de 1916, en el Salón de Actos de la Escuela de Artes y Oficios de San Sebastián
(3).
Luis
Alzúa Orbegozo fue Presidente de la
Academia de 1920 a 1921.
FOTO 5 En
Zorroaga. Hijas de la Caridad en el Asilo Reina Victoria. Foto: Paco Marí.
Fototeka Kutxa
RECUERDOS DE LA CASA DE
MISERICORDIA
Se ha colocado
con toda solemnidad la primera piedra en las obras de la nueva Misericordia en
los solares de Masamartiña, Zorroaga y Chimitegui, en la pequeña colina, única
eminencia que ofrece el risueño valle de Loyola, sobre el túnel del ferrocarril
del Norte (4).
Los dos primeros
caseríos citados han caído al golpe de la piqueta; han caído a la vez los
recuerdos de algunos siglos y las memorias de diversas generaciones.
Masamartiña que
todavía queda, por ejemplo, puede prestar original para un manojo de cuartillas
características; hay que recordar que, cuando la memorable acción del 5 de Mayo
de 1836 en los campos de Ayete, Lugaritz e Isturin, entre las fuerzas del
pretendiente y las armas de la reina, compuestas de infantería, chapelgorris,
legión inglesa y artillería de mar y tierra, los carlistas retiraron sus
numerosos heridos a donde les fue posible, a la ventura, hacia los caseríos de
uno y otro lado, y en Anoeta, y en Zorroaga, y en Chimitegui, etc., se
improvisaron Hospitales de sangre, siendo incendiada poco después Masamartiña.
Este caserío, fue
en sus buenos tiempos, punto de reunión de los zizarristas legítimos: sus
sidras alcanzaron justo renombre.
Los tres
caseríos pertenecen a fines del siglo XVII, y es, uno de ellos Zorroaga, casa
armera.
FOTO 6 Hijas de
la Caridad en el Asilo Reina Victoria. Foto: Paco Marí. Fototeka Kutxa
Consignamos esta
nota histórica para que, andando el tiempo, sepan los pobres o ricos de mañana,
que ese terreno, antes de la construcción del Asilo, tenía ya su historial, más
O menos glorioso.
Muere un hombre
y..... ya se sabe, enseguida viene su apología, o se le dedican dos palabras, o
unos renglones, o un tomo, o un monumento, según la cuantía de su valer, según
sus talentos; si fue militar, conforme a sus dotes y a su valor; si fue civil,
conforme a sus virtudes u otras cualidades plausibles (4).
Al igual de una
personalidad, ofrecen también necrología, determinados edificios que,
por convenido así, se acuerda su desaparición, hallándose en esas
circunstancias la Misericordia actual.
FOTO 7 Revista
Novedades
Y, por lo mismo,
nos toca hoy hacer un poco de historia, recordando algo de sus sesenta y seis
años de vida caritativa. Anteriormente, en su mismo solar, al pie de Konkorronea,
existió un convento de franciscanos recoletos, fundado, con real licencia, por los
años de 1605-6, en los pertenecidos de la propiedad Chartico, «al otro lado de
la puente de Santa Catalina».
A raíz del
convenio de Vergara se proyectó la construcción de la casa de Beneficencia, y
dieron principio sus obras en 1840, sobre el mismo plano que perteneció a dicho
convento.
FOTO
8 Hija de la Caridad y enfermeras. San Sebastián
El 22 de Junio
del citado año tuvo lugar la inauguración de los trabajos; acto solemnísimo, al
que asistió el vecindario de la localidad, depositándose bajo la primera piedra
la guía de forasteros, varias monedas de oro, plata y cobre con el busto de
Isabel II, acuñadas el mismo año y tres leyendas en tres diferentes vitelas, en
bascuence, latín y castellano, inscripción que trasladamos a este lugar:
«Asi dira eche
bedeimkatu onen lanak Garagar-illaren ogeita bi-an, Milla, zortzi-egun eta
berrogei garren urtean, Españiako erregiña dalarik Ona Isabel bigarrena.
Eche onen
maisuba edo dianagusia da Joaquin Ramon de Echebeste, eta bertako Junta egiten
duten jaunak dira: José Saenz de Izquierdo, José Francisco de Arzác, Vicente de
Ayesta, José de Aristiguieta, José de Brunei, Joaquín de Mendizabal, Angel Gil
de Alcain, José de Arambarri, Joaquín Javier de Echagüe, José María de Eceiza,
Bartolomé de Lopetedi, Pedro María de Queheille, Eustasio de Amilibia, Joaquin Vicente
de Echagüe».
Ahora advertimos
á la Junta de Beneficencia de hoy que al efectuar la venta de la
Casa-Misericordia, se acuerde de las monedas de oro que duermen bajo la
primera piedra.
La fachada
principal de la Misericordia está compuesta de un cuerpo bajo con un solo orden
de ventanas; su parte central da ingreso al edificio, demarcado por dos
columnas toscanas.
Sobre el
entablamento arquitrabado de las columnas, se eleva un frontón horizontal,
coronado su centro por un arco de medio punto que contiene el reloj de doble
esfera; en el entablamento se ve una lápida con esta inscripción:
FOTO
9 Inscripción en una lápida
La composición
clásica de la portada caracteriza con propiedad el destino del edificio.
Desde el
vestíbulo se descubre el interior del Asilo, y pasada la portería se presenta
un patio amplio; los soportales que le circundan forman una columnata de
ochenta fustes con bases y capiteles dóricos.
En uno de los
lados se halla el busto en mármol de D. Manuel de Zabaleta; principal
bienhechor de este pío establecimiento, quien legó toda su fortuna a favor de
la Misericordia de su ciudad natal.
Nombre tan caro,
memoria tan digna del mayor agradecimiento, precisa que sea conocido y admirado
desde el momento que se pisa la santa Casa (4).
Zabaleta, hijo
de San Sebastián, fue coronel de milicias voluntarias en Cuba y falleció en la
Habana el 13 de Agosto de 1836.
Su donación a la
Misericordia ascendió, después de pagar muchísimos gastos de juzgado,
tramitaciones, viajes a Cuba, etc., etc., a la suma de dos millones trescientos
ochenta y un mil doscientos cinco reales, oro todo ello.
El retrato
adjunto está reproducido de un lienzo pintado al óleo, muy regularmente
trabajado, pero que contiene carácter; esta pintura se halla en estado
deplorable, y llegó a nuestras manos por una casualidad, sin embargo, tiene el
recuerdo de pertenecer a los mismos días del original.
De los diversos
trabajos que conocemos sobre Beneficencia de Guipúzcoa y San Sebastián, es
curiosísimo e interesante el que el año 1868 escribió el erudito y concienzudo
historiador Pablo de Gorosabel. Todo
San Sebastián sabe lo bien que se hallan los acogidos en nuestra Misericordia y
la educación que reciben las niñas y los niños; nada tiene que envidiar a la de
los colegios particulares.
Cosas de la
vida: entre los asilados se han contado en esta casa personas que ocuparon buen
puesto en la sociedad; entre éstas se encuentran los señores Camino y Zala, sin
contar otras. El primero fue profesor acreditado, poseía el francés, italiano,
bascuence, castellano y latín, era descendiente de aquel ilustre doctor Camino,
canónigo, autor de la historia de esta ciudad, académico correspondiente de la
Real Academia de la Historia, etc. El segundo, José Zala, fue escritor muy
distinguido entre los cultivadores del euskaro; es el que con toda propiedad caracterizó
y describió el estilo donostiarra, pues si Bilinch sobresalió con primor en ese
ideal dentro del verso, en prosa nadie le aventajó al pobre Zala, hombre dotado
de espíritu observador y artista.
Tratándose del
asunto que se envuelve en estas líneas, nada más oportuno que tributemos
también un recuerdo a la buena memoria de José
Matía, fundador del Asilo que lleva su nombre.
Merced a su
cuantioso legado se inauguró en 1899 el hermoso Asilo que se levanta en los
terrenos de Zapatari, y con tal motivo nos es gratísimo consignar la memoria de
Ricardo Bermingham, que, venciendo no pequeñas dificultades, llevó a feliz
término los nobles deseos del fundador Zabaleta, Matía: dos nombres ilustres,
de quienes la ciudad donostiarra guardará eterna gratitud (4).
¡Dios bendiga a
los bienhechores de la humanidad!
F.
LÓPEZ-ALÉN.
FOTO
10 Religiosas enfermeras Hijas de la Caridad. San Sebastián 1927
Bibliografía
1.-
La Voz de Guipúzcoa. Diario Republicano. Domingo 1 de enero de 1928. Página 8
Revista
Bascongada
2.-
Bibliografía: “Don Luis Alzúa Orbegozo. Silueta social y profesional”. En el
libro: El ejercicio profesional de médicos y cirujanos San Sebastián durante el
siglo XIX. Carlos Placer Galán. Tesis doctoral Salamanca, 1990.
3.-
Libro 100 años de Medicina en Gipuzkoa 1899-1999
4.-
La Misericordia de San Sebastián. Memoria gratísima de dos bienhechores. Revista
Bascongada, páginas: 319 a 325
5.-
La Casa de Misericordia y Beneficencia en San Sebastián. Publicado el día 5 de
septiembre de 2010
6.-
Carmen Resines Primera Concejal de España y de San Sebastián y Dama de la Cruz
Roja. Publicado el lunes día 12 de marzo de 2018
AUTOR:
Manuel Solórzano Sánchez
Graduado en
Enfermería. Servicio de Traumatología. Hospital Universitario Donostia de San
Sebastián. OSI- Donostialdea. Osakidetza- Servicio Vasco de Salud
Insignia de Oro
de la Sociedad Española de Enfermería Oftalmológica 2010. SEEOF
Miembro de
Enfermería Avanza
Miembro de Eusko
Ikaskuntza / Sociedad de Estudios Vascos
Miembro de la
Red Iberoamericana de Historia de la Enfermería
Miembro de la
Red Cubana de Historia de la Enfermería
Miembro
Consultivo de la Asociación Histórico Filosófica del Cuidado y la Enfermería en
México AHFICEN, A.C.
Miembro no
numerario de la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País. (RSBAP)