OCURRIÓ HACE 81 AÑOS EL 5 DE AGOSTO DE 1936
Han pasado ya muchos años, desde que unos cuantos vascos y donostiarras decidieron reunirse para trabajar por el mantenimiento de nuestras tradiciones más entrañables, al tiempo que compartían mesa y mantel, cocina y buen humor, humanismo, amistad y solidaridad (1).
FOTO 1 Euskal-Billera en su última ubicación, calle Mari nº 5. Año 1942
Sociedad Recreativa Euskal Billera no sólo ha estado presente en cuantas actividades populares ha sido requerida, si no que a lo largo del tiempo ha sabido poner todo su empeño creador incorporando nuevas iniciativas, entre las que me atrevo a citar, sin que sean todas, la Cabalgata de Reyes, la Tamborrada Infantil, las tradicionales becerradas del Corpus, la elección de la Bella Easo, etc., junto a otras de carácter benéfico que, precisamente por serlo, parece oportuno dejarlas en el anonimato por aquello de que la mano derecha no debe saber lo que hace la izquierda (1).
En este tiempo es importante mantener y guardar la documentación antigua, los reportajes fotográficos, esas fotografías que, casi perdido el color y manchadas por los años, no sólo nos enseñan cuanto se hizo, sino también quién lo hizo.
Son los documentos humanos de varias generaciones de populares prohombres donostiarras, muchas veces desconocidos, que no destacaron por sus títulos, ni por sus bienes, ni por sus cargos: destacaron por su bien saber hacer en beneficio del pueblo al que tanto querían y amaban: Donostia – San Sebastián. Esto es un homenaje a todos los que han ayudado a construir la historia de nuestra ciudad (1).
FOTO 2 Euskal-Billera en su tercera sede, calle Puerto nº 7. Hoy se encuentra el Restaurante Bernardo. Año 1930
Sociedad Gastronómica Euskal Billera
La Sociedad tuvo cuatro sedes en
estos más de cien años de funcionamiento:
1901 – 1906
Puyuelo
nº 29 en el bar José Ángel, luego bar Lekuzarra y hoy pastelería Ekain
1906 –
1928
Puyuelo
35, en el bar Euskal-Txoko, hoy pub Tas-Tas
1928- 1940. Este relato ocurrió en esta dirección.
Puerto
nº 7, donde actualmente está el restaurante Bernardo
1940 a la actualidad
Mari nº
5, donde se hallaba el bar Amuenea
Orígenes
La Sociedad Euskal-Billera fue fundada por un grupo de artesanos que se reunían
en la Taberna “Joshe Angel”, más
tarde conocida por “Leku Zaharra”,
sita en la calle Puyuelo (hoy Fermín Calbetón) nº 29, y regentada por Pedro Mª
Idarreta, quien también se unió al grupo (1).
El nombre de “Euskal-Billera” – “Reunión de Vascos”, fue elegido por Pedro Mari Idarreta y fue aprobado por los demás.
El grupo fundador estaba
compuesto por: Pepe y Juanito Larrarte, los hermanos Otegui, los hermanos
Aguirre, Paulino Goitia, Fernando Salaberria, Hilario y Jerónimo Elicegui,
Alejandro Tolosa, Atanasio Pastor, Atanasio Agirre, Javier Flores, Eduardo
García, Lino Zubiri, Ignacio Anoeta, Ezponda, Paco Anabitarte, Bartolomé
García, Maca, los hermanos Eguiguren, Nicéforo López, Saturnino Zabala y alguno
más que se nos ha podido olvidar.
FOTO 3 Euskal-Billera en su
tercera sede, calle Puerto nº 7. Están el Presidente Mauricio Echániz y el
Alcalde de San Sebastián y Presidente de la Caja de Ahorros Municipal Fernando
Sasiain. Año 1935
Fundación
El día 29 de junio, festividad de
San Pedro y San Pablo, del año 1901, se celebró la Asamblea Constituyente de la
Sociedad, con la presencia de los autores de la idea y de un nutrido grupo de
personas que también se habían inscrito como socios (1).
Se aprobaron los Estatutos de la
Sociedad y se eligió a la Junta Directiva que quedó formada así:
Presidente: Paulino Goitia
Vicepresidente: Jerónimo Elicegui
Tesorero: Pedro Mª Idarreta
Secretario: Juanito Larrarte
Vocales: Javier Flores, Hilario
Elicegui José Larrarte, José Mª Aguirre
Primera Junta de Euskal Billera: Javier Florez, Hilario Elícegui,
Jose María Aguirre y José Larrarte (vocales).Sentados: Pedro María Idarreta
(tesorero), Jerónimo Elícegui (vicepresidente), Paulino Goitia (presidente) y
Juan Larrarte (secretario).
Un texto recogido en la prensa
donostiarra de los años veinte, concretamente en “La Voz de Guipúzcoa”, dice
así: “La Sociedad nacida en una taberna
de la Parte Vieja, es hoy un nido de auxilios para los desventurados; de
Sociedad de recreo se ha convertido en Sociedad de Beneficencia. Y no hemos de
recalcar sus actos, tan repetidos, en favor de los pobres, de los enfermos y de
los niños desamparados. Solo el hecho de acudir en auxilio moral de los niños
regalándoles golosinas y juguetes; solo el hecho de sostener unas camas para
los niños enfermos en el Hospital Civil o de San Antonio Abad, revela el gran
corazón de esos hombres educados en el amor al prójimo, amor nacido
espontáneamente en aquellos que constituyeron la Sociedad Euskal Billera”
(1).
Definición de
Hospital de Sangre
Un Hospital de sangre, es un Hospital provisional que se
sitúa en un punto conveniente cerca del sitio donde se da una acción bélica, y
donde se recibe muchas veces a los heridos de uno y otro bando. También se
denominan así a algunos Hospitales Militares, aunque se hallen dentro de la
población (2).
El origen de estos establecimientos fue la necesidad
reconocida de auxiliar pronta y eficazmente a los heridos de una acción que por
falta de hospitales morían en gran número y sin socorro ni auxilio alguno.
Estos hospitales ambulantes tienen en la guerra un carácter tan sagrado que aún
en los momentos de más calor y efervescencia han sido respetados. Se han
salvado muchos heridos desde la creación de estos hospitales y es admirable el
cuadro que presentan en los momentos en que a ellos se conduce a los heridos de
una acción (2)
AL CLAUSURARSE EL HOSPITAL DE SANGRE INSTALADO EN LA “EUSKAL-BILLERA”
Hemos tenido noticias de curiosos sucedidos. Una mesa de billar convertida en botiquín de urgencia
En doce días se ha prestado asistencia a más de doscientos heridos
Uno de
los hospitalillos —el primero cronológicamente— improvisado en nuestra ciudad
por la fuerza de las circunstancias ha sido el instalado en la popular Sociedad
“Euskal-Billera”, en la calle Puerto nº 7 de la Parte Vieja de San Sebastián
(3).
Fué
este hospitalillo consecuencia inmediata del que, con fecha 18 del pasado
(julio), se instaló en el primer piso de la misma casa, domicilio éste, como se
sabe, de la Federación Local de
Sociedades Obreras (3).
Refugio
obligado, el domicilio de la entidad citada, de milicianos armados, que
entraban y salían del mismo incesantemente, pensóse en trasladar el
hospitalillo al bajo del indicado inmueble, local social según queda
consignado, de la “Euskal-Billera”.
Como en
aquel momento está se encontraba cerrada, y puesto que las circunstancias eran
apremiantes, se procedió con toda rapidez a utilizar una claraboya que pone en
comunicación al primer piso con el bajo. Descendíase a éste cuando llegó el
conserje de la “Euskal-Billera”, a quien, desde luego, se comunicaron los
propósitos consignados. El conserje señor Zulaica, a su vez, puso en
conocimiento del presidente de la Sociedad (Mauricio Echániz) lo que ocurría, el cual dió, para el objeto, las
máximas facilidades, poniendo tanto el local como el ambigú y la cocina de
éste, a disposición de la Federación Local de Sociedades Obreras y,
consiguiente, a la de heridos, enfermos y personal sanitario.
FOTO 4 Hospital
de Sangre Euskal-Billera, en la calle Puerto nº 7. En la foto se ve la mesa de
billar convertida en botiquín de urgencia, el conserje como camillero, los
practicantes, los médicos y las enfermeras profesionales. Año 1936
Con
idéntica celeridad se hizo lo restante. Una cama de operaciones, junto a los
ventanales de la calle del Puerto; dos camas de asistencia en la misma
dirección; otras dos más bajo las ampliaciones fotográficas de los socios de
honor de la entidad, en la secretaría, otra; y tres más en el escenario; la
mesa de billar, convertida en botiquín de urgencia repleta de útiles médicos; aquí
y allá, en otras mesas improvisadas, más material de farmacia; un par de sillas
plegables, etc. Todo, muy limpio y en orden: en el más nimio detalle se
advertía la competencia de los trabajos de instalación.
Es de
justicia consignar que un acreditado industrial del ramo —de la calle de Fermín
Calbetón— y socio ejemplar de la entidad, fué quien facilitó las camas y demás
muebles y enseres complementarios para la humanitaria finalidad.
En la
instalación del hospitalillo participó igualmente el vecindario, con su
esfuerzo y su aportación material.
En los
preliminares de la tragedia presentáronse espontáneamente en la Federación
Local de Sociedades Obreras tres viajantes de comercio, a fin de ofrecerse, en
bello gesto de confraternidad, para cualquier misión que pudiéraseles
encomendar. Uno de ellos, viajante en productos farmacéuticos, fué comisionado
para la dirección del hospitalillo por el Partido Comunista.
FOTO 5 Hospital
San Antonio Abad. En el centro Mauricio Echániz, presidente de la Sociedad Euskal-Billera.
21 de diciembre de 1921
Poco
después hizo acto de presencia en el hospitalillo disponiendo las primeras
medidas de orden técnico, un médico que vive en el barrio de Gros. Este doctor
se encargó, con elogiable espontaneidad, de organizar, luego, hospitalillos
análogos en diferentes lugares de la ciudad: Amara, Atocha, el Antiguo, etc.
El
viajante de productos farmacéuticos que hemos mencionado procedió, apenas
comenzó a funcionar el hospitalillo, a hacer un llamamiento telefónico a los
médicos cuyos domicilios se encuentran más próximos a la “Euskal-Billera”.
Acababa
de ingresar en el improvisado centro de beneficencia un miliciano
gravísimamente herido de un balazo, sin orificio de salida, en la región
intercostal derecha. El director del hospitalillo ordenó que dos milicianos
fuesen a buscar a un doctor que vive en la misma calle del Puerto.
Inmediatamente acudió a este requerimiento, comenzando a prestar servicio.
Tras
este médico, y llamados por él, acudieron nueve más; organizándose con todos
ellos una guardia, por parejas, que era relevada cada cuatro horas.
El
mismo viajante de productos farmacéuticos, convertido en director del
hospitalillo, hubo de seleccionar, para el servicio del mismo, ocho enfermeras profesionales, de las
treinta y tantas que se ofrecieron espontáneamente para tal misión.
Otros
tres enfermeros, alguno de ellos practicante
profesional, cooperaron igualmente, en las atenciones del improvisado
hospital de sangre.
FOTO 6 Hospital
San Antonio Abad. Sala de niños, entrega de juguetes. Año 1922
Al
servicio de éste ha figurado, atendiendo a la cocina y al ambigú, el conserje
de la “Euskal-Billera”.
Organizóse
también un servicio de guardia en las puertas, con el fin de impedir que
entrara en los locales gente armada. Quien en un principio prestaba este
servicio hubo de ser reemplazado por tener que formar en las Milicias
populares. Y el sustituto de aquél alternó en dicho puesto con un fugitivo
navarro, procedente de Alsasua.
Numerosísimas
fueron las asistencias prestadas en este hospitalillo de sangre. De las
efectuadas los días 18, 19, 20 y 21 no se tomó nota por el director del mismo
ya que los curados en él, si ofrecían gravedad, eran trasladados inmediatamente
a un hospital o clínica.
El 22
fueron, asimismo numerosas las asistencias, de las que a excepción de siete, no
se anotó ninguna, a causa del excesivo trabajo que pesó dicho día sobre el
personal del hospitalillo. De los siete anotados, tres fueron casos graves, y
algún muerto.
He
aquí, para satisfacer la natural curiosidad del lector, las asistencias
verificadas los restantes días.
Día 23
de julio, 16; 24, 4; 25, 25; 26, 13; 27, 19; 28, 31; 29, 13; 30, 25; 31, 31; 1
de agosto, 19; 2, 16, y 3, 14.
FOTO 7 Hospital
San Antonio Abad. Sala de niñas. Año 1922. Medalla 1926
Por
orden de la Comisaría de Sanidad —y siendo afán de ésta centralizar todos los
servicios de su competencia— se ha levantado este hospitalillo con fecha 3 de
agosto, a las doce de la noche.
El que
fué director del mismo ha entregado a dicha Comisaría con arreglo a las
instrucciones recibidas, un inventario de las existencias sanitarias y una
relación minuciosa de las actividades desplegadas por el hospitalillo durante
los días de su funcionamiento y del personal afecto al mismo.
Siendo
esto así, se advierte a los heridos leves acudan para su asistencia, en lo
sucesivo, al Hospital del Hotel de Londres, al Hospital Civil o de San Antonio
Abad o al Hospital Militar (3).
Otros actos de Beneficencia de la Sociedad Euskal Billera
Un Acto simpático. Sin previo
anuncio, en un ambiente de intimidad recogida, se celebró el domingo a la
mañana un acto simpático, muy simpático porque se trataba de expresar gratitud.
Los donostiarras todos sabemos lo
que ha hecho la popular sociedad “koshkera” por los pobres y enfermos
de la ciudad; pudiérase decir que son su obsesión, pues cuantas fiestas
organiza son para recaudar fondos destinados a la Beneficencia. Y este afán de
hacer caridad fué recompensado el domingo, sin grandes aparatos, sin grandes
discursos ampulosos, con la sencillez que engrandece más estos gestos de
gratitud.
FOTO 8 Reparto de juguetes en el
Pabellón Infantil del Hospital San Antonio Abad por la Sociedad Euskal-Billera.
A la izquierda, el presidente Mauricio Echániz y socios. 21 de diciembre de
1922
Ante el Alcalde señor Zaragüeta,
los señores que componen la Junta del Patronato, los doctores Egaña, Ayestarán,
Azpiazu, Eizaguirre y Calle y el funcionario Ramón Urrutia, previo breve y
sentido discurso del Alcalde, en la Sala de Niños del Hospital de San Antonio
Abad u Hospital Civil, se procedió al descubrimiento de una lápida que lleva la
siguiente inscripción: “Estas treinta camas que existen en esta sala
han sido donadas por la Sociedad de recreo Euskal-Billera”. Año 1921
(4).
Hospital de San Antonio Abad
En la Sala de Niños del Hospital
de San Antonio Abad u Hospital Civil, asistían a este acto los niños enfermos
recogidos en dicho hospital y que, gracias al espíritu caritativo de los “Koshkeros”,
empiezan a aprender que en medio de los grandes egoísmos de la humanidad, hay
gentes que, sin ser privilegiados de la fortuna, acuden solícitas en ayuda de
ellos, pobres niños enfermos, para quienes la vida tiene tan tempranas
amarguras (1).
Uno de los niños, que ocupaba una
de las camitas, recitó una corta poesía del doctor Clavero, Éste fue el mejor
regalo para los comisionados de la Euskal-Billera, que de la “Mansión del Dolor” salieron fortificados
y con mayor entusiasmo para tender la mano, hacia los niños y hermanos que
sufren…
Recaudación
Pasan de 280.000 pesetas las que
desde esa época la Sociedad “Euskal-Billera” ha recaudado en fiestas benéficas
y que han ido a remediar las necesidades en la Casa de Misericordia, en el
Hospital de San Antonio Abad u Hospital Civil, en el Comité Local
Antituberculoso y en otros centros benéficos (1).
FOTO 9 Hospital San Antonio Abad.
Sala de niñas. Año 1924
Solamente con la becerrada del
año último que supuso un ingreso de 42.000 pesetas integras para la Casa de
Misericordia y con lo recaudado en los festivales taurinos que ha realizado la
Sociedad “Euskal-Billera”, se pudieron pagar la construcción de dos pabellones
de comedores en la Casa de Misericordia, sendas lápidas de mármol proclaman en
ellos el altruismo de la benemérita Sociedad. Otra lápida igual da el nombre de
“Euskal-Billera” a la Sala Infantil de Cirugía del Hospital de San Antonio Abad
u Hospital Civil o de Manteo, en testimonio de gratitud por la dotación de
camas de hierro para los niños, pagadas con el dinero recaudado en la última
becerrada (1).
En esta extensa obra de caridad
ha sido su presidente don Mauricio Echániz quien ha tenido siempre la
iniciativa de la organización, por reunir en su persona dotes excepcionales de
actividad y de caridad cristiana.
Son estos en líneas generales los
méritos que a don Mauricio Echaniz y a la Sociedad “Euskal-Billera” le han
hecho dignos de la Cruz de Beneficencia
(1).
A los Barberos
Los Barberos sangradores fueron
los anteriores en titulación a los Practicantes.
Anuncio en el Diario de la
República. Frente Popular
En el cuartel de milicianos
instalado en la Villa de Bidebieta “Pasajes”, se precisan barberos.
Presentarse lo antes posible (5).
Agradecimientos
Ion Urrestarazu Parada
Fabio Ramos Garro. Directivo de Euskal-Billera.
José Luis Astigarraga. Vicepresidente de Euskal-Billera.
Sociedad Euskal-Billera
FOTO 10 Placa de Euskal-Billera,
siempre generosa, hizo posible con sus donativos, que se construyera el
pabellón de comedores de la Santa Casa de Misericordia. Zorroaga. Año 1928. Y
otra placa 1936 -1937. Medalla “Premio a la Caridad” Excelentísimo Ayuntamiento
de San Sebastián. Año 1926
Fotografías
Las fotos han sido cedidas por la
Sociedad Euskal-Billera.
Bibliografía
1.- Libro Sociedad Euskal-Billera
1901 – 2001. Javier Sada y Tomás Hernández. Dep. Legal; NA, 1.750/2001
2.- Manuel Solórzano Sánchez.
Hotel de Londres. Hospital de Sangre de San Sebastián. Publicado el martes día
22 de diciembre de 2015
3.- Frente Popular. Diario de la República. Miércoles 5 de
Agosto de 1936. Pág. 4.
4.- La Voz de Guipúzcoa. Martes 6
de septiembre de 1921
5.-.
Frente Popular. Diario de la República. 6 de septiembre de 1936
FOTO 11
Frente popular. Diario de la República. Miércoles 5 de agosto de 1936. La Voz
de Guipúzcoa. Diario Republicano. 6 de septiembre de 1921
Manuel Solórzano Sánchez
Graduado en Enfermería. Servicio
de Traumatología. Hospital Universitario Donostia de San Sebastián. OSI-
Donostialdea. Osakidetza- Servicio Vasco de Salud
Insignia de Oro de la Sociedad
Española de Enfermería Oftalmológica 2010. SEEOF
Miembro de Enfermería Avanza
Miembro de Eusko Ikaskuntza /
Sociedad de Estudios Vascos
Miembro de la Red Iberoamericana
de Historia de la Enfermería
Miembro de la Red Cubana de
Historia de la Enfermería
Miembro Consultivo de la
Asociación Histórico Filosófica del Cuidado y la Enfermería en México AHFICEN,
A.C.
Miembro no numerario de la Real
Sociedad Vascongada de Amigos del País. (RSBAP)
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