AUTORA: Ana Luisa
Velandia Mora. E. G., L. E., M. A. Ph. D. Profesora Titular y Emérita de la
Universidad Nacional de Colombia, Bogotá
Este trabajo fue presentado en su
versión en inglés en la Conferencia Anual de la Asociación Canadiense de
Historia de la Enfermería, celebrada en Toronto entre el 4 y el 6 de junio de
2008.
FOTO 1 Helen Howitt y Ana Luisa
Velandia Mora
Ana Luisa Velandia Mora, ha escrito numerosos artículos y varios
libros sobre la Historia
de la Enfermería
en Colombia; es egresada de la
Escuela de Enfermeras de la
Cruz Roja y luego se tituló como Licenciada
en Enfermería en la Facultad
de Enfermería de la
Universidad nacional de Colombia. Posteriormente recibió de
esta misma facultad su Diploma de Magíster en Administración de Servicios de
Enfermería y más adelante obtuvo un Ph. D. en Ciencias Médicas, con énfasis en
Salud Pública, en el Instituto de Medicina Sanitaria de San Petersburgo en
Rusia.
Ingresó a la Facultad de Enfermería
como Instructora Asociada, pasando por todas las categorías hasta jubilarse
siendo Profesora Titular. Recibió la distinción de Profesor Emérito y ya
jubilada el Diploma de Profesor Honorario.
Publicado el artículo original en: Velandia Mora, Ana Luisa. “Helen
Howitt: una semilla canadiense en la enfermería latinoamericana”. En: Revista
Avances en Enfermería. Vol. XXVII, No. 1, enero - junio 2009. Págs. 93 – 101. ISSN: 0121 – 4500.
HELEN HOWITT EN LA ENFERMERÍA LATINOAMERICANA
Este trabajo se propone hacer
visible la presencia de Helen Howitt
en la enfermería latinoamericana. Paralelamente pretende hacer un análisis de
la influencia del Servicio Cooperativo Interamericano de Salud Pública en la
enfermería colombiana y de otros países de América Latina.
Helen Howitt, Enfermera canadiense de la Universidad de Alberta
(Canadá) (1), fue traída a Colombia en el año de 1942 por el Servicio
Cooperativo Interamericano de Salud Pública; y por expresa solicitud de los
Dres. Luis Emilio Aconcha y. Héctor Pedraza, entonces Director del
Departamento Materno Infantil del entonces Ministerio de Trabajo, Higiene y
Previsión Social. Las señoritas Helen
Howitt, y Johanna Schwarte, enfermera salubrista norteamericana fueron enviadas para que
asesoraran en materia de enfermería al Ministerio de Trabajo, Higiene y
Previsión Social, en sus campañas higiénicas – asistenciales.
Según información encontrada en
Internet (2), Helen Howitt egresó de Belleuve Hospital School of Nursing en
1923. Entre las graduadas más importantes de esta Escuela se incluye a: Isabel Hampton Robb, Lavinia L. Dock, Edith A. Draper, Jane A.
Delano, y Lucy Minnigerode. Yo
creo que deberían incluir también a Helen Howitt.
FOTO 2 Aniversario de la Escuela
nacional Superior de Enfermeras. Helen Howitt, Directora de la Escuela,
profesores y estudiantes, década de 1940
Howitt y Schwarte, pasaron a
formar parte del proyecto de apertura y organización de una Escuela de
Enfermería, con estudiantes con título de Normalistas o Bachilleres, para poder
atender en forma integral las grandes necesidades de salud de aquel entonces.
En el proceso de
selección de estudiantes se exigió el diploma de bachillerato superior o de
normalista, edad comprendida entre 18 y 30 años, ser soltera, presentar
certificado de buena salud física y mental, comprobantes de vacunación y
aprobación del examen psicotécnico; de esta manera, se mantenía el carácter
femenino de la enfermería pero se cualificaban las exigencias académicas de
ingreso. Se dispuso de un reglamento de la escuela en el que se disponía que
las alumnas tenían que vivir internas dentro de la escuela, salvo arreglo
especial con la Junta
de la Escuela.
Las asignaturas básicas
eran dictadas por docentes de medicina y otras facultades de la universidad. La Escuela contaba con las enfermeras
instructoras, que tenían a su cargo las cátedras relacionadas directamente con
el área profesional y la supervisión de las prácticas hospitalarias; las
estudiantes daban atención directa a los pacientes durante 6 días a la semana
en turnos de 8 horas que cubrían las 24 horas del día en los hospitales de La Misericordia, San
José, San Juan de Dios, las clínicas de Marly y David Restrepo y dos Centros de
Salud, uno en el barrio Ricaurte y otro en el barrio de Puente Aranda y más
tarde en el importante Centro de Salud nº 6, dependiente directamente de la Escuela Superior de Higiene.
Para dirigirla
fue nombrada la señorita Helen Howitt, y las primeras cinco instructoras fueron
seleccionadas entre las primeras graduadas de la Escuela Nacional
de Enfermeras (dependiente de la
Facultad de Medicina). Este programa, tenía una duración de
tres años y otorgaba el título de Enfermera General.
FOTO 3 Helen Howitt y Johanna
Schwarte
Esta escuela,
según Bejarano (3), sostenida con fondos del Gobierno de Colombia, de los
Estados Unidos, de la
Fundación Rockefeller y de la Oficina Sanitaria
Panamericana, tuvo un pensum basado en el de las escuelas norteamericanas;
donde se fusionan las dos grandes tendencias de la época, por un lado, la
formación hospitalaria y por el otro, la salubrista, se realizaba en tres años
de estudios y prácticas. Las prácticas se llevaban a cabo en el Hospital San
José y a partir de 1953, en la
Clínica particular de Marly.
Lelly Álvarez de Espitia, ya citada, su alumna y luego Profesora de
la Escuela Nacional
Superior de Enfermeras, en su intervención en la Facultad de Enfermería de
la Universidad Nacional
de Colombia, con motivo de la inauguración de la Galería de Retratos de las
Directoras de las Escuelas y luego Facultad de Enfermería, decía:
“Me faltan las palabras para evocar con exactitud su imagen, que para
mí fue la más grande de todos los tiempos, de todos los grupos de Decanas; no
tengo calificativos; fue en realidad y en verdad, ¡grande! Inigualable,
irreplicable: tan airosa, elegante, serena, austera, inmaculada en su uniforme,
sencilla, modesta, tímida, rígida inflexible y a la vez, ¡han humana!!!
Con el distinguido grupo de profesoras y profesores, eminentes médicos
de la época, 1944, elaboraron un currículo de envidia, con orientación
polivalente, tanto técnica como práctica y las 23 conmigo egresadas en 1947;
primer grupo de esta nueva etapa de la Enfermería en Colombia; fuimos realmente
privilegiadas desde todo punto de vista: centro de atención de las autoridades
médicas, hospitalarias, salubristas, políticas, eclesiásticas y extranjeras.
Gestionó y aceleró, con la ayuda de la Fundación Rockefeller, la
construcción de la bellísima sede para nuestra escuela en los predios de la Ciudad Universitaria,
en la que fueron considerados todos los detalles: capilla, cafetería con
instalaciones modernas, buses, campos de deporte, salones de clase, lavandería,
sala de recepciones y visitas con hermoso piano de cola, laboratorios químico y
de dietética y sala de demostraciones y artes de enfermería; las habitaciones
de alumnas como de profesoras, elegantemente dotadas, apartamento privado para la Directora, en fin, hasta
el más mínimo detalle, fue considerado para nuestro confort.”
Y continúa su intervención,
preguntándose: Pero ¿qué fue lo más
importante que hizo Helen Howitt?
No conformarse con todo lo básico de los tres años de intensa formación
para optar al título de Enfermera General y fue así como se dio a la tarea
desde muy temprano, de seleccionar a un grupo de profesoras y de alumnas, entre
estas, yo, para el perfeccionamiento en las áreas de mayor desempeño: la
pediátrica, la obstétrica, la médico quirúrgica, la salud pública, la
siquiátrica; así como técnicas quirúrgicas y de esterilización; en distintas
ciudades de Norte – América, Canadá y Sur América, con lo que se propuso en
forma visionaria y futurista, dejar una Escuela con muy buenos y sólidos
cimientos capaz de desarrollarse exitosamente a través de todos los tiempos y
gobiernos y esa es hoy, nuestra Facultad de Enfermería que en 1997 cumplió sus
primeros 50 años de ininterrumpida labor”. La Escuela de Enfermeras y
Parteras adscritas a la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional, se
creó en 1920.
Finalmente, agrega:
“Mantuve correspondencia con ella hasta el año 1993 en que finalmente
la interrumpió a sus 96 años y lastimosamente a pesar de mis esfuerzos, no he
logrado saber cuando murió. En Prescott (Ontario) vivió siempre Helen Howitt,
la inolvidable e inmortal Helen para una alumna que mientras viva, no la
olvidará y hará perdurable su recuerdo y su memoria, pues lo que ella enseñó
está y estará vigente por siempre: la importancia de la relación enfermera –
paciente, el auto cuidado, el cuidado integral, la ética profesional, la
eficiencia, el cumplimiento, el orden, la disciplina, la educación continuada,
principios fundamentales de la excelente calidad de enfermería que deberán ser
de por vida los postulados de la carrera.”
En
una entrevista concedida por Álvarez, a esta autora, al referirse a Helen Howitt,
dijo:
“Siento que lo poco bueno que hay en mi fue
extraído de la verdadera imagen de ella… hubo una huelga, la primera huelga de
entonces y los trabajadores del Hospital de la Misericordia se declararon de
Brazos Caídos y tuve que hacer durante varios días turnos seguidos como de 16 y
24 horas, Miss Howitt, tal vez la única que fue, me dijo en su español
agringado: "quiere que yo acompañarla", le dije que bueno y me sentí
asustada porque era la
Directora de la Escuela. Yo pensé ahora viene a chequearme y yo
“revolando en plancha”, bajando 10 teteros a una salita de 7, veintipico arriba
y tú sabes una salita con 3 prematuros, ya venia el cambio de pañales y yo sola
para eso y ella llegó toda linda, toda activa y me dice: "Ud. manda, yo
soy la alumna, que puedo hacer?", le dije Ud. coge este medio lado del
pabellón Barranquilla y yo cojo este otro medio, y, ella cambiaba los niños, se
lavaba las manos entre niño y niño, eso es algo que no puedo olvidar.”
La Señorita
Howitt fue directora hasta el año de
1951, la sucedió la
Srta. Katerine Kain, quien no la ocupó mucho
tiempo; luego vino la enfermera norteamericana Hellen Murphey, quien la desempeñó asesorada por la enfermera colombiana María
Teresa Murillo Pombo. (Pedraza, citado por Velandia,
2003) (4). Según las placas que acompañan las fotografías en la Galería de Decanas de la
hoy Facultad de Enfermería de la Universidad Nacional
de Colombia, la Srta.
Murphey estuvo hasta 1955 y durante 1956 y 1957 la Srta. Murillo Pombo;
con quien regresa la dirección de la escuela a enfermeras colombianas.
Howitt elaboró un escrito que fue
enviado el 5 de Julio de 1950
a Miss Mary
Alberti, de la
Oficina Sanitaria Panamericana. Quien les habla, hizo una
traducción de este escrito, el cual fue publicado en la Revista Avances en Enfermería
de la Facultad
de Enfermería de la Universidad Nacional
de Colombia, en diciembre de 2005.
Es bueno conocer la visión que la
misma Helen Howitt, tuvo de esta Escuela. A continuación, transcribo, la
traducción que, quien esto escribe, hizo de este escrito (5). Sin embargo,
recientemente descubrí que fue publicado en The American Journal of Nursing,
en nov., 1951 (6).
“Solo tres de las escuelas existentes, son aprobadas por el Gobierno
Nacional – la Escuela
de Enfermería de la Cruz Roja
Nacional y la Escuela Nacional
Superior de Enfermería. (Habla de tres escuelas, pero no menciona sino dos. Por
esa época, las otras dos escuelas existentes eran la de la Universidad de
Cartagena y la de la Universidad Javeriana).
Notas de la traductora Ana Luisa Velandia.
FOTO 4 Reunión del Servicio
Cooperativo Interamericano de Salud Pública. Helen Howitt con otros miembros
del SCISP, década de 1940
De las últimas mencionadas, la Escuela Nacional Superior de
Enfermería es la más nueva de las tres. Fue abierta en Bogotá en marzo de 1944
con un curso de 43 estudiantes. Cada estudiante presentó un diploma que
indicaba que había terminado satisfactoriamente la escuela secundaria, la cual
es comparable con el “High School” de los Estados Unidos.
Esta escuela de tres años fue establecida por el Gobierno Nacional con
la cooperación de la Oficina Sanitaria
Panamericana, el Instituto de Asuntos Internacionales y la Fundación Rockefeller.
En 1950, la escuela con 6 años de fundada, tiene 76 graduadas, 11 de las cuales
han realizado estudios de postgrado en los Estados Unidos y han regresado a la Escuela en calidad de
profesoras. En 1950, hay 96 estudiantes en la Escuela.
El plan de estudios está basado en el Currículo Guía de 1937,
establecido por la Liga Nacional
de Enfermería (de los Estados Unidos). Los laboratorios y salones de clase de
la escuela son atractivos y bien equipados.
Las experiencias clínicas son proporcionadas por el Hospital San José,
un hospital general de quinientas camas. Aquí hay salas de 30 camas en
medicina, cirugía, ginecología, y divisiones de obstetricia que han sido
especialmente equipadas con fines docentes. Hay también cinco salas de
operaciones, donde los estudian aprenden técnicas quirúrgicas y un
recientemente organizado departamento de consulta externa que ofrece muchas
oportunidades de aprendizaje.
Para las experiencias en enfermería pediátrica, las estudiantes van al
Hospital de la
Misericordia, una institución infantil de 450 camas, donde 40
camas están reservadas para proveer experiencia clínica a las estudiantes. En
cada sala donde las estudiantes practican hay enfermeras jefas, pagadas por la
escuela, quienes las enseñan y supervisan.
Durante el tercer año, todos los estudiantes tienen 3 meses de práctica
en un centro de salud pública, donde hay enseñanza y supervisión por enfermeras
graduadas. Cuando la nueva área de psiquiatría del San José sea completada, los
estudiantes tendrán allí experiencia clínica.
Las estudiantes de enfermería usualmente tienen cinco a seis horas de trabajo
en sala y dos o tres horas diarias de clase en aula. Tienen un día libre a la
semana. Las actividades curriculares incluyen grupos de canto, deportes, baile
y aprendizaje de algún instrumento musical. Una completa y bella nueva
residencia para los estudiantes fue abierta en 1948.
Las estudiantes llegan a la Escuela
Nacional Superior de Enfermería casi de todos los
Departamentos de Colombia. Usualmente entran con una beca que es provista bien
sea por el Departamento o el Gobierno Nacional. En reciprocidad por la beca, la
estudiante acepta retornar a su localidad cuando se gradúe y permanecer allí
por lo menos dos años.
Enfermería, como profesión, es todavía muy joven en Colombia, pero se
está desarrollando marcadamente rápido. Porque hay una gran necesidad de
enfermeras preparadas, un número de cursos cortos han sido iniciados para
entrenar ayudantes y parteras. Ellas trabajan en los centros de salud,
hospitales y clínicas y están contribuyendo a mejorar los programas de salud de
Colombia”.
Murphey, por su parte, en el
artículo que escribió sobre la historia de la enfermería en Colombia (7), se
refiere en los siguientes términos a ésta Escuela:
“El 13 de marzo de 1944 la Escuela Nacional superior de
Enfermeras abrió sus puertas al primer grupo de 43 estudiantes, cuya credencial
era el Diploma de Bachiller o Normalista Superior… El Instituto de Asuntos
Interamericanos, el Servicio Cooperativo Interamericano de Salud Pública y la Fundación Rockefeller,
cooperaron con el gobierno nacional en la organización de esta escuela. La organización, programas y cursos fueron
planeados igual que en la más moderna y progresista escuela en los Estados
Unidos, y las instructoras y supervisoras han sido enviadas a los Estados Unidos
para cursos de post-grado en enfermería… Actualmente el Servicio Cooperativo
Interamericano de Salud Pública está edificando en el Hospital San José, un
nuevo pabellón que será para que las estudiantes hagan sus prácticas de
psiquiatría… La más moderna y bella residencia fue construida por el Servicio
Cooperativo Interamericano de Salud Pública en los prados de la Ciudad Universitaria,
donde se inspiran en una atmósfera sana y de devoción al estudio.”
En 1955, Miss Howitt fue asesora
del Servicio Cooperativo Interamericano de Salud Pública, al lado del Dr. Aconcha, quienes junto con las
Fundaciones Kellogg y Rockefeller ayudaron con equipos y adecuación de
servicios al Hospital San José en medicina, cirugía, ginecología, obstetricia,
al igual que al Hospital de la
Misericordia.
Profundizando en la década de los
años 40 considerada como la etapa de consolidación del modelo higienita
norteamericano en Colombia, Quevedo y sus colaboradores (8) dicen: “La Segunda Guerra
Mundial y la ‘política del buen vecino’ de F. D. Roosevelt, aseguran el contexto
para ganar nueva influencia de los Estados Unidos en Latinoamérica”. A este
respecto, se establece un programa cooperativo entre el Instituto de Asuntos
Interamericanos y las naciones americanas, inscribiéndolo dentro de las
necesidades de defensa. Esta política encuentra un amplio eco en la Tercera Conferencia
de Repúblicas Americanas reunida en Río de Janeiro en enero de 1942.
FOTO 5 Seminario de Directoras de
Escuelas de Enfermería, 1957
Para el caso concreto de la
salud, continúa diciendo el informe citado; en este periodo se consolida el
proceso de intervención norteamericana en la orientación de la toma de
decisiones por medio de la creación del Servicio Cooperativo Interamericano de
Salud Pública (SCISP), el cual, en rasgos generales, define los lineamientos
técnicos para enfrentar los principales problemas del país. Este Servicio se
instaura, no solamente como consecuencia de esta política, sino, además por la
actitud de los gobiernos liberales de esta época, frente a las relaciones con
los Estados Unidos.
En septiembre de 1942, el
gobierno colombiano pide participación en el programa de cooperación y, para
tal efecto, el Sr. Nelson Rockefeller visita el país, en representación del
Coordinador de la Oficina
de Relaciones Interamericanas. En un memorando, el Ministerio de Trabajo,
Higiene y Previsión Social plantea las prioridades: 1) nutrición, 2) paludismo,
3) rickettsiasis, 4) bartonellosis, y 5) saneamiento de puertos.
“Un mes después llega a Colombia el Sr. Brigadier General Dr. George C.
Dunham, Director de la
Dirección de Salubridad y Saneamiento del Instituto de
Relaciones Interamericanas, quien celebró repetidas conferencias con el
personal del Ministerio de Trabajo, Higiene y Previsión Social, asesorado por
el Dr. John C. Bugher, Jefe de la
Sección de Estudios Especiales (y representante en ese
momento de la
Fundación Rockefeller), y del Dr. Howard B. Schooknoff, quien
venía destinado para ser el Jefe del Servicio Cooperativo Interamericano de
Salud Pública. Este servicio, que debería funcionar en el Ministerio, dirigiría
durante varios años la política de salud pública en Colombia”.
Continuando con el informe
citado, sus autores han denominado el periodo 1948 – 1957, como “La Salud Pública
importada”, porque “en él se reafirman las tendencias provenientes del periodo
anterior; el Servicio Cooperativo Interamericano de Salud Pública se convierte
definitivamente en el orientador técnico del Ministerio y en el impulsor del
movimiento de modernización de la formación del recurso humano en salud”.
Christopher Abel (9), nos relata
que entre 1942 y 1943 se estableció el Servicio Cooperativo Interamericano de
Salud Pública, agencia local del Instituto de Asuntos Interamericanos,
auspiciada por el Departamento de Estado de los Estados Unidos (10). “Éste
ayudó a construir la Escuela Nacional
de Enfermería, algunas plantas de tratamiento de agua y centros de higiene…”
(Pág. 83).
Un análisis de los patrones
profesionales existentes en Colombia, elaborado en 1952, y citado por Abel, nos
indica que, hasta la caída de Francia en 1940, París era el destino favorito de
la mayoría de jóvenes ambiciosos que aspiraban a especializarse en Medicina.
Y algo similar sucedió en
Enfermería. Por ejemplo, Manuela Abad de
Guzmán quien obtuvo en febrero de 1906, el Diploma de Enfermera expedido
por la Escuela
de Enfermeras de Cartagena, adscrita a la Facultad de Medicina de la Universidad de
Cartagena, posteriormente hizo estudios de postgrado en obstetricia en el
Hospital Sant Louis de París (11). Y según Pedraza (12), en el año de 1930 las
señoritas Isabel y Ana Sáenz Londoño,
distinguidísimas damas bogotanas, quienes habían hecho sus estudios de
enfermería en Francia, fundaron un centro de protección a la infancia, y más
adelante en 1932 establecieron como dependencia del centro, una Escuela que
denominaron: Escuela de Enfermeras del Centro de Acción Social Infantil de
Bogotá.
La clausura de las oportunidades
de estudio en Europa, principalmente en Francia, así como la creciente
disponibilidad de Becas para estudiantes latinoamericanos, otorgadas
especialmente por las Fundaciones Rockefeller y Kellogg y el Pan American
Sanitary Bureau, para estudiar en los Estados Unidos, amplió las cifras de
estudiantes de postgrado en los Estados Unidos, a fines de 1930 y especialmente
en la década de 1940, continuaba diciendo, Abel.
La profesionalización de la
enfermería fue un tema recurrente de debate público, pero según Abel, sólo se
llegó a logros duraderos en la década de 1940. En ésta década la situación de
enfermería cambió radicalmente, gracias a una “serie de iniciativas para la
capacitación de enfermeras que se dedicaran a la enseñanza, a ocupar altas
posiciones y a establecer jerarquías de enfermeras auxiliares, parteras y
visitadoras de salud”. Según un informe de la AID, continúa relatando Abel: “Las primeras
etapas de la iniciativa colombiana se complementaron con la asesoría de la Fundación Rockefeller,
de la PASB (OPS), y del gobierno de los Estados
Unidos con el fin de lograr un programa que consolidara sobre una base moderna
en educación para enfermería que duró 20 años para realizarse”. (Pág. 99). (Creo que se refiere a la creación de la Facultad de Enfermería de
la Universidad Nacional
de Colombia a comienzos de la década del 60.
La Decana (Directora: Helen Howitt),
de la Escuela
de Enfermería venía del Canadá. Varias profesoras procedían de los de Estados
Unidos (Johanna Schwarte y Helen Murphey). Según el mismo Abel, otros factores
favorecían el progreso de la enfermería moderna: la determinación de las élites
civiles de sentirse y ser parte de Occidente en el nuevo orden introducido por
la posguerra; las presiones de las mujeres de clase media de la capital y de
las provincias, en cuanto a cupos profesionales, así como la presión de los
médicos progresistas interesados en mejorar la calidad de la atención y de la
administración; y las evidentes fallas del cuidado y la administración de los
hospitales a medida que crecían las ciudades. Entre las primeras Enfermeras y
Visitadoras Sociales figuraban hijas y nietas de los médicos. (Págs. 100 –
101).
FOTO 6 Reunión Nacional de
Directoras de las Escuelas de Enfermería, primera mitad de la década de 1960
Colombia
Otro tema que es necesario
profundizar, es la presencia de Helen Howitt en la enfermería de otros países
latinoamericanos y la presencia de organizaciones religiosas, especialmente
norteamericanas en varios de ellos.
En 1953, de acuerdo con el
convenio suscrito entre el entonces Ministerio de Higiene y Salubridad y la Oficina Sanitaria
Panamericana, en el mes de septiembre llegó a Bolivia designada a la Escuela Nacional,
la consultora de enfermería, señorita Helen Howitt, enviada especialmente para
asesorar los programas de las escuelas de enfermería sobre bases modernas.
Mientras estaba allí, en 1954, su padre – el Reverendo William Howitt de la
Iglesia Metodista y de las Iglesias Unidas, falleció en Prescott. Permaneció en
Bolivia hasta 1959 cuando fue invitada a cumplir un cargo similar en Venezuela.
En 1962 arriba a Bolivia la primera delegación de Voluntarios del Cuerpo de
Paz; eran 12 varones y 23 mujeres, de las cuales la mayoría eran enfermeras
profesionales (13).
Helen Howitt fue Directora de la Escuela de Enfermería del Hospital Santo Tomás de
la Zona del
Canal de Panamá entre 1933 y 1938, luego fundadora y primera directora de la Escuela Nacional Superior de
Enfermeras de Colombia entre los años 1943 y 1951; posteriormente lo fue de la Escuela Nacional de Enfermeras
de Bolivia entre 1953 y 1959, cuando fue invitada a cumplir un cargo similar en
Venezuela. A todos estos países, llegó primero como consultora del respectivo
Ministerio de Salud, a través de convenios con el Servicio Cooperativo
Interamericano de Salud Pública (14).
FOTO 7 Enfermeras egresadas como
Licenciadas en Ciencias de Enfermería, diciembre de 1969
Cronológicamente las
directoras de la Escuela
de Enfermería del Hospital Santo Tomás en la zona del Canal de Panamá fueron:
1908 – 1918 Miss Louise Brackamayer
1918 – 1922 Miss Luisa Kuratt
1922 – 1926 Miss Sara E. Adams
1926 – 1929 Miss Louise Brackamayer
1929 – 1933 Miss Enriqueta Morales
1933 – 1938 Miss Helen Howitt
1938 – 1942 Miss Jessie Norelius
1942 – 1945 Miss Mary S. Stehman
1945 – 1948 Sra. Elvira de Almendral
1948 – 1950 Srta. Martina Guerrero
1950 – 1951 Sra. Bertilda de Franco
1951 – 1953 Sra. Luzmila de Illueca
1953 – 1967 Sra. Elvira R. de Higuero
1967 – 1969 Sra. Rosa Elvira Pérez
Tomado de:
http://www.alonsoroy.com/med/med07.html
FOTO 8 Reunión de profesoras y
estudiantes de la Escuela de Enfermeras de la Cruz Roja Colombiana, con su
Directora: Carmen Ramírez, segunda mitad de la década de 1960
Al respecto nos cuenta una de sus
alumnas (15):
“Helen Howitt, antes de venir a Colombia, fue Directora de la Escuela de Panamá en el
tiempo que yo estaba de estudiante; cuando a Helen Howitt la nombraron para
venir a organizar la escuela de aquí, ella se acordó de mí”.
“La Rockefeller
daba becas para todos los países latinos. Había estudiantes de toda la América Central,
Venezuela, Colombia, hasta del Ecuador y la Argentina”.
“La Rockefeller
quería unificar la enfermería en toda Latinoamérica. Llegó primero a Venezuela;
las enfermeras que nos graduamos en Panamá fuimos las líderes en América
Latina, en todas partes tratamos de fundar escuelas” (16).
Según Alexis Gil Coromoto (17), Helen Howitt estuvo en Venezuela como asesora de OPS con Fondos de Asesoría Técnica de la ONU desde abril de 1959 hasta Agosto de 1961, en el Ministerio de Sanidad y Asistencia Social. Durante su estadía se reformularon los estudios de Enfermería para entonces adscritos a dicho ministerio pero también se reestructuró la División de Enfermería del mismo ministerio.
Helen Howitt también elaboró en 1950 un escrito sobre Historia de la Enfermería en Colombia, que está en proceso de traducción y revisión para ser publicado en la Revista de la Facultad de Enfermería de la Universidad Nacional de Colombia.
Según la correspondencia que sostuvo con su alumna y luego profesora de la Escuela Nacional Superior de Enfermeras, Lelly Álvarez de Espitia; la última comunicación que recibió de Howitt, fue en 1993, en la cual decía que tenía 96 años, lo cual significa que habría nacido en 1897. Según la misma fuente, por esa época vivía con una hermana en Prescott – Ontario.
Transcribo a continuación las dos últimas misivas que le escribiera Howitt a Álvarez:
Dear Lelly:
It’s so nice to hear from you. Some day I will write a long letter but not right now. There is so much for my ninety-four years to do.
Y hardly have time to sit down.
Best wishes for 1992!
Helen Howitt. (1991)
Dear Lelly:
Best of all Cristmases for all and specially any 90 years old that may remember me!
Love for all.
96 years old, Helen Howitt (1993)
CONCLUSIONES
Como se observa, la influencia de
norteamérica en la enfermería latinoamericana, especialmente por los años del
39 al 50, fue determinante. A mediados del Siglo XX se empieza a observar la
influencia de unos países latinoamericanos en otros de la misma región. Tal vez
el país que empezó a influir más temprano fue Chile, donde se ofrecieron cursos
de postgrado, mejor decir post-básicos, a los cuales asistieron enfermeras de
diversos países.
Más adelante, en la década de los
60, Colombia ofreció el programa de Licenciatura en Enfermería y tuvo
estudiantes procedentes desde México hasta Argentina y en la década de los 70
ofreció programas de Maestría, inicialmente en Educación y en Administración en
Enfermería, a los cuales también llegaron enfermeras de diferentes países; por
su parte México ofreció programas de especialización, especialmente en
Pediatría que fueron muy acreditados en toda la región; en la década de los 80,
Brasil empezó a ofrecer programas de doctorado, a los cuales empezaron a
asistir enfermeras extranjeras, especialmente en la década de los 90.
Desde la década de los 90 y
especialmente a comienzos del siglo XXI, se siente que España está tratando de
retomar influencia en la enfermería latinoamericana, especialmente a través del
apoyo a sus organizaciones gremiales y de programas de doctorado (18).
BIBLIOGRAFÍA
1.- Álvarez de Espitia, Lelly.
Intervención en la Facultad
de Enfermería de la Universidad Nacional
de Colombia, con motivo de la
Inauguración de la
Galería de Retratos de las Directoras y Decanas de las Escuelas
y luego Facultad de Enfermería. Bogotá, Mayo 18 de 2001.
3.- Bejarano,
Jorge. “Historia y desarrollo de la enfermería en Colombia”. EN: Revista de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional
de Colombia (Bogotá), Vol. XVII, No. 1, julio de 1948, pp. 1075 – 1079.
4.- Velandia
Mora, Ana Luisa. “El Estudio de la
Historia y la
Sociología de la Enfermería como un instrumento de identidad de la
profesión”. Ponencia en la
VII Conferencia Iberoamericana de Educación en Enfermería,
con el trabajo: Medellín: Octubre 6
a 8 de 2003.
FOTO 9 Reunión en la Facultad de Enfermería de la
Universidad Nacional de Colombia. Ex – Decanas: Lola Cubillos de Donoso, Marina
Arias Ramírez, Ligia Barrera Becerra, Lucy Muñoz de Rodríguez, Esperanza
Pinzón, Inés Mora de Sanabria, Nelly Garzón Alarcón, Ana Luisa Velandia Mora,
María Mercedes Durán de Villalobos, Consuelo Gómez Serrano, Inés Durana Samper,
2000
5.- Howitt, Helen. “Escuela de Enfermería en
Bogotá, S. A.” Traducción y comentarios
de Ana Luisa Velandia Mora. Revista Avances en Enfermería. (Bogotá). ISSN: 0121
– 4500. Vol. XXIII, No. 2, Julio – Diciembre 2005, pp. 107 – 108.
6.- Howitt, Helen. Nursing School in Bogota,
S.
A., The American Journal of Nursing, Vol. 51, No. 11
(Nov., 1951), pp. 644-645, doi:10.2307/3468465. This article consists of 2 page(s).
7.- Murphey,
Helen. “Historia de la
Enfermería en Colombia.” Revista de la Asociación Mexicana
de Enfermeras. Año III, No. 5, Septiembre – Diciembre 1956. Págs. 10 – 12.
8.- Quevedo,
Emilio y cols. Informe
Especial: La Salud
en Colombia. Análisis Sociohistórico (primera parte). Se encuentra en:
www.saludcolombia.com/actual/salud54/informe
Consultado: 05/07/2005
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2005. ISSN: 1699 – 6011. Disponible en: www.index-f.com/temperamentum/1revista/a0101.php
Manuel Solórzano Sánchez
Diplomado en Enfermería. Servicio
de Traumatología. Hospital
Universitario Donostia de San Sebastián. OSI- Donostialdea. Osakidetza-
Servicio Vasco de Salud
Insignia de Oro de la Sociedad
Española de Enfermería Oftalmológica 2010. SEEOF
Miembro de Enfermería Avanza
Miembro de Eusko Ikaskuntza /
Sociedad de Estudios Vascos
Miembro de la Red Iberoamericana
de Historia de la Enfermería
Miembro de la Red Cubana de
Historia de la Enfermería
Miembro Consultivo de la
Asociación Histórico Filosófica del Cuidado y la Enfermería en México AHFICEN,
A.C.
Miembro no numerario de la Real
Sociedad Vascongada de Amigos del País. (RSBAP)
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