DECRETO
A propuesta de la Jefatura
Superior de Sanidad Militar, considerando que en los actuales momentos debe
estar controlado por el Departamento de Defensa todo lo que afecta a Sanidad
Militar, cuya actuación comienza desde el momento del reclutamiento del
soldado, extendiéndose su acción hasta que termine su actuación con el herido
de guerra y enfermo militar, vengo en decretar lo siguiente:
FOTO 1 Enfermeras Sanidad Militar
de Euzkadi
Artículo 1º.- Se crea el Hospital Central Militar, comprendiéndose
en esta denominación todos los Hospitales actualmente existentes en el término
municipal de Bilbao y los de nueva creación dedicados exclusivamente a atender
al miliciano enfermo o herido de guerra.
Artículo 2º.- A tal efecto se militarizarán en el Hospital Civil de
Basurto aquellas Salas de Medicina y Cirugía que la Jefatura Superior de
Sanidad Militar estime precisas para las necesidades de guerra, reservando el
resto para los enfermos civiles.
Artículo 3º.- Quedan militarizados todos los Hospitales de Sangre
actualmente existentes, con todo el personal afecto a los mismos.
Artículo 4º.- Quedan militarizados también, a partir de la fecha de
publicación del presente Decreto, todos aquellos médicos, odontólogos,
veterinarios, farmacéuticos, estudiantes de Medicina, practicantes y enfermeras
tituladas, residentes en Euzkadi, cuyos servicios se consideren necesarios,
según especificación que establecerán las oportunas órdenes dictadas por ese
Departamento, a propuesta de la Jefatura de Sanidad Militar.
FOTO 2 Portada del libro de la
Sanidad Militar de Euzkadi, 1937
Artículo 5º.- El personal que preste sus servicios en Hospitales y
Dispensarios militares, ambulancias y batallones, ostentará la graduación que
para el caso conferirá este Departamento por las correspondientes Órdenes
comunicadas a los interesados, que aparecerán en el DIARIO OFICIAL DEL PAÍS
VASCO.
Artículo 6º.- La Jefatura Superior de Sanidad Militar dictará las
disposiciones oportunas e instrucciones generales para todo el personal
médico-sanitario militarizado, previniéndose que su falta de cumplimiento será
sancionada con arreglo al Código de Justicia Militar.
FOTO 3 Decreto del 2 de noviembre
de 1936
Artículo 7º.- Del presente Decreto se dará cuenta, en su día, al
Poder legislativo de Euzkadi.
Dado en Bilbao a treinta de
octubre de mil novecientos treinta y seis (1).
El Consejero de Defensa
José Antonio de Aguirre
FOTO 4 Enfermeras y Enfermeros de
la Sanidad Militar de Euzkadi
LA ENFERMERA
El descanso del “Ángel de Paz”
(La enfermera)
Qué admirable se perfila tu
figura,
absorta en el encanto del jardín…
¿Hacia dónde tus pensamientos la
proa enfilan?
¿Hacia qué norte tus sueños van?
… Hermano?
…Novio?
¿Los que en el frente luchan por
la libertad?
¡No!
Sólo vienes a envolverte en el
perfume,
Tú, flor de flores, abeja milagrosa,
para llevarlo entero, convertido
en miel espiritual
a quienes, heridos, esperan en el
lecho
tu sonrisa divina.
La dulzura de tu trato angelical…
Por eso se resignan con tu ausencia
leve,
Con este tu descanso
de Ángel de Paz.
ENFERMERAS REZADORAS
Empapad un corazón de mujer en
los amores más puros. Saturad un corazón femenino, al mismo tiempo, con el amor
de madre, con el amor de hermana, con el amor de novia, con el amor de un Ángel
de la Caridad, con el amor de la Patria.
Ahí tenéis la enfermera ideal
para los heridos de guerra.
Todo lo hará con una perfección
sobrehumana: curar, vendar, limpiar, consolar, dar alegría y paz a los
espíritus.
El suyo encuentra la recompensa en
una mirada de agradecimiento, y en aquel cántico suave que le rebulle en la
hondura del pecho cuando descansa de su labor arrodillada ante la Madre del
Amor inagotable.
FOTO 5 Enfermeras y Enfermeros de
la Sanidad Militar de Euzkadi
ENFERMERÍAS
Su misión: Establecidos los cuarteles en lugares adecuados para
ello, son ocupados unas veces por batallones en formación y otras por aquéllos
que regresan en un merecido descanso de las penalidades y fatigas de los
frentes de combate. Cada Cuartel dispone de su enfermería, lugar amplio,
ventilación y orientado con arreglo a los cánones de la higiene.
Regentada por un médico militar
visitador de Cuarteles, y auxiliada por personal idóneo, tiene por misión
controlar el estado sanitario de las unidades que transitoriamente se hallan
acuarteladas, así como de las dependencias del local, con el máximo rigor y
celo. Si el ideal médico es siempre “prevenir antes de curar”, en las actuales
circunstancias es nuestra máxima aspiración.
Se lleva a cabo el control
sanitario de los “gudaris” (milicianos), pasando éstos por un reconocimiento
médico antes de su incorporación a los distintos batallones; las alegaciones o
incapacidades son resultas por el Tribunal médico militar.
FOTO 6 Enfermeras y Enfermeros de
la Sanidad Militar de Euzkadi
Partes integrantes de las mismas: Toda enfermería consta de dos
dependencias: la una destinada a la hospitalización del enfermo, con ocho o
dieciséis camas, llevándose un registro de entradas y salidas, batallones de
procedencia, diagnósticos y tratamiento seguido, gráfica de temperaturas, y
libros de racionamiento.
El ingreso a ellas, se hace en
dos situaciones distintas: 1ª, si el “gudari” está en el frente; 2ª, en
situación de acuartelado. En el primer caso, reconocido el enfermo por el
médico del Batallón y necesitando su evacuación, lo envía al Cuartel de origen,
con la tarjeta correspondiente en la que figura el diagnóstico, inyecciones o
sueros administrados; en el segundo caso es el médico del Cuartel quien le da
ingreso, previo un reconocimiento que tiene lugar en la otra dependencia a que
antes aludimos, llamada Sala de Reconocimiento; en esta Sala se pasa visita
diaria a una misma hora para todos aquellos que se encuentran mal o sufren
lesiones de diversa índole que no precisen hospitalización (catarros,
forúnculos, heridas, rozaduras, quemaduras, lesiones en cicatrización habiendo
salido de los hospitales fuera ya de todo peligro para su completa curación).
El corneta de guardia es el
encargado de avisar con su “voz” metálica la llegada del médico. Se dispone de
material de curas abundante e indispensable, así como de medicamentos que
suministra la Farmacia Militar; se lleva en esta Sala un control riguroso de
todos los asistidos, terapéutica empleada, evolución del proceso, día que es
baja, que tiene que presentarse y cuando sale de alta. En esta visita diaria se
seleccionan aquellos que requieren su ingreso en la enfermería.
Auxiliares de enfermería: Disponen los médicos del Cuartel, de un
laboratorio militar, instalado bajo la dirección del Doctor Aspe y encargado de
realizar todos los análisis precisos e indispensables en la clínica (jugo
gástrico, orina, sangre, etc.), con los cuales se completa el diagnóstico de
los enfermos asistidos.
Como anexos al servicio médico,
se dispone también de Consulta de Odontología.
En estas enfermerías, son
excluidos aquéllos que padecen enfermedades infecciosas o contagiosas, para
cuya asistencia existen establecimientos especiales.
Complementos de la labor médica:
Fuera de las diarias visitas de reconocimiento y enfermería, está el personal
sanitario auxiliar, que se turna en guardia, encargado de la asistencia de los
enfermos; cumpliendo las órdenes del médico en cuanto a la toma de
medicamentos, inyecciones, etc…, y de avisar a éste en caso de urgencia.
En estos cuartos predilectos de
la Casa donde la blanca blusa del médico es una bandera de paz y los brazos de
la Cruz Roja que figuran en las puertas parecen acoger amorosamente a los que
en ellos, cargados por la fiebre o por el dolor, se cobijan, es donde Sanidad
Militar desarrolla una de sus humanitarias misiones, de modo más generoso y
callado: la de evitar las enfermedades y de curarlas, proporcionando todos los
medios y no reparando en sacrificios para conseguirlos.
Al Excelentísimo Señor Presidente del Gobierno de Euzkadi y Consejero
de Defensa, Don José Antonio de Agire y Lekube:
Esta es Excelentísimo Señor, la
obra de caridad y patriotismo que la Sanidad Militar de Euzkadi se esfuerza
abnegadamente en realizar, arrebatando vidas al Dolor y a la Muerte, que
cabalgan sobre el aire huracanado de la Guerra.
La Providencia ha permitido que,
en medio de los horrores de una de las más sangrientas que registrará la
historia del Pueblo Vasco, haya iniciado el camino recuperador de su originaria
libertad nacional. Parece como si fuese una prueba definitiva, por la que había
de pasar el temple de la vieja raza vasca, antes de concedérselo el logro de
sus anhelos entrañables.
En la prueba estamos poniendo el
máximo fervor todos los ciudadanos de Euzkadi, dándonos ejemplo altísimo su
Gobierno, y a la cabeza de todos la persona de V. E. desde el puesto de máxima
responsabilidad a la que la voluntad del pueblo hubo de elevarle.
Nos complacemos en ofrecer a V.
E. el fruto que esta Memoria condensa, de la Organización Sanitaria Militar de
Euzkadi, proponiéndonos perseverar en la sublime misión que nos está
encomendada, mientras el triunfo del Derecho y de la Libertad no ahuyenta de
nuestra amada tierra, para que las generaciones venideras la posean en paz, el
trágico galopar desenfrenado de los Jinetes del Apocalipsis.
Bilbao, 13 de febrero de 1937
FOTO 7 Lehendakari del Gobierno
Vasco José Antonio Aguirre, visitando a los heridos
Esta Memoria-Revista se comenzó el día 1º de febrero de 1937; quedó
terminada el 13 de ese mismo mes, en cuya fecha se hizo entrega del ejemplar
único al Excelentísimo Señor Presidente del Gobierno de Euzkadi. Se editó en
los Talleres Gráficos de Jesús Álvarez, y todo el material de que se compone,
es de producción nacional euzkadiana.
Dirección de la Revista-Memoria.
Fernando de Untzeta.
Dirección Técnica: Ceferino de
Jemein.
Dirección Literaria: José María
de Bengoa.
Dirección Artística: José María
de Uribaren.
Colaboración:
José Luis Arenillas.
José Luis de Goikoetxea.
José Luis de Galano.
Ezequiel Porta.
Genaro de Eloriaga.
Eloy Saenz de Buruaga.
Ramino Canivell.
Martín de Aspe.
Francisco de Jauregi.
Quintín de Koraletxe.
Tomás de Jayo.
Gabino Pérez.
Manuel de la Sota.
Fotos “Goiko”.
EL MÉDICO DEL BATALLÓN
En el libro de Forque titulado “Patología
Quirúrgica” aparecen unas magníficas fotografías, plenas de dinamismo,
que nos hablan con singular elocuencia de lo que fue la guerra Europea de 1914.
En el mismo libro, a toda página,
hay un dibujo de Fargeot, en donde se ve a un hombre que en actitud muda dirige
su mirada a lo infinito, en busca de algo que él no comprende: es un médico.
FOTO 8 Médico del batallón y
sanitario del batallón
“In Memoriam”, dice el pie del
referido dibujo. Extraído del “Libro de Oro” de los médicos muertos por la
patria, es todo un símbolo de la realidad de la guerra. Toda la labor sanitaria
es encomiable, pero ésta que ejerce el médico del batallón es hondamente digna
de alabanza. Vayan en estas líneas el recuerdo emocionado hacia el nombre de
aquellos médicos que, en el cumplimiento de su deber, han caído en los frentes
de combate.
Los nombres de: Bernardo de Elizondo; Andrés López Uranga; Ernesto Cuartero y Luciano Martínez Aristi, son el comienzo de esta cadena triste de
los que, en aras del deber, van ofrendando su vida a la causa justa de la
humanidad.
Acogidos con reservas mentales
por los propios milicianos y camilleros, han sabido conducirse con el celo que
la grandeza de su misión requería, trabajando con una alteza de miras y una
abnegación que alcanza el grado de lo sublime. Y es que la guerra exalta los
valores humanos, destacando el sentimiento de solidaridad y ayuda al caído, lo
que en la filosofía hindú se conoce por Servicio, y la misión del médico y
de las enfermeras encuentra en la guerra campo abonado para el desarrollo de su
finalidad humanitaria.
La convivencia de los médicos y
enfermeras con los milicianos ha conseguido lo que no había sido posible
alcanzar hasta la fecha. Los médicos y enfermeras se han convertido al
antifascismo, aceptando la lucha que sostenemos por la causa de la liberación
de los pueblos y la emancipación de los trabajadores, al percatarse de lo que
se ventila en la misma. Hasta hace poco les separaba de los milicianos un mundo
de distancia; pero en el campo de batalla unos y otros han comprendido que son
compañeros de ruta y se han hecho inseparables. En lo sucesivo, la
compenetración de los médicos y enfermeras con sus compañeros de Sección será
cada vez más estrecha, redundando en beneficio de su función, a la que se
entregarán con la función de un catecúmeno recién llegado.
ORGANIZACIÓN DEL DEPARTAMENTO DE SANIDAD MILITAR
Vamos a exponer esquemáticamente
la forma en que fue organizado el Departamento de Sanidad Militar, de todas y
cada una de cuyas dependencias iremos dando detalles.
La estructuración de las Oficinas
se estableció, desde un principio, como sigue:
1.- JEFATURA, con sus Secretarías, General y Particular, Inspección
General de Frentes y Administración.
2.- SERVICIOS MÉDICO - SANITARIOS en batallones y sectores.
3.- SERVICIOS HOSPITALARIOS, de vanguardia y de retaguardia.
4.- HIGIENE: Centros de Venerología, Epidemiología, Parasitología y
Especialidades.
5.- ODONTOLOGÍA Y ESTOMATOLOGÍA.
6.- SERVICIO DE A. G. (Antigás).
7.- CUARTEL GENERAL SANITARIO de Munoa, con su Parque Móvil,
Intendencia de Transportes y Servicios de Ambulancias.
8.- TRIBUNALES MÉDICO – MILITARES, para la revisión de incapacidades.
9.- ENFERMERÍAS DE CUARTELES.
10.- INTENDENCIAS SANITARIAS: Farmacia Militar, Material Sanitario, fijo
y ambulante.
11.- INTENDENCIA DE ABASTOS: Almacén de víveres y ropas.
12.- INFORMACIÓN Y ESTADÍSTICA, de heridos, enfermos y fallecidos de
guerra.
13.- COMISARIADO.
SERVICIOS SANITARIOS
Esta sección ha surtido, además,
de tres ambulancias antiguas y cinco modernas, y material confeccionado de
guarnicionería, a los frentes de Santander y Asturias.
Como dato estadístico de gran
interés, insertaremos el cuadro del personal sanitario dependiente de la
Jefatura Superior de Sanidad Militar, de este Cuartel Sanitario de Munoa, en
las diferentes unidades del Ejército de operaciones de Euzkadi:
Médicos de batallones, Sectores y
Hospitales de Vanguardia….........…..92 hombres
Médicos
ayudantes…………………………………………………….22 hombres
Practicantes…………………………………………………………..170
hombres
Enfermeros………………………………..……………………….…398
hombres
Camilleros…………………………………………………………..1.052
hombres
Acemileros……………………………………………………………129
hombres
Personal
Auxiliar………………………………………………………16 hombres
Cocinas y
Limpieza…………………………………………………….67 hombres
Administradores………………………………………………………..15
hombres
TOTAL……...1.961 hombres
Oficina Central
“Munoa”………………………………………………33 hombres
Transportes……………………………………………………………373
hombres
Ambulancias…………………………………………………………..171
hombres
TOTAL……...2.538 hombres
FOTO 9 Enfermeras y Enfermeros de
la Sanidad Militar de Euzkadi
El Cuartel Sanitario de Munoa,
por su magnífica instalación, presta extraordinarios servicios a la Sanidad
Militar.
Figura como Jefe del Cuartel don
Quintín de Korraletxe y como administrador don Feliciano Fariñas.
Jefe de Transportes don Fernando
Losada, y Secretario don Mario de Basterretxea.
Jefe de Ambulancias don José
López Urkixo, y Secretario don Francisco Lebrero Ibáñez.
ESQUEMA DE SITUACIÓN DE LOS SERVICIOS SANITARIOS
FRENTE DE COMBATE
En las trincheras y entre los
primeros 500 metros: los Enfermeros del
Batallón, que realizaban la primera cura.
De los 500 metros a los 1.000 metros que
estaba el primer puesto sanitario: Camilleros
del Batallón.
Puesto de Socorro: Médico del Batallón, que realizaba la
clasificación simple y los Camilleros de
Ambulancia.
FOTO 10 Transporte sanitario de la
Sanidad Militar de Euzkadi
Médico de la ambulancia: Clasificación y distribución de los
heridos:
Grandes hemorragias
Shockados graves
Torácicos asfícticos
Grandes lesionados de miembros
Fracturados no inmovilizados
Portadores de tubo de goma
Puesto Quirúrgico: Pequeña cirugía:
Torácicos no asfícticos
Fracturados abiertos no
inmovilizados
Lesiones articulares
Poliheridos
Shockados no intensamente
Gran Hospital
Lesionados de partes blandas
Lesionados de huesos con aparatos
de inmovilización
Cráneo
Abdominales
Especiales
Hospital Central
Todos los demás
Hospitales de Retaguardia
FOTO 11 Hermanas de la Caridad en
la Sanidad Militar de Euzkadi
HERMANAS DE LA CARIDAD
La toca alba y alada de la
Hermana de la Caridad es el símbolo del más digno sentimiento humano, elevado a
una sublimidad casi divina a impulsos de la fe.
Cuando se inclina sobre su
cuerpo, descoyuntado por el dolor, es una ánfora de bálsamo inagotable.
Cuando sobre su alma atenazada
por la tristeza, luz del cielo en angélica silueta.
Bajo sus alas podría encontrar
refugio el sufrimiento de toda la Humanidad.
Su albura (blancura perfecta)
bastará para ahuyentar el negror de todas las desdichas.
Es símbolo que significa la
dedicación de todas las horas de una vida de mujer, a practicar las Obras de
Misericordia.
¡Desgraciada la Sociedad que ante
esta síntesis profunda de Amor no detiene los furores de su vesania! (vesania =
Demencia furiosa).
LAS ENFERMERAS
Con esa sencillez, con esa
alegría
y decisión, con naturalidad tan
elegante, han pasado del Club
aristocrático al Hospital; del
hogar opulento, a la cocina de
una enfermería; de señoritas
solícitamente servidas, a
servidoras
voluntarias del dolor.
Sólo puede ser así, cuando un
alto ideal mueve a las almas (2).
El Libro de la Sanidad Militar en Euzkadi, Bilbao, 13 de febrero de
1937
La Sanidad Militar en Euzkadi
E: Departamento de Defensa a través de los Talleres de
Jesús Álvarez.
L: Bilbao.
A: 1937 (febrero).
I: Castellano, con algunos textos
en euskera y en menor medida en francés
P: 270 págs.
I: Contiene numerosas fotos y dibujos.
D: Una autodenominada Memoria-Revista con “todo
el material [...] de producción nacional euzkadiana”. Fue realizada bajo la
dirección general del jefe superior de Sanidad Militar, el doctor Fernando
Unceta, con la ayuda de un director técnico (Ceferino Jemein), un director
literario (José Mª Bengoa) y un director artístico (José Mª Uribarren).
Completan el equipo editor J. L. Arenillas, J. L. Goicoechea, J. L. Galano, E.
Porta, G. Elorriaga, E. Sáenz de Buruaga, R. Canivell, M. Aspe, F. Jáuregui, Q.
Corraleche, T. Jayo, G. Pérez y M. de la Sota. Su contenido refleja los cuatro
meses de gestión de la Sanidad Militar de Euzkadi: “habla de lo único amable
en la tragedia de la guerra: LA SANIDAD”.
C: La obra reproduce el organigrama de Sanidad Militar:
los hospitales de sangre, los de vanguardia y de sector, los quirúrgicos,
médicos y de convalecencia; personal sanitario de los batallones, dispensarios
de higiene, odontología, ortopedia, laboratorios y farmacia, Cuartel sanitario
Munoa, médicos, inspectores de cuarteles, enfermería, delegaciones de
hospitales, tribunales médico-militares, Servicio Antigás, Transportes y parque
móvil y ambulancias, jefatura, oficinas de información y estadística,
intendencia, y avituallamiento de hospitales.
O: La cubierta de esta memoria, con ligeras
modificaciones, se utiliza para ilustrar el cartel anunciador del primer Alderdi
Eguna (Día del PNV), celebrado en el santuario navarro de San Miguel
de Aralar (25-IX-1977).
FOTO 12 Enfermeras Sanidad
Militar de Euzkadi
Los Practicantes de la
Marina de Guerra Auxiliar de Euzkadi
Euzkadiko Gudontzidia. La Marina de Guerra Auxiliar
de Euzkadi fue una de las unidades militares más singulares y peor conocidas de
las que tomaron parte en la
Guerra Civil de 1936-1939. En esas unidades navales había
asignados practicantes.
Derivado de la Constitución de la República de 1931 y del
Estatuto de Autonomía Vasco aprobado en Referéndum en 1933, primera votación en que en la península
las mujeres ejercitaron su derecho al voto; el Gobierno de Euzkadi se
constituyó el 7 de octubre de 1936. Ese día, en la Casa de Juntas de Guernica,
mientras gudaris y milicianos paraban al ejército sublevado en Elgeta, los
concejales vizcaínos, guipuzcoanos y algunos alaveses eligieron, por casi total
unanimidad, primer presidente del Gobierno de Euzkadi a José Antonio Aguirre, abogado de treinta y dos años, alcalde de
Guetxo y diputado a Cortes desde 1931. En nombre del Gobierno de la República José Echevarría
Novoa, gobernador civil y presidente de la Junta de Defensa de Vizcaya, invistió como Lendakari a Aguirre, quien pronunció
este juramento: “Ante Dios humillado, en pie sobre la tierra vasca, con el recuerdo de
los antepasados, bajo el árbol de Guemica. juro cumplir fielmente mi mandato”.
A continuación, dio a conocer la
lista de su Gabinete, de concentración nacional, y su programa ministerial,
pactado previamente. Su composición fue la siguiente:
Presidencia y Defensa, José
Antonio Aguirre (PNV); Gobernación. Telestoro Monzón (PNV); Justicia y Cultura,
Jesús María de Leizaola (PNV); Hacienda, Heliodoro de la Torre (PNV); Agricultura,
Gonzalo Nárdiz (Acción Nacionalista Vasca); Industria, Santiago Aznar (PSOE);
Trabajo, Juan de los Toyos (PSOE); Asistencia Social, Juan Gracía (PSOE);
Comercio y Abastecimiento. Ramón M. Aldasoro (Izquierda Republicana); Sanidad.
Alfredo Espinosa (Unión Republicana), y Obras Públicas, Juan Astigarrabía (PC
de Euskadi).
FOTO 13 Lehendakari del Gobierno
Vasco José Antonio Aguirre
En plena guerra, y sin poder contar con la
colaboración del Gobierno de la
República, el Gobierno de Euzkadi tiene que organizarse en
todos sus ámbitos. El propio Lehendakari Aguirre asume la constitución del
cuerpo de Ejército de Euzkadi.
Un Ejército propio y distinto al de las milicias
irregulares. El decreto del 25 de octubre de 1936 firmado por Aguirre y
publicado en el Diario Oficial del País Vasco, establece acorde con la
declaración ministerial del día 7, que “todas las unidades, Armas y Cuerpos del
Ejército” que operan en Vizcaya quedan “bajo la autoridad superior del
Consejero de Defensa de Euzkadi”; esto es, del propio Aguirre. Con lo
que se crea un Mando militar propio, supremo, desligado del Ejército del Norte,
que existía ya, en principio.
Además pone en marcha las siguientes medidas:
Llamar cuatro reemplazos:
1932, 1933, 1934 y 1935.
Militarizar las milicias,
que deberán usar uniforme y quedar sujetas al fuero militar. Militarizar los
técnicos y obreros especializados, así como la incautación de las fábricas y
talleres, es decir, la industria, la poderosa industria vizcaína. Establecer
zonas de guerra. Crear los organismos competentes: Estado Mayor y Departamento
(o pequeño Ministerio) de Guerra, con todas las dependencias propias de una
administración militar.
FOTO 14 Gobierno de Euzkadi
Así, el Gobierno Vasco llegó a crear un pequeño
ejército de 40.000 hombres con el Lehendakari Aguirre como Comandante en Jefe.
Fue el 15 de octubre de 1936
cuando el presidente del Gobierno de Euzkadi y consejero de Defensa, José
Antonio Aguirre, designó a Joaquín Egia
y Untzueta Jefe de la
Sección Marina que empezaría a funcionar diez días después.
La misión confiada a esta Sección
era la de organizar una fuerza naval auxiliar de la Armada Republicana
que se dedicara a la protección del tráfico mercante y de las faenas de pesca
en aguas propias y mantuviera libres de minas submarinas los accesos a los
puertos vascos. Y es así como nació la Marina de Guerra Auxiliar de Euskadi, una
de cuyas tareas básicas fue la de escoltar buques mercantes que llegaban a
Bilbao. En este contexto esta fuerza naval una autonomía orgánica y operativa
absoluta respecto de la Marina Republicana.
Para organizar esta fuerza
auxiliar, Egia convirtió en “buques de guerra” a un buen número de pesqueros
que estaban refugiados en Bilbao, sin ninguna ocupación. En su mayoría habían
llegado en la evacuación de Pasajes. Les dotó de artillería en unos casos (bous
armados) o de aparejos para el rastreo de minas submarinas en otros
(dragaminas).
Para la protección del tráfico
mercante y de los pesqueros que faenaban en aguas territoriales se escogió a 4
bacaladeros de la empresa PYSBE de Pasajes, llegados a Bilbao en la evacuación
de Guipúzcoa. El 30 de octubre de 1936 el presidente del Gobierno Vasco, José
Antonio Agirre firmó los decretos de incautación de los buques Hispania,
Euzkal-Erria,
Mistral
y Vendaval,
ocupándose la
Armada Republicana de artillarlos. Se les instaló al
principio 1 cañón de 101’6 mm. a proa y 2 ametralladoras en el puente (el Mistral
llevaba también 1 de 76’2 mm. a popa). El 9 de diciembre fueron rebautizados Araba,
Bizkaya,
Gipuzkoa
y Nabarra
y entre enero y febrero se les instaló a todos, menos al Araba, un segundo cañón
de 101’6 mm. a popa.
FOTO 15 Ejército Vasco. Euzko
Gudarostea
El Araba, que siempre tuvo
sus calderas en muy mal estado, fue desarmado en febrero de 1937 y entró en
dique a continuación para sufrir una profunda modificación que no se había
completado cuando cayó Bilbao en junio. Todos los buques fueron pintados de
color gris aplomado, llevando en sus amuras, en color negro, la inicial de su
nombre o el numeral correspondiente; izaban la ikurriña a proa y la bandera
tricolor republicana a popa.
Las tripulaciones se organizaron
con personal voluntario, procedente de la Marina Mercante y Pesquera, que
suplió su escasa o nula formación militar con entrega, disciplina y una elevada
motivación. Se necesitaban 300 hombres y se presentaron más de 3.000
voluntarios, de los que más de 900 llegaron a pasar por las filas de la Marina de Euzkadi. Con el
fin de dotar a estos buques y a todos los de la Marina Vasca de
personal sujeto al control del Gobierno de Euzkadi, el 10 de noviembre de 1936,
se publicó el Decreto de creación del Voluntariado de Personal de Mar.
FOTO 16 Bous de la Marina de
Guerra Auxiliar de Euzkadi
La mayoría del personal del
Voluntariado del Mar provenía de las localidades costeras vascas, más de la
mitad eran vizcainos (57 %), destacando el elevado número de bermeotarras (más
del 11 % del total); algo más de la cuarta parte eran guipuzcoanos (28 %) y muy
pocos los alaveses y navarros (cerca del 1 % entre ambos); el resto (14 %) eran
nacidos fuera de Euskal Herria, en su mayoría en Galicia (11 %), y también en
Cantabria, Andalucía, Castilla, Aragón, Asturias, Madrid y Cataluña.
Por lo que se refiere a su
militancia política, el 57 % pertenecía a Solidaridad de Trabajadores Vascos o
al Partido Nacionalista Vasco, el 19 % era de la UGT o del Partido Socialista y porcentajes
menores estaban afiliados a la CNT
(5 %), Acción Nacionalista Vasca (4 %), Izquierda Republicana (2 %), Partido
Comunista (2 %) y diversos sindicatos profesionales (1 %). Finalmente un 10 %
no estaba afiliado o se desconocía su afiliación.
Una
vez incorporados quedaban sujetos a las leyes y fueros de la Marina de Guerra y
sometidos a la disciplina militar. Todo el personal recibió vestuario exterior
de faena y de paseo. El primero era tipo mono y el segundo consistía en un
chaquetón y pantalones en tonos que iban del gris verdoso al azul marino, junto
con botas de pescador y boina oscura. No se utilizaron insignias, ni galones
que identificaran los grados de cada uno, aunque llegó a esbozarse un proyecto.
A los comandantes de los bous se les asignó la categoría de tenientes de navío,
aunque el resto de la nomenclatura jerárquica se tomó de la existente en la Marina civil.
En
el “destructor
José Luis Díez” estaba embarcado el capitán médico José Muxika Arana, natural de Bergara (PNV).
FOTO
17 Practicantes de la Marina de Guerra Auxiliar de Euzkadi
Todos los buques de la Marina de Guerra Auxiliar
de Euskadi tenían embarcado, al menos, un practicante.
Entre ellos se encontraban: Tomás
Aguirre Ajuria; practicante del “bou Nabarra”, nacido en Bilbao (STV)
fallecido en el combate de Cabo Matxitxako, después de atender a los heridos de
su barco; Bernardo Alacano;
practicante del “bou Bizkaya” nacido en Bizkaia (EGI-STV); Anastasio Arbe Oleagoitia; practicante del “bou Araba”, nacido en
Bilbao (STV) posteriormente embarcado en el “destructor Ciscar”; José Ignacio Gorostidi Axuria;
practicante del “bou Donostia” nacido en Álava (PNV); Antonio Imaz Areitioaurtena; practicante del “bou Gazteiz” nacido en
Bizkaia (Sin afiliación); José María
Sáenz Martínez; practicante del “bou Gipuzkoa” nacido en Bilbao (No
afiliado); Fernando Zabaleta Abaitua;
practicante del “destructor José Luis Díez” nacido en Mendata (PNV-STV); Donato Andonegui Tellechea, marinero
enfermero del “destructor José Luis Díez” nacido en Bermeo (PNV-STV) y Francisco Colominas Casas, marinero
enfermero del “destructor Ciscar” nacido en Cataluña (Estat Catalá).
La propuesta de Nombramiento del personal
sanitario era realizado por la
Jefatura de Sanidad Militar del ejército republicano. Los practicantes de los Bous
Gipuzkoa, Bizkaia y Nabarra hicieron sus prácticas y obtuvieron el título en el
Hospital de Basurto.
El sueldo mensual de los practicantes era de
500 pesetas al mes. El personal sanitario de los buques principales, atendían
las necesidades sanitarias de enfermería del personal de los buques más
pequeños como dragaminas y lanchas auxiliares. Documentación extraída del
Archivo particular del Bou Bizkaia que está en el Archivo General de la Administración en
Alcalá de Henares.
FOTO 18 Practicantes de la Marina de
Guerra Auxiliar de Euzkadi
Los practicantes de los
bous artillados decidían que personal o soldados podían estar
capacitados para el servicio y quien era incapacitado o dado de baja. Dentro de sus cometidos, era de
especialmente importante la atención a los heridos en combate.
Además ponían vacunas (tifus,
fiebre amarilla, viruela, etc y de todas las enfermedades de la época), además
del resto de actividades propias de su profesión, realizando tanto curas como
atendiendo toda clase de enfermedades.
Los practicantes mandan una carta
donde se quejan de que quieren obligarles a hacer guardias en los “bous”.
Dándoles la razón el día 8 de enero de 1937, por la Jefatura de la Marina de Guerra. Al no
realizar guardias en los barcos, se las cambian para que los sábados,
los practicantes durante la instrucción militar de 10 a 12, debían de dar
conferencias sobre la higiene y las enfermedades. Además cada 15 días harán
reconocimiento médico a toda la dotación.
El crucero pesado de guerra Canarias
avistó sólo al Gipuzkoa que venía de la parte de Santoña y abrió
fuego contra él. A los pocos minutos una salva del crucero Canarias
le desmontó el cañón de popa y otra provocó un incendio en el puente; 5
tripulantes resultaron muertos y 12 más heridos. El Gipuzkoa
contestó al fuego y alcanzó a su vez al buque Canarias
produciéndole un muerto y un herido (las primeras bajas de la campaña).
Persiguiendo al Gipuzkoa, el buque Canarias se
colocó al alcance de las baterías costeras de Punta Galea y Punta Lucero que
empezaron a disparar para ayudar al bou. Enseguida, el crucero rebelde hizo
rumbo Norte y se retiró y el Gipuzkoa, seriamente averiado, pudo
entrar en Portugalete.
El practicante José Mª Sáenz Martínez
del “bou
Gipuzkoa” se multiplicaba para intentar atender a todos los heridos,
que una vez en tierra fueron evacuados a hospitales de Bilbao.
FOTO 19 Soldado Sanidad Militar
de Euzkadi
Entretanto, el “bou Bizkaya” se había topado cerca de
Machichaco con un misterioso mercante de bandera estoniana que había apresado
el “crucero
Canarias” poco antes del combate. Resultó
ser el Yorkbrook que
transportaba armas para los republicanos. Inmediatamente el “bou Bizkaya”, aprovechando que el Canarias se
hallaba ocupado con el “bou Gipuzkoa”, le condujo a Bermeo, recuperándo
así el buque y el armamento.
En el “bou Bizkaya” estaba como 2º Oficial de la Marina Mercante Avelino González Zulaika, pasando
posteriormente a 1º Oficial de la
Marina, casado con la enfermera Miren Begoña Elorriaga Aurrekoetxea y con domicilio en la calle
Amistad nº 10 de Las Arenas (Bizkaia), y siendo posteriormente exilados en
Burdeos, entre los hijos que tuvieron quiero destacar a su hija Nerea González Elorriaga, hoy enfermera
diplomada con residencia en el país austral de Chile.
Al resto del convoy se habían
unido ahora los pesqueros Pantzeska y Joseba Mikel, que
regresaban de sus faenas. Desconociendo lo ocurrido, al poco rato se topó el
convoy con el crucero Canarias. Primero abrió fuego contra el Galdames,
causando la muerte a cuatro pasajeros por lo que el mercante izó bandera blanca
y paró las máquinas. Disparó luego contra el Donostia, que se alejó, y
finalmente contra el Nabarra. El comandante del Nabarra, a pesar
de la desigualdad de fuerzas, decidió presentar batalla al crucero y hundirse
combatiendo antes que rendir su barco. El Pantzeska y el Joseba Mikel
aprovecharon este momento para ponerse a salvo.
De todas las acciones en las que participó la Marina de Guerra Auxiliar
de Euzkadi, el Combate de Matxitxako es, sin
lugar a dudas la más importante, que se desarrolló en medio de un fuerte
temporal. El 5 de marzo de 1937, en el cabo Matxitxako y con olas de más
de 5 metros,
estos bacaladeros artillados se enfrentan en un combate desigual al buque
insignia de la flota sublevada, el crucero Canarias, en el que destaca
el coraje de la tripulación del “bou Nabarra”. Una salva lateral del “Canarias”
lanzaba 1.000 kilos de acero y explosivo, mientras que una salva de los cuatro
bous pesaba unos 75 kilos. Teóricamente, dadas las características de
protección del crucero (51 mm
y 38 mm),
los proyectiles de 101 mm
de los bous no podían alcanzar ninguna parte vital del “Canarias”. Durante el
combate, ya que el “bou Nabarra” estaba sólo, eran primero 1.000 kilos contra 22 (11 kg cada proyectil de 101 mm) y luego contra 11,
después del fallo de la pieza de proa.
El “bou Nabarra" hace
fuego sin cesar, a la vez que se aleja al norte, tratando de separar al crucero
del mercante “Galdames”. El crucero “Canarias” reacciona rápidamente.
Habiendo fijado “in situ” sus tres presas con órdenes y amenazas dirige ahora
su atención al “Nabarra” y empieza a batir el bou con su artillería. Un obús
toca en proa, cortando las cadenas en los escobenes y precipitando las anclas
al mar. Varios tocan en cubierta; otros, perforantes, atraviesan el casco.
Empieza un incendio a proa, otro en media cubierta. En la cubierta, tapizada de
esquirlas y cascotes de metralla, corre la sangre. De los primeros muere un
contramaestre de Ondarroa. Luego un marinero. El practicante, Tomás Agirre,
tratando de curar heridas, es herido a su vez, también de los primeros. La
metralla lo acribilla todo. El palo mayor cae. La chimenea, alcanzada varías
veces, está destrozada e inclina a estribor.
La pieza de proa del Nabarra
se bloquea porque se agarrota definitivamente el cerrojo del cañón. La pieza de
popa sigue tirando sin cesar, a veces tiene que hacer fuego por elevación hacia
proa, rozando chimenea y arboladura. Un obús alcanza el puente blindado de
mando, que queda destrozado, y hasta el timón ha perdido sus cabillas. Llaman a
un artillero para que coja el timón, porque el timonel ha muerto, con un brazo
arrancado. El segundo oficial Olabeaga,
ha perdido varios dedos y está tocado en las costillas. Pese a estar herido, Tomás Agirre continúa atendiendo a los
heridos.
FOTO 20 Bou Gipuzkoa
En uno de los acercamientos del
crucero “Canarias” un obús del “Nabarra” alcanza al crucero, matando
a un guardiamarina y haciendo varios heridos. Un proyectil del crucero
atraviesa cubierta superior, inferior, y estalla en el tubo de alimentación de
las calderas y máquina del “Nabarra”. Saliendo de las entrañas
del “Nabarra”
aparecen varios titubeantes moribundos, quemados por el vapor. Sus carnes
escaldadas cuelgan lastimosamente; han perdido cejas, pelo, piel, y se les va
la vida.
El comandante del Nabarra, Enrique Moreno ordena abrir las
compuertas del fondo para hundir el barco, al tiempo que comienza el desalojo.
En medio del temporal y bajo el fuego enemigo, se botan como se pueden los botes
salvavidas, saltando al agua para llegar a ellos. 5 tripulantes mueren
ahogados, al no poder alcanzar los botes, entre ellos, el practicante herido, Tomás Aguirre. Enrique Moreno y Ambrosio Sarasola deciden quedarse en el barco y hundirse con él. El
crucero se acerca al bou y le dispara a quemarropa una tremenda andanada que ha
quedado grabada en la memoria de los supervivientes. Todo salta, y puente,
cubiertas, cañones, tapas, maderas y maquinillas vuelan por los aires… y el “bou
Nabarra” se hunde.
Mientras el gran crucero maniobra
para recoger el primer bote del “Nabarra”, Francisco Elortegi, comandante del “Donostia”, da avante toda
máquina para recoger el segundo bote. Al hacer esto, el pequeño bou se acerca a
menos de dos millas del crucero, colocándose a distancia suicida de la
artillería del crucero “Canarias”. Este acto de valor sin
esperanza define bien a aquellos hombres y aquella batalla, a la vez que
respeta la eterna tradición de los marinos en su obligación de salvar a sus
compañeros.
De la lancha le llegan fuertes
gritos y opiniones: “¡Escapad!” “¡Para caer presos ya bastamos nosotros!” “¡Nosotros
tenemos más responsabilidad, se hace de noche, mientras nos cogen podéis
escapar”.
Elortegi, emocionado, les echa baldes para achicar, vendas para los
heridos, que es lo que le piden desde la lancha, arrumba al norte y pronto el
pequeño bou desaparece en la noche que cae rápidamente.
FOTO 21 Bou Donostia
Como decíamos anteriormente el 5
de marzo de 1937, en el cabo Matxitxako estos bacaladeros artillados se
enfrentan en un combate desigual al buque insignia de la flota sublevada, el
crucero Canarias, en el que destaca el coraje de la tripulación del “bou”
Nabarra. El practicante de este buque, Tomás
Aguirre Ajuria, de 30 años, y natural de Bilbao fallece durante la primera
hora de combate alcanzado por la metralla mientras atendía a los heridos. Junto
al practicante Tomás Aguirre Ajuria, fallecieron otros 29 marineros,
incluidos el capitán y el primer oficial que se hundieron con el Nabarra.
Los 20 supervivientes fueron recogidos y atendidos por el crucero Canarias.
Posteriormente fueron encarcelados en la Cárcel de Ondarreta en Donostia, juzgados en
Consejo de Guerra y condenados a muerte.
Por intercesión directa del
Comandante del Canarias, Salvador Moreno y especialmente de Manuel de
Calderón director de tiro del mismo barco y posteriormente ayudante naval
de Franco en Burgos, son indultados, por el valor demostrado en combate.
Lo ocurrido en Matxitxako fue
excepcional. El corresponsal del diario Times de Londres, Steer, en su libro “The tree of Gernika”, hizo una emocionante narración del
combate de cabo Matxitxako. El gran poeta inglés, C. Day Lewis, escribió un espléndido poema de inspiración épica, y
lo publica con el título “The Nabarra
(Overtures to death and otherpoems)”.
Otros autores como Juan Pardo San Gil, José
María Gamboa, Joaquín Sarria, Alejo Bilbao y José Miguel Romaña que también han recogido lo ocurrido en Matxitxako
aquel 5 de marzo de 1936, y en el año 2006, coincidiendo con el 70 aniversario
se editó un cómic titulado “Mar de plomo”.
Desde hace 30 años, el 5 de marzo en Bermeo
se rememora la batalla de Matxitxako. El valor que demostraron los
miembros de los cuatro Bous de la
Marina de Guerra Auxiliar de Euzkadi que hace más de 70 años
libraron una “desigual”
batalla con el crucero franquista Canarias.
FOTO 22 Bou de la Marina de
Guerra Auxiliar de Euzkadi
El Lehendakari ha destacado la
valentía de aquellos “hombres de mar”
que ante la amenaza del totalitarismo supieron levantarse para defender la
libertad de Euskadi al lado de la
República y que “a
pesar de los escasos medios con los que contaban, fueron capaces de contribuir
decisivamente en labores de aprovisionamiento, escolta, evacuación y defensa de
la costa vasca”. En el acto de conmemoración del 70 aniversario del combate
de Matxitxako el Lehendakari se ha referido a éste como un ejemplo de “honor”,
porque “posiblemente ha añadido, no haya
a lo largo de la dramática Guerra civil un episodio tan lleno de reconocimiento
y respeto al adversario” y en este sentido ha reconocido el apoyo personal
del comandante del crucero Canarias, Salvador Moreno, que fue “decisiva”
para salvar la vida de los marineros vascos apresados tras el combate. El acto del 70 aniversario de la
batalla de Matxitxako concluyó con la inauguración de la escultura Matxitxakoko
guda de Néstor Basterrechea (3).
FOTO 23 Enfermeras y Enfermeros de la
Sanidad Militar de Euzkadi
Hospital de Basurto
Fue
acuartelamiento del batallón Tomás Meabe durante la Guerra Civil, teniendo
muchísima importancia por su situación. Así mismo hay que destacar la
relevancia que tuvo este Hospital en la educación y formación de los médicos,
enfermeras y personal sanitario a lo largo de su historia.
En
1898, y tras un largo proceso, comienza la construcción del Santo Hospital
Civil Bilbao, más tarde conocido como Hospital de Basurto. La construcción fue
sufragada con las donaciones de los vecinos de la villa, en especial por las
familias acaudaladas, y con escasa ayuda de la Administración. Apellidos como
Gandarias, Gurtubay, Revilla, Jado, etc., forman parte de la historia del
centro y actualmente siguen dando nombre a varios pabellones del hospital.
Asimismo destacó la donación de doña Casilda Iturrizar, que ascendió a 500.000
pesetas, una cifra muy elevada teniendo en cuenta que el coste total de la obra
fue de seis millones de pesetas.
La
búsqueda de unas instalaciones modernas, a la altura de las ciudades más
avanzadas de Europa, lleva al arquitecto municipal Enrique Epalza y al doctor
José Carrasco, director del Hospital de Atxuri y más tarde de Basurto, a
recorrer los centros sanitarios más modernos de Europa. El proyecto tomó como
modelo la gestión y el diseño del Hospital de Ependorff en Hamburgo, uno de los
más modernos de la época. Una construcción con pabellones aislados, comunicados
por el subsuelo para el traslado de enfermos, y zonas ajardinadas, que
pretendían resolver los graves riesgos de contagio de enfermedades.
FOTO 24 Enfermeras Sanidad
Militar de Euzkadi
La
Junta de Caridad decide construir el hospital en unos terrenos en Basurto, que
fueron adquiridos con el capital donado por Jose Mª Gurtubay Meaza. Es una zona
aireada y con una buena orientación hacia al mar, un poco alejada del centro de
la villa pero bien comunicado por el tranvía, el cual se utilizó para el
traslado de enfermos desde el viejo Hospital de Atxuri al nuevo centro
sanitario, con capacidad para 800 camas.
El
21 de junio de 1.898 se inician las obras que se prolongarán durante 10 años y
culminarán el 13 de noviembre de 1908. El Hospital Civil de Bilbao fue
inaugurado, entre otras autoridades, por el infante Fernando de Baviera, en
representación del rey Alfonso XII de Borbón; el alcalde de Bilbao, Gregorio de
Ibarretxe; y el presidente de la Junta de Caridad, Gregorio de la Revilla. El
coste de la construcción alcanzó los seis millones de la época y el proyecto
destacó por su modernidad e innovación. Basurto fue el primer hospital general
en España con un pabellón para niños y otro para enfermos mentales, y uno
específico para tuberculosos.
Gracias
al doctor Enrique Areilza, en 1922 se creo el internado médico en el Hospital
Civil de Bilbao, que buscaba con ello mejorar la asistencia hospitalaria y
permitir a los profesionales vizcaínos de últimos cursos completar su
formación. La posterior fundación del cuerpo de médicos internos, que
sustituirá al de alumnos internos, supone la definitiva institucionalización de
la reforma introducida en 1992.
El
Gobierno vasco, presidido por el lehendakari José Antonio Agirre, inaugura el 1
de diciembre de 1936 la Universidad Vasca en el Hospital Civil de Bilbao, con
la primera Facultad de Medicina. La Guerra Civil hace que tenga una vida
efímera y finalice con la toma de Bilbao en 1937. Casi cuatro décadas después,
en 1970, se retomó en Basurto la Facultad de Medicina y a está le siguieron la
Escuela de Enfermería y la de Fisioterapia (4).
FOTO 25 Reina
Victoria Eugenia y Alfonso XIII en la inauguración del Hospital Basurto el 13
de noviembre de 1908
Durante los últimos años los doctores Antonio Villanueva Edo y Juan
Gondra Rezola han profundizado en la historia de Basurto, donde ejercieron
su labor profesional, y su libro “Historia de los Hospitales Civiles de Bilbao”
(4).
AGRADECIMIENTOS:
Juan Pardo San Gil
Juantxo Egaña y
Nerea González Elorriaga
Antonio Villanueva Edo
Juan Gondra Rezola
Jesús Rubio Pilarte
Begoña Madarieta Revilla, Historiadora del Museo Vasco de Historia
de la Medicina
y de la Ciencia
“José Luis Goti”
Museo de Historia de la Medicina. Facultad
de Medicina UPV / EHU
BIBLIOGRAFÍA
1.- Diario Oficial de País Vasco,
número 25 del 2 de noviembre de 1936, página 196
2.- La Sanidad Militar en Euzkadi.
Bilbao, 13 de febrero de 1937
3.-
Los
Practicantes de la Marina
de Guerra Auxiliar de Euzkadi. Trabajo presentado en el IV Congreso
Internacional y IX Nacional de Historia de la Enfermería. Manuel Solórzano
Sánchez y Jesús Rubio Pilarte. Las Palmas de Gran Canaria, los días 26 al 28 de
abril de 2007
4.- Centenario del Hospital
Basurto: un siglo de buena salud.
FOTOGRAFÍAS
Fotografías sacadas al libro “La
Sanidad Militar en Euzkadi”
Fotografías del “Archivo del
Nacionalismo. Sabino Arana Fundaioa”
Manuel Solórzano
Sánchez
Diplomado en Enfermería. Servicio de Traumatología. Hospital
Universitario Donostia de San Sebastián. OSI- Donostialdea. Osakidetza-
Servicio Vasco de Salud
Insignia de Oro de la Sociedad Española de Enfermería
Oftalmológica 2010. SEEOF
Miembro de Enfermería Avanza
Miembro de Eusko Ikaskuntza / Sociedad de Estudios Vascos
Miembro de la Red Iberoamericana de Historia de la
Enfermería
Miembro de la Red Cubana de Historia de la Enfermería
Miembro Consultivo de la Asociación Histórico Filosófica del
Cuidado y la Enfermería en México AHFICEN, A.C.
Miembro no numerario de la Real Sociedad Vascongada de
Amigos del País. (RSBAP)