AUTORA:
Yalila Yoda Cespedes. Licenciada en Enfermería por la Universidad del Valle,
Cali, Colombia. Estudios de Inglés y Civilación Occidental por la Universidad
de Georgetown University en Washington D.C. Bachelor of Science in Nursing
Wayne State University Detroit, Michigan U.S.A. Magister en Administración por
la Universidad del Valle en Cali, Colombia.
Especialista en Educación en
Salud por la Universidad Autónoma de San Luis de Potosi S.L.P México. Curso:
Consejería en Lactancia Materna. Secretaria de Salud Publica Municipal en Cali,
Colombia. Curso de Lactancia Materna y Evaluación Hospitales Estrategia Iami
Fundacion Santa Fé de Bogotá en Colombia. Cursos Cortos en Arte (pintura) en el
Instituto de Bellas Artes e Instituto Popular de Cultura de Cali en Colombia.
Medalla al Mérito Cívico Santiago de Cali
en Colombia, en la categoría “Honor al
Mérito” el 30 de julio de 2014. yaliyoda13@hotmail.com
FOTO 1 Libro, medalla y foto de la autora
El
libro fue publicado en el mes de mayo de 2010. El libro consta de los
siguientes capítulos: La Anunciación. La ética. El código de Hammurabi. El
Juramento hipocrático. La ética en los profesionales de la salud. El arte y la
educación en salud. Algunas obras clásicas de la Anunciación. Recapitulación y
bibliografía.
LA ANUNCIACIÓN
“No tengas miedo María, porque has encontrado
gracia en Dios, concebirás y darás a luz a un hijo al que pondrás por nombre
Jesús, será grande y se le llamara Hijo del Altísimo, el Señor le dará el trono
de David, su padre reinara sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no
tendrá fin”. San Lucas 1: 26-38.
Es el
Arcángel San Gabriel, portador de buenas noticias quien le anuncia en privado a
la Virgen María que va a tener un hijo que se llamara Jesús, esto es lo que se
conoce como “La Anunciación”. Este es un nombre místico que viene del latín
eclesiástico “anuntiatio”, derivado de ad que significa anunciar y nuntio que
significa informar oralmente.
“La
Anunciación” forma parte del relato cristiano y tiene una rica tradición
artística en la cultura occidental que impregna el arte producido y conservado
en Europa y América. Es un tema universal a quienes han sido socializados en la
cultura católica y al parecer irrelevante en los contextos culturales que
corresponden a otras creencias. Los primeros testimonios de la solemnidad
litúrgica de “La Anunciación” aparecen en la época del emperador Justiniano en
el siglo VI. En la Iglesia antigua esta fiesta estaba asociada a la navidad y
es el Papa Sergio (687) quien introduce esta fiesta en la Iglesia Romana. En
sus comienzos era una solemne y alegre procesión a Santa María en la Basílica
Mayor, adornada con mosaicos referidos a la divina maternidad de María y
acompañada de himnos, oraciones y homilías.
Esta fiesta se estableció el veinticinco de marzo,
porque Jesús se había encarnado coincidiendo con el equinoccio de primavera,
tiempo en que según los antiguos fue creado el mundo y el primer hombre, como
lo comenta el patriarca ortodoxo Anastasio Antioqueño (599-610) en su homilía
sobre “La Anunciación”. Con este tema empieza a expandirse el culto a la Virgen
en el siglo XI y se inicia la construcción de gran cantidad de santuarios y
basílicas, alcanzando su popularización y universalización en el siglo XIV y
simultáneamente una importante profusión artística sobre este acontecimiento
evangélico, en el quattrocento.
LA ÉTICA
En la época antigua y medieval, la ética no constituía
una disciplina separada y suficiente, sino casi siempre subordinada a la
política. Suele decirse que la ética occidental nació en Grecia, con los poemas
homéricos, los cuales no eran propiamente una forma de pensar filosófica, sino
literaria, que expresaban la experiencia colectiva de un mundo moral sobre el
que reflexionaría la filosofía.
La
palabra “ética” procede del vocablo griego “ethos”, que tiene dos sentidos
fundamentales. El primero y más antiguo significaba ‘residencia, morada, lugar
donde se habita’. Se usaba, sobre todo en poesía, con referencia a los animales
para aludir a los lugares donde se crían y encuentran sus guaridas. Después, se
aplicó a los pueblos y a los hombres para referir a su país o patria. Este
sentido fundamental de ethos como lugar exterior o país en que se vive pasaría
a significar posteriormente, en la época aristotélica, el lugar que el hombre
lleva en sí mismo, el de su actitud interior, el de su referencia a sí mismo y
al mundo. El ethos sería el suelo firme, el fundamento de la praxis, la raíz de
la que brotan todos los actos humanos.
Cada
ser humano tiene una función propia en la comunidad, por ejemplo, ser soldado,
ser gobernante, ser madre, etc. y sus obligaciones morales debe desempeñarlas
bien, e intentar adquirir las virtudes adecuadas para ello. Aristóteles se
preguntó si más allá de las funciones sociales de cada cual hay una función
propia del ser humano como tal. Si existiera una actividad en la que se
expresara esa función, la felicidad consistiría en el desempeño de esa
actividad a lo largo de la vida entera, y la virtud que prepara para su
ejercicio sería la más perfecta. De ahí concluiría Aristóteles que el ejercicio
de la actividad teórica de la actividad contemplativa, constituye la felicidad.
FOTO
2 La Anunciación, óleo de El Greco
En el
pensamiento oriental, el filósofo y pensador Kung-Tse, conocido en occidente
como Confucio (nacido hace 2.560 años), era un hombre práctico y atento a las
cosas de este mundo. Sus postulados en principio son una respuesta al clima de
desorden y de luchas entre los señores feudales que imperaba en la época. El
centro de su preocupación fue la moral personal tanto en lo que respecta a la
orientación de la conducta privada, como a las normas de un buen gobierno, decía
que ésta es ante todo una ética y no una religión.
La
esencia de su filosofía se condensa en buena conducta de vida, buen gobierno
del estado (caridad, justicia, respeto a la jerarquía), cuidado de la tradición
y estudio y meditación de sus máximas virtudes: tolerancia, bondad,
benevolencia, respeto a los mayores y a los antepasados. Si “el príncipe es
virtuoso, los súbditos lo imitarán, ejemplo gobernante/súbdito, marido/mujer,
padre/hijo”. Su escuela propone un sistema de pensamiento orientado a la vida y
al perfeccionamiento de uno mismo.
En la
época moderna, a partir del Renacimiento la historia de la ética se volvió más
compleja, pero en todas las épocas se ha conservado el postulado que una
sentencia ética es una declaración moral que determina como deben actuar los
miembros de una sociedad y cómo la ética ayuda a la justa aplicación de las
normas legales en un estado de derecho. En este contexto, los principios éticos
han sido analizados en diferentes periodos, y por diferentes filósofos como
Kant, Aristóteles, Platón, Spinosa, Sartre, Foucault, Nietzche y Cames, entre
otros.
Los
nuevos problemas presentados al individuo y a la sociedad, o entre las
naciones, especialmente a partir del siglo XVII, condujeron a reformas
radicales de las teorías éticas. Así surgieron el egoísmo de Hobbes, el
realismo político de los maquiavélicos y otras teorías éticas basadas en el
sentimiento moral, como la del filósofo Hutcheson, autor del Sistema de
filosofía moral (1755) e iniciador de la llamada escuela moral. Uno de los
filósofos que no puede obviarse en la era moderna es el alemán I. Kant
(1724-1804), considerado por políticos, filósofos, científicos e intelectuales,
como el más influyente de ese período. Su pensamiento está plasmado en “La
crítica de la razón pura” considerada como obra clave de la filosofía moderna,
que inaugura lo que el autor denominó “idealismo trascendental”.
En su
obra “La Metafísica de las costumbres“, señala que la razón es la autoridad última
moral y los actos de cualquier clase han de ser emprendidos desde un sentido
del deber que dicte la razón. “Ningún acto realizado por conveniencia o solo
por obediencia a la ley o costumbre puede considerarse como moral”. Su
pensamiento continúa teniendo vigencia en la filosofía, el derecho, la ética,
la estética, la ciencia y la política. Según él, todo acto debe estar precedido
de la pregunta básica: ¿Qué debo hacer?
Sin
prejuicio de los fundamentos religiosos, la ética como se dijo, es un valor
cultural propio de la sociedad y el tiempo en que se vive. Desde la antigüedad
en el ejercicio de la medicina, la confidencialidad estaba tácitamente
protegida por el juramento, el cual involucraba aspectos clínicos y los
inherentes a la dignidad y al respeto que todo ser humano se merece. Analizando
la importancia de los valores éticos a través de la historia, se encuentra que
éstos no han cambiado, y por tanto, deben servir de referencia a los
profesionales de la salud, para enfrentar los problemas globales del mundo de
hoy y dar respuesta a las demandas sociales, económicas y políticas actuales.
En la
actualidad, la ética se considera una disciplina que busca razones universales
para adecuar la conducta humana al bien del universo, a la sociedad y al
individuo. Algo es bueno si favorece el desarrollo del ser humano. Esta es la
referencia última para valorar la eticidad de cualquier acto humano.
FOTO 3 La Anunciación, óleo de
Sandro Boticelli
LA ÉTICA EN LOS PROFESIONALES DE LA SALUD
Las profesiones de medicina
y enfermería en sus primeras etapas de desarrollo están estrechamente
entrelazadas, se hace difícil conocer sus orígenes y lo que se encuentra se
basa en investigaciones prehistóricas de arqueólogos y antropólogos. Las leyes
que reglamentan la profesión de medicina se hacen evidentes en el llamado
Código de Hammurabi y las que reglamentan la profesión de enfermería datan del
siglo XIX.
Estas
profesiones se ejercieron y se desarrollaron indistintamente. El desarrollo de
la medicina fue notorio a partir de la era hipocrática y según algunos historiadores
la profesión de enfermería se ejerció como tal desde la edad media, ya que la
“madre enfermera”, fue quien precedió al “mago sacerdote”, es decir el arte de
curar estaba acompañado del arte de administrar los medicamentos. Los periodos
de desarrollo de esta profesión, guardan relación con las condiciones
culturales, económicas, sociales, políticas y religiosas de la historia de la
humanidad, asociadas todas a la acción de cuidar, nutrir y de criar,
actividades asociadas desde hace muchos años a la mujer. Con el tiempo, el
crecimiento de la población y la industrialización, se considero que era
indispensable un mayor conocimiento de estas acciones y una legislación que las
legitimara y protegiera.
En un
recorrido por los saberes de la enfermería desde la época de Florence
Nigthingale, uno de sus postulados sustenta, que:
“La enfermería es un arte,
y si se pretende que sea un arte, requiere de una devoción tan exclusiva, una
preparación tan dura, como el trabajo de un pintor o de un escultor, pero ¿Cómo
puede compararse la tela muerta o el frío del mármol con el tener que trabajar
con el cuerpo vivo, el templo del espíritu de Dios?, es una de las bellas
artes, casi diría la más bella de las bellas artes”.
La
profesión de enfermería ha cambiado a través de la historia, sin embargo su
trabajo se ha centrado invariablemente en la atención a otros, teniendo en
cuenta que inicialmente estuvo asociado al mundo religioso, orientación que
prevaleció por mucho tiempo. Con el trabajo de Florence Nigthingale se produjo
el relevo, pasando de ser agente del cuidado tradicional a la secularización y
a la profesionalización de este trabajo.
La
alimentación, por ejemplo, como necesidad básica que implica suplencia y ayuda
(por parte de la madre o sustituta) en los primeros estadios evolutivos del
hombre es considerada como la práctica de cuidados más antigua. Robinson (1946)
sostuvo de manera clara y categórica que la enfermera como protagonista ha sido
considerada como “el espejo en el que se refleja la mujer a través de los
tiempos”.
Las
primeras publicaciones relacionados con la ética de enfermería datan de 1880 en
Estados Unidos y Marsha Fowler dice que la primera revista de enfermería
titulada The Trained Nurse and Hospital Review, se publicó en la década de los
ochenta, seguida de The American Journal of Nursing, que comenzó a editarse y a
circular solo hasta 1900. El primer Código de Ética de Enfermería fue aprobado
y publicado en 1953, por el Consejo Internacional de Enfermería (CIE), durante
el Congreso Cuatrienal de Enfermería, realizado en Sao Paulo (Brasil). Este
Código ha sido revisado en 1965, 1973, 1994, 2000 y 2006.
En
Colombia solo entre los años 80 y 90, se inicia el programa de enseñanza de la
ética en la carrera de medicina, por la Asociación Colombiana de Facultades de
Medicina (ASCOFAME) con el liderazgo del sacerdote jesuita Alfonso Llano
Escobar. En 1991, la Asociación Colombiana de Facultades y Escuelas de
Enfermería (ACOFAEN) conformado entre otras, por la profesora emérita Nelly Garzón Alarcón de la Universidad
Nacional y la profesora Olga Muñoz
de la Fundación Universitaria de Ciencias de la Salud, constituyeron un comité
coordinador del programa de ética y bioética, a partir del trabajo realizado
por ellas “Directrices para organizar los contenidos y orientar la enseñanza de
la ética y bioética en los programas académicos de enfermería de pre y post
grado”. Posteriormente elaboraron y publicaron en 1998, el Primer Código de Ética
en Enfermería de Colombia.
En el
Distrito Capital de Bogotá, este mismo grupo organizo el Comité Regional de
Ética en Enfermería y participó en la construcción de la Ley 266 de 1996
aprobada por el Congreso de la República, por la cual se reglamenta la
profesión de enfermería en Colombia. Igualmente participaron en la construcción
y proceso de aprobación por el Congreso de la República de la Ley 911 de 2004
por la cual se dictan disposiciones en materia de responsabilidad deontológica
para el ejercicio de la profesión de enfermería en Colombia y se establece el
régimen disciplinario.
FOTO
4 La Anunciación, pintura de Simone Martini
Actualmente
los problemas éticos que enfrentan los profesionales de la salud, tienden a
aumentar como consecuencia de nuevos desarrollos de tecnología en salud, sin
que se haya desarrollado paralelamente una sensibilización respecto de las
implicaciones éticas en los proceso de atención. Por lo tanto, cada quien debe
desarrollar un sistema de valores racionales que lo guie y habilite para vivir
y actuar de acuerdo a su conciencia.
Un
aspecto importante a tener en cuenta y que hace parte de la ética, es el
secreto profesional, que hace referencia a los hechos y acciones que llegan al
conocimiento de una persona con motivo de su profesión cualquiera que ella sea,
en forma directa o indirecta. Un ejemplo de esto es la historia clínica y sus
anexos, información que pertenece exclusivamente al paciente y debe estar
sujeta al derecho moral a la intimidad como valor ético, al respeto a la
dignidad humana, y al respeto a la autonomía. Debe ser la propia persona
(paciente), quien decide: qué, cuándo y a quién puede ser divulgada la
información que ha confiado a los profesionales de salud y otras personas
involucradas en la atención.
Actualmente,
parece ser que no es fácil mantener el secreto profesional, como consecuencia
de la tecnología, el desarrollo y utilización de diversas formas de
comunicación, el tipo de acceso a los servicios de salud y a la toma de
decisiones compartidas por diferentes grupos de profesionales.
Con el desarrollo técnico y científico de la salud, no
solo las profesiones tradicionales como la medicina y la enfermería, se les ha
encomendado el cuidado de la salud de las personas, por lo que se requiere cada
vez más de un conocimiento sólido, que contribuya a una práctica segura,
humanizada, acorde con la ética, la
legislación y las políticas vigentes.
Todo
profesional que preste sus servicios en el campo de la salud (médicos,
enfermeras, psicólogos, fisioterapeutas, trabajadores sociales, fonoaudiólogos,
bacteriólogos, entre otros), además de tener conocimientos sólidos y
actualizados propios de su quehacer profesional, debe conocer y practicar desde
su formación, la legislación y ética que los rige. Tanto en la práctica de la salud pública, como en la práctica privada,
es importante tener en cuenta los principios éticos básicos o fundamentales que
rigen la atención: respeto por la autonomía, no maleficencia, beneficencia y
justicia, cuya aplicación debe contribuir
a promover el desarrollo humano. Igualmente, algunas normas éticas que
se derivan de estos principios: el consentimiento informado, la honestidad en
la información, el respeto por la confidencialidad y la no discriminación.
Hoy
en día el esfuerzo está orientado a construir una ética civil o ciudadana que
pueda ser compartida por todos, cualquiera sea la concepción del mundo. Esto
implica un acuerdo sobre lo mínimo para vivir en sociedad de una manera digna y
humana.
FINAL
Si
bien el tema de “La Anunciación”, ha sido estudiado desde diferentes corrientes
filosóficas y religiosas, pasando por la cultura y las escuelas pictóricas,
invita a reflexionar acerca del mensaje oculto o implícito en esta imagen o
ícono, no solo desde la perspectiva del arte, como se ha expuesto generosamente
en este texto, sino desde la ética profesional y la educación, sin excluir
otras posibilidades de interpretación.
En
las obras de arte es importante apreciar los colores, las formas, la
composición, es decir cómo están distribuidos los personajes en el espacio, la
técnica y el estilo del pintor. Aprender a apreciar un cuadro conduce a
desarrollar el gusto por el arte y ayuda a ampliar el conocimiento visual. Si
se tienen en cuenta estos elementos es más fácil recibir el mensaje que el
pintor quiso transmitir y se disfruta la obra. No solo es importante “aprender
a ver”, sino “mirar más allá”, descubrir el mensaje (1).
CÓDIGO DEONTOLÓGICO DE LA ENFERMERÍA
ESPAÑOLA
La Organización Colegial de
Enfermería ha venido asumiendo y recomendando hasta ahora el Código
Deontológico, elaborado en 1973, por
el Consejo Internacional de Enfermería (CIE), como guía para resolver los
problemas éticos que el ejercicio de nuestra profesión pudiera plantear.
Sin embargo, la necesidad de
disponer de un Código Deontológico especialmente concebido para los Enfermeros
y las Enfermeras españoles, se estaba haciendo sentir cada vez más claramente.
Por ello, en el mes de abril de 1988,
el Consejo General de Colegios de Diplomados en Enfermería designó un Comité
formado por profesionales, Enfermeros/as, que ejercían la profesión en
diferentes ámbitos, con el fin de elaborar un primer proyecto que, posteriormente,
fuese sometido a la opinión general del colectivo de Enfermería, para asegurar
que el nuevo Código tuviera un alcance verdaderamente estatal.
FOTO 5 Logo 100 años Título
Oficial de la Enfermera en España y logo Red Iberoamericana de Historia de la
Enfermería
Ahora, finalizado este proceso,
agradecemos las valiosas aportaciones recibas por los Colegiados y
Organizaciones de Enfermería, que hemos tenido en cuenta en la elaboración del
presente Código.
Pensamos que nuestro Código
Deontológico Nacional es un elemento vivo, basado en una ética inspirada en el
bienestar de las personas, para las que actuamos profesionalmente, y estamos
convencidos de que contribuirá a mantener un nivel profesional y un estatus
social digno de nuestra profesión (2).
CÓDIGO ÉTICO Y DEONTOLÓGICO DE LA
ENFERMERÍA EUROPEA
Garantizar la seguridad y la
protección de las personas que reciben cuidados de enfermería en Europa,
aconsejando a los órganos reguladores de enfermería sobre los principios
fundamentales que deben tener en cuenta en la elaboración de su código ético y
deontológico.
Informar a los pacientes y a
las enfermeras/os sobre los estándares comunes éticos y deontológicos que se
esperan de todas las enfermeras/os que ejercen en Europa.
Los principios clave plasmados
en el presente documento permitirán que los reguladores de enfermería puedan
elaborar sus propios códigos deontológicos con el fin de informar a los
pacientes sobre lo que pueden esperarse de una enfermera/o que trabaje en
cualquier lugar de Europa. Asimismo, informará a las enfermeras/os sobre los
estándares éticos y deontológicos que deberán alcanzar y con los que deberán
comprometerse en Europa y en el país en el que estén ejerciendo.
“Una enfermera es una persona que ha completado un programa de
educación básica general y que está autorizada por el órgano regulador
competente para ejercer la enfermería en su país” (C.I.E. 1987).
El presente Código pone todavía
más énfasis en que una enfermera/o es una persona que dispensa cuidados de
enfermería a personas, grupos, familias y comunidades, tanto si gozan de buena
salud como si están enfermos (3).
BIBLIOGRAFÍA
1º.-
El arte en la “Anunciación” y la Ética en los profesionales de la salud. 2010.
Yalila Yoda Céspedes. ISBN: 978-958-44-6789-8. Diseño gráfico Javier Buitrago
2º.-
Código deontológico de la enfermería española
3º.-
Código ético y deontológico de la enfermería europea
XIV CONGRESO
NACIONAL Y IX INTERNACIONAL DE HISTORIA DE LA ENFERMERÍA
SANTANDER
del 7 al 9 de mayo de 2015
Hoja Web Oficial del Congreso: http://www.congresohistoriaenfermeria2015.com/
Manuel Solórzano Sánchez
Diplomado
en Enfermería. Servicio de Traumatología. Hospital Universitario Donostia de
San Sebastián. Osakidetza- Servicio Vasco de Salud
Miembro
de Enfermería Avanza
Miembro
de Eusko Ikaskuntza / Sociedad de Estudios Vascos
Miembro
de la Red Iberoamericana de Historia de la Enfermería
Miembro
de la Red Cubana de Historia de la Enfermería
Miembro
Consultivo de la Asociación Histórico Filosófica del Cuidado y la Enfermería en
México AHFICEN, A.C.
Miembro
no numerario de la Real Sociedad Vascongada de Amigos del País. (RSBAP)
2 comentarios:
He leido su estudio y no acabo de entender la relación de la escena de la Anunciación con el resto de comentarios històricos que expone.
Muchas gracias,
MFM
Excelente la interpretacion de la historia de la enfermeria desde la Anunciacion, nunca antes visto en la literatura de nuestra profesión a nivel mundial.
Diana C. Velasquez M.
Enfermera
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