Doña Francesca nació a las diez de la mañana del día 14 de Julio del año 1906 en Terrassa gracias al esfuerzo que hacia su madre y a los trabajos profesionales de la matrona Gertrudis Llopart Ubach. Sus padres, Jaume Llonch de 45 años, y Anna Badiella de 42, vivían en la calle Mas Adei, número 28, y con la llegada de la Francesca incrementaron la familia en un total de cuatro hijos.
FOTO 001 Francesca Llonch, cedida por la familia Llonch
La señora Anna no tuvo un parto fácil, ocasionando que la niña llegara a este mundo con algunas dificultades, su familia explica que para reanimarla le dieron un poco de vino rancio. Quién sabe si esta llegada al mundo tan peculiar con sabor a rancio la impregno para que en un futuro ella se dedicara a trabajar para que el acto del parto fuera una experiencia gratificante.
Los estudios de su niñez y adolescencia
Este es un apartado difícil de completar debido a la falta de testimonios verbales y documentos escritos, aunque sabemos porque ella misma lo habÍa explicado que realizó sus estudios primarios en la Escuela Nacional dirigida por la maestra Teresa Sanz y posteriormente continuó estudiando en la Escuela Municipal de Cultura Femenina. A los 13 años se sintió atraída por la música y se matriculó para estudiar solfeo y piano en el Conservatorio de Música de Terrassa. Gracias a su constancia diaria en el estudio, a los 23 años con fecha 29/6/1929 obtuvo el título de Profesora de teoría, solfeo y capacitación pedagógica. Y más tarde, el día 15/2/1934 recibió el diploma de Profesora de piano, en ambas titulaciones obtuvo la calificación de sobresaliente. Pensamos que se recrearía tocando melodías y posiblemente también esta práctica del ritmo sería útil para mostrar a las embarazadas la frecuencia con las que habían de hacer sus respiraciones.
Durante la República asistió a clases de catalán en el “Liceu Dalmau” de la calle Sant Antoni de Terrassa, en este mismo instituto también recibió lecciones de esperanto, lengua que en aquel momento parecía que había de arraigar entre las sociedades, pero el inglés pasó a la delantera. Gracias a su gran facilidad para los estudios, en 1934 obtiene la inscripción en el Censo de Profesores de Catalán de la “Generalitat de Catalunya” hecho que le permitió dar clases de lengua catalana y sustituir en esta asignatura y durante el periodo de la Guerra Civil Española al profesor Delfín Dalmau Janer. También impartió clases de lengua en la Escuela Municipal de Artes y Oficios.
Motivada por la enfermería
No sabemos si además de dar clases de catalán y de música se sentía atraída por los temas sanitarios ni si colaboraba en actividades de atención a enfermos. Es a partir del año 1937, cuando tenía 28 años, que nos consta se había examinado de un curso de Enfermería organizado por la Comisión de Sanidad del Consejo Municipal de Terrassa. El país estaba en plena Guerra Civil y en los hospitales de sangre no paraban de llegar heridos, era lógico, pues, que el Ayuntamiento se preocupara por formar a futuras enfermeras para afrontar la situación. El profesor que les dio clases fue el doctor Viñals y entre los miembros del tribunal examinador constaban también los doctores Palau y Duran.
El examen se hizo en el Sanatorio Médico Quirúrgico, según acta de 27 de enero de 1937, y lo aprobaron un total de 22 alumnas, que eran las siguientes: Francesca Llonch Badiella, María del Carmen Carbón Campillo, Isabel Marín Ballester, Clara Puigros Beltran, Teresa Brossa Villa, Antonia Jané Balú, Carme Burrull Torrella, Segunda Bartolomé Guijarro, Carmen Valero Valero, María Valero Valero, Rosa Ferrer Salas, María Prats Comas, Francesca Puig Alba, Jacinta Lobo Borrell, Francesca Boada Dula, Teresa Amigó Santanas, Olga Duch Costa, Cristina Laborable Bosch, Anita Figueras Claret, Pascuala Tellez Santo, Francesca Graells Lloveras y Ángela Carreras Caridad.
Si observamos el listado de las alumnas, vemos que no sigue un orden alfabético, por lo tanto es posible que estuviera confeccionado de acuerdo con el orden de las calificaciones obtenidas. En este caso quedaría confirmado lo que nos decían algunos miembros de la familia de la señora Francesca Llonch: siempre era la primera en los estudios.
El título expedido por la Comisión Municipal durante el periodo de la República, más tarde quedó sin validez, por este motivo Francesca curso unos estudios para obtener la titulación de Dama Auxiliar Voluntaria de la Cruz Roja. Según el carné personal consta que se examinó del primer curso el día 26 de Junio de 1940 y del segundo curso el día 1 de Julio de 1941, consta también con fecha del 14 de diciembre del año 1937 como asociada de la Cruz Roja con el número 70.109.
Su primer trabajo como enfermera en la clínica maternal la decepcionó
El día 1 de febrero de 1936 se inauguró en Terrassa la Clínica Maternal, era un edificio de nueva construcción situado en la calle de la Unión. Francesca Llonch después de que fuese aprobada de los estudios de enfermería en el año 1937, fue contratada para trabajar en dicha clínica.
FOTO 002 Atendiendo un bebe después del parto, fotografía publicada por el periódico de Terrassa
De acuerdo con lo que ella misma redactó, la experiencia en este sitio de trabajo la decepciono, incluso sintió un distanciamiento por la profesión de matrona. Después de esta experiencia, una vez acabada la Guerra Civil prefirió dedicarse otra vez a la enseñanza y dejar de lado los temas relacionados con la sanidad.
En el año 1945 vuelve a sentir interés por la profesión
En el año 1945, es cuando durante sus espacios de tiempo libre, se dedica a prepararse los temas que contenían el programa de estudios de la carrera de Practicante y de Matrona.
Tras cinco años de estudios y viéndose con los conocimientos suficientes se presentó a los exámenes libres que se hacían en la Facultad de Medicina de Barcelona y con fecha 10 de octubre de 1949 le son entregados los diplomas de Practicante y Comadrona con la calificación de sobresaliente en las dos especialidades.
Sin embargo, ella misma escribe que, si bien considera que sus conocimientos teóricos son muy buenos, no se ve con la vocación de ejercer como comadrona dadas las características de los paritorios, por lo que continúa con la docencia.
La lectura del libro “El parto sin dolor” la motivó definitivamente para ejercer de comadrona
En 1954, llega a sus manos un libro titulado El parto sin dolor de Consuelo Ruiz Vélez-Frías. Lo leyó con gran interés y vio claro que aquel método abriría nuevos horizontes a las comadronas.
Debido a su temperamento emotivo, como ella misma se auto define, no podía soportar que el momento del parto se convirtiera en un acto dramático, es por ello que cuando vislumbró la posibilidad de dar a luz de una manera más serena por parte de las madres se implico en prepararse y trabajar en esta línea.
FOTO 003 Saliendo de un bautizo con el bebe en brazos, cedida por la familia Masana
Con fecha 24 de junio de 1955 obtiene un permiso de trabajo en el Instituto Sainte-Elisabeth situado en la Avenue Defré, 206 Ucle (Bruselas) y en este Instituto trabajó durante los meses de agosto y septiembre del año 1955 en calidad de enfermera y con la oportunidad de observar la técnica de asistencia que empleaban las matronas del centro.
Posteriormente, y aconsejada por el doctor Santiago Dexeus, director en aquellos momentos de la Maternidad provincial de Barcelona, se inscribe en el curso organizado por el Colegio Oficial de Matronas y el Dr. V. Marcas Bertran titulado “La conducta del parto por el método Pisco-profiláctico” (MPP), realizado gracias a la colaboración de los doctores J.M. Dexeus, Trias de Bes, M. Garriga Roca, L. Marqués Giraut y J.M. Mateo Aragonés. Dicho curso le permitió hacer una estancia completa, de día y de noche, en la Maternidad de Barcelona pasando por los servicios de gestantes, puerperio, partos y laboratorio. Le dieron todo tipo de facilidades en la realización de las prácticas y quedó muy entusiasmada por la disciplina y el control riguroso del parto.
Un hecho social hizo que este método tomara una nueva fuerza. Corría enero de 1956 cuando el Papa de Roma Pío XII pronunció un discurso favorable a su utilización. Rápidamente este comunicado tuvo un eco mundial y fueron muchos los profesionales que decidieron aprender y aplicar esta técnica. Motivada como estaba para hacer que el parto fuera un acto lo más sereno posible y favorecida por las opiniones positivas del método, en 1956 decidió ir a hacer un stage, en el Centro de Santé des Métallurgistes -Maison de Santé Maternité- de París, dirigido por el Dr. Pierre Rouquès con el objetivo de aprender el “Methode psychoprophylactique de accouchement sans doleur”, centro pionero en Francia sobre la implantación de dicha técnica.
Durante la estancia en este centro conoció a dos colegas aragonesas, Carmen Mateo y Carmen Pastor; con esta última surgió una buena amistad. Movidas por el afán de aprender, visitaron otros hospitales de París donde se aplicaba el MPP, uno de ellos fue la maternidad del Hospital Saint Antoine, la Clínica Belvédère y el Hôpital Térton. Una aportación docente muy importante fueron las clases prácticas que la comadrona Madame Dubois, experta del MPP, les hizo en su consulta particular, fueron a casa de Madame Dubois como si estuviesen embarazadas de verdad; de este forma aprendieron directamente paso a paso todo lo que se tenía que hacer para preparar a la futura madre.
FOTO 4 Instrumentos de Enfermedades de las mujeres
Fundamento científico del método
Este fue el título que Francesca Llonch empleó para explicar en qué consistía el método en el documento entregado al Consejo Nacional de Matronas y Milupa. Utilizaremos sus mismas palabras para definirlo. “Las raíces del MPP se basan en las doctrinas de Pavlov. El MPP tiene el gran mérito de haber elaborado una técnica accesible a cualquier médico y a toda comadrona, debidamente instruida. Nicolaiev cree que el dolor no es indispensable. Para él existe un “substratum” material psicológico del parto; son modificaciones mecánicas de los órganos genitales, modificaciones vasculares y humorales del organismo que actúan sobre receptores del dolor”.
Estas modificaciones se pueden percibir como sensaciones de pesadez, de tensión y no necesariamente dolores. Las sensaciones se hacen dolorosas cuanto se les suman factores de orden emocional o reflejos condicionados, los dolores están determinados por causas anatomofuncionales (pero no forzosamente patológicas), por perturbaciones neurodinámicas o por el conjunto de ambas. El MPP da a la mujer una educación racional que le enseña a suprimir las emociones negativas y crear emociones fuertemente positivas. Es necesario crear reflejos condicionados positivos (excitación) y entorpecer los reflejos que sean inútiles y perjudiciales para la buena marcha del parto (inhibición o freno). La excitación y la inhibición deben estar equilibradas. Uno de los libros que Francesca utilizó para perfeccionarse en el MPP fue el del Dr. L. Chertok, es un libro que da una visión muy amplia del tema. Este libro lo pude consultar porque lo guarda su ex alumna, colega y amiga de la señora F. Loncha, señora Antónia Hidalgo también enfermera y comadrona, que debido a la mutua amistad que las unía; Francisca antes de morir le regaló algunos de sus libros.
FOTO 005 Sala del Hotel de Dieu. Grabado siglo XVI
Su vida profesional
Por los hechos observados y por la cronología, vemos que Francesca Llonch tuvo que esperar mucho tiempo, unos 19 años, desde que hizo el curso de enfermera en 1937, hasta que una vez preparada, en el año 1956, se decidiera a atender a las mujeres embarazadas. Podemos deducir, e incluso ella misma lo había explicado, que el trabajo de matrona según el sistema clásico asistencial no le interesaba, por lo que fue consecuente con su pensamiento y no ejerció hasta que no lo pudo hacer siguiendo el estilo en el que ella creía y se sintiera cómoda.
Según un breve currículum hecho por el señor Santiago Llonch, Francesca al llegar de París comenzó a preparar a varias mujeres embarazadas procedentes de la consulta privada del doctor Joaquim Mundó. La primera parturienta que atendió y que había sido preparada junto con un grupo de ocho gestantes más, fue el día 11 de mayo de 1956; todo un éxito. Explica que varias embarazadas de las que atendió habían sido alumnas suyas y se creó un trato muy cordial y familiar. Fueron ellas las que contribuyeron a divulgar este método, que sólo podía aplicarse, en principio, como un servicio privado.
La preparación completa consistía en asistir a ocho sesiones en un grupo de seis a ocho personas una vez a la semana. Les daban un libro, veían una película y las orientaban en la clínica que habían de asistir. En casi todas estas las visitas de seguimiento del embarazo asistía el marido. Ese mismo año en 1956, empezó a prestar sus servicios como comadrona en la Mutua de Terrassa.
FOTO 006 Madre con su bebe, familia Masana. Gráfico comparativo 1958 - 1962
Gracias a haberse guardado una instancia con fecha 4/7/1973 hecha por un grupo de matronas formado por J. Adell, J. Olivet, C. Del Moral, M. Colomer y F. Llonch, que iba dirigida al señor inspector privado de la Mutua de Terrassa, con el objetivo de conseguir unas mejoras laborales y de infraestructuras, ahora hemos podido obtener una información muy interesante por el tema que nos ocupa. Por ejemplo, sabemos que las mencionadas cinco comadronas trabajaban en la Mutua desde el año 1957 y que desde entonces hasta el año 1973 el incremento de partos fue del 35%. También constan unos datos comparativos entre los años 1958 y 1962.
Observando las cifras de la foto superior, pensamos que habría partos de gemelos y de trillizos ya que en 1958 nacieron 20 niños más que partos había habido y en 1962 nacieron 25 bebés más. En cuanto a la retribución mensual, en el año 1957 el sueldo era de 1.308,15 pesetas y en 1962 una comadrona institucional cobraba 1.750 pesetas.
Francesca LLonch trabaja también como comadrona particular en la “Clínica del Remei” con el equipo del Dr. J. Mundó y como comadrona de ejercicio libre para el seguimiento del embarazo y preparación del MPP en su consulta de la calle de Volta, número 18. Nos consta que durante los años 1957 y 1958 pagaba impuestos al Ayuntamiento para ejercer de matrona.
Conversando con la señora Teresa Serrat, enfermera que durante unos años la ayudó en la consulta, nos explicaba que tenía muchas clientas y que entre las dos hacían un seguimiento del embarazo muy cuidadoso: control de la tensión arterial, albuminuria, peso, cálculo de tiempo de gestación, auscultación y encaje de la criatura y detección de posibles anomalías. En este caso las gestantes se derivaban al tocólogo, y en todos los casos se les daban orientaciones higiénico-dietéticas, aspecto éste que Francesca le daba una especial importancia. La señora Teresa Serrat fue una excelente enfermera trabajando con calidad y como Supervisora de las unidades asistenciales de la Mutua de Terrassa.
Preparación de futuras enfermeras
Debido a su innata vocación por la docencia, se dedicó durante varios años a impartir clases para preparar a las futuras enfermeras. Una vez que las estudiantes habían aprendido los temas del programa, las candidatas que habían realizado el bachillerato podían asistir a la Facultad de Medicina de Barcelona para efectuar los exámenes libres de Practicante y Matrona. Las candidatas vocacionales que no tenían el bachillerato también se las preparaba, pero en este caso tenían que ir a examinarse en el Hospital del Niño Jesús de Barcelona y se les daba un título de Enfermera Diocesana.
Según información recibida de su familia, Francesca desde el año 1939 hasta 1953 preparó 104 alumnas. Seguramente es por este motivo que casi todas las enfermeras terrassenses de una determinada época habían conocido a la señorita Llonch, así la llamaban. Había también otras profesionales que como ella que se dedicaron a preparar Enfermeras y Comadronas, como fue Florinda Montagut. Durante unos años las clases de preparación de enfermeras se hicieron en el Hospital de San Lázaro, donde colaboraban los médicos del hospital impartiendo diversas asignaturas del programa docente. También se realizaban las prácticas de enfermería en los diferentes servicios del hospital.
Activa colaboradora en la puesta en marcha de la primera Escuela de Ayudantes Técnicos Sanitarios de Terrassa
El día 21 de octubre de 1967, se inaugura en Terrassa la Escuela Oficial de Ayudantes Técnicos sanitarios (ATS). Se menciona que la escuela se había fundado en 1961 pero que dependía de la Escuela del Niño Jesús de Barcelona y ahora pasaba a depender del Hospital de San Lázaro. Cada alumno, en el año 1967 pagaba 400 pesetas mensuales como derechos de estudio. Según el acta de la constitución del Patronato de La Escuela Femenina de Ayudantes Técnicos Sanitarios de Terrassa, con fecha 5 de septiembre del año 1967, queda establecida la estructura orgánica de la Escuela y la señora Francesca Llonch consta como Secretaria de estudios y como Jefa de la Escuela la señora Dalmases. Todos los miembros son nombrados con carácter provisional.
FOTO 007 Hospital para niños abandonados
Según el acta del 2 de octubre de 1978, los cargos de Secretaria de estudios y Secretaria de la escuela se unifican en uno solo que lo pasa a desarrollar la señora Pepita Morera García. Anteriormente a la apertura de la escuela se había hecho público un edicto manifestando el acuerdo del pleno del Ayuntamiento para crear una Escuela Preparatoria para la Formación de Ayudantes Técnicos Sanitarios, aparece en el diario de Tarrasa, Información con fecha 11 de marzo de 1965 y su reglamento se hacía público en el Boletín oficial de la prensa de Barcelona con fecha 24 de febrero de 1966.
El patronato fundacional de la Escuela de ATS, amparándose en la Ley del 30-6-1887 y de acuerdo con sus estatutos, estaba formado por las siguientes personas: Iltre. alcalde de la ciudad, prior de la parroquia del Santo Espirito, presidente de la Mutua de Terrassa, presidente del Hospital Casa de Caridad de San Lázaro, cabeza comarcal de Terrassa del Colegio Oficial de Médicos de Barcelona, presidente local de la Cruz Roja, un representante de la Caja de Ahorros de Terrassa y un representante de la Caja de Pensiones.
Para más detalles sobre el acto de apertura de la escuela, podemos ver el artículo titulado “Solemne apertura del curso en la Escuela Femenina de ATS”. Se trataba del curso 1967 - 68. Abrió el acto la señora María de los Ángeles Roca, secretaria general del nuevo centro docente, que leyó una memoria de dicha institución y dio las gracias a la señora Teresa Gual, viuda de Barata, por la feliz idea de abrir la escuela. El doctor R. Avellaneda fue el director, además de profesor, durante varios años.
Una naturalista nata
Conversando con varias enfermeras y comadronas, manifiestan que Francesca era una persona responsable y que le gustaban las cosas bien hechas, pero lo que más destacan de ella es su talante, digamos naturalista, o sea, que siempre defendía lo que la naturaleza hace por sí misma.
FOTO 008 Diploma al merito de la Constancia, (Archivo Histórico)
En la época de su ejercicio profesional, estaba muy de moda utilizar el Pentotal y efectuar “vacuoms”, aplicar ventosas para extraer a la criatura, para ella estos sistemas eran poco aceptados, incluso tuvo algún problema debido a las divergencias de opiniones entre colegas. Uno de los aspectos que también daba mucha importancia a la hora de atender las gestantes, hay quien dice que incluso tenía una especie de manía, era la alimentación de la gestante, materia en la que sabemos también estaba formada, pues realizó un curso por correspondencia titulado “Nutrición y Dietética”impartido por la Escuela Mayo, como no es de extrañar el diploma expedido el día 31 de diciembre de 1966, consta que obtuvo la calificación de Sobresaliente.
Un aspecto que también tenía en consideración, era que al nacer el bebé procuraba ponerlo en brazos de su madre prefiriendo esperar a lavarlo para así preservar un poco más de tiempo su propia grasa sebácea y permanecer más tiempo en contacto con la madre.
La enfermera Paquita Pla que trabajó durante unos años con ella en el hospital de San Lázaro, opina que era una mujer que estaba adelantada a los tiempos, ahora, comenta, todo eso que ella decía y hacía es lo que estamos haciendo en estos momentos, sólo que entonces iba a contracorriente la mayoría de veces. Pero a pesar de todo, tuvo muchas seguidoras y colaboraron con ella para hacer que el acto de nacer fuera más satisfactorio. Este mismo año el 7 de junio de 1966, recibió un diploma y una medalla por parte de la Asamblea Suprema de la Cruz Roja Española como mérito a la Constancia por haber sido miembro de este Instituto Benéfico durante 25 años. Número de registro 3.640.
El final de su carrera y de su vida
Tenía 73 años y seguía trabajando con toda su dedicación, hasta que un inesperado problema de salud le mermó sus fuerzas, la operaron y le aplicaron radioterapia. Con todo, ella mantuvo una entereza admirable. La señora Antonia Hidalgo explica que una vez conversando con ella, quedó plenamente impresionada cuando mostró la afectación que tenía en la axila y le dio explicaciones sobre como era su enfermedad y la gravedad de la misma.
Siguiendo la conversación reflexionó: el acto de nacer es un hecho que el bebé debe pasar él solo, le podemos ayudar pero en definitiva es él quien tiene que pasar por la experiencia; el acto de morir es igual, lo tiene que afrontar la persona sola, es un momento único en la vida y hay que vivir con conciencia esta transición de una vida a la otra.
La señora Antonia me comentó: me di cuenta que no le tenía miedo a la muerte, me impresionó mucho en aquellos momentos que yo era mucho más joven. Visto el estado de salud en que se encontraba, varias ex alumnas, amigos y colaboradores se organizaron para prepararle un homenaje, pero no llegaron a tiempo: el día 12 de febrero de 1982 hizo el camino al cielo
Según el Diario de Terrassa, aquel día, era un día nublado y frío, sólo 12 grados de temperatura y con un nivel de contaminación atmosférica alta. Un día triste. Cuatro días después en la prensa, aparecía un titular que decía “Ha muerto Francisca Llonch” explicando muy resumidamente algunas de sus actividades profesionales de esta manera:
“Ex-alumna de Pompeu Fabra, durante muchos años desarrolló una intensa actividad en el campo de la enfermería, primero en la Escuela de la Cruz Roja y luego en el Hospital de San Lázaro. Ejerció a su vez como enfermera y comadrona y fue, dentro de este campo, la introductora en Terrassa del sistema de “parto sin dolor”. Su labor pedagógica la extendió también a otras disciplinas “estudios elementales, bachillerato, etc.” y la dirigió esencialmente hacia las mujeres de las clases modestas. La muerte le sobrevino precisamente cuando un grupo de ex alumnas le estaba preparando un homenaje, que ya hubo de suspenderse ante el agravamiento de su enfermedad y que finalmente no ha podido celebrarse. Descanse en Paz”.
Amigos y ex-alumnos el día 7 de marzo se reunieron en el Monasterio de las Carmelitas Descalzas para celebrar una solemne eucaristía y orar por ella. En el libro de firmas que le habían preparado se podía leer la siguiente dedicatoria: Todos sus alumnos tenemos un poco de Francesca Llonch. Hay mucho fruto en tanto como ella ha sembrado Hay mucho de agradecimiento en cada una de nosotras. Tenemos mucha fe y esperanza en otro encuentro. Y, sobre todo, hay mucho amor.
FOTO 009 Reportaje del periódico de Terrassa con motivo de ofrecer el nombre de Francesca Llonch a una plaza pública
Dedicación del nombre de Francesca LLonch Badiella a una plaza pública
La biografía de la señora Francesca Llonch ha sido publicada por la enfermera Rosa M. Masana Ribas en el libro editado el año 2000 por el Ayuntamiento de Terrassa en coordinación con la Regidora de Promoción de la Mujer dentro de la colección “Investigació I+D dona” donde se describían las biografías de mujeres que habían destacado por su aportación social. El título del libro era: ‘Elles, terrassenques del siglo XX’, o sea Ellas terrassenses del siglo XX.
En aquel momento, Francesca, no tenia hijos, pero si familiares directos, de ellos pudimos obtener información que hoy no podríamos conseguir. Por eso siempre he considerado necesario escribir lo que sepamos de nuestra profesión, especialmente referente a los profesionales que nos han precedido y que han trabajado con entrega para enaltecerla. He de decir que fue una grata noticia el hecho de saber que un grupo de comadronas se organizaban para pedir al Ayuntamiento que dedicaran el nombre de Francesca Llonch a una plaza pública. Durante el acto conmemorativo que se realizo el día 19 de febrero del 2011, después de 29 años de su muerte, se comento el hecho de la importancia de disponer de su biografía, factor determinante para que las nuevas generaciones sepan quien fue la persona que lleva el nombre de su plaza y que puso los primero cimientos para que el acto de nacer fuese menos rancio y más dulce. Firmado: Rosa M. Masana Ribas.
Las Parteras de Palafrugell. Publicado el 12 de Enero de 2009
http://enfeps.blogspot.com/2009/01/las-parteras-de-palafrugell.html
Gracias Rosa María Masana Ribas por este documento histórico que nos regalas a todos los compañeros de La Historia de la Enfermería.
AGRADECIMIENTOS
Rosa M. Masana Ribas
Familia Masana
Familia Llonch
Grupo FEBE. Historia de la Enfermería
BIBLIOGRAFÍA
Acta sobre exámenes para enfermeras. Archivo Histórico Comarcal de Terrassa. Caja de docencia, año 1937.
B. Ragón; (1972) "1936-39 Tres años difíciles de guerra civil", Terrassa.
Caja de docencia en 1967. Archivo Histórico de Terrassa.
Contribución industrial, cajas número. 13 y 14, Archivo Histórico Municipal de Terrassa.
Diario de Terrassa. El Tiempo, 3-2-1982.
Diario de Terrassa. 16-2-1982.
Dr. L. Chertok; (1958) Los Métodos psicosomáticos del parto sin dolor: historia, teoría y práctica. Editorial. Científico-Médica.
AUTORES
Jesús Rubio Pilarte
Enfermero y sociólogo. Profesor de la E. U. de Enfermería de Donostia. EHU/UPV
Miembro no numerario de La RSBAP
jrubiop20@enfermundi.com
Manuel Solórzano Sánchez
Enfermero Servicio de Oftalmología
Hospital Donostia de San Sebastián. Osakidetza /SVS
Vocal del País Vasco de la SEEOF
Miembro de Eusko Ikaskuntza
Miembro de la Sociedad Vasca de Cuidados Paliativos
Miembro Comité de Redacción de la Revista Ética de los Cuidados
M. Red Iberoamericana de Historia de la Enfermería
Miembro no numerario de La RSBAP
masolorzano@telefonica.net
FOTO 001 Francesca Llonch, cedida por la familia Llonch
La señora Anna no tuvo un parto fácil, ocasionando que la niña llegara a este mundo con algunas dificultades, su familia explica que para reanimarla le dieron un poco de vino rancio. Quién sabe si esta llegada al mundo tan peculiar con sabor a rancio la impregno para que en un futuro ella se dedicara a trabajar para que el acto del parto fuera una experiencia gratificante.
Los estudios de su niñez y adolescencia
Este es un apartado difícil de completar debido a la falta de testimonios verbales y documentos escritos, aunque sabemos porque ella misma lo habÍa explicado que realizó sus estudios primarios en la Escuela Nacional dirigida por la maestra Teresa Sanz y posteriormente continuó estudiando en la Escuela Municipal de Cultura Femenina. A los 13 años se sintió atraída por la música y se matriculó para estudiar solfeo y piano en el Conservatorio de Música de Terrassa. Gracias a su constancia diaria en el estudio, a los 23 años con fecha 29/6/1929 obtuvo el título de Profesora de teoría, solfeo y capacitación pedagógica. Y más tarde, el día 15/2/1934 recibió el diploma de Profesora de piano, en ambas titulaciones obtuvo la calificación de sobresaliente. Pensamos que se recrearía tocando melodías y posiblemente también esta práctica del ritmo sería útil para mostrar a las embarazadas la frecuencia con las que habían de hacer sus respiraciones.
Durante la República asistió a clases de catalán en el “Liceu Dalmau” de la calle Sant Antoni de Terrassa, en este mismo instituto también recibió lecciones de esperanto, lengua que en aquel momento parecía que había de arraigar entre las sociedades, pero el inglés pasó a la delantera. Gracias a su gran facilidad para los estudios, en 1934 obtiene la inscripción en el Censo de Profesores de Catalán de la “Generalitat de Catalunya” hecho que le permitió dar clases de lengua catalana y sustituir en esta asignatura y durante el periodo de la Guerra Civil Española al profesor Delfín Dalmau Janer. También impartió clases de lengua en la Escuela Municipal de Artes y Oficios.
Motivada por la enfermería
No sabemos si además de dar clases de catalán y de música se sentía atraída por los temas sanitarios ni si colaboraba en actividades de atención a enfermos. Es a partir del año 1937, cuando tenía 28 años, que nos consta se había examinado de un curso de Enfermería organizado por la Comisión de Sanidad del Consejo Municipal de Terrassa. El país estaba en plena Guerra Civil y en los hospitales de sangre no paraban de llegar heridos, era lógico, pues, que el Ayuntamiento se preocupara por formar a futuras enfermeras para afrontar la situación. El profesor que les dio clases fue el doctor Viñals y entre los miembros del tribunal examinador constaban también los doctores Palau y Duran.
El examen se hizo en el Sanatorio Médico Quirúrgico, según acta de 27 de enero de 1937, y lo aprobaron un total de 22 alumnas, que eran las siguientes: Francesca Llonch Badiella, María del Carmen Carbón Campillo, Isabel Marín Ballester, Clara Puigros Beltran, Teresa Brossa Villa, Antonia Jané Balú, Carme Burrull Torrella, Segunda Bartolomé Guijarro, Carmen Valero Valero, María Valero Valero, Rosa Ferrer Salas, María Prats Comas, Francesca Puig Alba, Jacinta Lobo Borrell, Francesca Boada Dula, Teresa Amigó Santanas, Olga Duch Costa, Cristina Laborable Bosch, Anita Figueras Claret, Pascuala Tellez Santo, Francesca Graells Lloveras y Ángela Carreras Caridad.
Si observamos el listado de las alumnas, vemos que no sigue un orden alfabético, por lo tanto es posible que estuviera confeccionado de acuerdo con el orden de las calificaciones obtenidas. En este caso quedaría confirmado lo que nos decían algunos miembros de la familia de la señora Francesca Llonch: siempre era la primera en los estudios.
El título expedido por la Comisión Municipal durante el periodo de la República, más tarde quedó sin validez, por este motivo Francesca curso unos estudios para obtener la titulación de Dama Auxiliar Voluntaria de la Cruz Roja. Según el carné personal consta que se examinó del primer curso el día 26 de Junio de 1940 y del segundo curso el día 1 de Julio de 1941, consta también con fecha del 14 de diciembre del año 1937 como asociada de la Cruz Roja con el número 70.109.
Su primer trabajo como enfermera en la clínica maternal la decepcionó
El día 1 de febrero de 1936 se inauguró en Terrassa la Clínica Maternal, era un edificio de nueva construcción situado en la calle de la Unión. Francesca Llonch después de que fuese aprobada de los estudios de enfermería en el año 1937, fue contratada para trabajar en dicha clínica.
FOTO 002 Atendiendo un bebe después del parto, fotografía publicada por el periódico de Terrassa
De acuerdo con lo que ella misma redactó, la experiencia en este sitio de trabajo la decepciono, incluso sintió un distanciamiento por la profesión de matrona. Después de esta experiencia, una vez acabada la Guerra Civil prefirió dedicarse otra vez a la enseñanza y dejar de lado los temas relacionados con la sanidad.
En el año 1945 vuelve a sentir interés por la profesión
En el año 1945, es cuando durante sus espacios de tiempo libre, se dedica a prepararse los temas que contenían el programa de estudios de la carrera de Practicante y de Matrona.
Tras cinco años de estudios y viéndose con los conocimientos suficientes se presentó a los exámenes libres que se hacían en la Facultad de Medicina de Barcelona y con fecha 10 de octubre de 1949 le son entregados los diplomas de Practicante y Comadrona con la calificación de sobresaliente en las dos especialidades.
Sin embargo, ella misma escribe que, si bien considera que sus conocimientos teóricos son muy buenos, no se ve con la vocación de ejercer como comadrona dadas las características de los paritorios, por lo que continúa con la docencia.
La lectura del libro “El parto sin dolor” la motivó definitivamente para ejercer de comadrona
En 1954, llega a sus manos un libro titulado El parto sin dolor de Consuelo Ruiz Vélez-Frías. Lo leyó con gran interés y vio claro que aquel método abriría nuevos horizontes a las comadronas.
Debido a su temperamento emotivo, como ella misma se auto define, no podía soportar que el momento del parto se convirtiera en un acto dramático, es por ello que cuando vislumbró la posibilidad de dar a luz de una manera más serena por parte de las madres se implico en prepararse y trabajar en esta línea.
FOTO 003 Saliendo de un bautizo con el bebe en brazos, cedida por la familia Masana
Con fecha 24 de junio de 1955 obtiene un permiso de trabajo en el Instituto Sainte-Elisabeth situado en la Avenue Defré, 206 Ucle (Bruselas) y en este Instituto trabajó durante los meses de agosto y septiembre del año 1955 en calidad de enfermera y con la oportunidad de observar la técnica de asistencia que empleaban las matronas del centro.
Posteriormente, y aconsejada por el doctor Santiago Dexeus, director en aquellos momentos de la Maternidad provincial de Barcelona, se inscribe en el curso organizado por el Colegio Oficial de Matronas y el Dr. V. Marcas Bertran titulado “La conducta del parto por el método Pisco-profiláctico” (MPP), realizado gracias a la colaboración de los doctores J.M. Dexeus, Trias de Bes, M. Garriga Roca, L. Marqués Giraut y J.M. Mateo Aragonés. Dicho curso le permitió hacer una estancia completa, de día y de noche, en la Maternidad de Barcelona pasando por los servicios de gestantes, puerperio, partos y laboratorio. Le dieron todo tipo de facilidades en la realización de las prácticas y quedó muy entusiasmada por la disciplina y el control riguroso del parto.
Un hecho social hizo que este método tomara una nueva fuerza. Corría enero de 1956 cuando el Papa de Roma Pío XII pronunció un discurso favorable a su utilización. Rápidamente este comunicado tuvo un eco mundial y fueron muchos los profesionales que decidieron aprender y aplicar esta técnica. Motivada como estaba para hacer que el parto fuera un acto lo más sereno posible y favorecida por las opiniones positivas del método, en 1956 decidió ir a hacer un stage, en el Centro de Santé des Métallurgistes -Maison de Santé Maternité- de París, dirigido por el Dr. Pierre Rouquès con el objetivo de aprender el “Methode psychoprophylactique de accouchement sans doleur”, centro pionero en Francia sobre la implantación de dicha técnica.
Durante la estancia en este centro conoció a dos colegas aragonesas, Carmen Mateo y Carmen Pastor; con esta última surgió una buena amistad. Movidas por el afán de aprender, visitaron otros hospitales de París donde se aplicaba el MPP, uno de ellos fue la maternidad del Hospital Saint Antoine, la Clínica Belvédère y el Hôpital Térton. Una aportación docente muy importante fueron las clases prácticas que la comadrona Madame Dubois, experta del MPP, les hizo en su consulta particular, fueron a casa de Madame Dubois como si estuviesen embarazadas de verdad; de este forma aprendieron directamente paso a paso todo lo que se tenía que hacer para preparar a la futura madre.
FOTO 4 Instrumentos de Enfermedades de las mujeres
Fundamento científico del método
Este fue el título que Francesca Llonch empleó para explicar en qué consistía el método en el documento entregado al Consejo Nacional de Matronas y Milupa. Utilizaremos sus mismas palabras para definirlo. “Las raíces del MPP se basan en las doctrinas de Pavlov. El MPP tiene el gran mérito de haber elaborado una técnica accesible a cualquier médico y a toda comadrona, debidamente instruida. Nicolaiev cree que el dolor no es indispensable. Para él existe un “substratum” material psicológico del parto; son modificaciones mecánicas de los órganos genitales, modificaciones vasculares y humorales del organismo que actúan sobre receptores del dolor”.
Estas modificaciones se pueden percibir como sensaciones de pesadez, de tensión y no necesariamente dolores. Las sensaciones se hacen dolorosas cuanto se les suman factores de orden emocional o reflejos condicionados, los dolores están determinados por causas anatomofuncionales (pero no forzosamente patológicas), por perturbaciones neurodinámicas o por el conjunto de ambas. El MPP da a la mujer una educación racional que le enseña a suprimir las emociones negativas y crear emociones fuertemente positivas. Es necesario crear reflejos condicionados positivos (excitación) y entorpecer los reflejos que sean inútiles y perjudiciales para la buena marcha del parto (inhibición o freno). La excitación y la inhibición deben estar equilibradas. Uno de los libros que Francesca utilizó para perfeccionarse en el MPP fue el del Dr. L. Chertok, es un libro que da una visión muy amplia del tema. Este libro lo pude consultar porque lo guarda su ex alumna, colega y amiga de la señora F. Loncha, señora Antónia Hidalgo también enfermera y comadrona, que debido a la mutua amistad que las unía; Francisca antes de morir le regaló algunos de sus libros.
FOTO 005 Sala del Hotel de Dieu. Grabado siglo XVI
Su vida profesional
Por los hechos observados y por la cronología, vemos que Francesca Llonch tuvo que esperar mucho tiempo, unos 19 años, desde que hizo el curso de enfermera en 1937, hasta que una vez preparada, en el año 1956, se decidiera a atender a las mujeres embarazadas. Podemos deducir, e incluso ella misma lo había explicado, que el trabajo de matrona según el sistema clásico asistencial no le interesaba, por lo que fue consecuente con su pensamiento y no ejerció hasta que no lo pudo hacer siguiendo el estilo en el que ella creía y se sintiera cómoda.
Según un breve currículum hecho por el señor Santiago Llonch, Francesca al llegar de París comenzó a preparar a varias mujeres embarazadas procedentes de la consulta privada del doctor Joaquim Mundó. La primera parturienta que atendió y que había sido preparada junto con un grupo de ocho gestantes más, fue el día 11 de mayo de 1956; todo un éxito. Explica que varias embarazadas de las que atendió habían sido alumnas suyas y se creó un trato muy cordial y familiar. Fueron ellas las que contribuyeron a divulgar este método, que sólo podía aplicarse, en principio, como un servicio privado.
La preparación completa consistía en asistir a ocho sesiones en un grupo de seis a ocho personas una vez a la semana. Les daban un libro, veían una película y las orientaban en la clínica que habían de asistir. En casi todas estas las visitas de seguimiento del embarazo asistía el marido. Ese mismo año en 1956, empezó a prestar sus servicios como comadrona en la Mutua de Terrassa.
FOTO 006 Madre con su bebe, familia Masana. Gráfico comparativo 1958 - 1962
Gracias a haberse guardado una instancia con fecha 4/7/1973 hecha por un grupo de matronas formado por J. Adell, J. Olivet, C. Del Moral, M. Colomer y F. Llonch, que iba dirigida al señor inspector privado de la Mutua de Terrassa, con el objetivo de conseguir unas mejoras laborales y de infraestructuras, ahora hemos podido obtener una información muy interesante por el tema que nos ocupa. Por ejemplo, sabemos que las mencionadas cinco comadronas trabajaban en la Mutua desde el año 1957 y que desde entonces hasta el año 1973 el incremento de partos fue del 35%. También constan unos datos comparativos entre los años 1958 y 1962.
Observando las cifras de la foto superior, pensamos que habría partos de gemelos y de trillizos ya que en 1958 nacieron 20 niños más que partos había habido y en 1962 nacieron 25 bebés más. En cuanto a la retribución mensual, en el año 1957 el sueldo era de 1.308,15 pesetas y en 1962 una comadrona institucional cobraba 1.750 pesetas.
Francesca LLonch trabaja también como comadrona particular en la “Clínica del Remei” con el equipo del Dr. J. Mundó y como comadrona de ejercicio libre para el seguimiento del embarazo y preparación del MPP en su consulta de la calle de Volta, número 18. Nos consta que durante los años 1957 y 1958 pagaba impuestos al Ayuntamiento para ejercer de matrona.
Conversando con la señora Teresa Serrat, enfermera que durante unos años la ayudó en la consulta, nos explicaba que tenía muchas clientas y que entre las dos hacían un seguimiento del embarazo muy cuidadoso: control de la tensión arterial, albuminuria, peso, cálculo de tiempo de gestación, auscultación y encaje de la criatura y detección de posibles anomalías. En este caso las gestantes se derivaban al tocólogo, y en todos los casos se les daban orientaciones higiénico-dietéticas, aspecto éste que Francesca le daba una especial importancia. La señora Teresa Serrat fue una excelente enfermera trabajando con calidad y como Supervisora de las unidades asistenciales de la Mutua de Terrassa.
Preparación de futuras enfermeras
Debido a su innata vocación por la docencia, se dedicó durante varios años a impartir clases para preparar a las futuras enfermeras. Una vez que las estudiantes habían aprendido los temas del programa, las candidatas que habían realizado el bachillerato podían asistir a la Facultad de Medicina de Barcelona para efectuar los exámenes libres de Practicante y Matrona. Las candidatas vocacionales que no tenían el bachillerato también se las preparaba, pero en este caso tenían que ir a examinarse en el Hospital del Niño Jesús de Barcelona y se les daba un título de Enfermera Diocesana.
Según información recibida de su familia, Francesca desde el año 1939 hasta 1953 preparó 104 alumnas. Seguramente es por este motivo que casi todas las enfermeras terrassenses de una determinada época habían conocido a la señorita Llonch, así la llamaban. Había también otras profesionales que como ella que se dedicaron a preparar Enfermeras y Comadronas, como fue Florinda Montagut. Durante unos años las clases de preparación de enfermeras se hicieron en el Hospital de San Lázaro, donde colaboraban los médicos del hospital impartiendo diversas asignaturas del programa docente. También se realizaban las prácticas de enfermería en los diferentes servicios del hospital.
Activa colaboradora en la puesta en marcha de la primera Escuela de Ayudantes Técnicos Sanitarios de Terrassa
El día 21 de octubre de 1967, se inaugura en Terrassa la Escuela Oficial de Ayudantes Técnicos sanitarios (ATS). Se menciona que la escuela se había fundado en 1961 pero que dependía de la Escuela del Niño Jesús de Barcelona y ahora pasaba a depender del Hospital de San Lázaro. Cada alumno, en el año 1967 pagaba 400 pesetas mensuales como derechos de estudio. Según el acta de la constitución del Patronato de La Escuela Femenina de Ayudantes Técnicos Sanitarios de Terrassa, con fecha 5 de septiembre del año 1967, queda establecida la estructura orgánica de la Escuela y la señora Francesca Llonch consta como Secretaria de estudios y como Jefa de la Escuela la señora Dalmases. Todos los miembros son nombrados con carácter provisional.
FOTO 007 Hospital para niños abandonados
Según el acta del 2 de octubre de 1978, los cargos de Secretaria de estudios y Secretaria de la escuela se unifican en uno solo que lo pasa a desarrollar la señora Pepita Morera García. Anteriormente a la apertura de la escuela se había hecho público un edicto manifestando el acuerdo del pleno del Ayuntamiento para crear una Escuela Preparatoria para la Formación de Ayudantes Técnicos Sanitarios, aparece en el diario de Tarrasa, Información con fecha 11 de marzo de 1965 y su reglamento se hacía público en el Boletín oficial de la prensa de Barcelona con fecha 24 de febrero de 1966.
El patronato fundacional de la Escuela de ATS, amparándose en la Ley del 30-6-1887 y de acuerdo con sus estatutos, estaba formado por las siguientes personas: Iltre. alcalde de la ciudad, prior de la parroquia del Santo Espirito, presidente de la Mutua de Terrassa, presidente del Hospital Casa de Caridad de San Lázaro, cabeza comarcal de Terrassa del Colegio Oficial de Médicos de Barcelona, presidente local de la Cruz Roja, un representante de la Caja de Ahorros de Terrassa y un representante de la Caja de Pensiones.
Para más detalles sobre el acto de apertura de la escuela, podemos ver el artículo titulado “Solemne apertura del curso en la Escuela Femenina de ATS”. Se trataba del curso 1967 - 68. Abrió el acto la señora María de los Ángeles Roca, secretaria general del nuevo centro docente, que leyó una memoria de dicha institución y dio las gracias a la señora Teresa Gual, viuda de Barata, por la feliz idea de abrir la escuela. El doctor R. Avellaneda fue el director, además de profesor, durante varios años.
Una naturalista nata
Conversando con varias enfermeras y comadronas, manifiestan que Francesca era una persona responsable y que le gustaban las cosas bien hechas, pero lo que más destacan de ella es su talante, digamos naturalista, o sea, que siempre defendía lo que la naturaleza hace por sí misma.
FOTO 008 Diploma al merito de la Constancia, (Archivo Histórico)
En la época de su ejercicio profesional, estaba muy de moda utilizar el Pentotal y efectuar “vacuoms”, aplicar ventosas para extraer a la criatura, para ella estos sistemas eran poco aceptados, incluso tuvo algún problema debido a las divergencias de opiniones entre colegas. Uno de los aspectos que también daba mucha importancia a la hora de atender las gestantes, hay quien dice que incluso tenía una especie de manía, era la alimentación de la gestante, materia en la que sabemos también estaba formada, pues realizó un curso por correspondencia titulado “Nutrición y Dietética”impartido por la Escuela Mayo, como no es de extrañar el diploma expedido el día 31 de diciembre de 1966, consta que obtuvo la calificación de Sobresaliente.
Un aspecto que también tenía en consideración, era que al nacer el bebé procuraba ponerlo en brazos de su madre prefiriendo esperar a lavarlo para así preservar un poco más de tiempo su propia grasa sebácea y permanecer más tiempo en contacto con la madre.
La enfermera Paquita Pla que trabajó durante unos años con ella en el hospital de San Lázaro, opina que era una mujer que estaba adelantada a los tiempos, ahora, comenta, todo eso que ella decía y hacía es lo que estamos haciendo en estos momentos, sólo que entonces iba a contracorriente la mayoría de veces. Pero a pesar de todo, tuvo muchas seguidoras y colaboraron con ella para hacer que el acto de nacer fuera más satisfactorio. Este mismo año el 7 de junio de 1966, recibió un diploma y una medalla por parte de la Asamblea Suprema de la Cruz Roja Española como mérito a la Constancia por haber sido miembro de este Instituto Benéfico durante 25 años. Número de registro 3.640.
El final de su carrera y de su vida
Tenía 73 años y seguía trabajando con toda su dedicación, hasta que un inesperado problema de salud le mermó sus fuerzas, la operaron y le aplicaron radioterapia. Con todo, ella mantuvo una entereza admirable. La señora Antonia Hidalgo explica que una vez conversando con ella, quedó plenamente impresionada cuando mostró la afectación que tenía en la axila y le dio explicaciones sobre como era su enfermedad y la gravedad de la misma.
Siguiendo la conversación reflexionó: el acto de nacer es un hecho que el bebé debe pasar él solo, le podemos ayudar pero en definitiva es él quien tiene que pasar por la experiencia; el acto de morir es igual, lo tiene que afrontar la persona sola, es un momento único en la vida y hay que vivir con conciencia esta transición de una vida a la otra.
La señora Antonia me comentó: me di cuenta que no le tenía miedo a la muerte, me impresionó mucho en aquellos momentos que yo era mucho más joven. Visto el estado de salud en que se encontraba, varias ex alumnas, amigos y colaboradores se organizaron para prepararle un homenaje, pero no llegaron a tiempo: el día 12 de febrero de 1982 hizo el camino al cielo
Según el Diario de Terrassa, aquel día, era un día nublado y frío, sólo 12 grados de temperatura y con un nivel de contaminación atmosférica alta. Un día triste. Cuatro días después en la prensa, aparecía un titular que decía “Ha muerto Francisca Llonch” explicando muy resumidamente algunas de sus actividades profesionales de esta manera:
“Ex-alumna de Pompeu Fabra, durante muchos años desarrolló una intensa actividad en el campo de la enfermería, primero en la Escuela de la Cruz Roja y luego en el Hospital de San Lázaro. Ejerció a su vez como enfermera y comadrona y fue, dentro de este campo, la introductora en Terrassa del sistema de “parto sin dolor”. Su labor pedagógica la extendió también a otras disciplinas “estudios elementales, bachillerato, etc.” y la dirigió esencialmente hacia las mujeres de las clases modestas. La muerte le sobrevino precisamente cuando un grupo de ex alumnas le estaba preparando un homenaje, que ya hubo de suspenderse ante el agravamiento de su enfermedad y que finalmente no ha podido celebrarse. Descanse en Paz”.
Amigos y ex-alumnos el día 7 de marzo se reunieron en el Monasterio de las Carmelitas Descalzas para celebrar una solemne eucaristía y orar por ella. En el libro de firmas que le habían preparado se podía leer la siguiente dedicatoria: Todos sus alumnos tenemos un poco de Francesca Llonch. Hay mucho fruto en tanto como ella ha sembrado Hay mucho de agradecimiento en cada una de nosotras. Tenemos mucha fe y esperanza en otro encuentro. Y, sobre todo, hay mucho amor.
FOTO 009 Reportaje del periódico de Terrassa con motivo de ofrecer el nombre de Francesca Llonch a una plaza pública
Dedicación del nombre de Francesca LLonch Badiella a una plaza pública
La biografía de la señora Francesca Llonch ha sido publicada por la enfermera Rosa M. Masana Ribas en el libro editado el año 2000 por el Ayuntamiento de Terrassa en coordinación con la Regidora de Promoción de la Mujer dentro de la colección “Investigació I+D dona” donde se describían las biografías de mujeres que habían destacado por su aportación social. El título del libro era: ‘Elles, terrassenques del siglo XX’, o sea Ellas terrassenses del siglo XX.
En aquel momento, Francesca, no tenia hijos, pero si familiares directos, de ellos pudimos obtener información que hoy no podríamos conseguir. Por eso siempre he considerado necesario escribir lo que sepamos de nuestra profesión, especialmente referente a los profesionales que nos han precedido y que han trabajado con entrega para enaltecerla. He de decir que fue una grata noticia el hecho de saber que un grupo de comadronas se organizaban para pedir al Ayuntamiento que dedicaran el nombre de Francesca Llonch a una plaza pública. Durante el acto conmemorativo que se realizo el día 19 de febrero del 2011, después de 29 años de su muerte, se comento el hecho de la importancia de disponer de su biografía, factor determinante para que las nuevas generaciones sepan quien fue la persona que lleva el nombre de su plaza y que puso los primero cimientos para que el acto de nacer fuese menos rancio y más dulce. Firmado: Rosa M. Masana Ribas.
Las Parteras de Palafrugell. Publicado el 12 de Enero de 2009
http://enfeps.blogspot.com/2009/01/las-parteras-de-palafrugell.html
Gracias Rosa María Masana Ribas por este documento histórico que nos regalas a todos los compañeros de La Historia de la Enfermería.
AGRADECIMIENTOS
Rosa M. Masana Ribas
Familia Masana
Familia Llonch
Grupo FEBE. Historia de la Enfermería
BIBLIOGRAFÍA
Acta sobre exámenes para enfermeras. Archivo Histórico Comarcal de Terrassa. Caja de docencia, año 1937.
B. Ragón; (1972) "1936-39 Tres años difíciles de guerra civil", Terrassa.
Caja de docencia en 1967. Archivo Histórico de Terrassa.
Contribución industrial, cajas número. 13 y 14, Archivo Histórico Municipal de Terrassa.
Diario de Terrassa. El Tiempo, 3-2-1982.
Diario de Terrassa. 16-2-1982.
Dr. L. Chertok; (1958) Los Métodos psicosomáticos del parto sin dolor: historia, teoría y práctica. Editorial. Científico-Médica.
AUTORES
Jesús Rubio Pilarte
Enfermero y sociólogo. Profesor de la E. U. de Enfermería de Donostia. EHU/UPV
Miembro no numerario de La RSBAP
jrubiop20@enfermundi.com
Manuel Solórzano Sánchez
Enfermero Servicio de Oftalmología
Hospital Donostia de San Sebastián. Osakidetza /SVS
Vocal del País Vasco de la SEEOF
Miembro de Eusko Ikaskuntza
Miembro de la Sociedad Vasca de Cuidados Paliativos
Miembro Comité de Redacción de la Revista Ética de los Cuidados
M. Red Iberoamericana de Historia de la Enfermería
Miembro no numerario de La RSBAP
masolorzano@telefonica.net
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