domingo, 13 de marzo de 2011

“UNA MIRADA A LA HISTORIA: LA PRÁCTICA DE LA ENFERMERÍA OFTALMOLÓGICA”

PONENCIA OFICIAL DEL IX CONGRESO NACIONAL DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE ENFERMERÍA OFTALMOLÓGICA (SEEOF). SANTANDER 24-26 DE SEPTIEMBRE DE 2009-10-07

AUTORA: Mª Luz Fernández Fernández. Profesora Titular de la Escuela Universitaria de Enfermería. “Casa de Salud Valdecilla”. De la Universidad de Cantabria. Santander, de la asignatura de Bases Históricas y Teóricas de la Enfermería. Diplomada en Enfermería. Licenciada en Historia. Master en Historia Contemporánea.

A lo largo de estos años viene desarrollando una intensa actividad investigadora presentando numerosas comunicaciones y participando como Ponente invitada en distintos Congresos. Entre sus últimas publicaciones pueden destacarse, “La famosa escritora Vera Brittain, enfermera en la I Guerra Mundial”, publicada en el libro La Trasformación de la Enfermería nuevas miradas para la Historia, de la Editorial Comares, y cuyos editores han sido Carmen González Canalejo y Fernando Martínez López, y el capítulo sobre “Historia de la Enfermería Traumatológica”, en la obra de la editorial DAE, Cuidados al paciente con alteraciones traumatológicas y ortopédicas, próximo a publicarse. En estos momentos se encuentra desarrollando su trabajo de Tesis Doctoral sobre “La Escuela de Enfermería Casa de Salud Valdecilla 1929-1954”. Desde aquí le deseamos que concluya su Tesis con la mejor nota, ya que su trayectoria así lo merece.

FOTO 001 Parlamento de Cantabria, antiguo Hospital de San Rafael. 2011

HISTORIA DE LA OFTALMOLOGÍA
La famosa expresión “una mirada vale más que mil palabras” pone de manifiesto la importancia de la visión en la comunicación humana, de manera que la mirada constituye una de las principales expresiones del lenguaje corporal dentro de la comunicación no verbal representando según los expertos, el ochenta por ciento de la comunicación.

El estudio de los ojos y las vías oculares se remonta a la antigüedad concretamente al 1.800 a. de C., nos referimos al Código de Hammurabi, primer código legislativo de la humanidad en el que se recogen nueve sentencias relacionadas con el “castigo de cegamiento”, y la regulación de una primigenia práctica oftalmológica como se refleja en la sentencia 215 que hace alusión a una primitiva cirugía de cataratas “Si un médico realiza una incisión profunda en un hombre (notable) con bisturí de bronce y le salva la vida al hombre, o si se le abre la nube de un ojo a un hombre (notable) con bisturí de bronce y le salva un ojo a un hombre, se quedará con 10 siclos de plata”. Igualmente, los médicos egipcios dedicaron una especial atención a la práctica de las enfermedades oculares quedando constancia de que eran capaces de abrir la bóveda craneana sin provocar la muerte.

FOTO 002 Código de Hamurabi

Los griegos, ciento treinta años d.c., describieron que los dos nervios ópticos avanzaban hacia dentro de la cabeza donde se unían en un lugar que el médico Rufus de Efeso llamó quiasma, por su parecido con la letra griega Chi, X. Con posterioridad, concretamente en el siglo II d.c., el prestigioso médico Galeno de Pérgamo nombraría siete de los nervios craneales distinguiendo entre los que ordenaban el movimiento de los músculos, y los que ordenaban las sensaciones del cerebro.

En el período medieval hay que destacar la contribución de Aetius de Armida, quién escribió en el siglo VI un tratado de gran profundidad en el que describe 61 afecciones oculares. Con posterioridad, ya en el siglo XII, el famoso médico y filósofo andalusí Averroes confeccionó una enciclopedia médica en la que se mencionaban los elementos anatómicos sobre las capas del ojo, siendo además el primero en sospechar que la retina era el órgano receptor de la luz. En este mismo período se funda en París el primer hospital oftalmológico mientras comienza a difundirse la utilización de los anteojos.

El movimiento renacentista que surgió en Italia a finales del siglo XIV constituirá el resurgir de una nueva etapa que planteará una nueva forma de ver el mundo y al ser humano reflejándose principalmente en el arte, pero también, en la política y las ciencias, dejándose sentir en la práctica médica que tendrá a partir de ahora un carácter más científico y racional. Es en este contexto cuando surgirá la oftalmología moderna de la mano de Georg Bartisch (1535-1606), experto cirujano que será el primero en extirpar el globo ocular en un caso de cáncer de ojo.

FOTO 003 Atención al paciente

Las ideas ilustradas serán la antesala que llevará al mundo hacia la modernidad abriendo las puertas a un nuevo siglo que se caracterizará por la renovación profunda de la sociedad en todos sus planos. Los grandes descubrimientos en el plano científico y técnico llegarán también a la oftalmología, entre ellos, por su significado para el avance del estudio ocular, hay que destacar el invento del médico y físico alemán Hermann Von Helmholtz en 1851, el oftalmoscopio, un instrumento que permitía visualizar el fondo del ojo donde se encuentra la retina.

Es indudable que los acontecimientos que acaecían en el entorno europeo en el que comenzaban a respirarse los nuevos aires de modernidad llegaban también a España donde los poderes políticos, a pesar de las voces de algunos ilustrados, se resistían a abandonar las estructuras del Antiguo Régimen, y habría que esperar a la invasión napoleónica en 1808, ya entrado el siglo XIX, para que nuestro país entrará en la contemporaneidad. Sin embargo, las esperanzas renovadas que se habían plasmado en la “Constitución de Cádiz” se irían al traste ante el regreso de Fernando VII y la instauración de absolutismo. El siglo XIX español se define por su carácter convulso, con un estado de guerra crónico, hambrunas, enfermedades y la permanente lucha de poder entre conservadores y liberales.

El panorama científico español no comenzaría a dar signos de recuperación hasta los decenios centrales del siglo XIX, proceso que va a culminar con la incorporación de los métodos experimentales a partir de 1874 en el período de la Restauración. La medicina española anterior a 1880, alcanzaría un gran nivel gracias a la incorporación del positivismo, el trabajo de laboratorio, y la difusión de la Biología evolucionista.

FOTO 004 Felipe VII y Amadeo I

En lo que respecta a la oftalmología hay que situar los orígenes modernos de esta especialidad en la creación por Amadeo I (reinado 1871-1872) del Instituto Oftálmico, aún cuando esta materia no estaba incluida en el cuadro de asignaturas de la enseñanza de medicina como así lo reflejaba la tesis doctoral leída por el oftalmólogo Dr. Francisco Gras Fortuny en 1883 y titulada: ¿Es lógico y preciso incluir en el cuadro de asignaturas de la enseñanza oficial de Medicina, la oftalmología?. A inicios del siglo XX esta especialidad alcanzará su mayoría de edad y su institucionalización docente, científica y profesional.

El desarrollo efectivo de la Especialidad de Oftalmología en nuestro país se ha venido produciendo a lo largo del siglo XX, fundamentalmente tras la aprobación de la Ley de Especialidades Médicas en 1955. Los rápidos cambios transformaciones que se han ido produciendo en la actualidad como consecuencia de los avances de la ciencia y la tecnología, sitúan a esta especialidad como una de las más punteras del panorama sanitario.

Pero en todo este entramado ¿donde se sitúa la enfermería?, indudablemente es esencial conocer la evolución profesional para entender en la actualidad, la posición en la que se encuentra la Enfermería Oftalmológica.

APROXIMACIÓN HISTÓRICA DE LA ENFERMERÍA

La historia de un grupo humano es su memoria colectiva y cumple respecto a él la misma función que la memoria personal en un individuo: la de darle un sentido de identidad que lo hace ser el mismo y no otro”, estas palabras del insigne historiador Josep Mª Fontana sirven como referencia al justificar la necesidad de la construcción histórica de la Enfermería, un colectivo profesional que defiende su existencia y necesidad social a partir del estudio, identificación y evolución de la praxis cuidadora como garantía para la conservación, el mantenimiento de la vida y la salud de los seres humanos.

FOTO 005 Pilar Ballarín, directora del Instituto de Estudios de la Mujer de la Universidad de Granada

A lo largo de la historia de la humanidad y en las distintas civilizaciones y culturas, el ejercicio del cuidado constituyó una práctica habitual, siendo entre otros su matiz femenino una de las principales características para que durante miles de años como expone Collière en su obra Promover la vida, la enfermería distará mucho de ser un oficio y mucho menos una profesión. El papel asignado a las mujeres como responsables de la procreación y la atención a la familia circunscribió el cuidado al ámbito doméstico restando trascendencia a una actividad que al estar en manos femeninas, no tenía ninguna consideración social. Esta cuestión quedaba patente hasta hace pocos años cuando los estudios históricos desde un marcado carácter androcentrista parecían olvidar en palabras de Pilar Ballarín, que las sociedades además de estar divididas en etnias, clases, religiones, naciones y edades, lo estaban por algo que las atravesaba a todas, los sexos.

Por otra parte, la influencia de la filosofía cristiana en la acción cuidadora quedará reflejada en su naturaleza de servicio, de manera que la atención a los enfermos, que durante siglos estaría en manos de órdenes religiosas, se basará en la abnegación, la obediencia y el amor al prójimo, características que han acompañado al discurrir histórico de la enfermería configurando su perfil y contribuyendo a la invisibilidad de los cuidados enfermeros.

La Enfermería vivirá su momento más oscuro en aquellos países en los que el triunfo de la reforma protestante, y la expulsión de los religiosos y religiosas como en Inglaterra, dejaría la atención de los enfermos en manos de las mujeres de más baja reputación y condición social teniendo que esperar al advenimiento de un nuevo siglo para vislumbrar el camino hacia la profesionalización.

Los nuevos aires infundidos por la Revolución francesa y la Declaración de Derechos del Hombre y el ciudadano abrían la puerta a la contemporaneidad, los viejos esquemas del Antiguo Régimen iban a dar paso a una nueva sociedad que bajo el impulso de la revolución industrial asistiría al renacer de nuevas formas de vida, pero también a nuevas problemáticas. Las ciudades configuradas aún bajo los rasgos arquitectónicos de las estructuras medievales acogían ahora a la nueva clase obrera que se veía obligada a vivir deplorablemente y en condiciones de insalubridad, mientras las enfermedades infecciosas se cobraban numerosas vidas especialmente en la desprotegida población infantil.

Sin embargo, hay que destacar que el clima de renovación propiciado por las ideas positivistas de Comte favoreció la revolución de las ideas científicas, plasmadas en los descubrimientos de Koch, Lister y Pasteur, la prevención, la profilaxis y la asepsia serían las nuevas claves para enfrentarse a la enfermedad.

Este ambiente de cambios tendría su repercusión sobre la maltrecha imagen de la enfermería que comenzaría a resurgir de la mano de algunos filántropos comprometidos con la mejora de las condiciones de salud de los ciudadanos, como la inglesa Elizabeth Fry, considerada la reformadora de las cárceles inglesas, la labor del pastor Fliedner en Alemania o el trabajo de las Hermanas de la Caridad, todas ellos guardarán una estrecha relación con la actuación posterior de Florence Nightingale, la figura que ha sido considerada como la “madre de la enfermería moderna”. La histórica labor de Nightingale y su equipo de 38 enfermeras durante el conflicto de la Guerra de Crimea entre 1853-1856, pondría de manifiesto la necesidad y eficacia de las enfermeras, se había iniciado un proceso de cambio en el que los nuevos acontecimientos marcarían la línea de demarcación entre la vieja y la nueva enfermería.

FOTO 006 Koch, Lister y Pasteur

En nuestro país será también en este siglo cuando la enfermería inicie el camino hacia la profesionalización, teniendo en cuenta los matices y peculiaridades de la realidad española del momento. La promulgación de la que constituye la primera Ley de Instrucción pública de nuestra historia en 1857, más conocida como Ley Moyano, especificará en sus artículos 40 y 41, que queda suprimida la enseñanza de cirugía menor o ministrante estableciendo que un reglamento posterior determinará los conocimientos prácticos que se han de exigir a los que aspiren al titulo de practicante e igualmente al de matrona. En 1860 se publica un primer reglamento para los practicantes que será modificado en 1861, en la descripción de las enseñanzas, no hay ninguna alusión a los conocimientos sobre oftalmología, y lo mismo ocurre en las modificaciones de 1888, 1895, 1901. En junio de 1902, mediante Real Orden, se publican los contenidos de la carrera de practicante de manera detallada en 78 temas, el número 15 hace referencia a los Aparatos de los sensoriales y especificando: Ligera reseña de los órganos que constituyen el sentido de la vista, oído, olfato, gusto y tacto. Ligera idea de las funciones que desempeñan estos aparatos.

En 1915 por Real Orden de 7 de mayo, publicado en la Gaceta de Madrid el 21 de mayo del mismo año, se aprueba el programa de conocimientos para los estudios de enfermera, con un total de 70 lecciones. Es interesante observar que tres de ellos guardan relación con el cuidado de la vista:

Lección 5: Órganos de los sentidos.- aparato ocular y visión.
Lección 23: Cuerpos extraños en la garganta, esófago ó laringe, oído, nariz, ojos.
Lección: 63: Preceptos generales sobre los cuidados que exigen los enfermos del aparato visual y condiciones físicas de la enfermera.- Instilaciones, baños y lavatorios oculares.- Vendajes especiales.-Subdivisión.-Asepsia y antisepsia ocular.- Instrumentos y prácticas más usual en oftalmología.- Esterilización de los instrumentos
.

En 1941, una vez concluida la Guerra Civil española, por Orden de 21 de mayo se establecen las condiciones y estudios para la obtención del titulo de enfermera, especificándose en el primer punto:

El titulo de enfermera habilitará para la asistencia de enfermos, alimentación, recogida de datos clínicos y administración de medicamentos y realizarán estos servicios en el seno de las instituciones de tipo religioso. Como puede comprobarse no se hace mención a los cuidados oculares.

En los años cincuenta el panorama sanitario español daría un giro muy importante como consecuencia de las recomendaciones establecidas por la OMS, organismo creado en 1945 tras las lamentables consecuencias de la II Guerra Mundial con millones de muertos y heridos. El objetivo de dicho organismo era y es, velar por la mejora de la salud de todos los pueblos, recomendando a los países miembros que remodelaran sus sistemas sanitarios y mejorarán la formación de sus profesionales. En lo que respecta a España, este será el momento de la creación de los grandes hospitales y la publicación de la Ley el 20 de julio de 1955, sobre la Enseñanza, titulo y ejercicio de las Especialidades Médicas, que se describen en su artículo cuarto y entre las que se encuentra la Oftalmología.

La titulación de enfermería tendrá en este momento un cambio histórico, mediante Real Decreto de 4 de diciembre de 1953, los estudios de Enfermera, Practicante y Matrona se unifican bajo una sola titulación Ayudante Técnico Sanitario. La orden de 4 de julio de 1955 establecerá las normas para la organización de los nuevos estudios que se estructuran en tres cursos académicos, los conocimientos sobre oftalmología se imparten en el segundo o tercer curso dentro de la Patología médica y quirúrgica.

La nueva titulación trataba de responder a las exigencias del panorama sanitario, que requería profesionales técnicamente más cualificados y capaces de responder a la nueva estructura hospitalaria configurada sobre la base de las especialidades médicas, inevitablemente los profesionales de enfermería trataban de mejorar su actuación especializándose de manera específica en aquella unidad en la que desarrollaban su trabajo, una situación que llevó al desarrollo de las especialidades de ATS sobre la misma base que las de los facultativos de Medicina.

La llegada de la democracia a nuestro país facilitaría un gran cambio en el panorama formativo y profesional de la Enfermería que culminará con la integración de los estudios en la Universidad en 1977. A partir de aquí se establece un largo período de reivindicaciones por la lucha de las nuevas Especialidades, que no verán la luz hasta veintiocho años después, y coincidiendo con otro momento histórico, la puesta en marcha de los estudios de Grado.

Enfermería Avanza, como lo demuestra la nueva ley de las Profesiones Sanitarias y la puesta en marcha de la prescripción enfermera, y lo hace demostrando día a día su profesionalidad.

FOTO 007 Futuras enfermeras

Los continuos y rápidos cambios tanto en el área médica como quirúrgica de la oftalmología obligan a los profesionales que trabajan en esta Especialidad a mantener una formación continúa para responder adecuadamente a las nuevas necesidades de salud, una cuestión en la que destaca la gran labor de la Asociación Española de Enfermería Oftalmológica (SEEOF), que desde el año 2000 viene realizando una gran labor a favor de la consolidación de esta Especialidad mediante la organización de congresos, cursos, jornadas y en definitiva actividades de carácter científico que apoyan la trascendencia de la misma.

En definitiva, la Enfermería ha sido responsable del cuidado desde los albores de la humanidad, y en una lucha constante y permanente ha demostrado que sus reivindicaciones son justas y demuestran su necesidad social, por tanto hay que seguir progresando; cada día es un reto y cada reto una oportunidad. La Enfermería Oftalmológica cuenta con la fuerza suficiente para seguir adelante y reivindicar su lugar en el contexto enfermero.

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SOCIEDAD ESPAÑOLA DE ENFERMERÍA OFTALMOLÓGICA (SEEOF):
http://www.seeof.org/



FOTO 008 Futuras enfermeras

LEGISLACIÓN
Real Orden de 2 de septiembre de 1857 publicada en la Gaceta de Madrid el día 10 por la que se promulga la Ley de Instrucción Pública de septiembre.

Real Orden de 26 de junio de 1860 publicada en la Gaceta de Madrid nº 186 el 4 de julio de 1860, en la que se especifican los conocimientos que han de exigirse a quienes deseen obtener el título de Practicante.

Real Orden de 21 de noviembre de 1861 publicada en la Gaceta de Madrid nº 332, el 28 de noviembre, por la que se establece el Reglamento para la enseñanza de Practicantes y Matronas.
Real Orden de de 15 de noviembre de 1888 publicada en la Gaceta de Madrid el 18 de noviembre, en la que se especifica el Reglamento para las carreras de Practicante y Matrona.

Real Orden de 24 de mayo de 1895 publicada en la Gaceta de Madrid el 31 de mayo, y en la que se establecen modificaciones del Reglamento para las carreras de Practicante y Matrona publicado en 1888.

Real Decreto de 26 de abril de 1901 publicado en la Gaceta de Madrid el 27 de abril, por el que se establecen modificaciones en los estudios de Practicante con el fin de de adaptarse a los progresos de la Medicina.

Real Orden de 7 de mayo de 1915 publicada en la Gaceta de Madrid el 21 de mayo, por la que se aprueba el Programa de conocimientos para obtener el titulo de enfermera.

Orden de 21 de mayo de 1941 publicada en el B.O.E. nº 48 el 28 de mayo, sobre condiciones y estudios necesarios para la obtención del título de enfermera.

Decreto de 27 de junio de 1952 publicado en el B.O.E. nº 209 el 27 de julio mediante el que se refunden los planes de estudio de Practicante, Matrona y Enfermera y por el que se crea la Comisión Central: vinculación, dirección y funcionamiento de las Escuelas de A.T.S.

Decreto de 4 de diciembre de 1953 publicado en el B.O.E. nº 7723 el 29 de diciembre, sobre la unificación de los estudios de Practicante, Matrona y Enfermera, regulando los estudios de Ayudante Técnico Sanitario (A.T.S.), y creando además las Especialidades en Enfermería.

Ley de 20 de julio de 1955 sobre “Enseñanza, título y ejercicio de las Especialidades Médicas”, publicada en el B.O.E. el 21 de julio.

Real Decreto 2128/1977, de 23 de julio, B.O.E. de 22 de agosto sobre la integración en la Universidad de las Escuelas de Ayudantes Técnicos Sanitarios como Escuelas Universitarias de Enfermería.

Orden de 31 de octubre, B.O.E. de 26 de noviembre por la que se publican las directrices de los nuevos Planes de Estudio de Diplomado en Enfermería.

Ley 44/2003 de 21 de noviembre, de Ordenación de las Profesiones Sanitarias, publicada en el B.O.E. nº 280 el 22 de noviembre. Art. 2 en relación a las Profesiones sanitarias tituladas, en el punto 2, apartado b, se nombra a la Enfermería dentro del nivel de Diplomado.

Real Decreto 450/2005 de 22 de abril sobre Especialidades en Enfermería publicado en el B.O.E. nº 180 el 6 de mayo.

Directiva 2005/36 del Parlamento Europeo de 7 de septiembre en relación al reconocimiento de las cualificaciones profesionales entre las que se incluye la Enfermería.

Real Decreto 1393/2007 de 29 de octubre publicado en el B.O.E. nº 260 de 30 de octubre, por el que se establece la Ordenación de las Enseñanzas Universitarias Oficiales con el objetivo de adecuarlas al Espacio Europeo de la Educación Superior y se establecen los Títulos de Grado, Master y Doctorado.

Orden/CIN/2134/2008, de 3 de julio publicada el 19 de julio, por la que se establecen los requisitos para la verificación de los títulos universitarios oficiales que habiliten para el ejercicio de la profesión de Enfermería.

FOTO 009 Oftalmólogo y paciente

AGRADECIMIENTOS
Mª Luz Fernández Fernández
Pilar Ballarín Domingo
Parlamento de Cantabria
Casa de Salud Valdecilla

AUTORES
Jesús Rubio Pilarte
*
* Enfermero y sociólogo. Profesor de la E. U. de Enfermería de Donostia. EHU/UPV
Miembro no numerario de La RSBAP
jrubiop20@enfermundi.com

Manuel Solórzano Sánchez **
** Enfermero Servicio de Oftalmología
Hospital Donostia de San Sebastián. Osakidetza /SVS
Vocal del País Vasco de la SEEOF
Miembro de Eusko Ikaskuntza
Miembro de la Sociedad Vasca de Cuidados Paliativos
Miembro Comité de Redacción de la Revista Ética de los Cuidados
M. Red Iberoamericana de Historia de la Enfermería
Miembro no numerario de La RSBAP
masolorzano@telefonica.net

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