FLORENCE NIGHTINGALE
Autoras la: Licenciada Eduarda Ancheta Niebla, Enfermera cubana. Profesora de Historia de Enfermería. Facultad de Ciencias Medicas Dr. Enrique Cabrera. Miembro Titular de la SOCUENF. Miembro de la Sociedad Historia de la Medicina. Miembro de la Asociación Medica Caribeña. Miembro de la Sociedad Educadores en Ciencias. Miembro del Consejo Editor de la Revista Temperamentum, España. Miembro del Consejo Científico Internacional Revista Uruguaya de Enfermería. Miembro del Consejo de Asesores Internacionales de la Revista El Ser Enfermero, Argentina.
Correo electrónico: eduarda.ancheta@infomed.sld.cu
Autoras la: Licenciada Eduarda Ancheta Niebla, Enfermera cubana. Profesora de Historia de Enfermería. Facultad de Ciencias Medicas Dr. Enrique Cabrera. Miembro Titular de la SOCUENF. Miembro de la Sociedad Historia de la Medicina. Miembro de la Asociación Medica Caribeña. Miembro de la Sociedad Educadores en Ciencias. Miembro del Consejo Editor de la Revista Temperamentum, España. Miembro del Consejo Científico Internacional Revista Uruguaya de Enfermería. Miembro del Consejo de Asesores Internacionales de la Revista El Ser Enfermero, Argentina.
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Dra. Hermilda Ancheta Niebla, Especialista de primer grado en Anestesia. Miembro de la Sociedad de Anestesia y Profesor Asistente de la ELAM.
FOTO 001 Llegada de Florence a Crimea
Resumen
Para realizar este trabajo buscamos en varias bibliografías, donde aparece, como Florence Nightingale, emprende una serie de viajes que unos serán dentro de la misma Inglaterra y otros por diferentes países que la llevaran a conocer a personalidades, relacionadas o bien con instituciones sociales o de salud y otras serán defensores de los derechos civiles de la población o intelectuales en general; estos viajes los emprenderá con ilusión extraordinaria de conocer el mundo y sus vanidades en los días juveniles, y la mayor parte de ellos los realizará buscando todo lo que pueda ver, analizar, palpar en relación a la vida que llevan las personas enfermas y como se realiza su atención, pues sabe que de ellos dependerán que sus sueños se hagan realidad y lucha incansablemente por realizarlos y aunque algunos de ellos se frustraron, no dejó de persistir para volver a emprenderlos, otros los realiza para fortalecer sus conocimientos en materia de enfermería, hospitales y hospicios, cárceles, asilos y lograr que esta viajera incansable, haga realidad su sueño de poder brindar sus cuidados y atención a los pobres de este mundo.
Palabras Clave: Viajes, Hospitales, Religiosos, Diaconisas y Enfermeras
FOTO 002 Diaconisas de Kaiserswerth
Introducción
En busca de observar todo lo que se relaciona con el cuidado de las personas enfermas emprende una serie de viajes y aunque hubo algunos que los realizó en busca de esparcimiento, no desperdicio la oportunidad de conocer a personas de marcada preparación intelectual y científica, se dedicó además de indagar sobre como se atendían a las personas enfermas en asilos, hospitales, hospicios y cárceles. Siempre buscó en todos los lugares que visitaba a aquellas personas que tuvieran que ver con esas actividades que ella anhelaba conocer, para tener una idea clara y precisa de que en un futuro debía prepararse en el cuidado de las personas enfermas, para llevar a cabo su sueño dorado y en el que sólo podía pensar e imaginar como podría ella lograrlo, ya que tenia la oposición de su familia, principalmente de su madre y su hermana. Ella consulta con personas de gran prestigio, y les preguntaba entre ellos, al embajador de Prusia, el Caballero Bunsen. ¿Que puede hacer una persona para aliviar la carga de sufrimiento de los desvalidos y los pobres?. El sería el que por primera vez le hablaría de las Diaconisas de Kaiserswerth, o al Dr. Ward Howe el filántropo norteamericano de vista en su hogar. ¿Cree usted que sería algo impropio e indecoroso para una joven inglesa consagrarse a las obras de caridad en los hospitales y en otras partes como lo hacen las hermanas católicas?.
Estas personas siempre apoyaron sus ideas, no así su familia que siempre le opuso resistencia a todo lo que pudiera estar relacionado con la enfermedad y los hospitales, pues había una serie de prejuicios sociales en torno a las personas que trabajaban en estos lugares. Para ella era muy importante conocer que se estaba haciendo en el mundo y en la propia Inglaterra en relación a la atención de los enfermos y desvalidos. Sería Lord Ashley que era el yerno de Lord Palmerston quien en 1840, establece relación con su familia y quien posteriormente le facilitaría los “Libros Azules”, libros que fueron fuente de estudio constante para ella.
Aunque no sería hasta la primavera de 1844 en que se daría perfecta cuenta que lo que ella verdaderamente deseaba era atender a los enfermos, pues con anterioridad sabia que Dios le había llamado para que estuviera a su servicio, pero no sabia en que forma sería este servicio, mientras tanto se estaba preparando en materia de estadísticas y funcionamiento de hospitales y llegará a ser una experta en materia de los mismos.
FOTO 003 Embley Park
En 1845 ocurren dos enfermedades graves en su familia que le harán lograr su emancipación de la constante oposición familiar de que ella se dedicase a cuidar enfermos. Si había cuidado a sus familiares por que no a otras personas, les decía. En el otoño de 1845 hubo una cantidad desusada de enfermedades en Wellow y ella atendió a los enfermos y se dio cuenta de la necesidad que tenía de formarse en el cuidado de los mismos, esa breve experiencia le había demostrado que sólo los conocimientos y la pericia consiguen aliviar, pero sólo podía realizarse una buena atención si se armaba de los conocimientos necesarios. Debía aprender a cuidar a los enfermos.
¿Cómo podía hacerlo? Había quizás un medio para ello. Debía convencer a sus padres que le permitiesen viajar por tres meses a la Enfermería de Salisbury una aldea que se hallaba a pocos kilómetros de Embley Park, el hospital estaba acreditado y el jefe médico era un amigo de la familia el Dr. Fowler, pero al proponer su plan estalló en su casa la tormenta, mama estaba aterrada, Parthe estaba histérica, ellas decían, que “no sólo eran las partes físicamente repugnantes del hospital, sino las cosas sobre los cirujanos y las enfermeras que puedes sospechar”, Fanny su madre le acusaba de “un amor secreto por algún cirujano pobre y vulgar” y entre un mar de lágrimas decía que Florence quería “deshonrarse”, esta actitud de su familia la lleno de pesar. Habían pasado ocho años desde su llamada por Dios en 1837 y serían otros ocho años hasta que en 1853 consiguiera el permiso de su familia, para seguir su vocación y serán los viajes los que le darán la fortaleza y conocimientos para consagrarse a una profesión en la que estuvo diecisiete años buscando su preparación.
Cómo objetivo general pretenden analizar los viajes realizados por Florence Nightingale, en busca del sueño dorado. Y como secundarios, detallar los lugares visitados por esta viajera incansable. Explicar las actividades que realizó en los viajes emprendidos y exponer lo que logró en estos viajes.
SUS VIAJES
Primer viaje:
La familia Nightingale tenia predilección por los viajes y nunca hubo mejor oportunidad para emprender uno, que el motivo de la ampliación de la mansión de Embley Park, sugerida por Fanny la madre de Florence, pues la casa necesitaba seis habitaciones más y adecuar otras dependencias para dar: fiestas, reuniones, bailes y celebraciones familiares como Navidad, Pentecostés y otras. Eso permitiría que las niñas vieran el mundo, oír música, practicar sus idiomas, asistir a reuniones y comprar ropa en Paris.
Europa era tan barata que el viaje resultaría una economía WEN (William Edward Nightingale) accedió, le gustaba viajar y tenia amigos en Italia y Francia. La fecha de partida se fijo para septiembre de 1837. En el bullicio de este viaje la Señorita Nightingale el 7 febrero de 1837 había recibido la llamada de Dios a su servicio, pero no sabia como iba a realizar dicho servicio. Y así el 8 de septiembre salen los Nightingale para cruzar el Canal de Southampton y llegar a El Havre en Francia, el 9 emprenden un largo viaje donde visitaran varias ciudades de ambos países, Florence llevaba un diario donde anotaba cuando salían de una ciudad y llegaba a otra, que distancia había entre ambas y las incidencias de todo lo ocurrido.
El 15 de diciembre de 1837 llegan a Niza asistiendo a bailes y conciertos, partieron el 8 de enero de 1838 y llegaron a Génova el 13 enero aquí nuevamente asisten a óperas teatro y bailes, el 14 de febrero parten para Florencia; se detuvieron en Nervi y Pisa, en esta ciudad asistieron a un baile que ofreció el Duque de Toscana, llegando a Florencia el 27 de febrero, alojándose en un hermoso apartamento, asistió a la ópera y oyó a las famosas cantantes de la época: Grisi y Leblanche. Conoció a numerosas personalidades, tales como la familia Allen de Cresselly en Penbrokeshire, a Sismundi el historiador italiano que estaba desterrado en Suiza, por medio de él conoció a Ugoni y a la señora Calandrini y Ricciardi a quien los austriacos habían encerrado en un manicomio, también conoció a Confalloneri, todos ellos figuras destacadas del movimiento italiano. Ellos prometieron a Sismundi que visitarían Ginebra antes de su regreso a Inglaterra, pues pensaban visitar los lagos italianos en julio y agosto, llegando a esta ciudad la primera semana de septiembre de 1838.
FOTO 004 Theodor y Frederike Friedner
De Ginebra van a Paris en noviembre de 1838 y pasaran cuatro meses donde según el deseo de Fanny la madre de Florence, entrarían en contacto con la sociedad intelectual. Florence se interesaba por la política, sus gentes, pero las instituciones caritativas le intrigaban extraordinariamente. Donde quiera que fuera, se interesará siempre por las condiciones sociales que había. En el curso de este viaje fue introducida en los grandes salones de sociedad y conoció a algunos de los hombres mas distinguidos de Francia y se enteró, accidentalmente de algunas actividades que realizaban las distinguidas damas francesas; aquí conocerá a Mary Clarke, dama importante de la sociedad parisina, ella le presentara a Claude Fauriel erudito en cuestiones medievales y a Julius Mohl, un erudito muy distinguido en cuestiones orientales, estos tres últimos serán amigos de ella hasta la muerte.
Regresaron a Inglaterra en abril de 1839 después de un año y siete meses de viaje. Pero ya llevaba la semilla de la intriga. ¿Para que Dios la había llamado, hacia ya dos años? ¿Por qué no le volvía a hablar? La respuesta era evidente no era digna de él, tenía que vencer “el deseo de brillar en sociedad”.
Segundo viaje:
En 1842 había conocido a Richard Monckton Milnes, el se enamoró perdidamente de ella y durante todos eso años le había estado dando largas al deseo de él, de casarse con ella, no podía resignarse a perderlo, un mes tras otro contemporizó, eludiendo el momento en que tendría que darle una respuesta concreta, el destino podía exigirle que renunciara al matrimonio, pero le era difícil renunciar al deseo de ser amada, toda esta amalgama de sentimientos la pusieron al borde del desequilibrio mental. Había conocido en 1846 a un matrimonio los Bracebridge que serían amigos de ella para siempre, se los presentó su amiga Mary Clarke (ella le pondría Clarkey), Florence toma especial afecto a Selina la esposa de Charles Holte Bracebridge, los Nightingale en el seno del hogar le pusieron por sobre nombre Sigma como la letra griega.
En 1847 cuando Florence tenía 27 años se sintió completamente abatida, volvía a temer por su equilibrio mental, enfermó y tuvo que quedarse en cama. Y fueron los Bracebridge quienes la salvaron, ellos iban a pasar el invierno a Roma y Sigma convenció a Fanny de que los dejara llevarse consigo a Florence, con esa idea se fue mejorando y el bullicio fue enorme, los vestidos que iba a ponerse, los libros que leería, las cosas que iba a ver, su hermana Parthe estaba muy agobiada por su separación y sus padres las dejaron solas unos días en Embley Park.
FOTO 005 Correspondencia de Sidney Herbert a Florence Nightingale describiendo las condiciones de Scutari. 15 a 19 de Febrero de 1855
El 27 de octubre partieron para Roma primero fueron a Marsella, y después a Civita Vecchia el puerto, para ir a Roma. En el invierno conoció a Sidney Herbert, las relaciones comenzaron cuando Sigma le presentó a Elizabeth, la bella esposa de Sidney, ellos se habían casado recientemente pero habían aplazado la luna de miel, y ahora aprovechaban el invierno para pasarlo en Roma. Visito la capilla Sixtina y el techo pintado por Miguel Ángel la deslumbro, “no creía que miraba pinturas sino el mismo cielo”. Le decía en una carta a Parthe, en diciembre de 1847. Paso bailando la Noche vieja de 1847, y el 1848 fue “el año Nuevo más feliz que he pasado nunca”. Su salud se restableció a los seis meses de su llegada a Roma.
En Roma tenían los Herbert un círculo de amigos que se reunían diariamente, entre los que se encontraba el doctor Manning archidiácono de Chichester quien invernaba en Roma para recuperar su salud dañada, otra de las personas que conoce es Mary Stanley, hermana del doctor Stanley entonces canónigo de Canterbury más tarde le nombrarán Deán de Westminster; se hizo amiga de Mary Stanley porque ella estaba interesada en el cuidado de los enfermos, y había visitado los hospitales de Inglaterra y Europa.
En abril del 1848 abandona Roma, pues la ciudad se levanta en armas, el Papa Pío IX abandona Roma por no ser segura su residencia y Garibaldi se dirige a ella para defenderla.
Al regreso de este viaje, cuando llega a la casa en Embley Park, encontró a Fanny y Parthe muy ocupadas con la excitación y el ajetreo de una boda familiar. Laura Nicholson se casaba con su primo Jack Bonham Carter, la ceremonia se dio a la manera de Waverly, fue colosal, ella y Parthe fueron las madrinas de la boda, la buena voluntad estaba en el ambiente, se olvidaron las diferencias que existían por la negativa de ella a casarse con Henry Nicholson. Este viaje le dio la oportunidad de profundizar su amistad con el doctor Manning, quien jugaría un papel importante en su vida para lograr que pudiera prepararse con las monjas religiosas católicas.
Primer Viaje frustrado:
En septiembre de 1848 se me presentó la oportunidad enviada por el cielo. Se le prescribió a Parthe un tratamiento que consistía en tomar una cura de aguas en Carlsbad o Karlovi – Vary, en Bohemia o en Checoslovaquia; los Nightingale se proponían dejar a Parthe en el Balneario e ir ellos a Francfort, donde se hallaba Clarkey y su esposo, el señor Molh, como Kaiserswerth estaba cerca, el plan de Florence era visitar en una o dos semanas a las Diaconisas y quizás someterse a una pequeña enseñanza, pero una revolución en Europa cambio los pensamientos de sus padres y creyeron que lo más prudente era permanecer en Inglaterra y decidieron ir a Malvern, ella escribiría más tarde “Todo lo que más deseaba era ir a Kaiserswerth, y lo tuve al alcance de mi boca y se me ha caído como una ciruela madura”. Este contratiempo la deprimió mucho y no dejaba de pensar en que era un castigo de Dios por no ser sumisa a su pedido.
Tercer viaje:
El 7 de julio de 1849 se había decidido Florence en dar una respuesta a Richard Monckton Milnes costase lo que costase, ya no podía seguir entreteniéndolo con promesas, él insistía en una repuesta definitiva. ¿Se iba a casar con el si o no?. Florence se negó. Era una decisión que requería un coraje extraordinario, él la conmovía, lo llamó “el hombre que adoraba” y renunció a él, Fanny se hallaba cruelmente desengañada y furiosamente resentida, toda esta situación emocional la llevo a que en el otoño de 1849, el estado mental y físico de Florence fuera lastimoso, estaba muy decaída, se desmayaba con frecuencia, la decisión que había tomado con relación a la propuesta de matrimonio de Richard Monckton Milnes, a la cual se había negado lo había hecho después de analizar que no estaba haciendo lo que Dios quería, pues le había hecho la llamada y todavía no sabía para que le había llamado. Sigma intervino una vez más los Bracebridge iban a Egipto y Grecia y convencieron a Fanny para que dejaran que fuese con ellos a Florence, ella le escribe a su prima Hilary Bonham Carter que como Roma le había sentado tan bien, que la familia iba a enviarla mas lejos con la esperanza de que ello le sentaría todavía mejor.
Un viaje a Egipto en 1849 era una aventura, pero ella se hallaba en un estado sentimental que le daba lo mismo Egipto, el desierto y los brillantes paisajes, todo le parecía como si fuesen escenas pintadas en un cuadro. Ella estaba al borde de la locura. En septiembre emprenden el viaje. En enero de 1850 llegan a Egipto visitando Jenab, estoy desilusionada, posteriormente visita en febrero el pórtico de Karnak. Posteriormente se van a Atenas llegando para el 12 de mayo, su cumpleaños cumpliendo 30 años.
En Alejandría tuvo la oportunidad y la suerte de conocer la labor de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl. Durante esta romántica aventura remontando el majestuoso Nilo entre noviembre de 1849 y abril de 1850, escribió unas largas y numerosas cartas a su familia, describiendo sus impresiones sobre el país de los faraones, su historia y sus habitantes. Su hermana Parthenope realizó una edición de ellas y la mostró solo a sus amigos y a finales de 1850 fueron publicadas con el nombre ¨Letters from Egypt”.
FOTO 006 Letters from Egypt
Este viaje a Egipto fue una experiencia inolvidable para Florence. El clima cálido le ayudó a recuperar su salud y tuvo mucho tiempo para leer en su camarote del vapor en el que viajaba por las aguas del Nilo.
Visito la cueva de Euménide, el 7 de junio cuando se cumplía un año de haber roto sus relaciones con Richard Monckton Milnes. Estando en Atenas, visitó la antigua ciudad de Megara, en Grecia conoce al señor y la señora Hill dos misioneros americanos que atendían y regentaban una escuela y un orfanato, el 18 de junio salen de Atenas para regresar a Inglaterra por tierra.
Sigma una vez mas le salvó, decía de ella, “si se sigue impidiendo a Florence que no siga con su vocación, se volverá loca”, y actuó bajo su propia responsabilidad. Sugirió a su esposo pasar por Trieste y Praga y luego a Berlín, decidió que ellos pasarían quince días en Dusseldorf, mientras Florence haría una vista a Kaiserswerth. Estaba muy exhausta, demasiado desdichada para mostrarse agradecida., estaba apunto de satisfacer su mayor anhelo y parecía incapaz, desanimada para ello, mientras iban de Trieste a Praga. Después saldrían para Berlín. A su llegada a Berlín se sentía insensible y muy deprimida, pero cuando comenzó a visitar los hospitales e instituciones de caridad, rápidamente mejoró su ánimo.
El 31 de julio llegó a Kaiserswerth con la emoción de un peregrino que ve por primera vez Cedrón, pasando quince días allí, fue una visita prometida desde hacia mucho tiempo a Theodor y Frederike Friedner las dos personas que parecían haber realizado el ideal que para ella era esquivo, ellos habían fundado la Escuela de Diaconisas de Kaiserswerth, donde se preparaban enfermeras durante tres años, para trabajar en el cuidado de los enfermos. Esta visita fue de inspección, ella no atendió a los enfermos.
Durante estas dos semanas soy muy feliz estábamos en agosto de 1850, observo lo que hacen en su escuela, escucho sus proyectos y esperanzas y regreso a mi patria. El 13 de agosto dejó Kaiserswerth, sintiéndose tan valiente como si no pudiera volver a acongojarse. Estaba perfectamente de salud, llena de vitalidad, había recobrado todas sus facultades de concentración y realizó la gran hazaña de escribir un folleto de 32 páginas en menos de una semana, sobre su visita a Kaiserswerth.
El 21 de Agosto de 1850, llegó a Lea Hurst, y sorprendió a su querida familia portando una lechuza en su bolsillo que había comprado en unas ruinas del Partenón, le había puesto por nombre Atenea.
Cuarto viaje:
El 8 junio de 1851, la sensación de culpabilidad disminuyó y terminó considerándose una víctima y no una criminal. “No puedo esperar simpatía ni ayuda de ellos, debo tomar algunas cosas las menos que pueda para poder vivir, debo tomarlas pues ellos no me las darían”. Quince días después el 23 de junio, estaba dispuesta para ir a Kaiserswerth, la opinión había cambiado, la gente estaba mas interesada por los hospitales Fanny no podía afirmar ya que un plan aprobado por los Herbert, los Bunsen y los Bracebridge fuese vergonzoso. Parthe esta enferma y le indican una cura de tres meses en Carlsbad nuevamente, Florence saldría de Inglaterra con Fanny y Parthe, iría a Kaiserswerth y volvería a unirse con ellas para regresar a su casa, Fanny le prohibió que dijera donde iba y que no escribiera cartas desde Kaiserswerth, WEN (su padre llamado William Edward Nightingale) aunque todas las personas le llamaban WEN por las siglas de su nombre y apellido), el se quedó en casa, comenzaba a hacérsele imposible el perpetuo conflicto en el seno familiar.
FOTO 007 William Edward Nightingale. Sir Sydney Herbert y esposa
Pasaría tres meses con las Diaconisas, analizando su estancia decía “Ahora se lo que es vivir y amar la vida, y realmente sentiría abandonar esta vida”. Su estancia con las Diaconisas, produjeron en ella una impresión duradera y le proporcionó material valioso del que habría de servirse mas adelante, cuando organizara una profesión que por ahora le parecía remota.
Al final de su experiencia y de sus estudios, la visitaron los Herbert y la señora Fliedner les dijo que ninguna persona había salido nunca tan bien en los exámenes ni había mostrado tanta pericia como lo había hecho la señorita Nightingale, ella se sentía completamente satisfecha completamente feliz, su corazón rebosaba de alegría y en agosto hizo el último esfuerzo por reconciliarse con su madre y con Parthe, les escribió una carta muy humilde y suplicante en la que exponía su punto de vista y les volvía a repetir lo que había tratado de explicar cien veces pero lo hacia de forma tan suave y tan afectuosa decía: “Dadme tiempo, dadme fe, confiad en mi, ayudadme, decidme que sigue a mi vocación de ser enfermera, no puedo soportar la idea de que causo pesar a mis seres queridos, por querer ser enfermera, dadme vuestra bendición”. Ni Fanny ni Parthe le contestaron y Florence nunca volvió a recurrir a ellas.
El 8 de Octubre se reúne con su madre y hermana en Colonia (Alemania), apenas le hablaban, estaban muy resentidas, la trataban como si acabase de cometer un crimen. En ese estado de ánimo parten para Embley Park. A su regreso pasó varios días en Embley Park, donde encontró a WEN con una inflamación en los ojos, el oculista le había preescrito que fuera a Umberslade para someterse a un tratamiento de agua fría, pero él no quería ir si Florence no lo acompañaba. Ella había pensado aprender en los hospitales grandes de Londres y una vez mas tiene que posponer su deseo.
Segundo viaje frustrado:
En el verano de 1852, el sacerdote Manning a quien conociera Florence en Roma en 1847 era un sacerdote notable por la obra que realizaba en los distritos más pobres de East End. Florence quedo impresionada por su obra y allí nació una amistad muy importante manteniendo con él una extensa correspondencia.
A pesar que Florence era protestante, Manning consiguió que ingresara en un hospital católico, donde las enfermeras eran monjas y por lo tanto, no existía el peligro moral, en esos días le dijo que podrían recibirla las Hermanas de la Misericordia de Dublín o las Hijas de la Caridad de la calle Oudinot de Paris, ella quería hacer ambas cosas, ir primero por un breve tiempo a Dublín y luego quedarse más tiempo para su preparación en Paris. Se produjo de nuevo una gran tormenta en la casa familiar, Fanny y Parthe estaban furiosas y repetían los viejos argumentos y los mismos reproches de siempre. Sus amigos se alarmaron de la manera en que Fanny trataba a su hija menor, comenzaba a parecer una manía y Florence se vio una vez más obligada a abandonar sus planes.
Quinto viaje:
En la primavera de 1852 viaja con su padre a Umberslade para que se le realice el tratamiento indicado por el oculista, cuando regresan en el verano, era aliados secretos. Él para que no leyeran las cartas que Flo, su hija le hacía, pidió que se las enviara al Athenaeun Club.
Sexto viaje:
En agosto de 1852 su hermana Parthe no mejoraba y se quejaba de dolores misteriosos, la llevaron a que la viera el Dr. James Clark que era médico de la reina y amigo personal de los Nightingale, él dijo que la joven era nerviosa, imaginativa e inestable pero que no padecía ninguna enfermedad física. Parthe no mejoró, y en agosto de 1852 Sir James Clark la tuvo unas semanas en observación en su casa de Birk Hall cerca de Ballater en Escocia.
Florence obtuvo permiso de Fanny para ausentarse y se fue con el Dr. Fowler y su esposa, (eran amigos de la familia de Salisbury una aldea cercana a Lea Hurst) iría a Dublín, ellos en 1845 se habían interesado por su intento de ingresar en la Escuela de Enfermería de Salisbury. Durante su estancia en Dublín se proponía utilizar la presentación de Manning para ingresar en el hospital de las Hermanas de la Misericordia, su prima Hilary Bonham Carter le escribió a Clarkey que los hospitales estaban cerrados por obras por lo que no hay nada que ver, sin embargo de esta visita tuvo una experiencia de gran importancia. Tuvo que dejar Dublín, debido a que el Dr. James Clark la llamaba para que volviese a su casa pues Parthe había sufrido una crisis mental. Padecía de alucinaciones y cierto grado de delirio y una excesiva irritabilidad, Sir James era amigo de los Herbert y los Bunsen y admiraba profundamente a Florence y le dijo que debía separarse de su hermana. Florence fue a Escocia a buscar a Parthe y la llevó de vuelta a Embley donde se quedó unos pocos días, se había librado de su responsabilidad con respecto a ella, (que sus padres le habían impuesto) que la cuidara durante seis meses.
Tercer viaje frustrado:
A finales de octubre de 1852 ya Florence había conseguido el permiso del Consejo de las Hermanas de la Caridad de Paris para trabajar en sus hospitales e institutos. Manning escribió a su amigo el abate des Genettes de Paris anunciándole la llegada de Florence y esta que se hallaba en Londres con los Herbert, comenzó a preparar su equipaje para el viaje. Una noche llegó WEN inesperadamente a la casa de los Herbert, estaba enloquecido y la vida en Embley era insoportable, Parthe estaba enferma e histérica y Fanny había perdido la cabeza, esperaban muchas visitas y su madre no podía arreglárselas sola, Florence debía dejar Londres y regresar a casa. Antes que ella pudiera tomar una decisión la tía abuela Evans cayo enferma. El viaje a Paris fue cancelado y Florence fue a Cromford Bridge House para atender a su tía durante su última enfermedad.
FOTO 008 Consejo de ministros 1854
Séptimo viaje:
Cuando Florence decide ir a Paris en febrero de 1853, Fanny y Parthe no están convencidas todavía, Fanny no puede soportar la idea de que su hermana Florence se vaya fuera a estudiar y le sugirió un nuevo plan. Florence había dicho en una ocasión que deseaba formar una Hermandad de Caridad pues bien su madre le daría la casa de la tía Evans y todo lo necesario, dinero, muebles, aparatos etc. Para organizarlo todo. Pero Florence no aceptó, después le sugiere como lugar conveniente Forest Lodge una casa vacante en la propiedad de Embley, pero también lo rechazo. Llevaba en la casa varias semanas y Fanny debía haber visto como exasperaba la presencia de Florence a Parthe. Y cedió en parte, Florence podría ir a Paris para un tiempo breve pero no habría de mencionar delante de ellas, el horrible nombre de las Hermanas de la Caridad. Le escribió a Clarkey que mientras Florence estuviera en Paris la llevaría a comprar vestidos para la próxima temporada, Parthe estaba furiosa y le consumían los celos y el egoísmo.
El 4 de febrero de 1853 llegó al número 120 de la Rue Du Bac. Parecía una colegiala en vacaciones. Su plan consistía en estar por lo menos un mes con Clarkey y visitar todos los hospitales de Paris. Luego se proponía por medio de Manning ingresar en el hospital de la Caridad de la calle Oudinet, en calidad de postulante para someterse a un adiestramiento en el cuidado de los enfermos. Iba a llevar el vestido del convento “el vestido de una monja y prestar a los enfermos todos los servicios necesarios” bajo la dirección de de las Hermanas de la Caridad.
Se acercaba el día del ingreso en la Maison de la Providence y se tomaron las disposiciones finales. Se presentó a la reverenda madre, fue aprobada y se fijo la hora para su admisión, el destino volvió a herirla. Su abuela cayo enferma y la llamaron de regreso a Inglaterra.
Cuarto Viaje frustrado:
La Institución para la Atención de Damas Enfermas Pobres en el número 1 de Uper Harley Street en Londres, se hallaba en dificultades, iba a ser remodelada y trasladada a otro lugar, se estaba buscando una Inspectora, la comisión estaba presidida por Lady Canning y esta había hablado con Liz Herbert para que sugiriera un nombre y ella sugirió el de Florence Nightingale, este viaje a Londres será el definitivo en la separación de su familia.
Los arreglos fueron muchos y muy variados y en todos estaba la mano de Florence, pero mientras que se realizaban todas estas cosas ella se proponía ir a Paris a continuar su entrenamiento con las Hermanas de la Caridad. Después de dejar todo en vías de solucionarse en relación a los arreglos de la Institución de damas, Florence el 30 de mayo de 1853 vuelve a Paris para concluir su aprendizaje que había dejado por atender a su abuela enferma.
Por tercera vez trató de realizar las practicas en la Maison de la Providence y no pudo conseguirlo, pues a los quince días de estar en el convento enfermo de sarampión. Cuando Florence estuvo convaleciente el señor Mohl se la llevó a la calle Du Bac, donde paso la convalecencia conversando con él; antes de regresar a Inglaterra fue a la modista y se hizo un vestido negro de terciopelo. Desde Paris había llevado firmemente la Institución para la Atención de Damas Enfermas Pobres en el número 1 de Uper Harley, a la comisión formada por ella les dio las instrucciones precisas y necesarias para su buen funcionamiento escritas en unas detalladas y largas cartas. El día 13 de julio regresó, pero no quiso ver ni a su madre Fanny ni a su hermana Parthe, prefirió alojarse en el hotel Pall Mall de Londres.
En busca de información sobre las enfermeras
En la primavera de 1854 empezó a visitar hospitales y a recoger información para iniciar una campaña de mejora en la situación de las enfermeras en los hospitales, pero antes había que hacer una reforma del cuidado de los enfermos, había que crear una escuela preparatoria capaz de producir cierta cantidad de enfermeras respetables, dignas de confianza e idóneas. Esa seria su primera tarea, enseñar a un nuevo tipo de enfermeras.
En ese mismo verano estalló una epidemia de cólera en Londres. Los hospitales estaban completamente llenos, muchas enfermeras murieron y otras temiendo a la infección huyeron. Florence fue de voluntaria en agosto al Middlesex Hospital para inspeccionar la atención de los enfermos, de aquí cuando terminó esta actividad fue a Lea Hurst, y la señora Gaskell muy amiga de la familia hace una descripción de cómo era Florence y dice: “Es alta, muy delgada y esbelta; tiene el cabello castaño tupido, corto y abundante; un color muy delicado, ojos grises generalmente pensativos, pero cuando quieren pueden ser alegres, unos dientes perfectos que hacen su sonrisa mas dulce, usa una malla en la cabeza y un chal negro encima y ya se podrá tener una aproximación de su gracia perfecta y su agradable aspecto”.
En el verano de 1854, fue el final de otra etapa importante en su vida, Florence terminaba el largo y angustioso aprendizaje para ser enfermera. Pero en marzo de 1854 Inglaterra y Francia le declaraban la guerra a Rusia. En septiembre los ejércitos aliados desembarcaban en Crimen, Florence ante la situación tan triste que estaban sufriendo los soldados británicos decide ir a la guerra como enfermera, emprendiendo su octavo viaje.
Foto 009 Retablo de las Hermanas de la Caridad. 1809
Octavo viaje: Guerra de Crimea
En 1854, Florence Nightingale estaba buscando nuevas oportunidades de demostrar sus aptitudes, por ejemplo como enfermera jefe en algún hospital de Londres, cuando estalló la guerra de Crimea.
La organización de los hospitales británicos durante la guerra no era probablemente más deficiente que la última vez en que fue puesta a prueba, cuarenta años antes, durante las guerras napoleónicas. No obstante, durante la guerra de Crimea la sociedad tenía mayores expectativas y la población estaba mejor informada del desarrollo de los acontecimientos gracias a las noticias del frente que enviaban los corresponsales de prensa. La preocupación por el bienestar de los soldados que se manifestó como una oleada en la opinión pública permitió al Secretario de Estado para la Guerra Sidney Herbert, tomar una medida radical. La designación de Florence Nightingale para dirigir a un grupo de enfermeras no tenía precedente alguno. Ninguna mujer había ocupado antes un puesto oficial en el ejército y su nombramiento podía tener resultados interesantes, ya que se trataba de una enfermera experimentada, muy inteligente, pero nada dispuesta a aceptar órdenes de una jerarquía cerril.
Florence entendió inmediatamente cuál era la situación en Scutari, donde se encontraba el principal hospital británico. Como no deseaba ganarse la antipatía de los médicos, lo que habría dificultado las posibles reformas, sus primeras medidas fueron someter a sus enfermeras a la autoridad de los médicos e instalar una lavandería en el hospital. En tan sólo un mes ya había conseguido mejoras en el mantenimiento de las salas, había obtenido ropa de cama y prendas nuevas para los soldados y había mejorado las curas y las reformas en la atención del soldado herido y enfermo, fue tal que en sólo cuatro meses disminuyó la mortalidad de un 40 % al 5.2 % (Ver el trabajo sobre la seguridad del paciente: una experiencia de Florence Nightingale en Crimea presentado en el III Congreso provincial de enfermería, Cuba, de esta autora).
Ahora, a su regreso a Inglaterra, emplearía sus mejores años y todas sus fuerzas para lograr la mejor atención y mejores cuidados a los soldados, y enfermos. Estos viajes le sirvieron para que ese sueño dorado se convirtiera en realidad y se llegara a cristalizar en 1860 cuando funda la Primera Escuela preparatoria de Enfermería en el Hospital de Santo Tomás en Londres, que si bien es cierto nunca fue su directora, si estaba al tanto de la vida espiritual, moral y social de las educandas, revisando los planes de estudio y buscando siempre mejorar la preparación técnica y científica de las egresadas de dicha escuela. Estos viajes le sirvieron para que ese sueño dorado se convirtiera en realidad.
Consideraciones finales
En consideración con nuestro propósito de detallar los lugares que visito Florence Nightingale para prepararse como enfermera y lograr que la atención a los enfermos fuera la más esmerada, analizamos estos lugares y al mismo tiempo, hemos visto como en cada lugar visitado busca al detalle todo lo que realizan en ellos para lograr el bienestar de las personas enfermas y tomar nuevas experiencias. Así visita Paris, Roma Suiza, Alemania, Egipto y Grecia, en todos los lugares visitados recopiló datos estadísticos sobre las enfermedades más frecuentes, la vida que se llevaba en los orfanatos, hospicios y hospitales, con toda esta información, más el entrenamiento que realizo fundamentalmente en Kaiserswerth, ésta viajera incansable logró una preparación para la cual estuvo esperando y preparándose durante diecisiete años, primero en saber para que la había llamado Dios y segundo para prepararse para lo que Dios quería de ella.
La guerra de Crimea le sirvió para comprobar que sus estudios y su preparación no habían sido en vano. Vemos como la culminación de ese sueño lo logra en 1860 cuando funda la Escuela Preparatoria de Enfermería en el Hospital de Santo Tomas en Londres
Referencias bibliográficas.
Woodham Smith C. Florence Nightingale La heroína de los hospitales. Editorial de Ciencias Médicas Habana, 2008
Jamieson E, Sewall M, Suhrie E. Historia de la Enfermería. Editorial Internacional S.A. Sexta edición. 1968
Marriner Tomey A, Raile Alligood M. Modelos y Teorías en Enfermería. Editorial Harcourt División Iberoamericana, cuarta edición 1997:69
Jesús Rubio Pilarte *
* Enfermero y sociólogo. Profesor de la E. U. de Enfermería de Donostia. EHU/UPV
Miembro no numerario de La RSBAP
jrubiop20@enfermundi.com
Manuel Solórzano Sánchez **
** Enfermero Hospital Donostia. Osakidetza /SVS
Enfermero Servicio de Oftalmología
Hospital Donostia de San Sebastián.
Vocal del País Vasco de la SEEOF
Miembro de Eusko Ikaskuntza
Miembro de la Sociedad Vasca de Cuidados Paliativos
Miembro Comité de Redacción de la Revista Ética de los Cuidados
M. Red Iberoamericana de Historia de la Enfermería
Miembro no numerario de La RSBAP
masolorzano@telefonica.net
1 comentario:
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