miércoles, 16 de marzo de 2022

LADY MARY WORTLEY MONTAGU PIONERA DE LA VACUNACIÓN

 

Lady Mary Wortley Montagu, políglota, viajera, escritora, poeta y pionera de la vacunación. Mujeres que hacen historia

 

Foto 1 Lady Mary Wortley Montagu (1689 - 1762). Retrato de Joseph Highmore Heritage

 

De todos es conocido el descubrimiento que realizó Edward Jenner sobre la vacunación contra la viruela en Gloucestershire, Reino Unido, hace casi 250 años.

 

Pero pocos han oído hablar de Lady Mary Wortley Montagu.

 

Fue una mujer de la alta sociedad inglesa, cuyos pioneros experimentos de inoculación sentaron las bases para el descubrimiento que posteriormente obtendría Edward Jenner, pero su contribución está en el olvido.

 

En este tiempo, que se cumplen 300 años del aniversario de sus extraordinarios experimentos con personas humanas, nos brinda una gran oportunidad para revisitar y descubrir su asombrosa contribución a la salud pública.

 

Nacida en Londres con el nombre de Mary Pierrepont en 1689 y su muerte en 1762; fue una mujer vivaz y muy testaruda que escribía cartas y poemas, y tenía opiniones progresistas sobre el papel de la mujer en la sociedad británica (1 y 2).

 

Desde temprana edad estuvo deseosa de recibir la mejor educación; y su educación fue más importante de la que se creía apropiada para las niñas de su tiempo y clase social.

 

Foto 2 Cartel de Lady Mary Wortley Montagu

 

Contaría ella más tarde Lady Mary, que en su vida de joven visitaba siempre que podía la biblioteca de su familia para “coger” y leer los libros que le ayudarían en su educación, lejos de la mirada de una desprestigiada institutriz. Siempre se consideró una aristócrata inglesa y dama de las letras (1 y 2).

 

Cuando tenía 16 años ya había escrito dos volúmenes de poesía, una novela corta, y había aprendido latín por sí misma.

 

Para evitar un matrimonio concertado, se fugó cuando tenía 23 años y se casó con Edward Wortley Montagu, nieto del primer conde de Sandwich.

 

Más importante que sus logros literarios, Lady Montagu fue responsable de la introducción de la inoculación de la viruela en Gran Bretaña y Europa Occidental. Este avance médico, que promovió ampliamente y más tarde reemplazado por la vacunación de Edward Jenner; fue la primera vez en la medicina occidental que se crearon anticuerpos para asegurar la inmunidad contra la enfermedad de la viruela (1 y 2).

 

En 1716, Edward Wortley Montagu se convirtió en embajador de Inglaterra en Constantinopla como se conocía en aquella época, hoy Estambul, capital del Imperio Otomano.

 

Desde allí, Mary Wortley Montagu escribió vívidas descripciones de la vida oriental, especialmente de las mujeres turcas, cuya vestimenta, estilo de vida y tradiciones la intrigaban.

 

La más notable fue sobre su método de inoculación contra la temida enfermedad, “la viruela”.

 

Desde hacía mucho tiempo se sabía que las personas sólo podían contraer esta enfermedad una vez. Si sobrevivían, eran inmunes por el resto de sus vidas.

 

En lugar de arriesgarse a una infección natural que tenía una alta tasa de mortalidad, las mujeres turcas mayores buscaban inducir un caso leve en los niños mediante lo que llamaban un “injerto” (1 y 2).

 

La viruela provoca pústulas y costras en la piel de las personas afectadas por la enfermedad.

 

Las mujeres tomaban el pus de la pústula de un paciente y se lo añadían a una incisión que le hacían en el brazo a la persona que querían proteger.

 

Esto generalmente daba lugar a síntomas leves, seguidos de protección de por vida.

 

Hay un grupo de ancianas [aquí], escribió Wortley Montagu, “que se dedican a realizar la operación, cada otoño... miles de personas se someten a esto... [y no hay] un sólo ejemplo de alguien que haya muerto por ello”.

 

La propia Wortley Montagu había sobrevivido a la viruela, pero quedó con cicatrices faciales. Su hermano en cambio había sucumbido a la enfermedad.

 

Ella estaba ansiosa por proteger la vida de su hijo pequeño de la enfermedad y convenció al cirujano de la embajada para que lo inoculara.

 

El niño fue injertado el martes pasado”, escribió en una carta a su esposo, “y en este momento está cantando y jugando, y muy impaciente por recibir su cena”.

 

Wortley Montagu estaba decidida a “poner de moda este útil invento en toda Inglaterra”.

 

Foto 3 Lady Mary Wortley Montagu vestida según las costumbres turcas, era una mujer con ideas muy avanzadas para su época. Hulton Archive

 

Experimentó con su propia hija

Pasados un par de años, había regresado a su casa en Londres. En 1721, hubo una epidemia de viruela, y Wortley Montagu le pidió al médico de la embajada, que había venido con ella a Londres, que injertara a su pequeña hija que no había sido inoculada.

 

Preocupado por su reputación, el médico pidió a varios testigos médicos que observaran el procedimiento.

 

En abril de 1721, el médico inoculó a la joven Mary Alice. Fue la primera vez que se realizó este procedimiento en el Reino Unido.

 

Aunque muchos de los observadores médicos quedaron impresionados, otros se mostraron totalmente escépticos sobre esta práctica peligrosa y exótica (1 y 2).

 

Wortley Montagu y su hija visitaron hogares afectados por la viruela para demostrar que la niña estaba protegida.

 

Aun así, muchos médicos se mantuvieron cautelosos. ¿No era este un procedimiento arriesgado? ¿Y si causara una enfermedad grave o mortal?

 

En agosto de 1721, se realizó un experimento extraordinario en la “prisión de Newgate” de Londres que ayudó a persuadir a la gente del beneficio de la vacuna contra la viruela.

 

A varios prisioneros que esperaban ser ejecutados se les ofreció la oportunidad de vacunarse contra la viruela, y la posibilidad de quedar en libertad si sobrevivían. Todos aceptaron la oferta y vivieron para contarlo (1 y 2).

 

Foto 4 Litografía de una sala de enfermos de la época

 

Para demostrar que la inmunización realmente protegía contra la enfermedad, una de las prisioneras fue enviada a cuidar a un niño con viruela, y durmió con él todas las noches durante seis semanas sin enfermarse.

 

Aunque la inoculación siguió siendo una práctica controvertida, con cierta oposición médica y religiosa, éste experimento carcelario fortaleció considerablemente la campaña de “variolización”, como se conoce ahora a este procedimiento.

 

La princesa de Gales, amiga de Wortley Montagu, estaba convencida e hizo vacunar a sus propios hijos.

 

La realeza en toda Europa hizo lo mismo, al igual que los ricos de Nueva Inglaterra, donde la viruela estaba causando grandes estragos.

 

A pesar de que ocasionalmente se produjeron casos de enfermedad graves después de la inoculación, y algunas veces fueron fatales, el procedimiento salvó miles de vidas.

 

La contribución de Wortley Montagu fue celebrada por el poeta francés François-Marie Arouet conocido por el nombre de “Voltaire”, entre otros, y la inoculación se convirtió en un punto de encuentro para la Ilustración.

 

Setenta y cinco años después, el médico británico Edward Jenner, que había sido vacunado cuando era niño, llevó el proceso un paso más allá.

 

Él se dio cuenta de que aquellos que habían sufrido de “viruela bovina”, una enfermedad relacionada con el ganado que es muy leve en los humanos, eran posteriormente inmunes a la viruela (1 y 2).

 

Edward Jenner entonces inoculó a gente con pus de la viruela bovina y luego demostró que esto era efectivo contra la viruela, al vacunarlos con el pus de la viruela utilizando el enfoque de variolización de Lady Mary Wortley Montagu (1 y 2).

 

Foto 5 Edward Jenner vacunando a su hijo pequeño. De fondo se ve una vaca. Se calcula que, solo en el siglo XX, la viruela causó 500 millones de muertes

 

La vacunación”, como se conoció más tarde al procedimiento de Jenner por el nombre en latín “vacca, demostró ser segura y, posteriormente, se adoptó a nivel mundial.

 

Jenner recibió muchos premios y honores, y su trabajo condujo a la eventual erradicación de la viruela en 1976.

 

Todos los estudiantes de medicina del mundo aprenden ahora sobre Jenner; su retrato cuelga en el Royal College of Physicians de Londres.

 

Incluso se recuerda a “Blossom”, la vaca que proporcionó el material original de viruela bovina para el experimento de Jenner.

 

Su piel se encuentra en la Escuela de Medicina del Hospital St George, y su retrato cuelga en el Royal College of Pathologists.

 

Pero se olvida de Lady Mary Wortley Montagu, cuyos esfuerzos pioneros sentaron las bases para los experimentos de Jenner; ha caído en el olvido (1 y 2).

 

¿Recordaríamos su trabajo si hubiera sido obra de un médico hombre, en lugar de una dama de la alta sociedad?

 

Solo se puede adivinar si su trabajo sería recordado si hubiera sido un médico caballero, en lugar de una dama de la alta sociedad. Ahora, 300 años después, el Royal College of Physicians of London está buscando la forma más adecuada de reconocer su contribución.

 

Foto 6 Campaña de vacunación en Francia, en 1905

 

MARY MONTAGU, LA ARISTÓCRATA INGLESA QUE DESCUBRIÓ LA VACUNA PARA LA VIRUELA TRAS VISITAR LOS HARENES TURCOS

 

Durante su estancia en Constantinopla, como mujer del embajador inglés, vio la forma que tenían de inmunizarse contra la entonces mortal enfermedad, a la que ella sobrevivió pero que desfiguró su cara (3).

 

La historia de las vacunas tiene en Lady Mary Wortley Montagu (Londres, 1689-1762), escritora y aristócrata inglesa, una precursora que durante su estancia en Constantinopla, como mujer del embajador inglés descubrió en los harenes turcos la forma que tenían de inmunizarse contra la entonces mortal viruela.

 

La periodista y traductora italiana María Teresas Giaveri, catedrática de literatura francesa, descubre en “Lady Montagu y el dragomán” (Crítica) la historia de esta mujer que en el siglo XVIII luchó por difundir un descubrimiento revolucionario.

 

Giaveri lo cuenta como un libro de viajes que nos lleva desde Londres hasta Constantinopla pasando por el continente europeo de la mano de esta mujer con la cara desfigurada por la viruela a la que logró sobrevivir y que se casó por amor, lo que entonces no era habitual (3).

 

Cartas desde Constantinopla

Conocida literariamente por las cartas que envió desde Constantinopla, Montagu descubrió que allí solían inocular los cuerpos de las personas sanas con sustancia purulenta extraída de los enfermos para “vacunarlos”, una práctica que se extendió al resto de la sociedad otomana y que se hacía también en los baños para mujeres y harenes como pudo verlo ella misma (3).

 

Foto 7 Lady Mary Wortley Montagu. Fotografía original sacada de una miniatura. En posesión del conde de Harrington, 1844

 

Pero fue el dragomán (intérprete) de la embajada inglesa quien le puso en la pista, en este caso un noble de Constantinopla de origen genovés, Emanuel Timoni, que había estudiado medicina en la Universidad de Padua.

 

Convencida de la eficacia profiláctica del tratamiento, vacunó a sus dos hijos y una vez que regresó a Londres intentó convencer a los aristócratas y a los médicos que aplicaran este procedimiento cuando estalló otra epidemia de viruela (3).

 

Gracias a la ayuda del médico personal del rey, Sir Hans Sloane, en 1721 se probó en seis condenados a muerte, a lo que siguió la inoculación de viruela a los niños de un orfanato.

 

Cuando se vio el éxito, le siguieron las familias aristocráticas y la realeza.

 

Al mismo tiempo leemos las vicisitudes de Lady Montagu, que regresó al continente en 1739, tras las decepciones sufridas con sus dos hijos, y que abandonó a su marido con la excusa de que necesitaba un mejor clima para su salud para estar con su amante Francesco Algarotti.

 

El italiano Algarotti, un hombre culto, brillante y arquetipo de la Ilustración, 23 años más joven que ella, también era el amante del rey de Prusia Federico II el Grande, y su historia con Lady Montagú terminó pronto.

 

Foto 8 Memorial dedicado a Lady Mary Wortley Montagu en el Wentworth Castle. Fue erigido por William Wenthworth, inoculado con la vacuna, en agradecimiento a esta noble dama. Enmarcado por los árboles, se cree que es el monumento más antiguo del país dedicado a una mujer que no pertenece a la realeza

 

Ella acabó viviendo en Venecia. Cuando su marido murió de cáncer regresó tras un peligroso viaje a Londres, donde llegó en enero de 1762, para morir unos meses después.

 

Como recuerda Giaveri, la empresa de Lady Montagu fue el pistoletazo de salida de la historia de la vacunación.

 

Lo que entonces fue considerado un “experimento practicado por mujeres ignorantes” hoy en día se llama “vacuna” (3).

 

Agradecimiento:

Bibliografía aportada por mi compañera y amiga Dra. María Luz Fika Hernando. Profesora Titular de Universidad. Departamento de Enfermería. Universidad de las Palmas de Gran Canaria

 

Foto 9 El investigador y médico inglés Edward Jenner (1749 - 1823) inmuniza a un niño contra la viruela utilizando un suero obtenido de viruela de vaca. Ilustración publicada en 1901 en ‘Le Petit Journal’ de París

 

Bibliografía

1.- Lady Mary Wortley Montagu, políglota, viajera, escritora, poeta y pionera de la vacunación. Mujeres que hacen historia. Tom Solomon. 11 de diciembre de 2021.

 

Tom Solomon es director de la Unidad de Investigación de Protección Sanitaria de Infecciones Zoonóticas y Emergentes del Instituto Nacional de Investigación Sanitaria, y profesor de neurología, de la Universidad de Liverpool, Reino Unido.

 

Lady Mary Wortley Montagu, la mujer pionera de la inmunización olvidada por la historia - BBC News Mundo

https://www.bbc.com/mundo/noticias-58054138

 

Este artículo fue publicado en The Conversation y reproducido aquí bajo la licencia Creative Commons

Lady Mary Wortley Montagu – the forgotten immunisation pioneer (theconversation.com)

 

2.- Who was Lady Mary Wortley Montagu?

Who was Lady Mary Wortley Montagu? | National Trust

 

3.- Mary Montagu, la aristócrata inglesa que descubrió la vacuna para la viruela tras visitar los harenes turcos. Heraldo de Aragón. Noticia actualizada el 1 de noviembre de 2021. Agencia EFE

Mary Montagu, la aristócrata inglesa que descubrió la vacuna para la viruela (heraldo.es)

https://www.heraldo.es/noticias/internacional/2021/11/01/mary-montagu-la-aristocrata-inglesa-que-descubrio-la-vacuna-para-la-viruela-1530717.html

 

Foto 10 Inoculación del pus de vaca en el Hospital de Niños Pobres de Barcelona, 1890

 

Otra Bibliografía

4.- Lady Mary Wortley Montagu

https://es.wikipedia.org/wiki/Mary_Montagu

 

5.- La mujer que trajo la vacuna de la viruela y a la que nadie creyó. La Vanguardia

https://www.lavanguardia.com/historiayvida/edad-moderna/20200620/481830202485/viruela-vacuna-coronavirus-epidemia-covid-wortley-montagu.html

 

6.- La Nación

https://www.lanacion.com.ar/turismo/viajes/lady-montagu-la-viajera-que-trajo-la-primera-vacuna-desde-turquia-nid17032021/

 

7.- Isabel Cendala y Gómez. Primera Enfermera de Salud Pública de México. Manuel Solórzano Sánchez. Publicado el domingo día 16 de mayo de 2010

http://enfeps.blogspot.com/2010/05/isabel-cendala-y-gomez-primera.html

 

8.- Papel de la Enfermera Isabel Zendala en la Real Expedición Filantrópica de la vacuna de la Viruela. Manuel Solórzano Sánchez. Publicado el sábado día 9 de enero de 2016

http://enfeps.blogspot.com.es/2016/01/papel-de-la-enfermera-isabel-zendala-en.html

 

Foto 11 Dr. Edward Jenner (1749 - 1823), médico británico que realizó su primera vacunación a James Phipps, un niño de ocho años, el 14 de mayo de 1796. Pintura de E. Board en el Welcome Museum de Londres

 

Manuel Solórzano Sánchez

Graduado en Enfermería. Enfermero Jubilado

Insignia de Oro de la Sociedad Española de Enfermería Oftalmológica 2010. SEEOF

Miembro de Enfermería Avanza

Miembro de Eusko Ikaskuntza / Sociedad de Estudios Vascos

Miembro de la Red Iberoamericana de Historia de la Enfermería

Miembro de la Red Cubana de Historia de la Enfermería

Miembro Consultivo de la Asociación Histórico Filosófica del Cuidado y la Enfermería en México AHFICEN, A.C.

Miembro no numerario de la Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País. (RSBAP)

Académico de número de la Academia de Ciencias de Enfermería de Bizkaia – Bizkaiko Erizaintza Zientzien Akademia. ACEB – BEZA

Insignia de Oro del Colegio Oficial de Enfermería de Gipuzkoa 2019

Sello de Correos de Ficción. 21 de julio de 2020

masolorzano@telefonica.net

 

 

 

 

 

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