jueves, 27 de febrero de 2014

LA IMAGEN DE LA ENFERMERA EN LA PRENSA ESCRITA 4



1966
UN GORRO DE ENFERMERA SALPICADO DE SANGRE
Un gorro de enfermera salpicado de sangre yace en el revuelto departamento de Chicago en donde fueron asesinadas las ocho jóvenes enfermeras, entre ellas tres chicas enfermeras filipinas (Foto 045).

FOTO 045 Una cofia de enfermera ensangrentado de sangre

Las enfermeras amigas asisten al entierro de Gloria Davy en Calumet City, Illinois (Foto 046).

FOTO 046 Las enfermeras asisten al entierro

A veces la muerte llega “o pasa de largo” caprichosamente escribía Loudon Wainwright, y uno se salva o perece a consecuencia de decisiones al parecer carentes de importancia en el momento en que se tomaron.

Cerca de las 6:30 de la tarde del 13 de julio de 1966, Luisa Silverio, muchacha filipina de 21 años, fue con otra compatriota y colega del curso de intercambio de enfermeras, que trabajaba como ella en el South Chicago Community Hospital, a un piso de un pequeño edificio de departamentos situado a menos de dos cuadras de la casa en que ambas vivían, a buscar la correspondencia de su país. En los dos pisos de ese edificio vivían otras tres jóvenes enfermeras graduadas, también filipinas, y cinco norteamericanas, alumnas todas ellas de los cursos superiores de la Escuela de Enfermería del hospital.

Luisa Silverio recuerda que la casa estaba en silencio cuando ella y su amiga abrieron la puerta de tela metálica de la entrada. Las enfermeras solían dormir desde las 3:30, en que salían del hospital, hasta la hora de la cena. Después una de las filipinas alojadas en la casa bajó del dormitorio. Era valentina Pasión, enfermera de 23 años, que venía a mostrar a sus compañeras un nuevo esmalte de uñas, de color rosa nacarado. No tardó en aparecer Corazón Amurao, otra enfermera de 23 años; ella y valentina invitaron a cenar a las dos visitantes. Las enfermeras filipinas comían frecuentemente juntas. Valentina era una excelente cocinera, y a todas les gustaba su especialidad, el pancit, plato de fideos y verduras con carne de cerdo.

Pero aquel atardecer, la casa produjo una inquietante impresión a Luisa Silverio. Le pareció extraña y oscura como “si no hubiese nadie dentro”, y no quiso quedarse. Ella y su compañera declinaron la invitación y regresaron a pie, en la calurosa noche, hasta su alojamiento.

Esa misma tarde Pat McCarthy se encontró con otras dos estudiantes de enfermería, amigas íntimas suyas: Suzanne Farris y Mary Ann Jordan. Las tres dieron una vuelta en el automóvil de Mary Ann; se detuvieron a beber una coca cola y fueron luego al dormitorio de Pat, donde siguieron charlando.

A las 12,30 de la noche era la hora reglamentaria para retirarse a sus residencias, y se habló de la posibilidad de que todas pasaran la noche en la casa de Sue Farris, donde Luisa Silverio no quiso quedarse a cenar. Pat tenía que levantarse muy temprano para ir al hospital y sabiendo que se quedarían hasta muy tarde charlando decidió irse. Pero Mary Ann Jordan, que de ordinario vivía con su familia, decidió pasar la noche con Sue.

Fueron a su casa en el número 2319 Este de la Calle 100, adentro les esperaba un hombre vestido de negro y fueron víctimas de la gran furia que realizó el asesino, que estando emboscado asesinó brutalmente a sus ocho amigas.

FOTO 047 Las enfermeras asesinadas

La Escuela de Enfermería del South Chicago Community Hospital, sólo tiene cupo para 114 aspirantes y el curso dura tres años. Antes de la matanza había 30 muchachas en la promoción de graduadas. No es, pues, un lugar donde nadie puede pasar inadvertido. Las estudiantes para el grado, están en las aulas, en las salas del hospital, en la vida conjunta, en las fiestas y visitas recíprocas a casas vecinas, llegan a conocerse mejor que las de los establecimientos mayores. La promoción de 1966 había crecido y madurado junta bajo un adiestramiento riguroso, y su temple fortaleciese en el ambiente de vida o muerte de un hospital.

Cuatro de las norteamericanas asesinadas en la Calle 100 eran amigas íntimas y constituían, en gran parte, el alma de la clase: Mary Ann Jordan, Sue Farris, Gloria Davy y Nina Schmale.

En esta foto tomada en 1965 aparecen cuatro de las jóvenes asesinadas: Sue Farris, Nina Schmale, Pam Wilkening y Mary Ann Jordan (Foto 047).

FOTO 048 Las enfermeras asisten al entierro

Las chicas filipinas formaban parte de un grupo de 38 que trabajaban en el hospital. Eran ya enfermeras diplomadas, que habían llegado a Estados Unidos en un intercambio internacional. Trabajaban con el resto del personal especializado y percibían un salario mensual de 350 dólares. Las tres que vivían en la casa llevaban solamente dos meses en EE. UU.
Sus relaciones con las compañeras americanas eran amistosas y generalmente pasaban sus horas libres con sus compatriotas.

Las estudiantes para enfermeras hacen guardia de honor junto al féretro de Mary Ann Jordan, la cual vivía con sus padres, pero decidió pasar la noche fatal en el departamento de sus amigas (Foto 048).

LAS 8 ENFERMERAS ASESINADAS
Mary Ann Jordan, Sue Farris, Gloria Davy, Nina Schmale, Patricia Matusek, Pam Wilkening, Merlita Gargullo y Valentina Pasión.

Su asesino entró por la puerta de atrás, sólo quería dinero para ir a Nueva Orleáns, las llevó al dormitorio del fondo, las maniató y les ordenó que se tumbaran en el suelo. Comenzó entonces su salvaje orgía. Richard Franklin Speck, de 24 años, era un expresidiario condenado por robo con escalamiento, agresión y emisión de cheques sin fondos. Lo describían los que le conocieron como “errabundo”, “solitario”, “indeseable”. Le gustaban los licores, las mujeres y los cuchillos.

Enfermeras de un Hospital de Miami consolando a un niño (Foto 049)

FOTO 049 Enfermeras de un Hospital de Miami

LA FOTO QUE DIO LA VUELTA AL MUNDO
La fotografía más famosa de Eisie se publicó en la revista del 7 de noviembre de 1966. Ésta foto muestra a un marinero abrazando y besando a una enfermera, realizada en Nueva York, el día de la victoria sobre el Japón (2 de septiembre de 1945). Recuerda que la gente estaba delirante de júbilo: “Cuando llegué a Times Square se daban besos a granel. Este marinero había besado a muchas mujeres, pero la enfermera era la más bonita”. El marinero vestido de blanco, que está a su izquierda, se presentó 21 años más tarde a una exposición de las fotos de Eisenstaedt, en el edificio Time-Life, para saludar al fotógrafo y darse a conocer (Foto 050).

FOTO 050 Times Square, Nueva York

1967
ANTE UNA LARGA CONTIENDA, LA LUCHA CONTRA LA LEUCEMIA
Una enfermera anima y hace reír a un niño con leucemia en el Hospital Anderson. Tuvo que sufrir siete horas de agotadoras transfusiones de sangre, al mismo tiempo que se le aplicaban las primeras dosis de drogas destinadas a combatir las células leucémicas. Al llegar la noche se produjo una reacción febril por las transfusiones, el niño no se lamentó ni derramó ninguna lágrima. Estando su madre con lágrimas en los ojos dijo: “Ese cuerpecito está recibiendo mucho castigo”.Pero a su lado está la enfermera (Foto 051).

FOTO 051 Una enfermera del Hospital Anderson

1968
Guatemala.
ATENCIÓN Y TERNURA PARA PACIENTES DE TODAS LAS EDADES
La hermana Charles Marie, tía del Dr. Kendrick, que es enfermera, bebe agua de coco en una excursión a la playa de Quegüeche (Foto 052).

FOTO 052 La Enfermera Charles Marie

Tras la devoción, la diversión
El anfitrión de los Kendrick, arranca una carcajada a la enfermera Charles, cuando aparece ataviado con un “minihábito” (Foto 053).

FOTO 053 Tras la devoción, la diversión

Antonio Figueroa del instituto Guatemalteco de Seguridad Social, aplica un ungüento a María Teresa Morales de 14 meses, mientras la hermana Charles la distrae (Foto 054).

FOTO 054 Distracción a la criatura

La hermana Charles, la ayudante Lucy Dougal y la madre del Dr. Kendrick, Mrs. Lilliam Kendrick, clasifican medicinas regaladas por compañías farmacéuticas de EE. UU. (Foto 055).

FOTO 055 Clasificando medicinas

CÓMO OCURRIÓ EL DESASTRE Y CÓMO IMPEDIR QUE SE PIERDA UNA VIDA
En un camión se rompió una botella que derramó sobre los sacos de harina, impregnándolos con un mortífero insecticida. El paratión (Folidol, fosfato orgánico) en México, su polvo causó 17 muertes al contaminar un lote de harina.

En la foto. Una enfermera del Hospital del Salvador, en Chiquinquirá, induce al vómito en una víctima del envenenamiento, para atenuar el efecto del Folidol (Foto 056).

FOTO 056 Una enfermera del Hospital del Salvador

UN ABRAZO DE AMOR
Para los niños desamparados de Honduras
Para los huérfanos que vagan por las calles de Tegucigalpa, Honduras, a los niños abandonados en el hospital público o en la penitenciaría central.
María Rosa nos cuenta la rolliza monja y enfermera.
Al profesar, hacemos tres votos: pobreza, castidad y obediencia, pero la pobreza se queda en la calle (Foto 057).

FOTO 057 El amor de la enfermera María Rosa

Sor María Rosa, de 40 años de edad, que trabajaba entonces de enfermera en un hospital de la capital hondureña, emprendió una campaña a favor de los pobres, especialmente de los niños desamparados. Quería fundar un hogar para todos los niños de Tegucigalpa que no lo tuvieran.

El abogado Roberto Zacapa fundó la Sociedad de Amigos de los Niños, con los fondos de esta Sociedad se alquilaron cinco apartamentos dobles en el nuevo barrio de Miraflores, donde Sor María Rosa consiguió tener a su cargo 130 niños, 100 en los apartamentos y los 30 más mayores en una pequeña granja próxima (Foto 058).

FOTO 058 Sor María Rosa sonríe a los niños y juega con ellos.

1969
En todo el año no hay ninguna imagen de enfermeras.

CONCLUSIONES
La revista Life ha sido uno de los referentes básicos en la evolución de la sociedad occidental a lo largo del siglo XX.

La aparición de la revista en castellano y en España, tras pasar los filtros de la censura, acerca los cambios que acontecen en el mundo a una sociedad especialmente aislada desde el final de la guerra civil.

En Life se puede apreciar perfectamente la progresiva incorporación de la mujer al mundo laboral a lo largo del siglo XX.

La presencia de la figura de la enfermera como profesional cualificada que trabaja en el cuidado y promoción de la salud es un fiel reflejo de estos cambios sociales. Además, la aparición de esta versión en castellano de la revista Life coincide con el desarrollo del sistema de grandes hospitales / residencias sanitarias del denominado Seguro Obligatorio de Enfermedad, precursor de nuestro actual sistema nacional de salud, en el que Enfermería constituye el colectivo más numeroso y el mejor valorado por las personas que utilizan sus servicios.

Si analizamos las imágenes de enfermeras que aparecen en la revista mayoritariamente (80%) recogen los uniformes que se empleaban en la época y caracterizados por la cofia. También aparecen, aunque en menor medida, enfermeras pertenecientes a órdenes religiosas (17%) y de forma simbólica (3%) enfermeras que vestidas de calle prestan sus servicios en la comunidad.

En este sentido es preciso reconocer que esta proporción de la representación de las enfermeras se corresponden más con los usos de los países más desarrollados que con la realidad de la socioeconómica de una sociedad que comenzaba a salir de la autarquía impuesta por el gobierno del general Franco.

Sin embargo, considerando el contexto sociocultural imperante, predomina la aparición de escenas que exaltan los valores cristianos para transmitir gratitud, amor, ternura, esperanza, caridad y fe en diversos contextos: una maternidad, un orfanato, una peregrinación de enfermos a Lourdes, un hospital, un sorteo de lotería, hospitales, etc.

Destaca un aspecto, extraído del contexto norteamericano, en el que se visualiza que todas las enfermeras profesionales deben recibir una formación reglada y de calidad, que en Estados Unidos consideran que debe ser universitaria, cuestión que no llegó a España hasta el último cuarto del pasado siglo XX.

AUTORES:
Jesús Rubio Pilarte
Enfermero y sociólogo. Profesor de la E. U. de Enfermería de Donostia. EHU/UPV
Miembro no numerario de La RSBAP

Manuel Solórzano Sánchez
Enfermero. Hospital Universitario Donostia de San Sebastián. Osakidetza /SVS
Colegiado 1.372. Ilustre Colegio de Enfermería de Gipuzkoa
Miembro de Enfermería Avanza
Miembro de Eusko Ikaskuntza / Sociedad de Estudios Vascos
Miembro de la Red Iberoamericana de Historia de la Enfermería
Miembro de la Red Cubana de Historia de la Enfermería
Miembro Consultivo de la Asociación Histórico Filosófica del Cuidado y la Enfermería en México AHFICEN, A.C.
Miembro no numerario de la Real Sociedad Vascongada de Amigos del País. (RSBAP)


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