Inauguración
Oficial de la Clínica Operatoria en “Villa San Ignacio”, el 23 de Septiembre de
1906
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Clínica Villa San Ignacio 1906
La
Clínica de San Ignacio fue fundada en 1905 por los doctores Mariano Antin y Miguel Vidaur y a finales de 1905 por los doctores Mariano Antin, Miguel Vidaur y Benigno
Oreja, con la cooperación de los señores Hilario Gaiztarro Eceiza y Ramón
Castañeda Otermin, de gran renombre en aquella época.
En
1914 salió de la Sociedad el doctor Castañeda y entró el doctor Luis Urrutia, primer especialista
español del aparato digestivo que abordará la terapéutica quirúrgica de la
misma. De todos es bien conocida su brillante labor y el renombre que con la
asombrosa e infatigable tenacidad llegó a adquirir la CLÍNICA SAN IGNACIO.
Por
otra parte, el prestigio de los demás compañeros, particularmente la
especialidad en Urología, atraían la atención de numerosos enfermos de dentro y
fuera de la región, y pronto resultó insuficiente la disposición del edificio
primitivo.
Los
doctores Luis Urrutia y Benigno Oreja, se decidieron a
perfeccionar y ampliar el edificio, y previo convenio con los demás compañeros,
quedaron éstos exclusivos propietarios del mismo, reformándolos en términos tales,
que gastaron en la ampliación y nueva organización de servicios, la importante
suma de un millón de pesetas.
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2 Quirófano de la Clínica San Ignacio
Nueve
años después, el doctor Luis Urrutia
quiso repartir sus actividades quirúrgicas entre Madrid y la Clínica San
Ignacio, trabajando en ésta exclusivamente de junio a octubre, y preocupándose
antes que su puesto quedase provisto por persona idónea y competente, lo que no
le fue difícil, pues entre sus alumnos, pronto se destacó el que sin vacilación
había de ostentar enhiesta y sin mengua alguna, la gloriosa tradición que en la
especialidad del aparato digestivo creó el llorado maestro.
En
la actualidad es el doctor Julián
Bergareche, quien se ocupa de esta especialidad.
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3 Sala de radiodiagnóstico, en la que los pacientes hallan la mejor y más
completa instalación que puede dedicarse a esta finalidad
El
lector se podrá formar idea de la distribución del trabajo de la casa y de las
personas que la integran, pero no podemos pasar por alto sin subrayar, la
novedad para España, de que así como esta Clínica fue la primera donde se implantó la práctica de la
especialidad del Aparato Digestivo
en sus dos aspectos médico y quirúrgico, practicada por el mismo individuo, así
también podemos decir con orgullo, que la Neurología
está regentada, por vez primera,
por un doctor que ha adquirido sólida base quirúrgica en los servicios de Martel, en París, y, sobre todo, con Forsber en Breslau, donde mereció
singular predilección del ilustre maestro, por sus dotes excepcionales.
Otra
preocupación –dice la Dirección de la Clínica– desde que la ortopedia moderna
ha adquirido en la Europa Central, después de la Gran Guerra, su gran esplendor
y relieve social de primer orden, por sus íntimas conexiones con los problemas
más vivientes en el aspecto económico social, era resolver en nuestra casa
aquellos que fuesen reflejo fiel de este progreso, lo que creemos haber
realizado, haciendo que dos jóvenes compañeros, los doctores Francisco Arriola y José Elósegui, nada más terminar en
España sus estudios universitarios, eligieran como centro de cultura
ortopédica, las gloriosas Escuelas Vienesas de Lorenz-Büber-Spitzi, las alemanas de Goecht-Biesalski en Berlín y Langue
en Munich, durante dos años repartiéndose el trabajo cultural ordenada y
equitativamente, terminando su formación en la de Futti en Bolonia, Galeazzi
en Milán y en Francia con su prolongada estancia en las distintas Escuelas Berck-Plage.
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4 Un detalle de la Sala de citoscopias, equipada con arreglo a la más rigurosa
actualidad científica
Un
rico arsenal con taller apropiado para la confección de las distintas piezas
que tanta admiración causan, las prótesis actuales, estando encargado de su
ejecución mecánica el señor Göstze,
hacen que consideremos sin jactancia la instalación de este servicio como de
uno de los mejores y más completos que existen en nuestra nación.
Tampoco
es frecuente en nuestras Clínicas privadas y desgraciadamente ni en muchos
hospitales, procurar estar provistos de un buen laboratorio, sobre todo en la
sección de Anatomía Patológica, y, por esto, se ha cuidado de llenar
cumplidamente esta laguna, al buscar y encontrar la colaboración de uno de los
más distinguidos anatomopatólogos del país, el doctor Antonio Llombart, de la Escuela de Río Ortega.
Al frente de
la sección radiológica, está un compañero que en buena lid demostró sus
aptitudes en la materia, el doctor Sebastián
Córdoba, y por último, un ayudante, el doctor Luis Garmendia, probo, inteligente y laborioso, estrechamente
compenetrado con sus compañeros y con hábitos quirúrgicos para llevar a cabo
con perfección las intervenciones que la urgencia pudiera reclamar; es el
encargado de la visita nocturna diaria y las guardias permanentes que las
contingencias de la enfermería reclamasen.
Respecto
al criterio médico que impera en la Clínica, hemos de decir que la Clínica San
Ignacio encarna el ejemplo clásico de una división de especialidades, como
puede verse en el cuadro médico de la misma: Gastroenterología, Urología,
Neuro-cirugía, Otorrinolaringología, Oftalmología, Ginecología, Ortopedia,
Pediatría, Nutrición, Sección de Laboratorio y Sección de Rayos X (radiología y
radioterapia).
Sirven
por tanto, de modelo a esta clínica los grandes establecimientos
norteamericanos y alemanes análogos.
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5 Una sala de trabajo del laboratorio, eficaz colaborador de la clínica en
todos los aspectos
Opina
el doctor Julián Bergareche, que la obra extraordinaria del doctor Luis
Urrutia, realizad casi totalmente en esta clínica, si constituyó el modelo
insuperable al que hemos de procurar ajustar siempre nuestra labor, no se ha de
tomar, dada su misma condición científica, por una meta definitiva, sino como
una base firmísima sobre la que han de apoyarse sus discípulos para continuar
su obra en lo posible.
Por si fuera
poco el caudal de experiencia que nos legó Luis Urrutia, he contado, además
gracias a él y al doctor Benigno Oreja, no sólo con un rico arsenal de
instrumental exploratorio y quirúrgico, sino lo que es aún más eficaz, con la
colaboración inestimable por competente y devota, de quienes fueron durante
años conmigo asistentes y discípulos del mismo maestro, los doctores Jesús Batanero y Luis Garmendia.
Una de las
aportaciones más importantes de Luis
Urrutia a la cirugía española, fue su interpretación biológica de los
problemas quirúrgicos, su empeño de buscar la disminución del riesgo operatorio
no sólo en la perfección de la técnica sino en el diagnóstico precoz, en la
preparación adecuada del enfermo y en una vigilancia exquisita del curso
operatorio.
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6 Sala de trabajos ortopédicos que en la Clínica San Ignacio ocupa un lugar
importante en la Clínica
El estudio
de la capacidad vital de los enfermos, problema reducido antes a los recursos
de la clínica, se ha completado actualmente con la exploración físico-química
hasta hacerse imprescindible; y todas las complicaciones que se derivan del
schock y de la desintegración celular operatorias, a saber; la acidosis, la
insuficiencia hepática y renal y algunos síndromes erróneamente atribuidos a
trastornos mecánicos del curso gastrointestinal, sólo pueden ser denunciados y
eficazmente tratados con el concurso del laboratorio.
Claro es que
sin la histología, la anatomía patológica quirúrgica es incompleta y
deficiente, y aventurada toda conclusión que no lleve el referéndum
microscópico. Si hasta hace un año nuestro laboratorio ha podido subvenir mal
que bien a las exigencias clínicas, en lo que se refiere a las investigaciones
hematológicas, serológicas y fisicoquímicas, el problema del diagnóstico
anatomopatológico sólo lo podíamos resolver con grandes dificultades y
limitaciones, dada la distancia a que nos encontramos de todo centro
universitario.
En la
actualidad, este problema importantísimo del laboratorio lo hemos resuelto por
completo, gracias a la munificencia de la dirección y al concurso del doctor Antonio Llombart, que ha renunciado a
los lauros académicos para ayudarnos a resolver los problemas de la práctica
diaria.
Foto 7 Esta
es una de la habitaciones de precio reducido de la clínica. Claridad, limpieza
y asepsia perfecta
Respecto a
la cirugía ortopédica, escriben los doctores José Elósegui y Francisco
Arriola lo siguiente:
“Las
palabras rendimiento, provecho, eficiencia, son las que dominan la concepción
ortopédica. Es preciso tener en cuenta qué función no equivale a eficiencia,
función significa actividad, eficiencia significa utilidad, rendimiento.
Función es fisiología, eficiencia es realidad”.
“La
alteración de la función no implica necesariamente disminución de eficacia en
cuanto que el organismo dispone de muchos recursos de compensación”.
“Por el fin
que se propone (la máxima eficiencia del individuo) es la Ortopedia
eminentemente social. Por esta razón erigida en especialidad a principios de
siglo principalmente por la labor de Hoffa
y Lorenz ha adquirido una
importancia extraordinaria en la guerra y en la postguerra”.
“La
dirección de la Clínica San Ignacio
ha creído necesario establecer esta sección. Para ello ha implantado un
servicio de Ortopedia y Traumatología con un taller ortopédico a cargo de Adolfo Göetze, mecánico diplomado en la
Universidad de Berlín”.
El
doctor Miguel Vidaur es el encargado
de la Sección Oftalmológica en la Clínica
San Ignacio. Fundador de ella y uno de los que con mayor entusiasmo han
colaborado a darle prestigio, su nombre es garantía del buen funcionamiento de
esta Sección.
Foto
8 Moderna sala de otorrinolaringología, dotada de las mayores perfecciones
científicas
El
doctor Ramón Castañeda está
encargado de las enfermedades del oído. Teniendo el pabellón auricular una gran
participación en las percepciones acústicas, sobre todo para los sonidos
graves, y como localizador de la dirección del sonido según indica Kompagneetz, su cirugía
reparadora de un comienzo antiquísimo, se ha visto últimamente reforzada ante
la necesidad de corregir las nuevas y abundantes mutilaciones y deformaciones,
que como natural consecuencia dejó la gran guerra siendo en Italia Cesari,
en Polonia Lobrzaniegski, en Rusia Zebrowski, en Alemania Lenker,
Katz,
Kahler
y en Francia A. Noel, Jacques y Roig, quienes han
publicado una porción de interesantes trabajos dándonos a conocer distintos
métodos quirúrgicos de corrección, siendo Chenet quien recientemente ha
mejorado la técnica de Henning por medio de piezas
protésicas habiéndola empleado nosotros con resultados bastante buenos.
Los
tratamientos de oído medio poco han avanzado, pues seguimos con los rudos
desinfectantes, con la cura seca, etc., y como cosa nueva tenemos la
monoterapia y el empleo de la vacunoterapia, pero nosotros compartimos la idea
de Tretrop
y únicamente empleamos este tratamiento en las inflamaciones del tejido blando,
no dándonos resultados brillantes cuando la infección es de una cavidad ósea.
En las
trepanaciones mastoideas y en las petro-mastoideas totales, se puede decir que
ha avanzado poco, a pesar de ser el caballo de batalla de la cirugía otológica
y de la gran cantidad de trabajos publicados sobre estos temas, pues al mismo
tiempo que seguimos empleando las distintas curas húmedas y secas que se hacen
interminables, hemos controlado el nuevo procedimiento de la ambrina con
resultados para todos los gustos, y el de la irrigación continua de Borri en
las mastoidectomías.
Foto 9
Clínica Villa San Ignacio
Con gran
intensidad se han ocupado de corregir el mal estado auditivo en que quedaban
los radicalizados totales, siendo Heath
en Inglaterra, Sohier y Bujani en América, Neuman en Viena, Lermoiez
Boulag y Hautant en Francia
quienes más se han ocupado empleando para ello la trepanación petro-mastoidea
conservadora, y aplicando Sourdiñe
su método de ático timpanotomía transmastoidea, así como con su método de
trepanación del canal semicircular externo en los otoesclerosos, quien ha dado
a conocer estas nuevas técnicas con el objeto de dejarles una buena audición a
los trepanados y a los otoesclerosos.
En las
tromboflebitis del seno lateral, se ha dado un gran avance sobre todo en su
diagnóstico con la introducción por Kindler
de la prueba de Kueckennstedt, así como los datos que la punción lumbar nos da
de tensión, análisis citológico y bacteriológico del líquido cefalo-raquídeo y
la valiosa aportación de la radiología (Wittmaach, Kunge, Wagener, Spencer, Reverchon, Worms, Stenvers). Este último dato lo
consideramos tan importante que no operamos ningún enfermo sin antes obtener
una placa radiográfica de su mastoides que nos indique sus lesiones, el sitio
donde éstas se encuentran más pronunciadas y las relaciones que puedan tener
con las meninges o con el seno lateral, sirviéndonos estos datos grandemente en
el acto operatorio.
Foto 10 Uno
de los aspectos ofrecidos por la sala de esterilización, en el que puede
apreciarse la calidad de los aparatos destinados a ese fin
Desde Helzmotlz que creó la concepción
auditiva, poco ha variado ésta, no así en cambio la fisiología vestibular donde
las experiencias d´Ewald, Mach, Breuer, Minx, Barany, Magnus, Klein y Kuix, son cambiadas y refutadas
constantemente por otras nuevas, viviendo el laberinto en un constante cambio
de teorías; afortunadamente la cirugía del oído interno se practica con más
frecuencia y seguridad ya que esta parte del órgano auditivo es mucho más
accesible a cualquier intervención, debido al perfeccionado instrumental que
hoy día se posee.
En lo
referente a las enfermedades de la Faringe y Laringe, se siguen en la Clínica
San Ignacio los más modernos procedimientos, siendo el doctor Eusebio Polit Etxepare, el que dirige
esta sección.
La instalación
electrológica y electroterápica de la Clínica
San Ignacio es digna de especial mención. Esta especialidad y las
necesidades de la Clínica San Ignacio en el momento actual, están cubiertas por
completo, funcionando este servicio totalmente compenetrado con los demás, pero
conservando la debida autonomía en cuanto a las técnicas. En esta forma como es
mayor el rendimiento de un servicio de esta naturaleza, pues se le conserva el
papel de auxiliar de todos los demás sin coartar las iniciativas de quien asume
su dirección.
Para el
radiodiagnóstico cuenta con un moderno aparato de cuatro válvulas y alto
rendimiento. Las radioscopias se hacen directamente por los diversos
especialistas así como también la indicación para las radiografías, quedando la
preparación del enfermo y la técnica de las mismas a cargo del radiólogo que
luego colabora con el especialista en la interpretación de las placas. Unida
como se halla la Sala de Radiodiagnóstico con la Sala de Citoscopia, y próxima
a los demás servicios, la colaboración con todos es fácil y evidentes los
beneficios para el diagnóstico.
Foto 11 Rincón
de la cocina del establecimiento, donde se preparan magníficos y suculentos
manjares
El servicio
de radioterapia profunda está distribuido en tres salas contiguas: sala de
transformadores, sala de tratamiento y cabina de mandos donde se hallan los
cuadros eléctricos de distribución para todo servicio.
El aparato
empleado, moderno y de gran potencia, consta de todos los interruptores
automáticos de seguridad, necesarios para haber eliminado completamente los
peligros de electrocución; la protección contra las radiaciones directa y
secundaria existe en toda la sala de tratamiento mediante las adecuadas
planchas de plomo que cubren las paredes, suelo y techo. Las intensidades de
radiación se controlan periódicamente mediante el ionómetro y con la debida
vigilancia se ha conseguido no haber tenido hasta la fecha ni un solo
accidente.
Siguiendo
las normas de estricta colaboración que rigen en todos los servicios, una vez
hecho el diagnóstico por quien corresponda se hacen las irradiaciones con
absoluta libertad por el radiólogo, después de ponerse de acuerdo con el
clínico en cuanto a indicaciones y momento de irradiación (preoperatoria o
postoperatoria) y luego, juntos otra vez, siguen el curso del enfermo.
Gracias a
esto, se han podido evitar los criterios cerrados, respecto a terapéutica
meramente quirúrgica o radiológica, que muy corrientemente imperan, y en todo
momento se aplica en cada caso un criterio ecléctico, que es lo más científico
y naturalmente, lo más beneficioso.
Foto 12 De
pie de izquierda a derecha: Miguel Vidaur, Benigno Oreja y Mariano Antín.
Sentados: Leopoldo Ramoneda y Ramón Castañeda, doctores de la Clínica San
Ignacio
Con esta
organización, se consigue la máxima eficiencia tanto en diagnóstico como en
terapia, pues el radiólogo no puede poseer las diversas técnicas de los
especialistas (sondajes ureterales, punciones lumbares, punciones de
ventrículos, etc.,) como éstos las poseen, y por otra parte, éstos no pueden
dominar las técnicas de radiografía y los métodos de dosificación y técnicas
terapéuticas, cada día más complicadas, y que deben ser de absoluta competencia
del radiólogo, que responde de su correcta aplicación.
Para la
fototerapia, disponemos de una lámpara Hanau, y para la diatermia de tres
aparatos, uno de ellos de ondas entretenidas, especialmente adaptado para
servicios quirúrgicos, (bisturí eléctrico), de gran uso actualmente, y otro
pequeño, especial, para electrocoagulaciones vesicales.
Los dos
aparatos para corrientes galvánicas y farádicas, son manejados por el
neurólogo, por ser quien los necesita para el diagnóstico. Como personal
auxiliar del radiólogo, actúan un electricista y varias Hermanas de la Esperanza, convenientemente instruidas, que se
encargan de la parte de laboratorio, de revelado y de las sesiones de
fototerapia y diatermia. A su cargo está el doctor Sebastián Córdoba.
El
Laboratorio es, en la medicina moderna, el que resuelve en todo momento las
dudas del médico. Nace el laboratorio como consecuencia del científico
deseo de ver posibles alteraciones en los escreta del enfermo y aún en sus
tejidos, por la causa morbosa, deseo de interés puramente teórico hasta mitad
del siglo XIX, y que se plasma en espléndida realidad en la época presente.
De todos son
bien conocidas las características del laboratorio, las cuales podríamos
resumirlas en estas breves frases:
Es el factor
químico, médico y anatómico, limador de las fantasías e hipótesis del clínico,
que presta base precisa a sus opiniones y que proyecta con su dato positivo
serena tranquilidad ante las dudas del médico, y finalmente, es el fiel
consejero que relaciona en cada caso hechos experimentales y médicos,
sirviéndole al clínico de auxiliar sincero y desinteresado.
Quien haya
leído los artículos de nuestros compañeros, verá en ellos con cuánta frecuencia
se alude al laboratorio; alusiones que son otros tantos argumentos probadores
de las ideas que venimos escribiendo.
El
laboratorio en la Clínica San Ignacio,
consta de las secciones corrientes en todos los hospitales: una serológica,
otra química, otra bacteriológica y otra anatomopatológica, repartidas en las
distintas salas que ocupa el mismo, y provista de los aparatos y medios de
investigación más perfectos y utilizados en la medicina moderna.
Difícil es
dar una expresión exacta del espíritu que anima a los médicos de esta Clínica,
y que trata de estar basado en el concepto moral de las ideas que debe llenar
el laboratorio junto al clínico. Una estrecha colaboración y un constante darse
cuenta de los problemas que se quieren resolver en cada caso, es el papel que
procura llenar de ordinario, y en los casos de interés clínico amplía estas
investigaciones con objeto de que puedan ser publicadas y enriquecer la
bibliografía médica.
Sabido es,
que en la práctica quirúrgica, el estudio de los preparados anatomopatológicos
descubre en muchas ocasiones detalles que justifican y avaloran la historia
clínica del enfermo.
Junto a
estas investigaciones del laboratorio, se desenvuelven la investigación en
materias de biología médica y anatomopatológica, a las cuales se han dedicado
todos los entusiasmos de nuestra vida científica, y que durante nuestra
formación en la escuela de Río Hortega y después en los años de
permanencia en el extranjero, nos hemos dado cuenta de los grandes problemas
que hoy día apasionan a los cultivadores de la ciencia de Galeno y Virchow.
Creemos que
estas líneas que acabamos de escribir, darán una idea al público médico de cómo
se desenvuelven los servicios de laboratorio en la Clínica San Ignacio por el
doctor Antonio Llombart.
Foto
13 Hermana de
la Esperanza dando medicación a una niña
Y,
para finalizar, haremos constar que la Clínica, cuenta también con un taller de
ortopedia propio. En efecto, las curas ortopédicas exigen imperiosamente, unas
veces como fundamento, otras como complemento, la colaboración de un mecánico
ortopédico de vasta y acredita gran experiencia, que aparte de los miembros
artificiales y de todo cuanto necesita para la terapia de las enfermedades y
lesiones del aparato locomotor, pueda producir los aparatos para la
fisioterapia ortopédica.
La sección
de ortopedia cuenta para ello con un taller ad-hoc, instalado en la Clínica y
dirigido por Adolfo Göetze, mecánico
diplomado de la Clínica ortopédica de la Universidad de Berlín.
Foto
14 Clínica San
Ignacio, mayo 2017
El taller
trabaja sobre bases rigurosamente científicas, según principios y métodos de la
Escuela alemana. El mecánico pone a disposición de los señores médicos, todos
sus conocimientos y competencia técnica en la construcción de los aparatos, que
le son sugeridos bajo sus indicaciones.
Toda producción
está sometida al examen, prueba y control médicos, para que ofrezca todas las
garantías posibles de seguridad y buen funcionamiento. La dirección médica
asume, pues, la plena responsabilidad de la producción del taller.
Tal es la
Clínica San Ignacio, verdadero modelo en su género y honra de San Sebastián.
Bibliografía
Revista
Vértice Número 3. Páginas 107 a 110. Junio de 1937
Foto
15 Personal médico y sanitario del establecimiento Clínica San Ignacio, a cuyos
cuidadosos e inteligentes desvelos se debe el renombre y el merecido prestigio
logrados por la misma. El eminente cirujano Doctor Benigno Oreja, una de las
glorias de la Medicina española, director de la Clínica San Ignacio
Otros Trabajos sobre la
Clínica San Ignacio
Clínica San
Ignacio en Ategorrieta. San Sebastián. Publicado el lunes día 3 de abril de
2017
http://enfeps.blogspot.com.es/2017/04/clinica-san-ignacio-ategorrieta-san.html
Clínica San
Ignacio. San Sebastián. 1999. Trabajo de: Maite Tapia Herrero, Eneka Torres
Sastre y Cristina Villar López. Publicado el martes día 13 de junio de 2017
http://enfeps.blogspot.com.es/2017/06/clinica-san-ignacio-san-sebastian_60.html
Fotógrafo
Velasco de la Revista Vértice
Revista
Vértice
La
Revista Vértice nace en abril de
1937 que apareció su primer número y surgió en San Sebastián al igual que
muchas otras revistas y publicaciones falangistas. Fue redactada, impresa y
publicada por la Diputación Provincial de Gipuzkoa, en Nueva Editorial en Casa
Navarro y del Teso y también en la Editorial Itxaropena de Zarauz. Los textos
de este primer número eran los autores: Federico de Urrutia, Dionisio Ridruejo,
Carmen de Icaza, Martín Almagro, José María Usandizaga y Benito Perojo.
Fotógrafo Velasco. Tras el final de la Guerra Civil española, su sede se
trasladó a Madrid, al igual que otras publicaciones franquistas y pasó a ser
editada bajo el subtítulo “Revista Nacional de FET y de las JONS”.
Foto
16 Manuel Solórzano. Sobre y Sello de Correos de Ficción. 21 de julio de 2020
https://enfeps.blogspot.com/2020/07/manuel-solorzano-insignia-de-oro.html
Autor:
Manuel Solórzano Sánchez
Graduado en
Enfermería. Osakidetza, Hospital Universitario Donostia, Gipuzkoa
Insignia de Oro de la Sociedad Española de Enfermería Oftalmológica 2010. SEEOF
Miembro de
Enfermería Avanza
Miembro de
Eusko Ikaskuntza / Sociedad de Estudios Vascos
Miembro de
la Red Iberoamericana de Historia de la Enfermería
Miembro de
la Red Cubana de Historia de la Enfermería
Miembro
Consultivo de la Asociación Histórico Filosófica del Cuidado y la Enfermería en
México AHFICEN, A.C.
Miembro no
numerario de la Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País. (RSBAP)
Académico de número de la Academia de Ciencias de Enfermería de Bizkaia – Bizkaiko Erizaintza
Zientzien Akademia. ACEB – BEZA
Insignia de Oro del Colegio Oficial de Enfermería de Gipuzkoa 2019
Sello de
Correos de Ficción. 21 de julio de 2020
masolorzano@telefonica.net