ESCUELA DE DAMAS ENFERMERAS DE LA CRUZ ROJA
DE SAN SEBASTIÁN
S. M. Doña María Cristina y la Cruz Roja de San Sebastián
FOTO 1 Memoria del Hospital María
Cristina. Escuela de Damas Enfermeras de la Cruz Roja de San Sebastián
La caridad de S. M. La Reina María Cristina era proverbial.
Con anécdotas relacionadas sobre el tema habría para llenar un libro
voluminoso.
FOTO 2 S. M. La Reina María
Cristina. Presidenta de la Junta de Señoras de la Cruz Roja de San Sebastián
Desde ayudas a familias
aristocráticas que por reveses de fortuna acudían a su magnánimo corazón,
seguras de encontrar los medios de hacer frente a sus necesidades, creando
pensiones de su propio peculio, hasta las innumerables obras de caridad realizadas
a favor de asilos, Juntas benéficas, Colegios, artistas noveles, músicos,
huérfanos, etc., así como cuantas desgracias ocurrían en Donostia, la Reina se
apresuraba a prestar su ayuda moral y material: naufragios, catástrofes como la
del “Topo” en Irún, en la que personalmente acudió al hospital de aquella
ciudad para visitar e informarse del estado de los heridos, prodigándoles toda
clase de consuelos. Así mismo, la Reina Madre, al fin de la jornada veraniega,
remitía al Alcalde de la Ciudad 5.000 pesetas (de las de entonces) a fin de
distribuirlas en su nombre, a los más necesitados de los pobres de la Ciudad.
En los 41 años que veraneó en San Sebastián, sus pobres contaban con el reparto
de estas limosnas del mes de Octubre.
FOTO 3 Hospital María Cristina.
Escuela de Damas Enfermeras de San Sebastián 1917
Las campañas de la guerra de
África, que periódicamente se recrudecían, dio lugar a que se reorganizase la
Cruz Roja de España, siendo la Presidenta en España S.M. la Reina Victoria, la
que designó como Presidenta de la Cruz Roja en Guipúzcoa a S. M. María
Cristina.
Una de las grandes ilusiones de
Doña María Cristina, era la creación de un pequeño hospital para Escuela de
Enfermeras, y se comprende bien que, siendo la Presidenta de la Institución en
San Sebastián, y estando encariñada con su función, estimaba el disponer de una
plantilla de buenas enfermeras, con buena instrucción, lo que sin un hospital
de prácticas hubiera sido muy difícil.
Puesta de acuerdo con el Doctor Luis Egaña a quien ya conocía por haber
sido llamado a Palacio para prestar sus servicios médicos a sus nietos, y con
la colaboración de la Junta de Damas, se propuso resolver la dificultad de
buscar un local adecuado, no lejos de la Ciudad y que permitiese instalar
además de una clínica, un dispensario en el que pudieran recibir asistencia
gratuita los pobres de la Ciudad. S. M. Tuvo un rasgo de su generosidad y
cariño al pueblo donostiarra, adquiriendo de su propio peculio un chalet
situado en el Antiguo, reformándolo convenientemente para el caso, por el
arquitecto don Luis Elizalde.
FOTO 4 El Dr. Harriet, su mujer y
6 Damas Enfermeras Aristocráticas. Dispensario de Santa Isabel de San Sebastián
(1)
ESCUELA DE DAMAS ENFERMERAS 1909
Existía un precedente en San
Sebastián, en el Dispensario Médico de Santa Isabel, gratuito para los pobres
de San Sebastián, fundado en 1909 por el Dr. Carlos Vic. Disponía de un cuadro
de especialistas y un grupo de Damas aristocráticas que se formaban como
enfermeras, recibiendo clases teóricas y prácticas.
En 1909, durante la interminable
guerra de Marruecos, ocurrió el episodio del Gurugú ampliamente difundido por
la prensa. Un grupo de damas donostiarras estaban sensibilizadas para actuar
como Enfermeras en ayuda de la Sanidad Militar pero carecían de formación. Se
pensó en aprovechar esta oportunidad para crear una Escuela de Enfermeras,
reunirlas y adiestrarlas y crear un grupo de señoritas enfermeras voluntarias
de la Cruz Roja, como ya existían en otras ciudades allende de la frontera.
En San Sebastián, en la calle
Larramendi, el Dr. Carlos Vic,
medicina general, junto con sus compañeros los doctores Michel Leremboure, cirujano y el oftalmólogo Augusto Harriet, todos ellos médicos franceses con ejercicio en la
Ciudad, fundaban el Dispensario para pobres de Santa Isabel, donde se
estableció la Primera Escuela de formación de Damas Enfermeras, a cuyos
cursos acudían señoritas y damas de la alta sociedad donostiarra. Estaba
dirigido por una Junta de Señoras.
Seguían el programa de la Cruz Roja Francesa, se les exigía ser
súbdita española, una edad mínima de 17 años y hacerse voluntarias.
Especialistas de la ciudad se encargaban de un amplio abanico de consultas por
las que rotaban las enfermeras en formación. Se hacía especial hincapié en la
perfecta esterilización y asepsia del material de curas y del instrumental
quirúrgico, además de una esmerada limpieza general. Médicos, enfermeras y
dirección trabajaban de forma totalmente gratuita y los recursos económicos
provenían de ayudas oficiales y de donativos.
La Reina Doña María Cristina,
durante sus veraneos en la ciudad había visitado este Dispensario para pobres
de Santa Isabel, en repetidas ocasiones, lo que hizo incubar la idea de crear
una red de Hospitales y Dispensario, en los que las Damas Voluntarias siguieran
un programa de formación reglado para obtener, en este caso, el Diploma de Dama
Enfermera de la Cruz Roja Española. (1)
FOTO 5 Consultorio del Dr. Vic. Dispensario de Santa Isabel de San
Sebastián (1)
HOSPITAL MARÍA CRISTINA DE SAN SEBASTIÁN
ESCUELA DE DAMAS ENFERMERAS DE LA CRUZ ROJA DE
SAN SEBASTIÁN
El Hospital María Cristina es Escuela
de Damas Enfermeras de la Cruz Roja de San Sebastián. Consta de una Clínica
operatoria con diez camas y un Consultorio – Dispensario donde se verifican
consultas en número ilimitado.
Fue fundado por S. M. la Reina
Doña María Cristina con objeto de que las Damas Enfermeras que hubieran
obtenido el título de aptitud para el cargo pudieran hacer prácticas
constantemente y que el día en que, por su misión, fuesen llamadas a prestar
servicios a la Patria y a la humanidad, no fueran enfermeras solamente de
nombre.
FOTO 6 S. M. La Reina Victoria
Eugenia. Presidenta de la Asamblea Suprema de la Cruz Roja
Se ha limitado a diez el número
de camas por ser estas suficientes para el fin que se persigue y porque dad la
carestía de la vida, no era prudente comprometerse a sostener mayor número sin
contar con recursos fijos.
En cambio, el servicio de
Consultorio-Dispensario es ilimitado por considerar que en él es donde más
práctica adquieren las Damas Enfermeras y porque su sostenimiento es menos
costoso que el de la Clínica.
El Hospital funciona bajo la
dirección del Dr. Luis Egaña y es
regentado por la Junta de Hospital, integrada según manda el reglamento de 22
de Febrero de 1922 por la Presidenta, Tesorera y Secretaria de la Junta de
Señoras, el Director del Hospital y la Superiora. La Presidenta, S. M. la Reina
Doña María Cristina delega sus funciones en la señorita de Brunetti y en la
señora Marquesa de Caviedes; el Director del Hospital es el doctor Luis Egaña,
la Superiora Sor Pilar Romeo; la
Tesorera señorita Carmen Resines y
la Secretaria señorita Pilar Jordán de
Urries.
FOTO 7 Sala de operados. Hospital
María Cristina. Escuela de Damas Enfermeras
Actualmente sustituye a ésta en
sus cargos la señora de Rezola, vocal de la Junta de Señoras. El Cuerpo
facultativo lo constituyen los señores doctores siguientes:
Director: Dr. Luis de Egaña.
Médico Cirujano.
Médico de número: Dr. Luis
Ayestarán. Médico Cirujano.
Médico de guardia: José Goiburu.
Medicina general.
Médico consultor: Dr. Román Marticorena.
Oculista
Médico consultor: Dr. Ramón
Aramburu. Piel y vías urinarias.
Médico consultor: R. Leandro Aramburu. Circulación y respiración.
Médico consultor: R. Agustín
Uzcanga. Enfermedades de mujeres.
Médico consultor: R. Fernando
Asuero. Nariz, oídos y garganta.
Médico consultor: Dr. Miguel
Kutz. Cirugía general.
Médico consultor: Dr. Rafael
Larumbe. Enfermedades de niños.
Médico consultor: Dr. Nemesio
Mendizábal. Aparato digestivo.
Médico consultor: Dr. Julio Maeso.
Enfermedades de pecho.
Médico consultor: Dr. Sebastián
Córdoba. Radiólogo.
Médico consultor: Dr. Luciano
Zurriarrain. Dentista.
El cuidado del Hospital y de los
enfermos está encomendado a cinco Hijas de la Caridad, de las cuales cuatro
poseen el título de enfermeras de la Cruz Roja y dos ostentan, además, el de
enfermeras de la Facultad de Medicina de San Carlos. Todas ellas tienen gran
experiencia en el servicio de medicina y cirugía y son una gran ayuda a los
médicos encargados de formar el Cuerpo de Damas Enfermeras de la Cruz Roja de
San Sebastián.
FOTO 8 Sala de operaciones.
Hospital María Cristina. Escuela de Damas Enfermeras
Las Damas Enfermeras preparan la
sala y material de operaciones, hacen curas en el Dispensario y ayudan a los
Doctores en sus respectivas consultas, procurándose adquieran gran práctica en
todos los servicios, para lo cual, en honor a la verdad, no hay necesidad de
estímulos pues todas ellas se hallan siempre animadas del mejor deseo.
Los Doctores tienen sus consultas
una o dos veces por semana, según lo requiera su especialidad, y su cooperación
es completamente desinteresada.
Quedando, con esta pequeña
explicación, definido lo que es el Hospital María Cristina y su funcionamiento,
haremos una breve historia del mismo desde su creación hasta fin del año 1923,
relatando los trabajos llevados a cabo durante ese periodo, con el fin de que
el público y las entidades que tan generosamente han contribuido a su
sostenimiento puedan darse del bien hecho con su ayuda.
FOTO 9 S. M. La Reina Victoria Eugenia. Hospital María Cristina.
Escuela de Damas Enfermeras de San Sebastián. 1917
En el verano de 1917 S. M. la
Reina (q. D. g.) dispuesta a cumplir con su misión, nombró la Junta de Damas de
la Cruz Roja de San Sebastián. La componían las señoras siguientes:
Presidenta: S. M. la Reina Doña
María Cristina.
Vicepresidenta: Excelentísima
Señora Doña Inés de Brunetti.
Secretaria: Excelentísima
Señorita Pilar Jordán de Urries.
Tesorera: Excelentísima Señora
Doña Teresa Barcáiztegui. Viuda de Zappino.
Vocal: Excelentísima Señora Doña
Concepción de B., Viuda de Gaytán de Ayala.
Vocal: Señora Eladia Luzunáriz de
Altube.
Vocal: Señora Eugenia Luzunáriz
de Moyúa.
Vocal: Señora María Lizarriturry
de Elósegui.
Vocal: Señora Eugenia Petit de
Meurville de Satrústegui.
Vocal: Señora Marquesa Viuda de
Rocaverde.
Vocal: Señora Condesa Viuda de
Peñaflorida.
Vocal: Señora María Ortega de
Pradera.
Vocal: Señora María Londáiz de
Gaytán de Ayala.
Vocal: Señora Luisa Lizarriturry
de Rezola.
Vocal: Señora Teresa H. de
Bermingham.
Vocal: Señora Condesa de Torre –
Múzquiz.
Vocal: Señorita Carmen Resines.
En aquel mismo verano (1917) tuvieron
lugar los exámenes de las Primeras Damas Enfermeras de San Sebastián. Estuvo el
curso a cargo de los doctores Luis Ayani
y Mariano Echauz.
FOTO 10 Sala de curas. Hospital
María Cristina. Escuela de Damas Enfermeras
Los exámenes fueron presididos
por S. M. la Reina Doña María Cristina, siendo aprobados y recibiendo el brazal
las señoras y señoritas siguientes:
Victoria Amilibia.
Cristina Sánchez Juárez.
Mercedes Jordán de Urríes.
María Luisa Jordán de Urríes.
María Juantegui.
Señora Luisa L. de Rezola.
María Laffitte.
Señora Luisa Ruiz de Díaz Montenegro.
Consuelo Machimbarrerna.
María Luisa Martínez de Aguiar y
Pedroso.
Blanca Martínez Molins.
Clara Pardiñas.
Señora de Ochoa.
Ana Oliva.
Rosa Orbegozo.
Señora de Tejada.
Señora de Zala.
Deseando S. M. la Reina Doña
María Cristina que las Damas Enfermeras de San Sebastián tuviesen un Hospital
donde hacer prácticas que las pusieran en condiciones de llenar su sagrada
misión el día en que para ello fueran requeridas, encargó al doctor Luis Egaña
la formación de este Hospital-Escuela. Se presentó una dificultad grande, cuál
era la del local, en que aquél había de instalarse.
FOTO 11 Sala de esterilización.
Sala de Rayos X. Hospital María Cristina. Escuela de Damas Enfermeras
Para ello era indispensable un
edificio no muy alejado de la población, que permitiese instalar, además de una
Clínica operatoria, un Dispensario en el que habían de recibir asistencia
gratuita los pobres de San Sebastián.
Viendo lo difícil que se
presentaba la solución del problema, S. M. tuvo un rasgo digno de su
generosidad y cariño al pueblo de San Sebastián, comprando un chalet situado en
el barrio del Antiguo, reformándolo convenientemente para el caso el arquitecto
Luis Elizalde, por cuenta de la augusta señora (2).
COMPRAVENTA DEL CHALET. Anexo 1.-
Notario (3)
El 5 de agosto de 1918 y bajo la
presidencia de S. M. la Reina Doña María Cristina, tuvieron lugar los exámenes
de aquel año, habiendo estado el curso a cargo del doctor Modesto Huici, ayudado por los doctores Luis Ayani y Mariano Echauz.
Fueron aprobadas y recibieron el
brazal las señoras y señoritas siguientes:
Señora Concepción Mercader de
Espada.
María Londáiz de la Quintana.
María Belén Machimbarrena.
Dolores de la Peña.
Carmen Merry del Val.
Señora Asunción Resines de
Arancibia.
Carmen Resines.
En Octubre del mismo año pudo S.
M. la Reina Doña María Cristina inaugurar su Hospital, que iba a funcionar bajo
la dirección de los doctores Luis Egaña y Modesto Huici. Fue nombrado médico de
guardia el doctor José Goiburu.
Tuvo lugar la primera operación
el 28 de noviembre de 1918 y fue verificada por el doctor Luis Egaña.
FOTO 12 Damas enfermeras
trabajando en el laboratorio. Hospital María Cristina
Los Ingresos y Gastos fueron en
aquel primer año 1918, como sigue:
Por una fiesta celebrada en 1917,
otra en 1918 y donativos e ingresos varios, un total de pesetas de 51.391,18. Y
los gastos fueron de 31.465,29 pesetas, quedando un remanente de 19.925,87
pesetas.
A principio del año 1919 tuvimos
que lamentar el fallecimiento del doctor Modesto Huici, que con tanto celo
había trabajado por la institución, dejando su prematura muerte un recuerdo
imborrable.
La señora Viuda de Zappino
dimitió de su cargo de Tesorera de la Junta, pasando a ocupar la Tesorería la
vocal señorita Carmen Resines.
FOTO 13 Sala de mujeres. Hospital
María Cristina. Escuela de Damas Enfermeras
El médico cirujano doctor Luis
Ayestarán entró a formar parte del Cuerpo Facultativo del Hospital. El
movimiento del Hospital-Dispensario fue este año el siguiente:
Operaciones: 50
Intervenciones quirúrgicas: 91
Consultas: 573
Curas: 6.436
Inyecciones hipodérmicas: 228
Inyecciones intravenosas: 82
Durante el verano de este año
tuvo el Hospital el honor de ser visitado por SS. MM. Y AA. RR., quienes
felicitaron a la Junta, al Director y a la Comunidad de Religiosas Hijas de la
Caridad, por su organización y servicios.
También en la temporada de verano
organizó la Junta un festival en el Hotel María Cristina, siendo su resultado
altamente satisfactorio.
Los Ingresos y Gastos de este año
1919, fueron como sigue:
Remanente del año anterior, más
el festival celebrado y más ingresos y donativos un total de 60.974,98 pesetas.
Los gastos fueron de sostenimiento del Hospital y el dinero remitido a la
Asamblea Central por un valor de 38.932,15 pesetas. Quedando un remanente por
valor de 22.042,83 pesetas.
FOTO 14 Dispensario. Hospital María Cristina. Escuela de Damas
Enfermeras
Durante el año 1920 siguió el
Hospital funcionando con la misma regularidad de siempre, esforzándose los
doctores en dar enseñanzas prácticas que las Damas Enfermeras aprovechaban con
todo celo y entusiasmo.
Queriendo dar mayor impulso a los
trabajos de este Centro, el doctor Luis Egaña presentó a S. M. la Reina Doña
María Cristina un grupo de doctores que, desinteresadamente, se ofrecían a
formar la Policlínica del mismo y que en la actualidad siguen prestando sus
valiosos servicios, en bien del Hospital, de las Damas Enfermeras y de la
humanidad doliente.
Se hizo presente a la Junta la
necesidad de ampliar la sala de operaciones y la sala de curas, pues el número
de enfermos que acudía al Dispensario era cada vez mayor y también muy
numerosas las Damas Enfermeras que asistían a las operaciones. En consecuencia,
se decidió una pequeña reforma, quedando con ella el Hospital muy bien dispuesto
para las necesidades antes citadas. Se instaló calefacción por agua caliente
para la sala de operaciones y la sala de curas.
En Abril de este año 1920, el
Gran Casino organizó un Festival, donando sus ingresos de 7.127 pesetas al
Hospital de la Cruz Roja. Más tarde, la señora Condesa de Zubiría, Presidenta
de la Junta de Señoras de la Cruz Roja de Bilbao, organizó una fiesta con el
concurso de distinguidos jóvenes de San Sebastián y tuvo el generoso rasgo de
remitir a este Hospital 4.250 pesetas, mitad del ingreso de la fiesta
mencionada.
La señora Condesa de Torre –
Múzquiz presentó en este año su dimisión, siendo nombrada para reemplazarla en
su cargo a la señora Marquesa de Caviedes.
FOTO 15 Dispensario. Hospital María Cristina. Escuela de Damas
Enfermeras
La Junta organizó durante el
verano los festejos de costumbre, destacándose entre éstos una representación
de bailes rusos, llevada a cabo por aristocráticos jóvenes de esta ciudad, bajo
la dirección de José Caro y fue tal su interpretación y el éxito obtenido que
hubieron de repetirse cuatro días.
Los trabajos verificados durante
el año 1920 en el Hospital María Cristina fueron los siguientes:
Operaciones: 45
Intervenciones quirúrgicas: 60
Consultas: 1.128
Curas: 7.828
Inyecciones hipodérmicas: 285
Inyecciones intravenosas: 80
Análisis de orina: 69
Extracciones dentarias: 71
Vacunas: 569
Raciones de aceite de hígado de
bacalao repartidas: 541
Los Ingresos y Gastos de este año
de 1920, fueron como sigue:
Por existencias del año anterior,
más festivales organizados, más lo recibido por la Asamblea Central, más
donativos, más ingresos por donaciones y varios, más el dinero recibido del
Festival del Gran Casino, más lo recibido de la señora Condesa de Zubiría, en
total 118.481,15 pesetas. En los gastos de sostenimiento del Hospital, más las
obras realizadas y lo remitido a la Asamblea Central por 71.440,60 pesetas.
Quedando un remanente a día 31 de diciembre un saldo a favor de 47.040,55
pesetas.
FOTO 16 Dispensario. Hospital María Cristina. Escuela de Damas
Enfermeras
Este año fue nombrada una Junta de
Hospital, compuesta por S. M. la Reina Doña María Cristina, y en su nombre, la
señora Marquesa de Caviedes, el Director del Hospital, la Tesorera de la Junta
señorita Carmen Resines, la señora de Rezola, la señorita María Cristina
Sánchez Juárez y la señorita María Luisa Martínez de Aguiar y Pedroso. Esta
última fue nombrada Secretaria de la Junta de Hospital.
Entre otros acuerdos se tomó el
de distribuir raciones de aceite de hígado de bacalao entre los niños del
barrio durante tres meses cada año. Este acuerdo tuvo entonces buena acogida,
pero más tarde ha sido un verdadero éxito, pues hay día en que pasan de
cuatrocientas las raciones distribuidas. Los niños mejoran notablemente,
aumentan de peso y contribuye esta ayuda a su mejor y más rápido desarrollo.
Las raciones de aceite de hígado de bacalao son distribuidas por distinguidas
señoras y señoritas que voluntariamente se han ofrecido a practicar este acto
de caridad.
Durante el año de 1919 estuvo el
curso a cargo del doctor Luis Egaña. Fueron examinadas las alumnas, como de
costumbre, en presencia de Su Majestad doña María Cristina, siendo aprobadas y
recibiendo el brazal las señoras y señoritas siguientes:
Dolores Bornás.
Amparo Canalejas.
María Jesús Ferrer.
Señora Elvira Morea de Egaña.
Señora Salomé Miranda de Martín
de la Peña.
Isabel Pedroso.
María Aurora Victoria.
Beatriz Victoria.
FOTO 17 Dispensario. Hospital María Cristina. Escuela de Damas
Enfermeras
El curso del año de 1920 estuvo a
cargo del doctor Luis Ayestarán, examinándose y obteniendo el brazal las
señoras siguientes:
Sor Concepción Aguilar.
Sor Juana Lapeira.
Felisa Celaya.
Carmen Escolar.
Señora Condesa de Fuentecilla.
Señora María Paz Montoya de
Lamuela.
Milagros Jordán.
Carmen Masdeu.
Al ocurrir los tristes sucesos de
Marruecos de 1921, S. M. la Reina Doña María Cristina, deseosa de que su
Hospital pudiera ser uno de los primeros en brindar cuidados y cariño a los
pobres heridos de África, dispuso la ampliación de aquél y, secundada por la
Junta con el mayor entusiasmo, en pocos días quedaba instalado un nuevo
hospital, anexo al existente, utilizándose para ello la Villa Chillardegui,
cedida a la Augusta Señora por sus propietarios los señores de Iturria y los señores
de Gurruchaga que a la sazón la ocupaban.
FOTO 18 Dispensario. Hospital María Cristina. Escuela de Damas
Enfermeras
Hubiera sido el deseo de muchas
Damas Enfermeras marchar a África a prestar allí su ayuda, creyendo cumplir así
mejor su misión, y en tal sentido se ofrecieron desde el primer momento, pero
la Asamblea Central dispuso que los hospitales de Marruecos fuesen atendidos
por enfermeras de Madrid, permaneciendo las demás en sus puestos respectivos, y
sólo excepcionalmente se autorizó a ir a Melilla a las señoras de Díaz
Montenegro y Rodriguez Arias, quienes prestaron allí su ayuda con gran
abnegación durante todo el tiempo de la campaña, representando al Hospital de
la Cruz Roja de San Sebastián.
El pueblo donostiarra y la
colonia veraneante dieron en aquella ocasión prueba de la mayor esplendidez,
amor patrio y cariño a S. m. la Reina Doña María Cristina. Constantemente se
recibían donativos para el Hospital, tanto en metálico como en ropas y enseres,
para la habilitación del mismo. Gracias a esta generosidad, en muy pocos días
quedó ampliamente dotado de todo lo necesario.
Se instalaron cuarenta camas,
cedidas éstas por la Intendencia Militar. Los Caballeros de la Cruz Roja de San
Sebastián hicieron un importante donativo consistente en un autoclave, vitrinas
para instrumental, hervidores, depósitos para agua esterilizada, bombonas, etc.
El entonces Obispo de la
Diócesis, Monseñor Eijo, bendijo el nuevo Hospital, con asistencia de Su
Majestad Doña María Cristina y distinguidas personalidades.
El 15 de Agosto de este año
(1921) y por orden de S. M. la Reina Doña Victoria Eugenia, se organizó las
Fiesta de la Bandera, recaudándose en la misma, 33.025,25 pesetas, suma que, en
su totalidad, fue remitida al señor Intendente de los Reales Palacios para, por
su mediación, ser trasladada a los Hospitales de África.
FOTO 19 Dispensario. Hospital María Cristina. Escuela de Damas
Enfermeras
Llegada de los primeros heridos
Fueron dos oficiales del
Regimiento de Ingenieros, a los que el 22 de Septiembre siguió una expedición
de soldados. S. M. la Reina Doña María Cristina fue a la estación del Norte a
recibirlos, trayendo dos en su propio automóvil. Con gran orden se efectuó el
traslado de heridos al Hospital en automóviles cedidos por particulares a tal
efecto, actuando de camilleros los Caballeros de la Cruz Roja con su Presidente
a la cabeza señor Pavía.
En Chillardegui esperaban los
doctores, Junta, Religiosas y Damas Enfermeras, y cada uno en su misión se
esforzó en demostrar a aquellos valientes heridos en defensa de la Patria, que
en el Hospital de la Cruz Roja habían de encontrar cariño y cuidados que les
hicieran más llevaderos sus sufrimientos.
Las autoridades civiles y
militares, que desde la estación del Norte habían acompañado la expedición de
heridos, presenciaron la instalación de
éstos en el Hospital y las primeras curas. Menos de dos horas después de su
llegada a San Sebastián, descansaban tranquilos en el Hospital de Chillardegui
los valientes soldados cuya curación se nos encomendaba.
FOTO 20 S. M. La Reina María
Cristina fue a la estación del Norte a recibir a dos oficiales heridos,
llevándolos en su propio automóvil hasta el Palacio Hospital Miramar
Las Damas Enfermeras compartían
con las Hermanas de la Caridad el cuidado de los enfermos y se organizaron los
servicios de aquéllas en forma que su presencia fuera constante en el Hospital.
Allí estaban desde las ochos de la mañana hasta las nueve de la noche, velando
cuando fue necesario hacerlo.
El Reglamento manda que en tiempo
de guerra los Hospitales de la Cruz Roja sean militarizados, y, en cumplimiento
de ello, fue nombrado Director militar el doctor Díez Tortosa, compartiendo la dirección del Hospital con el doctor Luis Egaña.
Entre los donativos importantes
recibidos, merece citarse un automóvil Panhard, regalado por los señores de
Abrisqueta, regalo que prestó excelentes servicios en las necesidades del
Hospital.
Y muy agradecida quedó la Junta a
los señores de Viuda de Londáiz y Sobrinos de Mercader por su esplendidez, regalando
durante todo el tiempo de la campaña la gasolina que fue necesaria para el
funcionamiento del automóvil anteriormente citado.
Con la llegada del otoño se
recrudeció el paludismo en África y, siendo insuficientes los hospitales allí
existentes o tal vez creyendo que un cambio de aires devolvería más rápidamente
la salud a los soldados enfermos, se solicitó de la Junta de San Sebastián una
ampliación del hospital, que permitiese recibir cien enfermos más.
Difícil hubiera sido a la Junta
satisfacer este deseo sin el nuevo rasgo de generosidad de S. M. la Reina Doña
María Cristina. La Augusta señora ofreció para los soldados de África su
Palacio de Miramar, y la Junta, con el Arquitecto señor Elizalde, instaló un
hospital de cien camas en el magnífico edificio destinado a dependencias. En
menos de una semana se llevaron a cabo los trabajos necesarios para dejar el
nuevo hospital dotado de todo cuanto era preciso para su buen e inmediato
funcionamiento. La Asamblea Central remitió cuarenta camas completas que, con
las sesenta existentes en el edificio, hacían el número que se nos había
pedido.
FOTO 21 Administración. Hospital
María Cristina. Sala de curas Hospital Chillardegui
Vino S. M. la Reina Doña María
Cristina a recibir la nueva expedición. Quedó muy complacida al ver los
trabajos realizados y felicitó a la Junta por su actividad y acierto en
interpretar sus deseos. Con esta instalación eran tres los Hospitales de la
Cruz Roja de San Sebastián, distribuidos en esta forma: Hospital-Escuela destinado
a Oficiales, Chillardergui destinado a heridos y el Palacio de Miramar
destinado a enfermos.
Al frente de cada hospital puso
la Superiora una Hermana de la Caridad responsable y éstas fueron secundadas
por otras que, de distintas casas, vinieron a ampliar el número reducido de que
disponía la Cruz Roja de San Sebastián. De sobra es conocida la labor de las
Hijas de la Caridad, ejemplo de virtud y abnegación, para que tratemos de
descubrirlas ahora, pero sí debemos hacer constar el agradecimiento de la Junta
por la valiosísima ayuda prestada en aquellos momentos.
Las Damas Enfermeras hacían
servicio siete mañanas o siete tardes consecutivas, con intervalo de una semana
de descanso. Las que prestaban servicio por la mañana entraban a las ocho y
permanecían en el Hospital hasta la una. Las que prestaban servicio por la
tarde, lo hacían de tres a nueve. No siendo las enfermeras muy numerosas en
aquella ocasión para el servicio de tres hospitales, se aceptó con gratitud el
generoso ofrecimiento de distinguidas damas de la localidad que vinieron a
prestar su ayuda en los distintos servicios en que podían ser útiles,
secundando en ellos a las señoras de la Junta, que tomaban parte activa en las
distribuciones de comida, costura, planchado y mil menesteres de una casa con
cien hospitalizados, aliviando así notablemente el trabajo de las Damas
Enfermeras y de las Hermanas de la Caridad.
FOTO 22 Cocina. Hospital María
Cristina. Escuela Damas Enfermeras
El 24 de Noviembre de 1921, a las diez de la
noche, entraba en la estación del Norte de esta ciudad el tren militar que
traía a 5 oficiales y 96 soldados destinados a los Hospitales de la Cruz Roja.
Fueron recibidos por S. M. la Reina Doña María Cristina, las Autoridades
civiles y militares y numerosísimo público que acogió con una salva de aplausos
y vivas a los valientes soldados de África. Con perfecto orden, como la vez
anterior, se hizo el traslado de los enfermos a los hospitales, llevando S. M.
dos en su propio automóvil, los restantes en automóviles particulares y los que
tenían que ser trasladados en camilla, lo fueron en un camión de Palacio,
convenientemente preparado para el caso.
A fin de que los enfermos y
heridos no sintiesen la nostalgia del hogar durante las fiestas de Navidad, se
organizaron algunas veladas con el concurso de algunos aficionados que, muy
amablemente, se prestaron a proporcionar un rato de alegría a nuestros
soldados. Hubo un árbol de Navidad con bonitos regalos de S. M., de la Junta,
Damas Enfermeras y particulares, quedando todos muy satisfechos y agradecidos.
El movimiento del Hospital hasta
el 31 de Julio, fecha en que fue militarizado, es así:
Operaciones: 61
Intervenciones quirúrgicas: 66
Consultas: 2.832
Curas: 8.666
Inyecciones hipodérmicas: 883
Inyecciones de tuberculina: 105
Inyecciones intravenosas: 258
Análisis de orina: 130
Análisis de sangre: 126
Análisis de esputos: 28
Análisis de pus: 43
Análisis de jugos gástricos: 54
Análisis de heces: 34
Extracciones dentarias: 308
Raciones de aceite de hígado de
bacalao distribuidas: 1.023
FOTO 23 Cuarto de baño. Hospital
María Cristina. Escuela Damas Enfermeras
Los Gastos e Ingresos durante el
año de 1921 fueron como sigue:
Dinero del año anterior 47.040,55
pesetas, más donativos recibidos 168.009,35 pesetas, recaudación en dos
festivales 36.505,10 pesetas, más Fiesta de la Bandera 33.025,25 pesetas, más
intereses y otros ingresos 8.304,70 pesetas. Y los gastos fueron de:
instalación de los Hospitales de 39.316, 15 pesetas; sostenimiento de los
mismos 69.324,83 pesetas, ropas remitidas a África por valor de 1.770,67;
remitido a la Asamblea Central 6.310,73 pesetas y remitido a Madrid el importe
de la fiesta de la bandera por valor de 33.025,25 pesetas, que lo entrante y lo
saliente, queda un saldo a favor de 143.137,12 pesetas.
El curso de 1921 estuvo a cargo
del doctor José Goiburu. Se examinaron y recibieron el brazal las Hermanas de
la Caridad y las señoras y señoritas siguientes:
Sor Pilar Romeo.
Sor Amparo.
Sor Micaela.
Sor Máxima.
Sor María.
Señora Luisa Artola de Martínez
Señorita Mercedes Camps.
Señorita Amparo Lassala.
Señorita Luisa Martínez Artola.
Señorita Juana Martínez Artola.
Señora de Merino.
Señorita de Merino.
Señora de Rodríguez Arias.
FOTO 24 Ropería y cuarto de
plancha y costura. Hospital María Cristina. Escuela Damas Enfermeras
Otra expedición llegó el 3 de
Enero de 1922, y S. M. la Reina Doña María Cristina emprendió, para recibirla,
otro viaje a San Sebastián.
Esta expedición constó de 63
enfermos, palúdicos en su mayoría.
El 9 de Febrero de 1922 tuvo el
Hospital el honor de recibir la visita de S. M. el Rey. Vino acompañado del
Duque de Miranda, siendo recibido por las Autoridades, Junta de señoras,
Comunidad, Damas Enfermeras y los doctores Luis Egaña, Díez Tortosa, Luis Ayestarán
y José Goiburu. Recorrió todas las salas, deteniéndose de cama en cama y
alentando bondadosamente a aquellos valientes muchachos.
FOTO 25 Capilla. Hospital María
Cristina. Ambulancias de San Sebastián
Al final de la visita, uno de los
soldados leyó un pequeño discurso, al que contestó S. M. con palabras muy
sentidas. S. M. salió muy complacido de la buena instalación y orden de los
hospitales, felicitando por ello a la Junta y a los doctores.
Desgraciadamente, no todos
sanaron en el Hospital, y hubo que lamentar la muerte de dos pobres muchachos,
víctimas del paludismo, que exarcebó antiguas dolencias. No siendo posible
hacer nada más por ellos, se hizo venir a sus padres, que tuvieron el consuelo
de acompañarlos en sus últimos días. Confortados con los auxilios de la Religión,
entregaron su alma al Señor y hoy descansan sus restos en terreno propiedad de
la Cruz Roja en el cementerio de Polloe en San Sebastián.
Durante la Cuaresma hubo tres
días de Retiro, a cargo del reverendo Padre Arechavaleta, S. J., terminando por
una solemne Misa cantada, en la que se acercaron a la Sagrada Mesa todos los
soldados y Señoras de la Junta y Damas Enfermeras.
Al ser dado de alta en el
Hospital, cada soldado recibía una muda completa y un donativo en metálico.
Durante todo el tiempo que los
soldados permanecieron en los Hospitales, los Caballeros de la Cruz Roja
vinieron asiduamente a acompañarlos y distraerlos, sirviendo de secretarios a
los que, por la índole de sus heridas, no podían servirse de sus manos y a los
que carecían de la instrucción suficiente para valerse solos.
En el mes de julio llegaron 12
oficiales heridos. Hubo entre éstos algunos que inspiraron serios cuidados y
que hicieron precisas intervenciones quirúrgicas.
FOTO 26 Dormitorio. Hospital
Chillardegui
Para esta fecha el Hospital de
Miramar había dejado de funcionar. Viendo las dificultades grandes con que se
tropieza para lograr un local que reúna las condiciones debidas cuando los
servicios de la Cruz Roja han de ser utilizados en mayor escala que la normal, sin
ser de un coste excesivo, reuniera, sin embargo, las condiciones indispensables
para poder ser utilizado en caso de urgencia, teniendo, como tenía, material
suficiente para amueblarlo. Para poder atender debidamente a los soldados
hospitalizados en Chillardegui, a los oficiales hospitalizados en el Hospital
María Cristina, y a los que pudieran ser alojados en el hospital nuevo, era
indispensable una ampliación de la cocina, que fue hecha para atender a la
alimentación de quince a diecisiete personas y en el verano de 1922 tenía que
servir para sesenta. Se reformó también, ampliándola, la habitación de las
Hermanas de la Caridad, trasladándose, con tal motivo, la capilla a la planta
baja y se construyó una pieza amplia, que sirviese de ropero y cuarto de plancha,
pues por las mismas razones antes citadas, lo existente era insuficiente para
las necesidades del momento.
De sobra
es conocida la labor de las Hijas de la Caridad que guiaban a las Damas
enfermeras, siendo inmejorables maestras de las mismas, que hacían servicio
siete mañanas o siete tardes consecutivas, con intervalo de una semana de
descanso. No siendo las enfermeras muy numerosas en aquella ocasión se aceptó
con gratitud el generoso ofrecimiento de distinguidas damas de la localidad,
que vinieron a prestar su ayuda en distintos servicios en que pudieron ser
útiles, secundando en ello a las señoras de la Junta, que tomaban parte activa
en las distribuciones de comida, costura, planchado y mil menesteres propios
del caso, aliviando así notablemente el trabajo de las Damas enfermeras y de
las Hermanas.
FOTO 27 Parque del Hospital Chillardegui
El Hospital fue visitado en Julio
por S. M. la Reina Doña Victoria Eugenia, mereciendo elogios calurosos toda la
instalación, así como la marcha que llevaba el Hospital, de la cual con todo
interés se informó la Augusta señora. S. M. visitó también a los soldados
hospitalizados en la Villa Chillardegui, quienes la recibieron con gran alegría
y cariño, entregándole un precioso ramo de flores.
Se organizaron este verano los
festejos de costumbre, que esta vez consistieron en una verbena y una tómbola,
siendo el resultado completamente satisfactorio.
Las necesidades del Hospital eran
grandes el año 1922, pero sin dificultad pudo hacerse frente a las mismas. La
Intendencia Militar abonó las estancias desde el 24 de Noviembre, al igual que
lo hace en los hospitales militares, y esta fue una gran ayuda que permitió a
la Junta desenvolverse con holgura.
Los Ingresos y gastos de este año
1922 fueron como sigue.
Los ingresos que quedaban del año
anterior eran de 143.137,12 pesetas; recaudado en dos festivales 71.395,35
pesetas; donativos recibidos 19.035,90 pesetas; recibido por estancias de los
soldados 72.776 pesetas, otros pequeños ingresos 4.380,30 y recibido por la
Asamblea Central 7.739,15 pesetas. Los gastos de los Hospitales fueron
superiores por valor de 136.462,96 pesetas; obras en el hospital y en su
pabellón 41.073,18 pesetas; aparatos e instalación de Rayos X, diatermia y
corrientes eléctricas 10.250 pesetas, indemnización por la Villa Chillardegui
6.000 pesetas y remitido a la Asamblea Central 7.131,65 pesetas. Quedando un
remanente a favor de 117.546,03 pesetas.
FOTO 28 Hospital Chillardegui
El curso de 1922 estuvo también a
cargo del doctor José Goiburu, examinándose y obteniendo el brazal las
señoritas siguientes:
Modesta Acha.
Consuelo Acha.
María Luisa Yurrita.
Martina Yurrita.
Leonor Guirao.
Irene Ormaechea.
Asunción Morazo.
Durante el año 1922 fue nombrada
Vocal de la Junta la señora Dolores Áysa de Lataillade.
GUERRA DE MARRUECOS
Soldados
asistidos en el Casino 1.030
Soldados
asistidos en el Hospital Escuela 169
Soldados
asistidos en Chillardegui 105
Soldados
asistidos en Miramar 433
En el año 1923 volvió el Hospital
a la normalidad, reanudándose los servicios de Clínica y
Dispensario-Consultorio. Siguen viniendo las Damas Enfermeras con la misma
asiduidad, aunque con distintos servicios, y cada año vendrán más y más señoras
a fin de recibir las enseñanzas que en el Hospital se dan y sirviendo su
caritativo trabajo para aliviar miles de enfermos necesitados.
FOTO 29 S. M. La Reina María
Cristina con los heridos de la primera expedición, en el Hospital de
Chillardegui
A continuación se detallan los
trabajos efectuados durante el año y su lectura, mejor que cuando se pueda
decir, dará idea de la ayuda que el Hospital de la Cruz Roja de San Sebastián
presta a los pobres de la ciudad.
Operaciones: 72
Intervenciones quirúrgicas: 101
Curas: 9.093
Masajes: 263
Cauterizaciones con nieve
carbónica: 25
Extracciones dentarias: 109
Inyecciones hipodérmicas: 2.244
Inyecciones intramusculares: 275
Inyecciones de tuberculina: 134
Inyecciones intravenosas: 388
Autohematoterapias: 12
Radioscopias: 91
Radiografías: 45
Análisis de orina: 163
Análisis de sangre: 12
Sesiones de corrientes
eléctricas: 110
Sesiones de diatermia: 196
Raciones de aceite de hígado de
bacalao distribuidas: 16.839
Los Ingresos y Gastos habidos
durante el año 1923 son los siguientes:
Los ingresos que quedaron del año
anterior era de 117.546,03 pesetas, más lo recaudado en festivales por valor de
41.084,80 pesetas; remitido por la Asamblea Central 25.000 pesetas, cobrado por
estancias 7.171 pesetas; donativos, intereses, etc. por valor de 9.468,69
pesetas. Los gastos fueron de sostenimiento del Hospital de 41.616,28 pesetas y
obras realizadas en el mismo por valor 24.281,60 pesetas. Quedando un remanente
positivo a favor de 134.372,64 pesetas.
Debe la Junta gratitud a las
Autoridades, tanto Civiles como Militares, que prestaron su eficaz ayuda en
todo momento; a la guarnición de San Sebastián por los diferentes servicios que
prestó al Hospital, singularmente la construcción del pabellón de madera,
llevada a cabo por los Ingenieros; al cuerpo de Artillería por sus importantes
donativos en metálico recaudados en festejos organizados al efecto; a los
Centros de recreo, que siempre han prestado su valiosa ayuda con gran
generosidad; al pueblo entero de San Sebastián y a la colonia veraniega y a
todos en general cuantos contribuyeron a facilitarnos nuestra noble y simpática
misión.
Abril 1924
(Nueva Editorial, S. A. San
Sebastián. Buen Pastor, nº 10
1924 (1918 – 1943)
Las Damas
Enfermeras siguieron acudiendo con la misma asiduidad, aunque con distintos
servicios, aliviando con su caritativo trabajo a miles de enfermos necesitados.
La Reina
Madre impone brazaletes de la Cruz Roja a las nuevas enfermeras:
Ángeles
Angulo
Jacinta
Alcorta
Laura
Basterra
Dolores
Castresana
Josefina
Cogollor
Dionisia
Eizaguirre
Felisa
Iturralde
María
Luisa Lusarreta (Fue Jefa de Enfermeras de la Maternidad de San Sebastián.
Teresa
Ormazábal
Silvina
Pérez
Concepción
Querejeta y
Julia
Zalacaín
(Revista Anual San
Sebastián. Brazaletes Cruz Roja. Página 94. Año 1961).
FOTO 30 M. La Reina María Cristina con
los heridos, soldados y enfermeras en el Hospital del Palacio Hospital de
Miramar
En el año
1924, quiso la Junta Suprema de la Cruz Roja Española que se fusionaran las
ramas de Caballeros y Señoras, y así se hizo en San Sebastián, bajo la
presidencia de S.M. la Reina Doña María Cristina, quedando la Junta de esta
ciudad constituida el 21 de Septiembre de 1925 como sigue:
Presidenta
de Honor: S.M. la Reina Doña María Cristina.
Presidente
Delegado: Excelentísimo Sr. D. Joaquín Pavía.
Vicepresidente:
Don Luis Elizalde.
Vicepresidenta:
Doña Inés de Brunetti.
Secretario
Archivero: Excelentísimo Sr. D. Carlos de Uhagón.
Vicesecretaria:
Señorita Pilar Jordán de Urries.
Tesorera: Señorita
Carmen Resines.
Contador:
Luis Gaytán de Ayala.
Vocal: Excelentísima
Sra. Dª Concepción Brunet, Vda. de Gaytán de Ayala.
Vocal: Excelentísima
señora Eladia Luzunáriz de Altube.
Vocal: Señora
Eugenia Luzunáriz de Moyúa.
Vocal: Excelentísima
señora María Lizariturry de Elósegui.
Vocal: Señora
Teresa Barcáiztegui, viudad de Zappino.
Vocal: Señora
Luisa Lizariturry de Rezola.
Vocal: Señora
Condesa Viuda de Peñaflorida.
Vocal: Señora
Teresa Hompanera, viuda de Bermingham.
Vocal: Excelentísima
señora Marquesa de Caviedes.
Vocal: Señora
María Londaiz de Gaytán de Ayala.
Vocal: Señora
Dolores Aisa de Lataillade.
Vocal: Señora
María Ortega de Pradera.
Vocal: Señora
Marquesa viuda de Murua.
Vocal: Excelentísimo
señor Juan Bautista Tejada.
Vocal: Señor
Conde de Caudilla.
Vocal: Doctor
Luis Egaña.
Vocal: Agustín
Embil.
Vocal: Félix
Churruca.
Vocal: Excelentísimo
señor Marqués de Caviedes.
Vocal: Antonio San Gil.
Vocal: José Petrirena.
Vocal: Excelentísimo señor
Mariano Zuaznávar.
Vocal: Víctor
Pradera.
Vocal: Francisco
Enríquez.
FOTO 31 Hospital
del Gran Casino, Ayuntamiento San Sebastián en 1925
En el
curso del año 1924 nuevamente volvió a solicitarse de la Cruz Roja la
ampliación de su hospital para atender a las necesidades de la campaña de África,
y dirigiéndose entonces aquélla a la Sociedad del Gran Casino solicitó y obtuvo
la cesión del magnífico edificio para instalar en el mismo un hospital de
trescientas camas. Así se realizó, y durante los años 1924, 1925 y parte del
1926, quedó el Gran Casino convertido en espléndido hospital de sangre, siendo
atendidos esmeradamente 1.030 heridos procedentes de la campaña de Marruecos.
Al ser
militarizado nuevamente el Hospital de la Cruz Roja, asumió una vez más la
dirección militar del mismo el Doctor Diez Tortosa.
En el año
1924 llegaron, entre los soldados, ocho que aún no habían hecho la primera Comunión
y, convenientemente preparados para el caso, se acercaron a la Sagrada Misa el
27 de Noviembre de 1924.
FOTO 32 Hospital
Gran Casino. Damas Enfermeras de la Cruz Roja de San Sebastián. 1924
En 1926
vuelve el Hospital de la Cruz Roja a su vida normal, reanudando su labor de
caridad en favor de los pobres.
El 30 de
Octubre de 1928 sufre la Cruz Roja una sensible pérdida con el fallecimiento
del Doctor Luis Egaña, Director del hospital desde su fundación y por el que se
desveló incesantemente. Queda imborrable su recuerdo en los que con él
colaboramos durante tantos años, apreciando su constante celo y amor a la
Institución.
Algún
tiempo más tarde fue nombrado para sustituirle en su cargo de Director del Hospital
el reputado cirujano Leandro Martín Santos.
Habiendo
decidido la Asamblea Suprema de la Cruz Roja la erección en esta ciudad de un Hospital
que llenara las condiciones que se estimaban necesarias, S.M. la Reina Doña
María Cristina entregó para su demolición el chalet por ella adquirido en 1918,
añadiendo nuevos terrenos que juzgó imprescindibles para su más amplio
desenvolvimiento, siendo el arquitecto señor Elizalde el encargado de la
edificación del nuevo hospital.
El 6 de
Febrero de 1929, una desgracia e inesperada noticia nos deja muy tristes a todo
el personal del Hospital de la Cruz Roja en un profundo dolor: S. M. la Reina
Doña María Cristina, nuestra generosa fundadora y presidenta incomparable,
acaba de dejar este mundo para recibir en el otro el premio de sus excelsas
virtudes. Dios le habrá recompensado de sus incesantes desvelos por este
hospital de sus amores y los que aquí quedamos sólo podemos añadir que su
recuerdo será nuestro perenne ejemplo.
Al
fallecimiento de S.M. la Reina Doña María Cristina, sucedió en la Presidencia
del Hospital de la Cruz Roja en San Sebastián, S.A.R. la Infanta Doña Beatriz.
FOTO 33
Grupo de Damas enfermeras de la Cruz Roja, en el Hospital del Gran Casino
El año
1.930 quedó edificado nuestro querido hospital, en donde tanto bien en el
transcurso de los años había de proporcionar a la humanidad doliente.
El 1 de
Octubre, con asistencia de las máximas autoridades, se procedió a la
inauguración de sus dependencias, siendo bendecido y entronizado al Sagrado
Corazón.
Al poco
tiempo, el 30 de Junio de 1932, sufría la Cruz Roja una nueva desgracia
irreparable. La Marquesa de Caviedes, que, con una generosidad y cariño sin
límite, se desvivió por la Cruz Roja de esta ciudad, también abandonaba este
mundo, dejándonos el imperecedero recuerdo de su bondad constante y de su
profundo amor al desvalido.
En 1935
tuvo la Cruz Roja de San Sebastián el sentimiento grande de perder a su buen
Presidente, Joaquín Pavía, que durante numerosos años dedicó todo su entusiasmo
a nuestra benemérita Institución. Su proverbial bondad y exquisito trato le
granjearon el afecto de cuantos tuvieron ocasión de cultivar su amistad. Su
recuerdo será imborrable en la Cruz Roja Española de San Sebastián. Descanse en
paz nuestro excelente amigo.
FOTO 34
Pabellón Doker de la Cruz Roja
En Julio
de 1936 surgen acontecimientos que llenan nuestra alma de profundo dolor. No
necesitamos esforzarnos para recordar detalles; harto presentes en nuestra
memoria. Pero no podemos evocar el 21 de Julio de 1936 sin dedicar una plegaria
a aquel ángel de bondad y caridad que se llamó Guadalupe Gaytán de Ayala y que
en plena juventud ofreció a Dios y a España una vida llena de las más
halagüeñas promesas. Nuestro Señor acepto su sacrificio, dejando a cuantos la
conocimos el ejemplo imborrable de sus acendradas virtudes, de su espíritu
profundamente cristiano y de su sincero patriotismo. A no dudar, vela Guadalupe
desde el Cielo, por este Hospital de la Cruz Roja que tan entrañablemente
amaba.
El 5 de
Diciembre de 1938 pidió Nuestro Señor al Hospital de la Cruz Roja de San
Sebastián un nuevo y doloroso sacrificio.
Ramonita
Usabiaga, modelo de enfermeras, marchó a Oña con otras compañeras suyas,
pertenecientes todas a este hospital, y fue animada, jovial, cual corresponde a
muchachas en la plenitud de la ilusión.
Diariamente
ofrendaba al señor los penosos deberes de abnegación y caridad que
voluntariamente se había impuesto, soportando sus fatigas y molestias con
heroica valentía, hasta que su salud, paulatinamente minada por los constantes
trabajos, rendía aquella voluntad sacrificada sin cesar.
El 5 de
Diciembre entregó su alma a Dios y seguramente no olvida ante el trono del
Altísimo a este Hospital de la Cruz Roja Española de San Sebastián.
Servicio de Transfusión de Sangre
El ilustre
Doctor don Carlos Elósegui, Jefe del Servicio de Transfusión de Sangre de la
Cruz Roja de Madrid, que se hallaba en San Sebastián, donde le sorprendió el
Movimiento, el mismo día en que quedó liberada la ciudad de San Sebastián se
presentó en este Hospital de la Cruz Roja manifestando su deseo de organizar en
el mismo un Servicio de Transfusión de Sangre en favor de los valientes heridos
que caían en el frente de batalla y merced a una preparación especial que
permitía la conservación y el transporte de la sangre extraída en San
Sebastián.
La Junta
aceptó la idea sumamente complacida; poniendo a su disposición un local
adecuado para el caso. Damas enfermeras que le secundaron en su servicio y
cuanto estimaba necesario para llevar a cabo su plan. Dos médicos de la Institución
fueron sus colaboradores y, a medida que las necesidades de la campaña lo
hicieron preciso, el Doctor Elósegui montó nuevos centros de transfusión que
dependían siempre de la Central, que funcionaba en esta Cruz Roja. Jefe del
Servicio en esta capital y el que asumía la Jefatura en ausencia del doctor
Elósegui, siendo desde el principio su colaborador, fue el Doctor Alfredo
Quintana. Ayudante el doctor Sancho.
Los
servicios que funcionaron en España durante la campaña fueron:
Burgos,
Toledo, Huesca, Talavera de la Reina, Vitoria, Córdoba, Granada, Zaragoza,
Teruel, La Coruña, Luarca, Salas, León, Bilbao, Badajoz, Leganés, Santander,
Logroño, Calatayud, Castellón, Lérida, Barcelona, Valencia y Madrid.
Ya estaba
montado el centro; sólo faltaban los donantes. Estimó el Jefe del Servicio que
debían circunscribirse al sexo femenino y, al sólo anuncio, afluyeron
presurosas numerosísimas mujeres de todas las clases sociales, desde las
personas de la Familia Real hasta la modesta obrera que un fervoroso amor a la
Patria unía en cristiana igualdad. A los pocos días pasaban de 600 las que
ofrecían su sangre, llegando más tarde al número de 2.531.
Como es
fácil comprender, las que más veces han donado han sido las habitualmente
residentes en San Sebastián, habiéndolo hecho con un promedio de ocho a diez
veces cada una; hay quien ha donado quince, veinte y hasta veintiséis veces.
De las que
ofrecieron su sangre, una mitad correspondía al grupo llamado “universal”, o
sea, el que puede ser utilizado sin previo análisis. Las restantes pertenecen a
los grupos A y B, que sólo puede ser utilizado en individuos de la misma
clasificación y para sueros testigos, es decir, para determinar a qué grupo
pertenece cada uno. Este Servicio organizó también la preparación de cajitas de
suero testigos, primera vez en España, llegando a preparar miles de cajitas que
se distribuyeron en distintos equipos y centros sanitarios. En el servicio
transportable solamente se utiliza el tipo “universal”, que puede ser empleado
sin previo análisis del receptor, puesto que sirve para todos, cualquiera que
sea el grupo al que pertenezca.
Toda
sangre extraída sufre un detenido análisis antes de ser preparada para la
transfusión.
Durante la
campaña del Norte; los donantes de San Sebastián sufrieron extracciones
quincenales.
Se daba el
caso curioso de que, al no ser aceptada de momento una donante clasificada A o
B, ésta se enfadaba e insistía llevada de su gran deseo de ser útil a la Patria
inmediatamente.
FOTO 35 Un sala del Pabellón
Doker de la Cruz Roja
Ninguna
donante fijaba un límite a su generosidad; en todo momento estaban todas
dispuestas a sacrificarse cuantas veces se estimara conveniente, acudiendo al
llamamiento siempre sin dilación ni excusa.
Esta
caridad de sangre lo fue silenciosa, anónima, caridad cristiana que se hacía
sin saber a quién y sin que el receptor supiera a quién debía el beneficio; a
las donantes bastaba la íntima satisfacción de saber que su generosidad había
salvado vidas que, a falta de ella, se hubieran extinguido.
Los gastos
del servicio de transfusión fueron todos ellos sufragados por generosos
particulares que, comprendiendo la enorme importancia del mencionado y
trascendental servicio, aportaban sus donativos al doctor Elósegui para mayor
extensión de los servicios.
CUADRO MÉDICO DEL HOSPITAL DE LA CRUZ ROJA
Director.-
Dr. José María Zuriarráin Mutiozábal
Cirugía.-
Huesos y articulaciones: Dr. José María Zuriarráin Mutiozábal. Cirugía
digestivo: Dr. Leandro Martín Santos. Cirugía general: Dr. Miguel Kutz Igarzábal.
Cirujano y médico de guardia: Dr. Mario Senra Calvo. Ayudantes de cirugía: Drs.
Manuel Quintana Carasa, Ramón Azpiroz y Manuel Vasallo Maculet.
Neurología.-Dr.
Ricardo Bueno Ituarte.
Oftalmología.-Dr.
Enrique Albisua Elcoro.
Dermatología
y urología.-Doctor Román Aramburu.
Ginecología.-Dr.
Agustín Uzcanga.
Odontología.-Dr.
Carmelo Balda. Ayudante: Dr. Enrique Sancho.
Laboratorio.-
Doctores Luis Irizar Urcelay y Emilio Solavarrieta Aramberri.
Enfermedades
infancia y puericultura.- Doctores Aurelio Maeso Elorrio y Alfredo Quintana
Carasa.
Otorrinolaringología.-
Dr. Fernando Castañeda Odriozola.
Digestivo.-
Dr. José Larrañaga.
Radiología.-
Dr. Antonino Nafría.
Servicio
de transfusión.- Dr. Alfredo Quintana Carasa.
FOTO 36
Cuarto de aseo y cuarto de baño del Pabellón Doker. Emblema Cruz Roja
Fueron
atendidos en la Cruz Roja 1.624 heridos, habiéndoseles practicado 696
operaciones quirúrgicas y 1.736 intervenciones.
Los 1.624
heridos que fueron hospitalizados en este Hospital causaron 63.542 estancias.
Las curas
practicadas a los mismos fueron 134.724.
Como en
otras ocasiones hemos dicho, en tiempo de guerra, la Cruz Roja pasa a ser
auxiliar de Sanidad Militar. En la campaña 1936 - 1939 estuvo al frente de los
servicios de Sanidad el comandante Doctor Tomás Larrosa Cortina y al frente del
Hospital de la Cruz Roja el Doctor José María Zuriarráin.
El señor
Jefe de Sanidad, terminada la actuación de atender a los heridos en nuestro
hospital, se dignó dirigir una atenta carta al señor Presidente-Delegado, haciendo
constar su agradecimiento por el servicio “de todo punto encomiástico y digno
de los mayores elogios” y acudió un día a la reunión de esta Asamblea para
ratificar su agradecimiento a todos los miembros de la misma por la ayuda
prestada a Sanidad Militar.
FOTO 37 Sala de Damas Enfermeras. Dispensario.
Hospital María Cristina
Los
servicios organizados fueron los siguientes:
a)
Servicio de cirugía.
b)
Servicio de otorrinolaringología.
c)
Servicio de radiología y electroterapia.
d)
Servicio de laboratorio.
e)
Tribunal de mutilados.
f)
Servicio administrativo y estadístico.
g)
Servicio de enfermeras.
h)
Actividades religiosas y profanas.
i)
Distintas actividades de Asamblea local.
j)
Servicio de transfusión.
k)
Servicio de ambulancia.
SERVICIO DE AMBULANCIA Y CUERPO DE CAMILLEROS
El coche
ambulancia dependiente de esta Asamblea ha prestado numerosos y útiles
servicios tanto en las atenciones de los hospitales como en las inundaciones de
Rentería, incendio de Trincherpe, descarrilamientos de Beasain, Añorga,
Zumaya,etc., ayudando eficazmente en estas ocasiones el Cuerpo de Camilleros
existente a la sazón, constituido por los de la Junta de Caballeros de la Cruz
Roja, sumados a los que generosamente se alistaron desde el comienzo de la
campaña de Marruecos y que, en conjunto, sumaban setenta, continuando en sus
puestos hasta la terminación de la guerra.
Actualmente
se reorganiza el Cuerpo de Camilleros conforme a las nuevas necesidades del
hospital.
FOTO 38 Sala del Dispensario
del Hospital María Cristina. Escuela Damas Enfermeras
Terminada
la guerra, el hospital reanuda su vida normal, notándose durante estos últimos
años el aumento considerable de trabajos efectuados, como puede verse en el
resumen que se presenta al final de la Memoria.
Desde 1939
han estado los cursos de enfermeras a cargo de los Doctores José María
Zuriarráin y Miguel Kutz. Al terminar el último curso, tuvimos que lamentar el
fallecimiento del bondadoso Doctor Kutz, tan querido de todos (d.e.p.).
El año
1940 recibieron el brazal 25 nuevas enfermeras; el año 1941, 24; el año 1942,
19; y el año 1943, 30, que sumadas hacen un total de 98 nuevas enfermeras.
SUPERIORA DEL HOSPITAL
En Octubre
del año 1942, cesó en su cargo de Superiora de este hospital Sor Pilar Romeo, por haber sido nombrada,
por los Superiores de su Orden, Asistenta de la misma, cuyo cargo la obligaba a
trasladarse a Madrid. Ha sido Superiora de este hospital durante veintidós
años, desempeñando su misión de modo admirable y causándonos su cese obligado
un verdadero dolor, pues por su valer y simpatía, supo granjearse el aprecio y
afecto de cuantos la trataron.
En la
misma época, fue nombrada para sustituirla a Sor Juana Lapeira, también muy querida en este hospital y que actúa en
él desde su fundación.
FOTO 39 S.
M. Alfonso XIII con las Damas enfermeras y practicantes en el Palacio Hospital
Miramar de San Sebastián, 1922
ASAMBLEA PROVINCIAL DE LA CRUZ ROJA ESPAÑOLA
EN GUIPÚZCOA, DE LA QUE DEPENDE EL HOSPITAL DE SAN SEBASTIÁN
Presidenta
de Honor. Ilustrísima Señora Doña Teresa Hompanera, viuda de Bermingham.
Presidenta de Honor de la Asamblea Provincial de la Cruz Roja Española de San
Sebastián
Presidente-Delegado.
Excelentísimo Señor Manuel Rezola Laporte. Presidente Delegado de la Asamblea
Provincial de la Cruz Roja Española de San Sebastián.
Vicepresidente:
Pedro Salas.
Tesorera: Carmen
Resines.
Contador: Luis
Gaytán de Ayala.
Secretario:
Juan Jáuregui.
Vocal: Luisa
Lizariturry de Rezola.
Vocal: María
Londaiz de Gaytán de Ayala.
Vocal: Vicenta
Olazábal de Urquijo.
Vocal: Conde
de Caudilla.
Vocal: Condesa
de Vallcabra.
Jefe de
Ambulancia: Antonio Blanco Magadán.
Antes de
cerrar esta Memoria, que brevemente relata la vida del Hospital de la Cruz Roja durante los veinticinco primeros años de
su existencia, no podemos dejar de manifestar nuestra gratitud sincera a
quienes, de modo tan variado como generoso, han contribuido a su sostenimiento
y al bienestar de cuantos en él han sido atendidos.
FOTO 40 Enfermeras
de San Sebastián. Mayo 1937
Unas veces
fueron cuantiosos donativos de los simpatizantes con la obra; otras, un legado,
que viene a perpetuar en el Hospital de la Cruz Roja el amor al mismo de quien
le otorgó; otras son los facultativos, que constante y desinteresadamente
brindan su ciencia y labor en el dispensario y en el Hospital; los técnicos,
que renuncian a sus honorarios; las enfermeras, con su también constante ayuda
y sacrificio; las Hijas de la Caridad, con su ilimitada abnegación; los que
repetidas veces pusieron noblemente su arte en beneficio del desvalido; las
Corporaciones que rigen la Provincia y el Municipio; las Cajas de Ahorro, la
Industria, el Comercio, el vecindario entero, todos han contribuido a la vida
de la obra predilecta de esta benemérita Institución; y si bien es verdad que
para llevarla a fin solicitamos generosa ayuda porque la naturaleza de la misma
así lo requiere, en el resumen de los trabajos realizados, que a continuación
se mencionan, veréis que vuestra ayuda no fue baldía, que merced a ella muchos
recobraron su salud perdida, el pan de sus hijos, el bienestar de su hogar, su
dicha y felicidad.
Que
Nuestro Señor pague vuestra caridad como Él sabe hacerlo, y multiplique
vuestros medios para seguir ayudando con esplendidez a nuestros hermanos
necesitados (2).
DOÑA MARÍA CRISTINA Y LA SOCIEDAD
GASTRONÓMICA KAÑOYETAN
Corría el
verano de 1916 y a S. M. la Reina le había llegado la noticia de la existencia
de las Sociedades gastronómicas donostiarras y mostró curiosidad por conocerlas
(4).
La cosa
sucedió así:
Invitado
por un distinguido exalcalde, socio de Kañoyetan, acudió a cenar a una de las
más concurridas el Secretario particular de S. M. el Príncipe Pío de Saboya.
Tan satisfecho salió el palaciego de la comida vasca que le habían servido, en
la que por primera vez saboreó con deleite las “kokotxas al pil pil” y la
sidra, que no pudo dejar de decírselo a S. M. de lo sabroso de la cena y lo
típico del lugar, manifestando a la Reina que jamás había comido manjares tan
sabrosos y en tan agradable compañía.
La Reina
quiso que la llevaran a ver aquella Sociedad y que preparasen para ella los
mismos platos, a lo que hubo de contestar el Príncipe que las señoras tenían prohibida la entrada por el Reglamento de la
Sociedad, que rigurosamente se hacía cumplir.
En vista
de la imposibilidad de satisfacer así sus deseos, encargó al Príncipe
prepararan en la Sociedad el mismo manjar que prepararon para él y lo trajeron
a Palacio. Dicha satisfacción fue cumplida por el propio Príncipe, que fue
portador de una rica cazuela de “kokotxas al pil pil” y la correspondiente
sidra, con lo que la Reina consiguió realizar ese capricho, muestra de aprecio
donostiarra (4).
FOTO 41
Exámenes de Damas Enfermeras de la Cruz Roja, 1934
CURSO DE DAMAS ENFERMERAS 1934 Y 1935
En el año
1925 el Hospital volvió a su normalidad, reanudándose los servicios de la
Clínica y Dispensario-Consultorio. Siguieron acudiendo las aspirantes a Damas
Enfermeras con la misma asiduidad y aplicación de siempre, preparadas para su
examen generalmente por el Director Médico y podía certificar el médico Manuel Celaya Cendoya por haber formado
parte del tribunal examinador, por su calidad de Jefe Local de Sanidad,
presidido por el Doctor Leandro Martín Santos, en los cursos de 1934 y 1935,
acompañado por los doctores Miguel Kutz, Muguruza, Ramón Castañeda y Benigno
Oreja (4).
La
Superiora Sor Pilar Romeo, inteligente y diplomática que no obstante dirigir la
marcha del Hospital con rectitud y energía aragonesa, se hacía querer porque
esa energía la demostraba con mucha dulzura. “Suaviter in modo et fortiter in
re”. También figuran en las fotografías las paisanas azpeitianas del Dr.
Celaya, muy conocidas en San Sebastián por los años que llevan ejerciendo su
benemérita función de enfermeras, Sor Juana Lapeira y Sor Susana Nazabal (4).
FOTO 42 Exámenes
de enfermeras de la Cruz Roja, 1935. Las señoritas hermanas Sanz, hermanas
Guraya, Carrero, Aguado, Tola, Besson, Goena, Pesqui, Barrueta, Cortazar,
Gorostiza, Aizpurua, Florez, Urte, Torre, Garate, Larumbe, Jaureguialzo, Eugui,
Rubio, Espinosa, Ortiz de Urbina y Usabiaga (fallecida prematuramente). La
Superiora Sor Pilar Romeo, Sor Juana Lapeira y Sor Susana Nazabal
LABOR DE LA REINA REGENTE DOÑA MARÍA CRISTINA
Después de
tanto tiempo de trabajar para la Ciudad de San Sebastián, dicha ciudad quiere
agradecérselo de una manera muy especial.
Como se ve
la labor de la Reina Regente Doña María Cristina, desde su primer veraneo en
San Sebastián, dio sus frutos aún después de su fallecimiento, dejando como
recuerdo instituciones permanentes como el Hospital de la Cruz Roja, que sigue
funcionando a satisfacción de todos los que han utilizado sus servicios. Estos
hechos y muchos más que pudieran relatarse y que no se citan por imposibilidad
de tiempo y espacio hubieron de merecer que el Ayuntamiento mostrase a la Reina
Doña María Cristina su agradecimiento considerándola protectora de la Ciudad,
nombrándola en solemne sesión extraordinaria celebrada el día 23 de febrero de
1926, “Alcaldesa Honoraria de la Ciudad de San Sebastián” y concediéndola en
otra sesión posterior celebrada el día 12 de agosto del mismo año, la primera
“Medalla de Oro” de la Ciudad (4).
FOTO 43
Palacio de Miramar. Entrega de la Medalla de Oro por el Ayuntamiento en pleno,
el 12 de agosto de 1926
El 6 de
febrero de 1929, llegó la fecha dolorosa para San Sebastián de la noticia del
fallecimiento repentino de la Alcaldesa Honoraria de San Sebastián, protectora
de la Ciudad, que durante 41 años dedicó muchas horas por la felicidad de sus
habitantes.
El pueblo
de San Sebastián expresó su dolor acudiendo a los funerales que organizó el
Ayuntamiento y firmando en los pliegos que fueron colocados en la Casa
Consistorial y en distintos Centros y Sociedades.
ASAMBLEA SUPREMA
En esta
breve relación de la vida del hospital de la Cruz Roja Española de San
Sebastián desde 1918 hasta la fecha, no podemos olvidar las múltiples
atenciones recibidas de la Asamblea Suprema en el transcurso de este tiempo,
tanto por los componentes de la Junta actual como por los que nos han precedido
en el desempeño de estos cargos. Sabe muy bien el Hospital de la Cruz Roja
Española de San Sebastián cuánto debe a la Asamblea Suprema y sinceramente
agradece sus atenciones y deferencias en todo su valor.
TRABAJOS EFECTUADOS EN EL
HOSPITAL DE LA CRUZ ROJA
DE SAN SEBASTIÁN
GUERRA 1936 a 1939
Heridos
hospitalizados 1.624
Estancias
63.542
Curas 134.724
Operaciones
1.892
Enfermos
asistidos en la consulta de Otorrinolaringología 2.550
Análisis
5.531
AÑO 1940
Operaciones
573
Intervenciones
cirugía menor 1.531
Consultas 8.312
Curas 19.059
Inyecciones
6.863
AÑO 1941
Operaciones
571
Intervenciones
cirugía menor 2.453
Consultas 14.071
Curas 24.366
Inyecciones
12.686
AÑO 1942
Operaciones
749
Intervenciones
cirugía menor 1.976
Consultas 17.541
Curas 32.900
Inyecciones
15.030
RESUMEN
Operaciones
5.832
Intervenciones
cirugía menor 8.709
Consultas
111.438
Curas
370.668
Inyecciones
84.590
Finalmente,
rendimos un sentido homenaje de perenne recuerdo a los que pusieron en la
Institución todo su entusiasmo y ya no están entre nosotros. Ellos nos dejaron
el ejemplo de sus virtudes y de su laboriosidad; sigamos sus huellas y
tengámosles siempre presentes en nuestras oraciones.
Fallecidos en los 25 años de la vida del
Hospital
De la
Junta de la Cruz Roja de San Sebastián (1917 – 1942)
S. M. la
Reina Doña María Cristina, fundadora y Presidenta.
Excelentísima
señora doña Concepción de B. viuda de Gaytán de Ayala.
Señora
doña Inés de Brunetti.
Excelentísima
señora Marquesa de Caviedes.
Excelentísimo
señor Marqués de Caviedes.
Señora
Condesa de Peñaflorida.
Ilustrísima
señora doña Teresa B. viuda de Zappino.
Excelentísimo
señor don Carlos de Uhagón.
Excelentísimo
señor don Joaquín Pavía.
Excelentísima
señora Condesa de Torre-Músquiz.
Señorita
doña Pilar Jordán de Urríes.
Excelentísimo
señor don Juan Bautista Tejada.
Señor
Víctor Pradera.
Señor
Félix Churruca.
Señor José
Petrirena.
Señor Luis
Elizalde.
Excelentísimo
señor Luis Egaña.
Señor
Agustín Embil.
Señor
Francisco Enríquez.
Excelentísimo
Señor Mariano Zuaznávar.
FOTO 44 S.
M. La Reina María Cristina con los heridos de la primera expedición, en el
Hospital de Chillardegui
Del Cuerpo
Médico del Hospital de la Cruz Roja:
Doctor
Modesto Huici.
Doctor Leandro
Aramburu.
Doctor Rafael
Larumbe.
Doctor Nemesio
Mendizábal.
Doctor Miguel
Kutz.
Doctor José
Goiburu.
Doctor
Fernando Asuero.
Doctor
Román Marticorena.
Practicante Martín Galparsoro
Sor
Mercedes Bereciartua.
Señora
doña Juana Martínez Artola.
Señorita
Josefina Arrieta.
Señorita
Guadalupe Gaytán de Ayala.
Señorita
Ramonita Usabiaga.
Señorita
Ignacia Soraluce Goñi.
Señora
doña Francisca C. de Enríquez.
Señorita
Mercedes Calle Larre.
Señora
doña Felisa Celaya Cendoya.
Dadles,
Señor el descanso eterno.
FOTO 45 Mausoleo
erigido por la Cruz Roja de Gipuzkoa, en memoria de los soldados repatriados,
fallecidos en esta ciudad de San Sebastián. 1898 – 1899 (6)
HOSPITAL DE LA CRUZ ROJA DE
SAN SEBASTIÁN 1934
El año
1918 se hizo la primera instalación de la Cruz Roja en esta población;
aprovechando un pequeño chalet situado en la calle Matía de esta ciudad. En el
año 1921 cumpliendo una parte de su misión “auxiliar a la Nación en tiempo de
guerra” acogió a heridos procedentes de la campaña de Marruecos que
primero instaló en el mencionado chalet, más tarde extendiendo su obra lo realizó
en Villa Txilardegi, en Miramar y hasta el Gran Casino fue utilizado el año
1925 para el mismo fin (5).
El año
1928 el número de enfermos que acudían a su pequeño Dispensario era excesivo a
su capacidad y queriendo aumentar la caridad y la cantidad de medios por si
fuesen precisos, nació la idea de construir un nuevo edificio mayor y de
mejores condiciones al objeto señalado.
El 1º de
Octubre de 1930 se inaugura un edificio, de líneas rectas, arquitectura modesta
pero severa y airosa, que encierra el Dispensario, Escuela de Enfermeras,
Hospital y Clínica de la Cruz Roja de San Sebastián, reuniendo en él todas las
actividades que la benéfica e internacional Institución cuenta en Donostia.
Su
principal función es tener preparados medios materiales y personal facultativo
para el caso de precisarse sus servicios de carácter humanitario y
benéfico-social que constituye los fines de la Cruz Roja.
Para
lograr esta eficencia en su material y personal facultativo de médicos,
enfermeras y camilleros, hace funcionar su Dispensario y Hospital gratuito para
los pobres y deseando extender sus beneficios funda una Clínica de pago, donde
cualquier médico, que siga sus Reglamentos, encuentra los medios precisos para
tratar a sus clientes pudientes, el dinero que éstos dejan sea en beneficio de
los pobres que acudan a sus servicios gratuitos.
Dispensario
Está
instalado en la planta baja del edificio penetrando en él a través de un
jardincito que embellece y aisla este pabellón. Consta de una sala de espera
con piso y bancos de mosaicos, donde la enfermera de turno hace las fichas de
entrada a los enfermos nuevos y toma nota de los que continúan en tratamiento.
De esta
Sala se pasa a una amplia que es el salón de curas y de éste a los diferentes
consultorios establecidos y que son los siguientes: Servicios de cirugía
digestivo; cirugía general; cirugía, huesos y articulaciones; dental,
dermatología y urología; ginecología; laboratorio; medicina general;
oftalmología; otorrinolaringología; puericultura sección 1ª y 2ª; radiografía;
respiratorio y circulatorio; médico de guardia y neurología.
Cada
servicio está regentado por distinguidos médicos que gratuitamente acuden
puntualmente el día de su consulta.
Hospital
Está
situado en dos pisos, el 1º y el 2º de simétrica distribución; cada uno de
ellos posee una sala que puede llamarse general con 12 camas y otras dos
pequeñas de 2 y 4 camas cada una, además de los servicios generales, cuartos de
aseo, baño, sala de curas, de vigilante, comedor, etc., etc.
El suelo
de todo el edificio en la parte dedicada a enfermos es de mármol al igual que
la escalera, y las paredes de pasillos y habitaciones hasta la altura de 2 metros, van recubiertos
de azulejo blanco.
La parte
anterior del edificio en el piso bajo tiene los servicios generales, cocina,
lavadero, ropero. En el primer piso están instalados: la clase de enfermeras,
vestuario de éstas, administración, dirección y capilla.
En el
segundo piso, la Clínica de pago con 12 camas repartidas en habitaciones de 2ª
y en el 3º piso las habitaciones de las Hijas de la Caridad que prestan
servicio en el Hospital. En este tercer piso está también el quirófano y todas
sus dependencias de esterilización, anestesia, arsenal, etc. y los cuatro pisos
unidos entre sí por la escalera amplia y de mármol antes mencionada, un amplio
ascensor en que cabe una camilla y un montacargas.
FOTO 46 Damas
Enfermeras de la Cruz Roja. San Sebastián 1937
Labor que realiza
En el año
1933 pasaron por el Dispensario:
6.801
enfermos antiguos.
5.276
enfermos nuevos.
Se
realizaron 31.789 servicios repartidos en las diversas consultas.
De estos
enfermos fueron hospitalizados 279 que causaron 4.581 estancias y durante un
mes se suspendieron las intervenciones por ocupar las salas los hijos de los
damnificados por las inundaciones de Rentería que ocasionaron 736 estancias.
Además del
personal médico antes citado y para el cuidado de los enfermos existen ocho Hermanas Hijas de la Caridad y las Damas Auxiliares Voluntarias, las
cuales permanecen dos años afectas a los diversos servicios del Establecimiento
al final de cada curso sufren un examen por el Tribunal nombrado, dándosele el
título de Dama Auxiliar Voluntaria a los que demuestran tener los conocimientos
teóricos y prácticos precisos.
Una vez en
posesión del título continúan afectas al mismo donde prestan valiosos
servicios.
El
Hospital funciona bajo la dirección del Dr. Leandro Martín Santos y de una Junta de Hospital, formada por
socios, Damas y Médicos de la Institución.
Además de
esta Junta y sobre ella está el Comité Local de la Cruz Roja, en la actualidad
presidido por Juan Gabarain (Delegado del Gobierno) el cual rinde las cuentas
al Comité Central que se rige por las bases y estatutos establecidos en la
Universal Cruz Roja.
LA CRUZ ROJA EN IRÚN Y TOLOSA
Además del
Hospital de San Sebastián tiene la Cruz Roja un Dispensario en Irún y también
en Tolosa.
El
Hospital de la Cruz Roja de Irún se fundó en 1923 y a cargo de tres
facultativos, funcionó hasta 1932 en que con la finalidad de ampliar los
Servicios se requirió el concurso de los médicos de la localidad, llamamiento
al que la mayoría respondió, organizándose las Consultas por Especialidades.
A medida
que las disponibilidades lo permiten se va mejorando y completando el material
de diagnóstico y tratamiento enriquecido, últimamente con una instalación de
Rayos X.
La
Dirección la ostenta en la actualidad el Dr. Ramón Larrañaga y junto a él y cuerpo facultativo trabajan una
Hermana Hija de la Caridad Enfermera
y las Damas Enfermeras, formadas en
el Dispensario en número de 40 en cursos sucesivos, actuando en estos momentos
20 de ellas.
Exponente
de la labor de cinco años son estas cifras:
8.012
Consultas de Medicina General.
20.577
Curas.
Cirugía
General
402
Intervenciones.
2.003
Especialidades diversas.
1.814
Odontología.
214 Radioscopias
y radiografías.
3.893
Helioterapia.
1.254
Análisis.
7.434
Inyecciones.
En Tolosa
actúa conjuntamente con la “La Gota de Leche”, aun siendo absolutamente
independientes ambas entidades, en un mismo local generosamente cedido por el
Excelentísimo Ayuntamiento, obteniendo de esta unión un gran beneficio en el
cumplimiento de sus fines.
Muy
provechosa es la labor que en dicho Centro se desarrolla en proporciones nada
comunes, siendo señal evidente de ello la estadística que sigue referente al
movimiento habido durante el año 1933 en la parte correspondiente a la Cruz
Roja:
5.957
Curas.
439
Sesiones de diatermia.
464
Inyecciones intramusculares.
13
Extracciones de sangre.
571
Consultas de Medicina General.
3.869
Sesiones de lámpara de cuarzo.
805
Inyecciones hipodérmicas.
128
Vacunaciones.
30
Radiografías.
31
Radioscopias.
FOTO 47 En el jardín
del Hospital
Chillardegui
ANEXO 1 (3)
ILUSTRE
COLEGIO NOTARIAL DE MADRID
COPIA
SIMPLE de la escritura de cesión gratuita del hotel Villa María, que hace S. M.
la Reina Doña María Cristina de Habsburgo-Lorena, a favor de la Junta de
Señoras de la Cruz Roja de San Sebastián
Autorizada
NÚMERO
NOVECIENTOS DIEZ Y OCHO
EN MADRID,
a quince de Octubre de mil novecientos diez y ocho.
Ante mí,
Don Alejandro Arizcun y Moreno, Abogado y, por oposición, Notario de los
Ilustres Colegios de esta Capital, con vecindad y residencia en la misma.
COMPARECEN
De una
parte: El Excelentísimo Señor Don Miguel González de Castejón y Elio, Conde de
Aybar, Intendente General de la Real Casa y Patrimonio, mayor de edad, casado,
Militar, vecino de esta Corte, con cédula personal de sexta clase, número dos
mil cuatrocientos noventa y uno, fecha veinte de Mayo del año actual.
Y de otra:
Don Domingo Salazar e Ibañez de Sansoain, mayor de edad, casado, Secretario de
la sala tercera del Tribunal Supremo, vecino de Madrid, con domicilio en el
Paseo de Recoletos, número nueve y cédula de cuarta clase, número dos mil
ochocientos sesenta y tres, fecha veintinueve de Abril próximo pasado.
Concurren
a este acto: El Excelentísimo Señor Conde de Aybar, en representación de S. M.
la Reina Doña María Cristina de Habsburgo-Lorena, conforme al poder que se
dignó conferirle ante mí en veintiséis de Noviembre de mil novecientos diez y
siete, en el cual figura la cláusula que dice así:
“Ceder y
adquirir por cesión fincas, créditos hipotecarios o de otra especie, derechos
reales, valores públicos y comerciales u otros bienes: admitir notificaciones
de cesiones, y hacer y aceptar cesiones de remates de fincas, censos u otros
bienes”.
Y el Señor
Salazar, como Inspector General y Secretario que es en la actualidad, según me
consta a mí el Notario de S. M. la Reina en la Asamblea Central de Señoras de
la Cruz Roja, cargo por razón del cual le corresponde la representación de la
Junta de Señoras, de la Cruz Roja de San Sebastián.
Y teniendo
ambos a mi juicio en la calidad en que intervienen, la capacidad legal
necesaria para otorgar esta escritura de cesión gratuita por tiempo indeterminado
del uso de un edificio, exponen y otorgan.
Que S. M.
La Reina Doña María Cristina de Habsburgo-Lorena, y en su nombre y
representación, el Excelentísimo Señor Don Miguel González de Castejón y Elio,
Conde de Aybar, cede a la Junta de Señoras de la Cruz Roja de San Sebastián
representada por el Señor Don Domimgo de Salazar e Ibañez de Sansoain, la finca
denominada “VILLA MARIA” sita en San Sebastián, calle de Matía, esquina al
camino que sube a Lugariz, inscrita en el Registro de la Propiedad al ser
adquirida por S. M. La Reina Doña María Cristina en veintiocho de Septiembre
último en el tomo ciento setenta y nueve del archivo, cincuenta de San
Sebastián, folio ciento treinta y dos, finca número mil novecientos cuarenta y
ocho, inscripción sexta, con arreglo a las condiciones siguientes:
1ª- S. M.
La Reina Doña María Cristina se reserva la propiedad de la expresada finca,
cediendo a la Cruz Roja tan sólo el uso gratuito de la misma, para que
establezca en ella un hospital de urgencia y dispensario, para lo cual se
entrega renovada y en perfecto estado de conservación.
2ª- Esta
cesión será revocable en cualquier momento en que S. M., o sus
derecho-habientes lo deseen así, sin que la expresada Asociación tenga derecho
a percibir indemnización ninguna por obras realizadas ni por cualquier otro
concepto. Como quiera que los ocupantes de la finca la tendrán en precario, se
amplía a dos meses, el término legal del aviso que ha de preceder al ejercicio
de la acción de desahucio.
3ª- Si el
edificio dejara de emplearse en el fin para que S. M. lo cede, o no fuera la
Cruz Roja quien lo utilizare, por este sólo hecho se entenderá caducada la
concesión, y S. M. recaba para ese caso, para sí y sus sucesores, el pleno
dominio y uso de la finca, con posibilidad de ejercitar ipso facto la antes
referida acción.
4ª- Será
de cargo y cuenta de la Cruz Roja, mientras no quede extinguido todo derecho
suyo sobre la finca el sostenimiento de la misma en el buen estado en que se le
entrega, así como el pago de las obras que para ello sean menester, y el de las
contribuciones y gastos de cualquier clase que deban satisfacerse por el uso y
la propiedad del inmueble.
FOTO 48
Enfermeras de San Sebastián. Abril 1938
El Señor
Salazar, por encargo expreso de la Junta de Señoras de la Cruz Roja de San
Sebastián y de toda la Asociación al aceptar, como lo hace, el contenido
íntegro de esta escritura, rinde el debido y más expresivo tributo de gratitud
por su generosísimo desprendimiento a S. M. la Reina Doña María Cristina, que una
vez más asocia su Augusto Nombre a esta obra excelsa de caridad y patriotismo.
Presentes
a este acto los Señores otorgantes con los testigos instrumentales mayores de
edad, de esta vecindad, y sin excepción legal para serlo o según aseguran Don
Tomás Díaz de la Huerta y Martínez y Don Julio Muñoz Alvarez y leída
integramente por mí el Notario, esta escritura, previa renuncia que todos hacen
al derecho de que les entero a leerla por sí, prestan los primeros su
consentimiento, según intervienen y firman con los segundos.
Y yo, el
Notario, doy fe de conocer a los Señores otorgantes y de cuanto queda
consignado en este instrumento público extendido en dos pliegos de la clase
undécima Serie D, número siete millones ochocientos noventa y ocho mil
doscientos cincuenta y cuatro y el siguiente en orden: El Conde de Aybar; Domingo
Salazar; Tomás Díaz; Julio Muñoz.
Signado:
Alejandro Arizcun. Rubricado.
Es copia
simple (2).
FOTO 49 Sobre, sello y matasellos del 17 de
septiembre de 1926. S. M La Reina Victoria Eugenia, Presidenta de la Cruz Roja
Española
BODAS DE ORO DE LA CRUZ ROJA
El 1 de diciembre de 1969, la Cruz Roja de San Sebastián
celebra hoy las Bodas de Oro de la creación de su Hospital del barrio del
Antiguo. Con este motivo tienen lugar diversos actos, presididos por el general
Aracama, inspector jefe de los
servicios sanitarios de la Cruz Roja, llegado expresamente de Madrid, en
representación del presidente nacional, y al que asisten asimismo las autoridades
provinciales y locales.
A las 12 se celebra una misa en la capilla del hospital,
oficiada por don Marcelino Cortaberría,
párroco del Antiguo. Y acto seguido se celebra otro acto, en el transcurso del
cual se impone la Medalla de Oro de la Constancia a las Hijas de la Caridad, Sor Juana Lapeira y Sor Dionisia Echeverría, ambas fundadoras
de la Institución en San Sebastián, y a la Medalla de Plata de la Banderita a
la superiora de la comunidad residente en el hospital, Sor Elena Ortigosa.
Don Fermín Rezola,
presidente de la Cruz Roja de Guipúzcoa, se dirigió a los asistentes, evocando gratas efemérides de la historia del hospital. Rindió homenaje
a la Reina María Cristina, gran
promotora de la Cruz Roja en San Sebastián, elogiando asimismo la entrega de
los médicos, Damas Enfermeras y la dedicación de las religiosas a los nobles
fines de la Obra (7).
FOTO 50 Llegada de autoridades al
Hospital de la Cruz Roja. 1930. Fotografía Pascual Marín. Fototeka Kutxa.
Biblioteca Koldo Mitxelena
Bibliografía
1.- Dispensario de Santa Isabel de San Sebastián
Dispensario de Santa Isabel de San Sebastián
“Santa Isabel” Kontsultategia
Donostian
2.- Memoria Hospital María
Cristina. Escuela de Damas Enfermeras de la Cruz Roja de San Sebastián. 1917 –
1934
3.- Anexo 1 Documento de compra
venta del chalet para el Hospital de la Cruz Roja de San Sebastián. Notario
página 3. Documento Fondo de Reserva Biblioteca Koldo Mitxelena
4.- Fragmentos de la
autobiografía de un nonagenario dedicados a una nonagenaria. Manuel Celaya
Cendoya. Páginas 197 - 204. 1970
5.- Guipúzcoa Médica. Año 1934.
Páginas 35 a
39
6.- Monumento erigido a los
repatriados por la Cruz Roja en el cementerio de Polloe de San Sebastián.
Publicado el domingo día 5 de febrero de 2017
7.- Revista Anual Ilustrada San
Sebastián. Página 98, 1
de Diciembre. Año 1969
TRABAJOS SOBRE LA CRUZ ROJA DE SAN SEBASTIÁN
Panorama Sanitario de San
Sebastián 1900 – 1960. “Clínicas en la monarquía donostiarra”
Cruz Roja: Reglamento de 1939.
Editado en San Sebastián. Artículo publicado nº 287 con fecha 04-11/02/2005
La Dama Enfermera. Enfermería y
Cruz Roja. Vidas Paralelas. Publicado el día 19 de marzo de 2009
Creación de la Cruz Roja de Euskadi.
Publicado el sábado día 30 de enero de 2010
Creación de la
Cruz Roja de Euzkadi (I/II). Publicado en la Revista Electrónica
Euskonews, en su número 527 - 2010 / 04
/ 09-16. Manuel Solórzano Sánchez
Primera parte: http://www.euskonews.com/0527zbk/gaia52702es.html
Segunda
parte: http://www.euskonews.com/0527zbk/gaia52702es.html
150 Años de la Cruz Roja. 1863 –
2013. “La Cruz Roja. Memoria y Paz”. Publicado el miércoles día 23 de octubre
de 2013
El Consultor de la Dama Enfermera
1920. Publicado el sábado día 30 de noviembre de 2013
Orígenes de la Asociación de la
Cruz Roja. Publicado el domingo día 22 de diciembre de 2013
Programa de Estudios para Damas
Auxiliares Voluntarias de la Cruz Roja Española. Publicado el miércoles día 2
de abril de 2014
AUTOR:
Manuel Solórzano Sánchez
Graduado en Enfermería. Servicio
de Traumatología. Hospital
Universitario Donostia de San Sebastián. OSI- Donostialdea. Osakidetza-
Servicio Vasco de Salud
Insignia de Oro de la Sociedad
Española de Enfermería Oftalmológica 2010. SEEOF
Miembro de Enfermería Avanza
Miembro de Eusko Ikaskuntza /
Sociedad de Estudios Vascos
Miembro de la Red Iberoamericana
de Historia de la Enfermería
Miembro de la Red Cubana de
Historia de la Enfermería
Miembro Consultivo de la
Asociación Histórico Filosófica del Cuidado y la Enfermería en México AHFICEN,
A.C.
Miembro no numerario de la Real
Sociedad Vascongada de Amigos del País. (RSBAP)