La
andadura de la que posteriormente se llamaría “La Gota de Leche” comenzó a gestarse en la sesión que se realizó en
el Ayuntamiento de San Sebastián el día 24
de septiembre de 1901, dónde se llegó a un acuerdo para la construcción de
un Kiosko con destino a la venta de leche esterilizada en el terreno que ocupó
la capilla provisional del Sagrado Corazón (1).
Foto
1 Kiosko para la venta de leche esterilizada en la plazuela de San Martín. 26
de agosto de 1901
Así
consta en el expediente del Archivo Histórico del Ayuntamiento de San
Sebastián, consultado: 1901 H-00156-11 Expediente relativo a la Instalación de
un establecimiento de “La Gota de Leche” en San Sebastián, proyecto de kiosko
para la venta de leche.
El
expediente comienza con: Petición de instalación de un establecimiento de “La
Gota de Leche”. Proyecto de kiosko para la venta de leche esterilizada, en la
plazuela de San Martín (1).
En
el punto 12 decía así: El Señor Aguiñaga refiriéndose al Alcalde de la Ciudad y
demás componentes de la sesión, confirmar el acuerdo con la Diputación de
Guipúzcoa para poner un establecimiento de leche esterilizada con destino a los
enfermos y expósitos.
El
señor Alcalde don Miguel de Altube advierte que para este establecimiento al
que le han dado el permiso, la leche la proporcionaría la granja “Fraisoro”
(1).
Este
fue el Kiosko levantado en la
plazuela de San Martín, que estuvo preparado para comenzar su andadura en agosto
de 1902; no hubiese podido emprender su andadura sin la ayuda y aportación
económica de la Caja de Ahorros Municipal de San Sebastián y la Caja de Ahorros
Provincial de Guipúzcoa.
Foto
2 Kiosko en la plazuela de San Martín, fachada a la calle Loyola, se ve en el
rótulo “La Gota de Leche”. 1901
Comenzó
a funcionar el establecimiento de “La Gota de Leche” el 15 de agosto de 1902, que venía despachándose la leche maternizada traída
desde la Granja de “Fraisoro” para la Casa-Cuna y para el Asilo Infantil San
José, instalándose en primer lugar en las dependencias del Asilo San José y posteriormente
en uno de los pabellones en la Plazuela de San Martin en San Sebastián (2).
El Ayuntamiento donostiarra viendo el
buen resultado organizó en 1902 “La Gota
de Leche” en San Sebastián que fue la primera de España donde además de dar
leche gratuita a los niños necesitados, la leche estaba maternizada y
esterilizada, además organizó un consultorio médico infantil con ayuda de las Hermanas de la Caridad, al principio
comenzaron a trabajar en dicho establecimiento cinco Hermanas (1 y 2).
No
está aún señalado el día de la inauguración del establecimiento que con ese
nombre han levantado en el mercado de San Martín las Cajas de Ahorros
Provincial y Municipal.
Será
un día de la próxima semana, que será señalado por la reina María Cristina, que
ha ofrecido asistir a la inauguración (2).
Foto
3 Expediente de la sesión del Ayuntamiento de San Sebastián del 24 de
septiembre de 1901
Entre
las muchas personas técnicas que le han visitado, lo ha hecho el doctor Francisco de Cortejarena y Aldebó, exdirector
de Sanidad, quien ayer nos decía que nada falta en el nuevo establecimiento de
cuanto la ciencia preconiza y tienen los de igual índole del extranjero (2).
Respecto
a las condiciones de los productos obtenidos en «La Gota de Leche», porque no es
sólo leche maternizada la que facilita, sino quesos y mantecas, decíamos que
eran de gusto exquisito y delicado, y naturalmente esterilizadas y exentas de
todo elemento patógeno (2).
Hoy
viernes día 25 a las doce del mediodía subirá al Palacio de Miramar, el Alcalde
don José Elósegui y Martínez de Aparicio,
para cumplimentar a la reina y conocer el día que ha de inaugurarse el
establecimiento de “La Gota de Leche” (3).
Hoy
sábado día 26, a las doce del mediodía de ayer subió al Palacio de Miramar el
alcalde don José Elósegui y Martínez de Aparicio,
para cumplimentar a la reina y conocer el día y la hora en que se ha de
inaugurar la benéfica Institución de ese nombre, debida a la munificencia de
las Cajas de Ahorros Provincial y Municipal (4).
La
inauguración se celebrará pasado mañana lunes, a las tres de la tarde y a ella
asistirán el rey, la reina, príncipes e infanta.
Desde allí
se dirigió el señor alcalde a la Diputación Provincial donde conferenció con
los señores Machimbarrena y Tomás Balbás, ultimando los detalles
del acto de inauguración (4).
Foto
4 Kiosko en la plazuela de San Martín, fachada oeste de “La Gota de Leche”.
1901
Teniendo
en cuenta las pocas dimensiones del local donde se halla la instalación, para
ese día habrá de limitarse el número de invitaciones, quedando reducidas al
ministro de jornada, Diputación, Ayuntamiento, consejeros de ambas Cajas de Ahorros
y representaciones de los diarios locales (4).
Para
el martes serán invitados los médicos de la población y los que lo deseen de la
colonia veraniega, delante de los que se repetirán todas las manipulaciones,
para que viendo el funcionamiento de los aparatos juzguen la importancia de
estas instalaciones tan en boga en el extranjero (4)
1903
LA GOTA DE LECHE LA VOZ DE GUIPÚZCOA
INAUGURACIÓN EL 28 DE SEPTIEMBRE DE 1903
Conocida
es ya por todas las gentes la gran mortalidad de los niños, principalmente en
el primer año de la vida; no será asunto de mucha discusión la causa principal
de esta mortalidad, que no es otra que la escasa y mala alimentación, que como
algún día trataré de demostrar, sigue ejerciendo su influencia en todas las
edades de la vida. Es también una fatalidad que no teniendo la criatura otro
medio de alimentación en cuanto pase, que la leche de alimentación en cuanto
nace, que la leche de su madre, no pueda ésta, en numerosísimas ocasiones,
suministrársela en cantidad y calidad conveniente (5).
Foto
5 Kiosko en la plazuela de San Martín, con la calle Príncipe y calle Loyola de
“La Gota de Leche”. 1901
He
aquí el problema planteado sin resolución fácil en una serie de generaciones y
que apenas empieza a aparecer en nuestros tiempos, gracias a los progresos de
la higiene que ella por si sola va mermando su influencia a los agentes
farmacológicos que con más predilección entes se empleaban. Y cuéntese con la
importancia social de este problema, que no es de ahora ocasión de demostrar,
bastando solo recordar cómo se presenta todos los días en el seno de la
familia, ¡que disgusto y aflicción produce contemplar a un tierno ser que con
expresivo además dice que tiene hambre y no poder satisfacer su apremiante
necesidad (5).
He
presenciado muchas veces esta escena, de ella he participado yo mismo y declaro
que ha sido una de las penalidades en mi ejercicio profesional, porque lo mismo
en las clases modestas que en las más acomodadas, ha lugar a ver morir tiernas
criaturas, sólo por no poder darles de mamar o por llegar ya tarde para dominar
los efectos de la inanición que en las criaturas no tardan en producirse (5).
No
es ocasión ahora de recordar cuantos medios se han propuesto para suplir esta
deficiencia de la leche materna, y fijémonos sólo en el más comúnmente
empleado, en el que está más al alcance de las familias, sobre todo de las
menos afortunadas, porque los otros no pueden obtenerlos la generalidad de las
gentes. Trátase del uso del biberón que anda siempre en manos de la mayor parte
de las madres (5).
Foto
6 Entrada al Kiosko en la plazuela de San Martín de “La Gota de Leche”. 1901
El
biberón, como ya dije en otra ocasión y en momento de conflicto en familia muy
elevada, no es soportado por muchísimas criaturas y exige grandes cuidados, sin
evitar la mortalidad en proporción que merezca elogio. Esta es la verdad, pero
también lo es que, el biberón se nos impone en multitud de casos, porque no
disponemos de ningún otro medio, y hay que forzosamente aceptarle y por esto no
se descansa nunca, inventando a cada momento modificaciones, variando consejos
y precauciones, hasta ahora que parece hemos avanzado bastante (5).
El
mal está en que la leche que damos al niño no puede ser digerida por éste, por
causas que sucesivamente hemos supuesto y procurado neutralizarlas, pidiendo
auxilio a la química y a la bacteriología para destruir así los agentes
deletéreos. Pero no ha bastado todo esto y se ha dicho, preparémonos una leche
que sea lo más parecida a la de la mujer, maternicémosla
y así será mejor tolerada. He aquí la última palabra y dejémosle con ella al
tiempo que en gran maestro (5).
Empezamos
ya a poner en práctica el nuevo remedio, a emplear en los niños la leche
maternizada como sustitución de la materna, pero este recurso no está al
alcance de las familias, es preciso una preparación delicada, una serie de
operaciones que exigen laboratorios especiales, y que pueda obtenerse a precios
muy económicos y aun sin coste algunos para las gentes no pudientes.
Considero
que son convenientes estos detalles para que la masa común de las gentes
comprenda desde luego el beneficio que la ilustre Diputación provincial de
Guipúzcoa va a proporcionar a su país, organizando primero la quinta
de Fraisoro situada en Villabona, y que he tenido el gusto de visitar,
invitado y acompañado por el dignísimo presidente de la Comisión provincial
señor don Tomás Balbás, alma mater, de la benéfica institución
de La Gota de Leche, en San
Sebastián, a quien deberá inmenso reconocimiento la provincia.
Foto
7 Firma del plano del Kiosko en la plazuela de San Martín de “La Gota de
Leche”, firmado por el arquitecto municipal don José Goicoa el 2 de agosto de
1901 en San Sebastián
En
efecto, causa grata emoción el visitar un edificio no suntuoso, que no debe
serlo, sino grande, ventilado, situado en lo alto de una cumbre y protegido por
todas las precauciones higiénicas.
Allí
se alojan los desgraciados expósitos, allí contemplamos una infeliz criatura en
el último grado de marasmo, con la expresión de vejez prematura en su rostro,
como si en sus breves días de vida hubiera pasado rápidamente de la niñez a la
más avanzada ancianidad. Mal auguré de su porvenir, aun cuando la bondadosa Hija de la Caridad que le cuidaba y el
mismo señor Tomás Balbás me argumentasen con el restablecimiento notable de
otro niñito desgraciado, que no ha muchos días presentaba igual aspecto de
muerte próxima, debido todo, en mucha parte a los caritativos cuidados de
aquella Hermana de la Caridad, y muy
principalmente a la ingestión metódica de la leche maternizada, y obtenida de
aquellas hermosas vacas de razas del país y extranjeras, perfectamente cuidadas
en dicha quinta de Fraisoro (5).
Foto 8
Memoria del Congreso firmada y entregada. El doctor Manuel Celaya acudió en
representación de España al Primer Congreso Internacional de la Gota de Leche
celebrado en París el 30 de octubre de 1905
Una
visita detenida al laboratorio de preparación de la leche, la limpieza que en
todos sus departamentos se observa, el haber saboreado la exquisita leche en el
mismo momento de ser extraída de la vaca, que para denunciar su bondad produjo
bien pronto uno de los efectos fisiológicos que habitualmente produce, acabaron
de convencerme del celo y solícitos cuidados de la Diputación provincial de
Guipúzcoa.
Pero
no ha bastado esto, pues aumentando rápidamente el consumo de leche, queriendo
facilitar su empleo a todas las clases sociales, ha construido otra preciosa
instalación en uno de los departamentos del mercado de San Martín, cuyo
desarrollo he seguido paso a paso, y que es el que ha de inaugurar la reina (5).
Y
a todo esto hay que añadir que, ni el Ayuntamiento, ni la Diputación provincial
han de hacer gasto ninguno extraordinario, porque sus Cajas de Ahorros,
admirablemente organizadas y dirigidas, cubrirán perfectamente sus necesidades,
devolviendo así dichas corporaciones lo que el pueblo guipuzcoano ha adelantado
a ellas, pero con gran provecho, y a un interés que no es el del tanto por
ciento, sino la defensa de la vida de los niños para bienestar y provecho de
las familias.
Foto
9 Mercado de San Martín visto desde la calle Urbieta con la calle Loyola. El
mercado dedicó una de sus naves a Iglesia parroquial del “Sagrado Corazón de
Jesús” entre 1888 a 1897. Entre la calle Príncipe y Loyola se construyó el
Kiosko de “La Gota de Leche”. Foto: Marín, 1900
Que
sea esta Gota de Leche una más que acreciente el manantial que la Diputación de
Guipúzcoa ha descubierto para su país, haciéndose por esto digna de toda
alabanza, y de que imiten su conducta todas las de España, aprovechando yo esta
circunstancia para dirigirla mi modesto aplauso, y en particular al ejecutor de
sus acuerdos, el dignísimo señor Tomás
Balbás (5).
La Gota de Leche
de nuestra ciudad, tenía además un Consultorio para niños de pecho, y eran
visitados por los médicos, que indicaban la cantidad de leche a tomar (6).
Este
nuevo centro se abastecía de leche de vacas adquiridas por la Diputación,
siendo ganado de la mejor raza para tal fin. Esa leche pasaba por un aparato
para desnatarla y esterilizarla en autoclave. Así se preparaban frasquitos –
biberones de 150 y 250 gramos. Un aparato “Le Vabou – Train” lavaba dichos
biberones, hasta 1.200 al día, con agua caliente y carbonato de sosa. En suma,
se procedía a la maternización de la leche y a la esterilización. La
maternización de la leche se conseguía de la siguiente manera: se introducían
cinco litros de leche de vaca en el aparato desnatador, que mediante movimiento
giratorio rápido eliminaba la nata, que se recogía en un recipiente. Como la
leche materna tiene una tercera parte de caseína menos que la de vaca, y algo
más lactosa y cloruro sódico, se tomaban quince litros de leche de vaca, se
desnataban cinco y a esa nata se agregaban agua hasta hacer nuevamente cinco
litros, añadiéndose 225 gramos de lactosa y quince gramos de sal. Se procedía a
esterilizar en el autoclave durante cinco cuartos de hora a 102 grados (6).
Foto
10 Logo de “La Gota de Leche” de San Sebastián. 1902
Los
médicos, según el caso, determinaban la cantidad de leche a tomar. Esta se
vendía a 20 céntimos el litro, pero los pobres la recibían gratuitamente, con
la obligación de acudir un día a la semana para pesar a los niños y consultar
con el médico pediatra (6).
Al
inaugurar la reina la instalación de La Gota de Leche de San Sebastián,
demuestra con su presencia su interés por tal institución, y continúa siendo la
madre admirable que viene así a prestar su concurso a otras muchas que, con
parecidos sentimientos, no pueden cumplir tan fácilmente sus maternales deseos
(5) . Dr. Francisco de Cortejarena y Aldebó
LA GOTA DE LECHE 1903
Como
habíamos anunciado, a las tres de la tarde de ayer (lunes, día 28 de Septiembre de 1903) tuvo lugar la
Inauguración del establecimiento así titulado y que se ha construido a expensas
de la munificencia de las Cajas de Ahorros Provincial y Municipal (7).
Antes
de la hora esperaban en el vestíbulo que es un rectángulo cubierto de azulejos
blancos en las paredes y de baldosín en el piso y estaba ayer adornado de
macetas, los señores Gobernador Civil, Machimbarrena,
Balbás, Elósegui, Acha, Resines, Ibarra, Romero y Aristeguieta diputados y concejales (7).
Los
generales Zappico y Pavía, el comandante de marina señor Rodríguez de Vara, presidente y fiscal
de la Audiencia señores Barcáiztegui
y Lapuya, duque de Mandas, Merry del Val y el exdirector general
de Sanidad, doctor Cortejarena (7).
También
esperaban María de los Dolores Collado y
Echagüe, duquesa de Bailén y Almudena
de Arteaga y del Alcázar, duquesa del Infantado.
Un
público numeroso ocupaba las calles de San Martín y San Ignacio de Loyola,
adornadas con mástiles cubiertos de flores y ramaje y con los escudos y
banderas de España y de la matrícula de San Sebastián.
En
tres carruajes de Palacio llegaron el rey, la reina madre, los príncipes e
infanta María Teresa, acompañados de
los generales Pacheco, Cerero y Bascarán, ministro de jornada señor Manuel Maríategui y Vinyals conde de San Bernardo, el comandante
del Giralda y las damas duquesas de Santo Mauro de Sártago y San Carlos y marquesas de Moctezuma y Navarrete.
La
banda municipal tocó la marcha real y acto seguido penetraron en el local
destinado a las manipulaciones para maternizar la leche en el que hay una
máquina de vapor de sistema La Perfecta
y otro sistema Dlignette.
A
presencia de los asistentes hizo las precisas manipulaciones en catorce litros
de leche procedente, como toda la que allí se ha de esterilizar, de la Granja
de Fraisoro, el director de ésta Mr. Enrique
Delairé, quien al mismo tiempo iba explicando aparatos y manipulaciones.
También
en este local, que es cuadrado, están recubierta sus paredes de azulejos
blancos y sobre las mesas había las medidas y pesas para la mayor exactitud en
toda operación.
En
cuatro largos estantes se hallan los frascos de medio litro colocados en
condiciones perfectamente higiénicas (7).
Terminado
este acto el alcalde señor Elósegui corrió la cortina de terciopelo granate y
apareció a la izquierda del vestíbulo una modesta lápida conmemorativa de
mármol con la siguiente leyenda en letras doradas:
«La Gota de Leche, inaugurada por S. M. la
reina madre doña María Cristina de Habsburgo y Lorena. Día 28 de septiembre de
1903».
Las reales
personas acompañadas de sus damas fueron obsequiadas con delicado lunch y a la
salida el alcalde entregó a la reina, princesa e infanta, tres primorosos ramos
de flores.
Foto 11 La
Voz de Guipúzcoa. Diario Republicano. Año XIX. Número 6.553. Calle Guetaria
número 14 bajo de San Sebastián. . Página 1. Lunes, 28 de septiembre de 1903
El
coche de la infanta dio al acercarse un golpe en uno de los mástiles con la
portezuela que quedó separada de los goznes, teniendo que ocupar otro la
infanta.
Cuantas
personas visitaron el establecimiento quedaron encantadas de la perfecta
higiene y policía del mismo (7).
Sabemos
que son numerosos los pedidos de leche hechos por los particulares y es nuestro
deseo llene los fines de sus iniciadores a quienes de todas formas les
felicitamos, alentándoles a que no desmayen en hacer el bien, como hasta la
fecha, de sus administrados (7).
La
reina felicitó al alcalde, presidente y vicepresidente de la Diputación señores
Machimbarrena y Balbás, por lo bien instalado que está el establecimiento.
Al
Doctor Francisco Cortejarena y Aldebó
que, como ex director de Sanidad había sido invitado al acto, le felicitó con
gran efusión por el bien escrito y meditado artículo con que ayer honró las
columnas de LA VOZ DE GUIPÚZCOA.
Durante
toda la tarde fue mucha gente a contemplar el edificio donde tantos bienes han
de recoger las clases menesterosas (7 y 8).
LA GOTA DE
LECHE DE SAN SEBASTIÁN EN EL HERALDO DE GUIPÚZCOA
Como
ha habíamos anunciado de antemano, esta tarde ha tenido lugar la inauguración
de “La Gota de Leche”, que costeada por las Cajas de Ahorros Provincial y
Municipal, ha sido instalada en la nueva plaza de San Martín, con el benéfico
fin de maternizar la leche que ha de alimentar a los niños (9).
Teniendo
en cuenta que la excesiva mortalidad que se ceba en los niños en su primer año
de su vida, tiene por causa una mala y escasa alimentación, a nadie se le
oculta que “La Gota de Leche” reportará grandes beneficios a las familias
donostiarras, y especialmente a aquellas cuya precaria situación no les permita
hacer grandes esfuerzos pecunarios para proporcionar a sus niños pequeños los
necesarios alimentos nutritivos (9).
El
local, que hemos tenido el gusto de visitar, se halla acomodado con arreglo a
todas las exigencias que requieren la higiene y la comodidad.
La
instalación técnica de las máquinas ha estado a cargo del reputadísimo director
de Fraisoro, don Enrique Delairé.
Está
dividido en cuatro departamentos. En uno se hallan instaladas las dos máquinas
destinadas a maternizar la leche, sirviendo la llamada “Hignette”, para
esterilizar y la llamada “Perfecta” para desnatar la leche (9).
En
otro departamento está instalado el servicio de aguas y una máquina destinada
exclusivamente a la limpieza de biberones.
En
otro está el despacho y los dos departamentos restantes, uno ha sido destinado
a cuarto de baño y en el otro se ha instalado el cuarto del médico que recibirá
la consulta de los niños que hagan uso de la leche maternizada (9).
Foto
12 Heraldo de Guipúzcoa. Año I. Número 63. Página 1. San Sebastián, lunes día
28 de septiembre de 1903
A
la entrada del edificio esperaban a la regia comitiva, el ministro de Estado
señor conde de San Bernardo, el capitán general señor Zappino, los Gobernadores
Civil y Militar, el embajador de España en Londres señor Fermín de Lasala y Collado Duque de Mandas, el presidente de la
Diputación señor Fermín Machimbarrena y
Echave, el presidente de la Comisión provincial señor Tomás Balbás, el alcalde señor José
Elósegui y Martínez de Aparicio, y los conejales señores Acha,
Machimbarrena, Ibarra y Resines, el señor comandante de Marina, el inspector de
policía señor Puchades y otras
muchas personalidades cuyos nombres sentimos no recordar (9
y 10).
Una
vez apeados los personajes regios, se dirigieron todos al departamento donde
están instaladas las máquinas, haciéndose a presencia de ellos varios
experimentos. Los reyes han prodigado toda clase de alabanzas a las buenas
condiciones de la instalación y han elogiado las comodidades que reúne el local
(10).
También
el señor Manuel Maríategui y Vinyals,
conde de San Bernardo ha hecho grandes elogios de la instalación y de las
condiciones higiénicas del edificio (10).
Después,
han pasado los regios personajes al departamento destinado a despacho
facultativo, donde han sido obsequiados con un lunch espléndido. También el digno alcalde de San Sebastián don José Elósegui ha obsequiado a la
familia real con preciosos ramos de flores (10).
Cuando
se apeó de los coches la comitiva, la banda de música ejecutó magistralmente la
Marcha Real, amenizando después el acto tocando escogidas piezas de su
repertorio.
Terminada
la ceremonia y próximamente a las cinco de la tarde, la comitiva regia partía
en sus coches hacia el Palacio de Miramar, mientras la banda de música
municipal ejecutaba la Marcha Real (10).
La
inauguración ha revestido todos los caracteres de la solemnidad, y bien merecen
plácemes los organizadores de esta benéfica Institución que tantos beneficios
ha de reportar a las familias donostiarras y guipuzcoanas, y especialmente al
presidente de la Comisión provincial señor Balbás que ha trabajado sin descanso
hasta conseguir la instalación de “La
Gota de Leche” en San Sebastián (10).
En
este último departamento se ha colocado una báscula, con el exclusivo objeto e
pesar a los niños continuamente, para poder apreciar la mayor o menor nutrición
que produzca la leche maternizada.
El
pavimento y las paredes del edifico están perfectamente embaldosados a la
moderna y el cuidado interior del establecimiento correrá a cargo de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl
(10).
El
edificio, no es en realidad un centro suntuoso, pero es necesario reconocer que
por todas partes se advierte mucha luz y mucha higiene, que en estos casos lo
verdaderamente conveniente y práctico (10).
A
las tres de la tarde llegaron la familia real a la nueva plaza de San Martín,
con el fin de asistir a la inauguración de “La Gota de Leche”. Llegaron en tres
hermosos coches, viniendo en el primero S. M. el rey Alfonso XIII, los príncipes
de Asturias y S. M. la reina doña María
Cristina. En el segundo coche estaban la infanta María Teresa, las duquesas: María
de la Soledad Antonia Fernández de Córdoba y Bernaldo de Quirós duquesa de
Sástago y María Luisa de Carvajal y
Dávalos duquesa de San Carlos y el señor Carlos Martínez de Irujo y del Alcázar duque de Sotomayor y en el
tercer coche los generales Pacheco y
Cerero y demás personajes del cuarto
militar y las señoras marquesas: María
de la Concepción Girón y Aragón Ezpeleta y Arias de Saavedra marquesa de
Moctezuma y la marquesa de Navarrete
(10).
A
las cuatro de la tarde del día 30 de septiembre se han reunido en el
establecimiento donde se halla instalada “La Gota de Leche”, la mayoría de los
médicos, tanto civiles como militares, que residen en esta población (11).
También
se hallaban presentes el alcalde don José Elósegui y don Tomás Balbás. Los
reunidos presenciaron todas las operaciones, tanto de desnatación como de
esterilización de la leche, elogiando grandemente los aparatos de limpieza de
la fabricación. Después fueron obsequiados con un lunch (11).
Foto
13 Día de la Inauguración de la Casa de Socorro de la Calle Garibay, en el
edificio de la antigua fábrica de tabacos, Tabakalera. Juan José Prado (Alcalde
de San Sebastián y Presidente de la Caja de Ahorros Municipal. José García Cernuda
(Gobernador Civil). Manuel Chaves y Beramendi (delegado de hacienda). Tomás Pesset
Alexandre (Inspector Provincial de Sanidad).
José
Bago, Miguel Vidaur, José Larburu, Vicente Arístegui, Emiliano Eizaguirre,
Manuel Celaya Cendoya, Julio Maeso Elorriaga (Presidente Colegio Médicos) y
Luis Ayestarán Gabaraín. 3 de febrero de 1924. FotoCar: Ricardo Martín
LOS MÉDICOS EN LA GOTA DE LECHE 30 DE SEPTIEMBRE DE 1903
Ayer
día 30 de septiembre a las cuatro de la tarde acudieron los señores médicos al
nuevo establecimiento de “La Gota de Leche” previamente invitados por el señor
Alcalde don José Elósegui, a todos
los médicos civiles y militares de la población y con ellos el doctor Francisco Cortejarena y Aldebó, exdirector
de Sanidad, que tan entusiasta es de San Sebastián y tan acérrimo propagandista
se muestra siempre de todo lo que al bien de la humanidad tiende (12).
A
presencia de los ilustrados visitantes hizo el ingeniero director de la Granja
de Fraisoro don Enrique Delairé las precisas manipulaciones para obtener la
leche maternizada que fue degustada por algunos de los señores médicos (12).
Foto
14 Loa doctores Manuel Celaya Cendoya y Vicente Arístegui
Los
médicos que en gran número acudieron a la inauguración del servicio, vieron el
tratamiento que se hacía a la leche de vaca desnatándola, maternizándola y
colocándola en biberones de 150 y de 250 gramos, para ser esterilizada en
autoclave. Los detalles que del acto proporciona “Guipúzcoa Médica” denotan el
gran interés que la novedad despertó en su día y más teniendo en cuenta que era
el primer centro de este orden que
se establecía en España; ya que en el Consultorio Infantil montado por los
Dres. Cardenal, Girona y Soler que le precedió en Barcelona, no se preparaba la
leche maternizada (Agosto de 1903).
Todos
hicieron grandes elogios de la instalación y de los productos obtenidos. Los
señores Balbás, alcalde y algunos señores concejales y diputados provinciales
hicieron los honores de la casa obsequiando con pastas, vino y puros habanos a
los médicos invitados. Todos hicieron fervientes votos por el buen resultado de
esta Institución (12).
Ayer
día 30 de septiembre llegó una de las vacas y hoy día 1 de octubre llegarán
cinco vacas más, compradas en Suiza, de las mejores y más prolíficas reses de
aquel país. Se las acomodará en un establo que se está construyendo en
Ondarreta y la instalación estará en las condiciones de la más absoluta
higiene. La que ayer llegó fue vista por los médicos y de sus condiciones
parece prometer que dará óptimo fruto (12).
LA GOTA DE LECHE EN LA
ENCICLOPEDIA AUÑAMENDI
Institución
benéfica acordada por Junta de Gobierno de la Caja de Ahorros Provincial el día
10 de julio de 1901 después de un
acuerdo concertado por el Presidente de la Caja con el Alcalde de San
Sebastián, para el establecimiento de la
primera “Gota de Leche” del
país y aun del Estado, ya que era la única en procurar tener la leche
maternizada y esterilizada para los niños recién nacidos (13).
En 1901 la Diputación envió a Fecamp
(Francia) al director de la granja de Fraisoro para aprender el sistema de maternización
y esterilización de la leche de vaca e instalarla en Fraisoro.
Foto 15
Médicos donostiarras en el Hospital San Antonio Abad. Pascual Marín 1931
Fue
instalada en un principio en uno de los pabellones del Mercado de San Martín,
pasó luego al edificio propiedad de la Caja de Ahorros Municipal en la calle
Guetaria y en la calle Vergara después, y por último en 1968 en la actual
ubicación, en el número 19 de la calle Guetaria hasta su cierre (13).
Su finalidad
consiste en el amparo efectivo de la infancia necesitada llevando su beneficio
a millares de niños. La inauguración tuvo lugar en 1903, acto al que
concurrieron SS. MM. los reyes de España y AA. RR. Se entregó desde el primer
día leche esterilizada y maternizada para la lactancia artificial que ya desde
el día 15 de agosto de 1902 venía
proporcionándose en el antiguo Asilo de San José traída desde la granja “Fraisoro”.
Se completaba el servicio con asistencia médica gratuita de los hijos en
crianza y de las madres lactantes.
Tras las
bodas de oro de este Centro, efemérides celebradas en 1978, ha proseguido la
Gota de Leche su meritoria labor dedicada al mundo infantil, principalmente
atendido por las Hijas de la Caridad (13).
Tiene un
consultorio de Pediatría y Puericultura con una Guardería cuyos resultados
asistenciales fueron en 1978 los siguientes: Primeras consultas: 592 niños.
Consultas periódicas: 5.628 en el año. Consultas de pediatría: 463. Se hicieron
120 radioscopias de tórax y se aplicaron 2.112 sesiones de lámpara de cuarzo.
Los tratamientos aplicados por inyecciones de distintos tipos fueron 3.114 y
las diversas vacunaciones ascendieron a 3.004.
El número de
lactantes atendidos durante el año fue de 590. Los lactantes que han utilizado
los servicios de la guardería han sido 42. La obra social de la Gota de Leche
la comparten las Cajas de Ahorros Provincial y Municipal de San Sebastián, si
bien en la actualidad (1983) se está considerando su cierre por existir dudas
razonables de su necesidad. Se cerró en 1984 (13). Antonio Bengoechea
LA GOTA DE LECHE DE SAN
SEBASTIÁN
Esta “Gota
de Leche” fue pionera en España en
elaborar, maternizar y esterilizar la leche, estaba unida a la Casa-Cuna
central de Expósitos y a la Granja de Fraisoro. El dueño de la granja, Henri Delairé, aprendió la técnica de
maternización y pasteurización de la leche para llevarla a cabo en la granja.
Debido a esto había una Gota de Leche para los expósitos de Fraisoro, además se
beneficiaban los niños del Asilo de San José de la capital guipuzcoana. Debido
a la cantidad de leche los beneficiarios se extendió a hijos de familias pobres
(14).
El alcalde
de San Sebastián, que era además el presidente de la Caja de Ahorros Municipal,
propuso a dicha caja la apertura de una Gota de Leche en la ciudad.
Publicitaban la leche a precios muy económicos e incluso gratis a las familias
que no pudieran permitírselo. La Gota de Leche de San Sebastián desapareció en
1984 (14).
DISPENSARIO DE LA GOTA DE
LECHE DE SAN SEBASTIÁN
El
Dispensario y La Gota de leche de San Sebastián fue una de las instituciones
pioneras en España en la preparación de leche esterilizada para la alimentación
de los niños (15).
El alcalde
de San Sebastián Miguel Altube,
quien era además Presidente de la Caja de Ahorros Municipal solicitó el día 4 de octubre de 1901, un
establecimiento de una “Gota de Leche”
en San Sebastián; en un local cedido por el Ayuntamiento; y las dos Cajas de
Ahorros existentes en Guipúzcoa se comprometieron a financiar los gastos de la
Gota de Leche (15).
Foto 16 Revista OSI
DONOSTIALDEA ESI. Número 4. Osakidetza. Autor: Manuel Solórzano Sánchez.
Diciembre 2016
Fue
instalada en un principio en uno de los pabellones del Mercado de San Martín,
pasó luego al edificio propiedad de la Caja de Ahorros Municipal en la calle
Guetaria y en la calle Vergara después, y por último en 1968 hasta su cierre,
en el número 19 de la calle Guetaria.
La Gota de
Leche, en San Sebastián, comenzó su andadura el 15 de agosto de 1903 y de él
encontramos referencias en el periódico local La Voz de Guipúzcoa cuando
el 24 de septiembre indica que «aún no se
ha señalado el día de la inauguración oficial, porque se tiene conocimiento de
que la reina desea asistir, siendo ella la que marcará la fecha».
Se inauguró
el 28 de septiembre de 1903,
presidida por la reina madre María Cristina, la idea original procedía de
Francia, donde a fin de siglo empezaron a montarse instituciones de este tipo
para atajar los problemas de desnutrición y la alta mortalidad infantil entre
todas aquellas familias que no podían permitirse el lujo de tener nodriza. El
médico francés León Dufour había creado la primera gota de
leche en 1894.
Foto 17 “Entrada
de la puerta de “La Gota de Leche”, Obra Social de la Caja de Ahorros Municipal
y Provincial de Guipúzcoa, en la Calle Vergara 14 con la calle Príncipe (hoy
Arrasate) de San Sebastián, junto al Hotel Suizo”. Foto Ricardo Martín, 1916
Algunas
noticias ya se iban filtrando en la prensa, siendo conocidas las opiniones de
distintas autoridades sanitarias y del propio doctor Cortejarena, exdirector de
Sanidad, que coincidían en decir que se trataba «de un establecimiento en el que no falta de nada cuanto la ciencia
puede preconizar... y en el que no sólo se facilita leche maternizada a las
personas de escasos posibles, sino también quesos y mantequillas». Al día
siguiente el alcalde, que ya lo era José Elósegui, acudió al Palacio de Miramar
para cumplimentar a la reina María Cristina y fijar con ella el día de la
inauguración. Acordado sería el día 28 a las tres de la tarde y la jornada del 30
para la prensa y visitantes.
En presencia
de los ilustres invitados se procedió a manipular catorce litros de leche
procedente de Fraisoro que fueron
depositados en frascos de medio litro colocados en estanterías «en condiciones
perfectamente higiénicas». Hecha la demostración, el alcalde corrió la cortina
de terciopelo granate y apareció una modesta lápida con la leyenda «La Gota de Leche, inaugurada por S. M.
la reina madre doña María Cristina de
Habsburgo y Lorena. Día 28 de septiembre de 1903». La jornada del día 30
fue de puertas abiertas y acudió la prensa y los médicos de la población que
pudieron presenciar el funcionamiento de todos los aparatos destinados a la
preparación de leche maternizada.
Foto 18 Vista
general de la granja agrícola “Fraisoro”, propiedad de la Excelentísima
Diputación de Guipúzcoa. Foto Aguirre. Revista Novedades 1909
Esa misma
mañana había llegado una vaca comprada en Suiza, y al día siguiente llegarían
cinco más clasificadas como «las mejores
y más prolíficas reses de aquel país», las cuales fueron acomodadas en un
establo específicamente construido en Ondarreta en las más perfectas
condiciones higiénicas.
El centro,
que contó también con consulta de pediatría, se abastecía de leche de vacas
adquiridas por la Diputación. En el centro la leche se maternizaba y
esterilizaba. La gente pobre recibía la leche gratuitamente, aunque a cambio
debían llevar a los bebés a la consulta de pediatría y una vez a la semana a
pesarlos. El litro se vendía a 20 céntimos y era gratis para quienes no
pudiesen pagarla.
Según recoge
Martínez Vargas en su “Crónica de la Pediatría”, una de las Gotas de Leche que
acudió en representación de España al Primer Congreso Internacional de la Gota
de Leche celebrado en París el 30 de octubre de 1905, fue la de San Sebastián.
Estuvo representada, entre ellos, por el Dr. Rafael Ulecia y Cardona, delegado del gobierno; y el Dr. Manuel Celaya, delegado del
ayuntamiento de San Sebastián.
El primer
director fue el Dr. Manuel Celaya.
Le siguió el Dr. Felipe Errandonea,
llevaba el consultorio de niños de La Gota de Leche desde 1904, totalmente
dedicado a la pediatría y fue director hasta 1939. A éste le siguió el
Dr. Miguel Sagardía, que poseía el
título del Estado de médico puericultor (15).
Foto 19 Constitución
de la Junta Administradora de “La Gota de Leche” de San Sebastián. 17 de
febrero de 1906
1906 MEMORIA DE LA JUNTA
ADMINISTRADORA DE LA GOTA DE LECHE
Al
Presidente del Excelentísimo Ayuntamiento de San Sebastián
Acordada por
las Juntas de Gobierno de la Caja de Ahorros Provincial de Guipúzcoa y
Municipal de San Sebastián, la constitución de la Junta Administradora de “La
Gota de Leche” de San Sebastián, para ocuparse de cuantos asuntos se
relacionen con esta Institución, tengo
el honor de comunicar a V. E., que , con fecha 13 del mes corriente ha quedado
debidamente formada dicha Junta, compuesta por don Domingo Aguirrebengoa y don
Jaime Egaña, como delegados de la Caja de Ahorros Municipal de San Sebastián y
don Joaquín Carrión y el que suscribe, como comisionados de la Caja de Ahorros
Provincial de Guipúzcoa (16).
Al dar
cuenta a V. E. de la constitución de la expresada Junta, aprovecho la ocasión
de ofrecer a V. E. el testimonio de mi más distinguida consideración personal.
Diso guarde
a V. E. muchos años.
San
Sebastián a 17 de febrero de 1906
El
Presidente: Anacleto Romero
En
1905 la Institución había ya acudido con un trabajo propio al Primer Congreso
Internacional de Gotas de Leche celebrado en París. Al año siguiente se asignó
el servicio al doctor don Felipe Errandonea que asistía a gran número de niños
donostiarras (17).
En
1906 se asignó este servicio al Dr. Felipe
Errandonea que cuidaba de gran número de niños donostiarras, a mí entre
ellos (Dr. Ignacio María Barriola Irigoyen), y que con los algo posteriores
médicos don Ángel Elvira y don Vicente Arístegui formaban el trío de,
quizá, los primeros que se ocupaban en especial de la asistencia a niños cuando
el dictado de pediatras no era aún usado. De ellos quien más destacó en el
tiempo fue el último que en 1925 ocupó la presidencia de la Academia y en 1930
del Colegio y con quien inicié mis tareas de secretario en él; alto y
respetable señor con negra y bien poblada barba cuando no era corriente tenerla
y que no parecía muy adecuada a su especialidad (17).
La
Gota de Leche fue una Institución que gozó de gran prestigio en la ciudad y en
todas sus capas sociales. Era frecuente ver cada mañana en las proximidades del
centro de mujeres o muchachas de servicio con sus gradillas de biberones que
renovaban día a día. En el 50 aniversario de su fundación se publicó la
historia de sus años más brillantes (17).
Foto 20 Caserío
y vaquería «Iza», en el barrio donostiarra de Lugaritz, aquí en su establo se
encuentran las vacas de La Gota de Leche. Archivo Kutxa
1907 MEMORIA DE LA JUNTA
ADMINISTRADORA DE LA GOTA DE LECHE
Comenzamos
el año 1907, con el cambio de los productores de la leche. La Diputación había
comprado doce vacas lecheras y existió un establo de la Vaquería «Iza», donde
las guardaban en el barrio del Antiguo de San Sebastián (16).
En 1907 le
dan la plaza de director al doctor Felipe Errandonea (16). Solamente he
recogido lo más destacable de la memoria sobre el Consultorio médico.
1908 MEMORIA DE LA JUNTA
ADMINISTRADORA DE LA GOTA DE LECHE
Todos los
servicios de la institución de “La Gota de Leche” han estado perfectamente
atendidos, gracias al celo desplegado por el personal afecto a la misma, tanto
subalterno como el de las Hermanas de la Caridad.
Sor María Zarranz que se hallaba entre éstas desde
que se fundó “La Gota de Leche”, a la que ha prestado servicios de innegable
importancia, abandonó el Establecimiento, por haber sido nombrada Superiora de
la Casa-Cuna Central de Expósitos de “Fraisoro”, privándonos este traslado de
su inteligente cooperación (16).
Foto 21
Memorias de la Junta Administradora de “La Gota de Leche” de San Sebastián,
años 1907 y 1908
1939 – 1940 MEMORIA DE LA JUNTA
ADMINISTRADORA DE LA GOTA DE LECHE
El doctor
don Miguel Sagardía desempeña
interinamente la plaza de director de “La Gota de Leche por fallecimiento del
anterior don Felipe Errandonea
acaecida el año 1939.
A partir del
1 de enero de 1940 se estableció en “La Gota de Leche” la «Ficha Médica», y cada niño que acudía a dicho establecimiento se le
habría una ficha donde se anotaba el historial y el peso del niño y era
sometido a un examen médico y completo (18).
En el mes de
febrero de 1940 se comenzó un curso que se haría posteriormente todos los años.
El curso consistía en nociones de Puericultura para las madres en colaboración
con la Sección Femenina de F.E.T durante un mes a 60 alumnas. Tuvo tan buena
acogida que se tuvo que repetir y se amplió al número de 100 participantes.
Además de las nociones sobre puericultura en la sala, también se realizaban la
enseñanza de la preparación de los biberones y de la alimentación que
corresponde a un niño y a preservarlos de las enfermedades contagiosas (18).
En el mes de
mayo de 1940 se volvió a repetir el curso y esta vez fue para futuras madres
que formaban un grupo de 100 maestras, este curso también era teórico y con
clases prácticas de “La Gota de Leche” y la preparación de los biberones (18).
Foto 22
Dispensario de La Gota de Leche de San Sebastián en la calle Vergara de San
Sebastián, junto al Hotel Suizo. 1904
1941 MEMORIA DE LA JUNTA
ADMINISTRADORA DE LA GOTA DE LECHE
Comienza
diciendo que hemos conseguido en el Consultorio Médico que el mayor número de
lactantes fuese criado por sus propias madres dándoles el pecho; que es una
forma de luchar más eficazmente contra la mortalidad infantil. Siguen los
cursos que comenzaron en 1940.
Se nombra
director al doctor don Miguel Sagardía que lo venía realizando desde 1939 como
médico director interino. Tuvo una cooperación generosa y de manera altruista
por los doctores Antonio Minondo y Wenceslao Aguirrebengoa, que le ayudaban en
sus trabajos del Consultorio, así como distinguidas Señoritas Enfermeras que le
ayudaban en su labor diaria. Contando siempre con las Hermanas de la Caridad,
que ponen todo su interés, al servicio de la benéfica obra (18)
1942 MEMORIA DE LA JUNTA
ADMINISTRADORA DE LA GOTA DE LECHE
Se han dado
la misma labor de divulgación y propaganda y cursos teóricos y prácticos entre
las madres que acuden al centro.
Este año se
han realizado 610 vacunaciones antivariólicas y 298 vacunas antidiftéricas;
1.000 dosis de vitaminas repartida entre los niños, medicamentos, etcétera (18).
Foto 23 La
Gota de Leche de San Sebastián en la calle Vergara nº 14. Exposición La
Ciudad que perdimos. La gestión del Patrimonio Urbano en San Sebastián, 1950 –
2017
1943 MEMORIA DE LA JUNTA
ADMINISTRADORA DE LA GOTA DE LECHE
Este año
además de la Consulta médica de Pediatría se abre otra segunda Consulta de
Puericultura. Se solicita una nueva plaza de médico ayudante, ya que el doctor
Antonio Minondo lleva trabajando gratuitamente desde hace cuatro años (18).
Este año se
declara por orden ministerial la obligación de poner a todos los niños la
vacuna Antidiftérica.
Solicitamos
por el gran aumento de trabajo en las consultas el nombramiento de un médico
ayudante, junto con una enfermera Diplomada en Puericultura (18).
También
acudían mujeres jóvenes para realizar durante 3 a 6 meses las prácticas para la
obtención del certificado del Servicio Social, que en aquella época era
obligatorio.
1948 MEMORIA DE LA JUNTA
ADMINISTRADORA DE LA GOTA DE LECHE
“La Gota de
Leche” está de reformas y de obras desde 1944. Con fecha 18 de marzo de 1948 se
presenta el plano de las reformas al Ayuntamiento de San Sebastián. La Gota de
Leche se había trasladado a la calle Vergara número 16, en el plano, la parte
coloreada en rojo, indica la nueva distribución (19).
Foto 24 Proyecto
de acondicionamiento del sotano bajo y primero para la Gota de Leche en la
calle Vergara número 14 de San Sebastián. 18 de marzo de 1948
Las reformas
y mejoras introducidas en la misma, han terminado y ha quedado transformado de
“Gota de Leche” a un moderno Instituto de Puericultura, que puede exhibirse
como modelo en su clase. Fue considerada en su tiempo como la Primera de
España, ya que había comenzado con la entrega de biberones con leche
maternizada en agosto de 1902 y con su venta (19).
“La Gota de Leche” su distribución:
Planta Baja: Toda ella tenía nueva distribución
comenzando por la Sala de Espera, Sala de Peso, Consultas de Puericultura y
Pediatría, Helioterapia y Departamento Dietético.
En los Sotanos: Antes estaban deshabitados y ahora
se han instalado los servicios de Esterilización de la leche y preparación de
los biberones. Se ha instalado una nueva cocina y Sala de refectorio para las
Hermanas de la Caridad, ya que ellas viven en el primer piso. Habitación para
el personal subalterno, armarios, roperos y almacén de combustible (19).
En las
Consultas todo es nuevo, el material clínico, las mesas de reconocimiento,
mesas, sillas, vitrinas, todo el mobiliario, el instrumental y una moderna
lámpara de Rayos Ultra-violeta, y un Pesa bebés de primera calidad.
Foto 25 Proyecto
de acondicionamiento de la planta baja de La Gota de Leche en la calle Vergara
número 14 de San Sebastián. 18 de marzo de 1948
El Director
don Miguel Sagardía solicita: la
necesidad de nombrar un médico ayudante además del de una Enfermera diplomada
en Puericultura y una Hermana de la Caridad también especializada en esta
materis.
Sor Teodora
Plazaola Azcárate ha cumplido en la Institución de “La Gota de Leche” 45 años
consecutivos (19).
LA GOTA DE LECHE DONOSTIARRA CUMPLE SUS CINCUENTA AÑOS
La
labor benemérita de esta magnífica entidad en favor de los niños
Si
alguna entidad merece el aplauso de todos los donostiarras, es “La Gota de Leche”, que cumple los cincuenta
años de existencia (20).
Su
labor se traduce en obras de gran contenido en favor de la crianza sana de los
niños, salvando a millares de criaturas de la muerte y contribuyendo con celo
ejemplar en las mejoras en beneficio de las madres (20).
–En
1939– nos informan –falleció el doctor don Felipe
Errandonea, director de “La Gota de Leche”, sustituyéndole el doctor don Miguel Sagardía, que renovó en gran
parte el sistema, respetando lo bueno existente, pero introduciendo el avance
nunca contenido de la pediatría y de la puericultura (20).
Foto
26 Proyecto de
acondicionamiento de la Planta Primera de La Gota de Leche en la calle Vergara
número 14 de San Sebastián. 18 de marzo de 1948
¿Primera labor realizada?
En
colaboración con el doctor Antonio Minondo
Urquiza, el doctor Miguel Sagardía
intensificó la labor propiamente médica en el sentido de prestar una mayor
atención a los problemas de puericultura prenatal y post-natal y se estableció
la “ficha médica”.
El doctor José Antonio Alustiza Iriarte, teniendo el título de Médico
Puericultor (Pediatra), y siendo director de la Casa-Cuna Fraisoro, colaboró
siempre que se lo solicitaron aunque no tuvo ninguna relación administrativa o
económica con “La Gota de Leche”. Actuaba como un consultor externo de manera
altruista (Carlos Alustiza Martínez).
¿Beneficios del sistema?
Procurar
a los beneficiarios una alimentación absolutamente garantizada por el cuidado
de su composición y por la esterilización. Con esto se venía a atenuar
considerablemente los riesgos de una leche que, no siendo materna, no podía, en
el mejor de los casos, aproximársele, lo cual se procuraba con el mayor celo y
atender especialmente a la tarea del Consultorio, cada vez más complicada (20).
¿La labor preventiva?
“La
Gota de Leche”, tomó sobre sí la labor preventiva de la enfermedad y la
educativa en orden a las prescripciones de la higiene. Y si anteriormente la
tuvo que batallar mucho para extirpar la viciosa costumbre de conservar y hasta
estimular la capa de costra en las cabezas infantiles de los niños, batalla
llevada a cabo con energía por los doctores Manuel Celaya y Antonio Tamés,
el director actual, doctor Sagardía,
ha tenido que imponer una rígida asistencia médica para evitar este proceso
morboso (20).
Foto
27 La Gota de Leche donostiarra cumple sus cincuenta años. El Diario Vasco. Año
XX. Número 5.918. Página 2. Sábado, 26 de septiembre de 1953
¿Costó mucho educar a las mamás?
Costó
mucho, sí, señor, educar a las madres, aferradas a aceptar criterios nada científicos;
pero se ha logrado vencer la resistencia e imponer un examen médico riguroso
cada diez días, aunque la criatura presente aspecto más optimista (20).
¿Qué número de criaturas asisten diariamente?
Oscila
entre las cuarenta y cincuenta; pero en ocasiones resultan estas cifras
rebasadas.
¿Qué instalaciones son las más salientes?
La
nueva sala de helioterapia, con la lámpara de cuarzo proyectada en plan de
playa artificial, con espacioso “solárium”. El nuevo aparato de rayos X, el
laboratorio que se destina para controles clínico del enfermo y sanitario de la
leche, y se estudia la instalación de un moderno equipo frigorífico para la
conservación de la leche en buenas condiciones (20).
Se
atiende entonces a la lactancia, puericultura y pediatría…
Hasta
el punto de constituir un modernísimo centro de este tipo, donde se proporciona
continuamente a los niños y a los enfermos medicación conveniente en forma de
vacunas, inyecciones, radioterapia, etc.
¿Cuántos biberones despacharon en 1952?
En
las tres categorías existentes, la suma de 467.419 biberones.
¿Colaboran en la aportación económica…?
Destaque
las dos Cajas de Ahorros Provincial de Guipúzcoa y Municipal de San Sebastián,
y también la Junta de Protección de Menores, que contribuye eficazmente (20).
¿Cómo médicos…?
La
Junta Administrativa celebró un concurso para la provisión del cargo de
auxiliar y colaborador del médico director, doctor Miguel Sagardía, concurso fallado en favor del doctor José Antonio Herrero Cachán, gran
autoridad sobre la materia (20).
¿Qué asociación religiosa atiende a los
niños?
Las
nobles Hijas de la Caridad. Allí
está Sor Teodora Plazaola Azcárate.
Es admirable su celo, y su bondad no tiene límites. Como que hay quien va
solamente por verla. ¡Es tan grande su corazón…! Comenzaron 5 Hijas de la
Caridad.
Digno
del mejor reconocimiento…
Se
gestionará del Ayuntamiento la concesión de la Medalla de Plata de la Ciudad,
ya que está al servicio de la Institución desde el día de su fundación.
Pues
Sor Teodora Plazaola Azcárate se la merece y nosotros nos apuntamos con el
mayor entusiasmo para apoyar esta acertada petición.
¿Quiénes forman la Junta Administrativa de
“La Gota de Leche”?
Pues
el Presidente don Antonio Tamés y
don José Luis Gaytán de Ayala, por
la Caja de Ahorros Provincial de Guipúzcoa y en representación de la Caja de
Ahorros Municipal de San Sebastián, don Fermín
Rezola y don José Apaolaza,
siendo el secretario don José Beñarán.
Foto
28 Los doctores Felipe Errandonea y Miguel Sagardía
¿Dispone “La Gota de Leche” de vaquería
propia?
Tiene
en la granja “Iza” una serie de vacas lecheras que “anodrizan” a muchas
criaturas residentes en vuestra ciudad (20).
¿Cuál es la labor médica realizada durante
el último ejercicio?
Las
consultas médicas ascienden a 12.118; altas anuales 1.175; vacunaciones 2.518;
tratamientos 8.657; análisis clínicos 380; radioterapia 3.850, y tratamientos
diagnósticos 550.
¿Qué actos preparan con motivo de las bodas
de oro?
El
próximo lunes, a las doce, una misa en la iglesia del Sagrado Corazón (Padres
de Jesús). Seguidamente, visita al Dispensario de “La Gota de Leche” en la
calle Vergara número 14.
Y
a las dos de la tarde, almuerzo en el Bar “Egaña” en la calle Pedro Egaña con
la calle Moraza de San Sebastián donde daban excelentes comidas (20).
Éste
es el programa de actos y ésta es una sencilla impresión de la enorme labor que
se realiza a través de “La Gota de Leche”.
Cuantos elogios hagan de su Junta Rectora y de su director el doctor Miguel Sagardía, quedaran muy por
debajo de la tan llevada a cabo y de la que actualmente desarrolla en favor de
las criaturas y de las madres. En el silencio más absoluto laboran en favor de
la salud de esos angelicales niños que necesitan asistencia (20).
Foto
29 El doctor Felipe Errandonea en sus comienzos en el Consultorio de La Gota de
Leche
Allí
están al servicio total y exclusivo, junto a las abnegadas Hijas de La Caridad de San Vicente de Paúl, en ellas, es todo
solicitud y caridad. Los donostiarras tenemos la obligación de resaltar estos
organismos, que son un alto ejemplo.
Para
todos, nuestro aplauso para los directores y médicos, Hermanas de la Caridad,
personal de la “Gota de Leche”, etcétera, así como a los mantenedores de esta
Institución.
Y
para Sor Teodora Plazaola Azcárate… nuestro respeto y admiración, y que han
solicitado para ella la concesión de la Medalla de Plata de la Ciudad de San
Sebastián (20).
LA GOTA DE
LECHE DE SAN SEBASTIÁN EN SUS PRIMEROS CINCUENTA AÑOS 1903 – 1953
JUNTA
ADMINISTRADORA DE LA GOTA DE LECHE DE SAN SEBASTIÁN EN 1953
EN
REPRESENTACIÓN DE LA CAJA DE AHORROS PROVINCIAL DE GUIPÚZCOA:
Don
Antonio Tamés (Presidente)
Don
José Luis Gaytan de Ayala
Foto
30 La Gota de Leche de San Sebastián en sus Primeros Cincuenta Años. 1903 –
1953. Junta Administradora de La Gota de Leche de San Sebastián en 1953. 39
páginas. Koldo Mitxelena C-211; F-11. 30 de marzo de 2021. Escaneado por Josi
Goñi
EN
REPRESENTACIÓN DE LA CAJA DE AHORROS Y MONTE DE PIEDAD MUNICIPAL DE SAN
SEBASTIÁN:
Don
Fermín Rezola
Don
José Apaolaza
Secretario
Don José Beñarán Garín
La
meritísima Institución “La Gota de Leche
de San Sebastián” cumple los cincuenta años de su fundación, en los días en
que esta Junta Administradora, designada por las dos Cajas de Ahorros, la
Municipal de San Sebastián y la Provincial de Guipúzcoa, rige sus destinos (21).
Era
obligado que no dejáramos pasar esta fecha tan memorable sin nuestro recuerdo
más afectuoso hacia todos los que prepararon su creación, la fundaron y
desarrollaron, haciendo posible que sus continuadores la hayan elevado al rango
actual, base para futuras mejoras en beneficio de las madres celosas de la
crianza sana de sus hijos.
Foto
31 Don Tomás Balbás y Ageo
Legítimo
orgullo de nuestra ciudad es su “Gota de
Leche”, con la que se trajeron a España los adelantos que por entonces se
iniciaban en el extranjero con el plausible fin de disminuir la crecida
mortalidad infantil que se padecía. Gracias a esta Institución se han salvado
millares de criaturas de la muerte, y su crianza y desarrollo han sido
superados normalmente (21).
Esta
labor callada y benemérita bien merece ser recordada y puesta a la
consideración de todos, en esta circunstancia del cumplimiento de sus cincuenta
años de existencia y actividades, y a ello va encaminada la publicación de esta
Memoria Especial, que iniciamos con estas previas palabras y continúa la pluma
elegante del Cronista de la Provincia y gran amigo de todas las cosas del país
don Fausto Arocena.
En
esta ocasión ha querido la Junta, como es costumbre, celebrar la fecha de un
modo adecuado, y a tal fin ha adoptado los siguientes acuerdos:
1º.-
Editar la Memoria especial mencionada.
2º.-
Celebrar una misa en la iglesia del Sagrado Corazón, en memoria de todos
cuantos trabajaron en la Institución.
3º.-
Conceder una paga extraordinaria a todo el personal del Dispensario y de la
Vaquería.
4º.-
Reunirse en comida de fraternidad los Consejos de Administración y Juntas de
Gobierno de las dos Cajas de Ahorros que sostienen la Institución, con el
personal que trabaja en ella.
Foto
32 Entrada y Sala de espera de La Gota de Leche de San Sebastián
5º.-
Solicitar de las dos Cajas de Ahorros que concedan donativos de veinticinco
pesetas, cada uno de ellos, a los niños que son atendidos actualmente por
nuestro Dispensario.
6º.-
Montar un escaparate de exposición de los servicios de “La Gota de Leche”, en el local que para ello tiene destinado la
Caja de Ahorros Provincial de Guipúzcoa.
7º.-
Gestionar del Excelentísimo Ayuntamiento de San Sebastián la concesión de la «Medalla
de Plata de la Ciudad» a Sor
Teodora
Plazaola Azcárate, que está al servicio de la Institución desde el día
de su fundación.
8º.-
Solicitar de las dos Cajas de Ahorros sostenedoras de la Institución que
autoricen a esta Junta para que se sustituya el actual sistema de preparación
de leche y su envase en biberones por otro moderno y eficiente.
Al
cerrar estas líneas introductorias hacemos votos fervientes para que prosiga
ininterrumpidamente la obra benemérita que esta Institución realiza, gracias,
en primer término, a la constante y poderosa protección de las dos Cajas de
Ahorros, la Provincial de Guipúzcoa y la Municipal de San Sebastián, y al apoyo
de la Diputación de Guipúzcoa y el Ayuntamiento de San Sebastián (21).
San
Sebastián, 14 de septiembre de 1953
Antonio Tamés;
Fermín Rezola; José Luis Gaytán de Ayala y José
Apaolaza
LA GOTA DE LECHE
ETAPAS DE UNA INSTITUCIÓN
UN HOMBRE EN GUIPÚZCOA…
Parodiando
los términos de la deliciosa balada “Un rey en Thule reinaba, muy diestro
guerreador”, podríamos escribir: Un hombre en Guipúzcoa regía, muy diestro
organizador (21).
Foto
33 Pasillo del Piso Primero de La Gota de Leche de San Sebastián
Aún
le estoy viendo embutido en ceremonioso chaqué. Es seguro que no llevaba esa
prenda para rodearse de solemnidad, sino porque la gravedad sustantiva y
constitutiva de todo ser requería imperiosamente ese indumento.
Había
nacido en Filipinas, pero luego se vertió todo él en Guipúzcoa. Todo él –se
había dicho–, todo él: su vida entera, es decir, su carrera, su fortuna, su
inteligencia y su voluntad.
Con
no ser incontestablemente indígena, con no ser tampoco propenso a la dominación
de sus semejantes, lo fue todo en Guipúzcoa, todo lo que se puede ser
honestamente y sin vilipendio. Él se había dado todo entero, y Guipúzcoa se le
dio también toda entera en justa reciprocidad (21).
Foto
34 Consultorio de La Gota de Leche de San Sebastián
Ya
se podían echar bandos para hallarle un solo enemigo. Quien se lo propusiese se
haría candidato al mayor de los fracasos. Y, porque era el amigo de todos,
todos le fueron amigos. El “do ut des”, la nunca desmentida fórmula de la justa
correspondencia, tenía aquí una inequívoca aplicación.
Fue
un regalo de Dios. Sin Balbás, porque don Tomás
Balbás y Ageo era nuestro hombre, muchas de las cosas mejores de San
Sebastián no existirían aún. Él, sólo él, lo hizo todo posible. Ausentes en él
los aspavientos, ausentes las voces de mando, ausentes las piruetas propias de
histriones agradecidos al aplauso; sólo presentes en él la hombría de bien y el
difícil arte de jugar limpio. Balbás fue produciendo su obra sin que por ello
se conmoviesen las esferas, pero también sin que se pudiese señalar un
milímetro de regresión en la marcha hacia adelante (21).
Un
auténtico accidente de trabajo le quebró la cadera, cuando, como siempre, como
en toda su vida, estaba entregado al trabajo desinteresado, al trabajo
apostólico. Ello ocurrió cuando el peso de más de ochenta años se opondría
obstinada y victoriosamente a la recomposición de los huesos quebrados.
Pero
ya su obra estaba cuajada. Vivió el tiempo que para terminarla o para ponerla
en buena marcha le fue necesario. Como Dios llama a sí a los padres que dejan
colocados a sus hijos, porque ya han cumplido su misión en la tierra, así le
llamó a él cuando ya había dejado consolidada su obra. Vivió cuanto fue
necesario. Si murió viejo, si tardó en morirse, fue porque la Providencia no
estimaba aún viable -viable sin él, se entiende- la tarea de toda su vida (21).
LA OBRA DE UN MAGO
La
idea del servicio de “La Gota de Leche” partió del médico francés León Dufour residente en Fécamp próximo
a Le Havre en Francia, había brotado un auténtico mago. Porque mago y de cuenta
había de ser el hombre que conseguía, en dura lucha con la insobornable
segadora, arrancarle cuarenta vidas de entre las cien que implacablemente
segaba hasta entonces. Eso se dice muy fácil, pero el que logra ese asombroso
descenso de la mortalidad infantil, o tiene trato con el diablo o lo tiene con
Dios. Con éste habría de tenerlo, porque en recta aplicación de las fórmulas de
discreción de espíritus, ya que los frutos eran buenos, también había de serlo
el árbol (21).
Foto
35 Despacho del Médico Director doctor Felipe Errandonea de La Gota de Leche de
San Sebastián
Ya
se sabe que Pasteur, sin ser médico, había llegado nada menos que al concepto
de enfermedad. El enemigo número uno del microbio había abierto a sus sucesores
un campo extenso sin posibilidad de acotamiento.
Y
precisamente una de las operaciones del mago de Fécamp (León Dufour) se
contraía a hacer operar sobre la leche la acción germicida preconizada por
Pasteur en su lucha total contra el bacilo. Eso ya era muy importante, a la
vista está; pero no con ello se había llegado aún a la meta. Quedaba todavía la
tarea, a primera vista insoluble, de transformar, dicho sea en un sentido muy
lato, la leche de hembra vacuna en leche de hembra humana. Porque, mientras a
esto no se llegase, no se podía obtener que la enteritis y otras plagas de la
paído-patología dejasen de hacer riza en la vitalidad infantil ya de suyo bien
precaria.
Lo
de esterilizar la leche era al cabo empresa fácil. El calor, elevado a un
cierto grado de ebullición y sostenido en él durante un tiempo determinado, lo
conseguía sin gran dificultad. Menos fácil resultaba ciertamente transformar lo
vacuno en humano. Y, sin embargo, era eso necesario. Porque pasan del cuarenta
por ciento las madres que no pueden lactar directamente a sus hijos, y es aún
mayor el porcentaje de las que no pueden procurarles la lactancia total sin
necesidad de ayudas extrañas (21).
La
solución de esa poco vencible dificultad se obtenía gracias a la lactancia
mercenaria. Pero, sobre que eso no podía ser practicado por las economías
débiles, aún restaban gravísimos problemas entrañados sustantivamente en la
práctica de esa lactancia mercenaria.
Foto
36 Despacho de biberones de La Gota de Leche de San Sebastián
Uno
de esos problemas era el derivado del hecho de que con ello se privaba de una
parte de su alimento a los hijos propios de las nodrizas mercenarias. Otro
residía en la dificultad de vigilar la sanidad corporal de estas últimas.
¡Cuántas gravísimas enfermedades se han comunicado por el vehículo de la
lactancia mercenaria o de las «succionadoras»
de ubres resistentes a la extracción!
Pero,
al fin, estos problemas estaban ya resueltos por el mago de Fécamp, es decir,
por el doctor señor León Dufour.
Resuelto
quedaba efectivamente, como se ha dicho, el pequeño problema de la
esterilización de la leche, que quedaba a cargo de factores térmicos. Y
resuelto también, aunque parezca mentira, el gran problema de su maternización,
gracias al ingenioso “método Gaertner”,
a quien habían precedido en la concepción del problema los doctores Biedert, Trump y Heubner. Gaertner, en efecto, con manipulaciones
no demasiado complicadas y con la adición de un complejo de lactosa y cloruro
sódico, realizaba el milagro de aproximar la leche vacuna a la leche humana.
Sea dicho esto con las naturales reservas, porque después se ha comprobado que
hay diferencias notables en las condiciones propias del suero de cada especie
animal y que resulta imposible reproducir la leche de mujer, que contiene
además anticuerpos inmunológicos especiales.
LA EXPANSIÓN DEL
DESCUBRIMIENTO
El
problema, pues, de invención se hallaba solucionado en parte por Pasteur y por Gaertner. Ahora hacía falta socializar esos descubrimientos y desde
luego sistematizarlos. Y aquí es cuando entra en escena el abnegado doctor León Dufour de Fécamp. Él, sólo él, fue
quien estudió y realizó la organización necesaria, sin la cual la
esterilización y la maternización resultarían hallazgos sin contenido. Y,
sintiéndose con alma de apóstol, es decir, con alma desinteresada en favor del
prójimo, supo rodearse de otras lamas similares y dio a su pluma el encargo de
recorrer unas impolutas páginas de papel que de pronto aparecieron cubiertas de
sutiles artículos que reglamentaban con perfecta casuística las posibles
combinaciones de la socialización del sistema, es decir, de la provisión
metódica de la leche maternizada (21).
Foto
37 Hija de la Caridad pesando a un niño en la Sala de Peso de La Gota de Leche
de San Sebastián
Las
estadísticas de entonces vinieron a comprobar la bondad del sistema. De cada
cien niños alimentados con leche de vaca sin esterilizar y sin maternizar,
morían cuarenta y seis, en tanto que no llegaban a siete los muertos entre cien
niños lactantes de leche esterilizada y maternizada. Del mismo modo, de cada
cien niños alimentados con leche de vaca sin esterilizar y sin maternizar,
morían dieciséis por enteritis, en tanto que no llegaban a tres los muertos por
esa misma causa entre cien lactantes de leche esterilizada y maternizada (21).
Quedaba,
no obstante, el problema determinado por la peligrosidad de ese género de
leches, sobre todo en los periodos estivales, por lo que muchas veces hay que
recurrir todavía a la lactancia mercenaria y aun a leches en polvo, descremadas
y acidificadas con exclusión de cualquier hidrato de carbono.
Foto
38 Hija de la Caridad en el Solarium de La Gota de Leche de San Sebastián
Hemos
denostado mucho a los médicos, y los hemos traído y llevado sin piedad por escenarios
y por páginas satíricas; pero ellos han sabido portarse bien. Claro está que
los denuestos no han sido propiamente nuestros, sino de nuestros antecesores,
con quienes no podemos romper vínculos de solidaridad; pero también es verdad
que los éxitos no son atribuibles a los doctores antañones, sino a los actuales
que no se sienten cómodos arropados con vestes talares, sino con el atuendo
corriente y mínimo del hombre de la calle (21).
Pero
todo esto ocurría en Fécamp. En Guipúzcoa apenas sabíamos nada que ocurriese
más allá del río Bidasoa. Más hubo un convecino nuestro que televeía sobre los campos de Francia.
Era -¿Quién había de ser?- don Tomás
Balbás. Poseía ya por entonces un misterioso «radar»
que denunciaba la proximidad de todo aquello que pudiera contribuir a ejercitar
el bien. El socio conspicuo de las Conferencias de San Vicente de Paúl, que nos
ha sido denunciado como tal por don Aniceto
de Rezola en un folleto lleno de noticias donostiarras, era ese hombre
inquieto y atento a las enseñanzas de fuera (21).
MONSIEUR HENRI DELAIRÉ
Por
aquel entonces, primer tercio del año 1901, dirigía más o menos
provisionalmente la naciente “Granja de Fraisoro” un experto
francés: Monsieur Henri Delairé. En
él puso la vista don Tomás Balbás para que, dotado de una conveniente bolsa de
estudios por la Diputación, se dirigiese a Fécamp y allí se impusiese en los
procedimientos tan afortunadamente experimentados en orden a la forzada
sustitución de la lactancia materna. Monsieur
Delairé estuvo allí todo el tiempo que le fue necesario, y, como el
aprendizaje no era muy difícil gracias a la simplicidad de los medios
adoptados, volvió hecho un especialista (21).
De
momento, el propósito de Balbás era el de aplicar los beneficios de la leche
maternizada a los expósitos, es decir, a los infortunados venidos al mundo en
la más espantosa de las orfandades. Porque ocurría que la mortalidad hacía riza
entre los acogidos a la Casa-Cuna. Y eso para un alma tan delicada y tan
espiritualizada como la de don Tomás
Balbás era algo sencillamente intolerable. Por eso, en cuanto él llegó a
saber que en alguna parte del mundo se había dado con la solución del problema,
no paró hasta que hubo importado el procedimiento para que de él se
beneficiasen los tristes acogidos (21).
Tenía
por entonces su domicilio el Asilo de la Sagrada Familia, donde se hallaba
instalado el torno de recepción de criaturas abandonadas en el número 29 de la
calle de San Marcial. Esa fue la Casa-Cuna de la Institución de “La Gota de Leche”. Allí se introdujo de
forma balbuciente la manera, la buena manera, de Fécamp. Una manera
simplificada hasta los mayores extremos, porque no hay que olvidar que el alma
de Monsieur Dufour era un alma
simple. Simple -entiéndase bien- no en cuanto a pequeñez de espíritu, que pocos
los tenían tan grande, sino en cuanto a deliberada ausencia de complicación.
Tenía la sencillez de los seres privilegiados. Era una línea recta, paralela a
esa otra línea recta que fue don Tomás
Balbás y Ageo.
Con
esto tenemos ya instalada a la «nodriza» en San Sebastián, en el antiguo Asilo de San José, donde a la sazón
estaba instalado el torno. Era esto por los años de 1902, concretamente el 15
de agosto de ese año. Pero esta «nodriza» no venía a ser más que depositaria de
la leche; no era la productora de tan vital alimento. Porque ya se ha dicho que
la leche era originariamente de vaca. Lo que pasaba era que, por el
procedimiento de Gaertner, esa leche
experimentaba una fundamental modificación que hacía aproximar su composición a
la de la leche materna, es decir, a la de la leche humana. De esa leche así
modificada se beneficiarían en régimen de primicias los expósitos guipuzcoanos.
La primera leche experimentable procedió de la Granja de Fraisoro y fue costeada por la Caja de Ahorros Provincial
de Guipúzcoa (21).
Pero la
traída cotidiana de leche desde Fraisoro ofrecía, sobre todo en aquellos
tiempos, algunas complicaciones. Por eso se pensó en lograr una cierta
autarquía y en no depender de medios ajenos. La solución meramente provisional
y desde luego precaria fue la de construir un pequeño establo en el que se
acomodasen algunas vacas que fueran las productoras de la leche transformable.
Era un establo más o menos rudimentario, pero limpio con la limpieza de las
cosas humildes, que se instaló en la calle Matía y que fue albergue de las
primeras vacas lecheras «autóctonas» de La Gota de Leche.
Pronto
ese establo había de ser insuficiente, porque la fuerza expansiva de la obra,
que viene a ser la misma fuerza expresiva del bien esencialmente difusivo,
haría que fuese notoriamente insuficientes la solución prevista para cortos
alcances (21).
Foto
39 Hija de la Caridad en el Laboratorio de La Gota de Leche de San Sebastián
UN «VIRTUOSO» DEL DESINTERÉS
Una
flor que cultivó el bueno de don Tomás con afanes de jardinero fue la impersonalidad. La gente está harta de
contemplar personalismos y personalizaciones en todo. El egocentrismo está a la
orden del día. No hay obra que no aparezca solemnemente firmada, lo cual no
quiere decir que la firma diga la verdad, porque la piratería es práctica de
mucho uso.
Pero
don Tomás Balbás tenía una firme
vocación al anonimato. Para él lo esencial era realizar la obra y no sentía
ninguna comezón de firmarla. Sus iniciativas hay que buscarlas con sonda, ya
que para él lo importante era la misma obra en sí y lo despreciable la
atribución de la iniciativa. ¡Buena lección para los que andamos todavía por el
mundo!
Quienes
saben con perfecto conocimiento de causa que fue el iniciador de los primeros
ensayos de “La Gota de Leche”, pero
sientan la curiosidad de contratar ese conocimiento evidente con la consulta de
las actas de la corporación en que se depositó la semilla, perderán un tiempo
precioso (21).
Lo
que sí encontrarán serán las derivaciones lógicas de la iniciativa, es decir,
se encontrarán con la obra operante, con reseñas de lo hecho. Y es que don
Tomás sentía una gran preocupación por el libro del Génesis. Su predilección,
más que a ese libro bíblico, iba al de los Números. Y estos surgían, como por
arte de encantamiento, en forma de cifras representativas de la cantidad que se
dio como viático a Monsieur Delairé,
en la primavera de 1901, para que estudiase de visu las maravillas de Fécamp,
maravillas que ya conocía Balbás quizá por la lectura de «La Clíníque Infantile», y que quería,
ambicioso, trasplantar a su Guipúzcoa (21).
Porque es ya
hora de decir que el anónimo don Tomás Balbás era hombre dotado de un gran
alcance de visión. Joven y ya présbita, su vista perforaba el horizonte
limitado: veía a través de las fronteras. Él se había paseado por el mundo y
había hecho travesías ultramarinas. Tenía lo que ahora se dice, con tópico no
mal formado, muy abierta su ventana al exterior. Sólo que no se contentaba con
ensalzar lo ajeno y denigrar lo propio, sino que estaba siempre dispuesto a
enaltecer lo propio… después que hubiese imitado y trasplantado lo bueno ajeno
(21).
LA HUMILDAD ENSALZADA
No
basta, sin embargo, que uno quiera permanecer en el anónimo. Por mucho que se
oculte, sus obras le delatan. Así, en nuestro caso, Balbás hizo cuanto pudo por
no salir a la superficie. Y no llegará a saberse de qué artes se valió para que
en las actas de la Diputación de Guipúzcoa no figurara su nombre en el «flat» del
trasplante de la obra de Fécamp y para que incluso se sigilase el acuerdo que
luego tuvo una manifestación por sus naturales e inocultables derivaciones (21).
Ahora que,
si bien es cierto que contaba con su propia voluntad, no contaba igualmente con
la ajena. Y ésta se manifestó elegantemente, dando a cada cual lo suyo y
pregonando en esta caso la atribución de una iniciativa que, si cuando brotó no
fue acogida como cosa asombrosa, luego había de adquirir el vuelo y el revuelo
de lo extraordinario.
Los voceros
de la opinión, la prensa local y las revistas regionales, recogieron en 1903 la
noticia. La iniciativa, lanzada más de dos años antes y materializada en el
viaje de Delairé y en las prácticas
de la Casa-Cuna, tenía ya una
atribución de paternidad. Balbás era
para unos «iniciador de tan hermosa obra» mientras
otros saludaban en don Tomás al «autor del mencionado
establecimiento», es decir, de “La
Gota de Leche”.
Sí eso se dijo
a raíz del nacimiento de la criatura,
volvió después a repetirse, también con universal asenso, en 1930, con ocasión
del fallecimiento del hombre ejemplar, a quién, según unos, «se
debió la fundación de La Gota de Leche» y cuyo nombre, según otros, «va
unido a la fundación de instituciones tan venerandas y populares como La Gota
de Leche», la cual
según terceros en «concordia», «a
la iniciativa de don Tomás Balbás fue debida».
Quiere
todo eso decir que al iniciador le resultó fallido su intento de permanecer «tapado». Sus
convecinos, que tanto le querían porque tanto se hacía querer, descorrieron el
velo y dejaron totalmente definida la atribución (21).
El lector
habrá echado de ver cierta preocupación morosa en la reseña de los orígenes de
la Institución. No es para menos; los pródromos son siempre prolijamente
estudiados. Y es que los hombres no se contentan con saberse a sí mismos, sino
que se ponen a investigar con empeño tenaz lo retrospectivo, aunque sea ajeno a
su propio yo. Si así no fuese, no tendría tanta creciente aceptación la
investigación genealógica.
La obra
primera de Balbás no fue propiamente una auténtica Gota de Leche. Recortada,
limitada a los expósitos, le faltaba ese sentido universalista que es
consustancial a la obra. La técnica del sistema estaba desde luego captada;
pero aun siendo obra social, ya que la beneficiaba a la clase más desheredada,
le faltaba ese derribo de fronteras
que es condición indispensable para dar sociabilidad, es decir, solidaridad
humana a las empresas universalistas (21).
Foto 40
Entrada de la puerta de “La Gota de Leche”, Obra Social de la Caja de Ahorros
Municipal y Provincial de Guipúzcoa, en la Calle Vergara 14 con la calle
Príncipe (hoy Arrasate) de San Sebastián, junto al Hotel Suizo. Libro
La Ciudad que perdimos. La gestión del Patrimonio Urbano en San Sebastián, 1950
– 2017. De Alberto Fernández – Dárlas y Eneko E. Oronoz
Tomás
Balbás tenía que confluir aquí con otro hombre que, si no poseía una
personalidad tan acusada en la apreciación de los hombres, no era insensible,
ni mucho menos, a la expansión de la beneficencia, es decir, de la caridad
cristiana.
Ese
otro hombre era don Miguel de Altube,
alcalde a la sazón de San Sebastián, que se había paseado por las avenidas de
la Exposición Universal de París y había sorprendido en Versalles la técnica de
La Gota de Leche (21).
La
veterana Caja de Ahorros Municipal de San Sebastián, cargada de merecimientos,
fue la Caja de resonancia de la voz de Altube. Porque en sesión de 4 de octubre de 1901, manifestó éste
que sería conveniente implantar en San Sebastián la Institución llamada “La Gota de Leche”, para lo que había
cambiado ya impresiones con varios diputados provinciales solicitados por
análogos afanes. Se acordó a este fin dirigirse al Ayuntamiento «solicitando
terreno para la edificación de una glorieta en la que podría instalarse este
servicio, y, accediendo a los deseos de los señores diputados», se resolvió
hacer con el carácter de municipal la obra de edificación y cuanto fuere
necesario, pasando a su terminación una liquidación para que la Caja de Ahorros
Provincial abone la mitad del coste (21).
Aquí
se ve perfectamente establecida la conjunción afortunada de las dos Cajas de
Ahorros. No importa que el servicio público de la Institución esperase aún
cerca de dos años a ser inaugurado. El cimiento era común. No interesa conocer
quién puso la piedra y quién puso el hormigón. La obra aparejada era de dos en
uno o de uno en dos.
EL BAUTIZO
El
28 de septiembre de 1903 Se inauguró
la Institución “La Gota de Leche de San
Sebastián”. Una fecha como pocas. Es la del bautizo de una Institución
nacida poco antes: concretamente el 15
de agosto de 1902. No se le llevó antes a la pila por ese especial prurito
de los guipuzcoanos de hacer las cosas bien. La criatura tenía que presentarse
robusta (21).
Fue
su madrina nada menos que la augusta Regente del Reino doña María Cristina de Habsburgo, de grata
memoria. A su lado, un poco en calidad de padrino, el Ministro de Estado. Y.
diluido entre la masa de invitados, el que un diario del día siguiente
denominaba, como antes he dicho «autor del mencionado
Establecimiento» y que era don Tomás
Balbás y Ageo. Sabemos que asistieron también el Rey, que llamaban entonces «chiquito»; el ya
mencionado Ministro de Estado que era el Conde
de San Bernardo (Manuel Mariatégui y Vinyals), propietario entonces de
Castil Blanco; el General Manuel Pavía y
Rodríguez de Alburquerque, las Duquesas
de Bailén y del Infantado, el ex
Director General de Sanidad doctor Francisco
de Cortejarena y Aldebó, don José
Elósegui y Martínez de Aparicio, don Tomás
Acha, don Javier Resines y don José Manuel de Aristeguieta, con más otras
autoridades civiles, militares y de marina.
No vayan
ustedes a creer que esa inauguración oficial fue un acto puramente formulario.
La cosa fue mucho más seria: fue un auténtico curso de manipulación de la leche
vacuna para aproximarla, en cuanto a proporción de elementos, a la de mujer.
Los asistentes podían pensar que fueron objeto de una auténtica encerrona. Pero
lo cierto es que salieron de la sala con el buen gusto que se sale, las raras
veces en que puede realizarse, de un espectáculo realmente interesante (21).
El
experimentador, que aparecía allí como un auténtico prestidigitador, era nada
menos que Monsieur Delairé,
don Enrique, quién hizo funcionar los aparatos de descremación, embotellado,
esterilización y limpieza de botellas, realizando un ensayo completo de
transformación de catorce litros de leche vacuna en leche esterilizada y
maternizada, que fue además degustada por los concurrentes con la natural
satisfacción.
Ya
podía andar por el mundo “La Gota de
Leche”. Ya tenía padre (un padre que andaba ciertamente remolón en
reconocer su paternidad) y llevaba un nombre prestigioso. La robusta criatura
vino de París o de cerca de París y trajo también su nombre puesto. Nada cursi,
no lo vayan ustedes a creer, porque los tópicos se hacen tópicos por usados, no
por mal trazados. Más ingenio hubo en llamar a la Institución Gota inicial, que aludir después a su
transformación en manantial, como no dejaron de consignarlo doctores
sapientísimos que yo he estudiado bien. Váyales en descargo que ellos no eran
literatos de profesión, aunque la literatura haya tentado siempre y con fortuna
a los médicos (21).
Foto
41 Hijas de la Caridad con el personal y los niños en el Dispensario de La Gota de Leche de
San Sebastián en la calle Vergara de San Sebastián, junto al Hotel Suizo
Hemos
asistido, como se ve, a la ceremonia del bautizo de la gran obra. En esa
ceremonia habían estado ausentes, aunque no en términos absolutos, los médicos.
Para éstos hubo otra solemnidad, la que pudiéramos llamar puesta de largo, o
mejor, presentación en sociedad, en la sociedad médica.
CORO DE DOCTORES
Ello
ocurrió a los pocos días, determinadamente el 30 de septiembre de 1903, en ese
mismo año. Según me informa uno de los asistentes, concurrió la casi totalidad
del cuerpo médico donostiarra. No tiene eso nada extraño. Aunque algunos creen
que los sanitarios están especialmente interesados en que no desaparezcan los
enfermos, lo cierto es que hacen cuanto pueden para arrancar vidas a la muerte,
gracias a los medios, que hoy son muy poderosos, de que disponen. Claro está
que se puede oponer a esta consideración el hecho de que a los médicos no les
interesan los muertos, sino los vivos enfermos, porque a mayor número de
vivientes corresponde también mayor número de enfermos. Pero esas son sutilezas
en las que nunca pusieron su atención los doctores. Si así fuese, no habrían de
ser ellos, precisamente ellos, los descubridores de las armas aniquiladoras de
la enfermedad que están dejando prácticamente vacías algunas de las
especialidades médicas (21).
Médico
era Dufour y médicos todos los que
trasplantaron su procedimiento prácticamente a todos los lugares del mundo.
Para un Pasteur, que, no siendo médico, mereció serlo, ha habido docenas de
titulados que han alumbrado con dolores lancinantes de laborioso parto, es
decir, con largas vigilias de estudio, procedimientos de diagnóstico y de
curación que hoy están a la vista y, lo que es aún más, al alcance de todos (21).
Destacó
entre todo el coro de doctores un solista, es decir, uno que, siéndolo de mucha
nota, dio la de «do» de pecho. Lo cierto es que,
pidiendo puesto en la literatura apologética, se deshizo en ditirambos de tono
pindárico.
Era el
Doctor Francisco de Cortejarena y Aldebó,
nada menos que ex Director General de Sanidad, quien en el año 1903, es decir,
en el año de la inauguración oficial, a la que, como hemos visto, asistió,
dedicó en «La Voz de Guipúzcoa» un largo artículo destinado a
cantar las excelencias de la gran obra (21).
«Que sea
esta Gota de leche -dijo- una más que acreciente el manantial que la Diputación
de Guipúzcoa ha descubierto para su país, haciéndose por esto digna de toda
alabanza y de que imiten su conducta todas las de España, aprovechando yo esta
circunstancia para dirigirle mi modesto aplauso, y en particular al ejecutor de
sus acuerdos, el dignísimo señor don Tomás
Balbás».
Como
después se verá, el tropo del Dr. Cortejarena no era una frase hecha. Tuvo
luego el aval de la realidad. Porque no sólo brotó el manantial guipuzcoano que
presagiaba, sino que, extendida la fuente por la soterraña, alumbró manantiales
por todo el ámbito nacional (21).
DOS EN UNO
Guipúzcoa
y San Sebastián, es decir, la provincia y su capital, tuvieron hartos
razonamientos en el curso de la historia. Mejor dicho: parte de Guipúzcoa y San
Sebastián. Porque hay que tener en cuenta que el sistema fogueral de votación
daba a la capital una importancia muchas veces decisiva en la elaboración de
decretos de la provincia, ya que rara vez dejaba de encontrar adeptos a sus
puntos de vista, con lo que difícilmente se podía enfrentar de un modo absoluto
a la provincia con su capital.
De
todos modos, las asperezas se fueron limando con el tiempo, y últimamente la
Diputación solicitaba y obtenía la colaboración del Ayuntamiento de su capital.
Así sucedió con “La Gota de Leche”.
Lo que en un principio se concibió como organización nutricia de expósitos iba
a transformarse, por imperio de las circunstancias, en Institución al servicio
de todos. Y era precisamente la capital la que había de proporcionar la mejor
y, sobre todo, la mayor clientela, aparte de que la experimentación habría de
hacerse sobre el mayor núcleo posible de beneficiarios, en tanto que los medios
podrían asimismo procurarse con mayor facilidad (21).
Ya
se ha visto cómo don Miguel de Altube
cambió impresiones con varios diputados provinciales para realizar una obra de
conjunto.
Foto
42 Hija de la Caridad y personal preparando los biberones de la Gota de Leche
de San Sebastián, 1902
De
ese modo surgió la acción solidaria de la Diputación de Guipúzcoa y del
Ayuntamiento de San Sebastián, representados respectivamente por sus Cajas de
Ahorros, como tuve ocasión de ponerlo de resalto en el “Libro de Oro de la Caja
de Ahorros Provincial”, donde en su página 174 se lee lo siguiente:
«Para esta
labor –la del Consultorio de La Gota de Leche– fue de la mano con la ya muy
acreditada Caja de Ahorros Municipal de San Sebastián. Dedicadas ambas
entidades a la pura práctica del bien, sus intereses no podían ser nunca
antagónicos, sino simplemente coincidentes. Su buena inteligencia para éste y
otros fines había de producirse forzosamente. Si para el practicante de un
oficio, su enemigo ha de ser otro practicante del mismo oficio, no ocurre lo
mismo entre ejercitantes de una virtud, ya que el uno para otro ha de ser un
aliado y, en términos más cristianos, un hermano».
Lo que en
aquella ocasión se dijo vale para ésta. No interesa precisar quién vino a
quién. Lo esencial es que se produjo el abrazo y como consecuencia del mismo
surgieron las protecciones a la Obra por parte de ambas entidades, Diputación y
Ayuntamiento, en forma de subvenciones que hoy en día las siguen manteniendo,
así como también es de justicia reconocer la colaboración de la Junta de
Protección de Menores, que desde un principio subviene al costo de determinado
número de biberones que se distribuyen entre niños necesitados (21).
DEL LLANO A LA CUMBRE
Ya
se ha dicho que el primer empleo de la leche maternizada fue el de procurársela
a los expósitos. El torno de recogida de éstos se hallaba instalado en el Asilo
de San José. No se fuese allí a buscar comodidades suntuarias ni siquiera tal
vez las condiciones higiénicas indispensables o simplemente correctas (21).
Convengamos
en que aquello no reunía condiciones. Pero hay que reconocer también que,
advertido el fallo, se le puso pronto remedio. Claro está que entre tanto las
pobres criaturas acogidas, bien que disfrutasen en todo caso de un alojamiento
notoriamente superior al que las criaturas más menesterosas podrían hallar en
sus propias casas, se hallaban en condiciones que no podían compararse con las
que podían disfrutar las de las clases pudientes. La Memoria correspondiente de
la Caja de Ahorros no ahorra conceptos depresivos para poner de resalto las
malas condiciones higiénicas de la Casa-Torno, «con la circunstancia de tener
algunos días hasta veintitrés criaturas» en un espacio relativamente angosto (21).
A pesar de
ello, durante los tres meses de verano de 1902, primero en que se empleó la
leche maternizada, no se produjo ni una sola defunción.
Pero el
golpe de gracia de la experimentación de los beneficios del sistema se dio,
cuando en el año 1904 pudo comprobarse, mediante estadísticas que entonces
empezaron a formarse, que entre los asistidos en el Dispensario de La Gota de
Leche se dio una mortalidad de un diez por ciento, mientras el índice de la
mortalidad infantil entre los no acogidos al beneficio era del veinticinco por
ciento (21).
Y
téngase en cuenta que entre los no asistidos figuraban ya casi exclusivamente
las clases pudientes, porque las menesterosas habían resuelto beneficiarse del
prodigioso sistema Dufour, que bien pudiera ser calificado de descubrimiento
aunque tuerzan el gesto los que se obstinen en calificar peyorativamente, o por
lo menos depresivamente, de mera habilidad organizadora la acción del abnegado
médico francés. El cronista no quiere ahora ponerse a discutir sobre lo que
constituye la esencia de un descubrimiento y, aunque sabe que muchos inventos
se produjeron en virtud de una circunstancia puramente casual en la que el
descubridor tuvo una mínima parte, no tiene inconveniente en reconocer que
efectivamente la obra de Dufour fue la de un perfecto organizador. Pero no se
eche en olvido que esa perfección produjo un rescate de muchos millones de
vidas arrancadas a la muerte. Si por el fruto se conoce el árbol, bien mereció
el Doctor Dufour que su nombre no se relegase al olvido (21).
Un
inconveniente se atravesaba, sin embargo, en la marcha, en la marcha hacia
adelante que había emprendido el médico de Fécamp de París con toda resolución.
Tanto facilitaba la cosa, que podría pensarse que, si no todas, muchas madres
tirasen por la calle de en medio, y viendo que la lactancia materna era
sustituible sin riesgo para la vitalidad de las criaturas, fuesen por el lado
cómodo, y dejasen a los biberones la misión honrosa encomendada a sus propias
ubres.
Y
bueno era el sistema –qué duda cabe–, pero aún era mejor seguir proporcionando
la leche auténticamente materna, ya que las imitaciones, por muy buenas que
sean, no llegan a subrogar al original (21).
Foto
43 Sala de Rayos X de la Gota de Leche de San Sebastián
Ante
la duda, Dufour siguió manteniendo su instalación y produciendo leche
simili-materna. La mujer desnaturalizada que, sin causa, abandonase su honrosa
misión, allá se las compusiera ante su conciencia. Pero no por estimular en
cierto modo y muy indirectamente el egoísmo de unas cuantas mujeres frívolas,
se había de privar a las mujeres de ubres exhaustas de un procedimiento
maravilloso para suplir la propia inopia gracias a la caridad y al ingenio
ajeno (21).
El
descenso evidente, totalmente contrastado, de la mortalidad infantil, exigían
que La Gota de Leche se mantuviera a un ritmo, no ya constante, sino acelerado.
Dufour no había sido el descubridor de un maravilloso fármaco; pero al utilizar
ajenos descubrimientos, mediante una organización sabia, había logrado la salvación
anual de innumerables vidas.
Lo
decía él con frase gráfica: «¿Será preciso desinteresarse de las criaturas bajo el
fútil pretexto de que, obrando así, se arriesga uno a hacer más fácil el
abandono del más sagrado de los deberes de una madre?» Y la contestación que se
daba claro está que era absolutamente negativa. Para él, un alto en el camino
hubiese constituido el sacrificio de muchas vidas que la obra de La Gota de
Leche salva de una manera imperiosa.
Por lo
demás, él, hombre simplificado, que no es decir simple, adjetivo de un sentido
peyorativo totalmente incongruente, quería reducir al mínimo los gastos y las
complicaciones, precisamente porque quería que la bondad de su sistema, al
hacerse fácil, se difundiese con el “eman
da zabaltzazu” del himno cuyo primer centenario celebramos en este mismo
año.
Un
poco de dinero –decía– mucha buena voluntad y fe en el éxito. En esas tres
premisas hacia radicar el secreto del triunfo que había acompañado, sin un solo
fracaso, a la obra en todos los lugares donde se había instalado con fervor
apostólico.
Y
no se vaya a creer que, ilusionado con su técnica, llegase a tener en menos la
lactancia natural. Porque, si bien es cierto que no se detuvo ante el hecho de
que la utilidad y la comodidad de su sistema alejase o pudiese alejar del
cumplimiento de su deber a muchas madres, no por eso dejó de recomendar, en la
forma más disuasoria que le fue posible, que siempre que se pudiese
proporcionar exclusivamente leche materna, se dejase de lado la maternizada; y
que, cuando la materna no llegase a proporcionar toda la ración o dosis
necesaria, no por eso se abandonase, sino que se hiciese ayudar, pero sólo a
modo complementario, de la maternizada (21).
PROVEEDORA DE LA REAL
CASA
Doña
María Cristina de Habsburgo, de
gratísima memoria, era una donostiarra más. Ténganse en cuenta que los reyes,
que son los primeros ciudadanos de cada nación, suelen ser ellos mismos muy
poco raciales, es decir, muy poco representativos desde el punto de vista
étnico del país que rigen. En ese sentido, siendo los hijos primeros, son
propiamente hijos adoptivos, porque como son productos de cruces entre familias
reinantes, sus caracteres raciales suelen ser un complejo. Eso no hace
desmerecer la función augusta de la realeza, sino que la sublima, ya que
contribuye a la formación de una específica «raza»
de reyes. Por ser esto así, no se extrañará nadie que hayamos hecho donostiarra
a la que lo fue por su afecto y devoción (21).
Doña
María Cristina miró con ojos
amorosos a Donostia. Y no es que con ello siguiese la rutina, porque la rutina
establecida por Isabel II más bien había hecho dirigir hacia Zarauz, digna
ciertamente del favor regio, a la masa cortesana migratoria.
Así
fue que, sin esperar a que las corporaciones le hiciesen el regalo de un
palacio, lo hizo elevar a su costa. Y si ello supuso el traslado de una iglesia
y la zapadura de un túnel, bien compensados quedaron esos sacrificios con la
galanura de un bello edificio asentado en el paraje más riente del borde
maravilloso de la maravillosa bahía (21).
Aquí
venía la Reina Regente a buscar un poco de solaz que le hiciese olvidar los
sinsabores y aún las torturas de un gobierno extremadamente difícil. Aún
recordamos los que llegamos a vivir, con mayor o menor conciencia, en las
postrimerías del siglo pasado, aquella caseta real de arábigas formas, montada
sobre carriles que le facilitaban su aproximación al mar.
Su
augusto hijo no tuvo más que continuar la práctica iniciada por su muy querida
madre. Y, aunque Santander le reclamaba con un palacio lleno de ofertas
suntuarias, no por eso olvidó el rincón donostiarra ni dejó de tomar contacto
con la representación diplomática internacional favorita de la capital
guipuzcoana (21).
A
todo esto el lector se preguntará un poco asombrado el porqué de esta
disquisición, entre localista y cortesana, en una apología de la obra benéfica
de La Gota de Leche. No debe
asombrase. Los reyes tuvieron que ver y no poco con la obra.
Porque
lo cierto es que la Institución llegó a tener por clientes no sólo a aquellos
humildes expósitos hacia quienes se dirigía todo el humanismo caritativo del
prócer guipuzcoano, sino que llegó a extenderse hacia todos los niños
donostiarras, cualquiera que fuesen sus medios de fortuna. Es más: como se dice
en otro lugar, la mecánica del sistema imponía esa extensión para que los
pudientes cubriesen, o por lo menos aminorasen, el déficit que no podían llenar
los desheredados (21).
Y
La Gota de Leche, como los comercios
de altura, se hizo «proveedora de la Real Casa». Era tal
la bondad del sistema y la organización, que los nietos de Doña María Cristina hubieron de beneficiarse de la obra. Llegaron a
nutrirse con la leche de las vacas de la vaquería “Iza”, maternizada en los
laboratorios de la Institución.
La leche
preparada por La Gota de Leche pudo decir que a los palacios subió y a las
cabañas bajo y que en todas partes dejó recuerdos gratos de sí. La etiqueta de «proveedores
de la Real Casa» con que tanto se adornaban los comercios que habían
tenido la suerte de que las personas coronadas traspusiesen los dinteles de la
entrada de sus establecimientos, pudo desde entonces ornamentar con toda verdad
a la Institución, felizmente copiada, antes que en ninguna ora zona del ámbito
nacional, en la progresiva capital de Guipúzcoa (21).
Las Instituciones representativas de la
realeza se habían dignado honrar a la Institución favorecedora de los humildes.
La Gota de Leche salió ganado, pero la realeza nada perdió con ello. Lo que
hizo fue poner refrendo de sanción regia a una ley elaborada por la caridad.
Legislaron las cámaras unidas de las Cajas de Ahorros Provincial y Municipal, y
a esa legislación puso sanción regia la Corona (21).
Si hasta
entonces hubiera existido –que no existió– alguna resistencia por parte de las
clases pudientes a pedir alimento vital a la misma proveedora de las clases
desheredadas, ya no pudo en lo sucesivo invocarse el prejuicio de clase. Lo que
el Rey acepta, no pueden rechazarlo sus súbditos.
Errará, sin
embargo, quien crea que las Cajas colaboradoras echen sobre las clases
pudientes la carga del mantenimiento de la obra. Esto sería tanto como
desconocer el inconmovible espíritu caritativo que alienta en las instituciones
de ahorro, no sólo en los tiempos de ahora en que la obra social de las mismas
aparece imperada por la coerción de la ley, sino en aquellos, mucho más
alejados en el tiempo, en que las Cajas disfrutaban de plena autonomía. Por lo
que afecta a las Cajas de nuestra región, puede decirse que la coerción estaba
de más. Por propio impulso, por hálito constitucional, las Cajas hacían derivar
hacia fines sociales, preferentemente benéficos, las ganancias producidas por
el ahorro. Su lema ha sido siempre hacer revertir al pueblo los intereses
producidos por el ahorro del mismo pueblo (21).
Foto 44
Personal en la Sala de Esterilización de la Gota de Leche de
San Sebastián
EL CONSULTORIO
Al hablar de
la primacía –primacía relativa, ya que le había precedido la populosa ciudad de
Barcelona– de La Gota de Leche en España, se ha de entender ello en orden a la
expedición de leche maternizada y no
en orden al Consultorio médico que le es anejo. Consultorio existía ya en
Madrid y quizá en algún otro punto de España. Lo que no existía fuera de aquí
es la expedición y expendición, es decir, la entrega gratuita y la venta en
cada caso de leche maternizada (21).
Era de un
extraordinario interés el Consultorio. Sobre todo en una época en que no se
había llegado entre la clase médica a la especialización que es hoy la norma,
el brindar un Dispensario especializado a las clases menesterosas era ya de
suyo un adelanto.
Pero el
adelanto verdadero era el de maternizar, en la medida precariamente posible, la
leche de vaca, el de esterilizarla, el de dosificarla según la edad de cada
lactante.
Claro está
que el Consultorio no se hizo tardar. ¡Buenas estaban nuestras autoridades para
ir a la zaga de nadie! Habiendo acertado en lo principal, no iban a errar en lo
secundario. Y así ocurrió con una diferencia mínima de meses. Porque, si La
Gota de Leche se inauguró en septiembre de 1903, el Consultorio empezó a funcionar en enero de 1904, lo cual significa
ciertamente acortar distancias. Tengo ante mí vista –y el lector la va a tener
también– una fotografía de tal Consultorio obtenida precisamente en enero de
1904.
Foto 45 Los
doctores Antonio Tamés y Manuel Celaya en el primer consultorio de La Gota de
Leche de San Sebastián, año 1904
LOS PRIMEROS DIRECTORES
Detrás de la
mesa, dos doctores, que nos son muy conocidos, estudian quizá los casos que se
presentan ante la consulta del Dispensario. Son don Antonio Tamés, arribado ya al puerto de la eternidad, donde Dios le
tenga bien anclado, y don Manuel Celaya,
que aún vivía, con esa plenitud de vigoroso y contumaz alpinista aun después de
una jubilación que es un agravio a su perenne juventud (21).
Estos dos
médicos fueron nombrados para una doble función: la de atender a las Casas de
Socorro y la de atender al Consultorio de La Gota de Leche. De lo bien que
desempeñaron sus respectivos cargos son prueba los sendos oficios gratulatorios
que recibieron cuando hubieron de cesar en ellos para pasar a otros.
No se crea,
sin embargo, que don Tomás Balbás
los tuviese quietos. Ya se ha dicho repetidamente que Balbás miraba mucho hacia
Europa. Y cuando en una de esas miradas de largo alcance sorprendió que en
París había de celebrarse un Congreso Internacional de Gotas de Leche, no cejó
hasta conseguir, aliado naturalmente con los elementos directivos de la Caja de
Ahorros Municipal, que se dotase de un viático de viaje al doctor Celaya para
que concurriese en representación de La Gota de Leche a ese Congreso, que se
celebró entre los días 20 y 21 de octubre de 1905 y presentase allí una memoria
de lo realizado en San Sebastián (21).
Don Manuel
Celaya cumplió su cometido con el esmero que ha puesto siempre en sus funciones
y mereció el aplauso de los congresistas, entre los que se encontraban los
reputados doctores Rafael Ulecia y
Cardona (Madrid) y Andrés Martínez
Vargas (Barcelona).
EL DOCTOR FELIPE ERRANDONEA
Ya
se ha destacado a los primeros médicos de La Gota de Leche, que fueron, como se
ha dicho, los doctores Tamés y Celaya. Jóvenes pletóricos, la
Institución todavía incipiente no absorbía la totalidad de sus actividades. Por
eso su dedicación a la obra no había de ser total y exclusiva. Habían de
atender simultáneamente a la Casa de Socorro de que eran también médicos
titulares.
Su
juventud les pedía más bulla, y pronto hubieron de cesar en sus cargos, no por
deficiencia en su servicio, sino por incompatibilidad nacida del desempeño de
otras funciones concurrentes. Salieron, claro está, con todos los honores y, si
su paso por la Gota de Leche fue efímero, no por ese dejaron de conquistar el
preciado título de fundadores (21).
A
estos proto-médicos de La Gota de Leche sucedió un médico totalmente entregado
a la pediatría; don Felipe Errandonea.
Él atendió solo a la obra durante varios decenios. Pero esto nada dice en
demérito de la pareja precursora. Eran dos, ciertamente; pero tenían que hacer
compatibles sus tareas con la atención nada fácil de la Casa de Socorro.
Tampoco supone descrédito de los que, asimismo emparejados, le sucedieron,
porque ya la obra había alcanzado una gran complejidad y porque había sido
dotada de modernos elementos que exigían sostenida atención.
Don
Felipe, a quienes le recordarán algunos en posesión de una solemne barba, pero
a quien los más nos lo representamos pulcramente afeitado, fue Médico Director
del Dispensario de La Gota de Leche durante más de treinta años.
Sirvió
su puesto no sólo con suficiencia, sino con brío, con moral de combatiente al
servicio de una buena causa: el rescate de vidas de prójimos suyos que eran
promesa del futuro.
Modesto
él, se rodeó también de medios modestos. No quiso que los renglones deficitarios
que cubrían pronto y voluntariosamente las Cajas, contuviesen líneas demasiado
largas de guarismos. Era un criterio personal hijo de un temperamento. Se podrá
discutir su oportunidad: nunca, la hombría de bien de que venía a ser un
derivado.
Pero
no se vaya a creer que no seguía produciéndose, y a ritmo ciertamente
acelerado, el rescate de vidas infantiles que era consustancial al sistema. Las
estadísticas fueron creciendo y, aunque no fue nada pródigo en formarlas, los
resultados eran tan evidentes, que sobraba el refrendo numeral.
Muy
impuesto en su especialidad y muy cuidado en sus exploraciones clínicas, las
madres que de él recibieron inolvidables lecciones, es decir, nuestras esposas,
guardan de él un gratísimo recuerdo. Dios le haya premiado sus buenos oficios
en la tierra (21).
Foto
46 “Grupo de personas con niños delante de la puerta de “La Gota de Leche”,
Obra Social de la Caja de Ahorros Municipal y Provincial de Guipúzcoa, en la
Calle Vergara 14 con la calle Príncipe (hoy Arrasate) de San Sebastián, junto
al Hotel Suizo”. Foto Ricardo Martín, 1916
NUEVOS TIEMPOS
Nuevos
tiempos, nuevos modos. Cuando se trasplantó aquí la obra de Fécamp, se importó
todo lo nuevo que entonces había; pero investido de la honesta simplicidad con
que nuestros hombres rodeaban sus iniciativas aun cuando supusieran un evidente
avance sobre lo ya conocido.
Es
una característica fundamental del hombre la de ser perfectible. Y claro está
que, al ser él mismo perfectible, sus obras también lo son. Por eso hay que aplicar
siempre en el examen que se haga de cualquiera obra lo que la metodología
histórica impone: situar la obra en su tiempo.
Aplicando
este criterio a la obra de La Gota de
Leche, echaremos de ver que lo que entonces producía el pasmo de la gentes,
hoy se nos antoja incluso un poco infantil. Y hemos de pensar de la misma
manera que lo que hoy nos sorprende, será mañana tenido en poca consideración.
Pero eso no nos debe impulsar a tratar con menosprecio aquello que, habiendo
sido ahora superado, llegó, sin embargo, en su tiempo al ápice de la
perfección, de la perfección de entonces.
A
los hombres y a las obras hay que juzgarlos en el momento mismo en que fueron
operantes. La organización medieval esa las luces de hoy insostenible, lo que
no es obstáculo para reconocer en ella valores positivos y avances
considerables sobre los pretérito de entonces. Con la discriminación entre los
campos de la pediatría y de la puericultura, muy tenida en cuenta en la Institución de La Gota de Leche, se
inició en nuestra ciudad una base de desarrollo que, evolucionando
constantemente hacia lo mejor, había de llegar a extremos antes insospechables
y hoy considerados como una buena «marca» en el
recorrido ascensional (21).
CAMINAR SIN DESCANSAR
Fallecido
en 1939 don Felipe Errandonea, le
sustituyó interinamente en el cargo de director de la Institución el Doctor Don
Miguel Sagardía, que traía una
especial preparación para su cometido, ya que poseía el título especial del
Estado de Médico Puericultor. No resulta extraño, por lo tanto, que conquistase
la plaza de médico titular en 1940, después de reñidas oposiciones, la plena
propiedad de ese cargo que por primera vez en los anales de la Institución fue
provisto por oposición y concurso de méritos.
Se
hizo cargo de que había que renovar en una gran parte el sistema del centro,
respetando lo bueno existente, pero introduciendo también lo que el avance
nunca contenido de la pediatría y de la puericultura venía aportando
incesantemente.
Fue
su colaborador en ese primer momento de su función el Doctor Antonio Minondo, con desinteresada prestación voluntaria.
Ambos se entregaron en principio a acometer la necesaria reforma del antiguo
local de la calle de Guetaria, que se había hecho insuficiente. Con una nueva e
inteligente distribución, se pudo obtener una mejor instalación de las salas de
consulta, peso y espera, y de otros departamentos de menor entidad.
Así como se fue modificando con los años su actividad
interna, varió también su domicilio, pasando al edificio propiedad de la Caja
de Ahorros Municipal, primero en la calle Guetaria, después en la parte
recayente a la calle Vergara, y finalmente, en el año 1968, pasó a su actual
instalación moderna y confortable en la calle Guetaria, número 19, de San
Sebastián, hasta su cierre el 31 de diciembre de 1984.
Iniciaron
al mismo tiempo una notoria intensificación de la labor propiamente médica en
el sentido de prestar una mayor atención a los problemas de puericultura
pre-natal y post-natal. Para ello hizo establecer el médico director la ficha
médica, que venía a recoger esquemáticamente un interrogatorio dirigido a los
familiares del niño, base fundamental de la asistencia que había de prestarse
al niño acogido. Todo eso quiere decir que el doctor Miguel Sagardía trajo los nuevos modos, pero no desdeñó los viejos,
sobre todo en cuanto tenían de oblación y apostolado (21).
Foto
47 Presidente de la Diputación de Guipúzcoa. Doctor Don Miguel Antonio Sagardía
Laurnaga. Director de la Gota de Leche de San Sebastián. Fotografía Pascual
Marín, 1940
Resultaba
ciertamente importante el problema de procurar a los beneficiarios del sistema
una alimentación absolutamente garantizada por el cuidado de su composición y
por la esterilización a que se sometía , con lo que se venían a atenuar
considerablemente los riesgos de una leche que, no siendo materna, no podía en
el mejor de los casos más que aproximársele, lo cual se procuraba con el mayor
celo; pero no resultaba menos importante atender muy especialmente a la tarea
del Consultorio, cada vez más complicada.
Porque
hay que tener en cuenta que La Gota de Leche tomaba sobre sí una labor
preventiva de la enfermedad y también educativa en orden a las prescripciones
de la higiene. Ya los primeros médicos tuvieron que batallar mucho para
extirpar la viciosa costumbre de conservar y hasta estimular la capa de costra
en las cabezas infantiles su color de no se sabe qué defensa contra hipotéticas
contaminaciones. La lucha fue muy dura, y se llegó en tiempos de los doctores Celaya y Tamés a la coerción que suponía la retirada de los beneficios a los
niños que no se presentasen con la cabeza bien limpia de adherencias.
Aunque
esas prácticas tan antihigiénicas habían ya desparecido, aun tuvo no poco que
luchar el Doctor Miguel Sagardía
para imponer una rígida asistencia médica que se proyectase sobre los niños
antes de que se manifestase en ellos el proceso morboso.
Costó
no poco educar a las madres, siempre aferradas a aceptar criterios muy poco
científicos; pero, al fin, se consiguió vencer la resistencia e imponer un
examen médico riguroso cada diez días aunque la criatura se mostrase
aparentemente sana. Hoy, el promedio diario de niños atendidos oscila entre las
cifras de 40 y 50, que algunas veces resultan sobrepasadas.
Como
se ve, la obra venía robusteciéndose en tal forma, que ya no era posible que
pudiese ser atendida por un solo titular. Por eso la Junta Administradora
adoptó en 1947 el acuerdo de anunciar la provisión del cargo de auxiliar y
colaborador del médico director, que hasta entonces había venido servido con
desinterés por los doctores Antonio Minondo
Urquiza, Wenceslao Aguirrebengoa
Insausti y Juan Pedro Rodríguez
Picavea en periodos sucesivos. Ese concurso oposición fue fallado en favor
del Dr. José Antonio Herrero Cachán,
que lo desempeña en la actualidad a toda satisfacción (21).
LAS NUEVAS
INSTALACIONES
Recientemente,
en 1949 tuvo que desalojar La Gota de Leche el local que durante un mayor
transcurso de tiempo había ocupado desde que se creó. Era una medida imperiosa,
derivada de la necesidad de ocupar aquel local para otros menesteres. Siendo su
propietaria, como había sido siempre, la Caja de Ahorros Municipal de San
Sebastián y ofreciéndose en permuta otro local de parecidas características,
propiedad también de la misma Caja, la solución fue fácil.
La
Instalación corrió a manos de ese arquitecto «mágico» que es don
Luis Jesús Arizmendi, quien
recurriendo a la magia profesional, hizo tales juegos malabares con tabiques y
distribuciones, que a la hora de la verdad aún cabían más cosas en el local
nuevo que en el antiguo. Véase la muestra: dos amplias salas de consulta, una
sala de espera y de peso, otra para que se vista a las criaturas luego de
reconocidas, amén de un local destinado a la preparación de biberones y de otro
destinado a la expedición y venta de los mismos.
Todo eso
aparece instalado en la planta baja, que se comunica con el sótano donde hay
almacenes de carbón, leña y utensilios con más algunos cuartos de aseo para el
personal subalterno. En el piso han instalado su nido las Hermanas de la
Caridad, alojadas en un principio con sus Hermanas del Asilo de San José. Puede
asegurarse que no falta sitio para todo el vuelo de sus alas o tocas; aun así
queda lugar para una amplia sala de aseo y para cuatro grandes piezas, donde se
han colocado las más modernas instalaciones; pero esto reclama párrafo aparte.
Foto 48
Hijas de la Caridad con el personal y los niños de La Gota de Leche de San
Sebastián. Foto: Agustina Zugasti, 1936
Allí se ve la
nueva sala de helioterapia con la magnífica lámpara de cuarzo proyectada en
plan de playa artificial con espacioso «solarium», sin que
se haya abandonado tampoco la antigua lámpara que en forma portátil se utiliza
en beneficio de los pequeños lactantes. Allí se ve asimismo el nuevo aparato de
rayos X, de construcción nacional, pero con pantalla alemana y «tubo»
norteamericano, que viene a ser un especímen de aprovechamiento del espíritu de
la «Onu» a juzgar
por su internacionalidad.
Allí es dado
ver, finalmente, el laboratorio que sirve para los controles clínicos del
enfermo y sanitario de la leche. Y. como no hay manera de poner punto y final a
una obra concebida con tan noble ambición, aún queda lugar para la instalación
de un moderno frigorífico para la conservación de la leche en buenas
condiciones (21).
De ese modo La
Gota de Leche, sin perder su primitivo carácter de «lactarium», se ha ido
beneficiando de las conquistas de las especialidades de puericultura y
pediatría hasta el punto de constituir un modernísimo centro de ese tipo, donde
se proporciona de continuo a todos los niños asistencia y a los enfermos
medicación conveniente en forma de vacunas, inyecciones, radioterapia y,
siempre que se hace necesario, leches en polvo preparadas a base de una
composición científicamente estudiada. A esto último subviene también, como ya
se ha indicado, la Junta de Protección de Menores de Guipúzcoa, sin dejar de
abonar el gasto de la lactancia ordinaria de biberones que se entregan a las
familias más humildes.
Este
esforzado y continuado trabajo sanitario llegó a alcanzar el campeonato en la
reducción de la cifra de la mortalidad infantil en toda España.
Entiéndase
esa cifra, sin embargo, en razón inversa a como se entendieron los tantos en el
fútbol. Porque es clarísimo que menos tantos, es decir, menos mortalidad es lo
que constituye el secreto del éxito.
Las cifras,
ciertamente elocuentísimas, son éstas: mortalidad infantil en San Sebastián,
1,2 por ciento; mortalidad en el resto de España, 6,2 por ciento. Quiere decir
esto que aquí se salvan vidas por cada cien niños cuatro más que en el resto de
España tomada como unidad, sin que eso quiera suponer que la cifra
individualizada por cada capital de la nación sea la expresada por ese promedio
(21).
Importa
mucho señalar esto, porque en esa agravación de la mortalidad no entran las
ciudades que ingresaron en la red de Gotas de Leche luego que recibieron el
primer ejemplo en la Institución Guipuzcoana, la cual ostenta el primer lugar
en esta carrera de avance higienista: algo así como la “grímpola azul” por
haber corrido más nudos que las otras naves.
Foto
49 Hijas de la Caridad en el homenaje a Pilar Pano en San Sebastián. Foto:
Pascual Marín, 1941
LA MONJAS HIJAS DE LA
CARIDAD
Después
de los médicos hay que evocar a las monjas, a las nobilísimas Hijas de la Caridad. Observe el lector
que se les llama indistintamente Hijas, Hermanas y Madres.
Son
Hijas institucionalmente, porque vienen a ser criaturas de la caridad, es
decir, del amor al prójimo. Las engendró ese amor que inspira al Kempis tan encendidas páginas. Y no sólo
al Kempis, sino también a los libros
inspirados, (sin que eso quiera decir que el Kempis no sea auténticamente un libro inspirado), es decir, a los
libros sagrados. Todo lo que allí se lee es aplicable a esas acaparadoras de la
caridad, que bien pueden llamarse Hijas del amor al prójimo, Hermanas de ese
mismo prójimo y Madres universales de los desheredados (21).
En
La Gota de Leche no podían faltar sus tocas de vuelo colombino, comenzaron a
trabajar 5 Hermanas de la Caridad.
Estaban ya junto a las cunas de los expósitos antes de que al señor Balbás se
le encendiese la luminosa idea. Pero es difícil mencionarlas una a una. Sus
tocas en avión y sus amplias vestes lo tapan todo: son ellas las tapadas de Dios.
Inútil
querer saber su apellido gentilicio: el nombre y gracias. Cada una es una Sor.
Todas han alcanzado el grado más alto.
Foto
50 Sor Teodora Plazaola Azcárate
Pero,
como tengo que materializar la escena, voy a fijarme en la monja más
representativa; en Sor Teodora Plazaola
Azcárate.
Vino
a San Sebastián en 1900. Le esperaban en la estación los diputados provinciales
don Feliciano Echeverría y -¡cómo no!- don Tomás Balbás. Venía destinada al
torno establecido en el Asilo San José, radicado entonces en la calle de San
Marcial.
Ya
no salió de allí. Estuvo presente en el nacimiento de La Gota de Leche,
alimentada primero por la Granja de Fraisoro y después por el establo que se
encontraba en el antiguo y más tarde por la vaquería «Iza».
Sor Teodora
fue colaboradora de los doctores Manuel Celaya Cendoya, Antonio Tamés,
Felipe Errandonea, Miguel Sagardía, Antonio Minondo, Wenceslao Aguirrebengoa
Insausti, José Antonio Herrero Cachán y Juan Rodríguez Picavea. Así siguió
durante muchísimos años trabajando en el Consultorio (21).
La conocen y
la admiran todas las madres de San Sebastián, si no por conocimiento directo,
por las buenas ausencias de sus amigas.
Por de
contado que recorrió todas las instalaciones de La Gota de
Leche; la de la calle de San Marcial, la de la calle de San Ignacio de Loyola,
la de la calle Guetaria y la última en la calle Hermanos Iturrino.
Sor Teodora Plazaola
Azcárate es inseparable de La Gota de Leche. Que no se les
ocurra –que no se les ocurrirá– a las altas jerarquías de la Congregación
disponer su traslado. Se echarán a la calle todas las madres de San Sebastián.
Pero yo bien sé que ese es un futuro, además de imperfecto, imposible.
Hasta
su cierre rigió la Institución con tacto y competencia difícilmente superables,
Sor Margarita Izaga, de ilustre
familia vizcaína muy bien conceptuada en los ambientes intelectuales (21).
LAS VACAS LECHERAS
Ha
constituido un principio inconmovible de la Institución disponer en todo
momento de leche de absoluta garantía. Por ese motivo ha manifestado siempre
recelo y resistencia ante la leche obtenida en el mercado sin la directa
vigilancia sobre las vacas productoras. Este criterio irrenunciable la ha
llevado a mantener a todo costo y a todo evento una vaquería propia, donde
naturalmente se han alojado las vacas propias, las vacas lecheras de La Gota de
Leche, a quienes en estas páginas hay que tributar un bien merecido homenaje.
Ellas han dado anónimamente algo de su ser para poner en condiciones de vida a
tantas criaturas que, sin su próvido auxilio, hubiesen perecido. Bien merecen,
pues, el recuerdo de la gratitud.
Hablemos
primero de su domicilio: la granja «Iza», por entre cuyos muros ha de
pasar quien desde la actual «Villa Tres Forcas» descienda al Asilo Matía. Es de
éste la propiedad de la tal granja, aunque bien hubiera querido las Cajas que
les fuese enajenada en su favor; pero se atravesaban disposiciones legales que hacían
muy dificultosa, por no decir imposible, esa operación. Y ante esas
insoslayables dificultades, hubieron de resignarse a ser una especie de
usufructuarios vitalicios, corriendo con el arrendamiento, muy incrementado
desde los primeros tiempos, y con todas las innumerables obras que en un
principio y aun después, a lo largo de su uso, hubieron de realizarse muy
dispendiosamente.
Foto
51 Vaquería «Iza»
Excusado es
decir, por lo demás, que, siendo la obra de las Cajas, éstas pusieron en su
mantenimiento y desarrollo la mimosa preocupación que ponen en todas sus
instalaciones. Llegó, por lo tanto, la granja a ser un establecimiento modelo
de su género, hasta el punto de que el reputado técnico don Venancio Recalde encontrase difícil
hallarle par en punto a obtención de un buen rendimiento, ya que no se podría
hallar dentro de la provincia una vaquería que presentase un índice de
producción comparable con el obtenido en «Iza»,
o sea, un promedio de doce a catorce litros diarios por cabeza.
Así
ha sido el castillo. Y ¿cómo son los castellanos? Vivieron muchos de ellos una
vida anónima de «castellanos desconocidos», o sea, de
vacas anónimas. No pudieron disponer de un cronista que fijase sus biografías.
Y eso que la genealogía bovina está a la orden del día y que cuenta con sus
reyes de armas, ni más ni menos que los candidatos a las órdenes nobiliarias.
Afortunadamente
La
Gota de Leche hizo redactar sus Memorias en los años 1907 y 1908, buena
costumbre que se ha vuelto a reanudar, aunque sin llegar a la impresión, en los
últimos doce años. Entre esas fechas se ha producido un calvero que el cronista
se ha visto y se ha deseado para llenar de alguna manera, lo que únicamente ha
podido realizar gracias a la próvida ayuda de ese perfecto analista que es don Joaquín Iruretagoyena.
Gracias
a esas publicaciones y a esas informaciones, hemos podido introducirnos en la
somera biografía de algunas de las vacas lecheras que «anodrizaron» a muchos
de los actuales residentes en nuestra ciudad (21).
Foto 52 Establo
de la Vaquería «Iza»
Se llamaban
Zarra, Makorra, Titi-Chiki, Mutur-zuri, Químico (esta sería la más
intelectual), Pinta, Adar-luce, Titi-luce, Chili, Schanauff (ésta no alteró su
nacionalidad suiza), Niko, Lista, Zuria, Peral, Motxa, Ezea, Mendi, Polita y
tantas otras de quienes no hemos logrado saber su filiación. De esas, unas eran
indígenas, algunas normandas, otras suizas y no pocas mestizas o cruzadas.
Todas ellas se comportaban bien, y alguna, una auténtica «stakanovista», alcanzaba
los catorce litros de producción. No faltaban, claro está, los toros
sementales, pero salvo el toro Prinz,
eran unos auténticos indocumentados. Registremos, sin embargo, que algunos de
ellos llegaron a pesar sesenta y cinco raldes.
COLOFÓN
Las
bodas de oro suelen ser para los pobres mortales el anuncio del gran viaje, del
viaje del que no se vuelve. Pero, para las instituciones, suelen ser hitos muy
reiterables ante los que el observador hace alto en el camino para un breve
reposo y para una recapitulación del recorrido.
En
este caso los observadores somos los que hemos recorrido el camino emprendido
por la Caja en 1903. Lo hemos recorrido, porque todavía somos sus
contemporáneos; pero sabemos que no lo vamos a ser durante mucho tiempo, ya
que, por desgracia, no podemos pretender tener la larga vida de las
instituciones. Por eso hacemos alto en el camino para reposar y para
recapitular los incidentes de la ruta.
Los
nuevos caminantes que nos sucedan recorrerán más tarde los inmediatos cincuenta
años de carrera de La Gota de Leche. A su terminación se estará al filo del
Centenario de la institución.
Perfectible
esta obra como todas las humanas, alcanzará un grado de desarrollo que no nos
es dado prejuzgar, aunque nuestra mentalidad, sorprendida por el empujón que ha
experimentado la ciencia médica en estos últimos tiempos, nos afirme en la idea
de que ya se ha alcanzado el ápice y que hay que renunciar a todo intento de
superación.
Pero
aun en el caso más probable de que la obra siga perfeccionándose, los
observadores de entonces, tendrán lo mismo que nosotros, que poner la mirada
muy fija en los primeros tiempos de la institución (21).
La
evolución en sentido progresivo es natural, si bien no se puede descontar el
caso de una regresión producida por la incuria de los hombres, lo que dista
mucho de ocurrir en nuestro caso. De ley ordinaria, las obras se deslizan hacia
la perfección sobre un plano inclinado. Lo difícil es crear las obras, izarlas
a pulso hasta el punto inicial y culminante. Entonces la obra se deslizará por
impulso de la gravedad sobre la nieve de las cosas; lo que era minúsculo en un
principio adquirirá el volumen de las obras rodadas.
Hoy
La Gota de Leche (1953) parece haber llegado a ese punto de superación que se
designa con el apelativo de ápice. Eso honra mucho a los rectores y gestores de
ahora. Pero todos ellos, con un gesto de suprema elegancia, vuelven la mirada
al belén, casi estabulario, de la Institución.
El
recuerdo suscita imperiosamente la gratitud hacia aquellos hombres que
cincuenta años atrás alumbraron una Institución que es hoy un espécimen de lo
que la conjugación del buen sentido administrativo y de la buena téncica
científica puede dar de sí (21).
Relación, por orden
alfabético, de todos los señores que han integrado las Juntas Administradoras
de La Gota de Leche de San Sebastián, desde el año 1906
Juan José Celaya San
Miguel
Primer
Presidente del Colegio de Médicos 1899 a 1903. Era natural de Azpeitia y se
convertiría en su primer presidente. Su prestigio profesional en la ciudad fue enorme:
médico titular del tercer distrito de la ciudad desde 1893; jefe de sala de Medicina
del Hospital de San Antonio Abad en 1895 en San Sebastián (13).
En
el transcurso de la última guerra carlista prestó servicios sanitarios en el
Batallón de Miqueletes, siendo condecorado con la Orden del Mérito Militar.
En
1903 el Doctor Juan José Celaya San
Miguel y bajo los auspicios de la Corporación Municipal, contribuyó a la
fundación de “La Gota de Leche”, pionera en España y representó a la entidad en
el Congreso Mundial de París celebrado en el Instituto Pasteur. Fue uno de sus
fundadores.
Además
a lo largo de su carrera fue también médico forense y llevó la conducción de
las titularidades de Usurbil, Orio y Azpeitia (13).
En
1908 edita, bajo los auspicios de la Diputación el “Resumen histórico de la Gota de
Leche de San Sebastián”, breve texto de 17 páginas imprescindibles para
el conocimiento de la Institución (13 y 21).
Foto
53 Relación, por orden alfabético, de todos los señores que han integrado las
Juntas Administradoras de La Gota de Leche de San Sebastián, desde el año 1906
Domingo
Aguirrebengoa 1906
– 1907
José
de Aizpurua 1927
– 1930
Juan
Aizpurua 1949
– 1951
Lucas
Alday 1909
– 1910
Alberto
Alonso Berrueta 1934
Serapio
Altuna 1940
– 1942 Presidente
José
Apaolaza 1951
– 1952
Olegario
Arbide 1935
Manuel
Arrese 1910
Pedro
Arsuaga 1939
– 1941
Isidoro
Artaza 1936
– 1937
Julián
Bergareche 1931
Eusebio
Berraondo 1945
– 1947
Agustín
Brunet 1919,
1921 – 23, 1931 Presidente
Miguel
Ángel Caravaca 1948
– 1951
Bernardino
Carnicer 1932,
1934, 1936
Joaquín
Carrión 1906
– 1907
Conde
de Láriz 1911,
1913 Presidente
Mario
Cordero 1936
Presidente
Casildo
Correa 1934
Gabriel
Cruz 1921
– 1922
Federico
Echeverría Torres 1942
– 1944
Jaime
Egaña 1927
– 1930 Presidente
José
de Egaña 1927
– 1930 Presidente
Faustino
Eguía 1907
– 1909
Avelino
Elorriaga 1948
– 1949
Alberto
Elósegui 1909
– 1910
Laureano
Estomba 1934
Juan
María Ezcurdia 1940
– 1941 Presidente
Ángel
Fernández 1945
– 1947
José
Luis Gaytán de Ayala 1952
Rufino
Gorospe 1921
Eustaquio
Inciarte 1911
– 1913
Pedro
Iriondo 1934
– 1935 Presidente
Antonio
Inurrieta 1935
Antonio
Iruretagoyena 1939
Francisco
Lerchundi 1907
- 1909
Francisco
Letamendía 1940
Ramón
Machínbarrena 1936
– 1937 Presidente
Francisco
Mendiluce 1919
Ignacio
Mendivil 1942
– 1947
Sebastián
Mocoroa 1942
– 1948 Presidente
Florencio
Mozo 1948
– 1951 Presidente
Antonio
Murua 1939
Javier
Olasagasti 1919,
1923
Antonio
Paguaga 1921
– 1923, 1929
Javier
Peña 1911,
1931
José
Manuel Pérez Icazategui 1921
– 1922
Rafael
Peón 1931
Juan
Querejeta 1936
– 37, 1939 – 40 Presidente
Fermín
Rezola 1952
Julián
Rezola 1927
– 1930
Anacleto
Romero 1906
– 1908 Presidente
Victoriano
Roteta 1940
– 1941
Enrique
Sáenz Alonso 1943
– 1944
Eugenio
Saldaña 1936
– 1937
Rafael
Sánchez Guardamino 1909
– 1910
Antonio
Tamés 1949
– 1952 Presidente
Casildo
Tellechea 1932
Cástor
Torre 1911,
1913, 1923, 1932 Presidente
José
Antonio Vidaurre 1936
Juan
Zabala 1927
– 1930
Foto
54 Labor médica realizada en los últimos cincuenta años
LABOR MÉDICA REALIZADA
Hubiera
sido nuestro deseo realizar un estudio comparativo de los cincuenta años de
labor médica. Sin embargo carecemos de datos de años anteriores, y tan sólo una
cifra curiosa, correspondiente al año 1906, aparece en los archivos: la de 88
altas anuales de niños ingresados. La última más reciente, correspondiente al
año 1952, da un total de 1.175 niños de ingreso. La diferencia expresa por si
sola el auge experimentado en estos cincuenta años por este Centro Benéfico “La
Gota de Leche de San Sebastián”.
Por
carecer de anteriores datos, concretos, expondremos a continuación los datos
habidos desde el año 1937 (21).
MEDALLA DE PLATA DE LA
CIUDAD 1953
San
Sebastián a 12 de septiembre de 1953
Al
señor Alcalde – Presidente del Excelentísimo Ayuntamiento de San Sebastián don Juan Pagola Bireben
Antonio Tamés
como Presidente de la Junta Administradora de “La Gota de Leche” de San
Sebastián, y por acuerdo de su última reunión, tengo el honor de exponerle lo
siguiente:
Foto
55 Petición de la Medalla de Plata de la Ciudad para Sor Teodora Plazaola
Azcárate
1.-
Este año, el 28 de septiembre de 1953, se cumplirán los 50 años de la creación
de esta meritísima Institución de beneficencia pública, sostenida a lo largo de
su vida por dos Cajas de Ahorros Municipal de San Sebastián y Provincial de
Guipúzcoa. No es necesario, ni siquiera en síntesis, exponer la obra benemérita
realizada por ella en beneficio de miles y miles de niños lactantes de la
Ciudad, porque la conoce esa Excelentísima Corporación por las memorias anuales
que recibe de esta Junta como protectora, con sus donativos, de nuestra
Institución (22).
2.-
Desde su fundación presta sus servicios, con el celo y la delicadeza propias de
las Hermanas de la Caridad, Sor Teodora
Plazaola Azcárate, por cuyas manos han pasado esos miles de criaturas, que
ha ayudado a sus madres en los delicados problemas y dificultades de su
lactancia, y ha endulzado con su proverbial caridad y cariño los días amargos
de sus enfermedades y de sus preocupaciones (22).
3.-
Esta Junta desearía, ya sí se lo propone a V. E., que esa Excelentísima
Corporación concediera a esta benemérita Hija de la Caridad la “Medalla
de Plata” de la Ciudad, que estimamos sería honrosa y merecida
distinción a sus grandes servicios, tan callada y silenciosamente realizados en
favor de tantas familias donostiarras por amor de Dios (22).
4.-
Este acuerdo debería ser conocido en el momento de la imposición de la Medalla,
si V. E. creyera justa nuestra petición, porque la interesada no ha querido
aceptar el Homenaje que la Institución trataba de hacerle con motivo de la
conmemoración de sus Bodas de Oro (22).
Por
todo ello, el que suscribe
SUPLICA
a V. E. que se sirva dar por recibida esta petición, y promover el oportuno
expediente para la concesión de la “Medalla de Plata” de la Ciudad a Sor Teodora Plazaola Azcárate, de modo
que pueda serle impuesta el día 28 del corriente mes, dentro de los actos de
conmemoración que esta Junta trata de celebrar.
Dios
guarde a V. E. muchos años
San
Sebastián a 12 de septiembre de 1953
Antonio Tamés,
Presidente de la Junta Administradora de “La Gota de Leche” (22).
SOR MARGARITA IZAGA
LA GOTA DE LECHE DE SAN SEBASTIÁN
AYER 10 DE ENERO DE
1975 CUMPLIÓ 90 AÑOS SOR MARGARITA IZAGA AGUIRRE
“QUIERO TRABAJAR SIEMPRE, HASTA QUE ME MUERA”
En
el centro “La Gota de Leche” de San
Sebastián, ayer se celebró una onomástica importante. Sor Margarita Izaga Aguirre, la monjita que diariamente está junto
a la puerta de entrada, ocupándose del pequeño archivo del historial médico de
cada niño, cumplió ayer 90 años (23).
Foto
56 Pesaje de los niños en La Gota de Leche de Bilbao, 1928
Aunque
la edad si ha dejado pequeñas huellas en su rostro y en sus manos finas, no
podemos menos que afirmar que si nos hubiera dicho que cumplía 30 años la
hubiéramos creído. Favorece esta afirmación su voz clara y firme, en absoluto
cascada, su perfecta coordinación de los hechos y la retentiva de los mismos.
Cuando
nos encontramos con Sor Margarita estaba en una salita rodeada de varios
familiares que habían acudido a testimoniarle su felicitación. Dentro del
capítulo de regalos, ha recibido un buen número y todos le han gustado, aunque
ha sentido una especial ilusión al comprobar el obsequio de las dos Cajas de
Ahorros. Se trata de un televisor portátil (23).
Está tratada como una
princesa, afirma Sor María del Puerto Ugalde, que nos acompaña.
Lo
que nos ha sorprendido gratamente en su régimen en las comidas. Sea cual sea,
la termina con su tacita de café con leche.
Me sienta muy bien,
como muy poco, de todo y a menudo. Pero no se trata de un régimen que me he
puesto ahora. No, de siempre soy de poco comer.
Sor
Margarita nació en 1883 en Salinas e Léniz y entró en la Compañía en 1904. Tras
el año de noviciado, fue destinada a Cádiz, pero al no sentarle bien las
condiciones climáticas, fue trasladada de nuevo, a Madrid. En 1938 vino a San
Sebastián, y aquí permanece.
Sor Margarita,
¿pertenece a familia de longevos o es usted la única que ha llegado a esta
edad?
Ahora
soy la única que vivo, era la hermana más pequeña de siete que éramos. Otra
hermana, que murió hace poco, llegó a los 93 años. Otra a los 91 y mi hermano
jesuita, que era catedrático de Derecho Político en la Universidad de Deusto, a
los 80 años. Es decir, que me viene de familia (23).
Foto
57 Sor Margarita Izaga Aguirre cumplió 90 años. El Diario Vasco. Año XLII.
Número 12.382. Página 9. Sábado del 11 de enero de 1975
Sor María del Puerto
nos dice:
Y
no sólo es bonito llegar a los 90 años, sino el cumplirlos y estar tan bien
como Sor Margarita (23).
Bueno, pero se me
olvidan algunas cosas.
No,
Sor Margarita, usted no tiene falta de riego. Detalles se nos olvidan a todos.
Todavía
no tengo falta de riego, pero empiezo a echarlo en falta.
Sor
Margarita dice las cosas con gracia. En sus 35 años de residencia entre
nosotros en “La Gota de Leche”, bastantes de ellos ha ocupado el cargo de
superiora de la casa.
¿Cómo
resumiría, hasta el presente su vida?
No hay nada de
particular. He vivido sencillamente, ocupándome siempre de los niños, a los que
quiero mucho, bien sean mayores o pequeños.
Sor
Margarita opina que la vida es mucho más bonita ahora, porque los niños, que
son los que le importan principalmente, pueden comer mucho mejor.
Como
prueba de ese afecto, del cariño con que trata a los niños, Sor Margarita
recibe cada año varias visitas de los hijos y de los nietos de aquellos niños
que ella cuidaba en sus primeros años de actividad en la Compañía. Está claro
que ni sus respectivos padres y abuelos le olvidaron tampoco ni le olvidan sus
descendientes (23).
¿La ilusión de Sor Margarita?
Trabajar
siempre, hasta que muera. Quiero llegar a ese momento haciendo algo.
De
momento, a sus 90 años es un miembro activo más de la casa, que tiene su
trabajo encomendado y lo realiza con perfección.
Nuestra
sincera felicitación a Sor Margarita y nuestro deseo de poder repetírselas
muchas veces. E. I. (23)
75 ANIVERSARIO DE LA INAUGURACIÓN DE LA GOTA DE LECHE 1978
LXXV Aniversario de la Inauguración de “La Gota de Leche”
Hoy
se cumple el 75 aniversario de la inauguración de «La Gota de Leche
de San Sebastián», que tuvo lugar en la misma fecha del año 1903, bajo
la presidencia de la regente del Reino, doña María Cristina de Habsburgo (24).
Al acto
asistió el «pequeño» Rey don Alfonso XIII, el ministro de Estado, el «padre» de
la idea de la Obra don Tomás Bálbas, y otras muchas personalidades.
Los
antecedentes de «La Gota de Leche de San Sebastián» se sitúan
en el primer tercio del año 1901. Tomás Bálbas, socio de las Conferencias de
San Vicente de Pául, conoce la tarea realizada por el doctor León Dufour en
Fécamp (París, Francia) para conseguir acercar la leche de vaca a unas
condiciones similares a la leche humana. La primera de ellas, administrada sin
mayores conocimientos y preparaciones a los niños era motivo de una elevada
mortalidad infantil (24).
Para
«humanizarla»,
se diluía en agua, se le añadía una cierta cantidad de lactosa y de cloruro
sódico y sobre todo se esterilizaba por un proceso de pasteurización.
Se pretendió
aplicar en un principio este procedimiento para los niños de una primitiva Sala
Cuna que se ubicaba en el Asilo de la Sagrada Familia. La materia láctea
procedía de la Granja de Fraisoro al principio y después por la vaquería «Iza»
y era costeada por las dos Cajas de Ahorros, la Provincial y la Municipal. Pero
el procedimiento era costoso y para simplificar el proceso se decidió
establecer en San Sebastián en la calle Matía un pequeño establo llamado «Iza»
(24).
Foto
58 LXXV Aniversario de la Inauguración de “La Gota de Leche”
Don
Tomás Balbás realiza gestiones en la
alcaldía de San Sebastián siendo alcalde don Miguel de Altube, quien percatado de la excelencia del nuevo método
consigue que la Caja de Ahorros Municipal participe en la Obra que pasa a ser
obra social conjunta de las dos Cajas de Ahorros, y se solicita al Ayuntamiento
que «otorgue
un terreno para la construcción de una glorieta en la que podría instalarse es
te servicio», abonando la CAP la mitad de los gastos producidos.
Las cifras
de mortalidad infantil de los niños alimentados con este procedimiento en 1904
fue de un 10 %, mientras que en el resto de la población infantil se daban
cifras de un 25 % de mortalidad (24).
Ya en enero
de 1904 “La Gota de Leche” amplía su
tarea mediante la instalación del primer Consultorio Médico dirigido por los
doctores Manuel Celaya y Francisco Tamés. En los siguientes años
la dirección le ha correspondido a don Felipe
Errandonea y don Miguel Sagardía,
y en la actualidad desempeña el cargo don José
Antonio Herrero Cachán que cuenta con la colaboración del doctor Bireben y, hasta su fallecimiento
reciente, del doctor Juan Rodríguez
Picavea.
En la
actualidad el Consultorio Médico se realiza por las mañanas, atendiendo cada
uno de los dos médicos a 20 niños hasta un año de edad. El doctor José Antonio
Herrero Cachán nos ha informado que la puericultura requiere más tiempo que la
pediatría y que por ello se han visto obligados a limitar el número de
consultas a pesar de las muchas solicitudes que reciben (24).
Foto 59 Sor
Pilar Pano Castarlinas con un grupo de amas y niños en la Casa Cuna Fraisoro. Garantizando
un lugar de acogida y una vida saludable a los niños abandonados.
Archivo
fotográfico Kutxa, 1929
Por la tarde
se dan sesiones de cuarzo para los niños con retrasos del desarrollo. Así mismo
se aplican vacunas y se sigue facilitando leche en polvo. El centro cuenta con
Rayos X. Una pequeña guardería, situada en la Gota de Leche que atiende a 20
lactantes.
Las
consultas y medicación son gratuitas. No así la leche en polvo, cuando se adquiere
a un proveedor, que se cobra a un precio menor que el habitual en estos casos.
La guardería y las sesiones de cuarzo tienen también un precio bajo (24).
Las
cifras del año pasado pueden ilustrar perfectamente la labor de este Centro.
Así se pusieron 3.964 inyecciones, fueron 2.440 las sesiones de cuarzo, se
repartieron 311 kilos de leche en polvo, 500 kilos de forma gratuita. La
guardería de lactantes atendió a 40 niños, quedando 95 fuera. El número de
consultas ascendió a 23.180 y el de vacunaciones a 6.209.
Para
terminar, el recuerdo de las Hermanas de
la Caridad que durante estos 75 años han colaborado en la atención a los
niños en la “Gota de Leche”. Tantas y tantas Hermanas que han conocido a los
niños por sus nombres y han ayudado a ellos, siendo las Hermanas 95, las que
han pasado durante estos años. En la cantidad de consultas encontraban
preocupadas a las religiosas: Sor Pilar, Sor Rosa, Sor Fredes… personas
populares que continúan trabajando (24).
EL CIERRE DE LA GOTA DE LECHE 1984
Desde
principios de siglo está desarrollando su benéfica labor “La Gota de Leche” de
San Sebastián. Comenzó su andadura en 1901, emprendiendo su actividad en el
establecimiento el 15 de agosto de 1902. Fue el 28 de septiembre de 1903 cuando tuvo lugar la Inauguración
solemne del centro, asistiendo al acto la Reina Madre María Cristina, el Rey
niño Alfonso XIII, el ministro de Estado conde de San Bernardo, el general
Pavía, las duquesas del Infantado y Bailén, el alcalde de la ciudad don José Elósegui y don Tomás Balbás, que había sido el “alma
mater” de la creación (25).
Foto
60 La Voz de Guipúzcoa. Diario Republicano. Año XIX. Número 6.553. Calle
Guetaria número 14 bajo de San Sebastián. . Página 1. Lunes, 28 de septiembre
de 1903
La
historia de “La Gota de Leche” puede
seguir se a través de las Memorias que todos los años se redactaban. La de
ahora hace 75 años, editada en los primeros meses de 1909 nos da curiosas e
interesantes noticias sobre la actividad del centro.
El
director doctor don Felipe Errandonea,
que durante más de treinta años fue quién llevó la alta responsabilidad de la
Institución, era hombre meticuloso y detallista y así en la Memoria se recogen
toda serie de datos, gracias a los cuales podemos saber que en 1908 se
produjeron 42.251 litros de leche, 2.932 más que el año anterior (25).
Como
la producción era superior a las necesidades del momento, se vendieron en el
mercado 10.263 litros, a un promedio de 24 céntimos el litro. Los productos de
la finca que explotaba “La Gota de Leche” fueron menores que el año 1907,
debido a que la cosecha de manzana fue escasa. Los productos del gallinero
fueron mayores y la explotación avícola ayudó al sostenimiento de la vaquería.
Se
despacharon durante el año 198.347 biberones que produjeron 14.412 pesetas,
superando en 19.256 el número de biberones en relación con el año precedente.
Proponía el director la creación de expendedurías de “La Gota de Leche” en Gros
y el Antiguo, sin que ello gravase la situación económica del centro.
Daba
después curiosas noticias sobre la mortalidad infantil. En 1908 había sido en
San Sebastián, en niños menores de dos años, de 255. El número de fallecidos a
consecuencia del aparato digestivo fue de 68. El número de niños asistidos en
“La Gota de Leche” fue de 250 de los que fallecieron diez, es decir el cuatro
por ciento. Si las defunciones de los asistidos en “La Gota de Leche” hubiesen
sido en proporción a las muertes registradas en la ciudad, hubiesen fallecido
veintisiete, luego gracias a “la Gota de Leche” se salvaron diecisiete niños
(25).
Si
por el contrario, las defunciones en la ciudad hubieran sido proporcionales a
las registradas entre los niños asistidos en “La Gota de Leche”, sólo hubieran
muerto 112 y no 255 con un exceso de mortalidad de 143 niños. Se decía también
en la Memoria que la proporción de niños muertos en San Sebastián de
enfermedades del aparato digestivo había descendido de un 34 % en 1907 a un 26
% en 1908.
Consignaba
la Memoria los gastos de la Institución: 27.190 pesetas y los ingresos que
fueron de 31.272 pesetas, y se registraba la visita que aquel año 1908 hicieron
los Reyes de España al centro y del donativo de 250 pesetas que dieron.
Todo
esto es historia de la Institución, puede que dentro de poco a principios de
1984 sea prehistoria. Se dice que “La Gota de Leche” va a cerrarse (25).
Las
Cajas de Ahorros que la sostienen parece que así lo han decidido. ¿Será verdad
que vamos a dejar morir una Institución como “La Gota de Leche” que durante
ochenta y tantos años ha desarrollado una labor digna de toda clase de loas,
elogios y alabanzas?
Pues
sí, se cierra “La Gota de Leche” de San Sebastián. R. M.
R.
M. Seudónimo de Juan Mari Peña, ex
director del Diario Vasco
Foto
61 Hijas de la Caridad con el personal, autoridades y los niños en el Dispensario de La Gota de Leche de
San Sebastián en la calle Vergara de San Sebastián, 1904
Era
estampa bien conocida en San Sebastián la de cada mañana en las proximidades de
“La Gota de Leche”, ofrecida por
muchachas o mujeres de servicio portadoras de gradillas metálicas con biberones
de 150 o de 200 gramos de leche de la vaquería propia renovados a diario hasta
ser dada de alta la criatura (26).
En
1984, cuando ya apenas acudían niños por ser atendidos en otras Instituciones y
además se cerró la vaquería, que comenzaba a suministrar leche en polvo en
lugar de la preparada: maternizada y esterilizada, la muy donostiarra
institución de “La Gota de Leche” clausuró sus puertas (26).
LA GOTA DE LECHE CIERRA SUS PUERTAS A FIN DE AÑO 1984
LA OBRA SOCIAL BENÉFICA
DE LA CAJA DE AHORROS PROVINCIAL Y MUNICIPAL, INAUGURADA HACE 81 AÑOS POR LA
REINA MARÍA CRISTINA Y DIRIGIDA A OFRECER AYUDA SANITARIA ALIMENTICIA A LOS
NIÑOS
San
Sebastián. Diario Vasco por Javier P.
La
Institución benéfica “La Gota de Leche”
cerrará sus puertas de forma definitiva antes de fin de año. Así una de las
obras sociales más arraigadas y apreciadas, no solo en San Sebastián, sino en
toda la provincia dejará de existir, desde que el 28 de septiembre de 1903 la
Reina Madre doña María Cristina inaugurara la fundación, ideada y mantenida
conjuntamente por la Caja de Ahorros Municipal de San Sebastián y la Caja de
Ahorros Provincial de Guipúzcoa. 81 años de existencia ininterrumpida quedarán
truncados antes de que 1984 muera el 31 de diciembre (27).
Foto
62 “La Gota de Leche” cierra sus puertas a fin de año. El Diario Vasco. Año LI.
Número 15.233. Página 11 del martes 27 de noviembre de 1984
El
doctor José Antonio Herrero Cachán
es desde el año 1970 director de “La Gota de Leche” de San Sebastián,
recogiendo el testigo de los anteriores directores los doctores Felipe Errandonea y Miguel Sagardía. Ha llegado el momento
de echar la vista atrás y resumir la actividad desempeñada durante su larga
trayectoria (27).
“Desde
sus comienzos se ha ido facilitando servicios de tipo médico en el Consultorio,
dedicado especialmente a la Pediatría y a la Puericultura. En un principio, se
daban biberones de leche maternizada y esterilizada, años más tarde se fueron
supliendo éstas por otras mucho más modernas. Al mismo tiempo se ha mantenido
una consulta médica diaria y un servicio de enfermeras para inyecciones y
vacunaciones. También durante los últimos años, viene existiendo una guardería
para lactantes Esta ha sido fundamentalmente la labor que desde la obra hemos
efectuado” (27).
¿Cuál ha sido el objetivo que ha perseguido?
Fundamentalmente
y la más importante la atención sanitaria y alimentaria al niño pequeño
lactante, de manera totalmente gratuita y libre. Es decir, pudo haber acudido y
de hecho han venido personas de todas las clases sociales, por supuesto sin
tener ningún tipo de vinculación con las Cajas de Ahorros, ni nada parecido. En
ningún momento se han puesto cortapisa alguna. Últimamente por los cuidados que
se prestaban se pagaba una pequeña cuota de estancia por los niños que
permanecían en la guardería, a tenor de las posibilidades de cada una de las
familias. De esta forma las más modestas pagaban poco o no lo hacían según su
condición y las más pudientes, aquéllas que estaban en una buena situación
económica, abonaban cinco mil pesetas al mes por dejar a los niños al cargo de
las Hermanas de la Caridad (27).
Foto
63 Sala de Espera, Sala de Pesar y Consulta del Dispensario de “La Gota de
Leche”. San Sebastián. 1934
¿Qué tipo de problemas han surgido a lo
largo de estos años?
Han
sido muy pocos. Los únicos que yo recuerdo fueron los motivados por los
traslados de un local a otro. La primitiva ubicación de “La Gota de Leche”
estuvo en la misma calle Guetaria, donde se encuentra hoy la Caja de Ahorros
Municipal. Por necesidades, nos trasladaron y fuimos a la calle Hermanos Iturrino.
Más tarde, y mientras estaban construyendo el local que hoy conocemos,
permanecimos un periodo en el barrio de Gros.
¿Qué personal atiende las necesidades que se
producen en el centro?
Durante
estos años siempre han sido las Hermanas de la Caridad quienes se han encargado
de la atención diaria de los niños. Ellas han tenido que afrontar directamente
el problema específico que surgía en cada momento. No cabe duda que han
realizado una gran labor, orientada en ayudar a los más pequeños (27).
Existe
también un personal auxiliar que cumple igualmente su función de ayuda y
reforzamiento hacia las Hermanas. Por supuesto, no hay que olvidar al equipo
médico asistencial que hoy día lo componemos el doctor Miraven en calidad de ayudante y yo mismo como director (27).
Foto
64 Sala de Espera del Dispensario de “La Gota de Leche”. San Sebastián. 1934
Un nombre internacional
¿Por qué el nombre de “La Gota de Leche”?
Digamos
que se trata de un nombre universal. Existen Gotas de Leche en Francia, en cuyo
país nació, y otros estados europeos, así como en distintas zonas de España,
Bilbao, Sevilla, Barcelona, Madrid, etc…
Hoy
día parece un nombre un poco ridículo, sobre todo con el devenir de los tiempos
se ha convertido en un apelativo un tanto anacrónico. Pero no cabe duda que
tiene su tradición y su solera.
¿Acudía mucha gente de la provincia?
Al
estar localizado en San Sebastián es normal que llegara principalmente gente de
la capital. Sin embargo, existía numeroso colectivo de personas procedentes de
distintos puntos de Guipúzcoa que venía a este centro. Por supuesto eran de
zonas no demasiado lejanas, como Irún, Pasajes, Rentería, etc.
Foto
65 Teatro Guiñol en la Sala de Espera para los niños del Dispensario de “La
Gota de Leche”. San Sebastián. 1934. La Voz de Guipúzcoa, 19 de enero de 1917
Tristeza por el cierre
Ante
la noticia del cierre de la obra social, ¿cuál
es el ambiente que se respira?
Como
la gente está contenta con el servicio que se realiza existe cierto aire de
desilusión. Poco a poco va declinando la presencia de niños. Por otra parte,
los comentarios de prensa y radio han debido de ser algo más fuertes,
posicionándose en contra de la desaparición. Hay monjas que llevan muchos años
trabajando y, evidentemente, el abandonar la obra les supone un traumatismo. Se
encariñan con su trabajo, con los niños y es normal que sientan la desaparición
de “La Gota de Leche”.
¿Qué sucederá ahora con las monjas?
No
sé, realmente lo que tienen previsto. De momento parecer que las Cajas no les
presionan para que abandonen el piso que tienen encima del local. Les
concederán un generoso plazo para que se integren a sus nuevos puestos de
trabajo.
Acaba de señalar que la
asistencia iba declinando en los últimos tiempos.
¿Por qué razón?
La
presencia de niños ha venido disminuyendo de forma paulatina. Anteriormente
llegaron a funcionar hasta tres consultas médicas, al mismo tiempo, que
llegaban a atender más de veinte niños al día. Esto ha ido bajando, a mi modo
de entender porque la tasa de natalidad se ha reducido de manera considerable,
no sólo aquí, sino en todo el mundo. Indudablemente, hay menos niños. Aunque en
las fiestas y en los carnavales se ve San Sebastián llena de pequeños; a las
consultas acuden menos, incluso en las del Seguro de Enfermedad se ha apreciado
este descenso.
Por
otra parte, hace años distintos laboratorios nos ofrecían muestras gratuitas
que nosotros entregábamos a quienes lo precisaran. Era un aliciente más para
que acudieran. Luego, la Administración, decidió suprimir estas muestras, por
lo que no tenemos posibilidad de ofrecerlas, aunque la alimentación sí se les
facilita, bien a precio más reducido o de forma gratuita.
Foto
66 Pesando a una niña en el Dispensario de “La Gota de Leche”. San Sebastián.
1934.
Hoy día también los
Centros de Atención Médica se encuentran más al alcance de la mano.
Indudablemente.
Hace años a una persona de Alza o de Irún le costaba mucho menos venir hasta el
centro. Hoy día, tiene un ambulatorio cerca de su casa y se evita gastar cinco
duros en el autobús. En el informe que realizamos anualmente se tuvo que
evidenciar que la afluencia de niños ha ido descendiendo. Este hecho les habrá
inducido a las Cajas de Ahorros a posicionarse sobre la continuidad de la obra.
Luego,
las propias entidades están también un poco limitadas por condicionamientos de
tipo económico y de ahí tal vez que se hayan visto obligadas a renunciar al
mantenimiento de esta obra.
¿Saben ya en qué fecha han de abandonar el
local?
A
finales de diciembre se producirá el cierre. Puede ser que coincida unos días
antes con motivo de las Navidades, fecha en las que habitualmente el personal
disfruta de unas vacaciones cortas. Para el 31 del mes tiene que estar
totalmente cerrado.
Foto
67 En la consulta revisión a los niños el Médico Director y el Médico Ayudante
con sus enfermeras en el Dispensario de “La Gota de Leche”. San Sebastián. 1934
¿Qué balance efectúa en estos momentos ya
postreros?
Creo
que hemos desarrollado una acción positiva para San Sebastián y la provincia.
Por aquí han pasado varias generaciones. En principio todas las obras que
perduran durante tiempo, es valorable. Sin embargo, han de ser las propias
personas las que deben de realizar un balance de lo que ha supuesto ésta obra.
Todos
que los que diariamente se esfuerzan en “La Gota de Leche” pasan ahora su
momento más amargo. Se baja el telón y se echa el cierre a una Institución a la
que se dio calor y asistencia durante muchos años (27).
Su cierre
definitivo es el día 31 de diciembre de 1984 (27).
CONTRA EL CIERRE DE “LA GOTA DE LECHE”
La
Asociación de Amas de Casa quiere
impulsar una campaña para tratar de conseguir que “La Gota de Leche” continúe
funcionando, «ya
que ante el inminente cierre, la Asociación no puede permanecer impasible ante
el hecho» (28).
“La Gota de
Leche” fue inaugurada por la reina María Cristina en 1903 y durante su
existencia ha atendido más de un millón de consultas médicas (28).
Foto 68 Mamás
con sus bebés esperando su hora para la revisión en el Dispensario
de “La Gota de Leche”. San Sebastián. 1934
«Las obras
sociales de las Cajas de Ahorros, en este caso CAP y CAM, son la expresa
realización de su deseo de colaborar con la comunidad, participando en el
desarrollo de actividades que puedan cubrir algunas de las necesidades sentidas
por la población guipuzcoana» (28).
La
Asociación de Amas de Casa considera
que el cierre se manifiesta en contra de los fines de las Cajas de Ahorros, «por lo que
queremos hacer patente nuestro total desacuerdo con esta medida que perjudica
grandemente a las familias guipuzcoanas. Esperamos de los órganos de gobierno
que rigen la Caja de Ahorros Municipal y la Provincial de Guipúzcoa, que
reconsideren su postura». Todas aquellas personas que quieran adherirse a
nuestra decisión pueden ponerse en contacto con la Asociación en el Paseo de
Colón número 13, primero de San Sebastián (28).
KOXKAS LA GOTA DE LECHE CIERRA 1984
Tras
ochenta y dos años de labor, de desarrollar una tarea que sólo elogios merece,
cierra sus puertas “La Gota de Leche”. Se dice que la finalidad que presidió su
creación está superada ya que las teorías sobre la lactancia infantil,
partiendo de la preparación de la leche maternizada por el “método Goerener”
pasó a la historia, que la Puericultura pre-natal y post-natal la cubre ahora
la Seguridad Social, que la asistencia médica que se ha venido prestando así
como la entrega gratuita de medicinas corresponde a otras instituciones… (29).
Foto
69 Después del baño en el Dispensario de “La Gota de Leche”. San Sebastián.
1934
No
entro EN LAS RAZONES QUE ASISTEN A LAS Cajas de Ahorros Municipal y Provincial
para prescindir de esta entrañable “Gota de Leche”, pero si aprovecho el hecho
para intentar escribir el elogio al que se ha hecho acreedora (29).
La
idea de crear “La Gota de Leche” fue de don Tomás Bálbas, diputado provincial,
quien conocedor de la experiencia que estaba llevando a cabo el doctor León Dufour
en Normandía propuso a la Corporación Provincial que el director de la Granja
Fraisoro, M. Henri Delairé fuere a estudiar los métodos allí utilizados para la
maternización de la leche.
El
estudio que realizó el señor Delairé fue aprobado como base para la creación en
San Sebastián de un servicio análogo y el Alcalde señor don Miguel Altube, que
había conocido en París en la exposición universal el funcionamiento de “La
Gota de Leche” de aquella ciudad, se sumó al proyecto que con los asesoramientos
médicos pertinentes y el apoyo económico de las dos Cajas de Ahorro se llevó a
término (29).
El
28 de septiembre de 1903 la Reina Madre doña María Cristina y el Rey-niño, el
ministro de Estado conde de San Bernardo, el general pavía, las duquesas del
Infantado y Bailén, el alcalde don José Elósegui, los concejales Acha,
Aristeguieta y Resines y don Tomás Balbas asistían a la inauguración del nuevo
establecimiento sito en la calle Guetaria, trasladándose años después a la
calle Vergara y hace 19 años a San Martín esquina Guetaria hasta su cierre (29).
Foto
70 Rayos X y Bañera del Dispensario de “La Gota de Leche”. San Sebastián. 1934
La
Institución fue dirigida en un principio por los doctores Francisco Tamés y Manuel
Celaya, a los que sustituyó don Felipe
Errandonea quien durante más de treinta años fue el “alma mater” de la casa.
Al
fallecer en 1939 fue nombrado interinamente director don Miguel Sagardía quien ayudado por los doctores Antonio Minondo, Wenceslao Aguirrebengoa
y Juan Rodríguez Picavea llevó a
cabo una gran tarea hasta su jubilación en 1976, sucediéndole don José Antonio Herrero Cachán que ya
estaba en la casa desde 1947 y que es el actual director hasta su cierre (29).
Desde
su fundación, las Hermanas de la Caridad
han sido las abnegadas trabajadoras de la Institución y obligado es tener un
recuerdo para Sor Teodora que durante cincuenta años puso amor y caridad en su
labor diaria. Ella era la autora de aquellos nacimientos, donde la espuma de
jabón simulaba la nieve y que nos entusiasmaban a los niños de hace setenta
años (29).
Foto
71 Comedor del Dispensario de “La Gota de Leche”. San Sebastián. 1934
Al
cerrarse “La Gota de Leche” es Sor
Milagros la que dirige a la pequeña comunidad formada por Sor Rosa, Sor Juliana y Sor Fredesvinda.
Miles
y miles de niños han sido atendidos en “La Gota de Leche” desde que abrió sus
puertas. Al cerrarlas definitivamente vaya mi emocionado recuerdo para la obra
y para quienes la hicieron posible. R. M.
R.
M. Juan Mari Peña, ex director del
Diario Vasco
Adios,
amigos, os llevo en el corazón y vuestro recuerdo nunca olvidaré. Así se
despedía hoy hace tan sólo cuatro años una de las secciones emblemáticas en la
historia de este periódico, Koxkas. La columna diaria de la edición donostiarra
recopiló retazos del pasado de nuestra ciudad durante nada menos que 21 años,
desde 1982 hasta el 6 de julio de 2003. Esta calle de la Memoria es, no se sabe
si digna, pero si heredera del espíritu evocador de aquella sección (30). Mikel G. Gurpegui
LA GOTA DE LECHE POR EL EXDIRECTOR MIGUEL SAGARDÍA
Muchos
donostiarras se acordarán de “La Gota de Leche”, la institución que durante
tantos años trabajó incansablemente al servicio de los niños, al cuidado de la
infancia, anticipándose a todos los demás centros de puericultura local (31).
Los que
después se convertirían en sus fundadores se impresionaron en la Exposición de
París del año 1905 al conocer los nuevos métodos de maternización de la leche.
Enviaron al director de la granja Fraisoro, el francés Henry Delairé, a Fecamp,
para que se informara sobre el método Gaertner, muy perfeccionado por Leon
Dufourt, que era el director de las instituciones de aquella población francesa
(31).
Foto 72 Sala,
comedor y baño del
Dispensario de “La Gota de Leche”. San Sebastián. 1934
Ocurría,
sencillamente, que se había comprobado que por cada cien niños a quienes sus
madres no podían alimentar con leche propia, y por tanto les daban leche de
vaca, se morían cuarenta y seis, mientras que por cada cien niños que se
alimentaban con leche de vaca maternizada sólo siete morían (31).
La finalidad
de “La Gota de Leche” era ser un centro de puericultura, de medicina infantil,
preventiva y curativa, donde se facilitaba la dietética o alimentación láctea
necesaria para los niños hasta los dos años de edad (31).
Nació como
centro alimenticio, facilitando un alimento que en ninguna otra parte de la
ciudad podía encontrarse, ni tampoco sus equivalentes. La institución se
abastecía en su vaquería propia, que tenía en el caserío Iza, en el barrio de
Igara (31).
Se fundó el
28 de septiembre de 1903 con asistencia de la Reina Madre Doña María Cristina y
de Alfonso XIII, el ministro de Estado conde de San Bernardo, su fundador don
Tomás Balbás, vicepresidente de la comisión provincial y presidente de la Caja
de Ahorros Provincial y autoridades locales. Sus primeros médicos fueron don
Francisco Tames y don Manuel Celaya.
La Gota de
Leche estuvo primeramente instalada en la calle San Marcial, seguidamente se
trasladó a unos locales junto al mercado de San Martín, más tarde fue a la hoy
denominada calle Arrasate esquina a Vergara y por último a la calle Guetaria
esquina a San Martín (31).
Foto 73
Juguetes del
Dispensario de “La Gota de Leche”. San Sebastián. 1934
La Gota de
Leche, además de la consulta médica disponía de una serie de servicios, todos
gratuitos, como Rayos X, Rayos ultravioleta, análisis clínicos y dietéticos, y
cuanto comprendía la Puericultura y la Pediatría.
Los
servicios que prestaba iban en aumento y si en 1937 atendió a 2.578 consultas,
en 1952 fueron nada menos que 12.118 (31).
Ignoro por
qué razones se clausuró la Gota de Leche hace ya unos cuantos años y cuyo
recuerdo sigue vivo entre los donostiarras que conocieron la institución y no digamos
quienes fueron en ella atendidos (31). Doctor Miguel Sagardía.
LA PRODUCCIÓN DE LECHE
MATERNIZADA
La leche que
se daba al niño recién nacido y en meses posteriores no podía ser digerida en
muchos casos por causas diversas, recurriéndose a la química y a la
bacteriología para destruir los agentes deletéreos. Pero no bastaba, y se
comenzó a preparar una leche parecida a la de la mujer, leche maternizada. Pero
este recurso no estaba al alcance de todos, pues era preciso una preparación
delicada, una serie de operaciones que exigían los laboratorios especiales (32).
Foto 74
Mujeres extrayéndose su leche. Auxilio Social “La Gota de Leche” de Bilbao,
1949
Entonces
intervino la Diputación de Guipúzcoa, organizando primero la Granja Fraisoro,
situada en Villabona, y después montando un departamento a través de las Cajas
de Ahorro en la plazuela de San Martín, el de “La Gota de Leche”, que fue
inaugurado el lunes 28 de septiembre de 1903 (32).
Al acto
asistieron el Rey Alfonso XIII, la Reina Madre doña María Cristina, los
príncipes y la infanta María Teresa, que llegaron acompañados por el ministro
de Jornada conde de San Bernardo, las duquesas de Santa Mauro de Sartago y San
Carlos y las marquesas de Moctezuma y Navarrete. Con las reales personas
llegaron los generales Pacheco, Cerezo y Bascarán. Un público numeroso ocupaba
las calles de San Martín y San Ignacio de Loyola, que estaban adornadas con
mástiles cubiertos de flores y ramajes (32).
La banda
municipal tocó la Marcha Real y acto seguido penetraron las personalidades
invitadas al acto en el local destinado a las manipulaciones para maternizar la
leche, en el que había una máquina de vapor del sistema La Perfecta y otras
sistema Dligenette (32).
En presencia
de los asistentes hizo las precisas manipulaciones en catorce litros de leche,
procedentes como todo lo que allí se estilizaría, de la Granja Fraisoro, el
director de ésta, Mr. Enrique Delairé, quien al mismo tiempo iba explicando
aparatos y manipulaciones. En el local había unas cuantas mesas sobre las que
estaban las medidas y pesas que servían para la mayor exactitud de la operación
(32).
Foto 75 Maquinaria
que se utilizaba para esterilizar la leche. “La Gota de Leche” de León. 1931
“La Gota de
Leche” no sólo facilitaba leche maternizada sino también quesos y mantecas,
naturalmente esterilizados y exentos de cualquier elemento patógeno.
El alcalde
señor Elósegui pronunció en el acto unas palabras y después corrió una cortina
y apareció a la izquierda del vestíbulo una lápida de mármol conmemorativa de
la inauguración con la siguiente inscripción: “La Gota de Leche”, inaugurada
por S.M. la Reina Madre doña María Cristina de Habsburgo y Lorena. Día 28 de
septiembre de 1903» (32).
Los
invitados fueron obsequiados con un lunch y las reales personas con ramos de
flores.
Foto 76 Madres
sonrientes con sus hijos y la caja de leche gratuita de la ayuda a la
lactancia. “La Gota de Leche” de León. Una bonita imagen de los lactantes, y
sus amatxos, a punto de tomar la leche.
1903
EL NACIMIENTO DE LA GOTA DE LECHE
Hace un
siglo y tres años, abría sus puertas en un pabellón del mercado de San Martín
La Gota de Leche de San Sebastián. Aquella institución, que empezó su andadura
exactamente el 30 de septiembre de 1903, se ha mencionado en algunas ocasiones
como la primera de ese tipo del Estado, pero en realidad fue la segunda (33).
Así lo
afirma José María Urkia Etxabe en su
libro Cien años de Medicina en Gipuzkoa: «Se ha dicho y escrito que fue la
primera de España, si bien, poco antes que la de nuestra ciudad se inauguró la
de Barcelona, bajo la dirección de los médicos Cardenal, Girona y Soler. La
originalidad del centro donostiarra estuvo en que incorporó una consulta de
pediatría» (33).
La idea
original de las gotas de leche procedía de Francia, donde a fin de siglo
empezaron a montarse instituciones de este tipo para atajar los problemas de
desnutrición y la alta mortalidad infantil entre todas aquellas familias que no
podían permitirse el lujo de tener nodriza. El médico Dupont había creado la
primera gota de leche en 1894 (33).
Foto 77
Producción e inversión de la leche obtenida en la Vaquería «Iza» y los
biberones despachados. “La Gota de Leche” de San Sebastián, 1903 a 1952
Entre
nosotros, la creación de este servicio para lactantes, completado con un
consultorio para niños pequeños, fue promovida por el diputado provincial Tomás
Balbás. Supuso la primera obra social conjunta de las dos cajas de ahorro, la
municipal y la provincial.
La reina
madre María Cristina presidió la inauguración, el 30 de septiembre de 1903.
Inicialmente La Gota de Leche se encontraba junto al mercado de San Martín, en
la calle Loiola. Sin embargo, muchos la ubicamos en la que sería su sede
durante años, en la esquina de San Martín con Getaria, donde ahora se ubican
las oficinas de la Obra Social de la Kutxa. En La Gota de Leche se desnataba y
esterilizaba la leche procedente de las vacas que había adquirido la
Diputación. El litro se vendía a 20 céntimos y era gratis para quienes no
pudiesen pagarla (33).
Urkia Etxabe
recoge el testimonio de Carmen Castro, viuda de Zubiri, sobre el servicio: «Año
1912. Año del tifus. Nací asustantemente depauperada. Mi abuelo (el doctor Juan
Medinaveitia) decidió que se buscase por el país un ama. Mi padre rechazó el
que, por su criatura, madre alguna dejara de amamantar a la suya. ¿No podría
criarse su niña, como otros niños humildes del país, puesto que ya existía La
Gota de Leche? El abuelo tuvo la idea por excelente y dio a La Gota oportuna y
sabia receta para mis biberones» (33).
Mikel G.
Gurpegui
Foto 78 “Grupo
de personas con niños delante de la puerta de “La Gota de Leche”, Obra Social
de la Caja de Ahorros Municipal y Provincial de Gipúzcoa, en la Calle Vergara
14 de San Sebastián, junto al Hotel Suizo”. Foto Ricardo Martín, 1916.
Coloreada por Isabel L. Biurrun
1903
LECHE ESTERILIZADA PARA LOS LACTANTES
Hoy se nos
hace muy lejana la idea de asegurar el sustento de los niños en su fase más
decisiva, la lactancia, mediante el suministro de leche, maternizada con el
olvidado método Goerener. Pero antaño “La Gota de Leche” mejoró la alimentación
de buena parte de nuestros antepasados (34).
La idea de
las gotas de leche procede de Francia, donde a finales del siglo XIX empezaron
a montarse instituciones de este tipo para atajar la mortalidad infantil entre
todas aquellas familias que no podían permitirse el lujo de tener nodriza.
Recordemos que entonces no existían los biberones y leches en polvo de la
actualidad (34).
Foto 79 “La
Gota de Leche” será “la Nodriza” de los niños pobres, 1904
Anteayer
domingo se cumplieron 104 años desde que se abrió La Gota de Leche de San
Sebastián, que, aunque ha solido figurar como la primera del Estado, en
realidad fue la segunda. Así lo constataba José
María Urkia Etxabe en su libro Cien años de Medicina en Gipuzkoa: «Se ha
dicho y escrito que fue la primera de España, si bien poco antes que la de
nuestra ciudad se inauguró la de Barcelona (...). La originalidad del centro
donostiarra estuvo en que incorporó una consulta de pediatría» (34).
Hoy podemos
afirmar con los datos que tenemos, que fue la primera del Estado, ya que
comenzó en agosto de 1902 y fue la única que daba la leche maternizada y
esterilizada.
En todo
caso, nuestro centro sería uno de los pioneros. La creación de este servicio
para lactantes fue promovida por el diputado provincial Tomás Balbás y constituyó
la primera obra social conjunta de las dos cajas de ahorro, la municipal y la
provincial, entonces en competencia (34).
La reina
madre María Cristina presidió la inauguración, el 30 de setiembre de 1903. Por
cierto, que inicialmente La Gota de Leche se encontraba junto al mercado de San
Martín, en la calle de Loiola. No obstante, muchos donostiarras ubicamos La
Gota de Leche donde estaría su sede durante años, en la esquina de San Martín
con Getaria (33).
Foto 80 Madres
sonrientes con sus hijos en la Sala de pesar para el reconocimiento de los
médicos. “La Gota de Leche” de León.
Los doctores
Francisco Tamés y Manuel Celaya fueron los primeros
responsables del centro. Les siguió Felipe
Errandonea, quien dirigiría “La Gota de Leche” durante más de treinta años.
A su muerte, tomaría el relevo el doctor Miguel
Sagardía, sustituido muchos años después por José Antonio Herrero Cachán (34).
En “La Gota
de Leche” de San Sebastián, se desnataba y esterilizaba la leche procedente de
las vacas que había adquirido la Diputación guipuzcoana. El litro se vendía a
20 céntimos y era gratis para quienes no pudiesen pagar. Muchos donostiarras
recuerdan con cariño aquella institución de nuestra historia local (34).
LA
GOTA DE LECHE ABRE EN LA CALLE GETARIA NUEVO LOCAL 1968
Estrena nuevo local en la Calle Guetaria Nº 19 con la calle San Martín en
1968
La Gota de
Leche estaba atendida por médicos, enfermeras e Hijas de la Caridad (35).
Encontramos
la noticia en la sección de EL DIARIO VASCO correspondiente al día 11 de julio
de 1968: «La Gota de Leche estrena local» (35).
A estas
alturas de la película hablar a nuestros jóvenes de “La Gota de Leche” y la
necesidad de su existencia, sería lo más parecido a explicarle la física
cuántica en un idioma que desconocen (35).
Cuando el
problema no es encontrar leche sino decidir entre las muchas marcas existentes,
cuando por doquier encontramos los más variados productos para criar a los más
pequeños... ¿de verdad existió una época en la que fue necesario crear “La Gota
de Leche”?... ¡Existió!
Aunque fue
creada el año 1903 en uno de los pabellones del Mercado de San Martín y
trasladada más tarde primero a la calle Guetaria y luego a la de Vergara,
esquina con Hermanos Iturrino, hoy Arrasate, “La Gota de Leche” durante mucho tiempo siguió cubriendo una
importante carencia de alimentos y prestando asistencia sanitaria pediátrica
(35).
Foto 81 El
médico reconociendo a un niño sujetado por su madre y las enfermeras en la
Consulta de Puericultura del
Dispensario de “La Gota de Leche”. San Sebastián. Foto: Vicente Martín, 1942
Para
garantizar la calidad de la leche se instaló una vaquería propia y se montó un
servicio de higienización de la leche, constituyéndose el equipo médico, el de
enfermeras y el de las siempre presentes Hijas de la Caridad (35)
Los primeros
tiempos porque no había leche y los años cuarenta porque la que había era en
polvo, «regalo de los americanos», junto a unos amarillentos quesos que se
devoraban con ansiedad, las familias que optaban por acudir a sus servicios
eran numerosas y numerosas fueron también las gestiones para que nunca faltara
un vaso de leche a los niños/as que eran llevados, precisamente, en busca de un
biberón que echarse a la boca.
Nos lo dice
el citado comentario de EL DIARIO VASCO: «Fue la primera fundada en España y
sigue ofreciendo desinteresadamente servicios a cuantos llaman a sus puertas,
contribuyendo al bienestar corporal y espiritual de los niños».
La
iniciativa fue imitada, entre otras ciudades, por Madrid, Bilbao y Pamplona.
Quedando no
en el olvido pero sí en el recuerdo los primeros y difíciles tiempos de La Gota
de Leche, hace ahora cuarenta años, con otros medios y otras instalaciones
abrió sus puertas de nuevo en la calle Guetaria, esquina con San Martín, en el
local ocupado hoy por la Fototeca de Kutxa, «donde se sigue vigilando el peso,
las corrientes y los rayos, todo con generosidad, cariño y optimismo» (35).
Foto 82 El
médico con la enfermera reconociendo a un niño con su madre en la Consulta de
Puericultura del
Dispensario de “La Gota de Leche”. San Sebastián. Foto: Vicente Martín, 1942
DISPENSARIO DE LA GOTA DE LECHE DE SAN SEBASTIÁN
'La Gota de Leche' se inauguró el 28 de septiembre de
1903 en uno de los pabellones del Mercado de San Martín. El recuerdo de 'La
Gota de Leche' sigue vigente en varias generaciones de donostiarras que
utilizaron sus servicios
Institución
benéfica acordada por Junta de Gobierno de la Caja de Ahorros Provincial del
día 10 de julio de 1901 después de
un acuerdo concertado por el Presidente de la Caja con el Alcalde de San
Sebastián, para el establecimiento de la primera “Gota de Leche” del país y aun
del Estado.
Fue
instalada en un principio en uno de los pabellones del Mercado de San Martín,
pasó luego al edificio propiedad de la Caja de Ahorros Municipal en la calle
Guetaria y en la calle Vergara después, y por último en 1968 en la actual
ubicación, en el número 19 de la calle Guetaria. Su finalidad consiste en el
amparo efectivo de la infancia necesitada llevando su beneficio a millares de
niños (36).
Estaba
reciente la inauguración de la iglesia de El Buen Pastor y su anterior
emplazamiento, en uno de los pabellones de lo que sería el Mercado de San
Martín, había quedado vacío. Pronto surgieron ideas para ocupar un solar que
estaba ubicado en el mismo centro del nuevo San Sebastián y una de ellas vio la
luz el año 1903: La Gota de Leche
(36).
Foto
83 Madres con niños en la Sala de Espera del Dispensario de “La Gota de Leche”.
San Sebastián. Foto:
Vicente Martín, 1942
Se
trataba de una iniciativa de las dos Cajas de Ahorro a la sazón existentes en
la ciudad: la Municipal y la Provincial, que respondía a una gran novedad
llegada de Fecamp, en Normandia, donde un pediatra había conseguido un gran
descubrimiento: un producto similar al de la leche materna que fue conocido
como leche maternizada (36).
En
aquella época, año 1901, era Diputado Provincial don Tomás Balbás que también pertenecía a la Junta de la Caja de
Ahorros Provincial de Guipúzcoa y que conocía al director de la Granja
Fraisoro, inaugurada no hacía mucho tiempo. Ocupaba la dirección de dicha
entidad el doctor Henri Delairé y,
como francés que era, pareció al señor Balbás que era la persona indicada para
viajar a Francia e interesarse por el citado descubrimiento (36).
Don
Manuel Celaya nos cuenta que
mientras se realizaba dicho contacto el señor Balbás se entrevistó con el
alcalde, Miguel Altube, que durante
su reciente visita a la Exposición Universal de París, había conocido en
Versalles el funcionamiento de su Gota de Leche.
A
estas gestiones siguieron los contactos con las Cajas de Ahorro y todos se
pusieron de acuerdo para crear en San Sebastián una Gota de Leche que
sería la primera de su género en España. El nuevo establecimiento comenzó su
andadura el 15 de agosto de 1902 y de él encontramos referencias en el
periódico local La Voz de Guipúzcoa cuando el 24 de septiembre indica
que «aún no se ha señalado el día de la inauguración oficial... porque se tiene
conocimiento de que la reina desea asistir... siendo ella la que marcará la
fecha».
Foto
84 Cartilla de “La Gota de Leche” de San Sebastián. Consultorio de
Puericultura. Médico Director doctor don Miguel Sagardía. Cartilla de un recién
nacido cedida por Paquita Anduaga Aguirre. 20 de octubre de 1968
Algunas
noticias ya se iban filtrando en la prensa, siendo conocidas las opiniones de
distintas autoridades sanitarias y del propio doctor Francisco Cortejarena, exdirector de Sanidad, que coincidían en
decir que se trataba «de un establecimiento en el que no falta de nada cuanto
la ciencia puede preconizar... y en el que no sólo se facilita leche
maternizada a las personas de escasos posibles, sino también quesos y
mantequillas». Al día siguiente el alcalde, que ya lo era José Elósegui, acudió al Palacio de Miramar para cumplimentar a la
reina María Cristina y fijar con ella el día de la inauguración. Acordado sería
el día 28 a
las tres de la tarde y la jornada del 30 para la prensa y visitantes (36).
1903...
La Inauguración
Mucho
era el público reunido en la esquina de las calles de San Martín y de San
Ignacio de Loyola cuando a las tres de la tarde del 28 de septiembre todo
estaba previsto para la inauguración oficial de La Gota de Leche. En el
vestíbulo rectangular, esperaban el gobernador, diputados, alcalde y
concejales, sin que faltaran los generales Pavia y Zappino, comandante de
Marina y distintas autoridades entre las que destacaban las duquesas de Bailén
del Infantado (36).
Foto
85 Cartilla de “La Gota de Leche” de San Sebastián. Consultorio de
Puericultura. Médico Director doctor don Miguel Sagardía. Cartilla de un recién
nacido cedida por Paquita Anduaga Aguirre. 20 de octubre de 1968
Era
un espectáculo ver avanzar por la calle Loyola los tres carruajes en los que
viajaban el rey, la reina madre, los príncipes y la infanta María Teresa.
Lucían vistosos uniformes los generales Pacheco, Cerero y Bascarán que
acompañaban al Ministro de Jornada, conde de San Bernardo. Duquesas y marquesas
completaban la comitiva que al son de la Marcha Real entró en el local
destinado a las manipulaciones para maternizar la leche y en el que había una
máquina de vapor de sistema La Perfecta y otra del sistema Dlignette.
En
presencia de los ilustres invitados se procedió a manipular catorce litros de
leche procedente de Fraisoro que fueron depositados en frascos de medio litro
colocados en estanterías «en condiciones perfectamente higiénicas».
Hecha
la demostración, el alcalde corrió la cortina de terciopelo granate y apareció
una modesta lápida con la leyenda «La Gota de Leche, inaugurada por S. M. la
reina madre doña María Cristina de Habsburgo y Lorena. Día 28 de septiembre de
1903».
La
jornada del día 30 fue de puertas abiertas y acudió la prensa y los médicos de
la población que pudieron presenciar el funcionamiento de todos los aparatos
destinados a la preparación de leche maternizada (36).
Esa
misma mañana había llegado una vaca comprada en Suiza, y al día siguiente
llegarían cinco más clasificadas como «las mejores y más prolíficas reses de
aquel país», las cuales fueron acomodadas en un establo específicamente
construido en Ondarreta en la Vaquería Iza en las más perfectas condiciones
higiénicas.
Foto
86 El Gobernador Civil Francisco Barón de Benasque y autoridades con las
enfermeras del Dispensario de “La Gota de Leche”. San Sebastián. Foto: Paco
Marí, 1946
Más
tarde La Gota de Leche fue instalada en la calle Guetaria, luego en la calle
Vergara y en 1968 en la esquina de las calles Guetaria número 19 y San Martín
(36).
HISTORIA DE LAS GOTAS DE LECHES
Historia y Significación de las Gotas de Leche en España
Cuadernos de Historia
de la Pediatría Española. Número 8. Octubre de 2014
La Gota de Leche
de San Sebastián fue una de las instituciones pioneras en España en la
preparación de leche esterilizada para la alimentación infantil. Su actividad
estuvo muy ligada a la Casa-Cuna central de Expósitos y a la granja de
Fraisoro. Dicha granja estaba situada en Cizurquil, a 24 kilómetros de
distancia de San Sebastián. Eran unas 30 hectáreas de terreno y en la parte
alta de la finca se construyó la casa de expósitos y otros pabellones dedicados
a la escuela y elaboración de productos e industrias agropecuarias (mantequilla,
leche, leche pasteurizada, maternizada, sidra, etc.), de esa forma unía tres
áreas de actuación interrelacionadas: experimental, la pedagógica y la benéfica
(37).
Foto 87 Portada
del libro Historia y Significación de las Gotas de Leche en España
Fécamp
Pierre Budin y
Gaston Variot en París habían montado dispensarios de atención a lactantes
nacidos en sus hospitales, pero la obra verdaderamente fundamental que ahora
nos interesa es la creación en 1894, en la ciudad de Fécamp, norte de Francia,
por el doctor León Dufour, de una institución dedicada en exclusiva a esa labor
de reparto de leche y control de los niños y las madres de cualquier origen
social y geográfico. Dufour bautizó su centro como Gota
de Leche, tomando estas palabras de un poema de Alfred de Musset: “Una
gota de leche en la bóveda celeste / cae, se dice antiguamente, del firmamento”
(37).
Henri Delairé,
director de dicha granja, acudió en 1901 a Fécamp para estudiar la técnica de
maternización y pasteurización de la leche. A su regreso a Fraisoro, puso en
marcha en la granja dicho procedimiento para la alimentación de los expósitos allí
acogidos.
Por lo tanto
inicialmente hubo una Gota de Leche para los expósitos acogidos en Fraisoro.
También se beneficiaban de la leche de Fraisoro los niños expósitos del torno
de recogida de niños del Asilo de San José de la capital guipuzcoana (37).
Foto 88 Malen,
Sor Fredes, Juli, Carmen y Teresa Artiz. Niños: Ignacio, Olguita, Miguel y
Arangeme. En el Dispensario de “La Gota de Leche”. San Sebastián. Diciembre de
1969. Foto cedida por Teresa Artiz
Como se
fabricaba más leche de la necesaria para la atención a los expósitos, se
decidió aumentar el número de beneficiarios, haciéndolo extensivo a los hijos
de familias pobres cuyas madres no podían criarlos, aunque las condiciones del
torno asilo de San José, saturado por la entrada y permanencia de niños no lo
hacía adecuado para establecer un despacho de leche abierto al público.
Poco después, se
interesó por el proyecto el alcalde de San Sebastián, Miguel Altube, quien era simultáneamente Presidente de la Caja de
Ahorros Municipal y el 4 de Octubre de 1901 propuso a la dirección de esta Caja
el establecimiento de una Gota de Leche
en la ciudad en un local cedido por el ayuntamiento, mientras que las dos Cajas
de Ahorro existentes en aquel momento, Provincial de Guipúzcoa y Municipal de
San Sebastián, se comprometieron a financiar los gastos de la Gota de Leche
(37).
Foto 89 Rosa, Malen, Carmen, Amparo, Juli.
Hermana Carmen. Niños: blanca, Ignacio, Mario, Arangeme y Elena. En el Dispensario
de “La Gota de Leche”. San Sebastián. Diciembre de 1969. Foto cedida por Teresa
Artiz
La Gota de Leche
se abrió al público en uno de los
pabellones de lo que sería el Mercado de San Martín el 15 de agosto de 1902 y la inauguración oficial fue realizada por S.
M. la reina madre doña María Cristina el 28
de septiembre de 1903.
Allí se
transformaron catorce litros de leche de vaca en leche maternizada y se hizo
una demostración de todo el proceso de elaboración y embotellado de los
biberones (37).
El 30 del mismo
mes, fueron invitados a un acto similar los médicos de la capital, entre ellos
estaba el Dr. Francisco de Cortejarena y Aldebó, ex Director General
de Sanidad, quién realizó después una campaña de divulgación en La Voz de Guipúzcoa1-2.
El Dr. Cortejarena
fue Director General de Sanidad desde el 7 de enero de 1900 hasta 1902, cuando
le sucedió Carlos María Cortezo y Prieto.
Estas fueron las palabras que publicó en el citado periódico local:
“Conocido es ya por todas las gentes la gran
mortalidad de los niños, principalmente en el primer año de vida. No será
asunto de mucha discusión que la causa principal de esa mortalidad no es otra
que la mala alimentación” (37).
La leche que
damos al niño no puede ser digerida por éste y por eso se ha dicho que preparemos
una leche que sea lo más parecido posible a la leche de mujer, maternicémosla y así será
mejor tolerada.
Foto 90 Sor
Fredes, Malen y Teresa. Niños: Arangeme, Ignacio, Blanca y Mario. En el Dispensario
de “La Gota de Leche”. San Sebastián. Diciembre de 1969. Foto cedida por Teresa
Artiz
Y ahora, empezamos
ya a poner en práctica este nuevo remedio, a emplear en los niños la leche
maternizada como sustitución de la materna, pero este recurso no está al
alcance de las familias. Es preciso una preparación delicada, una serie de
operaciones que exigen laboratorios especiales y que pueda obtenerse a precios
muy económicos y aún sin coste alguno para las gentes no pudientes.
Foto
91 Sor Fredes. Niños: Ignacio, Blanca, Mario, Arangeme y Elena. En el
Dispensario de “La Gota de Leche”. San Sebastián. Diciembre de 1969. Foto
cedida por Teresa Artiz
Considero que
son convenientes estos detalles para que la masa común de las gentes conozca el
beneficio que la ilustre Diputación Provincial de Guipúzcoa va a proporcionar a
su país, organizando, primero la quinta de Fraisoro situada en Villabona (Zizurkil)
y que he tenido el gusto de visitar, invitado y acompañado del dignísimo
presidente de la Comisión Provincial señor Tomás Balbás, alma máter de la
benéfica institución de “La Gota de Leche” en San Sebastián, a quién deberá
inmenso reconocimiento la provincia (37).
En
efecto, causa grata emoción el visitar un edificio no suntuoso, que no debe
serlo, sino grande, ventilado, situado en una cumbre y protegido por todas las
precauciones higiénicas. Allí se alojan los desgraciados expósitos cuidados por
las bondadosas Hijas de la Caridad y
el celo solícito de la Diputación de Guipúzcoa (37).
Además,
ha
construido otra preciosa instalación en uno de los departamentos del mercado de
San Martín, cuyo desarrollo he seguido paso a paso.
A todo esto hay
que añadir que ni el Ayuntamiento ni la Diputación Provincial han de hacer
gasto ninguno extraordinario, porque sus Cajas de Ahorro, admirablemente organizadas
y dirigidas, cubrirán perfectamente sus necesidades devolviendo así dichas
corporaciones lo que el pueblo guipuzcoano ha adelantado a ellas, pero con gran
provecho y a un interés que no es el del tanto por ciento sino la defensa de la
vida de los niños para bienestar y provecho de las familias” (37).
Foto
92 Sor Fredes. Niños: José Antonio, Ignacio y Mario. Sor Fredes y Blanca. Sor
Fredes y Teresa Artiz. Niños: Arangeme y Mario. Teresa y Carmen. Niños: Mario y
Blanca. En el Dispensario de “La Gota de Leche”. San Sebastián. Diciembre de
1969. Foto cedida por Teresa Artiz
Según recoge Andrés Martínez Vargas en su “Crónica de
la Pediatría”, una de las Gotas de Leche que acudió en representación de España
al Primer Congreso Internacional de la Gota de Leche celebrado en París en octubre
de 1905 fue la de San Sebastián (37).
Estas son sus
palabras: “España estuvo representada por el Dr. Rafael Ulecia y Cardona (Madrid), delegado del gobierno; por el Dr.
Manuel Celaya, delegado del ayuntamiento
de San Sebastián; el Dr. Dalí, por
Barcelona, y el Dr. Fatjó, por las
“Protectora Infantil”. Yo representé a la Universidad de Barcelona y a la “Gota
de Leche de Menorca”.
Los doctores Manuel Celaya y Francisco Tamés fueron los dos primeros directores de la Gota de
Leche y la Caja de Ahorros Municipal le dotó al doctor Celaya con una ayuda
para que pudiera acudir a dicho congreso. Éste cumplió su cometido con esmero y
su exposición mereció un aplauso de los doctores Rafael Ulecia y Cardona (Madrid) y Andrés Martínez Vargas (Barcelona). Dicho Congreso aprobó la
Memoria presentada por “La Gota de Leche” de San Sebastián, lo que mereció una
sentida felicitación del Ayuntamiento donostiarra (37).
El Segundo
Congreso Internacional de las Gotas de leche se celebró en Bruselas, en 1907 y
acudió en representación de la de San Sebastián el Dr. Felipe Errandonea. Este, comenzó a encargarse del Consultorio de
los niños de La Gota de Leche al poco tiempo de su establecimiento en 1904. El
Dr. Errandonea estuvo totalmente dedicado a la pediatría y fue el director de
la Gota de Leche hasta 1939. Muy impuesto en su especialidad y muy cuidadoso en
sus exploraciones clínicas, las madres que de él recibieron inolvidables
lecciones le guardan un recuerdo inolvidable (37).
Foto 93 Libro Historia
y Significación de las Gotas de Leche en España. Página 18
El Dr. Ignacio
María Barriola Irigoyen, recuerda cómo el Dr. Felipe Errandonea cuidaba, a gran número de niños donostiarras, él entre
ellos, y que con los algo posteriores doctores Ángel Elvira y Vicente
Arístegui, formaban el trío, quizá los primeros que se ocupaban de la
asistencia a niños cuando el dictado de los pediatras no era aún usado.
Todos ellos
participaron en la organización del 2º Congreso de Pediatría celebrado en San
Sebastián en 1923. El Dr. Felipe
Errandonea y el Dr. Manuel Celaya
participaron en el Comité Local donostiarra y tanto el Dr. Vicente Arístegui como el Dr. Ángel
Elvira participaron como secretarios de la sección de Higiene y
alimentación del niño de dicho Congreso, presentando sendas comunicaciones al
mismo. El primero sobre “Algunas
consideraciones de la lactancia materna” y el segundo sobre los “Jardines y parques para los niños” (37).
Foto
94 Cuatro mamás con sus bebés esperando su hora para la revisión en
el Dispensario de “La Gota de Leche”. San Sebastián. 1934
Al Dr. Felipe Errandonea
le sustituyó el Dr. Miguel Sagardía,
que poseía el título del Estado de médico puericultor y posteriormente
colaboraron con él los doctores Antonio Minondo,
Wenceslao Aguirrebengoa, Juan Pedro Rodríguez Picavea y Bireben en periodos sucesivos,
incorporándose en 1947 a la plaza de auxiliar del director el doctor José Antonio. Herrero Cachán (37).
En una
publicación que recoge sus primeros 50 años de su existencia indica que se
sometieron a maternalización y esterilización 1.945.143 litros de leche, se
despacharon 12.970.834 de biberones y se realizaron 103.125 consultas médicas
en 16 años (no hay datos previos a 1937).
Fue una
institución muy querida por los guipuzcoanos y su prestigio se acrecentó cuando
se hizo “proveedora de la Real Casa”, y algunos hijos de Alfonso XIII se
criaron con biberones de La Gota de Leche, durante los veraneos de la Corte (37).
Foto
95 Enfermeras del Consultorio de Auxilio Social de Falange. San Sebastián, 1940
Como
nota anecdótica para finalizar con este relato tenemos las palabras de Carmen Castro Madinabeitia, viuda del filósofo
Xabier Zubiri, e hija del
historiador Américo Casto, que dijo: “el año 1912 nací asustantemente
depauperada. Mi abuelo, el Dr. Juan
Madinabeitia, decidió que se buscase por el país un ama de cría. Mi padre rechazó
la idea. ¿No podría criarse su niña, como otros niños humildes del país, puesto
que ya existía la Gota de Leche? El abuelo tuvo la idea por excelente y dio la oportuna
receta para mis biberones. Y día a día, por la cuesta de Aldapeta, subía mi sustento
exacta y asépticamente preparado” (37). Doctor don Pedro Gorrotxategi Gorrotxategi
Hijas de la Caridad que han
trabajado en “La Gota de Leche” de San Sebastián: Sor Teodora Plazaola Azcárate; Sor
Margarita Izaga Aguirre; Sor María Zarranz; Sor María del Puerto Ugalde; Sor
Pilar; Sor Milagros; Sor Rosa; Sor Juliana y Sor Fredesvinda (Sor
Fredes).
LA GOTA DE LECHE EN LA MEMORIA DE LA CAJA
DE AHORROS MUNICIPAL DE SAN SEBASTIÁN 1984
Las prestaciones
asistenciales de esta Obra Social de la Caja de Ahorros Municipal de San
Sebastián, compartida con la Caja de Ahorros Provincial de Guipúzcoa, durante
el año de 1984, se resume con los siguientes datos:
Nº de consultas
Médicas realizadas 2.536
Primeras
consultas Médicas 350
Vacunaciones:
polio y trivalentes 3.785
Nueva vacuna
M.S.D. (Sarampión, rubeola y parotiditis) 913
Sesiones de
Rayos Ultravioleta 740
Niños en turno
rotatorio de Guardería 43
Dato histórico
transcendental a constatar en esta Memoria es el fin de esta Obra Social al
terminar el último ejercicio de 1984 (38).
Efectivamente,
teniendo en cuenta la reducción de los servicios asistenciales prestados en los
últimos años que reflejaban la menor demanda social existente de estos
servicios, consecuencia de una mejora en la oferta de los mismos por parte de
la Seguridad Social, concibió plantearse a los Órganos de Gobierno de las dos
Cajas de Ahorros la posibilidad del cese de esta obra, que habiendo cumplido
con eficacia y generosidad, durante más de tres cuartos de siglo, una función
social dirigida a las clases más necesitadas; estaba quedándose, prácticamente
fuera de su objetivo fundacional (38).
Foto 96
Autoridades, Hijas de la Caridad, Enfermeras y los niños expósitos. Foto
Ricardo Martín. Octubre 1932
Así, las
gestiones iniciadas años atrás, buscando una solución de final satisfactoria
para todas las partes implicadas en esta Obra Social: Religiosas de la
Comunidad de las Hijas de la Caridad, Médicos, Enfermeras y Personal Auxiliar
y, por supuesto, el público demandante de los servicios, han culminado con el
cese de la Obra Social al 31 de diciembre de 1984.
Queda atrás toda
una fecunda historia de servicio social durante 81 años, guiándonos por la
fecha de inauguración del 28 de septiembre de 1903, por la que pasaron varias
generaciones de guipuzcoanos cuya cifra sería imposible de precisar, como
aportación de las dos Cajas de Ahorros Guipuzcoanas a su Comunidad y que fue
Obra Social pionera de todas las existentes hoy en el País (38).
La subvención
otorgada a esta Obra Social en 1984, fue de 5,2 millones de pesetas con un 50 %
del déficit producido.
Los nuevos
tiempos marcan nuevas necesidades, la Obra Social de la Caja continúa y
continuará pero adaptándose siempre a las necesidades sociales que el devenir
de los tiempos le vaya deparando (38).
Foto 97 Hijas de
la Caridad con mamás y un grupo de niños expósitos en un centro de acogida.
Foto Agustina Zugasti. Navidades 1938
LA PRIMERA “GOTA DE LECHE” DE ESPAÑA
Un hombre bueno, todo corazón, que siempre se preocupó
más del prójimo que de sí propio, cuya posición social le permitía viajar por
el extranjero y estar al tanto de los adelantos y novedades útiles y
beneficiosas para la sociedad, fue quien después de enterarse de que en la
ciudad francesa de Fécamp (Normandía), un médico especialista de niños, llamado
M. León Dufour, había obtenido de la
leche de vacas, un producto cuya composición era aproximadamente igual a la
leche materna, producto que designó el autor con la denominación de leche
maternizada y que debidamente esterilizada, daba resultados maravillosos en la
alimentación infantil, sobre todo en niños alimentados con lactancia
artificial, reduciendo la mortalidad infantil en un tanto por ciento considerable,
tuvo la feliz idea de ensayar en San Sebastián en favor y beneficio de los
niños expósitos acogidos en la Casa Cuna
(39).
Este benemérito patricio, cuya memoria está siempre
presente en cuantos conocimos su ingente labor humanitaria, benéfica y social,
se llamaba don Tomás Balbás Ageo,
cuya semblanza tan bien descrita por la brillante y amena prosa de nuestro
primer archivero provincial, don Fausto
Arocena, figura en la Memoria
extraordinaria editada por la Junta
Administrativa de la Gota de Leche de San Sebastián, con ocasión de su
cincuentenario, Memoria que releemos con fruición, ya que despierta en nosotros
recuerdos de nuestra juventud en que hubimos de tener parte activa y colaborar
con él en la organización y funcionamiento de este benéfico Centro (39).
Foto 98 Casa Cuna de Fraisoro en la localidad de
Zizurkil. Foto Pascual Marín
La iniciativa del señor Balbás, que por sus relaciones
como diputado provincial y de la Junta de la Caja de Ahorros Provincial,
conocía la capacidad del técnico francés, M. Henri Delairé, Director a la sazón de la recién creada “Granja de Fraisoro”, propuso que el
señor Delairé se trasladase a Fécamp y se impusiese en los métodos y
procedimientos empleados para la preparación y uso de la leche maternizada,
misión que fue cumplidamente ejecutada, regresando hecho un verdadero
especialista. En tanto, don Tomás Balbás se entrevistó con el entonces alcalde
de San Sebastián, don Miguel Altube,
quien con motivo de la última exposición universal de París había conocido en
Versalles el funcionamiento de la Gota de Leche y contando con la cooperación
de la Caja de Ahorros Municipal, ambos de acuerdo estimaron conveniente el
implantar en San Sebastián la institución llamada “La Gota de Leche”, con
carácter público, sin limitarse exclusivamente a la Casa Cuna (39).
Al efecto, se solicitó del Ayuntamiento terreno para
edificarse un local donde pudiera instalarse este servicio y accediendo a los
deseos de los señores diputados, se resolvió hacer la obra e instalación, con
carácter municipal, pasando a su terminación una liquidación para que la Caja
de Ahorros Provincial abonase la mitad del coste. De este modo, la Institución
comenzó y continúa haciéndolo, por cuenta de las Cajas de Ahorros Provincial de
Guipúzcoa y por la de Ahorros Municipal de San Sebastián. No nos extenderemos,
por falta de espacio y por no ser pertinente a nuestro objeto en detallar la
marcha y el funcionamiento de “La Gota de Leche”, para lo que remitimos al
curioso lector, a la precipitada Memoria y únicamente recordamos que este
Centro tuvo tres inauguraciones: una
discreta y modesta, el 15 de agosto de 1902, cuando comenzó a funcionar
en la Casa-Cuna; otra, oficial y regia, el 28 de septiembre de 1903
y la tercera inauguración fue de carácter profesional, pues acudieron
invitados el día 30 de septiembre de 1903, los médicos de San Sebastián y
muchos de la provincia (39).
Foto 99 Hijas de la Caridad con personal con los niños
expósitos de San Sebastián. Foto Pascual Marín, 1940
En el curso de las dos inauguraciones, se hizo
funcionar a todos los aparatos para la preparación de la leche maternizada por
el método de Gaertner, desnatadoras, embotellamiento, esterilización y limpieza
de botellas. La Institución de “La Gota
de Leche”, además del laboratorio de preparación de leche y expendición de
botellas, tiene un complemento indispensable en el Consultorio Infantil anejo,
con las funciones propias a estos efectos (39).
Esta fue la primera Gota de Leche de España, pues si
bien en Barcelona y alguna otra en la capital de España, existían consultorios
infantiles, pero no se preparaba la leche maternizada, que caracteriza a este
establecimiento, ni se expendía dicho producto (39).
LA PRIMERA Y ÚNICA INSTITUCIÓN DE “LA GOTA DE LECHE” DE ESPAÑA ASISTENTE AL
I CONGRESO INTERNACIONAL DE PARÍS
En Sesión celebrada por el Ayuntamiento de San
Sebastián el día 17 de octubre de 1905, el concejal don José Elósegui,
manifestó que a San Sebastián le cabía la honra de ser la primera población de
España en la que se estableció la Institución Benéfico Social que con la
denominación de “La Gota de Leche” constituía un Dispensario gratuito con dispensación
de leche maternizada, para alimentación adecuada y como por los días 20 y 21
del mismo mes se anunciaba la celebración en París del Primer Congreso
Internacional de La Gota de Leche; estimaba que “La Gota de Leche” de San
Sebastián, Primera de España debía estar representada por lo que proponía se
facultase al Alcalde para designar al facultativo que había de llevar dicha
representación, siendo designado al efecto, el suscribiente, que desempeñaba
sus servicios en la Institución (39).
Foto 100 Boletín de Información Municipal de la Muy
Noble y Muy Leal Ciudad de San Sebastián. Año V. Número 20. Octubre – Noviembre
– Diciembre 1963. Página 38
En dicho Congreso, que estuvo concurridísimo, España
sólo estuvo representada por cinco facultativos; el doctor Andrés Martinez Vargas, Catedrático de Enfermedades de la Infancia
de la Facultad de Medicina de Barcelona, don Rafael Ulecia y Cardona, notable publicista y acreditado
especialista de niños de Madrid, dos jóvenes médicos de Barcelona, los cuatro sin
representación oficial, y el que representaba a “La Gota de Leche” de San
Sebastián el doctor Manuel Celaya Cendoya. Este presentó en el Congreso un
trabajo cuyo título fue “Memoria y resumen histórico de La Gota de Leche de San
Sebastián y sus resultados prácticos”, que fue aprobado por el Congreso, por lo
que al dar el descargo de su gestión en el Congreso, el representante de San
Sebastián mereció la felicitación de la Corporación (39).
Después de “La Gota de Leche” de San Sebastián, se
crearon iguales instituciones en Madrid, Barcelona, Bilbao, Valencia, León,
etcétera, sobre todo en aquellas que tenían establecidos consultorios
infantiles (39).
La Gota de Leche de San Sebastián,
después de diferentes cambios en su ubicación, desapareció el 31 de diciembre
de 1984.
Fotos:
Gomeres.
Salud, Historia, Cultura y Pensamiento
https://www.fundacionindex.com/gomeres/?p=1362
Gota
de Leche de Bilbao. Doctor Juan Gondra Rezola
http://www.bilbaopedia.info/gota-leche
Gota
de Leche de León. Toño Morala
http://etnoleon.blogspot.com/2013/08/colaboracion-la-gota-de-lechela-nodriza.html
Fototeka
Kutxa
Teresa
Artiz
Paquita
Anduaga Aguirre
Foto
101 Enfermeras vacunando a los niños en el Centro de Alimentación Infantil de
Falange Española de Auxilio Social de San Sebastián, 1940
Agradecimientos
Esteban
Durán León
Anna Arregui
Barahona
Ion
Urrestarazu Parada
Jesús Rubio
Pilarte
La
Voz de España
La
Voz de Guipúzcoa
Heraldo
de Guipúzcoa
Diario
Vasco
Fototeka
Kutxa. Fundación Kutxa.
Caja
de Ahorros Municipal de San Sebastián
Caja
de Ahorros Provincial de Guipúzcoa
Xabier
Alkorta Andonegi. Ander Aizpurua Susperregui.
Miguel
Martínez Elicegui
Archivo
Histórico del Ayuntamiento de San Sebastián. A todo su personal
Nekane
Flores, Amaia Auzmendi Izarrola y Belen Martinez Menendez
Colegio
de Médicos de Gipuzkoa
Manolo
García Bengoechea
Estíbaliz
Peña
Paquita
Anduaga Aguirre
José María
Urkia Etxabe
Carlos
Alustiza Martínez
Blanca
Lumbreras
Jorge
Osorio Letamendía
Patxi
Egaña Arizpe
Rafa
Iraundegui
Donostiateka
Isabel
L. Biurrun
Mikel
G. Gurpegui. Lurdes Ubetagoyena Amado
Javier
Sada Anguera
Biblioteca
Municipal de San Sebastián
Biblioteca
Koldo Mitxelena. Escaneado por Josi Goñi
La
Gota de Leche de San Sebastián en sus Primeros Cincuenta Años. 1903 – 1953.
Junta Administradora de La Gota de Leche de San Sebastián en 1953. 39 páginas. C-211;
F-11. 30 de marzo de 2021
Foto
102 Enfermeras con dos niños en el Centro de Alimentación Infantil de Falange
Española de Auxilio Social de San Sebastián, 1940. Lema “Para que el tierno brote se convierta en árbol lozano, Auxilio Social
protege la infancia”
BIBLIOGRAFÍA
1.-
1901.- Expediente H-00156-11 relativo a la Instalación de un establecimiento de
“La Gota de Leche” en San Sebastián, proyecto de Kiosko para la venta de leche en
la plazuela de San Martín. 26 de agosto de 1901. Archivo Histórico del
Ayuntamiento de San Sebastián. Día 15 de abril de 2021 a las 10 de la mañana
2.-
La Voz de Guipúzcoa. Diario Republicano. Año XIX. Número 6.549. Página 3 del
jueves día 24 de septiembre de 1903
3.-
La Voz de Guipúzcoa. Diario Republicano. Año XIX. Número 6.550. Página 3 del
viernes día 25 de septiembre de 1903
4.-
La Voz de Guipúzcoa. Diario Republicano. Año XIX. Número 6.551. Página 3 del
sábado día 26 de septiembre de 1903
5.-
La Voz de Guipúzcoa. Diario Republicano. Año XIX. Número 6.553. Calle Guetaria
número 14 bajo de San Sebastián. . Página 1. Lunes, 28 de septiembre de 1903
Foto
103 Libros de consulta. Libro Crónica de mi vida y entorno. Ignacio María
Barriola. Libro Cien Años de Medicina en Guipúzcoa 1899 – 1999. José
María Urkia Etxabe
6.-
La Gota de Leche. Libro Cien Años de Medicina en Guipúzcoa 1899 – 1999. José
María Urkia Etxabe. Depósito Legal: SS-473/1999. Páginas 162 y
163
7.-
La Voz de Guipúzcoa. Diario Republicano. Año XIX. Número 6.553. Calle Guetaria
número 14 bajo de San Sebastián. . Página 3. Lunes, 28 de septiembre de 1903
8.-
La Voz de Guipúzcoa. Diario Republicano. Año XIX. Número 6.554. Calle Guetaria
número 14 bajo de San Sebastián. . Página 3. Martes, 29 de septiembre de 1903
9.-
Heraldo de Guipúzcoa. Año I. Número 63. Página 1. San Sebastián, lunes día 28
de septiembre de 1903
10.-
Heraldo de Guipúzcoa. Año I. Número 63. Página 4. San Sebastián, lunes día 28
de septiembre de 1903
11.-
Heraldo de Guipúzcoa. Año I. Número 65. Página 4. San Sebastián, miércoles día
30 de septiembre de 1903
12.-
La Voz de Guipúzcoa. Diario Republicano. Año XIX. Número 6.556. Calle Guetaria
número 14 bajo de San Sebastián. . Página 3. Jueves, 1 de octubre de 1903
Foto
104 Enfermera vacunando a una niña en el Centro de Alimentación Infantil de
Falange Española de Auxilio Social de San Sebastián. Foto: Pascual Marín, 1942
13.-
Los Médicos donostiarras y la Fundación del Colegio de Médicos de Guipúzcoa. Carlos
Placer Galán y José Mª Urkia. Cuadernos de Sección. Ciencias Médicas 3. (1994)
p. 125-141. ISSN: 1133-5661. Donostia: Eusko Ikaskuntza
“Un
homenaje”, Guipúzcoa Médica, 39, Julio de 1919, página 11.San Sebastián.
13.-
Enciclopedia Auñamendi
https://aunamendi.eusko-ikaskuntza.eus/es/gota-de-leche/ar-68023/
14.-
La Gota de Leche. Autoras: Laura Zafora Roque, Virginia Sánchez-Cañete
Martínez, Cristabel Castillo Valdivia, 1º B; Laura Ruiz Gómez, 1ºA (2015-2016)
http://index-f.com/gomeres/?p=1362
15.-
Revista OSI DONOSTIALDEA ESI. Número 4. Osakidetza. Autor: Manuel Solórzano
Sánchez. Diciembre 2016. Página 35
16.-
1906 - 1908. Expediente H-00156-11 relativo a la Instalación de un
establecimiento de “La Gota de Leche” en San Sebastián, proyecto de Kiosko para
la venta de leche en la plazuela de San Martín. 26 de agosto de 1901. Archivo
Histórico del Ayuntamiento de San Sebastián. Día 15 de abril de 2021 a las 10
de la mañana
17.-
Crónica de mi vida y entorno. Ignacio María Barriola. Cuadernos de Historia de
la Medicina Vasca. 1994, San Sebastián
18.-
1935. Expediente H-02315-17 Subvenciones y Memorias de “La Gota de Leche”.
Archivo Histórico del Ayuntamiento de San Sebastián. Día 15 de abril de 2021 a
las 10 de la mañana
19.-
1948. Expediente H-02505-19 Habilitación de local para servicios de “La Gota de
Leche” en la calle Vergara número 14. Bodega, planta baja y piso 1º. Archivo
Histórico del Ayuntamiento de San Sebastián. Día 15 de abril de 2021 a las 10
de la mañana
20.-
El Diario Vasco. Año XX. Número 5.918. Página 2. Sábado, 26 de septiembre de
1953
21.-
La Gota de Leche de San Sebastián en sus Primeros Cincuenta Años. 1903 – 1953.
Junta Administradora de La Gota de Leche de San Sebastián en 1953. 39 páginas
22.-
1953. Expediente H-03444-01 Concesión de la Medalla de Plata de la Ciudad a la
religiosa Sor Teodora Plazaola Azcárate, por su dedicación a “La Gota de
Leche”. Archivo Histórico del Ayuntamiento de San Sebastián. Día 15 de abril de
2021 a las 10 de la mañana
23.-
El Diario Vasco. Año XLII. Número 12.382. Página 9. Sábado del 11 de enero de
1975
24.-
75 Aniversario de “La Gota de Leche”. El Diario Vasco. Año XLV. Número 13.525.
Página 8. Jueves 28 de septiembre de 1978
25.-
Koxkas. El Diario Vasco. Año LI. Número 14.995. Página 19 del domingo 19 de
febrero de 1984
26.-
Ignacio María Barriola. Crónica de mi vida y entorno. Página 89 y 90.
Universidad del País Vasco. Seminario de Historia de la Medicina Vasca. San
Sebastián 1994
27.-
“La Gota de Leche” cierra sus puertas a fin de año. El Diario Vasco. Año LI.
Número 15.233. Página 11 del martes 27 de noviembre de 1984
28.-
Contra el cierre de “La Gota de Leche” El Diario Vasco. Año LI. Número 15.246.
Página 13 del miércoles 12 de diciembre de 1984
29.-
Koxkas. Juan Mari Peña, ex director del Diario Vasco. El Diario Vasco. Año LI.
Número 15.233.Página 17 del martes 27 de noviembre de 1984
30.-
Mikel G. Gurpegui. Diario Vasco del viernes 6 de julio de 2007
31.- Doctor
Miguel Sagardía. Exdirector de “La Gota de Leche”. Diario Vasco, 29 de
septiembre de 2002
Foto
105 Enfermera y Médico realizando el reconocimiento a una niña en el Centro de Alimentación
Infantil de Falange Española de Auxilio Social de San Sebastián. Foto: Pascual
Marín, 1942
32.-
La
producción de leche maternizada. Diario Vasco, 8 de octubre de 2002
Foto
106 Postal. Enfermera poniendo la vacuna. Madrid 11 de junio de 1954
33.-
1903 El nacimiento de La Gota de Leche. Mikel G.
Gurpegui. Diario Vasco, Martes 3 octubre 2006
https://www.diariovasco.com/prensa/20061003/san_sebastian/nacimiento-gota-leche_20061003.html
34.-
1903 Leche esterilizada para los lactantes. Mikel
G. Gurpegui. Diario Vasco, Martes 2 octubre 2007
https://www.diariovasco.com/20071002/san-sebastian/leche-esterilizada-para-lactantes-20071002.html
35.-
La Gota de Leche abre en calle Guetaria. Javier Sada. Diario Vasco del martes, 8 de julio de 2008
El
Diario Vasco. Año XXXIII. Número 10.336. Página 2. Jueves del 11 de julio de
1968
https://www.diariovasco.com/20080708/san-sebastian/gota-leche-abre-calle-20080708.html
36.-
Dispensario de La Gota de Leche de San Sebastián. Javier Sada. Domingo del 27
de septiembre de 2009
http://www.diariovasco.com/20090927/san-sebastian/gota-leche-20090927.html
37.-
La Gota de Leche de San Sebastián. Pedro Gorrotxategi. Páginas 18 a 22. Año
2014. Historia y Significación de las Gotas de Leche en España. Cuadernos de
Historia de la Pediatría Española. Número 8. Octubre de 2014. Edita: Asociación
Española de Pediatría. D.L.: TF-657/2011. ISBN13: 978-84-695-3139-6
https://www.aeped.es/comite-historia/documentos/cuadernos-historia-pediatria-espanola-n-8-historia-y-significacion-las-gotas-leche-
Observatorio
de la Infancia en Andalucía
https://www.observatoriodelainfancia.es/oia/esp/documentos_ficha.aspx?id=4589
38.-
Memoria Histórica de la Caja de Ahorros Municipal de San Sebastián. Obra
Social. Páginas 110 y 111. Año 1984
39.- Boletín de Información Municipal de la Muy Noble
y Muy Leal Ciudad de San Sebastián. Año V. Número 20. Octubre – Noviembre –
Diciembre 1963. Páginas 37 y 38
https://www.donostia.eus/DonostiaKultura/donostiateka/prensa/Boletin%20de%20informacion%20municipal/PDF/1963/10/01/0001.pdf
Nota del autor:
Este artículo,
que hace el número 980, es la recopilación de todos los expedientes y artículos
que he encontrado sobre “La Gota de Leche” de San Sebastián. Son 1.462 archivos
los seleccionados para este trabajo, de entre todos los que he ido recogiendo
desde que comencé a investigar para la Historia de la Enfermería en el año 1995.
Autor:
Manuel Solórzano Sánchez
Graduado en
Enfermería. Enfermero Jubilado
Insignia de Oro de la Sociedad Española de Enfermería Oftalmológica 2010. SEEOF
Miembro de
Enfermería Avanza
Miembro de
Eusko Ikaskuntza / Sociedad de Estudios Vascos
Miembro de
la Red Iberoamericana de Historia de la Enfermería
Miembro de
la Red Cubana de Historia de la Enfermería
Miembro
Consultivo de la Asociación Histórico Filosófica del Cuidado y la Enfermería en
México AHFICEN, A.C.
Miembro no
numerario de la Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País. (RSBAP)
Académico de número de la Academia de Ciencias de Enfermería de Bizkaia – Bizkaiko Erizaintza
Zientzien Akademia. ACEB – BEZA
Insignia de Oro del Colegio Oficial de Enfermería de Gipuzkoa 2019
Sello de
Correos de Ficción. 21 de julio de 2020
masolorzano@telefonica.net