Foto 1 Florence Nightingale en el Hospital de Scutari en Crimea
Desde muy joven, Florence Nightingale sintió una fuerte vocación de entrega y servicio a los demás
Canalizó esta vocación ejerciendo como enfermera, en especial durante la Guerra de Crimea, causando siempre admiración y respeto en todos…, aunque hoy día hayan surgido algunas revelaciones polémicas.
El nombre de Florence Nightingale es legendario en la historia de la medicina, de la enfermería y de la sanidad del siglo pasado.
Se le considera como una de las pioneras en el cuidado de los enfermos, fundadora de la «Escuela Inglesa de Enfermeras» y como una personalidad tan relevante que no sólo supo inculcar la abnegación a tantas y tantas mujeres de su época, sino que fue una perfecta organizadora y una experta conocedora de los problemas de la medicina y sanidad militar, tan graves durante todo el siglo XIX.
Además de ello, su relevante personalidad y su singular carácter hicieron que su movimiento y sus esfuerzos fueran acompañados del mayor éxito, e incluso la Reina Victoria de Inglaterra la apoyó no sólo espiritualmente sino de una manera material a través del Gobierno.
A Florence Nightingale se debe gran parte de la humanización del trato de los heridos y de la organización de la sanidad militar inglesa.
Foto 2 Florence Nightingale en Crimea
Vocación de entrega
Florence Nightingale nació en Florencia en 1820, y la segunda hija de un matrimonio aristocrático y muy rico que residía en la capital de la Toscana; y de ahí que le pusieran el nombre de Florence. Recibió una brillante educación, estudió letras, ciencias, varias lenguas vivas, y desde muy joven sintió una vocación de entrega y servicio a los demás.
Siempre tiñó de un cierto misticismo su vocación y afirmó que de muy joven «oía voces, como Juana de Arco», que la inducían al cuidado de los soldados heridos y enfermos.
Su familia quiso ponerse a esta vocación de aquella joven inglesa, tan contraria a lo que era la vida de una mujer aristocrática en la Inglaterra Victoriana. De hecho, hubieran deseado que aceptara las repetidas proposiciones matrimoniales de Richard Monckton Mimes, que más tarde fue lord Houghton.
Este personaje era un hombre de una gran calidad, político, escritor y poeta, gran viajero; y no se comprendieron en su época muy los motivos que tuvo para rechazar a un hombre a quien miss Nightingale siempre apreció enormemente y le llamaba «mi hombre adorado».
Foto 3 Retrato de Florence Nightingale
A la luz de la correspondencia y escritos privados, que hoy ya son públicos, se comprende perfectamente que miss Nightingale no quisiera ligar su vida con un hombre, aunque fuera de excepción al carácter, ya que sus tendencias homosexuales están más en confirmadas.
Resuelta a ser enfermera ingresó Florence Nightingale en el convento de las Damas Diaconesas de Kaiserwerth, en Alemania, donde se formaban las Damas de Caridad protestantes. Allí estudió cirugía, enfermería y medicina y de regreso a Inglaterra dirigió y organizó a sus expensas el Hospicio de Marley Street en Londres. Este hospital ha sido el origen de que esta calle fuera tradicionalmente en el lugar donde están las grandes eminencias médicas inglesas.
En 1854 los ejércitos ingleses, junto con los franceses, tomaron parte en la llamada Guerra de Crimea con Francia y Turquía contra Rusia.
El estado de sanidad militar inglesa era tan lamentable que Florence Nightingale, a instancias de Sidney Herbert, secretario de guerra en el gabinete británico, reunió a unas cuantas damas, algunas de las cuales pertenecían a las clases más elevadas, y se embarcó con ellas hacia Oriente a los Hospitales de Scutari en Estambul, donde trasladaban a los soldados heridos y enfermos británicos.
Foto 4 Florence Nightingale en el Hospital de Scutari. 21 de marzo de 1908
Una mujer casi irreal
Mal recibida por los médicos militares, que tan poco podían hacer por otra parte por sus enfermos, bien pronto la personalidad de Florence Nightingale y la de su disciplinada hueste de enfermeras se impuso. Un testigo ocular cuenta el terrible estado en el que se hallaban los Hospitales de Scutari, y la presencia de Florence Nightingale, la fascinación física de su dulzura y energía: «En el centro de la habitación, en el suelo, había una linterna y junto a ella una tetera con la que una mujer alta y en extremo delgada iba llegando copas y se las pasaba a otra de las mujeres, vestida con las mismas ropas grises y toscas que las cubrían a la manera de un saco, y que yo ya había visto al mediodía.
Foto 5 Miss Florence Nightingale
Estas dos mujeres se acercaban a los lechos de los heridos y alzándoles la cabeza les daban de beber te. Aunque yo no había visto nunca a Florence Nightingale, comprendí que aquélla debía ser, la que estaba junto la linterna. Emanaba de ella un encanto que en aquellos momentos no había podido decir de dónde procedía.
Tendría unos 34 años: llevaba un vestido de lana negro con cuello blanco. Dentro de aquella mujer, debajo de unos cabellos oscuros bastante recortados, producía la impresión de algo frágil, delicado, casi irreal».
Foto 6 Florence Nightingale en una sala del Hospital de Scutari en Crimea
La dama de la linterna
Luego se extiende sobre el estado espantoso de las salas de los hospitales: «Los operados yacían apretadamente unos contra otros. Vendajes hediondos, manchados por la supuración, rostros pálidos, amarillentos, ojos hundidos, pómulos salientes, manos que en el término de pocos días se habían vuelto esqueléticas, respiración acelerada de estertor, síntomas todo ello de lo que entonces se sabía indicador de las distintas especies de fiebres reumáticas y que se consideraba como un mal enigmático y fatal. Nunca había visto un cuadro espantoso capaz de destruir toda esperanza y toda ilusión de progreso…
Y allí sólo veía la silueta de Florence Nightingale que, como única voz amable, y frágil, pero animada interiormente por una voluntad inflexible, resplandecía junto a la linterna, circunstancia por la cual, más adelante, hubo de conocerla el mundo entero por la «Dama de la linterna» nombre con que la bautizaron los soldados agradecidos a los que entonces asistía».
De Scutari pasó Florence Nightingale a las primeras líneas, es decir, a Balaklava, donde se había librado la célebre carga de la caballería ligera, organizando un hospital en mayo de 1855, y allí se contagió de cólera, que resistió gracias a su fuerte naturaleza, y una vez curada, continuó en Balaklava hasta que las tropas se retiraron de Turquía.
Foto 7 Florence Nightingale en el Hospital de Scutari en Crimea
Heroína nacional
Después de esta actuación, la fama de Florence Nightingale fue extraordinaria. De regreso su país se convirtió en una heroína nacional y se le entregaron 45.000,00 libras esterlinas obtenidas para ella en una suscripción a la que se añadió un considerable donativo del Sultán de Turquía.
Con esta fortuna, en 1860, abrió la «Escuela de Enfermeras Nightingale», en el Hospital Santo Tomás de Londres.
La obra de Florence Nightingale fue extraordinaria y libró una campaña profunda y eficaz para la reforma del ejército británico, igual que la reforma de los servicios sanitarios del mismo.
Dedicó su atención a los hospitales militares y civiles y a la formación de enfermeras. También se preocupó de la salud pública de la Inglaterra victoriana, y sus observaciones se recogen en su libro «Health teaching in the towns and villages», publicado en 1894. Su obra fue de una tenacidad extraordinaria: exigía tanto a los demás cómo se exigía a sí misma; y sus escritos, su influencia, su perseverancia, hicieron muchísimo para la humanización del trato de los soldados heridos y de los enfermos pobres.
Vivió 90 años. En los últimos años de su vida estuvo paralizada por una apoplejía, y ciega a causa de un glaucoma; pero no perdió nunca la alegría de su trato y una especie de juvenil entusiasmo reconfortante y firme.
Foto 8 «Escuela de Enfermeras Nightingale», en el Hospital Santo Tomás de Londres
En 1907 se le concedió la Orden del Mérito y esta distinción tomó a muchos por sorpresa, ya que se creía que había muerto hacía tiempo, debido a un completo retiro de su actividad pública. Su funeral fue también muy sencillo: había pedido en su testamento que no fuera celebrado en la Abadía de Westminter y que no se la enterrara allí, prefiriendo la tumba familiar de un pequeño cementerio de East Wellow, en Hampshire.
Pero el ejército, agradecido, quiso rendirle su último homenaje y fueron los sargentos quienes llevaron en sus hombros el ataúd hasta el cementerio. Fue el último homenaje de la tropa, a través del grado más popular del ejército británico, a esta dama que tanto hizo por el cuidado de los soldados heridos de guerra.
Ecos de una vida
La mejor biografía de Florence Nightingale que yo conozco, es la de Lytton Strachey en su serie «Victorianos eminentes» (2) de 1918. Es mucho más sagaz que las clásicas de E. Cook, «Life of Florence Nightingale» y Cecil Woodham – Smith, «Florence Nightingale 1820 - 1910».
Foto 9 Florence vivió confinada y postrada en cama al cuidado de una enfermera desde los 38 años hasta su muerte a los 90. Se quejaba de fiebre intermitente, pérdida de apetito, fatiga, insomnio, irritabilidad, depresión, ciática y palpitaciones. En Scutari habría contraído brucelosis, lo que explicaría sus dolencias. El gobierno quiso que fuera enterrada en Westminster, pero su familia prefirió Hampshire.
Pero ahora se ha publicado recientemente un libro en Londres «The secret life of Florence Nightingale», de Richard Gordon, que revela aspectos inéditos de su vida privada. A pesar de la pudibunduez victoriana, ya se habían conocido las tendencias homosexuales de Florence Nightingale. Pero Richard Gordon, tras un año de investigar acerca de la vida y la obra y conocer a fondo su correspondencia, descubrió que incluso tuvo relaciones físicas con toda clase de mujeres, incluyendo enfermeras a su propio carro.
Richard Gordon se sorprende de que sus conclusiones no hubieran sido conocidos antes, aunque insinúa que hubiera podido ofender quizás a alguna de sus enfermeras que le sobrevivieron.
El
libro de este novelista ha causado un escándalo considerable, si bien parece ser
que su
documentación es irrebatible.
Pero las costumbres privadas de esta dama en una época revelan una característica esencial de espíritu: su rebelión constante contra la condición victoriana de la mujer, deseo de afirmar la personalidad femenina que le llevó a crear la «Primera Escuela de Enfermeras inglesa», a luchar como un hombre en las filas de la sanidad militar británica y, en otro aspecto, a traducir algunos de los diálogos de Platón y editar alguno de los más apasionados místicos cristianos (1).
Foto 10 Cecil Woodham – Smith. Florence Nightingale 1820 - 1910. La heroína de los hospitales
Bibliografía
1.- Florence Nightigale “la Dama de la linterna”. Historia y Vida. Año XVII. Número 193. Páginas 73 a 83. Abril 1984. Director Néstor Luján. Barcelona.
2a.- Victorianos Eminentes. (Parte primera). Jesús Rubio Pilarte y Manuel Solórzano Sánchez. Publicado el domingo día 20 de febrero de 2011
http://enfeps.blogspot.com/2011/02/victorianos-eminentes-parte-primera.html
2b.- Victorianos Eminentes. (Parte segunda). Jesús Rubio Pilarte y Manuel Solórzano Sánchez. Publicado el sábado día 5 de marzo de 2011
http://enfeps.blogspot.com/2011/03/victorianos-eminentes-parte-segunda.html
3.- Hospital de Escutari y la Dama de la Lámpara. Manuel Solórzano Sánchez. Publicado el sábado día 6 de marzo de 2010
http://enfeps.blogspot.com/2010/03/hospital-de-escutari-y-la-dama-de-la.html
4.- Mary Seacole “La Nightingale Negra”. Mª Luz Fernández Fernández.Publicado el sábado día 16 de octubre de 2010
http://enfeps.blogspot.com/2010/10/mary-seacole-la-nightingale-negra.html
5a.- Rosa Barr “Encuentro en Sebastopol”. Manuel Solórzano Sánchez. Publicado el domingo día 3 de octubre de 2010
http://enfeps.blogspot.com/2010/10/rosa-barr-encuentro-en-sebastopol.html
5b.- Rosa Barr “Encuentro en Sebastopol”. 2ª Parte. Manuel Solórzano Sánchez. Publicado el domingo día 10 de octubre de 2010
http://enfeps.blogspot.com/2010/10/rosa-barr-encuentro-en-sebastopol-2.html
6.- La amiga del soldado herido. FLORENCE NIGHTINGALE. Jesús Rubio Pilarte y Manuel Solórzano Sánchez. Publicado el lunes día 06 de diciembre de 2010
http://enfeps.blogspot.com/2010/12/la-amiga-del-soldado-herido.html
7.- El orgullo de ser enfermera y mujer. Jesús Rubio Pilarte, Raúl Expósito González y Manuel Solórzano Sánchez. Publicado el martes día 29 de noviembre de 2011
http://enfeps.blogspot.com/2011/11/el-orgullo-de-ser-enfermera-y-mujer.html
8.- Florence Nightingale. Manuel Solórzano Sánchez. Publicado el viernes día 3 de agosto de 2012
http://enfeps.blogspot.com.es/2012/08/florence-nightingale.html
9.- Florence Nightingale. Mujer Inmortal. Jesús Rubio Pilarte, Raúl Expósito González y Manuel Solórzano Sánchez. Publicado el lunes 19 de mayo de 2014
http://enfeps.blogspot.com.es/2014/05/florence-nightingale-mujer-inmortal.html
10.- Alexis Soyer: el Colaborador de Florence Nightingale en Crimea. Jesús Rubio Pilarte y Manuel Solórzano Sánchez. Publicado el viernes día 23 de enero de 2015
http://enfeps.blogspot.com.es/2015/01/alexis-soyer-el-colaborador-de-florence.html
11.- Florence Nightingale Bicentenario 1820 – 2020. Florence Nigthingale en la prensa española. La Esperanza periódico Monárquico 1855. Polémica en la prensa escrita entre católicos y protestantes. Manuel Solórzano Sánchez. Publicado el jueves día 2 de enero de 2020
https://enfeps.blogspot.com/2020/01/florence-nigthingale-bicentenario-1820.html
Foto 11 Primer billete de £10 en llevar el retrato de un monarca, y el primero en emplear hilo metálico de la historia. Frente: Retrato de la reina Isabel II; Reverso: Retrato de Florence Nightingale. Aquellos emitidos desde el 16 de julio de 1987 en adelante, poseen un hilo metálico
12.- Florence Nightingale en la Revista española “HOLA”. Manuel Solórzano Sánchez. Publicado el lunes día 27 de enero de 2020
https://enfeps.blogspot.com/2020/01/florence-nightingale-en-la-revista.html
13.- La amiga del soldado herido en Crimea. Florence Nightingale. Manuel Solórzano Sánchez. Publicado el miércoles día 12 de febrero de 2020
https://enfeps.blogspot.com/2020/02/la-amiga-del-soldado-herido-en-crimea.html
14.- Florence Nightingale en Cuento. Manuel Solórzano Sánchez. Publicado el sábado día 29 de febrero de 2020
https://enfeps.blogspot.com/2020/02/florence-nightingale-en-cuento.html
15.- Florence Nightingale Shore 1865 – 1920. Enfermera, sobrina y ahijada de Florence Nightingale. Manuel Solórzano Sánchez. Publicado el lunes día 6 de abril de 2020
https://enfeps.blogspot.com/2020/04/florence-nightingale-shore-1865-1920.html
16.- Sello de Correos español del Colegio Oficial de Enfermería de Gipuzkoa. Manuel Solórzano Sánchez. Publicado el jueves día 27 de mayo de 2021
https://enfeps.blogspot.com/2021/05/sello-del-colegio-oficial-de-enfermeria.html
17.- Florence Nightingale. La Dama de la Lámpara en Cómic. Manuel Solórzano Sánchez. Publicado el jueves día 2 de junio de 2022.- ARTÍCULO 1.021
https://enfeps.blogspot.com/2022/06/florence-nightingale-la-dama-de-la.html
Foto 12 Florence Nightingale leyendo con 17 años, 1837
Manuel Solórzano Sánchez
Graduado en Enfermería. Enfermero Jubilado
Insignia de Oro de la Sociedad Española de Enfermería Oftalmológica 2010. SEEOF
Miembro de Enfermería Avanza
Miembro de Eusko Ikaskuntza / Sociedad de Estudios Vascos
Miembro de la Red Iberoamericana de Historia de la Enfermería
Miembro de la Red Cubana de Historia de la Enfermería
Miembro Consultivo de la Asociación Histórico Filosófica del Cuidado y la Enfermería en México AHFICEN, A.C.
Miembro no numerario de la Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País. (RSBAP)
Académico de número de la Academia de Ciencias de Enfermería de Bizkaia – Bizkaiko Erizaintza Zientzien Akademia. ACEB – BEZA
Insignia de Oro del Colegio Oficial de Enfermería de Gipuzkoa. Años 2019 y 2022
Sello de Correos de Ficción. 21 de julio de 2020
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