martes, 27 de octubre de 2020

CLÍNICA OPERATORIA NUESTRA SEÑORA DE ARÁNZAZU SAN SEBASTIÁN 1921

 

INAUGURACIÓN JUEVES 5 DE MAYO DE 1921

 

Foto 1 Clínica Operatoria Nuestra Señora de Aránzazu. Foto Ricardo Martín. El día de la inauguración el 5 de mayo de 1921

 

Un día Científico

 

Nueva Clínica Nuestra Señora de Aránzazu

 

El reporter pasó ayer un día científico; un día instructivo y de emociones nuevas, sorprendentes, desconcertantes, del cual dará cuenta a sus lectores en esa forma ingenua, sencilla, admirativa, del chico de la escuela que relata sus impresiones primeras en el cuaderno de composiciones.

 

¡Por la mañana, a las once, se celebró la inauguración de la Clínica Operatoria de Nuestra Señora de Aránzazu. Invitados galantemente por el eminente cirujano don Luis Ayestarán Gabarain y por los demás médicos que constituyen el Cuerpo facultativo de la nueva Clínica, asistimos a la ceremonia (1).

 

Esta fue sencillísima pero brillante. Asistió a ella un público muy numeroso y distinguido que prestó gran animación a la soberbia finca de Ategorrieta en que se halla instalada la Clínica y que fue habitada en otro tiempo por nuestro querido amigo Leopoldo Ducloux. La finca ha sido reformada totalmente y puesta en unas condiciones inmejorables.

 

En la capilla de la Clínica, que es independiente del edificio, celebró una misa el Padre Bernabé, subprior del Carmen en San Sebastián. Durante la ceremonia, los señores Guisasola y Arruti cantaron dos dúos religiosos con el arte en ellos peculiar. También cantó Remigio Peña, quien interpretó maravillosamente el Ave María de Schubert.

 

Después de la misma, el párroco de San Ignacio bendijo las diversas dependencias del edificio.

 

Foto 2 Panorámica donde se encuentra la Clínica Nuestra Señora de Aranzazu. Foto cedida por Francisco José Conde. San Telmo Museoa

 

Estas son todas amplias, higiénicas y excepcionalmente luminosas. En la planta baja se encuentran la cocina, la capilla, el lavadero, el refectorio de las Hermanas Mercedarias, la Sala de las labores y otras habitaciones.

 

En el primer piso están la sala de operaciones, inundada de luz natural durante el día y con poderosos reflectores para trabajar de noche, la sala de reconocimientos, la de electroterapia y radiología, que contienen los más novísimos adelantos científicos, y el laboratorio, que es indudablemente el más completo de la provincia y hará que no sea necesario recurrir a los análisis en Madrid (1).

 

En el segundo piso hay diversas habitaciones para enfermos. En el tercer piso están las habitaciones de las Hermanas Mercedarias a cuyo cargo han de estar los pacientes atendidos en el establecimiento. Además existe una magnífica terraza destinada a la helioterapia y descanso de los enfermos.

 

Foto 3 La Constancia. Diario Integro-Fuerista. Órgano de la Junta Regional. Año XXIV. Número 7.631. Página 1 del viernes 6 de mayo de 1921

 

Tanto el aspecto general del edificio como sus distintas instalaciones tienen un carácter de coquetería y de buen gusto, de comodidad y de confort, que no producen en modo alguno la impresión penosa que causan en los visitantes la mayoría de las casas de salud. Diríase que aquello está instalado por una mano divina de mujer bondadosa y artista (1).

 

Al acto de inauguración asistieron numerosas señoras y señoritas, en su mayoría enfermeras de la Cruz Roja. Nosotros apuntamos los nombres de las señoritas Carmen Resines, María Pedroso, Beatriz y María Aurora Victoria, Carmen Escobar, María Jesús Ferrer, señora de Lamuela, señora de Arancibia, señoritas de Celaya, señora de Martín Peña, señora de Rezola (don Manuel), señorita Inés Brunetti, Victoria Amilibia, Blanca Molins, señora de Soroeta, señoritas de Emparanza, de Lassala, señora de Altolaguirre, señora de Borie, de Díaz Montenegro, de Mocoroa, etc.

 

Foto 4 Médicos compañeros de los que hoy inauguran la Clínica Nuestra Señora de Aranzazu

 

Había muchos médicos; casi todos los médicos donostiarras. Estaban allí los doctores Rafael Camio, Modet, Ayestarán, Viñas, Benigno Oreja, José María Zurriarrain, Miguel Vidaur, Larburu, Lázaro Muñagorri, José Miguel Zabala, José Beguiristain Gorriti, Moraiz, José Bago, José Goiburu, Gaztañondo, Leandro y Ramón Aramburu, Juan José Celaya, Ricardo Bueno, Ángel Calles, Claraco, Ignacio Gorostidi, Julián Bergareche, Ángel Elvira y quizás alguno más.

 

Estaban también, naturalmente, los médicos que forman el Cuerpo facultativo de la Clínica, que son los doctores Luis Ayestarán Gabarain, Luis Olalde, Florencio María Mozo, Tomás Peset y Venancio Iparraguirre. También es médico de la Clínica el doctor Quintín Altolaguirre, que no pudo asistir al acto por hallarse actualmente en la Argentina.

 

Además de estos señores, hicieron los honores de la casa, con exquisita amabilidad, las distinguidas señoras de los doctores Ayestarán y Olalde.

 

En nombre de la Diputación asistieron los diputados provinciales señores Pérez Arregui y Paguaga; y en nombre del Ayuntamiento el concejal señor Iturrizaga.

 

Foto 5 Los médicos fundadores con sus esposas el día de su inauguración el 5 de mayo de 1921. Foto cedida por la Familia Ayestarán

 

Después de la bendición de las dependencias se sirvió un excelente “lunch” en el que “todo lo contrario que cuando se inaugura una industria cualquiera” los concurrentes hicieron sinceros votos porque la nueva Clínica se encuentre vacía constantemente.

 

Porque se pueden desear prosperidades a cualquiera, pero desear prosperidades a un cirujano o a un médico es algo criminal. Convengamos en ello.

 

Lo que sí se puede es desearles éxitos en su benemérita profesión. Y eso sí que puede esperarse de los médicos notabilísimos que forman el Cuerpo facultativo de la Clínica Nuestra Señora de Aránzazu, que ya mañana empezarán a practicar operaciones quirúrgicas (1).

 

A la una de la tarde, los doctores Luis Ayestarán, Luis Olalde, Venancio Iparraguirre, Francisco Pérez Cuadrado y Florencio María Mozo obsequiaron con un delicado almuerzo a los periodistas, que se celebró en el restaurante que la casa “Politena” tiene establecido en la calle Oquendo. Fue una fiesta agradabilísima en la que se habló de todo; incluso de epidemias, de amputaciones y de otros horrores por el estilo; pero no hay que decir que predominó la más excelente alegría y buen humor.

 

Después del almuerzo, que estuvo admirablemente servido, nos trasladamos a casa del doctor Venancio Iparraguirre, donde pasamos una tarde deliciosamente científica. Tuvimos el gusto de ver todo el interior de nuestro miserable cuerpo, sometido a la acción ultra-penetrante de los Rayos X. Bailamos una pintoresca danza macabra ante la pantalla radiológica. Nos dimos un baño de corrientes eléctricas realmente reconfortante, viendo cómo una bombilla se iluminaba al contacto de nuestros dedos electrizados…

 

Foto 6 Cuerpo facultativo de la Clínica, que son los doctores Luis Olalde, Florencio María Mozo, Venancio Iparraguirre y Luis Ayestarán Gabarain, y señoras. El doctor Quintín Altolaguirre no pudo asistir al acto por hallarse en la Argentina. Foto cedida por la Familia Ayestarán

 

Pero de estas impresiones, hablaremos detenidamente en algún artículo próximo. Para no hacer interminable esta reseña, acabaremos felicitando efusivamente al doctor Luis Ayestarán y a sus demás compañeros por la magnífica instalación de la nueva Clínica, y agradeciéndoles las muchas atenciones que para nosotros tuvieron (1).

 

¿Cómo se hace una operación quirúrgica?

 

Hace algunos días, asistiendo a la inauguración oficial de la nueva Clínica de Nuestra Señora de Aránzazu, nos decía su fundador y director el doctor Luis Ayestarán Gabarain en la Sala de operaciones:

El sábado será la verdadera inauguración de la Clínica, pues ese día tendremos nuestra primera intervención quirúrgica en esta sala. ¿Quiere usted venir?

¿Nosotros? Exclamamos, retrocediendo un paso. ¿Nosotros, asistir a una operación? ¡Jamás querido doctor, jamás!...

En vano trató el prestigioso cirujano de convencernos. Nosotros mirábamos, consternados, a la mesa de operaciones, a los reflectores, a los recipientes, a los instrumentos de cirugía… ¡Aquellos instrumentos niquelados, brillantes, finísimos, que tenían siniestros fulgores en la sala inundada de luz y que a nosotros se nos antojaban horribles artefactos de torturas inquisitoriales!...

 

Foto 7 Fundador y Director el doctor Luis Ayestarán Gabarain. Foto cedida por la Familia Ayestarán

 

No, doctor, no añadimos temblorosamente. Eso está por encima de nuestras fuerzas. No podríamos resistir ese espectáculo alucinante. ¡Nosotros que no vamos jamás a los toros porque la visión de la sangre nos horroriza!... ¡Qué espanto! (2).

 

Y salimos de la Clínica con el firme convencimiento de que no acudiríamos a presenciar la operación, como no fuésemos conducidos por la Guardia civil.

 

Pero en el periodista es irresistible la curiosidad. Las emociones nuevas producen en nosotros una sugestión ultrapoderosa, invencible, que nos lleva a lo desconocido aunque tratemos de evitarlo.

 

Y así fue que sin saber cómo, en un estado de inconsciencia, faltos de voluntad y con el espíritu estremecido en la febril expectación de lo nuevo, nos encontramos ayer, a las diez de la mañana en la Clínica Nuestra Señora de Aránzazu (2).

 

Foto 8 El doctor Luis Olalde y Marichu Kraff el día de su boda a la salida de la Basílica del Santo Cristo de Lezo. 26 noviembre de 1915. Ricardo Martín. Photo Carte

 

Nos dijeron que el doctor Luis Olalde estaba operando a un muchacho en la sala de reconocimientos. ¡Horror! Tratamos de escapar; pero el miedo al ridículo nos paralizó las piernas. Y nos colocamos en un rinconcito para presenciar la operación. Teníamos el consuelo de que nuestra providencial miopía nos impediría ver bien todos los detalles cruentos.

 

Se trataba de una operación en la nariz. El doctor Olalde, con una potente bombilla eléctrica colocada en la frente, manipulaba unas tijeritas en las narices del enfermo, que contemplaba tranquilamente la operación. Aquello no tuvo la virtud de emocionarnos.

 

Pero la operación importante iba a ser después. Aquella se iba a efectuar en la sala de operaciones. Se trataba de perforar una complicada hernia inguinal. Los médicos se habían puesto ya los largos blusones blancos, los gorros y las caretas. A nosotros nos dieron también un blanco blusón. Nos lo pusimos y nos miramos al espejo. Y en nuestra coquetería, casi nos creímos un doctor Carrel en funciones (2).

 

El enfermo bajaba ya por la escalera andando. Era un muchacho musculoso, fornido. Confesamos sinceramente que estaba más tranquilo y menos nervioso que nosotros, cuando entramos en la sala de operaciones.

 

Foto 9 Quirófano de izquierda a derecha: Dr. José Mari Odriozola; Practicante José María Arrizurieta Marticorena; Dr. José Luis Ayestarán Otamendi; Hermana Mercedaria de la Caridad Sor Paz y de espaldas el Dr. Anestesista Javier Eguiguren. Foto cedida por la Familia Ayestarán, 1955

 

Esta se hallaba a 26 grados de temperatura. La luz fortísima de la mañana, al filtrarse por los blancos ventanales, ponía en el recinto una luminosidad extraordinaria, casi mareante.

 

Una vez dentro de la sala, nuestra tranquilidad era absoluta. El temblorcillo de la expectación había desaparecido. En aquel momento, la curiosidad estaba por encima de todo. No teníamos tiempo de emocionarnos.

 

El enfermo se fue durmiendo poco a poco bajo la anestesia del cloroformo que le aplicaba el practicante (José María Arrizurieta Marticorena). Hubo un breve periodo de excitación nerviosa en el que lanzó algunas incoherencias que se fueron extinguiendo lentamente. Y ya no se oyó más que su respiración jadeante (2).

 

José María Arrizurieta Marticorena

 

Foto 10 Practicante José María Arrizurieta Marticorena. Foto cedida por el Colegio Oficial de Enfermería de Gipuzkoa COEGI

 

Un Practicante iba humedeciendo de cloroformo el algodón que tenía el enfermo sobre el rostro un poco congestionado.

 

El doctor Luis Ayestarán, ayudado por el doctor José María Zurriarrain, comenzó por dar unas pinceladas de tintura de yodo en la parte que había de ser operada. Luego fue tapado el enfermo, dejando solamente al descubierto un cuadradito de piel.

 

Y llegó el momento de mayor emoción para los profanos. El doctor Ayestarán, con la fría tranquilidad de los cirujanos expertos, clavó el bisturí…

 

No hemos de entrar en detalles desagradables para el lector. El relato de estas escenas es mucho más horroroso que presenciarlas y esta observación curiosa es la que nos mueve a escribir estas líneas. Nosotros, que nos consternamos ante una lectura dolorosa, no nos emocionamos ayer lo más mínimo. Y no es por presumir de sangre fría: ya hemos empezado por decir que no hay nadie tan sensible como nosotros para las escenas acongojantes (2).

 

Foto 11 Clínica Operatoria Nuestra Señora de Aránzazu. El día de la inauguración el 5 de mayo de 1921. Foto del libro Cien Años de Medicina en Guipúzcoa 1899 – 1999. José María Urkia Etxabe

 

Es un curioso fenómeno el que se desarrolla en nosotros. Antes de entrar en la sala, temblábamos de emoción y de nerviosidad. Ahora que tenemos ante nosotros la visión sangrienta, no sentimos el menor trastorno.

 

La sensación de seguridad admirable que dan las manos esterilizadas y enguantadas del doctor Ayestarán, la limpieza inmaculada que reina en todas las manipulaciones, la insensibilidad total del herido, y sobre todo, la idea fija de que en aquello está la curación del hombre, alejan de nuestra mente toda impresión de desagrado.

 

No, no es aquello tan horrible como uno se figura. Horrible es la visión del dolor humano, que retuerce y abruma los cuerpos; pero hay algo de benemérito y de consolador y de admirable en el sangriento zigzagueo del bisturí libertador… (2).

 

¡Oh, si hubiera también un bisturí para los dolores morales!

 

Después de esta operación, la primera que se hace en la Clínica Operatoria Nuestra Señora de Aránzazu, se practicaron otras varias.

 

Cuando salíamos, los enfermos habían ya vuelto en sí, y aunque abrumados por los dolores del momento, bendecían desde lo más íntimo de su ser a la mano sabía que les hirió (2).

 

El campo estaba pletórico de sol. La mañana se desbordaba de luz y de optimismo. E. P.

 

Foto 12 Desde otra vista la Clínica Operatoria Nuestra Señora de Aránzazu. Foto Ricardo Martín. El día de la inauguración el 5 de mayo de 1921

 

CLÍNICA OPERATORIA NUESTRA SEÑORA DE ARÁNZAZU

 

INAUGURACIÓN DE UNA CLÍNICA

 

En la mañana de ayer día 5 de mayo se verificó en los alrededores de Jai – Alai la inauguración de una Clínica Operatoria que será dirigida por los reputados doctores Luis Ayestarán, Luis Olalde, Quintín Altolaguirre y Florencio Mozo.

 

En la capilla de la Clínica se celebró a las once de la mañana una solemne misa, a la que asistieron todos los invitados al acto. Durante la misma, los cantantes, tan conocidos y estimados del público donostiarra, señores Arruti, Guisasola y Peña cantaron admirablemente diversas composiciones religiosas (3).

 

Seguidamente se bendijeron todas las dependencias de la Clínica por el señor párroco de la Iglesia de San Ignacio. Después se sirvió un espléndido “lunch” a los invitados al acto.

 

Foto 13 Señoras algunas enfermeras con los médicos fundadores y sus esposas el día de la inauguración el 5 de mayo de 1921. Foto cedida por la Familia Ayestarán

 

Entre éstos recordamos a las señoras y señoritas de Celaya, Martín Peña, Rezola, Brunete, Víctor Amilibia, Molins, Emparanza, Pedroso, Lasala, Díaz Montenegro, Espada, Novallas, Mocoroa, Carmen Resines y otras muchas que, en su mayor parte, pertenecían a la sección de Enfermeras de la Cruz Roja (3).

 

También asistían los señores Pérez Arregui y Pagoaga en representación de la Diputación y el señor Iturrizaga en el Ayuntamiento.

 

El Colegio Médico tenía también una nutrida representación compuesta de los doctores Modet, Rafael Camio, Viñas, Benigno Oreja, Ramón Aramburu, Gaztañondo, José Goiburu, José María Zurriarain, Larburu, Juan José Celaya, Ricardo Bueno, Lázaro, Muñagorri, Ángel Calles, Julián Bergareche, Claraco, José Miguel Zabala, Ángel Elvira, José Beguiristain, Moraiz, José Bago y los directores de la Clínica señores Luis Ayestarán, Luis Olalde y Florencio María Mozo, no habiendo podido asistir el señor doctor Quintín Altolaguirre por hallarse ausente en Buenos Aires, Argentina (3).

 

Cuantas personas asistieron a este simpático acto de la inauguración de la Clínica elogiaban sin reservas la magnífica instalación de la Clínica y la disposición acertada de sus diversas dependencias.

 

El doctor Venancio Iparraguirre tendrá a su cargo el gabinete de Electroterapia y el doctor Tomás Peset el Laboratorio. Este se halla instalado con arreglo a novísimos adelantos que permitirán la verificación de análisis que hasta el momento debían efectuarse en Madrid (3).

 

Foto 14 Sala de reconocimiento de la Clínica Nuestra Señora de Aranzazu. Foto Ricardo Martín. Foto cedida por la Familia Ayestarán

 

Las dependencias están distribuidas en la siguiente forma:

En el piso bajo: capilla (separada del cuerpo del edificio), cocina, lavadero, refectorio de las Hermanas Mercedarias de la Caridad, cuarto para labores y varios cuartos más.

 

En el piso primero: sala de operaciones, sala de radiografía y electroterapia y laboratorio.

 

En el segundo piso: cuartos para los enfermos clasificados convenientemente.

 

En el piso tercero: clausura de las Hermanas Mercedarias.

 

En la terraza: tratamiento de enfermedades por la acción del sol (Helioterapia).

 

Los directores de la nueva Clínica recibieron con motivo de la inauguración de la misma, numerosas felicitaciones, a las que unimos la nuestra muy cordial y expresiva (3).

 

Foto 15 Anuncio en El Pueblo Vasco. Diario Independiente (3) del Dr. Florencio María Mozo

 

ANUNCIO

Dr. Florencio María Mozo, vías urinarias, piel y secretas.

Consulta de once a una y de cuatro a siete.

PRIM número 45, principal y Clínica Operatoria de Nuestra Señora de Aránzazu

 

UNA NUEVA CLÍNICA

 

A las once de la mañana de ayer se verificó la inauguración de una nueva Clínica Operatoria. Está situada en Ategorrieta, en las inmediaciones del frontón Jai – Alai, reúne todas las condiciones higiénicas y está dotada de los aparatos más modernos (4).

 

En la capilla de la Clínica celebró el santo sacrifico de la misa el Reverendo Padre Bernabé, del convento de las Carmelitas de esta ciudad.

 

A continuación el párroco de San Ignacio bendijo las habitaciones y las salas de operaciones (4).

 

Después se sirvió un lunch a los numerosos invitados al acto.

 

Asistieron muchos médicos de esta ciudad; en representación de la Diputación estuvieron los diputados señores Paguaga y Pérez Arregui y el señor Iturrizaga por el Ayuntamiento.

 

La nueva Clínica lleva el nombre de Nuestra Señora de Aránzazu. Al frente de ella estarán los doctores Venancio Iparraguirre y Tomás Peset.

 

Les deseamos muchos aciertos (4).

 

Foto 16 Clínica Operatoria Nuestra Señora de Aránzazu. El día de la inauguración el 5 de mayo de 1921 Guipúzcoa Médica. San Sebastián, Mayo de 1921

 

CLÍNICA OPERATORIA NUESTRA SEÑORA DE ARANZAZU

 

Una Nueva Clínica

 

El día 5 de mayo de 1921 se ha inaugurado la Clínica Operatoria de Nuestra Señora de Aranzazu.

 

Situada en el aristocrático barrio de Ategorrieta, en un esbelto chalet rodeado de jardines y ante el cual la vista contempla el hermoso panorama del Monte Ulía, separada de la carretera pero con fáciles vías de comunicación, el nuevo centro quirúrgico reúne el ideal de esta clase de edificios que consiste en parecer lo menos posible una residencia de enfermos (5).

 

La tendencia de los hospitales modernos es perder el aspecto de cárceles del dolor y de la desgracia, que tienen los antiguos; los destartalados caserones con solidas murallas, pasillos estrechos, salas grandes y mal ventiladas en las que se hacinan los enfermos, son hoy sustituidos por pabellones aislados, con salas pequeñas para un reducido número de camas y bien iluminadas por grandes y rasgadas ventanas. Siendo las clínicas y los dispensarios la aristocracia de los hospitales, no es de extrañar gocen mejorados de estos privilegios y se tengan presentes los más pequeños detalles para que las intervenciones se vean coronadas por el éxito, pues no solo depende obtener este de la ciencia y pericia del operador, si no que también de las condiciones higiénicas del edificio (5).

 

Foto 17 Quirófano de la Clínica Nuestra Señora de Aranzazu. Foto Ricardo Martín. Foto cedida por la Familia Ayestarán

 

La Clínica Operatoria de Nuestra Señora de Aranzazu, es una más de las varias y buenas que tenemos en la capital donostiarra; por su excelente emplazamiento está bañada por el Sol, que es el mejor desinfectante del laboratorio químico de la naturaleza y por la forma de estar distribuidas sus dependencias, se ve en ellas que ha presidido el buen gusto, higiene, sencillez y comodidad en todas ellas.

 

En el piso inferior se hallan instaladas la capilla, cocina, lavadero y almacén de ropas y utensilios. En el primero la sala de operaciones con abundante luz zenital y potentes focos eléctricos para las intervenciones de urgencias nocturnas; contigua hay otra sala para los reconocimientos y consultas, y otras dos, una destinada a electro-terapia y radioscopia y otra a laboratorio.

 

En el segundo piso están los cuartos para enfermos, en los que cómodamente se ven colocadas doce camas, y en el tercer piso las habitaciones destinadas a las Hermanas de Nuestra Señora de las Mercedes, encargadas de la administración y servicios. Tiene la Clínica dos terrazas amplias y soleadas, embalsamadas por el oxígeno puro del campo, donde pueden pasear los convalecientes y practicar helioterapia que tan buen resultado está dando sobre todo en las tuberculosis llamadas quirúrgicas (5).

 

Foto 18 Capilla y Hermanas Mercedarias de la Caridad, la primera Sor Elena Gauba Lete

 

Descrita a grandes rasgos la Clínica, vamos a mencionar su personal técnico. Figuran como directores el Dr. Luis Ayestarán, jefe de la sala de cirugía del Hospital Civil; el Dr. Luis Olalde, ayudante de la clínica de laringología del Dr. Moure; el Dr. Florencio María Mozo, exprofesor auxiliar de la Facultad de Medicina de Valladolid y especialista en vías urinarias; el Dr. Quintín Altolaguirre, ex - médico titular de Beasain, especialista en ginecología y obstetricia y como profesores agregados, el Dr. Tomás Peset, inspector provincial de sanidad, y el Dr. Venancio Iparraguirre, especializado en electricidad (5).

 

Descrita a grandes rasgos la Clínica, vamos a mencionar su personal técnico. Figuran como directores el Dr. Luis Ayestarán, jefe de la sala de cirugía del Hospital Civil y posterior director del mismo; el Dr. Luis Olalde (otorrino), ayudante de la clínica de laringología del Dr. Moure; el Dr. Florencio María Mozo, exprofesor auxiliar de la Facultad de Medicina de Valladolid y especialista en vías urinarias y gran caballero reputado especialista en piel y venéreas; el Dr. Quintín Altolaguirre, ex - médico titular de Beasain, especialista en ginecología y obstetricia y como profesores agregados para atender el Laboratorio el Dr. Tomás Peset, que llegó como Inspector Provincial de Sanidad, y con el radiólogo el Dr. Venancio Iparraguirre, especializado en electricidad. Posteriormente también trabajaron en la Clínica los doctores Francisco Pérez Cuadrado, Juan Manuel Arrillaga y Juan María Uriarte Soriano, todos ellos dedicados a la obstetricia (5).

 

Foto 19 Los médicos fundadores con sus esposas el día de su inauguración el 5 de mayo de 1921. Al final a la derecha al fondo el que escribe esta crónica el Dr. Francisco Pérez Cuadrado. Guipúzcoa Médica. San Sebastián, Mayo de 1921

 

Hombres curtidos en la práctica llevan valoradas sus personas por su historia profesional y si a esto unimos su juventud, su amor a la ciencia y su entusiasmo por el trabajo, demostrado en la Academia, en esta modesta revista y en el ejercicio diario de la profesión, no es difícil pronosticar que la nueva Clínica nace con todos los elementos necesarios para tener una vida próspera y progresiva.

 

El acto de la inauguración fue sencillo y de los que no se olvidan. Asistió numeroso y distinguido público, entre el cual vimos a la mayoría de los médicos que aquí ejercen, representantes de la Diputación y Ayuntamiento, clero, prensa local y entidades científicas. Un grupo de señoras y señoritas, flores que engalanan el jardín humano, dio la nota de color alegrando con sus caras bonitas y esbeltos cuerpos aquella mansión destinada a la curación de las deformidades y miserias de las personas.

 

En la capilla de la Clínica celebró una misa el Padre Bernabé, sub-prior del convento del Carmen y hermano de nuestro querido amigo el Sr. Luis Olalde, cantando durante la misma duos religiosos y el Ave María de Schubert, los conocidos artistas señores Arruti, Guisasola y Peña.

 

El párroco de San Ignacio bendijo las dependencias y el edificio y después se sirvió un abundante “lunch” durante el cual recibieron entusiastas felicitaciones los directores de la Clínica y organizadores de tan simpática fiesta. Unimos nuestra felicitación a las muchas recibidas y hacemos votos por la prosperidad del nuevo centro operatorio. Un cronista (5).

 

Foto 20 Sala de Electroterapia y Radiología de la Clínica Nuestra Señora de Aranzazu. Foto Ricardo Martín. Foto cedida por la Familia Ayestarán

 

Estadística Operatoria

El doctor don Luis Ayestarán ha publicado un folleto con su actuación personal de 1920 a 1921 en el Hospital Civil, Cruz Roja y Clínica de Nuestra Señora de Aránzazu.

 

Alcanza un total de 531 operaciones con 28 defunciones y por consiguiente una mortalidad de 5,2 % que resulta relativamente pequeña si tenemos en cuenta el pésimo estado en que llegan a la mesa de operaciones muchos de los enfermos (6).

 

Divide su trabajo por regiones, sumando 27 de cirugía de la cabeza, 32 operaciones en el cuello, 35 en el tórax, 181 de cirugía abdominal, 25 de cirugía de ano y recto, 86 del aparato genito-urinario y 145 operaciones en las extremidades. Falta en esta estadística la traumatología, ortopedia y pequeñas intervenciones que a diario se practican en los hospitales, donde se hace una verdadera labor práctica y en los que se presenta toda clase de lesiones (6).

 

Varios de los casos citados en dicho trabajo son conocidos de todos los compañeros por haber sido presentados y discutidos en la Academia Médico-Quirúrgica, de otros hace el doctor Ayestarán atinados comentarios y su totalidad demuestra que la juventud estudia y trabaja, que la cirugía se encuentra en esta provincia a gran altura y que la cultura médica progresa en diagnóstico de lesiones como perforación del estómago, estrangulación herniaria, apendicitis, etc., que exigen un diagnóstico lo más prematuro posible para que la intervención operatoria sea coronada por el éxito (6)

 

Felicitamos al doctor Ayestarán por su concienzudo trabajo y le damos las gracias por el folleto que nos ha remitido y cuya lectura aconsejamos a todos los compañeros.

Doctor Francisco Pérez Cuadrado (6).

 

FOTO 21 Hoy en día en el Paseo Zubiaurre número 4 de San Sebastián, se encuentra el mismo edificio que se inauguró el 5 de mayo de 1921. En él se encuentran las religiosas Hermanas Mercedarias de la Caridad. Foto Manuel Solórzano Sánchez

 

CLINICA NUESTRA SEÑORA DE ARANZAZU

 

El 5 de mayo de 1921 se inauguró este centro operatorio como Clínica que llevó por nombre el de Nuestra Señora de Aránzazu, situada en el barrio de Ategorrieta, rodeado de jardines y bañado por el sol (7).

 

Tenía tres plantas y una distribución muy similar a la de la “Clínica de las Mercedes”.

 

Fue fundador y director el cirujano doctor Luis Ayestarán, del Hospital Civil junto con el notable otorrino doctor Luis Olalde, el tocólogo doctor Quintín Altolaguirre, ex médico titular de Beasain y el venereólogo doctor Florencio María Mozo, urólogo, gran caballero reputado especialista en piel y venéreas con trabajo, salvo error en Sanidad Exterior en el puerto de Pasajes (7).

 

Como agregado y para atender al laboratorio contaban con el doctor Tomás Peset, valenciano, bien asentado en nuestra ciudad a la que llegó como Inspector Provincial de Sanidad y en la que fue presidente de la Academia Médico- Quirúrgica. Y en igual categoría con el radiólogo doctor Venancio Iparraguirre, especializado en electricidad. La obligada referencia al Dr. Luis Ayestarán la haré al encontrarnos de nuevo con él como creador del Instituto Radio-Quirúrgico (7).

 

También trabajó sobre los años 60 el magnífico y excelente ginecólogo Juan María Uriarte Soriano (7).

 

Foto 22 Guía Turística de San Sebastián 1923. Foto cedida por Anna Arregui Barahona

 

GUÍA TURÍSTICA DE SAN SEBASTIÁN 1923

 

CLÍNICA DE NUESTRA SEÑORA DE ARANZAZU

 

Moderno centro operatorio excelentemente situado y dotado de todos los elementos auxiliares necesarios para la asistencia de enfermos quirúrgicos.

 

La organización de todas las dependencias y salas está supeditada a la higiene más esmerada, sencillez y comodidad para la mejor asistencia de los enfermos.

 

El servicio facultativo se compone: Dr. Luis Ayestarán Gabarain, Jefe de Cirugía del Hospital de San Antonio Abad y de la Cruz Roja; doctor Luis Olalde, especialista en otorrinolaringología ex - asistente de la Clínica del Dr. Moure; Dr. Florencio María Mozo y Ocio, ex - profesor de la Facultad de Medicina de Valladolid, especialista en vías urinarias; Dr. Quintín Altolaguirre, especialista en Obstetricia y Ginecología, y como profesor agregado Dr. Venancio Iparraguirre, especialista en radiología.

 

Los enfermos son constantemente atendidos por el personal subalterno compuesto de: dos Practicantes; enfermeros y enfermeras dirigidos por las Religiosas de Nuestra Señora de las Mercedes (8).

 

Foto 23 Proyecto de Ampliación de la Clínica Nuestra Señora de Aranzazu 1945

 

PROYECTO de Ampliación de la Clínica Nuestra Señora de Aranzazu 1945

 

Memoria

 

La obra q que se refiere este proyecto, es la necesaria para la realización del cuerpo adosado lateralmente a la antigua construcción, de acuerdo con las soluciones al efecto indicadas en los planos que acompañan a este escrito (9).

 

Las disposiciones constructivas, así como los materiales empleados en los trabajos, serán de las mismas características y calidades que las de la vieja construcción. Los muros exteriores se aparejarán con ladrillo hueco doble con espesor de asta entera.

 

Las fachadas exteriormente se revestirán con mosaico y azulejo completando el conjunto del edificio actual. Se empleará la madera en la formación de los forjados de piso y en toda la carpintería interior y exterior.

 

La instalación eléctrica se hará bajo tubo Bergman, pintándose al temple los techos, y al óleo las paredes y toda la carpintería.

 

El importe aproximado a que se calcula ascenderá la obra, es de 70.000 pesetas (9).

 

San Sebastián, febrero de 1945

El Arquitecto

 

Foto 24 Foto de mi familia (Ayestarán) con los médicos en algún aniversario de la Clínica de Aranzazu. De izquierda a derecha están el cirujano general José María Odriozola, el practicante José María Arrizurieta, el cirujano general Mario Senra y el ginecólogo Juan María Uriarte. Foto cedida por la Familia Ayestarán

 

RECUERDOS

 

La clínica la fundó nuestro abuelo Luis Ayestarán Gabarain, aunque también la dirigió y trabajó en ella nuestro padre Jose Luis Ayestarán Otamendi hasta su fallecimiento en 1961. El practicante que trabajó con ambos se llamaba José María Arrizurieta que era natural de Azpiroz (Navarra) y que según me contaron conoció a mi abuelo cuando tuvo que amputarle un dedo de la mano a consecuencia de un accidente tras lo cual se hizo practicante. También trabajaba con el mismo doctor en el Instituto Radio Quirúrgico.

 

También trabajo José Luis Ayestarán Otamendi, nuestro padre que además era Jefe de Cirugía del Hospital Provincial, del Instituto Radio – Quirúrgico y de la Clínica Nuestra Señora de Aránzazu, siendo su director posterior a su padre hasta 1961.

También trabajó en ella mi hermano Eduardo Ayestarán Eguiguren, cirujano en el Oncologico y en la Clínica Nuestra Señora de Aranzazu, hasta su cierre.

 

También trabajaron mi tío, el Dr. Javier Eguiguren, pionero de la anestesia-reanimacion en España y Jose María Odriozola, cirujano y aitona de Álvaro Odriozola Arzallus ex – futbolista de la Real y ahora del Real Madrid. La religiosa era Sor Paz. El cirujano general Mario Senra, el ginecólogo Juan María Uriarte Soriano y el internista Ángel Daza.

Luis Ayestarán Eguiguren

 

Foto 25 Doctor Juan María Uriarte Soriano. Doctor Julio Albea Urrutia. Fotos cedidas por Bruno Uriarte Aizpurua y Cristina Ohlsson Albea

 

Bruno recuerda sobre su padre: Juan María Uriarte Soriano. Trabajo en la Clínica Nuestra Señora de Aranzazu desde el año 1957, cuando terminó su formación profesional en Madrid y Pamplona, trabajando en dicha Clínica hasta que cerró en 1984 trasladándonos a la Policlínica de Gipuzkoa, asistió alrededor de 7.000 partos.

 

Solamente en el año 1971 asistió a más de 700 partos. Tenía contratadas a varias comadronas y puericultoras, había un “nido” con 10 cunas, decorado con una vidriera de Maumejean de cigüeñas llevando a bebés.

 

Las comadronas que más tiempo trabajaron con él fueron primero Floren Iglesias y después las hermanas María Antonia y Maite Múgica. El doctor Eduardo Ayestaran Eguiguren le solía ayudar en las cesáreas. El anestesista solía ser el doctor Javier Eguiguren. El pediatra más habitual era Alberto Bireben Gastaminza.

 

Cuando mi padre cogía vacaciones le sustituía el doctor Antonio Fernández Barrera, que tuvo que asistir también a un montón de partos.

 

Foto 26 Factura del nacimiento de Bruno Uriarte Aizpurua traído al mundo por su padre el Dr. Uriarte, en la factura se ve el descuento del 10 % que le hacen al médico por la atención al parto de su propio hijo. Factura del nacimiento del hijo de María Luisa Fernández Alejo de Aramburu (enfermera)

 

María Luisa Fernández Alejo De Aramburu, dio a luz a su hijo el 12 de octubre de 1961, y fue recibida en la Clínica por Sor María Larrañaga.

Bruno Uriarte Aizpurua

 

El doctor Julio Albea Urrutia, ginecólogo (1906 – 1984), además de trabajar en la Clínica San Antonio y en la Clínica Nuestra Señora de Aranzazu, también trabajó en la Casa Cuna Fraisoro siendo su director entre los años 1951 hasta 1960. La matrona que trabajaba con el Dr. Albea era María Luisa Arrillaga.

Cristina Ohlsson Albea

 

Algunos Niños que nacieron con el Dr. Uriarte

Charo Fernández Peralta (1952); los hermanos de Esperanza López de Uralde; Arantza Martínez López (1978); Zoso García Martínez de Artola (1974); Martona Carasa; Marta Oliazola Huici (1974) y sus hermanos; Sonia Postigo (1967); Loren Etxabe y sus hermanos; Koro Neska (1978) y su hermana en (1974); Irene Feliu (1969); Araceli Saez de Arregui (1953); Anna Arregui Barahona; Amelia Fernández; Regina Cortés Echezortu y hermanas; Isabel López Biurrun (1964)¸ Jon Loidi (1965); Eva Aycart Carbajo (1974) y su hermano; Vanessa Yañez Suarez (1975); los dos hijos de Mari Carmen Pizarro González; la hija de Maite Basurko Garmendia (1978); Marcos Uriarte Aizpurua hijo del Dr. Uriarte (1967), como dice Marcos: Aunque estés lejos de mí, siempre estarás en mi mente. Te echamos mucho de menos.

 

También nació su hijo Bruno en 1960; los hermanos y también Ignacio Martín Amézaga; los hijos de Alicia Sada Anguera en 1970 y 1971, nos decía que daba confianza, era un médico estupendo; Isabel de la Osa (5 de enero de 1953); el hijo de Virginia Carrasco Eizaguirre, tiene unos grandes recuerdos del Dr. Uriarte como médico y como amigo de la familia que le transmitió una gran seguridad, era un gran profesional que tenía una cercanía sin igual con las mamas. Charo Fernández Peralta (1952); en los 60 nacieron los hermanos de Esperanza López de Uralde; Arantza Martínez López (1978); también nacieron los hijos de Carmen Estevez Moreno. Las hijas de Belén Aguirre en el año 1974 y 1976 con el Dr. Uriarte.

 

Foto 27 Nidos de la Clínica Nuestra Señora de Aranzazu y Belán ingresada en la Clínica. Fotos cedidas por Belén Aguirre. Operando en la Clínica Nuestra Señora de Aranzazu el doctor José Luis Ayestarán Otamendi. Foto cedida por la Familia Ayestarán

 

En el año 1955 le operaron de amígdalas engañándola con que iban a la playa a María Cruz Abarrategui Peña, hay cómo nos engañaban.

 

Por último nació la hija de Yolanda Pidal Louit, fue la última mujer que dio a luz a una niña en la Clínica con el Dr. Uriarte el 31 de diciembre de 1983, cuando se cerró la Clínica como tal a los tres días el 3 de enero de 1984.

 

A principios de enero de 1984 la Clínica Nuestra Señora de Aranzazu cerró sus puertas y muchos de los médicos y personal sanitario fue a sus puestos de trabajo que compartían con la Policlínica, Residencia Sanitaria y Hospital de Guipúzcoa, no encontrando nada en la prensa escrita de su cierre, mirando el Diario Vasco los meses noviembre y diciembre de 1983 y los meses de enero, febrero, marzo y abril de 1984.

 

HOY EN DÍA

 

Hoy en día en el Paseo Zubiaurre número 4 de San Sebastián, se encuentra el mismo edificio que se inauguró el 5 de mayo de 1921. En él se encuentran las religiosas “Hermanas Mercedarias de la Caridad” mayores y jubiladas donde son atendidas con todas las comodidades de hoy en día, hasta sus últimos días.

 

Foto 28 Recibo de la Comadrona Floren Iglesias por traer al mundo al hijo de Doña María Luisa Fernández. Foto cedida por la Familia Aramburu

 

Agradecimientos

Eduardo Ayestarán Eguiguren

Luis Ayestarán Eguiguren

Carlos Alustiza Martínez

Bruno Uriarte Aizpurua

Cristina Ohlsson Albea

Belén Aguirre

Anna Arregui Barahona

Esteban Durán León

Ion Urrestarazu Parada

Pedro Cano Abadía

José María Urkia Etxabe

Familia Aramburu

Colegio de Enfermería de Gipuzkoa COEGI

Nekane Flores y Belén Martínez

Archivo Donostiako Udala - Ayuntamiento de San Sebastián

Francisco José Conde. Museo de San TelmoSan Telmo Museoa

Diario Vasco. El Pueblo Vasco. La Voz de Gipuzkoa

Fototeka Kutxa

 

Bibliografía

1.- La Voz de Guipúzcoa. Diario Republicano. Año XXXVII, número 12.656. Página 7 del viernes día 6 de mayo de 1921

2.- La Voz de Guipúzcoa. Diario Republicano. Año XXXVII, número 12.658. Página 6 del domingo día 8 de mayo de 1921

3.- El Pueblo Vasco. Diario Independiente. Año XIX. Número 8.828. Página 4 del viernes 6 de mayo de 1921

4.- La Constancia. Diario Integro-Fuerista. Órgano de la Junta Regional. Año XXIV. Número 7.631. Página 1 del viernes 6 de mayo de 1921

 

Foto 29 Recibo del Dr. Juan María Uriarte por el importe de la dirección del embarazo, asistencia al parto y vigilancia del puerperio. Foto cedida por la Familia Aramburu

 

5.- Guipúzcoa Médica. Revista mensual. Año VI. Número 61. Páginas 164 – 166. San Sebastián, Mayo de 1921

6.- Guipúzcoa Médica. Revista mensual. Año VII. Número 72. . Página 127 – 128. San Sebastián, Abril de 1922

7.- Cien Años de Medicina en Guipúzcoa 1899 – 1999. José María Urkia Etxabe. Depósito Legal: SS-473/1999

8.- Guía Turística de San Sebastián. San Sebastián y sus alrededores / Saint Sebastien et ses environs. 1923

9.- Archivo histórico del Ayuntamiento de San Sebastián. H-02483-04 Memoria. Febrero de 1945

 

Foto 30 En la Plaza de Toros del Chofre como cirujanos de la Plaza de San Sebastián. Empezando por la izquierda el 5º es el Dr. Luis Ayestarán Gabarain. Médico Cirujano. El 6º es el Dr. Manuel Cárdenas Rodríguez. El 7º Dr. José Luis Ayestarán Otamendi. Plaza de Toros del Chofre, San Sebastián. 15 agosto 1948. Foto cedida por la Familia Ayestarán

 

Autor:

Manuel Solórzano Sánchez

Graduado en Enfermería. Osakidetza, Hospital Universitario Donostia, Gipuzkoa

Insignia de Oro de la Sociedad Española de Enfermería Oftalmológica 2010. SEEOF

Miembro de Enfermería Avanza

Miembro de Eusko Ikaskuntza / Sociedad de Estudios Vascos

Miembro de la Red Iberoamericana de Historia de la Enfermería

Miembro de la Red Cubana de Historia de la Enfermería

Miembro Consultivo de la Asociación Histórico Filosófica del Cuidado y la Enfermería en México AHFICEN, A.C.

Miembro no numerario de la Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País. (RSBAP)

Académico de número de la Academia de Ciencias de Enfermería de Bizkaia – Bizkaiko Erizaintza Zientzien Akademia. ACEB – BEZA

Insignia de Oro del Colegio Oficial de Enfermería de Gipuzkoa 2019

Sello de Correos de Ficción. 21 de julio de 2020

masolorzano@telefonica.net