La Presidenta de la Cruz Roja de San Sebastián María Cristina
La humilde labor realizada por el periódico “La Monarquía” desde que fundé (Benigno Varela) este periódico, alcanzó ahora regia gracia, de tal magnitud, que por la abrumadora desproporción entre lo que hicimos y el galardón que se nos concede, la gratitud rebosa en nuestros corazones (1).
Su Majestad la Reina Doña María Cristina, que ha pocos meses me había otorgado el último honor de remitirme dedicado su retrato, tuvo estos días un nuevo rasgo de bondad para quien dirige el periódico La Monarquía. Hubimos de solicitar de la augusta Señora unos renglones que fueran junto al hermosísimo pensamiento patriótico redactado por Su Majestad la Reina Doña Victoria Eugenia, para este libro que el periódico La Monarquía dedica a los soldados, corazones del pueblo defensores de la Patria en las tierras inhóspitas del Riff.
La Reina Doña María Cristina, lo decidió. Al frente del libro de La Monarquía, solo debían figurar los sublimes renglones de la Reina Doña Victoria Eugenia, que constituyen un santo himno a la Patria. Pero la Reina Doña María Cristina, quería, bondadosa y personalmente, otorgar al libro editado por La Monarquía —y en el que todas las Damas de la Cruz Roja Española rinden a la Patria tributo de veneración— un altísimo honor. Y nos ordenó fuese a Palacio nuestro redactor artístico Franzen con objeto de que hiciera expresamente para la obra de La Monarquía el retrato que engalana y llena de honor sus páginas. Y al enviarnos la Reina Doña María Cristina el retrato, leímos con emoción la firma estampada con recio y nobilísimo orgullo: «La Presidenta de la Cruz Roja de San Sebastián».
Contemplando este retrato, surge ante mí la recordación de las mañanas veraniegas y rientes de Donostia; cuando mientras todo era animación y bullicio en las calles y en la playa, la Reina Doña María Cristina, como una abnegada y maternal Enfermera más, se recluía en el Hospital de la Cruz Roja, lindante con el Palacio de Miramar. Y en aquel precioso chalet, adquirido por la Reina Doña María Cristina, para que sirviera de dulce y confortador albergue a los soldados que llegaban de combatir defendiendo a España, la augusta y santa madre de nuestro Rey (que, como dice el Presidente de la República de Panamá en cuartillas enviadas a La Monarquía, «fue egregia madre que supo compartir sus responsabilidades de Regente con la educación del Rey Niño») consolando a los héroes que sufrían, demostraba ser modelo de madres la que supo dar a España un Rey modelo de Reyes victoriosos (1).
Madres españolas: madres del mundo entero: Por las infinitas amarguras que la Reina Doña María Cristina conoció durante su viudez, por la sabia solicitud que puso para conseguir fuera su augusto hijo un gran Soberano, por la piedad que brinda a todos los hijos del pueblo que combatieron defendiendo a la Patria, sabed que allá, en un Hospital de Donostia, la augusta Presidenta de la Cruz Roja de San Sebastián conquistó una nueva corona: la que podéis ofrecerla engarzando con amores las gratitudes de todas las madres.
Benigno Varela
En ajuste y a este número, recibimos ayer otro regio y altísimo honor para nuestro libro, dedicado al Ejército y a la Memoria de los soldados heroicos que defendieron a la Patria en el Riff (1).
Su Majestad la Reina Doña Vitoria Eugenia nos envió su retrato, en el que la belleza de la augusta señora esplende con el uniforme de Enfermera de la Cruz Roja y el retrato viene firmado así; “La Presidenta de la Cruz Roja Española Victoria Eugenia”.
La Monarquía recibe con emocionada y hondísima gratitud esta nueva gracia que la bondad de la Soberana, dignose otorgarnos (1).
LA CRUZ ROJA EN SAN SEBASTIÁN
El Hospital de la Cruz Roja de esta ciudad fue creado por S. M. la Reina Doña María Cristina, a sus expensas, adquiriendo para ello un lindo chalet en la calle Matia, del barrio del Antiguo, en las inmediaciones del palacio de Miramar, local muy suficiente, con sus diez camas, para su primitivo destino, que era el de atender los accidentes desgraciados que ocurrieran entre la gente menesterosa y establecer un Dispensario para la cura de familias pobres (1, 2 y 3).
Pero vino la guerra de Marruecos, y atenta siempre su Augusta Majestad a las necesidades de la Patria, quiso, en unión de la Junta de Damas de este benéfico instituto, ampliar los servicios, y tomo en arriendo la finca ≪Chillardegui≫, situada enfrente del hospital, dotándola con treinta camas, que en el acto se ocuparon con clases y soldados heridos procedentes de África, reservando la casa matriz para los oficiales (1).
Esto, sin embargo, no satisfacía a la egregia señora que un día regento el Reino, y con un desinterés y un desprendimiento generoso puso a disposición de la Junta sus dependencias del Palacio de Miramar, en los que se instalaron hasta cien camas.
Aplazadas, por fortuna, las operaciones de guerra, el Hospital de la Cruz Roja ha quedado circunscrito al primer chalet, en cuyos jardines se han levantado dos pabellones Dokers para aumentar la capacidad de aquel.
Al frente del establecimiento esta como director facultativo el que lo es del Hospital Civil o de San Antonio Abad, el doctor en Medicina y Cirugía y reputado operador Don Luis de Egaña y Monasterio (7), que merece toda la confianza de la Familia Real, y le asisten en sus trabajos los laboriosos médicos José Goiburu y Tortosa, este último Comandante del Ejército (1).
Sor Pilar Romeo es la Superiora de las religiosas de la casa, y con su tacto, energía y habilidad mantiene el orden, el aseo y la economía (1).
El cuidado del Hospital y de los enfermos está encomendado a cinco Hijas de la Caridad, de las cuales cuatro poseen el título de enfermeras de la Cruz Roja y dos ostentan, además, el de enfermeras de la Facultad de Medicina de San Carlos. Todas ellas tienen gran experiencia en el servicio de medicina y cirugía y son una gran ayuda a los médicos encargados de formar el Cuerpo de Damas Enfermeras de la Cruz Roja de San Sebastián.
Treinta enfermeras, señoras y señoritas de lo más selecto y distinguido de la sociedad donostiarra, muchas de ellas aristocráticas, prestan sus servicios por riguroso turno.
Tres de ellas alternan en la jefatura, según las circunstancias.
La primera, Cristina Sánchez, es una señorita muy agraciada físicamente por la naturaleza; pero mayormente por sus cualidades y dotes excepcionales para el cargo, que lo sabe desempeñar a las mil maravillas. Su altruismo se gana los más sinceros elogios, porque esta esforzada mujer es toda ella sacrificio y amor para los hospitalizados.
María Luisa Pedroso es el prototipo de la Dama Enfermera aristocrática y fina, entusiasta, celosa y llena de unción evangélica en el cumplimiento del deber. Su amabilidad característica, producto de una educación esmerada, y su actividad incansable en la jefatura de la piadosa obra, la granjean el respeto y la estimación de sus subordinadas (1).
La ilustrísima Carmen Resines (4 y 5), condecorada con la cruz de Beneficencia, es la capacidad que gobierna en la casa. Ella dirige, ella administra, y así va todo admirablemente en el pío establecimiento.
Seria, cuando conviene la seriedad, y afable, cuando las cosas se presentan debidamente, sabe mantener con dignidad su puesto.
En el momento de la Guerra de Marruecos, en San Sebastián, existían tres Hospitales de la Cruz Roja: el Hospital-Escuela María Cristina (2), destinado a los oficiales; el de Txillardegui, ubicado en la Villa María Cristina (3) para los heridos y el Palacio de Miramar para los enfermos. Los hospitales estaban al cuidado de las Hermanas de la Caridad, Médicos, Practicantes y Damas Enfermeras de la Cruz Roja.
La Reina Cristina, enamorada de su piadosa obra, no la desatiende ni un instante; es el alma de ella. Durante su estancia del verano, unos cuatro meses, acude diariamente a visitar y a atender a sus heridos, y el invierno se toma la molestia de venir dos o tres veces en distintas épocas para inspeccionar como se les cuida y organizar algunas fiestas que hagan menos penosa su reclusión y sufrimientos, y mientras permanece en Madrid, todos los días, por teléfono, desde el Regio Alcázar pregunta por el estado de ellos.
El Cuerpo de Damas Enfermeras se creó por Real decreto de 28 de febrero de 1917, y es jefa suprema la Reina Victoria; pero las de San Sebastián gozan de cierta autonomía por hallarse a las inmediatas órdenes de Su Majestad la Reina Cristina, fundadora de este Hospital de la Cruz Roja.
En febrero de 1917 se había creado el Cuerpo de Enfermeras y su programa de estudios. En junio de ese año, la reina reestructuró la Junta de Señoras de San Sebastián y se reservó la presidencia de la misma. En julio de 1917 se realizó el primer curso para Damas Enfermeras en el Hospital Provincial de San Antonio Abad y en noviembre se anunciaba un nuevo curso en el mismo hospital» (1, 2 y 3).
Ella asiste en persona a los exámenes de las alumnas que aspiran a formar parte de la institución y ella les entrega los diplomas de suficiencia y les coloca el brazal con la cruz roja de la orden.
Bien puede decirse que su Hospital de la Cruz Roja reúne un plantel modelo de Damas Enfermeras de la Cruz Roja.
Los cursos de estas Damas se están generalizando en España y es grande el número de señoras y señoritas que concurren a esta enseñanza.
Pero no todas sirven para el caso, porque una cosa es el propósito generoso y altruista que aliente a una persona a consagrarse al ejercicio de una misión que impone sacrificios, y otra las condiciones físicas y morales de cada una, que no permiten siempre, por falta de resistencia o vocación a continuar una obra empezada con noble empeño.
La creación del Cuerpo de Enfermeras de la Cruz Roja es de una trascendencia que no todo el mundo reconoce. El médico de los hospitales tiene por principal auxiliar a las enfermeras y en ellas confía y descansa.
Aunque muchas de éstas no pueden luego, por su posición social, seguir dedicándose al servicio que ahora, por patriotismo, practican, siempre prestaran en su casa una labor eficaz.
La Cruz Roja de San Sebastián, verdadera y vigorosa simiente de la Cruz Roja Española, es modelo en su clase. Obra de esfuerzo, de paciencia y de caridad admirables.
!Qué raudal de generosidad se desparrama del alma femenina!
!Qué misteriosa fuerza mueve su voluntad al sacrificio!
Los labios augustos de la regia fundadora de este hospital pronunciaron en cierta ocasión estas palabras:
≪Mi afán es ser útil y coadyuvar a la labor de mis enfermeras, de mis monjas y de mis médicos, que cada día con más empeño rivalizan en sacrificio, en esfuerzo y en cariño por la Cruz Roja≫.
En la sabia organización de este Hospital de la Cruz Roja de San Sebastián, hay que admirar como predomina el orden más absoluto y la disciplina más completa. Cada enfermera es un valiente soldado, pero un noble soldado de paz y de amor, que solo enarbola sus armas para defender la vida del caído, la llaga dolorosa del desamparado (1).
Alfredo de Laffitte
RASGO PATRIÓTICO
Nos complacemos en publicar el retrato de la señorita Elvira López, en homenaje al acto heroico que ha realizado. La señorita López, enfermera del equipo quirúrgico del doctor Nogueras, voló en avión desde Melilla el día 1º de noviembre para ir en socorro de los heridos de Tizzi-Azza; hermoso rasgo patriótico que le ha valido la felicitación de S. M. la Reina Victoria Eugenia (6).
DON LUIS DE EGAÑA Y MONASTERIO
Presidente de la Academia Médico – Quirúrgica de Guipúzcoa. Director del Hospital Civil o de San Antonio Abad de San Sebastián. Director del Hospital de la Cruz Roja de San Sebastián.
Cirujano vasco nacido en Bermeo y fallece en San Sebastián en 1928, víctima de un proceso tuberculoso. Hizo los estudios de bachillerato en Vergara y los de la Licenciatura de Medicina, primero en Zaragoza para terminarlos en Madrid.
La actividad profesional la desarrolla en San Sebastián, en un primer tiempo bajo la dirección del doctor Hilario Gaiztarro; en el Hospital de San Antonio Abad ingresa como médico de guardia y sucede al Dr. Gaiztarro en la Jefatura de la Sala de Cirugía. Al fallecer el doctor Modesto Huici Zalacaín es nombrado director del Hospital de San Antonio Abad, Hospital Civil o de Manteo en 1919; igual cargo iba a desempeñar en el Hospital de la Cruz Roja de San Sebastián.
Con el Doctor Modesto Huici funda la Clínica Nuestra Señora de las Mercedes, en la Avenida de Navarra de San Sebastián (8).
Gran deportista destacó en su destreza con el remo y con las carreras de automóviles. A su muerte la Academia Médico – Quirúrgica de Guipúzcoa, le dedicó un homenaje, en el que participaron compañeros suyos como los doctores José Beguiristaín, Luis Alzúa, Fernando Asuero y Tomás Peset; de Egaña dijo Beguiristaín: “Como cirujano, admirábamos en él la técnica impecable, la destreza operatoria, la limpieza meticulosa…, como hombre fue leal, recto y caballero; como amigo entrañable, cariñoso, solícito y acogedor”.
Agradecimientos
Esteban Durán León
José María Urkia Etxabe
Fototeka Kutxa
Bibliografía
1.- La Monarquía. Por la Patria y por el Rey. Año XIII. Número 612. Director Benigno Varela. Páginas 1 y 2. Madrid 25 de noviembre de 1922
2.- Hospital María Cristina de San Sebastián. Escuela de Damas Enfermeras de la Cruz Roja de San Sebastián. Manuel Solórzano Sánchez. Publicado el sábado día 18 de febrero de 2017
http://enfeps.blogspot.com.es/2017/02/hospital-maria-cristina-de-san-sebastian.html
3.- Villa María Cristina de San Sebastián 1917 – 1937. Guadalupe Gaytán de Ayala y Ramonita Usabiaga Michelena. In Memoriam. Manuel Solórzano Sánchez. Publicado el miércoles día 5 de junio de 2019
https://enfeps.blogspot.com/2019/06/villa-maria-cristina-de-san-sebastian.html
4.- Carmen Resines Primera Concejal de España y de San Sebastián y Dama Enfermera de la Cruz Roja. Manuel Solórzano Sánchez. Publicado el lunes día 12 de marzo de 2018
http://enfeps.blogspot.com.es/2018/03/carmen-resines-primera-concejal-de.html
5.- Pioneras políticas. Carmen Resines y Josefina Olóriz. Primeras Concejalas Donostiarras. Damas Enfermeras de la Cruz Roja. Manuel Solórzano Sánchez. Publicado el viernes día 8 de marzo de 2019
https://enfeps.blogspot.com/2019/03/pioneras-politicas-carmen-resines-y.html
6.- La Monarquía. Por la Patria y por el Rey. Año XIII. Número 612. Director Benigno Varela. Página 6. Madrid 25 de noviembre de 1922
7.- Cien Años de Medicina en Gipuzkoa 1899 – 1999. José María Urkia Etxabe. Colegio Oficial de Médicos de Gipuzkoa, 1999
8.- “Clínica Nuestra Señora de las Mercedes”. Libro del enfermero Manuel Solórzano Sánchez, que hace un recorrido por la historia de la enfermería en Gipuzkoa. Puedes leer el libro en”PDF” en el siguiente enlace:
http://euskadi.satse.es/comunicacion/noticias/libro-clinica-nuestra-senora-de-las-mercedes
Manuel Solórzano Sánchez
Graduado en Enfermería
Insignia de Oro de la Sociedad Española de Enfermería Oftalmológica 2010. SEEOF
Miembro de Enfermería Avanza
Miembro de Eusko Ikaskuntza / Sociedad de Estudios Vascos
Miembro de la Red Iberoamericana de Historia de la Enfermería
Miembro de la Red Cubana de Historia de la Enfermería
Miembro Consultivo de la Asociación Histórico Filosófica del Cuidado y la Enfermería en México AHFICEN, A.C.
Miembro no numerario de la Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País. (RSBAP)
Académico de número de la Academia de Ciencias de Enfermería de Bizkaia – Bizkaiko Erizaintza Zientzien Akademia. ACEB – BEZA
Insignia de Oro del Colegio Oficial de Enfermería de Gipuzkoa 2019
Sello de Correos de Ficción. 21 de julio de 2020
1 comentario:
Hola quiero subir en una publicación de una red social el enlace de una de vuestras entradas, en concreto la de Edith Cavell, pero me gustaría saber si hacéis uso de Instagram para poder citar a todos los autores o al propio blog �� pues todo el mérito es vuestro
Gracias!!
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