lunes, 27 de noviembre de 2023

Franklin Flint Thompson el Enfermero de la Guerra de Secesión Americana que era mujer

 

 

Foto 1 El enfermero “Franklin Flint Thomson”

 

El enfermero conocido como “Franklin Flint Thomson” era en realidad “Sarah Emma Edmonds”, 1841 - 1898, una mujer canadiense que sirvió disfrazada de hombre en el Ejercito de la Unión durante la Guerra de Secesión estadounidense.

 

 

Experta en hacerse pasar por varón vestida como tal, Sarah Edmonds describió sus proezas y sus memorias en el muy exitoso libro “Nurse and Spy in the Union Army”, (Enfermero y espía en el ejército de la Unión), que fue un éxito para su época (1).

 

En 1992, fue incluida en la “Michigan Women's Hall of Fame” (Salón de la Fama de las mujeres de Míchigan”.

 

Nace en diciembre de 1841 en Nuevo Brunswick, entonces colonia británica, en el estado de Canadá. Hija de Isaac Edmonds, de Escocia, y Elizabeth Leeper, de Irlanda. Sarah Edmonds creció con sus hermanas en la granja familiar. Edmonds huyó de su casa a los quince años, para evitar un matrimonio de conveniencia impuesto por su padre. Ayudada por su madre, quien también había sido obligada a casarse muy joven, Edmonds huyó; y adoptó la identidad masculina como Franklin Flint Thompson, para poder viajar por la Colonia británica más fácilmente.

 

Foto 2 El enfermero “Franklin Flint Thomson” era en realidad “Sarah Emma Edmonds”

 

En sus memorias “Unsexed, or the Female Soldier” (Sin sexo o la mujer soldado), Sarah Edmonds afirmó que su familia era sobreprotectora, lo que la hacía sentirse “protegida pero esclavizada” y describió a su padre como el “severo maestro de ceremonias” (4).

 

Cuando su padre intentó casarla con un vecino de 16 años, ella se escapó de casa, cambió su nombre por Franklin Thompson y consiguió un trabajo como vendedor en una sombrerería, según el libro “More Than Petticoats: Remarkable Michigan” (Women Más que enaguas: mujeres notables de Michigan) (4).

 

La sombrerería era un lugar de paz hasta que su padre descubrió su paradero, así que Emma se cortó el cabello, gastó todos sus ahorros en ropa de hombre y buscó otro trabajo. Fue contratado y comenzó su vida como Franklin Thompson (4).

 

Su identidad masculina le permitía a Sarah Edmonds moverse, viajar, y trabajar independientemente todo lo cual le habría estado vetado como mujer. Cruzó a los Estados Unidos y allí Franklin trabajó como vendedor para un exitoso librero y editor de biblias y libros religiosos en Hartford, Connecticut (1, 2 y3).

 

El interés que había despertado por la aventura en su juventud fue a causa de la lectura del libro de Maturin Murray Ballou titulado “Fanny Campbell, la Capitana Pirata”, que cuenta la historia de Fanny Campbell y sus aventuras en un barco pirata durante la Guerra de la Independencia vestida de hombre para perseguir sus aventuras, a lo que Sarah Edmonds atribuyó su deseo de imitarla (1 y 2).

 

Estando sentada en la estación de tren, escuchó la noticia sobre el estallido de la Guerra de Secesión y supo que tenía que proceder:

“Me despertó mi ensoñación una voz en la calle que gritaba “New York Herald – Caída de Fort Sumter – Proclamación del Presidente – ¡Convocatoria de setenta y cinco mil hombres!” Este anuncio le sobresaltó, mientras su imaginación retrataba la lucha que se avecinaba en toda su terrible magnitud… Es cierto, que él no era estadounidense – no estaba obligado a quedarse allí durante esta terrible lucha – podía regresar a su tierra natal donde sus padres le darían la bienvenida al hogar de su infancia, y sus hermanos y hermanas se alegrarían de su llegada. Pero estos no eran los pensamientos que ocupaban su mente. No era su intención o deseo de buscar su propia tranquilidad y consuelo mientras tanto dolor y angustia llenaban la tierra. Pero la gran pregunta por decidir era: ¿qué podía hacer? ¿Qué papel debía actuar en este gran drama? No podía decidir por sí mismo, así que llevó su pregunta al Trono de Gracia y allí encontró una respuesta satisfactoria” (4).

 

Tras iniciarse la Guerra de Secesión Americana, el 25 de mayo de 1861 se alistó como “enfermero” en la Compañía F de la 2ª Infantería de Michigan, también conocida como “Flint Union Greys”. Era su segunda adopción con una identidad masculina; dio el falso nombre de “Franklin Flint Thompson”, parece ser que el segundo nombre suyo fue posiblemente por referencia a la ciudad donde se alistó, Flint en Míchigan. Hasta 1962 trabajó como enfermero en un hospital, hasta que en esa fecha fue reasignado a su destacamento.

 

Sentía que era su deber servir al país, siendo verdaderamente patriota en su nuevo país y como mujer no lo podía realizar. En aquella época y con las prisas de la guerra, los exámenes físicos para el alistamiento eran muy superficiales, por lo que no fue descubierta. Al principio sirvió como enfermero de campo, participando en varias campañas bajo el mando del general McClellan, incluyendo la Primera y Segunda batalla de Bull Run, Antietam, Campaign, Vicksburg, Fredericksburg, y otras. Aun así, algunos historiadores actuales ponen en duda que pudiera haber estado en todas ellas (1 y 2).

 

Franklin Thompson, se convirtió en el segundo enfermero de campo de Michigan. Se creía que las mujeres no podían estar expuestas a la sangre de la batalla ni a los cuerpos desnudos de los hombres, por lo que casi todas las enfermeras en ese momento eran hombres. Sin que nadie lo supiera, Sarah Edmonds estaba nuevamente invalidando los estereotipos de género (5).

 

Foto 3 El enfermero “Franklin Flint Thomson” atendiendo a un soldado herido

 

En Bull Run, o Manassas si eras del Sur, la primera gran batalla de la guerra, Franklin Thompson observó cómo las tropas de la Unión avanzaban con rapidez, pero luego la dirección de la guerra cambió. Su hospital de campaña estaba totalmente desbordado. El ayudó a serrar extremidades y a curar y vendar las heridas y luego se movió en el campo de batalla entre el estruendo atronador de los cañones y las bolas minié silbantes para rescatar a soldados jóvenes ensangrentados, todos gimiendo, pidiendo y llamando a sus madres (5).

 

La carrera de Franklin Thompson en la guerra dio un giro inesperado cuando un espía de la Unión en Richmond, Virginia, fue descubierto y puesto ante el pelotón de fusilamiento, y su amigo James Vesey, fue asesinado en una emboscada. Aprovechó el sitio vacante y la oportunidad de vengar la muerte de su amigo. Solicitó, y ganó, el puesto como Franklin Thompson. A pesar de que no hay ninguna prueba en sus registros militares que ella hubiera servido como espía, escribió extensamente sobre sus experiencias disfrazada como espía durante la guerra (1 y 2).

 

Viajar a territorio enemigo para reunir información requirió que Franklin Thompson empleara muchos disfraces para engañar a los enemigos. Uno de los disfraces requirió que Thompson utilizara nitrato de plata para teñir de negro su piel, además de una peluca rizada negra, y pasarse a la Confederación como un hombre negro llamado Cuff. Allí trabajó construyendo murallas y en la cocina, donde escuchaba a escondidas todas las conversaciones (4).

 

Foto 4 Grabado en madera de Sarah Emma Edmonds por R. O'Brien, publicado en “La espía femenina del ejército de la Unión” en 1864

 

Franklin Thompson escapó unos días más tarde cuando fue asignado como piquete confederado y regresó para contarle al propio general McClellan la información que había reunido y le dijo la cantidad de hombres que había en las tropas locales de los confederados, las armas de que disponían y la ubicación de numerosas “armas cuáqueras” que no eran otra cosa que troncos de madera pintados de negro para que parecieran cañones desde lejos, y que los usaban los confederados para confundir a las tropas y estaban emplazadas para su utilización en Yorktown (4).

 

Cuando Thompson regresó a la Unión con los papeles que portaba con valiosa información militar, los generales quedaron encantados, además llevaba consigo un hermoso caballo y una herida en el brazo donde el caballo le había mordido mientras recuperaba suministros médicos de sus alforjas.

 

Unos meses más tarde se volvió a infiltrar nuevamente en el ejército confederado como una vendedora ambulante irlandesa de nombre Bridget O'Shea, al campamento rival para vender manzanas y jabón a los soldados. Otra vez, “trabajaba para los confederados” como lavandera negra cuándo un paquete de papeles oficiales se cayó de la chaqueta de un oficial (4).

 

En otra ocasión, trabajó como detective en Maryland como Charles Mayberry, y encontró un agente para la Confederación (1 y 2).

 

Franklin Thompson declaró que estuvo presente en muchas batallas históricas, como la Batalla de Antietam en septiembre de 1862, durante la cual ejerció su profesión como enfermero cuidando a un soldado herido de muerte, al que le confesó que en realidad era una mujer disfrazada, según sus memorias:

 

“Escuché con atención casi sin aliento para captar cada sonido que salía de esos labios moribundos, y le dijo: “Puedo confiar en ti y te contaré un secreto. No soy lo que parezco, no soy hombre soy una mujer. Me alisté por los motivos más puros y he permanecido oculto e insospechado...” El soldado herido le dijo: “Deseo que me entierres con tus propias manos, para que nadie sepa después de mi muerte que soy distinto de lo que mi apariencia indica, aunque veas un soldado, soy mujer”. Permanecí con ella hasta que murió, que fue aproximadamente una larga hora”.

 

Luego, haciendo una tumba para ella bajo la sombra de una morera cerca del campo de batalla, con la ayuda de dos de los muchachos encargados de enterrar a los muertos, llevamos sus restos a ese lugar solitario y se le dio sepultura a la soldado, sin ataúd ni mortaja, sólo con una manta a modo de sábana. Allí duerme en ese hermoso bosque donde las suaves brisas del sur suspiran tristemente a través del follaje y los pajaritos cantan dulcemente sobre su tumba” (4).

 

En la primavera de 1863, Franklin Thompson declaró que su regimiento fue transferido al ejército del general Ulysses S. Grant en preparación para la Batalla de Vicksburg.

 

La carrera de Sarah Edmonds como Franklin Thompson llegó a su fin cuando contrajo malaria en Kentucky y se encontró con un grave enigma. Tosiendo, temblando y soportando alucinaciones de pesadilla, permaneció lo suficientemente lúcida como para darse cuenta de que no podía buscar tratamiento sin poner fin a su artimaña.

 

No podía ingresar en un hospital militar por miedo a ser descubierta. Abandonó su deber en el ejército; así que ingresó en un hospital privado ya como mujer, pretendiendo regresar a la vida militar una vez recuperada.

 

Compró un billete de tren y huyó.

 

Foto 5 Grabado en acero de Sarah Emma Edmonds por Geo E Perine, publicado en la edición de 1865 de “Enfermera y espía en el ejército de la Unión”

 

Llegó arrastrándose y cojeando a un hotel de Illinois y dos semanas más tarde salió pálida y débil para encontrarse catalogada como desertora. Después de recuperarse y estar curada salió del Hospital en El Cairo, Illinois, donde había sido tratada y vio unos carteles donde en un boletín del ejército en la oficina de correos local la reclamaban al soldado Frank Thompson como desertor. Se compró un vestido de mujer y dejó atrás al fugitivo Franklin Thompson. (4 y 5).

 

Antes que regresar al ejército bajo otro alias o como Franklin Thompson, arriesgándose a la ejecución por deserción, decidió recuperar su identidad femenina como Sarah Emma Edmonds y volvió a alistarse para servir como “enfermera” en un Hospital de Washington, D. C. para soldados heridos administrado por la Comisión Cristiana de los Estados Unidos. Sus camaradas, los soldados heridos y compañeros de combate hablaron muy bien Franklin en su comportamiento en su servicio militar en la duración de la guerra, e incluso después de saber que era una mujer y que su disfraz había sido descubierto, la consideraron una buena soldado, una buena enfermera y una buena persona, que destacó siempre porque estuvo en primera línea participando activamente y osadamente en las batallas libradas por su regimiento contra los enemigos (1 y 2).

 

Foto 6 Almacén de la Comisión Cristiana de Estados Unidos. La religión protestante era bastante fuerte en el Norte en la década de 1860. La Comisión Cristiana de Estados Unidos envió agentes a los campamentos del Ejército para proporcionar apoyo psicológico, así como libros, periódicos, comida y ropa. A través de oraciones, sermones y las operaciones de bienestar, los agentes servían a las necesidades espirituales, así como temporales de los soldados, ya que trató de llevar a los hombres a un modo de vida cristiano

 

La casualidad la reunió con su amigo de la infancia y formalizaron su situación convirtiéndolo en su novio de New Brunswick, Linus Seelye. Al final de la guerra se casaron (5).

 

En 1864, la editorial de Boston, DeWolfe, Fiske, & Co. publicó el relato de sus experiencias militares como “The Female Spy of the Union Army” (La mujer espía del ejército de la Unión). Ofreció grandes detalles, pero ocultó al lector el hecho de su cambio de género. Si bien algunos la criticaron más tarde por embellecer algunas historias, el libro sigue siendo un tremendo relato de aventuras, coraje y determinación y un recurso valioso para comprender la guerra desde la perspectiva de un soldado.

 

Un año más tarde, su historia fue recogida por el editor Hartford, CT quién la publicó con un título nuevo, “Nurse and Spy in the Union Army” (Enfermera y espía en el ejército de la Unión). Fue un éxito enorme, vendiendo sobradamente más de 175.000 libros. Sarah Edmonds donó los beneficios obtenidos de sus memorias a “varias organizaciones de ayuda a los soldados heridos”.

 

Foto 7 El enfermero “Franklin Flint Thomson” era en realidad “Sarah Emma Edmonds”

 

El 27 de abril de 1867, se casó con Linnus. H. Seelye, un mecánico canadiense que había enviudado y amigo desde la infancia. Se casaron en el Wendell House Hotel en Cleveland, OH y se mudaron brevemente a Canadá antes de regresar a los Estados Unidos, donde viajaron a través de los EE. UU. en busca de trabajo, deteniéndose en Michigan, Ohio, Texas. Illinois, Luisiana y Kansas. Tuvieron tres hijos que los perdieron muy pronto a causa de una enfermedad, pero adoptaron a dos niños de un orfanato que Emma Edmonds había dirigido en Luisiana a finales de la década de 1870. Emma Edmonds, se convirtió en conferenciante cuando su historia se hizo pública en 1883.

 

Todavía molesta por haber sido tildada como desertor e irritada porque no era elegible para una pensión debido a su género, Emma Edmonds solicitó y reclamó al Departamento de Guerra una revisión completa de su caso. Empezaban a salir a la luz varias historias de mujeres que habían servido en la Guerra de Secesión en combate, pero a ninguna de ellas todavía se les había concedido una pensión.

 

En una reunión con su regimiento en 1884, sus camaradas de Michigan se sorprendieron al ver que el hombre que habían conocido, fuera una mujer.

 

Foto 8 Sarah Emma Edmonds. Nurse and Spy in the Union Army

 

En 1886, Emma Edmonds recibió una pensión del gobierno de 12 dólares al mes por su servicio militar; después de que realizasen diferentes campañas para que fuese retirado el cargo de deserción de Franklin Thompson, y fue retirado, recibiendo la baja del ejército con honor.

 

En 1897, se convirtió en la única mujer admitida en el Gran Ejercito de la República, la organización de veteranos de la Guerra de Secesión de la Unión.

 

Sarah Emma Edmonds murió el 5 de septiembre de 1898 en La Porte en Texas en la casa de su hijo adoptivo y fue enterrada en la sección del Gran Ejército de la República (GAR) del Cementerio de Washington en Houston, siendo enterrada por segunda vez en 1901 con honores militares plenos. En su lápida se lee, con la típica modestia canadiense, “Emma Edmons Seelye, enfermera del ejército”. (1, 2 y 5).

 

Además de sus publicaciones como: Sarah Emma Edmonds. Nurse and Spy in the Union Army: Comprising the Adventures and Experiencies of a Woman in Hospitals, Camps, and Batle-Fields. Hartford, Conn: W.S. Williams, 1865.

 

También se escribieron numerosos relatos de ficción de su vida, que fueron escritos en el siglo XX para los jóvenes, incluyendo el relato de Ann Rinaldi Girl in Blue. Rinaldi escribe sobre la vida de Sarah Edmonds y cómo acabó siendo Franklin Thompson.

 

Foto 9 Sus memorias “Unsexed, or the Female Soldier

 

En 1992, fue incluida en la “Michigan Women's Hall of Fame” (Salón de la Fama de las mujeres de Míchigan” (1, 2, 3 y 4).

 

Algunos historiadores dudan de las historias de Sarah Emma Edmond y sospechan que ella pudo haber embellecido la verdad para vender más copias de sus memorias, según el libro The Mysterious Private Thompson:

 

Las partes más dramáticas de su libro fueron sus historias de espionaje: el primer viaje detrás de las líneas enemigas en Yorktown, sus hazañas, vestida como una vendedora ambulante irlandesa, su exitoso reconocimiento disfrazada de esclava durante la Segunda Batalla de Bull Run, y su dramática fuga de la caballería confederada en Kentucky.

 

Estas historias son imposibles de verificar, pero, ciertas o no, añadieron mucho dramatismo al libro y son la fuente de la perdurable creencia popular de que Sarah Emma Edmond era una espía. También hay eventos que no podrían haberle sucedido a ella porque estaba documentada que estaba en otro lugar en ese momento. Por ejemplo, el regimiento de Emma no estaba en Antietam, pero ella escribió sobre su estancia allí e incluso incluyó una historia melodramática de la mujer soldado moribunda, muy similar a la experiencia de Clara Barton, que Emma pudo haber escuchado o leído en ese momento.

 

Emma también escribió sobre el asedio de Vicksburg, que ocurrió varios meses después de que ella dejara el ejército, como si hubiera estado presente. Es posible, sin embargo, que la fuente de ese material fuera su amigo Jerome Robbins, quien estuvo allí y pudo haberle escrito a Emma al respecto” (4).

 

Foto 10 Franklin Flint Thompson o Sarah Emma Edmonds. Mujer que luchó en la Guerra de Secesión americana

 

Sarah Emma Edmonds, ofreció su vida por una causa en la que creyó y sirvió en el ejército de la Unión, tanto como enfermero o soldado con entusiasmo y valentía y posteriormente como enfermera. Demostró que las mujeres eran iguales a los hombres en voluntad, coraje, espíritu y habilidades. Ella representó a los 40.000 canadienses que se ofrecieron voluntarios para luchar en la Guerra de Secesión y jugaron un papel fundamental e importante, aunque habían nacido en Canadá (5).

 

Al igual que la propia Guerra de Secesión americana, Sarah Emma Edmonds merece ser recordada (5).

 

Foto 11 Las enfermeras y la guerra. Cuidados. Grabado en madera. Harper Weekly, 21 de enero de 1871. National Library of Medicine. Bethesda, Maryland

 

Bibliografía

 

1.- Enfermero Franklin Flint Thompson

https://divertimentoenfermero.blogspot.com/2023/08/enfermero-franklin-flint-thompson.html?fbclid=IwAR1Ft5pOr9zC0KKVgL7DjMKn1EtewEbhp1XTnAJZh_1R4803VhODS6t_Yr8

 

2.- Sarah Emma Edmonds, fue una mujer canadiense que sirvió disfrazada de hombre en el Ejército de la Unión durante la Guerra de Secesión estadounidense

https://es.wikipedia.org/wiki/Sarah_Emma_Edmonds#Primeros_a%C3%B1os

 

3.- Sarah Emma Edmonds: mujer espía del ejército de la Unión

https://civilwarsaga.com/sarah-emma-edmonds-female-spy-of-the-union-army/

 

4.- Sarah Emma Edmonds en la Guerra Civil

https://civilwarsaga.com/sarah-emma-edmonds-female-spy-of-the-union-army/

 

5.- Una canadiense en la Guerra Civil estadounidense: Sarah Emma Edmonds

https://johnboyko.com/2014/05/10/a-canadian-in-the-american-civil-war-sarah-emma-edmonds/

 

Enciclopedia Wikipedia

Manuel Solórzano Sánchez. Grado en Enfermería

https://es.wikipedia.org/wiki/Manuel_Sol%C3%B3rzano_S%C3%A1nchez

Día 20 de octubre de 2022, jueves

 

Manuel Solórzano Sánchez. Entziklopedia en Euskera

https://eu.wikipedia.org/wiki/Manuel_Sol%C3%B3rzano_S%C3%A1nchez#Ibilbidea

Día 27 de octubre de 2022, jueves

 

El legado del enfermero Manuel Solórzano. Antton Iparraguirre. Artículo del Diario Vasco de San Sebastián. Lunes, 7 de agosto de 2023

https://www.diariovasco.com/gipuzkoa/historia/legado-enfermero-manuel-solorzano-enfermeria-gipuzkoa-donostia-blog-manuel-solorzano-20230807210304-nt.html

 

Manuel Solórzano Su Legado Enfermero. Publicado el lunes día 4 de septiembre de 2023

https://enfeps.blogspot.com/2023/09/manuel-solorzano-su-legado-enfermero.html

 

Manuel Solórzano Sánchez

Graduado en Enfermería. Enfermero Jubilado

Insignia de Oro de la Sociedad Española de Enfermería Oftalmológica 2010. SEEOF

Premio a la Difusión y Comunicación Enfermera del Colegio de Enfermería de Gipuzkoa 2010

Miembro de Enfermería Avanza

Miembro de Eusko Ikaskuntza / Sociedad de Estudios Vascos

Miembro de la Red Iberoamericana de Historia de la Enfermería

Miembro de la Red Cubana de Historia de la Enfermería

Miembro Consultivo de la Asociación Histórico Filosófica del Cuidado y la Enfermería en México AHFICEN, A.C.

Miembro no numerario de la Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País. (RSBAP)

Académico de número de la Academia de Ciencias de Enfermería de Bizkaia – Bizkaiko Erizaintza Zientzien Akademia. ACEB – BEZA

Insignia de Oro del Colegio Oficial de Enfermería de Gipuzkoa. Años 2019 y 2022

Sello de Correos de Ficción. 21 de julio de 2020

Sello de Correos. 31 de diciembre de 2022

masolorzano@telefonica.net