El domingo día 12 de diciembre de 1926 se inaugura el Sanatorio Pro – Tuberculosos en Eibar
Rasgos de una fiesta
Día doce de diciembre, mes cansino del año que muere, fecha luminosa y cordial en los anales del pueblo.
Las brumas del espacio, los grisáceos cendales del cielo son rasgados por los rayos dorados de nuestro padre el sol; las líneas sinuosas de los montes esmeralda se desdibujan ante nuestros ojos y el cuadro riente que se nos ofrece trae a nuestros sentidos y a nuestro espíritu emanaciones de vida, de belleza y de amor.
La naturaleza nos brinda brisas primaverales, brisas de esperanza frente al dolor. La monotonía de domingo vulgar queda rota por una preocupación nobilísima que vive en el corazón de las gentes, preocupación que les mueve de un modo desusado, que los agita de un lugar a otro, llevando en sus rostros algo que expresa el juego interior de la idea, la fuerza misteriosa del sentimiento.
Autoridades y gentes conocidas han acentuado más su empaque e indumento personales, llevando aire transcendental; lindas mujeres, gentiles y elegantes, atisban curiosas a los transeúntes, y los niños corren tras el primer automóvil como si en él viniera un regalo de Reyes.
El ambiente acusa novedad, algo extraordinario, inquietudes del ánimo precursoras de hechos esperados. El pueblo está hoy ataviado con las galas espirituales de la caridad, con las flores del corazón, con los purísimos encajes del amor. Se va a mitigar el dolor de los que sufren, se va a tender una mano al caído, se van a callar, en parte, los gemidos de los lacerados por la enfermedad del siglo: la tuberculosis.
La plaza reviste los caracteres de un día sanjuanero; mucha gente, gran expectación, variados comentarios.
Los colores rojo y gualda lucen brillantemente en los balcones del Ayuntamiento y la enseña nacional ondea al viento como una dama hermosa. En el escenario hay luz y color.
Se organiza el cortejo a poco de las presentaciones protocolarias, y todos, personalidades y pueblo, caminan breve rato hacia el lugar preconcebido.
Al rumor de la larga comitiva se une, primero el murmullo de un río juguetón: después, únense las notas alegres de la música, notas que tienen el valor, ante nuestra sensibilidad, de un canto funeral. Hemos llegado, al fin, al lugar donde la caridad y el altruismo de un pueblo que ha levantado un monumento, un monumento del cual brotarán fuentes de curativas y milagrosas aguas medicinales. El lugar es poético, bañado de sol, con horizontes.
Sobre la ladera del monte se levanta, sencillo, pulcro, acogedor, el Palacio Tuberculoso, la Galería – Dispensario. Aquí, la Caridad, la Ciencia y el Sol, hermanados en un fin común, harán el milagro de remediar, prevenir o curar a los enfermos atacados por el fatídico enemigo del hombre: el bacilo de Koch.
Hay un intervalo de silencio, que nos permite oír, a lo lejos, el canto de unos pajarillo, cual homenaje al solemne momento. La multitud se descubre. Unas palabras y unas gotas de agua cumplen el rito de la bendición: la Iglesia da expresión a su simbolismo de fe y caridad. Luego habla la Ciencia en la persona de sus representantes, iluminando el cuadro del dolor humano; por fin, se oye la voz del Poder constitutivo, estimulando y recogiendo el deber social.
Lo que hemos oído, cifras de mortalidad, magnitud del mal, causas que lo producen, ponen una nota de amargor y de pesimismo en nuestro ánimo, en el ánimo también de la multitud.
La miseria, la ignorancia, el pauperismo, la vida concupiscente, la carencia de higiene pública y privada, el abandono del niño, la injusticia económico - social, si no desaparecen o aminoran como acusas, estos actos loables, meritorios, en vez de ser fiestas de previsión social serán, con el tiempo, fiestas de dolor.
A usted, amigo Ciriaco Aguirre, en quién germinó la idea y ha sido el alma y el propulsor de ella; a usted, que tanto ha trabajado y trabaja por el estado sanitario del pueblo; a usted, que le inspira la misma preocupación por el estudio y el amor, como médico, que a su digno progenitor, mi más sincera enhorabuena por el éxito de la empresa, enhorabuena que comparte, agradecido, el pueblo entero.
Asimismo hago extensivos mis elogios a sus compañeros de Comité, que bien lo merecen. ¿A quién corresponde premiar los méritos excepcionales? El pueblo está en deuda.
Eibar, diciembre de 1926. Alberto Casas
Eibar, 13 a las 10,30 de la mañana
Una Inauguración
El domingo por la mañana, como estaba anunciado, se celebró con gran solemnidad y brillantes el acto inaugural del Dispensario para Tuberculosos en Eibar.
Asistieron al acto el obispo de la diócesis, el gobernador civil de la provincia, varios diputados provinciales y las autoridades locales.
La comitiva, que se formó en la Casa Consistorial, se trasladó, precedida de la Banda Municipal, al lugar donde se halla emplazado el benéfico centro.
El obispo de la diócesis bendijo los locales y pronunció un breve discurso haciendo resaltar la importancia del nuevo Dispensario para enfermos tuberculosos, elogiando a cuantos han contribuido a su creación y exhortando a todos a hacer bien al prójimo y a ayudar a los enfermos y desvalidos.
Luego, todos recorrieron las dependencias del nuevo centro y en la galería principal el Alcalde de Eibar, señor Ignacio Anitua, pronunció un elocuente discurso, dando las gracias a las autoridades y personalidades por haber realzado el acto con su presencia y haciendo historia de la labor realizada por el Comité pro-tuberculosos hasta ver coronada con el éxito la iniciativa de construir el Dispensario. Fue ovacionado.
A continuación el presidente del Comité, y promotor del Dispensario don Ciriaco Aguirre Alberdi, leyó la Memoria, en la que se detalla la labor realizada, y luego pronunció breves y elocuentes palabras para dar las gracias al vecindario eibarrés y a cuantas personas han contribuido con su ayuda moral y material al éxito de la iniciativa. El Dispensario contaba con una capacidad de 40 camas.
Terminó ensalzando las figuras de los médicos, ya fallecidos, don José Madinabeitia y don Niceto Muguruza, que fueron los que lanzaron la iniciativa de construir el Jardín de Convalecientes y más tarde la de edificar el Dispensario Antituberculoso. Fue ovacionado.
Finalmente habló el doctor Emiliano Eizaguirre Marquinez que pronunció un discurso de propaganda antituberculosa y dedicó un cariñoso recuerdo a la memoria del ex alcalde de San Sebastián don Mariano Zuaznavar (q.e.p.d.), de quien hizo grandes elogios. Dijo que hace tres años el señor Zuaznavar, en una conferencia que dio en la Casa del Pueblo, expuso la necesidad de que Eibar tuviera un Dispensario Antituberculoso, contribuyendo luego a que el proyecto entrara en vías de su realización. Las palabras del señor Eizaguirre fueron acogidas con una salva de aplausos.
Al mediodía, ene l Salón de actos, se celebró un banquete, que fue excelentemente servido por el Restaurant de «La Pastora».
Al final se pronunciaron breves discursos y el obispo de la diócesis prometió enviar al alcalde una cantidad como donativo para el nuevo Dispensario.
Por su parte, el gobernador civil entregó con igual fin 200 pesetas.
Después del banquete, el gobernador y el prelado regresaron a San Sebastián, al igual que casi todas las personalidades llegadas para asistir al acto.
La Banda Municipal, que amenizó el acto inaugural y el banquete, dio un concierto de bailables en la Plaza de Alfonso XIII, de cuatro a seis y media de la tarde.
El diputado provincial don Joaquín Churruca, que como sobrino del inolvidable don Fermín Calbetón es considerado como eibarrés y diputado del distrito, y como tal labora por Eibar, se quedó entre nosotros hasta las siete y media, hora en que tomó el tren para Bilbao (1).
CLÍNICA DEL DOCTOR ARRILLAGA EN EIBAR 1931
Juan María Arrillaga Oyanarte, ginecólogo, fue el Director de la Maternidad de San Sebastian y uno de los médicos creadores de la Clínica Nuestra Señora de Izaskun de Tolosa (5).
Bibliografía
1.- La Voz de Guipúzcoa. Diario Republicano. Año XLII. Número 16.558. Página 10. Martes, 14 de diciembre de 1926
2.- La Voz de Guipúzcoa. Diario Republicano. Año XLII. Número 16.560. Página 6. Jueves, 16 de diciembre de 1926
3.- Dispensario Victoria Eugenia de Eibar, 1930. Manuel Solórzano Sánchez. Publicado el jueves día 17 de agosto de 2017
http://enfeps.blogspot.com.es/2017/08/dispensario-victoria-eugenia-de-eibar.html
4.- La Voz de Guipúzcoa del jueves 9 de abril de 1931, página 9
5.- Maternidad de San Sebastián, 1933. Manuel Solórzano Sánchez. Publicado el viernes día 25 de noviembre de 2016
http://enfeps.blogspot.com.es/2016/11/maternidad-de-san-sebastian.html
Manuel Solórzano Sánchez
Graduado en Enfermería. Enfermero Jubilado
Insignia de Oro de la Sociedad Española de Enfermería Oftalmológica 2010. SEEOF
Miembro de Enfermería Avanza
Miembro de Eusko Ikaskuntza / Sociedad de Estudios Vascos
Miembro de la Red Iberoamericana de Historia de la Enfermería
Miembro de la Red Cubana de Historia de la Enfermería
Miembro Consultivo de la Asociación Histórico Filosófica del Cuidado y la Enfermería en México AHFICEN, A.C.
Miembro no numerario de la Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País. (RSBAP)
Académico de número de la Academia de Ciencias de Enfermería de Bizkaia – Bizkaiko Erizaintza Zientzien Akademia. ACEB – BEZA
Insignia de Oro del Colegio Oficial de Enfermería de Gipuzkoa 2019
Sello de Correos de Ficción. 21 de julio de 2020
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