miércoles, 20 de mayo de 2020

CASINO DE MADRID HOSPITAL DE SANGRE 1936



FOTO 1 Una de las magníficas salas del Casino de Madrid, convertido en pocas horas por el doctor Fumagallo, en Hospital de Sangre. Crónica, 9 de agosto de 1936

Visita de hospitales de sangre

Sobran camas para acoger a los heridos, y doctores y médicos; para atenderlos

Dos mil personas ofrecen su sangre en Madrid para transfusiones

Cuántos hospitales de sangre funcionan en estos días en Madrid? Imposible dar una cifra exacta.

Desde luego, superan a las necesidades, por fortuna. Después de una visita por algunos de ellos y de oír las autorizadas palabras de los médicos que con toda abnegación y desinterés prestan sus valiosos servicios, hemos sacado la conclusión en extremo satisfactoria de que sobran infinidad de camas. Pueden estar seguros los madrileños de que ningún herido que sea traído a la ciudad se quedará sin cama y sin asistencia.

En el Sanatorio de Santa Alicia, por ejemplo, se lanzó, por medio de la Radio, un llamamiento a todos aquellos que quisieran prestar su sangre para transfusiones. Aun no se había acabado desde el micrófono de Gobernación de dar la noticia cuando ya se había presentado el primer voluntario: un lechero que tiene su establecimiento enfrente del Sanatorio.

Después, el número de personas que se han| prestado para este humanitario fin bordea la cifra de dos mil. Predominan los hombres; pero han acudido también muchas mujeres, dispuestas a dar su sangre para salvar la vida de sus semejantes.

FOTO 2 Una Enfermera atiende a esta miliciana herida en un pie, está hospitalizada en el Sanatorio de Santa Alicia. Foto Videa. Crónica, 9 de agosto de 1936

Actualmente hay en el Sanatorio de Santa Alicia ocho hombres heridos y una mujer, todos ellos hospitalizados y atendidos por el personal sanitario y por el doctor don Luis Jiménez y otros eminentes compañeros suyos. Los heridos curados en este Centro pasan de cincuenta.

En el Hospital de Sangre del Palacio de Medinaceli los doctores Balasanz, Peña, Carrasco Ortiz y Entrerríos, secundados por numerosos ayudantes y enfermeros entusiastas, se preocupan de la curación de diez y nueve heridos hospitalizados y veinticinco sin hospitalizar, por ser leves o haber pasado el período de gravedad.

En el momento en que hacemos nuestra visita sólo hay dos heridos graves. Uno tiene una bala que le ha atravesado el cráneo. A pesar de ello, se confía en salvarle la vida. El otro tiene una herida que interesa la columna vertebral. También parece que quedará bien, gracias a la pericia con que los doctores han practicado la dificilísima operación.

Todos los heridos están muy animados, lo mismo en éste que en los demás hospitales visitados, y las continuas visitas de familiares y amigos, junto con la lectura de periódicos y libros que envían generosos donantes, contribuyen a distraer su espíritu y levantar su ánimo.

Pero, sin duda, el Hospital modelo es el creado en el Casino de Madrid, donde un doctor joven, con una resistencia invencible para el trabajo, don Luis Fumagallo, montó en cuatro horas, descargando él mismo el material sanitario de las camionetas, un hospital con material abundante y moderno, cedido por diferentes Sociedades e industriales, con setenta camas de tubo.

Cuarenta heridos reciben allí asistencia. El doctor Fumagallo es el director técnico, y cuatro equipos de médicos, dirigidos cada uno, respectivamente, por los doctores Cabello, Tamames, Martínez Aldar y Herráiz, trabajan sin descanso.

FOTO 3 Fotos: 1. Parte del Palacio de Medinacelí ha sido convertido en Hospital de Sangre. Una de las salas en el momento en que el doctor Peña reconoce a un herido. 2. El quirófano en el Hospital de Sangre del Casino de Madrid. 3. Un joven guardia civil, que tiene la mano atravesada por un balazo, es atendido en el Palacio de Medinaceli por los doctores Balasanz y Peña. 4. Heridos hospitalizados en el Sanatorio de Santa Alicia. Crónica, 9 de agosto de 1936

Muchos heridos han pasado estos días por el Casino de Madrid. Una gran parte ha sido dado de alta, y otros de los que ahora guardan cama saldrán pronto, sanos y salvos, a la calle.

Un hado benéfico protege la labor científica del doctor Fumagallo y sus abnegados colaboradores. La muerte no ha hecho presa en ninguno de los ingresados, a pesar del gravísimo estado en que algunos llegaron.

Se dispone de una instalación completísima de Rayos X, que está a disposición de otros hospitales que carezcan de ella. Hay una sala para transfusión de sangre y un quirófano perfectamente dotado, como asimismo una farmacia organizada por el doctor Quatrecasas.

Si el estado en que llega el herido lo permite, se le hace pasar a la peluquería y a la ducha, y después se le provee de un pijama nuevo.

FOTO 4 En el Hospital de Sangre del Casino de Madrid, las enfermeras atienden mientras uno de los médicos procede a levantar el apósito a un herido en el pecho. Foto Videa. Crónica, 9 de agosto de 1936

Para los heridos que lo precisan se ha improvisado una galería de baños de sol en la amplia balconada que da a la calle de Alcalá. Las salas son amplísimas.

Muchos enfermos, ya convalecientes, pasean por ellas o se sientan en las camas, en espera de que se les dé el alta definitiva.

FOTO 5 Enfermeras que se hallan prestando servicio en las ambulancias del frente, en primera línea atienden a los milicianos. Foto Piortiz. Crónica, 9 de agosto de 1936

En una de ellas, el ex matador de toros Bernardo Casielles, herido pocas horas antes de un balazo en el pecho, resiste tranquilamente, con sereno valor, la operación que le practican los doctores, mientras en otra un muchacho, casi un niño, duerme… B. M. G.

Agradecimiento
Esteban Durán León

Bibliografía
1.- Crónica. Revista de la Semana. Redacción y Administración. Calle Hermosilla número 73 de Madrid. Director Antonio G. de Linares. 9 de agosto de 1936. Año VIII. Número 352. Páginas 10 y 11
2.- Palacio de Medinaceli de Madrid. Hospital de Sangre 1936. Publicado el domingo día 10 de mayo de 2020
 
Autor:
Manuel Solórzano Sánchez
Graduado en Enfermería. Osakidetza, Hospital Universitario Donostia, Gipuzkoa
Insignia de Oro de la Sociedad Española de Enfermería Oftalmológica 2010. SEEOF
Miembro de Enfermería Avanza
Miembro de Eusko Ikaskuntza / Sociedad de Estudios Vascos
Miembro de la Red Iberoamericana de Historia de la Enfermería
Miembro de la Red Cubana de Historia de la Enfermería
Miembro Consultivo de la Asociación Histórico Filosófica del Cuidado y la Enfermería en México AHFICEN, A.C.
Miembro no numerario de la Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País. (RSBAP)
Académico de número de la Academia de Ciencias de Enfermería de Bizkaia – Bizkaiko Erizaintza Zientzien Akademia. ACEB – BEZA
Insignia de Oro del Colegio Oficial de Enfermería de Gipuzkoa 2019

1 comentario:

dayamin cupull rodriguez dijo...

Muy interesante y aportador para conocer , aumentar sobre lo importantes que somos en la historia de la enfermería enriquece nuestra profesión.