Editado:
Aldus, S. A., Santander
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1 Casa de Salud Valdecilla. 1929. Editado por Aldus, S.A., Santander
La
“Casa de Salud Valdecilla” se
inauguró el 24 de octubre de 1929. Gracias a la iniciativa del insigne
filántropo Sr. Ramón Pelayo de la
Torriente, Marqués de Valdecilla,
que costeó por completo su construcción e instalación, fue posible crear el
hospital más completo y moderno que existe actualmente en España.
Tratándose,
sin duda, de un establecimiento de interés general, creemos oportuno dar una
ligera idea de las características principales del mismo, como también algunos
datos estadísticos de los primeros años de servicio, sin pretender redactar una
descripción completa de todos los edificios e instalaciones.
El
presente folleto tiene únicamente el fin de servir como orientación al
visitante de la Casa Salud o al arquitecto, médico o ingeniero a quienes
interesa conocer sus construcciones e instalaciones de un modo general.
Santander,
diciembre de 1931
1.- DESCRIPCIÓN GENERAL
La
idea de construir una casa de salud de 600 camas, según principios modernos, es
decir, con habitaciones de una o un número limitado de camas, era en el año
1927, cuando se inició la construcción, algo nuevo, propio sólo de un escaso
número de hospitales modernos en los Estados Unidos y de algunos pocos países
de Europa. Idea nueva era también la admisión de pabellones de observación para
enfermos mentales, cuyo estado de salud no requiere un tratamiento en el
Manicomio. La construcción de este pabellón, con sus dependencias, fue
solucionado según indicaciones del conocido psiquiatra Don Wenceslao López Albo.
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2 Marqués de Valdecilla. Enfermeras con la Reina María Cristina (foto en la
entrada de la Facultad de Enfermería). Wenceslao López Albo. Arquitecto Don
Gonzalo Bringas y Vega. Marqués de Valdecilla (foto de:
La
investigación social moderna considera imprescindible para un hospital la
existencia de una institución de esta naturaleza, para quitar en lo más posible
al enfermo la idea de verse curado en un manicomio. A continuación y
respondiendo a las exigencias crecientes de la ciencia médica, se deseaba
construir de una vez un pabellón de Fisioterapia con instalaciones completas,
incluso para aplicaciones de mecanoterapia. Por último, el programa de
construcción aspiró a realizar una centralización máxima de todos los
servicios, con el fin de reducir el coste del entretenimiento y de aumentar la
rapidez de las comunicaciones entre las diversas dependencias.
La
ejecución del programa fue encomendada al arquitecto Don Gonzalo Bringas y Vega, debiéndose a su iniciativa e incansable
labor personal que, en el relativo corto plazo de veintiséis meses, se
realizase la obra completa, edificándose según sus planos y bajo su dirección,
un conjunto del llamado sistema “por pabellones”, de unos veintiséis edificios,
en estilo “montañes”. La fecha del proyecto es de 1918.
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3 LA Casa de Salud Valdecilla vista
desde un aeroplano. Parte frontal
En
un terreno de 104.000 metros cuadrados se agrupan los diversos edificios
indicados en el plano general, unidos entre sí por galerías subterráneas, con
una longitud total de 1.260 metros. Estas galerías, construidas en su mayoría
de 2,0 m. de ancho por 2,50 m. de altura, son de hormigón armado y sirven como
guías de comunicación para el personal y para la conducción de toda clase de
tuberías, cables eléctricos para fuerza motriz, luz, teléfono y timbres.
En
la superficie del terreno la mayoría de los pabellones va comunicada entre sí
por galerías cubiertas o carreteras asfaltadas de anchura normal. El resto del
terreno se convirtió en jardines y plantaciones. En la avenida principal, entre
pabellones de medicina y cirugía, la distancia entre los edificios mide 45
metros.
La
superficie total edificada es de 17.960 metros cuadrados, o sea 70 metros
cuadrados por cama. El coste de las edificaciones, sin instalación interior,
ascendía a 9.431.222 pesetas, o sea 15.718 pesetas por cama, cantidad
relativamente pequeña, si se tiene en cuenta el considerable movimiento de
tierra que fue preciso.
El
benemérito fundador no ha escaseado recursos para dotar al hospital de las
mejores instalaciones, instrumentos, mobiliario, etc., que conoce la técnica y
ciencia médica, lo que mejor refleja el elevado porcentaje del coste de estas
partidas con relación al coste de la obra, no alcanzado por hospital alguno en
Europa y superado solamente por algunos institutos de los Estados Unidos.
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4 Plano original Casa de Salud Valdecilla
El
coste de las completas instalaciones sanitarias, salas de operaciones, cocina,
lavadero, calefacción, esterilización, etc., ascendió a 3.651.560 pesetas. Para
mobiliario, colección instrumental, ropa, vajilla se gastaron 2.045.800
pesetas.
El
resumen siguiente dará una idea de la magnitud de la obra:
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5 Coste de la obra de la Casa de Salud Valdecilla
Servicio Oftalmológico
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6 Consulta del Doctor E. Díaz Caneja
Excluimos
de este resumen el importe de la biblioteca, objeto de una donación de Doña María Luisa, Marquesa de Pelayo, y
valorado en 1.000.000 de pesetas.
Gran
parte de las paredes de los dormitorios, salas de estar, etc., van revestidas
de azulejos en diferentes tonos, en total unos 39,500 metros cuadrados, cuyo
coste ascendió a 992.000 pesetas. En baldosado se invirtieron 515.000 pesetas.
Se aplicaron en la obra las siguientes unidades de construcción:
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7 Coste del baldosado y otras obras. Sala de espera y cuartos de vestir en
Policlínica
En
las obras de construcción fueron encargados por partes iguales al ingeniero Don
Julio Soler, de Santander y
el constructor don José Cabarga, de Solares. Las principales instalaciones
técnicas las proyectó el ingeniero especialista D. Adolfo Probst; la
adquisición de aparatos e instrumentos se efectúo por concurso entre las casas
más especializadas de ambos continentes que citaremos más adelante.
2.- LOS PABELLONES DE ENFERMERÍA Y
CIRUGÍA
a)
Policlínica.- Enfrente de la portería (edificio 1. del plano general), donde
están instaladas la central telefónica y la comisaría y se determina la
admisión y distribución de enfermos, a la vez que se ejerce vigilancia sobre
toda persona que penetra en la Casa de Salud, se encuentra el Pabellón central
de policlínica y dispensario.
La
planta baja de este edificio está destinada a los servicios médicos, y la
primera a laboratorios y servicios administrativos. El piso tercero se ha
destinado a dormitorios para la servidumbre, con duchas, cuartos de baño y
salas de estar. Pertenecen al servicio de este edificio dos pabellones extremos:
Farmacia y un pabellón, de carácter receptivo, dedicado a observación, asepsia
de enfermos y lazareto, con sus baños y dependencias de aislamiento.
La
policlínica comprende los servicios para las especialidades siguientes.
Odontología, huesos y articulaciones, ojos, oídos, nariz y garganta. Hay además
en los consultorios dos servicios de radiodiagnóstico y una sala de medicina y
cirugía con mesa de operaciones y cuarto de esterilización.
FOTO 8 Pabellones
de Cirugía y baños. Pabellones de Cirugía, fachada sur
En
la misma planta donde se hallan todos estos servicios existen cuatro salas de
espera, servicios de revelado anexos a los de radiodiagnóstico, salas de reposo
y cuartos para enfermos aislados, además de las salas de enfermos y médicos.
Cada consultorio comunica con varios pequeños cuartos de vestir, que a su vez
dan acceso a las correspondientes salas de espera, para facilitar la rapidez
del despacho de consultas.
En
la planta alta están a un lado todos los servicios de laboratorio de suerología,
parasitología, anatomía patológica y hematología, microquímica y química
general y una biblioteca especial para el laboratorio.
Un
laboratorio bacteriológico, según planos del especialista Dr. Celada, completa
la instalación. Al otro lado se encuentran todas las dependencias generales de
dirección, administración y archivo general del historial clínico, que será el
primero de su clase en España; biblioteca general, museo y despacho del señor
arquitecto.
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9 Avenida entre Medicina y Cirugía. Laboratorio de suerología. Escupidera en
las salas de espera. Model Schneider
b) Cirugía.‑ A
47 metros se encuentra una segunda alineación, con tres pabellones: uno central
y dos laterales, de 100 metros de longitud cada uno de estos últimos, unidos
por galerías superficiales y subterráneas.
Los dos
pabellones laterales, iguales ambos y destinados a enfermería medico‑quirúrgica,
se componen 1 de un cuerpo central, que a un lado y a otro tienen los
dormitorios para enfermos, de ocho camas cada uno. En el centro, el cuarto de
curas, con aparatos de esterilización, y en los extremos, los servicios de
convalecientes.
Todos los
dormitorios dan a unas amplias galerías en la fachada sur, con puertas de
suficiente anchura para sacar camas, y comunican además con la parte norte con
el pasillo general. En el ángulo formado por dos dormitorios con dicho pasillo,
observamos unos nichos de observación, que permite al vigilante, durante la
noche, el control desde el exterior.
La planta
principal es idéntica a la descrita, con la ampliación de una pequeña sala de
operaciones para intervenciones, hallándose la alta destinada a niños.
El
pabellón del centro está dedicado a sala de operaciones y dispuesto de la
siguiente manera: Una sala de esterilización, con una sala de operaciones a
cada lado, aséptica la una y de asepsia dudosa la otra.
Muy
cerca de los cuartos de preparación de enfermos se encuentran los servicios de
aislados, material instrumental, fregadero, cocina auxiliar, etc., comunicando
estas dependencias con el cuarto de esterilización central, instalado en el
primer piso mediante un montacargas eléctrico.
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10 Pabellón de quirófanos. Fachada norte del quirófano. Pabellón nº 9
Hay
además una sala aséptica, con los anexos de esterilización, preparación de
enfermos, lavabos y sala con citoscopias, además de los servicios de rayos X,
laboratorio y auditorio.
c)
Grupo de medicina.‑ Otra alineación de seis pabellones, de tres pisos,
comprende el grupo de medicina, situado a izquierda y derecha del edificio
central para tratamientos de fisioterapia, comunicado con este último también
por galerías superficiales y subterráneas.
Son
estos los pabellones para militares (60 camas), medicina interna (60 camas),
enfermos privados (35 camas), otro para enfermos privados (35 camas),
neurología y psiquiatría (45 camas).
Cada dos
pabellones tienen un intermedio con cuatro camas, con sus respectivos cuartos
de baño, destinadas a enfermos que por cualquier causa convenga su aislamiento:
delirantes, agonizantes o perturbadores.
El
pabellón central de Fisioterapia, destinado también a clínica de cáncer, lleva
un semisótano para mecanoterapia, gimnasia médica, baños de fango, duchas,
cámaras calientes, baños de arena, salinos, azufre, medicinales y de ácido
carbónico.
Planta
baja, que se divide en dos partes: anterior, con servicios completos de salas
de operaciones, aséptica una y séptica la otra; una sala de conferencias y
habitación para aislados. Parte posterior: servicio de duchas de toda clase,
piscina, sala de masaje, baños de vapor y de aire caliente, baño hidroeléctrico
y lechos de agua.
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11 Terrazas de cirugía
Baño
permanente con regulación automática de temperatura, sistema “Schneider”, en
Fisioterapia y Psiquiatría.
La planta
principal, en su parte anterior, contiene los servicios de radioterapia
superficial y profunda, radiodiagnóstico, diatermia, electrodiagnóstico,
cronaxia, electroterapia, radiumterapia y baños de luz. En la misma planta van
instaladas cuatro habitaciones, de cinco camas cada una, destinadas a la
clínica de cáncer.
Cada
uno de los seis pabellones de medicina tiene comedor y cocina de gas en cada
piso, salas de enfermos de cuatro y ocho camas, galerías y terraza. (Los
pabellones para enfermos privados contienen cuartos de una cama, con servicio
de cuarto de baño.)
Merece
destacarse el pabellón Psiquiátrico, construido según indicaciones del Dr. D.
Wenceslao López Albo, dedicado a enfermos mentales agudos y curables, siendo a
la vez lugar de exploración y tránsito de enfermos mentales crónicos o
difícilmente curables, para su traslado al manicomio.
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12 Baño particular para enfermos privados. Baño permanente con regulación
automática de temperatura, sistema “Schneider”, en Fisioterapia y Psiquiatría. W.C.
mural con fluxómetro para enfermos
En cada piso
hay cuatro salas de enfermos: para psiconeurósicos, una otra para mentales
tranquilos, otra para semiagitados y otra para agitados. Estas dos últimas con
sus baños y servicios correspondientes para que no tengan que abandonar la
habitación un solo instante, pues están encamados.
Hay también un
cuarto aislados y otro de pensionistas, con los servicios correspondientes. Las
salas de agitados y semiagitados cuentan con servicios de higiene y baños
manejables desde el exterior de la habitación. Cada planta del pabellón tiene
un baño permanente, sistema «Schneider».
d) Grupo para
tuberculosos e infecciosos.- Las construcciones que lo forman comprenden: el primero,
un pabellón de 60 camas para tuberculosos, distribuido en habitaciones para dos
y cuatro enfermos cada una, y entre cada dos salas una de reposo para los días
en que no sea posible salir a las terrazas y galerías, que están orientadas
convenientemente.
La
ventilación en estos cuartos es indirecta, con calefacción en invierno para
evitar las corrientes de aire. Hay también una sala de operaciones, otra para
neumotórax y de curas y anexo; figura un dispensario, que consta de
consultorio, salas de espera, sala de acción social y archivo e instalaciones
de radiodiagnóstico y laboratorios.
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13 Laboratorio
bacterológico. Servicio de higiene para convalecientes. Lavabos para personal
sanitario. Fregadero de cocina en los pabellones
El pabellón de
infecto‑contagiosos consta de 40 camas. Está destinado a las afecciones
febriles, infeccioso‑contagiosas. Se compone de habitaciones personales y
bipersonales para los que sufren la misma infección, como también una sección
de vacunoterapia. (Este pabellón aún no está construido).
3.- LOS SERVICIOS AUXILIARES
Son
estos la Central de calderas, Central eléctrica, lavadero, cocina, calefacción,
producción de agua caliente, desinfección y cremación, esterilización,
abastecimiento de aguas y servicio de incendios, gas, instalación de teléfono y
relojes eléctricos.
a) Central de
calderas.‑ La producción del calor para todos los servicios está centralizada
en el edificio número 24. Tres calderas, con total 339 m2 de
superficie de caldeo, producen vapor de 12 atmósferas de presión, recalentado a
250º. El vapor está conducido primeramente por unos distribuidores instalados
en la Casa de máquinas, donde se encuentran los aparatos de control de presión
y de temperatura. El vapor destinado para lavadero, desinfección y
esterilización pasa por separados conductos a los correspondientes pabellones,
después de ser reducida a una presión de cuatro atmósferas. El vapor para la
cocina (edificio 7), dada la gran distancia (470 metros), entra sin reducción
de presión en un conducto separado, colocado en las galerías subterráneas.
Hubiera sido ventajoso, desde el punto de vista técnico, unir todos los
servicios auxiliares en un solo grupo de edificios, pero para facilitar el abastecimiento
por parte de los proveedores fue más cómodo situar las cocinas cerca de la
carretera.
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14 Instalación “Albo” en Psiquiatría
La Central de
calderas se encuentra al lado de la línea del ferrocarril Cantábrico, lo que
permite traer el carbón por una corta vía muerta a pie del edificio. Un
elevador eléctrico sirve para descargar rápidamente varios vagones de carbón,
llevando el combustible, después de haber pasado la báscula, a un almacén de
400 T. M. de capacidad, situado al lado de las calderas. El cargamento de las
calderas se hace a mano.
La conducción
de los gases de combustión requirió un estudio especial, dado el emplazamiento
bajo de las calderas con relación a los pabellones de enfermos, para evitar
cualquier molestia de humos por los vientos dominantes del Sur. Se resolvió el
problema colocando la chimenea en un extremo de la finca, en una distancia de
unos 135 metros de las calderas. El tiro queda asegurado por un ventilador
especial, acoplado directamente a un motor eléctrico de lenta marcha. La
chimenea, de hormigón armado, lleva 1,50 m. en la boca y una altura de 45
metros, dominando en dos metros el pabellón más alto del hospital.
Dada la gran
sección de la chimenea y del conducto horizontal de humos, se establece un tiro
natural, a pesar de la gran distancia, sirviendo el tiro artificial solamente
para la puesta en marcha. El tejado de encima de las calderas es de uralita
ligera, y las paredes de este edificio y del almacén de carbón llevan bocas de
ventilación continuamente abiertas. Las instalaciones de la casa de calderas
fueron ejecutadas por la casa Jacobo Schneider, de Madrid, y la chimenea por J.
Soler, de Santander.
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15 Lavabos de cuatro aguas en quirófano
b) Central
eléctrica.‑ La producción de la corriente eléctrica se efectúa en una central
propia, situada al lado de la casa de las calderas. La luz, la cocina eléctrica
los diversos motores (unos 32) requieren normalmente unos 120 kilovatios en
término medio. La corriente es alterna trifásica de 220 voltios. Una turbina de
vapor, acoplada a un alternador, recibe vapor vivo de 12 atmósferas y puede
trabajar bien sea con escape o con condensación.
El vapor de
salida se aprovecha para producir el agua caliente de los baños y para la
calefacción. Cinco aparatos condensadores de contracorriente, situados en el
sótano, calientan el agua de la calefacción, pudiendo ser colocados en serie o
paralelos, según las necesidades del servicio.
El manejo de
todas las válvulas de cierre de estos aparatos y de las bombas de circulación
está centralizado en un cuadro de maniobra colocado al lado de la turbina.
En el mismo
local se encuentran cuatro grupos motor‑bomba, accionados en parte por turbinas
de vapor o por motores eléctricos, con el fin de poder trabajar
independientemente unos de los otros.
En un cuarto
adosado a la Central eléctrica se encuentran los transformadores de alta
tensión, instalados por la A. E. G., de Bilbao, que permiten combinar la
corriente eléctrica con la de la red urbana. Las instalaciones de esta Central
fueron ejecutadas por Schneider, Madrid.
FOTO 16 Servicio
de desinfección en los pabellones de tuberculosos y de cáncer
c)
Lavadero mecánico.‑ Consiste en el local para el sorteo de la ropa sucia, el
local de lavar y el local de planchar, situados todos en la planta baja y
comunicados con la galería subterránea. En el primer piso tiene este edificio
amplios departamentos para costura y depósito de ropa, con divisiones para los
diferentes usos y pabellones.
Este
servicio, que fue ejecutado por Schneider, de Madrid, tiene dos máquinas de
lavar de gran tamaño, centrífuga, secadero, máquina para planchar y cubos de
vapor para desinfectar la ropa.
La ropa más
sucia pasa primeramente por una máquina especial donde, sin aplicación de
jabón, se prepara para ser recibida a continuación por las máquinas de lavar.
De gran utilidad ha demostrado ser el secadero por la rapidez con que se puede
secar la ropa centrifugada.
El planchado
se hace mayormente con una calandria con absorción interior, dejando el aire
del local libre de vahos de vapor. Los tubos van todos ocultos, pero son
accesibles en un canal subterráneo para quitarlos de la humedad y oxidación. Desgraciadamente
y debido a la disposición del suelo no fue posible ocultar también la
transmisión de las máquinas.
El lavadero
lleva seis metros de altura libre y está previsto con ventanas con dispositivo
de ventilación.
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17 Cuadro de maniobra para los distribuidores de vapor, calefacción y aguas
Según una
estadística llevada durante varios meses el lavadero responde semanalmente a la
limpieza de unos 2.700 kilogramos de ropa para enfermos, 400 kilogramos para
servicios de cirugía y 440 kilogramos para personal. En el mismo periodo hubo
450 camas ocupadas al día, y damos a continuación un resumen del servicio de
esta dependencia (Foto 18):
d)
La cocina.- (Instalada por J. Schneider, de Madrid).- Este edificio consiste en
planta baja y piso alto. La nave central, con una altura de ocho metros
contiene las marmitas de vapor, hornos de asar, eléctricos y por gas; cocina
eléctrica y cocina de gas. Las marmitas son de níquel macizo; mesas y armarios
calentados por vapor, varios vertederos, una batería de marmitas rápidas y una
máquina para preparar café completan la instalación. Alrededor de esta nave se
agrupan varios locales destinados a la preparación de alimentos y dependencias,
una para carne, una para verduras, una para leche, otra para pescado, la
panadería y un fregadero. La panadería, con su servicio de lavabo y ducha,
tiene además una entrada independiente, dadas las horas distintas del servicio.
En la planta
baja se encuentran también amplias dependencias para el personal con
vestuarios, lavabos, etc. La panadería mecánica suministra unos 300 kilogramos
de pan corriente y toda clase de pan de dieta, a base de avena, etc., y
significa una economía diaria no despreciable para la administración del
hospital. En un anexo está instalada la cámara frigorífica, con un rendimiento
de 12.000 frigorías y una producción de hielo de 120 kilogramos al día.
FOTO 18 En el
mismo periodo hubo 450 camas ocupadas al día, y damos a continuación un resumen
del servicio de esta dependencia. Sala de operaciones. Esterilización central
del Pabellón de quirófano. Pabellón nº 9. Galería de estar, con serpentines de
calefacción, en los pabellones de medicina
En el primer
piso hay una cocina dietética con horno de gas y los comedores para los médicos,
el personal y servidumbre, separados por sexos, con sus vestuarios y lavabos.
Los comedores comunican con la cocina por montaplatos. Todas las tuberías van
ocultas en un sótano de 1,50 m. de altura. El calor de la cocina es producido
por vapor, gas o electricidad, omitiéndose cualquier combustible, a excepción
del horno de pan, que consume unos 64 kilogramos de carbón al día. Por el
momento se elaboran en la panadería diariamente unos 240 kilogramos de pan
corriente y 360 panecillos para 450 enfermos de cama y 140 personas de
personal.
e)
Calefacción central.‑ Los pabellones están calentados por tres sistemas de
calefacción: calefacción por agua caliente, calefacción por vapor de baja
presión y calefacción auxiliar mediante el agua caliente que sirve para los
baños. Esta última suministra el calor a aquellas habitaciones que precisan una
temperatura moderada durante el mayor tiempo del año, como cuartos de baño,
salas de operaciones, salas de cura, etc. En los cuartos de quirófanos van
instalados los tres sistemas, a fin de alimentar la seguridad del servicio.
Todos los radiadores van colgados en los muros, a una distancia de 25 cm. del
suelo, para facilitar la pieza del mismo. Gran número de caloríferos se colocó
en forma de serpentín de tubo liso, para repartir el calor de una manera
uniforme debajo de las ventanas, Las galerías subterráneas, que sirven para la
conducción de los tubos de calefacción desde la central hasta los pabellones,
tienen un recorrido de 1.280 metros. El rendimiento de las tres calefacciones
es en total 2,4 millones de calorías por hora. Esta instalación fue encargada a
la casa J. Schneider, de Madrid.
FOTO
19 Lavadero mecánico
f)
La producción de agua caliente.‑ El consumo de agua caliente para baños,
lavadero mecánico, cocina y toda clase de lavabos, oscila entre 260 y 290
litros por día y cama ocupada. En el cuarto de máquinas está instalado un
depósito de reserva de 90.000 litros de cabida, construido de hormigón, con
revestimiento de chapa galvanizada y aislado debidamente.
Dicho depósito
conserva el agua caliente durante varios días, sufriendo una pérdida de pocos
grados. Para el recalentamiento sirve en primer lugar el vapor de escape de las
turbinas de vapor.
Al limpiar el
depósito o cuando la turbina está parada se calienta el agua con vapor directo.
Dos bombas centrifugas, una acoplada con un motor eléctrico y la otra con una
turbina de vapor llevan el agua a los diversos puntos de toma.
Las tuberías,
como las de la calefacción, van revestidas contra pérdidas de calor con una
capa de trenza de seda y cubiertas con venda de algodón. La instalación fue
ejecutada por J. Scheneider, de Madrid.
g)
Desinfección y cremación.‑ Un anexo del lavadero contiene los servicios de
desinfección para colchones y ropas de toda clase. Solamente el lado limpio de
este departamento da acceso al lavadero. La desinfección de colchones, cueros,
mantas de lana y prendas de vestir se efectúa en seco, en una temperatura de
103º. Comunica este cuarto con otro para cremación de vendas y material
quirúrgico. El horno, del sistema Kori, de Berlín, tiene su puerta de encendido
en el cuarto de las calderas, y fue instalado, junto con los demás aparatos,
por J. Schneider, de Madrid.
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20 Planchado de ropa. Lavandería y ropero
h)
Esterilización e instalaciones sanitarias.‑ La casa Lantenschlaeger, de Berlín,
suministró los aparatos de esterilización, hervidores, autoclaves y
esterilización central. Esta última se encuentra en el piso primero del
pabellón de Quirófanos. Todos los aparatos tienen dos fuentes de calor: una de
vapor, de 1,50 atmósferas, y la otra de gas, como reserva.
Los
aparatos sanitarios, baños, W. C., lavabos, etc., fueron importados de los
Estados Unidos por la casa J. Schneider, que se encargó también de la
instalación de las tuberías y desagües. Dado el desgaste que estos aparatos
suelen sufrir en el servicio de un hospital, se dio preferencia a
construcciones muy sólidas, con griferías macizas, habiéndose optado por una
porcelana de gres blanco, clase Maddock. Una particularidad, son los W. C., que
no llevan pedestal, sino que van fijados contra los muros y llevan fluxómetros
en vez de los sistemas de descarga.
i)
Abastecimiento de aguas, servicio de incendio y riego.- La cuestión de agua
para un hospital es siempre de cierta trascendencia para las demás
instalaciones por la considerable cantidad que se precisa y la irregularidad de
la presión que suele haber en las redes urbanas, debido a la escasez o
abundancia temporal.
El agua
procede de la red urbana, no habiéndonos sido posible encontrar una fuente
dentro de los terrenos del hospital.
El
consumo de agua queda hasta ahora dentro de límites normales, habiéndose
verificado una comprobación durante tres meses (del 30‑09‑30 al 31‑12‑30). En
este período marcó el contador un consumo de 24.274.480 litros.
En
este lapso de tiempo de noventa y dos días hubo 41.253 días de enfermos (450
camas ocupadas en término medio por día).
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21 Cocina central, Hija de la Caridad y personal de cocina
Resulta, pues,
un consumo de agua por día y cama de 590 litros; e incluyendo el personal, que
es de 192 personas, entre médicos, enfermeros, practicantes y personal de
servicio de toda clase, resulta un consumo de 412 litros por día y cama.
Las
tuberías generales de agua son de hierro fundido y fueron colocadas por la
Compañía de Aguas de Santander. En los jardines van instaladas bocas de hierro
de 50 m/m. de luz, en distancias reglamentarias, que sirven también para casos
de incendio.
k)
Gas.‑ Todos los pabellones y dependencias llevan instalación de gas en todas
las plantas. En la portería se halla, al lado del contador de agua, la toma
general del gas, con su contador de 300 m/m de paso.
El
gas sirve, principalmente, para las cocinas domésticas de las cuales hay unas
28, instaladas en casi todas las plantas de los diversos edificios, para los
aparatos de esterilización, y la cocina central. Las instalaciones las hizo J.
Schneider, de Madrid, y las cocinas domésticas provienen de S. A. Solothurn
(Suiza).
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22 Marmita de vapor para cocinar. Detalle de la cocina. Aclaradora para ropa de
enfermos
i) Teléfonos,
relojes y termómetros a distancia.‑ Una central de teléfonos, instalada en la
portería, comunica a 40 aparatos entre sí y con la red urbana.
En cuanto a
los relojes eléctricos se optó por el sistema de la casa A.E.G. de Bilbao, la
cual colocó unos 60 relojes en las diversas salas, oficinas, cocina, central y
pasillos.
Una
instalación de 24 termómetros eléctricos de la casa J. Schneider, de Madrid,
permite controlar en cada momento, desde el edificio de máquinas, la
temperatura en las principales salas de enfermos, baños, de vapor, sala de
operaciones y tuberías de calefacción (1).
REVISTA
NOVEDADES 1929
INAUGURACIÓN DEL CONSULTORIO DE LA CASA DE SALUD VALDECILLA, EN
SANTANDER
FOTO 23 Vista panorámica de la Casa de Salud Valdecilla, cuyo Consultorio
fue inaugurado recientemente con gran solemnidad. El vicepresidente del
Gobierno, general Martinez Anido, a
su llegada a Santander para inaugurar el Consultorio de la Casa de Salud Valdecilla,
saludando a las autoridades y al
director de la Institución, Sr. López Albo. La marquesa de Pelayo al llegar a la
Casa de Salud Valdecilla, para inaugurar el Consultorio, acompañada por las
autoridades, el director de la Institución y otras ilustres personas.
El general Martínez Anido, con la marquesa de Pelayo, las autoridades,
miembros del Patronato de la Casa de Salud Valdecilla y médicos de la
Institución, después del banquete con que fueron obsequiados por el marqués de
Valdecilla (Fotos Limortí).
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24 Vista parcial de la Casa de Salud Valdecilla, tomada desde una galería.
Último retrato del ilustre Marqués de Valdecilla. Dr. Pío del Río Ortega,
Director honorario del laboratorio de Anatomía, patología y Cancerología. Don
Gonzalo Bringas, arquitecto, autor del proyecto de la nueva Casa de Salud Valdecilla.
Dr. Manuel Usandizaga, del Servicio de Ginecología y Obstetricia. Dr. Abiloio
G. Baron, del Servicio del aparato digestivo. Dr. José Alonso Celada, del
Servicio de enfermedades infecciosas y del laboratorio de Bacteriología
UNA MAGNÍFICA
INSTITUCIÓN MÉDICA
Con una gran
solemnidad se han inaugurado ya en Santander los consultorios de la magnífica
Casa de Salud Valdecilla. En esta información publicamos los retratos de las
eminentes personalidades médicas que tienen a su cargo esos servicios, junto a
los retratos de otras figuras salientes de la citada institución.
El director de
la Casa de Salud Valdecilla, D. Wenceslao López Albo, nació en Santander el año
1889. Se doctoró en la Universidad de Madrid el año 1914. Anteriormente, durante
los años 1912 y 1913, estudió Neurología y Psiquiatría con el doctor Achúcarro en
el Hospital General de Madrid, y con el doctor Gayarre en el Manicomio de
Ciempozuelos, asistiendo en los mismos años al Laboratorio de Histología e Histopatología
del sistema nervioso del doctor Achúcarro, de la Junta de Ampliación de
Estudio.
El año 1914
cursó en Berlín, como alumno oficial. Neurología y Psiquiatría, con los
profesores Bouhoeffer y Lewandowski, y asistió a los servicios de los doctores Krausse
y Oppenheim.
En 1915 se
estableció en Bilbao, dedicándose a la práctica privada de las enfermedades nerviosas
y mentales. Asistió en París a las clínicas de los profesores Pierre Marie y
Guillain, y en Breslau a la del profesor Forster.
En 1925,1a
Diputación de Vizcaya le ofreció la dirección del nuevo Manicomio de mujeres de
Zaldívar, cargo que desempeñó hasta que renunció a él por ofrecerle el marqués de
Valdecilla, el año 1928, la dirección de la «Casa de Salud».
Ha sido
presidente de la Academia de Ciencias Médicas de Bilbao, de la cual es socio honorario,
y vicepresidente del Colegio de Médicos de Vizcaya. Presentó trabajos y
desarrolló ponencias en diversos Congresos nacionales y extranjeros. Últimamente,
en el mes de mayo, en el Congreso de la Asociación de Neurología y Psiquiatría franceses,
redactó, con el doctor Hamniel de Mareville, la ponencia de Psiquiatría. Recientemente,
y como representante oficial de España, asistió y tomó parte en las discusiones
del Congreso Internacional de Hospitales celebrado en Atlantic-City (Estados Unidos).
Hombre
de extraordinaria lucidez científica, de acrisolada solvencia y probidad
profesional, puso desde el primer momento en el desempeño del cometido que el
marqués le había confiado, con su entusiasmo, la fuerza de su tecnicismo bien demostrado
y las energías de su inteligencia y de su vocación.
Obra
complementaria de la Casa de Salud Valdecilla ha sido la biblioteca médica
creada merced a la generosidad de Doña María Luisa Pelayo, sobrina del
aristócrata. Acerca de ello, ha escrito recientemente el doctor López Albo:
«El rasgo prócer
del marqués de Valdecilla al donar a su provincia la magna obra de su «Casa de
Salud», ha recibido su mejor complemento con la ejemplar generosidad de su ilustre
sobrina, la marquesa de Pelayo, destinando 560.000 pesetas para, con sus
rentas, sostener una biblioteca de ciencias médicas y publicar los anales de la
Institución.
FOTO
25 Excelentísima señora Marquesa de Pelayo. Donante de 500.000 pesetas para la
Casa de Salud Valdecilla. Una galería del pabellón de cirugía de la Casa de
Salud Valdecilla. Dr. Wenceslao López Albo, Director de la nueva Casa de Salud
Valdecilla. Dr. Gregorio Marañón, Presidente honorario del Patronato y asesor
técnico de los servicios del nuevo hospital. Dr. José Puyal Gil, Profesor de
los Laboratorios de Química. Dr. González Aguilar, Jefe del Consultorio de
osteología. Dr. Severiano Bustamante, del servicio de Odontología
Hoy no es
posible concebir un Hospital moderno sin buena y continuamente renovada biblioteca
y una publicación que recoja la obra científica de su cuerpo médico. La producción
médica mundial es ya tan extensa, que no podemos los profesionales adquirir sino
una cantidad reducidísima y siempre insuficiente de libros y revistas, aunque invirtiéramos
en ellos varios miles de pesetas anuales, cantidad que sólo un exiguo número de
médicos está en condiciones económicas de dispendiar.
Comentando hace
tres años esta deficiencia en material impreso, el doctor Madinaveitia proponía,
desde Archivos de Medicina, Cirugía y Especialidades, la creación en
Madrid, por suscripción entre médicos y consignaciones de entidades profesionales
y científicas, de una biblioteca médica, para cuyo sostenimiento calculaba eran
suficientes 24.000 pesetas.
Nosotros, desde la
Revista de Ciencias Médicas de Bilbao, apoyamos la idea del estimado
colega y ofrecimos nuestra adhesión y contribución a tan hermosa iniciativa. Pero...
nada más se habló de ello...
Han pasado los
años…, la suerte nos depara a los médicos montañeses el placer de contar con la
biblioteca que para los madrileños soñara el doctor Madinaveitia, ya que disponemos,
y a perpetuidad, de la cantidad aproximada que juzgaba precisa este colega.
Nunca
agradeceremos lo suficiente a la marquesa de Pelayo el valor que para nosotros representa
este servicio cultural de que estábamos tan necesitados.
Cuando en
nuestra primera época de postgraduado frecuentábamos las bibliotecas
hospitalarias y universitarias de Berlín y París, nos percatamos de una de las
causas del deficiente nivel cultural que durante nuestra vida académica
habíamos observado en los centros docentes y de la escasa producción médica
nacional. En nuestra época de doctorado, en el año 1913, solamente conocíamos tres
bibliotecas de algún valor, y dos de ellas, las de nuestros maestros los
doctores Cajal y Simarro (éste la legó a la Universidad de Madrid), eran
especializadas. La otra, era aquella que los socios médicos íbamos contribuyendo
a formar con nuestros pedidos en aquel foco culto que era el Ateneo madrileño.
Ello había de
remediarse. Era ya imperiosa la necesidad de buenas y modernas bibliotecas médicas
en España. Pero, a pesar de los laudables deseos de las diferentes asociaciones
profesionales y científicas, los colegios médicos y las academias carecen de
bibliotecas utilizables.
Las Facultades
de Medicina no pueden dedicar sino cantidades irrisorias de sus presupuestos
para tender a modernizar sus anticuadas e insuficientes bibliotecas.
Aspiramos a
organizar la biblioteca de modo que, como quiere el ilustre donante, rinda la
mayor utilidad a todos los médicos de la provincia, especialmente a los colegas
diseminados por pueblos y aldeas; esos beneméritos de nuestra profesión, nunca
lo suficientemente atendidos.
FOTO 26 Sala de
operaciones de urgencia de la Casa de Salud Valdecillla. Dr. Lorente del No,
del Servicio de oídos, nariz y garganta. Dr. Julio Picatoste, del Servicio de
Urología. Dr. Emilio Díaz Caneja, Profesor del Servicio de Oftalmología. Dr.
Taller Plasencia, del Servicio de Fisioterapia. Dr. José Lamelas, del Servicio
de Endocrinología, Nutrición y Corazón. Dr. Guillermo Arce, del Servicio de
Puericultura. Dr. Navarro Martín, del Servicio de Enfermedades de la Piel. Dr.
Julio Sánchez Lucas, del Servicio de Hematología y Anatomía Patológica. Doña María Teresa Junquera, Subdirectora de
la Escuela de Enfermeras. Don Miguel Caballero, Jefe administrativo de la
Institución. Maqueta de la Casa de Salud Valdecilla, que ha sido enviada a las
Exposiciones de Sevilla y Barcelona. (Fotos
Limortí, Padró, Calvache y “los Italianos”)
Ellos hallarán
siempre a disposición de su clientela modesta el concurso desinteresado de sus
colegas de la “Casa de Salud Valdecilla” y todas las instalaciones y servicios
de la Institución, pues a los pobres dedica don Ramón Pelayo esta obra que era
una necesidad social.
El ideal es una disposición
en forma de biblioteca circulante. Ello requiere contar con varios ejemplares
de las obras y revistas más corrientemente consultadas, a fin de servirlas con
rapidez cuando en casos determinados interesaran a la vez a dos o más lectores.
FOTO 27 Enfermeras,
Hijas de la Caridad, alumnas de la Escuela de Enfermeras y personal sanitario
de la Casa de Salud Valdecilla (Fotos del libro de la Institución)
Al pensar la
marquesa de Pelayo que el mejor aditamento para integrar la obra de su ilustre
tío era la biblioteca, no olvidó que sólo el cultivo de las ciencias hace
grandes a los pueblos, y quien colabora a que la patria sea culta, la honra más
y la hace más invulnerable que el que aumenta su territorio y su riqueza; pues
el contribuir a crear cultura es una de las excelsas virtudes cívicas, y el
favorecerla constituye el más delicado exponente de alcurnia espiritual.
Nos ha donado
una biblioteca que nunca alabaremos bastante los que comprendemos su alcance y
significación cultural. Amante de su tierra, ha sabido expresar con este rasgo,
a la vez simpático y culto, que los pueblos favorecidos con el cultivo de las
ciencias dejan de ser esclavizados por su propia ausencia de saber y no
continúan siéndolo por los demás, y no quiere que los médicos de su Montaña
sean sojuzgados por la ignorancia; ni el marqués de Valdecilla, que los pobres
enfermos no reciban los cuidados médicos y quirúrgicos con la máxima eficacia.
Por eso no ha
reparado en adquirir para ellos las más costosas instalaciones, en muchas de las
cuales estaremos a mayor altura que en la totalidad de los hospitales españoles
y centros de enseñanza, y en algunas, que en la mayoría de los europeos.
Otra prueba de
la eficiencia de la obra de los marqueses de Valdecilla y Pelayo, es la contribución
que prestan con ella a dispersar por el país, como sucede en gran parte de las
naciones europeas y americanas, los centros médicos, en contra de la tendencia centralizadora
de la capital. Han dado la pauta para que se vayan creando nuevos núcleos
culturales por la periferia y se descongestione el centro. Y la medicina
española les deberá ésta sana orientación hospitalaria que funde lo benéfico
con lo docente y de investigación.
FOTO 28 Conferencia
de Manuel Solórzano Sánchez, bajo el título de “La importancia de Documentar el
pasado enfermero para afianzar el rol profesional” dentro de la programación de
las Prácticas de
Aula de la Asignatura
de Bases Históricas y Teóricas de la Enfermería impartida a los alumnos del 1º
Curso de Grado en Enfermería, con su magnífica Profesora Mª Luz Fernández
Fernández, Responsable de la
Asignatura “Bases Históricas y Teóricas de la Enfermería Facultad de Enfermería
de la Universidad de Cantabria. 11 de enero de 2019
Instituciones de
esta clase se hallan capacitadas para engendrar un poder de difusión
considerable entre los medios intelectuales médicos, sobre todo si aciertan a
no dejarse asesorar, ni menos dirigir, por el profesionalismo, y se mantiene su
cuerpo facultativo con una integridad inmaculada en la conducta profesional. Ellas
contribuirán a seleccionar cada vez con mayor pulcritud las aristocracias de la
cultura, y a evitar que lleguen a las clases directoras y puestos profesionales
elevados aquellos que carecen de aptitudes ideológicas para la función. De este
modo se irá estableciendo la debida gradación de valores en el sedimento
cultural y de ética profesional.
Esta obra
inquieta, prometedora y, por lo tanto, exigente, dará el ejemplo a las viejas organizaciones
hospitalarias, sin espíritu de trabajo, con rutina a veces medieval, que se creían
invulnerables y han sido superadas por los imperativos del progreso.
Hacía falta nuevo
órgano para una nueva función a tono con las posibilidades de la ciencia médica
contemporánea, y las responsabilidades de las nuevas generaciones médicas,
rebosantes de la conciencia de su deber. Obras de esta potencialidad cultural ayudan
a impedir que la ciencia médica se deje asfixiar por el profesionalismo.
FOTO 29 Conferencia
bajo el título de “La importancia de Documentar el pasado enfermero para
afianzar el rol profesional”. Facultad de Enfermería de la Universidad de Cantabria. 11 de enero de 2019
El médico no
debe olvidar jamás que su carrera, antes que un medio de vida, es un
sacerdocio, que le dicta como norma de conducta el consagrarse con actividad y
celo a la elevada misión de velar por la salud de sus semejantes. Para ello es
indispensable dar a estas instituciones una ética apoyada en los conocimientos biológicos
y la investigación, librándolas de las condiciones ambientales interesadas, y,
sobre todo, rodeándolas de una práctica austera, a fin de que el hospital sea
un foco de atracción, y no de repulsión, de enfermos.
Obras de esta
naturaleza contribuyen a apresurar el avance de España por las rutas de la capacitación
cultural, y a formar personalidades fuertes y ecuánimes, tan necesarias para
defender valientemente sus convicciones; pues sabido es que los débiles no
pueden ser sinceros, y a menudo son víctimas de la sinrazón, que juzgan fuerte.
Y ello es, sobre todo, preciso ahora que un morbo profesional, continua
enlodando la medicina patria, y, para desdoro nuestro, se anuncia la llegada de
sus salpicaduras a Hispanoamérica.
¡Que todas las
provincias españolas tuvieran la suerte de que les hicieran un hospital con
esta orientación, y la medicina patria se renovaría en pocos lustros!
Las certeras
palabras del ilustre director de la Casa de Salud Valdecilla, reflejan exactamente
lo que significa la nueva institución (2 y 3).
Bibliografía
1.-
Librito de la Casa de Salud Valdecilla. Santander 1929. Editado: Aldus, S. A., Santander. (Comprado en el Mercado del Anticuario
de Bayona “Francia”)
2.-
Revista Mundo Gráfico del 30 de octubre de 1929, página 24
3.-
Revista Mundo Gráfico del 6 de noviembre de 1929, páginas 24, 25 y 26
Manuel Solórzano Sánchez
Graduado en
Enfermería. Servicio de Traumatología. Hospital Universitario Donostia de San
Sebastián. OSI- Donostialdea. Osakidetza- Servicio Vasco de Salud
Insignia de Oro
de la Sociedad Española de Enfermería Oftalmológica 2010. SEEOF
Miembro de
Enfermería Avanza
Miembro de Eusko
Ikaskuntza / Sociedad de Estudios Vascos
Miembro de la
Red Iberoamericana de Historia de la Enfermería
Miembro de la
Red Cubana de Historia de la Enfermería
Miembro
Consultivo de la Asociación Histórico Filosófica del Cuidado y la Enfermería en
México AHFICEN, A.C.
Miembro no
numerario de la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País. (RSBAP)
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