CARTILLA
DEL DOCTOR BÁLSAMO BEBÉ
FOTO
1 Portada de la Cartilla “La Vida de mi bebé”. Pamplona 1961
CARTILLA
Don
Domicilio
Fotografía
Nacido
el día
A
las horas
En
la Clínica u Hospital
Bautizado
en
El
Peso
al nacer kilogramos
Midió centímetros
Color
de los ojos
Color
de pelo
Intervinieron:
El
Doctor Don
La
Matrona Doña
Padrinos
Abuelos
FOTO
2 Portada y contraportada de la Cartilla “La Vida de mi bebé”. Pamplona 1961
SALUDO DEL DOCTORCITO Bálsamo
Bebé
Llego
a tu casa porque quiero ser tu mejor amigo y no pienso separarme de ti por
ahora. Tus padres cuidarán de tu formación espiritual, vigilarán tu
crecimiento, atenderán tus necesidades materiales…
Tu
mamá te inculcará su propia bondad, su ternura, su delicadeza… “Te tendrá en el
regazo”, que es la metáfora empleada por los retóricos para simbolizar el calor
de la maternidad.
Tu
papá, en cambio, “te llevará de la mano”, te guiará por la vida, orientará tu
vocación…
Pero
yo también te haré falta. La existencia que ahora empiezas te ofrece muchos
bienes; pero también molestias y contrariedades, que serán grandes o pequeñas,
según la edad.
Así,
por ejemplo, las escoceduras. ¿Qué pueden significar sus leves punzadas en la
piel fuerte de un adulto? Sin embargo para ti, los implacables alfilerazos de
las escoceduras son el primero y más intenso dolor que el mundo te “regala”.
FOTO
3 La Cartilla “La Vida de mi bebé”. Pamplona 1961, páginas 0 y 1
La
luz que hirió tu tierna retina, el aire que ensanchó tus débiles pulmones y los
ruidos que atronaron tus frágiles tímpanos, fueron dolores pasajeros. Duraron
lo que unas lágrimas y unos vagidos… Pero las escoceduras, que se clavaron en
tu carne, en las ingles agrietadas, en las nalgas húmedas, en las axilas irritadas,
entre tus diminutos dedos, no se calman sino con mi ayuda.
Yo
el Doctorcito, con mi Bálsamo Bebé, antiséptico, cicatrizante, higroscópico y
antiflogístico, acudo a remediar este primer dolor físico que a ti, todavía
ignorante de los otros dolores, te proporciona angustia y desazón capaz de
desatar tus nervios y descomponer tu organismo.
Yo
te evitaré, enjugando tus lágrimas, conteniendo tus lamentos y, en
consecuencia, proporcionándote reparador descanso, no sólo el dolor cierto de
ahora, sino el probable de mañana.
Y
at tu lado desde este momento, para todos feliz, voy a escribir tu historia.
El Doctorcito Bebé.
FOTO
4 La Cartilla “La Vida de mi bebé”. Pamplona 1961, páginas 2 y 3
YA HA LLEGADO EL “REY DE LA CASA”
Ha
recibido de la Matrona su primer baño en agua hervida templada. Le han puesto
una gasa convenientemente embadurnada de BÁLSAMO BEBÉ en el ombliguito y le han
vestido con las ropitas tan amorosamente preparadas con anticipación. Y está
listo para dejarse cuidar.
La
gasa del ombligo debe ser cambiada todos los días, no olvidando poner siempre
en ella BÁLSAMO BEBÉ. Así “dará” el ombligo limpiamente y sin complicación
alguna en sólo unos tres o cuatro días.
Si,
al bañarle, la gasa estuviera manchada, cúrele con agua oxigenada. Y si nota
que se inflama la herida, no vacile: avise al Médico.
¡Es
curioso! En la primera semana de su vida los bebés suelen perder peso en vez de
ganarlo. Y hay algo más curioso todavía: que en esos primeros días de su vida
su cutis toma un tinte amarillento. No se asuste: desaparecerá poco a poco, sin
medicación alguna.
Pasada
esa primera semana, empezará a crecer, a engordar y, por ello, le recomendamos
que lea los consejos que siguen, basados en una dilatada experiencia,
observando el desarrollo de los bebés. Le ayudarán a cuidar al “Rey de la Casa”
como él se merece.
IMPORTANCIA
DEL MÉDICO Y DE LA MATRONA
FOTO
5 La Cartilla “La Vida de mi bebé”. Pamplona 1961, páginas 4 y 5
Todos
los padres experimentados saben la gran importancia que tiene contar en los
primeros días del recién nacido con la ayuda de la Matrona; y siempre, desde
antes de nacer, con la del Médico.
Regularidad
en las visitas del Médico. Importa mucho que los padres encarguen al Médico el
examen detenido del recién nacido. Aquel señalará con precisión las normas a
seguir. Así el bebé se adaptará bien a su nueva vida y la madre se restablecerá
pronto. Habitualmente el mismo Médico que ha vigilado a la madre, y la Matrona
que la ha atendido, son quienes dan estos primeros consejos.
Todos
los bebés deben ser vistos, regularmente, durante su primer año de vida, por un
Médico. Si éste es Puericultor, mejor aún. Ambos conocen bien la evolución
normal del ser humano, a medida que va siendo mayor.
Vigila
su estado de salud, crecimiento, peso, etc., pero su misión es insustituible
para proteger al bebé contra la difteria, la poliomielitis, el sarampión, la
bronquitis, la viruela y otras enfermedades comunes a todos los niños. Ello
justifica que se haya generalizado tanto esa excelente costumbre que el Médico
visite al recién nacido dos veces por mes en su primer medio año. Después, la
frecuencia puede reducirse; pero no a menos de una o dos visitas al año.
No
olvide esto: nada satisface más a los padres que escuchar del Médico frases
parecidas a ésta: “Tiene un desarrollo normal, continúe usted el plan de
higiene que le di”. “Llámame en cuanto observe alguna anormalidad en su salud”.
FOTO
6 La Cartilla “La Vida de mi bebé”. Pamplona 1961, páginas 6 y 7
LA VIDA DEL BEBÉ EN EL
HOGAR
La
vivienda debe estar bien ventilada y limpia. Todos los padres que se lo
proponen tienen en el hogar la paz, el orden y el aseo tan importantes para la
felicidad de toda la familia.
El cuarto del niño.-
Es muy conveniente que el bebé tenga una habitación individual. Debe
destinársele la que esté mejor orientada al sol. Las puertas y ventanas que den
al exterior deben contar con tela metálica para impedir el paso de moscas y
mosquitos. Ambos propagan gérmenes infecciosos que pueden atacar al niño y
contaminar sus alimentos.
Importancia de la
limpieza.- El cuarto del bebé y sus ropas deben estar
limpísimos. También las paredes deben estar limpias y las cortinas deben ser
lavables. Es más fácil mantener limpio el piso de una habitación si está
cubierto de baldosines, terrazo o linóleum, que si está alfombrado.
FOTO
7 Enfermera en un domicilio, cuidando a un recién nacido mientras la madre se
recupera en la cama, Philadelphia 1910.
Calefacción y
ventilación.- Todos los recién nacidos son muy
sensibles a los cambios de temperatura. Esta debe oscilar entre los 21 y los 24
grados, tanto de día como de noche. Cuando son mayores, la temperatura puede
ser de 20 a 21 grados centígrados por el día y de 13 a 16 en la noche. Para
vigilar esto conviene fijar el termómetro de pared cerca de la cuna, pero lejos
de la calefacción.
El
aire debe circular en la habitación. Se consigue teniendo entreabiertos el
balcón o la ventana, procurando que la corriente de aire no llegue a la cuna
del bebé. Debe evitarse la calefacción por calentadores a gas. Hay peligro de
que se produzcan escapes.
Cuando
no hay otra solución, procure que los tubos que conducen el gas sean de metal o
de plástico fuerte. Los calentadores eléctricos deben mantenerse siempre muy
secos y no ser tocados con manos húmedas. Esto es peligroso. La calefacción con
estufas de chimenea no es aconsejable. Estas roban oxígeno al aire y proyectan
el calor de frente.
Si
hace mucho calor debe destinarse al bebé la habitación más fresca, poniéndole
solamente ropa ligera: una camisita sin manga y un pañal o, incluso, un pañal
solamente.
Los
ventiladores eléctricos en la habitación de un niño son convenientes, pero debe
cuidarse: 1).- que nunca estén al alcance del niño y 2).- que la corriente sea
dirigida al techo.
ATENCIÓN QUE MERECE LA
ROPA DEL NIÑO
Toda
la ropa para el bebé debe ser elegida para aumentar al máximo su comodidad y NO
para satisfacer a la madre respecto a hechuras, coloridos, dibujos, bordados,
etc. Todas las prendas deben ser lavables.
Después
de los seis meses el bebé necesita que su ropa le facilite su natural deseo de
moverse libremente. He aquí el equipo mínimo que hoy se considera conveniente
para todo recién nacido durante los primeros meses de su vida:
Pañales 18 Baberitos 6
Camisetas 3 Botitas 6
Camisitas 3 Jerseys 3
Toquillas 2 Fajas 3
Empapaderas
8
FOTO
8 La Cartilla “La Vida de mi bebé”. Pamplona 1961, páginas 8 y 9
Comodidad de los
vestidos.- Estos deben poderse poner y quitar sin tirones,
brusquedades o vueltas. Los jerseys deben ser abiertos por el pecho o por la
espalda. Las bocamangas conviene sean anchas. Evite poner cordones o cintas
largas en el cuello del bebé. Pueden apretarle y hasta estrangularle. No
utilice más que alfileres imperdibles especiales para niños.
Fajas.-
Soló son convenientes para mantener el apósito que envuelve el resto del cordón
umbilical. Cuando el ombligo está curado, no son necesarias.
Camisitas.-
Deben ser, preferentemente, de tela de hilo o batista de algodón.
Camisetas.-Pueden
ser de lana o algodón, de manga larga o corta, según la época. En las de lana
conviene tomar precauciones, durante el lavado, para que no encojan.
FOTO
9 La Cartilla “La Vida de mi bebé”. Pamplona 1961, páginas 10 y 11
Pañales.-
Deben ser suaves, absorbentes y no muy gruesos. Deben preferirse para ello
telas fáciles de lavar y que sequen rápidamente. Deben cambiarse apenas se
mojen o se ensucien. Deben lavarse con agua caliente y jabón suave y puro.
Evite el uso de jabones fuertes. Y sobre todo de la lejía. Enjuague los pañales
varias veces. Deje secarlos al sol y al aire libre.
Antes
de cambiar los pañales observe si el niño tiene alguna irritación o escocedura.
Tanto para combatirlas, como para evitarlas, conviene usar productos cremosos,
como Bálsamo Bebé.
Los
polvos sin marca solvente que, sin previa consulta o selección, se adquieran a
granel, suelen formar costras y representan un peligro para la higiene del
niño. Este riesgo ha impulsado a algunos laboratorios a crear talcos
científicos que llenan su cometido clínico con absoluta garantía.
Tal
acontece, por ejemplo, con los talcos Johnson & Johnson, mundialmente
acreditados.
Braguitas de goma.-
No deben ponerse más que cuando se hagan viajes o se salga de paseo para
proteger la ropa. Lo más conveniente es poner en la cunita un cuadrado de hule
o goma cubierto con una empapadera. Las braguitas de lana son mejores que las
de goma. Procure que no aprieten al bebé en la cintura o en los muslos. Las de
goma deberán tener agujeritos.
Jerseys.-
Procure que sean de lana suave y esponjosa, abrochados por delante o por
detrás. Tome precauciones durante su lavado para que no encojan.
FOTO
10 Enfermeras cuidando niños, principios de siglo
Baberitos.-
Sencillos. Su objeto principal es impedir que se manche el jersey cuando el
niño babea. Deben cambiarse tan pronto se advierta que están húmedos.
Botitas.-
Deben ser, también según la época, de lana o perlé y amplias para que no
opriman. No le ponga zapatitos. Cuando haga frío, o esté al aire libre, conviene
abrigar sus piernas y pies con pantalones parecidos a los de dormir, llamados
“ositos o peleles”, porque cubren los pies.
Abrigos.-
Conviene tenerlos a mano donde hay climas muy variables, para salir fuera de
casa. Cuando el nene es muy pequeño, conviene usar mantitas cuadradas contra el
frío exterior. Cuando hace mucho frío, lo mejor es un abrigo de lana.
Importante.-
Tenga en cuenta que durante la primera parte de los seis primeros meses de su
vida, el niño crece muy rápidamente. Por ello la ropa se le queda enseguida
pequeña. Recuérdelo cuando le haga ropas y vestidos. Además, siendo amplios, el
niño tiene más libertad de movimientos.
DESARROLLO DE “SU
MAJESTAD” EL BEBÉ
Peso.-
Los niños aumentan de peso rápidamente en el primer año. Más que en cualquier
otra época de su vida. Sin embargo, en los primeros días que siguen al
nacimiento, disminuyen de peso. Precisan pocos días para acostumbrarse a vivir
fuera del cuerpo de su madre.
Como
en ellos toman poca leche, “los calostros”, el peso disminuye algo. Pasada esta
primera fase, el bebé normal aumenta de peso rápidamente durante la infancia.
Ese aumento debe ser sistemático. Si su bebé no aumenta, debe llamar al Médico.
Anote regularmente el peso de su bebé. Es una información muy útil para el Médico.
FOTO
11 La Cartilla “La Vida de mi bebé”. Pamplona 1961, páginas 12 y 13
La dentadura.-
La dentición le puede producir molestias, como la diarrea nerviosa, pero nada
más. Eso de la “Enfermedad de la baba” no existe. Lo que el bebé echa es,
sencillamente, la saliva que aún no sabe tragar. Si le observa algún otro
trastorno, llévelo al Médico. Es casi seguro que NO será de los dientes.
A
los 6 u 8 meses empezarán a salirle los dos dientecitos de abajo y algo después
los dos de arriba. Casi al año, los otros dientes. A los 18 meses, los cuatro
colmillos y, cuando llegue a los dos años, tendrá cuatro muelas… y mucho
apetito. Si no aparecen las muelas, el Médico le dirá lo que debe hacer; pero
no le dé usted, por iniciativa, ningún “remedio”.
No
le limpie la boca hasta que tenga 30 meses. Entonces con un cepillito suave y Crema Dental Listerine, acostúmbrele a
limpiarse los dientes después de las comidas.
Muy
importante: Llévele al dentista, por lo menos, una vez al año para que vigile
su dentadura. Es importantísima para su salud.
Para
facilitar el desarrollo general de los niños como el de su dentadura, conviene
que reciban la Vitamina D en su
alimentación. El Aceite de Hígado de
Bacalao de buena calidad es rico en Vitamina D. En los últimos años han surgido
numerosos preparados especiales. El Médico debe decidir lo que el niño debe
tomar y la cantidad que debe dársele.
FOTO
12 La Cartilla “La Vida de mi bebé”. Pamplona 1961, páginas 14 y 15
La Vista.-
Los recién nacidos no perciben más que la claridad o la oscuridad. Algunas
células especiales para la visión no están aún bien desarrolladas en sus ojos.
Esto
va teniendo lugar durante las primeras semanas de su vida. Entonces perciben si
se abre una ventana y, si se les coloca frente a la luz del sol, cierran los
ojos. Hasta tres o cuatro meses después de nacer, sus ojos no están
completamente aptos para la visión. A partir de entonces empiezan a distinguir
bien formas y colores.
Unas
veces durante el primer mes, y otras durante el segundo, suelen fijar los ojos
en el rostro de su madre. Siguen la luz con la vista y, poco a poco, van dando
muestras de reconocer objetos familiares, abren la boca cuando se les ofrece su
comida y cesan de llorar cuando la madre se inclina sobre ellos antes de
tomarlos en brazos.
El
oído.- Está bien desarrollado desde la infancia. Después de la primera semana
los bebés aprenden a distinguir el sonido. A la mayoría les gusta que les
canten. A medida que crecen, tratan de reproducir los sonidos que oyen y, de
ese modo, van aprendiendo a hablar.
FOTO
13 Personal sanitario “nidos” Residencia Sanitaria Nuestra Señora de Aranzazu,
San Sebastián 1965
HIGIENE DEL “REY DE LA
CASA”
El
baño.- Conviene hacerlo a la misma hora y siempre antes de las comidas. Nunca
después. Debe usarse un jabón de tocador suave y de calidad. También debe
friccionarse el cuero cabelludo empleando un champú de absoluta confianza. La
marca Johnson & Johnson tiene un
jabón y un champú especiales para niños. Son recomendables. El primero no
irrita el cutis y el segundo no irrita los ojos.
¿Cómo se debe bañar al bebé?.- Póngase
el bañito cerca de donde está el bebé. Si es posible, conviene colocar el
bañito dentro del baño grande. Así es más fácil llenarlo y vaciarlo. En los
primeros días la temperatura debe aproximarse a los 37 grados centígrados, pero
sin excederlos. Después, cuando ha transcurrido un mes o dos, puede disminuir
un grado o dos, especialmente si hace calor o la piel se pone rojiza.
Lávele
primero la cara con agua limpia usando un paño suave. Jabónele bien el cuero
cabelludo evitando que entre el jabón en los ojos. Siga jabonándole bien el
resto del cuerpo. Séquele con suavidad la cara y la cabeza con una toallita
fina, como hemos dicho. No tema enjabonarle bien la cabeza. Haciéndolo evitará
las erupciones y las costras de leche. Si éstas se formaran, aplíquele por la
noche Bálsamo Bebé. También debe
usarlo, después de cada limpieza, antes de cambiarle el pañal.
En
la mayoría de los casos los niños reciben el baño con gran agrado. Cuando
tienen algunos meses conviene darles juguetes que floten en el agua. Esto les
distrae mucho.
FOTO
14 La Cartilla “La Vida de mi bebé”. Pamplona 1961, páginas 16 y 17
LIMPIEZA ESPECIAL DE
LAS PRINCIPALES PARTES DE SU CUERPECITO
Ojos.-
Basta pasar por ellos un paño húmedo de hilo suave después que se le ha lavado
la cara.
Orejas.-
Deben jabonarse al lavarle la cara. El interior debe limpiarse solamente con un
pañito suave.
Nariz.-
Generalmente basta pasar por ella el mismo pañito suave con que se le lava la
cara. Cuando quede algo de mucosidad debe limpiarse con una bolita de algodón
mojado en agua o en aceite mineral y enrollada sobre un palito de punta roma.
Ombligo.-
Basta lavarlo con agua, jabón y un pañito suave, pero con firmeza. Después de
lavarlo bien, si viese que está un poco enrojecido o irritado, aplíquele Bálsamo Bebé. Es muy eficaz.
FOTO
15 La Cartilla “La Vida de mi bebé”. Pamplona 1961, páginas 18 y 19
VIDA AL SOL Y AL AIRE
LIBRE
Cuando
hace buen tiempo, el bebé, por muy pequeñín que sea, debe pasar en el exterior
la mayor parte posible de tiempo. Por el contrario, ni el frío intenso, ni la
humedad, son saludables para el bebé. Aunque la temperatura sea baja, si hace
sol y aquélla no descienda de 18 grados centígrados, conviene que el bebé pueda
pasar algún tiempo al aire libre, en un lugar resguardado del viento. Conviene
que el niño esté bien abrigado, especialmente sus manos, pies y oídos. Nunca
debe cubrirse la cara del niño.
Efectos del sol.-
La luz solar contiene, entre otros, los llamados rayos ultravioleta. Estos
tienen la propiedad de fomentar en la piel la Vitamina D que contribuye a
fortalecer sus huesos, músculos y dientes. Conviene que los rayos de sol
lleguen directamente al niño porque el cristal detiene los ultravioleta.
Tampoco éstos traspasan la ropa, a menos que el tejido sea poco tupido.
Baños de sol.-
Deben tomarse cuando la temperatura exterior le permita disfrutar de ellos sin
ropa alguna. Debe empezarse exponiendo al sol sólo una pequeña parte del
cuerpo, preferentemente los piececitos y por pocos minutos. La duración de los
baños de sol debe ir aumentando cuidadosamente, así como la parte del cuerpo
que se expone.
Cuando
el bebé vaya creciendo conviene que juegue al sol. En verano con muy poca ropa
y en invierno bien abrigado. El humo que suele flotar en las grandes ciudades
reduce los beneficiosos efectos de los rayos ultravioleta del sol. Por eso
también a los bebés les conviene el sol y el aire del campo.
FOTO
16 La Cartilla “La Vida de mi bebé”. Pamplona 1961, páginas 20 y 21
JUEGOS Y EJERCICIOS
INFANTILES
Todos
los bebés que están sanos se mueven constantemente cuando están despiertos y un
poco mientras duermen. Por eso conviene que las ropas no entorpezcan sus
movimientos. Cuando la temperatura lo permite, conviene que los bebés hagan
ejercicio, sin ropa alguna, antes de ser bañados y antes de acostarse,
poniéndolos sobre alguna alfombra o manta extendida en el suelo y, mejor aún,
en un “corralito de madera”. Nunca debe dejarse a un bebé solo sobre una cama u
otro sitio desde donde pueda caerse.
El
“corralito de madera” es ideal para que el bebé juegue solo y la madre pueda
atender sus ocupaciones. Conviene atar uno o dos juguetes a la baranda del
“corralito de madera”, dejando otros en el suelo. Esto le sirve de estímulo al
bebé al querer jugar con unos y con otros para levantarse y sentarse con
frecuencia.
Todos
los juguetes de los bebés deben de ser lavables, no tener puntas ni esquinas
afiladas y ser de un tamaño que evite el que puedan ser tragados. Los juguetes
de goma o de plástico son los más convenientes. Evítese el uso de sonajeros.
Pueden romperse y el niño tragarse algunas de las bolitas que producen el
ruido.
Como
el niño juega solamente con unos pocos juguetes, conviene guardar los demás.
Los mecánicos no son convenientes para bebés pequeños. Deben preferirse éstos:
figuras de goma o de plástico, cubos, cajas de tapa que ellos puedan sacar y poner,
pelotas más bien grandes y carritos para arrastrar por el suelo.
FOTO
17 Enfermeras y matronas con niños en una maternidad inglesa. El final de la
Segunda Guerra Mundial trajo un “baby boom” en 1946 que llenó las maternidades
de la época de niños
HÁBITOS ALIMENTICIOS
Los
niños aguardan la hora del alimento, no sólo para satisfacer el apetito, sino
para estar cerca de la madre. Les agrada que eles tomen en brazos y les
estrechen contra su pecho.
Todos
los seres humanos, incluso los bebés, sienten hambre a intervalos regulares.
Procure alimentar a su bebé a horas determinadas dejando tiempo bastante para
la digestión. Así sentirá hambre sólo a esas horas evitando lloros inútiles y
disfrutando mejor del acto alimenticio.
Lactancia.-
Conviene que sea la madre quien crie al niño, al menos durante los primeros
seis meses. Nada ni nadie le dará un alimento tan sano y que le proporcione
tantas fuerzas y defensas vitales. Además, en estos momentos en que comienza a
preocupar la posible contaminación de la leche de vacas por las explosiones
nucleares, la leche materna ofrece una garantía cierta. Ahora bien, si el
Médico dice que usted no debe criar a su hijo, tendrá que resignarse.
Si
usted le da de mamar, las primeras veces puede alimentarle sentada en la cama,
aunque un poco inclinada. Cuando ya se levante usted, lo mejor para los dos es
que se siente en una silla baja, con los pies apoyados en un taburete, y le
tenga en su regazo, con la cabeza más alta que los pies.
No
olvide que, antes y después de darle pecho, y por lo menos durante los primeros
días, ha de lavarse bien el pezón con agua hervida. También es conveniente
aplicarle la pomada que el Médico le recomiende.
FOTO 18 Nodrizas de San Sebastián,
principios de siglo
Si
se ve obligada a ponerle nodriza… prefiera una que tenga de 20 a 30 años. No
hace falta que tenga una apariencia muy robusta; pero sí importa mucho que el
Médico la reconozca antes. Puede tener alguna enfermedad contagiosa.
Si
no tiene más remedio que criarle con biberón… tendrá usted que andar con más
cuidado.
El
Médico le dirá la leche que le conviene, cómo debe modificarla, etc. Es muy
recomendable que compre un biberón fácil de limpiar. Debe darle la leche
templadita y el niño debe tragarla despacio, haciendo alguna parada y
procurando que no ingiera aire.
Si
tiene que darle pecho y biberón, conviene que, en cada “comida” le dé primero
el pecho, que a él le cuesta más trabajo tomar, y después el biberón, que es
más fácil para él. En cualquier caso, conviene pesarle de vez en cuando, antes
y después de mamar. Así usted y el Médico podrán enjuiciar el alimento que
recibe en cada comida.
FOTO
19 La Cartilla “La Vida de mi bebé”. Pamplona 1961, páginas 22 y 23
IMPORTANCIA DEL PESO
DEL BEBÉ
Debe
vigilarse con regularidad. Así sabrá si le alimenta bastante. En los primeros
meses debe anotar el peso cada ocho días. Después cada 15.
Compare
su peso, a medida que vaya evolucionando la edad, con las cifras de la tabla
que reproducimos a continuación:
FOTO
20 La Cartilla “La Vida de mi bebé”. Pamplona 1961, páginas 24 y 25
TRASCENDENCIA DEL SUEÑO
DEL BEBÉ
Todos
los niños son muy dormilones. Les conviene. Así, lo mejor es que le deje dormir
en su cunita lo más posible. Procure que no duerma con usted. Le destapará y
hasta puede aplastarle sin darse cuenta. Además, es antihigiénico.
No
balancee a su bebé ni en los brazos ni en la cuna. El movimiento trastorna su
digestión y le excita. Prefiera el colchón más bien duro y que no sea de lana,
sino de crin vegetal, virutas de corcho, espuma de goma, etc.
Ponga
sobre el colchón un trozo de goma, de hule o de tela impermeable, después una
toalla o tela absorbente y encima la sábana, preferentemente de tela fina o de
algodón.
La
almohada conviene que sea más bien baja. Las sábanas, las mantas y el colchón
deben ser lavables. Las pieles no son convenientes. Acuéstele siempre de lado,
preferentemente del derecho. Estará más cómodo y no habrá peligro de que se
atragante al toser.
No le mueva ni le cante para que se
duerma. El silencio y la quietud bastan para que el sueño le llegue. Los niños,
como el resto de los seres humanos, sienten el deseo de dormir después de cada
alimentación. Deben alimentarse y dormir a intervalos regulares, a los que se
acostumbran fácilmente.
El
sueño es para ellos tan vital como los alimentos. Así, la madre debe esforzarse
en no despertar a su bebé para cosas triviales, como mostrarlo a las amigas.
Tampoco debe interrumpir su sueño, a menos que sea excesivamente dilatado, para
sacarle de paseo. Cuando se le interrumpe el sueño y se pretende después que
duerman de nuevo, los bebés no quieren hacerlo.
¿Cuánto debe dormir un bebé?.-Es difícil
contestar a esta pregunta: unos bebés necesitan más sueño que otros, lo mismo
que unos bebés necesitan mayor cantidad de alimento que otros.
La
mayoría de los recién nacidos duermen de 20 a 22 horas al día; cuando cumplen
un mes, entre 18 y 20 horas; cuando tienen seis meses, entre 15 y 17 horas,
repartidas así: 12 horas por la noche, con una sola interrupción para
alimentarse, dos o tres horas en la mañana y una o dos en la tarde.
FOTO
21 La Cartilla “La Vida de mi bebé”. Pamplona 1961, páginas 26 y 27
Condiciones para el
sueño.- Como en el caso de las personas mayores, para
ayudar a dormir a los bebés conviene: que el cuarto esté muy aireado, que la
luz no les dé en los ojos; tranquilidad, aseo, ropa cómoda, una buena cama y
buenas mantas.
A
ser posible, el bebé deberá tener su propia habitación donde su sueño no sea
interrumpido y donde la luz, el calor y la ventilación sean apropiados. Si
después de los seis meses de edad no puede tener su propia habitación, es
preferible que duerma en la de sus hermanitos. No en la de sus padres.
FOTO
22 La Cartilla “La Vida de mi bebé”. Pamplona 1961, páginas 28 y 29
HORARIO EN LA VIDA DE
UN BEBÉ ENTRE 2 Y 6 MESES
A
título de sugerencias solamente, transcribimos a continuación un plan elaborado
con las últimas prácticas conocidas:
7
de la mañana. Alimento: pecho o biberón. Dormir.
10
de la mañana: aceite de hígado de bacalao u otra fuente de vitamina D, y jugo
de naranja.
Baño:
desvestir al bebé con tiempo suficiente para hacer ejercicio y juguetear
desnudo antes del baño. Proteger sus nalguitas con Bálsamo Bebé, después de
bañarle.
11
de la mañana: Alimento: pecho o biberón. Ponerle a dormir afuera, si el tiempo
es bueno.
Darle
un poco de agua después de dormir y colocarle donde pueda jugar con seguridad.
Baño
de sol, si el tiempo lo permite. Cuando hace mucho calor, el baño de sol debe
darse de mañana, antes del baño o después de la siesta de la tarde.
3
de la tarde: Alimento: pecho o biberón, aceite de hígado de bacalao u otra
fuente de vitamina D, y jugo de naranja. Siesta afuera, si el tiempo es bueno.
Colocar
al bebé para que pueda juguetear sin riesgos. Ofrecerle agua alguna vez durante
la tarde.
7
de la tarde: Alimento: pecho o biberón. Cama, sin luz, ventanas arregladas para
la noche, puertas cerradas.
11
de la noche: Alimento: pecho o biberón. (No despertar al bebé. Esta comida
puede ser suprimida).
Al
principio del segundo o tercer mes, muchos bebés permanecen despiertos por
algún tiempo durante la tarde. Los niños mayores van destinando tiempo a jugar.
Es
prudente dejar solo al bebé durante este rato, para que se acostumbre a estar
sin compañía.
FOTO
23 La Cartilla “La Vida de mi bebé”. Pamplona 1961, páginas 30 y 31
CONSEJOS GENERALES MUY
IMPORTANTES
1º.-
Consulte a su Médico sobre la vacunación del niño a distintas edades. Sólo a
título de orientación general sugerimos este plan:
FOTO
24 Consejos generales muy importantes. La Cartilla “La Vida de mi bebé”.
Pamplona 1961, páginas 30 y 31
2º.-
Tanto si se le da el pecho (lo que siempre es de desear) como si le da la
alimentación mixta o preparada, mantenga una regularidad en los horarios.
3º.-
Investigue las causas del llanto del niño si, cuando llora, no es hora de
alimentarle. Elimine aquello que pueda molestarle.
Vea
si tiene alguna escocedura o rozadura y en ese caso, póngale un poco de Bálsamo
Bebé. Pero no lo saque de la cuna sólo para evitarse ambos el mal rato.
4º.-
La educación del niño comienza el mismo día de su nacimiento. Él es, en
seguida, más “granuja” de lo que usted cree. Si cada vez que llora, le coge en
brazos o le da de comer… ¡prepárese!
Acostúmbrele
bien desde el primer día. Los dos saldrán ganando. Sea inflexible, empezando a
formarle adecuadamente para su lucha en la vida.
5º.-
No deje cerca de él nada que pueda dañarle. Todos los bebés se llevan a la boca
lo que pillan. Y, cuando empiezan a andar, el peligro aumenta porque tienen a
su alcance más cosas que pueden perjudicarles.
Si,
a pesar de estos cuidados, se hace alguna rozadura o rasguño, eche mano del
Bálsamo Bebé. Se cicatrizará en seguida.
6º.-
Los niños distraen a los padres, los unen y les ayudan a conservarse jóvenes,
animosos y alegres. Juegue con sus hijos, pero no les fuerce a hacer más de lo
que ellos puedan.
Procure
que crezcan en un ambiente tranquilo y feliz y que adquieran hábitos buenos y
regulares. No olvide que el cuidado del niño es un arte que unas veces será un
placer y otras no tanto; pero siempre un deber y obligación ineludibles.
FOTO
25 La Cartilla “La Vida de mi bebé”. Pamplona 1961, páginas 32 y 33
El
uso de Bálsamo Bebé facilita los cuidados del niño, le ahorra molestias y
llantos, le protege, contribuye a su bienestar y alegría y, por ello, aumenta
la felicidad del hogar.
Bibliografía
Cartilla
“La Vida de mi Bebé”, obsequio que entregaban las Cajas de Ahorros de Navarra
garantizada por la Excelentísima Diputación Foral de Navarra y las Farmacias
Autor
de la Cartilla: Enrique Cuchy Badiola.
Imprenta Cuchy, San Sebastián. Depósito Legal SS-930-60. C. S. Número 1.004.
San Sebastián, Guipúzcoa.
FOTO
26 Revista Senda, número 268 de 1966. Publicidad del Bálsamo Bebé
Agradecimientos
José Mari Fontaneda
Estivariz
Enrique Cuchy Badiola y
Familia
AUTOR:
Manuel Solórzano Sánchez
Graduado en
Enfermería. Servicio de Traumatología. Hospital Universitario Donostia de San
Sebastián. OSI- Donostialdea. Osakidetza- Servicio Vasco de Salud
Insignia de Oro
de la Sociedad Española de Enfermería Oftalmológica 2010. SEEOF
Miembro de
Enfermería Avanza
Miembro de Eusko
Ikaskuntza / Sociedad de Estudios Vascos
Miembro de la
Red Iberoamericana de Historia de la Enfermería
Miembro de la
Red Cubana de Historia de la Enfermería
Miembro
Consultivo de la Asociación Histórico Filosófica del Cuidado y la Enfermería en
México AHFICEN, A.C.
Miembro no
numerario de la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País. (RSBAP)
No hay comentarios:
Publicar un comentario