El escritor y periodista donostiarra Félix Maraña nos ha
enviado, por mediación de nuestro compañero Manuel Solórzano, este poema, que
quiere ser reconocimiento a la entrega abnegada de todos los profesionales de la
Salud.
Garaje de guardia
Que la
vida iba en serio se sabía
mucho
antes de leer a Gil de Biedma
y recibir
unos golpes de repente
de esos
que te duelen o te matan.
Pero en
serio, ya en serio, se comprende
cuando
vas al garaje y no te arranca
el
músculo central del carruaje
que
bombea la vida por el árbol.
Y acudes
de urgencia a los talleres,
una, dos
enfermeras, tres o cuatro,
te
rodean, asaltan tu esqueleto,
y toman
posesión, a sangre y suero,
del
trasto que presentas para el trance,
te
imponen la salud como quien manda
el
carburo vital intravenoso,
que te
espanta la muerte de reemplazo,
y te
tratan como en hotel de lujo:
No te
muevas, nosotras te empujamos.
Por si
acaso, tan sólo por si acaso,
no vuelvo
de esta jaula de salud,
y me
cubre de nieve negro alud,
y no
podéis curar este fracaso,
os dejo
mi mensaje más sincero:
Muchas
gracias por ser mis ocho brazos
y dadme
algo de vida, nuevos plazos.
Bien seas
enfermera o enfermero,
médico
global, mundo sanitario,
arriesgando
vuestra vida a diario,
que nunca
os lo dije, pero os quiero.
© Félix Maraña
[En la
antesala de la UCI, calentando motores. Para todos y todas los profesionales de
la Salud, que nos tratan por nuestro nombre y nosotros nos olvidamos pronto de
los suyos. Decir gracias es ya decir bien poco].
Fotografía: Santi
Yaniz
Espero que os haya gustado el
poema, a mí me ha parecido precioso. Gracias Félix.
Manuel Solórzano Sánchez
Graduado en
Enfermería
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