jueves, 17 de septiembre de 2020

SANATORIO QUIRÚRGICO DEL DOCTOR MARTÍN SANTOS 1936

 

CLÍNICA MARTÍN SANTOS

 

HOY EN DÍA HOSPITAL QUIRÓN DONOSTIA

 

El 20 de enero de 1936 se inauguraba la vanguardista Clínica del doctor Leandro Martín Santos, hoy Hospital Quirón. En el artículo viene descrito, con todo lujo de detalles, las modernas instalaciones e, incluso, la atípica decoración de la clínica.

 

Foto 1 Una vista exterior del edificio convertido en Sanatorio Quirúrgico del doctor Martín Santos. Foto Guerequiz

 

INAUGURACIÓN CLÍNICA MARTÍN SANTOS

 

Este reputado doctor don Leandro Martín Santos, director de la clínica Nuestra Señora de las Mercedes, ha realizado una importante obra en la finca “Alcolea”, de la calzada de Eguia, convirtiéndola en modernísimo sanatorio quirúrgico, con todos los adelantos y confort imaginables (1 y 2).

 

Esta nueva instalación significa el traslado de la clínica de Nuestra Señora de las Mercedes a la hermosa finca, situada en un lugar desde el que se domina la ciudad, recibiendo los vientos de todas las orientaciones y el pleno sol sin que la menor sombra alcance al edificio hasta la puesta. Es decir, que disfruta de una situación inmejorable.

 

La inauguración se verificó ayer, lunes 20 de enero de 1936, aunque faltan todavía detalles para que el establecimiento sea puesto en marcha; detalles pequeños, complemento de las instalaciones y retoques, que es labor de pocos días para que la clínica funcione.

 

El doctor don Martin Santos invitó a las autoridades locales, médicos, entidades diversas, Damas de la Cruz Hoja y distinguidas personas, para el acto de la bendición del edificio, que se verificó a las once y media de la mañana de ayer, por el obispo de la diócesis, don Mateo Múgica, que también ofició en la primera misa celebrada en la capilla del Sanatorio Quirúrgico.

 

Foto 2 Autoridades y diversos invitados al acto de la inauguración del Sanatorio Quirúrgico, con el doctor Leandro Martín Santos. Foto Guerequiz

 

Aprovechamos unos momentos de nuestra visita al edificio para conversar con el doctor don Leandro Martín Santos, quien contestando a nuestras preguntas nos hizo las siguientes manifestaciones:

 

La idea fundamental que guió mi pensamiento al hacer este sanatorio quirúrgico, fué la de dotar a San Sebastián de un establecimiento que reuniera una situación ideal para gozar de los bellos paisajes donostiarras —mar y tierra—, desde el mismo centro de la población, aislado de todo ruido y trepidación, siempre tan molestos para el enfermo, y dotarlo de las máximas comodidades, tanto para quien acuda al mismo en plan curativo como para el personal encargado de su atención y tratamiento. Un edificio dotado de los más modernos medios higiénicos, sin escatimar aparato alguno que la ciencia humana haya descubierto para el tratamiento de los enfermos, y todo ello.

 

Foto 3 La Voz de Guipúzcoa. Diario Republicano. Página 6. Martes 21 de enero de 1936

 

La visita a todas las alas y pisos del edificio nos confirman estos propósitos. El nuevo sanatorio quirúrgico no ofrece el menor aspecto de una clínica. Las habitaciones para los enfermos han sido instaladas de tal forma huyendo del blanco clásico de todo hospital, que los colores de sus paredes estucadas y de sus muebles en consonancia, parece que fueran las de un hotel o un pensionado modernos.

Alegría en el color de las habitaciones —azul, verde, amarillo— y la idea de la más exigente higiene en todos sus detalles.

 

El edificio consta de cuatro pisos. En el principal, que posee una amplia entrada independiente, se han instalado, además de los servicios generales, las dependencias de consultorio y exploración general, con laboratorios, salas de exploración y Rayos X, éste aparato modernísimo, de protección total, con mesa basculante, lo que quiere decir que se trata de un aparato que reúne las máximas comodidades y eficacia tanto para el enfermo como para el profesional que ha de manejarlo. También se ha instalado una sala de diatermia, con aparatos de onda ultracorta, aparato de rayos ultra-violeta, de corrientes eléctricas, para masajes, etcétera, etcétera.

 

En el piso primero, dedicado, como el segundo, para clínica, además de los servicios de salas de espera y despachos, se han instalado las habitaciones de estancia para enfermos, decoradas, como decimos antes, en colores delicados, suaves, con camas “ad-hoc” del mismo tono que las paredes de la habitación y juego de mobiliario igualmente en consonancia. Estas habitaciones tienen todas, su cuarto de aseo contiguo, para mayor comodidad del enfermo.

 

Foto 4 Todas las habitaciones convergen en un vestíbulo general, donde se encuentra el montacamas y las escaleras. Foto: Pascual Marín

 

La instalación eléctrica es modernísima, con sistemas de luces de intensidades variables, señales luminosas —se ha huido de los timbres— y radio.

 

Todas las habitaciones convergen en un vestíbulo general, en uno de cuyos costados está el “office” y cuarto de guardia, donde el personal de servicio, a la vez que vigila todas las habitaciones, atendiendo a las señales luminosas que la llamada del enfermo señala sobre e1 marco de la puerta, tiene a su mano los servicios del montacargas, tubo para el envío de la ropa al lavado y desinfección, central telefónica, señales luminosas que señalan el cuarto que reclama sus servicios, y demás elementos indispensables a su función.

 

Anejo al primer piso va la instalación quirúrgica, propiamente dicha, con magnifico y modernísimo quirófano, con amplio ventanal al Norte, matizado de verde Nilo, y con los servicios de esterilización, lavabos y arsenal indispensable a estas instalaciones.

 

En el tercer piso se han instalado un oratorio y las habitaciones para todo el servicio.

 

Foto 5 El día de la inauguración con su mujer y sus hijos Luis y Leandro y con las Hijas de la Caridad que trabajaban en el Sanatorio Quirúrgico Dr. Martín Santos. 1936

 

Todos estos pisos se comunican por amplia escalera y el ascensor capaz para el traslado de las camillas desde el quirófano a las habitaciones de los enfermos; montacargas, tubos de ropa que desde todos los pisos comunican con el lavadero; teléfonos y una buena calefacción que permite fácilmente mantener el edificio a una temperatura constante.

 

Al acto celebrado ayer asistieron el gobernador, señor Moreno Luque; el presidente de la Gestora Municipal, doctor Echauz, el comandante militar de la Plaza, señor Carrasco; médicos de la localidad y otras distinguidas personas, entre ellas damas de la Cruz Roja.

 

Todos los asistentes a la ceremonia de la inauguración del edificio fueron obsequiados con un “lunch”.

 

El doctor Martín Santos fue muy felicitado, deseándole, como lo hacemos nosotros, que continúe obteniendo éxitos en sus intervenciones quirúrgicas, que tanto han prestigiado su nombre (1 y 2).

 

Foto 6 Una vista exterior del edificio convertido en Sanatorio Quirúrgico del doctor Leandro Martín Santos. Foto Guerequiz, 1936

 

EL SANATORIO DEL DOCTOR MARTÍN SANTOS

 

Ayer tuvo lugar la inauguración con asistencia de las autoridades

 

A las once y media de la mañana de ayer día 20 de enero, tuvo lugar la inauguración del “Sanatorio Quirúrgico” instalado por el reputado y prestigioso doctor Leandro Martín Santos en Alcolea (Calzada de Eguía) (3).

 

Asistieron al acto la mayoría de los médicos de Donostia, autoridades locales y provinciales y representantes dela Prensa Donostiarra.

 

También concurrió el eminente doctor Mariano Gómez Ulla, jefe de los servicios del Ejército, que momentos antes visitó las dependencias del edificio, dedicando calurosos elogios.

 

Invitado expresamente por el doctor Leandro Martín Santos, asistió al acto el Prelado de la Diócesis, Monseñor don Mateo Mújica Urrestarazu, quien bendijo el edificio, celebrándose antes de la inauguración, en las que estuvieron presentes representaciones de diversas entidades benéficas de esta capital, Damas de la Cruz Roja y Hermanitas de la Caridad que trabajaron en dicho Sanatorio hasta el año 1951, que se hicieron cargo del trabajo en la Clínica las Religiosas Franciscanas del Buen Consejo, una misa en la capilla del mencionado Sanatorio.

 

Después del acto inaugural del edificio, del que la concurrencia hizo grandes elogios, los invitados fueron obsequiados con un lunch, siendo objeto el doctor Leandro Martín Santos de muchísimas y cordiales felicitaciones, a las que unimos la nuestra afectuosa y sincera.

 

Foto 7 Foto original de la inauguración de la página 6 de La Voz de Guipúzcoa. Diario Republicano. Martes 21 de enero de 1936. Autoridades y diversos invitados al acto de la inauguración del Sanatorio Quirúrgico, con el doctor Leandro Martín Santos. Foto Guerequiz

 

El alcalde gubernativo don Fernando Echauz, no acudió a su despacho de la Alcaldía, habiendo asistido por la mañana a la inauguración del Sanatorio Quirúrgico del doctor Martín Santos, instalado en la (Calzada de Eguía).

 

El señor Moreno Luque dijo que había asistido al Sanatorio del Doctor Martín Satos por la mañana a su inauguración, a cuyo acto asistió también el Prelado de la Diócesis Monseñor don Mateo Mújica, a quien tuvo el honor de saludar y conversar un rato con él.

También tuvo el gusto de saludar en dicho acto, agregó el gobernador civil al doctor Mariano Gómez Ulla, verdadera eminencia dentro de la cirugía mundial (3).

 

UN NUEVO SANATORIO

 

El Prelado bendice el Sanatorio del Doctor Martín Santos

 

Ayer lunes día 20 de enero de 1936 a las once y media de la mañana, tuvo lugar la inauguración del nuevo Sanatorio Quirúrgico del Doctor Martín Santos, enclavado en Alcolea, Calzada de Eguía de San Sebastián (4).

 

Al acto de la inauguración han asistido la mayoría de los médicos de San Sebastián y las autoridades locales y provinciales.

 

Foto 8 Foto del día de la inauguración, el doctor Leandro Martín Santos con las Hijas de la Caridad, que trabajaban en el Sanatorio Quirúrgico Dr. Martín Santos. 1936

 

El doctor Mariano Gómez Ulla, jefe de los servicios del Ejército, también concurrió al acto de la inauguración, visitando momentos antes todo el edificio, del que hizo los mayores elogios.

 

Antes de la inauguración –en la que estuvieron presentes representaciones de diversas entidades benéficas de la ciudad, Damas de la Cruz Roja y Hermanas de la Caridad– se dijo una misa en la capilla del Sanatorio Quirúrgico del Doctor Martín Santos.

 

Una vez inaugurado el edificio, del que se han hecho los mayores elogios, se sirvió a los invitados un lunch.

 

El doctor Leandro Martín Santos está recibiendo sinnúmero de felicitaciones, a la que unimos muy sinceramente la nuestra, prometiendo ocuparnos detenidamente del nuevo Sanatorio, con el detenimiento que merece el nuevo establecimiento (4 y 5).

 

Foto 9 Planos fachada norte y fachada sur. Archivo histórico del Ayuntamiento de Donostia – San Sebastián, 1975

 

SANATORIO QUIRÚRGICO MARTÍN SANTOS 1975

 

Comienzan las obras de ampliación de la Clínica, según el expediente número 177 de 1975; el arquitecto del proyecto es Delfín Ruiz Rivas y en su Memoria se escribe:

 

1.- Propietario.- El presente proyecto nos ha sido encargado por la Dirección del Sanatorio Quirúrgico Martín Santos y se refiere a la ampliación de la actual Clínica de su propiedad.

 

2.- Emplazamiento.- El proyecto se desarrolla en los terrenos de la Finca Alcolea, sita en el polígono 2, Eguía, del Plan General de Ordenación de San Sebastián.

 

3.- Justificación Urbanística.- Superficie de la parcela de 23.515 metros cuadrados. El proyecto sigue las directrices del edificio existente tanto en alturas como uso y composición de fachadas, manteniéndose intacto el carácter estético de la zona que con el tiempo ha llegado a ser una estampa clásica del lugar.

 

No existe Plan Parcial aprobado en la zona que nos ocupa, pero el Plan General en sus normas, señala que “deberá tenerse en cuenta el desarrollo existente”, por lo que si tenemos en cuenta que la zona se encuentra totalmente urbanizada y dispone de todos los servicios, creemos que este proyecto reúne los requisitos urbanísticos necesarios para la obtención de la preceptiva licencia de construcción que lo convierta en realidad (6).

 

4.- Programa de Necesidades.- El actual Sanatorio Quirúrgico Martín Santos, ocupa una superficie de insuficiente para poder desarrollar los servicios que una moderna Clínica necesita. Nos hemos encontrado con una total insuficiencia de habitaciones que resuelvan el problema del funcionamiento diario de los servicios quirúrgicos y en especial los ginecológicos.

 

Por esta razón se ha pensado en el desarrollo de un amplio programa que esquemáticamente es el siguiente.

 

1ª Fase.- Construcción de la infraestructura quirúrgica y nuevas habitaciones, de lo que se ocupa el proyecto.

 

2ª Fase.- Habilitación de la planta cota – 5,10, para nuevas instalaciones quirúrgicas que descongestionen las actuales sitas en el edificio antiguo.

 

3ª Fase.- Reconstrucción del interior edificio para acomodarlo al proyecto que nos ocupa y desarrollando un programa de nuevas habitaciones. Como hemos señalado este proyecto se ocupa de la Primera fase del programa indicado.

 

5.- Descripción de la Solución Adoptada.- La planta sotano o cota -5,10, se destina a futuras instalaciones para el servicio de consultas de médicos y quirófanos, aunque por el momento sólo se realizará la estructura, soleras e infraestructuras.

 

En la planta cota -1,30, se destina a servicios generales, administrativos, dirección y los clínicos referidos a ginecología y huesos, así como los de medicina de urgencia, y la construcción de ocho habitaciones para enfermos residentes.

 

En la planta cota +1,55, se dispone la recepción para esa ala del edificio, así como nuevas habitaciones para enfermos residentes. En las plantas: cotas +4,40 y +7,35, se destinan igualmente a albergar habitaciones para enfermos y en la planta cota +10,30, se disponen habitaciones para el personal sanitario auxiliar y Comunidad de religiosas.

 

Todas las plantas se encuentran servidas por una escalera y un montacamas, quedando unidos el edificio antiguo y este nuevo en la planta + 7,10 al mismo nivel.

 

El nuevo edificio dispondrá en todas las plantas de un servicio de aire acondicionado, por lo que únicamente las habitaciones de enfermos residentes convalecientes dispondrán de huecos de ventanas, más para la visión que para la ventilación. La escalera dispondrá de iluminación cenital y ventilación acondicionada dentro del sistema impuesto dentro del conjunto (6).

 

6.- Normas consideradas.- El presente proyecto se cumple con las Normas de la Presidencia del Gobierno y del Ministerio de la Vivienda sobre construcción actualmente vigentes, así como las acciones de edificación adoptadas en el proyecto según la Norma 101/62. (6).

 

LEANDRO MARTÍN SANTOS DOMINGUEZ

 

Presidente del Colegio de Médicos de Gipuzkoa entre 1946 y 1954

 

Foto 10 Doctor Leandro Martín Santos Domínguez. Foto: Colegio de Médicos de Gipuzkoa

 

Cirujano militar nacido en 1895 en un pequeño pueblo de la provincia de Salamanca, en el que su padre era el maestro nacional, y falleció en San Sebastián el 13 de marzo de 1971.

 

Cursó el bachillerato y los estudios de medicina en Salamanca, convalidando las asignaturas médicas con las de la Carrera de Practicante. Realizó el doctorado en Madrid, en donde comienza los estudios de cirujano militar en la Academia de Sanidad Militar. Su brillante expediente llama la atención del cirujano Mariano Gómez Ulla, entonces coronel médico de la Academia, y traba con él una estrecha amistad que se mantendrá a lo largo de su vida (7).

 

Foto 11 Médicos y Practicantes de la época del Dr. Martín Santos

 

Su primer destino como teniente médico es en Mahón y luego pasará a Larache, como Jefe de Hospital. Hábil cirujano, se interesa especialmente por las heridas del vientre, que causaban una gran mortalidad en la tropa y que él trata con extrema rapidez, obteniendo buenos resultados. Alentado por su amigo el Dr. Mariano Gómez Ulla, solicita audiencia al Rey Alfonso XII, logrando la creación de los quirófanos de primera línea, en los frentes de combate, y que consistían en equipos de cirujano y camilleros que se desplazaban al lugar donde se encontraban los heridos actuando con celeridad y urgencia. Este sistema llama la atención del ejército francés y el Dr. Leandro Martín Santos es requerido para que explique su procedimiento.

 

El escalafón militar lo destina a San Sebastián, ciudad pionera en cirugía en aquellos tiempos, en donde destacaron y destacaban figuras de la talla de los doctores Hilario Gaiztarro, Julián Bergareche, Luis Ayestarán, Benigno Oreja, Emiliano y Luis Eizaguirre, Luis Urrutia y un montón de médicos más. Es en la capital donostiarra donde Leandro Martín Santos desarrollará una gran actividad. Fue cirujano del Hospital Militar, de la Clínica de las Mercedes, del Hospital de la Cruz Roja del que fue director, y del Hospital Civil de San Antonio Abad, además de trabajar en su consultorio privado. Compró la finca “Alcolea” en el barrio donostiarra de Eguía y edificó un Sanatorio Quirúrgico que bautizó con su nombre. Se inauguró el 20 de enero de 1936.

 

Foto 12 El doctor Leandro Martín Santos en su despacho y biblioteca del Sanatorio Quirúrgico Martín Santos. Foto: Colegio de Médicos de Gipuzkoa

 

En la última guerra civil, con su experiencia de cirujano militar, acude con los equipos quirúrgicos que ideara en la guerra de África, a diversos frentes: Brunete, Belchite, Ciudad Universitaria y Zaragoza. Nombrado ayudante del general de Sanidad Militar del Ejército del Norte, está presente en las batallas de Teruel y del Ebro, donde descollará por su labor como cirujano. Concluida la contienda regresa a San Sebastián y es ahora cuando le llueven toda una serie de cargos y distinciones: Presidente del Círculo Cultural Guipuzcoano, Diputado Provincial, Presidente del Colegio Oficial de Médicos de Gipuzkoa, cirujano del Hospital Militar General Mola y Académico de varias Universidades y Sociedades (7).

 

Un nuevo ascenso en el escalafón de Sanidad Militar le permite marchar a La Coruña, Zaragoza y Madrid. Su trabajo será ahora meramente burocrático gestionando la construcción de hospitales. Alcanzada la jubilación con grado de General, retorna a San Sebastián en donde muere de un edema agudo de pulmón.

 

Escribió el libro “Manual de Cirugía de Guerra” en él, como señala su hijo el Dr. Luis Martín Santos, “consigue reducir a números su inmensa actividad en la Batalla del Ebro, dando una de las pocas estadísticas que existen sobre la evolución de una batalla, desde el punto de vista médico”.

 

Foto 13 El despacho y biblioteca del doctor Leandro Martín Santos en el Sanatorio Quirúrgico Martín Santos. Foto: Pascual Marín 1945

 

Fue un defensor de la raquianestesia, como también lo fuera su amigo el Dr. Mariano Gómez Ulla. Leandro Martín Santos publicó en la Revista de Sanidad Militar y la Medicina Militar Española, de 1932, un interesante y extenso artículo titulado “Raquianestesia: Observaciones sobre 2.076 raquianestesias lumbares con estovaína. La Percaína como Anestésico Raquidiano. Sus resultados en 70 casos”, en el que se muestra partidario de la utilización de la percaína, frente a la estovaína, por considerarla menos tóxica, no producir excitación bulbar y obtener anestesias más prolongadas. Fue, asimismo, defensor de la utilización de la raquianestesia en las intervenciones ginecológicas, como las histerectomías totales, frente a la anestesia general, por las ventajas que se derivaban de su uso (7).

 

Profesionalmente perteneció a la última generación de cirujanos generales que lo mismo extirpaban un bocio que reducían una fractura. Sus intervenciones, las realizaba con el mínimo de medios, tenía preferencia por la aguja Reverdin y a lo largo de 40 años de vida profesional realizó unas 50.000 operaciones, aproximadamente (7).

 

FALLECIMIENTO DE LEANDRO MARTÍN SANTOS EN LA PRENSA

 

En nuestra ciudad falleció ayer el doctor don Leandro Martín Santos. Cuando la noticia sea conocida causará gran sentimiento, pues el doctor Martín Santos era muy querido en San Sebastián (8).

 

Foto 14 Quirófano Clínica Martín Santos. Foto: Pascual Marín 1945

 

Aquí, durante muchos años ejerció la medicina y su nombre traspasó los pequeños límites de Guipúzcoa, llegando su fama de experto cirujano a media España y al sur de Francia, de donde venían a consultarle y a someterse a sus consejos. De la medicina hizo su sacerdocio y por eso sus enfermos le adoraban (8).

 

Pero al margen de su actividad científica desarrolló otra, de tipo cultural. Sus inquietudes intelectuales le llevaron a la presidencia del “Centro Cultural y Ateneo Donostiarra”, donde dejó abundantes huellas de su personalidad, de su dedicación, de su visión de los problemas. El renacido Ateneo debe mucho, muchísimo, a este hombre que ahora nos deja.

 

A su familia hacemos presente el testimonio de nuestra más sentida condolencia (8).

 

RECUERDOS DEL PRACTICANTE LUIS MARI AGUIRREOLEA ESTEBAN EN LA CLÍNICA MARTÍN SANTOS

 

En el año 1936 don Leandro Martín Santos abrió su Sanatorio Médico - Quirúrgico instalado en el antiguo palacio de Pilarte en el barrio de Eguía, el que notablemente ampliado y puesto al día en sus instalaciones, dirigió su hijo de igual nombre. El padre médico militar, llegó a San Sebastián por los años 20 y prácticamente no lo abandonó hasta su fallecimiento en 1971. Asignado al hospital de emergencia instalado en el Gran Casino, había ascendido a Jefe Quirúrgico Militar de la Región en 1929 y se le asignó una consulta de cirugía en el Hospital de la Cruz Roja del que, así como del Militar, llegó a ser director. Antes de fundar su Sanatorio Quirúrgico estuvo trabajando también en la Clínica Nuestra Señora de las Mercedes en la Avenida de Navarra de San Sebastián (9).

 

Foto 15 Sala de Curas y de corrientes. Clínica Martín Santos. Foto: Pascual Marín 1945

 

Buen cirujano, ocupó varios puestos colegiales. Al fundar en 1936 su Sanatorio Quirúrgico en el alto de Eguía acondicionando el antiguo Palacio Pilarte en magnífica finca con gran parque. En él trabajó hasta retirarse dejándolo en manos de su hijo de igual nombre hermano del psiquiatra y escritor, Luis, bien conocido en el mundo de las letras y desgraciadamente fallecido a sus 40 años de edad en accidente de tráfico ocurrido en Vitoria en enero de 1964. Don Leandro, padre, murió en 1971 y bastantes años después, en agosto de 1990, el Sanatorio fue adquirido por el grupo catalán Quirón que con amplia plantilla médica, lo explota en la actualidad (9).

 

El practicante Luis Mari Aguirreolea Esteban, nace en la calle Aldapa Berri, segundo de Donosti, enfrente de la portería del Sanatorio el 10 de agosto de 1932, contando hoy en día 88 años. Luis Mari era sobrino del médico que fundó la Clínica de San Esteban de Ohiartzun, y que luego paso a Usurbil. Hasta su jubilación.

 

El practicante Luis Mari Aguirreolea trabajó en esta Clínica 42 años. Comenzó en 1952 y trabajó hasta 1994 cuando se jubiló. Realizó todos los trabajos de su cargo, llegaba a la Clínica a las tres de la tarde y hasta las 8 de la noche realizaba todas las curas quirúrgicas, de todas las operaciones que se realizaban a la mañana, sobre todo las de traumatología.

 

La Clínica atendía a particulares y sobre todo a los Seguros privados, Seguros de los Colegios Federados en sus deportes, sobre todo en los deportes del Colegio de San Ignacio de Loyola que enviaba a todos los niños con accidentes en el patio del colegio y en los recreos con traumatismos en los huesos donde después de hacerles sus correspondientes radiografías, él ponía las escayolas y cuidaba a sus pacientes (9).

 

Foto 16 Carnet de Luis Mari Aguirreolea. Consejo General de Colegios Oficiales de Practicantes, 1 de enero de 1952

 

Anteriormente a 1951 trabajaron en la Clínica las Hijas de la Caridad, y a partir de esa fecha llegaron para hacerse cargo las Monjas Religiosas Franciscanas del Buen Consejo.

 

En sus recuerdos de hace tanto tiempo, se acuerda de sus compañeros practicantes que trabajaron con él y sobre todo al que sustituyó señor Campos, Luis Mari Aguirreolea Esteban y Javier López de Pariza Michelena.

 

Recordaba que en la planta baja o sotano estaban las salas de espera, la sala de curas y la cocina y fregadero, con su planchero.

 

Dos consultas para dos médicos, donde atendían a los asegurados de la Unión Previsora, “Seguro 18 de Julio”, Montepíos, IPRESA, ASISA, CAPISA, Jubilados y Seguros de Accidente de trabajo y Accidentes de tráfico.

 

En la Primera planta estaban los quirófanos y oficina, sala de rayos X, laboratorio, office y habitaciones y el despacho del Director.

 

En la Segunda planta estaban todas las habitaciones de una cama y de dos. Y en la Tercera planta estaba la capilla, la comunidad de religiosas y habitaciones para el personal sanitario.

 

En lo que fue la portería de la finca Alcolea, fue la casa residencia del Dr. Leandro Martín Santos y su familia y posteriormente la de su hijo Leandro.

 

Foto 17 Luis Mari Aguirreolea realizando una cura sacrocoxígea con la enfermera Olatz Garmendia. 1980

 

También se acuerda de sus compañeros de trabajo, de Olatz Garmendia enfermera que realizaba las curas con él. Sor Antonia, religiosa Franciscana del Buen Consejo, Ángel Nieto Lázaro (Practicante militar), señor Campos, Javier López de Pariza, practicantes. De Carlos Gansow Navajas Oftalmólogo, de Leandro Martín Santos (hijo) y de su ayudante el Dr. Mariano Bravo.

 

Del Dr. Alfonso Oliver Lechuga que se comprometió en 1978 a ser el Director de la Escuela Mixta de Ayudantes Técnicos Sanitarios (A.T.S.) “Ana María Vívoras” dependiente de la Facultad de Medicina de Valladolid.

 

El lunes día 7 de abril de 1975 venía al mundo en la Clínica Martín Santos, David Tellechea Apesteguia, hijo de César y Melchora.

 

Los Profesores de los Anestesistas médicos, fueron en Gipuzkoa Tres Practicantes sobre todo Javier López de Pariza Michelena que fue el profesor de todos ellos en 1948 que también trabajó en la Clínica Martín Santos. Francisco Del Campo Benito que trabajó en el Hospital Civil San Antonio Abad. Y Luis García Castro que trabajó en la Clínica del Koro (9).

 

EL COLEGIO DE ENFERMERÍA DE GIPUZCOA ENTREVISTA A LUIS MARI AGUIRREOLEA, PRACTICANTE. A. T. S. y D. U. E.

 

Luis Mari nos ha contado que en casa decidieron que fuera sanitario. Empezó a trabajar en 1948, cuando no tenía más que 16 años, y casi medio siglo se estuvo dedicado con fascinación a este trabajo, al principio trabajando como practicante y después como ATS y DUE. Ahora cuando tiene 86 años le hemos hecho una entrevista para saber más sobre su fascinante vida profesional y sobre sus otras pasiones: los viajes, la mecánica y la construcción. Hoy en día cuenta con dos primaveras más (10).

 

Foto 18 Recuerdo de mi Nacimiento de David Tellechea Apesteguia. 1975

 

Admiro a las enfermeras, tienen una formación y una forma de actuar fantásticas

 

Cuando echas la vista atrás, ¿con qué te quedas de la profesión y de todos los años de ejercicio?

Con una gran satisfacción porque me gustaba mucho. Si te soy sincero, el primer año cuando me jubile estuve bastante ‘fastidiado”, porque me faltaba mi trabajo, echaba en falta la relación con las personas y, además, siempre me he sentido muy querido en todos los sitios. Y me faltaba eso.

 

De la profesión me quedo como decía con una satisfacción tremenda, porque ayudar a la gente y, además, que te paguen por ello, para mí era una verdadera suerte.

 

Hay que tener en cuenta que buena parte de mi vida adulta la he vivido en tiempos de dictadura, y mi adolescencia y juventud en tiempos de guerra y post-guerra, que aquí fue incluso peor que la guerra, ya que hubo una gran represión y mucha hambre…La comida estaba racionada y con lo que te daban de los cupones te morías de hambre (10).

 

Y en ese contexto, ¿cómo te convertiste en practicante?

Al llegar a los 16 años se planteó mi futuro. En mi familia unos querían que estudiara Magisterio y otros Practicante, ya que las dos cosas se podían hacer en San Sebastián. Al final, se decidió que fuera sanitario y me buscaron una recomendación de una monja que me presentó al Director del Hospital de San Antonio Abad, Don Luis Ayestarán, quien me admitió pero me dijo que le parecía muy joven y que, en lo sucesivo, para ir al hospital me pusiera pantalones largos…

 

Foto 19 Luis Mari Aguirreolea. Foto original Juantxo Egaña

 

La “carrera” o los estudios me parecieron de poca utilidad. Se reducían a estudiar dos libros, uno que sobre todo hablaba de anatomía y otro sobre partos. Los profesores eran los médicos del Hospital, ningún practicante. Aprendimos bastante anatomía, algo de fisiología, mucho de partos… pero todo teoría, porque en tres años sólo pude asistir a un parto.

 

Las prácticas consistían en tratar de ver hacer algo por las salas, acompañar a los médicos en la visita diaria, asistir a las consultas y ‘colarse’ alguna vez en los dominios de Sor Emilia, que eran los quirófanos.

 

Así que mis verdaderos inicios como practicante fueron en el Cuarto de Socorro del Puerto de Pasajes. Era una Casa de Socorro en la que estabas de guardia solo y había muchos e importantes accidentes, no solo en el Puerto sino también en el pueblo y en la carretera. El trabajo del Puerto fue una bendición porque de allí me salieron los trabajos que luego conservé durante casi toda mi vida laboral (10).

 

Foto 20 Carnet de Luis Mari Aguirreolea. Consejo General de Colegios Oficiales de Practicantes, 1 de enero de 1952

 

Así es, tras tu paso por el Cuarto de Socorro del Puerto de Pasajes fuiste practicante del seguro “Unión Previsora” (durante casi 40 años), y trabajaste durante cuatro décadas en la clínica Martín Santos, entre otros puestos. Afirmas que esta última ocupación en la clínica fue la ocupación que más satisfacción te dio, ¿por qué?

 

Hay que tener en cuenta que, en aquel tiempo, los practicantes que no estaban en una clínica mayormente se dedicaban a poner inyecciones. Yo tenía la suerte de estar en una clínica en la que los cirujanos hacían el quirófano y el resto, prácticamente, lo hacía yo. Tenía una autonomía total e incluso, en ocasiones, me preguntaban cómo iban los pacientes y si les dábamos el alta.

 

Cuando llegué a Martín Santos había alrededor de 30 camas y, cuando me fui, la clínica tenía 100 camas. Por aquel entonces, incluso, hacíamos más operaciones que el Hospital Provincial porque teníamos un “concierto” con la sanidad pública que nos llenaba la clínica. En mis tiempos estábamos tres practicantes, yo llegué para hacer una suplencia y ya no me dejaron marcharme…

 

Me buscaba la formación

 

En tu etapa en la Clínica Martín Santos decides formarte e incluso viajar a París durante tus vacaciones y, a tu regreso, ayudas a montar el servicio de rehabilitación de la clínica. También participaste en el inicio y de manera novedosa con las inyecciones esclerosantes para varices que, hasta entonces, realizaban en Francia… ¿cómo recuerdas esta etapa?

 

Cuando llegué allí de chaval me enseñaban y luego me dejaban hacer. Hay que tener en cuenta que la formación de practicante era muy escasa y aprendías si querías, o si tenías ocasión de estar en un lugar pudieras aprender. Yo preguntaba y así aprendía. Lo que yo hacía era muy diferente a lo que hacen ahora las enfermeras, cuidar al enfermo, en mi caso en aquella época se trataba de curarlos. Iba media jornada y hacía las curas de arriba a abajo. Y trabajábamos en unas condiciones muy diferentes a las de ahora. Por ejemplo, cuando yo empecé la penicilina existía, pero en España no. Se trataba con sulfamidas (anteriores a los antibióticos), que había que traerlas de contrabando de Francia, al igual que la penicilina. Íbamos allí a comprarlo. Como digo, no tiene nada que ver…

 

Foto 21 Luis Mari Aguirreolea con personal sanitario, enfermeras y Religiosas Franciscanas del Buen Consejo en la Clínica Martín Santos, 1980

 

Por ejemplo, cuando acabé sobre 1951 había una epidemia de tuberculosis en la que murió más gente que con el VIH, pero apareció la estreptomicina. Hasta entonces no teníamos ningún tratamiento, salvo mandarles a un caserío a que tomaran el aire y el sol y comieran bien. ¡Imagina qué tratamiento!

 

Como decía, yo de enfermera no he hecho nunca y lo cierto es que les admiro porque tienen una formación que no teníamos nosotros y que ya me hubiera gustado a mi tener. En mi caso, lo que hacía era buscármela. He ido a mil congresos, a cursillos incluso al extranjero a aprender cosas. Soy así. Me gusta saber, por eso siempre digo que solo tengo envidia a la gente que sabe mucho. Siempre trataba de estar a la última. Cuando empezaron a utilizarse las jeringuillas desechables, aquí en San Sebastián no había y en otros puntos del país sí, como comprobé en uno de los veraneos con mis hijos en Benidorm. Así que un día subí a decírselo al jefe, a preguntarle por qué no teníamos y, transcurrido mes y medio, comenzamos a utilizarlas en la clínica, a pesar de que me costó una bronca con el inspector por el gasto… Ha cambiado totalmente todo: la sanidad, las competencias…

 

Los tiempos de entonces no se pueden comparar con los de ahora, aunque yo siempre me he sentido muy valorado como profesional en los lugares donde he trabajado.

 

Foto 22 Luis Mari Aguirreolea Esteban Insignia de Oro del Colegio de Enfermería de Gipuzkoa, 1997. Foto original Juantxo Egaña

 

Además, fuiste practicante de empresa y de una mancomunidad atendiendo los 6 botiquines de la misma, practicante de la entidad de asistencia sanitaria a los jubilados Montepío, etc.… trabajos que compatibilizabas con la familia. ¿De dónde sacabas las horas?

 

Con la familia lo cierto es que compatibilizaba poco. Salía de casa a las siete y media de la mañana, hasta las once y media iba a las empresas; a continuación, hasta las 14,30 horas, hacía las visitas del ambulatorio. Después de comer tenía consulta en casa. De allí iba a la clínica y siempre tenía algún aviso. Volvía a casa a las ocho de la tarde. Lo cierto es que mis tres hijos me veían poco…

 

Foto 23 Sala de electricidad para masajes y recuperación de los huesos. Clínica Martín Santos. Foto: Pascual Marín 1945

 

También fuiste vocal del Colegio durante ocho años, ¿qué destacarías de esta etapa?

 

Estuve siete u ocho años como Vocal en el COEGI, animado por quien era entonces presidenta, contribuyendo creo con mi trabajo a sentar las bases de lo que ahora es nuestro magnifico Colegio.

 

Además de la profesión, te confiesas apasionado de los viajes, la mecánica y la construcción. De hecho, una vez finalizada tu etapa como vocal, te hiciste cargo de manera voluntaria de las obras de la que hoy es nuestra sede, ¿cómo recuerdas aquellos meses?

 

Me llamaron para que me hiciera cargo de las obras de construcción del nuevo Colegio –la actual sede de Maestro Santesteban-.

 

Me hice cargo, lo recibí en esqueleto y lo entregué acabado, colaboré en la elección de los materiales, cambié algunas cosas, vigilé durante siete meses la obra, quedó como se puede ver, aunque después de acabado se modificaron algunas cosas de diseño. Como recompensa me concedieron la Medalla de Oro del Colegio que ostento con gran orgullo.

 

¿Cómo ves a la enfermera de hoy y qué consejos darías a las compañeras que inician su etapa profesional?

 

Soy un ferviente admirador de la profesión de Enfermería. Cuenta con una formación y una forma de actuar fantástica. En cuanto a los consejos, no me gusta darlos, les diría que les guste lo que hacen, nada más. Esto es fundamental.

 

Foto 24 Cuarto de dos camas de la Clínica Martín Santos. Foto: Pascual Marín 1945

 

Llevas 22 años jubilado, ¿a qué dedicas hoy tu tiempo?

 

Me gusta todo, seguir aprendiendo. Cuando me jubilé hice un trato con mi mujer y compartimos nuestro tiempo. Hago las cosas de casa, ayudo a mis hijos, a mis nietos… pero profesionalmente no hago absolutamente nada. Cuando lo dejé lo hice del todo, porque la profesión me perseguía y antiguos pacientes o conocidos, por ejemplo, me avisaban para curar úlceras que era una de mis especialidades; pero me di de baja de todo porque tenía 64 años y llevaba desde los 16 años y ya era hora de parar. Me sigue gustando y lo echo mucho de menos, pero en estos años no he hecho nada de nada relacionado con la profesión (10).

 

Agradecimientos

Luis Mari Aguirreolea Esteban

Anna Arregui Barahona

Esteban Durán León

Ion Urrestarazu Parada

Juantxo Egaña

Sandra Til

José María Urkia Etxabe

Diario Vasco

Fototeka Kutxa

Colegio de Enfermería y de Médicos de Gipuzkoa

 

Fotógrafos:

Guerequiz

Ricardo Martín

Pascual Marín

Juantxo Egaña

 

Foto 25 Sala de Rayos X de la Clínica Martín Santos. Foto: Pascual Marín 1945

 

Bibliografía

1.- La Voz de Guipúzcoa. Diario Republicano. Página 6. Martes 21 de enero de 1936

2.- Donostiando. Ion Urrestarazu Parada

http://donostiando.blogspot.com/2019/01/el-nuevo-sanatorio-quirurgico-del.html

3.- Periódico “El Día”. Martes 21 de enero de 1936. Página 1

4.- La Constancia. Diario íntegro fuerista. Página 8. Martes 21 de enero de 1936

Biblioteca Municipal de San Sebastián

5.- El Pueblo Vasco. Página 5. Martes 21 de enero de 1936

6.- Donostiako Udal Artxiboa, expediente número 177 de 1975. A01975-02 Memoria

7.- Cien Años de Medicina en Guipúzcoa 1899 – 1999. José María Urkia Etxabe. Depósito Legal: SS-473/1999

8.- Diario Vasco, domingo 14 de marzo de 1971, página 2

9.- Entrevista al Practicante Luis Mari Aguirreolea Esteban en su casa, el viernes día 11 de septiembre de 2020

10.- Jalgi. Colegio Oficial de Enfermería de Gipuzkoa. Número 69. Invierno 2019

Fotografías de Juantxo Egaña realizadas a Luis Mari Aguirreolea Esteban

 

Foto 26 Cuarto de dos camas de la Clínica Martín Santos. Foto: Pascual Marín 1945

 

Autor:

Manuel Solórzano Sánchez

Graduado en Enfermería. Osakidetza, Hospital Universitario Donostia, Gipuzkoa

Insignia de Oro de la Sociedad Española de Enfermería Oftalmológica 2010. SEEOF

Miembro de Enfermería Avanza

Miembro de Eusko Ikaskuntza / Sociedad de Estudios Vascos

Miembro de la Red Iberoamericana de Historia de la Enfermería

Miembro de la Red Cubana de Historia de la Enfermería

Miembro Consultivo de la Asociación Histórico Filosófica del Cuidado y la Enfermería en México AHFICEN, A.C.

Miembro no numerario de la Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País. (RSBAP)

Académico de número de la Academia de Ciencias de Enfermería de Bizkaia – Bizkaiko Erizaintza Zientzien Akademia. ACEB – BEZA

Insignia de Oro del Colegio Oficial de Enfermería de Gipuzkoa 2019

Sello de Correos de Ficción. 21 de julio de 2020

masolorzano@telefonica.net

 

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